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- rdf:value = " 2.-DAÑOS CAUSADOS EN TODO EL PAIS POR LOS ULTIMOS TEMPORALES.- PETICION DE OFICIOS. PROYECTOS DE ACUERDOEl señor BALLESTEROS (Presidente).-
En la presente sesión, corresponde considerar los efectos de las lluvias e inundaciones que han afectado últimamente a diversas zonas del país.
De conformidad con los acuerdos de los Comités, ratificados por la Sala, corresponde a cada Comité hacer uso de la palabra hasta por treinta minutos, en el orden de la Hora de Incidentes.
Ofrezco la palabra al Comité Demócrata Cristiano.
El señor VALDES (don Arturo).-
Pido la palabra.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VALDES (don Arturo).-
Señor Presidente, resulta casi inoficioso entrar al detalle de lo ocurrido en las provincias del norte de Chile, a raíz de los temporales recientes. Esta zona, que ha tenido un ambiente semidesértico durante largos años, con sus suelos desprovistos de toda defensa vegetal contra la erosión, y ha experimentado el cambio brusco a un régimen de precipitaciones violentas y continuadas, de inmenso volumen acuoso, que ha producido daños tremendos, que se harán sentir en la economía nacional durante muchos años.
Como representante de Coquimbo, quiero sintetizar la situación, sin dramatizar, sino lo más objetivamente que me sea posible.
Desde el punto de vista humano, la situación es grave. Estuve, hasta, anoche, durante diez días cabales, en la parte norte de la provincia que represento y puedo dar fe de algo de lo que allí ocurre.
Entre La Serena, Coquimbo, Ovalle y Elqui, aproximadamente dos mil personas han sido evacuadas; en su mayor parte, se trata de los pobladores ribereños de los ríos Elqui y Limarí, cuyas aguas crecidas borraron las antiguas poblaciones. Estos damnificados ocupan escuelas y otros lugares públicos. Las casas, de adobes en su mayoría, han sufrido extraordinarios daños, debiendo lamentarse que el esfuerzo de los pobladores, que representa el ahorro de años, pueda perderse en su integridad.
En los departamentos de Combarbalá e Illapel, en la parte sur de la provincia, hace poco golpeados por el terremoto de marzo, también los daños son inmensos.
Es indudable que, en este rubro, sale a luz la pobreza persistente en que vive gran parte de los chilenos. Tal como a raíz del terremoto de marzo, también estos temporales han dejado de manifiesto que son demasiados los compatriotas que viven en la mayor necesidad, ocultando dignamente su pobreza, la que un accidente de esta naturaleza pone de inmediato de relieve.
En materia de habitaciones, la autoridad ha reiniciado la "Operación Techo", que tan buen éxito tuviera en abril, mayo y junio recién pasados. Aun antes de la autorización gubernativa, los Intendentes y Gobernadores, por su cuenta, ordenaron construir mediaguas. Así, ya está en camino la solución más inmediata del problema habitacional, por lo menos en forma provisional, para aquellas poblaciones más afectadas por el desastre.
En Coquimbo se requieren 1.500 unidades habitacionales, como mínimo, para cobijar a los grupos humanos que vivían ocupando lugares expuestos al riesgo de inundación.
Aquí se plantea un problema que la autoridad debe considerar y resolver. Desde Coquimbo al sur, en cada ciudad, a orillas de un río. han surgido poblaciones ribereñas que viven tranquilas en la estación seca. Llegan las lluvias o los deshielos, y comienza la preocupación de los habitantes y de las autoridades. Esto se repite cada año, con mayor o menor intensidad, según la región. Es indispensable que se adopte una política al respecto, ya que es absurdo que cada año haya que salvar, trasladar, vestir -y, en seguida, abocarse a problemas serios con ellos- a estos pobladores, algunos de los cuales viven de la extracción de arena; muchos de ellos están cesantes.
Aprovecho la ocasión para rendir un tributo de admiración y aprecio a las autoridades de Coquimbo: Intendente, Gobernador y Subdelegados, así como a sus esposas; a numerosos vecinos; a los Cuerpos de Bomberos; a militares y carabineros; a la Cruz Roja y a la Defensa Civil, que han dado de sí un inmenso esfuerzo, para aliviar y mejorar la situación de sus comprovincianos.
En materia de vías de comunicación, no hay otra parte de Chile tan dañada. Basta considerar el hecho de que los ferrocarriles no podrán correr directos, desde Calera al norte, antes de dos meses, por el deterioro de puentes en la provincia de Aconcagua, que, igualmente, ha sufrido las consecuencias de los temporales. Se han caído puentes, y están interrumpidos por innumerables rodados y otros daños, desde Los Vilos hasta La Serena.
Los caminos han recibido un golpe enorme. Lamentablemente, las obras públicas se planean en Santiago; los técnicos, si van a la zona de su construcción, lo hacen en tiempo bueno y no dan crédito a las informaciones lugareñas. En el caso de los caminos, como se ha creído que el clima del norte es siempre seco, se han acortado los puentes, mediante larguísimos terraplenes, y se ha dado a los sifones una cabida mínima. Pero la naturaleza no respeta estas obras. Y, hoy día, las quebradas de dos cuadras de ancho, que se han mantenido secas durante treinta o cuarenta años, han acumulado corrientes de agua de dos cuadras de ancho también, que han arrasado los obstáculos, las laderas, los sifones, los puentes y los terraplenes.
La carretera panamericana, espina dorsal de nuestras comunicaciones, está cortada en numerosas partes. Y es previsible que aumenten los daños, ya que las lluvias siguen y la erosión también aumenta.
Se ha creado un grave problema de abastecimientos en Coquimbo. Los ferrocarriles transportan mensualmente 5.000 toneladas de carga a granel. Decenas de camiones llevaban alimentos y gas licuado, que hoy forma parte de las necesidades hogareñas. Por cierto, ya no hay gas licuado en la zona. Resulta indispensable que la autoridad provea transporte marítimo para el alimento, combustible, papel de diarios, etcétera, que, de otra manera, no puede llevarse al norte.
Cabe felicitar aquí a la Línea Aérea Nacional (LAN-Ghile) y, en especial, al personal de su agencia en La Serena, que, con ingentes esfuerzos, ha establecido un puente aéreo, que ha permitido al norte chico comunicarse con el sur.
La economía de la zona se ha estremecido. Las tierras agrícolas, tanto de los buenos fundos como de las parcelas pequeñas, han visto la pérdida de sus cosechas. Las papas, las hortalizas y las legumbres se han podrido. Esto no tiene arreglo. Sólo resta plantear nuevamente, y afrontar, de aquí a cuatro o cinco meses, una gran escasez de productos, que afectará a todo el país, ya que las provincias del norte enviaban su primera producción al centro de Chile.
Algunas tierras cubiertas de lodo se verán favorecidas al correr del tiempo; otras, cuidadosamente preparadas durante años, se han ido al mar, dejando la roca pelada.
Esta es una pérdida inmensa para Chile. Realmente, a juicio del Diputado que habla, por ser algo irreparable, lo más trágico de este temporal es lo que contó un ingeniero, que pudo volar hacia La Serena: frente a cada estero o río, el mar cambiaba de color, tornándose embarrado y de color oscuro; era la tierra, el alimento de Chile, que se perdía en el océano.
Hay, sin embargo, mucho que hacer en este aspecto.
Este año, y uno o dos años más, serán favorables para la agricultura, porque hay agua. Por lo tanto, se requiere la ayuda del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) al pequeño agricultor o comunero, consistente en crédito renovado, semillas y tractores.
Al agricultor que tiene tierras aptas, hay que darle crédito para que aproveche los grandes pastos naturales, que ya están a la vista, en la engorda de ganado. El traslado al norte de una buena masa ganadera es de toda urgencia.
La minería experimentó un gran golpe en Andacollo. Casi todas las minas se inundaron y el pueblo sufrió inmensos perjuicios. Además del hecho de que la producción de cobre bajó a un tercio, medio Andacollo ha quedado cesante, hasta que las minas estén otra vez en condiciones de explotación. A este respecto, se ha propuesto una medida positiva; unir a todos los mineros andacollinos en una sola entidad explotadora, al menos para ciertos aspectos, y transformar sus piques y galerías en una gran mina a tajo abierto. Se estima que el costo de la saca del "estéril" se pagaría antes de un año, por la baja del costo de producción.
Finalmente, he creído del caso proponer el envío de una serie de oficios, si la Honorable Cámara lo tiene a bien, a las autoridades que se señalan, a fin de contribuir a dar o a ratificar la solución ya sugerida o iniciado por el Ejecutivo. Voy a dar lectura a estos oficios.
1°- Al señor Ministro de Obras Públicas, para que obtenga y provea los recursos necesarios para construir 1.500 mediaguas en la provincia de Coquimbo; y para que, a través de la Corporación de la Vivienda y de la Fundación de Viviendas y Asistencia Social, se acelere al máximo ¡a construcción de viviendas definitivas en la provincia, según sus necesidades.
Similares medidas solicitamos para Aconcagua y Valparaíso.
2º- A los organismos de crédito correspondientes, sea Banco del Estado u otro, por intermedio del Ministerio competente, a fin de que, por un procedimiento expedito y sumario, establezcan una fórmula de crédito para aquellas personas que no pueden acogerse a los beneficios de la Corporación de la Vivienda, ni a los de las Asociaciones de Ahorro y Préstamo; pero que pueden y quieren pagar una casa mediana, en un plazo razonable, del tipo de las construidas por la Fundación de Viviendas y Asistencia Social.
3º- A la autoridad correspondiente, para que se adopte de inmediato y se dé a conocer una política respecto a la construcción de habitaciones a orillas de los ríos, llegándose incluso, si se estima conveniente, a prohibirla, porque no es posible que, cada año, el país pierda esfuerzos y riquezas para salvar -lo que es, por cierto, imperioso- a quienes, a sabiendas, viven en lugares tan peligrosos.
4º- Al señor Ministro de Obras Públicas, para que, en adelante, en las obras camineras del norte o, por lo menos, en las reparaciones que deban efectuarse en ellas, se tengan debidamente en consideración las características climáticas del Norte Chico de Chile.
5º- A la autoridad correspondiente, para que organice el transporte al norte -si procede, por vía marítima- de la mercadería que allá se consume y que ya empieza a ser objeto de especulación por la falta de transporte inmediato.
6º- Al señor Ministro de Agricultura, para que, a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario o de otro organismo, proporcione mayor asistencia crediticia y técnica al pequeño agricultor nortino.
7º- A los señores Ministros de Agricultura y de Hacienda, a fin de que se otorguen créditos, en condiciones menos gravosas que las habituales, a los agricultores del norte, para que puedan adquirir una masa ganadera que consuma sus pastos, mejore sus tierras y proporcione alimento para el país.
8º- Al señor Ministro de Hacienda, para que, en vista de la grave situación en que se encuentra la provincia, autorice por sesenta días los sobregiros bancarios, en las condiciones normales. El Gobierno anunció que los sobregiros se suspenderían en septiembre y octubre; pero los bancos de provincia están aplicando esta medida desde hace ya dos meses. Es preciso dar algo de margen al crédito bien orientado, para no ahogar la economía zonal.
9°- A los señores Ministros de Obras Públicas y de Agricultura, a fin de que, a través de equipos mecanizados de la Corporación de Fomento de la Producción u otros medios, se ponga a disposición de los agricultores más tractores que los escasísimos diez con que cuentan los organismos del Ministerio de Agricultura de la provincia de Coquimbo.
10.- Al señor Ministro de Minería, para que, por medio de la Empresa Nacional de Minería u otros organismos, resuelva, de una vez por todas, el porvenir de Andacollo, aprovechando el momento de paralización en que se encuentran las faenas mineras para abrir camino a una mayor producción cuprera.
Por último, debo anunciar que en poco tiempo más los parlamentarios democratacristianos de la provincia de Coquimbo nos referiremos, por mandato de un grupo de técnicos del partido, al porvenir de la usina de Juan Soldado, sobre la cual expresé, hace una o dos semanas, que debía volver a manos de la Corporación de Fomento de la Producción y producir el cemento que, si antes escaseaba, ahora faltará del todo.
Nada más.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Se enviarán los oficios solicitados por Su Señoría, en su nombre.
El señor OSORIO.-
Y en el mío, señor Presidente.
El señor AGUILERA.-
Y en mi nombre.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Si le parece a la Honorable Cámara se enviarán, en nombre de la Corporación, los oficios solicitados por el Honorable señor Valdés Phillips.
Acordado.
La señorita SAAVEDRA.- Pido la palabra.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría; y, a continuación, los señores Stark y Garay.
La señorita SAAVEDRA.-
Señor Presidente, con motivo de los últimos temporales que han afectado al país, hemos tomado contacto con las poblaciones dañadas, pudiendo comprobar la situación de miseria y de pobreza en que se encuentra nuestro pueblo. Hemos visto cómo se ha agudizado el problema de la vivienda, el de la falta de trabajo, el educacional y, en general, la situación económica de nuestro pueblo. Igualmente hemos podido apreciar cómo el Gobierno y las autoridades del Ejecutivo, las Fuerzas Armadas, Carabineros, instituciones y organismos de la comunidad, han sumado todos sus esfuerzos para ayudar a los damnificados y poder enfrentar la situación, tratando no solamente de repararla, sino de adoptar medidas para el futuro.
Hemos visto cómo una de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno ha sido la de designar una comisión para que enfrente la situación y actúe cuanto antes; hemos visto cómo los Intendentes han tenido que actuar en forma rápida, autorizándoseles para abordar el problema de la falta de alimentos, vestuarios y viviendas con la aplicación de fondos del 2% constitucional. Hemos podido ver también cómo se ha hecho la declaración de zonas de catástrofe, comprobando que 22 provincias del país se encuentran afectadas.
Otra de las medidas adoptadas ha sido la evacuación de las personas afectadas por los temporales y su ubicación en escuelas y locales que les han servido de viviendas. Por esta causa, se han autorizado también vacaciones escolares, para ocupar estos locales con las familias damnificadas. Según antecedentes que tenemos, hay unas cien mil personas albergadas en distintos lugares a través de todo el país.
Hemos visto también cómo los locales escolares han sido afectados por los temporales y siendo imprescindible su revisión. Por este mismo motivo, también, según explicaba anteriormente, fue preciso adelantar las vacaciones de los alumnos.
Hemos visto, asimismo, cómo se ha hecho la distribución de materiales de construcción a través de las Intendencias y Gobernaciones, para reponer los techos y la extensión de la "operación mediaguas", a fin de dar viviendas de emergencia a10 mil familias. En Santiago hay 10.640 evacuados, según datos proporcionados por la Intendencia de la provincia, a quienes no sólo se les ha proporcionado albergue, sino también alimentación, vestuario, medicamentos y atención médica; en general, ha habido que atenderlos en forma totalmente integral.
Asimismo, hemos presenciado la disposición favorable de muchas autoridades educacionales. Puedo decir que anoche estuve en el Liceo Nº 4 de la calle Recoleta, y vi cómo la Directora atendía a las personas que llegaban, todas evacuadas de la calle Zenteno.
Hemos visto que, a pesar de las dificultades y de los daños sufridos por las vías de comunicación y de transportes, en especial ferrocarriles, se ha tratado de hacer llegar alimentos, materiales de construcción, carpas, ropas, frazadas y colchones a distintas zonas afectadas por los temporales. Se han entregado más de 100 mil planchas de fonolita, habiéndose decretado el estanco de los materiales de construcción, alimentos y frazadas para enfrentar esta situación.
Creo que en esta emergencia que vive el país, junto con destacar la acción realizada por las autoridades, habría que hacer resaltar también el espíritu de las personas afectadas. Tuve oportunidad de comprobarlo en la provincia de Santiago, en las distintas poblaciones en que se encuentran en situación extraordinariamente seria, en medio del barro, sin techo y con gran peligro de que en muchos casos las viviendas se derrumben. No obstante esto, hemos observado cómo la gente ha demostrado espíritu de superación ante una situación tan difícil y que afecta a tantos chilenos.
Podría destacar también, en esta oportunidad, la actitud de la Junta de Vecinos de la Población Nueva Manuel Rodríguez, que visité anoche, cuyos miembros, en el lugar que estaba más despejado de barro, han construido algunas viviendas con sus propias manos. Ellos están en gran disposición de colaboración con las autoridades para poder salir adelante. Hemos visto la misma actitud en la Población "Colo-Colo". Hemos comprobado también cómo las autoridades del Servicio Nacional de Salud están enfrentando el problema de la salud. En realidad, en estos momentos se podría declarar una epidemia de gripe, que afectaría especialmente a los niños.
Hemos hecho un llamado a la comunidad y ella ha respondido; son innumerables las instituciones voluntarias, como la Defensa Civil, Bomberos y de carácter religioso que están colaborando ampliamente. Hemos visto que autoridades y pobladores, a través de la Promoción Popular, están desarrollando una labor que exige gran esfuerzo y espíritu de sacrificio. La Cruz Roja, la Defensa Civil, la acción de los universitarios, que han salido hoy por las calles de la ciudad, pidiendo la colaboración de todas aquellas personas que sienten que en estos momentos deben tender su mano generosa a numerosos chilenos afectados por los temporales, que tanto daño han ocasionado a la economía nacional.
A pesar de que el país enfrenta un grave problema habitacional, quiero destacar que se seguirá realizando la "operación techo"; se estudiará el problema relacionado con la urbanización de sitios y se quiere entregar, en el mes de octubre, cierta cantidad de viviendas a las personas que están en situación muy aflictiva.
Quiero también poner de relieve el hecho de que ellas están dispuestas, a través de la autoconstrucción, a colaborar en la construcción de habitaciones.
La Corporación de la Vivienda está en plena tarea y tengo entendido que esta semana se entregarán más o menos tres mil viviendas para solucionar situaciones de emergencia como las mencionadas.
Termino solicitando a todos los Honorables diputados su colaboración, porque cada uno de nosotros se ha preocupado de su provincia y ha tratado de acudir en ayuda de tantas personas. Considero que en estos momentos es fundamental que adoptemos, por sobre todas las cosas, una actitud de franca colaboración.
Pienso que se puede tener una actitud de colaboración o de obstrucción, y esta última puede ser pasiva, de no hacer nada, o activa, encontrándolo todo malo. Creo que en este momento debemos unirnos, como lo está haciendo la comunidad toda sin distinción de ninguna especie, a fin de colaborar junto a ella para afrontar la difícil situación que vive el país. Lo digo porque estimo que, si hay algo que en esta oportunidad se está poniendo a aprueba, es el temple de todos los chilenos, y pienso que en este momento también existe un verdadero reto a nuestra patria.
Por eso, nosotros, que en distintas ocasiones hemos abordado los efectos de estas catástrofes, teniendo presente sobre todo que todavía no nos hemos repuesto de las consecuencias del terremoto del 28 de marzo último y que tenemos una responsabilidad en nuestro carácter de parlamentarios, debemos agilizar la tramitación de muchas medidas. Igualmente, debemos facilitar el despacho de muchos proyectos como este que la Cámara aprobó en el día de hoy, por el cual se podrán aplicar penas a aquellas personas que, aprovechándose de la situación de catástrofe o de emergencia que vive el país, aumenten en forma indiscriminada los precios de las cosas y no guarden una actitud de respeto frente al estado de necesidad porque atraviesa la nación. En el mismo proyecto se facilita el procedimiento de las expropiaciones con el objeto de erradicar a las poblaciones directamente afectadas por los temporales.
Asimismo, los parlamentarios queremos que se agilicen muchas otras medidas, sobre todo frente al grave problema habitacional que afecta al país, que ya era bastante serio antes del último terremoto y que ahora, por efecto de este temporal, se ha acentuado extraordinariamente. Digo, entonces, que debemos tener esa misma disposición de colaboración para activar la aprobación de proyectos de leyes, que permitan dar trabajo a tantas personas.
