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El señor PIZARRO ( Presidente ).-
Proyecto de ley, iniciado en mensaje, en primer trámite constitucional, relativo al fortalecimiento de la regionalización del país, con informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (7963-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite, sesión 60ª, en 5 de octubre de 2011.
Informes de Comisión:
Gobierno, Descentralización y Regionalización: sesión 59ª, en 2 de octubre de 2013.
Hacienda: sesión 83ª, en 7 de enero de 2014.
Discusión:
Sesiones 60ª, en 8 de octubre de 2013 (queda pendiente la discusión general); 63ª, en 15 de octubre de 2013 (queda para segunda discusión); 65ª, en 29 de octubre de 2013 (se aprueba en general).
El señor PIZARRO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
Al no presentarse indicaciones en el plazo fijado para tal efecto, la iniciativa fue enviada reglamentariamente a la Comisión de Hacienda, que debía conocerla en particular. Esta deja constancia de que solo consideró de rango orgánico constitucional el artículo 1°, que introduce modificaciones en la Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional; el número 4) del artículo 2°, que confiere una nueva atribución al Consejo Regional, y el artículo 4°, que modifica la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades.
La Comisión hace presente que efectuó enmiendas respecto de las siguientes disposiciones del texto aprobado en general: números 2), 8), 9), 15), 22), 25), 36), 37), 39), 40), 41), 43) y 44) del artículo 1°; artículos 3°, 4°, 5° y 7° permanentes, y artículos tercero y quinto transitorios. Ello lo acordó por unanimidad, sobre la base de lo dispuesto en el artículo 121, inciso final, del Reglamento.
Los demás números del artículo 1° y los otros artículos que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones deben darse por aprobados, salvo que algún señor Senador solicite, con el apoyo de la unanimidad de los presentes, su votación y discusión.
Los números restantes del artículo 1° y el número 4) del artículo 2°, por revestir el carácter de normas orgánicas constitucionales, requieren 21 votos a favor.
Lo primero que procede, entonces, es dejar constancia del quórum correspondiente o llevar a cabo la votación, para registrarlo.
Ahora bien, las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que algún Senador manifieste su intención de impugnar el texto.
De ellas, las recaídas en los diferentes números del artículo 1° y en el artículo 4° deben ser aprobadas con 21 votos a favor, por tratarse de normas orgánicas constitucionales.
El órgano técnico consigna que tuvo en consideración que el artículo 6°, letra d), de la ley 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, norma que el proyecto modifica, consagra, entre los requisitos para ser designado intendente o gobernador, el de no hallarse declarado en quiebra calificada de culpable o fraudulenta por sentencia ejecutoriada. Tal nomenclatura, señala, no se encuadra en la nueva institucionalidad de procedimientos concursales contemplada en el proyecto que sustituye el régimen vigente por una ley de reorganización y liquidación de empresas y personas, y perfecciona el rol de la Superintendencia del ramo, en trámite de promulgación.
Se expone que el requisito debiera ser objeto de un ajuste, en su momento, durante las otras etapas de tramitación del proyecto. Por no constituir el contenido de la letra d) del artículo 6° un asunto de su competencia, la Comisión no se pronunció sobre la materia, sin perjuicio de dejar expresa constancia de que ello ha de quedar para las próximas etapas.
Sus Señorías tienen en sus escritorios un boletín comparado cuya tercera columna transcribe las modificaciones introducidas por la Comisión de Hacienda, y la cuarta, el texto que quedaría al aprobarlas.
En resumen, se trata de dejar constancia del quórum en el caso de las normas que no fueron objeto de modificaciones, pero son de rango orgánico constitucional, como se determinó, y de votar sin debate aquellas en las cuales el órgano técnico introdujo enmiendas, sobre la base de la aplicación del artículo 121, inciso final, del Reglamento.
El señor PIZARRO ( Presidente ).-
En discusión particular.
Ofrezco la palabra.
La tiene el Honorable señor Bianchi.
El señor BIANCHI.-
Señor Presidente , como Comisión de Gobierno, ya dimos una cuenta, en su momento, sobre la iniciativa en debate. Esta viene ahora de su trámite en la Comisión de Hacienda, donde se efectuaron, según entiendo, dos modificaciones.
El mecanismo de traspaso de competencias ha sido una de las principales materias que hemos intentado consagrar legislativamente desde hace varios años. Ha mediado al respecto un trabajo de todo el órgano técnico mencionado en primer término, con los Senadores señores Orpis , Pérez Varela , Sabag , Zaldívar , Frei , Rossi . Todos sus integrantes hemos insistido reiteradamente en la trascendencia de contar con ese sistema.
Lo que trae el proyecto, en definitiva, es una cosa muy distinta, que claramente no da cuenta de lo que nosotros realizamos en una iniciativa de modificación de la Carta. Existe un acuerdo político al respecto, luego de conversar hoy y ayer con el Ministro señor Larroulet , quien ha manifestado toda la disposición necesaria para que se le coloque urgencia a la reforma constitucional que preparamos en la Comisión de Gobierno, de tal suerte que cumplan una función, en definitiva, quienes van a asumir una importante labor.
Lo curioso es que si el traspaso no tuviera lugar tal cual se ha solicitado, va a ocurrir que, en la eventualidad de que consejeros regionales quieran pedirle al Gobierno central que uno de ellos se verifique -a modo de ejemplo, en el caso del transporte público en la Quinta o la Duodécima Regiones-, el Presidente de la República podría negarse, y punto. Eso sería todo. Claramente, no constituiría ningún avance en descentralizar, en descongestionar, en destrabar la política centralista asfixiante.
Por lo tanto, la reforma que propusimos apunta a que el Senado sea dirimente. Sinceramente, creemos que esta es una de las mejores maneras de garantizar que en nuestro país existan verdaderos gobiernos regionales.
En el Párrafo 2°, nuevo, propuesto a continuación del artículo 21 y que comprende los artículos 21 bis, 21 ter, 21 quáter y 21 quinquies se establece un mecanismo que contempla la dependencia de la absoluta voluntad presidencial. Y ello es imposible de sostener.
Entonces, en esta oportunidad queremos dejar al menos un testimonio para que nuestra petición, que es muy importante, sea recogida por el Subsecretario de Desarrollo Regional, señor Miguel Flores , presente en la Sala, quien ha registrado una muy activa participación en la materia, o por el Ministro señor Larroulet .
El Senado ha elaborado una reforma constitucional para que quienes van a asumir una importante actividad en los futuros gobiernos regionales cuenten con alguna manera de recibir traspasos de polos productivos, de actividades, de emprendimientos, para que pueda existir un mecanismo que descentralice mucho más la situación, tan asfixiante, que en ese ámbito vive nuestro país.
Mientras ello no ocurra, no sé cuál es el sentido de que los consejos regionales voten hoy día los presupuestos de manera general, no por glosas. Y hasta ahí llegamos. No queremos eso.
Así que le pido al señor Ministro que recoja la solicitud. Ha comprometido la voluntad de ponerle urgencia al proyecto de traspaso de competencias, a la reforma, y confiamos en que así va a ser.
Gracias.
El señor PIZARRO ( Presidente ).-
Es preciso dejar constancia de los votos a favor respecto de los artículos que requieren quórum especial, sin perjuicio de una cantidad muy grande de disposiciones aprobadas por unanimidad en la Comisión de Hacienda. En ambos casos tiene que quedar establecido el resultado, por lo que solicito la anuencia de la Sala para abrir la votación y llevar a cabo un solo pronunciamiento, con la posibilidad de fundamentarlo.
Acordado.
El señor BIANCHI.-
Que intervenga antes el señor Ministro .
El señor PIZARRO (Presidente).-
En votación.
--(Durante la votación).
El señor PIZARRO (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.
El señor ROSSI.-
Voy a transmitirle esa petición al señor Ministro , a quien sé que le encanta cumplir los acuerdos que contraemos...
Nos acompañan en las tribunas varios consejeros regionales de Tarapacá y de Arica. Les enviamos un saludo.
El proyecto es bien importante. Continuamente se menciona la trascendencia de la descentralización y la iniciativa se ha discutido mucho. Siempre hemos planteado, tanto en la Sala cuanto en la Comisión de Gobierno, la cuestión de cómo darles más fuerza a las regiones, de cómo entregarles más autonomía, desde los puntos de vista de la capacidad de gestión y de su fortalecimiento institucional y también financiero.
Muchas veces se reclama desde ellas, con justa razón -es el caso de las que represento-, que gran parte de los recursos que se entregan vienen ya con un objetivo definido. Eso, por cierto, les resta autonomía, poder, capacidad a fin de decidir dónde focalizar la inversión o establecer ciertas prioridades para esta.
Hace poco elegimos consejeros regionales por sufragio universal. Fue la primera vez. Constituyó un paso importante en materia de descentralización y participación. Hoy día ellos se van a hacer mucho más visibles frente a la ciudadanía. Se encuentran más empoderados, legitimados. Pero no sacamos nada con designarlos democráticamente si no les damos más facultades.
Estamos ciertos de que la iniciativa en debate no es la solución al problema del centralismo existente desde hace décadas, pero representa un avance. En las reuniones de Nueva Mayoría hemos discutido mucho sobre el particular y comprendemos que si bien es cierto no configura -repito- un progreso definitivo, permite adelantar en la descentralización.
Entre otras cosas, el Senador señor Bianchi ha expuesto algo que quizás sea el elemento distintivo o fundamental del proyecto, su corazón, y que se refiere a un mecanismo, con todas sus precariedades, vulnerabilidades e insuficiencias, que permitiría transferir, al fin y al cabo, competencias o atribuciones desde el nivel central al regional.
