-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds141
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds138
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds137
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds142
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds140
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds139
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds135
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds143
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1-ds134-ds136
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:TramiteVetoPresidencial
- dc:title = " VENTA POR EL SERVICIO NACIONAL DE SALUD DE LAS CASAS DE LA COLONIA "EL PERAL" A SUS ACTUALES OCUPANTES.- OBSERVACIONES DEL EJECUTIVO. "
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1583
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1648
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1689
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2510
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/413
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/322
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/7
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/184
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionObservaciones
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/compraventa-de-bienes-raices
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/servicio-nacional-de-salud
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:pendiente
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/sanatorio-el-peral
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/601689/seccion/akn601689-ds119-po1
- rdf:value = " VENTA POR EL SERVICIO NACIONAL DE SALUD DE LAS CASAS DE LA COLONIA "EL PERAL" A SUS ACTUALES OCUPANTES.- OBSERVACIONES DEL EJECUTIVO.El señor BALLESTEROS (Presidente).-
A continuación, corresponde tratar la observación formulada por Su Excelencia el Presidente de la República al proyecto de ley que ordena al Servicio Nacional de Salud vender a sus actuales ocupantes las casas que forman la colonia "El Peral".
El proyecto está impreso en el boletín Nº 10.387-O.
-El texto del proyecto aprobado por el Congreso Nacional, dice:
"Artículo único.- El Servicio Nacional de Salud venderá a sus actuales ocupantes, empleados, jubilados y montepiadas de la Colonia y Sanatorio "El Peral" y que no sean propietarios al 1º de julio de 1965 de ningún otro bien raíz, las casas que integran la población denominada Colonia "El Peral", ubicada en el camino al Cajón del Maipo, del departamento de Puente Alto, de la provincia de Santiago; como asimismo las casas adyacentes a dicha población, con exclusión de la denominada Residencia Médica. El precio y la forma de pago se determinarán partiendo del asignado en el oficio Nº 742 de 20 de septiembre de 1957, con los aumentos por la desvalorización producida y el desgaste por el legítimo uso y teniendo en cuenta los ingresos y capacidad económica de los adquirentes. El Consejo del Servicio Nacional de Salud resolverá sobre el precio y la forma de pago previos informes del Subdepartamento de Bienes del Servicio y de la visitadora social.
El Servicio Nacional de Salud venderá, también, a los actuales ocupantes de las viviendas que forman la población "El Santo" de la ciudad de La Serena, perteneciente a dicha institución, con sujeción a las mismas condiciones y modalidades señaladas en el inciso anterior.
Facultase a la Dirección General del Servicio de Seguro Social para proceder en la misma forma establecida en el inciso primero respecto de los actuales ocupantes de propiedades de dicha institución."
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
El Ejecutivo ha desestimado el proyecto en su totalidad.
En discusión el veto del Ejecutivo.
Ofrezco la palabra.
El señor MILLAS.-
Pido la palabra.
El señor PALESTRO.-
Pido la palabra.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Millas; a continuación, el Honorable señor Palestro.
El señor MILLAS.-
Señor Presidente, las observaciones formuladas por el Ejecutivo a este proyecto de ley se basa, indudablemente, en errores de hecho. A cualquier parlamentario del tercer distrito de Santiago y a muchos otros nos consta que, efectivamente, la situación del Sanatorio "El Peral" no tiene ninguna relación con la ubicación geográfica misma de la población de que se trata en esta iniciativa legal.
El proyecto fue aprobado por la unanimidad de los miembros de la Comisión Especial de la Vivienda de esta Honorable Cámara. Era un antiguo proyecto que estaba pendiente en dicha Comisión desde períodos anteriores, presentado por el ex Diputado señor Jacobo Schaulsohn. Precisamente, a solicitud del actual Presidente de la Comisión, Honorable señor Sanhueza, se incorporó en su tabla. En la Comisión Especial de la Vivienda lo estudiamos acuciosamente, llegando a la conclusión, en primer lugar, de que en contra de lo sostenido, por un error manifiesto, en el texto de las observaciones del Ejecutivo, no se trata de una población que esté dentro del recinto del Sanatorio "El Peral", como dice el proyecto.
