-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61
- bcnres:numero = "4.-"^^xsd:string
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds62
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds64
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds71
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds75
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds72
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds73
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds70
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds80
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds79
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds68
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds63
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds82
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds66
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds65
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds74
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds1
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds81
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds76
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds77
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds69
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57-ds61-ds67
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:SegundoTramiteConstitucional
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- dc:title = "REFORMA AGRARIA.- OFICIOS"^^xsd:string
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/617
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3567
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1219
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3351
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/323
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2743
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2584
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1700
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2701
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1865
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2654
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1944
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2813
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1877
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3859
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/32
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3079
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3896
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2054
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/18
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2875
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1946
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1499
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1762
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3893
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1026
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3728
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2485
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2944
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1525
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1303
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionParticular
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/corporacion-de-la-reforma-agraria
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/ley-de-reforma-agraria
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:pendiente
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/reforma-agraria
- rdf:value = " 4.-REFORMA AGRARIA.- OFICIOSEl señor ISLA (Vicepresidente).-
En la presente sesión, corresponde discutir, en segundo trámite reglamentario, el proyecto sobre reforma agraria.
Diputado informante de la Comisión de Agricultura y Colonización es el Honorable señor Silva Solar; y de la de Hacienda, el Honorable señor Maira.
El informe de la Comisión de Agricultura y Colonización, está impreso en el boletín Nº 10.524-B.
-Los informe de las Comisiones de Agricultura y Colonización y de Hacienda aparecen entre los Documentos de la Cuenta de este Boletín de Sesiones.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Reglamentariamente se hallan aprobados, poíno haber sido objeto de indicaciones en la discusión general ni de modificaciones en este segundo informe, los siguientes artículos: el 19, que ha pasado a ser 21; el 23, 25; el 24, 26; el 26, 28; el 28, 30; el 30, 32; el 32, 34; el 33, 35; el 35, 37; el 41, 43; el 42, 44; el 43, 45; el 44, 46; el 45, 47; el 47, 49; el 48, 50; el 49, 52; el 51. 54; el 52, 55; el 53, 56; el 58, 61; el 60, 63; el 66, 69; el 68, 71; el 71, 74; el 72, 75; el 78, 81; el 81, 84; el 84, 87; el 85, 88; el 91, 94; el 93, 96; el 98, 101; el 99, 102; el 100, 103; el 102, 105; el 104, 107; el 110, 113; el 111, 114; el 112, 115; el 113, 116; el 115, 118; el 120, 124...
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, ¿por qué no se omite la lectura de esta enumeración?
El señor ISLA (Vicepresidente).-
La Mesa está obligada a hacer esta larga enumeración, Honorable Diputado.
El señor ACEVEDO.-
Lo decía sólo con el ánimo de ayudar.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
El artículo 122 ha pasado a ser 126; el 128,
132; el 129, 133; el 132, 136; el 136, 140; el 139, 143; el 141, 147; el 146, 152; el 153, 159; el 154, 160; el 155, 161; el 161, 167; el 162, 168; el 163, 169; el 164, 170; el 165, 171; y los artículos 3º, 4º y 5º transitorios.
Solicito el asentimiento unánime de la Honorable Cámara, para admitir a discusión y votación las indicaciones propuestas por la Comisión de Hacienda en su segundo informe, en razón de que ellas no inciden en su competencia, la cual le fue limitada expresamente, por acuerdo de la Sala, a las disposiciones que motivaron su estudio en este trámite reglamentario, las que no han sido objeto de indicación por dicha Comisión.
Igualmente, solicito el asentimiento unánime de la Sala para omitir la votación secreta en todas las disposiciones que reglamentariamente deban cumplir ese trámite.
¿Habría acuerdo para aprobar ambas proposiciones?
El señor LORCA (don Alfredo).-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Honorable Cámara, para concederle la palabra al Honorable señor Alfredo Lorca.
Acordado.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor LORCA (don Alfredo).-
Señor Presidente, quiero pedirle a Su Señoría que recabe también el asentimiento de la Sala, para que el proyecto no empiece a votarse hoy día antes de las tres de la tarde. Cada Comité dispone de hasta tres horas para intervenir en el debate. Puede ocurrir que Diputados de dos o tres Comités pronuncien sendos discursos de media o una hora. En tal caso, no sabremos a qué hora se comenzará a votar.
El señor ACEVEDO.-
Está perdido Su Señoría.
El señor LORCA (don Alfredo).-
Por eso, quiero pedir que la Sala, por unanimidad, acuerde fijar la hora en que se puede empezar a votar, para que de esa mañera no se obligue a todos los Diputados a estar en el hemiciclo.
-Hablan, varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA (don Alfredo).-
Aunque el Honorable señor Acevedo crea que estoy perdido, en verdad el único equivocado es él.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENTE.-
El Honorable señor Lorca anda perdido aquí y en la 10º circunscripción.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Honorables señores Diputados, está haciendo uso de la palabra el Honorable señor Lorca.
El señor LORCA (don Alfredo).-
De acuerdo con el Reglamento, estamos en la discusión particular del proyecto, pero como cada Comité dispone de tres horas para referirse en general a él o en particular a cualquier artículo, los señores Diputados pueden hablar durante una o dos horas. Esto significa que todos los Diputados vamos a tener que quedarnos en la Sala, escuchando los discursos que ya se han dicho en el debate general y que, seguramente, se repetirán; pero como no hay unanimidad, retiro mi proposición.
El señor CLAVEL.-
Pero, ¿qué está pidiendo Su Señoría?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala, a fin de aceptar las dos proposiciones de la Mesa.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
En discusión el artículo 1° del proyecto.
El señor SILVA (don Julio).-
Pido la palabra.
El señor ROSALES.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable Diputado informante de la Comisión de Agricultura y Colonización.
El señor PHILLIPS.-
Pero ahora no hay informe, señor Presidente.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
El señor Diputado informante pidió la palabra para referirse al artículo 1".
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable señor Silva?
Honorable señor Phillips, en la página 150 del informe, expresamente se dice que continúa como Diputado informante el Honorable señor Solar.
Puede hacer uso de la palabra el señor Diputado informante.
El señor SILVA (don Julio).-
Señor Presidente, sólo deseo referirme a algunas innovaciones que se aprobaron en el artículo 1º y también a los cambios más importantes que se introdujeron al proyecto en la Comisión.
Tal como lo expresó el señor Presidente, 62 artículos de este proyecto no fueron objeto de indicación; en 40, recayeron indicaciones que no fueron aceptadas por la Comisión; y 65 fueron modificados. Además, se introdujeron cerca de 100 artículos nuevos.
Entre las enmiendas más importantes, que sumariamente señalaré, están las introducidas al artículo 1°, que contiene las definiciones. Se reemplazó el concepto de predio mal explotado, relacionado con las causales de expropiación. Además, en ese precepto se agregaron nuevas definiciones: la de pradera mejorada, la de suelos de secano arables, a los que se refiere la tabla de equivalencias, y la de minifundio, que no venía en el primer informe.
En seguida, en los artículos 10 y 11 se incorporaron dos nuevas causales de expropiación. Primero, son expropiables los predios rústicos que sea necesario adquirir para completar un programa de reforma agraria y que hayan sido ofrecidos a la Corporación de Reforma Agraria.
Segundo, también podrán ser expropiados los minifundios, para los efectos de reagruparlos y asignarlos en unidades agrícolas familiares, dándose preferencia a los ex propietarios de los minifundios.
Esas son las dos nuevas causales de expropiación que se incluyen.
También hay cambios importantes en materia de aguas. Se da jurisdicción a los Tribunales Agrarios Provinciales y a los Tribunales Agrarios de Apelación para conocer asuntos controvertidos en materia de aguas. En el proyecto original se le daba esta competencia a los Tribunales Ordinarios de Justicia. Ahora, ha sido transferida a los Tribunales Agrarios.
En seguida, se agregó un título nuevo: "Del Sector Agrícola y sus instituciones", en el cual se realiza un ordenamiento administrativo para agrupar todos los servicios del Estado o personas jurídicas en que el Estado tenga participación o aportes de capital, relacionadas con la actividad agrícola. Se ha querido, de esta masera, coordinar la labor, hasta ahora dispersa, de las numerosas instituciones del Estado ligadas con materias agrícolas, a fin de que actúen bajo la direcciones del Ministerio de Agricultura.
Este nuevo Título agregado al proyecto, es muy importante desde el punto de vista administrativo. En él están delimitadas las competencias de las distintas instituciones vinculadas al sector agrícola. Así, en el Capítulo II, se crea el Consejo Nacional de Crédito Agrícola, institución que tendrá a su cargo todo lo relacionado con el crédito agrícola que se otorga por las diferentes entidades estatales. Otro Capítulo fija normas para el funcionamiento del Comité Ejecutivo Agrícola de la Corporación de Fomento de la Producción. Otro transforma al Consejo Superior de Fomento Agropecuario en la Oficina de Planificación Agrícola, con funciones exclusivamente de estudio y planificación. El Capítulo IX crea el Servicio Nacional Agrícola y Ganadero, que desempeñará las funciones que correspondían a la Dirección de Agricultura y Pesca. Otro Capítulo crea el Servicio de Informaciones Agropecuarias. El Título XII crea la Dirección de Aguas como servicio dependiente del Ministerio de Obras Públicas. En el Título siguiente se crea la Empresa Nacional de Riego. Se introducen enmiendas en los Consejos y Estatutos orgánicos de la Corporación de Reforma Agraria y de INDAP.
Finalmente, algunos artículos transitorios que se agregan facultan al Presidente de la República para encasillar al actual personal de las instituciones señaladas en ellos y para fijar sus plantas y remuneraciones, con la limitación de que sus actuales rentas no pueden ser disminuidas.
Se han introducido muchas otras modificaciones. Algunas son de simple redacción, para mejorar el texto del primer informe, no alteran los conceptos fundamentales del proyecto. Importantes modificaciones aprobadas por la Comisión tuvieron origen en proposiciones de señores Diputados de diversos partidos y las podremos considerar en el curso de la discusión particular.
Nada más.
El señor ROSALES.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ROSALES.-
Señor Presidente, los Diputados comunistas, desde el comienzo de la discusión de este proyecto, hemos dicho que somos partidarios de su más rápido despacho. Estamos convencidos de que toda demora en su tramitación será favorable para los terratenientes del país y perjudicará a los campesinos chilenos. Esto lo acabamos de corrobar con lo que ha ocurrido en la provincia de O'Higgins, donde, como saben Sus Señorías, se ha aplicado la Ley de Seguridad Interior del Estado a un gran latifundista de la poderosa familia Correa Larraín,...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ROSALES.-
...que se dio el lujo de no sembrar sus tierras y de mantener impagos a sus campesinos durante meses. Esto no sólo ocurre en esta provincia, sino que a lo largo de toda la zona agrícola del país.
