-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds1-ds2
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds11
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds13
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds22
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds111
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-rs1
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds15
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds18
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds5
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-rs3
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds10
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds9
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds12
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds14
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds6
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-rs2
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds19
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds8
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds16
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds1-ds2-ds3
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds20
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- dc:title = "INCENDIOS FORESTALES Y EXPRESIONES DEL MINISTRO DEL INTERIOR Y SEGURIDAD PÚBLICA SOBRE EVENTUAL VINCULACIÓN DE ESTOS CON REIVINDICACIONES DEL PUEBLO MAPUCHE. Proyectos de acuerdo."^^xsd:string
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/mapuches
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/pueblos-originarios
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- rdfs:label = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- bcnres:tieneResultadoDebate = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/pueblo-mapuche
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/incendios-forestales
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/incendios-region-de-la-araucania
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds1
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/637719/seccion/akn637719-ds11
- rdf:value = " INCENDIOS FORESTALES Y EXPRESIONES DEL MINISTRO DEL INTERIOR Y SEGURIDAD PÚBLICA SOBRE EVENTUAL VINCULACIÓN DE ESTOS CON REIVINDICACIONES DEL PUEBLO MAPUCHE. Proyectos de acuerdo.
El señor ARAYA ( Presidente en ejercicio).- La presente sesión se motivó en una presentación suscrita por 40 honorables diputados y diputadas, con el objeto de “discutir sobre la grave situación que se ha vivido en varias regiones del país con respecto a los incendios forestales que han afectado miles de hectáreas, destruyendo a su paso cientos de hogares, bosques, sembradíos, etcétera, y lo más lamentable, cobrado la vida de siete compatriotas que se encontraban en labores de combate de los incendios en las Regiones del Biobío y de La Araucanía. Sobre este último punto, se propone debatir sobre las herramientas con las que cuenta la institucionalidad encargada de combatir este tipo de emergencias, que como ha quedado en evidencia, cuenta con precarias condiciones y recursos que limitan su efectivo actuar. Del mismo modo, analizar las expresiones del ministro del Interior y Seguridad Pública , Rodrigo Hinzpeter, vinculando el origen intencional de los incendios forestales con las reivindicaciones del pueblo mapuche”.
A esta sesión han sido citados la ministra del Medio Ambiente , señora María Ignacia Benítez, el ministro del Interior y Seguridad Pública , señor Rodrigo Hinzpeter, y el ministro de Agricultura , señor Luis Mayol.
En el tiempo previo de 15 minutos, contemplado en el artículo 74 del Reglamento, que corresponde al Comité del Partido Socialista, harán uso de la palabra los diputados señores Manuel Monsalve y René Saffirio.
Tiene la palabra el diputado Manuel Monsalve, hasta por diez minutos.
El señor MONSALVE.- Señor Presidente , esta sesión fue citada para analizar los acontecimientos que han afectado a distintas regiones de nuestro país, entre ellas, la que represento, que es la Región del Biobío, que tiene una fuerte presencia forestal, particularmente mi zona, que comprende las comunas de Arauco y de Lota.
Desde el 27 de diciembre pasado, con el gigantesco incendio que afectó a Torres del Paine, el país se ha visto afectado por incendios con características de catástrofe.
El país perdió en este proceso nueve vidas humanas: dos personas fallecieron en la Octava Región y siete brigadistas murieron en la Región de La Araucanía el jueves 5 de enero, mientras combatían un incendio forestal en el fundo Casa Piedra, de propiedad de la empresa Forestal Mininco, comuna de Carahue, Región de La Araucanía: Marcelo de la Vega, Cristián Freire , Diego Mella , Ítalo Vidal , Carlos Pinto, Juan Carlos Cordero y Rodrigo Cifuentes .
Se perdieron miles de hectáreas. La información que manejan algunos guardaparques y brigadistas señalan que el fuego consumió 25 mil hectáreas en las Torres del Paine, cifra que discrepa de las 14.500 hectáreas que informó la Onemi.
En la Región del Biobío fueron declaradas zonas de catástrofe y en situación de emergencia agrícola las comunas de Quillón, Florida , Ránquil , San Rosendo . También se vieron afectadas las comunas de Quirihue, El Carmen, Yumbel. Allí se ha informado la pérdida de un total de más de 8.000 hectáreas, cifra que esperamos sea precisada hoy por los ministros. También se quemaron más de 200 viviendas y cientos de personas debieron ser evacuadas.
En Carahue, Novena Región, hubo tres incendios. El primero comenzó el sábado 31 de diciembre, en el sector de Rinconada Los Laureles, terreno particular.
En esos tres incendios se perdió un total de 2.405 hectáreas, a lo que debemos agregar, reitero, la lamentable pérdida de siete brigadistas mientras combatían el fuego. Cientos de campesinos perdieron la mayoría de sus plantaciones agrícolas.
Además, en el marco de esta situación, se sumó una nueva catástrofe: las declaraciones del ministro del Interior , quien vinculó al pueblo mapuche con los incendios en la Región de La Araucanía, lo que tiene un sesgo discriminatorio y racista, que ha ofendido a uno de nuestros principales pueblos originarios chilenos, que es el mapuche.
Señor Presidente , vale la pena hacer algunas reflexiones en esta sesión y buscar las respuestas a ciertas preguntas. Por ejemplo, ¿cómo actuó el Gobierno frente a esta catástrofe? ¿Actuó en forma oportuna y con eficacia? ¿Contribuyó al control de los incendios o la ineficacia del Gobierno permitió que se perdiera el control de esos incendios, para terminar en la catástrofe que hemos visto a través de los medios de comunicación, en la que han resultado tantas víctimas?
Cabe recordar que el Gobierno se comprometió a actuar con excelencia y gobernar con los mejores. Lo importante es comprobar en esta sesión si efectivamente actuó de esa manera o con inoperancia.
Estas dudas surgen por múltiples declaraciones de testigos y de autoridades que indican que la actuación fue tardía, lo que habría determinado la pérdida del control de los incendios, con los efectos catastróficos en pérdidas de patrimonio forestal y de viviendas, daño ambiental y, lo más grave, en la pérdida de vidas humanas.
Queremos que los ministros contesten hoy si todo eso se pudo evitar con una acción más eficiente y eficaz del Gobierno.
Como dije, esta duda respecto de la eficacia y la acción del Gobierno se funda en múltiples declaraciones, como las de la estudiante de medicina Michela Nardiello , quien, como testigo de lo sucedido en las Torres del Paine, señaló que no hubo sentido de urgencia de parte del Gobierno, ya que pasó toda la noche y las reacciones vinieron recién al día siguiente, cuando el fuego ya estaba descontrolado.
El líder de Acción Ecológica , Luis Mariano Rendón , dijo que es una vergüenza la poca cantidad de personal del Ejército chileno que combatió las llamas en Torres del Paine.
Agregó que el Gobierno informó que había en terreno veinticinco integrantes del Ejército y veintitrés brigadistas argentinos, lo que constituiría una gran vergüenza para Chile, sobre todo si consideramos que Punta Arenas es la sede de la Quinta División del Ejército , con miles de efectivos, pero sólo veinticinco de ellos estaban participando en la defensa de uno de los principales patrimonios naturales del país.
Vecinos de Carahue manifestaron haber visto fuego suave no forestal en el amanecer del sábado 31 diciembre, en el sector de Rinconada Los Laureles. Recién el lunes comenzaron su contención los organismos del Gobierno.
Por eso solicitamos que el ministro de Agricultura informe con precisión a la Sala y posteriormente por escrito a la Cámara de Diputados cuál fue la actuación de las instituciones de Gobierno y que indique los tiempos de respuesta y la cantidad de recursos que se pusieron a disposición del control de los incendios forestales, en recursos financieros, humanos, de transporte y de vehículos terrestres y aéreos.
En el marco de esta catástrofe, surgen las declaraciones del ministro del Interior, señor Rodrigo Hinzpeter, quien actuó con total irresponsabilidad al vincular los incendios a la intencionalidad y a la responsabilidad de integrantes del pueblo mapuche. Esto tiene claramente un sesgo racista y discriminatorio, que rechazamos y respecto del cual exigimos explicaciones.
Representantes mapuches decidieron interponer un recurso de amparo contra el titular del Ministerio del Interior en la Corte de Apelaciones de Santiago, porque, según dicen, esa acusación “pone en peligro la libertad y seguridad individual de todos los indígenas”.
Que el Gobierno haga esas acusaciones o siquiera las insinúe mediante conjeturas es grave; ellas han tenido incalculables consecuencias. No sólo han dañado, agredido, ofendido y discriminado al pueblo mapuche en nuestro país, sino que lo han difamado a nivel internacional, sin existir pruebas formales.
Para que no existan dudas sobre las repercusiones de las declaraciones del ministro del Interior , basta leer la prensa internacional.
