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El señor TUMA ( Vicepresidente ).- Corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en mensaje, en primer trámite constitucional, que regula la competencia en el mercado de los medios de pago electrónicos, con informe de la Comisión de Economía.
--Los antecedentes sobre el proyecto (9201-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite, sesión 80ª, en 17 de diciembre de 2013.
Informe de Comisión:
Economía: sesión 85ª, en 14 de enero de 2014.
El señor TUMA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo principal de la iniciativa es promover la competencia en el mercado de los medios de pago electrónicos.
La Comisión de Economía discutió la iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores García, Tuma y Zaldívar.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 36 a 38 del primer informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).- En discusión la idea de legislar.
Tiene la palabra el Senador señor García.
El señor GARCÍA .- Señor Presidente , quiero sugerir a la Sala que aprobemos la iniciativa en general, que introduce mayor competencia en el mercado de las tarjetas de crédito, llamadas de manera más genérica como "medios de pago electrónicos".
Este proyecto es bastante técnico, porque tanto la emisión de tarjetas de crédito como la forma en que estas operan en el mercado -los consumidores acceden a estas tarjetas y las usan como instrumentos de pago-, además del proceso interno para gestionar las miles de compras que se realizan a diario con estos sistemas y permitir que luego los bancos paguen a los respectivos vendedores, es un proceso en realidad bastante técnico y, por lo demás, muy regulado.
En lo grueso, hoy día el gran operador de estas tarjetas es una institución que pertenece a todos los bancos, conocida como "Transbank". Lo que hace la iniciativa es otorgar todas las facilidades para que se creen nuevos operadores. (No sé si la palabra precisa es "operadores", pues el lenguaje técnico a veces no corresponde exactamente a lo que uno quiere decir con un lenguaje común). En definitiva, se busca que surjan competidores a esa empresa enorme. De esa manera, podrá haber tarifas más convenientes.
En la actualidad, dado que no hay competencia, Transbank tiene un acuerdo con el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, para evitar que utilice su posición dominante en beneficio propio, sin considerar a las miles -me atrevería a decir millones- de personas que pagan las respectivas comisiones.
Por eso, yo creo que este es un proyecto necesario en nuestra economía. Las tarjetas de crédito y, en general, los medios electrónicos de pago son cada vez más usados, están cada vez más extendidos. Por lo tanto, parece del todo razonable que tengamos una legislación que promueva la competencia y haga bajar las comisiones.
Gracias, señor Presidente.
El señor TUMA (Vicepresidente).- Solicito el asentimiento de la Sala para que el Honorable señor Patricio Walker asuma como Presidente accidental con el objeto de que yo pueda intervenir con relación al proyecto que nos ocupa.
Acordado.
--Pasa a dirigir la sesión el Senador señor Patricio Walker, en calidad de Presidente accidental.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Harboe.
El señor HARBOE.- Señor Presidente , en Chile el sistema de tarjetas de crédito y débito de aceptación universal organiza los roles de licenciamiento, emisión, adquirencia y operación. Y la verdad es que cuando uno observa cómo se comporta la industria en esta materia advierte que, a diferencia de otros países, en el nuestro se presenta una verdadera integración vertical, donde el licenciamiento, la emisión y la adquirencia van quedando en las mismas manos.
No voy a entrar en detalles -se pueden ver en el informe, que resume la discusión del proyecto en la Comisión-, pero creo del caso reseñar los roles que cabe distinguir en este ámbito:
-El rol del adquirente comprende todos los procesos tecnológicos propios de él, la captura y el registro de la transacción.
-El rol de red o switch consiste en el ruteo o tráfico de la información entre los actores del sistema, y
-El rol del emisor implica, básicamente, la validación de la autenticidad de la tarjeta, disponibilidad de fondos y verificación de la clave.
En Chile los roles de adquirencia y operación corresponden a los emisores, quienes pueden ejercerlos por sí o por mandatarios. Lo que ha ocurrido es que en la práctica los emisores (bancos, retail, sociedades anónimas, cajas de compensación y otros) han encargado los roles de adquirencia, operación del rol adquirente y operación de red a un único operador, un tercero: Transbank, que es, en otras palabras, una sociedad de apoyo al giro.