Por eso, nosotros queremos que este proyecto cumpla su tramitación parlamentaria dentro del plazo más breve para que se convierta en ley de la República.
Estamos de acuerdo con todas las definiciones que se hacen en el artículo l'-', menos con la que se establece en la letra n), que define los suelos con "serias limitaciones para los cultivos de la zona". Creemos que esta nueva categoría de suelos, que fue incorporada al proyecto por una indicación del Gobierno en la Comisión de Agricultura y Colonización, es sumamente peligrosa, porque con ella se le podría dar una reserva mucho mayor a los terratenientes expropiados.
Comentaremos en forma más extensa esta materia en la discusión del artículo 163, que se refiere a la tabla de equivalencia. Por ahora queremos decir solamente que nos oponemos a que figure en el artículo 1° esta letra con esta definición. Como no deseamos retardar el despacho del proyecto, solicitamos a la Mesa que ponga en votación todas las demás letras del artículo y que se vote separadamente la letra n).
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¿A qué letra se refiere Su Señoría?
El señor ROSALES.-
A la n).
El señor FUENTEALBA.-
Pido la palabra.
La señora DIP.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Fuentealba; y, a continuación, la Honorable señora Dip.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, al iniciar la discusión del artículo 1° de este proyecto, es necesario también referirse a lo que ha manifestado el señor Diputado informante de la Comisión de Agricultura y Colonización, el Honorable señor Silva Solar. Ante todo, es menester dejar constancia de la sorpresa que nos causó la tramitación que se dio a este proyecto, en su segundo trámite reglamentario, en la Comisión correspondiente.
En efecto, los Diputados pertenecientes a la Comisión de Agricultura, recibimos el legajo a roneo correspondiente, con 441 indicaciones a los 165 artículos permanentes del proyecto y a los 6 transitorios, además de algunos artículos nuevos.
Pero el último día, cuando ya iba a terminar el plazo, se han presentado a la Comisión indicaciones para agregarle al proyecto 99 artículos nuevos, en un legajo extremadamente grande, que no pudimos conocer, ya que cada una de esas indicaciones nos fueron entregadas en el momento mismo en que se estaba realizando el debate.
Estos artículos nuevos fueron presentados por el Ejecutivo, y no pudimos, como digo, conocerlos debidamente. En la sesión del martes 21 de junio se entregaron los antecedentes correspondientes, pero se acordó votar estas indicaciones sin debate. Y, lo que es peor, en la tarde se acordó votarlas, incluso sin leerlas.
Creemos necesario dar a conocer la forma cómo se ha legislado y, precisamente, en el último día, por parte del Ejecutivo y de la mayoría democratacristiana, porque es una falta de consideración y de respeto para con el Poder Legislativo que a un proyecto, de tanta trascendencia como éste, que tenía 165 artículo, se le hayan agregado, en un día, 99 artículos más.
Quiero deslindar la responsabilidad que nos pudiere caber en la aprobación de estos nuevos artículos, porque, prácticamente, no tuvimos oportunidad de conocerlos y formarnos un juicio, bien preciso y concreto, y menos, de manifestar nuestra opinión de cada uno de ellos.
Con referencia al artículo 1° del proyecto, queremos hacer una observación a su letra d), que dice que es "explotación directa: la realizada por una persona natural que explota tierras por su cuenta y riesgo, dirige por sí misma la explotación y participa en ella. En casos calificados, como el de ser el propietario de avanzada edad o encontrarse imposibilitado físicamente para el trabajo, se estimará que existe explotación directa cuando la dirección y participación de la explotación la efectúe un Administrador cuya actividad básica sea la administración de las tierras del propietario". Nosotros creemos que, indudablemente, pueden presentarse otros casos en que no pueda el propietario atender personalmente el predio que tiene a su cargo, como por ejemplo, cuando puede seguir algún curso de perfeccionamiento en un lugar distante de donde está ubicado el predio o en el extranjero, que puede durar uno o dos años, como, asimismo, el hecho de que uno de los asignatarios de la unidad agrícola familiar sea favorecido con un cargo de representación popular y lo elijan, por ejemplo, Alcalde, y en esa calidad tenga que atender la alcaldía correspondiente y alejarse de su predio, o Diputado o Senador como en el caso actual en que hay muchos parlamentarios que son dueños de una parcela, y que han tenido que solicitar permiso de la Corporación de la Reforma Agraria para ausentarse de ella, ya que estos cargos son transitorios.
Solicito, por lo tanto, que la letra d) del artículo 1º se vote separadamente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Dip.
La señora DIP.-
Señor Presidente, el proyecto de ley sobre reforma agraria que en estos momentos se debate en esta Honorable Cámara constituye el único camino no violento para superar la etapa de subdesarrollo económico y social en que está sumido el país, ya que tiene por objeto modificar la estructura de la tenencia de la tierra y lograr el pleno aprovechamiento de los recursos humanos y naturales, para que Chile produzca el alimento suficiente para sus habitantes y, al mismo tiempo, levantar el "standard" de vida de los campesinos, que siempre han sido los más postergados de nuestra Patria, con virtiéndolos, a unos, en trabajadores a nivel industrial; y, a otros, en empresarios y propietarios agrícolas, dándoles con esto dignidad e independencia.
Sabemos que la reforma agraria no consiste sólo en repartir tierras, sino en hacer que ellas produzcan más; tampoco significa impedir a aquellos sectores importantes de la agricultura chilena que sigan explotando progresivamente sus predios que estén excepcionalmente bien trabajados ni quitarles la tierra a los grandes o pequeños agricultores. Por lo contrario, se trata de ayudarlos técnica y económicamente, organizarlos en cooperativas y ponerles a su disposición semillas, abonos y los implementos necesarios para el buen trabajo de la tierra.
Nadie puede desconocer la gran labor de CORA a través del territorio nacional. Muchos fundos han sido expropiados por su total abandono; otros, por ser fiscales; y otros, por tener en pésimas condiciones a sus campesinos. Y pese a no estar aún vigente esta ley, ya existen en muchas de estas tierras los asentamientos, que es la integración de las familias campesinas a la propiedad, proceso que por primera vez se aplica en América Latina, con resultados altamente satisfactorios, ya que en esta primera etapa la producción ha sido superior a la que se obtenía cuando el campesino laboraba la tierra que no le pertenecía.
Tenemos el caso del asentamiento de Santa Inés del departamento de Melipilla. Hoy podemos ver cómo ese grupo de 174 asentados trabaja con cariño sus tierras y forma una población progresista. Su capacidad de producción ha sido tres a cuatro veces superior a lo que producía antiguamente la HaciendaSanta Inés, cuando estos asentados eran inquilinos de ella. Hoy podemos ver cómo estos modestos hogares se integran a los adelantos de la sociedad, pudiendo apreciar en muchas de estas casas, tractores, cocinas a gas licuado, máquinas de coser y planchas eléctricas, que la CORA ha sabido hacer llegar, por medio de los créditos que el Gobierno otorga a los campesinos organizados y trabajadores que con sus esfuerzos y constancia han aportado a sus hogares nuevos progresos.
Sabemos que la reforma agraria es necesaria, y de ello están conscientes muchos agricultores que reconocen que el Gobierno está procediendo bien; en cambio, hay otros que no desean entender y distorsionan la finalidad de este proyecto, amedrentando al agricultor honrado y progresista, tratando de impedir las siembras para que así disminuya la producción y el Gobierno se vea abocado a serios problemas. Ignoran, seguramente, que con ello están despedazando a la Patria, destruyendo las conciencias y produciendo el caos y la desorientación. Por este motivo, es deber del Estado legislar sobre esta materia, a fin de hacer cumplir verdaderamente una función social a la propiedad agrícola, ya que la distribución injusta de la propiedad y de los beneficios de la tierra y de las aguas constituyen un obstáculo para el bien común.
Termino, señor Presidente, con la esperanza de que todos los chilenos comprendan la gran labor que está realizando este Gobierno y, en forma muy especial, el Ministro de Agricultura, en favor de Chile y de sus campesinos, ya que este proyecto de reforma agraria no sólo significa 100 mil nuevos propietarios, sino más alimento, más trabajo.
Dejemos a un lado las pasiones políticas y ayudemos a levantar nuestra Patria para el bien de nuestros hijos y de las futuras generaciones.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Estaba inscrito, a continuación, el Honorable Diputado señor Guajardo.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GUAJARDO (don Ernesto).-
Señor Presidente, al iniciar hoy la discusión particular del proyecto de reforma agraria, los Diputados socialistas debemos dejar establecido, desvirtuando ante todo ciertas aseveraciones que al respecto se han hecho, que nosotros, tanto el parlamentario que habla como el Honorable señor Andrés Aravena, hemos participado en todo instante en su estudio y debate en la Comisión de Agricultura y Colonización. Y si su despacho se ha dilatado por espacio de varios meses, ello no es de nuestra responsabilidad, sino, exclusivamente, de la mayoría parlamentaria democratacristiana.
También debo dejar constancia de que, pese a la diferencia de criterio y apreciaciones que con respecto a muchos artículos hemos tenido, trabajamos en perfecta armonía y, en varias oportunidades, presentamos indicaciones, que fueron prácticamente anuladas en la misma Comisión, porque siempre se impuso el criterio de la mayoría.
En el artículo 1º propusimos la eliminación de la letra n), como también la de la tabla de equivalencias, pero nuestra indicación fue rechazada.
Debo hacer presente a la Honorable Cámara que el último día de sesión y minutos antes de terminar nuestro trabajo en la Comisión, el Gobierno presentó alrededor de noventa y tantas indicaciones nuevas, las que los representantes del Partido Socialista nos abstuvimos de votar, pues consideramos que no estábamos en condiciones de dar nuestra opinión sobre disposiciones nuevas que fueron presentadas dentro de un lapso tan breve, sin posibilidad alguna de estudiarlas en forma suficientemente amplia y completa, para formarnos un juicio cabal sobre ellas.
Igualmente, quiero dejar establecido, sin perjuicio de que en el momento oportuno me refiera a algunas indicaciones que hemos presentado, que insistí en la Comisión, en diversas ocasiones, en la imperiosa necesidad de expropiar ciertos terrenos de Aisén y Magallanes ubicados en comarcas fronterizas, con el objeto de destinarlos a la colonización para el asentamiento de la soberanía nacional en el extremo sur del país. Lamentablemente, esta indicación no contó con el apoyo de los representantes del Partido Demócrata Cristiano, que forma mayoría en la Comisión.
Asimismo, el Diputado que habla, interpretando el anhelo de los trabajadores de la provincia de Magallanes, hizo indicación a fin de que los obreros tuvieran también participación en las utilidades que obtienen, en este instante, las empresas madereras de la zona, la que fue rechazada por cinco votos contra cuatro en la Comisión, por parte de la representación de parlamentarios del Partido Demócrata Cristiano.