Los diarios El Mundo y El País, de España, informan que terroristas mapuches esta-rían detrás de los incendios y las muertes de hoy.
Otros medios de comunicación señalan:
“El Gobierno chileno acusa a mapuches de incendios intencionales”. Cadena Univisión, de Colombia, y Cadena Prensa Asociada.
“Chile acusa a mapuches de incendios intencionales”. Diario El Universal, de México.
“Acusan a los mapuches por los incendios en Chile”. Diario La Nación, de Argentina.
“Chile: acusan de terrorismo a los mapuches por el incendio”. Clarín, de Argentina.
“Gobierno chileno sospecha de grupos mapuche como los responsables de varios focos de incendios forestales en el sur del país”. Radio Nederland, de Holanda.
“El Gobierno culpa al pueblo indígena mapuche de los incendios en el sur de chile y luego rectifica”. Agencia Europa Press.
“Mapuches niegan autoría del incendio en que murieron siete bomberos en Chile”. Agencia EFE, de los Estados Unidos de América.
Esto ha generado un clima de tensión y de confrontación en las regiones de La Araucanía y del Biobío. Las reacciones de dirigentes mapuches no se han hecho esperar.
Domingo Namuncura , ex director de la Conadi, dijo que el Gobierno está dando señales de presión, en vez de señales de integración, y llama a los tribunales de justicia a “devolver el estado del imperio del derecho” en nuestro país.
Pedro Cayuqueo , periodista mapuche, señala: “hay tremendo dolor”. “Siento que los mapuche no están enojados ni enrabiados ni indignados, están sufriendo con dolor una nueva falta de respeto”.
“¿Cómo es posible que nos culpen de esto? Que te acusen de esto es casi una infamia para mucha gente”, afirmó al diario electrónico El Dínamo.
Elba Puen, dirigente mapuche de Los Álamos, dice: “esto nos duele, porque nos discrimina, agrede y ofende”.
A esto se suma la reacción de hoy de la Corte de Apelaciones de Santiago, que solicitó un informe al ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter , para que explique las razones que tuvo para vincular a activistas mapuches como presuntos responsables de los incendios forestales en el sur del país. O sea, la petición de explicaciones ya no es sólo de la Cámara de Diputados, sino también de un tribunal de justicia chileno.
El tribunal de alzada acogió a trámite un recurso de amparo preventivo interpuesto contra el secretario de Estado, que pretende otorgar protección a las comunidades mapuches de la zona ante eventuales acciones de las autoridades.
Domingo Namuncura interpuso la acción judicial. El Ministerio del Interior tiene un plazo de cuarenta y ocho horas para entregar un informe a la Corte de Apelaciones de Santiago.
El clima que el ministro del Interior ha generado es de extraordinaria gravedad, ya que crea una situación de confrontación, pone en peligro la integridad de líderes mapuches y es una acción racista, que obliga al ministro a hacer públicos en esta sesión los antecedentes de que dispone. Si esos antecedentes no son fidedignos y solventes, corresponde que el ministro aproveche esta oportunidad en la Cámara de Diputados para decir que se equivocó al responsabilizar al pueblo mapuche y que pida disculpas a ese pueblo originario, que merece respeto. Es obligación del Estado y de sus autoridades actuar para garantizar ese respeto.
Por intermedio del señor Presidente, me gustaría pedir al ministro del Interior que contestara algunas preguntas:
¿Cuáles son las informaciones y fuentes que fundan la acusación del ministro ? ¿De dónde viene la información? ¿De personas, de empresarios, de la policía, de la Agencia Nacional de Inteligencia, de la intendencia? ¿Quién entregó la información que el ministro expresó en sus declaraciones? ¿Desde cuándo hay antecedentes -ya que el ministro ha anunciado la aplicación de la ley antiterrorista- sobre acciones terrorista asociadas a incendios? Y si el Gobierno tenía antecedentes, ¿por qué no actuó preventivamente? ¿En qué evidencia o hechos comprobables se funda para justificar la aplicación de la ley antiterrorista? ¿Consultó o cotejo la información sobre actos terroristas con otras instituciones del Estado, como la Corporación Nacional Forestal (Conaf) o municipios, o bien con los carabineros de Carahue?
El fiscal de la Región de La Araucanía ha dicho que no hay antecedentes para vincular el inicio de estos incendios con el pueblo mapuche ni con activistas mapuches.
Sobre la base de estos antecedentes, ¿qué informó el ministro al Presidente de la República , Sebastián Piñera ? ¿Fue un informe verbal o escrito? ¿Cuáles son las instrucciones que el Presidente de la República entregó al ministro del Interior , en el contexto de esta catástrofe?
Poco se ha dicho de la responsabilidad de las empresas forestales, que, claramente, la tienen.
Aprovechando la presencia del ministro de Agricultura , debemos empezar a discutir la institucionalidad hacia delante. Hay dos proyectos de ley en tramitación, uno que crea el Sevicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas, y otro, que busca modificar la Conaf, pero creo que se debe discutir la institucionalidad forestal. La creación de una Subsecretaría de la Madera, las condiciones de seguridad laboral de los trabajadores forestales, las implicancias ambientales, son tareas que debe asumir el Gobierno en conjunto con la Cámara de Diputados.
Esperamos que de eso surja el desafío de futuro, que tiene que ver con discutir y generar una nueva institucionalidad para un país que tiene una actividad forestal muy importante.
He dicho.
El señor ARAYA (Presidente en ejercicio).- Diputado señor Monsalve, el tiempo que se ha excedido será cargado al tiempo de su bancada.
Tiene la palabra el diputado señor René Saffirio.
El señor SAFFIRIO.- Señor Presidente, agradezco la presencia de los señores ministros de Agricultura y del Interior.
Voy a iniciar mi intervención haciendo una breve reseña histórica de lo que ha significado para este Parlamento y para La Araucanía -región a uno de cuyos distritos represento-, lo que erróneamente se ha denominado conflicto mapuche o conflicto indígena.
Transcurrieron trece años desde que comienzan las primeras ocupaciones de terrenos, hasta que culmina el período en que gobierna la Concertación. Durante ese tiempo hubo un comportamiento que yo me atrevo a denominar estándar: cortes de caminos, quemas de camiones y quemas o daños a la propiedad privada en general.
Los delitos que se cometieron en ese pe-ríodo fueron definidos -en algunos casos por la propia Concertación, y hoy por la Alianza por Chile-, en 1998, en una sesión especial del Senado de la República, y en 1999, en una sesión especial de esta Cámara, como hechos de carácter terrorista. Así, gradualmente el concepto se extendió, desde mi punto de vista, en forma errónea.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre lo que ocurrió durante los trece años de tensión social en que gobernó la Concertación, y lo que ocurre ahora, cuando gobierna la Alianza por Chile, que ha motivado, entre otras cosas, esta citación al señor ministro del Interior para que explique fundadamente sus polémicas acusaciones y acciones legales? Muy simple. Tenemos una diferenciación del actor que hace la noticia y que efectivamente comete la falta.
Durante trece años, el Senado y la Cámara sesionaron y debatieron sobre hechos consumados en los que La Araucanía se veía afectada por hechos de violencia como los que he relatado. Ocurrido aquello, se daba inicio a una investigación judicial, y un poder autónomo del Estado, precisamente el Poder Judicial , definía las responsabilidades y circunstancias de lo que se investigaba. Quiero decir que había un procedimiento de investigación, aunque siempre rondaba la idea de que podía ser la Coordinadora Arauco Malleco . La prensa colaboraba a esta suerte de especulación; pero, en fin, había una investigación. Incluso más, honorables diputados que hoy forman parte de la Alianza por Chile, en su momento plantearon que la tibieza de la Concertación para enfrentar estas circunstancias hacía un grave daño a la imagen de La Araucanía.
Pero hoy el sujeto noticioso es otro, que increíblemente surge del mismo sector al que pertenecen aquellos que antaño elevaron sus voces defendiendo la imagen de La Araucanía y la producción en todos sus ámbitos. Hoy es su ministro del Interior quien realiza acusaciones gravísimas invocando la ley antiterrorista e inculpando a un grupo específico, sin tener en sus manos ningún argumento coherente que avale dichas acusaciones; peor aún, las hace públicas estigmatizando inmediatamente a la totalidad del pueblo mapuche, que busca desesperadamente construir un país que elimine la segregación, el racismo y la pobreza.
Fíjese, señor Presidente , que transcurrieron menos de veinticuatro horas desde la trágica muerte de siete brigadistas forestales para que el ministro del Interior tuviera resueltos dos aspectos fundamentales respecto de aquellos hechos: primero, que el incendio o los incendios habían sido intencionales, y segundo, que ya había una responsable: la Coordinadora Arauco Malleco .
