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El señor DELMASTRO ( Vicepresidente ).-
Corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción, que establece el 1 de octubre como el “Día Nacional del Adulto Mayor”.
Diputado informante de la Comisión de Cultura y de las Artes es el señor Alfonso de Urresti.
Antecedentes:
-Moción, sesión 89ª de la legislatura 359ª, en 4 de octubre de 2011. Documentos de la Cuenta N° 18.
-Primer Informe de la Comisión de Cultura y de las Artes, sesión 66ª de la presente legislatura, en 2 de septiembre de 2013. Documentos de la Cuenta N° 9.
El señor DELMASTRO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor DE URRESTI (de pie).-
Señor Presidente , en representación de la Comisión de Cultura y de las Artes, vengo en informar, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto de ley que establece el día 1 de octubre como el Día de las Personas de Edad, iniciado en moción de los diputados señores Aguiló , Carmona , la señora Girardi , doña Cristina , y los señores Gutiérrez, don Hugo ; Schilling , Teillier y Velásquez .
La idea matriz o fundamental del proyecto es fijar el día 1 de octubre como Día Nacional de las Personas de Edad.
Fundamentos contenidos en la moción
El proyecto de ley, ingresado a tramitación en octubre de 2011, expone en sus considerandos que:
De acuerdo a los planteamientos de la Organización de Naciones Unidas, se estableció el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad, en resolución N° 45/106, en concordancia con la Acción Internacional de Viena sobre Envejecimiento, aprobada por la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento y respaldada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por su parte, en 1991, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución N° 46/91, adoptó los Principios de las Naciones Unidas para las Personas de Edad. En esa resolución se alienta a los Gobiernos para que introduzcan en sus programas nacionales, cada vez que sea posible, los siguientes principios: independencia, participación, cuidados, autorrealización y dignidad.
En 2002, la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento aprobó el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, para responder a las oportunidades y a los desafíos del envejecimiento de la población en el siglo XXI, y para promover el desarrollo de una sociedad para todas las edades.
La moción concluye que, para dar relevancia a esos principios internacionalmente aprobados, es conveniente establecer un día especial de las personas de edad, con la finalidad de que se destine para realizar diversas actividades para celebrarlos.
Estructura del proyecto
El proyecto de ley está estructurado en base a un artículo único del siguiente tenor:
“Establece el día 1 de octubre de cada año como Día Nacional de las Personas de Edad, de acuerdo a lo resuelto el 14 de diciembre de 1990 en la Asamblea General de Naciones Unidas. En ese día se programarán diversas actividades en todo el país, para celebrar y relevar los principios y derechos de los adultos mayores.”.
Discusión y votación general y particular del proyecto
El diputado señor Torres, presidente de la comisión, señaló que la celebración del 14 de diciembre como el Día Internacional de las Personas de Edad obedece a los planteamientos de la Organización de las Naciones Unidas.
Sin embargo, con el objeto de no generar confusión y precisar las personas que son destinatarias de la iniciativa legal, los diputados Torres, Baltolú y Kort propusieron sustituir, mediante una indicación, la denominación “Día Nacional de las Personas de Edad” por “Día Nacional del Adulto Mayor”, por ser una referencia más cercana a la terminología utilizada en Chile.
La Comisión, que compartió los objetivos y fundamentos tenidos en consideración por quienes suscriben la moción, los que expusieron claramente su espíritu, que permitió a sus miembros formarse una opinión sobre la idea central del mismo y la conveniencia a los fines respectivos de la normativa propuesta, procedió a dar su aprobación en general y en particular al proyecto de ley en estudio por la unanimidad de los diputados presentes, señores De Urresti, Espinosa, don Marcos ; Farías , la señora Hoffmann , doña María José , los señores Kort , Baltolú (en reemplazo de la diputada Claudia Nogueira) , Rivas , Torres y la señora Vidal , doña Ximena .
Por las razones señaladas, esta Comisión recomienda a la Sala aprobar el proyecto en informe.
Es todo cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor DELMASTRO (Vicepresidente).-
Para iniciar el debate, tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente , los proyectos que figuran en las tablas de los jueves, a veces, nos llaman la atención por su debilidad jurídica, pero hay acontecimientos que en la vida tenemos que valorar, que son, ni más ni menos, los principios y simbolismos de la vida de cada uno.
Por eso, todos los acontecimientos en beneficio y consideración de las personas que tienen más del medio siglo de vida deben ser tomados en cuenta. Ellos han cumplido -o hemos cumplido- con una vida que quedó atrás: el hermoso espacio correspondiente a la juventud y el que desarrollamos en provecho del país -la vida laboral- en que vivimos.
Recién en 1982, en el siglo XX, comienza a manifestarse una preocupación oficial a nivel mundial, en Viena, Europa, por este grupo etario. Luego, continúa en 1991, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó los Principios de las Naciones Unidas para las Personas de Edad.
El fondo de esta preocupación nos lleva a preguntarnos por qué no ocurrió antes. Ahí surgen algunas reflexiones acerca de proyectos como este, de fácil despacho, que tienen un enorme contenido.
Las fratricidas guerras mundiales, la Primera y la Segunda, no dieron oportunidad a la sociedad del mundo para llevarnos a aquilatar que el segmento de las personas de edad es tan importante como el de la infancia, de los seres que se encuentran en los primeros años de su vida. Por ello, valoro lo que está sucediendo en nuestro país.