Quiero dejar en claro estos hechos para deslindar responsabilidades. Posteriormente, en el curso del debate de este proyecto, la representación del Partido Socialista, junto con dejar planteada nuestra posición ante este proyecto de reforma agraria, iremos dando a conocer otras ideas, que no sólo interpretan y reflejan el pensamiento del socialismo, sino también los anhelos y aspiraciones de los trabajadores campesinos de toda la Nación.
Nada más, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Cabello.
El señor CABELLO.-
Señor Presidente, quiero hacer algunos alcances al problema de la reforma agraria.
Es indiscutible que la mayoría de esta Honorable Cámara dio su aprobación a este proyecto, porque cree que es de una conveniencia que no se puede medir. Nosotros, los parlamentarios radicales, acompañados por los Honorables colegas del "FRAP", le hicimos indicaciones que creemos que son de un beneficio evidente para que esta reforma agraria pueda llevar a feliz término el aumento de la productividad que se espera, las cuales, desgraciadamente, fueron rechazadas en la Comisión por la mayoría democratacristiana.
Hemos visto, pudiéramos decir con desesperación, que la educación no ha sido contemplada en esta reforma agraria...
El señor ROSALES.-
Así es.
El señor CABELLO.-
...y la mayoría de nuestras indicaciones fueron encaminadas a este rubro, porque creemos que una verdadera reforma agraria no consiste sólo en repartir la tierra, sino también en educar a nuestra gente, para formar su criterio respecto de la necesidad de un aumento racional de la productividad en beneficio del país.
Propusimos las normas, existe el financiamiento; pero, desgraciadamente, fueron rechazadas todas estas indicaciones que iban en beneficio indiscutido de la educación. Digo esto, porque no es posible que en todas aquellas escuelas de prácticos agrícolas existentes en nuestro país se carezca de los medios económicos mínimos para poder enseñar a muchas personas que después van a impartir sus conocimientos a los campesinos.
Hay escuelas de prácticos agrícolas que he recorrido, especialmente en mi zona, donde los estudiantes ni siquiera han visto un tractor dentro de su escuela; menos van a conocer máquinas trilladoras u otros elementos técnicos modernos.
Por eso, en este proyecto, que pronto será despachado, nosotros pedimos destinar un mínimo de dinero para la educación. Nuestras indicaciones tienden justamente a crear colegios regionales agrarios, con el fin de ir enseñando a los campesinos en forma rotativa, para que tengan conciencia cabal del plan de desarrollo agrícola nacional y cómo ellos pueden actuar con el objeto de aumentar la productividad del país. Desgraciadamente esas iniciativas fueron rechazadas en la Comisión; pero pensamos renovarlas para buscar un medio de colaboración, con el objeto de que la reforma agraria sea útil a la nación, como lo hemos venido haciendo desde el comienzo de la discusión de este proyecto. Incluso propusimos una fórmula de financiamiento para que el partido de Gobierno demuestre que no actuará con criterio político. Ella consistía en aplicar a todos los latifundios, de cuya influencia tanto se ha hablado, un gravamen, por lo menos mientras no sean expropiados. En esta forma, con un pequeño porcentaje, los grandes propietarios colaborarían en la creación de planteles educacionales, que beneficiarían a los campesinos y a todos aquellos a quienes van a ir creando riquezas en el sector agrario de nuestro país.
Al discutirse los artículos en los cuales inciden nuestras indicaciones, que traeremos nuevamente al conocimiento de la Cámara, nos extenderemos más para explicar sus alcances.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Inés Aguilera.
La señora AGUILERA.-
Señor Presidente, no quisiera dejar pasar esta oportunidad sin decir algunas breves palabras sobre el proyecto de reforma agraria. Los que somos hijos de auténticos campesinos, los que hemos vivido una parte de nuestra vida en el campo, por lo menos hasta la edad de 13 ó 14 años, hemos sido testigos de muchas injusticias cometidas con los campesinos.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señora AGUILERA.-
Como un colega hace un gesto como dudando de que somos campesinos, yo creo necesario decir algo más. No tan sólo somos hijos de campesinos, sino también trabajamos varios años en el medio rural. Una vez que terminamos nuestros estudios en el liceo, fuimos a trabajar al pueblo de Trinidad, en Marchigüe, lugar en el cual no se podía transitar durante todo el invierno, porque no existían caminos apropiados ni siquiera para el paso de caballos. Allí vivía un grupo de campesinos que muchas veces no tenía siquiera para comer. Y allí empezó una de nuestras primeras misiones, cuando éramos profesores en una pequeña escuela y vimos la explotación que hacían los dueños de fundos de esa zona con sus trabajadores.
Recuerdo que una de las primeras cosas que hice fue realizar una encuesta para saber cuánto ganaban los trabajadores. Me acuerdo muy nítidamente de que en esa época, el año 1955, cuando el salario obrero fluctuaba entre 50 y 100 pesos diarios, a esos trabajadores se les pagaban 5 pesos. ¡Cinco pesos! Además, se les daba como regalía 1 ó 11/2 cuadras de terreno de ínfima calidad, ya que en ellos no crecía casi ni el pasto para animales. ¿Y qué pasaba con esa gente? Que cada día se los obligaba a trabajar más y se les pagaba menos.
Por eso, creo que allí nosotros hicimos una verdadera revolución, porque lo primero que pedimos a esos trabajadores campesinos fue exigir de sus patrones el pago de mejores salarios. ¿Qué pasó? Se nos acusó de "profesores comunistas". Ante esa acusación, ya dije una frase que todavía recuerdo. Expresé que no creía que fuera comunista el profesor o la persona que predicara el pago justo al obrero, sobre todo cuando éste tiene hambre, o tiene el estómago vacío; y esto porque, como dijo Santo Tomás de Aquino, es necesario tener un poco de bienestar para, después, dedicarse a lo espiritual.
Por eso, cuando hemos visto las injusticias que se cometen a diario en los campos, tanto en ese pueblo como en otros, tenemos que apreciar las ventajas de este proyecto.
Nos tocó observar después el mismo problema, durante nuestro desempeño como profesores de una escuela de Valdivia de Paine. Allí la explotación era abismante. Incluso nos correspondió comprobar muchos casos de robo de la asignación familiar por parte de los patrones.
En esa región también nos calificaron de comunistas, porque los señores conservadores, dueños de fundos, parecían ignorar el verdadero mensaje de la Democracia Cristiana, que es velar por la justicia social.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señora AGUILERA.-
Por eso, cuando levantamos nuestras voces como mujeres netamente campesinas, porque todos nuestros familiares trabajan en el campo, no podemos hacer otra cosa sino expresarle al actual Gobierno que siga adelante con este proyecto. Y también se lo decimos a aquellos partidos que están con nosotros, los cuales, seguramente, discrepan de nuestra opinión en algunos artículos. Ya vimos como, al aprobarse en general este proyecto de ley, se produjo un gran aplauso y muchos ¡Viva Chile!
¿Por qué pensamos así? Porque quienes hemos acostumbrado a vivir con la gente modesta, estamos seguros de que esta iniciativa va a levantar el "standard" de vida de los campesinos, ya que, como alguien decía, no se trata ahora tan sólo de repartir terrenos. Estamos confiados en que mediante el proyecto en estudio, que pronto será ley si el Honorable Senado lo despacha en forma rápida, veremos cómo no tan sólo se reparte tierra, sino que, tal cual se señala en su texto, los campesinos gozarán de créditos, ayuda técnica, semillas y maquinarias, con el fin de mejorar la situación de aquellos hombres que, hasta ayer, levantaban el arado y trabajaban de sol a sol, mal remunerados y con sus hijos desnutridos.
¿Quién no sabe que en el campo los hijos de los campesinos ni siquiera comen huevos, porque, debido a los bajos salarios de sus padres, las madres se ven obligadas a vender los huevos para alimentar a la familia y comprar otras cosas?
¿Y qué decir de la leche? ¿Acaso los campesinos la toman? No, señor Presidente, pues para tener dinero suficiente para comprar otros alimentos, la familia campesina también reduce a plata los pocos litros de leche que produce la vaquita
a que tienen derecho a mantener como regalía en el fundo.
Por eso, estimamos que el "standard" de vida del campesino mejorará en la medida en que la reforma agraria sea despachada de una vez por todas y que los terrenos queden verdaderamente en manos del hombre que levanta la pala y maneja el arado, quien luego tendrá maquinarias y será el hombre que producirá más para su patria.
La señora LAZO.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente.-
Tiene la palabra Su Señoría.
La señora LAZO.-
Señor Presidente, por lo que veo, esta mañana se trata de que las mujeres de todos los sectores de la Honorable Cámara de Diputados están expresando, como tales, su pensamiento.
Yo, que soy una mujer socialista, no voy a hablar sobre este proyecto en mi condición de mujer, porque la investidura que tengo es para representar los intereses de todos los trabajadores, sin distinciones de sexos ni de otra clase.
Pero deseo expresar que, en ningún caso, nosotros somos remisos a legislar sobre una reforma agraria. Sin embargo, al conocer el texto de este proyecto, al conocer la forma como los funcionarios invaden el campo y la manera como se están llevando adelante estas iniciativas, pensamos que, a la postre, la reforma agraria va a resultar una victoria menguada.
Una Honorable colega ha descrito aquí cuáles son las angustias y las penurias del campesinado. Yo creo que todos las conocemos, de una u otra manera, porque hemos tenido la suerte de transitar por todos los caminos y aldeas de Chile y porque hemos compartido el pan amable de los campesinos.
A mí me parece que, al propiciar una reforma agraria, se trata de realizar una cosa más profunda; y, por ello, esta mañana también deseo dejar estampadas mis aprensiones al respecto. Yo creo que no puede haber cambio fundamental alguno, ni obtenerse bienestar efectivo para el pueblo, ni lograrse solución de los problemas nacionales, si acaso solamente se rasguña por encima la superestructura de nuestra economía agrícola.
Se me ocurre que mientras con real audacia y verdadera honestidad no seamos capaces de ir al fondo, a la raíz del problema agrario de nuestro país, sólo conseguiremos, al cabo de algún tiempo, aumentar la burocracia, crear nuevos pequeños propietarios y producir también una situación más aflictiva para el hombre que trabaja inclinado sobre el surco a lo largo y a lo ancho de nuestro país.
No dejo estampadas estas aprensiones, porque seamos enemigos de este proyecto de ley. Por el contrario, fuimos nosotros quienes hace varios años, empezamos a agitar en Chile la idea de una profunda reforma agraria, porque sabemos, por experiencia, que aquellos países que la han llevado adelante han salido de la situación de hambre y miseria en que estaban encerrados.
Y yo deseo repetir esta mañana, unas palabras dichas por un escritor que no es socialista ni comunista, pero que se ha dedicado a estudiar los problemas del agro. Me refiero a Josué de Castro, quien, en uno de sus libros, expresa que no es posible solucionar los grandes problemas del hambre que aquejan a los países subdesarrollados, si acaso no son capaces de realizar una profunda reforma agraria. Y yo temo mucho que, con una demagogia llevada desde arriba, con excesivos funcionarios, con demasiados capitanes y pocos sargentos, con poca gente dispuesta a cumplir las órdenes desde abajo, vamos a crear un aparato burocrático, pero no llegaremos a la raíz del problema del campesinado chileno.
