REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 362� Sesi�n 25�, en martes 17 de junio de 2014 Ordinaria (De 16:11 a 19:15) PRESIDENCIA DE SE�ORA ISABEL ALLENDE BUSSI, PRESIDENTA, Y SE�ORES EUGENIO TUMA ZEDAN, VICEPRESIDENTE, Y JORGE PIZARRO SOTO, PRESIDENTE ACCIDENTAL SECRETARIO, EL SE�OR MARIO LABB� ARANEDA, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS.............................................................................. IV.CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s................................................................................................ V.ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que fija porcentajes m�nimos de emisi�n de m�sica nacional y m�sica de ra�z folcl�rica oral a la radiodifusi�n chilena (5.491-24) (se aprueba en general)................................................................ Proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en materia de afectaciones de utilidad p�blica de los planes reguladores (8.828-14) (queda pendiente la discusi�n general)..................... Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)......................................... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores (as): --Allende Bussi, Isabel --Araya Guerrero, Pedro --Chahu�n Chahu�n, Francisco --Coloma Correa, Juan Antonio --Espina Otero, Alberto --Garc�a Ruminot, Jos� --Garc�a-Huidobro Sanfuentes, Alejandro --Girardi Lav�n, Guido --Guillier �lvarez, Alejandro --Harboe Bascu��n, Felipe --Lagos Weber, Ricardo --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Letelier Morel, Juan Pablo --Matta Aragay, Manuel Antonio --Montes Cisternas, Carlos --Moreira Barros, Iv�n --Mu�oz D�Albora, Adriana --Navarro Brain, Alejandro --Orpis Bouchon, Jaime --Ossand�n Irarr�zabal, Manuel Jos� --P�rez San Mart�n, Lily --P�rez Varela, V�ctor --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --Quintana Leal, Jaime --Quinteros Lara, Rabindranath --Rossi Ciocca, Fulvio --Tuma Zedan, Eugenio --Van Rysselberghe Herrera, Jacqueline --Von Baer Jahn, Ena --Walker Prieto, Ignacio --Zald�var Larra�n, Andr�s Concurrieron, adem�s, los Ministros de la Secretar�a General de la Presidencia, se�ora Ximena Rinc�n Gonz�lez, y de Vivienda y Urbanismo, se�ora Paulina Saball Astaburuaga. Asimismo, se encontraban presentes la Subdirectora del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, se�ora Lilia Concha Carre�o, y la asesora legislativa de esa entidad, se�ora Vitalia Puga Mora. Actu� de Secretario el se�or Mario Labb� Araneda, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:11, en presencia de 17 se�ores Senadores. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Las actas de las sesiones 23� y 24�, ordinarias, en 10 y 11 de junio del presente a�o, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de las se�oras y se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Seis de Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica: Con el primero inicia un proyecto de ley que modifica el r�gimen de probidad aplicable al Consejo Nacional de Televisi�n (bolet�n N� 9.398-04). --Pasa a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a. Con el segundo retira y hace presente la urgencia, calific�ndola de "suma", para la tramitaci�n del proyecto de ley que crea el acuerdo de vida en pareja (boletines Nos. 7.873-07 y 7.011-07, refundidos). Con los cuatro �ltimos retira y hace presente la urgencia, en el car�cter de "simple", para la tramitaci�n de las siguientes iniciativas: 1.- Proyecto que modifica el decreto con fuerza de ley N� 5, de 2003, del Ministerio de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley General de Cooperativas (bolet�n N� 8.132-26). 2.- Proyecto de ley de reforma tributaria que modifica el sistema de tributaci�n de la renta e introduce diversos ajustes en el sistema tributario (bolet�n N� 9.290-05). 3.- Proyecto de ley que suprime el feriado judicial para los tribunales que indica (bolet�n N� 9.155-07). 4.- Proyecto de ley que adecua la legislaci�n nacional al est�ndar del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de Salud para el Control del Tabaco (bolet�n N� 8.886-11). --Se tienen presentes las calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Oficios De la Honorable C�mara de Diputados: Comunica que dio su aprobaci�n al proyecto de ley que modifica la planta de personal de la Junta Nacional de Jardines Infantiles y otorga las facultades que indica (bolet�n N� 9.174-04). --Pasa a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a, y a la de Hacienda, en su caso. Del Excelent�simo Tribunal Constitucional: Remite copia autorizada de la sentencia definitiva reca�da en la acci�n de inaplicabilidad por inconstitucionalidad respecto del art�culo 5�, incisos primero y segundo, de la ley N� 20.285, sobre acceso a la informaci�n p�blica. --Se toma conocimiento y se manda archivar el documento. Del se�or Ministro de Defensa Nacional: Responde petici�n de antecedentes, enviada en nombre del Senador se�or Navarro, sobre resultados, proyecciones, montos de inversi�n y contrataci�n de personal, de la empresa Astilleros y Maestranza de la Armada. Del se�or Ministro de Econom�a, Fomento y Turismo: Atiende solicitud de informaci�n, enviada en nombre del Senador se�or Navarro, respecto del n�mero de asociaciones de consumidores existentes en el pa�s y del monto de los recursos presupuestarios destinados a financiarlas. De la se�ora Ministra de Desarrollo Social: Da contestaci�n a los siguientes acuerdos de la Corporaci�n: 1.- El propuesto por la Senadora se�ora Lily P�rez, acerca del env�o de una iniciativa legal que habilite al Servicio Nacional de Menores y al Servicio Nacional del Adulto Mayor para proponer al Gobierno pol�ticas p�blicas destinadas a cumplir los objetivos de la ley sobre violencia intrafamiliar (bolet�n N� S 1.645-12). 2.- El presentado por los Senadores se�ores Ossand�n y Guillier, en materia de desarrollo de acciones conducentes a una pol�tica integral de protecci�n del adulto mayor (bolet�n N� S 1.647-12). Del se�or Ministro de Agricultura: Atiende solicitud de informaci�n, remitida en nombre del Senador se�or Bianchi, en cuanto al flujo de ingreso de turistas extranjeros al Parque Nacional Torres del Paine, en el lapso del 1 de septiembre de 2013 al 31 de marzo de 2014, y al valor recaudado, en moneda extranjera, por ese concepto. Adjunta documentaci�n, en respuesta a solicitud de informaci�n cursada en nombre del Senador se�or Navarro, sobre las distancias entre las plantaciones forestales y las concentraciones habitacionales, y sobre las obras de infraestructura u otras medidas preventivas requeridas para contrarrestar el impacto que provocan los incendios forestales. Del se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones: Expone, al tenor de la solicitud de informaci�n cursada en nombre del Senador se�or Navarro, los efectos de la ley N� 20.599, que regula la instalaci�n de antenas emisoras y transmisoras de servicios de telecomunicaciones, en lo que concierne a las materias cuya implementaci�n fue encomendada al sector telecomunicaciones. Del se�or Subsecretario del Medio Ambiente: Se abstiene de contestar solicitud de informaci�n, expedida en nombre del Senador se�or Garc�a, relativa al problema que representa el vertedero Boyeco, de la comuna de Temuco, y expone que remiti� los antecedentes al Ministerio de Salud, por tratarse de un asunto de su competencia. Del se�or Director General de Aeron�utica Civil: Responde solicitud de informaci�n, enviada en nombre del Senador se�or Harboe, referida a la preocupaci�n existente en la Regi�n del Biob�o por las condiciones de infraestructura y equipamiento del Aeropuerto Carriel Sur en materia de seguridad para el aterrizaje de aeronaves. Del se�or Superintendente del Medio Ambiente (TP): Contesta solicitud de antecedentes, remitida en nombre del Senador se�or Girardi, atinente a diversos aspectos del tratamiento y disposici�n de los residuos de plomo que genera la Gran Miner�a. Del se�or Gobernador Provincial de Cauquenes: Atiende solicitud de informaci�n, enviada en nombre del Senador se�or Matta, respecto del n�mero de proyectos sociales aprobados durante los primeros sesenta d�as de la presente Administraci�n en dicha provincia. Del se�or Alcalde de Quilleco: Da respuesta a la consulta, cursada en nombre del Senador se�or Navarro, relativa a la existencia de alguna ordenanza municipal que determine zonas preferentes para la instalaci�n de antenas de telefon�a m�vil en esa comuna. Del se�or Secretario Regional Ministerial de Salud de Magallanes y la Ant�rtica Chilena: Responde petici�n de antecedentes, remitida en nombre del Senador se�or Bianchi, relacionada con los lugares autorizados en esa Regi�n para procesar o realizar labores de disposici�n final de basuras y desperdicios. --Quedan a disposici�n de Sus Se�or�as. Moci�n De las Senadoras se�oras Goic, Allende y Mu�oz, con la que dan inicio a un proyecto de ley que modifica el C�digo del Trabajo con el fin de prohibir la discriminaci�n por discapacidad en el trabajo y establece una cuota m�nima obligatoria de trabajadores con discapacidad en medianas y grandes empresas (bolet�n N� 9.394-13). --Pasa a la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social. Solicitud de permiso constitucional Del Senador se�or De Urresti, para ausentarse del territorio de la Rep�blica a contar del d�a lunes 16 del mes en curso. --Se accede a lo solicitado. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Terminada la Cuenta. ACUERDOS DE COMIT�S La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Los Comit�s, en sesi�n realizada el d�a de hoy, adoptaron los siguientes acuerdos: 1.- Celebrar la sesi�n ordinaria de ma�ana, mi�rcoles 18 de junio, entre las 17 y las 20 horas. 2.- Constituir una Comisi�n Especial, integrada por cinco miembros, encargada de conocer las iniciativas relativas a recursos h�dricos que se encuentran en actual tramitaci�n en el Senado, las que deber�n ser conocidas posteriormente, en lo que corresponda, por la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. 3.- Abrir un nuevo plazo para formular indicaciones al proyecto de ley que protege la libre elecci�n en los servicios de cable, internet o telefon�a, hasta las 12 horas del lunes 30 de junio, las que deber�n ser presentadas en la Secretar�a de las Comisiones de Econom�a y de Transportes y Telecomunicaciones, unidas. )--------------( La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Quisiera saludar a los alumnos de la Escuela Valle de Puangue, de Curacav�; a los integrantes de la Asociaci�n de Funcionarios de la Municipalidad de Puente Alto, y a los numerosos m�sicos que nos acompa�an, entre quienes se encuentran -y exc�senme si me salto a alguno-, Fernando Garc�a (Premio Nacional de las Artes Musicales 2002), Valent�n Trujillo, Florcita Motuda, �lvaro Scaramelli, Tommy Rey, Denisse Corales, Carlos Corales, Juanita Parra, Paz Undurraga, Gloria Simonetti, Pancho Sazo, Palmenia Pizarro, Jos� Seves y Ginette Acevedo. Sean todos muy bienvenidos. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). )------------------( El se�or OSSAND�N.- �Me permite, se�ora Presidenta? La se�ora ALLENDE (Presidenta).- S�, se�or Senador. El se�or OSSAND�N.- En nombre de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones, solicito ampliar el plazo para presentar indicaciones al proyecto, en primer tr�mite constitucional, que modifica la Ley General de Telecomunicaciones para establecer la obligaci�n de una velocidad m�nima garantizada de acceso a Internet (bolet�n N� 8.584-15), hasta el 14 de julio del a�o en curso. --Se accede a lo solicitado. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Asimismo, pido abrir un nuevo plazo de indicaciones para el proyecto que modifica la ley N� 17.798, de Control de Armas, y el C�digo Procesal Penal, hasta el lunes 30 de junio, a las 12, en la Secretar�a de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. --As� se acuerda. V. ORDEN DEL D�A PORCENTAJE M�NIMO PARA EMISI�N RADIAL DE M�SICA NACIONAL Y DE RA�Z FOLCL�RICA Y TRADICI�N ORAL La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Entrando en el Orden del D�a, corresponde analizar, en primer lugar, el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que fija porcentajes m�nimos de emisi�n de m�sica nacional y m�sica de ra�z folcl�rica oral a la radiodifusi�n chilena, con nuevo primer informe de la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a. --Los antecedentes sobre el proyecto (5.491-24) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 46�, en 1 de septiembre de 2010. Informes de Comisi�n: Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a: sesi�n 91�, en 4 de marzo de 2014. Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a (nuevo): sesi�n 20�, en 3 de junio de 2014. Discusi�n: Sesiones 11�, en 22 de abril de 2014 (queda pendiente la discusi�n general); 13�, en 23 de abril de 2014 (vuelve a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- El objetivo principal de la iniciativa es promover la m�sica nacional, a fin de vigorizar esta expresi�n del arte nacional y la actividad laboral de sus creadores y expositores, para lo cual se pretende exigir a las radioemisoras la emisi�n diaria de un porcentaje m�nimo de m�sica nacional y de m�sica de ra�z folcl�rica y de tradici�n oral, fijado en un 20 por ciento. Cabe hacer presente que con fecha 23 de abril del a�o en curso la Sala volvi� el proyecto a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a para un nuevo informe. Cabe recordar, asimismo, que en el primer informe dicha Comisi�n rechaz� la idea de legislar por tres votos contra dos. Se pronunciaron en contra en esa ocasi�n los Senadores se�ora Von Baer y se�or Quintana y el ex Senador se�or Cantero, y votaron favorablemente los Senadores se�ores Navarro e Ignacio Walker. En su nuevo informe, la Comisi�n de Educaci�n aprob� en particular la iniciativa, con modificaciones derivadas de la aprobaci�n de una indicaci�n presentada por los Senadores se�ores Rossi e Ignacio Walker, la que, en conformidad al art�culo 178 del Reglamento del Senado, result� aprobada por tres votos favorables, de los Senadores se�ores Guillier, Rossi e Ignacio Walker, y dos en contra, de los Senadores se�ora Von Baer y se�or Allamand. El texto que la Comisi�n propone aprobar se consigna en las p�ginas 18 y 19 del nuevo informe de la Comisi�n y en el bolet�n comparado que Sus Se�or�as tienen a su disposici�n. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Antes de ofrecer la palabra, pido el asentimiento para que ingresen a la Sala la se�ora Lilia Concha, Subdirectora del Consejo de la Cultura y las Artes, y la se�ora Vitalia Puga, asesora legislativa del referido Consejo. --Se autoriza. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Continuando con la discusi�n general del proyecto, tiene la palabra el Senador se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�ora Presidenta, esta es una iniciativa que se ha discutido bastante. Lleva harto tiempo en el Congreso. Y quisiera hacerme cargo de algunos elementos que han estado presentes en el debate, especialmente en la Comisi�n, donde la volvimos a ver, a petici�n de la Sala, como un segundo informe, y donde, a diferencia de la vez anterior, fue aprobada por tres votos contra dos. Con el Senador Ignacio Walker presentamos una indicaci�n, a la cual me voy a referir, que pr�cticamente sustituy� el texto original, para mejor creemos nosotros. Quienes se oponen al proyecto se�alan que no es bueno imponer determinado porcentaje de m�sica nacional. Al respecto, quiero partir expresando que la m�sica nacional no es un g�nero. Lo he indicado en gran cantidad de oportunidades. Porque a veces se piensa que la m�sica nacional es solo folclor, y que, por tanto, todo Chile va a tener que escuchar �nicamente ese tipo de composici�n. La m�sica nacional no es un g�nero. Tenemos folclor, pero tambi�n tenemos rock, pop, reggaet�n, m�sica docta. Lo digo por el argumento, que he escuchado bastante de la ARCHI, sobre qu� va a pasar con la pobre radio Beethoven, que no va a tener qu� poner. La verdad es que hay muchos compositores e int�rpretes talentosos en nuestro pa�s, por lo que la radio Beethoven no debiese enfrentar mayores problemas. Pero quiero referirme a los mecanismos de acci�n positiva. Aqu� se afirma: "No se puede imponer". Sin embargo, en todo el mundo, incluido Chile, existen mecanismos de acci�n positiva para promover o buscar alg�n tipo de objetivo que se considera est� de acuerdo al inter�s general o persigue el bien com�n. Usted, se�ora Presidenta, lo sabe muy bien. Hace un tiempo presentamos un proyecto denominado "ley de cuotas". Alguien podr�a alegar: "Se est� imponiendo la participaci�n de la mujer en la pol�tica". �Por qu� presentamos esa iniciativa, que hoy recoge la Presidenta Bachelet en su propuesta de cambio al sistema electoral? Porque el pa�s considera que la participaci�n de mujeres en dicha actividad resulta conveniente. �Es una discriminaci�n arbitraria? No es arbitraria. Del mismo modo, aqu� estamos estableciendo un mecanismo de acci�n positiva, porque nos asiste la convicci�n de que es bueno para el pa�s promover nuestra cultura, nuestras artes, nuestra m�sica, lo que somos, como parte de nuestra identidad, de nuestras ra�ces, de nuestro pasado; el alma nacional, en definitiva. Y justamente estamos buscando, a trav�s de este mecanismo de acci�n positiva, promover algo que pensamos que es favorable para Chile. Especialmente cuando se habla de vivir en un mundo global, es m�s que nunca necesario rescatar nuestra identidad como pueblo. Y dentro de esa identidad est�n las artes y todas las expresiones art�sticas de los seres humanos, fundamentales para el desarrollo del esp�ritu. Ese es el sentido que tiene establecer este piso, que ojal� no sea considerado un techo, porque se est� hablando de un 20 por ciento. �Un 20 por ciento! Por ah� hab�a una propuesta -me parece que era de la ARCHI, que, supuestamente, estaba en un proceso de negociaci�n- en cuanto a que el 20 por ciento fuese exigido a la industria completa. Claro, as� tendr�amos radios que transmitir�an m�sica nacional todo el d�a y otras que no la transmitir�an ni un solo segundo. Claramente, era imposible construir un acuerdo sobre la base de tales par�metros. Tambi�n se ha hablado mucho de la libertad de programaci�n, o sea, de la libertad del individuo para elegir. Es lo mismo que pasa con los colegios. Se sostiene que la libertad de ense�anza se ver� afectada con la reforma educacional. �Por qu�? Porque los padres no podr�n elegir los colegios. Pero la verdad es que hoy los padres no tienen ninguna libertad de elecci�n, pues deben pagar un copago o los alumnos son seleccionados al ingreso. Id�ntica situaci�n se da ac�. �Qu� libertad tiene uno de elegir determinada m�sica si finalmente hay cuatro grandes monstruos a nivel mundial que deciden qu� se escucha y qu� no se escucha! Por lo tanto, este argumento de la libertad de programaci�n y de la libertad de la persona de poder decidir qu� escucha y qu� no es, finalmente, una falacia. Me quer�a referir, se�ora Presidenta, a los dos argumentos que se han dado contra el proyecto. Por �ltimo, deseo comentar los cambios que introdujimos con el Senador Ignacio Walker. Muchos parlamentarios se�alaron que el proyecto iba a servir para escuchar a los mismos de siempre; o sea, que favorecer�a a los autores y m�sicos m�s antiguos. Se usaba un t�rmino -no recuerdo cu�l era- para graficar esa situaci�n. Por eso, incorporamos una modificaci�n seg�n la cual las radioemisoras deber�n acreditar que al menos el 25 por ciento de su programaci�n musical nacional corresponde a composiciones o interpretaciones musicales emergentes, entendi�ndose por tales aquellas grabadas en fonogramas en los �ltimos tres a�os. --(Aplausos en tribunas). En consecuencia, el argumento que se dio en esa direcci�n hoy ya no existe. De igual manera, se afirmaba que se requer�a el patrocinio del Ejecutivo porque est�bamos imponiendo ciertas sanciones. Y lo que nosotros establecimos, muy de acuerdo con la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, es que "Las organizaciones de autores e int�rpretes con personalidad jur�dica tendr�n legitimaci�n activa para demandar el cumplimiento" de esta ley. Por lo tanto, eso de alg�n modo desacredita las cr�ticas que se formularon en su minuto. