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El señor CARMONA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Jaime Bellolio .
El señor BELLOLIO.-
Señor Presidente, por su intermedio, vaya mi saludo a la directiva del Colegio de Profesores.
La discusión que hoy llevamos a cabo nos permite hablar, aunque sea de manera parcial, en un solo aspecto de nuestros docentes, que considero que debieron haber sido siempre el foco y la prioridad de cualquier reforma educacional que quiera tocar el tema de la calidad.
El proyecto no aborda un aspecto de fondo, sino más bien establece una medida transitoria, como es el otorgamiento de un bono de incentivo al retiro.
La selección, la formación, el egreso, la inducción de los profesores, el trabajo en el aula, sus horas en el aula y sus horas de preparación, su carrera, su desarrollo y su jubilación son aspectos que espero que podamos empezar a conversar con mayor detención cuando ingrese el proyecto sobre carrera docente, que desconocemos en qué fase se encuentra.
La iniciativa, tal como ingresó, contenía una propuesta completamente ilusoria, pues disponía que los profesores tuvieran derecho a 21.500.000 pesos, sin establecer la forma de financiamiento para ello. Asumía que eran los municipios los que debían pagar ese costo. Es decir, entregaba a los profesores un beneficio que no iba a concretarse. Los alcaldes dijeron que se estaba rompiendo el compromiso del gobierno, en el sentido de que el ciento por ciento del beneficio iba a ser financiado por el fisco, pues solo se estaba entregando el 11 por ciento del total.
Además, el primer informe financiero que se nos entregó era completa y totalmente insuficiente. Por eso, quiero pedir que, desde ahora en adelante, no tengamos nunca más un informe financiero de tal deficiencia, de tal insuficiencia, que no permita tener la información mínima para adoptar una decisión seria y responsable.
Lo bueno es que ese llamado de atención no solo lo hice yo, sino también otros diputados; es decir, fue compartido en forma transversal. Fue así que durante los últimos días recibimos la información que necesitábamos.
Espero que la información que los diputados requerimos -como la que en el caso de esta iniciativa se entregó durante los últimos días-, la tengamos respecto de todos los proyectos de ley, no solo de aquellos que tengan que ver con educación.
Agradezco la apertura del Ministerio de Educación y también de la Dipres para cambiar gran parte de la propuesta. Espero que esa disposición también se mantenga para los próximos proyectos de ley.
Una discusión que surgió y que en mi opinión fue muy interesante -fue planteada por el alcalde Navarrete el día martes en la Comisión dice relación con el costo de educar. Como se nos informó, hay muchos municipios -exactamente veinticuatro que están endeudados por sobre el 3 por ciento. ¿Por qué era relevante esa información? Porque solo aquellos que estaban endeudados bajo ese porcentaje podían adelantar subvenciones. La Asociación Chilena de Municipalidades nos dice que hay 87 municipios que están al borde de ese endeudamiento, es decir, en torno al 2,5 por ciento y más. O sea, tienen escasa posibilidad de endeudarse.
¿Por qué ocurre ese endeudamiento? Porque la subvención es completamente insuficiente y porque el Padem no puede ser ajustado ni menos entregar una educación de calidad sin el aporte adicional del municipio. Son inquietudes de fondo que hoy no estamos discutiendo y que el alcalde Navarrete puso sobre la mesa. Me parece fundamental tenerlas presentes en las próximas discusiones, especialmente en relación con los cambios que se harán en la educación pública.
Ahora, ¿cuál es la calidad que se quiere financiar? ¿Cómo se obtiene esa calidad? ¿Cuáles son los factores principales que inciden en esa calidad? ¿Cuánto es el valor de aquello?
Si uno mira la evidencia chilena, no podría decir que es exclusivamente la cantidad de alumnos en un colegio municipal lo que implica que este sea más caro o más barato; tampoco podría decir que es exclusivamente la vulnerabilidad lo que hace que sea más económico o más caro, con mejores o peores resultados. Existe una gran heterogeneidad. No son cada uno de esos factores por separado los que inciden, sino todos ellos en forma simultánea.
Otro aspecto que se discutió y que considero relevante es que deben considerarse las particularidades de la educación para saber cuánto hay que financiar y cómo lograr una enseñanza de calidad. Esas particularidades de la educación no podremos advertirlas si se centraliza todavía más la educación. Si se reconoce que educar en Arica es distinto que hacerlo en Antofagasta, en las periferias de Santiago o en el sur de nuestro país, con las riquezas que existe en cada uno de esos lugares, no se entendería una propuesta que tienda a centralizar la educación en el Ministerio de Educación o a agrupar muchas comunas o regiones. Lo que debería hacerse es exactamente lo contrario, a fin de atender precisamente esa particularidad y ese contexto.
Por lo demás, tenemos evidencias sobre cuáles son aquellos aspectos que realmente inciden en la calidad de la educación. Muchas de ellas tienen que ver con lo que ocurre al interior de la escuela. Espero que a futuro tomemos en serio esa evidencia, como lamentablemente no pudimos hacerlo en la primera parte del estudio de la reforma educacional.
En segundo lugar, la forma de administrar, gestionar y gobernar las escuelas no es obvia. La evidencia nos muestra que los mejores resultados se han obtenido cuando la administración es más local. Espero que también atendamos esa evidencia.
Por último, hay que tener cuidado con los incentivos y con las señales que se entregan. Para aquellos municipios que estaban endeudados por sobre el 3 por ciento se financiará el ciento por ciento del incentivo al retiro que otorga esta iniciativa; me parece bien. De lo contrario, no habría ninguna opción para que los profesores de esos establecimientos pudiesen tener derecho al bono. ¿Pero cuál es la razón -vuelvo a lo anterior por la que hay municipios endeudados por sobre el 3 por ciento, y otros, por menos que esa cifra? ¿Cómo diferenciar entre aquellos que efectivamente hicieron sus ajustes al Padem? ¿Cómo diferenciar entre aquellos que efectivamente hicieron un esfuerzo de gestión para provisionar su indemnización, versus aquellos que no lo hicieron? La señal que se da con esta iniciativa es que aquellos que no lo hicieron tendrán el ciento por ciento de financiamiento y aquellos que sí lo hicieron deberán poner de su bolsillo. No es una señal razonable. Una buena política pública tiene que saber diferenciar esos aspectos para entregar un buen incentivo y una buena señal.
Anuncio que votaré a favor el proyecto en general. Lamentablemente, no pude participar de su discusión en particular debido a una enfermedad. Reitero que estamos ante una medida transitoria, que no apunta al fondo, pero que apoyaremos porque nuestros profesores se lo merecen.
He dicho.
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