Los consejeros regionales podrían decidir que es bueno que la región ejecute una determinada atribución y requerir el traspaso respectivo al nivel central. Hasta ahí vamos bien. La cuestión es qué pasa cuando el Presidente de la República no está de acuerdo. Se agregó la necesidad de una resolución fundada. El adjetivo "fundada" tampoco resuelve el problema. Se añadió, incluso, desde el otro lado, la posibilidad de solicitar, con un porcentaje de los miembros del consejo regional, un estudio tendiente a reforzar y fundamentar la petición. Pero al final del día, cuando existe una contienda en la materia, un desacuerdo, quien resuelve es el Primer Mandatario . Entonces, volvemos a una visión tremendamente centralista de la Administración del Estado y de la vida en las regiones.
Por la misma relevancia del asunto, quiero manifestarle al Subsecretario señor Flores , quien se encuentra en la Sala -por su intermedio, señor Presidente -, que vamos a hacer un acto de confianza al votar a favor de la iniciativa, porque siempre se dijo en la Comisión de Gobierno que ello debía ir de la mano con la aprobación de un mecanismo para resolver una contienda de competencia. Y este último, que solucionaría la controversia entre los planos central y regional, justamente se encontraba aquí, en el Senado. Se establecía una fórmula para que, de cara a la ciudadanía, de una manera transparente, ambos niveles argumentaran a favor o en contra de determinado traspaso de atribuciones. Por cierto, este también se podría revertir.
Creo que estamos dando un paso importante en un proyecto aún insuficiente. La Presidenta Bachelet va a enviar una iniciativa para la elección directa y democrática de los intendentes. Ese es el paso decisivo. Porque en el texto se establece la figura de un presidente del consejo regional...
Pido que se me conceda un minuto más, por favor.
El señor PIZARRO ( Presidente ).-
Lo tiene, Su Señoría.
El señor ROSSI.-
Gracias.
Decía que esa figura es el contrapeso de la autoridad del nivel central, pero evidentemente deseamos un intendente que surja por sufragio universal.
Espero que el Gobierno califique de "discusión inmediata" la reforma constitucional que presentamos -la Sala ya la aprobó- y que dice relación con un mecanismo que permite resolver la controversia o contienda de competencia.
Y confío en que se apruebe el proyecto en examen, porque, sin duda alguna, significa un avance que se suma al paso que dimos al legislar para que los consejeros regionales fueran elegidos por votación directa, tal como ocurrió en los últimos comicios.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.
El señor CHAHUÁN.-
Señor Presidente , Honorable Senado, deseo ser muy breve con relación al proyecto en estudio, que tiene por objeto el fortalecimiento de la regionalización, ya que, por no haber sido objeto de indicaciones en su oportunidad, quedó aprobado en particular, habiendo debatido la Comisión de Hacienda los aspectos de su competencia.
Dicho órgano técnico, en el ámbito de las atribuciones que le corresponden, introdujo adecuaciones en el sentido correcto, con el objeto de que la normativa pueda ser implementada como ley a la mayor brevedad, para el debido funcionamiento de los gobiernos regionales.
Uno de los temas que ha planteado el Honorable señor Bianchi -yo lo comparto- dice relación con el traspaso de competencias. Este es un aspecto que debemos fortalecer. Ello pasa, finalmente, por el traspaso de las decisiones, pero también se vincula con un punto que acá no se ha señalado: el mejoramiento de las condiciones en que los cores desarrollen su labor.
Los miembros de los gobiernos regionales tienen que resolver respecto de las políticas de desarrollo regional y también respecto de presupuestos significativos para la nación. Nosotros hemos sostenido que hay una cuota importante de responsabilidad en aquello. Y asegurar buenas condiciones para que los consejeros regionales desarrollen su función implica necesariamente atender el petitorio que ellos han formulado, por lo que esperamos que el Gobierno, sea este o el que sigue, lo acoja en algún momento.
A pesar de estos dos elementos, que son de iniciativa exclusiva del Ejecutivo, quiero pedirles a mis colegas que aprobemos el proyecto en debate, de modo que cumpla su segundo trámite en la Cámara de Diputados a la mayor brevedad y de esa forma podamos tener un cuerpo legal que rija las actuaciones de los gobiernos regionales antes de que sus miembros asuman sus cargos, ya que, de lo contrario, nos encontraríamos frente al fenómeno de que tales organismos no contarían con un respaldo legal determinado, lo cual impediría concretar la regionalización y la descentralización, que tanto defendemos y de las cuales tanto hablamos.
Por eso, señor Presidente , doy mi voto favorable a la iniciativa, esperando que cuanto antes se transforme en ley de la República, con las dos salvedades antes planteadas: la necesidad de fortalecer la transferencia de competencias, y segundo, lo relacionado con las condiciones en que los cores desarrollen su función, particularmente por su grado de responsabilidad en la formulación de políticas de desarrollo regional, así como por el hecho de tener que resolver respecto de los altos presupuestos de las regiones.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , por razones de tiempo me voy a limitar a plantear una observación que considero importante.
Aquí, uno de los temas centrales son el patrimonio y la capacidad de ingresos que deben tener los gobiernos regionales para desarrollar sus acciones. Los proyectos se ejecutan normalmente a través de alianzas, especialmente con el Gobierno central, aunque ahora incluso existe la facultad de establecerlas con los municipios.
De acuerdo a la reforma que aprobamos, la Constitución dispone, en el artículo 115, que los convenios de programación entre las regiones y el nivel central tendrán el carácter de obligatorios, y que "La ley orgánica constitucional respectiva establecerá las normas generales que regularán la suscripción, ejecución y exigibilidad de los referidos convenios".
¿Por qué me detengo en esta norma, señor Presidente ? Porque encuentro extremadamente débil el modo como quedó abordado el punto en la modificación que estamos haciendo en la ley sobre gobiernos regionales. Normalmente, los convenios de programación son plurianuales. Cuando se trata de grandes obras de inversión, cuando hay un hospital, una carretera de por medio, los recursos son colocados en parte por las regiones y en parte por el nivel central. Se trata de proyectos que se desarrollan en dos, tres, cuatro años.
¿Cuál es el problema que surge? Que, tal como está redactado, el inciso segundo del artículo 81 ter dispone que "El nivel de cumplimiento exigible, respecto de cualquiera de las partes, estará supeditado al monto de recursos que anualmente la Ley de Presupuestos del Sector Público haya aprobado para el respectivo ítem de gasto".
¿Qué va a ocurrir? En Tarapacá, por ejemplo, celebramos un convenio de programación en materia de salud por 62 mil millones de pesos, prorrateados en cuatro años. Tal como está la disposición, lo que va a suceder es que los recursos que debe aportar en parte el nivel central, si el Ejecutivo no los coloca anualmente en la Ley de Presupuestos, no serán exigibles.
Yo tengo una seria duda constitucional por el modo como está redactada la norma, porque los convenios de programación son de carácter obligatorio. La exigibilidad depende de la ley orgánica. Y en esta se está diciendo que el nivel de ingreso estará anualmente determinado en la Ley de Presupuestos. ¿Qué pasa si esta última determina que es un peso? El convenio de programación no se podrá cumplir.
Por lo tanto, la obligatoriedad exigida por la Constitución en la práctica deja de operar porque, en definitiva, la facultad para el cumplimiento o no cumplimiento de los convenios de programación vuelve al nivel central. Y este punto, relativo a los convenios de programación, es, a mi juicio, clave para el desarrollo de las regiones.
Por eso, señor Presidente , hago reserva de constitucionalidad, pues, tal como está redactada la norma, los convenios de programación, fundamentales para el desarrollo de las regiones, en la práctica podrían no cumplirse.
He dicho.
El señor PIZARRO (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.
El señor PÉREZ VARELA.-
Señor Presidente , nosotros estamos votando hoy una ley orgánica que necesariamente debe estar dentro del marco de la Constitución.
Lamentablemente, la reforma constitucional que se hizo años atrás no abordó estos aspectos en forma adecuada. Por eso, es imposible abocarse de manera concreta y específica a la transferencia de competencias en esta ley orgánica, lo que hace necesario el proyecto que presentaron los miembros de la Comisión de Gobierno. Ojalá que podamos aprobarlo a la brevedad, porque es la reforma que verdaderamente hará aplicable un elemento fundamental para el fortalecimiento de las regiones, como es el hecho de que estas posean competencias, facultades y recursos.
A pesar de ello, creo que este proyecto de ley avanza sustancialmente en el proceso de regionalización en materias como la estructuración de los gobiernos regionales; la organización de los consejeros regionales, elegidos hoy popularmente; la definición de atribuciones tanto del intendente como del presidente del Consejo ; el manejo de las urgencias; las facultades de todo lo que dice relación con el desarrollo territorial.
Yo me quiero hacer cargo de lo que ha sido un poco el debate público llevado adelante, en particular en mi Región, por consejeros que ya han ejercido esta función. Ellos plantean que este proyecto de ley les está quitando atribuciones. Creo que eso no es así. Por el contrario, en materia de fiscalización, en materia de competencias relativas al desarrollo territorial, en materia de planos reguladores, lo que vienen aquí son nuevas atribuciones, nuevas responsabilidades para los cores.
Se sostiene que no se mantiene una práctica de los últimos años consistente en aprobar proyecto a proyecto. Sin embargo, a mí no me parece que ese sea un método sano para el uso eficiente de los recursos. A mi juicio, la norma que proponen tanto la Comisión de Gobierno como su par de Hacienda es adecuada y tiene además un elemento que no podemos dejar de mencionar: que la propuesta de inversión que el intendente haga al Consejo Regional deberá basarse en indicadores objetivos de distribución intrarregional.
Eso, que hoy día no está, me parece fundamental, porque uno de los riesgos que podemos correr o una de las distorsiones a las cuales nos podemos ver enfrentados es que los cores aprueben recursos solo para las grandes ciudades, que es donde están los votos de quienes han resultado elegidos. Yo me he dedicado a estudiar el punto y me he dado cuenta de que en muchas de las regiones los consejeros electos lo fueron en virtud de las votaciones registradas en las grandes urbes. Por eso, se puede dar la distorsión de que esas ciudades obtengan mayor dotación de recursos, más proyectos, una mirada "más cariñosa", para decirlo de alguna manera, por parte de los consejeros regionales.