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Lamentablemente, hay que cumplir el Reglamento, as� que a las personas ubicadas en tribunas les pido que por favor guarden silencio. Gracias. Puede continuar, se�or Senador. El se�or ROSSI.- No tengo nada m�s que decir, se�ora Presidenta, salvo hacer un llamado al Senado a aprobar el proyecto, que, aun cuando constituye un peque�o avance en la promoci�n de nuestra cultura y de nuestro arte y nuestros artistas, es importante. Busca el inter�s general y tiene que ver con el bien com�n. Creo que todos los argumentos que se han dado en contra deben ser desestimados, por las razones que ya indiqu�. Y ojal� hoy les demos una gran alegr�a al pueblo chileno y a nuestros artistas. Muchas gracias. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Le voy a ofrecer la palabra al Senador se�or Lagos Weber, quien la pidi� para plantear un tema de reglamento. El se�or LAGOS.- Se�ora Presidenta, para que no haya ning�n malentendido, y para que el proyecto sea despachado como corresponde, ojal� favorablemente -como lo ser�, en mi caso-, quiero pedirle que recabe el asentimiento para abrir la votaci�n, pues la Comisi�n de Hacienda se encuentra autorizada para sesionar en paralelo con la Sala a objeto de seguir analizando la reforma tributaria. Est�n previstas 95 audiencias, de las cuales solamente llevamos 37 y, por tanto, a�n quedan muchas. Por eso, manteniendo los 10 minutos en la fundamentaci�n de voto, solicito abrir la votaci�n, para que quienes debemos asistir a esa Comisi�n podamos emitir nuestro pronunciamiento. Los Senadores que estamos a favor del proyecto votaremos que s�; los otros ver�n qu� hacen. As� que dejo mi planteamiento a la consideraci�n de la Sala. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Entiendo que la Comisi�n de Hacienda se halla autorizada para sesionar en paralelo con el Hemiciclo todas las veces que sea necesario, porque, obviamente, es comprensible la cantidad de audiencias que debe efectuar para tratar un tema tan importante como la reforma tributaria. Eso se da por descontado. Lo que el Senador Lagos Weber est� planteando es abrir la votaci�n, respetando los 10 minutos que corresponden a la discusi�n general. �Habr�a acuerdo? Acordado. Por consiguiente, en votaci�n general el proyecto. --(Durante la votaci�n). El se�or LAGOS.- Voto favorablemente, se�ora Presidenta. Muchas gracias. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Queda consignado su voto, se�or Senador. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador se�or Tuma. El se�or TUMA.- Se�ora Presidenta, otra vez esta Sala se ve conminada a debatir respecto de un tema que importa al destino de la cultura: la difusi�n de la obra de los artistas de Chile. Y, sin duda, en determinados momentos ello puede colisionar con distintos intereses. Los radiodifusores se�alan que no tendr�an libertad de programaci�n si se les impusiera un porcentaje de transmisi�n. Pero, en mi opini�n, hay que velar por el bien superior de la naci�n chilena, y ver de qu� manera aseguramos que se difunda nuestra cultura al menos en el �mbito de la m�sica. En el primer debate en general en el Senado yo plante� que era necesario que la m�sica chilena fuera difundida. Y esta es la primera vez que estamos tan cerca de aprobar un proyecto de ley que le ponga piso a aquello. Igualmente, hice presente en esa oportunidad mi preocupaci�n acerca de que deber�a incorporarse, a trav�s de la presentaci�n de indicaciones (la votaci�n ser� en general, y espero que se fije un plazo breve a fin de formularlas), un porcentaje garantizado para la expresi�n cultural de los pueblos originarios... --(Aplausos en tribunas). Yo celebro la creatividad de muchos artistas, cuya m�sica merece ser difundida, pero poco se escucha acerca de la expresi�n cultural de nuestros pueblos ind�genas. Por tanto, a mi juicio, en este instrumento deber�a aprovecharse de dar una se�al n�tida de reconocimiento a los pueblos originarios, lo cual no solamente est� pendiente por falta de reconocimiento constitucional, sino tambi�n, en la pr�ctica, por la falta de la utilizaci�n de herramientas como estas para promover su cultura. Sin embargo, se�ora Presidenta, pese a haberme comprometido con los artistas desde un principio a apoyar este proyecto, debo expresar que me siento inhabilitado para ello. Pertenezco a una sociedad que tiene acciones en una peque�a radiodifusora de mi distrito, en la ciudad de Carahue: la radio Las Colinas (alguien dijo que era la Biob�o; y no es as�). No obstante, quiero acompa�arlos con mi deseo de que esta iniciativa de verdad pueda ver la luz, con el objeto de resolver lo relativo a las limitaciones de las expresiones culturales, especialmente de la m�sica chilena. He dicho. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable se�or Quinteros. El se�or QUINTEROS.- Se�ora Presidenta, como lo se�al� en la sesi�n pasada, cuando qued� pendiente la discusi�n en general de este proyecto, con primer informe de la Comisi�n de Educaci�n, me parec�a que esta era una muy buena oportunidad para debatir varios temas que me parecen sustantivos, relacionados con el apoyo no solo a la m�sica nacional, sino adem�s a la producci�n nacional en general, incluyendo los programas period�sticos, de conversaci�n, de historia, de difusi�n cultural y de servicio a la comunidad. En la Regi�n de Los Lagos, a la cual represento en el Senado, en d�as recientes vivimos una emergencia que ocasion� cortes de caminos, personas aisladas. Y, en situaciones como estas, muchas veces la gente recurre a los mensajes radiales a fin de comunicarse con sus familiares. En dicha oportunidad expres� igualmente que no solo era preciso legislar respecto de la radiodifusi�n, sino tambi�n hacer operar la institucionalidad existente, en este caso, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y el Consejo Nacional de Televisi�n, que anteriormente conformaban el Consejo Nacional de Radio y Televisi�n. Asimismo, expuse que me parec�a que la discusi�n de este proyecto de ley en el Senado era la instancia adecuada para producir un di�logo con los actores relevantes en este �mbito, representados por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor y la Asociaci�n de Radiodifusores de Chile. Sin embargo, el nuevo primer informe de la Comisi�n solo da cuenta de mejoramientos menores a su texto. En este escenario, solo cabe pronunciarse sobre la idea matriz y el mecanismo concreto planteado en la iniciativa original, que obliga a la radiodifusi�n nacional a emitir un porcentaje m�nimo de m�sica chilena. Se ha agregado una norma espec�fica relativa a los artistas emergentes, y de la misma manera, pudo haberse incluido una referente a la m�sica y la cultura regionales. Con todo, tal como se�al� en la sesi�n anterior cuando se discuti� esta iniciativa, estoy de acuerdo con establecer condiciones especiales trat�ndose de concesiones otorgadas por un ente p�blico. Considero que, adem�s de ser leg�timo, constituye una obligaci�n del Estado el promover, a trav�s de los medios de que disponga, la identidad y los valores culturales del pa�s, dentro de los cuales tiene un rol muy especial la m�sica compuesta o interpretada por artistas nacionales. No es posible que el apoyo solo se exprese a trav�s de fondos concursables o premios anuales. --(Aplausos en tribunas). Habr� que evaluar despu�s la efectividad de la norma. En este sentido, sigo pensando que el proyecto es perfectible. Aunque, de igual modo lo votar� a favor, por cuanto, antes que un Estado pasivo que entregue la decisi�n de lo que escucha buena parte de la poblaci�n a los concesionarios, incluso extranjeros -como ocurre en el d�a de hoy-, prefiero un Estado activo que promueva la identidad y la cultura nacional y regional. He dicho. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Lily P�rez. La se�ora P�REZ (do�a Lily).- Se�ora Presidenta, este proyecto de ley es complejo, porque genera bastante contradicci�n con respecto al uso de la libertad. Quienes creemos en la libertad de elecci�n pensamos que esto tiene que ver con las opciones y con que las personas, sin ning�n tipo de censura, realmente puedan elegir, en este caso, qu� dial quieren escuchar, qu� tipo de m�sica quieren o�r. No obstante, a pesar de que me siento una libertaria y creo que las ideas de libertad son los ejes que a muchos de nosotros nos rigen en pol�tica, a mi juicio el Estado tambi�n tiene un papel que jugar, sobre todo para quienes creemos que posee un rol subsidiario. Y con relaci�n a esta iniciativa, un Estado no puede ser pasivo o indiferente frente al desarrollo de la cultura de la gente y de su pueblo. Por ese motivo, me parece que este proyecto, que busca fijar una cuota de difusi�n a la m�sica chilena, el arte y la cultura de nuestro pa�s: a bandas, grupos; cantantes; autores emergentes, no solamente consolidados, y tanto populares como cl�sicos -hay much�simos- originarios de Chile, constituye un impulso necesario, aun cuando pueda ser incluso transitorio. Y desde ese punto de vista, es importante dar una se�al como Senado de la Rep�blica acerca de qu� pa�s queremos fortalecer. Por tal raz�n, al igual como se ha hecho en numerosos pa�ses, donde no se tiene miedo a la libertad y ella se usa en beneficio del desarrollo cultural y el conocimiento de las propias ra�ces culturales, y sobre todo de la gente que las cultiva, tambi�n he decidido votar a favor de esta iniciativa. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Ruego a los asistentes a las tribunas guardar silencio, por favor. Tiene la palabra el Senador se�or Hern�n Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�ora Presidenta, creo que este proyecto nos debe obligar a mirar este tema con una perspectiva distinta de la que, probablemente, tendr�a un constitucionalista. Porque, si bien existen problemas constitucionales, aqu� hay una mirada de pa�s que me parece necesario rescatar. Nos ha tocado vivir en un mundo globalizado, integrado, en donde resulta dif�cil separar lo nuestro de lo perteneciente a otros, de lo ajeno a Chile. El impacto, ya no de la televisi�n, sino de los medios de distinta naturaleza que existen, est� haciendo de cada una de nuestras naciones una especie de parte de una m�quina gigantesca. No obstante, los pa�ses y las sociedades tienen sus propias caracter�sticas, su propia identidad, su propia mirada. En tal sentido, la inserci�n de nuestra naci�n en el mundo, que debe ser muy intensa y profunda, no puede hacerse a costa de perder lo esencial de nosotros. A mi juicio, ese es el tema central en juego en un proyecto de esta naturaleza: �c�mo preservar nuestra identidad cultural? �C�mo mantener vivas nuestras tradiciones e historia? Ello debe hacerse mediante la preservaci�n de los aspectos que m�s permitan avanzar en esa l�nea, es decir, de las expresiones culturales de distinta forma que existen en nuestro pa�s: la m�sica, el teatro, las artes pl�sticas y las artes esc�nicas, como el cine. En la medida que demos espacio a la creaci�n, a la interpretaci�n, al desarrollo de estas �reas, podremos generar lo necesario para mantener nuestra cultura, nuestra manera de ser, aquello desde donde nos movemos y hacia lo cual avanzamos, al definir la cultura -como lo hac�a Ortega y Gasset- como aquello desde donde se parte y hacia lo cual se dirige una sociedad o un pueblo. Por eso, me parece importante abrir un espacio para la m�sica chilena de creaci�n y de interpretaci�n. Y no solo en un g�nero determinado, sino en todos. No creo que sea posible hacer una distinci�n en el sentido de decir que esto es para la m�sica folcl�rica, la m�sica popular, la m�sica �tnica. �No! Aqu� no puede haber ninguna exclusi�n, porque de ese arte hay distintas expresiones. Por otro lado, se�ora Presidenta, yo, que siempre me intereso en los problemas constitucionales -como usted sabe-, opino que estos no se pueden despachar de una plumada ni ser considerados irrelevantes, pues nuestra Carta Fundamental asegura a las personas, en el art�culo 19, n�mero 12�, "La libertad de emitir opini�n y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio". Es decir, nuestra Constituci�n resguarda las formas de expresi�n m�s amplias a trav�s de los medios de comunicaci�n. Y a nosotros nos gusta que los nuestros se desarrollen con verdadera libertad en todos sus �mbitos -la radio entre otros-. Porque en una sociedad democr�tica el pluralismo consiste, precisamente, en que cada uno pueda expresarse, y los medios de comunicaci�n y quienes trabajan en ellos deben hacer un esfuerzo por responder a esa diversidad, a esa pluralidad. Entonces, resulta esencial considerar la libertad como un criterio central. Por lo tanto, no podemos obviar o minimizar la afirmaci�n de que la libertad de programaci�n es un criterio relevante. Pens�moslo de otra manera. Imaginemos que establecemos por ley la programaci�n de los medios de comunicaci�n y fijamos a las radios, a la televisi�n, a los diarios qu� porcentajes deben destinarse a la m�sica o a alguna otra actividad, como las noticias o la educaci�n. Todos dir�amos: "No. Aqu� se coarta la libertad esencial, que constituye, al mismo tiempo, la base para nuestros propios valores culturales". En consecuencia, no podemos olvidarnos de ese concepto. Sin embargo, el inciso cuarto del art�culo 1� de la Constituci�n, que establece las bases de la institucionalidad, dice: "El Estado est� al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien com�n, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realizaci�n espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garant�as que esta Constituci�n establece". O sea, el eje radica en asegurar la mayor realizaci�n espiritual y material posible a nuestro pa�s, a nuestra sociedad, a nuestro pueblo. Y eso apunta al coraz�n de nuestra identidad cultural. Por consiguiente, abrir espacios a una limitaci�n, que nadie podr�a considerar inhibitoria de la programaci�n musical de un medio, en el sentido de reservar un espacio de 20 por ciento para nuestros m�sicos, compositores e int�rpretes de cualquier g�nero, me parece que no constituye una restricci�n que imposibilite el ejercicio de la libertad de los medios para desarrollarse. De hecho, la Ley de Televisi�n Digital determina un 40 por ciento para la producci�n nacional, y nadie ha calificado eso como inconstitucional. Eso se dispuso en un momento en que, precisamente, sufr�amos lo que en parte ocurre en algunos medios radiales: una programaci�n fundamentalmente envasada, sin que hubiera espacio para generar, a trav�s de la televisi�n, una cultura audiovisual propiamente chilena, ni para participar en ella. Hoy d�a, probablemente en alguna medida gracias a esa norma que en un minuto dado fue una aspiraci�n dif�cil, la producci�n nacional supera infinitamente el 40 por ciento de la trasmisi�n televisiva. Pero fijar ese porcentaje en un minuto dado fue importante. Con las �ltimas modificaciones al proyecto hay varios aspectos que quisiera discutir m�s en detalle. Asimismo, queremos presentar algunas indicaciones para revisar, corregir, a�adir y precisar algunos puntos. Por ejemplo, el otorgamiento de la mayor transparencia posible en el manejo de los recursos obtenidos a trav�s de la difusi�n de la m�sica de los artistas, a fin de que puedan recibir esos beneficios. Sobre el particular, me he topado con artistas muy modestos de mi Regi�n, quienes me han dicho que a veces transmiten sus obras en las radios locales, pero no saben por qu� no reciben ni un peso, o solo 20, por ello. Y tienen expectativas de recibir m�s. Cuestiones de esa naturaleza, que apuntan a mejorar el proyecto de ley, tenemos pensado incorporar prontamente a trav�s de indicaciones, de manera de mejorar su texto. No obstante, lo esencial es lo esencial. Este proyecto le abre un espacio a la m�sica chilena. Y queremos hacerlo, sobre todo cuando hay medios que pertenecen a cadenas internacionales, cuya programaci�n favorece a artistas for�neos -tambi�n queremos escucharlos; no deseamos convertirnos en una isla y cerrarnos al intercambio cultural-, pero deseamos dar un espacio preferente y privilegiado a nuestra m�sica, aquella que nos hace sentir ser chilenos. Por eso, voto que s�. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�ora Presidenta, este proyecto ha sido analizado varias veces en el Senado -en la Sala, en la Comisi�n-, y yo dir�a que su tramitaci�n ha sido un poco larga. Lo anterior, sin duda obedece a que su objetivo de promover que se incluya en la programaci�n de las radiodifusoras de nuestro pa�s determinado porcentaje de m�sica y de producci�n musical nacional -sin duda es una muy buena idea, una muy buena propuesta- ha despertado inquietudes y reticencias en los due�os de las radiodifusoras, en los medios y, tambi�n, en la prensa y en algunos sectores, que dicen: "Mire, esto no es posible establecerlo por ley, porque aqu� a lo mejor se afecta la libertad de programaci�n, de opini�n, e incluso, de prensa; o directamente la propiedad de los medios". Considero que, como sociedad, debemos plantearnos que en un mundo globalizado como el nuestro, los j�venes, las nuevas generaciones viven conectados al instante con el resto del mundo. Y, si uno eval�a r�pidamente qu� hace cada uno de ellos -hijos, nietos- navegando todo el d�a en Internet, lo m�s probable es que est�n m�s conectados con otras sociedades, con otros mundos, con otras culturas, que con la nuestra. Es triste decirlo, pero este fen�meno no se produce solo en Chile; es global. En todos los foros, en encuentros, seminarios internacionales se plantea el desaf�o para las sociedades modernas de c�mo promover y mantener la diversidad cultural. Y resguardar parte de la riqueza de la diversidad y del patrimonio cultural existente en cada uno de nuestros pa�ses, en cada una de nuestras sociedades, debiera ser uno de nuestros objetivos. Y, en mi opini�n, a eso se apunta correctamente en este proyecto de ley, materia que no podemos dejar fuera del debate. Se ha planteado que esta iniciativa podr�a ser inconstitucional, porque estar�a afectando la libertad de programaci�n, la libertad de expresi�n o los derechos de los propietarios de los medios. Pero esta discusi�n, se�ora Presidenta, ya la hicimos largamente a prop�sito de la tramitaci�n del proyecto sobre televisi�n digital terrestre, oportunidad en la que durante a�os estuvimos frente a una disyuntiva bastante parecida a la que aqu� se ha manifestado. �Por qu� es posible establecer algunos requisitos o regulaciones a las radioemisoras en materia de emisi�n de determinado tipo de m�sica o producci�n musical? Por una raz�n muy sencilla: porque el espectro radioel�ctrico de nuestro pa�s es un bien nacional de uso p�blico; por tanto, de propiedad del Estado. Ante ello, este decide c�mo se administra y opera ese espacio, y c�mo se act�a en �l. A trav�s de concesiones reguladas por ley se entregan los permisos respectivos para que los distintos operadores hagan uso del referido espectro. Ah� radica la raz�n de fondo por la cual es perfectamente constitucional la iniciativa que nos ocupa. En definitiva, resulta perfectamente leg�timo que se fijen normas para regular el funcionamiento de esas concesiones entregadas por el Estado. O sea, se otorgan bajo ciertas condiciones. El �mbito de las comunicaciones es efectivamente un negocio, pero tambi�n cumple un rol social demasiado importante, por cuanto los medios influyen en la formaci�n y el desarrollo cultural de las comunidades que reciben su transmisi�n. El problema constitucional, en el caso de la televisi�n digital, qued� zanjado, finalmente, por el Tribunal Constitucional, que dio la raz�n al Parlamento para poner exigencias a los canales en orden a establecer horas de