En la época moderna, aun costaba dar una mirada responsable a quienes son catalogados como adultos mayores. En este retraso, Chile no fue la excepción. En el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle se creó, por primera vez, una institución oficial: el Servicio Nacional del Adulto Mayor ( Senama ), que provocó admiración en Latinoamérica. Lo sé porque he tenido la oportunidad de constatarlo.
Luego, los gobiernos posteriores han seguido mejorando los diversos medios oficiales en beneficio de ese segmento. En todas las regiones hay oficinas del Senama. Afortunadamente, en los gobiernos regionales también se observa una preocupación enorme por el adulto mayor. Este gobierno también se hizo cargo de la situación. Es un ejemplo en Latinoamérica por su preocupación por quienes han terminado su vida laboral y comienzan a entregar su experiencia de vida.
Seré parte de esta buena noticia para quienes en la Región de Los Ríos están incluidos en esa hermosa etapa de su vida. Con mucha tranquilidad y orgullo por pertenecer a ese grupo, llevaré el saludo de la Cámara de Diputados, a través del proyecto en discusión que, sin duda, será aprobado por unanimidad.
¡Bien por los adultos mayores del país!
He dicho.
El señor DELMASTRO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA.-
Señor Presidente , todos los años, no solo el 1 de octubre, se celebra en Chile y en el mundo el Día Internacional del Adulto Mayor. Lo que pasa es que en nuestro país hay una preocupación y un fervor mucho más grande en cuanto a enfatizar la importancia del adulto mayor. Por tanto, en muchas partes celebramos todo el mes de octubre y nosotros somos invitados a las celebraciones y participamos en sus fiestas. Ahí observamos grandes muestras de alegría y optimismo inigualables.
Esta moción en discusión es muy oportuna, a pesar de que fue presentada hace mucho tiempo: en octubre de 2011. Es muy extraño que no se haya tramitado antes. También es insólito que la iniciativa no haya pasado por la Comisión Especial del Adulto Mayor, la instancia técnica en la que desarrollamos un trabajo bastante amplio, múltiple y variado respecto de los temas que les atañen. En todo caso, lo importante es que ahora la estamos discutiendo y estamos actuando de acuerdo con los instructivos internacionales.
Muchos de los proyectos que trascienden nuestras fronteras tienen la característica de estar muy relacionados con los organismos internacionales. Justamente, no podía escapar a esto el Día del Adulto Mayor, por cuanto la Organización de las Naciones Unidas estableció el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad, en concordancia con la Acción Internacional de Viena sobre Envejecimiento, aprobado por la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, en 1982, y respaldado por la Asamblea General de Naciones Unidas. De la Asamblea General de Naciones Unidas han surgido muchos otros estatutos y convenios internacionales en materia de protección del adulto mayor.
Por ello, esta iniciativa está en íntima relación con lo que señala la Organización de Naciones Unidas en orden a establecer el 1 de octubre como Día Nacional del Adulto Mayor. En este día se programarán diversas actividades en todo el país para celebrar y valorar los derechos de los adultos mayores.
En Chile, aproximadamente el 15 por ciento de la población son adultos mayores, esto es, alrededor de 2.700.000 personas, y la cifra va en aumento. Se dice que en 20 años más o en el 2050 se duplicará ese grupo etario. Eso nos debe hacer pensar que debemos prepararnos para que cuando ese grupo sea mayor cuente con la atención, la tutela y las garantías necesarias de una buena convivencia y de un buen pasar, a fin de evitar los problemas y deficiencias que se perciben en la actualidad.
Por ello, urgen políticas integrales, estructurales, de Estado para atender a nuestros adultos mayores en materia de salud, vivienda, recreación y previsión, porque hoy es precaria, ya que actualmente las pensiones son miserables. Todo eso busca dar un mejor vivir a los adultos mayores. Es lo que está haciendo la Comisión Especial del Adulto Mayor, dirigida por nuestro amigo y colega David Sandoval .
Hoy, en la mañana, acabamos de suscribir un proyecto de reforma constitucional para otorgar rango constitucional a la protección y seguridad de los adultos mayores.
El adulto mayor representa un estado pleno, no tanto de recuerdos o de cofre de experiencias y conocimientos, sino de una edad consolidada. No es la última etapa de la vida; es una de tantas. Se habla de la tercera edad, pero es probable que, más adelante, hablemos de una cuarta o quinta edad. Es una edad linda, que refleja optimismo.
A menudo, somos invitados a las celebraciones o aniversarios de esas personas. Siempre he dicho que he ido a reuniones de la juventud y de gente más adulta, en las que se hacen análisis críticos y positivos sobre muchas cosas, pero la única vez en que nos invitan a bailar es en las celebraciones, festividades y aniversarios de los adultos mayores. Ahí reina un clima de gran cordialidad y fraternidad.
Muchos de nosotros somos padrinos de varios clubes de adultos mayores, porque, por diferentes motivos, estamos muy ligados a ellos.
Además, esas personas han entregado mucho al Estado y a la sociedad, pero se le retribuye poco. ¿Qué pasa con sus pensiones? Son muy bajas, a veces francamente miserables.
Por lo tanto, nuestro homenaje no solo debe consistir en dedicarles un día, sino también en manifestarles nuestra preocupación y en hacer que reciban una atención preferente. En resumen, se trata de protegerlos y tutelarlos.
Hay tantos dramas y problemas con los adultos mayores. A veces se quedan solos, porque sus familias se disgregan, ya que los hijos e hijas muchas veces se van de la casa. ¿Qué pasa con los adultos mayores que se quedan solos en la vida? Muchos están postrados y no reciben la ayuda ni el auxilio de ninguna mano generosa.