Al establecer variables, indicadores objetivos de distribución regional, el proyecto viene a asumir algo fundamental: la protección de las comunas más débiles, con menor cantidad de habitantes -por tanto, con poco electorado-, más alejadas, más rurales. Y eso, a mi juicio, queda plasmado en forma adecuada en la iniciativa de ley que hoy estamos votando.
Sin duda, señor Presidente , hay otros temas a los cuales nos gustaría referirnos, pero disponemos de poco tiempo. Por eso he querido hacer énfasis en esta norma, relativa a la manera como los consejeros regionales, ahora elegidos por votación popular, van a aprobar los presupuestos y los planes de inversión de cada región.
A mi juicio, esa disposición da consistencia, coherencia respecto a cómo el país maneja los recursos tanto a nivel nacional, según las atribuciones del Parlamento, como a nivel comunal, de acuerdo a las atribuciones que se entregan a los concejos municipales. En todo caso, la facultad de los consejeros regionales queda plasmada y unida adecuadamente a datos objetivos que permiten respetar y defender a las comunas más pequeñas, para que estas también sean fruto y objeto del trabajo de los gobiernos regionales.
Por lo tanto, voto favorablemente.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente , efectivamente, la Comisión de Hacienda, recogiendo el informe de la Comisión de Gobierno, aprobó en forma unánime la totalidad de los artículos que correspondían a su competencia.
Y quiero hacer presente que esto ya lo hicimos a propósito de la discusión general. No es porque estemos contentos o porque creamos que el proyecto constituye un gran avance. Yo no concuerdo con esa frase. Concuerdo más con las precauciones que han manifestado sobre el tema los Senadores Orpis , Bianchi y los demás miembros de la Comisión de Gobierno.
En mi concepto, este es un avance, pero tímido. Incluso se dice que a los consejeros regionales les van a quitar facultades. Y, efectivamente, la práctica que han seguido es la de ir aprobando proyecto por proyecto, y muchas veces aprueban algunos que no tienen mayor trascendencia.
¿Qué se hace ahora? Se aplica un mecanismo en que el Consejo Regional aprueba un presupuesto en forma sectorial y luego el intendente lo ejecuta, del mismo modo en que lo hace el Presidente de la República con el Presupuesto de la Nación a través de los Ministerios. Es algo similar y, a lo mejor, es una buena norma. Pero -y es la crítica que plantean los consejeros regionales, en la cual, en cierta manera, tienen razón- nuevamente se cae en mayor centralismo. ¿Por qué? Porque el intendente es nombrado por el Primer Mandatario, por lo que puede entenderse que este ejerce gran influencia en las decisiones que aquel toma en la medida en que no actúa en forma autónoma.
Y ahí surge la discusión sobre la necesidad de que haya un gobierno regional elegido completamente. Es decir, que no solo lo sean los consejeros regionales sino también los intendentes.
En cuanto a la transferencia de competencias, efectivamente hay un proyecto de reforma constitucional relativo al artículo 114 que está pendiente en el Parlamento. Se ha dicho que debemos despacharlo para establecer algún mecanismo que permita que la transferencia de competencias no quede a la sola decisión del Presidente de la República . Tampoco, obviamente, puede quedar a la sola decisión de los CORE. Habría que consagrar algún instrumento para dirimir los conflictos que pudieran producirse entre el Ejecutivo y un gobierno regional cuando este le pida el traspaso de una competencia por los dos tercios de sus miembros.
Ojalá podamos completar la tramitación de dicha reforma constitucional, al objeto de fijar un mecanismo que permita al Consejo Regional solicitar la transferencia de competencias con un alto quórum, y al Jefe de Estado , negarla, pero no simplemente a través de un decreto fundado, de tal modo que, si no tiene fundamentos, sea otra autoridad -se está proponiendo al Senado- la que dirima el conflicto.
Otra materia que debemos tener presente -la señalo aquí para que el Gobierno tome nota- se refiere a una modificación a la Ley de Municipalidades que vamos a ver en los próximos días aquí, en la cual se aumenta la remuneración de los concejales en 30 por ciento, quedando en aproximadamente 620 mil o 625 mil pesos, como cifra máxima para quienes asistan a todas las sesiones que celebre el concejo municipal en un mes. Sin embargo, en el caso de la dieta de los consejeros regionales no se observa ningún incremento, por lo que sus ingresos se mantienen en el orden de los 670 mil pesos.
No es un tema determinante en la ley, pero sí es importante. Tiene que haber cierta diferenciación. Y el Ejecutivo, de una manera u otra, debe buscar la forma de hacer una diferencia mayor entre la dieta de un concejal y la de un consejero regional.
Es un asunto pendiente que planteé al Gobierno, que quedó de estudiarlo.
El problema se va a producir. Cuando en el próximo tiempo aprobemos aquí el proyecto que aumenta la dieta de los concejales, inmediatamente vamos a recibir, con entera justicia y razón, el reclamo de los cores.
Por último, hay una indicación que requiere la unanimidad para ser discutida por haber sido presentada fuera de plazo, referida a la aprobación del Artículo Quinto Transitorio, que resulta crucial, pues establece el mecanismo de financiamiento de la ley.
Gracias.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Allende.
La señora ALLENDE.-
Señor Presidente , hace bastante tiempo que venimos discutiendo este proyecto, que, a mi juicio, es muy importante. Es un paso, no menor, es cierto, pero un paso.
Tuvimos oportunidad de expresarlo en la Sala a raíz de la reforma que implicó establecer la elección directa de los cores, con lo cual se ganó mucho en transparencia y en la legitimidad de quienes resulten elegidos para ocupar dichos cargos.
Pienso que ahora el paso que sigue es definir con mayor claridad el financiamiento de las nuevas funciones. No queremos que se repita lo que ha ocurrido con los municipios, que ha sido muy lamentable. En más de una oportunidad se les han aprobado nuevas atribuciones sin entregarles los fondos necesarios, lo cual ha agudizado su desfinanciamiento y ha profundizado los problemas que afectan a las municipalidades que no disponen de recursos suficientes. Es algo que no debe repetirse.
Por lo tanto, cualquier nueva función o atribución que se transfiera a los gobiernos regionales tiene que ir acompañada de su fuente de financiamiento, a fin de evitar que se les entreguen mayores responsabilidades sin dotarlos de los recursos asociados al ejercicio de aquellas.
En mi concepto, es un tema de la más alta importancia.
Ahora bien, entiendo que este proyecto es fundamental. Debemos regular el estatuto de los cores. Estos fueron elegidos por sufragio popular y ahora, evidentemente, corresponde definir las condiciones en las que van a desempeñar sus cargos, es decir, las facilidades para asistir a las sesiones del Consejo; la contratación de seguros contra accidentes; el aseguramiento de su dieta o asignación en caso de enfermedad u otras razones médicas; permisos para ausentarse por el fallecimiento de algún familiar. Todo eso no es menor.
Y quiero hacer una consideración al respecto. Lo mismo siento a propósito de nuestros concejales, pero en este caso con mayor razón lo siento por los cores. Creo que, como país, en algún momento deberemos dar un paso más.
A veces la gente no entiende y le cuesta concebir que la democracia implica, evidentemente, gastos e inversiones. La idea es tener consejeros regionales que se vayan especializando, que se dediquen full time al cargo, que reciban una dieta o asignación adecuada a la función que desempeñan.
Ojalá fuéramos capaces de aprender de otros países, donde los equivalentes a nuestros consejeros regionales y concejales tienen dedicación exclusiva y reciben una dieta que les permite cumplir bien con sus altísimas responsabilidades. Cada día las actividades de estos representantes son más complejas y deben tomar decisiones extraordinariamente importantes que generan consecuencias para las comunas y las regiones. Y, sin embargo, siempre se está pensando en ahorrar y en otorgar una dieta de 600 mil pesos. No somos capaces de entender que con gente que se forme y se convierta en profesional del área en cuestión resultarán beneficiadas nuestras comunas y nuestras regiones.
En ese sentido señalo mi disconformidad. Espero que alguna vez aprendamos y cambiemos derechamente el sistema. Por cierto, se habla de nuevas funciones para los gobiernos regionales y no podemos estar más de acuerdo.
Si hay algo que todos percibimos es cómo el centralismo ahoga las regiones. Así lo he manifestado como Senadora que representa a la Región de Atacama.
Estamos agotados de que todo se resuelva en Santiago. Eso cansa en la región septentrional. De ahí que incluso se ha constituido la Asociación de los Municipios del Norte, para reflejar el cansancio de zonas que entregan su riqueza -que significa muchísimos recursos-, al producto del país y a las arcas fiscales y se quedan con los pasivos ambientales.
En mi opinión, no podemos dejar de escuchar el actual clamor proveniente de las regiones y que constituye la razón por la cual surgen crecientemente este tipo de asociaciones, de argumentos o de acciones, que van en el sentido de reivindicar que las regiones cuenten con verdaderas competencias, con reales atribuciones y puedan desarrollarse como tales. Y en aquellas donde hay escasez de recurso humano, habrá que dar facilidades para incrementarlo poco a poco.
Evidentemente, como se ha señalado, faltan algunos detalles respecto a los mecanismos de transferencia de competencias. Los iremos perfeccionando. Desde ya anuncio mi voto positivo, porque creo que este es un paso importante.