Señor Presidente , por su intermedio deseo señalar al señor ministro que soy de los que están profundamente convencidos -tercera vez que lo digo en una sesión de esta naturaleza- que no existe camino alternativo al diálogo para enfrentar la situación que afecta a nuestros pueblos indígenas. Con la misma fuerza, rechazo cualquier intento de imponerse por medio de la violencia, tanto la que se origina desde la propia demanda por reivindicaciones indígenas como la que desproporcionadamente aplica el Estado para reprimirla.
Sin embargo, en la historia reciente ha habido innumerables intentos fallidos de mesas de diálogos que fracasaron por impericia, ineptitud, desconocimiento, ignorancia o, simplemente, por la falta de perseverancia en el intento de quienes han tenido, en representación del Estado, la responsabilidad de liderarlas.
Han transcurrido treinta años desde que comenzaron las manifestaciones indígenas en nuestro país en una etapa posdictadura, y pareciera ser que ya es tiempo de hacerse algunas preguntas que, desde mi punto de vista, son fundamentales. ¿Ha tenido el Estado de Chile la capacidad de percibir que la temática de nuestros pueblos indígenas es fruto de una deuda histórica respecto de la cual no ha habido voluntad de avanzar? ¿Ha habido una mirada desde la investigación científica para ver lo que ocurre en un mundo integrado económicamente, pero atomizado política y socialmente, y así, a la luz de esa realidad, reconocer que la diversidad, lejos de ser un obstáculo, es un valor? ¿Alguien podría seriamente sostener en esta Sala o en cualquier foro, que por la vía de la violencia social y la represión policial será posible reencontrarnos pacíficamente en La Araucanía? ¿No será el momento de hacer un esfuerzo mayor para intentar comprender y no sólo escuchar y acallar las demandas indígenas, cualquiera sea el territorio desde donde emerjan? ¿Podrá nuestra Región de La Araucanía resistir indefinidamente la presencia de un conflicto que se eterniza y que, con falta de rigor y prolijidad, se maneja por parte de éste y de otros gobiernos?
Permítame decirle al señor ministro del Interior , por intermedio del señor Presidente , que la Araucanía no es el far west, como muchos han intentado desde siempre presentarla y estigmatizarla.
¡Tan distorsionada es la mirada acerca de la temática indígena en nuestro país, que días antes de que el ministro del Interior hiciera sus tan desafortunadas e incendiarias declaraciones, estuvo en la Región de La Araucanía el ministro Joaquín Lavín , entregando tierras en un clima de aparente armonía! La antigua estrategia de la zanahoria y el garrote. Esto lo he visto durante largas décadas, y no sólo en este Gobierno. Lo vi durante mis gobiernos y lo sigo viendo hoy. ¡Cómo corrían ministros, subsecretarios y directores nacionales de servicios cuando se producían situaciones de violencia!
Luego de ello, escuché los compromisos contraídos con el pueblo mapuche, y fui testigo de cómo, apagándose los incendios, se apagaban también dichos compromisos.
Hay, entonces, un tremendo esfuerzo pendiente de reconstrucción de confianzas -me pregunto si alguna vez ellas existieron-, largamente deterioradas entre el mundo indígena y el Estado de Chile.
Señor Presidente , digo “Estado”, no “gobierno”. Con ello quiero significar que todos tenemos responsabilidad en lo que ocurre en mi región.
Entonces, lo único que me queda decir al señor ministro del Interior , por intermedio del señor Presidente , es que esta arremetida comunicacional que utiliza el dolor y la tragedia, es una estrategia de quien ha hecho muy mal las cosas en materia de seguridad pública.
Ya sabemos cuáles son, por ejemplo, los resultados de la última encuesta de victimización, de la Fundación Paz Ciudadana. Esta aumenta, entre el 2010 y el 2011, de 33 a 39,3 por ciento. El señor ministro atribuye esas cifras a la protesta social, cuando en realidad un ejercicio más sistemático y de mayor análisis permite leer que son efectivamente las instituciones encargadas de la seguridad las que han fallado, y esas instituciones, señor ministro , aquí las representa usted.
Después de su fracaso en su gestión en materia de seguridad pública, en que además ha faltado a la promesa de su gobierno destinada a “terminar con la delincuencia”, prepara un camino para que, en esta sensación de inseguridad y tragedia, parezca razonable aprobar su proyecto de ley que condena la protesta social.
El Gobierno no va a lograr confundirnos con esa lógica. No contará, por lo menos, con mi voto para sancionar criminalmente la protesta social.
En lo que respecta al incendio de Carahue, nadie -créame, señor ministro , por intermedio del señor Presidente - creyó su hipótesis, básicamente por tres razones.
La primera es la premura con que el señor ministro determinó el carácter intencional de los incendios. La segunda es la premura con que el señor ministro , nuevamente a través de los medios, determinó las responsabilidades de ciertos grupos. La tercera es la natural duda que surgió cuando vimos a la señora ministra del Trabajo , quien, a pocas horas de la tragedia, declaró que la forestal para la que prestaban servicios los obreros muertos era una gran empresa, que cumplía con todas las normas de la ley laboral, no obstante que todos vimos en las imágenes a esos trabajadores vistiendo ropas inapropiadas para atacar los incendios y para defender su propia integridad física. No contaban con equipos de respiración, no tenían agua, no pudieron tragar agua para poder impedir que las altas temperaturas destruyeran sus sistemas respiratorios. Es más, el primer brigadista que salvó con vida declaró que sus compañeros murieron buscándolo a él ante la imposibilidad de usar sus equipos de comunicaciones, que no funcionaron.
En consecuencia, señor Presidente , exijo que se nos explique aquí con qué antecedentes contaba el señor ministro del Interior para hacer semejante relación entre los incendios de la comuna de Carahue y la Coordinadora Arauco Malleco , y, de paso, con el pueblo mapuche.
Finalmente, señor Presidente , por su intermedio le quiero decir al señor ministro que de perseverar en su silencio, habitual en este tipo de sesiones, vamos a esperar su respuesta a la Corte de Apelaciones de Santiago, y así, dentro de 48 horas, tomar conocimiento acerca de lo que estamos preguntando. Porque ante la Corte, no podrá ni dejar de responder ni faltar a la verdad.
He dicho.
El señor ARAYA ( Presidente en ejercicio).- Diputado señor Saffirio, los minutos que se ha excedido en su intervención se descontarán del tiempo de su bancada.
Tiene la palabra, el ministro del Interior, señor Rodrigo Hinzpeter.
El señor HINZPETER ( ministro del Interior ).- Muchas gracias.
Señor Presidente, quiero referirme a algunas aseveraciones formuladas por los diputados que han hecho uso de la palabra.
Llevo dos años como ministro del Interior y en reiteradas ocasiones he sido citado a sesiones especiales. Ya se hace una suerte de costumbre para mí ser objeto de un conjunto de acusaciones no del todo precisas, muchas veces infundadas, siempre muy apasionadas y muy acaloradas.
Pero de acuerdo a mi formación, trato siempre de mantenerme quieto y conforme a los hechos, sin apartarme de ellos.
Es muy fácil decir, utilizando el privilegio que concede esta Sala, que el ministro del Interior se apresura a sindicar culpables, que el ministro del Interior ha señalado que el pueblo mapuche es el responsable y que el ministro del Interior prácticamente ha dictado sentencia condenatoria para ese pueblo, pero no aportar los antecedentes que acrediten tales afirmaciones.
Señor Presidente , dado que aquí hay un asunto de honra y de responsabilidad de por medio, quiero leer mis declaraciones de esos días, porque creo que tengo el derecho y este debate lo justifica. Quizá con la evidencia, los diputados que hoy han intervenido tengan más precaución y mayor responsabilidad al momento de imputar hechos que no se ajustan a la realidad.
Cuando llegué a Temuco, fui entrevistado por Televisión Nacional y señalé textualmente que “la Coordinadora Arauco Malleco, entiendo, se adjudicó un atentando contra un helicóptero que se dedica a apagar incendios y poco después hubo incendios. Puede que las cosas empiecen a encajar, pero no voy a ser yo quien esta noche va a conjeturar”.
De ahí me dirigí al Comité Operativo de Emergencias (COE), y al ingresar me preguntaron nuevamente por la relación de la CAM, que era algo que estaba en el ambiente periodístico. Señor Presidente por su intermedio deseo señalar al diputado señor Saffirio que contesté lo siguiente: “Mire, en una noche de pesar no va a ser el ministro del Interior quien haga conjeturas o apunte con el dedo. De modo tal que serán los tribunales quienes tengan que resolver”.
Posteriormente, agregué: “En nuestro país sólo le corresponde a los tribunales establecer responsabilidades”.
Al salir de la reunión del COE, una vez más los periodistas me preguntaron qué antecedentes tenía para una eventual vinculación de la CAM, y respondí: “He sido muy claro y muy categórico, y voy a mantener la misma línea”. Textual. “No corresponde hoy día sindicar ni indicar ningún tipo de responsables”.
Al día siguiente, presentamos, en nombre del Gobierno, una querella en contra de quienes resulten responsables, no en contra del pueblo mapuche ni en contra de la CAM.