El 1 de octubre es un día de celebración, de festividad, pero además debe ser un día de reflexión y análisis, para formular profundas críticas y autocríticas respecto del trato que estamos dando a los adultos mayores.
En consecuencia, creo que no queda otra alternativa que aprobar este proyecto de ley.
Hace unos días, nos visitó un grupo de Caritas, quienes han esbozado un verdadero estatuto de los derechos de los adultos mayores, que contiene doce reglas o disposiciones. Una de las más importantes señala que los adultos mayores tienen derecho a participar activamente y en forma cohesionada en las distintas áreas de realización social, cultural, económica y política de nuestra comunidad o país.
Por lo tanto, quiero rendir un homenaje y demostrar mi preocupación y mi deseo de estar siempre con ellos. Debemos preocuparnos y darles lo que merecen, como una compensación por su entrega durante toda su vida.
Quiero enviarles un saludo a todos ellos, en especial a los de mi ciudad de Osorno, entre los que quiero destacar a don Oscar Stolzenbach , presidente de la Unión Comunal de Adultos Mayores de Osorno , ciudad que cuenta con más de 50 clubes de adultos mayores, donde sus integrantes se reúnen periódicamente para fraternizar o llevar adelante objetivos comunes, que casi siempre logran gracias a esa mística y fuerza propias de su espíritu.
En consecuencia, voy a votar favorablemente el proyecto de ley y la indicación de la diputada Carolina Goic , a fin de modificar el título del proyecto y reemplazar la frase “de las Personas de Edad” por “del Adulto Mayor”.
He dicho.
El señor DELMASTRO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Teillier.
El señor TEILLIER.-
Señor Presidente , este proyecto de ley, que fue presentado por nuestra bancada en conjunto con otros estimados diputados y diputadas, tiene por fin establecer en Chile, de acuerdo con los planteamientos de la Organización de Naciones Unidas, el 1 de octubre como Día Nacional de las Personas de Edad o Adultos Mayores, como los denominamos en nuestro país.
Como lo ha expresado el diputado informante , el 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución Nº 45/106, designa el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad, en concordancia con iniciativas como la Acción Internacional de Viena sobre Envejecimiento, aprobada por la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en 1982, y respaldada el mismo año por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En 1991, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución Nº 46/91, adoptó los Principios de las Naciones Unidas para las Personas de Edad.
El 2002, la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento aprobó el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, para responder a las oportunidades y los desafíos del envejecimiento de la población en el siglo XXI, y para promover el desarrollo de una sociedad para todas las edades.
Los principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad fueron aprobados por resolución Nº 46/91, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 16 de diciembre de 1991. Ellos alientan a los gobiernos a introducir en sus programas nacionales, cada vez que sea posible, los principios de independencia, participación, cuidado, autorrealización y dignidad, los cuales debieran proyectarse en nuestro país a través de una ley sobre los derechos del adulto mayor.
Un grupo de parlamentarios hemos presentado una moción de ley y una propuesta de reforma constitucional sobre los derechos del adulto mayor. Esperamos que sean tomados en cuenta por la Comisión Especial del Adulto Mayor, ya que se trata de proyectos presentados hace tiempo.
En los últimos treinta años, en nuestro país la población ha experimentado un proceso demográfico de envejecimiento acelerado y sin precedentes históricos. Hasta 1970, las personas mayores de sesenta años de edad representaban el 8 por ciento de la población. En el censo de 2002, aumentaron a 11,4 por ciento, y cuatro años después alcanzaban el 13 por ciento de la población total del país.
En los próximos años se estima una tasa de crecimiento de 3,7 por ciento anual para ese grupo etario, por lo que se proyecta una población de 3.825.000 personas de edad para el 2025, lo que representará el 20 por ciento de los chilenos.
El envejecimiento poblacional es un desafío crítico para las políticas públicas, fenómeno que se debe asumir de manera multidisciplinaria e integral, tal como lo requiere la complejidad y heterogeneidad del proceso de envejecimiento.
Tomar conciencia de la forma en que envejece la población, es aproximarse al conocimiento de las necesidades sociales, económicas, previsionales y de salud que Chile deberá afrontar. Para eso se requiere conocer la información actual y proyectada que caracterice el envejecimiento, con planes objetivos y profesionales que los implementan, con orientación particular para afrontar el crecimiento de los adultos mayores, que reclaman y exigen espacios sociales donde interactuar con el resto de la sociedad.
De esa manera, han surgido movimientos asociativos de adultos mayores, que han conformado uniones, clubes, centros y asociaciones de pensionados. En definitiva, ellos están creando organización social.
Chile está viviendo un interesante proceso de asociatividad de los adultos mayores. Hoy, el 20 por ciento de ellos está organizado, esto es, alrededor de 300 mil personas. Lo anterior implica que los adultos mayores se han transformado en actores sociales legitimados ante las autoridades de nivel comunal, regional y nacional.
Este tema debe ser abordado en su globalidad y no en forma parcial.
Hemos planteado establecer los derechos de los adultos mayores, lo que les permitirá contar con una legislación marco que proteja sus derechos y que esté acorde con la normativa internacional. Así se espera mejorar su calidad de vida en todos los aspectos y generar servicios diferenciados para las personas de edad.
Los derechos de los adultos mayores no están plenamente garantizados ni protegidos en nuestro país. Son vulnerados permanentemente al no tener acceso a condiciones económicas y sociales que les garanticen una vejez digna, para lo cual es necesario dejar de lado las pensiones paupérrimas.