Desde el año 1991 ha habido una discusión respecto del verdadero monopolio que ejerce Transbank en la materia, siendo una sociedad de apoyo al giro. Se ha generado toda una disputa, en la cual han tenido que intervenir la Fiscalía Nacional Económica y el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia para establecer ciertas condiciones en que pueden participar otros actores.
¿Qué ocurre? Este proyecto de ley, en lo fundamental, busca promover la competencia y permitir que cualquier adquirente que cumpla con las condiciones necesarias pueda acceder, de manera no discriminatoria, a la red de procesamiento. Es decir, la idea es que haya competencia en materia de adquirencia.
El problema radica en que las condiciones de entrada hoy día son desiguales y, en la práctica, no se puede competir. Si bien el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia ha señalado ciertas condiciones que deben cumplirse, en los hechos, señor Presidente , hoy día no está operando la competencia en este mercado.
Entonces, el proyecto va en la dirección correcta, en el sentido de establecer ciertas normas básicas.
Pero ¿qué ocurre?
En el año 2005 el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia señaló que, en su función de plataforma de procesamiento, Transbank parecía tener las características de la denominada "instalación esencial" tanto para emisores como para adquirentes. En concreto, señaló que la "plataforma [de procesamiento] en que operan los servicios de tarjetas de créditos bancarias, pareciera tener la característica de instalación esencial para adquirentes y emisores" (Sentencia N° 29, de 2005).
Con el fin de permitir la entrada de potenciales nuevos adquirentes y considerando la eventual calidad de facilidad esencial, es importante que nuestra legislación -ya no necesariamente la sentencia del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia- asegure que ellos podrán contratar los servicios de procesamiento de la red existente.
Siguiendo la normativa vigente para los emisores, el proyecto de ley establece que las condiciones y requisitos definidos por el procesador deberán considerar ciertos elementos: calidad del servicio, medidas de control, resolución de fraudes y tarificación de los servicios que se presten.
A su vez, con el fin de asegurar un acceso no discriminatorio y permitir que diferentes actores con distintas necesidades y modelos de negocio compitan en igualdad de condiciones, estos servicios deberán entregarse en forma desagregada, pudiendo ser contratados todos o algunos de ellos. En realidad, hoy día solo es posible contratarlos a través de un sistema integrado.
Fíjese, señor Presidente , que es bien particular que los bancos, las sociedades, las casas comerciales, el retail y las cajas de compensación compitan por la emisión de tarjetas. Sin embargo, se ponen de acuerdo en cuanto al sistema por medio del cual dichas tarjetas van a funcionar. Es decir, deciden competir por la emisión, pero se ponen de acuerdo -algunos hablan de "colusión"; otros, de "acuerdo económico" o de "monopolio"- para el acceso a las tarjetas.
En consecuencia, cualquier actor que desee incorporarse para ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos no puede hacerlo, toda vez que las normas de ingreso son bastante cerradas.
El ARTÍCULO PRIMERO de esta iniciativa contiene un cuerpo normativo para resguardar que la prestación de estos servicios ofrecidos por los operadores de tarjetas de pago tenga lugar en condiciones de adecuada competencia.
En el artículo 1° del TÍTULO I se definen para los efectos legales los conceptos de "emisor", "operador" y "tarjetas de pago".
Pero lo fundamental de la iniciativa figura en los artículos 3° a 6° del TÍTULO II, donde se señala que, si el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia preceptúa que no hay condiciones competitivas en alguno de los sectores del mercado de tarjetas de pago, se aplicarán a los operadores las exigencias que el proyecto de ley dispone (artículo 3°): primero, establecer condiciones y requisitos públicos, generales, transparentes, objetivos y no discriminatorios para prestar sus servicios a emisores u otros operadores; y segundo, prestar dichos servicios a todo emisor u operador que cumpla tales condiciones y requisitos. Esta obligación se hará efectiva dentro del plazo de 360 días, contado desde la fecha de la respectiva resolución del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
Señor Presidente , estamos sacando una ley cuya aplicación queda supeditada a un fallo del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Es decir, esta normativa supone la existencia de un proceso de judicialización en el organismo especializado, como es ese Tribunal. ¿Por qué? Porque el artículo 6° dice que si ese órgano jurisdiccional señala que las condiciones del mercado son competitivas las obligaciones contenidas en la ley no se aplican.