Hay un antiguo fundo, que se llamaba también "El Peral", que fue adquirido por la ex Junta de Beneficencia. Posteriormente, pasó a propiedad del Servicio Nacional de Salud, que estableció, en un sector suyo adyacente a la avenida Vicuña Mackenna, el Sanatorio "El Peral", convertido actualmente en el hospital regional, respecto del departamento de Puente Alto.
El resto del predio constituía una propiedad agrícola que explotaba el Servicio Nacional de Salud, el cual, de acuerdo con una antigua disposición legal, debió proceder a su venta. Se creó entonces un problema para el personal campesino que tenía su residencia dentro de la misma hacienda o fundo "El Peral' y que no trabajaba en el Sanatorio "El Peral" a inmensa distancia del sanatorio, no cerca de Vicuña Mackenna, sino en el camino a San José de Maipo, que es la continuación de la avenida José Pedro Alessandri. La distancia del Sanatorio El Peral, en esta parte, es de 2 kilómetros.
Pues bien, estimó el Servicio Nacional de Salud que a estos trabajadores agrícolas había que darles alguna compensación. Se les ha dado diversos trabajos en sanatorios, a algunos, precisamente en el Sanatorio "El Peral", aunque quedan lejos, y a otros, en el establecimiento llamado "Open Door", que es el más cercano a la población en que ellos residen. Además, se acordó arrendarles viviendas a un precio módico. Y, en la práctica, no se les ha cobrado arriendo muchas veces por ellas; de manera que, en esta forma, se ha podido atender a la situación en que quedaron ellos, ya que fueron damnificados por la venta de la hacienda a parceleros.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor MILLAS.-
Pues bien, señor Presidente, lo que está más cercano a esta población es el "Open Door", el establecimiento para la atención de enfermos mentales que funciona, como digo, muy lejos del Sanatorio "El Peral". Pero esta población tampoco está en el recinto de este establecimiento, sino que se encuentra separado de él por el canal San Carlos y por una población ribereña. Hay, pues, una distancia y una separación geográfica notorias. De suerte que sostener que porque esta pequeña población modestísima está junto al "Open Door", se puede entender como que está dentro del Sanatorio "El Peral", parece exagerado, como un disparate.
Tampoco es efectivo que quede dentro del recinto -o siquiera colindante con él- que pertenece al "Open Door".
Ahora bien, señor Presidente, es una antigua aspiración de estos trabajadores, muchos de los cuales sirven en dependencias del Servicio Nacional de Salud, poder adquirir estas viviendas de esta población modestísima, que no ha sido objeto de reparación alguna mientras ha estado en manos de ese organismo, a pesar de que son casas muy malas que ocupaban antiguamente los inquilinos de este fundo, si bien, al fin y al cabo, son el único medio de habitación de que disponen estas familias.
En el proyecto que estamos considerando se establecen para este efecto, modalidades ampliamente satisfactorias para el Servicio Nacional de Salud. Se dispone que será el Consejo de este servicio el que fijará la tasación de estas propiedades y lo que deberá pagarse por ellas. Y en cuanto a los pagos previos efectuados, será también el Consejo del Servicio quien determinará en qué forma se abonarán.
El proyecto, en la forma como está redactado, ha sido aceptado por los trabajadores en condiciones extremadamente favorables para el Servicio Nacional de Salud. Sin embargo, ocurre que nos encontramos ante una observación del Ejecutivo que sostiene, en principio, algo que es contrario a la realidad: que esta población está dentro de un recinto hospitalario. Como he dicho, está fuera de él, en un sector rural que forma parte de la zona en la cual hay parcelas que se han entregado ya a particulares.
Por otra parte, en el texto del veto se declara algo que nos parece a los parlamentarios comunistas extremadamente grave: que el régimen normalmente adecuado para dar habitación a los trabajadores del Servicio Nacional de Salud sería el sistema de arrendamiento. Nos consta a nosotros, porque hemos discutido, al respecto, con altos personeros del Gobierno, como también por lo que ya han dicho en la Honorable Cámara los propios señores Ministros de Estado, que el criterio oficial del Ejecutivo no es éste, pues tal cosa sería verdaderamente aberrante.
