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- rdf:value = " ELIMINACIÓN DE VACUNAS MULTIDOSIS CON TIMEROSAL O COMPUESTOS ORGANOMERCÚRICOS. Primer trámite constitucional.
El señor MELERO ( Presidente ).-
Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de ley, iniciado en moción, que elimina las vacunas multidosis con timerosal o compuestos organomercúricos, con urgencia calificada de simple.
Diputada informante de la Comisión de Salud es la señora Cristina Girardi.
Antecedentes:
-Moción, boletín N° 7036, sesión 47ª, en 6 de julio de 2010. Documentos de la Cuenta N° 12.
-Informe de la Comisión de Salud, sesión 20ª, en 3 de mayo de 2011. Documentos de la Cuenta N° 7.
El señor MELERO (Presidente).-
Tiene la palabra la señora diputada informante.
La señora GIRARDI, doña Cristina (de pie).-
Señor Presidente , antes de informar a la Sala, quiero expresar mi más profundo agradecimiento al fallecido diputado Juan Lobos Krause , un importante promotor de este proyecto, por su comprensión, generosidad, compromiso y apoyo al mismo. La iniciativa expuesta a consideración de la Sala pretende ayudar a muchos niños del país.
Honorable Cámara, la Comisión de Salud viene en informar, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto de ley para eliminar el timerosal u otros compuestos organomercúricos de las vacunas del Plan Nacional de Vacunación, iniciado en moción de quien habla, de las diputadas Carolina Goic Boroevic , Andrea Molina Oliva , Adriana Muñoz D'Albora y de los diputados señores Enrique Accorsi Opazo , Fuad Chahín Valenzuela, José Antonio Kast Rist , Ricardo Rincón González , René Saffirio Espinoza , y del diputado Juan Lobos Krause , recientemente fallecido.
El Presidente de la República ha hecho presente la urgencia para este proyecto, en carácter de “simple”, de cuyo oficio se dio cuenta en la sesión de Sala de fecha 13 de abril de 2011.
La idea matriz o fundamental del proyecto es prohibir la fabricación, importación, comercialización o distribución de vacunas que, dentro de sus compuestos, contengan en cualquier nivel de concentración, timerosal o compuestos organomercúricos.
Fundamentos del proyecto de ley contenidos en la moción.
En los fundamentos de la moción se señala que el timerosal es un compuesto derivado del etilmercurio que contiene 49,6 por ciento de mercurio y se utiliza como preservante en las vacunas desde 1930. El mercurio, a su vez, es el segundo metal pesado más peligroso para el ser humano después del uranio; es altamente neurotóxico, teratogénico, es decir, provoca malformaciones, es cancerígeno y mutagénico, como se señala en numerosos estudios.
Hasta hoy persiste la controversia entre aquellos estudios que plantean que el peligro radica sólo en el metilmercurio y no en el etilmercurio, y que sería la ingestión de mercurio orgánico, es decir, el metilmercurio la que produciría un deterioro irreversible en la formación del sistema nervioso, disminución de la capacidad de aprendizaje, reducción del coeficiente intelectual y, en casos severos, retardo mental; disminución en la capacidad visual y auditiva, deficiencias en los sentidos del olfato, gusto y tacto, atrofia muscular, temblores involuntarios, alteraciones del aparato digestivo, pérdida del apetito y de peso, daños en los riñones, malformaciones, coma, e incluso la muerte.
No obstante lo anterior, luego de haberse demostrado el efecto neurotóxico de los compuestos organomercúricos, surgieron legítimas dudas respecto a la posible relación que pudiese tener el timerosal con diversas neuropatías.
En Europa, un estudio realizado en 1999 por la Agencia Europea del Medicamento, concluyó que “aunque no haya evidencias de daños causados por los niveles de exposición provenientes de las vacunas, sería prudente promover el uso general de vacunas sin timerosal, en el plazo de tiempo más breve posible”.
En forma paralela, durante el período 1999-2000, en Estados Unidos, fue removido del uso en vacunas infantiles y para embarazadas, sólo utilizándose en la vacuna de influenza estacional con el correspondiente consentimiento informado.
En su reporte de 1 de octubre de 2001, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) publicó las conclusiones del Comité de Revisión de la Seguridad en Inmunizaciones del Institute of Medicine, que habían sido realizadas en julio de ese año, en base a datos publicados y no publicados para evaluar la relación entre el timerosal en vacunas y sus posibles efectos en el desarrollo neurológico, conclusiones que daban cuenta de que el vínculo entre el timerosal y algunos desórdenes de desarrollo neurológico era biológicamente plausible. El Comité declaró que desfasar el timerosal de las vacunas era una “medida prudente en apoyo a la meta de salud pública de reducir la exposición a mercurio en los infantes y niños lo más posible.”
Con relación a los desórdenes del desarrollo neurológico, específicamente al autismo, que fue definido por primera vez en 1943, por el psiquiatra austríaco Leo Kanner , se señala que el trastorno del espectro autista es una gama de trastornos complejos del neurodesarrollo, caracterizado por impedimentos sociales, dificultades en la comunicación y patrones de conducta estereotípicos, restringidos y repetitivos. En Estados Unidos, éste afecta desde quinientos mil a un millón y medio de personas, y ha crecido a una proporción anual del 10 al 17 por ciento, desde fines de los años ochenta. En Estados Unidos, en 1977, sólo se registraba un caso por cada 2.500 niños; en cambio, en 2004, la cifra alcanzó a un caso por cada 166 niños. Hoy, esta cifra es de uno cada 110 niños.
California, a su vez, reportó un incremento de un 273 por ciento en autismo, entre 1987 y 1998; Maryland, tuvo un incremento del 513 por ciento en autismo entre 1993 y 1998, y varias docenas de otros estados reportaron hallazgos similares.
Los casos de autismo que más han aumentado son los que se definen como autismo regresivo, que afecta a niños que nacieron sanos, que tuvieron en sus primeros meses de vida un desarrollo normal y que, en promedio, a los dieciocho meses, presentan los primeros signos de enfermedades del espectro autista. Este incremento, en casos de este tipo de autismo, es paralelo al incremento en el número y frecuencia de vacunas conteniendo timerosal, administradas a infantes.
En 2007, las Naciones Unidas instauró el Día Mundial de la Concienciación del Autismo por considerarla una realidad epidémica a nivel mundial.
Por otra parte, de acuerdo a la página web de la FDA, se entiende que hay trazas de mercurio cuando la vacuna contiene 1 microgramo o menos. Hoy, en Chile, según el Instituto de Salud Pública, la vacuna pentavalente, DTP, Hepatitis B y HIB, que se inyecta a lactantes de dos, cuatro y seis meses, contiene 25 microgramos de mercurio. Es decir, está 25 veces por sobre la norma permitida. Y la DTP, que se inyecta a niños de dieciocho meses y cuatro años, también contiene 25 microgramos, lo que supera con creces los límites permitidos.
Por su parte, en materia de salud pública, Chile, a través del proceso de vacunación, ha logrado erradicar exitosamente muchas enfermedades. No obstante, hoy, las madres cuyos hijos han desarrollado autismo, se niegan a vacunar a sus hijos más pequeños contra enfermedades como el sarampión, polio o tétano. El riesgo de mantener el timerosal es también el riesgo de hacer fracasar una política de salud que es necesaria y ha sido exitosa para la población nacional.
En relación a este punto, cabe señalar que la industria farmacéutica produce vacunas en donde el timerosal ha sido reemplazado por el fenoxitanol 2, cuyo nivel de riesgo para la célula humana es de 4.6 veces en relación al timerosal que es de 336 veces.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud es que se tienda a no incluir el timerosal como preservante de las vacunas.
Cabe hacer presente que diversos países, a través de sus ordenamientos jurídicos, ya han adoptado medidas para a eliminar -o al menos limitar- la utilización de timerosal en vacunas, ello en virtud del principio precautorio, mediante el cual es posible establecer restricciones, cuando existe un posible peligro para la salud humana, animal o vegetal, o cuando éste se requiere para proteger el medio ambiente, en caso de que los datos científicos no permitan una determinación completa del riesgo.
Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no debe utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente o de la salud, en cuanto este principio se ha extendido a otros ámbitos más allá del medio ambiente.
A nivel constitucional, es importante destacar que la presencia de timerosal en las vacunas que entrega el sector público atenta contra ciertos principios y garantías, como el derecho a la vida y su integridad física y psíquica; la igualdad ante la ley y el derecho a la protección de la salud, que comprende el libre e igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y recuperación de la misma. En estos momentos, en el ámbito privado, para aquellos padres que cuentan con información y con recursos, existe acceso a vacunas sin timerosal, no así para la población más vulnerable que es atendida sólo en el ámbito de la salud pública.
Respecto de la discusión general del proyecto, puedo señalar que fueron escuchados representantes del Ministerio de Salud, quienes, en términos generales, indicaron que, atendido que no existen pruebas contundentes y unívocas que permitan concluir una relación estricta y directa entre el timerosal y el autismo, se ha privilegiado continuar con el plan nacional de vacunación, atendido que a nivel mundial ha sido la herramienta que ha permitido el descenso más relevante de la mortalidad infantil, en el 98 por ciento de la carga de enfermedades inmunoprevenibles.
En el caso de Chile, ha existido la capacidad para eliminar la tuberculosis en niños menores de cinco años, las muertes por tuberculosis infantil y el sarampión. Además, se ha certificado la erradicación de la poliomielitis, y se han eliminado las enfermedades invasoras por hemofiloinfluenza B. La idea, señalaron los representantes del Ejecutivo, es conseguir un bien y administrar una vacuna que no genere daño.
Las vacunas constituyen, dentro de los grupos medicamentosos, un grupo especial, pues es el único producto que se administra a personas sanas, niños y lactantes, que no han tenido contacto con otro agente. Por tal motivo, se exige beneficio, incluida la seguridad, operando a través del principio de prevención primaria, entregando altos estándares.
Respecto al timerosal en las vacunas, recordó que, en su composición, el 49.6 por ciento corresponde a mercurio, y su rol es evitar cualquier infección que pueda ocurrir a raíz de la inyección de una vacuna, sobre todo de las multidosis que pueden durar hasta seis horas, con frascos que ya han sido manipulados.