Lo que pretende el proyecto es que cuando el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia repare un mercado o parte de él porque no hay condiciones competitivas la ley haga aplicables las medidas que deberían adoptarse, pero que cuando señale que el mercado es competitivo tales normas dejan de aplicarse.
Yo no conozco, en verdad, una legislación que quede supeditada solo al fallo de un tribunal, en circunstancias de que el objetivo del legislador, quien tiene en vista la naturaleza de las funciones del Congreso, es justamente evitar los procesos de judicialización, que no tienen otro sentido que interpretar la norma cuando no queda suficientemente clara en el proceso legislativo seguido en el Parlamento.
Dicho de otro modo, las condiciones del artículo 3° deberán entenderse supletorias o de aplicación residual, y se aplicarán siempre y cuando no sean más gravosas que las que impone el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
Es decir, el legislador está renunciando a la facultad regulatoria en función de un fallo de ese órgano jurisdiccional, situación que a mi juicio no es adecuada.
El ARTÍCULO SEGUNDO, por su parte, introduce una modificación a la Ley General de Bancos con la finalidad de prohibir a los operadores hacer trato directo con el público.
Creo que sería conveniente oír a algunos economistas, a fin de que nos ilustren sobre las implicancias prácticas de la aplicación de este proyecto de ley. Porque si queremos introducir medidas de competencia reales habrá que hacerlo, no sobre la base de normas supletorias de fallos de los tribunales, sino a través de una disposición de aplicación general.
Señor Presidente , no cabe ninguna duda de que aquí el mercado no ha operado de buena forma. Exhibe un amplio nivel de concentración. Es más -probablemente vamos a tratar este tema a propósito de la reforma tributaria-, hemos observado que las sociedades de apoyo al giro (Nexus y Transbank, hoy día), producto de una disposición que data de la década de los ochenta, se encuentran exentas del pago del IVA. ¡Mire, usted! Y, claro, era lógico: en esa década se requería incentivar la bancarización.
Pero perdónenme: hoy día, con el nivel de utilidades que obtienen y que -¡ojo!- reparten antes del proceso de fin de año a través de sus bancos, que son los emisores finalmente, ¡estas empresas se hallan exentas de IVA!
En consecuencia, hay además una barrera tributaria para el ingreso de más competencia, porque cualquier nuevo actor debe pagar el IVA y, por ende, parte con un porcentaje de diferencia en su contra dentro del modelo de negocio.
Señor Presidente , entiendo el sentido del proyecto de ley, pero creo que no es suficiente para garantizar la transparencia y una apertura a la competencia que beneficie a los consumidores finales. Porque, como existe un monopolio en manos de una empresa, la Sociedad de Apoyo al Giro Bancario, ellos se ven afectados por cobros de cuotas que no se pueden eludir ni mucho menos reparar, toda vez que, además, los consumidores no están habilitados para modificar unilateralmente los contratos, a diferencia de los emisores, quienes sí pueden hacerlo.
Por consiguiente, pienso que este proyecto es necesario, pero insuficiente, dado que sus normas serán de carácter supletorio, lo cual no permitirá mejorar los niveles de competencia.
He dicho.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Tuma.
El señor TUMA.- Señor Presidente , en mi calidad de miembro de la Comisión de Economía, me correspondió conocer de este proyecto de ley, iniciado en mensaje del Ejecutivo, que tiene por finalidad regular un mercado que, lejos de estar reglado, reviste carácter monopólico.
Con entusiasmo voté a favor de la idea de legislar en el mencionado órgano técnico. Pero, sin duda, queda mucho mucho por analizar en esta iniciativa para garantizar que la intervención del Congreso Nacional y del Ejecutivo -hoy día hay un nuevo Gobierno- conduzca de verdad a la regulación de un mercado que tiene una influencia enorme en la actividad comercial.
Actualmente, el principal medio electrónico de pago son las tarjetas de crédito y de débito bancarias, y se encuentra monopolizado por los bancos, que actúan a través de Transbank.