transmisi�n en la programaci�n televisiva para la producci�n nacional. De hecho, se fijaron disposiciones con relaci�n a los horarios en que se deb�a transmitir el contenido de car�cter nacional. Por ello, me parece bien la modificaci�n propuesta respecto de los horarios, dentro de la programaci�n total, en que se debe emitir m�sica nacional. Porque, se�ora Presidenta, no da lo mismo transmitir a las dos, tres o cuatro de la ma�ana -y as� cumplir el requisito del porcentaje- que hacerlo en horario prime o en horas en las que las radios tienen mayor audiencia. Desde el punto de vista editorial, aqu� no se busca afectar el contenido. Con este proyecto no estamos dici�ndoles a las emisoras: "Ustedes tienen que transmitir determinada cantidad de m�sica y de tales compositores e int�rpretes". �Eso no es as�! Y algo similar se precis� con relaci�n al tema de la televisi�n digital terrestre. Lo que planteamos fue la necesidad de que, resguardando todas las normas de libertad editorial y la autonom�a de cada operador, se distribuyera cierta cantidad de producci�n nacional en la programaci�n total. Aunque a muchos operadores de televisi�n digital no les gust� esa medida, tuvieron que tomar una decisi�n: si quer�an acceder a la concesi�n, deb�an cumplir los requisitos fijados. Que algunas veces no es rentable la transmisi�n de ese contenido, efectivamente no lo es. Pero hay otros espacios en los que s� se generan los ingresos que los empresarios estiman convenientes. En el caso de la emisi�n de m�sica nacional, como se propone en la iniciativa en an�lisis, estimo que es perfectamente posible compatibilizar ambas cosas. Sin embargo, hemos recibido informaci�n, presi�n y opiniones, fundamentalmente, de los operadores radiales, algunas francamente exageradas, que no puedo compartir. Que se venga a plantear ac� que estamos cayendo en totalitarismo, o que vamos a terminar como en Venezuela o como en otros pa�ses donde claramente ha habido una intervenci�n del Estado para determinar qu� transmiten o no los medios de comunicaci�n, o que ha habido una presi�n para imponer cierta l�nea editorial, me parece que no son argumentos v�lidos. No es eso lo que propone este proyecto, ni mucho menos. Quiero, s�, hacer una salvedad. Estimo adecuada la indicaci�n que aprob� la Comisi�n en lo que respecta a la producci�n de creadores emergentes. La norma espec�fica se�ala: "Una parte de la programaci�n de m�sica nacional deber� estar destinada a composiciones e interpretaciones musicales emergentes". Y establece la definici�n: "entendi�ndose por tales aquellas grabadas en fonogramas en los �ltimos 3 a�os, contados desde la fecha de la emisi�n radial. Para ello, las radioemisoras deber�n acreditar que al menos el 25% de la programaci�n musical nacional emitida corresponde a composiciones musicales emergentes.". Al respecto, me he reunido varias veces con asociaciones de m�sicos de la Regi�n de Coquimbo: algunos m�s consolidados, otros emergentes y m�s j�venes, cultores de distintos tipos de m�sica. Todos me han hecho presente un asunto que considero absolutamente relevante: la necesidad de establecer un porcentaje de producci�n local o regional dentro de la exigencia del 20 por ciento. Con raz�n ellos me dec�an: "De lo contrario, Senador, las radios, buscando una cuesti�n comercial, van a tocar siempre a los autores o cantantes m�s populares". De ese modo pueden perfectamente llenar las horas de programaci�n sin colocar nunca a un m�sico emergente o a uno de la propia regi�n. Esa es la gran queja que nos han manifestado, y el mismo reclamo se debe reproducir, seguramente, en todo el resto del pa�s. Entonces, as� como se incorpor� a los m�sicos emergentes dentro de la exigencia legal -me parece bien y me imagino que los m�sicos ser�n los primeros en promover a las nuevas generaciones, a los nuevos exponentes en materia de producci�n musical-, tambi�n debi�ramos incluir el componente regional. Es de justicia. De esa forma se abrir�n nuevas oportunidades, porque en las regiones existen realidades culturales muy distintas. No se escucha la misma m�sica en el norte de Chile que en el sur o en el centro, ni en los sectores urbanos respecto de los rurales. En este sentido -siguiendo la l�gica de que es fundamental proteger la diversidad cultural, promover la producci�n nacional y no discriminar a los artistas y creadores-, es esencial considerar tambi�n el componente regional o local. Ello fue contemplado en la Ley sobre Televisi�n Digital Terrestre. Ah� qued� claramente establecido el tratamiento para las concesiones locales, comunales, regionales y nacionales. En consecuencia, se�ora Presidenta, como lo he dicho p�blicamente -la gente lo sabe-, voy a respaldar esta propuesta legislativa. Creo que es absolutamente necesaria y es justa, adem�s de cumplir el objetivo que nos hemos trazado: tener un patrimonio cultural en el sentido m�s amplio de la palabra, lo m�s difundido, protegido y promovido posible. Voto a favor de la idea de legislar. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador se�or Ignacio Walker. El se�or WALKER (don Ignacio).- Se�ora Presidenta, al igual que todos los colegas que han intervenido, yo tambi�n he apoyado y voy a seguir apoyando, con mucha convicci�n, todo aquello que vaya en beneficio del desarrollo de la cultura, de las artes y de la m�sica chilena, incluyendo, por cierto, este proyecto de fomento a la m�sica nacional. En la sesi�n anterior en que se abord� esta materia, yo hice algunos planteamientos que quiero recordar ahora. Primero, se�al� que este debate no es entre los artistas y las radios. Los m�sicos dependen mucho de las emisoras. Y esta discusi�n no los pone en conflicto. Se necesitan mutuamente, rec�procamente. No hay confrontaci�n entre la ARCHI y la SCD, como algunos titulares, algunas caricaturas, algunas im�genes pretenden sugerir. �No es as�! El tema de fondo, como aqu� se ha dicho, es el lugar que ocupan en nuestro pa�s, en nuestra sociedad, la cultura, las artes, en sus distintas manifestaciones. Aqu� estamos hablando de una de ellas, una muy importante: de la m�sica; en concreto, de un proyecto de fomento a la m�sica nacional, teniendo como eje una palabra central, medular, que es el vocablo "identidad". La forma en que Chile se inserta en el mundo global es a partir, y no a pesar, de los factores que nos constituyen como identidad, como naci�n, como cultura. Ese es el tema de fondo. Y, desde el punto de vista legislativo, como se�al� en una sesi�n anterior, cabe considerar un concepto que es absolutamente evidente, de Perogrullo: el de reciprocidad. En efecto, las radios y los canales de televisi�n funcionan porque recibieron una concesi�n para ello. O sea, la sociedad chilena, a trav�s de la ley y en forma administrativa, les entreg� a esos operadores una concesi�n para poder transmitir. Por lo tanto, m�s all� de las disposiciones constitucionales y legales, es l�gico y de sentido com�n que la sociedad les establezca ciertas reglas, en reciprocidad y como contraprestaci�n, a las radios y a los canales de televisi�n. Al respecto, en aquella oportunidad cit� la letra d) del art�culo 13 de la Ley del Consejo Nacional de Televisi�n, que estipula que este organismo podr� "fijar, de manera general, un porcentaje de hasta un 40% de producci�n chilena en los programas que transmitan los canales de servicios de radiodifusi�n televisiva de libre recepci�n". Dentro de este porcentaje, es posible incluir la exhibici�n de pel�culas nacionales. Es una norma muy simple, pero el doble m�s exigente de lo que plantea la iniciativa que nos ocupa: que los canales transmitan al menos un 40 por ciento de producci�n chilena. Tal disposici�n, por cierto, ha generado un tremendo impacto. A modo de ejemplo, basta ver lo que ha sucedido con el �rea dram�tica de los canales de televisi�n. Pues bien, lo que ahora estamos aprobando es una propuesta muy sencilla, tan sencilla como la reci�n citada. Dice: "las radioemisoras, en su programaci�n fonogr�fica diaria, deber�n emitir al menos" -�al menos!, lo subrayo- "una quinta parte (20%) de m�sica nacional". Ese es el coraz�n del proyecto: una norma simple, pero que tendr� repercusi�n y eficacia, y ojal� siente un precedente. Adem�s, introdujimos una indicaci�n con el Senador Rossi -para que se vea que no siempre peleamos-, mediante la cual se reserva un porcentaje para las composiciones e interpretaciones musicales emergentes. Porque muchos reclamaron en el debate que hubo en la Comisi�n -y ello fue recogido- que esta futura ley podr�a abrir un espacio solo para los consagrados o para los que tienen m�s historia. �No! Tambi�n habr� un lugar de difusi�n para los emergentes. Asimismo, se plantea una multa para las radioemisoras que no cumplan esta normativa. Tambi�n se incluye lo relativo a la legitimaci�n activa, que es un recurso procesal muy simple e inteligente para que las propias organizaciones de autores e int�rpretes puedan ayudar a que se cumpla la obligaci�n legal. Porque no queremos una ley que sea letra muerta. En definitiva, la Ley del Consejo Nacional de Televisi�n establece 40 por ciento y la presente propuesta legislativa, 20 por ciento. Esto, se�ora Presidenta, no pasa de ser un peque�o gesto, un gui�o, una simb�lica manifestaci�n de voluntad a favor del fomento de la m�sica chilena. Es un paso m�s en la direcci�n correcta: Ley sobre Fomento de la M�sica Chilena, Consejo de Fomento de la M�sica Nacional, fondos concursables, FONDART. Es un paso m�s en la direcci�n de fortalecer los factores que nos constituyen como naci�n, como cultura; a la postre, nuestra identidad. Eso es lo que est� en juego. Se ha hablado mucho de la cuesti�n constitucional. De hecho, cuando hay dudas en proyectos de este tipo, se suele aludir a las normas de la Carta Fundamental. Pero �qu� dice la Constituci�n? En el art�culo 19, N� 12�, consagra: "La libertad de emitir opini�n y la de informar". Esta garant�a constitucional es de la mayor entidad, y tiene una sola gran limitaci�n: "La ley en ning�n caso podr� establecer monopolio estatal sobre los medios de comunicaci�n social". Punto. Esa es la restricci�n que fij� el constituyente. Muchos creemos que en el ejercicio de tales libertades y derechos hay otra limitaci�n: la vieja cuesti�n del bien com�n. �Y c�mo no va a ser un aspecto central del bien com�n aquello que ata�e a la cultura, a las artes y a la m�sica nacional! En consecuencia, estimo que estamos frente a una iniciativa que, sin ser una soluci�n de fondo y quedando mucho camino por recorrer, evidentemente constituye un paso concreto en la direcci�n correcta. Por otra parte, recojo lo que aqu� se ha dicho con relaci�n a la cultura a nivel regional. Pero pienso que existen formas m�s adecuadas para hacer efectivo esto. Yo soy representante de la Regi�n de Valpara�so y del Aconcagua. Por ejemplo, en materia de fondos concursables, debi�ramos enfatizar los proyectos regionales para que, precisamente, la cultura, las artes, la m�sica reciban apoyo en ese plano. Con todo, a mi juicio, la doble exigencia que hace esta futura ley (20 por ciento al menos de emisi�n de m�sica chilena y la posibilidad de destinar una parte de esa programaci�n a la difusi�n de artistas emergentes) se orienta, como norma general -la ley siempre posee ese car�cter-, en el sentido correcto. Se�ora Presidenta, aqu� Gobierno y Oposici�n tienen la oportunidad de aportar como Congreso. Por lo mismo, celebro lo expresado por el Senador Hern�n Larra�n, quien fue muy elocuente. Adem�s, cabe recordar -aunque se trata de personas que no son de mi tienda partidaria- que esta iniciativa naci� en 2007 de una moci�n que presentaron nueve Diputados de la UDI. Entonces, este debate, as� como no es una cuesti�n entre la ARCHI y la SCD o entre los m�sicos y las radios, tampoco lo es entre Gobierno y Oposici�n. Por el contrario, debiera ser un tema muy transversal. Por ello -pese a toda la tardanza que implic� este proyecto, pues llevamos siete a�os en su tramitaci�n-, me siento alentado a dar una se�al, no a un grupo de inter�s en un sentido corporativo, sino a los creadores de la cultura, de las artes, de la m�sica, para manifestarles que el Parlamento, que es una caja de resonancia de la sociedad chilena, apoya todo lo que ata�e al fortalecimiento de esos factores de identidad. He dicho. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Von Baer. --(Manifestaciones en tribunas). La se�ora VON BAER.- Se�ora Presidenta, al inicio de mi intervenci�n le pido que use sus facultades para que haya un ambiente de tranquilidad y respeto, y as� yo pueda realizar mi exposici�n. Dicho eso, hago presente que esta iniciativa de ley, como se ha manifestado aqu�, pretende concretar una idea que es noble y que, en mi opini�n, todos compartimos, transversalmente. Esta busca resolver c�mo cuidamos nuestra identidad como naci�n; c�mo cuidamos nuestra cultura chilena, y c�mo la apoyamos frente a un contexto que, como todos sabemos, es dif�cil, dada la influencia que ejerce en nuestra realidad la cultura del �mbito internacional. Por eso, me alegro de que hoy d�a en este Hemiciclo se exprese una preocupaci�n real por nuestra cultura, por nuestra identidad y por nuestras ra�ces. Sin embargo, cuando discutimos sobre pol�ticas p�blicas, tenemos que preguntarnos si la propuesta para lograr un fin, que probablemente es compartido, resulta ser la mejor y si generar� un efecto no deseado. Hay que analizar sus consecuencias, porque, quiz�s, sean distintas de las que estamos previendo. Y la interrogante que debi�ramos hacernos ac� es la siguiente: �No habr� una pol�tica p�blica mejor para apoyar la difusi�n de la m�sica chilena que la que pretende imponer cuotas espec�ficas a todas las radios, sin distinci�n (grandes, peque�as, regionales, comunales), las cuales usan el espectro radioel�ctrico para transmitir? Cuando se intenta impulsar una pol�tica p�blica, cabe preguntarse qu� otra libertad podemos estar afectando y si el equilibrio que se plantea nos parece bien y logra finalmente el objetivo fijado, sin pasar a llevar otro derecho que tambi�n queremos cuidar. En esta iniciativa se utiliza como instrumento la fijaci�n de una cuota; o sea, se les dice a las radios cu�nta m�sica chilena tienen que tocar por obligaci�n, no porque lo hayan decidido; no por tratarse de m�sica de tal o cual est�ndar; no porque la quieran emitir, sino porque se les fija una cantidad espec�fica y se les dice qu� han de tocar. Algunos Senadores se�alaron que la ley en proyecto no va contra la libertad de expresi�n porque nuestra Constituci�n establece que ella se relaciona con la libertad de emitir opini�n y la de informar. Sin embargo, yo creo que la libertad de expresi�n, en especial cuando pensamos asimismo en los tratados internacionales, no solo tiene que ver con la libertad de emitir opini�n y la de informar, sino tambi�n, si abrimos un poco nuestra mente, con el hecho de que los medios de comunicaci�n puedan definir los contenidos que van a transmitir. Ac� hay que analizar qu� pasa si empezamos a determinar los contenidos que puede transmitir un medio de comunicaci�n y cu�les son fijados por norma y en qu� porcentaje. Porque, cuando abrimos esa puerta, la pregunta es, utilizando el mismo argumento, qu� otros elementos m�s van a entrar por ella: si lo hicimos con la m�sica, �por qu� no con las opiniones, por qu� no con cierto tipo de informaci�n, si el espectro radioel�ctrico es del Estado? Entonces, mi preocupaci�n en este proyecto es por el largo plazo, por la puerta que estamos abriendo, por el hecho de que estamos diciendo: "En las radioemisoras habr� determinado porcentaje para trasmitir cierto tipo de m�sica". Porque ah� abrimos la puerta para que no solo respecto de la m�sica sino tambi�n de otros temas les digamos a los medios de comunicaci�n que deben transmitir cierta cantidad. Podemos estar de acuerdo en que la promoci�n de la m�sica chilena es algo noble. �Pero qu� pasa si despu�s viene otra limitaci�n a la libertad de expresi�n? --(Manifestaciones en tribunas). Ac� estamos disponiendo que la ley obligue a las radios a transmitir ciertos contenidos generados por creadores nacionales. Ello ni siquiera tiene que ver -lo digo para entendimiento de quienes siguen este debate desde sus casas- con que sea m�sica de autores chilenos. No. Como viene definido en el proyecto, se refiere a m�sica cantada por un chileno; o sea, puede ser en ingl�s, interpretada por un chileno. No tiene por qu� tratarse de m�sica de un autor nacional; ni tampoco folcl�rica (muchos piensan que estamos hablando de ello). �No! Es factible la transmisi�n de cualquier tipo de m�sica internacional, pero cantada por un chileno. Aquello me parece bastante arbitrario, se�ora Presidenta. No es lo que la gente cree, en el sentido de que debe ser producci�n de un autor chileno y con ello estamos impulsando la generaci�n de m�sica de autor�a nacional. No. Puede tratarse de cualquier tipo de m�sica, pero -reitero- interpretada, tocada por un chileno. Por lo tanto, debemos preguntarnos si no tenemos otra pol�tica p�blica mejor para lograr esa finalidad, en vez de definir lo que una radio puede transmitir. Porque aqu� estamos diciendo: "Se�or, usted, que tiene una radio, debe transmitir de todas maneras 20 por ciento de m�sica chilena". �Qu� pasa -llevando la situaci�n al extremo- si una radio solo quiere transmitir programas de informaci�n o deportivos? �Le vamos a exigir tambi�n en la programaci�n, aunque no est� dentro de su l�nea editorial, emitir 20 por ciento de m�sica chilena? �Qu� ocurre en el caso de una radio cuya l�nea editorial, porque quiz�s tiene p�blico para ello, es la de transmitir m�sica anglo? �Por qu� no se puede decidir libremente qu� tipo de m�sica emitir? Cuando se me dice que aqu� se pretende impulsar... --(Manifestaciones en tribunas). Se�ora Presidenta, considero superimportante que en democracia todos podamos expresar con libertad lo que queremos. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Exc�seme, se�ora Senadora. Les hemos pedido a los asistentes a las tribunas el m�ximo de respeto. Debemos cumplir nuestro Reglamento. Hay que dar el ejemplo. As� que les ruego que escuchen a la Senadora se�ora Von Baer con todo el respeto que merece. La se�ora VON BAER.