No puedo dejar de mencionar el compromiso -tengo la certeza de que se va a cumplir- de la Presidenta electa, Michelle Bachelet , en cuanto a la futura elección de los intendentes. Considero que es un tremendo paso. Con él, por fin, vamos a terminar con cierta dualidad existente, la cual, como lo he expresado aquí en otras oportunidades, no está del todo despejada. Resulta extraño que las regiones tengan la figura de un intendente nombrado por el Jefe del Estado , y, a la vez, un gobierno y un consejo regionales elegidos por votación popular, que designa a su presidente de entre sus miembros.
Tal dualidad no queda muy clara y va a perturbar el buen funcionamiento de los órganos regionales. Estoy segura de que generará algún tipo de ruido. En el futuro deberemos hacernos cargo de esto, en la medida en que la ley en proyecto se empiece a aplicar. Pero siempre he pensado que es necesario elegir al intendente, a fin de resolver dicha dualidad, en cuanto a que no habrá dos personas encabezando el gobierno y el consejo regionales.
Por esas razones y con las aprensiones expuestas, voto a favor.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Sabag.
El señor SABAG.-
Señor Presidente , estamos culminando el despacho de un proyecto de gran trascendencia para la descentralización administrativa y económica del país a través de los gobiernos regionales. No cabe duda de que avanzaremos en esos aspectos.
Por eso, en las Comisiones, tanto de Gobierno como de Hacienda, aparte de los acuerdos a que llegamos con el Ejecutivo respecto de las indicaciones correspondientes, acogidas en su oportunidad, la iniciativa en debate se aprobó prácticamente en forma unánime, salvo una que otra disposición, con votos de abstención o en contra.
Ello demuestra el gran consenso que hubo en ambas Comisiones para despachar cuanto antes la ley en proyecto, muy esperada por todo el país.
Ya tenemos a los consejeros regionales elegidos por sufragio popular, que asumen el 11 de marzo próximo. Lo lógico es que, al comenzar, se encuentren con esta nueva legislación que les otorga facultades claras para el desempeño de sus funciones.
Señor Presidente, en seguida mencionaré los títulos de las principales materias contenidas en la iniciativa, con limitados comentarios, dado que carecemos del tiempo suficiente para explayarnos sobre cada una.
1. Financiación de nuevas funciones y atribuciones.
Los consejeros regionales tenían, al igual que los concejales, muy pocas atribuciones y no podían realizar fiscalizaciones mayores. En cambio, ahora se les conceden más facultades y se les asignan muy buenas funciones, para que puedan desempeñar con dignidad ese importante cargo en todos los lugares del territorio.
2. Regulación del estatuto de los consejeros regionales.
Aquí se establecen muchas cosas que a ellos les interesan: los permisos para asistir a las sesiones del Consejo; la dieta y las asignaciones; su situación previsional, en fin, todo lo relacionado con el desarrollo de sus labores, respecto de lo cual hasta ahora están muy desprotegidos.
3. Nuevas funciones de los gobiernos regionales.
Se establecen tareas relacionadas con el ordenamiento territorial, fomento productivo y desarrollo cultural y social. Para estos efectos se les conceden amplias atribuciones.
4. Mecanismo de transferencia de funciones y atribuciones a gobiernos regionales.
Como ya se ha señalado, aprobamos una reforma constitucional conforme a la cual, cuando un gobierno regional desea mayores facultades y competencias, debe solicitarlas al Ejecutivo. Si el Presidente de la República, en un momento determinado, se las niega, será el Senado el que dirima la controversia.
En este mecanismo está todo regulado. Las transferencias se materializarán a través de convenios, programas y creación de servicios públicos regionales, en fin. Todas las competencias que los cores consideren que pueden desempeñar las pueden solicitar al Primer Mandatario .
5. Estructura de los gobiernos regionales.
6. Nuevas funciones de los consejeros regionales.
Se les entregan diversas funciones a los cores y, naturalmente, los asuntos más importantes relacionados con la distribución de los recursos de inversión regional. Se explicita la forma de aprobar los fondos y cómo será la proposición que el intendente hará al gobierno regional para que con la aprobación del presupuesto puedan determinar los marcos presupuestarios que deberán ejecutarse con posterioridad.
7. Exigibilidad de convenios de programación y convenios de mandato. Los gobiernos regionales manejan importantes cantidades de recursos y, por supuesto, suscriben convenios de programación con los Ministerios. Y como hoy en día todas las Secretarías de Estado les están echando el guante a los fondos regionales, queremos que el Gobierno central vaya aportando los recursos a través de convenios de programación.
Señor Presidente , con estas nuevas facultades y funciones que se entregan a los cores, esperamos ir avanzando para que las regiones tengan una verdadera autonomía y se consolide una amplia regionalización en el país.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Horvath.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , quiero referirme a algo señalado por diversos Senadores, como también por la Comisión, a fin de generar una alerta respecto de este proyecto relativo al fortalecimiento de la regionalización.
En realidad, por cada paso hacia la regionalización, simultáneamente se dan diez a favor de la centralización. Para comprobarlo basta leer el articulado. Y voy a mencionar algunos ejemplos.
Casi todo el texto habla de que las regiones, a través del intendente, de los consejeros regionales y de los gobiernos regionales tienen que ajustarse a la política nacional.
¿Qué ha significado la política nacional? Se trata de una larga historia, que no es del actual Gobierno, a través de la cual se ha generado una depredación de los recursos naturales. La gran mayoría de ellos (suelo, agua, recursos hidrobiológicos, bosques -de estos son más los que se queman que los que se plantan-) se encuentran no en franco riesgo, sino colapsados.
Además, se nos informa que Chile crece económicamente a una tasa determinada. Pero nada se dice con respecto a la variación de los recursos naturales. Por lo tanto, podemos estar creciendo pero, dicho en términos populares, "comiéndonos la gallina de los huevos de oro".
Por otro lado, este modelo centralista, que no es de Santiago, sino de un poder concentrado, tanto público como económico, en niveles que incluso están fuera del país, lleva a una concentración excesiva y a un uso abusivo de los territorios de las regiones. Hoy en día somos testigos de zonas de sacrificio, como Huasco, Quintero , Ventanas, Puchuncaví, Concón y Coronel. Se trata de un modelo que se está imponiendo por sobre las vocaciones propias de las distintas regiones.
Si uno lee algunos artículos del proyecto, concluye que revelan una profunda desconfianza en las regiones. Daremos también algunos ejemplos.
Evidentemente, es un avance el que los consejeros regionales sean elegidos mediante votación popular. Pero los estamos obligando a funcionar atados de pies, de manos y de alas, porque tampoco pueden volar. Desde luego, estamos de acuerdo en cuanto a un aumento de la dieta de los consejeros regionales. Pero la que se propone en la iniciativa, de mantenerla, nos parece inconveniente.
A continuación daré algunos ejemplos de lo que estoy expresando, según el boletín comparado que tenemos a la vista.
"Los gobiernos regionales gozarán de personalidad jurídica de derecho público, tendrán patrimonio propio y podrán desarrollar, directamente o con la colaboración de otros órganos de la administración del Estado," determinadas funciones. Es decir, en el "podrán" ya hay una sujeción a ciertas aprobaciones.
En cuanto a las funciones del gobierno regional, se establece:
"a) Diseñar, elaborar, aprobar e implementar las políticas, planes y programas de desarrollo de la región, así como su proyecto de presupuesto, los que deberá ajustar a la política nacional de desarrollo y al presupuesto de la Nación".
"c) Orientar el desarrollo territorial de la región". Sabemos que esto es una función que tiene que ser participativa.
"d) Elaborar y aprobar su proyecto de presupuesto, el que deberá ajustarse al presupuesto de la Nación".
Todo va mutilado, por así decirlo, y bajo la dependencia de la autoridad del Gobierno central.
En el artículo 17, de nuevo se habla de "a) Elaborar y aprobar, en concordancia con la estrategia regional de desarrollo", el plan regional de ordenamiento territorial, un instrumento orientador en tal sentido, cuando lo que nosotros necesitamos es que él se confeccione de manera participativa y sea vinculante, como lo logramos a propósito de la zonificación del borde costero. Sin embargo, este proyecto lo vuelve a dejar en una nebulosa. Hoy en día la zonificación del borde costero es vinculante, pero esta iniciativa lo deja en una situación intermedia. Todo esto, sujeto a decretos supremos ministeriales.
Lo mismo sucede con el manejo de las cuencas, como se señala en el mismo artículo.
Después, en otras normas, podemos ver que incluso se han reducido las atribuciones.
En el caso de los proyectos de transporte a nivel regional, deben ajustarse a las políticas nacionales en la materia, y se elimina lo relativo a las facultades que correspondían a las municipalidades.
Y continúan los ajustes en otras disposiciones, en cuanto a que todo debe ser con arreglo a las políticas nacionales.
En el actual artículo 19, se establece: "En materia de desarrollo social y cultural, corresponderá al gobierno regional", pero ahora se agrega a continuación el término "preferentemente". Otra mutilación.
Continuando con la rápida revisión del proyecto, nos encontramos con que respecto de los planes regionales de ordenamiento territorial, no se dice quién ni cómo se realizan. No hay una participación garantizada.
Luego, se señala: "El Presidente de la República , previo informe de los Ministerios del Interior y Seguridad Pública y de Hacienda, podrá transferir" competencias. Hay todo un mecanismo diseñado sobre el particular, llegándose incluso al punto de poder ser revocada dicha transferencia.
Señor Presidente, se trata de un proyecto insuficiente. Se ha hecho un esfuerzo importante por parte de algunos personeros de Gobierno y de las Comisiones de Gobierno y de Hacienda del Senado por mejorarlo. Pero, en verdad, nos estamos haciendo trampa en el solitario: aquí no hay regionalización, porque se vuelve a incentivar y fortalecer el centralismo.
Por esas razones, voto en contra.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Quintana.
El señor QUINTANA.-
Intervendré después, señor Presidente .
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , he dicho que el Gobierno está legítimamente interesado en sacar adelante el mayor número de proyectos de ley, según una estadística de fin de año, luego de la evaluación correspondiente.
