-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds66
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds57
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds56
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds67
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds68
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds60
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds62
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds58
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds59
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds61
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds63
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1-ds54-ds55
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:SegundoTramiteConstitucional
- dc:title = "MODIFICACIÓN DE PLAZO DE REINTEGRO PARCIAL DE IMPUESTO ESPECÍFICO AL DIÉSEL"^^xsd:string
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2566
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/606
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/38
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3494
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/183
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2035
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3069
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4016
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2639
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2571
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3487
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/802
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/963
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3080
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2008
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/322
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2581
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/193
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/218
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2146
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/828
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3099
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1745
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/637
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1778
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2017
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/325
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/685
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/665
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2274
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/impuestos
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionGeneral
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:pendiente
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/impuesto-a-los-combustibles
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/ley-n-20658
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804/seccion/akn635804-po1
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635804
- rdf:value = " MODIFICACIÓN DE PLAZO DE REINTEGRO PARCIAL DE IMPUESTO ESPECÍFICO AL DIÉSEL
El señor ESCALONA (Presidente).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica plazo para reintegro parcial del impuesto específico al petróleo diésel a las empresas de transportes de carga y modifica otros aspectos de este mecanismo, con urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (8772-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 94ª, en 15 de enero de 2013.
Certificado de Comisión:
Certificado de la Comisión de Hacienda: sesión 96ª, en 16 de enero de 2013.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario General.
El señor LABBÉ (Secretario General).-
El proyecto fue aprobado en general por mayoría en la Comisión de Hacienda (votaron a favor los Honorables señores García, Novoa y Pizarro y se abstuvieron los Senadores señores Frei y Lagos), resultando, en consecuencia, aprobada la idea de legislar.
El texto de la iniciativa, Sus Señorías, está transcrito en las páginas 5 y 6 del certificado que emitió la Comisión de Hacienda.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se abrirá la votación.
¿Habría acuerdo?
El señor WALKER (don Patricio).-
Sí.
El señor GARCÍA.-
Está bien.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Acordado.
Les recuerdo a los señores Senadores que de todas maneras se necesita cumplir el quórum exigido para aprobar en particular la iniciativa.
En votación la idea de legislar.
--(Durante la votación).
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Tuma para fundamentar su voto.
Sus Señorías disponen de hasta cinco minutos para intervenir.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, el proyecto en comento vuelve a someter esta materia a la consideración del Congreso, dado que los Gobiernos han sido incapaces de definir una política pública permanente que permita resolver en forma definitiva lo relativo a este impuesto que se generó en un momento determinado de la historia de Chile, en el que quizás pudo haber sido diseñado convenientemente como modo de recaudación tributaria.
Sin embargo, a medida que fue cambiando la realidad del país y especialmente el precio internacional del combustible, esta recaudación se convirtió, en verdad, en un suplicio, en un castigo, en una sanción para todos los consumidores, muy especialmente para los transportistas y quienes usan sus vehículos para trabajar.
En definitiva, el hecho de que estemos debatiendo ahora este proyecto de ley es porque ya hace algún tiempo establecimos una iniciativa que daba la posibilidad de descontar o recuperar dicho impuesto específico. Al efecto, habíamos dispuesto una concesión gradual, dependiendo del volumen de las ventas. Y eso lo hicimos en forma transitoria, pero ahora tenemos que volver a aprobar un proyecto -nuevamente con carácter transitorio- ante la incapacidad de dar una solución definitiva al tema.
Nosotros planteamos que es importante el impuesto específico para el ingreso fiscal como modo de recaudación. Pero también señalamos que hay otras formas para que el Estado obtenga los mismos ingresos de una manera más democrática, más justa, al momento de recaudar tal volumen de recursos.
El sistema del impuesto específico se diseñó, básicamente, para que dichos recursos permitieran construir y mejorar las carreteras y caminos en Chile.
Hoy día han pasado tantos años desde su implementación que los caminos y carreteras de Chile se costean de un modo distinto. Nuestro país actualmente cuenta con respaldo y financiamiento para hacerlo de forma independiente, con los recursos propios del Estado, sin necesidad de recurrir a los usuarios de tales carreteras.
No obstante, lo más grave, señor Presidente, es que quienes consumen petróleo a los precios que tenemos no son solamente los usuarios de las carreteras, sino también la industria minera, que no paga este impuesto; la industria naviera, que tampoco lo paga y la industria en general, que lo recupera.
En definitiva, los únicos que lo pagan son los consumidores y las personas que usan las carreteras debido a su actividad económica.
Conviene tener presente que el sistema de recaudación se podría democratizar bastante más. Hoy día, para poner el ejemplo solo del impuesto específico de las bencinas, cabe considerar que este concepto representa 255 pesos por litro, sin importar el nivel del precio. Como el 80 por ciento de los consumidores de combustible no pagan el tributo, la distribución de este último importaría pasar a cancelar 50 pesos, un quinto del monto actual. Naturalmente, tal medida sería un alivio, porque todos cubrirían un poquito, y se mantendrían los ingresos estatales.
Mas ni por esta vía ni por alguna otra se ha aplicado una política pública en la que el Estado haya tomado una decisión para resolver definitivamente el problema, y otra vez nos vemos impelidos a aprobar una normativa que alivia transitoriamente la carga, pero que no hace justicia respecto de los tributos a consumidores y usuarios, en especial a aquellos cuya actividad económica dice relación con el transporte.
Voy a aprobar el proyecto, señor Presidente, porque peor es nada. Sin embargo, creo que el Estado y el Gobierno deberían asumir una conducta diferente, para hacerlo más democrático y justo.
He dicho.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Saludo a los dirigentes de los transportistas que nos acompañan en las tribunas, especialmente al señor Juan Araya, quien viene a aumentar el volumen del respaldo a la iniciativa.
Tiene la palabra el Honorable señor García.
El señor GARCÍA.-
Señor Presidente, la disposición actual, con relación a las empresas de transporte de carga, señala que todos tienen derecho, a partir del 1° de julio de 2006, a un reintegro del impuesto específico al petróleo diésel, de carácter único, del 25 por ciento. Esta es la regla general, y de no aprobarse el proyecto del Ejecutivo, se volvería a ese porcentaje.