- As� es la democracia: existen opiniones distintas y visiones diferentes que siempre hay que respetar. Considero tremendamente significativo no tratar nunca de imponer determinado punto de vista, sino estar dispuesto a escuchar una opini�n distinta, aunque no se comparta, pero en todo momento con respeto. Dec�a, se�ora Presidenta -sigo con mi argumento-, que ac� se quiere apoyar la producci�n de contenido chileno, la identidad nacional. Yo me pregunto: desde la perspectiva de las pol�ticas p�blicas, �no ser� mejor que impulsemos realmente la producci�n de m�sica chilena, con fondos mayores que los existentes hoy, y que procuremos que sea de tal calidad que los espacios se ganen, en lugar de imponerla, de obligar a las radios a transmitirla? Por otra parte, se ha se�alado aqu� que tenemos una regulaci�n parecida a la de nuestra televisi�n. Pero no es igual. Porque en el caso de esta no se dice que debe transmitirse 20 por ciento de producci�n de, por ejemplo, telenovelas chilenas. No: se habla de 40 por ciento de producci�n nacional. Eso, de seguro, las radios lo cumplen de m�s, si consideramos el tiempo de los programas de la ma�ana, el de los noticieros. Para la televisi�n no es tan dif�cil completar dicho porcentaje. Porque ah� caen los reality, las telenovelas, los matinales, en fin. Todo ello es producci�n nacional. A la televisi�n no se le dice "Debe transmitir 40 por ciento solo de programas sobre deporte", sino que debe ser producci�n chilena en general. Eso es mucho m�s amplio que �nicamente establecer programaci�n de m�sica. Ahora, se�ora Presidenta, quisiera referirme al funcionamiento de la normativa propuesta. Porque ac� se piensa -as� lo creen muchos artistas- que con la ley en proyecto les van a llegar m�s recursos a los artistas chilenos. Lo pregunt� en la Comisi�n de Educaci�n. Pero no necesariamente ser� as�: recibir�n dinero quienes est�n inscritos en la Sociedad Chilena del Derecho de Autor. De modo que no porque una radio comunal cumpla con el 20 por ciento de emisi�n de m�sica nacional al difundir el trabajo de un cantautor que no se halla inscrito en la SCD a ese artista le van a llegar recursos. Si no est� inscrito, no recibir� nada. Por lo tanto, no aumentar� forzosamente la recaudaci�n de los fondos que les corresponden a los artistas nacionales: solo percibir�n recursos los que se encuentren registrados en la mencionada Sociedad. De otro lado, la f�rmula que se utiliza para determinar los dineros que recauda la SCD no depende de la cantidad de m�sica chilena que se toca, sino de un porcentaje de la facturaci�n de todas las radios; incluso, si no me equivoco, del metraje que pagan los mall, en fin. No tiene nada que ver con la cantidad de m�sica nacional emitida. Repito: se piensa que con la ley en proyecto van a llegar m�s fondos a los autores nacionales; pero no necesariamente ser� as�. Por �ltimo, quiero se�alar mi preocupaci�n con respecto a las radios comunales, a las radios peque�as. �Qu� va a pasar cuando esas radios sean llevadas a juicio? �C�mo podr� establecerse que s� cumplen con el 20 por ciento de emisi�n de m�sica nacional? �Qui�n medir� eso? Porque hoy d�a son las mismas radios las que informan aquello. Pero cuando se llegue a juicio tendremos, por un lado, a una radio que le indica a la SCD cu�nta m�sica toca, y por el otro, a la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, la cual dir� que esa radioemisora no est� cumpliendo dicho porcentaje. �Qui�n exhibir� la prueba real si no existe tal medici�n? Lo pregunt� muchas veces en la Comisi�n: no hay medici�n que diga cu�nta m�sica nacional se est� tocando; son las propias radioemisoras las que lo informan. Tendremos, pues, a un mont�n de radios peque�as, de comunas, involucradas quiz�s en juicios en que no habr� prueba verdadera para demostrar cu�nta m�sica chilena se emite. No pudimos llegar a acuerdo en ese punto. Algunos dicen que se alcanza 18 por ciento; otros, 15 por ciento, 12 por ciento, en fin. Terminaremos, pues, en juicios en que nadie podr� demostrar el porcentaje de m�sica chilena que se est� tocando, en especial en las radios m�s peque�as, de comunas y de regiones. Entonces, se�ora Presidenta, aunque queramos impulsar la cultura y la m�sica chilenas -idea noble, ciertamente-, el camino escogido para ello me parece equivocado. He dicho. --(Manifestaciones en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Ruego a los asistentes a las tribunas guardar silencio y respetar nuestro Reglamento. Ya les se�al� que hacerlo forma parte de nuestra democracia. Tiene la palabra el Senador se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�ora Presidenta, uno de los aspectos nobles de nuestra patria es que pensamos distinto. En tal sentido, quiero valorar lo expresado por la Senadora que me antecedi� en el uso de la palabra, quien ha defendido sus convicciones. Porque me parece bueno en democracia discutir los temas. Ahora, con respecto al proyecto en debate, deseo se�alar primero que el objetivo es defender nuestra identidad, nuestra cultura, en particular a base de un bien nacional de uso p�blico: el espacio radioel�ctrico. Este no es a�n un Estado que en su organizaci�n nos represente a todos. A algunos no nos gusta la idea del Estado subsidiario. Por cierto, en lo expuesto por la Honorable colega que me antecedi� se halla como idea matriz este concepto, y no el de un Estado que defiende sus bienes y regula el uso de ellos con el prop�sito de promover intereses p�blicos y colectivos por sobre los individuales o de grupos espec�ficos. La Constituci�n Pol�tica, en diferentes partes, establece que es factible poner cargas en t�rminos econ�micos, siempre que no sean discriminatorias; que a la propiedad se le pueden imponer cargas a trav�s de una ley, siempre que no sean arbitrarias. Y resulta evidente que, en materia de libertad de expresi�n, cuando un bien nacional de uso p�blico se entrega a particulares que no pagan por �l, el Estado tiene todo el derecho a regular su uso. Comienzo, entonces, con esa precisi�n, porque vamos a escuchar algunas opiniones sobre la inconstitucionalidad de la ley en proyecto, la cual, seg�n se se�ala, pasa a llevar derechos sacrosantos. Yo quiero decir que no es as�, ni en lo m�s m�nimo. En segundo lugar, debo manifestar que, en el mundo globalizado en que vivimos, es deber pol�tico del Estado cautelar ciertos bienes que pueden entrar en contradicci�n con otros bienes. Proteger nuestra identidad y nuestra producci�n cultural es obligaci�n del Estado. No es deber de los m�sicos, de los creadores, sino una responsabilidad colectiva, con el fin de defender un bien de inter�s estrat�gico para Chile: nuestra identidad. En el mundo global de hoy, lo que m�s va a determinar nuestra diferenciaci�n con respecto a otros tiene que ver con elementos de la identidad, los cuales son cambiantes en el tiempo, pero, sin duda, forman parte de nuestro patrimonio. Esta materia -insisto- no solo debe ser de inter�s de los creadores, de los m�sicos, de los cantantes: tambi�n ha de haber preocupaci�n general. Me asiste esa convicci�n al respecto. Ahora, se�ora Presidenta, no tengo la menor duda -y por eso voy a votar favorablemente- de que estamos ante un problema de pol�ticas p�blicas. Aqu� discrepo profundamente de la Senadora que me antecedi�: yo privilegio intereses colectivos y p�blicos por sobre lo que interpreto como su posici�n, esto es, la defensa que Su Se�or�a hace de intereses individuales, de quienes tienen concesiones radiales. Tan as� es la cuesti�n que, en el intento por construir un acuerdo -se nos transmiti� que exist�a un esfuerzo al respecto-, la ARCHI trat� de promover la definici�n de un promedio de emisi�n en la industria y se�al� que estaban de acuerdo con el 20 por ciento, e incluso, que se hallaban dispuestos a avanzar al 25 por ciento. Pero ah� reside el problema, se�ora Presidenta. Porque no todas las radios son iguales. Las radioemisoras de provincias, las peque�as radios, cumplen con creces lo planteado por la iniciativa en debate, pues act�an con una l�gica de clara identidad local y regional y defienden m�s que otras -las cadenas, lo nuestro, nuestra identidad. Por tanto, �que no usen la chiva de las radios chicas! --(Aplausos en tribunas). �Que no utilicen la explicaci�n de que a las radios peque�as las van a demandar! Yo represento a una Regi�n del valle central de nuestro pa�s donde -estoy seguro- las emisoras radiales m�s que duplican lo que dispone la ley en proyecto. El problema es otro: las grandes radios no creen en el concepto de la defensa de intereses p�blicos; piensan que son due�as del espectro radioel�ctrico, y no entienden que este se les ha entregado en concesi�n. Porque ese bien es de todos nosotros, de todos los chilenos, y por eso podemos regular su uso. Es curioso cuando se plantea que el problema radica en que no hay chilenos para todos los tipos de programaciones. Es como si dij�ramos que no existen int�rpretes ni compositores de m�sica cl�sica. Aquello significa declarar la ignorancia m�s absoluta sobre la riqueza de la producci�n en nuestro pa�s. Aqu�, en un segundo plano -no en el que a m� me interesa-, ciertamente hay un conflicto econ�mico. Y es bueno hacerlo evidente, no esconderlo. Lo que pasa es que algunas radios no quieren que la Sociedad Chilena del Derecho de Autor les cobre m�s por transmitir cierto tipo de m�sica. Muchas de esas radioemisoras ya no pagan, o los pagan muy parcialmente, los derechos de autores extranjeros. Son sectores que ideol�gicamente siempre est�n hablando de la defensa del derecho de propiedad. Pero cuando la propiedad es intangible, como el derecho de autor, no les gusta defenderla mucho. La ley en proyecto servir� para que a algunos m�sicos les lleguen recursos. Y yo espero que todos los reciban. Tengo mi opini�n sobre la SCD. Soy bastante cr�tico de ella -lo debo reconocer- en muchos aspectos. Porque hay formas y formas de actuar. Pero eso no es lo esencial. Lo esencial es que las grandes cadenas sean parte de este esfuerzo de defensa de la identidad de nuestro pa�s, que es patrimonio de todos. Por eso la ARCHI quiere hablar de promedios. Porque no desean que las radios grandes asuman esa responsabilidad de la misma forma. Se�ora Presidenta, agradezco lo que plante� en su momento "Florcita Motuda", por cuanto ahora estamos partiendo con 20 por ciento de emisi�n de m�sica nacional: esperamos llegar a 40. --(Aplausos en tribunas). Porque la verdad es que uno no es chileno solo el 18 de septiembre, cuando se viste de huaso (�a algunos les gusta ponerse sombrerito, chupalla y bailar cueca...!). Hay muchas maneras de ser chileno o chilena. Existen diversos tipos de m�sica y de creaciones. Yo espero que tengamos capacidad para valorar lo nuestro en toda su amplitud y sentirnos realmente orgullosos de ello. Y la forma de sentirnos orgullosos y promover lo nuestro es garantizarle en los espacios radiales una cuota m�nima, de por lo menos 20 por ciento, no solo para entretenernos, sino tambi�n para que los artistas chilenos puedan desarrollarse y seguir alimentando nuestro esp�ritu. Voto a favor. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador se�or Chahu�n. El se�or CHAHU�N.- Se�ora Presidenta, Honorable Senado, el proyecto de ley que ahora nos convoca discurre entre la obligaci�n que se pretende imponerles a las radios de emitir diariamente 20 por ciento de canciones de autores e int�rpretes nacionales y la libertad de expresi�n que consagra nuestra Constituci�n Pol�tica como derecho fundamental. Es plenamente leg�timo y loable fomentar la m�sica de nuestros autores, porque forma parte del patrimonio art�stico y cultural de Chile. Pero creemos que debe buscarse una f�rmula que nos permita estimular a trav�s de las radios la defensa de la identidad nacional. Me habr�a gustado que en esta materia se hubiese llegado a un acuerdo en la Comisi�n. Sab�a que hab�a inter�s tanto de la Uni�n Nacional de Artistas cuanto de la SCD y de la ARCHI por buscar un punto de encuentro. Sin lugar a dudas, representa un avance que esta iniciativa haya considerado a las interpretaciones musicales emergentes. Igualmente, es una cuesti�n de fondo la determinaci�n de la forma como van a distribuirse los recursos que se recaudar�n en virtud de la ley en proyecto. Claramente he se�alado la necesidad de que los artistas emergentes tengan la oportunidad de acceder a esos recursos. Otro tema dice relaci�n con la forma como se vota en la SCD. A m� me encantar�a que todos los artistas estuvieran en igualdad de condiciones para elegir a la directiva y que no hubiera tres categor�as para determinar qu� peso electoral se tiene dentro de esa Sociedad: cinco votos o uno. En tal sentido, quisiera estimular un reparto m�s equitativo en el caso de los artistas emergentes. �C�mo pueden hoy d�a los referidos artistas acceder a los recursos que se obtienen a trav�s de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor? Si son tocados en tres radios. Y hay que comprobarlo mediante los sistemas de control y de informaci�n existentes. Muchos artistas emergentes me han hablado de sus intentos para conseguir dinero por esa v�a. Tras golpear la puerta de la SCD, les han pedido acreditar la difusi�n de sus interpretaciones por tres radioemisoras. Debemos hacernos cargo de ese problema y solucionarlo. Porque no todos los artistas tendr�n igualdad de condiciones para acceder a los dineros recaudados en virtud de la ley en proyecto. Como se�al� el Senador Letelier, hay que hacer evidentes todos los conflictos de intereses existentes en esta materia. Es necesario, pues, poner todas las situaciones sobre la mesa, para aprobar una buena legislaci�n. En tal sentido, el establecimiento de un espacio para la m�sica emergente me parece significativo. Y eso se consagra en el texto que nos ocupa. Otro tema relevante se relaciona con la fijaci�n de un promedio de la industria. �Y por qu� lo planteo? Lo explicar�. En mi Regi�n no son lo mismo la Radio Festival o la Radio Congreso, las cuales tienen sobre 40 por ciento de m�sica nacional, que otras radios, nacionales e incluso locales -lo planteaba muy bien el colega Letelier-, que aplican una pol�tica distinta. No da lo mismo, en consecuencia, establecer un promedio de 20 por ciento y exigir que lo cumpla cada una de ellas. Yo aspiro incluso a un promedio mayor, ojal� de 25 por ciento, con un compromiso claro; con una legislaci�n acorde, que permita al menos en cinco a�os avanzar en la materia. Empero, para ello hay que entender que las empresas ocupan el espectro radioel�ctrico, bien nacional de uso p�blico que el Estado entrega en concesi�n y respecto de cuyo uso (valga la redundancia) puede establecer restricciones. Por supuesto, me encantar�a que existiera mucha m�s m�sica nacional, mucha m�s identidad; que nuestra m�sica se difundiera; que hubiese espacio para los emergentes. Me gustar�an tambi�n fondos concursables a la altura. Porque, a decir verdad, las iniciativas ingresadas durante la Administraci�n anterior fueron insuficientes. Y hay que tener un est�mulo mayor para incentivar la difusi�n de la m�sica. Un artista -he hablado con varios- me dec�a: "Quiero que me escuchen, no por decreto, sino por gusto". Es cierto. Pero es menester asimismo generar las condiciones para que las radioemisoras accedan a difundir los contenidos. De otro lado, tenemos una cuesti�n de precedentes. Considero indispensable avanzar, de todas maneras, en materia de identidad nacional y de fomento a la m�sica chilena. Todos vemos c�mo los autores nacionales terminan sus d�as: pr�cticamente abandonados -incluso por el recuerdo de los chilenos- en hogares de ancianos, sin una previsi�n que les garantice siquiera una pensi�n digna. Por tanto, debemos cuestionarnos tambi�n por qu� los recursos emanados de la ley en proyecto no concurren a la formaci�n de un fondo para las pensiones de los artistas e int�rpretes nacionales. A los efectos de avanzar en la materia, invito a que tengamos un nuevo informe de la Comisi�n. --(Manifestaciones en tribunas). Y lo digo con toda responsabilidad. Yo fui uno de los que defendieron a los artistas, incluso durante mi Gobierno, como Presidente de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones, cuando sacamos adelante el proyecto sobre televisi�n digital. Y lo hicimos para resguardarlos frente a los concesionarios que repet�an programas sin pagar sus derechos de autor a quienes hab�an desplegado sus dones y contribuido con su trabajo para crearlos. Por consiguiente, a ese respecto no tengo que dar la prueba de la blancura. Y bien sabe la Uni�n Nacional de Artistas c�mo labor� para que los concesionarios interesados en tener se�ales de televisi�n digital respetaran los derechos de sus afiliados. Entonces, hago un llamado a que podamos ponernos de acuerdo (y quiero aventurar) para tener en promedio 25 por ciento de la industria. La idea es establecer un plazo breve para formular indicaciones y generar un gran acuerdo, al que concurran tanto la ARCHI y la SCD cuanto la Uni�n Nacional de Artistas, al objeto de que podamos despachar una legislaci�n que fomente la identidad nacional y permita las adecuaciones necesarias para avanzar en la materia. --(Manifestaciones en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Debo hacer presente que el punto se vio en reuni�n de Comit�s y que estamos en la discusi�n general. De manera que el proyecto volver� a la Comisi�n, donde se formular�n indicaciones. Luego se emitir� un segundo informe, el que vendr� a la Sala. El se�or ROSSI.- La discusi�n es en general y en particular, se�ora Presidenta. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Debo reiterarle, Su Se�or�a, que el punto se vio en reuni�n de Comit�s. En todo caso, cualquier Senador tiene derecho a pedir que la iniciativa vaya a Comisi�n y que se fije plazo para presentar indicaciones. Reitero: ahora vamos a votar en general; el proyecto ir� a la Comisi�n, donde se podr�n formular indicaciones, para lo cual acordamos como plazo el 30 de junio, a las 12; y se elaborar� un segundo informe, el que vendr� a la Sala para la discusi�n particular. Tiene la palabra el Senador se�or Rossi para una cuesti�n de Reglamento. El se�or ROSSI.- Se�ora Presidenta, este proyecto fue discutido en la Comisi�n (lo conversamos reci�n con su Secretario) en general y en particular. Y lo debatimos en dos ocasiones. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- El se�or Secretario General tiene una opini�n distinta. Y voy a darle la palabra. El se�or LABB� (Secretario General).- Muchas veces la Sala discute en general los proyectos y acuerda mandarlos a Comisi�n para un nuevo primer informe. Cuando la iniciativa vuelve a la Sala con el nuevo primer informe, contin�a la discusi�n general si su texto es distinto. Ambas situaciones se registraron en esta oportunidad. Por consiguiente, primero hay que aprobar la idea de legislar. Si cualquier Senador pide plazo para formular indicaciones, debe fijarse. En tal caso, el proyecto vuelve a Comisi�n, la que emite el segundo informe, donde deja constancia de las indicaciones rechazadas, de las aprobadas, de las aprobadas con enmiendas, etc�tera. Finalmente, la Sala decide en particular sobre cada situaci�n. Es cuanto puedo informar, se�ora Presidenta. El se�or LETELIER.- Pido la palabra. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Se la voy a dar, Su Se�or�a, pero le hago presente que este punto ya lo vimos. Ahora, debo recordar que la interpretaci�n que dio el se�or Secretario corresponde a lo que acordamos aqu� en sesi�n anterior. En esa oportunidad se debati� la idea de legislar y se remiti� el proyecto a la Comisi�n para que evacuara un nuevo primer informe. En dicho tr�mite se formularon indicaciones y se mand� la iniciativa a la Sala para proseguir la discusi�n general. En esta ocasi�n, de aprobarse la idea de legislar, el proyecto volver� a dicho �rgano t�cnico, el que, tras analizar las nuevas indicaciones, va a elaborar el segundo informe, documento que someter� a nuestra consideraci�n. Ahora, yo no puedo restringir el derecho reglamentario de los se�ores Senadores a pedir que se fije plazo para formular indicaciones. Tiene la palabra el Honorable se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�ora Presidenta, quiero dejar sentado que, independiente de c�mo resolvamos la cuesti�n reglamentaria, este proyecto se va a aprobar. Entonces, ese no es el tema de discusi�n. Ahora, lo cierto es que la Sala autoriz� originalmente a la Comisi�n para ver el proyecto en general y particular a la vez, por tener solo un art�culo. La �ltima vez, atendida precisamente esa autorizaci�n, se us� el resquicio reglamentario -v�lido- para que la iniciativa volviera a la Comisi�n. De lo contrario, se habr�a votado en general y se habr�an hecho las indicaciones. Eso fue lo que ocurri�. La reflexi�n general del se�or Secretario es muy v�lida. Sin embargo, debo recordar que se hab�a acordado ver el proyecto en general y en particular para votarlo en la Sala por ser de art�culo �nico y que se alter� el procedimiento porque algunos colegas quer�an presentar indicaciones y pidieron un nuevo primer informe para que se discutiera de nuevo. Es la Mesa la que resuelve en esta materia, de acuerdo a lo que diga el se�or Secretario. Pero las indicaciones ya se formularon y se trataron. Y eso consta en el nuevo primer informe. De otra manera no figurar�a en �l. Quiero, pues, subrayar que, aunque se fije un nuevo plazo para formular indicaciones, hoy la aprobaci�n se verificar� con los mismos votos que habr� la pr�xima semana. Dejo sentada reglamentariamente nuestra posici�n. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Est� en su derecho, se�or Senador. La interpretaci�n del se�or Secretario es diferente. Ahora proseguiremos la votaci�n. Tiene la palabra el Senador se�or Matta. El se�or MATTA.