El tema de la salud es casi trágico entre las personas de la tercera edad. Se trata de personas que no tienen posibilidad de encontrar trabajo, que viven en condiciones de abandono o en casas de acogida que no siempre les brindan los cuidados necesarios. Además, muchas de ellas sufren maltrato.
Por ello, en virtud de lo expuesto, es necesario establecer en nuestro país el 1 de octubre como el Día Nacional del Adulto Mayor, con el objetivo de celebrar y relevar los principios y derechos de los adultos mayores, para velar por su protección y dignidad, desarrollando en ese día diversas actividades en todo el país.
Aprobar este proyecto de ley será un importante logro y un reconocimiento para los adultos mayores de Chile.
He dicho.
El señor DELMASTRO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Carolina Goic.
La señora GOIC (doña Carolina).-
Señor Presidente , quiero respaldar este proyecto de ley, porque establecerá en una futura legislación algo que, en la práctica, las personas mayores ya han ido haciendo suyo.
Recuerdo cuando, hace algunos años, se celebraba el día del adulto mayor el 1 de octubre. De a poco, fuimos pasando de un solo día al mes completo. Los colegas presentes en la Sala saben que durante ese mes tenemos múltiples actividades a las que nos invitan los adultos mayores. Ellos nos piden colaboración y, además, dan muestra de su energía, de sus ganas de vivir y de su capacidad de organizarse y de ayudar a otros. Desde la bailetón hasta las actividades solidarias, siempre engalanan el mes de octubre.
Eso está ya instalado. Por lo tanto, me parece necesario que eso quede consagrado en una ley que reconozca a nuestros adultos mayores en toda su expresión, para que de alguna manera se refuerce lo que ya han hecho suyo.
Nos piden que como sociedad nos hagamos cargo de un grupo que cada vez es mayor. Conocemos sobre el envejecimiento de nuestra población y sobre los desafíos, pero también las oportunidades que eso implica.
Quiero plantear en esta Sala el respaldo al proyecto desde lo positivo. Discutíamos con algunos colegas el tema del adulto mayor. Ellos decían que hoy, a los sesenta años de edad, nadie se siente viejo, nadie siente que está terminando su vida activa, sino que, al contrario, se está iniciando una etapa que genera otras expectativas.
Siento que en eso tenemos una tremenda tarea como sociedad, en aspectos tales como la manera en que recogemos la experiencia de nuestras personas mayores, garantizamos sus derechos y les permitimos contar con recursos suficientes para enfrentar la vejez en forma digna.
Por lo tanto, como legisladores nos corresponde no solo respaldar este proyecto, sino también comprometernos con las cosas concretas, que es lo que nos piden siempre las adultas y los adultos mayores, algunos de los cuales nos reclaman, por ejemplo, que perdieron la pensión básica solidaria; otros, que les volvieron a aplicar la Ficha de Protección Social y, por lo tanto, no tienen el bono de Bodas de Oro a pesar de haber cumplido cincuenta años de matrimonio, o bien que les quitaron el aporte solidario porque tienen un pequeño negocio, lo que ocurre porque se les vuelve a aplicar el instrumento de focalización, debido a lo cual quedan fuera del beneficio.
Entonces, lo primero es ver cómo vamos reparando aquellas situaciones en que algo que estaba garantizado para nuestros adultos mayores en la reforma previsional, se ha ido perdiendo por la aplicación de una ficha que, muchas veces, no es capaz de dar cuenta en forma fidedigna de la realidad de muchos adultos mayores, sobre todo de los de menores recursos. Ahí hay una primera tarea: cómo restablecer ciertos derechos que están garantizados en la ley.
Quiero recordar que cuando aprobamos la reforma previsional se introdujo un cambio en la legislación, porque reconocimos al adulto mayor como sujeto de derecho. La persona adulta mayor no es una carga, alguien que tiene que depender de su hijo o de su hija si vive como allegado, sino que tiene derecho a tener sus propios recursos para una vejez digna.
Tenemos que revisar cómo se cumple en la práctica ese principio que establecimos en nuestra legislación. También es necesario generar mayores recursos, pero no solo para el fondo concursable que, dicho sea de paso, se destaca por la buena ejecución de los proyectos a favor de adultos mayores. En nuestras regiones somos testigos de que son proyectos cuyas cuentas se rinden en forma impecable, sin ningún problema. Nos encanta ver que los adultos mayores multiplican esos pocos recursos.
Necesitamos avanzar en materia de generación de mayores recursos, destinados a planes no solo de corto plazo, sino también de largo plazo, y ampliar las respectivas temáticas. Además, es necesario avanzar en la construcción de viviendas tuteladas, como una opción para los adultos mayores que no tienen con quien vivir.
En el caso de la Región de Magallanes, existe un proyecto, que figura dentro del convenio de programación en salud, para la construcción de un geriátrico, de manera de contar con un espacio digno para atender a los adultos mayores postrados, que tienen dificultades de salud y que, además, muchas veces están solos.
En Punta Arenas, avanzamos en la construcción de un centro de larga estadía. Pero uno se pregunta qué sucede con los adultos mayores de Puerto Natales o cómo potenciar iniciativas en Porvenir.