Lo cierto es que la propuesta del Gobierno, tal como ocurrió el año pasado, es mucho más conveniente en los cuatro tramos que se contemplan. En efecto, ellos serían los siguientes:
1) De 80 por ciento para los contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido iguales o inferiores a 2 mil 400 unidades de fomento.
2) De 70 por ciento para los contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido superiores a 2 mil 400 unidades de fomento y no excedan de 6 mil.
3) De 52,5 por ciento para los contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido superiores a 6 mil unidades de fomento y no excedan de 20 mil.
Aquí se observa una mejoría respecto de la ley aprobada el año pasado, que ya expiró, la cual hacía referencia a las ventas entre 6 mil y 15 mil unidades de fomento.
4) De 31 por ciento para los contribuyentes cuyos ingresos anuales hayan sido superiores a 20 mil unidades de fomento.
Por lo tanto, uno tiene que pensar en qué situación quedarían mejor los transportistas. Probablemente, no nos hallamos ante el ideal. Coincido con que no hemos tenido tiempo para discutir normas de una vigencia más permanente y que no signifiquen al final, sobre la base de los distintos tramos, que las ofertas que se plantean con motivo de una presentación a propuestas públicas o privadas sean distintas en función del porcentaje de reintegro. Tarifas y costos son tan estrechos, que es posible que alguien quede fuera por encontrarse en un rango de un monto menor. Lamentablemente, no ha sido posible tratar la cuestión en forma más detenida. Repito que estamos sin ley y que es necesario aprobar de manera urgente las nuevas disposiciones, pues, de no ser así, se volvería al reintegro de carácter general del 25 por ciento. Y, como lo he señalado, ninguno de los tramos sería ahora igual o inferior a ese porcentaje: todos lo superarían.
Por eso, señor Presidente, votaré a favor.
Comprendo la queja de algunos gremios, pero creo que se tiene que hacer lo que, en definitiva, también los favorece, y no hay duda de que la situación en que los dejará la iniciativa, una vez aprobada, será mucho mejor que volver a lo establecido en la ley N° 19.764.
El señor ESCALONA (Presidente).- Puede intervenir el Senador señor Frei.
El señor FREI (don Eduardo).-
Señor Presidente, me abstuve en la votación del proyecto en la Comisión de Hacienda y expresé mis razones para ello.
En dicho órgano técnico hemos tratado el asunto en los últimos cinco años. Desgraciadamente, siempre lo hacemos en el último momento antes del receso de febrero. En una reunión a las 15, que debe levantarse con rapidez, prácticamente no se alcanza a discutir nada: se vota a favor o en contra, o "por lo menos malo", como han dicho algunos, o por lo mismo, como lo expresó el Honorable señor García.
Reitero que la situación data de cinco años, cuando se subió el reintegro -estamos haciendo referencia a ese aspecto, no al impuesto específico a los combustibles, que no hemos abordado-, el cual se fijó, en definitiva, en 80 por ciento por el altísimo precio de los combustibles, ya que el petróleo llegó a 150 dólares. En 2009 se estableció la tabla aplicable. Y cada fin de año se escucha a los gremios y después anunciamos que en el siguiente vamos a analizar las alternativas.
A la Comisión asistieron varios Senadores de Gobierno, como los Honorables señores Hernán Larraín, Carlos Larraín, Chahuán y Coloma, quienes consignaron que el 20 de diciembre de 2011 se firmó un acuerdo para realizar una serie de estudios y modificaciones. Pero, como siempre, llegamos al último día y a la última hora, y es preciso votar sin otras posibilidades. La situación, entonces, se sigue dilatando.
Lo mismo ha pasado en lo relativo al impuesto específico. Desde el día en que partió el famoso "SIPCO" le dijimos al señor Ministro que ello no iba a funcionar. Después vino una segunda ley, y al comienzo del año pasado se presentó un nuevo proyecto, que lleva durmiendo en la Comisión de Hacienda prácticamente durante un año.
O sea, en la breve discusión en dicho órgano técnico, efectuada rápidamente, como decía, de 15:15 a 15:30 -entremedio fue necesario volver a la Sala para dar quórum-, no se alcanzó a tratar la materia realmente a fondo.
Han sido los parlamentarios de Gobierno, quienes firmaron el acuerdo el año pasado, los que han advertido acerca de la falta de debate, de conversación y de análisis en profundidad.
Lo concerniente al reintegro y al impuesto específico no ha sido estudiado a fondo por el Congreso y seguimos con un asunto que no va a quedar resuelto. En el proyecto original se determinaba un plazo de cuatro años para el porcentaje respectivo, disminuido a tres años en la Cámara de Diputados y a dos años en el Senado; pero lo más probable es que, al igual que en los últimos cinco años, llegaremos a enero, en el año correspondiente, con una nueva iniciativa, y espero que en algún momento encontremos el tiempo suficiente para abocarnos al reintegro y sus objetivos, así como también al impuesto específico.
Ojalá no nos sigamos ocupando en proyectos de "discusión inmediata" en las dos semanas previas al receso, ya que no se alcanza a hacer nada, sencillamente, y solo cabe votar sí o no, o abstenerse, porque no hay otra solución.
Gracias.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente, al Senador señor Frei le hemos escuchado expresar varias cosas que ya se han repetido en el Hemiciclo.
Me parece muy bien que esté presente el señor Ministro de Hacienda, para que podamos comentar estas materias.
Efectivamente, se ha enviado de nuevo un proyecto sobre el reintegro parcial a las empresas de transporte del impuesto específico al petróleo diésel, y, como dijo nuestro Honorable colega, lo único que podemos hacer es votar a favor. De lo contrario, la situación será peor -lo destacó también el Senador señor García- que aquella que se presentaría si no se despachara la iniciativa.
