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- rdf:value = " El señor LORCA (don Gustavo).-
En primer lugar, quiero expresar nuevamente nuestra extrañeza, porque un asunto tan trascendental sea materia de un veto activo del Gobierno.
Cosa curiosa: los Diputados que no somos de los bancos de Gobierno tenemos que informarnos en forma extraoficial de las razones o justificaciones que tiene el Ejecutivo para determinar o proponer disposiciones por la vía del veto. Aquí nos hemos impuesto de estas razones a través, precisamente, de las palabras de un Diputado de Oposición, que, siempre documentado, lo ha hecho para explicar a la Cámara cuáles son las razones de este veto del Ejecutivo, que, por lo que me he informado en este momento, había sido objeto de una indicación en el segundo trámite constitucional.
Agradezco la información que nos ha dado El señor Millas; porque, en realidad, estábamos a ciegas en una materia que, a mi juicio, es de trascendental importancia, no sólo por el aspecto meramente positivo de lo que va a quedar en la legislación, sino por su trascendencia como precedente en legislaciones futuras.
En primer lugar, quiero dejar constancia de nuestra extrañeza ante el hecho de que se siga legislando por la vía del veto aditivo sin que se informe a la Cámara, como corresponde, acerca de las razones que justifican estas disposiciones.
En segundo término, estimo inconveniente seguir creando nuevos organismos sin conocer, en forma específica, cuáles son sus finalidades y cuáles serán sus facultades. En el artículo en debate se expresa, en forma muy genérica, que la empresa que se crea tendrá por objeto "fabricar, construir, distribuir, instalar y vender elementos de construcción, principalmente para atender a las necesidades de obras públicas." Con esta redacción, claramente se está dejando abierto el camino para que, en forma discrecional, el Presidente de la República legisle en materia tan trascendental, creando entonces, un organismo que, evidentemente, recargará el Presupuesto de la Nación, razón por la cual se agravarán los fuertes déficit que ya se nos han anunciado en reciente exposición sobre la Hacienda Pública.
Para demostrarlo, basta sólo con acudir al inciso tercero de este artículo nuevo, que dice: "El capital de la Empresa se formará con los fondos y bienes actualmente destinados al funcionamiento de la Fábrica señalada en el inciso primero, con los que adquiera a cualquier título y con los que se Je destinen en el futuro en la Ley de Presupuestos o en leyes especiales".
Esta fábrica, como acaba de decirlo El señor Millas, estaba funcionando perfectamente bien y debe de haberse estado autofinanciando, lo que supongo, pues nadie nos lo ha informado. Y resulta que, ahora, este nuevo organismo autónomo, cuyo Consejo estará integrado únicamente por funcionarios públicos, que no tendrán ningún sentido comercial para administrarlo, dejará un fuerte déficit, el que será cargado al Presupuesto de la Nación. Luego, dicho Presupuesto será recargado nuevamente con las pérdidas de esta empresa, creada en sustitución de otra que, al parecer, por lo que aquí se ha afirmado, estaría funcionando bien.
Concuerdo con las afirmaciones formuladas aquí, en el sentido de que es indispensable agilizar el mecanismo destinado a proporcionar elementos para la autoconstrucción. Es una cosa muy favorable, evidente y lógica; pero no podemos aceptar que se sigan creando organismos para nacía, a través del otorgamiento de facultades que no se determinan y que importan delegar la función legislativa, en esta materia, en el Presidente de la República, quien, en uso de ellas, podrá fijar las plantas del personal y sus respectivas remuneraciones; o sea, que le damos una nueva facultad para crear una entidad, para nombrar el personal y para fijar sus remuneraciones. Estamos en total desacuerdo con esta forma de legislar, primero, por la vía del veto aditivo y, en segundo lugar, por la vía de la delegación tan amplia que se contiene en esta disposición.
Además, se crea una empresa sin agilidad. Por la composición de su Directorio, vemos que no podrá funcionar sino en razón de lo que determinen las altas autoridades de Gobierno; luego, todo estará, evidentemente influido también por la política fiscal, cosa a la que nos oponemos.
Lo que me parece más extraordinariamente grave es que en e] inciso final de esta disposición se establece una norma que no creo sea la más prudente. Dice: "Decláranse válidamente celebrados los actos y contratos que la indicada fábrica haya ejecutado hasta la fecha y autorízase al Presidente de la República para que, mientras se crea y organiza la Empresa, determine la forma como continuará desempeñando sus actividades"
Esto no tiene sentido jurídico; se declaran válidos los contratos celebrados por la fábrica, y yo pregunto: ¿sabemos cuáles son esos contratos? Creemos que no es posible sancionar la validez de actos jurídicos que pueden ser de mucha importancia y cuantía, lo que suponemos, porque no los conocemos. Nadie nos ha explicado esta materia, ni están presentes el representante del Ejecutivo ni el Diputado informante, quienes podrían indicarnos cómo es el asunto. Estamos legislando a ciegas sobre un aspecto de tanta trascendencia. ¿Sabemos el monto de estos contratos? ¿Conocemos su calidad jurídica? ¿Nos consta a qué se refieren?
La Cámara no puede seguir legislando de esta manera; por eso, el Senado tiene que entrar, con acuciosidad, a estudiar y rever estas leyes, porque no es propio que el Poder Legislativo, lisa y llanamente, convalide actos jurídicos por sí y ante sí, sin antecedentes.
Yo hago cuestión formal de esto, señor Presidente. ¡No es posible que se nos obligue a legislar a ciegas sobre materias de esta importancia! ¡No sabemos con qué fundamentación jurídica, ni con qué sentido económico se declaran válidos actos y contratos cuya cuantía desconocemos!
Yo encuentro que esto es grave y así lo formulo en esta Cámara.
Estas razones muy someras, ya que no quiero extenderme más al respecto, demuestran que este artículo no pueda ser aprobado por la Cámara con plena conciencia de su responsabilidad legislativa, porque bastaría leer solamente el inciso final para quedar plenamente comprobado que ésta es una materia extremadamente delicada, razón por la cual nosotros no podemos aceptarla sin conocer los antecedentes y sin saber lo que estamos haciendo.
Más que agilizar, con este nuevo organismo, como se ha expresado, todos los trámites necesarios para hacer posible la ayuda a los elementos más necesitados de la población, a los que están construyendo a través del sistema de la autoconstrucción ; más que eso y más importante que todo ese mecanismo, que nosotros debemos apoyar evidentemente, 1o que se crea en el primero de los artículos nuevos es una maquinaria burocrática y administrativa que significará engorro y paralización de la colaboración efectiva que hoy se está prestando a través de una vía mucho más simple.
Nada más.
"
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