Yo sé que algunos Honorables colegas saltan en sus asientos cuando se habla aquí de lo que ha sido capaz de realizar Cuba en pocos años. Sin embargo, deseo
recordar que ese país, que sólo producía azúcar, que debía importar el pan, la mantequilla y los huevos, ha logrado, mediante una seria y profunda reforma agraria, obtener, por lo menos, que todo su pueblo coma y que el campesinado no viva en la situación miserable y denigrante en que estaba antes.
He visitado recientemente la República Popular China, y puedo afirmar -lo dije ya en la Honorable Cámara y lo repito ahora- que lo realizado en ese país, sí que constituye una verdadera reforma agraria. Allá no hay barreras, no existen pequeños propietarios que se coman unos a otros; allá los hombres están dedicados a trabajar efectivamente la tierra. Un país de 700 millones de habitantes ha logrado conseguir que coman los 700 millones.
A las Honorables colegas que han defendido este proyecto de ley, que ahora se discute en particular, manifestando que él constituye una esperanza de redención para las clases campesinas, yo les hago presente que no las acompaño en su optimismo, porque no es a la herramienta a la cual le tengo temor, sino a los funcionarios que habrán de empuñarla. Por eso dejo estampada aquí mi aprensión en esta materia.
En nombre de la clase campesina debo expresar que, si nuestro país desea salir de la situación de atraso en que se encuentra, son dos los factores que deben atacarse seriamente: por un lado el imperialismo norteamericano, que se lleva las mayores riquezas del subsuelo de nuestra patria; y, por el otro, el atraso intencionado, la miseria y el abandono en que se encuentra la clase campesina chilena.
Por último, antes de conceder una interrupción al Honorable señor Osorio, debo expresar que nosotros creemos que, precisamente, desde ese lado, esto es, del de esa clase campesina, que ha sido la más explotada y la más ultrajada, vendrá el día de mañana no una revolución de
"pacotilla", sino una verdadera revolución, que trastrocará, hasta sus cimientos las bases de la sociedad en que vivimos. Porque no basta sólo con cambiarle el barniz; es preciso transformar, hasta en sus raíces, la estructura política, económica y social imperante en Chile.
Concedo una interrupción al Honorable señor Osorio.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Osorio.
El señor OSORIO.-
Señor Presidente, de acuerdo con lo manifestado por mi compañera, la Honorable señora Carmen Lazo, los socialistas tenemos serias aprensiones frente a este proyecto de ley sobre reforma agraria. Además, sabemos, positivamente, que el campesinado chileno sufrirá nuevas frustraciones. Lo digo, porque tengo algunos documentos...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor OSORIO.-
...de funcionarios de Gobierno que expresan lo contrario de lo que han afirmado, esta mañana, los Honorables colegas de la Democracia Cristiana. Pues bien, resulta que se nos han proporcionado cifras y datos estadísticos arbitrarios sobre la materia, porque algunas personas hablan de 800.000 trabajadores campesinos y otras de 680.000 o de 648.000. En cambio, otros funcionarios manifiestan que el número de familias que trabaja en el campo asciende a 312.000, 350.000 ó 400.000.
En todo caso, sean 650 ó 680.000 las personas -digámoslo así- que trabajan o laboran en el campo, Su Excelencia el Presidente de la República ha manifestado que, durante los próximos seis años, o sea, ya no será en el sexenio del mandato del Excelentísimo señor Frei, porque la ley sobre reforma agraria no entrará en vigencia sino a fines del presente año, lo cual significa un plazo desde esa fecha hasta 1972, sólo se crearán 100 mil nuevos propietarios, y nada más. Y nada más, como ha dicho reiteradamente el gobierno.
Tengo a la vista algunos artículos de prensa, que no han sido desmentidos, según los cuales el Vicepresidente de la Corporación de la Reforma Agraria, señor Rafael Moreno, habría hecho estas mis-cas afirmaciones. Por eso, no podemos idealizar esto de la reforma agraria.
Por ejemplo, en una parte de la información que el diario "El Siglo", del 16 de junio pasado, dio sobre la conferencia de prensa que concedió el Vicepresidente de la CORA, éste en respuesta a una pregunta del periodista de dicho diario, expresó que la Reforma Agraria no es un fin en sí, sino un medio para lograr el desarrollo económico del país y que cumplida la etapa de dar tierra a cien mil campesinos "no habrá una nueva Reforma Agraria", para redistribuir la tierra".
Ello, en otras palabras, señor Presidente, significa que por lo menos 250 mil familias, que harán un total no inferior a 500 mil campesinos, no tendrán derecho a la tierra y continuarán siendo asalariados, o de estos 100 mil nuevos propietarios o de los terratenientes a quienes no se les expropiarán sus fundos. Y digo que seguirán siendo explotados, porque resulta que el propio Vicepresidente de la CORA dijo también en la conferencia mencionada que ningún agricultor debe temer que se le expropie su tierra, si acaso la tiene bien trabajada; "agricultor", que en otras palabras, significa terrateniente, y "terrateniente" significa: hambre, miseria, explotación para los campesinos.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
¿Me permite una interrupción, Honorable colega?
Sólo deseo formularle una pregunta.
La señora LAZO.-
El Honorable señor Osorio está haciendo uso de una interrupción que yo le concedí.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
Entonces, ¿podría otorgármela Su Señoría?
La señora LAZO.-
Cuando el Honorable señor Osorio termine de expresar su pensamiento, se la concederé, con mucho agrado, Honorable colega.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Ruego a los señores Diputados se sirvan dirigirse a la Mesa.
El señor OSORIO.-
Como, seguramente, la pregunta que desea formularme el Honorable señor Aylwin se relaciona con el nombre de los diarios que han proporcionado estas informaciones, más adelante me referiré a un editorial del diario "La Nación", en que se reafirma categóricamente lo que estoy manifestando. Pero antes me remitiré a una información aparecida en el diario "Las Noticias de Ultima Hora", que dice lo siguiente: "El Vicepresidente de la CORA, también aprovechó la oportunidad para dar seguridades a los agricultores: "Ningún fundo bien explotado será tocado por la Re-forma". "Aseguró que todos los predios expropiados hasta ahora se deben a que estaban mal explotados, o simplemente, abandonados por sus dueños."
Quiero reafirmar lo que estoy diciendo, en cuanto a nuestras aprensiones frente a este proyecto y, sobre todo, con respecto a la frustración que creemos, sinceramente, van a sufrir los campesinos.
Creo que el diario "La Nación" expresa el pensamiento del Gobierno, lo que también ratifica las declaraciones del Vicepresidente de la Corporación de la Reforma Agraria. A este respecto, en la página editorial de dicho diario, de fecha 7 de junio pasado, aparece una publicación titulada "Asentamientos Campesinos, etapa intermedia", en la cual se expresa: "El Gobierno ha sido extremadamente claro para afirmar que a través de la Reforma Agraria se propone la consolidación de cien mil nuevos propietarios agrícolas dentro del lapso del sexenio. A esta altura de la actual Administración debería ser claro para todos que el Gobierno no se propone fomentar la propiedad colectiva en la agricultura ni en ninguna otra forma de actividad. Sólo una tergiversación interesada o desubicada podría interpretar el comunitarismo como un tipo de propiedad colectivista sujeta a la férula estatal, de acuerdo con los esquemas del socialismo".
Esto confirma que, por lo menos doscientos cincuenta mil familias, que hacen un mínimo no inferior a quinientos mil campesinos, no tendrán derecho a la tierra y continuarán siendo asalariados de estos cien mil nuevos propietarios agrícolas o de los actuales terratenientes. Sí, señor Presidente. Ese editorial del diario "La Nación" -como digo- está en contra del trabajo colectivo de la tierra, que es lo que propiciamos los socialistas, como una manera de terminar definitivamente con el régimen de asalariados en la tierra y no como quiere el gobierno crear una nueva casta social en el campo.
Sin embargo, contradiciéndose ellos mismos, el Vicepresidente de la Corporación de la Reforma Agraria hace ver que los asentamientos y el trabajo colectivo de la tierra han dado extraordinarios frutos. Citó, como ejemplo, el caso del valle del Choapa, donde siempre se producía un déficit de 400 ó 500 millones de pesos al año; en cambio, ahora, con el trabajo de los campesinos, en los asentamientos, en el primer año no hubo un déficit de ese orden, sino una utilidad superior a los dos mil millones de pesos.
Esto significa, indudablemente, que la doctrina de nosotros, los socialistas, es la más justa.
Los Honorables colegas democratacristianos idealizan ciertas actuaciones del Gobierno. Hace un momento, me ausenté de la Sala, porque debí atender a una delegación de campesinos del fundo "Que-bradilla", ubicado en la comuna de La Ligua. Allá los democratacristianos organizaron un sindicato, la Unión de Campesinos Cristianos. El 15 de diciembre del año pasado presentaron un pliego de peticiones y, cosa curiosa, llegaron a un acuerdo con el terrateniente señor Federico Arnold para que esta acta de avenimiento rigiera sólo desde esa fecha hasta el 30 de abril de este año, o sea, sólo cuatro meses, cuando todos sabemos que los convenios siempre rigen durante doce meses.
Pues bien, el 27 de abril estos trabajadores organizados por la Democraciacristiana presentaron un nuevo pliego de peticiones y resulta que les declararon ilegal el nuevo pliego. Esto demuestra la mala asesoría de la Democracia Cristiana, toda vez que le entregaron al patrón la herramienta necesaria para los despidos. A continuación, el terrateniente dividió el fundo entre sus hermanos, porque pertenecía a una sucesión, y ésta lo había trabajado durante años, y lanzó a la calle a once campesinos de los cuales uno tenía cuarenta y ocho años de trabajo en el fundo y al que le ofrecen cuatrocientos mil pesos de desahucio. Y ahora, siguiendo los trámites legales de la famosa ley que yo no llamo de inamovilidad sino de "movilidad", porque se dictó para que los patrones echaran a los trabajadores, en vez de solucionar el problema que afecta a estos once campesinos por defender el sindicato, se ha echado a siete más, de los cuales uno ha trabajado cincuenta y dos años en el fundo del señor Arnold. ¡Qué gran asesoría la de la Democracia Cristiana! Hoy, 18 familias con 10 y hasta 52 años trabajando en este fundo tienen que salir a deambular por los campos de Chile en busca de trabajo y de casa. ¡ Así se comienza la Reforma Agraria!
Por eso tenemos aprensión y decimos francamente que compartimos la opinión de miles de trabajadores del campo que sienten grandes temores y decepción al escuchar las declaraciones de los propios funcionarios de Gobierno, en el sentido de que los predios bien explotados no serán expropiados ni lo serán las viñas y que incluso se dará la posibilidad de extender por un nuevo período de hasta de diez años el arrendamiento de algunos fundos. Creemos los socialistas que este proyecto constituirá una nueva frustración para la inmensa mayoría de los campesinos de Chile y que sólo la unidad y la lucha organizada de ellos hará posible la verdadera y auténtica Reforma Agracia que terminará con el régimen semifeudal de la tierra y se les entregará a todos y no a unos pocos, como ahora, la tierra chilena.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Puede continuar la Honorable señora Lazo.
