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El señor QUINTANA.-
Señor Presidente , no puedo estar más de acuerdo con lo planteado por el Senador Letelier, en especial con lo último que señaló.
Acá no existe transferencia de poder a las regiones. Sí se les otorga más poder a los consejeros regionales.
Ahí radica la razón de que sea muy complicado no aprobar este proyecto, cuando ya han sido elegidos los consejeros regionales de todo el país y están próximos a asumir.
Efectivamente, el cambio propuesto es pequeño. Pero hay que ser justos en la mirada: no ha habido otro cambio mayor en los últimos veinte años. Desde que se echó a andar la nueva institucionalidad de gobiernos regionales no ha existido una modificación más grande que la que ahora nos ocupa.
Eso habla muy mal de nosotros, del Parlamento, de los Gobiernos en general, por la poca mirada, la escasa preocupación por las regiones.
Entonces, desde que el Presidente Frei echó a andar, en 1994, la nueva institucionalidad de los gobiernos regionales, sin duda se han otorgado atribuciones. Pero el paso que damos ahora, pequeño, diminuto, es el más grande que se ha producido.
Ello debe hacernos reflexionar.
¿Qué ocurre si no se aprueba esta iniciativa? Tendremos consejeros regionales que terminarán -como señaló el Senador Letelier- definiendo proyecto a proyecto.
Eso, que puede ser importante localmente, no es la principal tarea en el nivel regional, donde se requiere incorporar una mirada estratégica, de región acerca de hacia dónde vamos. Así, hay que aprobar planes territoriales, planes reguladores y establecer zonas donde, por ejemplo, pueda construirse una carretera, un baipás, un aeropuerto, y otras que sean de uso restringido, por problemas de riesgo volcánico, en fin.
Esa mirada no la veo presente en los debates en las regiones. Y aquí tenemos una pequeña oportunidad.
No tengo dudas de que el Gobierno de Michelle Bachelet, quien asumirá en marzo, hará transformaciones profundas en diversos ámbitos. Y también en el que nos ocupa.
Se plantea una elección democrática, universal de intendentes. Y esas son palabras mayores.
Yo soy de aquellos que creen que en esta materia debemos ver cómo se comporta el sistema durante los años previos a la elección de intendentes. Porque no es una cuestión menor.
Muchos nos alegramos de que, mediante este proyecto, se vaya a elegir la figura del presidente del consejo regional. Pero, al mismo tiempo, nos preocupa qué pasará con los intendentes.
Porque quien elaborará la tabla de la sesión del consejo regional y tocará la campana será su presidente . Pero el responsable de la inversión pública, del gasto anual, será el señor que está en la otra oficina: el representante del nivel central, del Presidente de la República .
Por lo tanto, hay que hacer una transición bien pensada.
Insisto: este proyecto es insuficiente. Tiene aspectos positivos. El último cambio que introdujo la Comisión de Hacienda no me complica. La posibilidad de que el Senado, el Congreso Nacional finalmente, resuelva cuándo habrá luz verde, recursos, aprobación para un convenio de programación es de toda lógica.
Pero debemos apurar el tranco en esa materia.
Lo señalé en la sesión anterior: fue el Gobierno del Presidente Frei el que tempranamente se atrevió, por ejemplo, a establecer convenios de programación para la defensa de las zonas ribereñas de Temuco, Región de La Araucanía.
Esas áreas se inundaban todos los inviernos. Pues bien, se suscribió un convenio con MIDEPLAN, el gobierno regional de ese tiempo; se financió el proyecto pertinente, y nunca más hubo inundación en esa zona.
Señor Presidente, esa es una cuestión central.
Habrá aeropuertos; normalizaciones de hospitales que se hallan pendientes (se ha avanzado muy poco en ello en estos últimos años), como en el caso de Curacautín, de Vilcún (se está llevando a cabo en Lautaro, pero no en Angol), de Lonquimay, en fin.
Entonces, que la posibilidad de que estos mecanismos de convenio de programación no dependan solo de un decreto supremo, sino de una ley me parece realmente un importante avance.
El cómo financiar obras en la región y discutirlas en su interior probablemente nos evitará situaciones bochornosas en el futuro, como la acaecida con el puente Caucau, en que le echamos la culpa a la empresa, pero donde al parecer no hubo un inspector fiscal.
En consecuencia, debemos tener un gobierno regional preocupado de los grandes temas: de la conectividad y de cómo buscar fuentes de financiamiento. Porque debo recordar que en el actual Gobierno se dijo que se presentaría el proyecto de Ley Araucanía, pero este nunca llegó; y mejor que fuera así, pues no se consultó a nadie y fue puro voluntarismo. Incluso se hablaba de un tren rápido que iba a costar no sé cuántos millones de dólares.
Entonces, en el debate sobre la posible Ley Araucanía...
Señor Presidente, le ruego que me dé un minuto más para terminar.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Cómo no, señor Senador.
Puede concluir su intervención.
El señor QUINTANA.-
Gracias, señor Presidente.
Decía que en el debate sobre la posible Ley Araucanía se hablaba de que en mi región se iban a invertir del orden de mil millones de dólares anuales en diez años.
¡De qué estamos hablando! Algunos Senadores de la Región del Biobío se ríen porque saben que eso es imposible, ya que en La Araucanía hoy día se invierten, con los ministerios sectoriales y con el gobierno regional, no más allá de 300 millones de dólares.
¡No hay ninguna posibilidad de hacer eso! El Ministro de Hacienda , quien se encuentra en la Sala, sabe que no es factible que una región invierta mil millones de dólares al año.
Por lo tanto, pido seriedad al momento de pensar en las regiones.
Esta iniciativa permite, en alguna medida, que esos debates se den al interior de los gobiernos regionales para que no se produzca el "chipeo", el "fileteo" del proyecto a proyecto, sino que, finalmente, se imponga una mirada regional que impida situaciones de corrupción como las mencionadas por muchos señores Senadores, toda vez que -¡en buena hora!- habrá fiscalización en esta materia.
Ahora, pienso que la iniciativa debió haberse hecho cargo del tema de las dietas de los consejeros regionales, pues las considero muy insuficientes. Pero igualmente es un avance -aunque pequeño-, y por ello le daré mi apoyo.
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