Por lo tanto, la principal preocupación es que las vacunas, especialmente las multidosis, tengan un preservante.
A su vez, se escuchó también al Presidente de la Corporación de Bioautismo , que agrupa a cerca de mil padres de niños afectados por el espectro autista, que pertenecen a una red mundial, con base en Estados Unidos, con acceso permanente a información, entrenamiento, capacitación e intercambio.
Indicó el presidente de esta agrupación que, en 1999, la Asociación Americana de Pediatras, la FDA y la CDC, hicieron un llamado a la industria farmacéutica para eliminar o reducir las cantidades de timerosal en las vacunas, puesto que en ese país se presentaba un aumento exponencial de esa enfermedad, aumento que coincidía claramente con el aumento de las vacunas con timerosal contempladas en el calendario de vacunación estadounidense, multiplicándose por tres, es decir, de diez vacunas se pasó a treinta y seis, lo que es coincidente con el aumento de las enfermedades del neurodesarrollo.
Para esa fecha, ya se había eliminado el componente en la ex Unión Soviética, en Japón, y en varios países de Europa.
En Chile, en 2007, la Sociedad Chilena de Infectología emitió un documento en el que se pronunció, a partir de lo señalado por la OMS, en base a algunos estudios médicos, que permite que los países del tercer mundo sigan usando timerosal en las vacunas.
Surge, entonces, la pregunta de por qué se permite su uso sólo en el tercer mundo.
Agregó que, en las vacunas que tienen este elemento, en otros países tienen el signo “peligro”, de manera que se necesita el consentimiento libre e informado de los padres y de las personas indicadas para su administración.
Los diputados autores del proyecto de ley, y que participaron en la discusión de la Comisión, ratificaron lo señalado en los fundamentos de la moción, e hicieron hincapié en la circunstancia de que, si bien no existe evidencia tajante y unívoca en relación con la causalidad entre el contenido de timerosal en las vacunas y la enfermedad del autismo, esto es la controversia o al menos la existencia de duda razonable de la relación de causalidad que existe sobre la materia, hace procedente que prime el principio precautorio que debe regir en el ámbito de la salud pública destinada a proteger a todos los ciudadanos de nuestro país.
A mayor abundamiento, indicaron que Estados Unidos impide por ley el uso del timerosal como preservante en las vacunas, aunque permite su producción, pero sólo para ser vendida a otros países, especialmente a los del tercer mundo.
Por lo demás, concluyeron en que existen otros elementos químicos que pueden actuar de preservantes más seguros que el mercurio y que están disponibles en el mercado.
En cuanto a la votación general del proyecto, la Comisión, compartiendo los objetivos y fundamentos tenidos en consideración en la moción, y luego de recibir las explicaciones de representantes del Ministerio de Salud, la opinión de la Asociación de Padres de Niños con Autismo y de los autores de la iniciativa legal, que permitieron a sus miembros formarse una idea sobre las implicancias y la incidencia real que tiene la modificación propuesta en el proyecto de ley, procedió a dar su aprobación a la idea de legislar por la unanimidad de los diputados presentes, señores Enrique Accorsi, Juan Luis Castro, José Antonio Kast , Javier Macaya , Nicolás Monckeberg , Manuel Monsalve , Marco Antonio Núñez , Karla Rubilar , Gabriel Silber , Víctor Torres , Marisol Turres , Gastón Von Mühlenbrock , y el diputado Juan Lobos , que en paz descanse.
Respecto de la discusión particular, puedo decir que la Comisión, por acuerdo unánime de los diputados presentes en la respectiva sesión, acordó proceder a votar en un solo acto la totalidad del articulado del proyecto de ley. De esa manera, todos los artículos fueron aprobados por unanimidad, es decir, por trece votos afirmativos.
En términos generales, el contenido del articulado de esta iniciativa legal propone prohibir la fabricación, importación, comercialización o distribución a cualquier título de todo tipo de vacunas que dentro de sus compuestos contengan, en cualquier nivel de concentración, timerosal o compuestos organomercúricos, y dispone que las infracciones deberán ser puestas en conocimiento de la autoridad sanitaria, la cual, al efecto, dispondrá en forma inmediata el comiso y destrucción de las dosis incautadas a costa del infractor, quien será sancionado con multa a beneficio fiscal de 1 a 30 UTM por dosis.
Por las razones señaladas, en forma muy resumida, la Comisión de Salud recomienda a la Sala aprobar la idea de legislar contenida en el articulado del proyecto de ley, tal como fue aprobado y se propone en el informe respectivo.
He dicho.
El señor MELERO (Presidente).-
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor René Saffirio.
El señor SAFFIRIO.-
Señor Presidente , respecto del proyecto, podemos sentirnos orgullosos, porque cuando se superan las barreras de las diferencias políticas se logra acoger el interés de la población. Es el caso de este proyecto, que beneficia a lactantes y menores de edad.
Ojalá el ambiente que se produjo en la Comisión, como el que no tengo la menor duda se dará a la hora de la votación, nos permita entender que, en estos temas, también hay barreras superables, respecto de las cuales debemos tener una actitud constante de encuentro, más que de fomento a la distancia.
Para entender el sentido más profundo del proyecto, debemos hacer una breve referencia histórica.
El debate acerca de la toxicidad del timerosal no es reciente, sino que tuvo su origen a fines de la década del veinte, precisamente, en 1928.
Desde que se empieza a utilizar timerosal como preservante, con un 49,5 por ciento de mercurio, se discute de inmediato su carácter tóxico y el daño neurológico eventual que produce.
Sin embargo, en 1983 se reunió un conjunto importante de países en la antigua Unión Soviética y dispuso abandonar su uso. Se basaron en dos estudios. Esa misma posición fue reafirmada por el mismo grupo de países en 1989. Después de la caída del Muro de Berlín, de la destrucción de la Unión Soviética, el mundo empieza a darse cuenta de que no fueron, precisamente, los adalides en la defensa del medio ambiente y, mucho menos, en la protección de la salud humana. Sin embargo, ellos, ya, en 1983, toman la decisión de eliminar este componente para uso humano. Por otra parte, Suecia, Noruega y Dinamarca, en 1992, reemplazaron el timerosal por un compuesto -al cual hizo referencia la diputada Girardi en su informe- denominado fenoxitanol 2, precisamente por su menor toxicidad.
En 1999, la Comunidad Europea empieza a recomendar la utilización de vacunas libres de mercurio. La historia continúa en 2004, cuando Japón y el Reino Unido retiran definitivamente el timerosal del mercado.
El 7 de julio de 1999, en los Estados Unidos, las agencias de salud pública con la Asociación Americana de Pediatras, solicitan a los fabricantes de vacunas “remover lo más rápido posible el timerosal de las vacunas infantiles”
Veamos qué ocurría en Chile. En 2007, el Comité Consultivo de Inmunizaciones de la Sociedad Chilena de Infectología, después de analizar treinta y tres estudios, decidió que nuestro país seguiría utilizando vacunas con timerosal, respetando -señaló- las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estableció límites más permisivos dentro de parámetros que, eventualmente, resultaban menos peligrosos para la salud humana. Sin embargo, estos parámetros, dispuestos por dicha Organización, eran, lejos, menos exigentes que los indicados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos y por la Administración de Drogas y Alimentos de dicho país (FDA).
Señor Presidente , quiero hacer una breve referencia a un pequeño cuadro que demuestra lo que ha sido nuestra política nacional de inmunizaciones durante las últimas décadas.
Para un menor de dos meses de edad, con un peso promedio de seis kilos, la Organización Mundial de la Salud establece una inoculación máxima de 2,82 microgramos de mercurio por kilo/día. Por otra parte, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos rebaja esa cifra a 0,6 microgramos. ¿Y qué hacemos en el país? Estamos inyectando 25 microgramos a un menor de dos meses de edad. Lo mismo estamos haciendo con menores de cuatro, seis y dieciocho meses. De ahí nos saltamos a aquellos menores que, a los cuarenta y ocho meses y con quince kilos de peso, la OMS recomienda, como máximo, 7,05 microgramos; la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos dispone, como máximo, 1,5 microgramos, y nosotros estamos inoculando a esos organismos 25 microgramos de mercurio.
Como expresé, la toxicidad del timerosal ha sido documentada desde 1928. Ha habido un profuso debate, de carácter científico, que da cuenta de que, además, este preservante es ineficiente, ya que es más tóxico para las células humanas que para las bacterias que se supone debe eliminar. No obstante -es bueno que esta Cámara lo sepa-, hay estudios que sostienen que no existe relación de causalidad entre timerosal, mercurio y autismo; pero también hay que decir que todos los estudios que sostienen eso, fueron realizados y publicados después de que se reconoció, por parte de los países del primer mundo, que las cantidades de mercurio que se estaban utilizando en los niños superaban todos los límites permisibles. Es decir, la cantidad de mercurio que se estaba aplicando en los Estados Unidos era excesiva para los niños norteamericanos y europeos, pero no lo era para los niños del tercer mundo. Pareciera que el organismo humano se diferencia según el continente de origen y no per se, es decir, por su propia naturaleza.
Señor Presidente , también quiero hacer notar que los estudios más importantes, que niegan la relación entre el mercurio y el autismo, provienen de un famoso científico danés, el doctor Poul Thorsen , quien, desde hace dos semanas, se encuentra procesado por malversación de caudales públicos como consecuencia de que un millón de euros, destinados a la investigación de la relación entre el timerosal y el autismo, fueron desviados por él para fines distintos, situación que ha provocado su encausamiento. Uno podría señalar, sin temor a equivocarse, que los argumentos que sostuvo para discutir o poner en tela de juicio la relación entre el mercurio y el autismo no son de lo más riguroso que pudiéramos imaginar o que hubiéramos deseado.
Lo que más duele, por los niños de nuestro país, es que, habiendo alternativas saludables disponibles en el mercado que no exponen al organismo humano al daño tan severo que significa el autismo o a cualquiera de los efectos del ámbito del espectro autista, no se utilicen. Además, cuando en la Comisión hicimos las consultas respecto del costo que tendría el cambio para el erario, la respuesta fue increíble: cero. Es decir, la medida de cambiar las vacunas que hoy contienen mercurio por otras que no lo contengan no tiene mayor costo para el Fisco.
