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- rdf:value = " El señor LETELIER.-
Señora Presidenta , el debate que llevamos a cabo hoy tiene una tremenda importancia, porque se da en una época específica de nuestra historia, en un mundo globalizado donde el tópico de las identidades propias es trascendental, donde se han relativizado los Estados nacionales, y donde lo que muchas veces está en cuestión es la permanencia de ciertas culturas civilizatorias versus otras que tienden a disgregarse y destruirse mediante modelos de sobreconsumo, etcétera.
Hoy vivimos en una época donde los derechos de las personas y de los colectivos muchas veces están cuestionados no solamente dentro de las fronteras nacionales, sino también más allá de ellas.
Vivimos en nuestro país -¡"Gracias a Dios", dirán varios!- el inicio de un ciclo político donde se empiezan a echar para atrás las concepciones neoliberales que nos han dominado durante demasiado tiempo.
Comienza una era en Chile donde iniciamos la discusión de temas que le importan a la mayoría.
Por eso estamos contentos del voto de los chilenos en el extranjero; estamos felices de que se haya mandado al Congreso Nacional el proyecto que pone fin al actual sistema electoral de nuestro país, que es muy perverso.
Y hoy discutimos algo básico: cómo fortalecer el derecho a la identidad, al desarrollo de nuestra cultura.
En lo personal, no me satisface el título de esta iniciativa, pues pienso que queda corto. Me parece que está en juego mucho más que el fomento a la música chilena, y lo trataré de explicar en forma breve.
El espectro electromagnético es de todos los chilenos y su entrega en concesión debe revisarse. Soy de aquellos a los que no les gusta la forma en que a las radios se les otorgan concesiones, que haya personas que las ganen, que lucren con ellas, que las arrienden a otros, y que no defiendan lo nuestro.
--(Aplausos en tribunas).
Resulta bastante vergonzoso que algunas de las personas que han asistido a Comisiones en este tiempo no sean los titulares de las concesiones radiales, sino quienes las arriendan a otros para lucrar con un bien que nos pertenece a todos. Sin duda, cumplen una función social. Pero creo que se debe sincerar lo ocurrido con ciertos conglomerados que se han apropiado del espectro radial de nuestro país poniendo dinero sobre la mesa para arrebatarles las concesiones a radios regionales con clara identidad local.
Señalo lo anterior, señora Presidenta , porque la gran mayoría de las emisoras regionales ya incluyen en su programación mucho más de 20 por ciento de música chilena. Son los grandes conglomerados, las mayores cadenas de radio, los que tienden a relativizar la importancia de esta discusión o a cuestionarla. Y lo hacen, como se ha indicado, levantando la bandera de la libertad de programación. Considero bueno señalar que el espectro electromagnético es nuestro, que el Estado se lo entrega a particulares en forma gratuita -por desgracia, a mi juicio- para su uso, y estos no quieren que eso se regule.
Lo que haremos con esta iniciativa, al igual que en el proyecto de ley sobre televisión digital terrestre, será comenzar a recuperar la facultad de la mayoría de los chilenos de normar el uso de espacios pertenecientes a todos nosotros.
No solo queremos fijar este porcentaje de 20 por ciento (por cierto, habría que preguntarse si es adecuado ese guarismo), sino además regular la relación comercial entre quienes usan y explotan las radios y los creadores, los artistas, representados por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor. Y aprovecho de saludar a los artistas que durante esta última década han venido una y otra vez a luchar por que la industria les pague los derechos que les corresponden como músicos o actores, pues se trata de propiedad intelectual.
Es fantástico ver cómo a los grandes empresarios les gusta defender sus derechos de propiedad, pero no que los creadores y los artistas reclamen los suyos respecto de la creación.
Ese es uno de los aspectos en discusión.
--(Aplausos en tribunas).
Y las radios tienen miedo, porque no cancelan siempre los derechos de autor a músicos foráneos. Entonces, no quieren pagar ni a los extranjeros ni a los nacionales.
Sin duda, eso forma parte del debate en la Sala.
El espectro electromagnético, que nos pertenece a todos, debe servir para fomentar el desarrollo de nuestros artistas. No es el único mecanismo, por cierto. Pero de que ayuda, ayuda; de que es necesario, es necesario.
Esa es una de las dimensiones de fomento; sin embargo, existen otras que para mí son tanto o más relevantes: las relativas a nuestra identidad.
La defensa de nuestra identidad, de nuestra cultura, depende en el mundo de hoy de lo que se escuche, de lo que se vea. Alguien en tribunas hablaba de cómo la televisión u otros espacios han sido utilizados para difundir una cultura que por lo menos a algunos de nosotros no nos gusta: la de la farándula o del fenómeno denominado reality, que refleja un voyerismo perverso, propio de la época en televisión.
Lo cierto es que uno quiere defender la identidad, un conjunto de valores, de maneras de ser, de formas de expresión. De ahí que sea tan importante reservar al menos la difusión de un porcentaje de creación chilena -después quiero plantear algunas interrogantes- en las radios y también en otros espacios.
Tendremos que definir mejor, eso sí, qué se entiende por música chilena. Porque algunos querrán restringir ese concepto. Incluso, les gustaría reducir el folclor a la cueca y a la tonada, producto de una lectura bastante reduccionista del término.
En algún momento tendremos que analizar el punto de forma adecuada para llegar a una definición lo más amplia posible, en tanto hay artistas nacionales y música que puede ser escrita por chilenos. Es decir, debemos elaborar un concepto amplio y no restrictivo.
Es una de las inquietudes, legítimas, que algunos tienen.
Por eso, me parece que durante el debate deberíamos escuchar la opinión de los creadores respecto de qué entienden por música chilena y por música chilena de raíz folclórica, como se señala en el proyecto.
Para terminar, señora Presidenta , deseo plantear una inquietud.
Por cierto, vamos a votar a favor, y lamentamos las acciones dilatorias llevadas a cabo por algunos, solo por el hecho de que la ARCHI está realizando hoy una convención en algún punto del país¿
--(Manifestaciones en tribunas).
¿ y no querían que se discutiera esta iniciativa para no "pisarle los callos" a alguien.
Pero a nosotros nos corresponde regular conflictos de interés -es lo que hace el Parlamento, entre otras cosas-, y tomar posiciones respecto de ellos.
La bancada del Partido Socialista, la Nueva Mayoría, vamos a apoyar la regulación del espacio electromagnético que usan las radios, a reivindicarla, en el entendido de que se da en un contexto de una era nueva en Chile en que comenzamos a recuperar el derecho de la mayoría a decidir cómo se organiza el país en que vivimos.
Vamos a votar que sí.
--(Aplausos en tribunas).
"
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