-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/636987/seccion/akn636987-po1-ds147-ds157
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3516
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3516
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1588
- rdf:value = " El señor CARMONA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Hugo Gutiérrez .
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).-
Señor Presidente, sin duda, nuestra democracia da un gran paso cuando se comienza a regular el lobby.
Todos sabemos que esa actividad existe y, como bien se recordó recientemente, cuando no está regulada, genera lo que vimos en la tramitación de la ley de pesca, lo que produce un cuestionamiento de las bases mismas de esa legislación, puesto que los lobbistas prácticamente eran parte de la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos.
Esa situación demostró que se requería con urgencia esta reglamentación. Sin embargo, el lobby debe ser bien regulado, porque debemos saber con precisión qué estamos regulando: ¿El tráfico de influencias, las donaciones políticas, los conflictos de intereses o reuniones privadas en el Club de La Unión?
A la ciudadanía le interesa que nosotros no seamos objeto del tráfico de influencias, ni que seamos beneficiarios de donaciones políticas espurias, viciadas e ilegales. Sin embargo, cuando se pretende regular más allá de la entrega adecuada, idónea y pertinente de información y se quiere que cada detalle de un parlamentario, incluso de su vida privada, sea de conocimiento público, ello traspasa un límite.
La opinión pública debe tomar conocimiento de todo aquello que, de una u otra forma, tenga algún tipo de injerencia en nuestras decisiones al momento de tramitar un proyecto de ley.
El lobby tiene que estar necesariamente circunscrito a lo que hacemos, que es la confección de la ley, proceso en el que no debemos ser objeto de persuasiones indebidas. Eso es lo que pretenden regular la ley N° 20.730 y el reglamento que hoy estamos discutiendo.
Por eso me parece adecuado el plazo que nos hemos dado para presentar indicaciones a dicha reglamentación, con el fin de enmendar aquello que va más allá de lo estrictamente adecuado. Con esto me refiero a que los parlamentarios también tenemos vida privada, lo que implica asistir a reuniones sociales y cócteles, donde nos podemos encontrar con pares y autoridades. Al respecto, me parece totalmente impertinente que nos veamos en la obligación de dar cuenta de la conversación informal que sostengamos, por ejemplo, con el comandante en jefe del Ejército en una fiesta, reunión o asamblea.
Por lo demás, a la ciudadanía le interesa lo que dice relación con los proyectos de ley en tramitación, donde, de alguna u otra forma, puede tener incidencia el lobby. Uno puede llevar a cabo muchas reuniones que no son pertinentes con las materias que se están tratando en el Parlamento. Por lo tanto, debemos ser prudentes.
Es necesario e indispensable regular bien el lobby, a fin de que la información que entreguemos al público sea la adecuada, correcta, que necesita para decir que un parlamentario no ha sido objeto de tráfico de influencias o de donaciones políticas, ni tiene algún tipo de conflicto de intereses. Ese es el objetivo de este reglamento.
Por lo tanto, insto a todos los diputados a aprovechar este plazo, con el fin de leer el reglamento y hacer llegar nuestras observaciones a la Comisión de Ética y Transparencia. Es una oportunidad para corregir algunos temas que ya han sido expuestos, que, sin duda, carecen de una mínima razonabilidad.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/636987/seccion/akn636987-po1-ds147
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/636987