Todos los Presidentes de la República quieren marcar un sello. Y el actual Jefe de Estado desea poner el suyo en la estadística de iniciativas legales despachadas.
Pero, en general, la cuestión es parecida a lo que ocurre con la asistencia en el Senado: para figurar como presente solo bastan 30 segundos de permanencia en la Sala. ¡30 segundos! Entonces, la asistencia no dice relación con la productividad. Son otros los indicadores que la marcan, al igual que la eficiencia.
Por lo tanto, en el caso del Gobierno, el asunto no pasa solo por tener un gran número de proyectos aprobados.
Estamos en presencia, de una mala iniciativa, que en vez de aportar facultades a las regiones, se las resta. Y el Ministro y el Subsecretario lo saben.
No se trata de una opinión del Senador Navarro, sino de Corbiobío, corporación integrada por empresarios que no son ni de Izquierda ni "navarristas", sino de Derecha, los cuales expresan con todas sus letras que "Este es un proyecto que hace retroceder a las regiones".
En definitiva, es un bluf de proyecto, un bluf de descentralización. Tal vez lo único rescatable es que el presupuesto tiene un amplio marco general de aplicación y no caso a caso, para evitar que los consejeros regionales generen acuerdos con mayor transversalidad, cuya caracterización no quiero mencionar en la Sala.
Todos los informes han dicho que esta iniciativa -por eso me extraña lo que sucede en las bancadas de la Nueva Mayoría- va en la línea contraria de lo que la Presidenta Bachelet quiere hacer: descentralizar. En la práctica, solo se profundiza en aspectos administrativos: modalidades de transferencia de competencias, del administrador regional, de elección de directivos, entre otras, pero efectivamente descentralización no hay.
Tengo en mis manos el informe del Instituto Igualdad -voy a ver cómo vota el Partido Socialista-, que señala:
"En consecuencia, de aprobarse la actual iniciativa y bis a bis con la elección directa de consejeros regionales (¿), nos encontraremos con una institucionalidad regional muy "sui generis":
-"Un órgano colegiado, elegido directamente por los ciudadanos, y cuyo presidente es elegido entre sus pares, pero que no tiene facultades propositivas y de gestión.
-"Un intendente, que a pesar de dejar el cargo de Presidente del Consejo Regional mantiene todas las funciones ejecutivas del Gobierno Regional (artículo 24 LOCGAR), además de las tradicionales en su rol de representante del Presidente de la República (art. 2 LOCGAR).
-"Un intendente que sigue a cargo del Aparato Administrativo del Gobierno Regional, es decir todo el personal del Gobierno Regional está bajo su dependencia.
-"Es decir, se mantiene la definición de Gobierno Regional del art 23 de la LOCGAR, (¿).
-"Una región que podrá pedir el traspaso de competencias al nivel central pero que el Presidente de la República podrá denegar, ahora fundadamente y sin que ningún órgano (Tribunal Constitucional, Senado, etc) se haga cargo de dirimir este "conflicto".".
¡La monarquía presidencial en toda su amplitud!
Sin embargo, se trata del derecho a petición, el cual hemos ganado en las regiones. Podemos pedir.
En definitiva, todo concentrado en el Presidente de la República, con lo cual, una vez más, las regiones quedan entregadas al completo arbitrio de la monarquía presidencial.
"En fin," -dice el informe del Instituto Igualdad, aparte de lo que señala el de Corbiobío, que es demoledor- "poco cambia con este proyecto y ante la nueva legitimidad que alcanzarán los consejeros regionales, ahora empoderados democráticamente, tal vez asistiremos a inéditos conflictos institucionales entre la demanda regionalizadora y la hegemonía centralista".
Por ello, claramente, uno puede comprender la lógica impuesta: se dio la capacidad de elegir democráticamente a los consejeros regionales, pero se les restan las facultades de gestión y descentralización.
El proyecto es un bluf y lamento profundamente que no hayamos podido resolver en la Nueva Mayoría su rechazo, porque lo que queremos es debatir una efectiva normativa de descentralización de facultades y que, en el caso de una región que pide facultades descentralizadoras y el Gobierno central se las niega, a lo menos haya un organismo distinto para apelar. Porque, según el texto propuesto, si el Presidente de la República niega el traspaso de competencias, no pasa nada. Por lo tanto, se trata de un completo sometimiento de las regiones.
En consecuencia, vamos a tener que dejar para el próximo Gobierno la elección directa de los intendentes, y en ese momento generar un verdadero debate sobre la existencia de un intendente como representante del Ejecutivo, con todas las funciones administrativas propias de un Estado de Derecho.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Finalizó su tiempo, señor Senador.
Tiene un minuto más.
El señor NAVARRO.-
Yo esperaba que en el texto del proyecto se diera cuenta también del cambio de fecha en la elección de los consejeros regionales, porque los pasados comicios al respecto fueron un desastre. Elegir a los cores junto con el Presidente de la República , Senadores y Diputados es un error.
Me gustaría que se legislara sobre la elección directa del intendente y también acerca de la posibilidad de realizar de manera conjunta la elección de alcaldes, concejales, consejeros regionales e intendentes, como lo prometió la Presidenta Bachelet .
Tal vez eso signifique acortar en un año el período de duración en sus cargos de los consejeros regionales, pero es necesario ordenar y hacer más fácil la comprensión y participación ciudadana con esos actos electorales.
Voto en contra de este mal proyecto, señor Presidente, porque lejos de fortalecer las regiones, las debilita. Es un fiasco, y yo espero que lo podamos cambiar en el próximo Gobierno.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , somos un país que teme a la descentralización. Algunos creen que ella consiste en dotar de más recursos a las regiones, lo cual permitiría a los actores involucrados contar con alguna capacidad de -entre comillas- priorización.
Pero quienes conocemos el sistema de inversiones públicas sabemos que, en última instancia, el gobierno regional tiene poca autonomía para fijar las prioridades, por cuanto usa criterios absolutamente centralizados y la Dirección de Presupuestos ejerce poder sobre los recursos que las regiones presuntamente cuentan.
Lo anterior lleva a que este debate de tiempos portalianos, de un Estado unitario versus una creciente autonomía de las regiones, se zanje en un Estado portaliano.
Se les tiene temor a las regiones. Hay muchos santiaguinos que creen que en ellas no existe capacidad. Es como si en las regiones las personas no tuvieran competencia para decidir y determinar el futuro de la nación.
Creo que ese es uno de los grandes dramas que vive nuestro país.
Al igual que en el proceso educativo se discrimina y perdemos capital humano debido a que hay numerosa gente con talento que no llega a desarrollarse en plenitud, Chile no logra crecer completamente porque no se les permite a las regiones desarrollarse a cabalidad al no confiarse en sus capacidades.
Y el centro, donde se concentra el poder político, sobre todo en Hacienda, controla en forma extrema la autonomía de las regiones.
Hoy se abre debate respecto a una mayor descentralización. Y yo agregaría el concepto de una mayor desconcentración, porque también al interior de las regiones se produce bastante centralismo.
Este proyecto no es la solución, no es la panacea. Es un atisbo de solución, un avance excesivamente tibio para lo que las regiones necesitan.
Señor Presidente , como Senador de la Región de O'Higgins , yo muchas veces repito una frase dramática.
La Sexta Región vive el drama de México: estamos muy cerca del diablo y muy lejos de Dios. La cercanía con la Región Metropolitana nos ahoga, destruye nuestras oportunidades.
No es casual que seamos la única Región que no tiene una universidad estatal, un animador cultural que promueva el desarrollo propio.
No es casual la fuga de capitales que sufrimos: solo vuelven a nuestra Región el ocho por ciento de los profesionales que deben salir a estudiar fuera de ella. Nuestra Región exporta capital humano. Y eso, sin duda, se halla vinculado a la iniciativa en debate.
La ley en proyecto es tímida, parcial, refleja la desconfianza del centro respecto de las regiones.
Yo soy partidario de que se elija al presidente del gobierno regional. No me gusta este concepto, que lleva a la confusión entre intendente y presidente del gobierno regional.
Creo que el gobierno central debe tener presencia en cada región a través de los intendentes. Pero el presidente de los gobiernos regionales ha de ser una autoridad con atribuciones bastante más significativas que las establecidas en la iniciativa en análisis.
El proyecto de ley que despache el Congreso Nacional debe consignar las atribuciones propias de los gobiernos regionales. Estos no tendrían que pedir el traspaso de competencias al gobierno central.
Señor Presidente, siento que esta iniciativa puede ser interpretada por algunos en parte como un renuncio. ¿Por qué? Porque el Senado no es capaz de garantizarles atribuciones a sus gobiernos regionales.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Excúseme, señor Senador, pero ha concluido su tiempo.
Su Señoría dispone de un minuto adicional para finalizar su intervención.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , somos un Senado donde solo cuatro de sus treinta y ocho miembros son de Santiago. Los restantes pertenecemos a regiones. Y me produce una tremenda vergüenza el que no seamos capaces de establecer en una ley atribuciones mínimas para los gobiernos regionales.
Me duele que estemos en el renuncio.
Excúseme, señor Presidente, pero prefiero decirlo -algunos lo señalan en los pasillos-: yo soy partidario de que los consejeros regionales aprueben marcos presupuestarios y no proyecto por proyecto, pues he sido testigo de la falta de probidad existente.
Por eso votaré a favor de este proyecto: ¡solo por eso! Porque estoy cansado de ver cómo el Estado se corrompe transversalmente. Ello tiene que ver con la condición humana.
Veo, asimismo, que los consejeros regionales a veces influyen en la falta de probidad de funcionarios públicos.
En consecuencia, votaré que sí, pero con un tremendo dolor. Porque aquí el Senado, por este bien, que es necesario, renuncia a su responsabilidad de darles poder a las regiones.