Ahora, cabría haber perfeccionado bastante el texto, pero no ha habido tiempo para debatir, como se señaló. Podríamos haber escuchado más a los afectados por el impuesto, a los transportistas. Se pedía mejorar, no solo la situación del tercer tramo, para que se contemplaran ingresos anuales entre 6 mil y 20 mil unidades de fomento, sino también del primero y del segundo, relativos, respectivamente, a ingresos anuales iguales o inferiores a 2 mil 400 unidades de fomento y a aquellos superiores a esa cantidad y que no excedan de 6 mil. Sin embargo, eso tampoco fue posible.
Indiscutiblemente, la devolución del 80, del 70, del 52,5 y del 31 por ciento, según el tramo, constituye un beneficio, mas no es la cuestión de fondo. Tenemos que discutir, de una vez por todas, el impuesto específico a los combustibles, del cual se ha reclamado en todos los Gobiernos y desde hace mucho tiempo.
Se han pedido su eliminación, su limitación o su disminución transitoria, medida esta última aplicada durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet y que representó casi un 40 por ciento.
Hemos hecho referencia a que, a lo mejor, habría que estudiar un tributo plano, que pague toda empresa o persona consumidoras de petróleo o de bencina y que se aplique parejamente, con lo cual podríamos fijar una tasa mucho menor y tal vez de más bajo efecto.
Sí puedo manifestar -lo hemos hecho reiteradamente- que el único ganador en relación con el alza de los precios del petróleo y de las bencinas ha sido el Ministerio de Hacienda.
¡No diré que el señor Ministro, porque la recaudación no va a sus arcas, sino a las de esa Cartera...!
De acuerdo con el rendimiento -lo hice presente el año recién pasado- del impuesto a los combustibles, comparado un año con otro, habiéndose aplicado el SIPCO por primera vez luego de aprobarse el proyecto de ley respectivo por el Congreso en enero de 2011, el Fisco obtuvo una mayor recaudación del orden, según recuerdo, de casi 200 millones de dólares. Ello, deducido lo que se traspasó por la aplicación del mecanismo, que me parece que bordeó 60 o 70 millones de dólares.
Mas no se trata solo de eso: el IVA también proporciona una mayor recaudación.
Me habría gustado que la totalidad del mayor rendimiento del impuesto hubiera ido por lo menos a aminorar las alzas de precio experimentadas por las bencinas y el petróleo. Hoy día, las de 93 o de 95 octanos bordean 800 pesos el litro y el dólar vale menos que hace dos años o es similar en algunos casos: 470 pesos.
Me pregunto qué pasaría si el día de mañana tuviéramos que hacer un esfuerzo por mejorar el valor de esa divisa, para el efecto de las exportaciones, como lo pide el sector productor agrícola, y se llegase a 500 o 520 pesos, con el precio internacional del petróleo en los niveles en que hoy día se encuentra. ¿A cuánto ascendería el valor de la bencina en el próximo tiempo?
¿Está realmente funcionando el SIPCO? Desde luego, me pueden oponer que sí lo está haciendo, porque, si no, la situación sería mucho peor.
A lo mejor es así.
Incluso fue preciso corregir su aplicación mediante la disminución del plazo por el cual debía hacerse el cálculo, para poder determinar si había o no modificación en los precios.
Pero se registra con los combustibles algo realmente increíble, que llamaría "imagen del serrucho": un día, el valor baja; al otro, sube.
Fue bien curioso lo que ocurrió cuando aprobamos el proyecto de ley sobre la materia en septiembre del año pasado. Claro, faltaban 30 o 40 días para las elecciones municipales y todos podríamos ser mal pensados al preguntarnos el porqué. Se nos apuró para despachar una enmienda del SIPCO -lo hicimos en muy pocos días-, porque el jueves de esa semana iban a subir las bencinas en 24 pesos.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
Dispone de un minuto adicional para finalizar su intervención.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Gracias, señor Presidente.
Si se aplicaba la reforma propuesta -y tuvimos que acogerla- bajaría el precio. En efecto, así fue, no en 24 pesos, sino en 18. Mas pronto volvió a elevarse.
Hace poco tiempo hubo declaraciones muy optimistas también de parte del Gobierno en el sentido de que el SIPCO estaba funcionando, porque se había registrado una baja de veintitantos pesos. ¡Pero en las últimas tres semanas ha subido en más de 40! Entonces, el sistema no está operando.
Tenemos que considerar, derecha y seriamente, un impuesto a los combustibles que sea equitativo, que mantenga el rendimiento -nadie pretende dejar uno menor-, pero sin una inestabilidad permanente en el precio. Por eso, llamo al señor Ministro a estudiar la materia.
Voy a votar a favor del proyecto. Sería peor pronunciarse en contra, porque no sacaríamos nada y perjudicaríamos a los transportistas. A mi juicio, que estamos aprobando no es lo mejor. Espero, sin embargo, que el señor Ministro de Hacienda, en el período que le resta, nos traiga una buena iniciativa.
)-----------(
El señor ESCALONA (Presidente).-
Quisiera saludar, a petición de la Senadora señora Alvear, a los apoderados de los colegios Áreas Verdes, República Dominicana, Cataluña y Villas Unidas, de La Florida, y expresarles el deseo de Su Señoría de que tengan éxito en su demanda en orden a que esos establecimientos públicos no sean cerrados.
¡Gracias por acompañarnos!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
)--------------(
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Hernán Larraín.
El señor LARRAÍN (don Hernán).-
Señor Presidente, tal cual se recordó, el señor Ministro de Transportes llegó el año recién pasado a un compromiso con dirigentes gremiales -un grupo de Senadores participamos en calidad de testigos, por así decirlo- para asegurar que dentro de un plazo razonable se establecieran, a través de una mesa de trabajo, ciertas modificaciones al impuesto específico que grava a la actividad de los transportistas.
En lo fundamental, se consideró la idea de incorporar en el proyecto de ley una estructura de descuentos distinta, con un acuerdo global que definiera de otro modo los tramos.
Seguidamente, se incluyó lo relativo a la factibilidad de que los tramos de recuperación de impuesto selectivo sean en función del petróleo consumido y no de la facturación de las empresas.
Y, finalmente, se hizo referencia a una fórmula que permitiera revisiones periódicas más espaciadas que la revisión semanal actual del precio de los combustibles, con el propósito de asegurar una mayor estabilidad en el tiempo y evitar cambios constantes.
