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- rdf:value = " El señor FUENTES (don Samuel).-
Quiero recordar, corroborando lo dicho por el Honorable señor Carlos Morales, las palabras de un Senador de la Democracia Cristiana, pronunciadas en este hemiciclo, cuando fue Diputado en el año 1964, durante la discusión de la ley Nº 15.575. Señaló ese Diputado -el Honorable señor Gumucio- que el sueldo vital para el sector privado, para cuyo reajuste teníamos iniciativa, debía ser de 307 escudos, de acuerdo con el alza del costo de la vida. De haberse aprobado la indicación del Honorable señor Gumucio, en aquel entonces, y aplicando la teoría de la determinación del reajuste de acuerdo con el alza del costo de la vida, el año pasado el sueldo vital debió ser de 424 escudos, que representa un 38,4% -porcentaje en que se estimó el alza del costo de la vida-, aplicado al de 1964 que proponía el ex Diputado a que me refiero; y, en el presente año, con un índice de alza de un 25%, debe ser el sueldo vital, según el planteamiento categórico, defendido con calor, del Honorable señor Gumucio en la época que señale, de 530 escudos. Pues bien, la Democracia Cristiana, al rechazar este artículo del Senado, no hace otra cosa que fijar el sueldo vital en la mitad, 271 escudos, en vez de los 530 escudos que correspondía con arreglo a lo que entonces pedía uno de sus Diputados, hoy Senador.
He pensado que si el señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción ha autorizado, hasta el momento, más de ciento cincuenta alzas, que benefician justamente a la industria, al comercio y, en general, a las actividades particulares, ello ha sido porque considera acertada esta idea de aumentar el sueldo vital de los empleados particulares para el presente año siquiera en un 40%, a fin de que guarde relación con el aumento de las remuneraciones del personal de las Fuerzas Armadas.
Porque hay que considerar también que los empleados particulares no tienen escalafones, ni categorías de ninguna clase, que les permita obtener beneficios como el que acaba de darse a 290 agentes políticos del régimen, cuales son los subdelegados, que percibirán una renta de más de 300 escudos mensuales, sólo por ser representantes del Ejecutivo.
-Un señor DIPUTADO.- ¡Los subdelegados sirven al país!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Por eso extraño la actitud de los Diputados de la Democracia Cristiana y de su Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, a quien ya no se llama "Santa María", sino, simplemente "María", porque su mano ha dejado de ser santa, pues ha firmado cuanto decreto de alza se le ha presentado.
Tanto es así, que ha ocurrido el caso de que parlamentarios de la propia Democracia Cristiana, partido al cual pertenecen este Ministro y el Gobierno, ya han manifestado públicamente su disconformidad con la última alza de precio de todos los artículos textiles, alza que, ciertamente, recae sobre todos los asalariados.
Por eso, aunque sea por consideraciones de carácter humano, creo que esta modificación debe ser aprobada por unanimidad, porque ya la industria y el comercio, con las generosas alzas autorizadas por el señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, han absorbido este 40% de aumento de los sueldos y están, por tanto, en condiciones de financiar hasta un reajuste de un 100%, dada la generosidad, repito, con que el Supremo Gobierno ha tratado al sector privado.
Esto es lo que quería manifestar, señor Presidente. Y espero que los Honorables colegas de la Democracia Cristiana que, en una gran mayoría, han sido dirigentes de los empleados particulares de todas las actividades, recapaciten en lo que van a hacer, aunque hayan recibido instrucciones del Supremo Gobierno y, especialmente, del señor Ministro de Hacienda, para votar en contra de esta disposición del Senado. Como son parlamentarios "del pueblo", según lo manifiestan, en cada oportunidad, en todas las concentraciones públicas que se realizan, creo que, en esta ocasión, recapacitarán y votarán en conciencia esta modificación del Senado.
Nada más, señor Presidente.
"
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