Entonces, la razón de ser de este proyecto no dice relación con que nos involucremos en una discusión acerca de si existe o no relación entre el mercurio y el autismo. Ya lo señalaba la diputada Girardi : la sola aplicación del principio precautorio nos permite tomar la decisión con absoluta libertad, además, porque no tiene implicancias de carácter financiero para el país. Incluso es aconsejable aunque las tuviera, como muy bien acota el diputado René Manuel García . Eso motivó que la Comisión aprobara por unanimidad este proyecto, incluso, sin discusión.
Permítame, señor Presidente , sin querer abusar del tiempo, indicar los períodos en que se realizaron dos estudios que también fueron mencionados en el informe.
En el Estado de California, entre 1987 y 1998, es decir, en un período de diez años, el incremento del autismo fue de 273 por ciento.
En el Estado de Maryland, en un período de cinco años, entre 1993 y 1998, el aumento del autismo fue de 513 por ciento.
Este aumento en ambos estados, y en varios otros de los Estados Unidos, fue directamente proporcional al aumento de la frecuencia y cantidad de vacunas que se estaban inoculando a menores. No puede ser, no resiste ningún análisis el hecho de que, después de innumerables estudios, que están a disposición de los señores diputados, se haya eliminado en Chile el timerosal en el uso veterinario, porque es malo para los cerdos, las vacas y los perros, pero que se considere bueno para los niños. Es irracional lo que estamos haciendo con la salud de nuestros menores.
La aplicación del principio precautorio nos lleva a pedirle a esta Cámara que considere todos los factores que han estado en el debate científico mundial, pero que no han llegado al debate político, como lo estamos haciendo ahora, para que adoptemos la decisión correcta. Si así procedemos, tendremos el orgullo, la satisfacción y el privilegio de ser el primer país en Latinoamérica que erradica este flagelo de la salud de sus lactantes y menores.
Es cierto que este cambio no tendrá ningún efecto en los menores que recibieron vacunas con timerosal. Para ellos, la historia ya está cerrada. Quienes hemos vivido de cerca este flagelo sabemos que no hay expectativas de algún cambio en esas personas que amamos y que, por falta de información, se vieron afectadas por el síndrome autista. Sin embargo, estamos pensando en los niños que vienen. Es a ellos a quienes queremos proteger. Por eso, no nos inhibimos tampoco de pedirle a la Sala la aprobación del proyecto.
En el mercado existen vacunas sin timerosal. Cuestan del orden de los 60 mil pesos. Estoy cierto que cualquier madre, por modesta que fuera, si tuviera esta información, dejaría incluso de comer por proveer de esta vacuna sin preservante a su hijo y así evitarle el riesgo de autismo. Cualquier madre o padre se sacaría el alimento de la boca o haría cualquier sacrificio, si tuviera o hubiese tenido la información de que en el mercado existe la vacuna sin timerosal. Pero la cosa sigue, porque tampoco se pide el consentimiento para vacunar. Es más, a veces se amenaza con el uso de la fuerza pública para que los menores sean vacunados con dosis que contienen este preservante.
Tengo la sensación de que no sólo estamos eliminando el mercurio de las vacunas, sino que estamos sentando un precedente al legitimar la aplicación del principio precautorio como criterio esencial para solucionar éste y otros problemas, como la erradicación de enfermedades; es decir, con prevención estamos solucionando problemas que para el Estado resultan muy costosos de abordar.
Termino haciendo un recuerdo.
Hace exactamente un año, el 5 de mayo de 2010, esta Cámara, por iniciativa de 19 diputados, aprobó el proyecto de acuerdo N° 47, en virtud del cual se solicitó, por unanimidad al Presidente de la República , eliminar el timerosal de las vacunas. La poca experiencia parlamentaria que tengo me permite afirmar que con frecuencia no son muchos los proyectos de acuerdo que acoge el Gobierno. Ésta es una excepción.
Nobleza obliga. Desde la oposición, le digo al Presidente que tuvimos el respaldo del Ejecutivo. El Gobierno patrocinó el proyecto. Conversamos personalmente con el ministro de Salud , quien comprometió su apoyo. Cumplió su palabra, patrocinó el proyecto y le dio urgencia. Por eso lo estamos debatiendo.
Por eso, y atribuyéndome la representación y la voz de las miles y miles de familias que a lo largo del país han debido enfrentar el daño causado por el mercurio en las vacunas, expreso nuestro reconocimiento y agradecimiento al Presidente de la República y a su ministro de Salud , por lo que han hecho para la salud pública. Lo hacemos con la dignidad de quienes no compartimos la posición política del Presidente ni de su gobierno, pero que sabemos reconocer, cuando hay medidas de esta naturaleza, que es posible construir un país mejor y más grande; que es posible construir un país de consenso, de acuerdos y de aportes sustantivos desde cualquier sector en que estemos. Cuando hay voluntad, y aquí se ha demostrado que existe voluntad, no tengo la menor duda de que, más allá de las interpretaciones científicas, la aplicación del principio precautorio llevará a nuestros colegas a aprobar el proyecto por unanimidad.
He dicho.
-Aplausos.
El señor MELERO (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Andrea Molina.
La señora MOLINA (doña Andrea).-
Señor Presidente , agradezco a la diputada Cristina Girardi la invitación que me hizo para suscribir esta moción. Me siento muy orgullosa de haberlo hecho.
A todas las madres, sobre todo a las que nos ha costado muchísimo hacer realidad este sueño, nos preocupa saber qué le aplican a nuestros hijos al momento de nacer. Por eso, es fundamental abordar el tema de las inmunizaciones con seriedad y responsabilidad.
Pero también debemos abordar este tema para terminar con las discriminaciones. Sabemos que el mercurio es el segundo metal pesado más peligroso para el ser humano, después del uranio. Sin embargo, se le agrega a las vacunas. Esto me hace concluir que se discrimina a los pequeños, que se les categoriza como de primera y segunda clase. ¿Por qué lo digo? Porque muchos de nosotros, que tenemos recursos, vacunamos a nuestros hijos con otro tipo de vacunas y no con las que se entregan al resto de nuestros niños. Esto hay que corregirlo para terminar, de una vez por todas, con esta discriminación.
Sabemos que el mercurio es dañino para la salud de nuestros pequeños. Genera muchas complicaciones, como el síndrome autista. Si bien, no está comprobado, hay bastantes estudios que lo asocian directamente.
También está el caso de las madres que, expuestas a altos niveles de metilmercurio, dieron a luz niños con graves daños neurológicos, incluyendo una condición parecida a la parálisis cerebral. Hay casos de fetos que han sido expuestos a este tipo de vacunación y que nacen sin ninguna tipo de complicación; pero, a poco andar, aparecen efectos complejos, como desarrollo físico e intelectual lento, ceguera, movimientos musculares involuntarios, convulsiones, debilidad muscular e incapacidad para hablar.
En Estados Unidos el timerosal está prohibido. ¡Qué estamos esperando nosotros!
En mi caso, como madre, y ustedes, en sus casas, mis queridas amigas, mis queridas mamás y ustedes papás, estamos todos de acuerdo en que es necesario prohibir definitivamente que las vacunas que reciben nuestros niños contengan ese preservante. Sólo así podremos mirar a un Chile que crece, que sale del subdesarrollo y no vernos como ratitas de laboratorio.
He dicho.
El señor ARAYA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Cristina Girardi.
La señora GIRARDI (doña Cristina).-
Señor Presidente , la intervención del diputado Saffirio fue magistral para explicar cómo afecta el mercurio y cuál es la situación de las vacunas en nuestro país.
Quiero enfatizar lo que plantea el informe.
Debemos recordar que la vacuna es el único producto que se administra a niños sanos. De hecho, así lo dice el programa de vacunación y también lo declaró en la Comisión de Salud la directora del ISP, quien señaló que nuestras vacunas deben tener altos estándares, porque se requiere la mayor seguridad, en la medida en que se administran a personas sanas. Pero, no es así en la realidad.
Las cifras que dio el diputado Saffirio muestran que nuestras vacunas -esto no es de hoy, sino de muchos años- tienen una cantidad importante de timerosal y de mercurio en su contenido y están por sobre la norma que establece la OMS, que es la más permisiva, y mucho más que por sobre la norma que establece la EPA. Por lo tanto, estamos administrando vacunas a niños sanos que no son seguras. Ése es un tema que debemos tomar en consideración, y es necesario y urgente cambiar esa situación.
Algunos dicen que no existe relación entre el mercurio y el autismo, en especial entre las vacunas con timerosal y el autismo. Pero, uno escucha el relato de mamás, cuyos niños nacieron sanos y se desarrollaron sanos y en forma normal hasta, más o menos, en promedio, un año y medio y los síntomas los manifestaron después de la última vacuna que es a los 18 meses. Casualmente, los síntomas que presentan los niños a los que les ponen la vacuna de los 18 meses y que presentan los primeros signos de regresión y de autismo son los mismos que los producidos por intoxicación con mercurio.
Es cierto, el timerosal se eliminó y prohibió en 1996 en Chile, que era el metapío que se ponía en las heridas. En 1991, se prohibió su uso en la medicina veterinaria. Sin embargo, así y todo, como país, seguimos administrando y justificando -que es lo peor- su uso en vacunas con estudios que no establecen causalidad.
¿Por qué planteo esto? Porque esta solicitud viene desde hace mucho tiempo, no es de ahora. Son muchos los esfuerzos que han hecho los padres de niños autistas para que no se siga inoculando a los niños con vacunas con timerosal.
Otro antecedente que creo que es importante es que las mamás que tienen recursos pueden vacunar a sus hijos sin timerosal en la clínica Las Condes o Alemana, pagando la módica suma de entre 50 y 80 mil pesos, dependiendo de los meses que tenga el lactante. Eso me parece una aberración. Según la Constitución, Chile otorga un trato igualitario en salud a todos sus ciudadanos, pero existe una odiosa y terrorífica discriminación con respecto a nuestros niños.
Si personalmente, como madre, hubiese sabido de las vacunas que les estaban inyectando a mis hijos, no se las hubiese puesto. Si supieran el riesgo que esto implica, muchos padres no le pondrían las vacunas a sus hijos, y es lo que está ocurriendo hoy en Chile: muchos padres se están negando a vacunar a sus hijos y están volviendo -así nos lo dijo muy preocupado en una reunión el ministro de Salud - a aparecer brotes de tos convulsiva y sarampión, porque el Gobierno no está entregando las vacunas con el debido resguardo para todos nuestros hijos. Esto va a seguir si no aseguramos que el timerosal se elimine de las vacunas.