Hay lugares, como es el caso precisamente, del resto del antiguo fundo "El Peral" que ocupa el "Open Door". y otros casos similares en San José de Maipo y en otras partes, donde al lado del recinto hospitalario hay extensiones de terrenos que los establecimientos hospitalarios allí instalados podrían proporcionar para construir poblaciones al personal del Servicio Nacional de Salud, que se interesa porque sus familias tengan en propiedad esas viviendas pues ordinariamente trabaja toda su vida en sus establecimientos. Dada la extensión de los terrenos de que se dispone, perfectamente podría cederse la propiedad de estas poblaciones y de las nuevas que en ellos se construyan. En un período de 40 a 50 años, puede quedar resuelto el problema.
Este no es el caso de todos los establecimientos hospitalarios. Pero donde corresponde proceder en esta forma, corno es el caso del "Open Door", el problema puede resolverse así, dándole a los trabajadores la propiedad de las viviendas que se construyan.
El señor GARAY.-
¿Me permite, Honorable colega?
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Honorable señor Millas, el. Honorable señor Garay le solicita una interrupción.
El señor MILLAS.-
Muy bien.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Puede hacer uso de la interrupción el Honorable señor Garay.
El señor GARAY.-
Señor Presidente, la verdad de las cosas es que el problema
a que se refiere el Honorable señor Millas ya se está resolviendo, a través de una iniciativa del señor Ministro de Salud Pública.
El señor MILLAS.-
Exacto.
El señor GARAY.-
Hace algunos meses, el señor Ministro se puso en contacto con la Federación Nacional de la Salud para entregar al personal del Servicio Nacional de Salud, terrenos suyos, existentes alrededor de los hospitales de todo Chile, para construir poblaciones.
El caso presente, desgraciadamente, no es el que está resolviendo el Ministro del ramo, señor Valdivieso, de acuerdo con los trabajadores de la Salud, porque no podría colocarse a esos compañeros hospitalarios dentro de un predio agrícola como es aquél al cual se está refiriendo el Honorable señor Millas.
Por lo tanto, el problema de esos trabajadores del Open Door y de El Peral será resuelto en forma oportuna, al igual como se solucionará, todo el problema de los hospitales de Chile.
El señor MILLAS.-
Lo expresado por el Honorable señor Garay corrobora lo que he manifestado.
Los fundamentos de las observaciones señalan que el régimen permanente de estas viviendas debe ser el de arrendamiento. Yo he dicho, y lo ha corroborado el Honorable señor Garay, como nos consta que el criterio expuesto por personeros del Ejecutivo -en la Cámara lo hizo el ex Ministro de Obras Públicas y actual Ministro de Vivienda y Urbanismo, y el señor Ministro de Salud Pública ha dicho lo mismo a los empleados y obreros agrupados en la Federación de Trabajadores de la Salud- considera perfectamente posible, en todos los casos, especialmente en lugares como ése al que me he referido, donde se encuentran el Open Door y el Sanatorio El Peral, iniciar la construcción de poblaciones.
Ahora bien, aquí se trata de que, en el camino hacia la realización de ese propósito, algunas personas que fueron trabajadores agrícolas y que hoy prestan servicios en el Open Door y en otros establecimientos del Servicio Nacional de Salud, viven una población que no se encuentra dentro del recinto de] Sanatorio El Peral, sino a mucha distancia de él, incluso separado del establecimiento por un canal y por otra población ribereña particular, más bien con el sector agrícola y bastante distante, también, del Open Door. Este grupo de casas está constituido por antiguas viviendas de muy mala calidad. Sus pobladores, ante la angustia de que no se resuelva por el momento su problema habitacional -hay un pian, pero puede demorar muchísimo tiempo su ejecución- están dispuestos a pagar, en las condiciones que el Consejo del Servicio Nacional de Salud lo establezca, las casas en que están residiendo, en ciertos casos, desde hace 30 años. Algunos jefes de familia, únicamente cinco, son jubilados del Servicio Nacional de Salud;
En estas condiciones, nada puede aconsejar aprobar la observación -basada en errores de hecho, en equivocaciones manifiestas, en desconocimiento del problema- que se formula a este proyecto de ley, tan sencillo y tan bien estudiado, oportunamente, con suficientes antecedentes sobre la realidad de este caso.
