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- rdf:value = " 12.-MEDIDAS DE AYUDA Y FOMENTO PARA LAS INDUSTRIAS ELABORADORAS DE HARINA Y ACEITE DE PESCADO DE TARAPACA Y ANTOFAGASTA.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Corresponde ocuparse del proyecto de ley que consulta medidas de ayuda y fomento para las industrias elaboradoras de harina y aceite de pescado de las provincias de Tarapacá y Antofagasta.
Diputado informante de la Comisión do Economía y Comercio es el Honorable señor Corvalán y de la de Hacienda el Honorable señor Penna.
-El proyecto de ley, impreso en el boletín N° 10.392, es el siguiente
"Artículo 1°.- Las personas jurídicas acogidas al D.F.L. Nº 266, de 1960, cuyas actividades se desarrollan en las Provincias de Tarapacá y Antofagasta estarán exentas, hasta el 31 de diciembre de 1966, de todo impuesto, derecho, contribución o gravamen, de cualquiera naturaleza que ellos sean, que puedan afectar a la fusión o integración, total o parcial, que se lleve a efecto entre ellas. Gozarán de la misma exención los actos, documentos y tocia clase de convenciones que se ejecuten, extiendan o celebren y que persigan dichas finalidades; las cauciones que se otorguen para garantizar las obligaciones que con tales objetos se contraigan; y los traslados de plantas, naves, sus partes, equipos y maquinarias internados al país al amparo de regímenes liberatorios o de franquicias aduaneras consignados en las leyes números 12.937, 13.039 y sus modificaciones y en el D.F.L. Nº 266, de 1960.
Las Aduanas autorizarán los traslados de los bienes antes referidos y de sus partes, sin exigir otro requisito que un informe favorable del Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción.
Artículo 2°.- Las personas jurídicas acogidas al D.F.L. N° 266, de 1960, podrán imputar a la obligación de capitalizar el 75% de sus utilidades, consignada en el artículo 4° de ese cuerpo legal, todo valor que ellas inviertan con motivo de la fusión o integración total o parcial que se produzca entre ellas. La imputación podrá hacerse en forma escalonada, a medida que se inviertan o comprometan los valores, con cargo a los resultados de cualquier ejercicio anual que termine a más tardar el 31 de diciembre de 1969.
Articulo 3°.- Las exportaciones de harina de pescado y de aceite de pescado que se efectúen o se hayan efectuado a través de los Departamentos de Arica, Pisagua, Iquique, Taltal y Chañaral durante el segundo semestre de 1965, no darán derecho a percibir las bonificaciones a que se refieren las leyes 12.937, 13.039 y 14,824.
Las bonificaciones establecidas en la ley N° 12.937, que habría correspondido, en el segundo semestre de 1965, a las exportaciones de harina de pescado y aceite de pescado que se efectúen por los Departamentos de Iquique, Pisagua, Taltal y Chañaral, incrementarán los recursos de la Corporación de Fomento de la Producción para los fines que señala el artículo 4° de esta ley, debiendo las Tesorerías respectivas girarle los fondos correspondientes con anterioridad al 10 de enero del año 1966.
Artículo 4°.- Autorízase a la Corporación de Fomento de la Producción para destinar Eº 8.000.000 a pagar por cuenta del Fisco y con cargo a sus propios recursos, bonificaciones por exportaciones de aceite de pescado y harina de pescado, efectuadas hasta el 30 de junio de 1965, en conformidad a lo dispuesto en las leyes N°s 12.987, 13.039 y 14.824, correspondiendo aplicar E° 5.000.000 a las exportaciones efectuadas a través de Iquique y Pisagua y E° 3.000.000 a las exportaciones realizadas a través de Arica.
La Corporación de Fomento de la Producción pondrá esos fondos a disposición de la Tesorería Departamental de Arica, dentro de los treinta días siguientes a la fecha de publicación de esta ley.
Los pagos de las bonificaciones se cursarán por estricto orden de procedencia de acuerdo con el procedimiento contemplado en los artículos 12 y 40 de la ley N 13.039, y en las disposiciones reglamentarias vigentes, requiriéndose, además, que el exportador interesado presente a la Tesorería respectiva un informe favorable del Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción. Dicho informe versará sobre el cumplimiento que el respectivo exportador esté dando a los planes o programas que la Corporación hubiere trazado en relación con las actividades pesqueras. En caso que el informe de la Corporación de Fomento de la Producción fuere desfavorable no se dará curso a los pagos.
El Consejo de la Corporación de Fomento de la Producción establecerá las normas, en virtud de las cuales se pagarán las bonificaciones y señalará los requisitos que cada exportador deberá cumplir para tener derecho a cobrarlas.
Entre las normas indicadas en el inciso anterior, deberá acreditarse el pago de los salarios devengados por el personal de empleados y obreros de las industrias pesqueras que soliciten la bonificación, como también el cumplimiento de las leyes sociales respectivas. En caso de que los industriales no puedan acreditar estos deberes, la Corporación de Fomento de la Producción efectuará la retención de los valores respectivos para cubrir los pagos que correspondan.
La Corporación de Fomento de la Producción podrá retener hasta el 30% del monto de las bonificaciones indicadas en este artículo, para pagar las deudas en mora pendientes con dicho organismo por los industriales pesqueros.
Las bonificaciones que les correspondan a las empresas pesqueras en estado de quiebra por exportaciones efectuadas antes del 30 de junio de 1965, serán percibidas por la Corporación de Fomento de la Producción, quien las destinará, de acuerdo con el Síndico de Quiebras respectivo, a pagar las sumas adeudadas por concepto de salarios y leyes sociales; los impuestos y contribuciones fiscales y municipales y, en general, a solventar cualquiera obligación contraída con el Fisco; como también a cubrir los gastos de conservación de la industria y sus embarcaciones, mientras se realizan los bienes por la Sindicatura. Si hubiere remanente, después de cumplir las obligaciones de la Corporación de Fomento de la Producción en la forma prevista en el inciso anterior, se entregará éste al Síndico de Quiebras para que provea al pago de los demás acreedores en la forma que determina la ley.
Se faculta a la Corporación de Fomento de la Producción para modificar sus presupuestos del año 1965, sin sujeción a las exigencias contempladas en el D.F.L. N° 47, de 1959, con el objeto de dar cumplimiento a lo dispuesto en este artículo,
Artículo 5°.- Créase una Comisión formada por los señores Ministros de Economía, Fomento y Reconstrucción, Hacienda, Agricultura y Minería para que, en el plazo de 90 días, contado desde la fecha de publicación de la presente ley, elabore un Plan de Fomento Pesquero, Industrial, Agrícola y Minero para los departamentos de Iquique y Pasagua. Dicho Plan deberá ser ejecutado por la Corporación de Fomento de la Producción, para lo cual dispondrá de los fondos provenientes de la ley 11.828 que corresponde invertir en obras de fomento en los referidos departamentos, y de las bonificaciones a que se refieren las leyes 12.937, 13.039 y 14.824 por las exportaciones de harina y aceite de pescado que se realicen por los departamentos indicados, a contar desde el 1° de enero de 1966.
Artículo 6°.- Las industrias establecidas en la provincia de Tarapacá, acogidas a las leyes 12.937, 13.039 y D.F.L. 266, de 1960, deberán enterar sus impuestos a la compraventa en las Tesorerías Comunales o Provincial, aun cuando la venta o transferencia de los productos elaborados por ellas se efectúe en otras zonas del país. En todo caso, la facturación deberá hacerse en la comuna sede de la industria."
Las modificaciones de la Comisión de Hacienda, impresas en el boletín N° 10.392-A, son los siguientes:
Artículo 1°
a) Agregar en el inciso primero, entre comas, después de la frase: "de cualquiera naturaleza que ellos sean", la siguiente: "incluso el impuesto establecido en el Título IV de la ley N° 15.564";
b) Intercalar en el inciso primero, precedida de una coma, la palabra "venta", entre las expresiones "a la fusión" y "o integración", y
c) Consultar el siguiente inciso nuevo final:
"La Corporación de Fomento de la Producción deberá autorizar previamente la fusión, venta o integración, total o parcial, que se lleve a efecto entre las personas jurídicas a que se refiere el inciso primero".
Artículo 2°
Agregar después de las palabras "que se produzca entre ellas", cambiando el punto seguido por una coma, la siguiente frase: "siempre que cuenten con la aprobación previa de la Corporación de Fomento de la Producción en conformidad a lo dispuesto en el inciso final del artículo anterior."
Artículo 3°
Reemplazarlo por el siguiente:
Artículo 3°.- Sólo tendrán derecho a percibir las bonificaciones a que se refieren las leyes 12.937, 13.039 y 14.824, las exportaciones de harina y aceite de pescado que se hayan efectuado a través de los departamentos de Arica, Pisagua, Iquique, Taltal y Chañaral hasta el 30 de junio de 1965, y ellas serán distribuidas en la forma y condiciones que contemplan los artículos 4°, 5°, 6°, 8° y 9° de la presente ley.
Las bonificaciones establecidas en la ley N° 12.937, que habrían correspondido, en el segundo semestre de 1965, a las exportaciones de harina de pescado y aceite de pescado que se efectúen por los departamentos de Iquique, Pisagua, Taltal y Chañaral, incrementarán los recursos de la Corporación de Fomento de la Producción para los fines que señala el artículo 10 de esta ley, debiendo las Tesorerías respectivas girarle los fondos correspondientes, a medida que se recauden."
Artículos nuevos a continuación del 3°
Consultar los siguientes:
"Artículo....- A contar desde la fecha de publicación de esta ley, las bonificaciones que les correspondía a los industriales pesqueros exportadores de harina y aceite de pescado de la provincia de Tarapacá, por concepto del 30% sobre el costo de la materia prima y partes de origen nacional incorporadas al producto exportado, a que se refieren las leyes 12.937, 13.039 y 14.824, pertenecerán en un 40% a dichos industriales y en un 60% a los armadores de goletas pesqueras. Las Tesorerías pondrán a disposición de la Corporación de Fomento de la Producción los valores que representen dicho 60% tan pronto como estén en estado de pago según las leyes indicadas.
La Corporación de Fomento de la Producción recibirá estos valores y con ellos formará un fondo común que distribuirá entre los armadores de goletas pesqueras, sean estos industriales armadores o armadores independientes. La distribución se hará a prorrata de los tonelajes de pesca desembarcados efectivamente por las respectivas embarcaciones para las industrias exportadoras de harina y aceite de pescado de Tarapacá, debiendo dichos tonelajes determinarse en la siguiente forma: en el caso de los armadores independientes, se considerará el tonelaje desembarcado a esas industrias durante el período comprendido entre el 1° de enero de 1964 y el 30 de junio de 1965; en el caso de los industriales armadores, se considerará el tonelaje desembarcado hasta el 30 de junio de 1965 por su flota y que represente costos de productos de exportación respecto de los cuales no se hayan percibido las bonificaciones del 30% a la fecha de la publicación de la presente ley.
La Corporación de Fomento de la Producción deberá distribuir la totalidad de los fondos percibidos por ella cada mes, dentro de los quince primeros días del mes siguiente."
"Artículo...- Para los efectos de esta ley se entenderá que son "industriales armadores" aquellos empresarios que poseen plantas terrestres elaboradoras de harina y aceite de pescado de exportación y que operan goletas pesqueras, propias o ajenas; y que son "armadores independientes" los que operan flota pesquera propia o ajena sin formar parte de una empresa poseedora de industria elaboradora."
"Artículo...- Dentro de los 15 días siguientes a la fecha de publicación de esta ley-, los industriales deberán entregar a la Corporación de Fomento una declaración jurada, indicando la pesca recibida de los diferentes barcos en los períodos señalados en el artículo 4°, debiendo individualizar el nombre de la embarcación y su armador. La Corporación de Fomento podrá verificar por todos los medios que estime necesarios la exactitud de estas declaraciones y no efectuará pagos de ninguna especie a las industrias que no cumplan con la obligación de entregar la declaración jurada sobre pesca recibida. Los armadores independientes deberán, asimismo, dentro del mismo plazo, hacer declaraciones juradas de las capturas de sus embarcaciones entregadas a las industrias exportadoras de harina y aceite de pescado en el período que indica el artículo 4°. Las declaraciones maliciosas o manifiestamente disconformes con la realidad configurarán el delito de estafa que sanciona el artículo 467 del Código Penal y los culpables restituirán dobladas las cantidades que hubieren percibido.
En base a las declaraciones juradas la Corporación de Fomento de la Producción confeccionará listas definitivas de las capturas que servirán para calcular la distribución proporcional de los fondos acumulados para los armadores. Dichas listas no podrán ser objetadas por los interesados."
Artículo 4°
Reemplazarlo por los siguientes: "Artículo...- La Corporación de Fomento de la Producción destinará E° 8.000.000 a pagar con cargo a sus propios recursos, bonificaciones por exportaciones de aceite de pescado y harina de pescado, efectuadas hasta el 30 de junio de 1965, de acuerdo al mecanismo establecido en las leyes N°s. 12.937, 13.039, 14.824 y la presente ley, correspondiendo aplicar E° 5.000.000 a las exportaciones efectuadas a través de Iquique y Pisagua y E° 3.000.000 a las exportaciones realizadas a través de Arica.
Las Tesorerías de Arica, Pisagua e Iquique pondrán a disposición de la Corporación de Fomento de la Producción, por una sola vez y dentro de los 15 días siguientes a la vigencia de esta ley, las nóminas y recibos que sirvan para hacer efectivo el pago de las bonificaciones que hasta concurrencia de las cifras anteriores les corresponda a los exportadores de harina y aceite de pescado.
Los pagos de las bonificaciones a que se refiere este artículo se cursarán por estricto orden de precedencia de acuerdo con el procedimiento contemplado en los artículos 12 y 40 de la ley N° 13.039, en la presente ley, y en las disposiciones reglamentarias vigentes.
Se faculta a la Corporación de Fomento de la Producción para modificar sus presupuestos del año 1965, sin sujeción a las exigencias contempladas en el D.F.L. N° 47, de 1959, con el objeto de dar cumplimiento a lo dispuesto en este artículo.
La recepción por parte de los interesados de los pagos a que la presente ley se refiere importará la renuncia expresa de toda acción o derecho que estos mismos interesados pudieren derivar de las leyes N°s. 12.937, 13.039, 14.824 y de la presente ley."
"Artículo...- Autorízase al Consejo de la Corporación de Fomento de la Producción para dictar las normas que deberán cumplir los interesados antes de cobrar las bonificaciones mencionadas en esta ley.
En todo caso, dichos interesados deberán acreditar el pago de los sueldos y salarios devengados por su personal de empleados y obreros y el cumplimiento de las leyes sociales respectivas.
En caso de que los industriales o armadores no puedan acreditar estos deberes, la Corporación de Fomento de la Producción efectuará la retención de los valores respectivos para cubrir los pagos que correspondan. Si esta retención no alcanzare a cubrir los valores adeudados por concepto de obligaciones provisionales, se faculta a la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional y a la Sección Tripulantes de Naves y Obreros Marítimos, y demás institutos previsionales para celebrar convenios de pago de imposiciones con las empresas pesqueras establecidas en las provincias de Tarapacá y Antofagasta.
Estos convenios podrán otorgarse hasta por treinta y seis meses y solamente para pagar las imposiciones que se adeuden hasta el 31 de diciembre de 1965. La amortización de la deuda deberá hacerse en mensualidades iguales, y si el deudor se atrasare en tres mensualidades consecutivas, se hará exigible la totalidad de la obligación, la que se estimará de plazo vencido.
Para los efectos de su cobranza judicial, será aplicable a estos convenios el artículo 37 de la ley N° 10.662, modificada por las leyes N°. 11.772 y 16.259, en el caso de la Sección Tripulantes, y los artículos 15 N° 9 y 66 de la ley 6.037, modificada por las leyes N° 7.759 y 11.859, en el caso de la Caja de la Marina Mercante Nacional.
En ningún caso, la existencia de estos convenios implicará la suspensión de los beneficios previsionales de los empleados y obreros.
Las empresas pesqueras a que se refiere este artículo sólo podrán acogerse a la franquicia que se les concede por este artículo, en el plazo de 90 días contados desde el 1° de enero de 1966.
Igualmente la Corporación de Fomento de la Producción podrá retener las cantidades que estime necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 107 de la ley N°15.575.
La Corporación de Fomento de la Producción podrá además retener hasta el 30% del monto de las bonificaciones indicadas en esta ley que individualmente le corresponda percibir a cada interesado, para pagar las deudas en mora pendientes con dicho organismo por los industriales pesqueros y armadores.
Las bonificaciones que les correspondan a las empresas pesqueras en estado de quiebra por exportaciones efectuadas antes del 30 de junio de 1965, serán percibidas por la Corporación de Fomento de la Producción, quien las entregará al Síndico de Quiebras respectivo. Este procederá con ellas a pagar las sumas adeudadas por concepto de sueldos, salarios y leyes sociales; los impuestos y contribuciones fiscales y municipales y, en general, a solventar cualquiera obligación contraída con el Fisco; como también a cubrir los gastos de conservación de la industria y sus embarcaciones, mientras se realizan los bienes por la Sindicatura."
Artículo 5°
Reemplazar la frase final "y de las bonificaciones a que se refieren las leyes... etc., por la siguiente: "y del total del rendimiento del impuesto de compraventa establecido por la ley N° 12.120 recaudado en esos departamentos, a contar desde el 1? de enero de 1966."
Artículo 6°.