Con respecto a este último punto, el señor Ministro de Hacienda nos ha informado que ello no es posible, porque habría que revisar los contratos de ENAP, que se hallan establecidos por la vía de contratos semanales.
Se discutió sobre la conveniencia o no de tener en cuenta el petróleo consumido y no la facturación de las empresas, pero no se pudo llegar a acuerdo.
En relación con el primer aspecto -al final, el más relevante-, el Gobierno planteó la modificación del tercer tramo, esto es, el del 52,5 por ciento para los contribuyentes cuyos ingresos anuales superen 6 mil unidades de fomento y no excedan de 15 mil, como dispone la norma actual. Ahora se llegará a 20 mil unidades de fomento.
A quienes participamos en la discusión, los Senadores señores Chahuán, García-Huidobro, Coloma y el que habla, a los que se han sumado los Honorables colegas Orpis, Horvath, Sabag, Prokurica y Carlos Larraín -no quiero dejar a ninguno fuera-, la enmienda no nos parece razonable ni suficiente. Quisiéramos pedirle al Ejecutivo un esfuerzo adicional, sobre todo centrado en el sector de "clase media", por así llamarlo, en el mundo del transporte.
Porque los pequeños transportistas se hallan protegidos de alguna manera con el reintegro del 80 y del 70 por ciento, pues están dentro de un ámbito adecuado; pero en el caso de aquellos que se ubican en el 52,5 por ciento, que es adonde apuntó correctamente el Ejecutivo con la ampliación del tramo, dicho porcentaje se considera insuficiente. Solo mil transportistas se verían beneficiados por este cambio del monto para impetrar el beneficio: desde 6 mil a 15 mil unidades de fomento por 6 mil a 20 mil unidades de fomento.
Hemos conversado con los dirigentes del sector y queremos plantear que, en lugar de aumentar el tramo a 20 mil UF, se incremente hasta 40 mil, con lo cual quedaría cubierto un número muy significativo de sectores medios, no de los grandes, los que incluso podrían bajar su porcentaje a 25 por ciento.
El presidente de uno de los gremios del transporte mencionó hoy día, en la reunión de la Comisión de Hacienda, que ellos eran partidarios de dejar dos tramos: uno en 80 por ciento y otro en 25 por ciento, bajándose ellos, que son los grandes -por así decirlo- a este último.
Bueno, como esa petición no fue aceptaba, porque implica -imagino- mucho mayor gasto o mucho menor ingreso, sí queremos pedir que las personas del segmento donde se ubican los medianos queden en el 52,5 por ciento, pero hasta las 40 mil UF. Eso significa -en pesos, para entenderlo mejor- que partiendo de 135 millones de facturación anual, en lugar de llegar a 450 millones, se llegue a 900 millones. Estas no son cifras muy significativas. Estamos hablando de facturación anual.
Y eso nos da un nivel de ingreso promedio importante.
Es efectivo que en el país hay un grado de actividad muy amplio. Y, en tal sentido, los transportistas no presentan falta de trabajo. Pero los márgenes económicos con que están funcionando son muy bajos.
Por ese motivo,...
El señor ESCALONA (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
Se le concederá un minuto adicional.
El señor LARRAÍN.-
Muchas gracias.
Por ese motivo -decía-, muchos de los Senadores aquí presentes, interesados en cumplir nuestros compromisos con los transportistas, los cuales fueron asumidos también por el propio Gobierno en la persona del Ministro de Transportes, queremos pedirle al Ejecutivo que haga un esfuerzo adicional, para poder así votar con entusiasmo a favor de este proyecto.
He dicho.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Carlos Larraín.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Señor Presidente, la materia que nos ocupa ha sido motivo de bastante conversación y discusión entre los Senadores, a quienes aludía don Hernán Larraín recién. Pero también la hemos debatido con el Ejecutivo, siempre pensando en la posibilidad de mejorar un poco el contenido de la propuesta, de tal modo de abarcar a más gente.
Cuando aquí se habla de las "grandes" empresas de transporte, en el fondo se está hablando, con mayor propiedad, de pymes. No estamos hablando de CODELCO, ni de ENAP, de grandes industrias de la minería o de la electricidad. Hoy día Chile gasta 15 mil millones de dólares en combustibles importados, de los cuales 6 mil o 7 mil van a dar a la generación de electricidad.
En definitiva, ellos no pagan este impuesto. ¡Y en buena hora! De otro modo, quizás el precio del kilowatt se dispararía aún otro poco, puesto que no se pueden construir plantas hidroeléctricas si nos atenemos a ciertas ideologías imperantes.
Pero nosotros, en el caso de que se trata, estamos bogando por la posibilidad de que más gente se beneficie de su propio trabajo.
El Fisco recauda del orden de 2 mil 200 millones de dólares al año en impuesto a los combustibles. ¡2 mil 200 millones de dólares al año!
El señor FREI (don Eduardo).-
Más el IVA.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Más -me acota el ex Presidente Frei- el aumento gradual del IVA, que ocurre cada vez que sube la base de cálculo.
Por lo tanto, aquí, en el fondo, no se está pidiendo que el Gobierno dé un subsidio, sino solicitando, con la mayor humildad posible -y por todos los canales lógicos, antes de llegar a la tribuna del Senado; en la Comisión de Hacienda, por ejemplo-, que por favor el Fisco esté dispuesto a dejar de percibir un poco de dinero. Nada más que eso.
Estamos hablando de cantidades pequeñas. Los propietarios de camiones o quienes los operan no están pidiendo la luna, sino una contribución pequeña, que significa un reconocimiento a la tremenda actividad que generan. En el fondo ellos no están, como quien dice, tendiendo la mano.
Al fin y al cabo, hasta el 2008 existía un 80 por ciento de reintegro plano. ¡80 por ciento!
Después del año 2009 se segmentó según facturación. De paso, se hace notar que la facturación incluye muchas veces servicios que no tienen nada que ver con la adquisición de combustibles y que son, por explicaciones razonables que hemos dado, no separables del negocio propiamente de transporte.