Quiero hacer un llamado de atención sobre otro tema.
En Chile, el tratamiento para niños autistas no es a través de la educación ni de los tratamientos que se usan en otras partes del mundo, y eso también es grave. Seguramente, vamos a tener que plantearlo más adelante con el diputado Saffirio y otros diputados. El protocolo de tratamiento de la salud pública para los niños con autismo es con antipsicóticos, es decir, los tratan con los mismos medicamentos que a los esquizofrénicos y psicóticos. Eso también es una aberración.
Esto habla del atraso en materia de salud pública en Chile, que tenemos que empezar a cambiar. Creo que, como país, merecemos muchísimo más de lo que se está entregando a nuestros niños y los demás ciudadanos.
Espero que con este primer paso, que es la eliminación del timerosal de las vacunas, empecemos una nueva fase en materia de salud pública en nuestro país.
Al igual que el diputado Saffirio , quiero agradecer al ministro de Salud , porque, a pesar de la existencia de esta controversia por estudios que establecen una relación causal y otros que no, igual se la jugó por el principio precautorio de proteger el programa de vacunación en Chile, que también es una prioridad importante para nuestro país.
También agradezco a todos los diputados que van a aprobar este proyecto, que va a ir en beneficio de las nuevas generaciones. Las anteriores no tuvieron la misma suerte, pero, con este proyecto, esperamos proteger a las que vienen.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ARAYA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor José Miguel Ortiz.
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente , hace alrededor de treinta días, fui invitado en mi calidad de diputado del distrito 44, por Concepción, San Pedro de La Paz y Chiguayante, a realizar una visita y tener una conversación y una reunión con la Asociación de Padres y Amigos de los Autistas (Aspaut) de la Octava Región, en la Escuela Diferencial Aspaut de Chiguayante. Me impactó profundamente.
El representante legal de esa escuela diferencial es don Gonzalo Esteban Gajardo Smith , quien, además, es el presidente de Aspaut de la Octava Región . Soy profesor titulado en mi gloriosa Universidad de Concepción. Lo seré hasta que termine mi existencia en este mundo terrenal. Somos servidores públicos, creemos en el bien común, pensamos que, a través de este Poder del Estado , autónomo e independiente, podemos hacer realidad demandas y sueños y ayudar a remediar tanta dificultad que se presenta en organizaciones y personas. Me impresionó profundamente esa visita, porque vi el cariño y la entrega, primero de mis colegas profesores, del grupo multidisciplinario que está a cargo de esa escuela diferencial, pero en especial de los padres y apoderados.
Llegué tipo 12 horas un día de semana distrital. Tuvimos una larga conversación. La escuela tiene 70 alumnos. Después de eso, me pidieron que conversara con los 70 niños que padecen problemas y luego empezaron a llegar los padres para llevarlos a sus hogares. Si uno quiere a sus hijos y nietos, puedo advertir que esos padres y niños representan un solo todo. En verdad, me impactó su entrega hacia ellos.
Escuché bastante emocionado la intervención de mi amigo, camarada y colega René Saffirio , porque sabemos que él tiene un nieto cuya enfermedad ha generado un cambio en la vida de sus padres, en su esposa y en él mismo. Pero también es bueno dejar claramente sentado que las dificultades, las enfermedades y las discriminaciones no tienen color político. Ésa es la diferencia. Aquí estamos 120 diputados elegidos a través de la esencia de la democracia, como es el voto popular. Lógicamente, esas cosas nos deben unir a todos y nadie debe pensar que eso le puede significar un bien o un mal. El tema de fondo es que a pesar de que a veces creemos que somos grandes, que hemos anunciado todo y que de aquí a unos diez años más seremos un país desarrollado, en ese tipo de cosas demostramos que no lo somos tanto. ¿Cómo es posible que en Chile exista el timerosal, compuesto formado en un 49,6 por ciento por mercurio, y que esté siendo usado como preservante para vacunas desde 1930? Como señaló la diputada informante , el mercurio es el segundo metal pesado más peligroso para el ser humano, después del uranio. Sin embargo, se sigue utilizando, importando y comercializando y, además, distribuyendo en vacunas. En efecto, muchas de ellas, dentro de otros compuestos, contienen un gran nivel de concentración de timerosal o compuestos organomercúricos.
Tengo en mis manos un informe muy completo preparado por la doctora Carmen Gloria Chaigneau Dubreuil , directora de Asuntos Internacionales de Bioautismo , quien -entiendo- se encuentra en las tribunas y para la cual pido un gran aplauso, porque ha hecho un trabajo muy brillante.
(Aplausos).
Me impresiona que en una página de ese documento aparezca una fotografía de un envase que tiene impresa una calavera para demostrar que el producto es venenoso; sin embargo, se sigue comercializando en Chile. O sea, no somos un país en vías de desarrollo, porque algo está fallando.
Es positivo lo que dijeron el diputado Saffirio , la diputada Girardi y quien habla, en el sentido de que el Gobierno en general no tiene color político. Pero el ministro de Salud , especialmente, lo tomó como algo propio y creo que fue muy bueno. Eso demuestra que un país debe tener continuidad para enfrentar los reales problemas que existen. No puede ser que ese compuesto se siga utilizando, ya que la Unión Soviética lo eliminó en 1983, y sólo bastaron dos estudios para sacarlo inmediatamente del mercado. De hecho, en Suecia, Noruega y Dinamarca fue reemplazado por un compuesto sustancialmente menos tóxico en 1992. Incluso, en 1999, toda la Comunidad Europea comenzó derechamente a recomendar la utilización de vacunas libres de mercurio, y en 2004 se retiró el timerosal en Japón y Reino Unido. Eso nos da una señal de que estamos mal.
En cuanto a este importante proyecto, originado en una moción parlamentaria, no me cabe la menor duda de que hoy lo aprobaremos por unanimidad en su primer trámite constitucional. Pero, una vez que el proyecto salga de aquí, es importante que su señoría, quien en este momento está presidiendo la Mesa de la Corporación, solicite al Ejecutivo que dé la urgencia adecuada para tramitar el proyecto en el Senado. Estamos haciendo un reconocimiento al Gobierno; si no se tramita con la velocidad adecuada en el Senado, éste se puede diluir. Si eso no ocurre, lo cual es altamente esperado en nuestro país, pasarán seis, siete, ocho o diez meses para que se apruebe el proyecto, en circunstancias de que se puede legislar con seriedad y responsabilidad en un breve plazo.
¿Por qué lo planteo? Como claramente dijo el diputado René Saffirio y lo reiteró la diputada Cristina Girardi , quienes realizaron el estudio científico mencionado y los miembros de la Asociación Chilena de Padres y Amigos de los Autistas están pensando en los niños que nacen y en algo muy importante: en este momento, de 110 niños que nacen en Estados Unidos, uno de ellos tiene algún síntoma de autismo, lo que, por cierto, es una gran cantidad. En Chile no hay estadísticas oficiales. No obstante, las estadísticas señalan que algunos niños no nacieron con síntomas del autismo, pero que empezaron a desarrollar algunos entre los 6 y 24 meses.
La rapidez con que se apruebe el proyecto significará que a esos niños no se les apliquen vacunas con ese compuesto, el cual es absolutamente venenoso y tóxico, y además, no adquieran el autismo en sentido general. Por eso, estamos trabajando para los niños y las niñas recién nacidos en el país.
Durante la hora y media a dos horas que estuve en una escuela diferencial de la comuna de Chiguayante, pude advertir el orgullo que sentían los padres cuando un niño de alrededor de 15 años se me acercó y me dijo que me reconocía como diputado . Acto seguido, él me preguntó por mi fecha de nacimiento y se la dije inmediatamente. Para mi sorpresa, al minuto me dijo que yo había cumplido tantos años y que mi último cumpleaños había sido un día miércoles. Es decir, él tiene un desarrollo matemático e intelectual extraordinario, lo cual se da mucho en los niños autistas. Desde luego, a ellos se les desarrollan otras aptitudes y cualidades, pero también en base al cariño, al afecto, a la protección que día tras día les entregan los padres y los profesionales que los atienden. Asimismo, una niña me dijo con orgullo que hacía las tareas domésticas en su casa en media hora, en circunstancias de que su madre se demoraba un día, y otra poseía aptitudes para cocinar y varios niños tenían condiciones artísticas. Eso demuestra cómo es la madre naturaleza.
Debido a eso, señor Presidente , es que, con muchas ganas y con mucha fuerza, vamos a aprobar en general y particular, en este primer trámite constitucional, el proyecto, para que elimine definitivamente algo que es absolutamente tóxico para nuestras niñas y nuestros niños.
Termino, señor Presidente, solicitándole que pida al Ejecutivo la urgencia para este proyecto de ley en su segundo trámite constitucional en el Senado.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ARAYA (Vicepresidente).-
Diputado Ortiz, la Mesa va a tomar los resguardos necesarios para que este proyecto sea tramitado con la misma urgencia en el Senado. Además, haremos presente al Gobierno lo que usted ha señalado.
Tiene la palabra el diputado señor Lautaro Carmona.
El señor CARMONA.-
Señor Presidente , por las argumentaciones de los colegas parlamentarios, no cabe ninguna duda de que se trata de un tema de gran importancia, que genera una sensibilidad muy alta y una tremenda conmoción, toda vez que existe la probabilidad, aunque sea mínima, de que la composición de una vacuna afecte directamente la salud de los niños y de las niñas, con manifestaciones que son las que generan más impotencia, sobre todo en los padres que desean contribuir a formar hijos sanos.
Llamo la atención en cuanto a que el año pasado, si no me equivoco, con fecha 9 de junio de 2010, un proyecto de acuerdo, que también encabezara la diputada Cristina Girardi , fue aprobado en esta Sala. A través de él se pedía al Presidente de la República y a las autoridades de la Cartera de Salud que eliminasen “las vacunas con timerosal del calendario de vacunación en niños de 0 a 48 meses, ante el eventual riesgo de que este metal pesado pueda ser el causante de autismo y otros daños neurológicos en los niños y niñas del país.”