Suprimir la expresión "y D.F.L. N° 266, de 1960", e intercalar la conjunción "y" entre los guarismos "12.937" y "13.039."
Artículo nuevo.
Consultar el siguiente:
"Artículo....- Se declara que la exención del impuesto de la Ley de Timbres, Estampillas y Papel Sellado de la letra e) del artículo 2° del D.F.L. N° 266, de 31 de marzo de 1960, ha estado y está vigente."
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
En discusión general el proyecto.
El señor SEPULVEDA (don Francisco).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor SEPULVEDA (don Francisco).-
Concedo una interrupción al Honorable señor Valente.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Valente.
El señor VALENTE.-
Señor Presidente, el proyecto que debatimos esta tarde es una iniciativa que no da solución a los problemas económicos de las provincias del norte, ni formula un plan de desarrollo para el aprovechamiento de sus recursos, ni crea nuevas fuentes de trabajo para absorber la cesantía que en Tarapacá y Antofagasta adquiere caracteres francamente calamitosos.
Por medio de este proyecto, el Gobierno concede, a modo de ayuda, una jugosa subvención a unos cuantos poderosos industriales pesqueros de la zona. Propone y otorga, como quien dice, una pensión de gracia a reconocidos grupos financieros monopolistas, obligando a la Corporación de Fomento a destinar 8 millones de escudos para solventar esta donación.
Cuando en 1959 sobrevino en Tarapacá la crisis salitrera, la Corporación de Fomento de la Producción -considerando diversos estudios de expertos chilenos y extranjeros que auguraban un ancho porvenir a la industria pesquera en el litoral norte- puso en marcha un plan de desarrollo industrial, basado, casi exclusivamente, en el fomento de las industrias elaboradoras de aceite y harina de pescado.
Las expectativas se presentaban favorables. Existía optimismo en la zona y los organismos técnicos señalaron esta actividad como ejemplo de desarrollo económico regional.
Se dictaron leyes para conceder franquicias a los industriales que se instalaran en esa zona; se dictó el decreto con fuerza de ley N° 266, de 1960, destinado a rebajar la tasa del impuesto a la renta en un 90% ; se liberó, de derechos de aduana a la internación de maquinarias e implementos para esta actividad industrial; se bonificó la exportación de harina y aceite de pescado, y la CORFO abrió un generoso crédito en moneda nacional y en dólares para interesar a los inversionistas.
El auge experimentado por esta actividad industrial interesó, como es lógico, a los grupos financieros que controlan casi toda la actividad económica del país, asociándose algunos con capitalistas extran- jeros y aprovechando, con su influencia, las amplísimas facilidades otorgadas por la CORFO.
No creemos exagerar si afirmamos que el entusiasmo del exitoso comienzo de esta industria, hizo olvidar a los técnicos de la Corporación de Fomento las recomendaciones de los expertos acerca de la cautela con que debía actuarse, especialmente en el control de la pesca de la anchoveta y en la proporción adecuada en la instalación de estas industrias extractivas. Más que el criterio técnico primó la influencia política y por sobre las experimentadas advertencias de los científicos, se impuso el desmedido afán de enriquecimiento de diversos clanes financieros.
Al amparo de las franquicias tributarias y de las facilidades crediticias otorgadas por la CORFO, se produjo la proliferación de estas industrias.
En 1961, había en Iquique una sola planta con una capacidad de elaboración instalada de 19 toneladas hora. En 1965, ya había 17 plantas pesqueras con 535 toneladas-hora de capacidad instalada.
En Arica, de 4 plantas que había en 1961, con 43 toneladas hora de capacidad instalada, en 1965 aumentaron a 6, con 245 toneladas-hora.
En estos momentos hay en la zona norte 37 plantas de harina y aceite de pescado, con una capacidad para procesar 1.233 toneladas hora. Operan en la zona. 265 embarcaciones pesqueras, con una capacidad de bodega de 36 mil toneladas.
La pesca obtenida hasta mediados del presente año es muy inferior a la captura del año pasado, en el mismo período. Las perspectivas futuras indican que la captura total del presente año difícilmente subirá de 1 millón de toneladas. Con una captura anual de 1 millón de toneladas de pescado, la pesca promedio por barco alcanzaría solamente a 3 mil 800 toneladas y las plantas trabajarían a un promedio de 815 horas anuales.
Por su parte, CORPESCA señala que las deudas de 22 industrias, con vencimiento en el presente año, alcanzan a 9 millones 283 mil 119 dólares y a 15 millones 827 mil 775 escudos. Las deudas a corto plazo de los armadores pesqueros en Iquique, ascendían, en febrero de 1965, a 5 millones 464 mil 664 escudos.
Por otra parte, es útil dar a conocer a la Honorable Cámara, la forma cómo la CORFO concedió los créditos, préstamos y avales a las industrias pesqueras, muchas veces sin siquiera hacer valer las mínimas exigencias de garantía que son usuales en estas clases de operaciones. Industriales sin capital, quizás con muy buena voluntad y mejor ánimo para hacer una fortuna rápida, obtuvieron de la Corporación de Fomento un trato de discriminado privilegio.
A estos particulares, no sólo se les prestó el capital de instalación, sino que, como lo advertimos hace un momento, se les eximió del pago casi total de sus impuestos a la renta; y se les concedió amplias liberaciones para la internación de sus maquinarias, equipos, vehículos y todo lo necesario para la puesta en marcha de sus industrias. Más encima, se les otorgó una bonificación por las exportaciones de sus productos y, ahora, por medio del proyecto en discusión, se vuelve a eximirlas de todo impuesto, derecho, contribución o gravamen por la fusión o integración que se lleva a efecto entre ellas.
Estas exenciones se hacen extensivas, también, a las cauciones para garantizar obligaciones que contraigan; a los traslados de plantas, naves, sus partes, equipos, maquinarias, etcétera, internados en el país al amparo de los regímenes liberatorios o de las franquicias concedidas en las leyes 12.937, 13.039 y DFL. 266.
Más aún, como si estas franquicias fueran insuficientes, se obliga a la Corporación de Fomento a disponer de 8 mil millones de pesos para bonificar a estos industriales. No se trata de un nuevo crédito o empréstito con la obligación de ser reintegrado por quienes lo reciben; es, simplemente, una donación, un obsequio del Gobierno, no a todos los industriales y armadores, sino a un pequeño grupo, como lo demostraremos en seguida. Es, por supuesto, una pérdida neta para la Corporación de Fomento, como es fácil apreciarlo en un cuadro de este organismo, que fuera enviado a la Comisión de Hacienda y que yo solicito sea insertado en la Versión Oficial.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Solicito el asentimiento de la Cámara para insertar en la versión el cuadro a que ha hecho referencia el Honorable señor Valente.
Acordado.
-El cuadro que se acordó insertar es el siguiente:
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El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Puede continuar Su Señoría.
El señor VALENTE.-
Veamos, en todo caso, cómo se han otorgado estos créditos y en qué forma se distribuye esta donación que el proyecto en estudio entrega a los industriales pesqueros y a los armadores. La empresa pesquera "EPER-VA", que pertenece a Grace y Compañía, en 1960 tenía un capital de 1 millón 516 mil 230 escudos; obtuvo préstamos de la Corporación de Fomento por 1 millón 297 mil 500 escudos, casi el 90% de su capital; entre 1960 y 1964 obtuvo ganancias líquidas, de acuerdo con sus balances, por 6 millones 739 mil 500 escudos; sólo en 1965, incluyendo la bonificación que otorga esta ley, recibirá 4 millones 494 mil 90 escudos. Pero a sus obreros les paga un mínimo de Eº 5.73 diarios, con un salario promedio de Eº 9,25.
La empresa Industone-Compañía Industrial, que pertenece al clan de Agustín Edwards, tuvo desde 1960 a 1964 utilidades líquidas por 10 millones 739 mil 145 escudos; en 1965, percibió, por bonificaciones, 1 millón 714 mil 800 escudos. El salario mínimo obrero en esta industria es de Eº 4,36 y el promedio de remuneraciones alcanza a Eº 7,06 diarios. Estas cifras corresponden solamente a la Compañía Industrial, pues las utilidades de Industone, otra firma del clan Edwards, no han podido ser establecidas, por su condición de sociedad colectiva.
La "Pesquera Indo" es de propiedad de Salvador Pubill. Su capital declarado es de Eº 4.000.000. Consiguió créditos y avales en la Corporación de Fomento de la Producción por Eº 528.963 y por US$ 2.650.865; es decir, prácticamente esa firma se instaló sin capital y ha funcionado exclusivamente con el aval y los préstamos que le otorgó CORFO. En otras palabras, durante toda su existencia trabajó "con la negra". Recibió Eº 2.949.395 en bonificaciones en el año 1965. El salario mínimo que reciben sus trabajadores es de E° 4,85; el promedio es de Eº 7.48 diarios.
No ha sido posible obtener cifras respecto de sus utilidades.
La "Pesquera Guanaye Sociedad Anónima", perteneciente a Edmundo Pérez Zujovic, declaró en 1962 un capital de E° 324.292; obtuvo un préstamo de la Corporación de Fomento de la Producción por Eº 516.300, o sea, mucho más de su capital declarado. Sus utilidades netas fueron de Eº 588.720, que representan más que su capital declarado. Paga a sus obreros, como promedio, un mínimo de Eº 4 y un máximo de Eº 6,52 diarios. No ha sido posible obtener las cifras relacionadas con sus utilidades.
"Alimar Norte", que pertenece a las firmas "Marco Chilena", norteamericana, y "J.H. Tood and Son", canadiense, con un capital declarado en 1962 de Eº 525.000, obtuvo de la Corporación de Fomento de la Producción un préstamo o crédito de Eº 400.000 y 76.060 dólares más. Es decir, prácticamente todo el capital de la instalación se lo prestó la CORFO. Por concepto de bonificación, durante el año 1965, esta empresa percibió E° 1.196.760; vale decir, duplicó el capital. Paga a sus obreros un mínimo de Eº 4,50 y un máximo de Eº 6,98 diarios.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¿Me permite, Honorable Diputado? El Honorable señor Penna le solicita una interrupción.
El señor VALENTE.-
El Honorable colega podrá hacer uso de la palabra en el tiempo de su Comité.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
El Honorable señor Valente no desea ser interrumpido.
Puede continuar Su Señoría.
El señor VALENTE.-
La "Pesquera Piscis S. A.", que pertenece a Bernardo Larraín Vial, Sergio Fernández Larraín y Pedro J. Rodríguez González, declaró un capital de Eº 300.000 durante el año 1963. Recibió de la Corporación de Fomento de la Producción un préstamo por Eº 441.000, más que su capital; obtuvo utilidades por Eº 145.000 y por concepto de bonificaciones recibió Eº 694.000. Vale decir, durante el año 1965 duplicó su capital, exclusivamente, por las bonificaciones. Paga a sus obreros un mínimo de Eº 5 y un promedio de Eº 7,22 diarios.
La "Pesquera del Sur S. A.", que pertenece a Pablo Gumucio Vives, Miguel Yona, etcétera, con un capital declarado de Eº 500.000, obtuvo un préstamo de la Corporación de Fomento de Eº 262.302 y 171.356 dólares, lo que significa, prácticamente, que la CORFO le prestó todo su capital inicial. En 1965, por concepto de bonificaciones, recibió Eº 313.000, casi su capital, y obtuvo, entre 1961 y 1964, Eº 674.900 de utilidades. Vale decir, más del ciento por ciento de su capital. Les paga a sus obreros un mínimo de Eº 5,07 y un promedio de Eº 6,40 diarios.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Socialista.
El señor CORVALAN.-
Pido la palabra.
El señor VALENTE.-
Yo quisiera seguir en el tiempo de mi Comité.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Tiene preferencia el Diputado informante de la Comisión de Economía y Comercio.
Puede usar de la palabra el Honorable señor Corvalán.
El señor CORVALÁN.-
Señor Presidente, en Chile, principalmente en el norte, hay un refrán que ha quedado en desuso este último tiempo. ¡ "Llegó la anchoa" !, decía la gente cuando alguna fiesta o un encuentro deportivo o una función se tornaba desagradable por exceso de invitados o bien, en el caso de un partido de fútbol, porque los niños, muy pequeños, empezaban a entorpecer su desarrollo.
Algo así ha ocurrido durante este debate. En vez de haberse iniciado con la intervención del Diputado informante, como es normal en esta Cámara, se ofreció la palabra a otros Honorables colegas...
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
La Mesa hace presente que el señor Diputado informante no solicitó la palabra en su oportunidad.
El señor CORVALÁN.-
Señor Presidente, este dicho: ¡"llegó la anchoa"!, ha quedado en desuso en el norte en estos últimos tres años, porque esta industria ha venido soportando, como todo el país lo sabe, una crisis angustiosa, a pesar de los antecedentes y de las cifras proporcionadas por el Honorable señor Valente, algunas de las cuales son efectivas.
Varios señores DIPUTADOS.-
¡Todas las cifras son efectivas!
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¡Ruego a los señores Diputados-guardar silencio!
El señor CORVALÁN.-
Creo que sólo algunas.
El señor GUASTAVINO.-
¡ Son cifras oficiales!
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¡Honorable señor Guastavino!
El señor CORVALÁN.-
Los cálculos matemáticos los podemos hacer después.
Digo que, a pesar de eso, es importante que el país sepa que el desarrollo de esta industria pesquera ha constituido un gran drama porque, como quedará demostrado en el debate y como se puede adelantar por las cifras proporcionadas por el Honorable Diputado que me antecedió en el uso de la palabra, ha marchado sobre los rieles de una imprevisión permanente.
La Comisión de Economía y Comercio de esta Cámara, al conocer los orígenes del desarrollo pesquero, llegó a una conclusión primaria: junto a este proyecto hay que concitar un acuerdo para que, de una vez por todas, el país pueda disponer de los antecedentes científicos que se necesitan para que el negocio pesquero sea provechoso para el país y no esté siempre en tela de juicio, sujeto a esta crítica política, que en el fondo perturba el desarrollo de los planes que le interesan a muchos puertos chilenos.
Si no fuéramos nortinos y estuviéramos esta tarde escuchando el debate y la denuncia formulada por el Honorable señor Valente, llegaríamos a lo conclusión de que los anteriores parlamentarios no supieron cautelar para el país estas riquezas, o bien que el partido a que pertenece el Honorable señor Valente no tenía representantes en esta Cámara, cuando se aprobaron los planes pesqueros...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
Varios señores DIPUTADOS.-
Había y se protestó.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¡Honorables Diputados ruego a Sus Señorías guardar silencio!
El señor CORVALAN.-
En realidad, no estoy haciendo un cargo ni desconociendo...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¡Ruego a los señores Diputados guardar silencio!
El señor CORVALAN.-
... que determinados partidos...
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Su Señoría debe referirse al proyecto en su calidad de Diputado informante.
El señor PHILLIPS.-
¡Muy bien!
El señor CORVALAN.-
Es que creo que debo hacer un informe histórico.
Seguramente algunos Honorables Diputados se opusieron justificadamente a esta ley, pero el Congreso legisló bajo la presión de los habitantes de las ciudades del norte, que estaban en crisis económica y que reclamaban leyes para terminar con la cesantía y sustituir las actividades paralizadas. Por eso, cualquiera que haya sido la intención de los diferentes partidos políticos y parlamentarios en ese tiempo, todos carecían de la necesaria información para que esta Cámara y las Comisiones pudieran formarse un juicio cabal sobre qué medidas debían adoptarse para resguardar el interés nacional y la estabilidad de la industria, que es muy importante para el desarrollo económico de las provincias de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
¿Por qué digo esto, señor Presidente?
Porque fue el Gobierno el que emprendió el negocio de la pesca.
Efectivamente, nuestro país empezó a estimular el desarrollo pesquero durante la Administración de don Pedro Aguirre Cerda.
Antes de crearse la Corporación de Fomento de la Producción, la actividad pesquera era considerada con menosprecio y se estimaba una actividad de segunda o tercera categoría.
Posteriormente, como ha ocurrido con muchas actividades económicas nacionales, se hizo sentir la influencia extranjera en la industria de la pesca, con la inmigración de los alemanes al sur del país, que intentaron establecer la industria de conservas de pescado.
Además, en las zonas de Chiloé, Aisén y Magallanes, algunos productos de la pesca recibieron un tratamiento especial y se transformaron, de simple materia prima que hasta entonces no había interesado a las empresas prósperas de la zona, en productos con grandes posibilidades económicas para el comercio regional.
Conviene dejar constancia de que la Corporación de Fomento de la Producción consiguió que viniera al país una misión norteamericana, encabezada por el biólogo señor Milton Lowell, a hacer algunas prospecciones pesqueras. Esto permitió instalar en el país algunas industrias de pesca, que a su vez dieron origen a la conservería.
Esta misión norteamericana contratada por la Corporación de Fomento, en realidad, no tuvo el propósito de elaborar un programa de explotación pesquera, tendiente a la obtención de aceite y de harina de pescado, principalmente en la zona norte del país.
Sus actividades e informes fueron conocidos por el Consejo de la Corporación de Fomento de la Producción. Y en ese entonces, bajo un Gobierno históricamente progresista, como seguramente nadie en esta Cámara podría ponerlo en duda, se constituyeron las primeras sociedades mixtas, para explotar la sardina enlatada, el pescado ahumado y para obtener en Chile una cantidad mínima de aceite de pescado, con los recursos precarios de que se disponía en Chile en los años 1938, 1940 y 1945.
Yo diría que la industria pesquera chilena empezó a desarrollarse en esa época.