Ahora bien, durante el tiempo que la Cámara ha tenido para considerar estas observaciones, sin alcanzar a tratarlas, se ha producido una situación que cambia totalmente la realidad existente al momento en que el Presidente de la República hizo presente el veto. El Diputado que habla formuló responsablemente ante la Contraloría General de la República una denuncia respecto de las condiciones pavorosas e inhumanas en que se mantiene a gran parte de los enfermos del Open Door. Hay irregularidades administrativas gravísimas en ese establecimiento. La prensa, últimamente, ha destacado algunos hechos en relación con esto. Jefes del Servicio Nacional de Salud han visitado el Open Door y han tomado algunas medidas -que estimo absolutamente insatisfactorias, pero paliativas- frente a la situación infernal allí reinante. En relación al sistema de mantener un lugar en el cual se encuentren concentrados los enfermos mentales, las más destacadas autoridades del Servicio Nacional de Salud han declarado que no es aconsejable que exista -además del Hospital Psiquiátrico que funciona en la ciudad, donde se atienden los casos graves, agudos- un establecimiento permanente para el enfermo crónico, que es el que está destinado al Open Door.
Esos mismos funcionarios médicos han agregado que no sería la situación que he denunciado consecuencia, fundamental-mente, de la mala administración, sino de una concepción ahora superada en materia hospitalaria, ya que al mantener establecimientos de este tipo para enfermos mentales crónicos, se producirán necesariamente situaciones difíciles, y que correspondería efectuar una descentralización y afrontar de otra manera el problema de sus asilados.
Pues bien, en estas condiciones, en el veto se afirma que el gran problema consiste en que estas casas son necesarias para el personal de estos establecimientos. En primer lugar, la tendencia más probable, por tanto, es hacer una descentralización, disminuyendo personal y cambiando el carácter del Open Door, que podría quedar como un segundo hospital psiquiátrico, sin la extensión actual. En segundo lugar, el personal mismo de este establecimiento, nos consta a los Diputados del Tercer Distrito, no tiene interés por este tipo de casitas, aptas para inquilinos, construidas hace 30 años. Sólo las familias que han estado residiendo allí hace tiempo, ante la angustia de tener que salir de este sector y de no encontrar otra vivienda, han acabado por interesarse en adquirir esas viviendas. Esta situación pudo haberse resuelto hace ya mucho tiempo, si acaso no hubiera sido necesario, para proceder a transferir esos bienes a estos trabajadores, una disposición legal expresa como la que propuso el ex Diputado señor Schaulsohn en este proyecto, aprobado por unanimidad en la Cámara y en el Senado, después del estudio acucioso hecho en Comisión en la actual Cámara.
Ahora bien, a pesar de haber visitado la población y haber comprobado la angustia de estas familias, ¿por qué se cierra toda salida de solución a su problema habitacional, al rechazarse en forma absoluta este proyecto de ley y no proponer nada en reemplazo, con lo cual al Servicio Nacional de Salud sólo le correspondería someter esta propiedad, que está fuera del recinto hospitalario, a pública subasta?
Ante esta situación, se ha observado que la única posible justificación para mantener el caso aberrante de no entregar a esos trabajadores la posibilidad de adquirir título de dominio sobre aquellas viviendas en las cuales han permanecido decenas de años, el único motivo que ellos pueden entender existe para sugerir el rechazo de esta medida es que en el presupuesto del Open Door de Santiago figura una partida destinada a reparaciones, que se justifica aparentemente, y que puede ser presentada y aceptada por las autoridades del Servicio Nacional de Salud en razón de que, además de esta población existen también la casa del Director y las residencias de dos o tres médicos que quedan a salvo de la obligatoriedad de venta en el proyecto de ley que consideramos. Pero, la verdad es que, hasta hoy, el monto destinado a reparaciones se ha invertido íntegra y exclusivamente en el hermoseamiento y ampliación de la vivienda del Director de ese establecimiento y no en el mejoramiento de las residencias de los médicos residentes ni en el de este grupo habitacional. Esta es la situación de hecho.