La señora LAZO.-
El Honorable señor Aylwin me había solicitado una interrupción; entiendo que con cargo a su tiempo.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Honorable señora Diputada, la Masa advierte a Su Señoría que, de acuerdo con la última resolución de la Cámara, las interrupciones serán con cargo al tiempo del Comité a que pertenezca el Diputado que las conceda.
La señora LAZO.-
Entonces, con gran sentimiento de mi parte no podré conceder la interrupción que se me solicita. En todo caso, el Honorable colega podrá pedir la palabra más adelante.
Señor Presidente, cuando intervenía el Honorable señor Osorio, de los bancos democratacristianos nos gritaron "¡Entonces, para qué votan el proyecto!" Si yo intento romper un muro, no puedo empezar a darme golpes contra él. Tengo que buscar un resquicio, un intersticio, hacer un pequeño forado, por donde entre la luz. Igual ocurre con este proyecto de reforma agraria. No está conforme con nuestro espíritu, no es serio, no va al fondo del problema ; pero es un resquicio por donde mañana puede comenzar una auténtica reforma agraria. Por eso, los Diputados socialistas lo votaremos favorablemente, no porque creamos que sea un dechado de proyecto, sino porque la idea de legislar sobre esta materia abre una posibilidad: un resquicio en el muro. En nuestra posición no hay una inconsecuencia.
Es lo que quería declarar.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
Pido la palabra.
El señor JARAMILLO.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Está inscrito a continuación el Honorable señor Ochagavía.
Concedo una interrupción al Honorable señor Momberg.
El señor OCHAGAVÍA.-
Señor Presidente, los Diputados del Partido Nacional desean, por mi intermedio plantear su pensamiento, en el segundo trámite reglamentario de este proyecto de reforma agraria.
Por haber sido nuestro partido el único sector de esta Cámara que votó en contra del proyecto en general, estimamos necesario fijar las razones que tuvimos para hacerlo.
Los Diputados nacionales, consecuentes con nuestros principios, planteamos la necesidad de legislar sobre esta materia; incluso, a pesar de haber sido nosotros los autores de un proyecto de ley de reforma agraria y, al mismo tiempo, los impulsadores de él durante el Gobierno del señor Alessandri, en el que participamos realizamos una labor muy importante en materia de reforma agraria, comprendemos la conveniencia de agilizar los procedimientos sobre estas materias y de introducir modificaciones a aquellas disposiciones que la experiencia así lo aconseje. Sin embargo, hemos debido enfrentarnos al criterio de la mayoría del Partido Demócrata Cristiano, de hacer creer al país que estar con la reforma agraria significa pronunciarse favorablemente sobre el proyecto concreto y específico, que es el que el Ejecutivo ha sometido al conocimiento del Congreso Nacional. Nosotros hemos rechazado las ideas básicas de este proyecto por considerar que no guardan relación con las metas que se pretenden alcanzar, e incluso, con las declaraciones que el Gobierno ha hecho sobre lo que pretende realizar en materia de reforma agraria.
En la discusión general del proyecto, el Diputado que habla hizo presente estas inconsecuencias, analizando incluso las opiniones vertidas por el ayer candidato a la Presidencia de la República, don Eduardo Frei, que en sus discursos de toda su campaña, fijó lo que sería la reforma agraria, declaraciones absolutamente inconsecuentes con lo que hoy se establece como camino por seguir. Por lo tanto, rechazamos la idea de que por este camino se puedan alcanzar las metas que se fijan para la reforma agraria.
Con respecto a las razones que hemos tenido para votar en contra de este proyecto, nos parece conveniente repetir, una vez más, que estamos de acuerdo con un proyecto o proceso de reforma agraria que aumente el número de propietarios libres de la tierra. Desgraciadamente, por la aplicación de las disposiciones del proyecto, nos parece que no son propietarios libres los campesinos que a través del procedimiento que fija esta ley llegarán a alcanzar la propiedad de la tierra.
También estamos de acuerdo con un proceso de reforma agraria en el que se intensifique la producción y la productividad agrícola. Y decimos esto, porque toda reforma agraria -especialmente la de un país de economía agraria tan débil como la nuestra, que gasta sumas ingentes en la adquisición de productos agrícolas indispensables para la alimentación de nuestro pueblo- no puede prescindir de estos aspectos fundamentales. Denunciamos desde esta tribuna que, por la actual incertidumbre de los empresarios agrícolas, se está provocando una paralización total del proceso de capitalización agraria, proceso que es fundamental para que haya un aumento de la producción y de la productividad agrícola. Esto se debe a la desconfianza por el estatismo de los procedimientos destinados a hacer efectiva la reforma agraria.
En esta materia fundamental, no se ha llegado todavía a la conclusión del camino para obtener las metas y objetivos fundamentales.
Por último, está el nivel de vida de los campesinos. Tenemos la experiencia de conocer la angustia real de quienes laboran en el agro chileno, medianos y pequeños propietarios, arrendatarios, medieros y obreros, ¡especialmente. Reconocemos la existencia de injusticias. Desgraciadamente, el camino para obtener la elevación del nivel de vida de los campesinos no está en el planteamiento que ha pretendido hacer creer el Gobierno, de que esa situación es un problema de injusticias. Aunque haya injusticias -que siempre las habrá y que nosotros las rechazamos- estamos dispuestos a legislar en todas aquellas materias que signifiquen elevar el nivel de vida de los campesinos y evitar estas injusticias. No podemos negar que la causa fundamental del bajo nivel de vida del sector campesino agrícola, está -¿por qué no decirlo?- más que en el sector asalariado, que aquí se ha destacado, en el problema del pequeño propietario, de aquél que no puede vivir con el fruto de su pequeña propiedad.
Cuando pensamos que la finalidad del proceso de reforma agraria es hacer una cantidad importante de propietarios, creemos que junto a esta meta debe estar elevar efectivamente el nivel de vida de los pequeños propietarios. Los que representamos un sector de propietarios agrícolas minifundistas, sabemos por experiencia que las condiciones de vida de estos propietarios son peores que las de un asalariado; y que el ausentismo es la respuesta de los propietarios, que abandonan su predio, porque su explotación no les alcanza para vivir en forma digna. Entonces, pensamos que el proceso es mucho más profundo, que requiere medidas que efectivamente signifiquen la elevación del nivel de vida del campesino.
Pensamos que la mantención de la mediana propiedad agrícola es fundamental para el proceso de aumento de la productividad, ya que todos los países del mundo no han podido prescindir de esta propiedad. Nos parece que, en esta materia, el espíritu de los autores del proyecto, más que el deseo de hacer un gran número de propietarios como aspiración humana, legítima y justa, es el de alcanzar el bienestar que implica el goce de esta propiedad. Desgraciadamente, si esta propiedad no va unida a los elementos, a los medios que logren movilizar la economía en términos de producir más allá del grupo familiar, no habrá aumento de la productividad, precisamente por falta de capitalización., de maquinaria, de elementos modernos que la técnica aconseja. Nosotros pensamos que la propiedad mediana, a la que desgraciadamente no se le da ninguna importancia, es ei camino más conveniente para aumentar la productividad agrícola. Como hemos dicho, es distinto plantear objetivos que establecen o definen un sistema y encontrar, al mismo tiempo, métodos para llevarlo a la práctica. Nosotros compartimos los objetivos que se plantean en el proyecto de ley de reforma agraria. Sin embargo, discrepamos del criterio de que, a través de la aplicación de los métodos que se proponen en este proyecto concreto, vayamos a obtener esos objetivos. Este es nuestro pensamiento, y por esa razón hemos votado en contra este proyecto, porque consideramos que mediante él no se van a obtener las metas que el país necesita.
Pensamos que sus disposiciones lo convierten en un proyecto estatista, que pretende, a través de la acción del Estado, el control de toda la empresa agrícola chilena ; pensamos que el Estado tiene un papel moderador, pero que debe ser la empresa privada el camino a través del cuál el país busque su desenvolvimiento económico.
En relación con el artículo 1°, que en estos momentos nos preocupa, pensamos que la calificación de un predio como mal explotado, que determinará una sanción -la expropiación- no debe hacerse a través de un procedimiento como el que se contempla en la letra c) ; que incluso, entrega al funcionario la determinación de "las normas que deberá seguir el organismo expropiador para la calificación de las condiciones técnicas y sociales mínimas en que debe explotarse un predio rústico para que no se estime mal explotado."
Pensamos, como lo decía la Democracia Cristiana antes de ser Gobierno, cuando planteaba su política en esta materia, que es preferible un sistema indirecto. A la propiedad se le puede exigir una rentabilidad en función de su capacidad potencial de producción, en términos de que a la propiedad que no cumpla con la función de producir, que es una función social, se le exija que lo haga.
Pensamos que, desgraciadamente, el sistema elegido por este Gobierno se presta para tremendas y odiosas persecuciones. Si un empresario no tiene el respaldo del funcionario que hará la calificación, de ninguna manera podrá librarse de la expropiación.
Nos parece que por este camino vamos perdiendo la libertad, y cuando un Gobierno ha sido elegido justamente sobre la base de mantener en Chile el sistema democrático y defender la libertad, pensamos que hay una inconsecuencia de parte de ese mismo Gobierno, al establecer un procedimiento que, en la práctica, va en contra de la ley.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor OCHAGAVIA.-
Nosotros pensamos que el sistema indirecto, en el cual se afirma que la tierra debe rentar...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor OCHAGAVIA.-
...sobre la base de su capacidad potencial de producción, es el camino más conveniente.
Incluso los Diputados del Partido Nacional formulamos indicaciones concretas, con el objeto de materializar esta aspiración, a fin de que la calificación de predio mal explotado se hiciera sobre la base de un puntaje, de acuerdo con los estudios realizados por organismos agrarios y técnicos especializados de modo que los funcionarios no tuvieran intervención en 3ª calificación. El procedimiento debe ser objetivo, basado en factores técnicos y sociales, como el uso de la tierra, la práctica de administración, el empleo de las aguas, remuneraciones adecuadas a los obreros, viviendas para los mismos, que permitan al empresario saber con anterioridad, si está cumpliendo o no con los requisitos indispensables.
Desgraciadamente, los términos en que está redactada la letra c), en cuanto a la calificación de predio mal explotado, son tan amplios que, prácticamente, se establece una presunción de derecho, que obligará al propietario a estar muy atento para poder defenderse de un resolución que determine que su predio está mal explotado. Esta presunción de derecho prácticamente no admite prueba en contrario.