Con relación a los volúmenes monetarios, podemos citar, en cifras aproximadas, que en 2012 se realizaron 131 millones de operaciones con tarjetas de crédito bancarias, por un valor de 15 mil millones de dólares, y más de 201 millones de operaciones con tarjetas de crédito no bancarias, por un monto de 10 mil 458 millones de dólares. Las tarjetas de débito registraron alrededor de 617 millones de operaciones, lo cual asciende a un monto de 52 mil 400 millones de dólares, incluyendo los giros en cajeros automáticos.
Contabilizando solo las operaciones en comercios, el monto total de transacciones con tarjetas de débito fue de 12 mil 460 millones de dólares solo en el año 2012.
Claramente, esta es una de las actividades que más se repiten en el comercio. Pero podemos ver que detrás de cada una de ellas hay comisiones que alguien paga, la mayoría de las veces sin ninguna capacidad de negociación.
La propiedad tanto de Transbank como de Nexus, que son los dos actores principales, se distribuye sobre todo entre Banco de Chile, Banco de Crédito e Inversiones, Scotiabank Chile, Banco Corpbanca , Banco Santander Chile, BancoEstado y BBVA.
En ambos casos, el Banco de Chile -¡solo el Banco de Chile!- es el principal accionista, con una participación de 26,16 por ciento en Transbank y de 25,81 por ciento en Nexus.
Este es un mercado de dos lados, donde tanto la oferta cuanto la demanda de ambas partes se satisfacen de manera simultánea. Esto es similar al serrucho que antiguamente se usaba en los bosques para cortar los árboles: de ida y vuelta lograba su propósito. En este caso, los bancos y Transbank y Nexus cobran al comenzar la acción de la venta a los tarjetahabientes y luego a los comerciantes. Por un lado, los tarjetahabientes pagan una serie de comisiones e intereses por el uso de las tarjetas de crédito y por otro los comerciantes pagan al adquirente una tasa de descuento. Es decir, unen las dos puntas (la oferta y la demanda) y cobran una comisión a los consumidores y al comercio.
La estructura del financiamiento del sistema se sesga extrayendo excedentes al comerciante, subsidiando al tarjetahabiente y desincentivando la adhesión del comercio.
En Chile ese sesgo es evidente. Transbank es un monopolio que ofrece un precio único a cada comercio, pero varía por tipo de comercio y volumen de transacciones. Fluctúa entre 0,4 y 2,95 por ciento en el caso de las tarjetas de crédito y entre 0,5 y 2,5 por ciento en el de las tarjetas de débito.
En Estados Unidos, Europa, Australia y México las tasas de intercambio se fijan de acuerdo a estudios de costos y no se dejan a la negociación multilateral de las partes (cuando me refiero a "las partes", cabe hacer notar que una tiene una tremenda capacidad de negociación y la otra ninguna). Y la tasa de intercambio es regulada por diversas instituciones con competencia en la materia, desde bancos centrales a entidades supervisoras, lo que no ocurre en Chile.
En los casos anteriores, el Estado ha generado una normativa que permite establecer una relación de concordancia, de negociación, de equilibrio entre las partes. En Chile no tenemos esa oportunidad. Entonces, es claro que este mercado no ha sido tratado con la seriedad y la rigurosidad que amerita.
El actual proyecto de ley, sin duda, busca promover la competencia en el mercado de los medios de pago electrónicos -¡y en buena hora que estemos legislando sobre el particular!-, para lo cual actúa en tres niveles: la emisión, que es la generación de las tarjetas; el procesamiento, que se traduce en el procesamiento propiamente tal y la transmisión de la información entre los distintos actores de dicho sistema; y por último, la adquirencia, que es la afiliación de establecimientos comerciales al uso y aceptación de determinada tarjeta.
En tal sentido, la iniciativa define ciertas obligaciones para el operador de tarjetas de crédito, que es quien realiza el procesamiento.
Ante ese contexto, el problema surge en la estructura monopólica de quien controla la adquirencia de las tarjetas de crédito y de débito bancarias.
Sin lugar a dudas, el actuar de Transbank dista del que debe imperar en un mercado de libre competencia.
Es necesario, entonces, regular este mercado.