Estas primitivas sociedades pesqueras tuvieron un régimen todavía mucho más privilegiado que el de las industrias de la harina de pescado, porque, si bien es cierto que algunas de estas empresas instaladas en Tarapacá y Antofagasta no necesitaron aportar más del 20 por ciento de capital, para iniciar sus faenas, aquellas otras recibieron créditos y subvenciones de la Corporación de Fomento. Cuando paralizó sus faenas la Compañía Salitrera Lautaro Nitrate, entregó sus instalaciones y subvenciones para que el Gobierno desarrollara un plan pesquero en el puerto de Taltal. En esa época sólo teníamos intención de hacer esto.
Pedro Aguirre Cerda, cuya proyección histórica nadie se atrevería a desconocer, pidió al Comodoro Naval señor Julio Luna que estudiara un plan de desarrollo pesquero y presidiera las primeras empresas que se instalaron en forma experimental:
Y admírese la Honorable Cámara, con una goleta de 20 toneladas que hoy día puede ir como bote salvavidas en cualquier barco atunero de pesca, se inició la primera prospección .pesquera que hemos conocido los chilenos. Esa goleta llevaba el nombre de "Silvita Uribe".
Los resultados de esta campaña pusieron de manifiesto que era tal el volumen de la faena marítima, sobre todo en el norte de Chile, que permitía abrigar esperanzas y elaborar un plan de largo alcance y de vastas proyecciones si concurría el capital. Y el trato dado al capital, sobre todo en estos países y principalmente en Chile, siempre se ha basado -y yo creo que así se hará también- en la concesión de estímulos extraordinarios.
Nosotros nos encontramos con este cuadro que conoció la Honorable Cámara y que ha planteado el Honorable señor Valente, tal vez colocando en su particular interpretación algunas ideas que yo no comparto y creo que la Comisión de Economía. y Comercio tampoco las aceptará. Pero lo interesante es que empezó a caminar en el norte la industria pesquera al amparo de una legislación excepcional, a partir del decreto N° 208, de 1953, cuando la FAO, mediante convenios internacionales, instaba al Gobierno de Chile a que aprovechara algunas de las experiencias e informes técnicos que harían posible crear estas sociedades capitalistas de gran desarrollo en el norte para obtener harina de pescado, aceite del mismo y subproductos que son muy apreciados en el comercio internacional.
Al amparo, sobre todo, del decreto con fuerza de ley N° 266, se pretendió establecer en Chile el régimen de cooperativas, para que los pescadores artesanales pudieran constituir sus propias empresas, reemplazando el trabajo patronal por un trabajo independiente, qué les permitiera obtener más recursos para el desarrollo de sus industrias. Esos propósitos fueron complementados con los planes de la Corporación de Fomento de la Producción, que hubo que impulsar, principalmente, en Iquique, porque la crisis de la industria del salitre creó aquella cesantía que es de conocimiento de la Honorable Cámara y que, en su oportunidad, conmovió a este Parlamento.
Esta industria instalada en Tarapacá, a parte de las críticas que pueda merecer y las que seguramente escucharemos esta tarde, es acreedora más que nada, a nuestra atención, porque se inició bajo el signo de la improvisación. Ocurre que después de estar instaladas las fábricas, después de estar trabajando, sólo ahora, cuando están fracasando, se crea en el país un Instituto de Investigación Científica, como son el Instituto de Fomento Pesquero y el Instituto del Mar, en Valparaíso, que está trabajando merced a aportes de la Corporación de Fomento de la Producción y de las Naciones Unidas, uno y el otro con variados recursos.
No está en mi ánimo hacer algunas críticas, que pudieran ser ingratas para los científicos que laboran en esta entidad. Es triste para mí, como parlamentario, comprobar que este Instituto de Fomento Pesquero, está trabajando como una pequeña oficina, con escasos recursos y con un plan de trabajo que, si la Honorable Cámara tuviera tiempo y meditara sobre él, tendría que concluir conmigo, que es extraordinariamente limitado.
Hace pocos días, fuimos al Puerto de Arica, para confirmar lo que estoy aseverando. Este Instituto tiene la misión únicamente de valorar las proteínas y la humedad de la harina, determinar algunos antecedentes sobre el pez y comprobar su Ciclo alimentario. Nada estudia sobre la inmigración de los peces, de los ciclos de reproducción y sobre la forma de aprovechar mejor el pez, aparte de su industrialización, destinada a obtener harina de pescado. Sin embargo, para estos planes, que yo califico de programas mínimos, este Instituto de Fomento Pesquero carece de recursos materiales hasta tal extremo que aquí debiéramos sublevarnos todos, principalmente los Diputados que siempre golpean los pupitres...
El señor ACEVEDO.-
Y los que lanzan vasos.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
¡Honorable señor Acevedo!
El señor CORVALAN.-
... para reclamar su libertad e independencia. Resulta que este Instituto tiene que trabajar con material prestado por las mismas empresas a las cuales debe controlar, fiscalizar y orientar.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PAPIC (Presidente en ejercicio).-
Honorable señor Acevedo, llamo al orden a Su Señoría.
El señor CORVALAN.-
Después conversaremos con el Honorable colega.
Considero que este Instituto, que por iniciativa parlamentaria podrá disponer de cursos especiales cuando entren en vigencia y funcionamiento los convenios del cobre, debiera merecernos una atención constante y preferente, porque de ello depende, indudablemente, que no se comenta errores en el futuro en el asentamiento de esta industria, que, a mi juicio, llegará a ser, en definitiva, una de las más importantes para extensas regiones de Chile.
A partir de 1960 y como una solución del Gobierno de esa época a la inquietud existente en el norte, entró a operar un plan pesquero que, como es de conocimiento de la Honorable Cámara, basó todo su desarrollo y expectativas en tres planes netamente definidos: el primero, en que al industrial se le harían, como efectivamente se le hizo, un gran préstamo de capital ; el segundo, en que la empresa gozaría de leyes excepcionales, que le permitieran capitalizar, reinvertir y desarrollarse en condiciones que no habría tenido en otra zona del país; y el tercero, en que el mercado de harina y aceite de pescado tenía y tiene grandes perspectivas en todo el mundo. Además, se estableció algo muy importante: que Chile no estaba ligado ni comprometido con ningún instituto o Pool internacional para la producción de harina de pescado como en otras partes del mundo. Chile no ha suscrito convenio alguno al respecto y, por lo tanto, puede defender su precio como estimen conveniente el Gobierno y los empresarios chilenos.
Con estos tres apoyos, la industria tuvo la prosperidad que todos le hemos conocido en el norte; pero, indiscutiblemente, existía un factor imponderable en el desarrollo industrial, que era el ciclo de vida y la concurrencia de la materia prima, que ahora también nosotros llamamos "anchoveta", pero que no es más que un pez de la familia de las sardinas, como lo hay en muchas partes del litoral chileno y al cual la publicidad peruana bautizó como anchoveta, pero que corresponde a la simple anchoa o chicoria que conocieron los changos que poblaron el norte. Este pez está frecuentando nuestras costas desde que existe Chile, diría yo. Sin embargo, en estos últimos tres años desapareció del litoral, quebrando todas las expectativas, deshaciendo las ilusiones no sólo de los industriales, sino que también de los propietarios y comerciantes de la zona y también de toda la gente cuyas actividades giran en torno del complejo económico de la industria pesquera.
Me van a excusar mis Honorables colegas que gaste tiempo en dar testimonio aquí en la Sala de lo que conoció la Comisión respecto de las teorías que existen sobre la vida de la anchoa y las posibles causas de su desaparición, porque, tal vez, nada es más dañino y menoscaba más la función pública y parlamentaria ni nada subleva más que oír decir, cuando uno entra a un sindicato, que en Santiago se aprueban las cosas a la carrera, porque todos tienen urgencia en terminar, para preocuparse de sus cosas particulares.
Por este motivo, los Senadores y Diputados no se interesan por los asuntos de Cobija, de Copaca, de Paposo, de Michilla, de San Pedro, etcétera. Por eso, deseo que pueda decirse que en la historia fidedigna del establecimiento de la ley, en esta parte por lo menos, alguien ocupó su tiempo a los Honorables colegas rememorando lo que comenta la gente en las faenas o recordando los antecedentes que los sabios en la materia nos expresan en nuestras frecuentes visitas a las industrias o a los institutos de investigación.
Se han establecido algunos hechos dentro de la relatividad con que se puede efectuar una observación de la vida de un animal que yo diría que es un pasajero de una corriente marítima que va "embarcado" en el agua. No es lo mismo que investigar la historia, la vida y costumbres de un molusco, de un caracol, o del cangrejo, de la lapa, etcétera, a los que como lo saben los Honorables colegas que han visitado el Instituto Montemar, les pintan hasta de colores las conchas y les tienen una especie de hoja de vida los científicos y biólogos, para conocer su desarrollo; pero no es fácil pensar en un método para hacer algo parecido con las sardinas, en colocarles, por ejemplo, un anillo, como ocurre con el cormorán, mediante el cual se descubre que el que fue marcado en un instituto del Golfo de California es el mismo que ha muerto en Talcahuano, después de una emigración de tanto tiempo y que revistió tales características. Con la sardina no es posible hacer este tipo de observaciones. Todo lo que se opina y todo lo que se ha establecido se hace exclusivamente en el método comparativo.
Me explico. Se observa a estos peces en Sudáfrica, en el Mar Artico y en los de Suecia, y se llega, por la frecuencia de las observaciones, comparando todo ello con lo que ocurre en el norte de Chile, a leyes biológicas que nosotros hemos conocido en la Comisión, y que deseamos exponer aquí a nivel de Gobierno y donde se quiera, como teorías que tienen un 80% de efectividad.
Se dice que el elemento principal para que este pececillo se desarrolle es la temperatura del agua, es decir, la temperatura normal de la corriente de Humboldt que recorre las costas chilenas y, principalmente, el litoral norte. Pero, como piensan algunos, por efecto de los sismos y temporales que azotaron el cono sur de Sudamérica, se habría producido una división de esa corriente, lo que tampoco ha podido probarse porque nadie va a emplear el método de palitos, corchos y tablas usado para medir la velocidad de los ríos y la confluencia de las aguas en los canales, a fin de comprobar esto. No hay nada; no hay programas; ningún Gobierno o instituto tiene el capital necesario para destinarlo a sumergir corchitos desde aquí a Las Galápagos, para decir después: hemos establecido la probabilidad de nuestra teoría con este experimento que hemos hecho. Se piensa, decía, que una masa de agua, haciendo impacto en el Archipiélago de Las Galápagos, a la altura de Ecuador, habría desviado la corriente y producido otra temperatura en las aguas chilenas, en un ángulo directo, más o menos a la altura de Caleta Corazones, 18 millas al sur de Arica. Allí existiría una misma confluencia, pero una temperatura distinta, hacia el sur, de la que hay en el litoral peruano. Esta teoría de la temperatura, según los pescadores y expertos, es la que explicaría la ausencia de las costas del litoral de la famosa anchoa, de la cual depende toda la industria pesquera de la zona.
Sin embargo, hay otros estudios referentes a dicho pez y, como ejemplo, voy a citar nombres conocidos de la Honorable Cámara, como el de los profesores Renzo Follegatti, de la Universidad Católica, y Radoslav Razmilic, de la Universidad de Chile; también el del doctor Castro, que ha realizado algunos trabajos a este respecto. Veremos que, frente al planteamiento de que es exclusivamente la temperatura del agua la que nos ha perjudicado, otros dicen que nada tiene que ver ello en la existencia en abundancia del pez que nos preocupa esta tarde.
Existe la teoría de la alimentación. Le dicen a uno: "Pero, Diputado, ¿cómo puede creer usted esta paparrucha? Si usted tuviera tiempo, podría darse cuenta de que es probable ahora, en cualquier sector de la costa del norte, mediante el simple rastreo con una chalupa, establecer que las piedras, que los fondos del zócalo marino hoy no tienen fitoplasma". Entonces, uno pregunta qué es el fitoplasma, y empieza toda la explicación. Resulta que la famosa anchoa se alimenta del zooplasma, microorganismo que a su vez, vive del fitoplasma, que se produce por la sedimentación de los ríos y quebradas que, en las provincias de Tarapacá y Antofagasta, "llevan sus aguas al mar. Por un proceso de mezcla entre el agua del mar y el agua dulce y otras sustancias orgánicas se producen estos microorganismos con lo cual se inicia el ciclo vital que nos proporciona la anchoa o chicoria con que se desarrolla la industria.
Hay, una tercera teoría. Le dicen a uno: "Ni unos ni otros, Diputado, tienen la razón. Lo que ocurre es que las aguas del Pacífico tienen ahora una extraña luminosidad. Si usted conversa con los pescadores, le dirán que, en largos sectores de la costa, donde antes no se veían, ahora se ven los fondos del mar y los "muertos". Así llaman los pescadores a los anclotes improvisados con que sujetan sus embarcaciones para las faenas. Y continúan: "¿Qué quiere decir eso? Que las aguas están más claras y no será posible ninguna pesca, aunque se pongan alimentos y "vitaminas" para la anchoa".
He seguido estas investigaciones, porque valoro el esfuerzo que algunos chilenos hacen, al margen de toda opinión política, a fin de dibujar y entregarnos un informe que nos permita avanzar y defender esta posibilidad económica para el país.
Después de ir a todos los sitios y centros de información en materia pesquera, he llegado a una conclusión, que sostuve, hace tiempo, en la Comisión de Economía y Comercio y que esta tarde quiero rubricar otra vez: el país no puede perder esta riqueza. La anchoveta volverá, y el país tendrá un destino pesquero. Es necesario, sí, que normalicemos y encaucemos esta actividad con mayor auxilio científico, para centrar en este trabajo y en estas posibilidades la realización de la industria del norte.
Por felicidad, la prensa y las informaciones de las mismas empresas dan cuenta, de que hoy hay faenas pesqueras en el norte. El sábado, una comisión de parlamentarios, presentes en esta Sala, pudimos comprobar que más del 60% de las embarcaciones con matrícula en Arica estaban en faenas en alta mar. Hoy día, los noticiarios dicen que hay faenas en Iquique, en Arica y más al sur, en la provincia de Antofagasta, donde las goletas no tienen radio de acción, adonde no van a pescar, no porque no haya pesca, sino porque el proceso económico se encarece mucho. Además, la sardina no resiste en buen estado trayectos de navegación muy largos. Nunca dejó de haber anchoas, ni aun en los períodos de mayor crisis.
Algún Honorable colega podrá decir: "Este Diputado cree que es problema del Gobierno que haya sardinas. Le pone demasiado entusiasmo a este asunto y está asegurando en la Sala algo que es una mera ilusión". Sin embargo, mientras obteníamos la información de que no existía materia prima -y, aunque la hubiera en algunos casos, los patrones estaban empecinados en no equipar sus goletas, en no correr el riesgo de aperarlas, y pagar a la tripulación algunos días en balde y salir a explorar para ver si encontraban el pez tan necesario para la industria-, mientras todos, digo, soportábamos esta crisis y, en la Comisión de Economía y Comercio, aventurábamos teorías respecto a lo que iba a suceder en el futuro, los peruanos seguían pescando en las aguas internacionales, frente a Arica, Iquique, y Tocopilla.
Tengo a la vista, y, naturalmente, dejo a disposición de los Honorables colegas incrédulos, el informe de la línea aérea de exploración pesquera correspondiente al día 2 de octubre de 1965. Esa semana, se iba a realizar en Iquique una manifestación pública, provocada por esta angustia y destinada a pedir alguna solución no ya al Gobierno, sino a todos los chilenos. A ella habíamos sido invitados todos los parlamentarios, para que viéramos la miseria y el hambre que estaban acosando a la ciudad, por la falta de pescado.
Esa misma semana, el observador señor Michelsen, bajo su firma, dice: textualmente:
"Resumen: Se encontraron seis morados de regulares a grandes pateando. Este pescado se encuentra a 45 millas de Caleta Corazones". Esto quiere decir que había pesca, pero muy afuera, porque, normalmente, en el norte chileno, se consigue a 15 o 25 millas, pero no a 45. En el sur, en Talcahuano, por ejemplo, se consigue, otro tipo de pesca, claro está, a 60, 70 y hasta 100 millas de la costa, sin mayores dificultades. ¿Qué quería decir el piloto cuando informaba que los morados estaban "pateando"? Qué la sardina estaba a flor de agua, que era fácil observarla desde la cabina del avión. Luego, en el mismo informe, dice: "Se corre hacia arriba y tierra. Es urgente que, a la altura de la coordenada 10, se dirijan las embarcaciones". Agrega que exploró dos horas y media, y denuncia que había embarcaciones peruanas en el sector. Sin embargo, las chilenas estaban paralizadas, por todo este complicado proceso que he estado describiendo esta tarde. El día 3, vio sardinas más al sur; el día 6, más al norte. Así, podría seguir hojeando todos los informes del mes.
Como los convenios entre las empresas de exploración aérea, los armadores y los industriales no están coordinados, a veces se hace inoperante todo el proceso de la pesca. Es decir, no se cumplen oportunamente los pasos de la operación, como debe ocurrir en una faena pesquera. ¿Por qué digo esto? Porque, en el norte, la empresa que hace la exploración aérea es una; la que pesca, es otra; y, generalmente, la que hace la reducción de la materia prima, es otra. Por lo tanto, cuando llega el mensaje radial, cuando el avión avisa a su agente principal que, frente a Punta Blanca, por ejemplo, ha encontrado, ha detectado anchoas, pasan como dos horas antes que el interesado en obtener la pesca flete la nave, salde las deudas pendientes, y salga a buscar la tripulación. Viene a llegar allá cuando los peruanos han corrido el pescado o cuando éste se ha profundizado, se ha hundido por el mismo ruido de los motores.