Hemos visto que en los distintos barrios de ¡a ciudad de Santiago hay, en realidad, una alta densidad de hombres que carecen de trabajo y de medios para afrontar las necesidades de sus familias, especialmente en el estado de extraordinaria emergencia que vive el país.
Por eso, quiero terminar, pidiendo esta actitud de colaboración, de que ya ha dado muestra el pueblo chileno al movilizarse la comunidad entera, a fin de acudir en ayuda de nuestros hermanos que están en difícil situación. Lo pido, porque creo que en este momento nuestra responsabilidad como parlamentarios está en tratar de colaborar al máximo junto al Gobierno para que el país siga adelante. No me cabe la menor duda de que, aunque muchas cosas del programa de la actual Administración pueden experimentar un retroceso por la emergencia tan fuerte que vive Chile, vamos a tratar de avanzar y cumplir con dicho plan; sobre todo si contamos con la colaboración de los sectores que están comprobando los esfuerzos que se realizan para salir adelante.
No quisiera terminar mis palabras sin destacar la extraordinaria labor de la Intendencia de Santiago, que en un esfuerzo de coordinación y centralización extraordinariamente grande, no sólo ha logrado dar respuesta a los llamados de ayuda de tantas personas, sino satisfacer también las inquietudes de todos los chilenos que esperan salir de esta situación para mirar con mucho más optimismo el porvenir.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Stark.
Restan dos minutos al Comité Demócrata Cristiano.
El señor STARK.-
Señor Presidente, ¿por qué no solicita el asentimiento de la Sala para poder usar de la palabra por cinco minutos más?
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
¿Además del tiempo que resta a Su Señoría?
El señor STARK.-
Sí, señor Presidente.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
No hay acuerdo.
El señor STARK.-
Señor Presidente, lamentablemente en estos dos minutos no podré reseñar la situación habitacional de la provincia de Bío-Bío, que era la parte que a mí me correspondía en el trabajo que habíamos dividido con mis Honorables colegas Tejeda y De la Jara.
En todo caso, brevemente y sin hacer una relación, solicito se envíe oficio, en lo posible en nombre de la Cámara, al señor Ministro de Obras Públicas, en primer lugar, para que, con la mayor brevedad posible, desarrolle un plan basado en el estudio hecho por el delegado regional de la CORVI en Bío-Bío, señor Waldemar Agurto, cuyos cuadros pido que se inserten en la versión.
Al mismo tiempo, solicito se dirija oficio al señor Ministro de Hacienda para que, a través del Banco del Estado, se otorgue el máximo de crédito en la provincia, especialmente a los pequeños agricultores, en particular en forma de semillas y salitre; y que la semilla de trigo sea vendida al agricultor con una utilidad no mayor al 10% del costo a que se recibe de los multiplicadores, porque resulta que hoy día se recibe a $ 28.000 y luego se vende a $ 38.000 ó más.
También pido se envíe oficio al señor Ministro de Defensa Nacional para que se trate de acelerar la fabricación de implementos agrícolas a través de FAMAE, que actualmente se hace en forma muy lenta; al señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, para permitir la importación de aquellos implementos agrícolas de los cuales Chile no puede autoabastecerse , como ser; hachas, martillos, sierras y corvinas, limas, dientes para aceros, etc.; para que disponga la pronta edificación de aulas en escuelas y establecimientos secundarios en la provincia de Bío-Bío.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Solicito el asentimiento de la Cámara, a fin de dirigir, en su nombre, los oficios a que se ha referido el Honorable señor Stark.
Acordado.
El señor SIVORI.-
Y para insertar en la versión el cuadro a que también se refirió.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Solicito el asentimiento de la Sala, a fin de insertar en la versión los cuadros a que también se refirió el Honorable señor Stark.
Acordado.
Ha terminado el tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
-Los documentos, cuya inverción se acordó son los siguientes:
CUADRO COMPARATIVO DE POBLACIONES MARGINALES EN LA PROVINCIA DE BIO-BIO
"La CORVI ya inició los trabajos en los terrenos Rioseco de Los Angeles, para construir una población de 504 casas, entre tipos básica y media; y la Fundación de la Vivienda también iniciará dentro de poco la construcción de 260 casas básicas en los terrenos de la Sucesión Contreras. Para el resto de la provincia no hay programas, ni de CORVI ni Fundación de la Vivienda, para este año.
"En el cuadro anterior aparece Los Angeles, con 1.108 viviendas medias y 315 de tipo superior, que en realidad no guardarían relación con las viviendas mínimas o básicas, pero hago presente que esta ciudad ha sufrido tres terremotos: el del 39-53 y 60, además de las intensas lluvias y temporales que debe soportar todos los años; deben agregarse los de este año, especialmente el del día martes 10 de agosto, cuya velocidad del viento, de una duración de dos horas, dejó a su paso, tanto en la ciudad como en los campos, sólo destrucción y desolación.
"Las estadísticas de la Dirección de Obras Municipales de Los Angeles, de un total de 8.000 casas en la ciudad, han establecido que 1.863 casas están en regular estado, 943 en mal estado y 2.708 declaradas en demolición.
Los Angeles, 14 de agosto de 1965.
(Fdo.) : Waldemar Agurto B., Delegado Regional de CORVI".
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
El turno siguiente corresponde al Comité Radical.
El señor CAMUS.-
Pido la palabra.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor CAMUS.-
Señor Presidente, en primer término, agradezco al señor Ministro del Interior su presencia en esta sesión, a la cual fueron invitados cinco Ministros de Estado.
Varios señores DIPUTADOS.-
¡También está el señor Ministro de Agricultura !
El señor CAMUS.-
También agradecemos al señor Trivelli su presencia en este momento, a pesar de que no figuraba entre los Ministros invitados.
Lamento que los titulares de Defensa Nacional, de Hacienda, de Educación Pública y de Obras Públicas no hayan concurrido a esta sesión.
El señor LEIGHTON (Ministro del Interior).-
¿Me permite. Honorable Diputado?
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Honorable señor Camus, el señor Ministro del Interior, don Bernardo Leighton, le solicita una interrupción.
El señor CAMUS.-
Con mucho gusto se la concedo.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor LEIGHTON (Ministro del Interior).-
Señor Presidente, en primer lugar, debo manifestar que, en realidad, con mucho agrado cumplo con el deber de asistir a esta reunión, lo que he podido hacer porque prácticamente he estado toda la tarde en el Parlamento. Mis colegas que habían sido invitados, no han podido venir, porque, justamente, están reunidos en la Subsecretaría del Ministerio del Interior. Acabo de llamar por teléfono y he podido comprobar que los señores Collados y Carmona están allá, junto con los demás señores Ministros que forman parte de la Comisión designada por el Gobierno para atender la situación que vive el país. Sin embargo, el señor Carmona me comunicó que trataría de venir. El señor Collados no podrá hacerlo, porque precisamente está preocupado de las labores derivadas de la emergencia que motiva esta sesión.
El señor BALLESTEROS (Presidente).-
Puede continuar el Honorable señor Camus.
El señor CAMUS.-
Señor Presidente, aun cuando en la sesión ordinaria de hoy se rindió homenaje a las víctimas de la "Janequeo" y a sus familiares, deseo hacer llegar hasta los hogares de los tripulantes que perecieron en el cumplimiento de su deber todo el pesar y el profundo sentimiento que representa para nosotros, para la Cámara y para el país entero la pérdida de sus vidas.
Tenemos el más firme propósito de llevar toda la ayuda y el aliento que sea posible a los familiares de las víctimas, a través de disposiciones legales y de soluciones administrativas, a fin de aliviar la situación que se ha creado en sus hogares, porque los tripulantes murieron en el cumplimiento del deber y se comportaron como buenos chilenos y buenos porteños.
Con tal motivo, el Partido Radical ha presentado un proyecto de ley, muy simple, que consiste en eximir, por cinco años, del pago del impuesto a la renta presunta, a las personas damnificadas por los últimos temporales que han afectado al país.
El señor SIVORI.-
¡Bien sencillo!
El señor CAMUS.-
El proyecto ha sido entregado a la Mesa para consideración de la Cámara y esperamos mitigar, a través de él, la grave situación económica de la clase media y de los trabajadores, que de otro modo estarán obligados a pagar el impuesto establecido recientemente.
En cuanto a los daños causados por los temporales en los departamentos de la provincia que represento, seré muy breve en mis observaciones en razón del escaso tiempo con que cuento.
Desde la ciudad de Quirihue, capital de Itata, he recibido una carta de Juan Sepúlveda Andrade, modesto profesor primario de esa zona, en la que me dice: "Aquí estamos totalmente damnificados; no hay un solo hogar que no haya recibido la visita del tornado del 11 en la noche. La construcción del pabellón del liceo se hizo añicos, al igual que muchas escuelas prefabricadas."
En seguida, hace una serie de consideraciones sobre los daños y la situación económica creada a la gente modesta de esta ciudad.
También he recibido una comunicación de la Ilustre Municipalidad de San Fabián, en la cual se me dice; "Esta Municipalidad, en sesión ordinaria de fecha 6 del mes en curso, acordó, por unanimidad, dirigirse a US., a fin de comunicarle que el camino público que conduce desde San Fabián a San Carlos, desde hace mucho tiempo, se encuentra con falta de ripio y, con los últimos temporales de lluvias, ha quedado en pésimo estado de tránsito, a tal extremo que la locomoción colectiva está por suspender sus recorridos.
"A pesar de los numerosos reclamos formulados ante la Gobernación y Vialidad de San Carlos, no se han obtenido reparaciones que puedan solucionar en parte este grave problema; las mínimas reparaciones que se han efectuado no favorecen en nada al tráfico en forma normal.
"Por tanto, rogamos a US. tenga a bien interceder ante las autoridades correspondientes para su pronta solución."
Finalmente, pido se dirija oficio al señor Ministro de Hacienda, a fin de que ordene al señor Gerente General del Banco del Estado de Chile, otorgar línea de crédito amplia a los agricultores de San Carlos, con objeto de ayudarlos, en parte, a recuperar la pérdida total de sus siembras, que ha costado trabajo, esfuerzo y semillas.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio al señor Ministro de Hacienda en la forma solicitada por Su Señoría.
El señor CERDA (don Carlos).-
Y en mi nombre, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Y en nombre del Honorable señor Carlos Cerda.
El señor SILVA ULLOA.-
Que se dirija en nombre de la Cámara.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se enviará el oficio en nombre de la Cámara.
Acordado.
El señor JAQUE.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor JAQUE.-
Señor Presidente, la provincia de Concepción es una de las que ha sido seriamente afectada por los temporales de viento y lluvia, que prácticamente han asolado casi todo el país. No es mi ánimo hacer un análisis exhaustivo de los cuantiosos daños producidos en las obras públicas, hospitalarias, ferroviarias, camineras, etcétera. Dentro del breve tiempo de que dispongo, en forma muy somera deseo referirme a la grave situación en que han quedado las familias evacuadas; albergadas en locales escolares, sindicales o particulares, viven en condiciones realmente subhumanas.
Según una encuesta hecha por el Servicio Social de la Intendencia de Concepción, con la colaboración de Carabineros, se ha logrado establecer que actualmente hay un total de 751 familias damnificadas, que suman 4.186 personas.
Este dato, que se dio el domingo último, ha aumentado. Hoy ese número excede de las cinco mil personas.
En la ciudad de Concepción hay 84 familias albergadas, con un total de 420 personas; en Tomé, 31 familias, con un total de 150 personas; en Talcahuano, 90 familias, con un total de 486 personas; en Coronel, donde el problema es más grave aún, hay 148 familias en diez albergues, especialmente locales escolares, con 888 personas; en Lota, donde los efectos de los temporales provocaron también una situación realmente dramática, hay 215 familias en casas particulares, con un total de 2.142 personas, y 191 familias en locales públicos.
Estos datos ponen de manifiesto la urgencia que hay en construir viviendas de emergencia para solucionar el problema, a fin de desocupar los locales escolares y no perjudicar la enseñanza, especialmente primaria.
Según informaciones de prensa, el señor Valdés, Vicepresidente Ejecutivo de la CORVI, que visitó la zona de Concepción, estaría plenamente de acuerdo en construir, con la mayor brevedad, por lo menos 400 casas en Coronel y 300 en Lota, y en desarrollar un plan de ubicación de poblaciones marginales y de emergencia para unas mil familias en Concepción y Talcahuano.
Sin extenderme más sobre los daños que afectan seriamente a la provincia de Concepción, y dejando a un lado la nota dramática de la gente que por efectos de los temporales ha perdido sus Viviendas, aprovecho la presencia del señor Ministro del Interior para solicitarle que recabe del Consejo de la Corporación de la Vivienda las medidas de urgencia, destinadas a levantar en Lota y Coronel aquellas construcciones ya ofrecidas en Concepción por el señor Vicepresidente Ejecutivo de CORVI.
Pido que el oficio se envíe, en lo posible, en nombre de la Cámara.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala, a fin de enviar el oficio a que ha hecho mención el Honorable señor Jaque, en nombre de la Corporación, al señor Ministro de Obras Públicas.
Acordado.
El señor JAQUE.-
He concedido una interrupción al Honorable señor Jarpa.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Jaque, tiene la palabra Su Señoría.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Jaque, tiene la palabra el Honorable señor Jarpa.
El señor JARPA.-
Señor Presidente, la ciudadanía de Ñuble ha recibido un nuevo golpe de singulares proporciones, que la afecta en todas sus actividades. Demás está señalar los alcances de la tragedia y también la presencia de ánimo de mis coterráneos.
Nuestra provincia es netamente agrícola y, por ende, vivimos en la incertidumbre y en la inseguridad respecto de nuestro desarrollo. Pero, el hecho de subsistir en medio de los peligros que involucra un clima y una geografía difícil, no ha sido causa para que la esforzada y pujante población de Ñuble se quede estática ante la adversidad. Hasta hoy hemos luchado sin volver la cara a las catástrofes, ni a los sufrimientos de otros días, en que la desgracia y la tragedia ensombrecieron nuestras almas y enlutaron tantos hogares. Seguimos combatiendo con la mirada puesta en el porvenir y el corazón templado en la dureza, decididos siempre a construir el progreso con esfuerzo y esperanza. Las dimensiones inconmensurables de esta nueva catástrofe, hacen necesario que el Gobierno recoja el clamor de la ciudadanía entera de mi provincia a la cual represento en esta Corporación. Ella confía en que no quedará abandonada. En la comuna de Chillán, están destruidos sus hospitales, escuelas, edificios de Carabineros, como también sus caminos, bosques, huertos. Y, lo que es más grave, sus siembras y su ganado forman un cementerio, como si hubieran sufrido un bombardeo atómico. Peor es la situación de los Departamentos de Yungay y Bulnes, donde hay desolación, miseria, escombros y mucho más. Sin embargo, en este último Departamento, como sarcasmo, la autoridad departamental se ha desentendido de los problemas de su incumbencia. Ayer, cuando visitaba mi provincia se me entregó un ejemplar del diario "La Discusión", el cual, con grandes titulares, informa acerca de la entrega de veinte máquinas dé coser, que yo sé que se repartieron en forma discriminada. Yo pregunto ¿qué beneficios obtienen estas pobres viejitas al recibir dichos artefactos, si en este momento sus viviendas no tienen techos, los pisos están anegados, sus ropas mojadas y su alma entumecida?
Ante este impacto brutal de la naturaleza en contra de los hombres y mujeres de Ñuble, se hace necesario que las autoridades actúen sin mezquindad, para servir al prójimo con amor y solidaridad.
Pido que se envíe oficio al señor Ministro del Interior, para que ordene a las autoridades que se compenetren, en terreno, de los hechos que expongo y que visiten Polcura, Huépil, Trupán, El Carmen, San Ignacio, Yungay, campos de desolación ; Peña Blanca, Quillón, Coyanco y alrededores; los caminos a las Balsas de Lincura y Santa Clara, Santa Clara mismo, Cerro Negro, con mil viviendas destruidas, muertos, hospitalizados en escuelas, escolares sin ellas; Colliguay, Rucapequén. Quinchamalí, etcétera.
Reitero, señor Presidente, la petición de que se oficie, en mi nombre, al señor Ministro del Interior, para que se sirva impartir órdenes a fin de corregir la deplorable situación que señalo.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se enviará al señor Ministro del Interior, el oficio solicitado por Su Señoría, en su nombre.
El señor CANALES.-
También en mi nombre, señor Presidente.
El señor RODRIGUEZ, (don Juan).-
En el mío, señor Presidente.
El señor IBAÑEZ.-
En nombre del Comité Radical, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se enviará en nombre de la Corporación, en la seguridad de que el señor Ministro ya ha tomado debida nota de la petición del Honorable Diputado.
Acordado.
Puede continuar Su Señoría.
El señor JARPA.-
Señor Presidente, Ñuble entero, que hoy, en un momento difícil, está buscando su superación cultural, que mañana será realidad, observa con inquietud este cuadro apocalíptico de erosión, de árboles seculares vencidos, besando la tierra, recostados en ella, y escucha con dolor el llanto de madres, esposas y hombres aguerridos, que aumentan el caudal de este líquido que destruye. Pero saldremos adelante, con una espada espartana, en favor de este pueblo ejemplar, de gran destino, como de próceres, de artistas, de mujeres dignas y hombres ennoblecidos en el trabajo.
Señor Presidente, solicito que el Gobierno se preocupe de enviar ayuda a esta provincia, hoy desmantelada por las trágicas consecuencias de este temporal.
Muchas gracias.
El señor FUENTEALBA.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, la provincia de Coquimbo, cuya principal actividad es la agricultura, estaba pasando por un período de prolongada sequía. El año pasado solamente llovió un poco y cayeron 30 milímetros de agua en el centro de la provincia.
Ahora, también ha sido azotada por estos fuertes temporales y, como no está preparada para recibir lluvia tan copiosa y abundante, ha sufrido lo indecible.
Hace ocho días, la Carretera Panamericana está cortada. Por ella no pueden circular camiones y vehículos que transportan mercaderías y pasajeros. Hoy, aún no se pueden trasladar al norte las mercaderías que son indispensables para la subsistencia de la población, ni los materiales para las obras que están en ejecución, ni los combustibles como bencina, petróleo, aceite y gas licuado para algunos pueblos. No sólo ha sido afectada la provincia de Coquimbo, sino también la de Atacama y parte de la zona norte, que no cuentan con su normal abastecimiento.
El sábado estaban detenidos en Los Vilos ochenta camiones, que llevaban toda clase de carga, algunas perecibles, y que no pudieron continuar su camino. Están desde comienzos de la semana estancados allí y no pueden llevar los productos de la zona central ni traer los que se producen en las provincias del norte, algunos de los cuales, como decía, son perecibles.
El ferrocarril está cortado y no hay esperanzas de que se arregle hasta dos meses más. El puente del río Longotoma está averiado; el de Huaquén tiene tres cepas dañadas y mucho me temo que se necesite reconstruirlo. El terraplén del puente Paloma está deteriorado y va a ser difícil arreglarlo. La línea férrea a La Serena está cortada, lo que impide el embarque de materiales a Coquimbo. Esta situación provocará la paralización de las minas, donde trabajan actualmente, más o menos, tres mil obreros. Es necesario dejar cuanto antes expedita la carretera y acelerar estos trabajos en el puente de Huentelauquén, sobre el río Choapa.
Señor Presidente, pido que se dirija oficio al señor Ministro de Obras Públicas, que no se encuentra en la Sala, con el objeto de exponerle la necesidad de rehabilitar esta carretera a la brevedad posible.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría, al señor Ministro de Obras Públicas, en su nombre.
El señor FUENTEALBA.-
Los caminos transversales están cortados en todos los valles: de Vicuña y Andacollo, a La Serena y Coquimbo; de Tulahuén, de Hurtado, de la zona de Chañaral Alto y El Palqui, y de la zona de la costa a Ovalle.
Combarbalá está actualmente aislado. Su camino hacia la carretera y a Ovalle también se encuentra cortado. La zona de Salamanca a Illapel, de Illapel a Los Vi- los y las localidades de Quilimarí, Huangualí, Tilama y Caimanes están totalmente aislados. No se puede llegar a ellas por ningún medio.