- Se�ora Presidenta, para la historia del debate de este proyecto de ley, me permitir� agregar algunos antecedentes que me envi� la Uni�n Nacional de Artistas, entidad que agrupa a entre 12 mil y 14 mil artistas, en m�s de 6 disciplinas y 17 organizaciones. Se trata de un ente importante, que merece mi mayor respeto. Una primera afirmaci�n dice: "Los chilenos escuchamos lo que 3 sellos transnacionales producen. "Actualmente existe una alta concentraci�n del mercado de la m�sica a nivel mundial. Solo 3 sellos transnacionales poseen m�s del 70% del mercado mundial (Sony-BMG, Universal Music Group, Emi y Times-Warner)�. Estas compa��as multinacionales ejercen gran influencia para que las radioemisoras de todo el mundo programen su producci�n. Esto se ve reflejado en nuestro pa�s, al igual que en muchos otros, donde el 67% de la m�sica que se escucha corresponde justamente a la producida por estas 3 transnacionales. Es decir la disparidad mundial se reproduce a nivel local. Como es esperable, los sellos independientes compiten con mucha dificultad frente a estas grandes empresas. "Adem�s de las consecuencias econ�micas, esta concentraci�n tiene sobre todo implicancias culturales, imponi�ndose la cultura musical de ciertos mercados (el norteamericano principalmente) por sobre la gran diversidad de expresiones musicales que existen en el mundo. Es decir, afecta la identidad de un pa�s, su autovaloraci�n y las oportunidades de acceso a la diversidad cultural de la poblaci�n. Adem�s complejiza la subsistencia de las industrias creativas locales y los m�sicos chilenos.". Segunda afirmaci�n: "Se nos obliga a escuchar lo que 6 empresas radiales definen "En Chile, son seis (6) empresas en el pa�s las que tienen el 70% de las radios, y tres de �stas ocupan el 55% de ese total y concentran el 70% de la publicidad comercial.". "La campa�a radial de ARCHI" -agrega en otro p�rrafo- "hace creer que el proyecto de ley obligar� a los chilenos a escuchar canciones, cuando la realidad muestra que ya estamos obligados a escuchar lo que unas pocas empresas definen. Empresas que a su vez... --(Aplausos en tribunas). ... son "invitadas" a programar lo que 3 sellos transnacionales producen.". Tercera afirmaci�n: "La Unesco promueve la aplicaci�n de pol�ticas para proteger la m�sica y la cultura: "Como vemos se trata de una de las consecuencias negativas de la globalizaci�n econ�mica y la formaci�n de monopolios. La Unesco preocupada por esta situaci�n en el mundo promovi� la Convenci�n sobre la protecci�n y promoci�n de la diversidad de las expresiones culturales, m�s conocida como la Convenci�n por la Diversidad Cultural. Esta declaraci�n suscrita por 133 pa�ses, con la significativa excepci�n de Estados Unidos, advierte: ""(...) que los procesos de mundializaci�n, facilitados por la evoluci�n r�pida de las tecnolog�as de la informaci�n y la comunicaci�n, pese a que crean condiciones in�ditas para que se intensifique la interacci�n entre las culturas, constituye tambi�n un desaf�o para la diversidad cultural, especialmente en lo que respecta a los riesgos de desequilibrios entre pa�ses ricos y pa�ses pobres.". "A trav�s de esta convenci�n, los pa�ses reafirman su derecho a adoptar medidas para proteger y promover la diversidad cultural en su territorio. Las que pueden estar "encaminadas a proporcionar a las industrias culturales independientes nacionales y las actividades del sector no estructurado un acceso efectivo a los medios de producci�n, difusi�n y distribuci�n de bienes y servicios culturales". "En este marco muchos pa�ses como Francia, Argentina, Uruguay, Australia, Canad�, Portugal, entre muchos otros, han establecido cuotas m�nimas como una forma de contrarrestar las distorsiones del mercado mundial y apoyar los sellos independientes de su pa�s.". M�s adelante se expresa: "El proyecto" -el que ahora se debate- "NO propone g�nero SOLO proveniencia: que se entienda como m�sica chilena solo la m�sica folcl�rica de nuestro pa�s es un error y una muestra de lo poco que se conoce la diversidad de nuestra m�sica. El proyecto NO obliga a modificar la l�nea editorial de ninguna radio, solo abrir un espacio a los m�sicos chilenos.". Compartiendo plenamente tales juicios y antecedentes, voto con fuerza que s�. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador se�or Navarro. El se�or NAVARRO.- Se�ora Presidenta, durante muchos a�os nuestros m�sicos, nuestros creadores e int�rpretes se dedicaron a hacer solidariamente lo que mejor saben, sin costo, de manera gratuita. Yo estoy feliz de que se decidan a organizarse y luchar por sus derechos. A lo largo de varios a�os bregaron por los derechos de muchos. Ha llegado la hora de que se organicen. Y eso debiera ser reconocido. Tienen plena libertad para organizarse y defender sus derechos, tal como lo hacen otros: empresas, en fin. Para algunos, que las farmacias, que los bancos, que las AFP luchen por sus derechos resulta natural y normal, pero consideran extra�o que lo hagan nuestros artistas. --(Aplausos en tribunas). Creo que efectivamente hay una propiedad sobre un bien inmaterial, que es la m�sica, y es l�gico proceder as�. Pero se trata de un patrimonio que tambi�n cumple una funci�n social -no me cansar� de repetir que es un aliado de la felicidad: no existe felicidad sin m�sica-, la que nuestros creadores han venido ejerciendo. Y espero que eso contin�e, porque el derecho que reclaman es precisamente para profundizar en ello. Siete a�os es un plazo m�s que excesivo. Ojal� que quienes quieren dilatar el debate act�en de buena fe, mas juzgo que es algo que no puede seguir hasta el infinito. Las cosas, por sabidas se callan, y a veces, por calladas se olvidan. Efectivamente, se pretende olvidar, en ocasiones, que aqu� media una leg�tima -a estas alturas abrigo una duda- pugna de intereses. Me parece injusto seguir demorando el proyecto de ley, y aspiro a que las indicaciones den cuenta de que realmente... --(Aplausos en tribunas). ... se est� haciendo un esfuerzo real por mejorarlo. Ser� preciso acreditar que un 25 por ciento de la programaci�n de m�sica nacional corresponde a composiciones emergentes. La Asociaci�n de Radiodifusores de Chile (ARCHI) ha expresado que este no es el �nico instrumento; que no est� en contra de la m�sica, sino del expediente coercitivo y autoritario. La pregunta es cu�les son los otros. �Cu�les plantearon antes para promover nuestra producci�n? �D�nde est�n esas propuestas? Se est� discutiendo una medida real, concreta, que pretende fomentar, defender, valorizar, vigorizar la m�sica nacional de ra�z folcl�rica y el arte, as� como tambi�n a sus creadores. Hay quienes dicen que los medios no definen lo que quieren transmitir, sino que lo hace el p�blico. Quisiera consignar lo expresado por todas las investigaciones a nivel internacional, como se explica en el informe. Hace a�os, Eliot Spitzer, entonces Fiscal General del Estado de Nueva York, concluy�, tras multar a tres de las cuatro casas discogr�ficas m�s grandes del mundo, que, muchas veces, "contrariamente a las expectativas de los oyentes, el tiempo de emisi�n de los artistas est� determinado por los pagos a estaciones de radio y sus ejecutivos y no por los m�ritos art�sticos". Porque existe una extremada concentraci�n. �Cu�ntos grupos radiales hay en Chile? Cuatro: Bezanilla, Luksic, Dial, Ibero Americana Radio Chile. �Estos consorcios concentran el 70 por ciento del mercado! Solo el Grupo Prisa comprende 220 frecuencias -el 30 por ciento- y lo m�s importante: el 50 por ciento de la inversi�n publicitaria en ese �mbito. Lo mismo ocurre, muchas veces, en la prensa escrita. Y existe una ley sobre la televisi�n. Pero estamos tratando un proyecto sobre la radio. Ello, para mejorar la funci�n social del medio y, particularmente, para fortalecer el esp�ritu nacional, el de defensa de los valores que se han se�alado y la cultura. No se requiere un decreto para obligar a escuchar la producci�n de los artistas chilenos. As� es. Lo que se est� dando es la posibilidad de una promoci�n en condiciones de igualdad, elemento que no se presenta en el plano comercial. La Senadora se�ora Von Baer ha mencionado que no existe una manera de fiscalizar. Pero el propio Presidente de la ARCHI, se�or Luis Pardo, ha aclarado que un software arroj�, en 2012 y 2013, un porcentaje de fiscalizaci�n. Y el Director de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor tambi�n hizo referencia a uno, de origen espa�ol, que se utiliza en m�s de 40 pa�ses. Es posible, por tanto, cumplir esa funci�n. Hay instrumentos para hacerlo en forma adecuada. Lo que sucede es que hay que usarlos. Ya se se�al� que aqu� se ha pretendido dar una opci�n de inconstitucionalidad. La iniciativa busca equilibrar un menoscabo en perjuicio de la m�sica chilena. No afecta la l�nea editorial. Trata por igual a las radios locales y a las nacionales -regula lo relativo a estos medios y otra apuntar� a la televisi�n, como lo manifest�- y no incide en la actividad econ�mica. La pregunta es en qu� afectar�a el establecimiento de la imposici�n. A aquellos que defienden el derecho de propiedad les digo que el n�mero 24 del art�culo 19 de la Constituci�n de 1980 -es una Carta que a m� no me gusta y que quiero cambiar- dispone claramente que "S�lo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su funci�n social. �sta comprende cuanto exijan los intereses generales de la Naci�n, la seguridad nacional, la utilidad y la salubridad p�blicas y la conservaci�n del patrimonio ambiental.". �El patrimonio cultural musical es un inter�s general de la Naci�n! Y es el que queremos defender al fijar el 20 por ciento de emisi�n de m�sica nacional. Espero que nadie recurra al Tribunal Constitucional. Los parlamentarios estamos discutiendo libremente una iniciativa que presenta una transversalidad pol�tica. Fueron nueve Diputados de la Uni�n Dem�crata Independiente quienes la plantearon. Y nos alegramos, porque est� correctamente orientada, y hemos logrado mejorarla en la Sala, m�s all� de cualquier grupo de presi�n que haya intentado actuar. Cuando el a�o pasado discutimos la materia en la Comisi�n de Educaci�n, se suscitaron dudas. Hubo votos en contra y votos a favor. En el camino se fueron superando todas las interrogantes, y creo que hemos despejado todas las �reas: el derecho de propiedad, la l�nea editorial, la afectaci�n econ�mica y, particularmente, el principio de justicia. Claramente, y de manera tard�a, se est� haciendo justicia a la m�sica chilena. Hemos establecido un 20 por ciento que francamente no va a afectar ninguna l�nea editorial, como tampoco la actividad econ�mica de las radios. La resistencia, por cierto, no es de las emisoras peque�as, a las que es preciso ayudar. Aqu� est� la Subdirectora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, se�ora Lilia Concha. Vamos a tener un Ministerio de Cultura. Y espero que se impida que los grandes consorcios ahoguen a estas radios, que las tramiten, que las exploten, que las sometan, en definitiva, a las condiciones que hoy d�a enfrentan, en que no pueden decidir realmente con autonom�a, sino que han de ce�irse a los reg�menes de captura de publicidad de los primeros. Este es un proyecto que contribuir� al orgullo nacional, y, en particular, ser� una de las pocas normativas aprobadas por el Congreso que contar�n con una gran sinton�a ciudadana. Voto a favor, y espero que sea ley de la Rep�blica a la brevedad. --(Aplausos en tribunas). �Patagonia sin represas! �Nueva Constituci�n, ahora! �No m�s AFP! He dicho. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra al Honorable se�or Guillier. El se�or GUILLIER.- Se�ora Presidenta, durante la discusi�n del asunto en la Comisi�n, donde me toc� reemplazar al Senador se�or Quintana, me pronunci� a favor con algunas condiciones. Comparto el fin que se persigue, que es promover la m�sica y un mayor reconocimiento de la dignidad de los m�sicos; mas para ello no bastan un "gui�o", como se�al� mi Honorable colega Ignacio Walker, ni un "peque�o paso". El pa�s est� cansado de "gui�os" y de "peque�os pasos". Hoy se dan las condiciones para que abordemos con seriedad una pol�tica estatal de promoci�n de la m�sica y de las artes, con el fin de dar a los m�sicos la dignidad que les corresponde. Por consiguiente, cualquier proyecto de ley que constituya un "gui�o" est� fuera de lugar. No es explicable que la m�sica haya sido sacada de los curr�culos escolares. Tenemos que restablecerla. No es natural que un conservatorio no cuente con m�s validaci�n acad�mica y t�cnica que la de los propios m�sicos. Tampoco es razonable la falta de una pol�tica p�blica de promoci�n del campo laboral de estos �ltimos y mucho menos que el pa�s carezca de una respuesta previsional para ellos, cuyas caracter�sticas laborales no dicen relaci�n precisamente con la estabilidad que requiere el sistema vigente. Entonces, mi temor -y lo reitero- es que la aprobaci�n del proyecto, particularmente en los t�rminos del art�culo al cual se ha hecho referencia, m�s bien va a cerrar la oportunidad de contar con una gran ley de promoci�n de la m�sica y otras artes y que realmente contribuya al espacio y a la dignidad que buscamos. Voy a leer a Sus Se�or�as incluso uno los incisos que se contemplan -estoy de acuerdo con el principio, pero creo que es algo parcial de lo que propuse en una ocasi�n anterior-: "Una parte de la programaci�n de m�sica nacional deber� estar destinada a composiciones e interpretaciones musicales emergentes". �A qu� se hace referencia con la palabra "emergentes"? �Se considera como tal una nueva canci�n o una reedici�n de una publicaci�n ya realizada en el pasado respecto de un m�sico antiguo que ya recibe una valoraci�n de su trabajo conforme a la Ley de Propiedad Intelectual? �Cu�l ser�a el efecto en relaci�n con lo que propongo? A mi juicio, lo que tiene que hacer una ley de promoci�n es incentivar el desarrollo de m�sicos j�venes, capaces de desarrollar y grabar sus propias producciones, de editarlas con dignidad, de difundirlas por los medios de comunicaci�n. Present�, entonces, un conjunto de indicaciones que apuntan mucho m�s a ser proactivos. El Estado no se puede seguir corriendo y dejando que otros hagan lo que, como pol�tica, no solo no hace, sino en lo cual tambi�n se ha registrado un retroceso sistem�tico, lamentablemente, incluso en los �ltimos 25 a�os -debo reconocerlo- de vida democr�tica. Estimo necesario valorizar el esfuerzo que se lleva a cabo, pero se requiere una serie de modificaciones. Reitero, entonces, mi compromiso y simpat�a con el proyecto, mas creo que est� lejos de satisfacer las enormes expectativas de los m�sicos presentes, porque a la que finalmente va a favorecer es a una peque�a �lite de quienes ya han tenido la oportunidad, por �ltimo, de publicar sus trabajos, de darlos a conocer y de recibir una cierta remuneraci�n, quiz�s mezquina, pero de la cual por lo menos disponen. Sin embargo, el grueso de los m�sicos, particularmente en regiones, no ha tenido esa oportunidad. En las indicaciones que estoy preparando y espero presentar se incluye, asimismo, la dimensi�n regional. Porque todos los proyectos se discuten ac� como si Chile fuera Santiago, en circunstancias de que fuera de la Capital la situaci�n de estas personas es mucho m�s dram�tica y son ignoradas en mayor medida en los medios de comunicaci�n. En consecuencia, pido que aprovechemos la presente instancia para sacar adelante y salvar la iniciativa. No por una semana vamos a dejar fuera la posibilidad de un acuerdo m�s riguroso, m�s profundo. El Senador que habla est� dispuesto a jugarse por esa opci�n y va a presentar indicaciones para mejorar el texto; pero quiere ser claro: en tanto no presentemos algo serio al pa�s, se seguir� absteniendo. Gracias. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Puede intervenir el Honorable se�or Quintana. El se�or QUINTANA.- Se�ora Presidenta, en la misma l�nea de lo que planteaba el Senador se�or Guillier, creo que todos los que est�n en la Sala, incluso quienes desde la partida han estado dispuestos, con entusiasmo, a votar a favor del proyecto, han expuesto que se suscitan muchos reparos y que esta no es la mejor herramienta para conseguir el prop�sito que se persigue. Deseo consignar, para quienes est�n siguiendo el debate en las tribunas y en distintos lugares, as� como tambi�n por Internet, que lo que hace la iniciativa es modificar, como se ha dicho desde el comienzo, la Ley sobre Fomento de la M�sica Chilena. Entonces, la primera pregunta que tenemos que hacernos es si efectivamente se encuentra o no funcionando la institucionalidad del Estado tendiente a este �ltimo objetivo. Para eso existe dicho cuerpo legal. El Senador se�or Ignacio Walker expresaba reci�n: "Estamos dando un paso; estamos haciendo un gesto.". Por mi parte, concuerdo plenamente con mi Honorable colega Guillier: esta no es una cuesti�n de gestos. A los m�sicos ya les han hecho muchos. Y por eso es que rechazo el intento de algunos de plantear la situaci�n del proyecto entre los que est�n a favor de la m�sica y quienes est�n en contra de ella. �Por favor, nada m�s lejano de la realidad! �Qui�n, a este lado o al otro, podr�a estar en esa �ltima posici�n? Se pueden tener distintos gustos, pero no porque uno oponga reparos con relaci�n al texto va a estar en contra de la m�sica, mucho menos de la nacional, que nos acompa�� en momentos muy importantes de nuestra vida, en la recuperaci�n de la democracia, en los a�os ochenta, en fin. Ella est� muy presente en la memoria de todos. Entonces, me parece que buscamos el camino f�cil. Estamos diciendo: "Arr�glense ustedes y arr�glense las radios, porque el Estado aqu� no est� haciendo nada.". Valoro la presencia de la se�ora Subdirectora, mas me gustar�a saber cu�l es su propuesta para fomentar la m�sica nacional. Porque cabe decirlo claramente -lo convers�bamos con el Senador se�or Rossi, Presidente del �rgano t�cnico-: el Consejo de Fomento de la M�sica Nacional no fue invitado a la Comisi�n. Entiendo que debe de existir; que debe de tener un presidente. La ley aprobada por este mismo Congreso en 2004 dispone que el Consejo puede establecer convenios directos con las radios. En algunos casos, tal vez nos quedaremos cortos con el 20 por ciento. He visto carteles que hacen referencia al 40 por ciento, y, probablemente, encontraremos hoy d�a radioemisoras que ya lo enteran. A prop�sito, considero que algunos colegas han emitido algunos comentarios bastante injustos con respecto a algunas estaciones. Porque estas efectivamente ocupan el espectro radioel�ctrico, que es un bien nacional de uso p�blico, pero no hay que meterlas a todas en el mismo saco. Radios muy peque�as prestan una gran utilidad en localidades, en comunas, y pagan impuesto por utilizar ese medio. Como varios se�ores Senadores lo han manifestado, este es un debate tambi�n sobre aspectos econ�micos. �Por supuesto! �C�mo vamos a fomentar que los cantautores emergentes, como muy bien lo dec�a el Honorable se�or Rossi, puedan difundir su m�sica? Y, por eso, me parece un avance, sin lugar a dudas, la indicaci�n que establece, en particular, un 25 por ciento obligatorio para dichos artistas. Porque, de lo contrario, el riesgo es muy grande. O sea, en media hora de transmisi�n, el control de la radio puede darles preferencia a los consagrados y dejar a la cola y esperando a esas otras composiciones. La que finalmente hace la recaudaci�n es la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD). Est� bien. Es la institucionalidad que tenemos. Algunos leg�timamente plantean si acaso no es el momento de considerar qui�n regula a la entidad -entiendo que es el Ministerio de Educaci�n- y el contenido de la Ley sobre Propiedad Intelectual. Juzgo pertinente que los cantautores en la tribuna efectivamente sepan con qu� criterios la Sociedad reparte los recursos entre los artistas. Imagino que esa informaci�n es transparente. As� como se usaba reci�n el ejemplo de la educaci�n y de contemplar una alta regulaci�n, tambi�n este organismo debe someterse a un sistema similar. Porque lo que todos queremos es el fomento de la m�sica nacional. El Senador se�or Tuma hizo referencia a la m�sica ind�gena. Los cantautores mapuches me han manifestado que ellos no consideran que su producci�n sea chilena, porque son un pueblo distinto. Entonces, tambi�n ser� preciso buscar que esas expresiones regionales, como muchos colegas lo han expuesto, puedan verse recogidas. Para fomentar la m�sica, lo que se requiere son recursos a fin de llegar a muchos cantantes. No todos est�n en la SCD: algunos seguramente se encuentran en otro �mbito. He escuchado igualmente la opini�n del grupo Los Miserables, quienes han declarado no estar por la imposici�n, sino porque la gente los escuche por gusto. Como sea, lo que me parece relevante es c�mo la Sociedad recauda -esto es bien importante que lo escuchemos, se�ora Presidenta- los recursos con los cuales va a apoyar a los m�sicos. Y todos queremos que ese objetivo se cumpla. Sabemos que uno por ciento es aportado por la televisi�n, la cual asimismo ocupa -�ojo!