Yo estoy convencido de que aquí ha habido una proposición de funcionarios subalternos que ha ido "tramitándose", y que ha llegado a encontrar amparo en las más altas autoridades, por desconocimiento real de la situación y de lo que sucede en esta población.
Por eso, los Diputados comunistas, que estudiamos cuidadosamente este proyecto de ley, rechazamos las observaciones del Ejecutivo.
El parlamentario que habla, a fin de evitar cualquier abuso en el goce del beneficio otorgado por este proyecto de ley, formuló indicación para establecer que sólo podrán obtener título de dominio sobre estas casas quienes no sean propietarios de ningún otro bien raíz, sea edificado o simple terreno, en otra ubicación. Y así fue despachado por la Cámara este proyecto de ley, con lo cual salvó cualquier posible situación que dé margen a un abuso en el goce de este beneficio.
En sí, esta iniciativa legal es de extraordinaria y estricta justicia; corresponde a una necesidad derivada del hecho de que la actual legislación impide una solución diferente a la de un proyecto de ley expreso sobre la materia. Además, el ex Diputado señor Schaulsohn, autor de la moción correspondiente, la redactó en términos que garantizan ampliamente los intereses del Servicio Nacional de Salud, y su aprobación es solicitada unánimemente por todas las familias que allí residen, quienes cuentan con el amparo y respaldo de todo el personal del establecimiento, que no tiene interés en ocupar estas antiguas y modestísimas casas rurales.
Por lo tanto, señor Presidente, estimamos que sólo errores manifiestos, de hecho, muy graves, pueden haber inducido a formular estas observaciones, las cuales nosotros rechazaremos.
He dicho.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ríoseco.
El señor PALESTRO.-
Yo había pedido primero la palabra, señor Presidente.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene razón Su Señoría.
Tiene la palabra el Honorable señor Palestro. A continuación, el Honorable señor Ríoseco.
La señora CORREA.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
En seguida, podrá también hacer uso de ella la Honorable señora Correa.
El señor PALESTRO.-
Señor Presidente, la intervención del Honorable señor Millas ahorra muchos comentarios y, al mismo tiempo, deja en claro la necesidad de rechazar las observaciones formuladas por el Ejecutivo a este proyecto.
Apelo al conocimiento que de este problema tiene toda la representación parlamentaria del Tercer Distrito, constituida por tres colegas democratacristianos, el Honorable señor Millas y quien habla, para pedir que este proyecto sea ley en la misma forma como lo despachó el Congreso Nacional, pues sólo así podrá remediarse la situación que afecta a decenas de familias de escasos recursos que desde hace más de 20 años viven en estas modestas casas.
Como bien lo ha dicho el Honorable señor Millas, y ésta es también nuestra opinión, en el veto se ha incurrido en errores manifiestos. Existe desconocimiento incluso de la ubicación exacta de la población. En el fondo, se trata de liquidar toda posibilidad de que esas familias, antiguos vecinos de ese sector de la provincia de Santiago, puedan ser propietarias de las casas que han habitado durante tantos años.
En conversaciones sostenidas con la representación parlamentaria del Tercer Distrito, los pobladores de esta colonia manifestaron en innumerables ocasiones su deseo de ser dueños de las habitaciones que ocupan. Incluso encontraron la simpatía del colega señor Julio Silva y, me parece, también, del Diputado señor Fernández, ante su petición, no así la de la colega señora Correa, quien manifestó algunas dudas con respecto a la validez de este proyecto y expresó que primero
consultaría a su partido para ver si se modificaba el pensamiento y el planteamiento de la Democracia Cristiana.