Al salir, nuevamente los periodistas preguntaron si había información respecto de la participación de la CAM. ¿Qué dije? Literal: “Nosotros hemos planteado con mucha claridad, y usted puede haber leído mis declaraciones,” -le señalé al periodista- “de modo tal que su pregunta en ese sentido resulta innecesaria. No es este ministro del Interior ni corresponde a un ministro del Interior que sindique responsables. A los ministros del Interior les corresponde presentar las acciones judiciales para que sean los fiscales quienes investiguen y los jueces quienes establezcan las responsabilidades”.
De ese modo, creo que el relato textual de cada una de mis intervenciones en la prensa, más allá de cómo luego los periodistas las hayan recogido -aquí están las transcripciones textuales-, dan cuenta de prudencia y ajuste al estado de derecho, siempre reconociendo a los tribunales la facultad de sindicar responsabilidades y al Ministerio del Interior solo la potestad de ejercer acciones judiciales.
No es este Gobierno el que invocó reiteradamente la Ley Antiterrorista en contra del pueblo mapuche; este Gobierno es el que se ha desistido de su aplicación en contra del pueblo mapuche; este Gobierno es el que ha presentado una querella criminal -cuando hay siete compatriotas muertos- contra quienes resulten responsables de lo ocurrido, este ministro del Interior es quien ha señalado reiteradamente, cinco o seis veces en un lapso de 15 horas, ante distintos medios, que no corresponde al Ministerio del Interior ni al Gobierno sindicar responsables, sino a los tribunales de justicia.
De modo que propongo un trato: ajustarnos a los hechos. Si realmente hay un interés genuino y profundo, de entender cómo ocurrieron los incendios, aprovechemos esta instancia para tratar de comprender aquello y no simplemente acusar e imputar al ministro del Interior -como ya se hace un hábito, cada vez que comparece a una sesión especial- con hechos que no están probados ni acreditados, más bien, todo lo contrario, con hechos que están desacreditados por las propias declaraciones textuales que he leído y que, si a algún honorable diputado le interesa leer, encantado las puedo dejar.
He sido cuidadoso y prudente. He sido el ministro del Interior que se ha desistido de aplicar la Ley Antiterrorista en contra del pueblo mapuche. ¡Ojo! Dejemos eso bien asentado. Este Gobierno y este ministro del Interior han instruido el desistimiento de acciones fundadas en esa ley en contra del pueblo mapuche. Fue otro el gobierno -y ustedes lo saben muy bien- que la invocó en contra del pueblo mapuche. Hoy, cuando ha ocurrido un incendio que ha costado la vida de siete compatriotas, este Gobierno, con la responsabilidad que corresponde, ha accionado fundado en esa ley y contra quienes resulten responsables. En mis declaraciones he sido categórico. No podrán señalarme como el que ha sindicado responsabilidades sin haberlo hecho.
Respecto de lo que ocurrió con la corte de apelaciones, supongo que en la honorable Cámara hay más de un abogado. Se ha presentado un recurso de protección y, en el trámite habitual y rutinario de pedir un informe a la autoridad requerida, se me ha solicitado que lo evacúe en el plazo de 48 horas. Es lo que siempre ocurre cuando se deduce una acción cautelar, de amparo o de protección.
Entonces, tampoco interpretemos aquella actuación de la corte de apelaciones como un requerimiento específico en contra del ministro del Interior , casi como un prejuzgamiento de que tiene que responder y entregar información. Eso no es así. Eso es exagerar y desfigurar los hechos.
Finalmente, para que quede constancia en la versión de esta sesión, quiero decir que jamás he culpado a la protesta social por el potencial aumento de la delincuencia. Si los señores diputados se fijan, siempre he utilizado la expresión la “protesta vandálica” o la “protesta de comportamiento antisocial”.
La protesta social, entendida como el derecho a reunión, ha sido respetada por nuestro Gobierno y así va a seguir siendo, como corresponde, porque es una garantía constitucional. Pero no vamos a confundirnos, ni a acomplejarnos entre protesta social y protesta vandálica. Esta última, a nuestro juicio, merece un reproche de quienes queremos vivir en paz.
Muchas gracias.
El señor ARAYA (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado Frank Sauerbaum.
El señor SAUERBAUM.- Señor Presidente , en primer lugar, pido las disculpas del caso a los ministros, porque cuarenta diputados de la Concertación solicitaron esta sesión y en la Sala solo hay 25, incluidos a quienes somos de la Alianza.
En segundo lugar, frecuentemente, la Concertación pide estas sesiones para vilipendiar, imputar y encontrar responsabilidades que nadie comprende. Los argumentos entregados durante el debate de esta sesión carecen de fundamento, como ha dejado claramente establecido el ministro del Interior.
Al contrario, en nombre de los habitantes de la provincia de Ñuble, quiero agradecer la premura con la que se actuó después del sufrimiento que allí se vivió.
Entiendo que se quiera agredir al Gobierno en forma permanente y para eso se pidió esta sesión. Yo no voy a hacer eso, sino que daré a conocer lo que hemos hecho en terreno quienes trabajamos en los comités de emergencia y estuvimos una semana en la provincia de Ñuble, en la zona de los incendios que afectaron a las comunas de Florida, Ránquil , Quirihue, Quillón y San Rosendo .
Hubo 1.082 personas afectadas, 155 viviendas destruidas; 2.300 millones de pesos en pérdidas por daño productivo que afectó a nuestros pequeños agricultores y 27.345 hectáreas consumidas por los incendios, lo que significa una tragedia de magnitud.
Por ello, vamos a pedir al ministro y al Gobierno algunas cosas.
Primero, si bien entendemos que este año la Conaf tuvo un importante aumento de más de 2 por ciento de su presupuesto, enfocado básicamente a su personal, queremos que mejore su calidad técnica; que se modernicen sus procedimientos operativos, los cuales vienen de la época de los 90; que renueve el equipamiento.
Hay una falta importante de brigadistas que, en este caso, pudimos suplir gracias a la afluencia de bomberos.
Aprovecho esta oportunidad para rendir un homenaje a las cuarenta compañías de bomberos que llegaron a la provincia de Ñuble de Puerto Montt, de Valparaíso y de otros lugares del país para combatir el incendio y salvar la vida de cientos de personas. Merecen un tremendo abrazo y la gratitud de nuestro pueblo de la provincia de Ñuble.
Además, los treinta cuerpos de bomberos de la Región del Biobío quedaron con una pérdida importante de 30 millones de pesos. Muy pronto se va a realizar una cuenta. Por eso, pido al ministro del Interior , por intermedio de la Mesa, que estos recursos sean devueltos a la brevedad, sobre todo, por la generosidad que bomberos ha demostrado. Ellos no pueden seguir funcionando con la caridad, necesitan contar con esos recursos para atender la gran cantidad de llamados que reciben.
Por último, agradezco al ministro de Agricultura , don Luis Mayol , que junto con los ministros de Vivienda, del Interior y de Desarrollo Social , estuvo conmigo entregando un bono de 400 mil pesos a las personas afectadas -a beneficiarios de un programa de Indap y a los que no participaban en él-, el cual puede llegar hasta un millón y medio de pesos. Hay que considerar que hay personas a las que se les quemaron los cerezos en plena época de cosecha, lo que significa que los próximos seis años van a ser muy duros para ellas.
Por eso, le pedimos al Gobierno la implementación de una política social de intervención importante, ya que no sólo necesitamos la canastita familiar, porque eso no nos va a servir, sino una intervención importante con Indap y con otras institucionaes, como Sercotec y Corfo, para que nos ayuden a levantar a esa gente de trabajo y de esfuerzo, que se merece el apoyo.
Por último, nos preocupa mucho lo que ha sucedido en la planta de la empresa Arauco , donde trabajaban más de mil doscientos trabajadores. Por eso, necesitamos que haya una intervención social para que gran parte de ellos vuelva volver a la actividad laboral. Entiendo que la empresa ha hecho un esfuerzo y los ha reubicado en distintas instancias, pero necesitamos que el Gobierno instruya y haga un llamado a las organizaciones, tanto gubernamentales como privadas, para absorber esta mano de obra, de manera de disminuir el drama de la cesantía que pudiere producirse en la provincia de Ñuble.
He dicho.
El señor ARAYA (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado Jorge Ulloa.
El señor ULLOA.- Señor Presidente, la convocatoria a esta sesión pedida por cuarenta diputados era para analizar el desastre causado por los incendios forestales.
Lamento la poca presencia de diputados en la Sala, particularmente, porque se trata de un tema muy importante y el cual voy a abordar desde una perspectiva distinta a la seguida hasta el momento.
Solo hemos visto un cruce de críticas e intervenciones que no apuntan al problema, sino a levantar cortinas de humo en contra del Gobierno del Presidente Piñera y a señalar verdaderas mentiras en torno al ministro del Interior , Rodrigo Hinzpeter . Digo esto, con la claridad de alguien que el día 1 de enero participó como combatiente en los incendios forestales en Quillón y porque, en mis más de treinta y tantos años como bombero, nunca estuve en un desastre tan grave.