La fundamentación del proyecto de acuerdo, aprobado, como dije, el 9 de junio de 2010, es decir, hace casi un año, dice:
“1. Que el mercurio es el segundo metal pesado más peligroso para el ser humano después del uranio.
2. Que el mercurio es tóxico en todas sus formas, como se ha demostrado en pruebas de laboratorio con modelos animales.
3. Que el timerosal, preservante usado en vacunas (49,5% de mercurio), es usado en el programa de vacunación nacional que implementa el Ministerio de Salud
4. Que el uso del timerosal fue removido de las vacunas infantiles y embarazadas en los EE.UU entre el año 1999 y 2000.”, al igual como ocurrió en otros países.
En su número 14 señala: “Que las clínicas privadas de la Región Metropolitana, como la Clínica Las Condes, cuentan con una vacuna alternativa libre de Timerosal.”
Este solo hecho ya denota un grado de injusticia y de discriminación, ya que existen niños con padres con poder adquisitivo que pueden mantenerlos libres de los riesgos del timerosal, versus niños de escasos recursos que no tienen esa opción.
¿Cuál es mi argumentación y mi llamado de atención en un debate que, por cierto, vamos a ratificar y a aprobar?
Me pregunto: si el proyecto de acuerdo le pedía al Ejecutivo que tomara nota y medidas para impedir vacunas con timerosal, ¿es obligatoria una ley para que la autoridad sanitaria cumpla con lo que, a mi juicio, es su deber desde el punto de vista ético, profesional, de servicio público, cual es impedir que circule una vacuna que, aunque signifique una mera probabilidad, pueda producir daño a los niños y a las niñas del país?
Detrás de la profunda argumentación presente en el proyecto y en las intervenciones de distintos colegas, sabemos que hay un potente llamado de atención, a fin de que la autoridad de Gobierno, las autoridades sanitarias y el Ministerio de Salud acojan e implementen la petición del proyecto de acuerdo, a fin de sacar de circulación vacunas con timerosal.
Éste es un tema que, personalmente, me deja sin una clara explicación. Desconozco por qué.
Avancemos, legislemos, sancionemos, seamos inequívocos en impedir que circule esta vacuna.
Mi segunda pregunta es cuántas otras vacunas debemos controlar. Porque, para mi gusto, estas determinaciones debieran fortalecer una política de Estado de salud pública que garantice a todos y a todas, empezando por las niñas y niños, que tendrán de parte del Estado toda la contribución para garantizar un desarrollo sano y no una vacuna que altere su proceso de desarrollo.
Entonces, entiendo esto como una determinación que va en la idea de fortalecer la salud pública, para que el Estado juegue un papel activo al respecto y no sólo garantice que, en este caso, se impida la discriminación por la vía del precio. Repito, el que tiene recursos puede adquirir una vacuna que juega el mismo papel, pero sin timerosal, y el que no, tiene que asumir ésta con la potencialidad de daño que ya se ha notado en las intervenciones. Eso debiera ser también política pública para garantizar, desde el punto de vista de una política de salud, otro aspecto de la salud general de las personas. De ahí que también me parece necesario centrar la atención en una política de salud pública que permita la salud preventiva, aquella que impida el riesgo, que no deja que ninguna de nuestras personas, y menos nuestros niños, sean una suerte de laboratorio, de conejillos de Indias, a ver si resulta o no tal o cual efecto con la presencia de timerosal en las vacunas.
Ésas debieran ser también cuestiones desde el punto de vista de argumentación, que sostengan valóricamente una ética de por qué la salud pública debe tener una fuerte incidencia de parte del Estado para garantizar, sin discriminaciones, que todos accedan a los medicamente que ayuden a un sano desarrollo.
Creo que el principio precautorio es el que todos tomaríamos en la formación de nuestros niños; ninguno de nosotros aconsejaría que ellos pongan el dedo en el enchufe para saber lo que es la corriente; prevendríamos, usando mecanismos para eso. En este caso, esto tiene todavía una sensibilidad y una profundidad mayor.
Desde esa perspectiva, esta posición debería hacerse extensiva a todo tipo de medicamentos. Para ello sería importante que el Instituto de Salud Pública, que vela por la calidad, por la composición y por el control en el uso de una serie de medicamentos, incluyendo a las vacunas, le haga saber a la Cámara de Diputados cuántas otras posibles inquietudes o dudas existen en otro plano de aplicación de medicamentos, a propósito de la composición de ellos, para no sólo sacar del mercado a los que tengan ese compuesto, o la vacuna que lo tenga u otro medicamento, si es que lo tiene, sino que todo lo que ponga en probable riesgo el desarrollo saludable de nuestras personas, particularmente de los niños y niñas.
Me llama la atención, en un intercambio que representa -quizás- las mejores manifestaciones humanitarias de parte de quienes deben estar preocupados del desarrollo de las personas, que no se conozca por qué la autoridad sanitaria de Gobierno no tuvo competencia para sacar de circulación las vacunas. ¿Por qué es necesaria una ley? Si es necesaria, bueno, se debe dictar. Pero eso no elude el hecho de que si hubo posibilidades con competencia establecida para que las autoridades sanitarias velaran por la buena salud, y conociendo el compuesto, no lo hayan hecho.
Otra pregunta: ¿las autoridades sabían que el medicamento contiene timerosal, y, por consiguiente, que existía un potencial daño con efectos tan dramáticos como el autismo? Pero como no hay ley nadie dice nada. Existe una omisión necesaria de precisar ante la opinión pública de parte de las autoridades de salud, por cierto, empezando por el ministro y el ministerio.
En segundo lugar, espero que en ninguna condición alguien sostenga un argumento distinto al que se ha dado en la Sala, que es que no debe haber costo adicional a la hora de contar con vacunas sin timerosal. Que nadie use una conclusión, a partir de temas propiamente médicos, para beneficio propio, ya sea como empresa, sociedad o persona en nutrir al Estado de las nuevas vacunas, transformándolo en algún nicho que le permita mejores negocios. Eso sería de verdad una burla para las familias afectadas y no es el espíritu del debate de la Cámara de Diputados.
Entonces -repito-, debiéramos agregar las prevenciones en el sentido de que no puede trasladarse ningún tipo de costo a quienes necesitan usar las vacunas ni menos permitir que, a propósito de una necesidad que determina y detecta el Estado chileno, a través de sus instituciones, incluyendo la Cámara de Diputados, alguien diga que le llegó el día de transformar eso en la mejor posibilidad de hacer negocio.
Esas prevenciones y llamados de atención son necesarias, porque no tenemos una reacción de la autoridad para modificar y retirar las vacunas y reemplazarlas por otras sin timerosal, a no ser que la autoridad diga que la ley se lo impide. Si esa es la razón, en buena hora debiéramos ratificar el proyecto planteado que tiene tanta profundidad humanitaria y sentido de resguardo del futuro del país, en las figuras de sus niñas y niños.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ARAYA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Víctor Torres.
El señor TORRES .-
Señor Presidente , uno no puede dejar de sentirse orgulloso de debatir temas que van en la dirección correcta y, además, tan bien inspirados desde su inicio.
Me llama profundamente la atención de manera positiva, cómo hoy dos colegas parlamentarios, el diputado Saffirio y la diputada Girardi , han demostrado en el Hemiciclo que cuando se trabaja en conciencia, con consecuencia y perseverancia, es posible llegar hasta las conciencias de aquellos que muchas veces no tienen presente temas tan importantes y complejos como el que está en discusión hoy. Quizás aparece como un problema baladí o distante para algunos, pero la situación contenida en el debate de hoy es algo que nos debe preocupar en profundidad. Lo han dicho quienes me han antecedido en el uso de la palabra. El colega Saffirio , con una gran elocuencia, incluso sorprendente respecto de su manejo en términos médicos, sin ser profesional del área, pero también con un alto grado de pasión de quienes lo sucedieron, nos han puesto algunos elementos fundamentales de considerar.
Es verdad, el mercurio es el segundo metal pesado más tóxico para el ser humano; incluso, hay ejemplos en Irak y en Japón de intoxicaciones complejas para la salud de la humanidad. Es una neurotoxina, como lo decía la diputada Molina , que genera grandes problemas en el desarrollo neurológico y, fundamentalmente, afecta el desarrollo del feto y a los niños más pequeños.
Si sabemos que el mercurio en todas su formas es tóxico para la salud de las personas, más allá de lo que se haya comprobado sea en una forma de éste, que es el metilmercurio más que el etilmercurio, del cual deriva el timerosal, obviamente, debiéramos haber sido capaces de reaccionar con mayor prontitud ante la mínima sospecha de que pudiera tener alguna relación con daños de carácter neurológico.
La diputada Girardi nos dice que las vacunas son productos que se administran en personas sanas, pero no sólo en ellas, pues se administran universalmente, es decir, a todas las personas sanas y no en algunas. No hay una definición personal respecto de quien se pone una vacuna o no, sino una decisión de política de Estado para implementar un programa de inmunizaciones que, por cierto, si se revisa la historia de la salud pública en Chile, ha tenido un tremendo impacto respecto de la disminución, incluso erradicación de muchas patologías que habitualmente eran de alta frecuencia en el país.
Entonces, cuando se toma la decisión de establecer un programa de inmunizaciones que tiene un buen sentido, dirigido a los niños recién nacidos y a las madres que esperan hijos, y no es lo suficientemente prolijo respecto de algunos elementos que lo conforman, como son los preservantes de las vacunas, termina siendo un disparo en los pies que nos puede costar muy caro.
La discusión nos llama a una profunda reflexión. ¿Cómo es posible que por razones distintas a las de la salud pública, como las económicas, se tomen decisiones equivocadas respecto de la compra o adquisición de determinados medicamentos sin la conciencia de sus efectos? Pregunto, sobre todo a quienes somos padres, ¿quién, con un grado de conocimiento y conciencia, le pondría a su hijo de dos meses una vacuna que tiene 5,6 veces más cantidad de timerosal de lo que permite o sugiere la Organización Mundial de la Salud? Bien lo explicó el diputado Saffirio . ¿Quién a un hijo de cuatro meses le inocularía 4,25 veces más de mercurio de lo que está permitido a los seis y a los dieciocho meses de edad? El grado de inconsciencia y de oscurantismo en el que vivíamos respecto de este tema, nos ha hecho que, sin darnos cuenta, expongamos a nuestros hijos a posibles daños neurológicos futuros sin siquiera saberlo. Por esa misma razón -insisto-, celebro y felicito la iniciativa impulsada por la diputada Girardi y el diputado Saffirio y otros. Aún más, felicito el alto grado de consecuencia y perseverancia que ha permitido que con mucha prontitud y alto grado de transversalidad se haya aprobado el proyecto en la Comisión de Salud.