El proyecto debe discutirse con cifras claras y tiene que incluir a los actores que participan en el medio de pagos electrónicos. Pero está incompleto, porque:
-Primero, no se recogieron las demandas de otros emisores.
-Segundo, no se especifica el rol de las marcas (Visa, Mastercard , American Express, etcétera), que también son actores que fijan las reglas para la aceptación general de las tarjetas.
-Tercero, no se ha fijado una tasa de intercambio entre el adquirente y el emisor.
-Cuarto, no se establece un límite al porcentaje de la propiedad de los bancos sobre Nexus y Transbank. Es decir, persiste una propiedad vertical que no permite la competencia.
Por último, Transbank cobra una comisión a los establecimientos comerciales como porcentaje del valor de venta por cada operación con tarjetas de crédito y de débito. La comisión depende del rubro del propio comercio, del volumen de ventas promedio mensual y del valor promedio de cada transacción. Cuanto mayores son estas variables, menor es el porcentaje de la comisión.
Por lo tanto, el pequeño comercio está obligado a pagar una comisión mayor que un supermercado y que el retail, lo cual le resta oportunidades para competir.
Lo anterior se expresa en que la estructura de las tarifas discrimina a los pequeños comerciates y emprendedores, debido a que pagan más que los supermercados y el retail.
En resumen, señor Presidente, creo que tenemos una gran oportunidad de regular bien el mercado en comento.
Esta es una buena iniciativa, ya que le abre al Congreso la oportunidad de impulsar una regulación en favor del comercio y de los millones de consumidores que todos los días hacen uso de su tarjeta de crédito, detrás de lo cual hay también un gran abuso.
Por eso, señor Presidente, me parece que hay que dar el tiempo necesario para presentar indicaciones a esta iniciativa.
Yo sugiero un plazo no inferior a 20 días, al objeto de que los parlamentarios que no han conocido este texto se interioricen de él y efectúen aportes por aquella vía. Se deben formular muchas indicaciones.
Además, hay que invitar a numerosos otros actores; el número de aquellos a los que hemos escuchado en la Comisión de Economía no me parece suficiente. Es necesario abrir las puertas del Congreso y determinar un espacio mayor a efectos de recibir proposiciones que perfeccionen el proyecto y garanticen que se regulará el mercado en comento, que existirá competitividad y que habrá igualdad de oportunidades para el pequeño comercio y los consumidores.
Gracias, señor Presidente.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.
El señor BIANCHI.- Señor Presidente , esta iniciativa dice relación con el sistema bancario y de crédito en general, área de nuestra economía que ha motivado nuestra preocupación durante los últimos años.
Hoy día para nadie es un misterio que el mercado de los bancos y de las instituciones financieras se encuentra altamente concentrado, lo que les permite hacer objeto de prácticas abusivas a sus clientes, muchos de los cuales se convierten en deudores eternos, o enfrentan acciones judiciales, o reciben amenazas de remate, y, al final, prácticamente quedan en la calle.
Tales hechos no son fantasías, sino una triste realidad. Y entre quienes incurren en ellos incluyo también al Banco del Estado, que "del Estado" tiene la nada misma.
Entre los abusos que tales instituciones cometen y que les reportan mayores utilidades está el cobro de comisiones por los servicios que prestan. A modo de ejemplo, puedo citar los cobros por giro en cajero automático, por giro en caja, por otorgamiento de crédito y, finalmente, por utilización de sistemas electrónicos de pago, como las tarjetas de crédito y de débito.
¿Qué vemos en el sistema de los bancos para que funcione el mecanismo de pago electrónico mediante tarjetas de crédito y de débito? Que también en este caso existe una verdadera colusión a los efectos de que a través de dos empresas, Transbank y Nexus , se pueda operar en forma conjunta todo el sistema de procesamiento, para lo cual es necesario establecer un procedimiento de pago electrónico.
Por eso, sin duda, este proyecto de ley enfrenta una situación absolutamente inaceptable: la actuación monopólica de los bancos, que al final afecta a los usuarios de las tarjetas de crédito y a los comerciantes, quienes son objeto de un cobro que no sigue las reglas del mercado, sino que es fijado por un monopolio sin control, lo cual, sin duda, incide en una ganancia para dichas instituciones y en una pérdida tanto para los tarjetahabientes cuanto para los comerciantes, que constituyen el eslabón final del sistema electrónico de pago controlado por los bancos.