Fui con el intendente regional, que se trasladó allí de inmediato, y a las 17 horas, me constituí en mi puesto de mando. En una zona de Quillón, llamada Peña Blanca, a las 18 horas, más de 45 personas no podían salir del lugar, debido al infierno de llamas que había en los cerros de Cayumanqui, también en Quillón.
Encabecé y conduje a una compañía del Cuerpo de Bomberos de Coelemu -aprovecho la oportunidad para agradecer su participación en la persona de su capitán- que, con cinco voluntarios y el que habla, llegamos hasta Peña Blanca, además del conductor de un camión del Ejército y de un subteniente, logramos bajar a las 45 personas, mujeres, niños y hombres, gracias a Dios, sin mayores problemas. Debo confesar que fue un verdadero infierno entrar allí porque, aunque uno tome agua, respirar aire caliente daña los pulmones. Pero, después de que alguien me indicó que arriba había personas que no habían podido salir, encontramos el cadáver del primer compatriota que, desgraciadamente, encontró la muerte en ese incendio.
De manera que, haber participado en aquella acción, haber llamado a la PDI para que se constituyera en el lugar del suceso y haber bajado cerca de la una de la madrugada de ese infierno, me autoriza para hablar con propiedad en esta Sala. Además, me permite decir que, desde el punto de vista administrativo, el Gobierno estuvo en el lugar de inmediato. También el alcalde de Quillón , que tiene un signo político distinto al mío; asimismo el alcalde de Ránquil que, desde el primer momento, trabajó con nosotros, y el intendente regional, que no esperó que le llegaran las informaciones, sino que fue a buscarlas. Estuvo con nosotros en el puesto de mando hasta avanzadas horas de la madrugada. Desde el sitio del suceso, es decir, donde encontramos a ese ciudadano fallecido -alguien dijo que tenía el 80 por ciento del cuerpo calcinado, pero eso es mentira, porque estaba completamente quemado-, nos permitimos informarle sobre esa desgracia.
Entonces, quiero decir que los incendios -no estamos libres de que se sigan produciendo- nos deben llamar a reflexionar sobre la forma en que vamos a resolver un problema que se va a repetir, cada vez con mayor gravedad. Digo esto porque, querámoslo o no, los incendios forestales fueron provocados en forma intencional; no puedo decir quién fue porque no lo sé. La investigación de los incendios forestales es muy compleja, nada tiene que ver con la que realizamos los bomberos en los incendios de zonas urbanas. Como digo, es algo sumamente complejo. Sin embargo, no es difícil deducir que no es natural que se produzcan, simultáneamente, cinco, seis u ocho focos, y lo puedo decir gracias a mi experiencia de tantos años.
Por lo tanto, todos tenemos un problema: hay una importante superficie forestada que debemos cuidar, porque significa riqueza para nuestro país. Creo que esta sesión se debe desarrollar desde esa perspectiva.
Por otra parte, también quiero felicitar al ministro del Interior por haber llegado inmediatamente a las zonas amagadas.
Como sé lo que es estar en un lugar semejante, rindo mi más grande homenaje a los brigadistas fallecidos en la Novena Región. Gracias a Dios, el cambio del viento no nos sorprendió arriba con la Segunda Compañía de Bomberos de Coelemu porque, de lo contrario, tal vez, habríamos corrido la misma suerte. Quiero decirlo claramente y frente al ministro de Agricultura : tenemos que diseñar esquemas diferentes. Hay cosas que hemos ido olvidando. Por ejemplo, es necesario estudiar la posibilidad de contar con aviones de gran capacidad, porque es más barato pagar eso que los tremendos costos que tenemos que asumir, con tierras arrasadas, con más de 171 viviendas quemadas, solo en nuestra región, con dos personas fallecidas y con más de 28 mil hectáreas quemadas. Lo que necesitamos es ponernos de acuerdo aquí y no estar tirándole los trastos por la cabeza ni al ministro ni a un diputado , independientemente de la posición política que tenga.
Reitero mis agradecimientos al ministro del Interior por su rápida llegada a los sitios amagados. El 2 de este mes, yo estaba en esta Sala -como correspondía que todos los diputados estuvieran, pero entiendo que mi colega Frank Suerbaum permaneciera en su distrito, que sufrió el mayor desastre- y el ministro del Interior ya se había trasladado a la región y había llegado al puesto de mando, donde estaban nuestros bomberos.
Aquí se dice que los bomberos estuvieron allí. Los bomberos tenemos una misión: salvar vidas y la propiedad urbana. Por cierto, nos jugamos el todo por el todo y colaboramos en la extinción de esos incendios forestales. De los 51 cuerpos de bomberos que hay en la región, participaron más de treinta, y lo hicieron espectacularmente bien, porque logramos controlar un siniestro que era, en verdad, muy complejo. Pero, es necesario diseñar estrategias que nos permitan, definitivamente, evitar que los daños sean tan graves como los que tuvimos. Quiero decirle al ministro que se han ido olvidando los cortafuegos; hay que recordarlos, y da lo mismo si la empresa es pequeña o grande; hay que tener cortafuegos y no en todas las partes hay.
Creo que debemos disminuir los riesgos. Cuando en esta Sala decimos que se requiere una nueva institucionalidad forestal, pienso que, lamentablemente, en más de veinte años no fuimos capaces de hacer nada. Es cierto que lo podemos hacer ahora y construir de nuevo; pero, por favor, hagámoslo con seriedad, con respeto, particularmente a quienes perdieron la vida en incendios que fueron intencionales. Digámoslo claramente: los incendios fueron intencionales.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra, por tres minutos y veinte segundos, el diputado señor Hugo Gutiérrez.
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señor Presidente , me alegra de verdad escuchar las rectificaciones que ha hecho el ministro del Interior , en cuanto a que, en ninguna oportunidad, ha vinculado al pueblo mapuche con los incendios acaecidos en el sur de Chile.
Sin duda, hoy, la prensa internacional podrá señalar que aquí no hay un ministro del Interior que acusa a una etnia determinada de ocasionar graves delitos en nuestro país. Habría que preguntarse, ¿cómo es posible que todos los medios de comunicación citados por el honorable diputado Manuel Monsalve hayan interpretado de tal forma las palabras del ministro ? ¿Qué habrán entendido, que los llevó a concluir que el ministro del Interior atribuía responsabilidad a los mapuches en estos incendios? Llama poderosamente la atención escuchar al ministro del Interior expresar lo que él mismo dice que dijo en el sur.
Pero quería referirme a algo que no se relaciona con las eventuales imputaciones que el ministro hace al pueblo mapuche, sino que a un punto que me causa sorpresa y no sé si el ministro del Interior también rectificará y dirá que no es correcto, pero para eso se pidió esta sesión.
La querella que presentó el ministro del Interior se basa en la ley N° 18.314, antiterrorista, modificada de manera reiterada, que en su artículo 1° señala básicamente tres requisitos para hacer uso de ella:
En primer lugar, cometer un delito con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el temor justificado de ser víctima de ilícitos de la misma especie en relación con el artículo 2° de la ley.
En segundo lugar, la naturaleza y efecto de los medios empleados.
En tercer lugar, que haya evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo de personas; es decir, aquí hay un requisito que se nos señala de manera tajante y taxativa: que haya evidencia, reitero, evidencia. Así lo establece la ley antiterrorista. Los honorables diputados entienden que si hablamos de evidencia, se trata de que haya algún antecedente, prueba, hecho o circunstancia que acredite la existencia de algo.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Ha terminado su tiempo, señor diputado .
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Por su intermedio, señor Presidente , solicito al ministro del Interior que diga cuáles son esas evidencias que acreditan este plan premeditado de atentar contra un grupo determinado de la población, para aplicar la ley antiterrorista.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado Sergio Bobadilla.
El señor BOBADILLA.- Señor Presidente , quiero destacar la actitud de nuestro Gobierno, desde el Presidente de la República hasta el funcionario más modesto de nuestra región respecto de los incendios del 1 de enero, que todos lamentamos. Con ellos, la Región del Biobío fue una de las más afectadas.
Quiero destacar, en forma muy especial, la presencia del Presidente Sebastián Piñera durante el incendio, quien visitó a las familias afectadas, particularmente en la comuna de Florida, cuyos vecinos están agradecidos porque se sintieron respaldados y acompañados en una situación tan compleja como la que nos tocó vivir.
También quiero destacar la presencia del ministro del Interior, don Rodrigo Hinzpeter, y del subsecretario de Agricultura, que fueron las primeras autoridades, junto con el intendente regional, que estuvieron con los damnificados.
Asimismo, destaco la presencia del ministro de Agricultura, quien antes de que se extinguiera el incendio, por instrucciones de nuestro Presidente, estaba entregando un bono de 400 mil pesos a los damnificados, sin ningún trámite previo.