Considero que éste es un proyecto pequeño, pero que soluciona el problema humano de estas familias, y, por lo mismo, concluyo que la misma promesa manifestada por los parlamentarios de la Democracia Cristiana del Tercer Distrito a estos pobladores, deberá forzosamente hacerse valer en el momento en que se voten estas observaciones formuladas por el Ejecutivo.
En mi opinión, resulta inoficioso insistir en la justicia del proyecto que presentara el ex Diputado señor Schaulsohn. Ella queda demostrada, como digo, por la propia intervención de los parlamentarios del partido único de Gobierno, quienes solicitaron su inclusión en la actual convocatoria. Además, fue el Presidente de la Comisión Especial de la Vivienda, señor Sanhueza, después de estudiar este proyecto, el que le dio un lugar preferente, Finalmente, esta iniciativa contó con el voto de otros colegas de la Democracia Cristiana, dada la circunstancia de que venía a solucionar un problema angustioso y que se arrastra desde hace tantos años para esas familias del departamento de Puente Alto.
Señor Presidente, he concedido una interrupción al Honorable señor Aguilera.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Con la venia de Su Señoría puede hacer uso de la palabra el Honorable Diputado.
El señor AGUILERA.-
Señor Presidente, también quiero agregar algo a lo planteado por los Honorables colegas señores Millas y Palestro. No tan sólo se perjudica con este veto a la Colonia "El Peral" de Santiago, sino también se daña la posibilidad de que se hagan propietarias 17 familias ubicadas en la población "El Santo" de la ciudad de La Serena.
Quiero recordar que en el período pasado los colegas democratacristianos votaron en forma económica este proyecto de ley.
En esta oportunidad, nosotros, los Diputados socialistas, anunciamos que rechazaremos la observación del Ejecutivo y que insistiremos en el proyecto aprobado por el Congreso, para que esta gente sea dueña de sus casas.
Si el Gobierno está sosteniendo todos los días, a través de la prensa y de la radio, la conveniencia de que todos los chilenos sean propietarios, dueños de sus casas, ¿por qué a esta gente, que está viviendo muchos años en ellas, no se les da la oportunidad?
La población "El Santo" no está dentro del recinto del hospital o de alguna colonia. Se encuentra ubicada a dos o tres cuadras de él. Por estas razones, apelo a la representación parlamentaria democratacristiana de la provincia de Coquimbo para que rechace el veto del Ejecutivo, con el objeto de que esta gente llegue a ser dueña de la casa que habita.
En todo caso, quiero dejar constancia de que los Diputados socialistas insistiremos en la mantención del artículo único aprobado por el Congreso, para que esta gente llegue a tener la calidad de propietarios. Si se aprueba lo contrario, que los Diputados democratacristianos asuman su responsabilidad.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Puede continuar el Honorable señor Palestro.
El señor PALESTRO.-
Creo innecesario abundar en más razones para solicitar el rechazo del veto. Estimo que constituiría una grave inconsecuencia el rechazo del proyecto en esta oportunidad, si se analizan las condiciones en que se tramitó, tanto en la Comisión Especial de la Vivienda, como en la Sala. Por otra parte, debe considerarse que él fue incluido en la convocatoria extraordinaria de sesiones, y que, en su oportunidad, fue aprobado unánimemente por la Cámara y el Senado. Como ya se ha hecho presente aquí en la Sala, este proyecto tuvo su origen en una moción del ex Diputado señor Schaulsohn.
La verdad es que muchas veces cuando el Ejecutivo observa algunos proyectos, como el actual, nos da la impresión de que los vetos se plantean con un criterio político, exclusivamente. Nos hemos fijado que por lo general los vetos que vienen al Parlamento se refieren a proyectos que tienen su origen en sectores de la Oposición, sea de Derecha o de la Oposición Popular. Simplemente, son vetados por el Ejecutivo con el objeto de rechazarlos o postergar su despacho. En este caso, precisamente, me parece que el Ejecutivo ha aplicado dicho criterio al vetar el proyecto en discusión.