El año 2010 se les pidió a ellos hacer un esfuerzo especial por el terremoto. Y lo hicieron.
El 2011 se alteró el modo de cálculo, se abandonó la unidad tributaria mensual por la unidad de fomento.
En definitiva, solo estamos pidiendo una pequeña mayor generosidad del Gobierno.
Quienes estamos en estas bancadas -si no todos, casi la totalidad- no estamos a favor de un aumento de los impuestos. Creemos que los gravámenes son una manera de privar a las personas de sus propios recursos. Preferiríamos que pudieran conservar lo que generan con su trabajo. Es comprensible: hay presiones para el gasto fiscal. Algunas completamente descomedidas. Y otras, aun, más frívolas. Pero, ¡por favor!, que no se haga a costa de la clase media chilena, de gente que hace una contribución efectiva a la vida nacional.
Por lo tanto, me sumo al grupo de parlamentarios que nos vamos a ver obligados a votar que no en este proyecto.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Lagos.
El señor LAGOS.-
Señor Presidente, lo primero que quiero resaltar es lo relacionado con el plazo -una cuestión formal frente al tema de fondo que hay que dilucidar-, pues, en ese sentido, el Gobierno se superó a sí mismo.
Busqué las intervenciones que se realizaron el año pasado a propósito de un proyecto similar. En esa oportunidad se señaló que la iniciativa venía a reemplazar una ley aprobada en julio de 2010 y que vencía el 30 de noviembre de 2011. Y el Gobierno ingresó el texto legal al Congreso el 30 de noviembre de 2011, con urgencia de "discusión inmediata". Ahora, la normativa venció el 31 de diciembre de 2012, y el proyecto fue enviado el 8 de enero de 2013. O sea, se superó, desde el punto de vista del retraso, en una semana.
Ironías de lado, el punto de fondo es otro.
Como dijo el ex Presidente Frei, con "discusión inmediata" qué vamos a discutir. O decimos que sí o decimos que no; no hay otra alternativa.
Quiero recordar, además, leyendo las intervenciones de muchos de nosotros, que el Senador Andrés Zaldívar anticipó lo que iba a ocurrir, junto con otros -no me voy a incluir, para no hacerme propaganda- respecto a que no iba a pasar nada con el proyecto. Y que el acuerdo suscrito entre el Gobierno y varios Senadores -estos últimos como garantes o testigos de una parte del gremio de los transportistas- iba a ser letra muerta. Eso generó ácidos intercambios de opinión acá: irónicos; algunos nos trataron de "ciudadanos de poca fe"; otros de que nos queríamos "atrincherar en la política chica", y de no tener la mirada grande de los acuerdos como el que suscribieron algunos colegas.
Nosotros manifestamos, básicamente, que no había voluntad. Pero no por un capricho, sino porque, a renglón seguido de que dicha declaración se firmara en Valparaíso el 20 de diciembre de 2011, el Ministro de Hacienda, en esta misma Sala y en la Comisión, dijo que no iba a haber un nuevo proyecto de ley. Y en consecuencia, todo lo que estaba contemplado acá -mesa de trabajo, estudios- no tenía sentido.
Aquel fue nuestro argumento.
¿Cuál es el tema de fondo? El tema de fondo es si se quiere o no un sistema de reintegro parcial del impuesto específico al petróleo diésel para los transportistas. Esa es la primera definición que debemos zanjar. Yo entiendo que el consenso es que sí. Porque para eso se ha enviado la presente iniciativa.
Entonces, la segunda discusión es: ¿cómo debe ser ese reintegro? Hoy día contamos con una ley que hace seis años que no funciona y que dispone un reintegro de 25 por ciento parejo para todos. Dicha normativa ya no sirve en la actualidad, porque se modificó el 2008, se volvió a modificar el 2009 o el 2010, y así estamos todos los años.
Por lo tanto, no existe la decisión de abordar el asunto en su globalidad. En la Comisión de Hacienda se le plantearon diversas propuestas al Ejecutivo, tal como bien manifestó el Senador Carlos Larraín. Y yo no veo espacio para analizarlas. Claro, la iniciativa llegó tarde, ya venció el plazo. Ahora vamos a tener que legislar con efecto retroactivo.
La pregunta, entonces, es: ¿se quiere reintegro? Si se quiere, ¿cómo debería ser?
Y lo menos que están pidiendo algunos representantes -yo no voy a tomar partido por las distintas visiones que hay dentro del gremio; no me corresponde, por lo demás- es que, si se trata de un impuesto a los combustibles, el reintegro sea en función del consumo de estos y no de otros elementos. Eso sí me hace sentido. Porque por lo menos los transportistas de mi Región no solo le meten diésel al camión, sino que además se preocupan de una serie de temas logísticos: bodegaje, cuidado, etcétera. En consecuencia, no me parece justo. Y estamos pidiendo al Gobierno que se abra a modificar esto.
Y a los que creyeron, tal vez de buena fe, que el problema se iba a resolver el año pasado con el acuerdo suscrito, se les dijo que no. Porque el que toma la decisión en el Ejecutivo en esta materia no es el Ministro de Transportes y Telecomunicaciones -con todo respeto hacia él, pues me cae muy bien-, sino el titular de Hacienda y, principalmente, el Presidente de la República.
Y por razones que no he logrado entender, pero que deben ser buenas, no hay posibilidad de discutir un sistema de reintegro que no sea el que existe hoy día, que parchamos todos los años en función de lo que está ocurriendo. Antes no teníamos tramos; después aparecieron tres; ahora hay cuatro; subimos los techos; pasamos de la UTM a la UF. Pero no vamos al tema de fondo. Y ese es el punto central: hacerse cargo de que hay un impuesto a los combustibles en Chile y que a un sector se le dice "Le voy a devolver un poco de recursos", mientras que a otro importante no se le cobra un peso por el consumo de combustible.
¿Se trata de una decisión que toma la sociedad en su conjunto? Sí. ¿A través de quiénes? De sus representantes. ¿Y quiénes son? El Gobierno y los parlamentarios de turno. O sea, esta situación la deberíamos resolver nosotros, pero es el Ejecutivo el que tiene la iniciativa en estas materias, señor Presidente.