Reitero, antes de que se extinguiera el incendio, a diferencia de lo que ocurrió luego del terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando las personas de la Región del Biobío vivían las consecuencias de semejante tragedia, las autoridades de Gobierno brillaron por su ausencia.
Mis palabras de reconocimiento para el Presidente de la República, para los ministros del Interior y de Agricultura, no solo por su presencia en el lugar, sino que por la entrega oportuna de recursos para que los damnificados empezaran a rehacer sus vidas.
También quiero decir que he recogido el testimonio de un agricultor de la zona, de la comuna de Florida, provincia de Concepción, Octava Región, y quiero dar lectura a la siguiente carta abierta que ha difundido en los medios locales y también a algunas autoridades:
“Incendios forestales.
Nuevamente tenemos que lamentar incendios forestales de gigantescas proporciones en la Región del Bíobío, en forma especial en las comunas de Florida, Quillón y Ránquil , que hasta el momento suman del orden de 25.000 hectáreas destruidas. La gran mayoría corresponde a bosque nativo, plantaciones de pinos, eucaliptus, frutales, cereales, pastizales, animales domésticos, casas, galpones, cercos, vehículos, etcétera.
Si se hace un rápido análisis de cómo llegó a producirse semejante tragedia se puede establecer:
Las plantaciones de pinos y eucaliptus, estimadas en más de dos millones de hectáreas, han llenado un serio vacío que dejó el histórico mal uso del suelo, que destruyó su potencial productivo en menos de 200 años por el uso recurrente del fuego para limpiar las áreas silvestres y, del arado en busca de precioso trigo, grano que alimenta a todo el país.
Las plantaciones aludidas son una clara muestra del desafío cumplido por proteger los suelos extremadamente degradados por la erosión hídrica, los cuales están encontrando lentamente la fertilidad perdida.
Acertada la decisión de grandes y medianas empresas de reforestar y extraer de esas tierras valores que han generado gran riqueza económica con el aporte del decreto ley N° 701. Esto ha fortalecido sus bases, formando un imperio forestal que traspasa sus límites para ubicarse en países que aún no se percatan de lo que se puede cosechar cuando en alguna medida la innovación se une a la increíble capacidad de los suelos de entregar riqueza casi de la nada.
Todas las empresas forestales deben estar conscientes de que la introducción masiva de especies exóticas como el pino insigne, ha originado trascendentes alteraciones en la ecología de los sectores, entre ellas han influido la alta densidad por hectárea, sin espacios libres a su alrededor y exceso de residuos sensibles a la combustión.
El pino y el eucaliptus han sido introducidas en el país, aprovechando sus características de alta resistencia a la sequía y buen desarrollo en todo tipo de suelos. Esta adaptación tan singular se debe a que en sus sitios de origen viven en zonas más áridas que las nuestras, mostrando un excepcional desarrollo. Todo esto debe llamar la atención a quienes plantan especies exóticas, buscando el racional aprovechamiento, lo que debe suceder sin afectar las condiciones ambientales de los sitios originales.
Las empresas forestales no ignoran que las plantaciones de pinos han mostrado alta sensibilidad al fuego, especialmente cuando en los meses de verano enfrentamos altas temperaturas con baja humedad ambiental y fuertes vientos que pueden sobrepasar los 50 kilómetros por hora. Estas condiciones, en tragedias anteriores y en la que vivimos en esta primera semana de enero, nos mostraron nuevamente que las altas temperaturas generadas por un incendio forestal pueden ocasionar que una plantación de pinos en cosa de minutos se destruya y el fuego se propague a viviendas, plantaciones, y lo que es aún más grave, pérdidas de vidas humanas.
El calor generado por la combustión puede atacar tan intensamente que sin necesidad de llama directa y sólo por radiación calórica puede quemar a más de 10 metros por ignición espontánea. Los pinos acosados por el fuego se queman como verdaderas antorchas gigantes por el alto nivel de oxígeno que entra por el tiraje de la enorme chimenea. Esto se debe a la estructura de sus hojas llamadas acículas, que en forma de agujas abiertas quedan expuestas al fuego. Además, el pino insigne posee gran cantidad de resina que sale al exterior del árbol en forma de gas por la alta temperatura que genera, quemándose violentamente.
¿Dónde está el problema?
Los silvicultores que han plantado grandes extensiones han ignorado que la masificación de las plantaciones forestales sin límites pueden causar severos problemas a ellos mismos, como fue la destrucción total de la planta de paneles de Nueva Aldea, y al vecindario, por crear un entorno artificial y facilitar su combustión, destruyendo a su paso bienes de lugareños, personas de bajos recursos, inocentes ante la pérdida de viviendas, galpones, cercos, bienes personales y activos como plantaciones, frutales, animales, etcétera.
El pino insigne nos ha traído protección al suelo y riqueza para quienes ofrecen un manejo más técnico, pero que también incluya el sentido común y la forzada realidad que estamos viviendo, lo que exigirá repensar la forma de plantar y su posterior manejo. La realidad es que una gran extensión de la superficie forestada constituye para el país un severo riesgo en caso de incendio con condiciones ambientales adversas.
Para disminuir los riesgos y daños consecuentes, es necesario bajar la densidad de árboles por hectárea para generar así menos residuos, facilitando su manejo. También sería muy importante prohibir la plantación dentro de 50 metros, a lo menos, en toda la superficie predial, para así generar un menor riesgo de propagación del fuego del área forestada.
Todo esto requiere de conciencia pública y respeto por la naturaleza, de todos los ciudadanos, especialmente de nuestros legisladores, quienes deben entender que solo un conocimiento acabado del problema generará leyes modernas y adecuadas en la protección de plantaciones, del suelo y de todo bien que esté al alcance del fuego.
Creo que, al menos, debería existir responsabilidad social -moral de las empresas involucradas en este desastre, que debe expresarse en reconstruir parte de lo perdido, de lo más urgente, para atenuar las pérdidas sufridas.
El Gobierno, por medio de su nuevo ministro de Agricultura , don Luis Mayol Bouchon , en conjunto con la ministra del Medio Ambiente , señora María Ignacia Benítez , deben ser los organismos que entreguen las normas adecuadas a la real necesidad que tiene el Chile forestal de hoy, para que se pueda modernizar la Ley de Bosques y el decreto ley N° 276, que regula el manejo del fuego. La idea es que los que transgredan las nuevas disposiciones legales sean imputados y sancionados. El fuego no hay que manejarlo, hay que prohibirlo, haciéndonos así partícipe de las exigencias de toda la ciudadanía y respetando a la vez el acuerdo del Protocolo de Kioto, que como país civilizado debemos cumplir”.
Firma esta nota el agricultor Carlos Crovetto Lamarca , de la comuna de Florida.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado Jorge Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente , Chile ya es un país forestal. Tenemos dos millones y medio de hectáreas de bosques de pino y eucaliptus y un potencial de dos millones más en terrenos de aptitud preferentemente, forestal. Hablo de terrenos erosionados.
Por lo tanto, este no es el último ni el primer incendio que vamos a tener. Debemos prepararnos para el futuro y este megaincendio, que afectó a las comunas como Quillón, Ránquil , Florida , Quirihue, San Rosendo y Yumbel, debe dejarnos lecciones importantes.
La primera tiene que ver con algo que sugerí en 2008. Chile necesita un plan regulador en materia forestal. No podemos permitir que se siga plantando en forma indiscriminada.
Algunos parlamentarios, el diputado Bobadilla entre ellos, han hecho presente esa situación. En Chile, no hay norma alguna que regule los cortafuegos. Con ese objetivo, con el diputado De Urresti , estamos preparando un proyecto, porque no puede ser que un país con dos millones y medio de hectáreas de bosque no tenga regulación sobre esa materia. Esta es la oportunidad de implementarla, de elaborar la nueva ley de fomento de la forestación, iniciativa que entiendo se presentará este año; se regulará la distancia de los cursos de aguas y de los centros poblados.
Las comunas de Quirihue, Ránquil y Quillón están rodeadas de bosques. Por lo tanto, están en una posición de riesgo permanente.
La segunda, debemos cambiar la institucionalidad de la Conaf, que es una corporación de derecho privado. Mientras siga siendo un híbrido, no tendremos una institucionalidad clara. Debe pasar a ser del Estado para que funcione con mucho más recursos y que estos sean públicos.
Hay que profesionalizar la labor de los brigadistas forestales. Su trabajo no puede ser de temporero, de tres o cuatros meses. Debe durar los 365 días del año, con capacitación y profesionalización, de manera que en invierno se pueda hacer raleo, poda, limpieza y cuidar nuestros recursos.
En relación con la ley forestal, es importante que el Gobierno se ponga como meta la presentación de un proyecto de ley para regular de una vez por todas las plantaciones forestales que, como lo expresé, tienen un potencial de dos millones más de hectáreas.