La provincia de Coquimbo está formada por 350 mil habitantes, de los cuales 200 mil viven en pueblos rurales servidos por estos caminos transversales. Diariamente, viaja a estos lugares la gente que vive allí, donde van a vender sus productos y a satisfacer sus necesidades. Hoy día, no se puede ni siquiera atender a los enfermos. Felizmente, no se ha desarrollado ninguna epidemia y es de esperar que no ocurra tal contingencia.
No es posible comunicarse con todos los pueblos, por falta de teléfono y de telégrafo.
Pido que se envíen oficios a los señores Ministros de Defensa Nacional y de Obras Públicas, para que se ordene la participación en estos trabajos de los regimientos y de los elementos disponibles de otras provincias que no han sido azotadas por estos vendavales, como son las del norte.
Como no llueve todos los años, las crecidas de los ríos y quebradas han ocasionado grandes perjuicios en las poblaciones marginales, en las ciudades de La Serena, Coquimbo, Ovalle, Illapel, Combarbalá, Salamanca, Vicuña, Andacollo y Los Vilos. Estas poblaciones están construidas en las riberas de los ríos y las personas que allí habitaban han sido evacuadas a las escuelas, a los retenes de carabineros, a la comisaría. Esta gente necesita mediaguas, frazadas y fonolitas. Es de esperar que se le envíe pronto esta ayuda, lo que podría hacerse por vía aérea.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se enviarán los oficios solicitados por Su Señoría, a los señores Ministros de Defensa Nacional y de Obras Públicas, en su nombre.
El señor FUENTEALBA.-
La crecida de los ríos y quebradas está produciendo inquietud. Hay algunos tranques próximos a desbordarse. No me refiero a los del departamento de Ovalle, porque no presentan ningún peligro, ya que han sido muy bien construidos, hace mucho tiempo, sino a algunos del valle de Quilimarí. Aquí, en la comunidad de Los Maquis, se desbordó un tranque de tierra que contenía 500 mil metros cúbicos de agua, arrasando, más o menos, 60 hectáreas de tierra plantada de árboles frutales y sembrada con productos que estaban por cosecharse. Han salido perjudicadas y damnificadas alrededor de cien familias. La corriente de las aguas arrastró diecinueve casas.
En atención a que en este momento se encuentra presente en la Sala el señor Ministro de Agricultura, quiero insinuar' le que se sirva arbitrar las medidas tendientes a que esta gente sea erradicada de la zona que sufrió los efectos del temporal, y establecida en alguna otra parte.
Además, como se halla en esa zona un ingeniero agrónomo señor José Luis Pistono, deseo pedirle asimismo, al señor Ministro que se sirva instruir a este profesional para que estudie la expropiación de algunos predios cercanos, y también la expropiación del tranque "Culimo", que hoy día constituye una permanente amenaza para los vecinos del pueblo de Quilimarí,
En Ovalle, también han sido arrasados muchos terrenos de cultivo en todos los pueblos situados en la ribera de los ríos.
Hay que considerar que esta gente ha logrado formar y mantener estos terrenos cultivables, con ingentes sacrificios y muchos años de. trabajo. Ahora, de la noche a la mañana, los han perdido todo.
En Mincha y Canela se han perdido las siembras de cominos.
Termino, señor Presidente, haciendo votos porque se acuda cuanto antes a mitigar la aflicción de los habitantes de la provincia de Coquimbo y de los que viven en las otras provincias damnificadas del norte, los cuales no han recibido los alimentos y materiales para protegerse de los efectos del temporal, que se envían hacia el norte, por la interrupción de las vías de transporte.
El señor CABELLO.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor CABELLO.-
¿Cuánto tiempo me resta, señor Presidente?
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Quedan exactamente cinco minutos al Comité Radical.
El señor CABELLO.-
Señor Presidente, pido a Su Señoría que se sirva recabar el asentimiento de la Sala, con el objeto de fijar un plazo de diez días a las Comisiones de Trabajo y Legislación Social, y a la de Hacienda, para que despachen el proyecto que figura en el Boletín Nº 565, tendiente a devolver las especies pignoradas por las personas damnificadas a raíz de las últimas inundaciones.
La aprobación de esta iniciativa permitirá acudir en ayuda de las personas damnificadas, especialmente en la provincia de Talca, que represento en esta Honorable Cámara. Ellas están viviendo en carpas y necesitan sus frazadas, su menaje y sus implementos de trabajo. Por ese motivo, hemos presentado el proyecto de ley en referencia.
Muchas gracias.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala a fin de fijar el plazo de diez días a las Comisiones de Trabajo y Legislación Social y de Hacienda para que despachen el proyecto de ley que figura en el Boletín Nº 565, a que ha hecho referencia el Honorable señor Cabello, y que fundamentalmente se refiere a la devolución de las especies pignoradas por las personas damnificadas a raíz de los últimos temporales.
El señor VALENTE.-
Y para oficiar al Ejecutivo, a fin de que haga presente a la Honorable Cámara la urgencia para el despacho de este proyecto.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Diputado? La Mesa está recabando el asentimiento unánime de la Honorable Cámara para los efectos de una petición específica, sin perjuicio de que Su Señoría formule la otra a continuación.
El señor VALENTE.-
Es una petición complementaria.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Su Señoría la puede formular a continuación.
Solicito nuevamente el asentimiento unánime de la Honorable Cámara, en relación con la petición formulada por el Honorable señor Cabello,
¿Habría acuerdo?
El señor LORCA (don Alfredo).-
¿Por cuánto tiempo iría el proyecto a esas Comisiones, señor Presidente?
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se desea fijar un plazo de diez días a las Comisiones de Hacienda y de Trabajo y Previsión Social para proceder al despacho del proyecto a que he hecho referencia. En eso consiste, precisamente, la petición "formulada por el Honorable señor Cabello.
El señor LORCA (don Alfredo).-
Nosotros daríamos acuerdo siempre que fuera por veinte días, ya que la Comisión de Hacienda tiene ya muchos proyectos en tabla.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
No hay acuerdo.
El Honorable señor Valente había formulado otra petición.
El señor VALENTE.-
Había solicitado que se oficie al Presidente de la República en el sentido de que tenga a bien pedir urgencia para este proyecto, a fin de que la Honorable Cámara pueda calificarla en su oportunidad.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Honorable Cámara para enviar oficio a Su Excelencia el Presidente de la República en la forma solicitada por el Honorable señor Valente.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Le quedan tres minutos al Comité Radical.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor FUENTES (don Samuel).-
He concedido una interrupción al Honorable señor Cabello, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Cabello.
El señor CABELLO.-
Señor Presidente, deseo extender el plazo de la petición que había formulado anteriormente. Creo que veinte días es un lapso prudente para que las Comisiones de Hacienda y Trabajo y Previsión Social estudien el proyecto a que he hecho referencia.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Recabo nuevamente el asentimiento unánime de la Honorable Cámara, a fin de conceder a las Comisiones mencionadas el plazo de veinte días para que cumplan el cometido a que ha hecho alusión el Honorable señor Cabello.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Puede continuar el Honorable señor Fuentes, don Samuel.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Señor Presidente, el sábado último concurrí a una reunión convocada por el señor Intendente de la provincia de Cautín, señor Sergio Merino, a la cual asistieron otros parlamentarios, en respuesta a esta petición de la autoridad provincial. Los jefes de servicios, citados por el señor Intendente, informaron ampliamente respecto de los daños y perjuicios sufridos por la provincia de Cautín con ocasión de las llovías y tormentas registradas últimamente.
No nos equivocamos cuando, en la sesión anteriormente celebrada por la Honorable Cámara con este objeto, hicimos notar a los señores Ministros de Agricultura y de Obras Públicas, la cuantía de los daños sufridos en aquella zona, especialmente en el sector agrícola. La reunión o entrevista realizada el sábado pasado con el señor Intendente sirvió para confirmar plenamente los perjuicios ocasionados en Cautín. Hay diez mil hectáreas bajo el agua, con la amenaza de la pérdida total de las siembras.
Asimismo, pudimos comprobar el aislamiento completo de la zona de la costa, que comprende las poblaciones de Trovol- hue, Nehuentúe, Puerto Saavedra, Puerto Domínguez, Toltén y Queule. A esta zona no se puede arribar, ni aun haciendo uso de helicópteros. Al pueblo de Carahue, en el cual anunciamos en aquella oportunidad la inundación de la población ultra Estación, sólo se puede llegar por ferrocarril.
El informe dado ha sido puesto en conocimiento del Supremo Gobierno, para los efectos de que éste pueda arbitrar medidas inmediatas.
Solicito que se envíe oficio al señor Ministro de Obras Públicas, con el objeto de que, basándose en los antecedentes proporcionados por la Intendencia de Cautín, disponga cuanto antes de los medios económicos necesarios para iniciar la repara- ción de los caminos de tipo transversal o ripiados que en este instante están totalmente destruidos.
El señor ingeniero de la provincia informó que conocía perfectamente...
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Radical.
¿Su Señoría solicita el envío de oficios?
El señor FUENTES (don Samuel).-
Sí, señor Presidente, a los señores Ministros de Obras Públicas y de Agricultura.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se enviarán a los señores Ministros de Obras Públicas y de Agricultura los oficios solicitados por Su Señoría.
El turno siguiente corresponde al Comité Comunista.
La señora MARIN.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
La señora MARIN.-
Señor Presidente, una vez más nos vemos enfrentados al trágico saldo que deja la furia de la naturaleza, que aún no cesa y que exige de nosotros medidas para abordar urgentemente esta situación.
Uno de los temporales más devastadores de los últimos tiempos ha azotado al país. Los cuadros humanos que encontramos a cada pago son dramáticos y extremadamente dolorosos: familias que han perdido todo, casas destruidas, barrios y poblaciones inundados. Faltan alimentos, ropa, medicamentos, en fin, lo más elemental para evitar la pérdida de nuevas vidas humanas. Y como siempre, los mayores daños recaen en los sectores más humildes, que son los más afectados; en los sectores abandonados, en los obreros, campesinos y pobladores modestos, que sólo tienen una casa de madera, que han levantado su hogar sin ninguna condición higiénica y cuyos hijos andan descalzos. Ellos son, precisamente, los que hoy día sienten este drama con mayor crudeza.
La razón de que los estragos causados por los temporales repercutan de manera especialmente grave en los hogares de las familias más pobres es fácil de señalar.
Por efecto de un régimen injusto, donde no se atienden las necesidades del pueblo, miles y miles de familias viven en condiciones materiales indignas, en habitaciones inseguras, incapaces de resistir situaciones como las que hoy vivimos.
Por esto, afirmamos que no basta con señalar el hecho físico provocado por Ja naturaleza, y encontrar en él la única razón de la desgracia que hoy azota a miles de chilenos.
Hay causas más de fondo y éstas son, entre otras, una absoluta falta de previsión ante eventualidades como la actual, falta de precisión que se manifiesta en la mala calidad de las construcciones, en la ausencia de criterio técnico y científico para planificar la urbanización de muchas comunas del país, etcétera. Hay situaciones que no pueden dejar de señalarse y que demuestran en forma clara la realidad de lo dicho.
Uno de los lugares más afectados por este temporal, y conviene decir que no sólo por este temporal, sino que por cualquier lluvia más o menos densa, son las poblaciones ubicadas en las riberas del río Mapocho, en las comunas de Quinta Norma! y Renca, como son las de "Nueva Matucana", "Obreros Municipales", -recién construida-, "19 de Febrero", "Brisas del Río", "Las Jabas", "Santa Rosa", "Recabarren", etcétera.
En ese lugar, el río no tiene defensa alguna que impida su desborde, y los terrenos en que se encuentran las poblaciones se encuentran al mismo nivel del cauce del río. Es más, en algunos lugares el río corre fuera de su cauce.
Ahora bien ¿cómo es posible que, teniendo la experiencia, año a año, no se hayan construido hasta la fecha defensas suficientes para impedir el desborde del río?
Ha llegado el momento de encarar estos problemas. Se hace indispensable tomar medidas urgentes y rápidas que signifiquen una solución verdadera para los que constantemente sufren las consecuencias de estas catástrofes.
En este espíritu, proponemos que se inicie de inmediato la construcción de defensas, en el sector más afectado, que abarca todas las poblaciones de Quinta Normal y Renca, ubicadas en las riberas del río Mapocho. Para esto, el Ministerio de Obras Públicas deberá destinar, con cargo a su presupuesto, fondos suficientes para esta urgente obra.
Solicito que se dirija oficio al señor Ministro de Obras Públicas en este sentido.
La situación en las comunas del segundo distrito es extremadamente seria; las pérdidas son enormes. Hay miles de familias evacuadas y poblaciones enteras arrasadas por el agua, puentes cortados, localidades totalmente aisladas.
Es necesario que el Ministerio de Obras
Públicas elabore un plan extraordinario para remediar estos problemas de las comunas del segundo distrito, como Quinta Normal, Barrancas, Renca, Conchalí, Maipú, etcétera, que están totalmente abandonadas en cuanto a urbanización.
La Municipalidad de Barrancas ha solicitado del Ministerio del Interior autorización para ocupar algunos terrenos con el objeto de ubicar en ellos a las familias damnificadas, ya que no quedan locales escolares donde instalarlas.
Pido que se dirija oficio al señor Ministro del Interior, a fin de que se sirva atender las peticiones de la Municipalidad de Barrancas y las de otras comunas del segundo distrito.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Se enviarán los oficios solicitados al señor Ministro de Obras Públicas y al del Interior, en nombre de Su Señoría.
La señora MARIN.-
La situación es angustiosa, pero no se deben adoptar medidas que vuelvan las cosas a la situación anterior, sino que eleven el bienestar de las masas, proporcionándoles vivienda adecuada, alimentación barata y seguridad en el trabajo.
Las medidas anunciadas por el Gobierno son, sin duda, necesarias y deben ser impulsadas con la mayor rapidez y el mínimo de trámites de cualquier especie. La entrega de 10.000 sitios en Santiago debe concretarse y ampliarse. Tal medida constituye un paso adelante en la solución dei problema de las familias sin casa e implica un reconocimiento de las proporciones del drama de la falta de viviendas. Esto viene a poner en evidencia lo falso y absurdo de la posición de quienes han pretendido atribuir a móviles políticos la ocupación de terrenos y de casas deshabitadas por gente que ha actuado movida por la desesperación, por la necesidad de hallar un lugar donde asentar su hogar.
También son de estricta necesidad las medidas anunciadas para ir en ayuda material de las familias damnificadas. Adquiere, asimismo, primordial importancia la represión de la especulación. Esta debe materializarse en forma drástica, para evitar que gente inescrupulosa siga añadiendo una carga más sobre las ya golpeadas espaldas del pueblo.
Planteamos que, además de las medidas anunciadas por el Gobierno, deben aplicarse otras. Aquéllas son necesarias, pero insuficientes.
En el aspecto del financiamiento de los gastos que demanda encarar la actual emergencia, no basta con la destinación de un millón de escudos del rubro destinado a calamidades públicas y con la redistribución de algunos fondos consultados en el Presupuesto Nacional. No podemos tampoco atenernos sólo a las donaciones que puedan llegar desde el extranjero. Es necesario acudir a fuentes de donde se puede y se debe obtener recursos; exigiendo el aporte de los sectores privilegiados que extraen grandes ganancias de la explotación de nuestras riquezas básicas; de las compañías del hierro que gozan de inmensas franquicias tributarias; de las empresas bancarias; de las utilidades de los grandes monopolios.
Pedimos que se haga entrega inmediata de todas las casas CORVI y de las pertenecientes a las Cajas de Previsión que estén habitables y desocupadas, obviando los trámites burocráticos que impiden dicha entrega, mientras miles de familias carecen de un techo. Nadie en Chile podría oponerse a una medida de este tipo.
En lo referente a la entrega de los sitios, estimamos que ésta debe concretarse de inmediato y complementarse con la entrega de materiales de construcción.
A lo anterior se debe agregar la solución rápida de los problemas de urbanización, para lo cual el Gobierno debe impulsar el proyecto de ley llamado de ;Promoción Popular", que él mismo envió al Congreso y que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, donde fue mejorado y complementado. En ese proyecto se incluye una serie de normas que ya estarían operando si el Gobierno no lo hubiera retirado del Congreso Nacional y que facilitarían el proceso de urbanización de las poblaciones y vendrían a regularizar una serie de situaciones de hecho, así como a proteger a miles de personas que han sido víctimas de loteadores inescrupulosos.
Como indispensable complemento a las medidas de represión de ¡a especulación, se debe ir a la congelación general de los precios de los alimentos y de los materiales de construcción. En la situación de emergencia en que se vive en la mayor parte del territorio nacional, la congelación de los precios es una medida de protección mínima para la población y en especial para los pobladores modestos.
La gente necesita tener la seguridad de que los precios no seguirán subiendo; de que la escasez no puede justificar nuevas alzas; de que hay una autoridad decidida a castigar drásticamente la especulación.
Las medidas de emergencia, lo repetimos, son necesarias. No se puede dejar de actuar para enfrentar la acción de la naturaleza que tan cruelmente ha golpeado al país y para remediar las consecuencias de su fuerza destructora. Pero junto a aquéllas, es indispensable plantear el problema de la prevención de los daños que cada una de las embestidas de las fuerzas de la naturaleza provocan en el país. La necesidad de prevenir estas consecuencias es la lección que nos están dando los sismos y temporales que con trágica frecuencia azotan el territorio. Cuántas poblaciones se habrían librado del devastador efecto de las crecidas de ríos y esteros o de sus desbordes, de no haber estado situadas en lugares bajos, en las márgenes de los cauces y hasta dentro de ellos mismos?
¿Cuántos sectores urbanos habrían resistido mejor la persistencia de la lluvia si hubieran contado con sistemas de alcantarillado y desagües eficientes? Y, sobre todo, ¿cuántas mejoras y viviendas improvisadas habrían permanecido en pie, sin dejar a sus habitantes en la intemperie, si en vez de ser tales, hubieran sido construidas sólidamente, en lugares adecuados y con materiales apropiados? La imprevi- sación cuestan demasiado caro al país.
La pérdida de vidas humanas exige la aplicación de una política audaz, realmente revolucionaria, que signifique impulsar el desarrollo del país.
Eso es todo.
El señor GUASTAVINO.-
Pido la palabra.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GUASTAVINO.-
Señor Presidente, el Partido Comunista ha encargado a la compañera Gladys Marín y al que habla expresar en esta sesión la inmensa inquietud y la preocupación que le asisten, a propósito del drama y la tragedia que hoy está viviendo nuestro pueblo, golpeado y latigado por el desate de las fuerzas de la naturaleza, que se han conjurado para lesionarlo, como si ya no bastara con el sufrimiento y el dolor que implican, necesariamente, las condiciones propias del sistema social y económico que por tantos años viene lastimando a las mayorías nacionales.
Nos preocupa que pudiera continuarse por el camino de limitarse a describir el drama y la tragedia de los chilenos. Creemos que ya la prensa y la radio ha sido pródigas en descripciones del cuadro espeluznante que, una vez más, pusieron de relieve los recientes temporales. Estima- mos que ahora hay que poner manos a la obra. Hay que tomar medidas prácticas; y concretas, algunas de ellas sugeridas incluso por otros señores Diputados en esta misma sesión. Hay que resolver los problemas.
El Partido Comunista piensa que deben ponerse en tensión las capacidades realizadoras de todo nuestro pueblo; su afán de salir adelante, por encima de la adversidad; su resolución de triunfo, más allá de las lágrimas y de las desventuras.
El compañero Diputado Manuel Cantero y el que habla fuimos comisionados por nuestro partido para aquilatar en nuestra provincia, en el propio terreno, tal como lo hicieron muchos señores Diputados en las suyas, los estragos causados por los temporales, que allí azotaron con tanta fuerza. Ya lo sabe la Honorable Cámara: también la provincia de Valparaíso, como otras 22 provincias del país, ha sufrido hasta lo indecible.