Solo porque la Presidenta Bachelet...
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Excúseme, señor Senador, pero debo cumplir con el Reglamento.
El señor LETELIER.-
Está bien, señor Presidente.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Quintana.
El señor QUINTANA.-
Señor Presidente , no puedo estar más de acuerdo con lo planteado por el Senador Letelier, en especial con lo último que señaló.
Acá no existe transferencia de poder a las regiones. Sí se les otorga más poder a los consejeros regionales.
Ahí radica la razón de que sea muy complicado no aprobar este proyecto, cuando ya han sido elegidos los consejeros regionales de todo el país y están próximos a asumir.
Efectivamente, el cambio propuesto es pequeño. Pero hay que ser justos en la mirada: no ha habido otro cambio mayor en los últimos veinte años. Desde que se echó a andar la nueva institucionalidad de gobiernos regionales no ha existido una modificación más grande que la que ahora nos ocupa.
Eso habla muy mal de nosotros, del Parlamento, de los Gobiernos en general, por la poca mirada, la escasa preocupación por las regiones.
Entonces, desde que el Presidente Frei echó a andar, en 1994, la nueva institucionalidad de los gobiernos regionales, sin duda se han otorgado atribuciones. Pero el paso que damos ahora, pequeño, diminuto, es el más grande que se ha producido.
Ello debe hacernos reflexionar.
¿Qué ocurre si no se aprueba esta iniciativa? Tendremos consejeros regionales que terminarán -como señaló el Senador Letelier- definiendo proyecto a proyecto.
Eso, que puede ser importante localmente, no es la principal tarea en el nivel regional, donde se requiere incorporar una mirada estratégica, de región acerca de hacia dónde vamos. Así, hay que aprobar planes territoriales, planes reguladores y establecer zonas donde, por ejemplo, pueda construirse una carretera, un baipás, un aeropuerto, y otras que sean de uso restringido, por problemas de riesgo volcánico, en fin.
Esa mirada no la veo presente en los debates en las regiones. Y aquí tenemos una pequeña oportunidad.
No tengo dudas de que el Gobierno de Michelle Bachelet, quien asumirá en marzo, hará transformaciones profundas en diversos ámbitos. Y también en el que nos ocupa.
Se plantea una elección democrática, universal de intendentes. Y esas son palabras mayores.
Yo soy de aquellos que creen que en esta materia debemos ver cómo se comporta el sistema durante los años previos a la elección de intendentes. Porque no es una cuestión menor.
Muchos nos alegramos de que, mediante este proyecto, se vaya a elegir la figura del presidente del consejo regional. Pero, al mismo tiempo, nos preocupa qué pasará con los intendentes.
Porque quien elaborará la tabla de la sesión del consejo regional y tocará la campana será su presidente . Pero el responsable de la inversión pública, del gasto anual, será el señor que está en la otra oficina: el representante del nivel central, del Presidente de la República .
Por lo tanto, hay que hacer una transición bien pensada.
Insisto: este proyecto es insuficiente. Tiene aspectos positivos. El último cambio que introdujo la Comisión de Hacienda no me complica. La posibilidad de que el Senado, el Congreso Nacional finalmente, resuelva cuándo habrá luz verde, recursos, aprobación para un convenio de programación es de toda lógica.
Pero debemos apurar el tranco en esa materia.
Lo señalé en la sesión anterior: fue el Gobierno del Presidente Frei el que tempranamente se atrevió, por ejemplo, a establecer convenios de programación para la defensa de las zonas ribereñas de Temuco, Región de La Araucanía.
Esas áreas se inundaban todos los inviernos. Pues bien, se suscribió un convenio con MIDEPLAN, el gobierno regional de ese tiempo; se financió el proyecto pertinente, y nunca más hubo inundación en esa zona.
Señor Presidente, esa es una cuestión central.
Habrá aeropuertos; normalizaciones de hospitales que se hallan pendientes (se ha avanzado muy poco en ello en estos últimos años), como en el caso de Curacautín, de Vilcún (se está llevando a cabo en Lautaro, pero no en Angol), de Lonquimay, en fin.
Entonces, que la posibilidad de que estos mecanismos de convenio de programación no dependan solo de un decreto supremo, sino de una ley me parece realmente un importante avance.
El cómo financiar obras en la región y discutirlas en su interior probablemente nos evitará situaciones bochornosas en el futuro, como la acaecida con el puente Caucau, en que le echamos la culpa a la empresa, pero donde al parecer no hubo un inspector fiscal.
En consecuencia, debemos tener un gobierno regional preocupado de los grandes temas: de la conectividad y de cómo buscar fuentes de financiamiento. Porque debo recordar que en el actual Gobierno se dijo que se presentaría el proyecto de Ley Araucanía, pero este nunca llegó; y mejor que fuera así, pues no se consultó a nadie y fue puro voluntarismo. Incluso se hablaba de un tren rápido que iba a costar no sé cuántos millones de dólares.
Entonces, en el debate sobre la posible Ley Araucanía...
Señor Presidente, le ruego que me dé un minuto más para terminar.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Cómo no, señor Senador.
Puede concluir su intervención.
El señor QUINTANA.-
Gracias, señor Presidente.
Decía que en el debate sobre la posible Ley Araucanía se hablaba de que en mi región se iban a invertir del orden de mil millones de dólares anuales en diez años.
¡De qué estamos hablando! Algunos Senadores de la Región del Biobío se ríen porque saben que eso es imposible, ya que en La Araucanía hoy día se invierten, con los ministerios sectoriales y con el gobierno regional, no más allá de 300 millones de dólares.
¡No hay ninguna posibilidad de hacer eso! El Ministro de Hacienda , quien se encuentra en la Sala, sabe que no es factible que una región invierta mil millones de dólares al año.
Por lo tanto, pido seriedad al momento de pensar en las regiones.
Esta iniciativa permite, en alguna medida, que esos debates se den al interior de los gobiernos regionales para que no se produzca el "chipeo", el "fileteo" del proyecto a proyecto, sino que, finalmente, se imponga una mirada regional que impida situaciones de corrupción como las mencionadas por muchos señores Senadores, toda vez que -¡en buena hora!- habrá fiscalización en esta materia.
Ahora, pienso que la iniciativa debió haberse hecho cargo del tema de las dietas de los consejeros regionales, pues las considero muy insuficientes. Pero igualmente es un avance -aunque pequeño-, y por ello le daré mi apoyo.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, durante numerosos años hemos pedido en este Congreso Nacional la llegada de un proyecto de ley que plantee algo diferente, para otorgarles competencias a las regiones que les posibiliten asegurar de verdad su desarrollo.
Si bien esta iniciativa significa un pequeño avance, no es suficiente para asegurar que las regiones sean capaces de resolver sus problemas.
El diseño portaliano del Estado chileno, según el cual cada Ministerio decide qué políticas, qué programas y qué instrumentos se utilizarán en todo el territorio nacional, no les sirve a muchas regiones porque las realidades de cada una son diferentes.
Es cierto que hemos recibido más recursos a partir de la regionalización, pero estos se han destinado a financiar proyectos locales, debido a que la dinámica que se emplea en los gobiernos regionales consiste en que los consejeros voten iniciativas locales de acuerdo a la petición de cada territorio municipal.
Por ello, mirando la región desde arriba, difícilmente los megaproyectos pueden ser financiados, pues nadie presiona para atender a la región en su conjunto, sino solo para atender demandas legítimas, pero muy locales.
En consecuencia, los megaproyectos regionales no se ven.
Además, los gobiernos regionales no tienen ninguna incidencia -¡ninguna!- en la administración de los servicios del Estado, que son descentralizados, pero se dirigen desde Santiago . Y si los gobiernos regionales no van a tenerla, carece de sentido la intencionalidad de trasladarles competencias.
En la Novena Región queremos que exista un INDAP capaz de atender la realidad de los pequeños campesinos de nuestra zona, porque dicha entidad no está diseñada para ella ni mucho menos para la de los mapuches.
Deseamos que el propio gobierno regional tenga facultades para estructurar aparatos que resuelvan las demandas de nuestra Región: un INDAP, una Dirección de Vialidad, una Dirección de Obras Hidráulicas, un Servicio de Salud, que preferentemente cubran realidades distintas de las de otras regiones.
Queremos radicar competencias en los gobiernos regionales, por ejemplo, para algo tan simple como otorgar una concesión pesquera. ¿Qué tiene que ir a hacer un pescador, un pyme o un microempresario a la Subsecretaría de Pesca en Santiago (ahora deberán hacerlo en la de Bienes Nacionales) para que les den una concesión marítima, de pesca o acuícola? ¿Por qué no lo hacen en las regiones? ¿Cuál es la desconfianza en ellas? ¿Por qué no les traspasamos esas competencias?
El proyecto en análisis no contiene nada de eso.
Las realidades de cada región son específicas, diferentes.
Entonces, cuando hablamos de regionalización, debemos apuntar a resolver los problemas reales que nos plantean los ciudadanos a los parlamentarios en las mismas regiones. Pero con este proyecto, de verdad, no avanzamos bastante.
Por consiguiente, votaré favorablemente esta iniciativa porque constituye un paso adelante. Pero quiero recordar que existe un compromiso, anunciado por la Presidenta electa, Michelle Bachelet , en orden a que el intendente regional sea elegido por la ciudadanía. Y, al mismo tiempo, le requerimos al Gobierno en su conjunto que transfiera competencias hoy día radicadas en el poder central, pues hasta el momento no lo ha hecho.
Por tal razón -repito-, aun siendo insuficiente, este proyecto significa un avance, y lo votaré favorablemente con el compromiso de que la iniciativa de "Ley Larga", la ley sobre transformación regional en profundidad, venga acompañada del proyecto, anunciado por la Presidenta Bachelet , para elegir democráticamente a los intendentes y, al mismo tiempo, entregar facultades efectivas a los gobiernos regionales. Ello, con el objeto de que administren los servicios del Estado que hoy atienden a las regiones de acuerdo a los programas, diseños e instrumentos que se les ocurren al director nacional o al ministro en Santiago .