Todo eso requiere que este espíritu de respaldo al adulto mayor se vea reflejado en la entrega de recursos específicos y en la agilización en materia de tramitación de proyectos. Es necesario no solo reconocerlos, sino, insisto, favorecerlos en términos prácticos. Ojalá que en el proyecto de Ley de Presupuestos para el próximo año, que vamos a discutir en unas semanas más, también venga reflejada esa prioridad.
Quiero respaldar un planteamiento que ya se hizo en la Sala, que tiene que ver más bien con un aspecto de procedimiento en esta Corporación. Insisto en que respaldamos absolutamente el proyecto; pero me parece que hubiera sido bueno que lo estudiara la Comisión Especial del Adulto Mayor, que también tiene facultades legislativas. Llama la atención que lo haya estudiado la Comisión de Cultura -sin perjuicio de reconocer y agradecer el interés de los colegas que forman parte de dicha instancia-; como dije, hubiera sido bueno conocer el proyecto en la referida Comisión Especial para ampliar la discusión.
Conversaba con algunos colegas respecto del término “adulto mayor”. Hoy todos hablamos de adulto mayor. Nos parece bien que se haya modificado el contenido inicial del proyecto; pero quizá también sería necesario estudiar de qué manera avanzamos en el reconocimiento de las personas mayores, no solo de los hombres, sino también de las mujeres. Es una discusión que se ha reiterado cada vez que estudiamos iniciativas de esta índole, en este caso destinado a reconocer a un cierto grupo etario. También se ha planteado la posibilidad de hablar de adulto mayor, o bien de adultos mayores, en toda su diversidad.
Es parte de la discusión que tenemos que sostener, que debe incluir, entre otros aspectos, la forma como nuestra legislación sea capaz de representar no solo la energía de los adultos mayores, sino también todas sus expresiones y su diversidad.
Quiero proponer a la Sala una indicación que, a mi juicio, mejora el título del proyecto, Inicialmente se planteó el establecimiento del Día Nacional de las Personas de Edad. Sin embargo, para continuar con la costumbre en esta materia, en el proyecto se modificó esa denominación por “Día Nacional del Adulto Mayor”.
Eso me parece correcto, porque cuando visitamos sus clubes, son de adultos mayores, no de las personas de edad. La nueva denominación tiene mucho mayor pertinencia con nuestra forma cultural de nombrar a los adultos mayores.
Sin embargo, no me parece bien que la denominación que figura en el proyecto sea el “Día Nacional del Adulto Mayor”, y el título hable de establecer el “Día Nacional de las personas de edad”.
Por lo tanto, propongo a los colegas que apoyen mi indicación, -muchos ya la han suscrito- que busca homologar el título con la denominación que figura en el proyecto de ley.
Por las razones expuestas, señor Presidente, le solicito que antes de no proceder a la votación, recabe la unanimidad de la Sala para votar hoy la indicación.
He dicho.
El señor DELMASTRO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Cristián Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , me alegro mucho de que hoy estemos debatiendo este proyecto de ley que establece el Día Nacional del Adulto Mayor. Ayer se dio a conocer la tercera encuesta nacional sobre inclusión y exclusión social del adulto mayor en Chile. Es muy interesante conocer sus resultados. Se encuestaron 1.200 personas del país, mayores de 18 años. Ante la consulta de quiénes debían preocuparse de las personas mayores, más del 50 por ciento manifestó que los políticos deben dedicarse y preocuparse del adulto mayor.
Señor Presidente , pienso que la Cámara de Diputados, mediante la Comisión Especial del Adulto Mayor, que tengo el honor de integrar, ha hecho esfuerzos muy loables en pro de ese segmento de la población. Pero, lamentablemente, todos los proyectos de ley que hemos aprobado -entre otros, el que declara inembargables los bienes raíces del adulto mayor y los muebles que los guarnecen; el que aumenta la penalidad respecto de aquellos delitos de lesiones contra adultos mayores, o el que establece requisitos para aquellos que cuidan adultos mayores en casas-, se enfrentan con una barrera insalvable: el Senado de la República. Lamentablemente, el Senado no tiene Comisión del Adulto Mayor y, por eso, todos los proyectos de ley aprobados por la Cámara se entraban. En efecto, hasta el momento no hemos visto ningún proyecto sobre el adulto mayor aprobado por el Senado.
Señor Presidente , hoy, que estamos discutiendo este proyecto, que establece, con toda justicia, el 1 de octubre como Día Nacional del Adulto Mayor -no me cabe duda alguna de que vamos a aprobarlo-, tenemos que revisar algunas falencias que afronta ese segmento de la población, por ejemplo el mejoramiento de sus pensiones de vejez. Cuando uno va a un club de adultos mayores -como decía un diputado que me antecedió en el uso de la palabra-, allí se vive la alegría, pero también ese dolor silencioso de recibir todos los meses esmirriadas pensiones que no superan los cien mil pesos o, muchas veces, menos que eso. Ellos tienen que suplir esa falta de ingresos con otra clase de ayudas, por ejemplo, haciendo, entre todos verdaderas cooperativas para colaborar, sobre todo, en la compra de fármacos, de remedios, que es el mayor gasto que tienen. Por eso, desde la Comisión de Salud impulsamos los llamados “fármacos bioequivalentes”, porque ayudan al bolsillo de los adultos mayores.
Señor Presidente , también tenemos que trabajar en hacerles la vida más grata, lo que, a mi juicio, va de la mano de un conjunto de leyes que digan relación con que sean bien tratados. Muchas veces, no son tratados en buena forma por la sociedad.
Me alegro de que este proyecto de ley establezca el Día Nacional del Adulto Mayor; pero no basta. También tenemos que establecer a favor de ellos derechos tendientes a mejorar su calidad de vida.