Pero, ¿por qué ha pasado esto? ¿Por qué un temporal causa tantos daños en nuestra patria? Todos sabemos que, en muchos países, la fuerza desatada de la naturaleza se lanza con mayor furia que la que acá nos sacudió, Países hay que son barridos por los huracanes, por los temporales, por la nieve que todo lo cubre. ¿Podemos acaso excusarnos, diciendo que los temporales nos sorprendieron y que el sismo de! 28 de marzo también nos sorprendió? ¿No es éste un país proclive a este tipo de asolamientos y de embates naturales?
Estas son las preguntas que está llamada a responder la Honorable Cámara, éstos son los problemas que, sobre la base de un amplísimo y abierto debate nacional, deben ser encarados de una vez por todas.
En la provincia de Valparaíso, hay problemas concretos que encarar y resolver. Quiero señalar algunos de ellos.
Mientras en la provincia de Valparaíso, particularmente en sus ciudades de topografía más peculiar y endiablada, no se haga el abovedamiento de las quebradas y de los cauces, no se podrán asegurar la pervivencia, la seguridad y la tranquilidad de los vecinos de las partes altas, que son la mayoría.
Si no se construyen, en forma inmediata, urgente, ahora, por lo menos 100.000 metros cúbicos de muros de contención a los costados de los cerros y de muros de barreras, cruzados en las calles de la parte alta de Valparaíso, que aún no se pavimentan, no se prevendrá la caída terrible de agua, barro, piedras, escombros, sobre las casas de los vecinos.
Falta un plan extraordinario de pavimentación para los cerros de Valparaíso y de Viña del Mar, a fin de impedir que la tierra siga deslizándose y el agua socave las casitas, las cuales terminan por desmoronarse, por derrumbarse. Si la pavimentación es necesaria en todas las comunas del país, cobra particular relieve e importancia en aquellas zonas donde la topografía lleva a la gente a habitar en terre- nos altos.
Hay que construir las defensas del río Aconcagua y encauzarlo, por lo menos en los tramos que comprenden las ciudades de La Calera y Quillota, donde las poblaciones ribereñas han sufrido consecuencias verdaderamente horrorosas con motivo de) desborde de las aguas. Hoy, ese río no tiene cauce. Las crecidas de invierno y de verano acarrean desastres para las poblaciones ribereñas. Ahora, con los temporales, las poblaciones "Las Cabritas", "El Trigal", "Entrepuentes", en La Calera, y las poblaciones "Aconcagua Sur", "Aconcagua Norte" y "Rosales", de Quillota, para mencionar sólo algunas de ellas, han sido completamente inundadas. Hay, pues, que encauzar estas aguas y construir las defensas a ambos lados del río.
Hay que construir no menos de 200 casas para Artificio, 50 para El Melón, 50 para Nogales y 300 para La Calera.
Deben expropiarse con urgencia los terrenos en que se realizará, en nuestra provincia, la entrega de sitios semiurbanizados a las familias sin casa. Con ese espíritu, en la tarde de hoy, los Diputados del Partido Comunista hemos votado favorablemente el proyecto que modifica el artículo 21 de la ley Nº 16.282, sobre reconstrucción.
Sólo estamos hablando de las medidas y obras más urgentes, de las que no admiten dilación. No estamos planteando un plan de largo alcance, sino señalando, señor Ministro de Agricultura, para que se sirva transmitirlo a los otros Ministros, que no están aquí presentes, las necesidades que el Ejecutivo debe abordar ahora, en este momento, en nuestra provincia.
Pero, ¿cuánto vale, concretamente, llevar a la práctica estas medidas? ¿Cuánto dinero se precisa?
Tengo en mi mano la copia de un presupuesto elaborado por la Dirección de Obras de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso acerca de la reparación de los perjuicios ocasionados por los primeros temporales, no por el último y terrible temporal. Ese presupuesto alcanza a 871.200 escudos. Como no quiero ocupar en exceso el tiempo de la Honorable Cámara, solicito que este presupuesto se inserte en la versión oficial.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para insertar, en la versión oficial, el documento a que se ha referido el Honorable señor Guastavino.
Acordado.
El señor GUASTAVINO.-
Muchas gracias.
-El documento que se acordó insertar es el siguiente:
PRESUPUESTO PARA REPARACION DE PERJUICIOS OCASIONADOS EN LA CIUDAD DE VALPARAISO POR EFECTOS DEL TEMPORAL DE LLUVIAS EN LOS DIAS 8, 9, 10 y 11 DE AGOSTO DE 1965(1)
PRESUPUESTO PARA REPARACION DE PERJUICIOS OCASIONADOS EN LA CIUDAD DE VALPARAISO POR EFECTOS DEL TEMPORAL DE LLUVIAS EN LOS DIAS 8, 9, 10 y 11 DE AGOSTO DE 1965 (2)
PRESUPUESTO PARA REPARACION DE PERJUICIOS OCASIONADOS EN LA CIUDAD DE VALPARAISO POR EFECTOS DEL TEMPORAL DE LLUVIAS EN LOS DIAS 8, 9, 10 y 11 DE AGOSTO DE 1965(3)
El señor GUASTAVINO.-
Pero, si estos dineros se emplearan, se gastaran, las cosas quedarían en el mismo estado calamitoso en que se encontraban antes de los temporales. ¿Y el resto de las obras? ¿Y lo otro que hemos planteado?
Veamos el problema de los abovedamientos. Tengo en mi mano un cálculo hecho por la Municipalidad de Valparaíso sobre el abovedamiento de 37 quebradas en esa comuna. Su costo alcanza a 6.840.700 escudos. Pido también que se inserte este presupuesto en la versión oficial.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para insertar, en la versión oficial, el presupuesto que ha mencionado el Honorable Diputado señor Guastavino.
Acordado.
-El documento que se acordó insertar es el siguiente:
ABOVEDAMIENTO DE QUEBRADAS DE LA CIUDAD DE VALPARAÍSO
El señor GUASTAVINO.-
Tengo también en mi mano un estudio sobre lo que la Municipalidad de Valparaíso ha gastado en los años 1963 y 1964 y sobre lo que está gastando en 1965, debido a que no se han abovedado las quebradas y los cauces de que hemos hablado aquí. La verdad es que deben gastarse 400 millones de pesos anualmente, en limpiar los cauces, en transportar arena, escombros, etcétera.
Para una mejor comprensión, pido también que este presupuesto se inserte en la versión oficial.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para insertar, en la versión oficial, el documento a que se ha referido el Honorable señor Guastavino.
Acordado.
-El documento que se acordó insertar es el siguiente:
GASTOS EFECTUADOS DURANTE EL PERÍODO DE LOS AÑOS 1963-64 Y 65 PARA LA EXTRACCIÓN DE ARENA Y ESCOMBROS, PARA EL TRANSPORTE Y CONTRATACIÓN DEL PERSONAL PARA ESOS FINES
Año 1965
En este año, se llamó a propuesta pública para la limpieza de cauces y tranques de la ciudad, para la limpieza de alcantarillas y transporte de escombros y arena. Hasta el 31 de julio se había cancelado la suma de Eº 173.675,70 y ya están comprometidos cerca de Eº 400.000,00."
El señor GUASTAVINO.-
Frente a los problemas que afectan a la provincia de Valparaíso, las proposiciones del Partido Comunista, están contenidas en proyectos de ley concretos que el Diputado Manuel Cantero y el que habla hemos presentado en el día de hoy y presentaremos mañana a la Honorable Cámara.
Nosotros planteamos la expropiación de los fundos "El Pajonal" y "El Hinojo", que abarcan 388 hectáreas, en pleno corazón de los cerros de Valparaíso. Quiero decir que el fundo "El Pajonal", de 144 hectáreas, tributó al Fisco, en 1964, la cantidad de Eº 0,95 ¡950 pesos de contribución por la enorme extensión de 1.440.000 metros cuadrados en pleno corazón de Valparaíso! Esta tarde, hemos aprobado una modificación del artículo 21 de la ley 16.282 que permitirá expropiar este fundo. El objetivo de la moción que hemos presentado con el DiputadoManuel Cantero es obtener que estos terrenos sean preparados, modelados, urbanizados y destinados a la construcción de no menos de 5.000 viviendas populares definitivas, que se reclaman con dramática urgencia en nuestra provincia.
También proponemos establecer un impuesto de tres pesos por kilogramo de mercadería que se embarque o desembarque a través del puerto de Valparaíso. Como los señores Diputados comprenderán, un tributo de monto tan mínimo, aplicado durante cinco años en beneficio de los distintos municipios de la provincia de Valparaíso, no significará un factor de encarecimiento del costo de la vida, porque, en general, será pagado por los sectores más poderosos del país.
Proponemos el remate de las mercaderías depositadas en la aduana de Valparaíso, desde el 1º de abril hasta el 31 de diciembre de 1965, que tengan el carácter de decomisadas o se encuentren expresa o presuntivamente abandonadas, y estén en condiciones de ser rematadas, conforme a las disposiciones legales vigentes. Según los cálculos hechos, esto podría arrojar la suma de un millón de escudos.
Proponemos un tributo de Eº 0,10 por cada bolsa de cemento producida por el poderosísimo y fabuloso monopolio de "Cemento Melón", el cual, según datos oficiales, en el año 1964, obtuvo la utilidad de Eº 7.763.516. "Cemento Melón" produce 18.000.000 de sacos de cemento, en el año. El tributo propuesto rendiría Eº 1.800.000 lo que no alcanza a ser la cuarta parte de lo que este monopolio declara haber ganado en 1964.
Estas son las proposiciones que planteamos en el plano provincial. Para ellas, solicitamos una actitud positiva y progresista de parte de toda la Honorable Cámara.
Pero, además, proponemos medidas de carácter nacional, como nuestro partido lo ha venido haciendo a través de sus órganos de publicidad. En esta ocasión, queremos plantear a la Cámara que el enfrenta- miento de los problemas derivados de estos temporales, de esta catástrofe, requiere una actitud impetuosa, revolucionaria, que signifique realizar los cambios que esperan las masas populares.
Esta noche, el Partido Comunista propone, una vez más, en defensa y en resguardo de los intereses nacionales, de la soberanía y de la dignidad de Chile, que se exija a las compañías norteamericanas del cobre el cumplimiento del artículo 48 de la ley Nº 14.171, lo que proporcionaría 23 millones de dólares. Saben los señores Diputados que estas compañías no han cumplido con la obligación establecida en la ley Nº 14.171. Obligando a cumplir la ley a estas grandes compañías norteamericanas, se pueden obtener 100 millones de escudos, 100 mil millones de pesos chilenos, para enfrentar el drama que hoy vive nuestro pueblo.
Proponemos establecer que los bancos particulares tributen nada más que el 20 % de sus utilidades, durante 3 años, con un mínimo equivalente al 20% de lo establecido en el ejercicio último. Este impuesto a las utilidades de los bancos particulares permitiría obtener otro afluente de recursos para salirles al paso a estos problemas. Vale la pena recordar que, en el primer semestre de 1965, los bancos particulares obtuvieron en Chile una utilidad de 10 mil millones de pesos, según sus declaraciones.
Proponemos establecer una contribución del 30% sobre las utilidades de las sociedades anónimas y de las sociedades de responsabilidad limitada que excedan del 10% del capital y las reservas, según el último balance.
Proponemos derogar transitoriamente, por 2 años, todas las exenciones tributarias a las ganancias y ventas de empresas extranjeras y nacionales cuyos capitales pasen de los 100.000 escudos.
Propiciamos establecer un cupo forzoso a todas aquellas propiedades agrícolas cuyo avalúo fiscal sea superior a 200.000 escudos, equivalente a un 10% de dicho avalúo.
Esta es la posición del Partido Comunista. Traemos proposiciones concretas, que no lesionan al modesto obrero, campesino o empleado, al pequeño comerciante o industrial, sino a los grandes intereses económicos de este país.
Nos preocupa el enfoque nacional que tiende a dársele a los caminos para enfrentar la catástrofe por parte del Gobierno. Sabe muy bien el Gobierno de la República que el Partido Comunista ha estado apoyando todas y cada una de las medidas que tienden efectivamente a resolver los problemas populares, en ésta y en cualquiera otra emergencia. Pero no compartimos el criterio sustentado en la cuenta que, por encargo del Presidente de la República, dio el sábado 14, recién pasado, el señor Subsecretario del Interior, don Juan Hamil- ton, en la que dijo textualmente: "es igualmente difícil aumentar los impuestos y contribuciones para lograr los fines de la reconstrucción, dado el recargo que existe y que todos están afectados por el temporal. El Gobierno abordará la solución de este problema mediante la redistribución del presupuesto." No, señor Presidente, no están todos afectados, no están todos pagando el mismo tributo doloroso de este temporal, que ha asolado a nuestro país. Quiero decir que no pueden resolverse los problemas de Chile frente a esta catástrofe en función del presupuesto nacional. No es fuente de recursos el presupuesto nacional sino un cuerpo legal, un instrumento contable para los ingresos y egresos del país.
No podemos estar de acuerdo en aquella otra parte de la información del señor Hamilton que dice: "no obstante hay quienes en tales circunstancias auspician proyectos para postergar o no aplicar las leyes tributarias."
"Por una parte exigen una rápida acción para reparar los graves daños producidos y, por la otra, tratan de disminuir los recursos con que esa tarea puede llevarse a cabo".
Aquí están las proposiciones del Partido Comunista de Chile. ¿Tienden acaso a quitarle más recursos y medios económicos al Gobierno para enfrentar esta tarea? De ninguna manera, señor Presidente; estamos defendiendo la posición de los pequeños contribuyentes, de aquéllos que perdieron sus casas, su muralla, su techo; estamos defendiéndolos para que no caigan sobre ellos el látigo del tributo desesperante y odioso. Esta es la justa posición que nosotros mantenemos.
El señor Hamilton dice: "Por eso apelamos al sacrificio de todos y no admitimos excepciones". Aquí es donde le decimos al señor Hamilton: ¿Habrá exigencias por parte del Ejecutivo para que las compañías norteamericanas del cobre cumplan con el artículo 48 de la ley Nº 14.171, que proporcionaría 23 millones de dólares más, o están exceptuadas las compañías norteamericanas del cobre. ¿Habrá sacrificios también para ellas, señor Hamilton?
¿Quién va a responder esta interrogante crucial para la vida económica del país? ¿El señor Ministro del Interior o el de Agricultura, aquí presentes, o algún otro representante del Ejecutivo? ¿Cómo es posible que nadie conteste a esta interrogante, que permanentemente hemos formulado con fuerza en este hemiciclo, que los comunistas seguiremos planteando en nombre y en defensa de Chile?
No estamos en absoluto de acuerdo, pues, con tales conceptos del Gobierno, planteados a través del señor Subsecretario del Interior.
Igualmente, nos preocupa extraordinariamente otro hecho: los conceptos emitidos nada menos que por don Eduardo Frei, que sirven para dibujar lo que efectivamente está ocurriendo en el drama de las poblaciones, pero que muestra también la verdadera filosofía económica, la carencia total de imaginación creadora, audaz y revolucionaria con que el Gobierno de la Democracia Cristiana aborda los agudos problemas del país.
El día jueves 14 del presente, Su Excelencia el Presidente de la República pronunció las siguientes frases textuales en su discurso inaugural de la Convención Nacional del Comercio. "Ayer no más recorría los barrios de Santiago y pude ver un espectáculo dantesco. Yo, que durante mis campañas electorales no hice otra cosa que recorrer las poblaciones, no era capaz de imaginar lo que vi ayer. Mujeres con nueve hijos estaban arriba de una cama con el agua sobre el colchón, tiritando! Y no en una casa, sino en cientos de ellas". Y dijo: "¡Y esta gente me pide una solución inmediata! ¿De dónde saco recursos, sino del Presupuesto Nacional"? Esta frase final del señor Frei condena fatalmente a esa madre y a sus hijos a seguir tiritando encima del colchón mojado, por mucho tiempo más, aunque ello le parta el corazón al señor Frei. Porque no es con lamentaciones doloridas que sacaremos a esa mujer y a esos niños chilenos, a miles de mujeres y de niños chilenos, de la tragedia y del frío, señor Presidente. No. Tampoco ello se logrará si el señor Frei sólo mira como solución hacia el ya desfinanciado Presupuesto Nacional y no se empina un poco, para divisar aunque sea, los grandes intereses oligárquicos e imperialistas, que nada sufren con los temporales y que alguna vez debiera exigírseles con mano firme una cuota de aporte para mitigar el dolor nacional en el que buena responsabilidad tienen ellos, doblándoles la mano, de esa manera, en su frío egoísmo.
Esta situación se podría resolver sólo con las medidas realmente antimonopólicas, antifeudales y antimperialistas, que el Partido Comunista y el Frente de Acción Popular han planteado permanentemente ante la faz del país y que hoy reiteran ante la Honorable Cámara. También tenemos temor de que se caiga en una campaña desenfrenada de limosna pública, en la que se diga que cada cual debe sacar de su bolsillo diez, cien o mil pesos para entregarlos a quienes recolectan dinero en la calle. ¿ En qué afectarían mil o diez mil escudos de limosna al señor Yarur? No, señor Presidente. Muy mal se educaría, además, a nuestro pueblo. Y se le rebajaría en su dignidad si se continuara dando carácter de institución nacional a la limosna. El pueblo no quiere limosnas, señor Presidente, sino justicia, medidas concretas de justicia, que garanticen su legítimo derecho al techo, a la habitación, a la seguridad para sus hijos, al abrigo, al trabajo. Y es eso lo que aquí plantea patrióticamente una vez más el Partido Comunista.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
¿Me permite. Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Comunista.
El turno siguiente corresponde al Comité Socialista.
La señora ALLENDE.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ISLA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
La señora ALLENDE.-
Señor Presidente, los temporales que han azotado al país y que vienen a sumarse a las calamidades derivadas del sismo del 28 de marzo recién pasado, demuestran que es el pueblo quien sufre implacablemente los efectos del frío, las inundaciones y la devastación. Se ha elevado a la condición de aforismo la frase que dice que el nuestro es un "pueblo sufrido". Esta triste frase se ha levantado como una suerte de fatalidad ineludible.
Nosotros pensamos que las calamidades que, periódicamente, arruinan a Chile no serían tan perjudiciales si nuestro país fuera una nación próspera y en vías de progreso acelerado, lo cual sólo se podrá conseguir el día que seamos dueños de nuestras riquezas, el día que nacionalicemos nuestro cobre, lo que nos dará los medios para ese avance. Creemos, además, que los males serían menores si tuviéramos un Gobierno revolucionario que emprendiera la redistribución de la renta nacional, para terminar con la injusta condición de sectores entregados a la miseria. De ahí que ahora, frente a esta nueva contingencia, se haga más necesario que nunca la adopción de medidas de fondo, destinadas a conjurar la grave situación que afecta especialmente a los sectores más modestos de la población.
A raíz de los problemas por el sismo que afectó a vastas zonas del territorio en las postrimerías del mes de marzo último, propusimos, nosotros, los socialistas, la creación de un Comité Ejecutivo de Reconstrucción, de carácter permanente, integrado por representantes del Ejecutivo, de la CUT, de los empleados y obreros, del Colegio Médico, del Colegio de Arquitectos de las universidades estatales y del Congreso Nacional. Creemos que esa proposición tiene hoy especial vigencia, sobre todo si se considera que en el decreto del 14 de agosto, dictado por Su Excelencia el Presidente de la República para hacer frente a la emergencia que actualmente vive el país, se consulta una comisión oficial restringida y de carácter transitorio. Consideramos que el decreto aludido se limita a observar un criterio formalista, radicando todo el proceso de ayuda asistencial en el Presidente de la República y las ramas de la administración. Nuestra proposición, en cambio, supone un organismo de composición más amplia, de carácter permanente y dependiente de la Corporación de Fomento de la Producción, entidad que dispone de una organización técnica muy adecuada para actuar de acuerdo con las exigencias de la realidad.