Quiero hacer un paréntesis respecto de mi opinión en la forma de manejar las políticas públicas de salud de este ministerio y Gobierno.
Tengo una mirada muy crítica respecto de ello, pues no lo han hecho bien, lo han hecho mal. Sin embargo, me quiero sumar a las felicitaciones que se han manifestado en la Sala, porque, al menos, en este tema, ha habido un minuto de lucidez, que permitió que el ministro hiciera un clic y se diera cuenta de que es necesario avanzar en materias tan importantes como la que votaremos hoy.
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decir a los colegas que la eliminación de los organomercúricos de las vacunas es, sin duda, un tremendo avance en materia de salud pública, la demostración de un grado de conciencia por parte de este Parlamento sobre la necesidad de mirar nuestras políticas públicas desde una perspectiva de país en desarrollo. No podemos seguir planteándonos mala calidad en los productos que administramos, más aún cuando se refieren a la salud de las personas.
Estamos hablando de una situación que, a mi juicio, requería una premura mayor. Ello no fue así. Lo recordó recién el diputado Carmona . ¿Por qué no se hizo antes? Está bien, no se hizo. ¿Por qué se requería una ley? Ni idea; pero se hizo. Y si ha habido errores respecto de este asunto, es fundamental que seamos capaces de aprobar este proyecto de ley, de demostrar el grado de conciencia que existe en el mundo parlamentario en cuanto a hacer bien las cosas, sobre todo cuando muchas veces nos critican que discutimos respecto temas de poco interés para la ciudadanía.
En las tribunas se encuentra un grupo de familiares de bioautismo. Serán ellos los que le llevarán al resto de la gente la buena noticia de lo que aquí se está generando no sólo en la discusión, sino también en la aprobación del proyecto de ley que nos ocupa.
Por último, simplemente, espero que hoy, con su voto favorable, esta honorable Cámara de Diputados diga: “Nunca más timerosal.”.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ARAYA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Marco Antonio Núñez.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , brevemente quiero referirme a un par de puntos del proyecto de ley que votaremos hoy sobre la presencia de timerosal en las vacunas.
En primer lugar, hago un reconocimiento al esfuerzo realizado a través de la historia de la salud de la humanidad, recordando que existen registros de que la primera vacuna utilizada data de 200 años antes de Cristo. La posibilidad de inmunizar, es decir, de generar la capacidad de que el cuerpo humano desarrolle su sistema inmunitario, sus defensas para enfrentar bacterias y virus, es uno de los descubrimientos y aplicaciones costo-efectivas más impresionantes que nos muestra el mundo de la medicina.
Chile ha tenido una historia espectacular en el contexto de la comparación internacional en la aplicación, la cobertura y, evidentemente, el logro de la prevención de enfermedades infectocontagiosas durante todo el siglo XX y también en el siglo XXI.
Que este debate, que es justo que ocurra en este Parlamento -también se ha dado en otros países-, no confunda a la ciudadanía respecto de la necesidad de vacunar. Como país, debemos mantener niveles cercanos al cien por ciento de cobertura respecto de las vacunas que están relacionadas al Programa Ampliado de Inmunizaciones. Y debe haber un esfuerzo del Estado cada vez más grande por incluir vacunas que, desde el punto de vista científico, tienen sentido. Y quienes no la pueden adquirir porque no pertenecen al Programa y no pueden inocularse -niños o adultos- de manera gratuita en nuestro sistema de salud público, que lo hagan crecientemente con las vacunas que se están descubriendo y cuya utilidad se encuentra demostrada.
En este caso queremos promover una conducta nacional preventiva.
No me referiré al enorme debate internacional respecto del efecto del timerosal y su probable relación con el autismo. Existe una historia enorme, a partir de 2009-2010. El último año ha sido impresionante.
Pero esto tiene que ver con la necesidad de no hacer daño.
Primero, la medicina no debe hacer daño. Posteriormente, avanza en la curación, la prevención, la rehabilitación. Y mientras no esté absolutamente demostrado que no existe relación entre timerosal y autismo, tal como lo hacen Estados Unidos y otros países, debemos prevenir y tomar las medidas que correspondan para que respecto de las vacunas que se aplican en el territorio nacional no exista la menor duda de que sólo hacen bien y no se posibilite así la generación de un incentivo perverso para que las familias tomen la decisión de no vacunarse, que sería el peor daño que se podría ocasionar.
Este proyecto de ley fue aprobado por unanimidad. Entre sus autores se cuenta a nuestro extinto gran amigo, el diputado y doctor Juan Lobos , que en paz descanse. Con él discutimos la necesidad de aprobar rápidamente la iniciativa tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado y de prestar más atención a las políticas de vacunación en cuanto a la cobertura de las vacunas, al análisis de su historia y la proyección futura, porque éstas forman parte de un elemento central, básico, tremendamente costo-efectivo de las inversiones que hace nuestro país para que la gente, particularmente quienes más lo necesitan, esté sana.
Por último, doy la bienvenida a este proyecto de ley y anuncio el voto favorable de los miembros de la Comisión Salud de la Cámara de Diputados y de la bancada del Partido por la Democracia.
He dicho.
El señor ARAYA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra al diputado señor Javier Macaya.
El señor MACAYA.-
Señor Presidente , cuando se trata de buenos proyectos, uno no puede restarse. Por eso, en la Comisión de Salud, de manera transversal, estuvimos a favor de la moción presentada por la diputada Girardi , el extinto diputado Lobos , el diputado Accorsi , el diputado Kast .
Creemos que la moción se halla en la línea del principio de prevención -esto se señaló y se dio durante la discusión del proyecto en la Comisión de Salud-, en el sentido de que aquí existen estudios en cuanto a los efectos del timerosal en la salud humana.
Así, recibimos la visita de grupos de personas vinculadas de alguna manera a enfermedades o patologías como el autismo, pues habría indicios que vincularían dicha patología al timerosal en las vacunas.
Pero en la Comisión también recibimos la exposición de representantes del Instituto de Salud Pública, quienes hicieron presente que no estaba empíricamente comprobada una relación de causalidad entre el principio activo del timerosal en las vacunas y las enfermedades que se señala que produce el mercurio en las vacunas.
Más allá de eso, estamos convencidos de que cuando se juega con la salud de la población, cuando se habla de la salud de la población, el principio de prevención resulta fundamental. Es esencial que seamos capaces de ponernos a la altura de lo que hacen hoy día países desarrollados en el tema si legítimamente aspiramos -creemos que así va a ser- a convertirnos en un país desarrollado. Estamos seguros de que en materia económica, de crecimiento económico, de crecimiento per cápita nuestra población hará que nos convirtamos en un país desarrollado en un tiempo menor a 15 años.
Por lo tanto, aun cuando existen estudios que demuestren evidencias no contundentes -esto quiero dejarlo bien en claro- ni uno ni en otro sentido, es primordial el principio de prevención y ponernos a la altura y aplicar estándares de un país desarrollado. No sacamos nada con pretender ser un país desarrollado en ciertas materias si en otras, tan trascendentes como la salud de la población, no hacemos nada.
En ese sentido, quiero felicitar a la diputada Cristina Girardi y a los demás autores de esta moción, porque, de alguna manera, en esta materia nos han puesto a la altura de los países desarrollados.
Por tanto, la bancada de la Unión Demócrata Independiente anuncia su voto favorable al proyecto.
He dicho.
El señor ARAYA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Alfonso de Urresti.
El señor DE URRESTI.-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero felicitar a la diputada Cristina Girardi y a cada uno de quienes suscribieron esta moción, porque hace justicia y pone término a una situación que no era correcta, como es la eliminación de la presencia de timerosal de todas las vacunas y su prohibición de venta y distribución, lo que me parece muy bien.
Hemos escuchado argumentos muy importantes y creo que las autoridades del Ministerio de Salud en particular han logrado un gran avance al poner a este proyecto la urgencia necesaria. En buena hora para quienes han sufrido sus consecuencias y para evitar que ello vuelva a ocurrir en el futuro respecto de otras personas.
He conversado con diversos colegas, pero quiero hacer referencia a la sólida intervención del diputado René Saffirio , ya que lo que está en juego aquí y debiera ser una materia de trabajo para los integrantes de la Comisión de Salud de esta Cámara, pero también para quienes integran la Comisión de Constitución, es avanzar en que el principio precautorio sea el concepto informante de un conjunto de actuaciones, tanto en el ámbito de la salud y del medio ambiente, como del desarrollo humano en nuestro país. Actualmente, en muchos casos en los que ha habido inconvenientes evidentes en la ciudadanía, se piden las pruebas, por ejemplo que exista una vinculación exacta entre la contaminación atmosférica y el grado de enfermedades que causa en la población en determinado sector declarado zona saturada o que claramente tiene un alto nivel de contaminación. Pero, ¿qué ocurre con esos niños y con esas personas que día a día tienen que enfrentar esa situación? Se ven expuestos a un hecho que es imposible poder demostrar, al menos en el corto tiempo, y no se aplica el principio precautorio.
A propósito de la discusión del proyecto sobre la rotulación en los envases de los alimentos, debemos pensar en qué ocurre con el gluten, con la caseína, cuando no se informa que estos componentes están insertos en un determinado producto alimentario y las personas que los consumen no tienen una correcta información. Ahí es más importante aplicar el principio precautorio que poner en la rotulación del envase del alimento su incorporación.