Algún señor Diputado dirá que antes, hace tres años, se pescaba. Es que, hace tres años, la pesca no sufría la situación crítica que conocemos y estamos comentando esta tarde. La pesca de la anchoa se hace, en los puertos de Tocopilla y de Mejillones, para ser gráfico, a la altura de la reja donde fondean los barcos de cabotaje. Es posible hacer los lances o la extensión de las redes casi en la misma bahía. Esto ha determinado hasta denuncias y procesos, porque el reglamento del litoral prohíbe que, mientras se realizan las faenas de cargo y descarga de las naves, los pescadores hagan sus lances o pesquen en el interior de la bahía. Sin embargo, estas empresas pesqueras estaban acostumbradas a hacerlo, y no es extraño que algún Diputado, aun no de la zona, haya Visto 24 ó 36 goletas en Mejillones, a la cuadra en Antofagasta, a la gira en Coloso, a las puertas de Tocopilla o en la misma bahía de Iquique. Ahí el negocio prospera. Pero la anchoa, como en todas partes del mundo, se distancia de la costa. Yo diría que el instinto aconseja a todas las especies animales vivir distantes del hombre, así, ya la pesca se hace difícil, antieconómica, improbable.
Aparte de la escasez de la anchoa y las dificultades del proceso de pesca, la industria está soportando en el norte alguna sobrecarga de jornales, de salarios, porque su explotación no es todo lo racional que debiera ser, porque se han dividido y multiplicado algunas funciones y porque viven más de la pesca los que están en tierra que los que realmente son pescadores y realizan las faenas en el mar.
En el mismo proyecto que estoy comentando y sobre el cual me corresponde informar, no se consideran medidas para transformar totalmente la industria pesquera. Pero no somos remisos a que estas determinaciones y estos pareceres se incorporen en la legislación de Chile, para el progreso de sus negocios públicos.
Como este proyecto está dirigido a beneficiar a una industria asentada en dos provincias, es importante destacar que la Comisión de Economía y Comercio, por unanimidad -pues no voy a pretender que sea sólo una inquietud del Diputado que habla o de la mayoría de la Comisión-, se ha propuesto enunciar algunas iniciativas que den forma a una futura ley de fomento pesquero integral, que trate desde la pesca de la sardina hasta la de la ballena.
Ya que estoy hablando de unanimidad, quiero decir que todos los sectores políticos del Parlamento han mostrado interés -hay que reconocerlo- en cambiar el rumbo del desarrollo pesquero de Chile, No otra cosa significa, por ejemplo, la iniciativa presentada por el Senador clon Humbero Enríquez, para destinar recursos a un programa de estudios sobre la racionalización de las faenas de la explotación de la industria pesquera en todo el país. Lo mismo significa un proyecto que don Juan Turna, Diputado del FRAP, ha entregado al señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción para que el Gobierno lo promueva y lo haga suyo, y que contiene algunas interesantes disposiciones sobre la comercialización, la conservación y el transporte del pescado. Tal es el clima existente en relación con el desarrollo pesquero.
Tal vez valdría la pena destacar que, inversamente a la forma escasa en que Chile está proveyendo los mercados mundiales con harina y aceite de pescado, los precios de estos productos -lo que casi es una razón económica- se han duplicado en todos los países consumidores, como lo señalan las revistas especializadas y los informes de los Bancos.
En vista de que el precio actual es un gran incentivo, de que la sardina está volviendo a nuestras costas, y de que esta Honorable Cámara está resuelta a encauzar la industria pesquera por .distintos rieles jurídicos, a fin de que, sin dejar de ser, como es natural y lógico, un negocio apetecible para los inversionistas, no beneficie exclusivamente a los empresarios, sino que también constituya una fuente de divisas y recursos que permitan el desarrollo social de la zona y la especialización de nuestro personal, pienso, y me atrevo a declararlo esta tarde, que el norte no debe tener ninguna aprensión por su destino como región pesquera.
El Gobierno sometió a estudio de la Comisión de Economía y Comercio un proyecto de ley que significa, en primer lugar, poner al día una cuenta pendiente de la Tesorería Provincial de Iquique y de la Tesorería Departamental de Arica, destinada a cumplir lo que determinan las leyes N°s. 12.937, 13.039 y 14.824, en lo relativo a las bonificaciones de que gozan los industriales pesqueros desde que se instalaron en la zona, la cual no ha sido solventada en este último tiempo. La Comisión estima que debe pagarse tal bonificación hasta la fecha en que se promulgue esta ley, porque en lo sucesivo no seguirá existiendo.
El artículo 2° del proyecto de ley en debate, que sólo consta de seis artículos, establece la racionalización de la explotación pesquera y de la fusión de estas empresas industriales con los armadores. Se piensa, con justa razón, que mientras el comercio del aceite y harina de pescado ha permitido grandes utilidades y ha dado extraordinarias perspectivas a los industriales quienes tienen el premio de las bonificaciones acordadas por ley, el destino y suerte de los armadores no ha sido el mismo, porque deben conformarse con los precios fijados por quienes compran las sardinas y no tienen otra alternativa que pagar con sus utilidades la amortización de las naves, los salarios de sus tripulantes y la mantención durante el tiempo de crisis del pescado.
Como se dijo, el artículo 4° del proyecto destina 8.000.000 de escudos para pagar bonificaciones que se adeudan en Arica e Iquique a los productores de harina y aceite de pescado, correspondiendo 5.000.000 de escudos a los industriales de Iquique y Pisagua, y 3.000.000 a los de Arica.
Esta disposición fue modificada en la Comisión de Hacienda y, en su oportunidad, el señor Diputado informante de ella se referirá a los cambios introducidos para que este beneficio alcance también a los armadores que contribuyeron con el aporte de su pesca a que se produjera esta riqueza que después se transformó en artículo exportable.
Por el artículo 5° se crea una Comisión integrada por los señores Ministros de Economía, Fomento y Reconstrucción, Hacienda, Agricultura y Minería para que, en un plazo de 90 días, contado desde la fecha de publicación de la ley, elabore un Plan de Fomento Pesquero, Industrial, Agrícola y Minero para los departamentos de Iquique y Pisagua, que se financiará con los recursos que provienen de las leyes N° 11.828, por una parte, y N°s. 12.937, 13.039 y 14.824, por otra, los cuales, por ministerio de este proyecto, ya no serán de propiedad y beneficio de los productores de harina de pescado.
Por el artículo 6° se establece que el producto del impuesto a la compraventa, aun cuando la transferencia se haga fuera de la zona, deberá enterarse en las Tesorerías de las ciudades asiento de estas industrias.
Concedo una interrupción al Honorable señor Muga, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
¿Ha terminado el señor Diputado informante?
El señor CORVALAN.-
No, señor Presidente. He concedido una interrupción al Honorable señor Muga.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Muga.
El señor ACEVEDO.-
Con cargo al tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor MUGA.-
Señor Presidente, deseo recordar, para tranquilidad del Honorable señor Acevedo, que todas las interrupciones cedidas se computan al tiempo del Comité de quien la solicita.
La exposición hecha por el Honorable Diputado informante de la Comisión de Economía y Comercio es bastante amplia e interesante. Ha entregado un cuadro, que la Honorable Cámara necesitaba conocer, del aspecto general de la industria pesquera, en el norte, la que, en apariencia, fue floreciente en un tiempo. Hoy, debido a circunstancias cíclicas y climáticas, está en decadencia.
Para enfocar bien el problema, habría que referirse a tres aspectos importantes: en primer lugar, a cómo era el norte antes de la instalación de la industria pesquera, especialmente en los departamentos de Iquique y Pisagua; después, al desarrollo de esta industria; y, en tercer término, a la situación en que se encuentra la industria pesquera actualmente.
En el año 1959 -vale la pena repetirlo-, el norte, especialmente los departamentos de Iquique y Pisagua, estaba sufriendo los efectos de la crisis salitrera. Miles de cesantes no encontraban fuentes de trabajo, salvo algunas obras públicas que el Gobierno pasado iniciaba para contrarrestar esta ansiedad de la gente sin ocupación. La Corporación de Fomento de la Producción, por instrucciones del Gobierno, elaboró un plan muy a la ligera, porque no profundizó en el aspecto técnico de la materia, sino que respondió a la necesidad de resolver el problema apremiante que significaba la falta de trabajo en el norte.
Se dictaron leyes de excepción, como las N°s. 12.937 y 13.039, y el decreto con fuerza de ley N° 266, de fomento directo a la pesca, además de las leyes anteriores que favorecían a las industrias que se establecieran en esta zona.
Con el aliciente de estas leyes de excepción y de los préstamos que la Corporación de Fomento de la Producción hacía a los industriales, se estableció en el norte una nueva industria elaboradora de harina de pescado. Esta instalación fue acelerada.
Si nosotros vemos los cuadros contenidos en los informes de las Comisiones de Economía y Comercio, y de Hacienda, observamos que en el año 1961 había solamente una industria de harina de pescado y en 1965 están en funciones 31 plantas.
En este lapso se instalaron muchos industriales en el norte, de muy diversa condición económica y criterio político, porque pertenecían a todas las tendencias y provenían de diferentes sectores sociales y económicos del país, unos más grandes y otros más pequeños; pero a todos se reconocieron idénticos derechos y obtuvieron las mismas franquicias y oportunidades que la Corporación de Fomento les entregaba, tanto en el aspecto técnico como en el financiero.
Estos empresarios llegaron a instalarse en el norte del país, porque existía una gran abundancia de materia prima. En efecto, la anchoveta vivía en grandes cantidades en las costas del norte. En consecuencia, el auge de la industria pesquera fue rápido. En esta forma, fue posible absorber la cesantía; y el comercio de la zona, que estaba en quiebra, pudo alcanzar de nuevo su ritmo normal. De tres o cuatro Bancos que existían en la ciudad de Iquique, se llegó a la cifra de once instituciones bancarias, que se instalaron en ella, porque se tenía la certeza de que el porvenir económico de la zona estaba asegurado.
Hubo trabajo suficiente para muchos obreros y oportunidades para industriales y técnicos, no sólo del norte, sino del centro y sur del país. Se originó, asimismo, la actividad de muchas empresas subsidiarias creadas alrededor de la gran industria de la harina de pescado.
¿Qué ocurrió posteriormente? Que la materia prima, originalmente muy abundante, empezó a escasear cada vez más, sin que los organismos técnicos del Gobierno ni la Corporación de Fomento dispusieran de un estudio científico para determinar la causa de esta disminución de las anchovetas, en especial.
Las industrias pesqueras se vieron obligadas a paralizar sus labores y comenzaron a manifestarse, especialmente en Iquique, los problemas de la cesantía, la decadencia del comercio y la inquietud en que se halla sumida toda la población, que logró aumentar en un 30% durante el auge de esta actividad industrial y que hoy se encuentra abocada a una difícil situación económica. También se ha producido -¿por qué no decirlo?- la quiebra de gran parte de los armadores, porque no ha sido posible cumplir las leyes de excepción, en especial la N° 12.937.
En efecto, fue imposible seguir pagando a los industriales la bonificación por tonelada de harina de pescado exportada, que establece esta ley, porque los recursos cada vez se fueron haciendo más insuficientes. El beneficio pudo operar cuando existían pocas industrias, pero, en la medida en que iban aumentando los fondos de esta ley fueron disminuyendo. Y ahora, como no se ha podido cumplir con el pago de esta bonificación a los exportadores, existe, indirectamente, un compromiso del Fisco para con aquellos industriales.
Previo un estudio de la Corporación de Fomento de la Producción, el Gobierno envió al Congreso Nacional un proyecto de ley destinado a pagar, en parte, esta bonificación pendiente a los industriales, con cargo a dineros de la CORFO. Ese es el proyecto que estamos discutiendo en este momento. Pero esta iniciativa legal establece también un método muy importante para el porvenir de la industria pesquera, que consiste en racionalizar la industria, las plantas y las embarcaciones, para que estas industrias puedan fusionarse o integrarse. En efecto, aunque abundara la materia prima de nuevo, estos empresarios no podrían seguir trabajando, financiera y económicamente, en la forma como se han establecido, ni menos llegar a una integración para realizar trabajos de planificación en el proceso industrial pesquero de esta zona.
Considero que debemos estudiar esta materia con seriedad, porque vamos a legislar no sólo para conceder la ayuda apremiante que hoy solicitan los industriales para cumplir sus compromisos con los trabajadores y con las empresas mismas, sino también para crear, a través de esta iniciativa legal, perspectivas para el futuro.
Señor Presidente, yo formulé indicación, que fue aprobada tanto en la Comisión de Economía y Comercio como en la de Hacienda, para que los fondos destinados a la bonificación, que no se continuará pagando desde el segundo semestre de 1965 -ya que las industrias seguirán la suerte y el sistema de la nueva ley sobre fomento de las exportaciones- pasen a poder de la Corporación de Fomento de la Producción, con el objeto de que ella pueda aplicar un plan de desarrollo pesquero serio en los departamentos de Iquique y Pisagua, y también un plan agrícola y minero para estos mismos departamentos, que lo necesitan con tanto apuro.
Como el señor Diputado informante desea recuperar el uso de la palabra, me reservaré para exponer, en otra oportunidad más adelante, otros aspectos de importancia que tiene este proyecto. Por ahora me limitaré a manifestar que, a nuestro juicio, el proyecto, tal como está redactado y con las indicaciones aprobadas por la Comisión de Hacienda, es más operante y más justo y puede ser aprobado, en esta forma, por la Cámara de Diputados.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
La Mesa advierte al Comité de Su Señoría que le quedan tres minutos.
Hago presente al señor Diputado informante la conveniencia de que sólo conceda interrupciones para que los Honorables Diputados le hagan preguntas que Su Señoría absuelva, pues falta aún el informe de la Comisión de Hacienda.
Tiene la palabra el señor Diputado informante de la Comisión de Economía y Comercio.
El señor CORVALAN.-
Señor Presidente, en la convicción de que en la Cámara hay un profundo ánimo comprensivo respecto de la inquietud que tiene el norte por el porvenir de esta industria, espero que ella comparta el criterio de la Comisión de Economía y Comercio, en el sentido de que en la Sala debe dejarse constancia de todos aquellos aspectos de esta industria que son controvertibles y que, de otra manera, podrían aparecer ante la faz del país como que jamás se han revisado aquí. Por eso, he ocupado algún tiempo en detenerme en ellos.
Advierto que el Honorable señor Penna, Diputado informante de la Comisión de Hacienda, se referirá al articulado de esta iniciativa, ya que todo el proyecto fue modificado en esa Comisión.
Ahora yo sólo quiero comentar dos aspectos del proyecto: En primer lugar, el inciso sexto del artículo 4° agregado por la Comisión de Economía y Comercio, con el objeto de cautelar el interés y el patrimonio público, porque muchos de estos industriales que van a percibir esta bonificación se encuentran en mora o en deuda con la CORFO, vale decir, con el Fisco chileno. Por eso, la Comisión de Economía y Comercio ha exigido que, antes de percibir este beneficio, tendrán que pagar hasta el 30% de la deuda que mantenían con la CORFO.
Además, la Comisión, por la unanimidad de sus miembros, determinó que garantizará también, con este precepto, los derechos de los institutos de previsión; es decir, que deberán pagarse también todas las deudas pendientes con la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional, con el Servicio de Seguro Social y con otros institutos previsionales, antes de que las industrias perciban estas entradas extraordinarias que les corresponde recibir. Y digo más. Se ha querido llevar adelante este mismo espíritu, porque la Comisión de Economía y Comercio estimó que los verdaderos damnificados de esta crítica situación que afrontan las industrias en el norte han sido, más que nadie, sus trabajadores. Por lo tanto, este acuerdo reviste y sustenta el criterio unánime de todos los miembros de la Comisión.
En política es fácil, seguramente, denunciar hechos y transformar la Cámara en un muro de lamentaciones; pero es muy difícil, como podemos comprobar esta tarde, tener la paciencia y la constancia necesarias para escuchar algunas cosas que son de conocimiento público y que tendrán incidencia en nuevos sucesos políticos.
Este país ha carecido de una política naviera y, como consecuencia de ello, hemos heredado un proyecto, un intento, una iniciativa improvisada, para instalar en el norte los astilleros FORAM; para construir barcos en Iquique otorgando concesión a la MARCO CHILENA y para empezar a trabajar en condiciones contractuales que no fueron discutidas a tiempo y que, ahora, la Comisión estima que no son las más convenientes para el interés nacional, ni representan, tampoco, un real ingreso para el desarrollo de la región.
