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- rdf:value = " La señora SAA (doña María Antonieta).- Señor Presidente, el proyecto de ley que establece obligación alimentaria mínima para los adultos mayores que indica es muy importante, puesto que reconoce que hay un sector de la tercera edad de nuestra ciudadanía que se encuentra en una situación muy precaria, razón por la cual necesita apoyo.
Si bien el establecimiento de la pensión básica solidaria permitió a muchos adultos mayores tener acceso a una pensión mínima, quiero sumarme a lo planteado por el diputado señor Hugo Gutiérrez, en el sentido que Chile debe pensar en políticas públicas y en la responsabilidad que tiene el Estado con los adultos mayores.
La pirámide poblacional y el proceso demográfico harán que el número de adultos mayores, en algún momento, supere a quienes integran la población en etapa laboral activa, problema que Chile debe encarar de manera muy seria.
Por ejemplo, debemos preguntarnos qué pasará con nuestro sistema previsional, puesto que, en muchos casos, las pensiones que perciben los adultos mayores son muy bajas y no les permiten acceder a sus requerimientos mínimos. Por lo tanto, se debe impulsar el establecimiento de políticas públicas que se responsabilicen de todo lo que implique la sobrevivencia de los adultos mayores. Para ello habrá que considerar que las expectativas de vida seguirán aumentando.
Por otra parte, las jubiladas perciben pensiones que son inferiores en 30 por ciento en comparación con la de los hombres en igual condición, debido a que se considera que la expectativa de vida de las mujeres es superior a la de los hombres. Sin embargo, hay otros elementos en materia de expectativa de vida que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, los varones nacidos en comunas como Las Condes y Providencia tienen una expectativa de vida mayor que la de las mujeres.
Por tanto, al hacer los cálculos para el establecimiento de las pensiones, cabe preguntarse si se comete una injusticia con las mujeres. ¿Por qué se considera solo el factor de expectativa de vida, que afecta a las mujeres, y no la calidad de vida que tienen los hombres que nacen o viven en determinadas comunas?
Debemos encarar problemas muy importantes en cuanto a políticas públicas. El Estado debe avanzar en orden a establecer la protección de los adultos mayores como un derecho. Para ello, se debe crear una política pública mirada no solo desde la perspectiva de la protección, sino también de los derechos.
El proyecto me parece importante, pero debemos avanzar en términos estatales; no solo en materia de subsidiariedad de las familias respecto de los adultos mayores. Hay que combinar esa solidaridad con políticas estatales de derecho. Esto significa que, en la medida en que crezca el erario, el país tiene que preocuparse de la población de adultos mayores, lo que para todos significa un gran desafío.
Además, el cuidado del adulto mayor lo realizan las mujeres, quienes, por esta razón, incluso, tienen que dejar de trabajar y de percibir un ingreso. Existe un concepto de economía del cuidado, pues tradicionalmente se ha dado a las mujeres la tarea del cuidado de los niños y de los adultos mayores. Pero ese concepto es perjudicial para las mujeres, ya que -reitero- implica que deban dejar de percibir un salario o de tener la posibilidad de incorporarse a un trabajo. No debemos olvidar que este año Chile bajó 41 puestos en el ranking que hace el Foro Económico Mundial respecto de la situación de las mujeres. Ello demuestra su baja participación en cargos de representación y de dirección política. De hecho, en nuestro país, esa participación ha tenido una baja muy grande de un gobierno a otro.
En segundo lugar, cabe señalar la disminución en la incorporación de las mujeres al trabajo y a la economía. Parte de esto se debe a que las mujeres nos responsabilizamos del cuidado de los niños y de los adultos mayores. En este aspecto debemos tener mucho ojo, porque una parte de la población chilena está sustentando, con su vida y sus cuidados, a otra parte importante de la población, de la cual es el Estado el que tiene que hacerse cargo.
He dicho.
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