En materia medioambiental, muchas veces nos hemos preguntado cuáles son los productos que pueden producir alteraciones sustanciales en el medio ambiente y sus posteriores efectos sobre la ciudadanía, que está expuesta a ellos, en términos de ríos, de contaminación, de deforestación, de utilización de las aguas. Pero debemos pensar también en cuáles son los efectos que generan los principios precautorios, si los tuviéramos como una norma informante e importante en nuestra Constitución, como un elemento a propósito del cual se tiene que armonizar el conjunto de la legislación. No cabe duda de que, de ser así, tendríamos menos situaciones de riesgo por contaminación que las que hoy conocemos.
Por eso, creo que tenemos que legislar al respecto. Hoy, sale más a cuenta poner un producto en el mercado, cumplir las normas básicas de funcionamiento, tener las autorizaciones correspondientes, pero, luego de unos años, podemos ver las consecuencias de ello. Eso tiene que terminar.
Por eso, celebro y alabo que el timerosal sea erradicado. Pero debemos preguntarnos qué ocurre con otros productos, con otros componentes, con otras vacunas y aplicaciones. ¿De qué manera la ciudadanía puede tener tranquilidad, cuando tenemos contaminación magnética, a propósito de la instalación de las antenas para celulares? Sólo nos señalan que no hay pruebas, que no se ha comprobado que ello provoque tal o cual problema en la salud de las personas. Es ahí, insisto, donde el principio precautorio tiene que ser recogido y debiera ser incorporado en nuestra legislación, particularmente, en la Constitución Política de la República.
La bancada del Partido Socialista va a dar su aprobación al proyecto. Asimismo, quiero reiterar que constituye un avance fundamental, pero quiero hacer una prevención respecto de la responsabilidad del Estado frente a la tardanza en solucionar este problema y por no aplicar en su momento, a través de un decreto o resolución, la prohibición de usar el timerosal en las vacunas. Lo importante ahora es que eso va a estar normado a través de una disposición legal para que en el futuro nunca más se realice la importación o fabricación de vacunas con timerosal.
Insisto en que el principio precautorio debiera ser el concepto fundamental en nuestro ordenamiento constitucional, a fin de prevenir y anticiparnos a los hechos, para no esperar cierto tiempo para corregir un error cometido por el Estado de Chile.
He dicho.
El señor ARAYA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Ricardo Rincón.
El señor RINCÓN.-
Señor Presidente , aunque se ha reiterado en varias oportunidades, felicito a la diputada y amiga Cristina Girardi y, por cierto, a mi colega y amigo, diputado por Temuco, René Saffirio , quienes han sido fuertes impulsores de esta moción y tuvieron la permanente convicción de convocarnos a suscribirla, lo que agradezco.
Me siento como aquellos ciudadanos que, desde la ignorancia, llevaron a su bebé a vacunarlo, junto a su esposa, y exponerlo a las consecuencias que puede causar el timerosal. Fue sólo después de que la diputada Cristina Girardi y el diputado René Saffirio hablaran conmigo que supe de las consecuencias que esta vacuna podía causar en los niños y niñas de nuestro país.
Digo esto como un reconocimiento público, porque todos los ciudadanos de este país hacen fe en su Estado, en sus autoridades ministeriales y en sus instituciones y a nadie se le ocurriría siquiera pensar en que el sistema de vacunación nacional contiene vacunas con timerosal y con contenidos de mercurio -y no con cualquier clase de contenidos de mercurio-, porque los componentes de timerosal son bastante más altos que los que se usan en otros países en los cuales se permite y regula, pero en dosis mucho más bajas. Es decir, nuestro sistema de vacunación se regula por normas más laxas y permisivas y cuando un padre o una madre hacen fe en su sistema ni siquiera se le ocurre pensar en que esto puede estar ocurriendo.
A la vez, tengo la posibilidad -lo agradezco- de escoger una vacuna que no tenga este componente, aun cuando pudiera ser más cara. Por cierto, en el caso de mi hijo era un poco tarde, porque cuando la diputada Cristina Girardi me lo advirtió y el colega Saffirio me lo ratificó, él ya tenía más de seis meses; pero tengo esa posibilidad para mi segunda hija y reconozco que esa oportunidad no la tienen todos en el país. No obstante ello, todos, sin distinción de carácter económico, confiamos en nuestro sistema de vacunación y, sin preguntar, aceptamos que se coloque a nuestros hijos una determinada vacuna, dando fe, con tranquilidad y esperanza, de que contiene los componentes y dosis adecuados, de acuerdo con los estándares más exigentes. Pero eso, lamentablemente, no ocurre en nuestro país.
Por lo tanto, es bueno que exista un Congreso Nacional que tenga la facultad y la posibilidad, mediante el proceso legislativo, de detener esta práctica. Esto justifica nuestra misión y nuestra representación. Si en algo hemos podido comprender a las mamás y papás de los niños autistas de Chile en su lucha para que esto no ocurra -en un acto de mucha generosidad, para que otras personas no sean perjudicadas-, entonces la existencia de la Cámara de Diputados y del Congreso Nacional tiene una doble o, quizás, triple justificación.
Por eso, con alegría, pero también con un poco de pena, reitero mi agradecimiento a la diputada Cristina Girardi y al diputado René Saffirio por haberme invitado a participar en esta iniciativa y a conocer el tema. Asimismo, agradezco los constantes esfuerzos realizados por la diputada Cristina Girardi , sobre todo durante esta semana, para esperar la Tabla y por hacer las gestiones necesarias para que este proyecto no terminara cayéndose y pudiéramos despacharlo en esta misma semana.
Por ella, por el diputado Saffirio y por todos los papás y mamás que tienen hijos autistas, por esta tremenda injusticia cometida contra quienes hemos hecho fe pública -me incluyo y también a mi señora- sobre nuestro sistema de vacunación, anuncio que votaré favorablemente el proyecto de ley.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ARAYA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Hugo Gutiérrez.
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).-
Señor Presidente , ante todo, anuncio que vamos a dar nuestro voto favorable a esta iniciativa legal.
Con la mayor honestidad, quiero hacer algunas observaciones derivadas de una preocupación que tengo.
Creo que la vacunación de nuestros niños es una política de Estado. Todos los programas diseñados para vacunarlos corresponden a iniciativas que se implementan desde el Poder Ejecutivo . Cuando existe evidencia de que un preservante puede, eventualmente, afectar la salud de los niños sanos, habría que suspender la administración de ese componente en las vacunas.
Acabo de leer una resolución exenta del Instituto de Salud Pública, la N° 3669, de 16 de mayo de 2001, sobre la fenilpropalamina, que expresa: “No administrar a niños menores de dos años. Este medicamento puede provocar hemorragias cerebrales. En caso de presentar dolor de cabeza intenso, suspender el tratamiento y consultar al médico en forma inmediata.”.
Por su parte, la noticia que aparece en la prensa dice que el Ministerio de Salud, a través de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, suspendió la distribución, manipulación y comercialización de la denominada fenilpropalamina. La decisión fue tomada después de que Estados Unidos constató que la sustancia provoca hemorragia cerebral.
De manera que estamos en presencia de un acto administrativo, una decisión de la autoridad sanitaria que, ante una investigación realizada en Estados Unidos, constató que esta sustancia podía provocar hemorragia cerebral, debido a lo cual dictó un decreto que prohíbe la distribución del medicamento mencionado.
Si la autoridad administrativa, conocedora de lo que estaba ocurriendo con este preservante, eventualmente, en virtud del principio con el cual todos estamos de acuerdo, debió haber impedido que las vacunas contuvieran, precisamente, este preservante. ¿Y si no lo hizo? ¿Y si la vacuna con este preservante estaba perjudicando la salud de nuestros niños? Me preocupa que nosotros, como legisladores, le estamos enmendando la plana -como se dice vulgarmente- al Ejecutivo , porque quien diseña las políticas públicas tenía la responsabilidad de haber evitado que este preservante estuviera contenido en las vacunas que se les suministran a nuestros niños.
Pero ahora nos encontramos con que no existe una autoridad que dicte una resolución exenta, tal como se aprecia con la sustancia denominada fenilpropalamina. No he visto ninguna prohibición relacionada con ese componente. Entonces -repito-, lo que estamos haciendo es enmendarle la plana a la autoridad sanitaria. Es decir, el día de mañana, como legisladores, tendremos que hacer lo que, por ley, le corresponde a la autoridad. ¿En qué nos vamos a transformar? Nosotros estamos para aprobar las leyes, y gran parte de nuestro ordenamiento jurídico no son leyes, sino actos administrativos.
Ésa es mi preocupación y quiero dejarla claramente establecida para la historia fidedigna de la ley. En el futuro, algunos abogados que escuchen este debate podrían decir que la responsable es la autoridad sanitaria, cuando se acredite fehacientemente que esta sustancia provocaba el autismo, y se van a hacer multimillonarios con demandas contra el Estado. Y para evitar que eso ocurra, en lugar de que lo establezca un acto administrativo, los legisladores le estamos enmendando la plana a una autoridad que debió haber actuado en forma diligente, para que ya hace muchos años se hubiera evitado que las vacunas que se suministran a nuestros niños y niñas contuvieran esta sustancia.
Esta discusión no puede evitar que mañana, cuando se compruebe a ciencia cierta la relación directa que existe entre este preservante y el autismo, los familiares demanden al Estado de Chile por haber mantenido una política pública de vacunación que perjudicó a cientos o, quizás, a miles de niños y niñas.
Creo que enmendarle la plana a la autoridad sanitaria y al Ejecutivo no tiene por qué significar que los padres no hagan lo correcto. Lo que me preocupa fundamentalmente es que, al aprobar este proyecto de ley, estemos dando lugar a que, en el futuro, la autoridad sanitaria diga que no fue ella la que prohibió el uso de esta sustancia, sino el Congreso Nacional, y que figue creyendo que no hay una relación directa entre este preservante y el autismo, sino que son los legisladores los que se metieron a hacer cosas que no les correspondía, porque mañana otros legisladores podrían considerar que otras sustancias también son perjudiciales y presentar proyectos de acuerdo y mociones para que sean patrocinados por el Ejecutivo.
De manera que nos transformaríamos en la autoridad sanitaria que estaría indicando qué medicamentos hay que prohibir o permitir. Entonces, cabe preguntarse para qué está la autoridad sanitaria. ¿Qué rol juega entonces nuestra institucionalidad?