Entre otras preguntas de la encuesta a que hice mención, se consultaba a la gente si el chileno está preparado para envejecer, y el 80 por ciento contestó que poco o nada. Se trata de una edad a la que nadie quiere llegar. Sin lugar a dudas, algunos de los que están aquí ya han llegado, y otros, más temprano que tarde llegaremos a ella. En ese sentido, creemos que, como legisladores, tenemos que seguir preocupándonos de los adultos mayores, -particularmente de los de las provincias de Talagante y de Melipilla, donde hay muchos-, de manera que tengan mejor calidad de vida. No basta el Día Nacional del Adulto Mayor; hay que celebrarlo, pero para ello hay que tener buenas razones y una de ellas es mejorar sus pensiones y la calidad de atención en la salud.
He dicho.
El señor DELMASTRO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi.
La señora CRISTI (doña María Angélica).-
Señor Presidente , por su intermedio, saludo, muy cariñosamente al club de adultos mayores que nos acompaña, y también a los jóvenes que están en las tribunas. Para nosotros, los que ya somos abuelos, es muy importante el amor de los niños y, especialmente, de nuestros nietos, para que nos acompañen a medida de que vamos envejeciendo.
Este hermoso homenaje al adulto mayor coincide con el mes en que celebramos las fiestas patrias. Como ciudadanos y como diputados de la República es nuestro deber reconocer la labor de cada una de las personas que componen la tercera edad. La trayectoria de sus vidas es como una repercusión para las futuras generaciones del país; constituyen una fuente innegable de experiencia evidente e inigualable.
Por eso es muy importante este proyecto de ley, que establece el 1 de octubre como Día Nacional del Adulto Mayor -de paso, considero que tiene mucho sentido lo que planteo la diputada Goic-, puesto que de esa manera rendimos un tributo a quienes, por su aporte, han sido ejemplos de vida. Su legado, a veces, muy poco reconocido, se constituye en un incentivo para que puedan gozar de los frutos de su esfuerzo.
Sin embargo, debemos reconocer que en los últimos años ha habido innumerables esfuerzos para apoyar a los adultos mayores. Así, por ejemplo, se creó el Servicio Nacional del Adulto Mayor ( Senama ), que ha sido tremendamente activo. Incluso, se han creado centros abiertos de atención diurna. En La Reina, por ejemplo, se creó uno que brinda la más alta calidad para atender a adultos mayores de dicha comuna.
En todas las comunas del país se han organizado cientos de clubes de adultos mayores, apoyados siempre por los municipios y por otras personas. Esos clubes se convierten muchas veces en el centro de vida, en el lugar donde esas personas tienen la actividad más preciada y donde, con mucha eficiencia, numerosas personas se dan un sentido de vida: pueden hacer obras materiales, viajes, en fin. Si bien la vida para los adultos mayores nunca es la más fácil, allí sí hay más cercanía y más colaboración.
Sin duda, la pensión básica solidaria es una ayuda muy importante para el adulto mayor, especialmente para las personas que solo recibían la pensión asistencia (Pasis), que ya no existe.
También debemos reconocer que su calidad de vida ha mejorado. Recuerdo que hace ya treinta años fui alcaldesa de Peñalolén. Al comparar la vida y las carencias que tenían en ese entonces los adultos mayores de mi comuna, vecina a la de La Reina, con la realidad actual, resulta que hoy viven en condiciones mucho más dignas. Esto se refleja en un aumento del índice de esperanza de vida, porque también hay más medicinas. A pesar de que todavía hay carencias en materias de salud, sin duda hay más atención médica que antes.
Un hecho innegable que debe captar la atención del Estado, es que la familia y cada persona que conforma nuestro país deben ser apoyadas. Sin duda, este proyecto avanza por ese camino y debe ser bien recibido por todos.
Hay cifras muy interesantes respecto de lo que significa el aumento de vida de los adultos mayores. Es así como en el 2015, los mayores de setenta y cinco años de edad alcanzarán casi un millón de personas, y los mayores de sesenta años, dos millones seiscientas mil personas; es decir, cuatrocientos mil adultos mayores más que en el 2010. El 14 por ciento de la población estará conformada por adultos mayores.
La región que tiene más adultos mayores es la Quinta. ¿Por qué? Porque muchos decidieron vivir en esta región en ciudades, como Viña del Mar, Quilpué, Olmué , etcéra, donde, como todos sabemos, hay muy buen clima. Son lugares cálidos, muy hospitalarios para ellos.
Pero hay otras cifras que nos deben preocupar. En 2015, el número de menores de 15 años será igual al de mayores de sesenta años. Así como nuestra población crece y vive más años, también debemos preocuparnos de que nazcan más niños. Por más que tengamos la tranquilidad del aporte de los adultos mayores, necesitamos que el país aumente las tasas de nacimiento para que los futuros ciudadanos puedan ir tomando nuevos roles y compromisos en la sociedad.
Por otra parte, sabemos que hay situaciones muy tristes, hechos innegables que son de cuidado. En la Cámara nos hemos preocupado mucho de la violencia intrafamiliar. En ese sentido, se han presentado a tramitación proyectos muy especiales que apuntan a sancionar y a impedir la violencia hacia los adultos mayores.
Causa desazón ver cómo personas inescrupulosas aprovechan en su favor las pensiones que reciben los adultos mayores a cambio de tenerlos en casa. El drama es que ni siquiera les comparten algo de esa pensión para que esos adultos mayores cubran sus mínimas necesidades.