- espectro radioel�ctrico. Es algo que en el proyecto no estamos tocando. Lo estamos dirigiendo hoy d�a, por supuesto, a un dos a tres por ciento de la facturaci�n de las radios. Pero nada estamos haciendo con relaci�n a los centros comerciales, por alguna raz�n. Los estamos cuidando, en circunstancias de que tambi�n difunden m�sica nacional. Nada estamos haciendo con relaci�n a las fuentes de soda, con los restaurantes, con los espect�culos, que deben aportar un cinco por ciento a la Sociedad. No los hemos contemplado. Nos fuimos por el camino f�cil: "A los se�ores de las radios los tenemos ubicados a todos. Ampliemos lo atinente a la facturaci�n". Sin embargo, surge una cuesti�n muy de fondo -por eso, echo de menos el rol del Estado-, que es c�mo se fiscaliza. Uno de los autores de la iniciativa, el actual Senador se�or Garc�a-Huidobro -como se ha dicho, ellos fueron Diputados de la UDI, encabezados por el exparlamentario Enrique Estay-, manifest� en la sesi�n anterior que retiraba su patrocinio por encontrar que faltaba la fiscalizaci�n. Se trata de una herramienta fundamental. Por eso, vuelvo a lo que pregunt� al comienzo: �d�nde est� el Estado en el proyecto? Es ref�cil establecer derechos, pero que otros se encarguen de cubrirlos, de protegerlos y de garantizarlos. Es ref�cil decir: "Que se arreglen en los tribunales". No sabemos, finalmente, c�mo estos se van a comportar con motivo de determinarse, seg�n el texto de la proposici�n, que "Las organizaciones de autores e int�rpretes con personalidad jur�dica tendr�n legitimaci�n activa para demandar el cumplimiento de lo dispuesto en el art�culo 15.". Se va a demandar e ignoramos cu�l va a ser el resultado. A lo mejor, en algunos casos se acoger� la posici�n de los cantautores y, por lo tanto, se impondr� una multa severa. Por supuesto, si alguien transgrede la ley es lo que corresponde, sea una radio peque�a o una grande. Entonces, pienso que nos falta bastante debate sobre el particular. Naturalmente, el proyecto es bienintencionado. No cabe ninguna duda de que este es un asunto de bien p�blico; de que se trata de preservar nuestra identidad cultural y como pa�s. Pero, a veces, decimos: "Hagamos bien la pega", y estimo que el texto puede ser mejorado. Sobre esta base, mi voluntad es en orden a proseguir su tratamiento en la Comisi�n. Por eso, me abstengo. --(Manifestaciones en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Puede intervenir el Honorable se�or Girardi. El se�or GIRARDI.- Se�ora Presidenta, si bien estoy pareado con el Senador se�or Allamand, quien se encuentra fuera de Chile, quiero apoyar la iniciativa. �Por qu�? Cabe considerar, primero, que enfrentamos una gran carencia, cual es la de carecer de una pol�tica cultural. Ni siquiera contamos con una institucionalidad cultural en forma, ni se protege el patrimonio. No le entreguemos a este simple proyecto la responsabilidad de hacerse cargo de algo mucho m�s amplio. Creo que el texto colabora en la materia, que avanza, pero no va a resolvernos los problemas de la ausencia y, tal vez, casi la invisibilidad de la cultura, como un espacio de oportunidades para el desarrollo de mejores ciudadanos en nuestro pa�s. Quiz�s Chile tiene el sesgo de haber apostado siempre al desarrollo entendido como variable econ�mica, poniendo �nfasis en la competitividad, en la productividad, a veces olvidando que estamos hablando de seres humanos y de la construcci�n de mejores personas. �No importa! Esos seres humanos deben ser productivos. Da lo mismo que, desde un punto de vista m�s integral, sean personas con m�ltiples carencias o, en numerosas ocasiones, con graves insuficiencias. Por eso me parece tan importante esta discusi�n, que yo ver�a como una discusi�n terap�utica. Chile hoy d�a, no producto de la elite, sino producto de la sociedad, est� reponiendo un debate muy interesante y al cual apunta este proyecto, cual es el relativo a restablecer el �nfasis en los bienes p�blicos, a restablecer los derechos de la sociedad. Es cierto: aqu� hay una visi�n propietaria -leg�tima, pero que yo no comparto-, donde no existen los bienes p�blicos, donde el mundo se debe definir en torno a lo privado, en torno al consumo. Esa es la gran discusi�n que estamos observando en materia educacional. �Cu�l es, finalmente, la oposici�n a que la educaci�n sea un derecho? �Cu�l es la oposici�n a que la educaci�n sea de nuevo un bien p�blico y no un bien de consumo? La oposici�n radica en que ah� se pone en cuesti�n el modelo de sociedad. Y si algo define y perpet�a el modelo de sociedad imperante (vertical, autoritario, individualista, consumista) son los actuales esquemas educacionales y culturales. Entonces, yo me pregunto por qu� muchos prefieren que nuestros j�venes est�n endeudados con los bancos, sus principales acreedores, en lugar de hallarse comprometidos y endeudados con el pa�s. Y ello obedece a esa particular visi�n propietaria de la que estoy hablando. Con la cultura sucede exactamente lo mismo. Se quiere la cultura como un instrumento de alienaci�n, de dominaci�n, no como un instrumento de liberaci�n. Por eso la cultura debe promover lo que promueve la educaci�n. Y cuando a uno le ense�an que hay que pagar por la educaci�n, que la educaci�n es un bien de consumo, te cambian los paradigmas, te corren la cerca. Si hay que pagar por educaci�n, entonces hay que pagar por todo. Si la educaci�n y la cultura son finalmente bienes que se hallan determinados por el mercado o la publicidad, que establecen, en definitiva, a qu� tipo de educaci�n y de cultura tendr�n acceso los chilenos, entonces nos convertimos en rehenes. Y de ah� pasamos a promover el individualismo, a promover estas visiones que son la fuerza del neoliberalismo y que nos llevan a regirnos por el consumo. El consumo es lo que le da estatus a la gente; las marcas son las que le dan sentido de vida, sentido de pertenencia. La felicidad de las personas est� en el consumo. �Y por qu� no en la cultura? Porque esta no existe. Y la cultura es, justamente, el ant�doto para construir comunidad, para construir solidaridad, para reponer valores fundamentales en un mundo en el que se perdieron. La falta de cultura es lo que infantiliza a la gente. La gente no reflexiona. No piensa en construir ni en reinventar el mundo. Est� todo dado. El mundo est� satisfecho con los satisfactores "culturales" que nos ofrece la visi�n neoliberal. Entonces, no hay que construirlo ni inventarlo. Y ojal� que no lo hagan, porque si la educaci�n y la cultura dejan de ser un bien de consumo, la elite no se va a reproducir: otros van a entrar en disputa con ella. �Esos pobres marginales, esos excluidos, empezar�n a competir tambi�n por espacios de poder pol�tico, cultural, econ�mico! Por eso, aqu� hay un modelo de reproducci�n que se autorreproduce, que regula el mercado. Aqu�, finalmente, son los elementos de consumo y publicidad los que gobiernan la sociedad. Conocemos experiencias concretas. Cuando Argentina, producto de la guerra con Inglaterra, prohibi� la m�sica inglesa, �qu� pas�? Se promovi� el rock argentino como nunca antes y como nadie lo hubiera pensado. Pero esto no basta. Hay que tener fondos para la cultura; hay que terminar con el IVA a los libros; hay que terminar con la no exenci�n de IVA cuando en una peque�a actividad cultural se ofrece alcohol, como ocurre a veces en el Municipal. Tenemos que establecer de verdad protecci�n al patrimonio. Me parece que este proyecto abre un debate, que va en el sentido correcto en cuanto a si nuestra sociedad entiende que parte de su dignidad, parte de su identidad, se halla en la creaci�n. Estoy de acuerdo en que a lo mejor esta iniciativa presenta muchas insuficiencias, que tal vez los nuevos cantautores o creadores todav�a no tienen oportunidades. Debemos ir mucho m�s all�, pero aqu�, por �ltimo, hay un esfuerzo. A m�, como Presidente de la Comisi�n de Desaf�os del Futuro, a veces me angustia ver c�mo el mundo est� cambiando, c�mo estamos en la frontera de la inteligencia artificial, de la vida artificial -hoy en El Mercurio se publica que las futuras generaciones podr�n nacer en Marte-, y que ese mundo no lo gobernamos nosotros. �Y por qu� no? Porque somos rehenes de una visi�n, de una ideolog�a donde nadie est� creando, donde estamos acostumbrados a vivir en la certeza y a no manejar la incertidumbre. La cultura y la educaci�n son bienes p�blicos que, para m�, representan la posibilidad de construir un futuro. Pido un minuto adicional, se�ora Presidenta. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Ya se lo dimos, se�or Senador. Redondee la idea, por favor. El se�or GIRARDI.- Gracias. Me refer�a a la posibilidad de construir un futuro en el que no haya desigualdad, en el que no se destruya el planeta ni el resto de los seres vivos, que es lo que ocurrir� si valoramos m�s el consumo que el amor a la vida, a la naturaleza. �Pero c�mo construir esa sociedad si somos rehenes de un mundo sin cultura, sin sentimiento, donde somos presa y v�ctima de estos satisfactores o seudosatisfactores culturales, que reemplazan el amor a la cultura, a la vida? Por eso, siento que aqu� hay un debate relevante, y con mucho entusiasmo apoyo el proyecto, que representa el inicio de un camino que debe profundizarse. Gracias. --(Aplausos en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador se�or Harboe. El se�or HARBOE.- Se�ora Presidenta, he seguido el debate con bastante atenci�n. La promoci�n de la m�sica, de la creaci�n, no debe ser solo misi�n del legislador. Sin embargo, hemos llegado ac�, a la discusi�n de un proyecto de esta naturaleza porque el modelo y la concentraci�n del mercado han hecho pr�cticamente imposible el ejercicio de ciertas libertades. Me aproximo a esta iniciativa, probablemente por deformaci�n profesional, m�s bien desde la procedencia de ciertos principios constitucionales. Y he tenido dudas al respecto. He revisado no solo el derecho comparado, sino tambi�n la historia de nuestro constituyente, y he efectuado un parang�n de nuestro Texto Fundamental. Y la verdad es que nuestra Constituci�n, m�s all� de las leg�timas cr�ticas que se le formulan -a las cuales me sumo-, contiene un conjunto de valores, un conjunto de principios y tambi�n reglas constitucionales. En ese orden. Los valores son ideas jur�dico-filos�ficas que inspiran el texto constitucional. Por ejemplo, el valor de la libertad. Los principios son ideas jur�dico-pol�ticas que orientan la conducta legal. Aqu� se ha mencionado el denominado "principio de subsidiariedad", que yo no comparto, pero que se encuentra plasmado en la Constituci�n. Y luego esta presenta un conjunto de reglas, que son normas de car�cter general o particular, instrumentos que el constituyente cre� para consagrar, asegurar o regular instituciones y materializar los valores y principios. Si consideramos que nuestra Carta Fundamental contempla el valor de la libertad en sentido amplio, entonces debi�ramos estudiarlo no solo circunscrito, seg�n se nos se�al�, a la libertad de expresi�n, a la libertad de emitir opini�n, esgrimida como fundamento constitucional en contra de la moci�n, en cuanto se estar�a limitando el leg�timo ejercicio de la actividad econ�mica y la libertad de expresi�n respecto de la l�nea editorial de ciertos medios. Y es cierto: la Ley Fundamental contempla, en el numeral 12� de su art�culo 19, la libertad de opini�n. Pero quienes la citan omiten otra libertad, consagrada en el numeral 25� de la misma norma: la libertad de crear y difundir las artes. La pregunta que cabe hacerse, entonces, es la siguiente: �es real la libertad consagrada en la Constituci�n? Se�ora Presidenta, la libertad no es solo una palabra, debe ser un verbo, y solo la pueden ejercer aquellos que tienen derecho a elegir. Y una sociedad m�s justa es la que logra que la mayor cantidad de sus miembros tenga ese derecho a elegir. No obstante, nuestro pa�s no brinda niveles amplios de libertad, porque solo somos unos pocos los que podemos elegir la educaci�n, la salud, la vivienda, el trabajo, o los que tenemos derecho a escuchar ciertas creaciones art�sticas. En consecuencia, el valor de la libertad, consagrado en la Constituci�n, es bastante relativo y a veces es utilizado, a mi juicio, de manera enga�osa. El rol de legislador nos compete a todos los que estamos ac�. La gente de repente cree que nosotros hacemos leyes que m�s bien son construcciones l�ricas, construcciones mec�nicas. Y la verdad es que el rol del legislador es intentar, en una ley, en una norma, plantear una visi�n de sociedad. Cada vez que yo redacto una norma, cada vez que influyo para poner una frase o una coma, lo hago para plasmar en esa norma la visi�n que yo tengo de la sociedad, para que ella trascienda el gobierno de turno y mi mandato como Senador y sea permanente en el tiempo. Lo que tenemos que plasmar en una ley, se�ora Presidenta, es una visi�n de sociedad. Por tanto, el legislador tiene una tremenda responsabilidad. Part� con dudas respecto a este proyecto. Incluso, en alg�n minuto manifest� p�blicamente mi oposici�n a una normativa como esta, por atentar contra la libertad consagrada en el n�mero 12� del art�culo 19. Sin embargo, despu�s hice un profundo estudio y o� a todos los involucrados. Escuch� a los representantes de la ARCHI, quienes, para mi sorpresa, despu�s en el debate en la Comisi�n plantearon un principio de acuerdo que vulnera todos los argumentos que esgrimieron acerca de la libertad y la inconstitucionalidad. Porque, si llegaron a proponer la posibilidad de un promedio, es porque en definitiva estaban disponibles para aceptar una coerci�n de la libertad desde el punto de vista que ellos defendieron. Tambi�n escuch� a la Uni�n Nacional de Artistas, y pude empaparme del problema que viven en relaci�n con la difusi�n de sus creaciones. Me reun� con gente de diferentes regiones, incluida la m�a, y puedo decir que en Chile existen, efectivamente, creadores y creaciones. El problema es que quienes no somos creadores y no tenemos creaciones no tenemos oportunidad de conocerlas por la falta de mecanismos de difusi�n. El Estado tiene por misi�n velar por el bien com�n. Y yo me pregunto: �no es la cultura, no es la identidad parte fundamental del bien com�n? �No existe bien com�n si no hay identidad! Y la identidad no puede circunscribirse al escudo nacional, a la chupalla, a las espuelas o a la bandera nacional. La identidad de un pueblo tiene que ver con la cultura, con la historia, con el patrimonio inmaterial, con la capacidad de reencontrarse con sus or�genes �tnicos, multiculturales, con las creaciones. Es un todo. Por lo tanto, lamento que hayamos tenido que llegar a establecer en una ley algo que debiera ser parte de la cultura, algo que debiera ser natural, que debiera surgir espont�neamente en todas las industrias. Pero el legislador est� llamado a regular cuando la sociedad pierde la capacidad de darse cuenta de que no est� cumpliendo el objetivo y el valor principal consagrado en la Constituci�n: el bien com�n. La concentraci�n del mercado en el espectro radioel�ctrico resulta bastante aberrante. Hoy, tres o cuatro grandes grupos radiales ejercen una labor de informaci�n, que yo destaco. Pero un artista me dec�a en una reuni�n: "Yo soy un creador. No tengo por qu� andar mendigando en las radios para que un programador me pida el CD, el disco o lo que sea donde yo tenga registrada mi creaci�n. Yo me voy de ah�, y ese disco o CD quedar� amontonado junto a muchos otros, porque no lo van a pasar, debido a que la programaci�n, para frustraci�n de los programadores chilenos, viene determinada desde otras latitudes". --(Aplausos en tribunas). En consecuencia, hoy tenemos creadores, tenemos creaciones y es rol del legislador establecer una regulaci�n que garantice la forma de difundirlas. Porque aqu� ha habido grandes artistas. Algunos han nacido artistas, otros han formado artistas, pero todos han debido enfrentar un mecanismo de difusi�n cada vez m�s complejo de definir, m�s all� de la calidad que se posea. Mientras, vienen artistas extranjeros a los que nadie conoce, aunque, dada la importancia econ�mica, son creados e impuestos desde el punto de vista de la difusi�n y al final llegan a llenar estadios porque, o nos han cansado con su m�sica, o, m�s all� de su calidad, cultivan un tipo de m�sica que se ha convertido en masiva. El proyecto no es todo lo bueno que yo quisiera -a decir verdad, es bastante limitado-, pero, trat�ndose de una votaci�n en general, voy a concurrir con mi voto favorable para su aprobaci�n. --(Aplausos en tribunas). Voy a concurrir con mi voto favorable, no porque est� convencido de que el proyecto de ley es bueno, sino porque creo que una normativa como esta tiene que abrir una discusi�n m�s profunda. Por ejemplo, yo insto a mis colegas a que, en el marco de la reforma tributaria, de una vez por todas el legislador contemple la calidad de artista dentro de los c�digos tributarios. Hoy, cualquiera de los artistas que nos acompa�an no boletea como tal, pues no existe el c�digo respectivo. Tiene que inventarse uno. Eso evidencia la falta de reconocimiento de la ley hacia los creadores art�sticos de nuestro pa�s. --(Aplausos en tribunas). En la actualidad, no hay exenciones de IVA para la producci�n art�stica. Ya lo dijo un Senador que me antecedi� en el uso de la palabra: basta que en una actividad art�stica se consuma alcohol para que se pierda la exenci�n del impuesto al valor agregado, en circunstancias de que grandes corporaciones, bancos o el retail realizan espect�culos que no necesitan exenciones de IVA y donde se reparte alcohol sin ning�n problema. Por lo tanto, se�ora Presidenta, hay que avanzar mucho m�s. Este es un primer paso. El proyecto no es bueno; hay que mejorarlo y perfeccionarlo. E insto a que iniciemos un debate respecto de qu� tipo de sociedad vamos a construir, qu� vamos a entender por bien com�n y c�mo vamos a contribuir a que nuestra identidad no sea solo un aprovechamiento en los d�as de las Fiestas Patrias, sino una conducta nacional establecida por ley, m�s all� de su mandato, el m�o y el del gobierno de turno. Muchas gracias. --(Aplausos en tribunas). El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general el proyecto (16 votos a favor, 6 en contra, 5 abstenciones y 4 pareos). Votaron por la afirmativa las se�oras Allende, Mu�oz y Lily P�rez y los se�ores Espina, Harboe, Lagos, Hern�n Larra�n, Letelier, Matta, Montes, Navarro, Ossand�n, Pizarro, Quinteros, Rossi y Andr�s Zald�var. Votaron por la negativa las se�oras Van Rysselberghe y Von Baer y los se�ores Coloma, Orpis, P�rez Varela y Prokurica. Se abstuvieron los se�ores Araya, Chahu�n, Guillier, Quintana y Tuma. No votaron, por estar pareados, los se�ores Garc�a, Garc�a-Huidobro, Girardi e Ignacio Walker. