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- rdf:value = " El señor PÉREZ (don José).-
Señor Presidente , este proyecto de ley que posterga el reavalúo de los bienes raíces de la serie agrícola me parece muy atinado.
Es importante destacar que la agricultura, en los últimos años, ha atravesado por situaciones muy complejas, en especial el año recién pasado, porque hubo heladas muy fuertes que afectaron a frutales y hortalizas. En muchos sectores la producción quedó reducida a cero.
Además, hemos sufrido, como lo han dicho algunos colegas, incendios forestales que han devastado al sector agrícola. Muchísimos cultivos se han visto seriamente dañados como consecuencia de los incendios que han ocurrido en distintos lugares del país, fruto de la irresponsabilidad del ser humano. En este caso, falta la parte de prevención, que no se ha hecho durante los últimos años y que le corresponde a la Conaf. Parece que Forestín, la mascota de dicha institución, está durmiendo desde hace muchos años en alguna bodega, a pesar de que debería seguir cumpliendo con la función preventiva que debe realizar el organismo público a través de los canales de televisión y las radioemisoras, para evitar el drama que significan los incendios forestales, por cuanto las lluvias que tuvimos en primavera aumentaron la cantidad de pastizales durante este año. Además, ha habido altas temperaturas y algunas veces fuertes vientos. Por consiguiente se ha hecho muy difícil controlar el fuego cuando se inicia algún foco. Por eso es tan importante la labor preventiva.
A ello se suma la sequía que ha afectado a una gran cantidad de agricultores, porque lo más probable -y ya se está viendo en la Región del Biobío- es que no se podrán regar muchos cultivos que tienen por finalidad producir alimentos para la población a nivel nacional. Es un tremendo drama como consecuencia del agotamiento del Lago Laja, por el uso irracional y desmedido de sus aguas por parte de Endesa. Hoy estamos en una situación de crisis que nunca antes se había vivido en ese lago. Los niveles que hoy tienen sus aguas son los más bajos de la historia, por lo tanto no será posible regar los territorios de las provincias de Ñuble y de Biobío con la normalidad de años anteriores. Sin duda, todo esto tiene efectos muy nocivos para la agricultura.
A eso hay que agregar el drama que han vivido los productores de leche en los últimos años, como ayer manifestamos en la Comisión de Agricultura de la Cámara ante los máximos ejecutivos de Nestlé y de Soprole y los representantes de Fedeleche y de Aproleche de la provincia de Biobío. Miles de productores de leche han debido dejar el rubro, porque no es posible solventar los gastos que demanda un plantel lechero, considerando los actuales precios de la leche por parte de los poderes compradores, fundamentalmente Nestlé y Soprole, que comparativamente son insignificantes con el gasto de los agricultores. Resulta curioso que mientras a nivel internacional baja el precio de la leche eso también ocurra aquí, pero cuando sube su valor en el extranjero vuelve a bajar en Chile. Entonces, es algo que nadie logra entender. Eso fue lo que ayer planteamos a los representantes de esas plantas lecheras, las cuales, a pesar de que corresponden a capitales extranjeros que mantienen producción lechera en distintos lugares del mundo, están pagando por la mejor leche que se produce en el mundo, la chilena, el peor precio a nivel mundial. De ahí entonces que la situación del sector agrícola es realmente preocupante.
También me quiero referir a la compleja situación que afecta a los agricultores que se dedican a la apicultura, puesto que sus apiarios han ido desapareciendo en un 50 u 80 por ciento durante los últimos años, sin que a la fecha se haya hecho un estudio serio a través de organismos internacionales o universidades para determinar cuál es el origen o motivo de la extinción de las abejas, cuya finalidad es polinizar todos los árboles y las plantas que producen alimentos, frutas, etcétera. Es una situación gravísima a la cual no se le ha dado la importancia que merece realmente.
Por eso, hago un llamado a la autoridad correspondiente para que realice una investigación en el corto plazo y adopte las medidas pertinentes, como se hacían en el pasado cuando se aplicaban insecticidas. Ojalá se informe a través de las radioemisoras para que los apiarios adopten las medidas necesarias y así evitar que las abejas hagan contacto con esas sustancias y mueran.
Además, aprovecho esta oportunidad para señalar que hemos planteado desde la Cámara de Diputados al ministro de Hacienda , a través de sendos oficios, la imperiosa necesidad de avanzar en lo que dice relación con la instalación de la red de agua potable rural en los campos, porque actualmente la gente carece del vital elemento. En Chile nunca se había utilizado tantos camiones aljibes para satisfacer las necesidades de la gente y eso sigue aumentando día tras día.
Por lo tanto, deberíamos haber destinado recursos al Ministerio de Obras Públicas para que éste los entregue a la Dirección de Obras Hidráulicas, conjuntamente con los fondos de los gobiernos regionales, para que masivamente podamos avanzar en la entrega de agua potable rural a la gente que vive en el campo, porque nos interesa que sigan desarrollándose allí y no emigren a la ciudad por razones estratégicas, de Estado o de país.
No hemos avanzado en eso ni hemos sido escuchados, porque, lamentablemente, las personas que deben decidir en esas materias viven en Santiago y el agua potable sigue saliendo sin problemas por las llaves de sus domicilios. Sin embargo, la que consumen los campesinos ha desaparecido, lo cual constituye un tremendo drama que se vive a nivel nacional, porque no hemos adoptado las medidas que corresponde. Hemos planteado muchas veces la imperiosa necesidad de construir embalses a lo largo de Chile ahora y no cuando ya sea demasiado tarde para contener el agua de lluvia que nos sirva no solo para satisfacer las necesidades de las personas, sino que también para regar los cultivos que producen alimentos. Insisto, no hemos hecho absolutamente nada en esa materia. No se trata de construir uno o dos embalses, sino de decenas de otros que se requieren a lo largo del país, sobre todo en aquellos lugares donde los ministerios de Obras Públicas y de Agricultura estimen conveniente, a fin de contar con abastecimiento de agua, que día tras día es más escasa en el país.
En consecuencia, me parece bien prorrogar el reavalúo de los bienes raíces del sector agrícola, porque la situación que hoy vive el agro es realmente dramática.
He dicho.
"
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