Desgraciadamente, a mayor edad, menores son los ingresos y mayores los gastos, sobre todo en salud, principalmente por el costo de los remedios. Como país, debiéramos hacer frente a esta realidad para ayudar a hacer más viable y oportuna la entrega de remedios a menor costo.
A raíz de las emergencias climáticas propias del invierno, las autoridades han habilitado estadios como albergues para recibir a personas en situación de calle. Da mucha pena ver a adultos mayores viviendo en la calle, porque no tienen donde vivir; incluso, algunos han muerto de frío.
Otra carencia muy importante dice relación con la atención en materia de salud mental de nuestros adultos mayores. El universo de personas que requiere atención por problemas de salud mental es muy alto, dentro del cual, obviamente, figuran los adultos mayores. La diputada Goic planteaba la necesidad de hospitales geriátricos. Efectivamente, porque no hay un establecimiento destinado en forma exclusiva a entregar atención a los adultos mayores. Es muy difícil encontrar un establecimiento que les brinde un apoyo integral. En esta materia, estamos al debe en relación con nuestros adultos mayores.
En otros países se tiende una mano importante para que los adultos mayores trabajen. Este es otro tema en el que estamos al debe, deuda que se ha generado por la rigidez de no querer legislar sobre la jornada flexible.
Recuerdo que cuando viví en Estados Unidos de América, siempre me llamó la atención la cantidad de adultos mayores que atendían durante el día. De esa manera, la familia se po-día programar. Durante el día atendían los adultos mayores, o bien tarde, en la noche, cuando las mamás tenían que estar en su casa; los fines de semana compatibilizaban tareas en las tiendas de retail con los jóvenes. De esa forma, los jóvenes y los adultos mayores tenían acceso al trabajo, y también las madres, mientras sus hijos estaban en el colegio.
Repito, esta deuda respecto de nuestros adultos mayores se relaciona con el egoísmo de nuestro país o de quienes se oponen a legislar sobre la jornada flexible, que permitiría la incorporación de los distintos miembros de la sociedad al trabajo.
Otra materia de importancia es la necesidad de acompañar a nuestros adultos mayores, que muchas veces están solos y que necesitan ayuda para muchas actividades cotidianas. Muchos municipios los apoyan con acciones: los van a visitar a las casas, cuando están solos; incluso, los apoyan en sus necesidades básicas. Sin embargo, no es un programa implementado en todos los lugares.
Hemos avanzado, pero falta mucho por hacer por ellos, que es la tarea que nos corresponde asumir.
Señor Presidente , sabemos que envejecer no es fácil. Tenemos que prepararnos para ello. Algo muy importante en esa preparación viene dado por la autoestima; pasa por apreciarnos y valorarnos, como un hilo conductor entre pasado, presente y futuro, siendo vínculos para mantener unidas a las generaciones; pasa por constituir la historia viva de nuestras familias, por hacernos responsables de mantener la familia unida y por vivir hasta nuestros últimos días al máximo y con la frente en alto por un trabajo bien logrado. Si bien esa preparación es personal, con iniciativas como esta, que establece el 1 de octubre como el Día Nacional del Adulto Mayor, estamos dando el primero de muchos pasos necesarios en el tardío reconocimiento que, como país, se le debe al legado aportado por ese amplio e importante grupo de personas: nuestros adultos mayores.
“Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube, las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, y la vista, más amplia y serena”. Palabras de Ingmar Bergman , cineasta sueco.
He dicho.
El señor ELUCHANS (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa.
El señor JARPA.-
Señor Presidente, con mucho agrado votaremos favorablemente este proyecto de ley, que instituye el 1 de octubre como el Día Nacional del Adulto Mayor, de acuerdo con lo resuelto el 14 de diciembre 1990 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Gracias a los avances en medicina, cada día aumentan las esperanzas de vida, lo que, por lógica, representa un aumento de la población de adultos mayores.
Por eso, la sociedad chilena, desde el año 1990 se viene preocupando por la socialización del adulto mayor. Así fue como se creó el Comité Nacional del Adulto Mayor, hoy Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Otro avance muy importante en materia de salud fue la aprobación de la Ley AUGE, que incluía muchas de las patologías del adulto mayor. Es cierto que faltan, pero las más frecuentes quedaron en el sistema.
Reconozco que en materia de salud tenemos una deuda importante con los adultos mayores, por ejemplo, la falta geriatras. Cuando nos referimos a la falta de especialistas, normalmente nos acordamos de los oftalmólogos, de los traumatólogos y de los siquiatras, y ocasionalmente de la falta de geriatras. Esta es la mejor demostración de la deuda que tenemos con los adultos mayores.
Por eso, nosotros, junto con el concejal y también médico, don Carlos Fernández , le hemos pedido al director del Servicio de Salud de Ñuble que estudie la posibilidad, en el marco del Programa IDEA, de crear un hospital geriátrico. Tal como lo señaló la diputada María Angélica Cristi , necesitamos mejorar la atención en salud de nuestros adultos mayores.
Cabe destacar también la reforma previsional ley que creó la pensión básica solidaria para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Con todo, y aunque positiva, esta medida también ha sido insuficiente.
A esa medida debemos sumar los proyectos de ley con incentivos al retiro para funcionarios de la salud, de la educación, en fin, para diferentes funcionarios públicos, a fin de paliar en parte el drama de las bajas pensiones que entrega el sistema de AFP. En síntesis, en salud y en previsión estamos en deuda.