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- El proyecto vuelve a la Comisi�n. El plazo para formular indicaciones es hasta el 30 de junio. Y yo espero que el martes de esa misma semana podamos despacharlo en particular en la Sala. Quiero aclarar lo siguiente, someti�ndome al art�culo que nos rige porque, obviamente, debo respetar el Reglamento de la Corporaci�n. Independientemente de mi posici�n favorable desde cuando era Diputada, reitero que corresponde que aplique el Reglamento. En consecuencia, el proyecto vuelve a la Comisi�n, con un plazo m�ximo para formular indicaciones hasta el 30 de junio. A quienes quieren perfeccionar sus normas -est�n en su derecho; as� lo establece el Reglamento-, les ruego que cumplan la fecha para que no tengamos ning�n problema. Y ojal� el proyecto sea puesto en el primer punto de la tabla de la sesi�n del martes 1� de julio y sea despachado en particular en esa misma oportunidad. Agradezco la asistencia de quienes se encuentran en tribunas. Voy a suspender la sesi�n para que se retiren los artistas que nos han acompa�ado. Se suspende la sesi�n por un par de minutos. )-------------------( --Se suspendi� a las 18:29. --Se reanud� a las 18:31. )--------------------( La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Contin�a la sesi�n. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Ha llegado a la Mesa un oficio de Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica, mediante el cual comunica su ausencia del territorio nacional entre los d�as 18 y 21 del mes en curso, con el objeto de hacer una visita oficial a los Estados Unidos Mexicanos para participar en la Novena Cumbre de la Alianza del Pac�fico, que se realizar� en Punta Mita. Informa, adem�s, que durante su ausencia la subrogar�, con el t�tulo de Vicepresidente de la Rep�blica, el se�or Ministro titular de la Cartera del Interior y Seguridad P�blica, don Rodrigo Pe�ailillo Brice�o. --Se toma conocimiento. ENMIENDA A LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES EN MATERIA DE AFECTACIONES DE UTILIDAD P�BLICA DE PLANES REGULADORES La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en materia de afectaciones de utilidad p�blica de los planes reguladores, con informe y nuevo informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo, y urgencia calificada de "suma". --Los antecedentes sobre el proyecto (8.828-14) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 38�, en 3 de julio de 2013. Informes de Comisi�n: Vivienda y Urbanismo: sesi�n 80�, en 17 de diciembre de 2013. Vivienda y Urbanismo (nuevo): sesi�n 23�, en 10 de junio de 2014. Discusi�n: Sesi�n 85�, en 14 de enero de 2014 (vuelve a la Comisi�n para ser discutido en general y en particular). La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- El objetivo de la iniciativa es terminar con la caducidad de las declaratorias de utilidad p�blica consultadas en los instrumentos de planificaci�n urbana correspondientes, a fin de garantizar a los propietarios afectos un nivel de aprovechamiento urban�stico del predio en tanto se expropia o se adquiere el terreno. Debo hacer presente que, con fecha 14 de enero del a�o en curso, la Sala del Senado acord� que el proyecto volviera a la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo para un nuevo informe, y la autoriz� para debatirlo en general y en particular a la vez. Cabe recordar, asimismo, que en el primer informe el �rgano t�cnico deja constancia de que aprob� la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ora Lily P�rez y se�ores P�rez Varela y Tuma, y de los entonces Senadores se�ores Mu�oz Aburto y Sabag. La Comisi�n hace presente en su nuevo primer informe que durante la discusi�n en particular se pronunci� acerca de las indicaciones formuladas por el Senador se�or Ossand�n y respecto de una indicaci�n sustitutiva presentada por el Ejecutivo, y que se acordaron las modificaciones que consigna en su texto. Cabe dejar constancia de que en el art�culo 1�, su numeral 2), que incorpora un art�culo 28 bis, nuevo; el n�mero 5), inciso segundo, del art�culo 59 que se remplaza; los art�culos 2� y 3� permanentes, y el art�culo transitorio son de rango org�nico constitucional, por lo que requieren 21 votos favorables para su aprobaci�n. El texto que se propone acordar se consigna en el nuevo primer informe de la Comisi�n y en el bolet�n comparado que Sus Se�or�as tienen a su disposici�n. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Antes de poner en debate el proyecto, quiero saludar a la se�ora Ministra de Vivienda y decirle que estamos muy gustosos de tenerla ac�. Asimismo, solicito la autorizaci�n de la Sala para que ingresen los asesores del Ministerio de Vivienda se�ora Jeannette Tapia y se�or Enrique Rajevic. --Se accede. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- En la discusi�n general de la iniciativa, tiene la palabra el Senador se�or Montes. El se�or MONTES.- Se�ora Presidenta, antes de emitir una opini�n sobre este proyecto, quiero dejar constancia de que el �nimo de la Comisi�n es solicitar a la Sala que lo reenv�e al referido �rgano t�cnico por poco tiempo, con el objeto de realizarle un conjunto de afinamientos. Ello lo conversamos al interior de la Comisi�n, y por eso avanzamos r�pido en despachar la iniciativa en los t�rminos en que se encontraba. El argumento principal es que su debate se llev� a cabo en enero y los actuales integrantes de la Comisi�n solo pudieron conocerlo recientemente. Entiendo -as� me lo confirman- que se requieren 21 votos para aprobarla y, a lo mejor, no alcanzamos a reunir ese qu�rum. Por ello, ser�a bueno que usted, se�ora Presidenta, nos sugiriera qu� hacer. El proyecto en an�lisis tiene enorme importancia en materia de construcci�n de ciudad y de las obligaciones que, en funci�n de esto, tienen los propietarios de bienes ra�ces. Se refiere a la afectaci�n de los inmuebles con el objeto de llevar adelante las obras que la ciudad precisa para vialidad, circulaci�n, plazas y parques. Hist�ricamente, siempre se pens� que ello era obligaci�n de los propietarios, de la mano de una orientaci�n y de definiciones m�s colectivas respecto del suelo y de la funci�n social de la propiedad. Existieron, as�, afectaciones indefinidas en el tiempo que deb�an ser asumidas por los propietarios, con las irracionalidades que ello generaba. Posteriormente, con l�gicas m�s privatistas e individualistas, se postul� que este era un gravamen excesivo para el propietario, y que deb�a regularse y limitarse. De tal forma, surgi� la ley N� 19.939, impulsada por el entonces Ministro Jaime Ravinet, que estableci� un l�mite temporal renovable para las afectaciones, seg�n su naturaleza y objetivos. Como era previsible, las municipalidades y el Estado no pudieron materializar las obras vinculadas a las afectaciones, y ni siquiera analizar su conveniencia en los plazos previstos. La ley N� 20.331 prorrog� las afectaciones. Pero eso tampoco fue suficiente, y muchas caducaron con el consiguiente impacto en la ciudad, su vialidad y en sus �reas verdes y recreativas. El presente proyecto busca resolver esa situaci�n. Con tal fin, propone una normativa que concilie de mejor forma los intereses de los particulares y de la sociedad. El principio es que, si bien el propietario sufre la afectaci�n, no queda absolutamente imposibilitado de utilizar su inmueble, y se le permite un uso del terreno. Lo anterior se logra a trav�s de la modificaci�n de tres tipos de normas. 1) Las que constituyen la estructura b�sica de la iniciativa, que se refieren al art�culo 59, y las disposiciones transitorias que reponen las declaratorias de utilidad p�blica. 2) Las que se refieren a la compensaci�n o el derecho de uso b�sico del propietario, y que distinguen si existe o no construcci�n en el inmueble. Si la hay, se accede a que la use y la reponga en caso de siniestro. Si no, a que la construya seg�n lo que se determina como una edificaci�n m�nima, definida como una vivienda de dos pisos, sujeta tambi�n a la posibilidad de habilitar un peque�o comercio. Se faculta, asimismo, a las Direcciones de Obras Municipales para permitir nuevas construcciones en los terrenos afectos a utilidad p�blica distintas de las autorizadas, siempre que el propietario del inmueble renuncie por escritura p�blica a toda indemnizaci�n o pago cuando se lleve a cabo la expropiaci�n (art�culo 121, nuevo, de la Ley General de Urbanismo y Construcciones). En esa materia se dispone que, trat�ndose de expropiaciones parciales, cuando una propiedad se valorice o se desvalorice a consecuencia de la declaratoria, deber� deducirse o imputarse de la indemnizaci�n el cambio de valor que afecte la parte no expropiada, como resultado de las nuevas obras que se realicen. 3) Las que complementan procedimentalmente el derecho de los propietarios afectados por la declaratoria, como la creaci�n de los "planos de detalle", que permiten graficar en forma m�s n�tida los espacios declarados de utilidad p�blica. Se�ora Presidenta, Honorables colegas, en primer t�rmino, quiero hacer notar que este tema es fundamental para la construcci�n de nuestras ciudades y debe ser el comienzo de una nueva mirada de mayor planificaci�n. Nuestro pa�s presenta un severo retraso en sus definiciones urbanas, producto de falencias graves en la planificaci�n. Estas causan muchos de los serios problemas de nuestras urbes. Hay pa�ses, como Alemania, que definen sus ciudades con un largo horizonte de 60 a�os. Otro tanto ocurre en naciones latinoamericanas que tienen mejores soluciones que las nuestras, como Colombia. Es preciso entender que la afectaci�n no es un gravamen excesivo para el propietario, sino una obligaci�n necesaria para el bien com�n y, tambi�n, para el ejercicio de sus propios derechos. En efecto, muchas veces se transforma en un beneficio que valoriza su inmueble, como la afectaci�n de utilidad p�blica, al igual que las cesiones de espacio p�blico, que veremos en otro proyecto. No es lo mismo tener un terreno colindante con una calle o v�a menor, que junto a una avenida o un eje estructurante. Hay ejemplos significativos en esta materia, como la construcci�n de la avenida Nueva Providencia, que gener� gran debate. Esta valoriz� bastante las propiedades del entorno, pero sus due�os no estuvieron dispuestos a contribuir mayormente, como propuso el alcalde de la �poca. En segundo lugar, esto nos lleva a ligar el asunto con el tema de las plusval�as, al cual le hemos hecho el quite por a�os. Es fundamental buscar una nueva forma de recoger el mayor valor de la construcci�n en ciudad. Hoy esta se encuentra privatizada, en circunstancias de que buena parte de ella se genera con el aporte del sector p�blico, como ocurre con el Metro: �cu�nto podr�a avanzarse en este medio de locomoci�n colectiva si el Estado compartiera con los privados la captura de las plusval�as por la ampliaci�n de la red? La iniciativa de reforma tributaria avanza en esto. Y es importante que junto con ver su impacto en materia de recaudaci�n se analice tambi�n -como lo hicimos hoy en la ma�ana en esta misma Sala- su valioso efecto en el �mbito del suelo urbano. En tercer t�rmino, el proyecto contiene avances, pero a�n presenta falencias importantes. La edificaci�n m�nima es una soluci�n de transacci�n. No obstante, no es lo �ptimo, por lo que me abstuve en algunos art�culos. La afectaci�n tiene un objetivo final: la expropiaci�n para desarrollar una obra o proyecto, seg�n lo define el plan regulador respectivo. El uso del terreno necesariamente incrementa el valor del entorno y, por lo tanto, el de la expropiaci�n, definido en nuestro pa�s como el valor comercial. Seg�n los c�lculos existentes, el Estado paga por sus expropiaciones 1,6 veces su valor comercial. Eso se pagar�a por la afectaci�n en vialidad desde Arica a Punta Arenas, en todas las ciudades de Chile. �De d�nde saldr�a la plata, si no establecemos desde un comienzo una manera de financiamiento? La soluci�n, por tanto, implica elevar el valor de expropiaci�n y hacer m�s dif�cil la ejecuci�n de iniciativas para las que hoy el Estado y los municipios no tienen recursos. Los miembros de la Comisi�n, como el Senador Ossand�n, dada su experiencia como alcalde, han percibido que ac� hay un tema de ciudad muy relevante. Adem�s, habr�a que pensar en crear algo as� como un fondo de expropiaciones -a partir de la plusval�a, por ejemplo-, u otra medida que permitiera ejecutar estas obras. Ello, por cierto, de la mano de una mejor planificaci�n y gesti�n del �mbito urbano, especialmente en las �reas metropolitanas, donde urge un Gobierno metropolitano con mayores atribuciones y facultades, que aborde m�s integralmente este tipo de asuntos. En el debate realizado cuando se aprob� el proyecto que dio origen a la ley vigente aceptamos que ello ocurriera para evitar las injusticias existentes, pero dijimos con mucha fuerza que, si no hab�a un fondo que le garantizara al Estado la capacidad de expropiar, comprar o negociar las calles, �de d�nde saldr�an los recursos? Necesariamente se vencer�an los plazos pertinentes, salvo en casos muy excepcionales. Por eso, creemos que aqu�, junto con dar todas estas facultades, hay que ver c�mo dotar al Estado de las capacidades para actuar realmente, lo cual puede ser por la v�a de un fondo espec�fico, de un aporte de plusval�a o de otros mecanismos. Anuncio mi voto a favor. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Pido autorizaci�n a la Sala a fin de que pase a remplazarme en la testera, por unos minutos, el Honorable se�or Pizarro. Acordado. --Pasa a dirigir la sesi�n el Senador se�or Pizarro, en calidad de Presidente accidental. El se�or PIZARRO (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, esta iniciativa legal dirime un proceso extraordinariamente complejo. Y creo muy dif�cil dejar a todo el mundo contento y obtener todos los objetivos que se pretenden obtener al mismo tiempo. En este proyecto que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en materia de afectaci�n de utilidad p�blica de los planes reguladores se establece la regulaci�n de las afectaciones de utilidad p�blica de "los terrenos consultados en los planos reguladores comunales, planes intercomunales y planes seccionales destinados a vialidades, circulaciones, plazas y parques, incluidos sus ensanches, en las �reas urbanas, as� como los situados en el �rea rural que los planes reguladores intercomunales destinen a vialidades". Adem�s, se dispone que "Los propietarios de terrenos afectos a la declaraci�n de utilidad p�blica" -en virtud del art�culo 19, n�mero 24� de la Constituci�n- "podr�n solicitar a la municipalidad o a la Secretar�a Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo, seg�n corresponda, que a trav�s de planos de detalle se grafique con exactitud la parte de sus terrenos afecta a utilidad p�blica, cuando el plan intercomunal o comunal no lo haya establecido, en un plazo de 6 meses". �Qu� es, en definitiva, lo que debemos zanjar? Si tal declaratoria tendr� un plazo o durar� por siempre. Aqu� se ha afirmado, a mi juicio injustamente, que esta iniciativa viene a arreglar un error cometido en 2004 por el Ministro Ravinet. Con todo, pienso que �l solo dijo: "Oiga, est� bien, la propiedad tiene un bien social y no se puede imponer, como ha ocurrido en algunas oportunidades, que un propietario impida el desarrollo de una ciudad, de una calle, de una avenida, de un hospital". Sin embargo, no estoy de acuerdo en que por esta v�a a alguna persona -esto no solo le ocurre a grandes propietarios, sino tambi�n a gente muy modesta-, a quien la autoridad declare sus terrenos afectos a utilidad p�blica, inmediatamente se le apliquen ciertas restricciones, como la de no aumentar el volumen de construcci�n. Por otro lado, "si a la fecha de la declaratoria no existieran construcciones, s�lo se admitir� la edificaci�n de una vivienda de hasta dos pisos de altura". �No s� qui�n va a construir en un lugar que se va a expropiar! No obstante, lo que queda claro como el agua -no comparto esto con el Senador Montes-, es que resulta dif�cil encontrar un ejemplo de que el propietario se beneficie con la afectaci�n. No conozco un caso al respecto. Porque, en verdad, cuando se afecta una propiedad, esta baja de precio. �Y qui�n la va a comprar? O sea, se produce un da�o tremendo a su due�o. Por lo tanto, soy de aquellos que piensan, como dice nuestra Constituci�n, que la propiedad tiene un fin social. Con todo, considero que la sociedad no puede perjudicar a la persona a la cual se le afecte su propiedad, sin compensarlo de alguna manera. De ah� que, al igual que el Senador Montes, soy partidario de que este proyecto vuelva a la Comisi�n, con la finalidad de establecer alg�n tipo de incentivo para compensar a quien realice un sacrificio por el resto de la comunidad. Lo anterior, con el objeto de que se pueda hacer planificaci�n. Esta le falta mucho a Chile. Pero no es culpa de los propietarios a quienes se les afect� su bien. Tampoco del ex Ministro Ravinet. La culpa es de quienes afectaron las propiedades que se mencionaron y dejaron pasar 10 a�os sin hacer nada: no han construidos calles, no han construido avenidas, �no han hecho nada! En consecuencia -reitero-, el culpable no es el propietario, sino la autoridad por no tomar una decisi�n pol�tica o, como muy bien se dijo aqu�, por no asignar los recursos necesarios a fin de construir el eje estructurante, la propiedad, la calle. Y, entonces, ese propietario, que puede ser peque�o o grande, termina subsidiando al resto de la comunidad, sacrificando su propiedad por ella, sin recibir ning�n beneficio. Se�or Presidente, como discutimos hoy a la hora de almuerzo con otros Senadores de la Alianza, pienso que se deben incluir algunos beneficios. Yo entiendo que la Ministra tiene voluntad para que la iniciativa vuelva a Comisi�n, a fin de resolver, en un tiempo acotado, el problema derivado del vencimiento del plazo e incorporar, adem�s, alg�n tipo de incentivo. Por ejemplo, que no pague contribuciones la persona a quien se le declara en afectaci�n una propiedad. �Porque el da�o que se le produce es tremendo! Como tenemos la concepci�n de que la propiedad no es un bien intocable, perfectamente se la puede afectar. Pero debiera considerarse alguna compensaci�n, pues en esos casos se cometen numerosos abusos. Cuando se han construido tranques o carreteras en mi Regi�n, a las personas expropiadas se les han demorado los pagos pertinentes y se les desarraiga de los lugares donde viv�an. Quiz�s, el mayor da�o no es el relacionado con el valor de la propiedad, sino que se le diga a alguien cuya familia ha vivido por cinco generaciones en una casa lo siguiente: "El alcalde, o el SERVIU, o la autoridad equis ha determinado que por este sector se va a construir una calle, una avenida. Y usted debe irse de aqu�". �Ese es un perjuicio que no se compensa! Por lo tanto, se�or Presidente, si ese ciudadano va a contribuir de alguna manera al bien p�blico con la afectaci�n de su propiedad, es dable que se le compense por ello, y una de las tantas formas de hacerlo es liber�ndolo del pago de contribuciones. Alguien puso el ejemplo de una familia de la Sexta Regi�n que pose�a una peque�a parcela que hab�a sido afectada. Pasaron d�cadas sin que se construyera la obra respectiva, y estaba cerca de que le remataran la propiedad porque deb�a contribuciones, las que, adem�s, hab�an subido, pues le hab�an dicho: "Por aqu� va a pasar la avenida tanto". Entonces, hay algo m�s que perfeccionar en este proyecto. Y creo que existe voluntad para ello. El se�or PIZARRO (Presidente accidental).- Hago presente que varios se�ores Senadores est�n inscritos y el Orden del D�a se halla pr�ximo a su t�rmino. Tiene la palabra el Honorable se�or Araya. El se�or ARAYA.