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- rdf:value = " El señor CABELLO.-
Señor Presidente, quiero hacer algunos alcances al problema de la reforma agraria.
Es indiscutible que la mayoría de esta Honorable Cámara dio su aprobación a este proyecto, porque cree que es de una conveniencia que no se puede medir. Nosotros, los parlamentarios radicales, acompañados por los Honorables colegas del "FRAP", le hicimos indicaciones que creemos que son de un beneficio evidente para que esta reforma agraria pueda llevar a feliz término el aumento de la productividad que se espera, las cuales, desgraciadamente, fueron rechazadas en la Comisión por la mayoría democratacristiana.
Hemos visto, pudiéramos decir con desesperación, que la educación no ha sido contemplada en esta reforma agraria...
El señor ROSALES.-
Así es.
El señor CABELLO.-
...y la mayoría de nuestras indicaciones fueron encaminadas a este rubro, porque creemos que una verdadera reforma agraria no consiste sólo en repartir la tierra, sino también en educar a nuestra gente, para formar su criterio respecto de la necesidad de un aumento racional de la productividad en beneficio del país.
Propusimos las normas, existe el financiamiento; pero, desgraciadamente, fueron rechazadas todas estas indicaciones que iban en beneficio indiscutido de la educación. Digo esto, porque no es posible que en todas aquellas escuelas de prácticos agrícolas existentes en nuestro país se carezca de los medios económicos mínimos para poder enseñar a muchas personas que después van a impartir sus conocimientos a los campesinos.
Hay escuelas de prácticos agrícolas que he recorrido, especialmente en mi zona, donde los estudiantes ni siquiera han visto un tractor dentro de su escuela; menos van a conocer máquinas trilladoras u otros elementos técnicos modernos.
Por eso, en este proyecto, que pronto será despachado, nosotros pedimos destinar un mínimo de dinero para la educación. Nuestras indicaciones tienden justamente a crear colegios regionales agrarios, con el fin de ir enseñando a los campesinos en forma rotativa, para que tengan conciencia cabal del plan de desarrollo agrícola nacional y cómo ellos pueden actuar con el objeto de aumentar la productividad del país. Desgraciadamente esas iniciativas fueron rechazadas en la Comisión; pero pensamos renovarlas para buscar un medio de colaboración, con el objeto de que la reforma agraria sea útil a la nación, como lo hemos venido haciendo desde el comienzo de la discusión de este proyecto. Incluso propusimos una fórmula de financiamiento para que el partido de Gobierno demuestre que no actuará con criterio político. Ella consistía en aplicar a todos los latifundios, de cuya influencia tanto se ha hablado, un gravamen, por lo menos mientras no sean expropiados. En esta forma, con un pequeño porcentaje, los grandes propietarios colaborarían en la creación de planteles educacionales, que beneficiarían a los campesinos y a todos aquellos a quienes van a ir creando riquezas en el sector agrario de nuestro país.
Al discutirse los artículos en los cuales inciden nuestras indicaciones, que traeremos nuevamente al conocimiento de la Cámara, nos extenderemos más para explicar sus alcances.
Muchas gracias, señor Presidente.
"
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