Por eso, si bien este proyecto es un paso adelante -insisto-, me parece que es necesario comprometernos en una reforma de mayor alcance y profundidad en el próximo Gobierno.
He dicho.
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , quiero referirme a dos materias.
La primera de ellas dice relación con que en la etapa siguiente de la discusión de esta iniciativa deberemos hacer un esfuerzo por mejorar las dietas de los nuevos consejeros regionales.
La elección de los cores nos dejó a todos una tremenda lección. Los consejeros regionales deben cubrir territorios inmensos. Los candidatos respectivos tuvieron que hacer tremendas campañas, asumieron compromisos con las comunidades y tendrán que recorrer y visitar muchos lugares para responder a la confianza que les entregó la ciudadanía.
Todo eso no se puede hacer con una dieta de 600 mil pesos, porque es evidente que entre las sesiones del consejo regional, las reuniones de las comisiones y las visitas a las comunas se irá toda la jornada. Es decir, el consejero o la consejera que realmente desee responder a la confianza que le entregó la ciudadanía tendrá que dedicarse a ello prácticamente a tiempo completo.
También echo de menos que el presidente del consejo regional no perciba una dieta distinta. Ello es indispensable considerando que esa autoridad va a tener una labor tan intensa como la que hoy día desarrollan los intendentes.
De ahí que me gustaría que el Ejecutivo considerara esa posibilidad en la etapa siguiente, y ojalá que podamos tener dentro de la próxima semana un proyecto que mejore la dieta de los consejeros regionales y también, sustantivamente, la del presidente del consejo regional.
Por otra parte, quiero referirme a la intervención del Senador Quintana en relación con nuestra Región de La Araucanía.
Yo quiero que nuestro Gobierno, el del Presidente Piñera , envíe el proyecto de Ley Araucanía. Tengo plena confianza en que es posible invertir anualmente en nuestra Región mil millones de dólares, tal como lo ha demostrado el actual gobierno regional bajo la conducción del intendente Andrés Molina .
Nuestra Región de La Araucanía registra años de retraso, y todos los indicadores así lo revelan: muestra los peores indicadores de salud, de educación. Además, posee la red caminera más extensa del país, pero la gran mayoría de sus rutas son de tierra o de ripio.
Necesitamos mejorar los estándares de nuestros caminos, de nuestros puentes. Necesitamos que la conectividad llegue a todas partes, porque eso, finalmente, es progreso y permite llevar los insumos a la región y sacarlos de ella.
Lo anterior permitiría, en gran medida, que tuviéramos una mejor calidad de vida en los campos y que se beneficiaran todos nuestros campesinos, especialmente los mapuches y, por supuesto, también los no mapuches.
Por eso, señor Presidente , no comparto lo que ha señalado el Senador Quintana . Nuestra Región posee particularidades, sufre problemas diferentes a los de otras regiones, tiene desafíos distintos. Por lo tanto, yo espero que en las próximas semanas ingrese al Congreso Nacional el proyecto de Ley Araucanía.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Espina, para fundamentar su voto.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , sin duda, este proyecto constituye un importante avance.
Y es curioso, porque el Gobierno del Presidente Piñera ha registrado progresos que no se alcanzaron en veinte años. Veíamos ayer el proyecto de acuerdo de vida en pareja, que algunos encontraban insuficiente y a otros no les gustaba. Recuerdo la ley contra la discriminación. Son todas iniciativas materializadas en la actual Administración. Y todos esos proyectos, que constituyen avances que mejoran la democracia, que ayudan a la regionalización, han sido impulsados por el Gobierno de hoy. Sin embargo, según opiniones de algunos parlamentarios de la Oposición, este pareciera ser un desastre.
Y cuando uno ve los resultados que exhibe Chile, ¡por Dios que me habría gustado que nosotros hubiésemos recibido el Gobierno que entrega el Presidente Piñera cuando lo recibimos de la ex Presidenta Bachelet ! El país creó 840 mil, 850 mil puestos de trabajo. Por supuesto, probablemente algunos de esos empleos o un porcentaje de ellos no consideran las remuneraciones que a todos nos gustarían. ¡Pero es el doble de los que se crearon en la Administración de Bachelet! ¡Y eso da lo mismo! Y lo que es peor: nuestro sector político tampoco lo defiende como debería hacerlo. Porque, si hay un mérito que tuvo la Concertación, es que supo defender el Gobierno de la ex Presidenta Bachelet contra viento y marea.
Hoy día nos encontramos ante un proyecto que significa importantísimos avances en materia de regionalización que eran inimaginables hace unos años. Sin duda, todavía queda un espacio muy grande para mejorar, fortalecer y perfeccionar la regionalización.
Alguien decía algo muy sabio: "Nosotros tenemos un complejo en avanzar más en la regionalización, como que las atribuciones entregadas a las regiones serán administradas por un grupo de personas que no poseen la capacidad para hacerlo bien". Y ese es un profundo error.
Pero no hay duda de que este es un tremendo proyecto, que implica un avance enorme respecto de lo que existe hoy día.
En segundo lugar, quisiera referirme a lo que señaló el Senador García.
Yo creo que si esta iniciativa presenta una gran debilidad es no aumentar la remuneración de los cores. ¿Saben por qué? Porque nosotros les estamos pidiendo a personas que asuman una tremenda responsabilidad, que es nada menos que administrar una cantidad gigantesca de recursos en la Región, con un ingreso que los obligará a trabajar en otra actividad, y va a empezar un natural conflicto de intereses.
Yo considero que eso es malo, es negativo.
No estoy pidiendo que a los cores se les pague una fortuna, sino una remuneración acorde con su responsabilidad.
Y aquí sí que se produce una cosa que es increíble. Fíjense ustedes que los cores abarcan un territorio mucho más extenso que el de un Diputado , poseen una responsabilidad en términos de administración de recursos más grande que la de aquel, y gana quizá el 10 por ciento de lo que percibe dicho parlamentario.
Entonces, aquí hay algo que está mal. Yo espero que eso se arregle.
Y si uno quiere personas que puedan dedicarse el día completo a una labor que significa estudiar proyectos, ver bien cómo van a ser los índices de la Región, intrarregión, cuáles son las tendencias, entonces deben percibir los recursos necesarios para hacer de esto una actividad primordial.
Por lo tanto, señor Presidente , creo que ahí existe un vacío.
Y una última consideración -antes de que se me acabe el tiempo-, a raíz de lo que manifestó el Senador Quintana (lamento que no esté aquí).
¡No se puede tergiversar la verdad con tanta facilidad!
¡Que no se han construido los hospitales en la Región de La Araucanía! Perdónenme, ¡los Gobiernos de la Concertación prometieron el hospital de Angol por décadas! Yo asistí como a cinco inauguraciones para las campañas. Este Gobierno enfrentó el terremoto, reparó íntegramente un hospital que estaba en el suelo, y se encuentra en el proceso de licitación del diseño del nuevo hospital. En Lautaro está construyendo un hospital fantástico.
Entonces, cuando no hay ningún reconocimiento, yo les digo: "Acuérdense de que ustedes van a gobernar, y lo que siembran hoy día lo van a cosechar mañana, porque están en una actitud de no reconocer nada de lo que este Gobierno ha hecho".
Y respecto de la Ley Araucanía -termino, señor Presidente -, efectivamente existe un atraso en la presentación del proyecto. Porque elaborarlo es un tema complejo, difícil.
Pero sostener que la Región de La Araucanía no ha progresado es como señalar que el pilar básico solidario impulsado por la Presidenta Bachelet no fue una buena medida. Es una mentira. Y yo digo las cosas por su nombre, aunque a veces sea muy duro.
En la Novena Región se ha registrado un avance gigantesco en estos cuatro años: se crearon 65 mil puestos de trabajo; hay más de 25 mil familias con proyectos de desarrollo territorial indígena; existen más de 143 alianzas productivas con el mundo mapuche; la agricultura está pasando por uno de sus mejores momentos -siempre siendo una actividad difícil, por su naturaleza- en mucho tiempo. Se trata de una Región que ha progresado en todos los ámbitos.
Y el Presidente de la República está evaluando cómo puede hacer un proyecto de Ley Araucanía que no deje amarrado...
El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
Tiene un minuto adicional.
El señor ESPINA.-
Gracias, señor Presidente.
Repito: un proyecto de Ley Araucanía que no deje amarrado al próximo Gobierno. Porque si el Presidente Piñera fuera irresponsable, presentaría la Ley Araucanía hoy día y le pondría un presupuesto de 3 mil millones de dólares. ¡Si él se va a ir! Pero entonces dirán: "¡Pero mire cómo dejó el presupuesto amarrado por los próximos años!". Entonces, como es un Mandatario responsable, serio, plantea: "Yo puedo considerar recursos, pero hasta un punto en que no comprometa las decisiones del próximo Gobierno". ¡Palos porque bogas y palos porque no bogas!
Señor Presidente , el proyecto de Ley Araucanía se va a presentar. La Novena Región ha progresado. Hay un drama humano tremendo con la violencia excesiva que existe en nuestra Región. Es responsabilidad de todos tratar de resolverlo.
Y estoy seguro de que este proyecto es sin duda un avance histórico respecto de lo que se ha hecho en Chile en materia de regionalización.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Frei, para fundamentar su voto.
El señor FREI (don Eduardo).-
Señor Presidente, me habría gustado compartir la postura de muchos colegas en el sentido de decir que, aunque es un avance menor, hay que aprobar el proyecto.
Durante la discusión general expresé largamente mi fundamento, y lo hice también en la Comisión de Gobierno.