- Se�or Presidente, la iniciativa parece ser buena, porque viene a resolver un punto que siempre ha sido muy discutido en el �mbito de las declaratorias de utilidad p�blica para efectos expropiatorios: cu�l es el terreno exacto que se expropia. En tal sentido, incorporar la norma que dice relaci�n con los planos de detalles obviamente constituye un avance. Como pa�s, tenemos serios problemas de planificaci�n urbana. No por nada la Presidenta de la Rep�blica acaba de crear hace un par de d�as una comisi�n que se encargar� de abordar la situaci�n del transporte urbano y, vinculado a ello, de evaluar c�mo van creciendo las ciudades. Si uno mira lo que pasa en los distintos municipios de Chile, aprecia que hay problemas con la aplicaci�n de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, con la necesidad real de construir espacios p�blicos (calles, avenidas, nuevas viviendas) y con lo que efectivamente reflejan los planes reguladores de nuestro pa�s. Yo me atrever�a a afirmar que la gran mayor�a de los planes reguladores no se ha actualizado en los �ltimos quince a veinte a�os. Se han efectuado m�s bien modificaciones puntuales frente a requerimientos de la sociedad o de empresas constructoras. Reitero: en general, solo ha habido parches en los planes reguladores. Y esto ha llevado a que hoy se evidencie un caos territorial, toda vez que no contamos con un ordenamiento efectivo en esta materia que d� cuenta de lo que demandan y necesitan las personas para hacer m�s vivibles las ciudades. Dicho eso, creo que lo central de la discusi�n radica en la enmienda que se propone en el art�culo 59 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Hace diez a�os, si no me falla la memoria, aprobamos una norma que buscaba terminar con la injusticia que sufr�an los chilenos due�os de una propiedad cuando se produc�a una declaratoria de utilidad p�blica para efectos expropiatorios. En esos casos, el ciudadano queda, en la pr�ctica, en tierra de nadie, debido a que, por la Ley de Procedimiento de Expropiaciones, su bien ra�z inmediatamente se vuelve incomerciable y aquel no puede suscribir o celebrar ning�n acto o contrato que signifique la enajenaci�n de ese bien. Por lo dem�s, nadie est� dispuesto a adquirir una propiedad que va a ser enajenada. Uno puede entender lo que plante� el Senador Montes en el sentido de que efectivamente se produce un aumento en el valor de los terrenos, pero de aquellos que no ser�n objeto de expropiaci�n. Cuando ejerc�a la profesi�n de abogado, y antes de que se estableciera la prohibici�n constitucional a los parlamentarios para actuar como abogados en tribunales, me toc� conocer juicios expropiatorios, que eran realmente largos y en los cuales el Fisco nunca pagaba lo que realmente val�a la propiedad. Y se produc�a algo que describi� muy bien el Senador Prokurica: el desarraigo de la persona que debe salir de la casa en la que su familia ha vivido durante mucho tiempo. Entonces, el legislador del a�o 2004 busc� darle un corte a esa situaci�n y evitar las declaratorias ad aeternum. Para ello, puso un tope m�ximo de cinco o diez a�os, dependiendo de las circunstancias de la propiedad y de los objetivos. Pues bien, ese plazo venci�. Pero en ese tiempo ni los municipios ni las autoridades han cumplido con lo que les orden� la ley, que era definir claramente qu� propiedades seguir�an manteniendo para los efectos de construir calles, avenidas, plazas o parques. Yo soy partidario de que el proyecto regrese a la Comisi�n. Y si efectivamente sinceramos el problema existente -a saber, que las municipalidades, el MOP y el Ministerio de Vivienda, a trav�s del SERVIU, no fueron capaces de cumplir la norma legal-, quiz�s demos un plazo excepcional. Con todo, lo peor que podemos hacer es volver a la disposici�n que reg�a antes de 2004, que permit�a que las declaratorias de utilidad p�blica perduraran en el tiempo sin que existiera ninguna obligaci�n para la instituci�n p�blica requirente de dar un t�rmino a esa declaratoria o, a lo menos, de iniciar la obra. La norma en vigor nace -si no me falla la memoria respecto de lo que me coment� en su minuto el entonces Ministro Ravinet- para poner t�rmino a la gran cantidad de terrenos en Chile afectos a declaratorias de utilidad p�blica sin que se haya efectuado en veinte o treinta a�os ninguna obra o iniciaci�n de obra. Efectivamente, la propiedad afectada debe tener una funci�n p�blica. Y, por cierto, en tal caso se busca satisfacer un inter�s p�blico superior. Pero este no puede permanecer hasta el fin de los tiempos sin que el ciudadano cuyo terreno ha sido objeto de esa declaratoria no sepa qu� hacer o a qu� atenerse. Considerando la explicaci�n de la Ministra en orden a que no se lograron levantar los proyectos pertinentes y a que, como consecuencia de ello, vencer�n las aludidas declaratorias, una alternativa de soluci�n puede ser fijar un plazo de transici�n. Sin embargo, en lo personal, no estoy dispuesto a volver a una norma que consagre las declaratorias de utilidad p�blica para fines expropiatorios que no tengan t�rmino y que, a la vez, no le imponga a la autoridad ninguna obligaci�n de llevar adelante las obras respectivas. La planificaci�n urbana demanda ese tipo de medidas. Pero la ley puede resguardarla adecuadamente mediante la fijaci�n de plazos bastante prudentes para el inicio de las faenas. Se�or Presidente, estoy dispuesto a votar a favor de la iniciativa en general. No obstante, anuncio que me pronunciar� en contra de la modificaci�n al art�culo 59 en los t�rminos se�alados. El se�or TUMA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or P�rez Varela. El se�or P�REZ VARELA.- Se�or Presidente, sin duda, el tema de este debate es fuerte. Hace diez a�os, bajo el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos, se cambi� abruptamente -de un lado hacia otro, como la teor�a del p�ndulo- la legislaci�n sobre declaratorias de utilidad p�blica. Hasta ese momento, estas eran indefinidas. En los planes reguladores comunales e intercomunal, se establec�a determinado trazado para una avenida, un parque, etc�tera; se declaraban de utilidad p�blica los terrenos correspondientes, y los propietarios afectados no ten�an derecho absolutamente a nada. Quedaban, como alguien mencion�, en la indefensi�n y no eran compensados. Deb�an esperar hasta cuando el Estado, a trav�s de sus organismos, pudiera ejecutar la obra programada, porque reci�n en ese momento se aplicaba el proceso de expropiaci�n. Y todos sabemos -sobre todo, quienes han sido alcaldes- que a veces transcurre mucho tiempo. De hecho, hay trazados en planes reguladores que han durado treinta, veinte a�os sin la ejecuci�n del proyecto, caso en el cual el propietario no ten�a ning�n derecho y se ve�a profundamente afectado por la declaratoria de utilidad p�blica. La ley del a�o 2004, que el Senador Montes atribuye al Ministro Ravinet, quien pertenec�a al Gobierno del Presidente Ricardo Lagos, estableci� una caducidad "de diez a�os para las v�as expresas, y de cinco a�os para las v�as troncales". Terminado ese plazo, las declaratorias de utilidad p�blica vencen. Y estamos ad portas de que caduquen algunas. Otras ya expiraron. Por lo tanto, se coloca al Estado y a sus organismos en una situaci�n imposible. El p�ndulo pas� de un lado a otro. La idea de la iniciativa en an�lisis es establecer algo razonable, donde convivan el bien com�n con el bien individual del propietario, para que este no sea quien sufra todos y cada uno de los efectos de una declaratoria de utilidad p�blica producto de la planificaci�n de una urbe. Las ciudades son din�micas: se produce crecimiento poblacional; aparecen sectores urbanos que hay que comunicar; se construye en altura, lo que requiere ensanchamiento de avenidas, en fin. Y eso significa un proceso de planificaci�n que la totalidad de las veces no se condice con la rapidez de ejecuci�n de las obras. Por el contrario, si las declaratorias de utilidad p�blica estuvieran acompa�adas con la realizaci�n de las faenas respectivas, no habr�a ning�n problema. Pero no es as�. �C�mo hacemos para planificar la ciudad y desarrollarla urban�sticamente y en armon�a, sin dejar de proteger los derechos de los propietarios que se ven afectados? Ese es el elemento central que tenemos que resolver ahora. Por eso es muy importante aprobar hoy la idea de legislar. As�, podremos discutir en particular, mediante indicaciones, c�mo compensar a los afectados y qu� obligaciones deber� asumir el Estado en esta materia. �Vamos a establecer un plazo para que las declaratorias de utilidad p�blica se desarrollen? �Fijaremos compensaciones al propietario por el per�odo que va desde la afectaci�n de su predio hasta la expropiaci�n? El proyecto contempla una serie de enmiendas que me parecen novedosas. Antes la declaratoria de utilidad p�blica era indefinida, total. Por tanto, no pod�a hacerse absolutamente nada. A partir de esta futura ley, podr�n realizarse algunas obras. Al due�o le ser� posible usar el terreno afectado de alguna manera. De hecho, la Direcci�n de Obras Municipales pertinente puede autorizarlo para hacer nuevas construcciones distintas de las que establece la ley. En fin, tenemos que buscar un justo equilibrio. Mientras eso no pase, estamos en situaciones extremas: por un lado, el propietario sigue pagando todo, lo que sin duda es injusto y, por otro, el Estado no tiene capacidad para llevar adelante los proyectos. Deber�a expropiar casi de inmediato, pero no puede, ya que la b�squeda de recursos es un proceso que siempre es de lato desarrollo. Habr� que definir qu� compensaciones podemos proponer. En el almuerzo el Senador Prokurica record� una indicaci�n del colega Moreira que estipulaba que, por ejemplo, mientras dure la declaratoria de utilidad p�blica, la persona quede eximida del pago de las contribuciones de bienes ra�ces. Tal medida actualmente no existe; por ende, el afectado no puede disponer de su propiedad y, m�s encima, debe pagar el impuesto referido. Por lo tanto, se�ora Presidenta, la discusi�n en particular ser� fundamental para avanzar en la soluci�n de esta materia. He conversado este asunto con algunos alcaldes en ejercicio. Los Senadores que han sido ediles saben que es extraordinariamente complejo poner plazos a la autoridad para llevar adelante las expropiaciones una vez declarada la utilidad p�blica de un terreno. Un sinn�mero de elementos impide la concreci�n de esos compromisos: los presupuestos son anuales; las necesidades, m�ltiples. Considerando esto, amarrar a un municipio o a un gobierno regional para que destine cierta cantidad de recursos a usar en seis, siete, ocho, nueve o diez a�os m�s es una situaci�n dif�cil de resolver por ley. En consecuencia, tenemos que avanzar en el camino de las compensaciones, de las mitigaciones, para poder desarrollar adecuadamente a las ciudades. Ese es un tema de debate profundo. En su momento yo vot� a favor del proyecto de ley del a�o 2004 sobre la materia. Recordando ese tr�mite, cabe se�alar que a lo mejor el debate no tuvo la profundidad necesaria. Entonces no logramos dimensionar lo que pasar�a luego de diez a�os: las condiciones establecidas en la norma legal, en general, no se cumplieron. Hoy d�a vemos c�mo caducan las declaratorias de utilidad p�blica, en circunstancias de que las necesidades de las ciudades en materia de avenidas, de parques, siguen presentes y est�n a la vuelta de la esquina. Este Senado, a trav�s de su Comisi�n de Vivienda, tiene un trabajo superarduo, que esperamos concordar con la Ministra del ramo. Debe pronunciarse respecto de las responsabilidades p�blicas, de las mitigaciones, de las compensaciones y velar por los derechos de los propietarios, para resolver adecuadamente los problemas planteados. Si no llegamos a un acuerdo o si es rechazado el proyecto, quedaremos en el peor de los mundos. Comprendamos eso. Ser� un mundo en el que ninguno de nosotros quisiera estar, donde los �rganos del Estado quedar�n un poco con las manos atadas frente a una necesidad permanente de la ciudadan�a con relaci�n al crecimiento y desarrollo de las ciudades. En efecto, cada vez m�s la gente reclama temas urban�sticos como elementos centrales. Piden que el Ministerio de Vivienda no solo sea "de Vivienda", sino que, adem�s, cumpla la otra parte: "Urbanismo". Por lo tanto, estamos frente a un desaf�o: aprobar esta iniciativa en general y trabajar adecuadamente en el debate en particular. En esta �ltima instancia, invito a todos los Senadores a colaborar con el trabajo de la Comisi�n de Vivienda, mediante la presentaci�n de indicaciones, para llegar a una justa ecuaci�n: responsabilidades p�blicas, mitigaciones, compensaciones, derechos de los propietarios, todo lo cual permitir� planificar nuestras ciudades de una manera m�s eficaz y eficiente, y seguir utilizando el mecanismo de declaratoria de utilidad p�blica, absolutamente necesario para el desarrollo urban�stico, de una forma m�s adecuada. He dicho. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�ora Presidenta, ser� muy breve. Yo hab�a solicitado la palabra a prop�sito de la intervenci�n del Presidente de la Comisi�n de Vivienda, Senador se�or Montes, quien plante� la necesidad de hacer una suerte de segundo nuevo informe. Deseo saber si dicha petici�n consiste en enviar el proyecto a la Comisi�n antes de votarlo en general o despu�s. Porque, tal como varios colegas han manifestado ac�, el tema es superdelicado, sensible. La idea es concordar un buen texto para despejar el problema de los terrenos afectados por las declaratorias de utilidad p�blica. Mi consulta en este momento, se�ora Presidenta, es si vamos a alcanzar a pronunciarnos ahora, al efecto de avisarles a todos los colegas que se encuentra en las distintas Comisiones que est�n funcionando, particularmente la que se halla analizando la reforma tributaria. Entiendo que seguiremos con el debate de este proyecto el d�a de ma�ana. Ah� podremos votar la idea de legislar, asegurando el qu�rum especial requerido. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Efectivamente, como hay varios inscritos, esta iniciativa continuar� su discusi�n ma�ana, ocasi�n en que se votar� en general. Luego de ello, se fijar� un plazo para la presentaci�n de indicaciones y la Comisi�n har� el an�lisis en particular. Evacuado el informe respectivo, el proyecto volver� a la Sala. Tiene la palabra el Honorable se�or Quinteros. El se�or QUINTEROS.- Se�ora Presidenta, despu�s de haber escuchado las intervenciones de los colegas Senadores, manifiesto estar de acuerdo con que la iniciativa vuelva a Comisi�n. El objeto de esta propuesta legislativa es revertir los efectos de las disposiciones de la ley N� 19.939, dictada hace diez a�os, que declar� la caducidad de las declaratorias de utilidad p�blica transcurridos ciertos plazos. Desde mi punto de vista, el efecto de la ley ha sido nefasto. Result� peor el remedio que la enfermedad, puesto que la caducidad ha precipitado la desafectaci�n de terrenos de un alto valor para la ciudad, provocando desequilibrios urbanos. Los plazos establecidos en la ley no ten�an asidero en la realidad. Cinco o diez a�os es poco tiempo en la planificaci�n de una ciudad. Adem�s, los municipios, como se sabe, en su gran mayor�a no cuentan con los recursos suficientes para expropiar o adquirir directamente, pero ello no debe ser causa para que el predio deje de ser considerado de utilidad p�blica. Estoy de acuerdo con el prop�sito de este proyecto de ley. Es necesario que los municipios y los gobiernos regionales tengan herramientas suficientes para ordenar el territorio y que no queden condicionados a la existencia o no de recursos en los presupuestos. El mejor ejemplo -y lo sabe muy bien nuestra Ministra- es lo ocurrido recientemente con el incendio de Valpara�so. Las franjas de protecci�n, las v�as de circulaci�n, los espacios para la recreaci�n deben corresponder a criterios urban�sticos y no a criterios financieros. En las condiciones actuales los municipios est�n amarrados; no pueden planificar. En otras palabras, solo se puede planificar con dinero en caja, de modo que solo un pu�ado de municipios tiene derecho a planificar y los dem�s deben someterse a la ley de la selva. Si a eso se une la complejidad y el costo que representa para los municipios la tramitaci�n de una modificaci�n al plan regulador, resulta entonces que pr�cticamente no hay posibilidades para una planificaci�n eficaz de las ciudades. Por otra parte, me parece apropiado establecer la figura de los planos de detalle, por cuanto hoy no existe en los municipios esta herramienta para responder frente a dudas generadas por planes reguladores confeccionados a escala muy general. Ahora bien, me preocupan algunos aspectos formales de la norma transitoria. Estoy de acuerdo en establecer que la regla general sea que todos los predios cuya declaraci�n de utilidad p�blica caduc� producto de la vigencia de las leyes N�s 19.939 y 20.331 recuperen su calidad original, siempre que no se incorporen en la n�mina de predios desafectados que debe elaborar el municipio o el gobierno regional, seg�n corresponda. A ese respecto, resulta necesario clarificar que tambi�n es factible que un predio desafectado por una modificaci�n del plano regulador aprobada seg�n las normas vigentes recupere su declaratoria de utilidad p�blica en virtud de la norma transitoria y que, si se quiere ratificar la desafectaci�n, pueda incluirse en la n�mina correspondiente. Por otra parte, estimo que el informe previo de la Secretar�a Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo que se exige para la determinaci�n de los usos del suelo solo debe tener car�cter informativo. Ello, por cuanto en mi experiencia como Alcalde y Presidente de la Asociaci�n Chilena de Municipalidades constat� que en algunas ocasiones la secretaria regional respectiva le daba a su opini�n la condici�n de vinculante, lo que no se halla en el esp�ritu de la ley. En mi concepto, los municipios deben definir los usos de suelo con autonom�a y en el marco de la ley, y no han de estar obligados a seguir el criterio sectorial. He dicho. La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Concluy� el Orden del D�a. Restan tres se�ores Senadores inscritos, quienes podr�n intervenir en la sesi�n de ma�ana, cuando continuemos la discusi�n general de esta iniciativa. El se�or OSSAND�N.- �Puede agregar mi nombre, se�ora Presidenta? El se�or LARRA�N.- �Y el m�o? La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Por supuesto: se incorporar� a Sus Se�or�as en la lista de inscritos. Agradezco la presencia de la se�ora Ministra de Vivienda y Urbanismo. --Queda pendiente la discusi�n general del proyecto. )----------( La se�ora ALLENDE (Presidenta).- �Le parece a la Sala suspender el Tiempo de Votaciones y dejarlo para la sesi�n ordinaria respectiva? Acordado. Voy a levantar la sesi�n, sin perjuicio de dar curso a las peticiones de oficios que han llegado a la Mesa. PETICIONES DE OFICIOS --Los oficios cuyo env�o se anunci� son los siguientes: Del se�or DE URRESTI: Al se�or General Director de Carabineros, para que informe sobre REQUERIMIENTOS CIUDADANOS EN MATERIA DE SEGURIDAD P�BLICA EN DECIMOCUARTA REGI�N. Al se�or Intendente de Los R�os, a fin de que remita copia de CARTERA DE PROGRAMAS Y L�NEAS DE PROYECTOS FINANCIADOS EN 2014 EN MARCO DE POL�TICA REGIONAL DE PESCA Y ACUICULTURA. Al se�or Superintendente de Valores y Seguros, solicit�ndole REVALUACI�N DE INFORME SOBRE LIQUIDACI�N DE SEGURO DE DESGRAVAMEN POR CR�DITO DE ESTUDIO OTORGADO A DON JAVIER SILVA TORRES. Y al se�or Superintendente de Seguridad Social, pidi�ndole antecedentes acerca de LICENCIAS M�DICAS NO PAGADAS A SE�OR JUAN PABLO SOTO PATI�O. Del se�or NAVARRO: Al se�or Ministro de Relaciones Exteriores, requiri�ndole antecedentes sobre ASPECTOS PESQUEROS CONSIDERADOS EN DOCUMENTOS DE TRABAJO DE ACUERDO TRANSPAC�FICO DE COOPERACI�N ECON�MICA. Al se�or Ministro de Obras P�blicas, pidi�ndole informaci�n y copia de CONTRATO DE ADQUISICI�N DE RUTA DE LA MADERA. Al se�or General Director de Carabineros, solicit�ndole antecedentes e informe de SIAT sobre CAUSAS DE ACCIDENTE OCURRIDO EN KIL�METRO 20 DE RUTA DE LA MADERA. A la se�ora Superintendenta de Servicios Sanitarios, requiri�ndole informaci�n relativa a INTEGRANTES DE PANEL DE EXPERTOS PARA FIJACI�N DE TARIFAS DE AGUA POTABLE. Y al se�or Director de la CONAF, para que remita informaci�n en cuanto a PLAN DE CONSERVACI�N DE GERMOPLASMA DE ESPECIES END�MICAS OCE�NICAS DE FLORA VASCULAR EN ISLA DE PASCUA, SALAS Y G�MEZ, Y ARCHIPI�LAGO DE JUAN FERN�NDEZ. )----------( La se�ora ALLENDE (Presidenta).- Se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 19:15. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n.