Dice, por ejemplo, que aquellos predios de secano en que más del 70% de la superficie no esté dedicada a cultivos anuales, cultivos permanentes, plantaciones, praderas artificiales o naturales, mejoradas, será siempre considerado como mal explotado.
Sabemos que todo el proceso de nuestra agricultura en la zona sur es el de transformación del bosque en pradera. Esto significa que una parte de estos predios esté, naturalmente, en un proceso de transformación.
Yo no digo que los funcionarios vayan a aplicar esta disposición de mala fe. No lo pienso así. Pero sí creo que esta herramienta, en manos de un gobierno irresponsable, podría significar la más tremenda, la más horrible persecución a aquéllos a quienes se quisiera perseguir. La ley debe medirse en sus alcances absolutos, y no en el buen, o _mal espíritu que vayan a tener los funcionarios al aplicarla.
Por esta razón, nosotros estamos en contra de esta disposición, de esta forma de calificar de mala o buena la explotación de un predio.
Creemos tener autoridad para hablar sobre esta materia, porque a pesar de lo dicho esta mañana por un Honorable colega de los bancos de la Democracia Cristiana hemos realizado una obra de reforma agraria.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor OCHAGAVIA.-
Nosotros tenemos algo que mostrar en esta materia: no declamaciones, sino la actitud realista con que, de acuerdo a nuestras posibilidades, en el Gobierno anterior, hemos realizado un legislación: Hemos sido los autores de la actual ley de reforma agraria.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor OCHAGAVIA.-
Pensamos que todas las realizaciones que hemos llevado a cabo significan un aporte efectivo. No nos negamos a seguir en este proceso de evolución histórica. Los Partidos Liberal y Conservador han hecho a la legislación social, el aporte más importante que conoce la historia de nuestro país en esta materia. Estamos de acuerdo en seguir haciendo este aporte. Desgraciadamente, nos encontramos ante una mayoría política de gobierno que pretende ser la única poseedora de la verdad y ante una falta total de experiencia, de conocimiento cabal de nuestra realidad agraria, incluso en los hombres que dirigen el proceso de la reforma agraria.
¡Cómo no va a haber desconfianza de parte del sector agrícola! A los hombres que han dado a luz este proyecto, que están dirigiendo el proceso de la reforma agraria en Chile, los respeto, por la buena fe o el esfuerzo con que están actuando, pero no les puedo reconocer autoridad, conocimientos ni experiencia para afrontar un proceso en el cual esa experiencia y esos conocimientos prácticos son indispensables.
Por todas estas razones, los Diputados de estos bancos vamos a votar en contra de este artículo, y a abstenernos en los otros en que, efectivamente, se establezcan aspectos negativos, porque no tenemos ninguna confianza en la forma como el Gobierno va a abordar este proceso.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Puede hacer uso de la interrupción el Honorable Diputado señor Momberg, don Hardy.
El señor MOMBERG.-
Señor Presidente, es sólo para acotar algunas palabras más a lo que ha expresado nuestro colega, señor Ochagavía con respecto al proyecto en discusión.
Quiero contestar, brevemente, algunas frases emitidas por nuestra Honorable colega, señora Inés Aguilera. Manifestó que, el día que se votó en general este proyecto en esta Cámara, los Diputados lo aprobaron de pie, aplaudiendo y cantando poco menos que la Canción Nacional.
Evidentemente, hubo una cosa notoria en esta oportunidad: el hecho de que ocho parlamentarios de estos bancos, del Partido Nacional, lo hayamos votado en contra.
Quiero agregar algunas palabras a lo expuesto por el señor Ochagavía, en el sentido de levantar, ante la opinión pública, cualquier cargo mal intencionado por esta votación de los ocho Diputados del Partido Nacional presentes en esa ocasión. Mal podría decirse que nosotros estamos en contra de la reforma agraria. En el Gobierno anterior del señor Alessandri, junto con el Partido Radical, sacamos una ley de reforma agraria. No discutimos que pueda tener defectos, ni que algunas de sus disposiciones no estén de acuerdo con las modalidades de la época. Lo que sí es indiscutible es que en ese Gobierno hubo una ley de reforma agraria.
Durante muchos años, en períodos anteriores, la reforma agraria se blandió como espada de lucha. Recuerdo que, desde 1938 para adelante, siempre se habló de ella en las campañas presidenciales. Pasaba un gobierno, venía otro a continuación, pero nunca se la hizo realidad. En cambio, el Gobierno del señor Alessandri, tildado de derechista y de reaccionario, fue el único que se atrevió a dar este paso tan trascendental. Esta es una realidad que, evidentemente, no puede ser desmentida.
Levanto, ante la opinión pública, el cargo de que nosotros no estamos con la reforma agraria. Con lo que no estamos es con este proyecto, en que hay artículos que no concuerdan con el predicamento nuestro. Voy a citar un ejemplo. En la ley de reforma agraria del Gobierno anterior, la forma de pago de los predios expropiados era clara y precisa. Sencillamente, establecía que se formaría la comisión de hombres buenos, de técnicos, que determinaría el valor de la propiedad y que este valor se pagaría en dinero, porque en dinero deben pagarse las cosas que se expropian o compran. En un país libre y democrático, donde existe el derecho de propiedad, lo natural y lo lógico es que los predios expropiados se paguen en dinero, porque con dinero han sido adquiridos y trabajados. En cambio, de acuerdo con este proyecto, serán pagados con bonos del Estado, a 25 ó 30 años plazo, sin reajuste, con un interés del 3%, sin tomar en cuenta el proceso inflacionista, que no sólo es de Chile, sino del mundo entero.
Levanto, como digo, el enjuiciamiento, ante la opinión pública, del hecho de que ocho parlamentarios hayamos votado en contra, no de la reforma agraria, sino de las disposiciones de este proyecto que nosotros creemos que no son congruentes con la realidad.
Quiero referirme a algunas palabras del Honorable señor Osorio. Criticando este proyecto, él dijo que hay 640 mil hombres que trabajan en el campo y que este Gobierno sólo ha planteado la necesidad de hacer 100 mil nuevos propietarios.
Es fácil hablar de] campo, llenarse la boca con el campo, decir que se ha vivido con las vacas y los chanchos. No se debe hacer demagogia a costa de los trabajadores del campo. Hay que saber cuánto es el terreno arable en Chile, cuánta es la tierra que se puede trabajar. Si a estos 640 mil trabajadores del campo se les repartiera la tierra arable, le correspondería media hectárea a cada uno.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Fierro ! ¡ Honorable señor Osorio!
El señor MOMBERG.-
-Si con 30, 40 ó 50 hectáreas, la gente se muere de hambre, ¿qué harían estos 640 mil nuevos propietarios con media hectárea cada uno? Una cosa es hablar, demagógicamente, de darle al pueblo un pedazo de tierra, pero otra es el proceso económico que hay que estudiar. No se trata sólo de que un individuo, a través de un predio, obtenga una cantidad de trigo o críe un par de animales. ¿Y el proceso económico? ¿Y los 14 millones de quintales de trigo que se necesitan en Chile? ¿Y la cantidad de animales que se necesitan? ¿Y los predios que hay que trabajar?
Un país es soberano, está con su soberanía cabal, lógica y precisa, cuando produce los alimentos necesarios para el abastecimiento de su pueblo. Este abastecimiento no es posible a través de pequeños predios, en que cada uno esté produciendo para sí. Es necesario que se produzca para los que no trabajan en el campo, para los que trabajan en las ciudades, en las minas, en partes donde no se produce trigo. Ellos también tienen que subsistir. No solamente debe subsistir el individuo que tiene 10, 15 ó 20 hectáreas. El está produciendo para sí. Pero es necesario darle alimento a Chile. Ese es el proceso económico, que es claro y preciso. Un país es soberano cuando, previamente, ha dado derecho a comer a sus habitantes.
El señor PHILLIPS.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ROSALES.-
¡Después de 150 años de ociosidad vienen a decir eso!
El señor MOMBERG.-
¡ También trabajamos nosotros! ¡No somos agitadores, sino trabajadores!
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Honorable señor Momberg, Su Señoría ya hizo uso de la palabra. Le ruego que ahora permita hacer uso de ella el Honorable Diputado señor Phillips.
El señor OSORIO.-
¡Los que producen son los campesinos! ¡A ellos hay que darles alimentación!
El señor MOMBERG.-
Hay que darles a todos.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¡ Honorable señor Fierro!
El señor PHILLIPS.-
Señor Presidente...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Honorable señor Muga voy a llamar al orden a Su Señoría.
El señor PHILLIPS.-
Señor Presidente, entro al debate manifestando mi desaprobación porque los funcionarios de la CORA encargados de entregar los antecedentes económicos de la reforma agraria y que fueron solicitados por el que habla, hace dos meses, hasta ahora no los han hecho llegar a esta Honorable Corporación.
Es nuestro deseo que la reforma agraria que pretende hacer el Gobierno tenga éxito. Las consecuencias contrarias serían lamentables para Chile. Pero, para estar cabalmente conscientes, era indispensable conocer la parte económica de ella. No queremos minifundistas hambreados que no tengan con qué pagar lo que, en tierra, es menos del 25% de una explotación agraria. Por eso, queríamos conocer el resto de estos estudios económicos, que, desgraciadamente, no nos han sido proporcionados.
Decimos esto con el cabal conocimiento de la responsabilidad que significa emprender, en gran envergadura, una reforma agraria. Las personas a que van a ser entregados los suelos van a tener que aprontar los costos de producción, las imposiciones de orden social y los pagos que deberán hacer, según el sistema de esta reforma. Es indiscutible que, si no tienen la rentabilidad necesaria, va a ser imposible que hagan estos pagos. Si el valor de los terrenos que les van a ser asignados alcanza, según los datos, sólo a 18 millones de pesos en cada unidad familiar, van a estar incapacitadas para pagar lo que se les va entregar y para aumentar la producción, como se quiere. Esta es, principalmente, nuestra inquietud.
También se ha hablado aquí de los pagos de las expropiaciones.
Es indiscutible que se debe tener un criterio común, dentro de la línea de gobierno, para el pago de las expropiaciones. Para la reforma agraria, se establecen dos tipos de bonos, que serán reajustables en un 70% del total que reciba el expropiado.
Si hacemos una comparación somera con las industrias extranjeras, como, por ejemplo, CHILECTRA, a la que la deuda le ha sido pagada en dólares, con el total del reajuste correspondiente y en un plazo infinitamente menor; si analizamos el caso de las empresas del cobre; si examinamos detenidamente el sistema de las reinversiones y si analizamos también el proyecto sobre la industria automotriz, nos vamos a encontrar con que al capital extranjero se ofrecen franquicias y garantías que no tiene ningún ciudadano chileno y que en el pago de las expropiaciones a estas industrias extranjeras, cuyos servicios son vitales para el país, se aplica un procedimiento totalmente distinto al empleado con los ciudadanos chilenos.
Como es natural, esto nos llama la atención, porque consideramos tremendamente injusto que al capital foráneo se den toda clase de facilidades, en perjuicio de los productores nacionales.
