-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635923/seccion/akn635923-po1-ds42-ds50
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2571
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2571
- rdf:value = "
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente , a mi juicio, estamos trabajando en el camino correcto de contar con una legislación que entregue la posibilidad real de conectar el Sistema Interconectado Central con el Sistema Interconectado del Norte Grande .
La estrechez energética del país sin duda redunda en las tarifas eléctricas. Cada día los precios son más altos. Y Chile lo está sintiendo. Genera un impacto en las inversiones, como señalaron los señores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra; también en la competitividad del país, la cual ha disminuido por ser la energía cara.
A la vez, en este punto, hemos perdido la lucha en defensa del medio ambiente. Porque, por querer tener un mejor medio ambiente y energías limpias, hemos terminado utilizando diésel y carbón, los combustibles más contaminantes en la producción de energía. Es decir, por tratar de llevar adelante, en teoría, proyectos energéticos para contar con un mejor medio ambiente, a la larga lo único que se ha conseguido es favorecer el desarrollo de elementos contaminantes y que debemos importar.
Además, esta situación está afectando el desarrollo económico. La disminución paulatina de este precisamente es el resultado del costo de la energía. Y eso a la larga genera un efecto social, que lo estamos viendo día tras día. Constatamos que nuestros competidores y que nuestros vecinos están teniendo las posibilidades a las que nosotros hoy día podríamos acceder.
Una de las medidas que pueden adoptarse para paliar tal situación es la conexión entre el Sistema Interconectado Central y el Sistema Interconectado del Norte Grande.
Hace diez años, sin duda, no era rentable y no se veía lo que hoy día estamos palpando. Y por eso es lamentable que no se contara con los instrumentos para que el Estado hiciese lo que ahora estamos impulsando en forma tardía.
La "Ley corta I" disponía originalmente la facultad de proponer la construcción de proyectos de interconexión entre sistemas eléctricos y adjudicar su construcción en licitación internacional. Esta facultad, al final, se eliminó del texto legal. Y hoy se está reponiendo. ¡Una década después!
El año pasado, la autoridad emitió un informe en donde señaló que la interconexión entre el SIC y el SING era un proyecto económicamente rentable. Claro: "era". Si hubiésemos tenido la facultad para concretarlo hace diez años, hoy la situación sería distinta. Dicho informe agrega que su construcción podría producir beneficios adicionales para el sector.
Por su parte, la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico sostuvo en su informe que, si bien la legislación actual prevé el desarrollo de interconexión entre sistemas eléctricos sobre la base de proyectos gestados por agentes privados, pueden existir también beneficios desde el punto de vista del país que no sean percibidos por dichos agentes. Y eso es fundamental. Porque un privado va a mirar el interés del negocio propio. Pero aquí hay un interés de país. Y esto es un servicio público que necesita todo Chile.
En función del dictamen del panel de expertos, el Gobierno decidió otorgar una facultad permanente a la autoridad para promover interconexiones como líneas troncales.
Los ejemplos de los beneficios de la interconexión que consigna este proyecto de ley se refieren solo a los que arrojaría la interconexión del SIC con el SING.
Señor Presidente, esto significaría a la larga:
-Un beneficio social que al año 2019 alcanzaría un valor calculado de entre 300 y 660 millones de dólares.
-Aumentar el tamaño del mercado y el número de actores en el segmento de la generación eléctrica. Obviamente, entre el SIC y el SING habrá la posibilidad de tener agentes generadores que podrán ocupar también las energías renovables no convencionales.
-Implementar respaldos cruzados entre los sistemas, lo que aumentará la seguridad del sector (algo que resulta fundamental hoy), disminuirá los costos de la energía y optimizará el despacho de las centrales.
-Un mejor aprovechamiento de los recursos renovables de generación disponibles en el país, por cuanto los actuales embalses y los futuros servirán de respaldo para dichas centrales.
-Facilitar la integración energética de Chile con el resto de los países del Cono Sur, lo que constituye una de las metas de la Estrategia Nacional de Energía. Esto resulta muy importante.
Por lo tanto, en mi opinión, este proyecto va en la línea correcta, aunque bastante tarde. Pero debemos aprobarlo para bajar los costos de la energía y garantizar el servicio a todo el país. Y esta interconexión convocará a nuevos agentes a integrarse a un servicio tan fundamental como la energía eléctrica.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635923/seccion/akn635923-po1-ds42
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/635923