En segundo lugar, quiero pedir apoyo al Gobierno para los agricultores y agradecer el apoyo que se entregó por 400 mil pesos. Claramente, fue un primer paso; hay que mejorar ese aspecto, y como nos dijo un agricultor en Queime, no nos olvidemos de los agricultores en el sentido de que esto sucede en forma permanente. Aquí se han perdido hectáreas productivas de cerezos, de viñas, colmenares, etcétera, que requerirán un apoyo permanente, no sólo en estos meses.
Por eso, pido al señor ministro de Agricultura un plan especial de catástrofe para las comunas de Quillón, Ranquil, Florida y el resto de las comunas afectadas.
También quiero pedir al ministro del Interior, como jefe de gabinete, que nos apoye a través del Sence en convenios con el gobierno regional para ir en ayuda de los 1.350 trabajadores que perdieron su fuente laboral por el incendio ocurrido en la unidad de paneles de la Planta Nueva Aldea.
Sé que la empresa Arauco ha reubicado a 237 trabajadores y finiquitó al resto sin emplear la causal de fuerza mayor, lo cual valoro. Pero eso es insuficiente y se necesitará un apoyo más fuerte a esos trabajadores, pues la reconstrucción de la planta demorará, por lo menos, dos años para entrar de nuevo en funcionamiento.
Por último, deseo expresar que se requerirá apoyo para estas comunas, como la de Quillón y Ránquil , y que debemos aprender de esta lección para cambiar nuestra institucionalidad forestal. Hay 13,5 hectáreas de bosque nativo que deben ser protegidas por alguien. La Conaf maneja muy pocos recursos. Sería un cambio trascendente en nuestra política forestal dotarla de una institucionalidad estable en el tiempo, que nos permita enfrentar mejor preparados estas coyunturas que, insisto, no son la primera ni la última.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor José Pérez.
El señor PÉREZ (don José).- Señor Presidente , esta sesión tan importante, en la que nos acompañan algunos ministros, a los que aprovecho de saludar, debió haber partido solicitando un minuto de silencio por aquellos mártires que perdieron la vida como consecuencia del incendio al que estamos haciendo referencia. Aún es tiempo.
Sin embargo, quiero agradecer el tiempo que me otorgó el Partido por la Democracia para explayarme de mejor manera en este tema tan relevante.
El diputado señor Sauerbaum dijo que había pocos parlamentarios en la Sala, que lamentaba mucho esa situación, casi se le caen lágrimas por sobre la mejilla, pero hizo uso de la palabra y se mandó a cambiar. Eso no se hace, porque cuando se critica algo hay que dar ejemplo. Lamentablemente, el de él fue uno de los peores, debido a que aquí se dijo que habían algunas Comisiones trabajando, como la de Derechos Humanos, Minería, Familia, Recursos Naturales y otras.
Dicho eso, quiero manifestar que he dedicado muchos años de mi vida al trabajo en el sector forestal. Entre otras tantas actividades forestales, tuve el honor de ser director regional de la Conaf en la Octava Región, la más importante desde el punto de vista forestal si consideramos las plantaciones artificiales. Allí se ubica el 50 por ciento del total existente en el país.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor PÉREZ (don José).- ¡ Diputado Carlos Montes , si quiere hablar, le concedo una interrupción, pero le ruego que no me interrumpa!
Como decía, fui director regional entre los años 1990 y 1993, época del fin del régimen militar. Tuve el buen tino y criterio -a lo mejor eso le molesta al diputado Montes - de no despedir a ninguno de los 500 funcionarios que trabajaban en esa corporación forestal.
De tal modo que me siento orgulloso de haber tenido la grandeza de entender a personas que piensan de manera distinta y hacerlos trabajar, armoniosamente, por el bien general de la Corporación Nacional Forestal.
Hemos conversado acerca de lo acontecido en los últimos días en cuanto a incendios se refiere. Hay cuarenta mil hectáreas quemadas en el país, cuando recién está comenzando la temporada veraniega. Se trata de una tragedia enorme. A ello, debemos agregar la muerte de siete personas que estaban combatiendo el fuego: me refiero a funcionarios de una de las brigadas privadas que estaban trabajando en la Novena Región.
Estamos ante una situación que no hemos calibrado adecuadamente. Las condiciones climáticas que registraba el país hace diez días eran pésimas, tuvimos un largo tiempo sin lluvias, con temperaturas altísimas, que no se habían registrado en las últimas décadas, y vientos bastante fuertes. Por eso, el incendio, que cubrió miles de hectáreas, tuvo una velocidad pocas veces vista. Tampoco se adoptaron las medidas de emergencia, en virtud de la situación que he descrito. Así lo dijo el director Ejecutivo de la Conaf cuando concurrió a la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural, y ayer el propio ministro del ramo. Las brigadas de la Conaf no son las mismas de antes. Tenían camiones de tres mil quinientos kilos y más, con asientos y maleteros para llevar las herramientas y un espacio suficiente para veinte hombres encargados de combatir un incendio, sin importar el lugar. Sin embargo, hoy vemos cómo en algunas provincias y regiones los brigadistas se trasladan en furgones parecidos a los Suzuki de antaño, donde no caben más de cuatro o cinco personas y un par de palas. Con esa cantidad de gente no se soluciona ningún problema, ni menos se combate un incendio.
Por lo tanto, es una materia que debemos abordar y corregir en forma inmediata. Las brigadas deben estar integradas por un número mayor de personas -por lo menos veinte- y con capacitación adecuada. Muchas veces ingresan jóvenes estudiantes para ganarse algunos pesos y se encuentran con que la situación es realmente compleja. Por eso, muchos de ellos terminan perdiendo la vida.
¡Si la Corporación Nacional Forestal necesita más recursos, hay que dárselos, porque no podemos estar justificando situaciones económicas y, como consecuencia de ello, hacer mal las cosas!
Por otra parte, las torres que se ubican en las partes altas de la provincia, que son las más propensas a incendios, son ocupadas por personal de apoyo encargado de observar y vigilar el lugar, con una visión de veinte, cuarenta, cincuenta o más kilómetros de distancia. También es un trabajo que se está haciendo muy mal. Un funcionario de la Conaf trabaja desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde y después de ocho días descansa tres, se va para su casa y nadie queda vigilando la torre.
Se debe invertir para contar con vigilancia las veinticuatro horas del día. Por lo menos, debe haber tres turnos. Asimismo, debe seguir existiendo esa coordinación que hay entre la Conaf, Carabineros, bomberos y las brigadas del sector privado, con el objeto de combatir en forma inmediata cualquier amago de incendio y no esperar que la situación se convierta en inmanejable. Si se hubiesen adoptado estas medidas a tiempo, indudablemente, no estaríamos lamentando lo ocurrido en la Novena y Octava Región. Las torres de observación hay que usarlas en forma adecuada y con el personal que realmente se requiere; de lo contrario, estamos perdiendo la oportunidad de hacer bien las cosas.
Anualmente, se destinan miles de millones de pesos a la Corporación Nacional Forestal para que cumpla con la tarea de prevenir y combatir los incendios forestales. Por lo tanto, si faltan recursos, el Ministerio del Interior tiene la obligación de entregarlos para que las cosas se hagan bien y como corresponde. Hay profesionales destacados y técnicos brillantes que saben hacer bien su trabajo, pero si no cuentan con los elementos adecuados y los recursos necesarios para ello, indudablemente, la tarea resulta mucho más compleja.
Sin duda, el bosque, que debemos cuidar, es un patrimonio nacional, ya sea del sector público o privado. De una u otra manera, se entregan recursos al Estado para cubrir de bosque una superficie que en el pasado perfectamente bien pudo haber sido un arenal o un semidesierto.
Por otra parte, en invierno, cuando hay poca actividad, la Conaf debiera visitar los establecimientos educacionales y hacer campañas de prevención, como se hacía antes en televisión con el famoso “Forestín”.
Repito, para combatir en forma eficiente los incendios forestales, es importante que exista esta articulación o coordinación entre la Conaf, Carabineros, bomberos y las brigadas del sector forestal, que es la mejor forma de hacer bien las cosas, por el bien de Chile y de su gente.
He dicho.
El señor BEROLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Manuel Monsalve.
El señor MONSALVE.- Señor Presidente , lamento que el ministro del Interior no se encuentre presente, porque mi intención era justamente responder a sus dichos emitidos en esta sesión.
En política, y en particular cuando uno habla a nivel de un ministro de Estado , hay que hacerse cargo no sólo del contenido literal de las palabras que se dicen, sino también de sus efectos. En este caso, el ministro está tratando de eludir su responsabilidad por los efectos que sus palabras ocasionaron en la Región de La Araucanía y del Biobío, como asimismo en la relación que existe con los pueblos originarios y mapuche.
A propósito de ello, quiero leer un titular que aparece publicado en la prensa el jueves 5 de enero recién pasado, en Biobío.
