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El señor CARMONA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por cinco minutos, el diputado Osvaldo Urrutia .
El señor URRUTIA (don Osvaldo).-
Señor Presidente, los diputados de la Alianza han reiterado en sus discursos un tema fundamental del que ni el gobierno ni la Nueva Mayoría han querido hacerse cargo: el hecho de fijar por ley en qué se pueden gastar los recursos de la subvención escolar pone fin a la diversidad de proyectos educativos y, por tanto, es una lápida, ya que afecta severamente a la educación particular subvencionada, que hoy presta servicios educativos al 54 por ciento de la matrícula escolar de enseñanza básica y media.
Ya hemos explicado que es imposible concebir la libertad sin diversidad, pues para elegir las personas deben contar con opciones distintas. Así, el hecho de que el Estado defina que los recursos que entrega solo se pueden gastar si el proyecto educativo que adopta el colegio es el estatal, elimina toda posibilidad de una diversidad efectiva de proyectos educativos. Ello hace imposible la existencia de la libertad de enseñanza.
Dicen que nuestra argumentación y convicción por la libertad de elegir se basa en la defensa de la libre empresa y del mercado, acusación que, además de ser poco honesta, no tiene ninguna correspondencia con el proceso histórico constitucional que vivió nuestro país para que la libre elección pasara de ser un privilegio a ser un derecho.
No está de más recordar que el primer reconocimiento explicito de la libertad de enseñanza ocurrió en agosto de 1874, y consistió en la adición de un escueto inciso en el número 6 del artículo 12 de la Constitución Política de 1833, en el que se consagró el derecho de reunión y asociación. De modo tal que la libre elección se fundamenta y origina en el derecho que tenemos de hacer comunidad y de asociarnos.
Por tanto, la libertad de enseñanza va más allá de la caricatura que ha hecho la izquierda respecto de las más de 100.000 personas que han salido a la calle a defender su derecho a elegir; no para defender un negocio, sino su derecho a asociarse para elegir qué, dónde y cuándo aprenden sus hijos.
La libertad de elegir de los padres se potencia ampliando la capacidad efectiva de elección, dotando de más recursos económicos a los que carecen de ellos, sin discriminación respecto del colegio que eligen, y con información suficiente para que tomen las mejores decisiones.
Por otra parte, resulta imprescindible garantizar la diversidad de nuestro sistema educacional, con una pluralidad de proyectos educativos a lo largo y ancho del país.
Uno de los principales ataques a la posibilidad de elegir radica en que ella estaría determinada por la capacidad económica de los padres. En verdad, a todos nos indigna que un derecho tan importante, como el de los padres a educar a sus hijos, se convierta en el privilegio de unos pocos. Pero frente a esto, tenemos dos grandes opciones: primero, prohibir o limitar toda posibilidad de elegir, y segundo, ampliar los márgenes de libertad de las personas, permitiendo que todas elijan, independientemente de sus recursos económicos.
El gobierno y la Nueva Mayoría, lamentablemente, han preferido la primera opción: una reforma educacional que, en palabras del propio ministro de Educación, quiere quitar los patines a los que están más arriba y que reciben una educación de mejor calidad, en vez de mejorar las oportunidades de los que, lamentablemente, se encuentran más abajo y que son los más desfavorecidos del sistema educativo nacional, porque el todopoderoso Estado les entrega, desde hace mucho tiempo, una mala calidad educativa.
Lo anterior implica la tarea aún pendiente de explicar a los padres por qué se prefirió limitar su libertad antes que ampliársela. Este no es el camino que merecen los chilenos. No permitiremos que les quiten su libertad de elegir a los más vulnerables y a la clase media de nuestro país.
Quiero saludar a todos los docentes de Chile en el Día del Profesor; a los que trabajan en la educación particular, a los que lo hacen, todavía, en la educación particular subvencionada, y a aquellos que se desempeñan en la educación municipal.
Desde ya, anuncio mi rechazo a esta mala reforma educacional. He dicho.
-Aplausos.
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