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El señor DELMASTRO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Ramón Farías.
El señor FARÍAS.- Señor Presidente, los antecedentes, el contenido y los principales objetivos de este proyecto ya los expuse en la lectura del informe.
En la discusión del proyecto, que se desarrolló mientras fui presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, tuvo una participación muy activa y propositiva el subsecretario de Telecomunicaciones señor Jorge Atton . Como miembro de esa instancia quiero expresar mi satisfacción por la presentación de este proyecto sobre el que quisiera destacar algunos aspectos.
Un elemento positivo es la separación de la función normativa, que quedará en la Subtel, de la función fiscalizadora y sancionadora, que recaerá en la nueva Superintendencia de Telecomunicaciones. Por lo tanto, se establece un campo de acción diferenciado entre ambos órganos, lo que es fundamental.
También, se le dota de la calidad de servicio público, funcionalmente descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio; se encontrará bajo la supervigilancia del Presidente de la República , a través del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
La Superintendencia de Telecomunicaciones cumplirá un rol relevante tanto en el otorgamiento como en la determinación de las autorizaciones para entrar al mercado de las telecomunicaciones. Para otorgar los permisos y las licencias, la Superintendencia de Telecomunicaciones deberá elaborar obligatoriamente un informe técnico previo a la entrega de los permisos y de las licencias.
Uno de los temas largamente discutido en la Comisión de Ciencia y Tecnología fue el referido a la facultad de la Superintendencia de Telecomunicaciones para velar por el correcto uso del espectro radioeléctrico, según la normativa sectorial, sobre todo en lo relacionado con las radios comunitarias, a las que me referiré más adelante.
La Superintendencia de Telecomunicaciones fijará las tarifas en los procesos que aún están afectos a ella. De igual forma, se le entrega a la Superintendencia de Telecomunicaciones la facultad para dictar medidas provisionales dentro de un debido proceso a objeto de que se pueda garantizar, entre otros aspectos, la salud de las personas. En este sentido, me refiero a la ubicación de las antenas de telefonía móvil que se colocan, incluso, dentro de los patios de las casas.
La Superintendencia podrá suspender total o parcialmente la instalación de determinados sistemas técnicos que provoquen o amenacen con provocar interferencias perjudiciales o generar daños a las personas o a determinados bienes. Esto es muy importante porque se va acotando la legislación en torno a estas antenas.
Esta última facultad es fundamental, ya que se establece en sentido genérico. Hoy, en la práctica, el mayor problema no resuelto del todo son las antenas de telefonía celular; sin embargo, en el futuro pueden ser otros los sistemas o la infraestructura de telecomunicaciones que pueden generar conflictos o eventuales daños a la población. Por ello, esta facultad de establecer medidas provisionales que tendrá la Superintendencia de Telecomunicaciones es absolutamente fundamental.
Por otra parte, se establecen varios procedimientos y sanciones para que la Superintendencia de Telecomunicaciones pueda desarrollar su rol fiscalizador. Al respecto, en la discusión realizada en la Comisión de Ciencia y Tecnología se logró mejorar notablemente el proyecto, en particular, sobre los siguientes temas.
Se deroga la pena privativa de libertad en caso de uso no autorizado del espectro radioeléctrico. Esta indicación la presenté junto con la diputada María Antonieta Saa , pues a nuestro juicio era de la mayor relevancia terminar con esta norma. Nuestro país es uno de los pocos que sancionaba como delito, con pena de privación de libertad, el uso no autorizado del espectro radioeléctrico, lo que era inaceptable. En un principio el proyecto de ley no contemplaba un cambio en esta materia.
La realidad de nuestros distritos nos muestra que existe un creciente número de radioemisoras comunitarias que cumplen un importante rol social y que transmiten no al amparo de la norma. Dicha actividad conllevaba, a mi juicio de forma completamente desproporcionada, que las personas responsables de estas radios enfrentaran procesos penales con penas asociadas a la privación de libertad. Sin duda, era un exceso. La norma afectaba los derechos humanos y la libertad de expresión.
Al interior de la Comisión hubo consenso en que la conducta de transmitir sin autorización debe seguir siendo sancionada, para lo cual se establecieron las respectivas infracciones y sanciones. No obstante, este proyecto no aborda un tema muy importante: la necesidad de políticas que faciliten el acceso autorizado al espectro radioeléctrico para las radios comunitarias. En resumen, si bien sigue existiendo el delito, este tendrá calidad de acción privada y, además, se estableció una multa. Esta y otras sanciones serán aplicables en el caso de reincidencia, sobre la base de una sanción previa de la Superintendencia de Telecomunicaciones por el mismo motivo; esto es, el uso sin autorización del espectro radioeléctrico. Con ello se limita el tipo y calificación penal.
No soy abogado, pero sé que esta modificación, apoyada por el Ejecutivo y votada favorablemente en la Comisión, constituye un avance fundamental que recoge la preocupación de las emisoras y radios comunitarias llamadas, en mi opinión injustamente, radios piratas.
Cabe mencionar que estas radios comunitarias también quedan bajo la supervigilancia de la Superintendencia de Telecomunicaciones y se establece una regulación, con multas bastante más bajas, ya que las radios comunitarias no persiguen fines de lucro, a diferencia de las radios comerciales. Ese es el fundamento de la rebaja de las multas.
Respecto de las modificaciones efectuadas en las comisiones de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, y de Hacienda , me voy a pronunciar a favor, ya que se establecen resguardos relacionados con la carrera funcionaria del personal que se traspasará desde la Subsecretaría a la Superintendencia de Telecomunicaciones . Aquí me refiero a mantener los grados de los funcionarios, no a reducir las remuneraciones y garantizar la tan esquiva estabilidad laboral.
Finalmente, anunció mi voto favorable al proyecto, porque es bueno para el sector, el que quedará bajo la supervisión de la Superintendencia de Telecomunicaciones, fortaleciendo indirectamente la calidad de los servicios y protegiendo a los ciudadanos que reciben estos servicios.
Al contrario de lo que opinaba un diputado que me antecedió en el uso de la palabra, las multas están absolutamente dentro de los márgenes lógicos. Incluso, algunos queríamos ir más allá: suspender la señal a aquellos que reincidieran en reiteradas ocasiones, pero finalmente se sancionó esa conducta con multa.
Esta regulación y la separación de la Subsecretaría de Telecomunicaciones de la Superintendencia de Telecomunicaciones son vitales para que no tengamos un organismo que actúe como juez y parte a la vez, sino un juez, por un lado, que sanciona, y por otro, una parte que dicta normas y entrega facultades para que pueda usarse el espacio radioeléctrico y protege a las personas en todo lo relacionado con las antenas o futuros sistemas de transmisión radioeléctrica.
Anuncio mi voto favorable al proyecto.
He dicho.
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