En consecuencia, si esto no se soluciona de manera satisfactoria, no queda más que rechazar.
Y yo apoyaré el establecimiento de un sistema de reintegro en función del consumo de combustible. Porque están pagando un impuesto a los combustibles y no al bodegaje, a la logística, etcétera.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.
El señor CHAHUÁN.-
Señor Presidente, el 19 y el 20 de diciembre de 2011, hace poco más de un año, en medio de una paralización de los transportistas de nuestro país, logramos finalmente sentarnos a una mesa con un grupo de dirigentes que representaban a las federaciones del norte y del sur y con el Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, para los efectos de firmar una declaración. Ella decía relación con la posibilidad de constituir una mesa de trabajo que durante enero de 2012 se abocara a los siguientes aspectos (leo textual):
"1. La estructura de descuentos incorporada en el proyecto de ley. El objetivo es revisar la factibilidad de un nuevo acuerdo global definiendo de una manera distinta los montos considerados en el proyecto de ley.
"2. La factibilidad de que los tramos de recuperación de impuesto selectivo sea en función del petróleo consumido y no de la facturación de las empresas.
"3. Una fórmula que permita revisiones periódicas más espaciadas que la revisión semanal actual del precio de los combustibles, para asegurar una mayor estabilidad en el tiempo del precio de ellos, de modo que las empresas de transportes no se vean afectadas por fluctuaciones semanales de sus costos, los que por su permanente variación son difíciles de traspasar mediante fórmulas de indexación a los generadores de carga".
En virtud de ello, comenzamos a crear instancias de diálogo con el Ministerio de Transportes. Solicitamos audiencias durante varios meses, hasta que en septiembre logramos sentarnos con la Subsecretaria de Transportes para abocarnos a esta materia.
El señor LAGOS.-
No en enero.
El señor CHAHUÁN.-
Hubo una ácida discusión el día que debatimos este asunto en la Sala del Senado. Y algunos parlamentarios de enfrente sostuvieron que finalmente no íbamos a conseguir nada, entre ellos el Senador Lagos. Nosotros nos esforzamos y creímos que con la palabra empeñada se lograría mejorar el proyecto. Estábamos convencidos, porque teníamos el compromiso y la firma de un Ministro de Estado: el de Transportes. Y además contábamos con el compromiso de otros Secretarios de Estado con los cuales hablamos telefónicamente.
Sobre la base de aquello, el Presidente de Renovación Nacional, Senador Carlos Larraín, el colega Prokurica y quien habla iniciamos conversaciones con el Ministerio de Hacienda, para contar con una ley que en definitiva acogiera algunos de tales aspectos, que nos parecen absolutamente necesarios y oportunos.
¡Si acá estamos hablando de la posibilidad del reintegro del impuesto específico a los combustibles! ¿Y por qué se va a establecer un criterio respecto a la facturación de las empresas? Estamos premiando que esas compañías puedan establecer logística, y finalmente reciben una devolución del impuesto específico que no corresponde.
Creo que hay que fijar criterios para los efectos de definir dónde hay que focalizar en definitiva el reintegro.
Y también nos parece relevante lo que se ha planteado: instaurar un modelo según el cual la cotización del combustible, que se efectúa semanalmente, pueda espaciarse en el tiempo -15 días-, para indexar aquello en el precio final del transporte. ¿Y quiénes son ahora los afectados? Los transportistas de clase media. Por eso hemos alzado nuestra voz.
En tal sentido, nosotros le pedimos claramente al Ejecutivo que realizara un esfuerzo adicional.
¿Qué hizo el Gobierno?
En vez de tres tramos, constituyó cuatro. Y además estableció un aumento de los niveles de facturación en uno de esos tramos, de 15 mil a 20 mil unidades de fomento.
Eso no satisface en nada.
Por el contrario, hoy día, estando en la Comisión, el propio gremio planteó la posibilidad de bajar el tramo que recibe un reintegro de 31 por ciento a 25 por ciento, y establecer un solo tramo para el resto, lo que consideramos justo, razonable. Y me parece bien, además, que aquellos con un reintegro mayor estén dispuestos a sacrificar su propio reintegro en beneficio del resto. Porque, si no, hay una competencia desleal, pues el que hoy tiene posibilidades...
El señor ESCALONA (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
Tiene un minuto adicional.
El señor CHAHUÁN.-
Gracias, señor Presidente.
Decía que el que tiene posibilidades de agregar logística finalmente ahorra impuestos, porque le llega un reintegro por este ítem, en circunstancias de que el reintegro es por impuesto específico. Entonces, nadie entiende nada.
Tal como señalaba el ex Presidente Frei, en los últimos cinco años ha ocurrido lo mismo. Por eso, pido que el próximo esto no se repita.
Y espero que todavía haya espacio para que el Gobierno reconsidere su posición. Porque le hemos hecho una solicitud, lealmente. Y además, con otros Senadores hemos firmado y hemos sido garantes de una voluntad política del Gobierno. Se trata de los colegas Hernán Larraín, Coloma, García-Huidobro y quien habla.
Quiero decir -y con esto termino- que a partir de hoy día vamos a pensarlo dos veces antes de suscribir una carta respaldando el compromiso político de un Ministro de nuestro Gobierno.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Encontrándonos en votación, un Ministro tiene derecho a hacer uso de la palabra para rectificar situaciones de hecho planteadas en las intervenciones de los Senadores.
Es lo que ha solicitado el Ministro de Transportes, a quien le doy la palabra.
El señor ERRÁZURIZ (Ministro de Transportes y Telecomunicaciones).-
Señor Presidente, quiero hacer una pequeña corrección respecto del acuerdo que yo firmé con algunos parlamentarios. Es una precisión que considero muy relevante.
Ese acuerdo se suscribió porque cuando se iba a discutir el proyecto de ley el año pasado este planteaba una vigencia de tres años. Así venía. Y en ese contexto -una iniciativa proyectada a tres años- me parecía muy sensato sentarse a hacer cambios. Pero en la Sala se modificó la duración y se acortó la vigencia a un año. Y por lo tanto todo el sentido del acuerdo, que era revisar la materia, dado que la ley duraría tres años, se desvaneció con la reducción de la vigencia a doce meses.