Creo que la aplicación práctica de esta iniciativa no solo no va a contribuir, sino que producirá un freno en la descentralización del país. En aquella oportunidad parafraseé a un distinguido servidor público, quien dijo que existían animales de una pata, de dos patas, de cien patas, pero no de dos cabezas. Y pienso que aquí estamos creando un animal de dos cabezas. Y tendremos dos instituciones. Por un lado estarán los cores, con su Presidente , con su estructura administrativa, y por otro, el gobierno regional. Cuando se produzcan conflictos entre esas dos organizaciones a nivel de la Región, ¿al final quién va a resolver? Santiago. Esa va a ser la realidad.
Antes de ayer se presentó una indicación respecto al financiamiento, lo que no vimos nunca en la Comisión de Gobierno. En ella se establece que el monto total para este proyecto es de mil millones. Esta cifra equivale a un centro de salud de tercera categoría en alguna de nuestras regiones. Ese es todo el costo de la iniciativa en análisis.
Si hablamos de descentralización, la primera descentralización es traspasar recursos a las regiones. Con mil millones, ¿qué vamos a hacer?
Se habla de los cores. Cuando se discutió su elección directa y popular, por votación universal, el tema era que había muchos indicios de corrupción. Esa fue una de las razones fundamentales para que se eligieran democráticamente. Y ahora resulta que percibirán una renta de 600 a 700 mil pesos. Con ello, todos van a tener que buscar trabajo en otros lados, o estarán sujetos a las mismas presiones y a los mismos índices de corrupción que había en el sistema anterior.
Y, en último término, creo que estamos creando una imagen en el país, en el sentido de que al despachar el presente proyecto vamos a experimentar un avance importante en materia de descentralización. No lo estimo así y, por eso, siendo consecuente con lo que he expresado en la Comisión de Gobierno y durante la votación en general, pienso que en las regiones se va a producir un conflicto muy complejo de resolver.
Así que espero que el día de mañana podamos progresar hacia una regionalización de verdad.
Por eso, votaré en contra del proyecto.
El señor GÓMEZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , en verdad, a veces uno no deja de sorprenderse respecto de cómo en el debate de un proyecto se van adecuando las distintas tendencias políticas al sentido de lo que establece su texto.
Y cuando uno oye con calma -y así lo he hecho- las diversas intervenciones, uno -insisto- no deja de quedar sorprendido por la forma en que se entiende la historia o el pasado.
Porque aquí no se ha dicho algo esencial: este es el proyecto que más hace por la regionalización en los últimos veinte años, toda vez que no se había acometido un esfuerzo de tal naturaleza en dicho lapso. En todo ese período hemos tenido cinco Administraciones distintas (¡cinco!). Y si alguien me argumenta: "Este es el primer Gobierno; es el segundo", yo lo podré entender. Pero son cinco. ¡Y algunos de ellos, además, duraron seis años...! ¡Ni siquiera cuatro...!
Entonces, la forma de aproximarse al tema es la que me sorprende. Alguien me podría manifestar: "Mire, constituye un avance muy significativo". Porque, claramente -y es cosa de verlo-, hay un mecanismo de transferencias de funciones y atribuciones a los gobiernos regionales. Por primera vez, las regiones pueden ser protagonistas mucho más cercanos del proceso de descentralización, al entregarles sustento normativo para solicitar competencias que hoy no son de su responsabilidad. Existe una nueva forma de asignar los recursos -cuestión que (entiendo) es aprobada transversalmente-, en términos de que sea por grandes ítems y no por cada proyecto. Esto último ha generado -hubo un acuerdo bastante significativo al respecto- un rechazo muy importante. Pero esa forma de hacerlo no nació ahora. Llevamos veinte años resolviendo las cosas mediante un procedimiento de esa naturaleza.
Y cuando se efectúa el cambio, se lo ve como una cosa menor al lado de otras que, teóricamente, debieron haberse hecho, pero que no se realizaron en veinte años.
Entonces, surge la reflexión naif: si hubiéramos tenido en esta materia una explosión de normativas y la que nos ocupa fuera una preceptiva más, se podría entender la vinculación, llamémosla así, más o menos crítica que uno pueda tener. Pero, para ser francos, no se ha hecho ningún esfuerzo equivalente en los últimos veinte años.
Hay una forma de reforzar el rol fiscalizador del CORE, que también era parte del modo de elegir a este nuevo tipo de organismo y que de alguna manera refleja la voz de la ciudadanía regional.
Alcancé a oír a un parlamentario de la Concertación plantear que este no era un avance para las regiones, sino para los cores. Y ahí sí que yo entro a marcar ocupado en forma casi definitiva. Porque nombramos a los cores para que representen de mejor manera a las regiones; luego, se los elige en forma directa, y si ahora hacemos una subdivisión entre aquello que es bueno para la región o para los consejeros regionales, quiere decir que vamos a entrar en una intríngulis imposible o en una fórmula de resolver las cuestiones absolutamente kafkiana. Porque, justamente, estamos fortaleciendo al gobierno regional, a los cores, en función de la región. No, pero ahora hay una disquisición: "Esto será bueno para los cores, pero no para la región". Me parece un argumento, de verdad, absurdo.
En el proyecto hay una lógica de coordinación sobre prioridades de inversión entre ministerios y gobiernos regionales, que no existe en la actualidad. Entonces, admitamos que hay un camino, una señal, que apunta exactamente a lo que nos estamos preocupando.
Existe una exigibilidad de convenios de programación. Aquí he escuchado a parlamentarios, transversalmente, de todas las bancadas reclamar por la falta de exigibilidad de los convenios que se suscriben periódicamente, según los distintos gobiernos. Y pareciera que ello ahora deja de ser relevante.
Hay un fortalecimiento de la estructura de los gobiernos regionales.
Entonces, señor Presidente, quiero decir sin muchos remilgos y con muchos menos peros: la iniciativa en debate constituye el avance más importante en el ámbito de que se trata.
Ahora, vendrán después otros temas que serán discutibles. Yo quiero dejar de inmediato uno en claro. Desde mi perspectiva, no soy partidario de que el intendente sea elegido regionalmente, sino que prefiero que mantenga una vinculación con el Poder Ejecutivo . Porque -y en vista de todos los problemas que podría haber- en la medida en que tengamos una especie de federalismo en esta materia, ello sería letal para el desarrollo armónico y unitario de Chile. Es un asunto que deberemos discutir en su momento. Y valdrán las mayorías en uno u otro sentido.
Pero, ¡por favor!, uno trata de hacer las cosas oyendo (para liderar bien hay que escuchar bien). Entonces, uno oye bien y resuelve, pero después se critica igual. Eso quiere decir: "palos porque bogas y palos porque no bogas".
Me parece que ello no es correcto.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueban las normas que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones y las enmiendas acordadas por unanimidad (25 votos a favor, 4 en contra y 4 abstenciones), dejándose constancia de que se reúne el quórum constitucional requerido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear, Pérez (doña Lily) y Von Baer y los señores Bianchi, Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Kuschel, Lagos,Larraín (don Hernán), Letelier, Muñoz Aburto, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Quintana, Rossi, Sabag, Walker (don Ignacio) y Zaldívar (don Andrés).
Votaron por la negativa los señores Frei (don Eduardo), Horvath, Larraín (don Carlos) y Navarro.
Se abstuvieron los señores Cantero, Gómez, Ruiz-Esquide y Walker (don Patricio).
El señor PIZARRO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
Señores Senadores, ha llegado una nueva indicación del Ejecutivo, cuyo objeto es reponer la norma relativa al financiamiento, que corresponde al artículo quinto transitorio. Naturalmente, se requiere la unanimidad de la Sala para que pueda ser considerada.
Dice lo siguiente:
"Artículo Quinto.- El mayor gasto fiscal que signifique la aplicación de esta ley durante el presente año, considerando su efecto año completo, no podrá exceder la cantidad de M$l.074.352.- y se financiará con cargo al presupuesto del Ministerio del Interior y Seguridad Pública".
En el fondo, aumenta el financiamiento respectivo.
El señor PIZARRO (Presidente).-
Solicito la unanimidad de la Sala para conocer la indicación.
¿Habría acuerdo?
--Así se acuerda.
El señor PIZARRO (Presidente).-
Procederemos a votarla de inmediato; es de quórum simple.
En votación.
Si le parece a la Sala, se aprobará.
--Se aprueba la indicación del Ejecutivo que repone el artículo quinto transitorio, y queda terminada la discusión del proyecto en este trámite.
El señor PIZARRO ( Presidente ).-
Señor Ministro , ¿quiere hacer uso de la palabra?
El señor LARROULET ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-
Efectivamente, señor Presidente , y le agradezco que me la conceda.
Solo deseo formular dos comentarios.
El primero se relaciona con que en la letra d) del artículo 6° de la ley N° 19.175 se hace referencia a los requisitos para ser intendente, y uno de estos se vincula con la Ley de Quiebras. Pero ocurre que la normativa que sustituye el régimen vigente será publicada el día de mañana. Entonces, me gustaría que se planteara aquí que la Secretaría pudiera hacer las adecuaciones correspondientes a esta nueva legislación.
El señor LETELIER .-
No. La Secretaría no tiene facultad para tal efecto.
El señor LARROULET ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-
En segundo lugar, deseo expresar mi agradecimiento por el trabajo que el Senado ha hecho en esta importante iniciativa legal de transferencia de competencias, que otorga más facultades a los gobiernos regionales.
Las Comisiones de Gobierno y de Hacienda y también esta Honorable Sala han realizado una labor muy intensa sobre el particular.
Así que solo me resta agradecer el amplio apoyo que ha obtenido el presente texto legal, el cual estamos convencidos de que constituirá un paso sustancial en cuanto a profundizar la descentralización y la regionalización de nuestro país.
Gracias, señor Presidente.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635896
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635896/seccion/akn635896-po1
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/7963-06