Señor Presidente, al caminar por las distintas poblaciones de Santiago, nos encontramos con que los daños ocasionados por los temporales, no se deben, exclusivamente, a la deficiencia de las construcciones, sino, en gran medida, al pésimo estado en que se encuentran los desagües y el sistema de alcantarillado, en los lugares en que existen, fomentando así los desbordes e inundaciones. Estas instalaciones deben mejorarse a la brevedad posible.
Estimamos que en las poblaciones donde aún no se ha planificado un sistema de alcantarillado y en las que no se realizarán estas obras en 1966, el Ministerio de Obras Públicas, de acuerdo con la Municipalidad respectiva, debe hacer los estudios necesarios, de preferencia a cualquier otra obra, a fin de evitar la repetición, en el próximo año, de las calamidades sufridas ahora.
Al mismo tiempo, consideramos que las municipalidades deben consultar en sus presupuestos fondos especiales para reparar los daños en los lugares más afectados por las inundaciones recientes. Aquellos municipios que no dispongan de recursos económicos para este efecto, deben acogerse al artículo 8ª de la ley Nº 16.282, sobre reconstrucción, que dispone el otorgamiento de los fondos requeridos.
Quiero referirme ahora, al Segundo Distrito de Santiago, porque ha sido el más afectado por los temporales; sus 13 comunas han sido duramente azotadas. Como se sabe, son sectores de gran densidad, habitados por gente de escasos recursos económicos. En ellos existen poderosas industrias que no han dado ni dan a sus trabajadores condiciones adecuadas de vida.
En los conflictos laborales en que me ha tocado intervenir, he comprobado que los industriales de este sector proporcionan vivienda a menos de un 15% de sus operarios. Sólo por vía de ejemplo, deseo señalar el caso de la Industria Textil Hirmas S. A., para citar sólo a una de las más grandes. Esta fábrica tiene una planta de 2.274 operarios; sólo proporciona habitación a 150 de ellos. En las mismas o, quizás, peores condiciones se encuentra la mayoría de los trabajadores que prestan servicios en otras empresas de ese distrito.
Si los industriales cumplieran con su obligación de otorgar viviendas a sus obreros, el déficit habitacional disminuiría en una buena proporción.
Solicito, en consecuencia, señor Presidente, que se dirija oficio en mi nombre a los señores Ministros del Trabajo y Previsión Social y de Obras Públicas, a fin de que informen sobre el número de viviendas que las industrias del Segundo Distrito de Santiago tienen para sus obreros y empleados.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviarán los oficios solicitados por Su Señoría,
El señor SILVA ULLOA.-
Y en nombre del Comité Socialista.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Y en nombre del Comité Socialista.
La señora ALLENDE.-
Las poblaciones ubicadas en lecho de río o lugares adyacentes a canales o acequias deben ser erradicadas rápidamente. Cuando ello no sea posible, deben efectuarse los embalses, la canalización y demás reparaciones en los sectores que convenga. Para citar sólo algunos casos, tenemos que, en Talagante, 208 familias de la población "Del Río", tuvieron que ser evacuadas a la escuela "Grecia", por el desborde del río Maipo; en Colina, el río Mapocho inundó las poblaciones cercanas y es necesario canalizarlo desde Peldehue hasta San José.
En Quinta Normal, la situación es la siguiente; población Nueva Matucana, inundada por desborde del río Mapocho; población "Abraham Gómez", también inundada por desbordes del mismo río. 201 familias debieron ser ubicadas en diversos locales escolares. Lo mismo sucede en Renca y otras comunas.
Si las obras de reparación resultaran de un costo más elevado que el que supone la erradicación de poblaciones ribereñas, se debe, a mi juicio, proceder a su traslado antes del invierno de 1966.
Señor Presidente, aunque no corresponde a mi distrito, deseo referirme a la situación en que se encuentran cientos de familias ubicadas frente a la Municipalidad de San Miguel, las cuales, ante la angustia de no tener casa, han debido ocupar ese lugar como una manera desesperada de conseguir solución adecuada a sus problemas.
En "Santa Adriana", 728 familias se encuentran en idénticas condiciones. Sumidas en el barro, apenas protegidas por carpas que no alcanzan a albergarlos a todos, obligando a 4 ó 5 familias a tener por techo una misma carpa de no más de 3 metros cuadrados. Muchos de ellos ya están enfermos; sin más recursos que su esperanza, sin remedios y expuestos a una epidemia de peores consecuencias.
Varios están inscritos como postulantes en la CORVI; algunos desde hace seis años. Sin embargo, nada se les ha dado todavía.
Quisiera que los señores Diputados de la Democracia Cristiana pasaran algunos minutos entre ellos, para que apreciaran lo que en realidad es el infierno. Porque, para ellos, el infierno está aquí en la tierra...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señora ALLENDE.-
Si estos compatriotas viven en esta forma, es porque la desesperación y la angustia económica los ha conducido a ello.
Termino, señor Presidente, solicitando que se dirija oficio, en mi nombre, al señor Ministro del Interior, para que se sirva informar acerca de la manera cómo el Gobierno piensa solucionar esta grave situación y cuáles son las medidas que ha adoptado para ello.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio solicitado, en nombre de Su Señoría.
La señora ALLENDE.-
Señor Presidente, pido una pronta solución para esta triste situación. La pido en nombre de esos cientos de niños, que tendrán un amargo recuerdo del sufrimiento que han debido soportar para tener un techo y alcanzar una vida digna. Cuando los miro y los veo, tiritando de frío, sumidos en el barro, quisiera que se cumpliera lo que dijimos nosotros en nuestra campaña presidencial, de que en nuestro gobierno el niño sería el único privilegiado.
He dicho, señor Presidente.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra.
El señor OLIVARES.-
Pido la palabra.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor OLIVARES.-
Señor Presidente, cada vez que la desgracia se ensaña con nuestra Patria, la solidaridad y el espíritu generoso de nuestro pueblo lo hacen acudir, en forma espontánea y ejemplar, en ayuda presurosa de los compatriotas afectados.
En los últimos días, un temporal de desastrosas consecuencias ha sumido en la desolación y en la miseria a los sectores más humildes de Chile. El temporal que nos azota ha dejado a su paso la muerte y la desesperación; se ha visto enlutada la gloriosa Armada Nacional; han quedado muchos hogares destruidos y se han contabilizado daños materiales, en edificios y obras públicas, por sumas que abisman. Entonces, señor Presidente, ¿qué ha hecho todo chileno de corazón bien puesto? Lo que nuestra tradición indica: ¡ayudar y socorrer a los que sufren!
Pero también hay excepciones, que son verdaderas manchas en esa tradición. Y me voy a referir a una de estas excepciones.
La provincia de O'Higgins también ha sufrido, y está sufriendo, las gravísimas consecuencias de estos temporales, que, en forma tan dura, nos han afectado: poblaciones inundadas, puentes destruidos, campos de cultivo arrasados, etcétera. En Rancagua, por ejemplo, fue necesario evacuar las poblaciones "Santa Fe" y "La Gloria", y a algunas familias de las poblaciones "25 de Febrero" y "Santa Teresita". La Intendencia de O'Higgins, las autoridades, la Cruz Roja, la Confederación de Trabajadores del Cobre y otras instituciones, adoptaron medidas, para mitigar los daños y restañar las heridas de las modestas familias damnificadas.
Sin embargo, en medio de tanto dolor y miseria, un comerciante inescrupuloso e inhumano no ha trepidado en engañar al señor Intendente de la provincia, al venderle, por una suma superior a los 500 escudos, fideos, como los que, en esta muestra, traigo a la Honorable Cámara, para que fuesen distribuidos entre las familias afectadas por las inundaciones, que están alojadas en locales de la Escuela Industrial, del Liceo de Hombres y de la Escuela Nº 44, de Rancagua. Pues bien, señor Presidente, creo que hasta los perros se ofenderían si tratáramos de prepararles algún alimento con estos fideos. Sin embargo, este comerciante, no ha regalado, sino que ha vendido a la Intendencia de O'Higgins, repito, una cantidad de este artículo, destinada a ayudar a las personas damnificadas por esta catástrofe.
La misma denuncia que he hecho esta noche en la Honorable Cámara, tuve ocasión de formularla a un Ministro de Estado. Hace pocos instantes, en efecto, le hemos mostrado estos fideos al señor Ministro del Interior, expresándole que también se los exhibimos a las autoridades de Rancagua. Justamente, gracias a la muestra que entregamos al Intendente de O'Higgins, logramos impedir que se distribuyera este producto entre las familias afectadas.
Pese a que ya el señor Ministro del Interior ha tomado conocimiento de este hecho, quiero solicitar se le envíe oficio, con el objeto de que se ordene una investigación y que, como resultado de ella, se apliquen las sanciones a que este comerciante se ha hecho acreedor, repito, por el delito de especular con la desgracia de nuestro pueblo.
Mientras todos los chilenos estamos preocupados de ayudar a nuestros compatriotas, este comerciante...
El señor VALDES (don Arturo).-
¿Cómo se llama ese comerciante, Honorable colega?
El señor OLIVARES.-
Se llama Eduardo Hechem, comerciante del pueblo de Re- quínoa, ubicado en los alrededores de Rancagua.
Nosotros creemos que delitos como éstos deben ser sancionados, con todo el rigor de la ley. Por eso, los Diputados socialistas hemos dado también, esta tarde, nuestra aprobación al proyecto, patrocinado por el Ejecutivo...
El señor LEIGHTON (Ministro del Interior).-
¿Me permite una interrupción, señor Diputado?
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Honorable Diputado, el señor Ministro del Interior le solicita una interrupción.
El señor OLIVARES.-
... en virtud del cual se podrán aplicar sanciones a estos comerciantes.
Concedo, con todo gusto, la interrupción solicitada.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Olivares, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor LEIGHTON (Ministro del Interior).-
Señor Presidente, creo indispensable manifestar a la Honorable Cámara que, efectivamente, el Honorable señor Olivares me hizo la denuncia a que se está refiriendo. Yo fui inmediatamente informado al respecto. Y pude establecer que el señor Intendente de O'Higgins había reclamado de esta actitud del comerciante aludido por el señor Diputado y que devolvió el valor de la mercadería, la cual, a su vez, le fue devuelta por el Intendente. De manera que, en el acto, el daño fue reparado.
Quería dejar establecido este hecho, para darle satisfacción a la Honorable Cámara y la seguridad de que los Intendentes nuestros, como ya lo daba a entender el Honorable señor Olivares, están tratando de cumplir su deber en la mejor forma posible.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Puede continuar Su Señoría.
El señor OLIVARES.-
Señor Presidente, yo agradezco la aclaración que ha hecho el señor Ministro del Interior. Por mi parte, creo haber sido también muy claro en mi denuncia. El señor Intendente de O'Higgins, en el deseo de acudir en ayuda de la gente afectada, realizó esta compra; pero el comerciante mencionado le vendió a sabiendas este artículo, que ni siquiera puede ser comido por los perros.
Agradezco la aclaración que ha hecho el señor Ministro del Interior, porque fui yo, precisamente, quien formulé esta denuncia al señor Intendente y le exigí que se aplicara una sanción a este comerciante. El hecho de que haya devuelto el dinero no lo libera del delito y de la responsabilidad de haber engañado a las autoridades y pretendido aprovecharse de la desgracia de nuestro pueblo para realizar un negocio.
Por eso, insisto, debe investigarse este asunto, y este comerciante, aun cuando haya efectuado la devolución del dinero, sea llevado ante los tribunales, para que su castigo sirva de lección a otros individuos que, a través del país, quieren comerciar con el drama de nuestro pueblo.
Varios señores DIPUTADOS.-
¡Muy bien!
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría.
El señor OLIVARES.-
Pido también que se envíe oficio al señor Ministro de Obras Públicas, señor Presidente, solicitándole que realice una investigación sobre las condiciones en que se efectúan las obras públicas; porque muchos de los daños causados por estos temporales se habrían evitado, quizás, como han expresado otros Honorables colegas, si hubiera existido mayor agilidad y preocupación de las autoridades competentes por prevenir, mientras era posible hacerlo, estas catástrofes. Por ejemplo, en las reparaciones que se están realizando en el puente que cruza el río Cachapoal, los pilares antiguos están obstruyendo el cauce, ya que han quedado en el lecho del río, y contribuyen, hasta cierto punto, a aumentar el nivel de las aguas. En consecuencia, la crecida del río no sólo ha sido producto de las lluvias, sino también de este error o negligencia del ingeniero provincial o de quienes tienen bajo su responsabilidad el control de estas obras, lo que ha hecho que los daños sean más graves.
Hay puentes que también han sido destruidos. Creemos que debe investigarse la responsabilidad que pueda caber al personal dependiente del Ministerio de Obras Públicas, encargado de la fiscalización de estas obras.
Por eso, solicito, en representación de nuestro Partido, que se envíe oficio al señor Ministro de Obras Públicas, pidiéndole que se realice esta investigación.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría,
El señor OLIVARES.-
A la vez, pido que se expropien en forma rápida, por intermedio de la Corporación de la Vivienda los terrenos necesarios para ubicar definitivamente a los ocupantes de las poblaciones "Santa Fe", "La Gloria", "Rabanal", "Pozo Lastrero" y "El Cardal". Además, es necesario que se proceda a la urbanización de la población "25 de Febrero".
Las casas, mejor dicho, las chozas de aquellas poblaciones están en los márgenes del río. Por consiguiente, no puede esperarse que ocurra una nueva inundación para ubicar a sus ocupantes en terrenos definitivos. La Corporación de la Vivienda tiene la obligación de expropiar terrenos para ubicar a esas familias, en algún lugar donde puedan vivir con mayor seguridad.
Quiero dejar en claro que he hablado de la urbanización de la población 25 de Febrero, porque la Corporación de la Vivienda tiene a su cargo, en virtud de una ley especial, con cargo a los fondos del cobre, tal urbanización, desde el año pasado. Sin embargo, tanto su ex Vicepresidente como quienes lo han reemplazado, hasta la fecha, desgraciadamente, no han dictado la orden para que se inicien los trabajos. Fue necesario evacuar la gente de estas poblaciones. Por ello, creo que la autoridad competente debe tomar las medidas del caso para que no tengamos que esperar una nueva inundación para instalar nuevamente a las familias que allí viven en los establecimientos educacionales, mientras pasan estas emergencias.
Termino reiterando mi petición para que se envíe oficio al señor Ministro de Obras Públicas, en el sentido indicado. He concedido una interrupción al Honorable colega señor Olave, señor Presidente.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviarán, en su nombre, los oficios solicitados por Su Señoría.
Con la venia del Honorable señor Olivares, puede usar de la palabra, por la vía de la interrupción, el Honorable señor Olave.
El señor OLAVE.-
Señor Presidente, nosotros, los socialistas, comprendemos que el Gobierno, en estos momentos, hace un esfuerzo por resolver algunos de los problemas urgentes que afectan a la población de todo Chile. Sin embargo, creemos que nuestra misión fiscalizadora nos, obliga a señalar algunos errores y cierta lenidad observada en algunas autoridades en el cumplimiento de las medidas que se requieren con premura, para paliar la situación que afecta a algunos sectores populares de nuestro país. Tenemos, también, la obligación de decir que, aunque algo se ha hecho, son tan grandes las necesidades, que lo más está aún por realizarse.
Además, queremos manifestar nuestra preocupación e intranquilidad porque el Gobierno, después de declarar a la mayor parte del país "zona de catástrofe", hasta el momento no ha llevado a la práctica las disposiciones de la ley Nº 16.282, que da algunos beneficios y garantías en resguardo de la miseria y la angustia en que viven muchos hogares populares del país. La gente modesta, la gente pobre, que es la más afectada en estas circunstancias, es la que requiere que se pongan a su alcance estos beneficios y se conviertan en realidad, a fin de que no queden solamente en el papel de una ley y no sirvan, hasta este instante, para paliar sus urgentes necesidades. Hay en ella una serie de disposiciones que dependen de las facultades privativas del Presidente de la República para hacerse efectivas mediante decretos y solucionar estos problemas. Por ejemplo, una de ellas lo autoriza para "condonar intereses penales, multas y sanciones, entendiéndose también para fijar nuevas fechas de pago o prórrogas. La autorización estará siempre limitada al hecho de que los impuestos a la propiedad, a las personas o a sus rentas, actos o contratos sean devengados en la zona afectada".
Otra dice: "Los Tribunales podrán suspender las subastas públicas en la zona afectada."
Según el artículo 8º, "el Fisco, con cargo a los fondos que para casos de calamidades públicas otorga el Nº 10 del artículo 72 de la Constitución Política del Estado o a los recursos que le otorgue la ley, podrá efectuar aportes extraordinarios a las Municipalidades afectadas".
El artículo 10 dice: "Los organismos o instituciones encargados de la construcción y asistencia social podrán otorgar préstamos en dinero o en especies a los damnificados, con cargo a sus fondos propios..."
Otro artículo dispone que "el Presidente de la República, dentro del plazo de sesenta días contado desde la fecha del sismo o catástrofe, podrá dictar normas para el otorgamiento de préstamos personales o de auxilio o hipotecarios por las instituciones de Previsión Social..."
Y, en fin, este cuerpo legal contiene una serie de otros artículos que ya podrían estar aplicándose y sirviendo a la vasta población del territorio considerada como zona de catástrofe.
Nos hacemos eco de la petición formulada por el Honorable señor Stark en una sesión anterior, en el sentido de que, a la brevedad posible, estas disposiciones de carácter transitorio sirvan para ayudar a los que tanto sufren en todo los puntos del país.
Mientras tanto, debo decir que en Valdivia siguen las inundaciones a raíz de los fuertes temporales de lluvia y viento. Collico, Catrice, Külmer, Avila, Miraflores, Arica y, en general, los barrios bajos ven cómo el nivel de las aguas aumenta constantemente.
La situación es grave y hasta el momento han fallecido dos guaguas: una, a consecuencia del frío y humedad de su hogar; y la otra, intoxicada con emanaciones de gas carbónico. El Hospital Kennedy no da abasto para atender a los enfermos.
Cabe destacar que, en este momento, Valdivia es la única ciudad que publica una tabla de mareas que en el interior de la ciudad oscila entre los 20 y 100 centímetros, entre la marea más baja y la más alta, cortando las comunicaciones interiores de la comuna; dejando aislados algunos barrios; suspendiendo el tráfico e imposibilitando a los obreros y trabajadores para llegar a sus hogares en condiciones normales.
Existen damnificados ubicados en diversos sectores de la ciudad: cuatro o cinco lugares en que se encuentran amontonados, expuestos a los peligros de la insalubridad y a las contingencias del violento clima que azota a la provincia de Valdivia en general.
Cabe destacar que a la llegada del parlamentario que habla, a conversar con los pobladores damnificados o afectados, tuvo conocimiento de que hasta el viernes se habían distribuido solamente cien frazadas en total, en circunstancias que había llegado ya una cantidad de 30 mil escudos para diferentes gastos, enviados por el Supremo Gobierno.
Hubo lenidad a tal extremo que el Intendente, en su automóvil, distribuyó personalmente las cosas. Ahora los alumnos de la Universidad Austral se encuentran dedicados a la recolección de objetos, ropas y enseres para ayudar a los humildes, que también sufren en Valdivia. Carabineros y Cuerpos del Regimiento "Caupolicán" ayudan a la evacuación. Pero el problema no sólo subsiste en la provincia de Valdivia, sino que afecta también a Corral, donde se derrumbaron dos casas. Los caminos están cortados. En Los Lagos, un derrumbe interrumpió el tráfico ferroviario. Los antiguos barracones que se mantienen desde los días de, los sismos de mayo de 1960, han perdido algunas de sus fonolitas y se encuentran al descubierto, mientras centenares de personas, de un núcleo que forman cincuenta familias, están sufriendo la angustia de este crudo invierno, con lluvias y temporales. Existe programada la construcción de casas en ese lugar y creemos que cuando éstas se concreten en realidad será tanto mejor, porque se necesitan soluciones de urgencia. La necesidad apremia, porque es de carácter grave y no sólo se angustia la gente del pueblo, sino toda la colectividad, ya que la comunidad entera está preocupada de esta situación.