Otro tema que debiera preocuparnos es el de los adultos mayores abandonados por sus familiares y que viven en algunos asilos de ancianos no en las mejores condiciones. Igual o mayor preocupación nos generan los adultos mayores abandonados y que viven en la calle. Es lamentable comprobar que algunos de ellos mueren de frío en las calles.
Ojalá que la conmemoración del 1 de octubre como el Día Nacional del Adulto Mayor -esperamos que el proyecto se apruebe por unanimidad- sirva para socializar la importancia que tienen los adultos mayores para nuestra sociedad.
Se trata de personas que, con su trabajo y esfuerzo han desarrollado el país y sus familias, por lo cual merecen un reconocimiento a su importante labor, a la que cumplieron y a la que puedan seguir cumpliendo como adultos mayores.
Es fundamental -la diputada Cristi ya lo señaló- destacar la importancia del adulto mayor en nuestra sociedad. Ellos son la historia familiar y social de nuestra sociedad; transmiten un conocimiento que enriquece a nuestros jóvenes y a nuestros niños. Creo que se debe considerar la importancia de los adultos mayores para la infancia. Para la integración de nuestra sociedad es fundamental la participación de aquellos. Eso era reconocido en la antigüedad. Acuérdense de la importancia que tenían los consejos de ancianos. En la actualidad, las sociedades modernas tienen especial preocupación por los adultos mayores.
La fortaleza de los adultos mayores estriba en la sabiduría que les ha dado la experiencia de vida, la cual debemos aprovechar en beneficio de nuestros jóvenes y adultos.
Creo que la aprobación del proyecto va a socializar la preocupación que debe tener nuestra sociedad por los adultos mayores.
He dicho.
El señor ELUCHANS (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Tucapel Jiménez.
El señor JIMÉNEZ.-
Señor Presidente , anuncio mi voto favorable a este proyecto, porque creo que es un reconocimiento sumamente legítimo para nuestros adultos mayores. Esto nace de los planteamientos de la Organización de Naciones Unidas, que estableció el 1 de octubre como el Día Internacional del Adulto Mayor. Pero también adoptó una serie de principios y pidió a los gobiernos incorporarlos a sus programas nacionales, entre ellos los de independencia, de participación, de cuidados, de autorrealización y, sobre todo, de dignidad.
¿Qué duda cabe del rol que han jugado nuestros adultos mayores en nuestra sociedad? Se trata de vidas no solo dedicadas a sus familias, sino al trabajo y al crecimiento del país. En países desarrollados, después de una larga vida de trabajo, los adultos mayores jubilan y empiezan a disfrutar de la vida, viajando, yendo a teatros, realizando actividades complicadas de llevar adelante cuando trabajaban.
En Chile ocurre lo contrario: cuando jubilan, los adultos mayores comienzan a vivir una serie de sufrimientos debido a sus bajísimas pensiones, por no tener acceso a la salud y por una serie de otros problemas que debemos solucionar.
En la actualidad, uno celebra a todos los clubes de adultos mayores. Los felicito, porque cuando participamos en ellos -la mayoría de nosotros somos padrinos de alguno- vemos alegría, ganas de seguir viviendo, de pasarlo bien, de conocer gente nueva, de viajar, de seguir informándose; en definitiva, reitero, de seguir viviendo. Eso se celebra.
El rol que juegan los clubes de adulto mayor es superimportante, porque todos sabemos que, gracias a las nuevas tecnologías, las expectativas de vida siguen creciendo, pero nadie evalúa el rol que juegan esos clubes en el crecimiento de las expectativas de vida. Si la gente jubila y se queda en su casa, por mucho amor que reciban de su pareja, la rutina terminaría por acortar sus vidas. Por lo tanto, nuestro rol es seguir apoyándolos e incentivándolos a seguir llevando a cabo las actividades que realizan.
Señor Presidente , celebro este proyecto de ley. Creo que nadie se va a oponer. Pero tenemos un desafío mayor. No basta solamente con crear el Día Nacional del Adulto Mayor, sino que debemos tomar en cuenta uno de los principios de Naciones Unidas: la dignidad para vivir. Eso se hace de muchas maneras. Una de ellas es mejorar las pensiones paupérrimas que reciben. No puede ser que jubilen con pensiones que en su mayoría están por debajo del sueldo mínimo, el cual ya encontramos bajísimo. Así y todo, con esas condiciones negativas siguen con ganas, alegría y energía, lo que es sumamente valorable.
Nuestro desafío es mejorar su calidad de vida, su dignidad. Lo podemos hacer -repito- mejorando sus pensiones sustancialmente, lo que les va a dar más dignidad.
Felicito a los clubes y saludo a todos los adultos mayores del distrito que represento. Los felicito por la alegría que siguen teniendo en cada uno de sus clubes, porque ahí está reflejado el esfuerzo que han hecho durante toda su vida, no solamente por nuestro país, sino por cada una de las familias de nuestra sociedad.
Anuncio mi voto a favor. No tengo ninguna duda de que esta Cámara votará a favor el proyecto por unanimidad.
He dicho.
El señor ELUCHANS (Presidente).-
Ha concluido el tiempo del Orden del Día.
En consideración a que restan diez diputados para hacer uso de la palabra, el proyecto queda pendiente para una próxima sesión ordinaria.
El señor BROWNE.-
Señor Presidente , solicito reunión de Comités.
El señor ELUCHANS ( Presidente ).-
Convoco a reunión de Comités sin suspender la sesión.
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