Mi planteamiento es que esta discusión no impide en lo más mínimo que el día de mañana los padres o las madres de niños que sufren esa enfermedad, el autismo, puedan direccionar acciones civiles de indemnización de perjuicios en contra de la autoridad sanitaria que permitió vacunar a niños sanos con una sustancia que perjudicó su vida. Quiero dejar claramente establecido esto.
Nosotros le estamos enmendando la plana a una autoridad que debió haber actuado correctamente y no lo hizo. Sin duda, debemos hacerlo, porque es nuestro deber, pero esto no puede volver a ocurrir; no puede suceder que el día de mañana otro legislador diga que tal sustancia es perjudicial para la salud de nuestros niños y que se debe prohibir. ¡Eso debe hacerlo la autoridad sanitaria tan pronto tiene conocimiento de la situación, por investigaciones en Estados Unidos o en Europa! ¡Si sabe que hay una sustancia perjudicial para nuestros niños, no puede permitirla! Ahí, de inmediato, debe operar el acto administrativo correspondiente. El acto administrativo tiene un sentido y una finalidad.
A los legisladores nos corresponde abocarnos a otros temas; no a prohibir o permitir medicamentos.
En este caso, sin duda, corresponde que lo hagamos, porque la autoridad fue negligente. Por eso, no me atrevo a felicitarlos por hacerse parte en la moción, porque eso, en buenas cuentas, significa felicitarlos por las negligencias, porque durante muchos años la autoridad no hizo lo correcto. Francamente, me parece que no corresponde, por decir lo menos.
Ahora debemos aprobar esta moción parlamentaria, porque es nuestro deber hacerlo, pero el primer deber -quiero dejarlo establecido con claridad- era del Ejecutivo y de la autoridad sanitaria.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ARAYA (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo del Orden del Día.
Están inscritos para intervenir la diputada señora Karla Rubilar y los diputados Kast y Jarpa, quienes pueden insertar sus discursos, a menos que la Sala acuerde que pueden hacer uso de la palabra por cinco minutos cada uno.
¿Habría acuerdo para concederles ese tiempo?
Acordado.
Tiene la palabra la diputada señora Karla Rubilar.
La señora RUBILAR (doña Karla).-
Señor Presidente , quiero partir mi intervención diciendo que soy hermana de un niño autista; mi padre y mi madre son médicos, al igual que yo.
Si bien concurriré con mi voto favorable al proyecto, incluso contribuí con algunas indicaciones y a ponerlo en Tabla en su momento, quiero aclarar algunos puntos.
El timerosal es un derivado del mercurio, que se utiliza desde 1930 como preservante de las vacunas. En las últimas décadas ha sido cuestionada su seguridad, especialmente por la posibilidad de crear toxicidad neurológica. Sin embargo, la revisión de varios estudios realizados en niños que recibieron vacunas que contenían timerosal, y la posición de organismos de expertos internacionales en relación con el uso de dicho compuesto en vacunas, permitió reconocer, en 2007, al Comité Consultivo de Inmunizaciones de Chile, con profesionales de muy alto nivel, como Alma Muñoz , Katia Abarca , Jorge Jiménez de la Jara , Vivian Luchsinger , Miguel O’Ryan , Erna Ripoll , María Teresa Valenzuela y Rodrigo Vergara , que lamentablemente no existía una evidencia clara de efectos adversos en lactantes o niños por la exposición al timerosal contenido en las vacunas de forma rutinaria.
Es importante aclarar eso, porque si bien soy una entusiasta impulsora de que avancemos a ser un país como otros países desarrollados, que han eliminado el timerosal ante la duda, también creo que hay que ser responsable y plantear claramente que durante todos estos años la autoridad sanitaria ha actuado como corresponde.
No estoy defendiendo sólo a este Gobierno, sino también a los ministros de Salud anteriores, que han adoptado decisiones basados en lo que corresponde para la salud: la evidencia científica. Y ésta ha permitido decir que, ante la duda, que nunca ha sido probada, los beneficios de vacunar para prevenir muchas enfermedades son muchos e infinitamente mayores.
Si vamos a avanzar hacia eliminar el timerosal en Chile, pues excelente; sería el primer país en América Latina en adoptar esa medida, lo que aplaudimos de pie y reconocemos en eso la labor y el aporte de la diputada Cristina Girardi en el tema, pero también, con la misma fuerza, le pido responsabilidad a la Sala, porque mientras más nos demoremos en eliminar el timerosal de las vacunas, más niños se seguirán vacunándose con vacunas que lo contienen. ¿Qué vamos a decir? ¿Qué no los vacunen? ¿Actuaremos como en Europa y otros países, en que debido a campañas en contra de las vacunas se han producido brotes de enfermedades como el sarampión y otras?
Entonces, aunque sé que el proyecto va a pasar a la historia y va a llevar al sistema de vacunación de Chile al más alto estándar, lo que me parece extraordinariamente positivo, pido a los autores de la iniciativa, con la misma fuerza, que propicien que los niños sigan vacunándose hasta que logremos el cambio esperado.
He dicho.
El señor ARAYA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa.
El señor JARPA.-
Señor Presidente , en mi condición de médico, felicito a los autores del proyecto que elimina el timerosal o derivados organomercúricos de las vacunas de los planes del Ministerio de salud. Estoy muy contento por esta iniciativa y, especialmente, por la generosidad mostrada, puesto que si el proyecto se hubiese aprobado el miércoles, sin discusión, no habrían tenido lugar las reflexiones que hemos escuchado hoy.
Quiero recordar también a nuestro querido extinto colega, doctor Juan Lobos .
En segundo término, reconozco los esfuerzos realizados por los diferentes gobiernos en cuanto a políticas de salud, lo que nos ha llevado desde una medicina curativa a una preventiva, por lo cual nos podemos sentir orgullosos de los logros alcanzados en salud, especialmente en salud pública, con los planes vacunatorios, con prácticamente la eliminación de muchas enfermedades en nuestro país.
En tercer lugar, el proyecto está inserto en un tema muy importante, cual es buscar la seguridad de los ciudadanos en cuanto a su salud, puesto que, en determinados casos, el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Ante las dudas que pudieran surgir, estamos debatiendo el proyecto que elimina el timerosal y los derivados organomercúricos de las vacunas, por los eventuales problemas que podrían provocar en los lactantes.
En cuarto lugar, éste es un tema de importante reflexión y lo señaló en forma muy clara la diputada informante , señora Cristina Girardi . Estados Unidos es un país que, como bien saben los colegas miembros de la Comisión de Economía, siempre está especialmente preocupado por las patentes. Sin embargo, en este caso -quiero recalcarlo-, pese a que Estados Unidos ha prohibido el uso de timerosal en su país, lo sigue produciendo para el tercer mundo. Su actitud representa un doble estándar y debemos destacarlo claramente en la discusión.
Finalmente, reitero mis felicitaciones a los autores de la iniciativa, con la esperanza de que la aprobaremos y que pronto será ley de la República.
He dicho.
-Aplausos.
El señor MELERO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor José Antonio Kast.
El señor KAST.-
Señor Presidente , más que ir al análisis técnico sobre la importancia de eliminar las vacunas multidosis con timerosal, a diferencia de un parlamentario que me antecedió en el uso de la palabra, creo que es positivo reconocer a las personas que estuvieron detrás del proyecto.
En primer lugar, se debe destacar el trabajo que realizaron los padres de los niños con autismo, agrupados en Bioautismo, porque se acercaron a la diputada Cristina Girardi y pusieron el tema sobre la mesa legislativa. Hoy estamos legislando sobre esta materia debido al gran tesón que pusieron en su causa.
Además, quiero hacer un reconocimiento a María Cecilia Díaz , de Buin, parte integrante de esta agrupación de padres a lo que le ha tocado vivir, por un lado, la alegría de tener un hijo y, por el otro, la dificultad de que ese hijo tenga una discapacidad. Ellos lo han afrontado con altura y con una fortaleza increíble, digna de admiración. Por eso, siempre hay que reconocer a las personas que están detrás de los proyectos de ley.
También me gustaría agradecer a la diputada Cristina Girardi , porque concurrió a todas las bancadas para plantearnos esta posibilidad. Así como se acercó a presentarnos este proyecto de ley, después nos trajo un regalo: el libro “El silencio de mi hijo”, de Sandra Ormazábal . Éste es un testimonio real que debiera ser masificado, a fin de que llegue a todos los papás que tienen niños con autismo, porque es muy edificante para aprender a enfrentar las dificultades de la vida.
Asimismo, quiero hacer un reconocimiento a Juan Lobos, que en paz descanse, gran impulsor para que el proyecto fuera rápidamente aprobado y despachado por la Comisión.
Por último, deseo agradecer la unanimidad que se logró en la Comisión de Salud, donde todos sus miembros estuvieron de acuerdo en que la iniciativa tuviera un trámite ágil, efectivo y eficiente.
He dicho.
-Aplausos.
El señor MELERO (Presidente).-
Cerrado el debate.
Corresponde votar en general el proyecto de ley, iniciado en moción, que elimina las vacunas multidosis con timerosal o compuestos organomercúricos.
Hago presente a la Sala que sus normas son propias de ley simple o común y que la Comisión informante recomendó aprobar la idea de legislar.
La Comisión propone cambiar el título del proyecto por el siguiente: “Elimina la presencia de timerosal o compuestos organomercúricos en todas las vacunas del Plan Nacional de Vacunación y en todos los procesos de vacunación que dirija el Ministerio de Salud”, tal como figura en la página 13 del informe.
Si le parece a la Sala, votaremos en un solo bloque el proyecto en general con el nuevo título propuesto.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 73 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor MELERO (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Carmona Soto Lautaro; Cornejo González Aldo; Cristi Marfil María Angélica; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Eluchans Urenda Edmundo; Espinosa Monardes Marcos; Estay Peñaloza Enrique; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Lavín Cristina; Godoy Ibáñez Joaquín; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Harboe Bascuñán Felipe; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Hoffmann Opazo María José; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; León Ramírez Roberto; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Molina Oliva Andrea; Monckeberg Bruner Cristián; Morales Muñoz Celso; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Pérez Lahsen Leopoldo; Rincón González Ricardo; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Espinoza René; Sandoval Plaza David; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Squella Ovalle Arturo; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.
El señor MELERO ( Presidente ).-
Por no haber sido objeto de indicaciones, queda aprobado también en particular.
Despachado el proyecto.
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