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- rdf:value = " El señor CLAVEL.-
Señor Presidente, para todos los señores parlamentarios es muy conocida la situación por que atraviesa la industria salitrera en Chile. Como también saben los Honorables colegas, en tiempos pasados fuimos el único productor de este abono. Sin embargo, nuestro país representa hoy día en el mercado internacional sólo el 1% de las ventas mundiales de este nitrato.
Instalaciones completas en provincias y departamentos fueron desmanteladas cuando comenzó la crisis del salitre natural, con el ingreso al mercado del salitre sintético.
Todos conocemos muy bien la suerte que corrieron los dueños de la gran planta "Oficina Victoria", en la provincia de Tarapacá, que tomó a su cargo la Corporación de Fomento, para proporcionar trabajo a la gente de la provincia, especialmente a quienes se habían desempeñado hace muchos años en esta industria, sin producir trastornos económicos. Sin embargo, ella funciona con grandes pérdidas y hoy día constituye una verdadera sangría para la Corporación de Fomento.
En el departamento de Taltal funcionaban tres oficinas: "Flor de Chile", "Chile" y "Alemania'. Hace más o menos dos años fue cerrada la oficina "Alemania" y sólo quedaron funcionando las oficinas "Chile" y "Flor de Chile". Esta última, actualmente, vive de fuertes préstamos otorgados por la Corporación de Fomento de la Producción. Creo que en ninguna parte de Chile el obrero vive en peores condiciones que en las oficinas de Taltal. La Compañía Lautaro "Anglo-Lautaro", que modernizó sus instalaciones, cambió, en parte, sus sistemas de producción, haciendo cuantiosas inversiones para lograr rebajar sus costos, y mantiene, a la vez, un "standard" de vida para su personal más adecuado. Es la única industria que en la actualidad puede competir más o menos en los mercados mundiales, ya que el precio que en ellos se paga por el salitre chileno es el mismo de hace muchos años. En cambio, la industria chilena ha tenido que soportar la inflación en todos sus aspectos, sin poder competir con los precios del salitre sintético.
Debo agregar que si no hubiera sido por la visión de los ejecutivos de la Compañía Anglo Lautaro de renovar y modernizar sus maquinarias y sistemas de producción, la crisis del salitre sería completa.
A las provincias de Antofagasta y Tarapacá, que le dieron vida a Chile entero con la industria del salitre, hoy les es imposible levantar nuevas plantas salitreras, porque los precios no son convenientes.
En la provincia de Antofagasta, en el departamento de Taltal, existen inmensas pampas vírgenes, que, según los técnicos, son riquísimas tanto en ley como en calidad de salitre. Sin embargo, nada se ha podido hacer para poner en trabajo dichas pampas salitreras, porque los costos de producción hacen que esta actividad no sea comercial para los inversionistas que se interesan en formar industrias y obtener un interés adecuado a su capital. Por eso, este proyecto de ley, que fue vetado por el ex Presidente de la República señor Alessandri, veto que muy bien pudo retirar el actual Presidente, porque era facultad suya, viene a crear un Centro de investigaciones del Salitre y la Industria Química' que constituye la única esperanza. Sin duda alguna que con la planta, con los funcionarios y el Departamento que tiene actualmente la COREO para investigaciones y con los recursos que le dará esta ley, el Centro que se crea estaría en condiciones de hacer estudios científicos con el objeto de bajar los costos. En realidad ése es el único gran problema de la industria salitrera, ya que no es cuestión de ir a descubrir pampas salitreras al norte, ya que se encuentran todas ubicadas y muchas de ellas pedidas por las industrias para ser explotadas, sin que hasta ahora hayan podido trabajarlas por las razones que he dado.
El proyecto no es tan mezquino como se dice, ya que por una vez se otorgan 100 mil escudos para crear un Centro de Investigaciones del Salitre y la Industria Química, pero en los presupuestos ordinarios siguientes, durante cinco años, la Corporación de Fomento de la Producción destinará 200 mil escudos anuales, como mínimo, para los mismos fines.
La falta de industrias en el norte llevó a las autoridades, con muy buena fe, a crear en Iquique una fuente de trabajo que sustituyera a la del salitre. Desgraciadamente, por razones que se desconocen desapareció la anchoveta, que era su materia prima, dejando treinta o cuarenta fábricas paralizadas, con lo cual nuevamente se ha producido una crisis de mano de obra en las provincias del norte.
Por eso la Cámara debe rechazar, por unanimidad, el veto del Ejecutivo, a fin de estudiar nuevos costos en la industria del salitre, instalar otilas industrias y así crear nuevas fuentes de trabajo, que permitan al país volver a recibir el fruto del norte: las divisas.
Nada más y muchas gracias.
"
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