En consecuencia, el acuerdo tenía mucho sentido en el contexto original en que se firmó, pero lo perdió al aprobarse el proyecto en los términos en que lo fue.
Muchas gracias.
El señor LARRAÍN (Ministro de Hacienda).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ESCALONA (Presidente).-
Señor Ministro, puede hacer uso de la palabra para rectificar situaciones de hecho, no para efectuar intervenciones de carácter general.
Estamos en votación. El Reglamento es sumamente claro.
Tiene la palabra, señor Ministro.
El señor LARRAÍN (Ministro de Hacienda).-
Señor Presidente, me gustaría precisar un punto adicional acerca de la interpretación que se está dando respecto del cumplimiento del acuerdo.
En primer lugar, me referiré a los temas de hecho, reconocidos por los gremios, en las mesas de trabajo, donde se abordaron los tres puntos contenidos en dicho instrumento, firmado por el Ministro Errázuriz.
En segundo término, pese a haber avanzado en el punto uno, se omite decir que en el tramo que va de 15 mil a 20 mil UF, con un porcentaje de 52,5 por ciento de recuperación, se incorpora a cerca de mil empresas al reintegro, que estaba en el 31 por ciento. Por lo tanto, esto constituye un beneficio.
En cuanto a la fórmula para revisiones periódicas más espaciadas, hay algo que se produce de hecho: los contratos de ENAP son establecidos semanalmente, razón por la cual para obtener revisiones más prolongadas en los precios tendríamos que modificar los contratos de esa empresa con los distribuidores, lo que es complicado. Esta situación la hicimos ver como corresponde.
Hay un segundo punto que es importante: si nosotros espaciamos para dos semanas la revisión del precio, efectivamente vamos a tener mayor estabilidad en la primera de ellas; pero en la segunda se va a generar un salto mayor todavía. Entonces vamos a tener menor y mayor volatilidad en un período de 14 días. Por lo tanto, la mayor estabilidad que se está persiguiendo no se va a conseguir.
En lo relativo al tercer punto, relacionado con el problema de la facturación, quiero decir que es incorrecto lo planteado por el Senador señor Chahuán: que hay gente que va a recibir reintegro por logística. Eso no es verdad, pues no hay personas que vayan a obtener reintegro por ese concepto, porque el se obtiene cuando el impuesto específico es pagado.
Lo que ocurre es que una empresa que además de transporte de carga realiza actividades de logística, puede ser empujada a un tramo más elevado por venta y, por lo tanto, tener un reintegro menor. Pero tal circunstancia se soluciona en el proyecto en el párrafo que dice: "Para determinar el monto de los ingresos y establecer el porcentaje de recuperación a que se tiene derecho, se deberá considerar el total de los ingresos del conjunto de personas relacionadas con el contribuyente que realicen actividades de transporte de carga.".
La actividad de transporte de carga es distinta de la logística y de la de bodegaje, que son operaciones que también realizan los transportistas.
Reitero que lo planteado tiene una solución en la iniciativa. Porque la empresa puede perfectamente dividir su quehacer de manera de tener como objetivo el transporte de carga, y también crear otra empresa que, con los mismos dueños y sin perjudicar a la primera, lleve adelante actividades de logística y de bodegaje, y de esa forma reducir la facturación y tener acceso solo por el transporte de carga a un tramo de reintegro mayor.
En consecuencia, quiero plantear únicamente como referencia que lo firmado por el Ministro Errázuriz se cumplió. Estudiamos cada uno de los puntos del acuerdo. Se avanzó en donde se pudo y en lo que fue factible de lograr, porque la solución propuesta dejaba en peores condiciones la estabilidad de los precios, con períodos más largos.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente, como han planteado los señores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra, especialmente los Honorables señores Hernán Larraín y Chahuán, algunos de nosotros fuimos garantes del acuerdo con el fin de paralizar la huelga de camioneros que hubo el año antepasado, en que nos comprometimos a la firma de una declaración en que se incorporaban a las federaciones de mi Región y a las de la Primera, la Quinta y la Séptima y también a los camioneros que laboran desde Los Ángeles a Castro.
Los camioneros estuvieron disponibles a firmar dicho protocolo. Pero para nosotros la solución dada por el Ejecutivo es insuficiente, porque se trata de personas de clase media y de trabajo, a quienes les afectan de manera muy fuerte las alzas de los combustibles. Cuando estos suben de precio también lo hacen los neumáticos, los aceites y otros insumos, que son fundamentalmente derivados del petróleo.
Aquí se habla de facturación anual, pero si la llevamos a mensual, cambia absolutamente el escenario. Por ejemplo, quienes pueden hoy en día descontar hasta 80 por ciento del impuesto específico son aquellos que no facturan más allá de 4 millones y medio de pesos mensuales. Pero al respecto cabría preguntar cuánto vale un flete de Arica a Puerto Montt y cuántos viajes hace un camionero en el mes. Es decir, se trata de los más pequeños de los pequeños.
En el segundo tramo, quienes recuperan 70 por ciento del impuesto son aquellos que tienen una facturación inferior a 11 millones 400 mil pesos mensuales.
Si nos trasladamos al tramo de las 20 mil UF, que es donde se amplía el rango, vemos que se trata de facturaciones de 38 millones de pesos mensuales. ¡Y no me van a decir que esa facturación la hace una gran empresa! No, es de los pequeños y medianos transportistas, cuyos costos de operación son altísimos.
Por esas consideraciones, lamento que no se haya ampliado mayormente el tramo. A mi juicio, la propuesta hecha por los camioneros en la Comisión de rebajar a 25 por ciento el número de quienes son los más favorecidos en cuanto a ingresos brutos y a otras cantidades -son de clase media y modestos camioneros- y quedar en el rango de 80 por ciento, estimo que era absolutamente razonable.
Me impacta el hecho de que camioneros de la Sexta Región, a quienes represento, me hayan planteado que están en contra de la propuesta. Entiendo la situación por la que ellos atraviesan y espero mejores negociaciones para el futuro, porque después de un año algo se avanzó, aunque muy poco.