Hemos visto con alarma el monto de los fondos destinados a las instituciones encargadas de realizar la reforma agraria. Basta ver los balances o las plantas de funcionarios para darse cuenta del aumento de burocracia que esto significa y la distorsión que, en materia de sueldos y salarios, representa frente al resto de los funcionarios de la Administración Pública, como lo expresé durante la discusión del proyecto de ley sobre reajuste de remuneraciones.
El esfuerzo del Gobierno por otorgar a aquéllos un mayor reajuste, a través de la ley correspondiente, vino a demostrar cómo estos servicios habían roto la armonía dentro de la Administración Pública, lo cual originó reclamos de todos los sectores.
En efecto, no podríamos comparar, por ejemplo, los sueldos de los miembros del Poder Judicial o de las Fuerzas Armadas, con los que hoy se pagan a los funcionarios de estos organismos que aplican la reforma agraria.
Señor Presidente, ayer y anteayer, los diarios de la capital dieron a conocer, espantados, la suspensión de faenas en algunas obras públicas o la disminución de una parte de ellas, especialmente las relativas a la construcción de viviendas, que indiscutiblemente deben ser objeto de principal preocupación de parte de todos los Gobiernos. El Ejecutivo ha anunciado la disminución de las obras públicas y de las construcciones por realizar a través de la Corporación de la Vivienda. Ayer se reunió la Cámara Chilena de la Construcción, organismo muy allegado al Gobierno, para protestar contra estas medidas.
Pero estamos viendo que estos fondos son gastados, sin tasa ni medida, en otros organismos, incluso a través de la entrega de aportes o nombramiento de funcionarios ad honorem, a honorarios, a contrata o a jornal, cuyas listas no han sido entregadas al Congreso Nacional. Hace algún tiempo, solicité antecedentes sobre los estudios económicos hechos por la Corporación de la Reforma Agraria y el Instituto de Desarrollo Agropecuario en relación con los futuros asignatarios y, además, las listas de su personal, es decir, de los funcionarios de planta, a contrata, a honorarios y a jornal. Ninguno de los organismos nombrados ha proporcionado dichas nóminas.
Los excesos cometidos en estos servicios traen malestar no sólo a ciertos sectores, sino a toda la Administración Pública.
De ahí que, si no existe austeridad de esos organismos y hacen aportes indebidos a otros, me pregunte por qué el Instituto de Desarrollo Agropecuario le está entregando fondos al CONCI, entidad respecto de la cual no sabíamos, hasta este momento, cómo se financiaba. Yo me he encontrado con la sorpresa que el INDAP le da dineros al CONCI, organismo que no sé si es del sector privado o del público; que no tiene presupuesto ni personalidad jurídica. Sin embargo, el INDAP le ha entregado 200 millones de pesos en el primer semestre del presente año.
Sabemos nosotros que el CONCI realizó un congreso, en Santiago, al cual trajo delegados de distintas partes del país, con un fin muy laudable. Pero, jurídicamente, estos procedimientos no tienen explicación.
Ningún organismo del Estado puede entregar recursos económicos a una institución cuya situación jurídica nadie conoce y que, desgraciadamente, es presidido por un señor Diputado.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
¿Me permite una interrupción, Honorable colega?
El señor PHILLIPS.-
Con todo gusto, se la concedo.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Aylwin, don Andrés.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
Señor Presidente, sólo quiero dejar en claro que todos los gastos inherentes a ese congreso, como traslado de personas, corrieron directamente por cuenta de los delegados y no del CONCI.
El señor ARAVENA (don Andrés).-
No es verdad.
El señor PHILLIPS.-
Señor Presidente, es muy fácil...
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Puede continuar Su Señoría.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
¡ Así me han informado!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Honorable señor Tejeda, ruego a Su Señoría evitar los comentarios marginales.
El señor PHILLIPS.-
...decir que los gastos de un congreso corrieron por cuenta de los interesados. Pero lo que a mí me preocupa es que gente muy modesta, del extremo sur o norte del país, pueda haber gastado su dinero para venir a ese congreso y pagar su estada en Santiago. Esto, por último, sería problema personal de los que concurrieron, si fue así. Pero también me preocupa y me llama la atención que organismos del Estado con fondos establecidos en la Ley de Presupuesto de la Nación y destinados a fines específicos, especiales, como es el caso de INDAP, se puedan permitir el lujo de asignar millones de pesos a una institución cuya situación jurídica no conozco.
Además, nos hemos impuesto por la prensa de que esa institución tiene una controversia con otro servicio estatal, dirigido por un connotado miembro de la Democracia Cristiana, que pertenece al Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción. Yo no sé si nuestro criterio es muy atrasado y por eso no alcanzamos a comprender que hoy día estas cosas se estilan de otra manera, ya que nosotros creemos, sinceramente, que las partidas de la Ley de Presupuestos destinadas a determinados servicios sólo pueden ser utilizadas por ellos y no para hacer aportes a organismos que no tienen existencia legal, El hecho de entregar esos fondos a estas instituciones, indiscutiblemente, constituiría malversación de caudales públicos. Tengo en mi mano los decretos correspondientes a esos aportes...
Varios señores DIPUTADOS.-
¡ Que se lean!
El señor PHILLIPS.-
Estos documentos, firmados por el Vicepresidente de INDAP, ordenan el traspaso de doscientos millones de pesos al CONCI, para funciones específicas de ese organismo.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS.-
Nosotros creemos...
El señor OSORIO.-
Se está haciendo reforma agraria entregando la plata al CONCI.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Osorio!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Muga!
El señor LORCA (don Alfredo).-
Nadie se ha robado nada.
El señor PHILLIPS.-
Acota mi Honorable colega señor Alfredo Lorca que nadie se ha robado nada. Yo no estoy haciendo ningún cargo de ese tipo, porque no podría imputarle gratuitamente, menos a una institución que preside un Diputado, un hecho que no me consta. Creo que éste es el procedimiento que debe seguirse en el Congreso. Lo que hago presente sí -lo digo en forma responsable y lo puedo probar- es que durante el primer semestre de este año el Instituto de Desarrollo Agropecuario le ha entregado 200 millones de pesos a ese organismo, acerca de cuyo financiamiento nos "hacíamos cruces" en una sesión pasada. Tampoco hasta este momento nadie sabe nada respecto a la Consejería de Promoción Popular, que ha sido causa de tantas molestias para los parlamentarios que votaron en contra de ella, porque tanto en "La Nación" como en "La Tarde" se han vertido frases reñidas con ciertos principios de ética periodística para insultar a los Diputados que discrepan de la política de esa institución. Queríamos saber cómo se financiaba la Promoción Popular, quiénes trabajaban en ella y qué sueldos percibían; pero hasta el día de hoy nadie lo sabe, por lo menos en nuestro sector.
La señora LAZO.-
¿ Me concede una interrupción, Honorable colega?
El señor PHILLIPS.-
Con todo gusto se la concedo.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra la Honorable señora Lazo.
La señora LAZO.-
Señor Presidente, a propósito de lo que expresa el Honorable colega señor Phillips, en los diarios que él ha mencionado, en los cuales a los "obstruccionistas" nos colocan "de oro y azul"...
El señor ROSALES.-
"De oro y barro ..."
La señora LAZO.-
..."de oro y barro", como señala el Honorable señor Rosales, se dice que somos incapaces.
Pues bien, debo informarles a los Diputados de la Democracia Cristiana que yo. en realidad, me tengo que alinear entre los incapaces, porque fui Regidora por Santiago en el período 1943 a 1947 y lo menos que se me ocurrió fue tener unas dos o tres "pegas".
Como los colegas son "capaces", daré a conocer dos decretos, cuyas copias tengo aquí en este instante, relacionados con el pago de algunas horas por el Instituto de Desarrollo Agropecuario al señor "Emilio Santis Arévalo, Ingeniero Agrónomo, Jefe.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor IRURETA.-
Pero si es funcionario del Ministerio de Agricultura...
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Honorable señor Irureta, ruego a Su Señoría tomar asiento.
La señora LAZO.-
El Honorable señor Irureta está un poco nervioso Lo comprendo, porque hay cosas que no se pueden desmentir y ésta es una...
El señor IRURETA.-
El señor Santis es funcionario de carrera del Ministerio de Agricultura desde hace veinte años.
La señora LAZO.-
Continúo. Por tales horas se le pagarán "420 escudos mensuales con residencia en Santiago". Este es un decreto del 2 de junio de 1965. Pero hay otro más, porque, naturalmente, el señor Santis tiene que desempeñar varios cargos, es multifacético. ..
La señora RETAMAL.-
Su Señoría está equivocada. ..
La señora LAZO.-
... como lo son muchos colegas de la Democracia Cristiana.
Como digo, hay otro decreto que dice "Instituto de Desarrollo Agropecuario.
-Hablan varios señores Diputados o. la vez.
La señora LAZO.-
Honorable señora Dip, ¿Su Señoría solicita una interrupción? Se la concedo.
La señora DIP.-
No he hablado ni he pedido una interrupción; pero si Su Señoría quiere concederme una...
El señor ISLA (Vicepresidente).-
La Honorable señora Lazo está haciendo uso de una interrupción.
Con la venia del Honorable señor Phillips, puede hacer uso de la palabra la Honorable señora Dip.
La señora DIP.-
Quiero aprovechar la interrupción que se me ha concedido para aclarar un concepto respecto del CONCI, ya que lo mencionó el Honorable señor Phillips. Quería explicarle al Honorable señor Phillips la gran labor que está realizando el Comando Nacional Contra la Inflación en estos momentos, en beneficio de los pobres de nuestro país.
Pequeños comerciantes organizados en centrales de compra, están recibiendo mercadería, a través del CONCI, a precios que, en realidad, ningún comerciante minorista pudo haber obtenido anteriormente, dado que el giro de su negocio es muy pequeño.
La señora LAZO.-
En realidad, la Honorable Diputada, que es muy agradable personalmente, nos ha dado una noticia que para mi es "bomba".
Vivo a una cuadra del Matadero y uno de los precios con que nos regala "el bueno del CONCI" es 4.800 pesos el kilo de carne. Y como "soy tonta y no soy capaz", pregunto: con lo que gana un obrero de la construcción, ¿cuántos días á la semana puede comer carne? "
Pero quería seguir diciendo que este señor Santis tiene otro "decretito" más, que lo contrata por dos "horitas" más en otra parte, y resulta que esa otra parte es también el INDAP.
Solamente pedí la interrupción al Honorable señor Phillips para decirles a los colegas...
El señor FUENTES (don César).-
¿Cuántas horas son en total?
La señora LAZO.-
...de la Democracia Cristiana que por estas cosas no creemos en las personas que están haciendo la Reforma Agraria, porque cuando...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señora LAZO.-
¿Puedo continuar, señor Presidente?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor MUGA.-
Que lea completo el documento y no parcialmente.