En Chile se han construido no menos de 400 naves, con una capacidad de 105 a 140 toneladas, las que han sido equipadas con material extranjero: inglés, sueco y norteamericano. Pero yo diría que fueron hechas "a la pacotilla", porque se confeccionaron de tal modo que sólo sirven para la pesca de ribera, como la pesca de anchoas, y para cubrir distancias hacia el oeste de 45 o 50 millas marítimas. La autoridad que otorga las licencias respectivas no determinó si, en casos excepcionales, como en el de la crisis de la pesca que estamos presenciando, estos barcos podrían emplearse en otras faenas que las necesidades del país hicieran aconsejable y urgente realizar. Se les hizo una escotilla que parece un ojo de buey, por donde no pueden cargarse sino peces y algunos elementos muy pequeños. Si se les rompe la cubierta, para poder cargarlos no se les ha dado la utilería necesaria para hacerlos operables. Tampoco tienen aperos para hacer grandes travesías, ni para que su tripulación pueda vivir en condiciones higiénicas, cómodas y de cierta seguridad. Estos mismos barcos, según me han expresado los sindicatos de tripulantes, fueron construidos con un plan tan amplio y tan extenso, en cuanto a la curvatura de sus cuadernas, que hace peligrosa la navegación en las condiciones más simples en que varíe el clima. Si tenemos en cuenta que son casi todos fiscales, porque se están debiendo los saldos de 300 naves, resulta penoso para los Diputados de la Comisión de Economía y Comercio comprobar que eran elementos construidos exclusivamente para una sola actividad, para un solo tipo de pesca: la de cerco. Y aún esto en ciertas condiciones, porque no tienen un "winches" para operar un bolsón más abajo de las 15 brazas. A pesar de estos barcos, que no ofrecen ninguna seguridad para explotarlos en otros rubros de la actividad marina, son el fruto de una cuantiosa inversión que hizo el país.
Yo sé que esta exposición es bastante somera. El hablar de cualquier tema económico es una fuente inagotable de sugerencias, aun para expresar sólo sus enunciados, sin entrar a hacer apreciaciones personales. Esto se observa especialmente cuando se trata de una actividad que se desarrolla en el mar, porque entonces todos tenemos ya en nuestras mentes la sensación de que ella es una cosa inagotable e inconmensurable, que alcanza la misma extensión que el mar.
Hace tres días, acompañábamos a una delegación de la Honorable Cámara a subir al Morro de Arica, Muchos chilenos hemos hecho esta caminata con distinto espíritu. Cuando niños, tal vez marchamos imbuidos de un ideal glorioso; más tarde, con todos los sentimientos del romanticismo de la juventud, de la mano de una mujer enamorada. Y, ahora, nosotros íbamos como gobernantes, mirando la extensión del valle y lo inmensurado que es el mar y lo que representan sus riquezas. Ese día, más que nunca, se afianzó en mí la certeza de que teníamos el deber de abordar aquí, en este hemiciclo, el tema de nuestro mar y del desarrollo de nuestro destino marítimo, tema que excede, en mucho, nuestra capacidad personal y las posibilidades de tiempo y de paciencia de la Honorable Cámara, de modo que no podría sino que entrar a enunciarlo, simplemente.
Nada más, señor Presidente.
-Por resolución posterior de la Honorable Cámara, se acordó insertar los siguientes documentos al final del discurso del Honorable señor Corvalán.
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El señor VALENTÉ.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor PENNA.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el señor Diputado Informante de la Comisión de Hacienda; y, a continuación, el Honorable señor Valente.
El señor PENNA.-
Señor Presidente, hacia fines de 1959 la situación económica de la provincia de Tarapacá, con excepción del departamento de Arica, era verdaderamente dramática. Se había paralizado la actividad de los oficinas salitreras que usaban el sistema "Schanks", con lo cual se había reducido prácticamente toda actividad y movimiento portuario, ferrocarrilero, comercial, etcétera.
Ante esta situación de angustia, el Gobierno anterior pidió a la Corporación de Fomento que estudiara y pusiera en marcha, a la brevedad posible, un plan de emergencia que diera trabajo estable a miles de cesantes que existían en la zona.
La Corporación efectuó los estudios correspondientes sobre la base de los antecedentes disponibles sobre la región y concluyó que era el rubro pesquero el que ofrecía mayores expectativas, para cuyo desarrollo podía ejecutarse un plan, relativamente a corto plazo, con importantes beneficios para la región.
Aun cuando es efectivo que los conocimientos que existían sobre recursos pesqueros de la zona norte no eran completos, había antecedentes suficientes para permitir elaborar un plan de desarrollo pesquero que tuviera perspectivas da éxito.
Es así como la CORFO delineó un plan, basado en tres tipos de medidas:
1.- Medidas generales de fomento.
2.- Iniciativas especiales para facilitar la instalación de nuevas industrias en la zona norte.
3.- Creación del Instituto de Fomento Pesquero.
Entre las primeras medidas, cabe destacar la ayuda financiera dada a los pescadores y armadores industriales para la adquisición de equipos, implementos de pesca, maquinarias, etcétera. Con el mismo fin, se dictó el decreto con fuerza de ley N° 266, que liberaba de derechos de aduana a la internación de esos elementos y condonaba el pago de algunos impuestos; liberaba a los industriales del impuesto a las compraventas y reducía otros. Desde antes se contaba con las leyes 12.937 y 13.039, que establecieron una bonificación de 20% al tonelaje de harina de pescado exportada valor "FOB" y otra de un 30% a la materia prima de origen nacional. Debo recordar que la ley N° 12.937 apoyada por todos los sectores de la Cámara, incluso los parlamentarios del Partido Comunista.
Además, entre otras medidas, se otorgó asistencia técnica mediante un convenio con el Instituto de Asuntos Interamericanos, para traer al país expertos que enseñaran conservería a base de pescados, ampliación de mercados para los productos pesqueros, organización de cooperativas pesqueras, transportes, etcétera.
También se formó una Comisión Nacional para promover un mayor consumo del pescado, que dio origen a la creación del Terminal Pesquero de Santiago. Y se dio ayuda crediticia a los astilleros nacionales para la fabricación de barcos pesqueros.
En seguida entre otro tipo de iniciativas, la CORFO, siempre tratando de crear la infraestructura, o sea, las condiciones esenciales para el desarrollo de la industria pesquera, efectuó la urbanización del barrio pesquero "Colorado", con el objeto de adaptar cien sitios, de una hectárea cada uno, para la instalación de futuras industrias pesqueras. Ese barrio está totalmente urbanizado y cuenta con todos los elementos necesarios, agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, caminos de circulación y acceso, etcétera. Se instaló, además, un puerto pesquero para atender las nuevas necesidades. Todo esto significó una enormidad de dinero. La urbanización de los sitios fue cargada a los industriales, porque evidentemente, fueron vendidos con esa obligación. En el puerto pesquero se invirtieron 4 millones de escudos y 200 mil dólares. Se creó, asimismo, la empresa pesquera "Tarapacá", que prácticamente pertenece a la Corporación de Fomento de la Producción.
En seguida tenemos, entre otro tipo de medidas, la creación del Instituto de Fomento Pesquero, organismo creado por el Fondo Especial de las Naciones Unidas, en sociedad con la CORFO y el Ministerio de Agricultura. Tiene por objeto ir creando, paralelamente a la instalación de las industrias pesqueras, las condiciones necesarias para las investigaciones oceánicas, ciclos en los peces, el estudio de recursos pesqueros, etcétera.
Al amparo de todas estas medidas, la industria pesquera creció rápidamente. En Iquique, en enero de 1961, había una planta con capacidad instalada de 19 toneladas-hora, y actualmente hay 17 con 535 toneladas-hora. En Arica, en esa misma fecha, existían 2 plantas con capacidad instalada de 43 toneladas-hora, y en la actualidad, hay 4 plantas, con 245 toneladas-hora. En total, las dos provincias, Tarapacá y Antofagasta, reúnen 37 plantas, funcionando y su construcción, con una capacidad de 1.233 toneladas-hora. En cuanto a la flotilla de pesca, en enero de 1961 había 65 barcos pesqueros, con un total de 7.800 toneladas; y actualmente, existen 265 barcos, con 36.200 toneladas.
Señor Presidente, la industria pesquera trabaja en el campo mundial, especialmente en la pesca de cerco como es la de anchoveta, con normas bien precisas. Por ejemplo se sabe que el punto de equilibrio para una planta de harina, o sea, la utilización de la capacidad en que la industria no deja pérdidas ni utilidades, está en trabajar alrededor de mil doscientas horas anuales. Igualmente para los barcos, el mismo punto está en capturar entre seis a siete mil toneladas anuales.
Quisiera analizar las estadísticas que demuestran el desarrollo de la pesca, contenidas en un cuadro entregado por la Corporación de Fomento. Para no describirlo, ruego al señor Presidente se sirva recabar el asentimiento unánime de la Cámara para que se inserte en la versión de la presente sesión.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Solicito el asentimiento unánime de la Corporación para insertar en la versión oficial de la presente sesión el documento a que ha hecho referencia el Honorable señor Penna.
Acordado.
-El cuadro estadístico, cuya inserción fue acordada, es el siguiente:
CAPTURA Y PRODUCCION
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Puede continuar Su Señoría.
El señor PENNA.-
De este cuadro se desprende que, a pesar de haber aumentado el número de barcos, el tonelaje total pescado no se incrementó en la misma proporción y, por lo tanto, el tonelaje pescado por barco bajó de 8.600 toneladas anuales, en 1962, a 6.000 toneladas, en 1963; y a 5.000 toneladas, en 1964. O sea, quedamos bajo el punto crítico a que hice mención anteriormente.
Las horas trabajadas por las plantas han bajado ostensiblemente, llegando a cifras muy peligrosas para financiar los gastos de operación. En efecto, en 1962 trabajaron 3.970 horas; en 1963, 2.683 horas; y en 1964, 1.255 horas. Hay que decir que este año la pesca es muy inferior a la de 1964. Sin embargo, existen más barcos y más capacidad instalada.
Si este año se pescara 1.000.000 de toneladas -es una suposición y ello no será posible, porque a esta altura del año no se lleva ni siquiera la mitad- la pesca promedio por barco sería de 3.800 toneladas; es decir, una cantidad mucho más baja que el punto crítico a que me refería recientemente, y las plantas trabajarían un promedio de 815 horas anuales, en circunstancias que el punto crítico es de 1.200 horas.
Al observar la instalación de las plantas, se ve que hay una gran concentración en Arica e Iquique. Quiero ser justo con la Corporación de Fomento. La verdad es que ya en 1963 la CORFO se dio cuenta de que el plan elaborado el año 1960 estaba sobrepasando las metas planeadas y que había gran interés por seguir instalando industrias en los puertos respectivos. En ese tiempo la CORFO empezó a frenar esta actividad y negó ayuda financiera, fuera ésta crédito o aval, a cualquier iniciativa tendiente a instalar plantas de harina de pescado -en la zona norte.
Estas medidas fueron muy criticadas en esa fecha y se tuvo que enfrentar incluso a muchas presiones de intereses creados.
Sin embargo, algunos, por cuenta propia y sin pedir créditos a la Corporación de Fomento, siguieron instalándose. Se tuvo que llegar a recomendar a la Subsecretaría de Marina que no otorgara nuevas concesiones. Durante el período 1963-64, la ayuda financiera de la CORFO prestada a particulares se redujo a créditos para la; construcción de barcos pesqueros y adquisición da elementos que se estimaban indispensables para que las plantas ya instaladas y en proceso de industrialización pudieran contar a debido tiempo con la flota necesaria.
Quisiera ahondar muy brevemente en un punto que me parece importante. El problema de la industria pesquera en Chile tiene dos frentes, podríamos decir. Uno es el problema cíclico, que estamos enfrentando en este momento y que determina que cada seis o siete años se produzca el abandono de las anchovetas de la zona costera nortina, fenómeno que tiene ahora a la industria pesquera en crisis.
Pero, por otro lado, hay algo mucho más grave. En este momento, tenemos un tercio más de barcos y de instalaciones que de materia prima en condiciones de pesca óptima. Porque hay que reconocer que el litoral chileno para la pesca de anchovetas es mucho menor que el peruano. En efecto, el litoral peruano, que va desde el norte de Chimbóte al sur de lio, es de mil millas. El nuestro es de 300 millas, y se extiende desde Arica a Antofagasta. Y la plataforma continental, que constituye la plataforma de aguas bajas de 60 brazas es en el Perú de 60 millas, y frente a nuestras costas no pasa más allá de 11 millas.
La pesca anual en el Perú es de 6 millones a 8 millones de toneladas, mientras que la nuestra es sólo de alrededor de 1 millón a 2 millones en el mejor de los casos.
En vista de la profunda crisis por que atraviesa la industria pesquera en el norte, se ha elaborado un plan, del cual forma parte el proyecto que estamos tratando y que no consulta sólo una bonificación, como se ha dicho en el debate. Este plan establece, primero, medidas para mejorar los puntos de equilibrio, como son reducir la flota en un tercio, trasladando barcos a otras zonas, y estableciendo el control de los zarpes. En segundo lugar, tratar de impedir la instalación de nuevas fábricas y trasladar algunas. En tercer término, pretende la integración entre armadores, entre industriales, y de estos últimos con los armadores. Una planta de 50 toneladas tiene casi los mismos gastos administrativos que una de veinticinco. De manera que se van a fusionar para abaratar costos y aprovechar mejor las instalaciones industriales; tendrán una flota que represente el 150% de su capacidad instalada; dejarán paralizada una parte, un tercio por lo menos, y la otra la trasladarán. También se establece una organización para reducir los costos de embarque y de seguros, vender la harina de pescado evitando la competencia a fin de lograr mejores precios, y se crea una sociedad entre la CORFO y una asociación de industriales pesqueros.
En el artículo 1° de este proyecto la Comisión de Hacienda propone algunas modificaciones a la disposición aprobada por la Comisión de Economía.
Por artículo 1°, que trata el problema de la fusión e integración de las industrias, se libera de impuestos, derechos, contribuciones o gravámenes de cualquiera naturaleza que ellos sean. Se ha agregado también el impuesto del Título IV de la Ley N 15.564. Esto tiene por objeto evitar que las fluctuaciones del dólar sean consideradas como utilidades. También se establece que la fusión, la integración y las ventas, sean totales o parciales, deberán contar con el visto bueno de la Corporación de Fomento.
En el artículo 2° se faculta a la personas jurídicas acogidas al D.F.L. W 266, de 1960, para imputar a la obligación de capitalizar el 75% de sus utilidades, los gastos que demanden la integración o fusión total o parcial que se produzca entre ellas, siempre que cuenten con la aprobación previa de la Corporación de Fomento ele la Producción.
El artículo 3° dispone que los industriales que perciban las bonificaciones a que se refieren las leyes N°s. 12.937, 13.039 y 14.824 sólo tendrán derecho a gozar de este beneficio hasta el 30 de junio de 1985.
En seguida se autoriza a la Corporación de Fomento de la Producción para entregar a los industriales pesqueros y a los armadores Eº 8.000.000, con cargo a su propio presupuesto; pero recibirán los valores acumulados en el segundo semestre de este año por concepto de las bonificaciones establecidas en las leyes anteriormente señaladas, como contrapartida del dinero que se dará en forma extraordinaria; y, desde el 1º de enero de 1966, en adelante, seguirán percibiendo estos recursos y los destinarán a un plan que incluya el fomento pesquero, industrial, agrícola y minero de los departamentos de Iquique y Pisagua, en conformidad con lo establecido en el artículo 5° de este proyecto.
Aquí se ha dicho que este proyecto es una pensión de gracia. Yo considero que no es así, pues estos industriales tienen derecho a una bonificación de E° 8.000.000, en virtud de una ley...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente accidenta).-
Ruego a los señores Diputados evitar los diálogos.
El señor PENNA.-
...la cual fue aprobada por los propios parlamentarios comunistas. De manera que...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENTÉ.-
¡Su Señoría está totalmente equivocado!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PENNA.-
Señor Presidente, yo no quiero promover debate sobre este asunto, pero estimo que las cosas deben señalarse en forma concreta. Tengo a la vista la versión de la sesión N° 38, de 30 de julio de 1958, en la cual se discutieron las observaciones del Ejecutivo al proyecto que después se convirtió en la ley N° 12.937. El Honorable señor Cademártori, en representación del Partido Comunista, dijo entonces, entre otras cosas, lo siguiente: "...consideramos que en esta situación extraordinaria puede otorgarse, como medida circunstancial, transitoria, provisoria, una franquicia a los capitales privados instalados en la zona, a fin de que con ese auxilio, con esa bonificación, con esas facilidades, tales industrias privadas puedan desarrollar alguna actividad que traiga un alivio temporal. Tal es el caso de la industria pesquera, por ejemplo, que indudablemente tiene un gran porvenir en la zona norte y puede ser explotada por capitales privados".
O sea, yo digo que mal pueden los parlamentarios comunistas objetar estas bonificaciones cuando han tenido el aval de ellos mismo.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Ruego a los señores Diputados evitar diálogos y dirigirse a la Mesa.
El señor PENNA.-
Además, la Comisión de Hacienda ha propuesto modificar el sistema de reparto de la bonificación concedida a los industriales pesqueros por concepto del 30% sobre el costo de la materia prima y partes de origen nacional, que se otorga en un 60% a los armadores y en un 40% a los industriales, estableciendo que la distribución de estos fondos se hará a prorrata de los tonelajes de pesca desembarcados efectivamente por las embarcaciones para las industrias exportadoras de harina y aceite de pescado.
El artículo siguiente define quiénes son industriales armadores y armadores independientes. Después, en otros, se dan normas para la tramitación de la bonificación.
En seguida, después del artículo 4° del proyecto de la Comisión de Economía y Comercio, hay otro que establece algunas condiciones como, por ejemplo, acreditar el pago de sueldos y salarios y cumplimiento de las leyes sociales. Si no se pueden acreditar estos deberes, se retienen los valores correspondientes. Si no se alcanzan a cubrir, se faculta a la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional o a otras instituciones de previsión para celebrar convenios de pago de imposiciones con las empresas pesqueras. Por otra parte, la CORFO podrá retener hasta el 30% de las imposiciones indicadas en esta ley, para pagarse de las deudas en mora de los industriales y armadores.