Tengo aquí un telegrama enviado por el Comité de Unidad de Valdivia, por la Asociación de Industriales, la Cámara de Comercio e Industrias, la Sociedad Agrícola y Ganadera Saval, la Cámara de Comercio Minorista y la Asociación de Pequeños Industriales, que dice: "Situación crediticia amenaza paralización actividades producción y comercio Punto Proponemos urgente pago deudas fiscales y bonificación abonos".
Ruego que este telegrama sea transcrito por oficio a los señores Ministros de Hacienda y de Agricultura, para que tomen las providencias del caso.
Igualmente, hay angustia en la provincia de Valdivia debido al fuerte aumento del avalúo de las propiedades. Casas que están totalmente inundadas han sido re- valorizadas de dos mil a veinticinco mil escudos. Esto, naturalmente, provocará nuevos trastornos. Esta situación tiene desesperada a la gente humilde y de clase media, que no estarán en condiciones de mantener sus hogares, ni menos pagar los sitios que ocupan, los que en muchos casos les iban a servir para construir habitaciones.
Concretamente, señor Presidente, vengo en solicitar algunas medidas rápidas de emergencia, que servirán para resolver en Valdivia algunos problemas, que, aunque menudos, mantienen, sin embargo, en este momento en la aflicción a centenares de hogares. Son las siguientes; que se traslade a un local que no se inunde a las familias damnificadas que se encuentran amontonadas en los gimnasios del Grupo Escolar Domeyko; y que se entreguen frazadas, colchones y víveres a los más necesitados, y se inviertan rápidamente los recursos enviados por el Gobierno.
Solicito que se envíe oficio al señor Ministro del Interior sobre estos dos aspectos que he señalado.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio en la forma solicitada por Su Señoría.
Ha terminado el tiempo del Comité Socialista.
El turno siguiente corresponde al Comité Democrático Nacional.
El señor BUZETA.-
Pido la palabra.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor BUZETA.-
Concedo una interrupción al Honorable señor Cancino.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Puede usar de la palabra el Honorable señor Cancino.
El señor CANCINO.-
Señor Presidente, nuevamente, quiero ocupar algunos minutos la atención de la Honorable Cámara para exponer, en nombre de mis honorables colegas de la Democracia Cristiana, Fernando Sotomayor, Renato Valenzuela, y en el mío propio, algunos aspectos de la situación en que se encuentra Colchagua, a raíz de los últimos temporales.
En esta oportunidad, deseo ocuparme especialmente de lo relacionado con los damnificados. Anteayer tuve oportunidad de recorrer las poblaciones marginales de San Fernando, acompañado por el Intendente y por el Director Provincial de Educación Primaria, éste en su calidad de organizador de la recepción y ubicación de los damnificados en los locales escolares de la ciudad.
El siguiente es el cuadro actual:
1.- Población Santa Josefina: Se halla ubicada en la ribera sur del estero Antivero, en terrenos con algunos sectores bajo el nivel de las aguas. Ha debido ser totalmente evacuada a causa de que sus viviendas fueron inundadas por la crecida del estero mencionado.
2.- Población Santa Elena: Está ubicada en lo que fue un brazo del estero Antivero, en terrenos autorizados para ocupar por Intendentes anteriores; se componía de 153 viviendas, con más de 1.000 habitantes. Había resistido en el primer temporal la crecida del estero gracias a que, en los momentos en que la inundación era inminente, soldados del Regimiento Colchagua construyeron un "dique" de emergencia con piedras, ramas, maderas, barro y otros materiales. Pero esta barrera -producto más de la buena voluntad que de la eficiencia- no fue suficiente para contener las aguas de la crecida del Antivero en el último temporal y la inundación fue total.
3.- Población La Troya: Se halla en similares condiciones que las anteriores. Sus habitantes debieron ser igualmente evacuados.
La evacuación de todos estos pobladores dio oportunidad para que se manifestara la solidaridad, la eficiencia y el espíritu de sacrificio en todas sus formas.
El Intendente de Colchagua, señor Raúl Araya Stiglich, se ha puesto al frente de las actividades, no sólo por la autoridad y obligación inherentes a su cargo, sino también, por su experiencia de organización y método disciplinado de acción, propios de la calidad de General en retiro que inviste.
Ha tenido magníficos colaboradores en la Cruz Roja, el profesorado, el Cuerpo de Bomberos, el personal de Servicio Nacional de Salud, el Cuerpo de Carabineros, el Regimiento Colchagua y particulares de buena voluntad que espontáneamente se han puesto a sus órdenes.
Deseo destacar sí, la labor patriótica que cumplen los profesores en estos momentos en San Fernando, en relación con la ayuda y atención a los damnificados.
Los maestros, voluntariamente, han renunciado a las vacaciones que les otorgó el Gobierno hasta el 21 de este mes, precisamente, a causa de los temporales, y en vez de emplearlas en descansar o distraerse, están ocupando este tiempo de inactividad docente en hacer turnos en sus escuelas para cooperar a la ubicación en ellas de los damnificados, para participar en el reparto de ropas y alimentos. En general, están atentos a la solución de los problemas que eventualmente surgieren.
A la cabeza de los maestros de San Fernando, y cumpliendo un excepcional papel de inteligente y ágil organizador, ha estado el Director Provincial de Educación, don Hernán Poblete, quien, a los méritos señalados, une a su favor un poco común sentido del cumplimiento del deber al permanecer en su cargo, a pesar de tener a su familia en otra zona damnificada como es el pueblo de Peralillo, al interior de Colchagua.
A la fecha, la ubicación de los damnificados en San Fernando es la siguiente:
Personas
Escuela 1 ......................374
Escuela 2 ......................224
Escuela 4 ......................154
Escuelas Nºs. 5 y 8 ............100
Escuela 19 .....................120
Escuela 6 9 ....................138
Escuela Particular "San Agustín"..120
Total 1.230
Considerando que gran cantidad de damnificados han encontrado refugio en casas de parientes y amigos, se estima en unas 1.600 las personas que han perdido su hogar en la ciudad de San Fernando. Actualmente, se realiza una encuesta -para determinar con precisión el número total de evacuados.
Señor Presidente, al llegar hasta ellos, he conversado con numerosos grupos de damnificados, y, casi con sorpresa, he podido comprobar que no están pesimistas ni demasiado entristecidos como suponía' encontrarlos.
Por una parte, ellos siempre han sido golpeados duramente por la vida. Por otra, tienen una inmensa fe en el actual Gobierno. Saben que el Presidente Frei desea fervorosamente ayudarlos y, pese a las limitaciones de su cultura, comprenden que, con los recursos actuales, se ha hecho el máximo y que hay dificultades que impiden actuar con mayor rapidez y en forma más amplia y profunda. He encontrado en ellos una disposición clara y firme para esperar que el Presidente de la República obtenga las herramientas necesarias para solucionar en la mejor forma sus actuales problemas.
Y, aquí, creo imprescindible hacer la siguiente reflexión:
¿Por qué siempre estos fenómenos naturales dañan en forma más profunda, especialmente en lo que dice relación con sus viviendas, a las gentes más humildes como son las que habitan en las poblaciones marginales?
Ya sé que se me contestará por algunos, que, como son pobres, no tienen dinero para adquirir casas de buena calidad ni sitios adecuados donde edificarlas; y que, como ni siquiera tienen sitios, se ven en la necesidad de ocupar terrenos, y que los terrenos más fáciles de ocupar -porque no tienen dueños y prácticamente nadie se interesa por ellos- son los que se encuentran en las márgenes de ríos y esteros; y que las casas que allí levantan, con sus propios y escasos medios, son débiles y fácilmente arrasables.
Yo acepto que así se explique cómo es la realidad, producto de una sociedad dirigida con mentalidad capitalista. La acepto como el raciocinio frío con que se había gobernado hasta antes de la ascensión al Poder del actual Presidente de la República, y que ha sido la causa de que la gran masa de nuestros compatriotas haya sido marginada del bienestar, de la cultura y de la participación ciudadana. Pero no la acepto como una respuesta de cómo deben ser las cosas.
Yo creo, señor Presidente, que el actual Gobierno, nuestro Gobierno, es el llamado a dar respuesta positiva, idealista, que señale el camino de cómo deben ser las cosas; respuesta que, frente a este problema, debe concretarse en San Fernando y en el resto de la provincia de Col- chagua, en las siguientes medidas;
a) Ubicar a los damnificados en terrenos que disminuyan al mínimo los riesgos de futuras inundaciones.
b) Ayudarlos técnica y materialmente a edificar en ellos sus nuevas casas; y
c) Tomar medidas enérgicas y eficientes para que jamás vuelvan a instalarse viviendas en las ribeas de los cauces.
Por eso, he manifestado a los damnificados de San Fernando, y ellos han estado completamente de acuerdo conmigo, que, pese a las desgracias ocasionadas por estos temporales, a la larga serán beneficiosos. Beneficiosos, porque la planificación habitacional del Gobierno deberá concentrarse necesariamente en la ubicación inmediata de los pobladores damnificados procedentes de poblaciones marginales ribereñas, en sitios alejados de los cauces y de nivel suficientemente superior.
Así como la consigna de la reconstrucción ha sido edificar viviendas asísmicas, la que oriente la reubicación de las poblaciones inundadas por ríos y esteros deberá ser la de utilizar terrenos exentos de estos peligros o, en el peor de los casos, deberá hacerse la construcción de defensas que den plenas garantías y establecerse la ineludible y constante obligación de mantener perfectamente limpios los cauces cercanos.
Solicito que, de inmediato, y estoy seguro de obtener acogida porque en esto sólo me hago eco del pensamiento y de las palabras del PresidenteFrei, se inicie para San Fernando y para Colchagua en general la llamada "operación sitio", en las condiciones señaladas.
Señor Presidente, el contacto directo con la magnitud del problema habitacional creado por los temporales en San Fernando, unido al conocimiento que ya tenía de las necesidades del Departamento de Santa Cruz, y con los datos que he recibido de Chimbarongo (26 familias evacuadas) y Nancagua (20 familias evacuadas), me permite asegurar que, en estos momentos, la provincia de Colchagua necesita con urgencia se le envíen 550 casas prefabricadas por lo menos, las que se distribuirían de la siguiente manera:
a) Ciudad de San Fernando 350
b) Resto del Departamento de San Fernando 60
c) Departamento de Santa Cruz 140
Solicito se envíe un oficio con estas observaciones al Ejecutivo.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se enviarán las observaciones al Ejecutivo, en nombre de Su Señoría.
Puede continuar el Honorable señor Buzeta.
El señor BUZETA.-
Concedo una interrupción al Honorable señor González Maertens.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor González Maertens.
El señor GONZALEZ MAERTENS.-
Señor Presidente, cada una de las provincias del país, seriamente dañadas por los temporales, que aún continúan, ha hecho llegar a las esferas de Gobierno, por intermedio de sus autoridades administrativas y técnicas, una apreciación de conjunto de las enormes pérdidas sufridas, sin que sea posible hacer una exacta evaluación de la cuantía de tales daños, ni de sus posteriores consecuencias.
Este nuevo impacto de la naturaleza repercutirá, sin duda, tanto en la economía privada como el erario, siendo evidente que, en lo inmediato, será nuestro pueblo, los pobres, el sector más cruelmente damnificado.
Cautín, considerada por su alta producción agropecuaria como el granero de Chile, es la provincia donde mayores huellas ha dejado esta verdadera calamidad pública, pues, tratándose de una zona con la más extensa red caminera, están casi cortados todos sus accesos a los diversos pueblos, produciéndose un aislamiento de carácter regional, como el ocurrido a lo largo de todo el territorio, respecto de las diversas zonas del país.
Si fuese necesario especificar los daños por rubros, tendríamos que principiar por dar una visión de los problemas de Vialidad, indicando los caminos cortados por las inundaciones. Esto son, principalmente en Cautín, el camino de Imperial a Carahue, inundado o bajo agua en 8 kilómetros; el de Carahue a Nehuetúe, en 6 kilómetros; los accesos a la localidad de Trovolhue, en 3 kilómetros; Carahue-Puerto Saavedra, en 3 kilómetros; el acceso a Puerto Domínguez, en 3 kilómetros; el acceso a la localidad de Cholchol, en medio kilómetro; los accesos de Pitrufquén a Toltén, inundados en 3 kilómetros; los de Toltén a Puerto Boldo, en 10 kilómetros; los de Toltén Nuevo a Toltén Viejo, en 5 kilómetros; y los de Toltén a Villa Boldo, en 2 kilómetros. O sea, en total, hasta ahora se encuentran bajo agua o inundados más de 40 kilómetros de caminos.
En la provincia de Cautín también hayuna serie de puentes destruidos que tienen, prácticamente, cortados los caminos de acceso a las diferentes localidades de la provincia. Ellos son, entre otros, el puente Painemal, en el camino de Imperial a Cholchol; el puentePuala, en el camino de Curarrehue al interior, en la comuna de Pucón; el puente sobre el estero Caracoles, en el camino de Villarrica a Coñaripe; el puenteNahuelcura, en el camino de Cuneo a Melipeuco, en la comuna de Cunco. Y en Toltén, está destruida y hundida la lancha que une a Toltén con Hualpín.
Una apreciación del momento, dada a la prensa por Vialidad, hace subir el costo de las reparaciones de los caminos a la suma de Eº 120.000, y de los puentes y balsa indicados, a unos Eº 41.000. Esto es al 13 del presente mes.
Las inundaciones sufridas por los caminos y los daños y deterioros de sus puentes, se han traducido en la interrupción del tránsito de vehículos entre las siguientes localidades: Imperial y Carahue; Carahue y Nehuentué; Carahue y Puerto Saavedra, y Cholchol y Temuco, o sea, la región de la costa de la provincia de Cautín.
La red ferroviaria, la vía más sólida y segura, no podía escapar a estas calamidades; son numerosos los sectores que, día a día, se señalan como dañados por las inevitables caídas de los árboles y de los postes telefónicos y telegráficos.
Por su parte los servicios eléctricos del 90% de los diversos pueblos de la provincia, muestran enormes deficiencias por la destrucción de postes e hilos telefónicos, haciendo más lúgubre las angustiosas horas que vive Cautín, después de más de una semana de incesante lluvia.
Los locales escolares, retenes de Carabineros, postas de Socorros, oficinas de Correos y demás establecimientos públicos, dejan un calamitoso saldo de daños, que unidos a todos los perjuicios, aún desconocidos en toda su magnitud, se traducirán en una ardua tarea para los personeros responsables de este Gobierno, en cuanto al financiamiento con que deberán encarar las inmediatas reparaciones.
He dejado para el final de este simple esbozo, la tremenda y dramática repercusión que los temporales dejarán en cada uno de los hogares de la provincia de Cautín. A los daños materiales, que serán difícil, por no decir imposible, reparar cuanto antes, a pesar de la ayuda estatal o particular que se pueda recibir, debemos agregar la aguda situación económica que se avecina y que tendrá que reflejarse, con caracteres más nítidos, en las familias del sector asalariado.
Como representante de Cautín ante esta Honorable Cámara, debo reconocer que el espíritu asistencia del Gobierno se ha manifestado pronto y eficaz a través de todo el país, mediante la acción personal del Presidente de la República, de sus colaboradores inmediatos en los servicios estatales, de las autoridades regionales, de los técnicos; en general, de nuestras Fuerzas Armadas, personal de Carabineros, Cuerpos de Bomberos, Servicio Nacional de Salud, Defensa Civil e instituciones de servicio; Rotary Clubs y Leones, todos los cuales han contribuido a aminorar el impacto de las fuerzas de la naturaleza, concurriendo patrióticamente en ayuda de los damnificados y procurando reparar los daños materiales y físicos producidos. Los personales obreros de Vialidad, Ferrocarriles. Agua Potable y demás reparticiones, han tenido un dramático desempeño, por lo que se hacen acreedores al reconocimiento de toda la ciudadanía.
Las horas de prueba están llegando a su término, y después de una lucha tan dura, tenemos que prepararnos para enfrentar la realidad, tanto o más trágica que los sismos de marzo de este año dejadas por los recientes temporales: la cuantía de los daños materiales, que hará insuficiente nuestro Presupuesto Nacional para superarlos; el déficit habitacional, que determinará un aumento pavoroso de las familias sin hogar; un índice progresivo de la insalubridad de la mayoría de las poblaciones; el tiempo que transcurrirá para restablecer nuestros medios de comunicación y de transporte; la inevitable merma del poder comprador, como la escasez de productos esenciales para el sustento; la especulación y el abuso que se hace presente en estos casos a pesar de cuanta medida oportuna se adopte para conjurar los males tan arraigados de nuestro medio.
Provincias como Cautín, con una estructura económica débil, que no corresponde a la importancia y al papel que viene jugando en la producción y en la economía en general, necesitarán de una atención preferente para reparar los daños causados, en forma que sus diversos sectores reciban, a la brevedad posible, la inmediata sensación de sentirse protegidos por una legislación de emergencia, a la par que por disposiciones administrativas capaces de sacarla de la postración en que han quedado.
Los Diputados de la zona veríamos con agrado que se nos diera, en este caso, un trato similar al de Valparaíso, designándose uno o más Ministros en Campaña, para todos los efectos que posibiliten una rápida vuelta a la normalidad; especialmente para paliar los efectos de la destrucción de las siembras, que se trasuntará en sensible merma de productos agropecuarios, cuyas repercusiones irán más lejos de los límites geográficos de la provincia, dado que su producción abastece una parte apreciable del territorio.
Será necesario suplementar los ítem del Presupuesto de Obras Públicas para reparar los caminos, puentes, líneas telegráficas, servicios ferroviarios agua potable y alcantarillado. A la par, habrá que preocuparse de los edificios escolares, establecimientos hospitalarios, Cuarteles de Bomberos, del Ejército y de Carabineros. Habrá que hacer una revisión minuciosa, mediante un rápido censo de los daños materiales ocasionados en las oficinas de Correos, Registro Civil, Juzgados y demás establecimientos públicos, para volverlos pronto a su nivel normal, que permitan un adecuado desenvolvimiento de todas las actividades del país.
Habrá que proceder sin vacilaciones ante una gigantesca e inmediata obra de reconstrucción. Ya nuestro espíritu de solidaridad ha devuelto la confianza a todos los chilenos afectados por los dos rudos golpes recibidos en el curso de este año.
Por su parte, el Gobierno se esfuerza por adoptar todas las medidas que la emergencia impone; pero este esfuerzo no se puede limitar a reparar puentes y caminos; escuelas u hospitales; líneas férreas o cuarteles; ni a levantar hilos telegráficos o construir nuevas alcantarillas, porque caeríamos, una vez más, en lo pequeño e inocuo.
Pese a lo precario de nuestros recursos económicos, a las obligadas limitaciones del erario, a los compromisos pendientes que nos agobian como país endeudado, a la pobreza que nos amenazará por la inevitable disminución que experimentará la producción en todos sus rubros, especialmente respecto de los artículos alimenticios, no podemos detenernos en simples detalles para solucionar problemas intrascendentes.
Nuestra mirada debe ir más lejos, a fin de burcar los cauces que permitan alcanzar soluciones de carácter definitivo, aunque se considere una labor que exceda nuestras posibilidades y no esté al alcance de nuestro esfuerzo.
Los estragos de la naturaleza nos señalan el camino que debemos seguir. Para defendernos de nuevas calamidades, muy posibles en un país de especial topografía, con climas diversos a través de sus distintas zonas, expuestos a la sequía en el norte, a inundaciones más al sur, a maremotos a lo largo de todo el litoral, a las nevazones de la cordillera de Los Andes, a los sismos, tenemos que proyectar, con visión definitiva, caminos bien trazados y construidos, que resistan las inundaciones o se libren de ellas a través de las alcantarillas alineadas en toda su extensión; levantar puentes carreteros y ferroviarios que soporten cualquier impacto de la naturaleza, por recio que sea; tender hilos telegráficos y telefónicos en forma que jamás quede aslado ningún sector del país, ni villorrio, por perdido que se encuentre en nuestro vasto territorio.