Entonces, señor Presidente , mi primera preocupación apunta a determinar si con las medidas que propone esta iniciativa lograremos poner término a la alta concentración del mercado en comento y al monopolio que sobre él se ejerce.
A mí, por lo menos, me quedan algunas dudas.
Por lo mismo, me parece que durante la discusión particular deberemos actuar con mayor audacia y sugerir normas que garanticen la más absoluta libre competencia en un mercado que, para mi gusto, está escandalosamente concentrado.
De lo contrario, esta normativa será solo un saludo a la bandera y, seguramente, los bancos buscarán la fórmula para seguir dominando el mercado a su entero antojo.
Lo escuché atentamente, señor Presidente , cuando hizo uso de la palabra. En estas materias nos hemos encontrado en varias oportunidades en la misma línea: viendo cómo conseguir de una buena vez que no prime esa escandalosa situación de abuso contra las personas.
Hoy día el uso de las tarjetas en cuestión ya no es prohibitivo para nadie. Incluso, recuerden Sus Señorías cómo estos plásticos se entregaban a destajo a estudiantes, a personas que carecían de ingresos (por ejemplo, a dueñas de casa, mujeres que realizan una labor extraordinariamente significativa pero que por ello no perciben sueldo), etcétera, con el único propósito de que se endeudaran y al final sucediera todo lo que deriva de las cuentas impagas: remates, en fin, en un escenario complejo enfrentado por toda la familia.
No queremos esa situación. La consideramos inhumana, ya que, en definitiva, da lugar a que tanto poder económico, concentrado en las empresas que nombré, termine imponiéndose a través de una actuación brutalmente abusiva.
Por eso, señor Presidente, concuerdo con usted en que debemos hacer muchos ajustes, presentar varias indicaciones.
Por de pronto, espero que el plazo fijado para formularlas sea razonable, de manera que se presente el mayor número de proposiciones encaminadas a mejorar este proyecto de ley.
Es menester regular ese accionar abusivo de la banca, de las instituciones que otorgan créditos con intereses del todo inabordables.
La gente, una vez que entra en el círculo descrito, ya no puede salir de él. Y esta situación se da con las tarjetas de crédito, con las de supermercados -de grandes supermercados, de megasupermercados-, con las de tiendas comerciales o del retail, en que el gran negocio, más que la venta de productos en sí, es que la persona obtenga una de ellas, se endeude y pague intereses usurarios.
¡Ese es el negocio final: prestar dinero a través de los plásticos!
Por supuesto, vamos a estar muy atentos a la formulación de indicaciones conducentes a perfeccionar la iniciativa en debate.
He dicho.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación la idea de legislar.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor TUMA ( Vicepresidente ).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (21 votos favorables), fijándose plazo para presentar indicaciones hasta el lunes 12 de mayo, a las 12.
Votaron las señoras Goic, Muñoz y Van Rysselberghe y los señores Araya, Bianchi, Chahuán, Espina, García, García-Huidobro, Guillier, Harboe, Horvath, Larraín (don Hernán), Letelier, Montes, Orpis, Ossandón, Pizarro, Prokurica, Tuma y Walker (don Patricio).
El señor TUMA ( Vicepresidente ).- Se deja constancia de la intención de voto afirmativo de la Senadora señora Lily Pérez.
El señor TUMA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).- En este momento llegó a la Mesa una moción de los Senadores señores Espina, Harboe, Larraín, Patricio Walker y Zaldívar con la que se da inicio a un proyecto que modifica la ley N° 18.290, de Tránsito, y sus enmiendas posteriores en lo referente al delito de manejo en estado de ebriedad causando lesiones graves gravísimas o con resultado de muerte, y fija normas al objeto de que las penas que determine el tribunal no sean inferiores al mínimo o superiores al máximo del marco establecido en la ley.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).- Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).- Cabe consignar, además, que adhirieron a esa moción los Senadores señora Pérez San Martín y señores Allamand, García, Guillier, Horvath, Moreira, Orpis, Ossandón, Prokurica y Tuma.
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