Finalmente, hay un inciso en el cual los industriales renuncian a recibir en el futuro las bonificaciones a que se refieren las leyes anteriormente citadas.
Nada más, señor Presidente.
El señor VALENTE.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Tiene la palabra Su Señoría, dentro del tiempo del Comité Comunista.
El señor VALENTE.-
Señor Presidente, ya había adelantado a la Honorable Cámara algunos datos y cifras relacionados con la industria pesquera, y como me parece que son de gran interés para la opinión pública, proseguiré dándolos a conocer.
La empresa "Pesquera Peña Chica", que pertenece a la firma Gildemeister, con un capital declarado de 200 mil escudos, recibió un préstamo de la Corporación de Fomento de 500 mil escudos, es decir, dos veces y media el capital declarado. Durante el año 1965, por concepto de bonificaciones, recibió 343 mil 440 escudos; es decir, más de una vez y media de su capital inicial. Paga a sus obreros un salario mínimo de Eº 5 y un promedio de Eº 8,90 diarios. No ha sido posible obtener datos de sus utilidades.
La industria "Pesquera Pisagua S. A.", que pertenece a la Inmobiliaria España, con un capital declarado de 735 mil escudos, obtuvo un préstamo de la CORFO por 470 mil escudos. Durante el año 1965, por concepto de bonificación, recibió 771 mil escudos; es decir, más de su capital. Y, cosa curiosa, esta empresa se declaró en quiebra en el curso del presente año y, por supuesto, consiguió una moratoria de todos sus pagos, incluso de los salarios y beneficios que corresponden a sus obreros y empleados.
El señor MUGA.-
¿Me permite una interrupción?
El señor VALENTE.-
No voy a conceder interrupciones, a fin de no interrumpir de nuevo el curso de mis observaciones.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
El Honorable señor Valente no desea ser interrumpido.
El señor VALENTE.-
La "Pesquera Pacífico S.A.", con un capital declarado de 22 mil escudos, obtuvo de la Corporación de Fomento de la Producción un empréstito por 31 mil 880 escudos, y otro por 133 mil 892 dólares. O sea, prácticamente trabajó sin capital, salvo lo que le prestó la CORFO.
Ahora bien, la distribución que se propone en este proyecto del Gobierno señala que "los pagos de las bonificaciones se cursarán por estricto orden de procedencia."
Esta posición fue defendida con calor en la Comisión de Hacienda por los industriales pesqueros Felipe Zaldívar, representante de EPERVA, o sea de Grace y Compañía; por Alfredo Barriga, representante de INDUSTONE, que pertenece al clan Edwards, y por Salvador Pubill y Manuel Antonio Tocornal, representantes de INDO.
¿Qué significa la distribución propuesta por el Ejecutivo? Que de los 3 mil 200 millones que deberán repartirse entre los industriales pesqueros, de acuerdo con el orden señalado en el artículo pertinente, EPERVA, o sea Grace y Compañía, recibirá 1 millón 370 mil escudos; INDO, es decir, Pubill Hermanos, 1 millón 360 mil escudos, e INDUSTONE, esto es, el clan Edwards, 588 mil escudos.
Estos tres poderosos industriales se quedarán con la totalidad de los fondos por distribuir, y los pequeños, que son los que soportan con mayores dificultades esta crisis, no recibirán absolutamente nada.
En cuanto a la afirmación del Honorable señor Penna, debo manifestar que el Fisco no tiene ninguna obligación legal de responder por el pago de esta bonificación, según se desprende del articulado de las leyes Nºs. 12.937, 13.039 y 14.824. Simplemente se constituye un fondo, mediante un impuesto, para bonificar a las industrias que exporten harina o aceite de pescado. Pero, lo repito, en ninguna parte se dice que el Fisco responderá de este pago.
En consecuencia, nunca hemos aprobado una barbaridad como la que sostiene el Honorable señor Penna. Lo que pasa es que dimos nuestros votos para sacar de la crisis al norte del país, pero sobre la base de una ley que, con algunos defectos, no ha sido bien aplicada por divergencias surgidas entre los funcionarios de Gobierno.
Mientras el Gobierno se esfuerza por mantener los grandes intereses económicos de la oligarquía; mientras concede más y más privilegios a las empresas imperialistas del cobre, como es el caso de los convenios; mientras concilia con los latifundistas que se oponen a la reforma agria y quieren dejarla color de rosa, ¡qué diferente es el trato que da a los trabajadores!
Escuchando los consejos de "El Mercurio", el Gobierno desató la represión contra los heroicos trabajadores del cobre y encarceló a sus dirigentes. En el Ministerio del Trabajo mandan los patrones, y los conflictos se eternizan sin que el Gobierno demuestre el menor interés en buscarles solución.
Los empresarios pesqueros han provocado innumerables huelgas al negarse a solucionar los pliegos de peticiones o, simplemente, a cumplir las leyes y los contratos del trabajo.
Fue necesario que los obreros de la Pesquera Sur, por ejemplo, permanecieran más de 175 días en una huelga gloriosa para obligar al patrón a que los reincorporara a la industria. EPERVA e INDO se niegan rotundamente a iniciar siquiera las conversaciones con el Sindicato de Tripulantes de Goletas Pesqueras que obtuvo el paso para la huelga. EPERVA, especialmente, tiene un grupo de abogados que se han especializado en destruir los sindicatos. La Compañía Industrial de Agustín Edwards paralizó su planta ballenera en Iquique despidiendo a casi todo su personal, porque, afirmaba, no obtenía utilidades, en circunstancias que los balances de esta empresa demuestran que obtuvo casi 11 mil millones de pesos en ganancias.
Los obreros de la industria Peña Chica tienen demandada a la empresa por no pago de salarios y otros beneficios.
Los industriales han confeccionado "listas negras" de dirigentes, a los que prohíben el trabajo en esas actividades.
De acuerdo con un informe de la Caja de la Marina Mercante las empresas pesqueras adeudaban, al 30 de junio del presente año, 2 mil 200 millones en imposiciones, lo que impide a los obreros acogerse a cesantía, cobrar asignaciones familiares y recuperar sus libretas de imposiciones.
Lejos, pues, de ser este proyecto una iniciativa de "ayuda de fomento" de la actividad industrial en el norte del país -como se sostiene en el Mensaje- es en realidad un proyecto de ayuda a tres o cuatro poderosos industriales pesqueros, estrechamente ligados al Gobierno.
Los Diputados comunistas y socialistas hemos formulado diversas indicaciones para que este proyecto sea, en realidad, una herramienta de progreso en la zona. Hemos propuesto, entre otras iniciativas:
1° que la CORFO destine los 8 millones de escudos a la construcción de la fábrica de cenizas de soda, como fórmula efectiva para impulsar el desarrollo de la zona y crear nuevas fuentes de trabajo, o bien, que los destine para llevar adelante un plan de desarrollo agrícola, minero e industrial, aprovechando los extraordinarios recursos de la zona; o
2°.- Como creemos que la mayoría del Gobierno aprobará el proyecto en la forma que lo solicitan los industriales pesqueros, que de los 8 millones de escudos destinados a bonificaciones, se disponga, a lo menos, de un 20 por ciento para distribuirlo entre los obreros y empleados que quedaron cesantes como consecuencia de la crisis pesquera, y para otorgar a los trabajadores que queden cesantes por la fusión y cierre de algunas de estas empresas, una indemnización extraordinaria de un mes por año de trabajo en la empresa.
Junto con protestar por la actitud del Gobierno, de favorecer a unos pocos industriales regalones en desmedro de las provincias de Tarapacá y Antofagasta y de sus trabajadores, los Diputados comunistas anunciamos nuestros votos contrarios al proyecto en la forma como ha sido planteado.
Nuestras indicaciones tienden precisamente, a corregir las injusticias que en él se advierten.
Nada más, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Quedan seis minutos al Comité de Su Señoría.
El señor VALENTE.-
Los dejamos para la discusión particular.
El señor MUGA.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
A continuación, está inscrito el Honorable señor Rioseco; después el Honorable señor Muga.
Tiene la palabra el Honorable señor Rioseco.
El señor RIOSECO.-
Señor Presidente, antes de empezar mis observaciones, deseo hacer una consulta a la Mesa. De las palabras del Honorable señor Valente parece desprenderse que el proyecto será discutido en particular en esta sesión. Y tengo entendido que, de acuerdo con las disposiciones reglamentarias, debe volver a Comisión para un segundo informe.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Efectivamente, así es, Honorable Diputado. El proyecto será votado en general en la presente sesión y enviado a Comisión para su segundo informe.
El señor VALENTE.-
Señor Presidente, si no me equivoco, creo haber entendido a la Mesa que en esta sesión habrá discusión particular del proyecto en debate.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
En ningún momento la Mesa ha manifestado lo que afirma Su Señoría.
El señor VALENTE.-
No me refiero a la Mesa que preside la sesión en este instante.
El señor RIOSECO.-
Señor Presidente, en esta oportunidad pienso sólo referirme a los aspectos generales del proyecto.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
¿Me permite, Honorable Diputado? ¿Su Señoría tendría inconveniente en que el Honorable señor Valente usara el resto de su tiempo, que, por un error, dejó para la discusión particular del proyecto?
El señor RIOSECO.-
Ninguno, señor Presidente.
El señor VALENTE.-
Señor Presidente, no tendría ningún inconveniente en que el Honorable señor Rioseco terminara sus observaciones, para usar de la palabra a continuación de él.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Para después está inscrito el Honorable señor Muga.
Tiene la palabra el Honorable señor Rioseco.
El señor RIOSECO.-
Señor Presidente, decía que por ahora sólo pienso referirme a los aspectos generales de este proyecto, a la mecánica de la bonificación, pagada en virtud de las leyes, tantas veces citadas, N°s. 12.937, 13.039 y 14.824.
El señor Diputado informante de la Comisión de Hacienda expresó que había obligación del Fisco de pagar la bonificación a los industriales pesqueros.
Este fue el aspecto más debatido en la Comisión de Hacienda. ¿Hay deuda o no de parte del Fisco en beneficio de los industriales pesqueros?
Las tres leyes que acabo de citar ¿daban derecho a las empresas o establecían, por el contrario, un fondo para bonificación?
Estudiando la historia de la ley, he llegado a la conclusión precisa de que sólo se estableció un fondo. Durante el año 1958, cuando se discutió una de aquellas leyes, los cálculos establecían que el fondo tendría siempre un excedente que no pasaría a Rentas Generales de la Nación, sino a incrementar el mismo. Y la Subsecretaría de Hacienda de la época, señorita Vivian Schwartz, expresaba en las Comisiones del Senado que dicho fondo alcanzaría para cubrir las bonificaciones, pero no podía asegurar lo que ocurriría en el futuro, de lo cual se desprende claramente que el fondo era el que condicionaba el pago de la bonificación.
¿Qué sucede ahora? Que el fondo ha resultado insuficiente. El Fisco ha cumplido con su obligación de pagar la bonificación hasta cuando los fondos se lo permitieron. De manera que, repito, como quedó claramente establecido en la Comisión de Hacienda, y así ojalá lo reconozca la Cámara, el Fisco ha cumplido con su obligación de pagar la bonificación hasta el total del rendimiento del fondo que se había destinado para tal efecto. De ahí la diferencia fundamental entre el informe de la Comisión de Hacienda y el de la Comisión de Economía y Comercio. Mientras este último reconocía la existencia de una deuda, como claramente se desprende de lo que expresa en su página 9, que dice: "Según las informaciones proporcionadas a vuestra Comisión por la Corporación de Fomento de la Producción, el monto de las bonificaciones adeudadas a la industria pesquera ascendería, al 30 de junio de 1965, a E° 19.422.463,33", el de la Comisión de Hacienda, en conocimiento de la historia de la ley, transformó la "bonificación adeudada", en una bonificación extraordinaria, a la que dio una distribución distinta a la de las leyes primitivas. De esta manera quedó claramente demostrado que no hay deuda sino simplemente una bonificación extraordinaria, la que se distribuye en un porcentaje entre los armadores pesqueros, los industriales pequeros y los fabricantes de harinas y aceite de pescado.
En consecuencia, la CORFO podrá repartir estos fondos en la forma que más estime conveniente para solucionar la grave crisis del norte.
Es indudable que debe dársele también a los armadores e industriales pesqueros, ya que ellos han soportado una crisis muy larga y no tienen responsabilidad alguna en lo ocurrido, que obedece a factores climáticos, económicos y de otra índole.
La realidad exacta no es conocida; pero no puede culparse tampoco a la CORFO, por cuanto la situación en el norte era tan angustiosa cuando se dictaron estas leyes"; que era necesario impulsar rápidamente un plan que sacara al norte de su postración. Si se instalaron muchas industrias, fue debido a la presión de los mismos habitantes del norte sobre la CORFO. Muchas de ellas se establecieron sin crédito o con préstamos muy restringidos de la Corporación de Fomento. Votaremos favorablemente, en general, este proyecto que autoriza a la Corporación de Fomento, para destinar 8 millones de escudos para el norte.
En el segundo trámite reglamentario estudiaremos, tanto en la Comisión como en la Cámara misma, la mejor manera de distribuir esta suma, a fin de solucionar la trágica situación de esa zona de nuestro país.
Ha quedado claramente demostrado que nada se adeuda a los industriales pesqueros de Chile, sino que el Estado, libre y soberanamente, entrega cierta cantidad de dinero, por medio de uno de sus organismos, para estimular el desarrollo de una región del país afectada por problemas de orden climático o de otra clase.
Señor Presidente, concedo una interrupción al Honorable señor Clavel.
El señor PHILLIPS (Presidente accidenta).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Clavel.
El señor CLAVEL.-
Señor Presidente, los Honorables Diputados informantes de las Comisiones de Hacienda y de Economía y Comercio, principalmente el de esta última, han explicado en detalle la situación porque ha atravesado y atraviesa la provincia de Tarapacá, en especial la ciudad de Iquique, por la crisis pesquera.
Los parlamentarios que representamos a las provincias del norte tenemos gran interés en solucionar estos problemas y, preferentemente, los de la provincia de Tarapacá, que vio renacer sus esperanzas con la instalación de la industria de la harina de pescado; pero a la cual, por desgracia, la naturaleza le jugó una mala pasada. Estamos dispuestos también a seguir cooperando para mejorar este proyecto en las Comisiones, a fin de que efectivamente contribuya a paliar la crisis que afecta a esa provincia. Es indudable que esta iniciativa fue mejorada y ampliada en la Comisión de Hacienda, porque en la Comisión de Economía y Comercio se había dejado al margen de ella a los armadores de goletas pesqueras.
Estos son, casualmente, los que han sufrido más perjuicios con motivo de esta crisis de la pesca en Iquique y Arica, ya que muchos de ellos invirtieron todos sus haberes y ahora tienen varadas sus embarcaciones, que constituye su único capital. Su mantención les demanda cuantiosos gastos, porque no la pueden dejar abandonadas, ya que la erosión en el mar es mucho más rápida que en tierra.
El problema planteado por el Honorable señor Valente nos debe hacer meditar, porque es efectivo lo que ha manifestado. De acuerdo con este proyecto, un grupo de grandes empresas se lleva "la parte del león". Además, la situación seguirá igual: unos podrán continuar pescando y otros no. Creo que no podemos estar legislando con nombres y apellidos. El país no está en condiciones de hacerlo, porque estos recursos son de todos los chilenos. Y, como muy bien lo ha aclarado mi Honorable señor Rioseco, el Estado no tiene ninguna deuda con los empresarios. Se trata de una bonificación extraordinaria que se da a través de la CORFO, para ayudar a esta industria. En consecuencia, dicho beneficio tiene que ser general y favorecer a los industriales cuya situación es más crítica, a los que han hecho mayores sacrificios, a los armadores que han invertido en esta actividad todo su capital. En esa forma, la ley será mucho más amplia y justa.
Tal como lo anunció el Honorable señor Rioseco, los parlamentarios radicales aprobaremos en general el proyecto, reservándonos el derecho a presentar las indicaciones correspondientes en la Comisión de Hacienda. Si ellas no son acogidas, tenemos fe y esperanza en que el Senado corregirá este proyecto, como lo ha hecho con tantos otros en este período legislativo.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CLAVEL.-
Esta es la verdad. Sabemos que el Senado ha modificado muchos proyectos aprobados por la Cámara. Sin embargo, espero que en esta ocasión encontraremos la colaboración y comprensión del partido mayoritario en la Comisión de Hacienda.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
¡Honorable señor Zepeda!
El señor CLAVEL.-
Lo único que he dicho es que tenemos esperanza de que el Senado nos oiga y que escuche a la mayoría de los industriales de Iquique. Esta no sólo es mi opinión, sino que representa también el pensamiento de los empresarios establecidos en esa ciudad, con muchos de los cuales he conversado.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
¿Me permite, Honorable Diputado. Ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
Tiene la palabra el Honorable señor Muga.
El señor MUGA.-
Señor Presidente, lo solicité una interrupción al Honorable señor Valente, cuando dio a conocer algunas cifras importantísimas sobre esta materia. Sin embargo, sus datos no fueron completos. Mi Honorable colega debería habernos informado cuál es el monto total de las inversiones y exportaciones hecha por cada industrial, porque así podría justificarse el pago de la bonificación. O sea, no debió haberse limitado a señalar la cuantía de ésta, sino que a indicar también la cantidad de toneladas exportadas.