Como algo inmediato, debemos encarar la construcción de nuevas escuelas y establecimientos hospitalarios, que impidan, en caso de calamidad pública, la suspensión de sus actividades y su normal funcionamiento. Aunque haya terremotos o temporales, la educación y la atención médica deben prevalecer.
Deben adoptarse medidas que permitan aumentar nuestra producción ganadera. Sabemos que con nuestros propios recursos no se alcanzan a satisfacer las necesidades del consumo y que su déficit se suple con las importaciones. Este rubro se puede ir reduciendo metódicamente, si se perfeccionan los sistemas incipientes para estimular la crianza de vacunos, de lanares, de cerdos y se aplica una política definida, que dé protección adecuada a los agricultores, mediante créditos ecuánimes, efectivos y de tramitación rápida. Al hombre de trabajo, por intermedio del Banco del Estado, de la "CORFO" y de las diversas instituciones de crédito del Estado, se le están proporcionando, racionalmente, recursos o créditos, para interesarlo en producir. Pero, desgraciadamente, se le cobra un interés muy elevado.
Todo esto está bien, pero las circunstancias actuales, derivadas de las recientes calamidades, aconsejan agilizar los procedimientos, hacer más expeditos los trámites y poner al alcance de quienes deseen reconstruir nuestra economía mediante el trabajo tesonero y constante, todos los recursos económicos aconsejables: dinero, maquinarias, herramientas, semillas, etcétera.
Si las disposiciones vigentes no permiten al Gobierno realizar al máximo este cometido, el Parlamento puede despachar los proyectos de leyes necesarios que, en tal sentido, resuelva enviar el Ejecutivo. Indudablemente, el Congreso facilitará el despacho de todas las iniciativas convergentes a los fines enunciados. Si bien es cierto que el pueblo, afectado por los impactos de la naturaleza, reconoce la prontitud con que se ha ido en su ayuda, para conjurar, en parte, los daños, no lo es menos que está a la espera de algo más concreto y definitivo para el futuro.
Las necesidades del país y nuestro deber patriótico de velar por un permanente progreso nacional, así lo reclaman y exigen.
Señor Presidente, solicito se transcriban mis observaciones a los señores Ministros de Obras Públicas y de Hacienda, a fin de que las tengan presentes.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Se transcribirán las observaciones de Su Señoría, en la forma solicitada.
El señor ARAVENA (don Jorge).-
¿Cuántos minutos restan a mi Comité, señor Presidente?
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Tres minutos. Honorable Diputado.
El señor TRIVELLI (Ministro de Agricultura).-
Pido la palabra.
El señor ARAVENA (don Jorge).-
Señor Presidente, entiendo que el tiempo que ocupe el señor Ministro no será con cargo al de nuestro Comité.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Efectivamente, señor Diputado. Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor TRIVELLI (Ministro de Agricultura).-
Después que terminen los turnos de los Comités, señor Presidente.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Si le parece a la Honorable Cámara, se le concederá la palabra al señor Ministro, sin perjuicio del tiempo del Comité Democrático Nacional.
Acordado.
Puede usar de la palabra el señor Ministro.
El señor TRIVELLI (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, agradezco la oportunidad que se me brinda para proporcionar a los señores Diputados algunos antecedentes sobre los perjuicios causados por los últimos temporales. Es probable que Sus Señorías ya conozcan algunos de ellos, y no estén informados de otros nuevos.
No entraré en detalles. Solamente me referiré en términos generales, a los destrozos ocurridos en los sectores agropecuario, forestal y pesquero.
No hemos terminado todavía de hacer un recuento completo de los daños en el sector agropecuario; pero ya es posible formular algunas estimaciones sobre posibles pérdidas. Así, por ejemplo, respecto del trigo, sabemos que están completamente perdidas alrededor de 10 mil hectáreas sembradas de este cereal, en terrenos bajos. Esto representa una pérdida de cosecha futura de alrededor de 200 mil quintales. Además, se tiene información de que, en muchísimas zonas, las pérdidas por arrastre o erosión del suelo recién sembrado en terrenos inclinados, son bastante altas. En algunas partes, como en las provincias de Malleco, Cautín y Bío-Bío, por ejemplo, llegan hasta el 40 por ciento de las siembras.
De acuerdo con una estimación prudente, habrían resultado dañadas siembras dé trigo equivalentes, más o menos, a aproximadamente, dos millones de quintales.
Pero todavía tenemos la esperanza de poder sembrar algunos de estos suelos más erosionados y de aumentar, en esta forma, la superficie de siembra de primavera. Si esto pudiera realizarse, los daños serían menores. En todo caso, se prevén cuantiosos perjuicios en las siembras de trigo.
Aunque faltan muchos antecedentes, por las informaciones disponibles hasta el momento, sabemos que, en las provincias de Aconcagua y Coquimbo, alrededor de 15 mil hectáreas de tierras bajas sembradas, han sufrido daños. En ellas existían principalmente cultivos de papas, arvejas, habas y porotos.
Según otras informaciones que nos han llegado hoy día, en las provincias de Cautín y Valdivia se han inundado alrededor de 20 mil hectáreas de tierras bajas, algunas de las cuales se habían sembrado con anterioridad.
Por otra parte, sabemos que, en las provincias centrales, han quedado total o parcialmente destruidas, aproximadamente, 1.750 hectáreas de viñas, la mayoría de ellas plantadas a la orilla de ríos. Además, ha habido alguna mortandad de ganado.
En efecto, sobre la base de los recuentos hechos hasta el momento, aunque ellos no abarcan toda la zona afectada, sabemos que han perecido por efecto de las lluvias o del temporal, 35 mil ovinos, sobre todo recién nacidos, y alrededor de 32 mil chivos o caprinos.
Estas son las informaciones generales relativas al sector agrícola que puedo dar a la Honorable Cámara.
Podría agregar otros antecedentes relacionados, por ejemplo, con la pérdida de las siembras de cominos. Las existentes en Canela y Mincha, que habían prosperado mucho últimamente, debido al exceso de humedad se pudrieron y dañaron. Actualmente, los pequeños propietarios de la zona nos están pidiendo semillas para realizar de nuevo sus siembras.
Desgraciadamente, parece que en el país no hay semillas suficientes para atender su pedido.
El Gobierno está empeñado en reunir una información completa sobre el problema del abastecimiento de semillas de trigo y de otras clases, para realizar las siembras de la próxima primavera. Si fuere necesario, se importará este artículo, a fin de paliar el tremendo daño ocasionado a la agricultura por los temporales ocurridos en las últimas semanas.
En cuanto al sector forestal, podría informar que, según los datos que tenemos hasta este momento, hay, aproximadamente, quince mil hectáreas de plantaciones artificiales de pino muy dañadas. De éstas, alrededor de cinco mil no están perdidas, pero sí tendidas. Existen otras cinco mil hectáreas en que hay muchos árboles tendidos y algunos en pie. Y unas cuatro mil hectáreas en que el daño es menor. En todo caso, de acuerdo con las estimaciones hechas hasta el momento, los temporales han dañado, aproximadamente, unos noventa millones de pulgadas de madera de la superficie de los bosques. Esto equivale, en términos generales también, a la cosecha de toda clase de madera en Chile, equivalente a dos años.
En estos instantes, el Gobierno está haciendo el recuento minucioso de los daños ocasionados en los bosques y está tomando las medidas para aprovechar la mayor parte de esta madera. Ya se han adoptado medidas crediticias y de otro orden, para que sus propietarios puedan explotarla o aserrarla, a fin de venderla, posteriormente a las fábricas de papel y celulosa. Asimismo, estamos estudiando qué maquinarias es necesario traer al país para poder explotar la enorme cantidad de madera que, en estos momentos, se encuentra en el suelo. Esto, naturalmente, es una pérdida tremenda para el país; pero los programas del Gobierno para el próximo año consultan la reposición de esta madera a través de la reforestación.
Por otro lado, quiero informar también, sobre los daños ocurridos en el sector pesquero artesanal, principalmente. Sabemos ya que cerca de doscientos botes y embarcaciones de pescadores de nuestras caletas, se hundieron, se rompieron o se dañaron, de manera que han quedado inservibles para esta actividad. Así mismo, estamos en conocimiento de que más de doscientos cincuenta pescadores han perdido sus redes, es decir, los elementos de pesca.
El señor VIDELA.-
Como ocurrió en San Antonio.
El señor TRIVELLI (Ministro de Agricultura).-
¿Cómo dice, señor Diputado?
Igualmente, sabemos que se han destruido alrededor de treinta equipos de buzos, tres faros mayores, muchos muelles y boyas de amarre. En fin, los daños son considerables en numerosas caletas pesqueras en las zonas central y sur.
No tenemos todavía el detalle completo de los perjuicios sufridos por las faenas de pesca artesanal; pero, en estos momentos, se están recorriendo las caletas: pesqueras para imponerse de ellos y tratar de reponer las embarcaciones y el material de pesca a los pescadores.
Por último, debo informar que se han producido cuantiosos daños en todo el sistema de riego del país. Por ejemplo, en las provincias de Aconcagua, Valparaíso y sur de Coquimbo han sido destruidos los tranques "Los Maquis", "Cachagua", "Huaquén", "Pelumpén", "Cóndor" y "Los Coigües". En Talca, hay dos tranques destruidos, cuyos nombres no recuerdo en este instante. Asimismo, todos los señores Diputados saben que el tranque "Culimo"estaba, hasta hoy día en la mañana, en peligro de romperse; no sé si durante la tarde ha ocurrido esto.
Además, hay muchos canales destruidos y, en general, prácticamente todas las bocatomas de los ríos están en las mismas condiciones. Se calcula que el costo de las reparaciones de las bocatomas y los canales no será inferior a tres millones de escudos; y que la reestructuración de los molos destruidos implica un gasto de aproximadamente, un millón de escudos.
Estamos tomando toda clase de providencias para auxiliar a los agricultores, especialmente a los campesinos, que han perdido sus cosechas y animales. Por otra parte, estamos tratando de habilitar las obras de riego, para lo cual procuramos asociar a esos trabajos a todos los elementos interesados, es decir, a todos los regantes, porque no se puede esperar que el Gobierno disponga de todos los recursos necesarios para realizar estas labores.
También pretendemos entregar a los agricultores, principalmente a los pequeños propietarios, inquilinos, arrendatarios y comuneros, tanto de las provincias del centro- norte, como de Malleco y Cautín, semillas y abonos, para que puedan efectuar oportunamente sus siembras de primavera.
Por otro lado, con ocasión de los primeros temporales, sobre todo de las nevazones que azotaron a la provincia de Aisén, ya informé a la Cámara que habíamos enviado a esa zona un millón de kilos de pasto. En estos momentos, está todo listo para enviar doscientos mil kilos de pasto a la zona de Curacautín y Lonquimay, y otras partidas a diferentes regiones donde hay problemas de forraje.
Asimismo, estamos preocupados de proveer de alimentos, especialmente a algunos pobladores de la costa, en su mayoría pescadores. Sabemos que en este momento están padeciendo hambre, por lo que estamos organizando el envío de alimentos a estos pescadores, especialmente a los de las provincias de Coquimbo y Aconcagua, a los de Constitución. Las embarcaciones de esta gente han quedado destruidas; ella, además, carece de recursos para alimentarse.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VIDELA.-
¿Y el caso de San Antonio?
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Videla!
El señor TRIVELLI (Ministro de Agricultura).-
La verdad es que tendría muchísimo agrado en conceder todas las interrupciones que me fueren solicitadas. Pero, quiero dar excusas a la Honorable Cámara, porque, como Chile es tan largo y hay tantas zonas por visitar, especialmente agrícolas y de la costa, donde están interrumpidos los caminos y han quedado muchos sectores totalmente aislados, no he podido traer un inventario completo de los daños en los sectores pesqueros, agrícola y forestal. Solamente quería dar esta información de carácter general para que los Honorables Diputados tuvieran una apreciación global de la cuantía, gravedad y profundidad de los daños que los últimos temporales han provocado en todo el país, especialmente en el sector agropecuario.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Puede continuar el Honorable señor Aravena, don Jorge. Le quedan tres minutos al Comité de Su Señoría.
El señor ARAVENA (don Jorge).-
Señor Presidente, el drama que vive nuestro país en estos momentos, de extraordinaria gravedad, ha sido ya expuesto esta noche por los diversos Honorables Diputados, que han hecho un relato circunstancial de lo que acontece en cada una de sus zonas.
No obstante, me parece, para entrar de inmediato en materia, ya que me quedan solamente unos dos minutos, que el problema de fondo no lo hemos tocado.
Yo considero que es necesario, en primer lugar, buscar los medios para afrontar la grave emergencia que afecta al país. No sacamos nada con pedir que se envíe oficios tras oficios cuando sabemos que no hay posibilidades de subsanar de inmediato los problemas derivados de los temporales que azotan al país. Creo que debemos poner el acento en la búsqueda de los medios necesarios para solucionarlos. En lugar de convertir a la Honorable Cámara en una especie de muro de los lamentos, deberíamos estudiar la manera de encontrar los recursos económicos que todo el país requiere en este momento. La 'gente no desea que los parlamentarios vengamos aquí a lamentarnos; por el contrario, espera que lleguemos a nuestras provincias con una solución para los problemas planteados. Sabemos que el Gobierno no dispone de medios económicos. Por eso, estoy de acuerdo con el Honorable colega del Partido Comunista que daba algunas fórmulas para encontrar un camino que lleve a la solución, que todos deseamos.
Por otra parte, hay un camino distinto. Me refiero a la ayuda que estamos recibiendo de otros países que desean solidarizar con nosotros. Desafortunadamente, parece que nos hubieran tomado por pordioseros internacionales. Me avergüenza oír, por ejemplo, que mañana llegarán tantas frazadas, tantos remedios. Lo que necesitamos son recursos económicos, ya sea mediante empréstitos u otro tipo de créditos; algo que solicitemos con dignidad, para enfrentar, de una vez por todas, estos problemas que nos tienen sumidos en la desesperación. De otro modo, los parlamentarios que lleguemos a las provincias tendremos desafortunadamente, que mentir, porque ni el Gobierno tiene medios para remediar esta situación, ni nosotros hemos conseguido nada. De tal manera que es menester que arbitremos las medidas necesarias...
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
El turno siguiente corresponde al Comité Independiente.
El señor ZEPEDA COLL.-
Pido la palabra.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ZEPEDA COLL.-
Concedo una interrupción al Honorable señor Fuentealba, señor Presidente.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, el señor Ministro manifestó que el tranque Los Maquis ubicado en el valle de Quilimarí, se derrumbó y arrasó una extensión de 60 hectáreas.
Tengo conocimiento de que dicho tranque no fue proyectado por ingenieros competentes o especializados, y que no se tomaron allí medidas de seguridad respecto al muro de contención. Como decía, las aguas de este tranque arrasaron gran parte del valle del Quilimarí.
Quiero pedir al señor Ministro que se sirva ordenar se haga una investigación, con el objeto de establecer la responsabilidad que cabe a los que construyeron esta obra, cuyo derrumbe ha significado, desde luego, grandes perjuicios para innumerables pequeños agricultores de esa zona.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Puede continuar el Honorable señor Zepeda.
El señor ZEPEDA COLL.-
Concedo una interrupción al señor Ministro de Agricultura.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor TRIVELLI (Ministro de Agricultura).-
Me voy a ver obligado a traspasar la petición hecha por el Honorable señor Fuentealba a la Dirección de Riego dependiente del Ministerio de Obras Públicas, porque, desafortunamente, el de Agricultura no atiende esta clase de materias. El organismo que está a cargo o del cual dependen estas obras es la Dirección de Riego, la cual podrá atender la petición del señor Diputado.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Puede continuar el Honorable señor Zepeda Coll.
El señor ZEPEDA COLL.-
Señor Presidente, como disponemos de media hora, me reservaré diez minutos; el resto de nuestro tiempo lo distribuiré, concediendo cinco minutos al Honorable señor Garay, un minuto al Honorable señor Videla, cinco minutos al Honorable señor Rodríguez, don Juan, cinco minutos al Honorable señor Guastavino y cinco minutos al Honorable señor Valenzuela, don Ricardo.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Zepeda Coll, tiene la palabra el Honorable señor Videla.
El señor VIDELA.-
Señor Presidente, me voy a referir en forma muy breve, a un problema que se relaciona en lo que ha expresado el señor Ministro.
Siempre los Secretarios de Estado, y con razón, seguramente, hablan de lo que ocurre en el norte y en el sur de Chile; o de los problemas que afectan a los pescadores de las provincias de Aconcagua, Antofagasta, Colchagua o Maule. Pero en la provincia de Santiago existe una zona olvidada que no está en el centro, ni en la calle Ahumada; es una especie de "zona de nadie", donde al apagarse la luz de un farol no se enciende la luz de otro. Ya no se trata de comunas abandonadas donde no llegan los servicios de trolebuses de la ETCE o de otras empresas, sino de sectores donde parece haberse olvidado que existen seres humanos que con el esfuerzo de sus músculos, de sus brazos, extraen de la tierra productos que servirán para alimentar a la población de Santiago.
Pero eso, quiero recordar al señor Ministro que existe un pequeño puerto, San Antonio, y una costa en la provincia le Santiago, que va desde Topocalma hasta las proximidades de El Tabo, en que viven cientos de pescadores abandonados, porque también perdieron sus viviendas y sus embarcaciones; pero que, sin embargo, continúan trabajando todo el día para suministrar alimentos a la capital. Deseo pedir al señor Ministro que en el estudio de las medidas que el Gobierno piensa adoptar para socorrer a los pescadores damnificados del norte y del sur del país, no se olvide a los de estas caletas de la provincia de Santiago, que tal vez por estar tan cerca de la capital, permanecen ignorados y abandonados.
Nada más, señor Presidente.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con, la venia del Honorable señor Zepeda Coll, tiene la palabra el Honorable señor Garay.
El señor GARAY.-
Muchas gracias, Honorable señor Zepeda.
Señor Presidente, voy a ser extraordinariamente breve. No haré una enumeración, como lo han hecho mis Honorables Colegas, de los hechos que están sucediendo en la provincia que represento, que aunque constantemente se ve afectada por temporales y otras catástrofes siempre ha permanecido abandonada a su propia suerte. Tampoco me referiré a los daños sufridos por los campesinos chilotes. Ni deseo señalar los perjuicios producidos dentro de las casas de todo el litoral chi- lote, en las cuales entró el agua del mar y alcanzó una altura de un metro, de tal manera que las pocas obras de reconstrucción que se ejecutaron después del terremoto de 1960, quedaron absolutamente inutilizadas ante los embates de las olas.
Chiloé no va a pedir, como lo han hecho todos los representantes de las provincias, un mínimo de mil quinientas casas. No. Nuestro problema es mucho más sencillo. Pedimos cien casas y dejamos al Gobierno que las distribuya.
Yo espero que este llamado llegue hasta el Ejecutivo, porque hablo con la angustia de quien conoce la miseria de los chilotes y el abandono permanente en que todos los Gobiernos han mantenido a nuestra provincia. Tengo fe en el PresidenteFrei. Por eso me asiste la esperanza de que el Ejecutivo, representado aquí por el señor Ministro de Agricultura, escuchara estas palabras simples y sencillas, pero llenas de un contenido humano que no soy capaz de expresar en toda su intensidad.
Yo quisiera que mis Honorable colegas pudieran visitar la provincia que represento. Ellos han podido llegar hasta las suyas, no obstante las circunstancias; pero yo no estoy en condiciones de alcanzar a Chiloé, porque su cancha de aviación está resblandecida y porque no hay barcos, ni otros medios, con qué atravesar, siquiera, el canal de Chacao. Parece que Chile solo llegara hasta el canal de Chacao.