Nosotros, en cambio, cuando se hace justicia a un determinado sector, mediante un proyecto, cuya iniciativa sea de cualquier color político, de cualquiera tendencia, de Gobierno o de Oposición, popular o de Derecha, no nos fijamos en el color político, sino en si ese proyecto puede llegar a solucionar un problema humano, como en este caso, el problema habitacional de tantas familias de un sector de la comuna de Puente Alto.
Por eso, los Diputados socialistas rechazaremos este veto. Además, de todas las razones dadas, consideramos que no corresponde a la realidad, y su rechazo significa hacer justicia a decenas de pobladores que durante veinte años han habitado esas casas modestas, y respecto de las cuales, como se ha dicho, nadie se ha interesado.
De manera que nadie puede alegar la justicia del veto del Ejecutivo.
Por eso, los Diputados socialistas rechazaremos el veto. También apelamos a los colegas de la Democracia Cristiana, representantes del Tercer Distrito, dos de los cuales, por lo menos, tengo entendido que han manifestado que rechazarían el veto. No sucedió así con la Honorable señora Correa, quien quedó de consultar a su Partido para aprobar o rechazar la indicación.
El señor RIOSECO.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor RIOSECO.-
Las razones dadas para insistir en el proyecto de ley motivo del debate, y que ha sido observado por el Ejecutivo, determinan que hay indudables errores de hecho en la exposición de motivos de las observaciones.
La verdad de las cosas es que el ex Diputado señor Schaulsohn, al redactar este proyecto de ley, consideró la opinión de altas autoridades del Servicio Nacional de Salud. Debo recordar a la Honorable Cámara que el señor Schaulsohn fue consejero de dicho organismo durante muchos años y, y por lo tanto, conoció sus mecanismos internos y, naturalmente, tiene que haber consultado estas materias con su Departamento de Bienes.
De manera que puede asegurarse, sin peligro de ser controvertido, y tal como indicaba el Honorable señor Millas, que el servicio no se perjudica en absoluto con la venta de las casas que hace a sus servidores o ex servidores.
Indudablemente, también es efectivo, como han expresado los Honorables señores Millas y Palestro, que existen errores de hecho en cuanto a la ubicación misma de la población, ya que no sería de aquéllas que sirven, como expresa el veto, para tener cerca del recinto hospitalario a una serie de funcionarios, que pueden ser requeridos por el Servicio aunque no se encuentren de turno, como electricistas, matronas, enfermeras, etcétera. Se trata de servidores en su gran mayoría, de manera que estos errores de hecho pueden haberse producido por una mala información del Ministerio de Salud Pública. De ahí, entonces, la observación.
Por otra parte, se ha expresado por el Honorable señor Garay que existe, precisamente, dentro de los planes del Ministerio de Salud Pública el propósito de dotar de casa propia al personal de los servicios hospitalarios en forma independiente de estas casas que sirven para que vivan las personas o funcionarios que deben realizar servicios de emergencia o de guardia.
De manera, señor Presidente, que existiendo esta disconformidad entre el veto mismo y sus antecedentes, rogaría al señor Presidente solicitar la venia de la Sala para aplicar en esta oportunidad un procedimiento que no es corriente en la Cámara de Diputados, tendiente a que este veto sea estudiado en una Comisión.
Yo no sé si, en este caso, es posible aplicar el artículo 108, letra a) del Reglamento, aunque ello no es habitual dentro de la Corporación, que permite aplazar la discusión de un proyecto durante su discusión general. Pero creo que perfectamente podríamos iniciarla después de aplicar la disposición citada y de haber enviado esta materia a Comisión.
Podríamos citar a ella al señor Ministro de Salud y, de esta manera, conoceríamos en la Comisión el criterio del Ejecutivo. Es posible que haya una fórmula intermedia que permita solucionar totalmente el problema.
He querido dar a conocer este criterio ante la Honorable Cámara, porque, indudablemente, parece conveniente aclarar la materia en discusión.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala, a fin de remitir las observaciones del Ejecutivo a la Comisión respectiva de la Honorable Cámara.
¿Habría acuerdo para proceder de esta manera?
Acordado.
Se enviarán las observaciones del Ejecutivo a la Comisión respectiva.
"