Señor Presidente, quiero dejar bien en claro que no estamos legislando para nadie en particular, como se repite frecuentemente. Quien estudie a fondo el proyecto, puede notar que se paga la bonificación a quienes han explotado más sus industrias, han dado mayor trabajo, y han tenido más gastos.
Como he dicho, la ley N° 12.937 establece este procedimiento. No estamos inventando absolutamente nada nuevo. Sin embargo, el sistema creado por nosotros es mucho más racional. Para que no se siga insistiendo en que el proyecto beneficiará sólo a dos o tres industriales, he presentado una indicación, que dice así: "Para reemplazar el inciso tercero del artículo 8° por el siguiente: "Los cinco millones de escudos a que se refiere el presente artículo se cursarán en proporción directa a las bonificaciones totales que correspondían a cada industrial al 30 de junio de 1965". El Honorable señor Valente expresó que los Diputados comunistas votarían en contra del proyecto, porque era discriminatorio, ya que favorecía a determinadas personas. Agregaba que...
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
Tiene la palabra el señor Penna.
El señor MUGA.-
¿Me permite, Honorable colega?
El señor PENNA.-
Con mucho gusto, señor Diputado.
El señor MUGA.-
Señor Presidente, voy a continuar en la interrupción que me ha concedido el Honorable señor Penna.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Su Señoría no puede usar el tiempo del Honorable señor Penna.
El señor PENNA.-
Pero yo le he concedido una interrupción, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Honorable señor Penna, Su Señoría tiene preferencia para usar de la palabra como Diputado informante, pero no puede conceder interrupciones al Honorable señor Muga, porque terminó el tiempo de su Comité.
El señor PENNA.-
Como Diputado informante puedo usar de la palabra, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Es indiscutible que Su Señoría, como Diputado informante, tiene prioridad sobre los demás señores Diputados; pero no le puede conceder interrupción al Honorable señor Muga, por la razón ya expuesta.
El señor PENNA.-
Entonces, dejo la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Buzeta.
El señor BUZETA.-
Concedo una interrupción al Honorable señor Muga, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Muga.
El señor MUGA.-
Señor Presidente, el Honorable señor Valente dijo que los Diputados comunistas iban a votar en contra el proyecto, pero agregó que presentarían indicaciones. Esta declaración es contradictoria. Porque si quieren rechazar esta iniciativa, basándose en que ella sólo beneficiaría a determinadas personas, ¿cómo podrían presentar después indicaciones favorables a los trabajadores? Creo que hay que aclarar los conceptos y no hacer demagogia.
Nosotros, con sana intención, como hemos actuado siempre en la Cámara, estamos pidiendo apoyo para un proyecto que beneficiará a una zona del país, a sus trabajadores y a la propia Corporación de Fomento. Por eso, votaremos favorablemente esta iniciativa.
El señor VALENTE.- Pido la palabra.
El señor PENNA.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Penna.
El señor PENNA.-
Señor Presidente, quiero insistir en lo que dije hace poco rato y que también manifestó el Honorable señor Muga.
De acuerdo con las leyes aprobadas por el Parlamento, y con el apoyo comunista, se otorga una bonificación de 20% sobre el tonelaje de harina de pescado exportada. Es decir, el que exporta más, recibe más bonificación. La ley rige desde hace varios años y no estamos introduciendo nada nuevo en ella. Me parece que hay que asumir la responsabilidad política cuando se adopta una decisión.
Para atraer industriales pesqueros al Norte se crearon incentivos; después de varios años de instaladas, ahora se quiere esquivar la responsabilidad, criticando algo que se contribuyó a aprobar.
Esta pensión de gracia, como se la ha llamado, es para el Norte, porque los industriales lo que reciben en realidad es un anticipo y que según este proyecto de ley, tienen derecho a percibir bonificación solamente hasta el 30 de junio de este año. Después renuncian a la bonificación definitivamente. En el segundo semestre, la bonificación la recibe la COR-FO para resarcirse de los 8 millones de escudos que entregó por el primer semestre. Desde el 1° de enero de 1966 esas bonificaciones las seguirá recibiendo la CORFO, a fin de destinarlas a un plan de fomento pesquero, industrial, agrícola y minero en las regiones nortinas.
No sé de qué manera podría hablar más claro. En definitiva, los E° 8.000.000 que entregó la CORFO los recibirá de vuelta a través de la bonificación, para seguir incrementando los fondos que deberá invertir en el norte. Entonces, no se puede hablar de una pensión de gracia para las compañías pesqueras.
-Hablan varios-señores Diputados a la vez.
El señor PENNA.-
Además, quiero recalcar una cosa que me parece muy importante.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).
¡Honorable Señor Galleguillos!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
Honorable señor Muga, ¡llamo al orden a Su Señoría!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
¡Honorable señor Muga!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
Honorable señor Muga, amonesto a Su Señoría!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental). -
Honorable señor Galleguillos, ¡llamo al orden a Su Señoría!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
¡Honorable señor Galleguillos!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
Honorable señor Muga, censuro a Su Señoría!
¿Ha terminado, Honorable señor Penna?
El señor PENNA.-
No, señor Presidente.
Quiero decir, además, que esto pasó...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
¡Honorable señor Muga! ¡Honorable señor Galleguillos!
El señor PENNA.-
Señor Presidente, como se ha dicho, es posible que lo ocurrido con las compañías pesqueras sea injusto, pero eso nada tiene que ver con el Gobierno. Esta es una situación heredada. Esto ha ocurrido desde 1960 hasta el momento.
No creo que el Frente Democrático, con toda su fortaleza y con un candidato propio iba a proteger a industriales presuntivamente democratacristianos, como decía el Honorable señor Valente.
Por lo tanto, creo que en esto estamos dando argumentos entre sordos. Lo efectivo es que la bonificación se termina el 30 de junio y la CORFO percibirá la correspondiente al segundo semestre de este año para resarcirse de lo que ha entregado, y la seguirá percibiendo desde 1966, para invertirla en el norte. Por lo tanto, en todo caso sería una pensión de gracia para el norte y no para los industriales.
Nada más.
El señor VALENTE.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VALENTE.-
Señor Presidente, afirmé denantes que este proyecto constituía una verdadera pensión de gracia a poderosos industriales, y lo voy a demostrar.
El norte no se beneficia con esta suma que recibirán los armadores, porque no va a ser invertida en la zona. Se entregará esta bonificación a los industriales y armadores para que cancelen sus deudas con el comercio nacional y con el extranjero.
Por otra parte, creo que el Honorable señor Muga está en un error al afirmar que nuestra posición es contraria al interés de los trabajadores. Si nosotros dudamos del comportamiento que los señores Diputados de la mayoría van a tener al votar este proyecto, es porque ya lo hemos venido apreciando en las Comisiones de Economía y de Hacienda. En ellas, presentamos indicaciones que benefician a los obreros y empleados de la industria pesquera. Así, por ejemplo, formulamos una que permitía a esos trabajadores recibir parte de esta bonificación como una de cesantía y de indemnización para los empleados que quedaran cesantes. Entregamos otra que impedía a los patrones recibir esta bonificación mientras no arreglasen los conflictos pendientes con sus obreros y empleados, conflictos que no han querido ser solucionados por los industriales. En las votaciones, los Diputados de Gobierno se pronunciaron en contra de todas estas indicaciones. ¿Porque en esta oportunidad van a variar su criterio? Ojalá lo hagan.
Además, deseo manifestar al Honorable señor Penna que esta bonificación constituye realmente un aporte a los industriales sin la obligación para los mismos de devolverlo. O sea, el fisco graciosamente les entrega 8 millones de escudos y ninguno de ellos, por lo menos así se desprende del proyecto que debatimos, tiene la obligación de devolver lo que reciban. Ya conocemos cuáles han sido los resultados de este tipo de política económica. Con los votos de los Diputados democratacristianos, se aprobó, hace mucho tiempo, una pensión de gracia similar para don Osvaldo de Castro, según ellos, para desarrollar la industria salitrera y perfeccionar la explotación de los minerales. ¿Cuál fue el resultado? Cerraron todas las industrias salitreras del norte, a excepción de la Oficina "Victoria", apenas el señor Osvaldo de Castro recibió esa bonificación, esa "pensión de gracia" que alcanzó a 12 mil millones de pesos.
Ahora bien, como en el proyecto no se resguarda, de ningún modo, la posibilidad de que estos industriales devuelvan al país, o por lo menos de que inviertan más adelante una suma equivalente a la bonificación que reciben, tenemos derecho a suponer que la actitud y la conducta de los Diputados democratacristianos, mayoría de Gobierno en esta Sala, cuando se vote en particular el proyecto, será similar : es decir, votarán contra los obreros, contra los empleados y contra el norte y en favor de los industriales, no de todos por supuesto, sino del grupo de industriales que patrocinan esta ley. Porque despierta suspicacia el hecho de que, no obstante que los Diputados de Gobierno firmaron determinadas indicaciones en la Comisión de Hacienda, cuando escucharon los planteamientos del señor Pubill, votaron en contra de ellas. En una palabra, aquí no está primando el criterio de los Diputados democratacristianos -y reconocemos en muchos de ellos que están defendiendo los intereses del norte- sino el de un grupo de industriales beneficiados directamente con este proyecto.
En consecuencia, quiero levantar el cargo hecho no sólo a los Diputados de la actual representación comunista, sino a quienes votaron a conciencia la ley 13.039, para favorecer, justamente, al norte.
En esta sesión los Diputados de Gobierno han formulado críticas a las disposiciones de esa ley de excepción que nosotros votamos favorablemente con el elevado propósito de dar a la zona norte una posibilidad cierta de desarrollo, pero jamás hemos entregado una bonificación tan escandalosa como la que propone el Gobierno en este proyecto de ley.
Por lo tanto, me parece que es absolutamente contradictoria la posición, las actitudes y afirmaciones hechas esta tarde por los Diputados democratacristianos.
Nada más.
El señor CORVALAN.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidenta]).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor CORVALAN.-
Señor Presidente, deseo pedir a Su Señoría que recabe el asentimiento de la Honorable Cámara para incorporar en el informe que di sobre este proyecto, una serie de cuadros estadísticos que entregó la Corporación de Fomento y que dicen relación con la materia que estamos discutiendo en esta reunión.
El señor PHILLIPS (Presidente accidenta]).-
Solicito el asentimiento unánime de la Honorable Corporación para insertar en la versión oficial los cuadros estadísticos a que ha hecho referencia el Honorable señor Corvalán.
Acordado.
-Los cuadros estadísticos a que se refiere el acuerdo anterior figuran al final de la intervención del Diputado informante de la Comisión de Economía y Comercio, señor Corvalán.
El señor PENNA.-
Pido la palabra.
El señor PHILLIPS (Presidente accidental).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor PENNA.-
Señor Presidente, ya que algunos Honorables Diputados parece que no creen lo que he dicho, deseo hacer una petición.
Yo he leído las palabras que el Honorable señor Cademártori, en representación del Partido Comunista, pronunció en la sesión N° 38, de 30 de julio de 1958 en apoyo a la ley 12.937 que crea las bonificaciones. En consecuencia, porque creo mucho más en la Versión Oficial de la Cámara que en las palabras del Honorable señor Valente, pido que se inserte ese discurso en la versión de esta sesión. Ello probará que tengo la razón...
El señor ACEVEDO.-
No, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
No hay acuerdo, Honorable Diputado.
El señor MILLAS.-
Siempre que sea el texto completo, perfectamente.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
Hay oposición, Honorable Diputado.
Tiene la palabra el Honorable señor De la Fuente; a continuación, el Honorable señor Buzeta.
El señor DE LA FUENTE.-
He concedido una interrupción al Honorable señor Clavel, señor Presidente.
El señor PHILLIPS (Presidente Accidental).-
¿Me permite, Honorable señor Clavel?
Solicito el asentimiento de la Sala para que pase a presidir la Honorable señorita Saavedra.
Acordado.
-Pasa a presidir la sesión la señorita Saavedra.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Clavel.
El señor CLAVEL.-
Señorita Presidenta, mi Honorable colega señor Rioseco manifestó que votaría en general este proyecto a fin de que estos E° 8.000.000 queden en el norte. Esa es también mi posición. Deseo que esos fondos permanezcan en esa zona, para que con ellos se paguen las imposiciones adeudadas a los empleados y obreros y se bonifique a los armadores de goletas pesqueras, que son, tal vez, los más perjudicados con esta crisis.
Sin embargo, no podemos desconocer la efectividad de las afirmaciones del Honorable señor Valente. La distribución de estos recursos, que se reunirán con aportes de todos los chilenos, no es justa ni razonable, pues un grupo pequeño obtendrá la mayor parte, hecho que resulta más grave si se considera que esos grandes industriales no se encuentran en situación apremiante, como el 90% de los otros empresarios que están próximos a la quiebra.
Por eso, nosotros, con el objeto de que estos dineros queden en el norte del país, votaremos en general el proyecto, pero en la Comisión de Hacienda propondremos una distribución justa y equitativa. Ese es el pensamiento del Diputado que habla y del Partido Radical.
Muchas gracias, Honorable colega.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el Honorable señor De la Fuente.
El señor DE LA FUENTE.-
He concedido una interrupción al Honorable señor Rioseco.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Rio-seco.
El señor RIOSECO.-
Señorita Presidenta, como lo ha dicho el Honorable señor Clavel, nosotros estimamos que se deben entregar al norte de Chile estos fondos, a través de la CORFO. Ha quedado demostrado que el Ejecutivo no tenía razón en su proyecto original al establecer que esos fondos correspondían al pago de una deuda del Fisco con los industriales pesqueros.
En este instante, la situación del proyecto de ley es la siguiente. La Cámara ha modificado el concepto que el Ejecutivo tenía con respecto a este problema. No existiendo una deuda, pero sí fondos para estimular la industria pesquera en el norte, los Diputados radicales estimamos que no se puede desperdiciar esta oportunidad de ir en auxilio de esa zona. El Honorable señor Penna ha querido llevarnos al convencimiento de que en las leyes vigentes se establecida una bonificación especial, que se repartía de acuerdo con un procedimiento especial. Este proyecto de ley nada tiene que ver con ese método. Simplemente, da una bonificación extraordinaria, que podría llamarse, como la ha denominado el Honorable señor Valente, una pensión de gracia; es un acto gracioso del Ejecutivo, del Estado, hacia el norte. De acuerdo' con el proyecto del Ejecutivo, se distribuía sólo entre los industriales. Roto el concepto de deuda, la Cámara, en forma soberana, puede redistribuir esos fondos como estime conveniente. En el primer informe, ya hay un atisbo de cambio de esta distribución, ya que entrega parte a los armadores y el resto a los industriales. Nosotros esperamos que en el segundo informe esta cantidad de dinero pueda repartirse en forma más justa.
Por eso, para no entrabar el despacho de este proyecto, votaremos favorablemente en general, como decía en mi primera intervención, la idea de entregar estos recursos al norte. Esperamos que en la Comisión de Hacienda, o en la de Economía y Comercio, si hay lugar, pueda hacerse una redistribución completamente distinta, ya que se trata de una suma extraordinaria de dinero que el Estado aporta para el fomento y desarrollo de esa zona.
Muchas gracias, Honorable colega.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el Honorable señor De la Fuente.
El señor DE LA FUENTE.-
El resto del tiempo del Comité Independiente lo ocupará el Honorable señor Tuma.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Tuma.
El señor TUMA.-
¿Cuántos minutos restan al Comité Independiente?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Diez minutos.
El señor TUMA.-
Señorita Presidenta, la Comisión de Economía y Comercio, a la cual pertenezco, estudió este proyecto en un tiempo "record", porque se pidió el trámite de la urgencia para su despacho. Por esa razón, no pudimos hacerle las correcciones ni formular las indicaciones que nos parecían convenientes.
Posteriormente, retirada la urgencia y calificada nuevamente, pasó a la Comisión de Hacienda, donde hubo tiempo para introducirle las modificaciones que creíamos necesarias.
Cuando se discutió el proyecto original en la Comisión de Economía y Comercio, los Diputados de la Oposición expresamos nuestra disconformidad con él, porque, a nuestro juicio, el Estado hacía un obsequio gracioso a las empresas. Como viene redactado ahora, beneficiará también a los armadores. En el fondo, lo que se desea es fusionar algunas empresas de armadores con otras empresas pesqueras para conciliar sus intereses, porque las primeras se encuentran en pésima situación económica.
Lo importante es que estos fondos se invertirán, en su mayor parte, en cubrir las deudas que los industriales tienen, por concepto de imposiciones, con las distintas cajas de previsión, para resguardar los intereses de los trabajadores. El Comité del Partido Socialista votará favorablemente este proyecto, para salvar en parte estas imposiciones, ya que la suma adeudada es todavía muy superior.
Lamento que, en la discusión de este proyecto, se hayan destinado solamente 15 minutos a cada Comité, porque deseaba hacer algunas observaciones respecto del problema de la pesca. Por eso, por falta de tiempo suficiente, me voy a referir a él en forma sintetizada.
Si bien es cierto que el decreto con fuerza de ley N° 266 dio incentivos para el fomento de la pesca en nuestro litoral, no lo es menos que, en la forma en que esta iniciativa fue orientada a través de la Corporación de Fomento de la Producción, los industriales se dedicaron sólo a la explotación de la anchoveta y a la fabricación de harina y aceite de pescado para la exportación, a fin de obtener la bonificación que ese decreto con fuerza de ley concede a los que exporten sus productos. Pero nadie se interesó en el consumo interno de los productos del mar. Ni la ley ni el decreto con fuerza de ley N° 266 coordinaron las labores de la pesca con el consumo, a pesar de que se creó el Instituto de Fomento Pesquero. No conozco ninguna iniciativa de este Instituto para colocar los productos del mar en condiciones favorables al consumo nacional.