Con la angustia con que hablo en nombre de mis representantes, le ruego al señor Ministro de Agricultura que transmita a los demás señores Secretarios de Estado y, especialmente, al Comité de Ministros y a Su Excelencia el Presidente de la República, quien conoce mi provincia, estas peticiones, a fin de que nos den algo alguna vez.
Yo observo cómo mis Honorables colegas se reparten todo, mientras Chiloé sigue esperando con la angustia de siempre.
Quisiera hablar de lo que pasa en realidad en Chiloé. Allí hay tracoma endémica y tuberculosis; la más alta mortalidad infantil de Chile. La mortandad va creciendo y es una de las pocas provincias, tal vez la única, donde en 40 años ha disminuido en 5.000 el número de sus habitantes.
Por eso, la angustia es tremenda y sólo confiamos en que alguna vez los planes del Gobierno lleguen hasta esa abandonada provincia, porque también Chiloé es Chile, señor Presidente.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Zepeda, tiene la palabra el Honorable señor Rodríguez Nadruz.
El señor RODRIGUEZ (don Juan).-
Señor Presidente,...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¡Honorable señorita Aguilera!
-Hablan varios señores Diputados a la, vez.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¡Honorable señorita Aguilera!
El señor RODRIGUEZ (don Juan).-
Se me van a pasar los minutos...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Honorable señor Montt, ruego a Su Señoría guardar silencio.
El señor RODRIGUEZ (don Juan).-
He escuchado con sumo agrado la exposición que el señor Ministro de Agricultura ha hecho en esta oportunidad. Estoy de acuerdo en que Su Señoría no puede en este momento presentar un panorama real y efectivo de lo que está sucediendo en Chile, no de lo que ha sucedido, porque los temporales aún persisten en gran parte del territorio nacional.
He estado en la provincia de Malleco y he visto cómo los funcionarios de INDAP, desafiando las inclemencias del tiempo, han ido a recorrer los campos y la cordillera para hacer un cálculo aproximado de los graves daños que está sufriendo esa zona. Nosotros pedimos preferencia para cada una de nuestras zonas, pero debemos aunar nuestras voces para que se atienda la solución de los problemas de Chile entero.
Así, el Gobierno podrá ir buscando, desde luego, los medios económicos para reparar, en parte siquiera, los graves daños producidos. Digo en parte, porque los sufridos por la agricultura no pueden ser reparados por cuanto todas las siembras requieren un período de evolución.
Hubiera querido recorrer toda mi provincia, como decía otro Honorable colega respecto de la suya, pero no lo he logrado. Con mi Honorable colega señor Carlos Sívori, no hemos podido llegar a Capitán Pastene ni a Purén, porque los caminos están interrumpidos. No sabemos la cuantía de los daños.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Ruego a los Honorables Diputados guardar silencio y respetar el derecho del orador.
El señor RODRIGUEZ (don Juan).-
Termino manifestando que tenemos fe en el porvenir de la patria. Esta no es la única catástrofe que ella ha sufrido. El pueblo chileno es altivo y, en el dolor y en la desgracia, sabe enaltecerse y reconstruir la patria.
Nada más.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Puede continuar el Honorable señor Zepeda Coll.
El señor ZEPEDA COLL.-
Señor Presidente, antes de conceder nuevas interrupciones, quiero decir dos palabras, en nombre del Comité Independiente, acerca de la desgracia que en este momento aflige al país.
Es tal el cúmulo de problemas que se han suscitado con motivo de las tormentas y de los temporales, que es difícil comenzar a establecer prioridades para determinar cuáles deben ser abordados primeramente.
La provincia que tengo a honra representar en la Cámara es habitualmente afectada por sequías. Es un mal endémico. Este año ha sido una excepción, pero una excepción casi tan dolorosa como las sequías habidas durante muchos años consecutivos. La arteria principal, la carretera panamericana, el ferrocarril longitudinal y todos los caminos transversales, que cruzan los valles de esa provincia y permiten el acceso hasta las localidades que están más hacia el interior, han quedado totalmente interrumpidos.
En realidad, si en este momento tuviésemos que señalar lo que las provincia» del norte necesitan con más urgencia, sin duda alguna, tendríamos que pedir al Supremo Gobierno que destinara, en primer término, todos los recursos necesarios para restablecer, en debida forma, las vías de comunicación, tanto la ferroviaria como las terrestres.
También ha habido problemas en los embalses de riego y se han perdido cosechas, por el exceso de lluvias y por los temporales.
Por eso, en nuestro Comité estamos estudiando la posibilidad de que se ayude en forma directa a los pequeños agricultores de la provincia de Coquimbo, los más cruelmente afectados por los temporales y por las tormentas. No sólo ha sido damnificada la población rural. También lo ha sido la de las zonas urbanas. Es difícil describir las horas de angustia y de verdadero drama que han vivido los esforzados habitantes de las provincias del norte, y en especial de la que tengo a honra representar en la Cámara.
No dudamos que el Supremo Gobierno está animado por el mejor propósito de dar solución a todos estos problemas. Creemos prematuro aventurar juicios acerca del éxito que pueda tener en esta empresa. Pero sí consideramos de imprescindible necesidad aunar, desde luego, toda la voluntad nacional para despachar, como ha dicho el Honorable señor Jorge Aravena, disposiciones legales que permitan aminorar en el futuro los efectos de estas furias naturales.
No queremos limitarnos a expresar palabras de dolor en estos momentos dramáticos. Abrigamos la firme y decidida esperanza de que lo ahora acontecido nos sirva de lección para prevenir estos hechos en el futuro. Las poblaciones, los embalses, los caminos y todas las vías de comunicación deberán proyectarse teniendo presente que nuestra Patria está permanentemente expuesta a los extremos de la naturaleza, las sequías o el exceso de lluvias y los temporales, pues ¡ para qué hablar de los sismos!
En nombre de nuestro Comité, nos adherimos a las palabras de otros Diputados por el norte, que han interpretado fielmente nuestra pensamiento acerca de la desgracia que afecta a esa zona, e, igualmente, a las expresadas por parlamentarios del centro y del sur, quienes, con el mejor de los propósitos, también han propuesto soluciones para ir en ayuda de quienes han vivido horas de verdadera desesperación y angustia.
Voy a conceder interrupciones a los Honorables señores Guastavino, Ricardo Valenzuela y Silva Ulloa, en ese orden.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, puede hacer uso de una interrupción el Honorable señor Guastavino.
El señor GUASTAVINO.-
Muchas gracias. Señor Presidente, quiero aprovechar estos minutos para reiterar que, a nuestro modo de ver, las descripciones hechas en esta sesión revelan que, si no se adoptan medidas realmente de fondo, que alienten la perspectiva de nuevas fuentes de recursos, distintas de las tradicionales, de las que hasta aquí han determinado el, estado de cosas que hoy lamentamos, si no se atisba hacia esos horizontes, no habrá solución para el drama al que le toma el pulso la Cámara.
En nombre del Partido Comunista, lamento que no hayamos contado esta noche con una opinión distinta del Ejecutivo, a través de sus Ministros. Denantes comencé diciendo que las descripciones de lo ocurrido en Chile ya las conocíamos en general. El problema es poner manos a la obra, ver qué vamos a hacer. Hay consenso absolutamente unánime acerca de que el problema creado en Chile no se puede atacar sino con medidas excepcionales.
El Partido Comunista ha venido, respetuosamente, a presentar al Parlamento Nacional sus proposiciones, para cotejarlas con las del resto de los sectores políticos en un debate que abra luz y camino efectivo a medidas de fondo, a proyectos de ley, a instrumentos legales que realmente pavimenten la posibilidad de producir cambios y atender el dolor de las masas populares chilenas.
Aquí se ha felicitado a Intendentes y Gobernadores, a veces con alguna exageración. En todo caso, conocemos hombres ágiles, ejecutivos, de buena voluntad, que están en varias Intendencias y Gobernaciones. Pero, si están alentados por buenos propósitos, ¡cómo se desesperarán cuando a una madre a la que se le derrumbó la casa y que está con siete hijos a la intemperie, se le entregan seis "fonolitas" y un libro de colchón, como ocurre en la Intendencia de Valparaíso! ¿Por qué no aprovechamos esta buena voluntad, esta generosidad de espíritu y de propósito de los hombres y mujeres de todos los sectores de nuestra patria y les damos los instrumentos, los medios, los recursos que necesitan para actuar ?
Esta noche, querríamos haber escuchado al representante del Ejecutivo su opinión acerca de las medidas que nosotros proponemos. Cuando nuestro partido o alguna otra colectividad propone un conjunto de medidas concretas, no nos desalentamos, si los representantes del Ejecutivo no contestan una sola palabra, no dicen si esas sugerencias están bien o están mal, ni si las van a estudiar o a considerar. Pero sí señalamos que por ese camino no le saldremos al paso a la adversidad y a la tragedia.
'Nosotros queremos decir que se precisa una política revolucionaria, de cambios, dinámica, creadora. Aquí debo recordar, con verdadero orgullo, el discurso que pronunció nuestro camarada Diputado Orlando Millas frente al problema de la empresa "FAVEE". Fue una intervención creadora, positiva, destinada a buscar soluciones. Esta actitud no es patrimonio de los comunistas. El Partido Socialista, el Frente de Acción Popular, en general, y diversos sectores políticos de esta Cámara han estado animados también de este espíritu en reiteradas oportunidades.
Pero, ¿qué pasa en este país, señores Diputados? ¿Qué ocurre en nuestra patria? ¿Qué tranca tenemos? ¿Por qué no avanzamos? ¿Por qué el Presidente de la República se queja de que el país está estancado? ¿Acaso no somos gente grande y mayor de edad? ¿Podemos decir que, en realidad, existe obstrucción política, que hay dificultades, que no dejamos legislar, que nos oponemos a determinadas cuestiones sólo por oponernos? ¡No, señor Presidente! Es perfectamente posible obtener los instrumentos para salir adelante. En este sentido, planteamos la necesidad de cambios.
El señor ESCORZA.-
¡Hace rato que venimos escuchando lo mismo!
El señor GUASTAVINO.-
Estamos interesados en un debate en que se dan argumentos y se hagan proposiciones, en que uno hable y, en seguida, el otro replique.
El señor ESCORZA.-
Aquí no hay partido único. La cuestión es muy distinta.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Escorza, ruego a Su Señoría guardar silencio!
El señor GUASTAVINO.-
Sin desesperación ni nerviosismo, que a nada conducen, es posible abrir un camino para que las esperanzas e ilusiones de tantos chilenos, incluidos los hombres y las mujeres de la Democracia Cristiana, no se transformen en un lago seco, en una vertiente sin agua. Por eso, patrióticamente, planteamos que se abra debate sobre las medidas que propondremos en un proyecto de ley. Estamos dispuestos a discutir, en forma altiva, pero con profundo respeto, toda proposición o iniciativa que lance hacia adelante el desarrollo social y económico de nuestro país. La terrible y quebrada realidad que vive Chile una actitud desapasionada en las posiciones partidistas, pero profundamente apasionada en las posiciones de relieve nacional, en la búsqueda de un camino que lleve al pueblo a otra situación, que le resuelva sus problemas. Esto no se podrá lograr si no se lesionan los grandes intereses económicos. No se puede estar bien con Dios y con el diablo. No podemos hacer una revolución del brazo de la clase obrera y del brazo del imperialismo. Una de dos: o con el imperialismo o con la clase obrera.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¿Me permite señor Diputado? Ha llegado la hora de votar los proyectos de acuerdo.
Restan cuatro minutos al Comité Independiente.
El señor CAÑAS (Secretario).-
Proyecto de acuerdo suscrito por los señores Aguilera, don Luis; Torres, don Mario; y, Silva Ulloa, por el Comité Socialista:
"Convencidos de que la magnitud de los perjuicios ocasionados por el temporal que azota al país ha afectado en forma aguda a obreros y empleados, como también a los jubilados del sector público y privado de las diferentes provincias de una manera directa y, en razón de lo dispuesto en el artículo 16 de la ley 16.382, que dice: "El Presidente de la República, dentro del plazo de sesenta días, contado desde la fecha del sismo o catástrofe, podrá dictar normas para el otorgamiento de préstamos personales o de auxilio o hipotecarios por las instituciones de previsión social, incluida la Caja de Accidentes del Trabajo, sin sujeción a las disposiciones de las respectivas leyes orgánicas.
En uso de esta facultad podrá fijar el objeto, los montos, intereses, garantías, condiciones de pago y demás que estime necesario: señalar los fondos con cargo a los cuales dichas instituciones otorgarán estos préstamos; autorizar, para este solo efecto, la contratación de créditos por estas instituciones en el Banco Central de Chile, Banco del Estado de Chile y Bancos Particulares.
La Cámara acuerda;
Oficiar al señor Presidente de la República y al señor Ministro del Trabajo para que instruyan a los Consejos de las cajas de previsión que estudien la forma de otorgar un préstamo a sus imponentes en servicio activo y jubilados, equivalente a un mes de sueldo con sus respectivas asignaciones familiares y con un mínimo de Eº 200 de sus propios fondos, si los tuvieren, o recurriendo al Banco Central de Chile solicitando empréstitos en las condiciones establecidas en el artículo 4° de la ley Nº 14.813.
Asimismo, las cajas de previsión cancelarán la totalidad de los préstamos que otorga la ley Nº 14.813 a los imponentes de las provincias de Atacama y Coquimbo."
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
-Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 21 votos; por la negativa, 25 votos.
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
Rechazado el proyecto de acuerdo.
El señor CAÑAS (Secretario).-
Proyecto de acuerdo suscrito por la señorita Aguilera; las señoras Dip y Retamal; los señores Sívori,Garcés, Sanhueza, Monares, Koenig, Lorenzini, Garay, Barrionuevo, Sbarbaro, Canales, Sotomayor, Cancino, Cerda, don Eduardo;Lorca, don Alfredo, Valdés, Phillips, Montt, Rosselot, Cerda, don Carlos; Torres, don Mario, Escorza y Corvalán.
"Considerando; 1°- Las graves consecuencias que han sufrido las viviendas ubicadas en las zonas del país recientemente afectadas por los temporales últimos, y
2º-Que una manera eficaz de solucionar, aunque sea en parte, la situación aflictiva por que atraviesan las familias damnificadas por los referidos temporales, la constituye la autoconsrucción de dichas viviendas.
La Honorable Cámara acuerda;
Dirigir oficio a Su Excelencia el Presidente de la República solicitándole adopte las medidas administrativas que estén a su alcance y que envíe al Congreso Nacional, a la brevedad posible, las iniciativas legales que sean necesarias para que se autorice la libre internación al país, exenta del pago de todo derecho o gravámenes, de las maquinarias destinadas a la prefabricación de viviendas en el territorio nacional."
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
Si le parece a la Sala y no se pide votación, se aprobará el proyecto de acuerdo.
Aprobado.
El señor CAÑAS (Secretario).-
Proyecto de acuerdo suscrito por los señores Millas, Tejeda y Guastavino, apoyados por el Comité Comunista.
"Considerando; 1º- Que no es posible completar el inventario de los daños producidos por los recientes temporales, y
2º-Que se ha expresado la disposición de la Cámara de otorgar los recursos que puedan necesitarse para la reconstrucción, abordando conjuntamente con ella las obras que eviten catástrofes similares en otros inviernos.
La Honorable Cámara acuerda;
Solicitar del señor Ministro del Interior que, inmediatamente que se termine el recuento respectivo, entregue un informe completo a la Corporación sobre las consecuencias de los temporales y el plan total del Gobierno para la reconstrucción."
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
Si le parece a la Honorable Cámara, se aprobará.
Aprobado.
El señor CAÑAS (Secretario).-
Proyecto de acuerdo suscrito por los mismos Diputados señores Guastavino, Tejeda y Millas, apoyados por el Comité Comunista:"La Honorable Cámara, considerando;
1°- Que numerosas poblaciones asignadas por el Servicio de Seguro Social a sus imponentes han sido seriamente afectadas por los últimos temporales, necesitando urgentes reparaciones, y
2º- Que las disposiciones vigentes impiden al Servicio de Seguro Social efectuar reparaciones en sus poblaciones y en las condiciones actuales sus imponentes que habitan esas poblaciones sufren innumerables dificultades,
Acuerda:
Solicitar del señor Ministro de Obras Públicas que la Corporación de la Vivienda proceda a la reparación de las poblaciones del Servicio de Seguro Social afectadas por los recientes temporales."
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
Si le parece a la Honorable Cámara, se aprobará.
Aprobado.
Restan cuatro minutos al Comité Independiente.
Con la venia del Honorable señor Zepeda Coll, puede usar de la palabra el Honorable señor Valenzuela, don Ricardo.
El señor VALENZUELA (don Ricardo).-
Señor Presidente, desgraciadamente, en estos escasos minutos no me será posible realizar la intervención que deseaba hacer ante la Honorable Cámara.
En primer lugar, debo dejar establecí, do, en nombre de los Diputados de la Democracia Cristiana, que hemos escuchado con el máximo interés todas las observaciones formuladas en esta oportunidad con motivo del tremendo temporal que ha azotado a casi todo el territorio de la República. Y, precisamente, estimamos que las observaciones de nuestro Honorable colega señor Guastavino habrá de considerarlas el Ejecutivo dentro de los planes generales que tiene para dar solución a los graves problemas que afectan a nuestro país.
Porque no podemos cegarnos, señor Presidente. El actual Gobierno ha encontrado a Chile en una situación extraordinariamente delicada en el orden económico. La mayoría de nuestros conciudadanos, que forman las masas proletarias, no tienen las condiciones económicas necesarias para afrontar la existencia con la dignidad correspondiente a un ser humano. Y lo que el Ejecutivo ha deseado y desea es que nuestro pueblo pueda vivir con dignidad y alegría. Pero parece que, en los momentos en que se quiere realizar estos anhelos, la naturaleza tratara de poner más a prueba aún el espíritu noble y acerado que caracteriza al chileno.
Sin embargo, nosotros, a pesar de la desgracia, levantamos nuestra cabeza y miramos hacia adelante, en un gesto que pretende expresar a todos nuestros conciudadanos, sin distinción alguna, nuestra disposición a ejecutar todo cuanto sea necesario en beneficio del pueblo. Al mismo tiempo, digo que todas aquellas ideas dignas de ser consideradas, provengan de donde provengan, serán acogidas por el Gobierno de la Democracia Cristiana y por sus parlamentarios, con el objeto de llevar a la práctica lo que nosotros deseamos hacer en nuestro país, es decir, la verdadera transformación económica, social y cultural de la clase trabajadora de Chile.
Señor Presidente, desafortunadamente, no podemos cegarnos ante la evidencia de los graves problemas de orden político que debemos enfrentar. Y por eso, el pueblo también espera que el Congreso Nacional tenga una clara conciencia de ellos, para resolver las dificultades que afectan a nuestro país.
Por eso, si bien mi deseo es que la expresión optimista de nuestro Honorable colega sea compartida por todos, no podemos desconocer que en el Senado de la República estos problemas no se considerarán como nosotros quisiéramos, sino en forma muy diferente.
En consecuencia, inspirados en el criterio amplio con que la Democracia Cristiana enfoca los problemas que afectan a Chile, nosotros pedimos a los diversos sectores políticos que adopten también esta misma posición de confraternidad, a fin de realizar nuestra labor -como decía durante su intervención la Honorable colega señorita Wilna Saavedra- en forma hermanada. Así como el pueblo y la comunidad toda están realmente hermanados por el dolor y la angustia que están sufriendo, también deben unirse los parlamentarios de Santiago y los de provincias, que hemos experimentado personalmente una tremenda angustia al recorrer nuestras provincias a los diversos lugares de la capital afectados por el temporal.
Ante este sentimiento de tremenda opresión que todos hemos sentido, esperamos que surja también en el Parlamento la unidad existente ya en nuestro pueblo y en toda la comunidad social, para lograr solucionar los gravísimos problemas que afectan a Chile...
El señor PAPIC (Vicepresidente).-
¿Me permite. Honorable Diputado? Ha llegado la hora; se levanta la sesión.
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