La señora LAZO.-
Como los colegas desean conocer estos documentos, y como forman parte de este Gobierno -son su corazón, su nervio y su defensa- voy a pedir a ellos mismos que den acuerdo para que se inserten en la versión oficial de esta sesión, para que vean que son documentos auténticos.
El señor MAIRA.-
Léalos completos
El señor IRURETA.-
Solicito una interrupción.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para insertar en la versión oficial los documentos a que se ha referido la Honorable señora Lazo.
La señora AGUILERA.-
¡Que se lea !
El señor LORCA (don Alfredo).-
No hay acuerdo.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Hay oposición.
Puede continuar la Honorable señora Lazo.
La señora LAZO.-
Voy a devolver la palabra al Honorable señor Phillips, pero antes voy a decirle a la Honorable señora Aguilera que no le daré el gusto en leerle estos decretos, porque a la única persona a quien le leía a pedido era a mi madre, cuando estaba enferma; y esa señora ya, murió. Ahora nadie me da órdenes y creo que tengo el derecho de pedir a la Cámara la inserción de esos documentos.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Puede continuar el Honorable señor Phillips.
El señor PHILLIPS.-
Le ruego, señor Presidente que recabe el acuerdo de la Sala para que las interrupciones que se concedan sean con cargo al tiempo del Comité del Diputado que las solicite. En caso contrario, nos veremos en la obligación de no concederlas.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Hago presente a Su Señoría que su petición implicaría modificar un acuerdo de la Corporación.
El señor PHILLIPS.-
Si se advierte que dicho acuerdo es un error, puede rectificarse.
Los Honorables señores lrureta y Lorca, don Alfredo, me ha pedido interrupciones. No tendría inconveniente en darlas, pero si fueran con cargo a nuestro modesto y escuálido tiempo me vería en la obligación de decir que no.
Ruego a Su Señoría recabar el acuerdo de la Corporación en este sentido.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para que, sin perjuicio de que los Comités puedan cederse recíprocamente sus tiempos, las interrupciones sean con cargo al tiempo del Diputado que las solicite.
El señor ACEVEDO.-
No hay acuerdo.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Hay oposición.
Puede continuar el Honorable señor Phillips.
El señor. PHILLIPS.-
Lamento profundamente no poder conceder las interrupciones que me solicitan, pero me encuentro en la imposibilidad de ceder tiempo de nuestro Comité a los parlamentarios que me las han pedido. Deploro esta intransigencia.
El señor ACEVEDO.-
¡Que cada uno mate su toro!
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Acevedo!
El señor PHILLIPS.-
¿Cuál es nuestro temor? Que estos organismos, burocráticos por excelencia, empleen mal los dineros, es decir, en asuntos que no sean de su incumbencia.
La Honorable señora Dip, me decía con su gentileza acostumbrada: "El CONCI está haciendo una gran labor". ¡ Pero si no estoy discutiendo ese punto, señor Presidente ! He dicho lo siguiente: un organismo estatal no le puede entregar cientos de millones de pesos a una institución que vive jurídicamente en la nebulosa. Porque no sólo el INDAP, sino quizás muchos otros organismos fiscales le están entregando fondos a esa entidad.
¿Acaso no hay una Ley de Presupuestos?
El señor IRURETA.-
¿Me concede una interrupción?
El señor PHILLIPS.-
¿Acaso en la Ley de Presupuestos no hay disposiciones por las cuales se destinan fondos?
Ese es nuestro temor, señor Presidente.
El señor IRURETA.-
¿ Me concede una interrupción?
El señor PHILLIPS.-
Con todo gusto se la concedo.
El señor MOMBERG.-
Por medio minuto, no más.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Phillips, tiene la palabra el Honorable señor Irureta.
El señor IRURETA.-
Muy agradecido, Honorable señor Phillips.
Sólo deseo probar la inexactitud de la afirmación hecha por la Honorable señora Lazo, respecto de la situación del ingeniero agrónomo señor Emilio Santis, antiguo y brillante funcionario del Ministerio de Agricultura. Con tal objeto, solicito que se envíe un oficio al titular de esa Cartera, para que informe desde cuándo presta servicios en ella el señor Santis, y otro a la Municipalidad de San Miguel, a fin de que dé a conocer a la Cámara desde cuándo es Regidor. Así podremos probar que, desde hace muchos años, ha estado al servicio de ese Ministerio en sus diversos departamentos.
La señora LAZO.-
¿Desde cuándo existe el INDAP?
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala, para enviar los oficios pedidos por el Honorable señor Irureta.
Acordado.
Puede continuar el Honorable señor Phillips.
El señor PHILLIPS.-
Señor Presidente, la señora Lazo ha dado lectura a una resolución interna.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS.-
Decía que los antecedentes dados por la Honorable señora Lazo corresponden a una resolución interna. Pero es indiscutible que la anomalía reside en el hecho de que hay funcionarios que cobran sueldos en la Corporación de Fomento y en el INDAP, donde prestan servicios como contratados. Son más de 30 los funcionarios en esta situación. O sea, cumplen funciones en el INDAP, pero reciben sueldos de ambas entidades. Es una dualidad de cargos...
El señor PEREIRA.-
Es imposible que ocurra eso.
El señor PHILLIPS.-
Pido que se oficie a quien corresponda, para que se envíe a la Cámara la lista de los funcionarios en esa situación; la de los contratados a jornal, entre los cuales hay funcionarios de categoría; y la de los extranjeros que trabajan en la CORFO: hay centroamericanos, europeos y norteamericanos. La nómina de todos estos funcionarios no la conoce nadie.
A mí me parece incorrecto que se contrate a personal de la CORFO por honorarios para desempeñar otra función, como lo acaba de demostrar la Honorable señora Lazo.
En consecuencia, pido que se envíen los oficios que he solicitado.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¿Su Señoría solicita que se dirija oficio al señor Vicepresidente de la Corporación de Fomento de la Producción o al de la Corporación de la Reforma Agraria?
El señor PHILLIPS.-
A los dos, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala, a fin de enviar los oficios a que ha hecho mención el Honorable señor Phillips, a los señores Ministros de Agricultura y Economía, Fomento y Reconstrucción.
Acordado.
Puede continuar Su Señoría.
El señor PHILLIPS.-
Estas materias las analizaré durante la discusión de los artículos correspondientes, pero quiero hacer notar que estos fondos no son empleados en los fines que la Ley de Presupuestos determina. A nuestro juicio, esto perturba la marcha normal de la Administración Pública, porque las elevadas rentas que perciben algunos funcionarios provocan malestar en el Poder Judicial y otras instituciones que están reclamando aumentos de sueldos.
Nada más.
El señor TEJEDA.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Antes de conceder la palabra al Honorable señor Tejeda, solicito el asentimiento unánime de la Sala, con el objeto de autorizar a la Comisión de Hacienda para que sesione paralelamente con la Corporación durante el día de hoy, martes 5, a fin de que pueda estudiar el proyecto de ley que suprime el grado de Subteniente en el escalafón de oficiales -de Aeropuerto de la Fuerza Aérea de Chile, establecido en la ley Nº 16.046, cuyo plazo constitucional vence el jueves 7 del presente.
El señor ACEVEDO.-
No hay acuerdo, señor Presidente; que se retire la urgencia.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Hay oposición.
Solicito el asentimiento unánime de la Sala, para que la Comisión de Hacienda, pueda sesionar durante el día de hoy paralelamente con la Corporación, para estudiar el proyecto de ley que modifica el régimen especial aplicable al departamento de Arica.
El señor OCHAGAVIA.-
No, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el Honorable señor Tejeda, don Luis.
El señor TEJEDA.-
Señor Presidente, el Honorable señor Ochagavía, sin ruborizarse, se ha jactado de que él y los demás Diputados de su partido votaron en contra de la idea de legislar en materia de reforma agraria. Tengo a la mano un libro, escrito hace muchos años, por un sabio investigador alemán, Thaddaeus Pe-regrinus Haenke, que se llama "Descripción del Reyno de Chile". No se puede tachar ni de comunista, ni de socialista, ni de frapista, ya que la introducción del libro es de Agustín Edwards.
El señor PHILLIPS.-
¡Momio, entonces!
El señor TEJEDA.-
Pues bien, este sabio alemán escribió esta obra entre los años 1789 y 1794, hace casi unos 200 años. En ella hay algunas páginas en que figuran las prácticas que quiere perpetuar el Honorable señor Ochagavía, a las cuales voy a dar lectura, porque documentos como estos es conveniente que figuren en los anales del Parlamento de Chile.
Dice este sabio alemán, que, recalco, escribió este libro entre los años 1789 y 1794, después de un viaje que hizo a Chile : "Cada hacendado cuenta en sus peones no unos hombres libres que disponen a su alvedrío de su persona y de su trabajo, sino unos criados tributarios que impelidos de la necesidad y del ejemplo de los demás amos cultivan las tierras, siembran riegan, trillan y hacen cuanto se necesita durante el año sin otro estipendio que el de una mala choza y una corta porción de tierra para cultivar algún grano o legumbres, expuestos a que se los castigue a la menor desobediencia, poniéndoles grillos o metiéndolos en el cepo del que nunca carecen las haciendas.
"Su alimento ordinario en el invierno es el ulpo o frangollo hecho de un poco de trigo tostado molido y desleído en agua, hasta que llega la primavera y se alimentan del chagual, el cardo y otros vegetales que sirven de pasto a las bacas, habiendo muy pocos que tengan recurso en la leche de estas o en la de las cabras.
"'Otros hacendados prefiriendo la cría de sus ganados que les es más útil, a la de la especie humana emplean sus extensos dominios en pastos y en la cría, engorda y matanza de sus bacas, en cuyos ejercicios trabajan los peones solamente cuando los llama la necesidad de los grandes propietarios, habiendo el grande abuso de que si algún pobre logra a cuenta de su trabajo el arriendo de alguna pequeña suerte o porción corta de terreno, se le duplica el valor de lo que debe pagar a medida de la voluntad del dueño, y está expuesto a que lo arrojen de ella con motivos muy ligeros.
"Ya se deja comprehender cuales serán las consecuencias de este sistema fatal y hasta que punto sería útil la subdivisión de estas grandes haciendas, de modo que quedando libres para cultivarlas por los aplicados y diestros en la agricultura y repartidas entre un número mayor de individuos se conseguiría por este medio eficaz el aumento de la población y cada uno de por sí lograría por entero del fruto de sus sudores.
"Sin embargo no debemos lisonjearnos de que llegue a verificarse en nuestros días este feliz trastorno: el sistema actual de las sociedades, sino imposibilita, a lo menos alela mucho la época de semejante innovación."
Esto, escrito en castellano de la época, es fiel reflejo de lo que todavía subsiste en la mayoría de los campos del sur de Chile, y es lo que se pretende perpetuar al oponerse a la reforma agraria.
Me he permitido leer estas páginas como una sanción contra los Honorables colegas de los bancos del frente por haber votado en contra, en general, el proyecto de reforma agraria.
Nada más.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367/seccion/akn601367-ds56-ds57
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601367