Hace pocos meses, el Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción racionó la venta de carne de vacuno en el país. Esta medida, que obedece a la escasez del producto y a la falta de divisas para importarlo, se ha adoptado también en otros países. Pero el señor Ministro recibió críticas, bastante justificadas, a mi juicio, no por el hecho de que se haya suspendido la venta de carne de vacuno durante algunos días de la semana, sino porque no se buscó, con anticipación, el alimento que la sustituyera. El sustituto no está en la carne de ave, sino, como lo hemos manifestado, en los productos del mar. Tenemos 4 ó 5 mil kilómetros de litoral. Considerando la periferia de todas nuestras islas, tenemos más de 15 mil kilómetros de costas, en las cuales existe seguramente la fauna más rica del mundo en productos alimenticios. Sin embargo, estamos pasando hambre, porque ni la Corporación de Fomento de la Producción, ni el Instituto de Fomento Pesquero, ni el Ministerio de Agricultura, ni el de Economía, Fomento y Reconstrucción, ni ningún organismo del Estado se ha preocupado de que estos productos se encuentren al alcance del pueblo consumidor.
Por eso, junto con algunos colegas de la Democracia Cristiana, como los Honorables señores Ernesto Corvalán, Julio Montt y Pedro Stark, habíamos presentado una indicación a este proyecto para fomentar, a través de incentivos, la pesca y el consumo de los productos del mar en el país.
El decreto con fuerza de ley N° 266 coloca el pescado en la playa. Pero no existe ningún organismo que coordine su distribución desde la playa hacia el interior.
En nuestra indicación, proponíamos el establecimiento de un sistema de créditos, a través de la Corporación de Fomento de la Producción, a favor de las cooperativas pesqueras, de la Federación de Cooperativas Pesqueras.
Los esforzados trabajadores del mar, que arriesgan su vida en las faenas y viven en condiciones miserables, no han recibido jamás ningún beneficio del decreto con fuerza de ley 266. En cambio, 80 millones de dólares han ido a beneficiar a las grandes empresas pesqueras.
El país se está muriendo de hambre, porque no hay carne de vacuno, de cerdo ni de ave, y se tienen que importar pollos. Con poco dinero que se les hubiera entregado, las cooperativas pesqueras habrían tenido los medios para explotar los productos del mar. ¿Qué sucede ahora? Que el pescador...
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
¿Me permite, Honorable Diputado?
Ha terminado el tiempo de que dispon��a Su Señoría.
El señor TUMA.-
Solicito que se me prorrogue.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
¿Cuánto tiempo necesita, señor Diputado?
El señor TUMA.-
Unos diez minutos.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Solicito el asentimiento unánime de la Cámara para conceder diez minutos más al Honorable señor Turna.
Varios señores DIPUTADOS.-
Cinco minutos.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
No hay acuerdo.
Ofrezco la palabra al Comité Democrático Nacional, al que le restan trece minutos.
El señor BUZETA.-
Pido la palabra.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor BUZETA.-
Señorita Presidenta, antes de conceder al Honorable colega señor Astorga una interrupción que me ha solicitado, deseo esclarecer algunos conceptos expresados esta tarde con motivo de la discusión de este proyecto de ley.
Quizá por el ofuscamiento creado por la misma intención de querer colaborar con el norte, se ha llegado a expresar que los Diputados democratacristianos no nos hemos preocupado de los trabajadores afectados por la política pesquera aplicada en esa zona. La verdad es que, cuando este proyecto se estudió en la Comisión de Economía y Comercio, fuimos, principalmente, los Diputados democratacristianos los que manifestamos que, antes de tratar la forma en que se iba a repartir esta bonificación, debíamos resguardar los derechos de los obreros y empleados de las industrias pesqueras, estableciendo que primero deberían pagarse los salarios, los sueldos y las imposiciones previsionales adeudadas.
Dejo aclarado este hecho, para que no quede la impresión de que los Diputados de estos bancos no nos hemos preocupado de los problemas que afectan a estos trabajadores.
Concedo la interrupción al Honorable señor Astorga.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Astorga.
El señor ASTORGA.-
Señorita Presidenta, no es ésta la primera carga o lastre que el Gobierno ha recibido.
Los incentivos que se dieron en un comienzo fueron demasiados, porque nadie se quería instalar en Iquique, Pisagua e incluso Tocopilla.
Vino la ley de zona franca industrial, pero tampoco fue suficiente para atraer inversiones a la industria de la pesca.
Incluso, como se ha dicho aquí, la CORFO urbanizó terrenos en un lugar de excelentes condiciones marítimas, especialmente para instalaciones y muelles de esta industria.
Por último, la CORFO tuvo que hacer un fondo de préstamos, pagaderos en 5 años, para que comenzara a haber interés en instalarse en esa zona.
Pero el grave error fue la improvisación. No se racionalizó la explotación de la materia prima existente, porque no hubo un estudio sobre su ciclo biológico. Lo peor fue que se permitió la instalación de gente que no sabía nada de esta industria, ni tenía los suficientes medios económicos para desarrollarla, los cuales son sumamente necesarios.
Así es como el Estado tiene más de 70 millones de dólares invertidos en esa zona.
Los Diputados de estos bancos aprobaremos esta bonificación de ocho millones de escudos a las exportaciones de aceite y harina de pescado, porque el Estado no puede dejar abandonadas sus inversiones en la zona sin buscar alguna forma de recuperarlas, pues esta es prácticamente la única industria de Iquique, e incluso de la ciudad de Arica. Pero el Fisco resguarda sus intereses ya que, con posterioridad a la aprobación de este proyecto, se reestructurará esta industria con el propósito de darle estabilidad, eliminando, incluso, a aquellos armadores o pequeños industriales que no pueden mantenerse con sus propios recursos, ya que ni el Estado ni nadie podría seguir entregándoles nuevas bonificaciones en el futuro con ese objeto.
Pero hay algo más fundamental. Pese a la opinión ideológica del Frente de Acción Popular, tendremos que ver modo de incorporar capitales sólidos a esta industria, a fin de que pueda valerse por si misma, y diversificarla, para producir conservas de exportación, lo que no es muy fácil, porque, como ya se ha dicho, en este momento no existe en Iquique una planta tan magnífica como la de Tarapaca, que se proyectó para fabricar conservas de exportación ; pero que hasta la fecha no ha exportado una sola lata. Esto se debe a las dificultades que se presentan para competir en el mercado mundial, pues se necesitan muchos complementos para esta industria; por ejemplo, desarrollar los aceites adecuados, revestir la hojalata con los barnices sanitarios que se exigen en el exterior y, lo más importante, contar con la experiencia de ciento o ciento cincuenta años de los productores de conservas de pescado tanto norteamericanos como europeos.
Además, como decía mi Honorable colega señor Buzeta, esta bonificación permite pagar a los trabajadores de la industria pesquera el reajuste de 38,4% correspondiente a este año y todas las imposiciones que se adeudan a los institutos de previsión. Creo que el Honorable señor Valente no podrá negar después que, por su obcecación contra los industriales, también vota en contra de los trabajadores.
No nos extraña la ciega oposición del FRAP, porque así lo han manifestado desde el comienzo de este Gobierno, no asistiendo ni siquiera a la proclamación del Presidente de la República en el Congreso Nacional, con lo cual declararon públicamente su oposición a todo.
El señor GUASTAVINO.-
¡No se meta en camisa de once varas!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ASTORGA.-
Para desarrollar las industrias necesitamos capitales, capitales que vengan de cualquier parte del mundo, tanto de Estados Unidos, de Europa o de Rusia. Para ello hemos entablado relaciones diplomáticas con todos los países del orbe...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ASTORGA.-
...y si mañana Rusia o cualquier país de la órbita socialista quiere que le demos garantías para negociar con nosotros, el Presidente de la República ha dicho públicamente que se las dará en las mismas condiciones que a otras naciones, pero siempre que ellos vengan aquí y lo pidan, para que no se diga ni se grite que estamos poniendo obstáculos a los inversionistas de la Unión Soviética...
El señor GALLEGUILLOS.-
¿Me concede una interrupción, Honorable colega?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
El Honorable señor Astorga está haciendo uso de una interrupción, por lo que no puede concederlas.
El señor GUASTAVINO.-
¡Que no haga abuso de ella, entonces!
El señor ASTORGA.-
Pero confiamos en que la opinión pública se dará cuenta de que el FRAP sólo persigue producir el caos y el aislamiento de Chile para que, posteriormente, debamos ir a mendigar la ayuda de Rusia como ocurrió con Cuba...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ASTORGA.-
...en circunstancias que ahora Rusia se entiende con Estados Unidos y Europa, mientras el pobre Fidel Castro tiene que, incluso, ir a arrastrarse ante los Estados Unidos.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ASTORGA.-
Por eso, los Diputados democratacristianos estamos conscientes de que no puede haber desarrollo industrial sin capitales, y de que no solamente es preciso velar por los intereses de los trabajadores y del Estado, sino también tener una visión clara y amplia respecto a las inversiones que el país requiere.
Eso es todo.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Queda un minuto y medio al Comité Democrático Nacional.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Si le parece a la Honorable Cámara, se omitirá la lectura de las indicaciones y se insertarán en la versión de la presente sesión.
Acordado.
-Las indicaciones, que se acordó insertar, son las siguientes:
Artículo 1°
1) De la Comisión de Hacienda para agregar en el inciso primero, después de la frase: "de cualquier naturaleza que ellos sean", la siguiente: "incluso el impuesto establecido en el Título IV de la ley N° 15.564,";
2) Del señor Rioseco, para reemplazar en la frase agregada por la Comisión de Hacienda en la indicación anterior, la palabra "incluso" por esta otra, "excluido".
3) Otra de la Comisión de Hacienda al inciso primero.
4) Del señor Valente, para suprimir en el inciso primero la última frase, desde: "y los traslados de plantas"... hasta "de 1960".
5) Del mismo señor Diputado para suprimir el inciso segundo.
6) De la Comisión de Hacienda para agregar un inciso nuevo, final;
Artículo 2°
7) De la Comisión de Hacienda para modificarlo.
8) De los señores Valente y Sepúlveda, don Francisco para agregar el siguiente inciso:
"Sin embargo, la Corporación de Fomento no autorizará las imputaciones señaladas en el inciso anterior mientras las industrias beneficiadas no comprueben documentariamente, y con informe de la Dirección Nacional de Impuestos Internos, haber cumplido esta obligación desde su funcionamiento."
Artículo 3°
9) De la Comisión de Hacienda para reemplazarlo.
Artículos nuevos a continuación del 3°.
10) De la Comisión de Hacienda.
11) De la Comisión de Hacienda.
12) De la Comisión de Hacienda.
Artículo 4°
13) De la Comisión de Hacienda para reemplazarlo por varios artículos.
14) Del señor Valente para agregar como inciso tercero del primero de los artículos propuestos por la Comisión de Hacienda en sustitución del 4° el siguiente:
"La distribución de estas bonificaciones se hará proporcionalmente al monto de las solicitudes registradas por los exportadores en las Tesorerías de Arica, Pisagua e Iquique, hasta el 31 de diciembre de 1965, sin sujeción al orden en que hayan sido presentadas o registradas".
15) Del señor Muga para reemplazar el inciso tercero del artículo anteriormente indicado por el siguiente:
"El pago de los E° 5.000.000 a que se refiere el presente artículo se cursará en proporción directa a las bonificaciones totales que corresponden a cada industrial al 30 de junio de 1965."
Artículo 5°
16) De la Comisión de Hacienda pata modificarlo.
17) De los señores Valente y Sepúlveda Gutiérrez para reemplazar la frase final, desde "y de las bonificaciones"... hasta "enero de 1966", por el siguiente inciso segundo:
"A contar del 1° de enero de 1966 quedarán suprimidas las bonificaciones establecidas en el artículo 9° de la ley N° 12.937 y artículo 12 de la ley N° 13.039. El producto acumulado por la aplicación de estas disposiciones pasará a incrementar los ingresos de las municipalidades respectivas para desarrollar un plan extraordinario de obras de adelanto local. Del monto que corresponda a la Municipalidad de Iquique se deducirá un 50% para la Municipalidad de Pica."
Artículo 6°
18) De la Comisión de Hacienda para modificarlo.
Artículos nuevos.
19) De la Comisión de Hacienda, para consultar el que se indica en el informe.
20) Del señor Valente y del señor Sepúlveda, don Francisco:
"Artículo....- A contar desde la vigencia de esta ley grávase con 15 centavos de dólar, a beneficio de las instituciones que se indican, la tonelada de aceite o harina de pescado que se exporte por el departamento de Iquique, distribuyéndose este fondo en los porcentajes que se señalan:
Para el Cuerpo de Bomberos de Iquique 30%
Para el Consejo Local de Deportes 30%
Para el Hogar del Niño 20%
Para la Liga Protectora de Estudiantes de Tarapacá, Iquique 20%
Estos fondos serán recaudados por la Tesorería Provincial de Iquique en cuenta separada."
21) De los mismosseñores Diputados:
"Artículo....- Las industrias establecidas en Iquique al amparo de la ley N° 12.937 quedarán exentas del pago de impuesto a la compraventa por las materias primas que adquieran en el resto del país."
22) De los mismosseñores Diputados:
"Artículo...- La bonificación propuesta en el artículo 4° de la presente ley deberá distribuirse en la siguiente forma: 40% para la industria pesquera;
40% para los industriales armadores;
20% para conceder un bono de cesantía obligada al personal de obreros y empleados que trabajaron en estas industrias en los años 1964 y 1965. Este bono estará exento da impuestos y gravámenes."
23) De los mismosseñores Diputados:
"Artículo....- Podrán constituirse Cooperativas Pesqueras cuyos socios sean exclusivamente personas naturales o jurídicas dedicadas a labores pesqueras de extracción, anexas o complementarias."
24) De los mismosseñores Diputados:
"Artículo....- Se declara que la participación de utilidades a que se refiere el artículo 107 de la ley N° 15.575 será percibida exclusivamente, por aquellos obreros y empleados que prestan sus servicios en la provincia de Tarapacá y en los departamentos de Tocopilla, Taltal y Chañaral."
25) De los mismosseñores Diputados:
"Artículo....- No tendrán derecho a cobrar la bonificación que se señala en la presente ley aquellas industrias que no acrediten, con certificado expedido por la respectiva Inspección del Trabajo, haber pagado al personal de obreros y empleados, la participación señalada en el artículo 107 de la ley N° 15.575."
26) Del señor Valente:
"Artículo...- El personal despedido odesahuciado por las empresas pesqueras con posterioridad al 31 de diciembre de 1965 tendrá derecho a percibir una indemnización extraordinaria, sin perjuicio de los derechos conferidos en otras leyes o en actas de avenimiento, equivalente a un mes por cada año servido en la respectiva industria."
27) Del señor Valente:
"Artículo...- No tendrán derecho a percibir la bonificación establecida en la presente ley aquellos industriales o armadores que mantengan conflictos con su personal al momento de ser promulgada la presente ley."
28) Del señor Valente:
"Artículo....- Los industriales y armadores que perciban la bonificación que otorga la presente ley deberán devolver los respectivos valores a la Corporación de Fomento de la Producción en un plazo no superior a dos años y en las condiciones que lo establezca dicha Corporación. Estos fondos deberán ser invertidos exclusivamente en la construcción, instalación y puesta en marcha de la fábrica de cenizas de soda en Iquique. La Corporación de Fomento queda autorizada para invertir otros fondos propios en esta obra, mientras se produce la devolución de los otorgados en esta ley a los industriales y armadores."
29) Del señor Rioseco:
Artículo....- Establécese el estanco de la harina y aceite de pescado.
El Presidente de la República determinará el o los organismos del sector público encargados de ejercerlo."
30) Del señor Rioseco y del señor Clavel:
"Articulo....- En ningún caso el monto de la bonificación extraordinaria podrá exceder de E° 100.000 por empresa."
La señorita SAAVEDRA (Presidenta Accidental).-
En votación general el proyecto.
-Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 32 votos; por la negativa, 13 votos.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta Accidental).-
Aprobado en general el proyecto.
Volverá a Comisión para el trámite de segundo informe.
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para dar cuenta de una petición.
Acordado.
El señor LARRAIN (Prosecretario subrogante).-
El Honorable señor Sanhueza, Comité del Partido Demócrata Cristiano, solicita que el informe de la Comisión de Economía y Comercio rendido en la Sala durante el debate del proyecto sobre ayuda y fomento a la industria pesquera pueda publicarse íntegro en los siguientes diarios: "El Mercurio", de Antofagasta; "Cavancha", de Iquique y "Defensa", de Arica.
El señor VALDES (don Arturo).-
¿Qué se va a publicar?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Se leerá de nuevo la solicitud.
El señor LARRAIN (Prosecretario subrogante).-
El Honorable señor Sanhueza, Comité del Partido Demócrata Cristiano, solicita que el informe de la Comisión de Economía y Comercio rendido en la Sala durante el debate del proyecto sobre ayuda y fomento de la industria pesquera, pueda publicarse íntegro en los siguientes diarios: "El Mercurio", de Antofagasta"; "Cavancha", de Iquique, y "Defensa", de Arica.
El señor CLAVEL.-
Con el debate completo, señorita Presidenta.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
¿Habría acuerdo unánime para aceptar la petición?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
No hay acuerdo.
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