¿Saben los señores Senadores en cuánto se está subsidiando al transporte público en Regiones debido a la situación del Transantiago? ¿Cuánto se les está dando a los camioneros? ¡Nada! Lo que se está haciendo aquí es que puedan descontar un porcentaje del impuesto específico que ellos pagan, en circunstancias de que la UDI siempre ha estado en contra de ese tributo que no solo se aplica a los camioneros, sino también a la clase media y a quienes tienen un vehículo.
Vamos a seguir luchando para que ese impuesto en definitiva desaparezca. Ello es fundamental a fin de no seguir aprovechándonos de quienes integran la clase media y permanecen cautivos de un sistema en el cual resulta fácil obtener recursos de ese sector por la vía tributaria.
Pregunto al señor Ministro de Hacienda ¿qué ocurre con esto? Que se incentiva a eludir el pago de impuestos, porque de alguna manera se tratará de subfacturar para estar en los tramos más bajos. Y esto no significa ir por el camino correcto.
Por eso, solicito formalmente al Gobierno hacer un esfuerzo mayor para ayudar a la clase media y a los pequeños camioneros del país.
Es necesario apoyar a ese sector, con el objeto de que rebajen lo que pagan diariamente. En consecuencia, votaré negativamente, por no estar conforme con la solución dada al problema por el Ejecutivo en este proyecto.
De igual modo, pido al señor Ministro de Hacienda hacer un esfuerzo en el mismo sentido, máxime cuando nosotros no vamos a estar de nuevo disponibles a suscribir otro protocolo para terminar con un paro de los camioneros en el país.
Sin duda, nuestra palabra también es muy importante. Por eso, cuando uno firma un compromiso, espera reciprocidad de la contraparte, actitud que es totalmente distinta a la asumida en esta oportunidad por el Ejecutivo.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente, cada año nos toca tratar este tipo de proyectos, que afectan a los transportistas.
El de ellos es un gremio que merece todo nuestro respeto y consideración, dado el gran aporte que hacen al desarrollo del país.
En el último tiempo, hemos visto cómo muchas de sus fuentes de trabajo han resultado quemadas en cierto territorio de nuestra patria, pero ellos, estoicamente, siguen manteniendo sus actividades.
Es evidente que aspiraban a mucho más que este acuerdo a que ya se llegó con el Ejecutivo y con el grupo de parlamentarios que participó también buscando un entendimiento.
Uno siempre anhela obtener más. Y el Ministro de Hacienda es quien debe colocar el tope a las peticiones que permanentemente recibe: de los gremios, de los trabajadores, de los ministerios, de los contribuyentes. Todos quieren pagar menos y obtener mayores beneficios. Sin embargo, gracias justamente a la fortaleza de los Ministros de Hacienda, desde el año 1990 hemos tenido un equilibrio económico espectacular. Y en el mundo somos acreedores y se nos respeta, porque se han manejado con seriedad y responsabilidad las finanzas públicas del país.
Por eso, siempre respeto mucho el liderazgo que tiene en esta materia la persona que maneja la caja pública.
La iniciativa beneficia con 80 por ciento de reintegro de lo pagado por impuesto específico al petróleo diésel a casi 15 mil transportistas pequeños cuyas ventas lleguen a 54.738 millones de pesos al año; y con porcentajes menores a 4 mil transportistas con ventas de hasta 136 millones de pesos al año; a otros 3 mil con ventas de hasta 456 millones de pesos anuales, y sobre esa cantidad, con 31 por ciento a más o menos 1.000 empresas transportistas.
Todo eso tendrá un costo fiscal de 21.102 millones de pesos al año, que sin duda no es una gran cantidad.
Como sabemos, el impuesto específico se estableció para mantener las carreteras y pavimentar los caminos del país. Quienes no usan las carreteras no pagan ese tributo.
El mayor consumo de petróleo diésel se registra en las compañías mineras, en las plantas termoeléctricas y en la agricultura. Pero en ninguna de esas actividades se paga el impuesto específico, lo que es lógico de acuerdo con el espíritu con que este se creó.
Los transportistas sí lo pagan -aunque después de su creación, las carreteras se concesionaron en Chile- cada vez que transitan por una carretera, para la mantención de estas.
Por eso, a muchos les resulta injusto pagar este doble gravamen. Pero entiendo que a los gremios de transportistas -algunos de sus dirigentes, que están en las tribunas, me han pedido que aprobemos el proyecto en debate- no los satisface plenamente. Pero es lo que se ha podido conseguir hasta el momento.
Respetaré el acuerdo de los gremios con los parlamentarios y el Ejecutivo y voy a votar favorablemente el proyecto, para que ojalá se apruebe hoy día aquí y se transforme pronto en ley, sin cumplir otro trámite, pues, según sean las circunstancias, esto podría quedar pendiente hasta el mes de marzo.
El señor LABBÉ (Secretario General).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ESCALONA (Presidente).-
Terminada la votación.
El señor LABBÉ (Secretario General).-
Resultado de la votación: por la aprobación general del proyecto, 12 votos a favor; 9 en contra; 3 abstenciones, y un pareo.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende y Von Baer y los señores Escalona, Espina, García, Kuschel, Pérez Varela, Pizarro, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma y Walker (don Patricio).
Votaron por la negativa la señora Alvear y los señores Chahuán, Coloma, García-Huidobro, Horvath, Lagos, Larraín (don Hernán), Larraín (don Carlos) y Orpis.
Se abstuvieron los señores Frei (don Eduardo), Prokurica y Zaldívar (don Andrés).
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
El señor LABBÉ (Secretario General).-
Como las abstenciones influyen en el resultado, de conformidad con el artículo 178 del Reglamento, correspondería repetir la votación.
Sin embargo, dado que esta sesión fue convocada hasta las 20, su hora de término está vencida.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Entonces, la repetición de la votación queda pendiente hasta el próximo martes.
Se levanta la sesión, sin perjuicio de dar curso reglamentario a las peticiones de oficios que han llegado a la Secretaría.
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/8772-05