Dice: “Hinzpeter califica de “atentado” el incendio en Carahue y lo relaciona con acciones de la CAM”. Más abajo se lee: “Al llegar a Temuco, el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter , defendió las “conjeturas” del Gobierno al relacionar el fatídico incendio en Carahue con atentados, tanto los reivindicados por la coordinadora mapuche, como por los registrados en Santiago.”.
En otro medio, se señala: “Uno se pregunta hasta qué punto puede llegar la violencia, la insensatez. Hace pocos días veíamos como un helicóptero era atacado y posteriormente este ataque reivindicado por la CAM. Pocos días después vemos incendios que curiosamente se encienden en un mismo instante en distintos puntos, que han afectado esta región y otras regiones del país.”.
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decirle al ministro que en su declaración de diez líneas habla de incendio, de la Coordinadora Arauco Malleco y de terrorismo, por medio de la insinuación y de la hipótesis. En esta sesión no sólo las reitera, sino que dice que sus declaraciones son literales, y en los propios medios de comunicación ha establecido un vínculo entre incendio, terrorismo, Coordinadora Arauco Malleco , mapuches y ley antiterrorista.
Resulta extraño, por decir lo menos, porque basta ver lo que dicen los titulares de los medios de comunicación en el mundo. Por ejemplo, en España, se informa que terroristas mapuches estarían detrás de los incendios y de las muertes. Ése es el efecto que han causado las declaraciones del ministro del Interior . “Gobierno chileno acusa a mapuches de incendios intencionales”. Eso es lo que provocan las declaraciones del ministro Hinzpeter en la cadena Univisión de Colombia.
El diario Clarín , de Argentina, señala: “Chile acusa de terrorismo a los mapuches por incendio”. Otro efecto más de las declaraciones del ministro de Estado .
Espero que el ministro se haga responsable no sólo de los contenidos literales de sus declaraciones, sino de los efectos que produjeron sus declaraciones en Chile y en el extranjero.
Agrega el propio ministro que, extrañamente, no sólo los medios de comunicación entendieron mal, sino que la totalidad de las comunidades mapuches de la Región de La Araucanía. Señor Presidente , si el ministro considera que sus declaraciones no contenían esa intención, debe reconocer que, aunque no la haya tenido, produjo ese efecto.
Entonces, hay que dejar la soberbia y dar paso a la humildad, porque si uno no tenía la intención de producir ese efecto, corresponde pedir disculpas. Lamentablemente, no he escuchado esas palabras. Espero que el pueblo mapuche reciba las disculpas por los efectos que produjeron las declaraciones del ministro.
En segundo lugar, como el diputado señor Alfonso de Urresti se va a referir al tema forestal, sólo quiero reiterar que en Chile tenemos una industria forestal que carece de sustentabilidad social, económica y ambiental. Por lo tanto, discutir sobre una nueva institucionalidad es muy importante.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Gonzalo Arenas.
El señor ARENAS.- Señor Presidente , no puedo dejar de mencionar algunas intervenciones de parlamentarios de la Concertación, entre otras, la del diputado señor René Saffirio , que me parece increíble, insólita, irresponsable, pequeña y oportunista.
Hacer escándalo por la aplicación de la ley antiterrorista me parece un descaro si proviene de alguien que fue alcalde de Temuco , líder de la Concertación en La Araucanía, y cuyo gobierno inició la aplicación de la ley antiterrorista al pueblo mapuche.
Entonces, sorprenderse es increíble. Me parece vergonzoso, porque fue la Concertación, el gobierno del ex alcalde René Saffirio , el que politizó el problema indígena y las ayudas destinadas al pueblo indígena. Además, fue incapaz de generar en veinte años una política indígena seria y estable.
¿Cómo recibió este Gobierno la política indígena? Con comunidades que no le creían al Gobierno; que no le creían a la autoridad. ¿Por qué? Porque el pueblo mapuche se acostumbró en los veinte años de gobiernos de la Concertación, de administración del ex alcalde de Temuco , señor Saffirio , a la coima, a la presión, a la promesa fácil, al incumplimiento, al desorden y al caos en la Novena Región.
También me parece vergonzoso que, como abogado, compare y diga que durante los gobiernos de la Concertación sólo se aplicó la vía judicial, y que nosotros poco menos que hacemos una persecución mediática del pueblo mapuche. Me parece insólito, sobre todo porque proviene de un abogado que pretende comparar y señalar que ambas situaciones son parecidas. Eso me parece irresponsable.
Como parlamentario por La Araucanía, considero que hemos hecho cosas muy buenas en política indígena, pero debemos aprender también de los errores de la Concertación. Aplicar la ley antiterrorista es un error. Además, fue un error hacerlo durante los gobiernos de la Concertación. En ese error caímos todos; también este gobierno. ¿Por qué? Porque se da en el terreno donde los grupos más extremistas de La Araucanía quieren jugar. Quieren colocar el tema en discusión en un plano en que un Estado persigue racialmente a una minoría, como lo es el pueblo mapuche. Ese escenario sólo facilita el liderazgo de los grupos más extremos y violentos. Además, produce lo que esos grupos más violentos quieren: generar una memoria colectiva de persecución para legitimar acciones de fuerza por parte de los grupos más extremos que, por lo demás, no son sólo mapuches, sino también anarquistas y ex frentistas. Por eso, no seguimos el juego en que nos quieren hacer caer los grupos más extremos.
Sin embargo, es importante aprender de los errores y seguir con los temas permanentes de la política indígena.
Hoy, hemos adquirido credibilidad; hoy se están empleando formas para que la política indígena sea transparente. Además, sería bueno que la Concertación aprendiera de sus errores, especialmente en este tema que no podemos politizar, como se intenta por parte de algunos parlamentarios.
Si los problemas no los resolvemos en forma seria, y como política de Estado , sin duda, en diez o quince años más vamos a agravar el problema y a ser víctimas de un cáncer imposible de extirpar, porque se va a producir un fenómeno de cooptación en los grupos más violentistas, que son minoría y no representan a la inmensa mayoría del pueblo mapuche.
Llamo a tener una política de Estado seria, a tratar de no caer en errores no forzados, en los cuales los grupos más extremos quieren hacernos caer, como es la aplicación de la ley antiterrorista.
Y, por favor, espero que en los diputados de la Concertación haya un poco de humildad y de corresponsabilidad; que no vengan a decir, poco menos, que recibieron este problema, que no conocían, después de haberlo agravado durante veinte años de gobierno.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Joaquín Tuma.
El señor TUMA.- Señor Presidente , quiero saludar al señor ministro de Agricultura , aquí presente, y comenzar señalando que el viernes 6 de enero nuestro país se consternó con la noticia del deceso de seis brigadistas de una empresa contratista de la Forestal Mininco que se encontraban controlando un incendio en el fundo Casapiedra , comuna de Carahue.
Se trataba de hombres jóvenes contratados a través de empresas de tercerización de servicios por una de las empresas forestales más grandes del país. Sus edades oscilaban entre 19 y 32 años. Formaban parte de quienes, en las regiones con mayores plantaciones forestales, son denominados “temporeros del fuego”.
El intendente regional de La Araucanía y el jefe de zona de Carabineros no tardaron en aparecer en los medios de comunicación nacionales culpando de manera clara y directa a los miembros de las comunidades mapuches en conflicto como autores de esos incendios con consecuencias mortales.
El ministro del Interior , encargado político del orden público de la República , hizo otro tanto. Abordó un avión en Santiago y, a las pocas horas de ocurrida la tragedia, llegó a culpar directamente a la Coordinadora Arauco Malleco del inicio del fuego y a presentar querellas para perseguir a terroristas.
Al día siguiente, mientras la prensa conservadora culpaba a los mapuches de un delito sin mostrar prueba alguna, la celda de los líderes de la Coordinadora Arauco Malleco era allanada por Gendarmería y las comunidades vivían una jornada más de amedrentamiento por parte de las fuerzas de la policía militarizada centrada en la zona.
El Estado ha sido ciego, sordo y mudo para atender este conflicto. No han entendido nada; no han resuelto nada; no han hecho caso de las diversas insinuaciones que les hemos hecho para abordar este tema de manera seria.
Me alegro de que el diputado Gonzalo Arenas señale que tenemos que aprender de los errores. Los hemos cometido todos, desde el gobierno militar, cuando hubo una contrarrevolución y se quitaron alrededor de 180 mil hectáreas entregadas durante la reforma agraria a las comunidades indígenas. De ahí en adelante, todos conocemos la historia.
Nadie dijo nada sobre los daños que causa al país la concentración de plantaciones de bosques de pino en varias regiones de la zona centro sur; nadie dijo nada de los suelos acidificados, de la flora y fauna autóctonas arrasadas por las forestales; de las napas de aguas secadas por millones de árboles transgénicos. Nadie opinó tampoco sobre la forma en que se asientan las forestales en las comunidades campesinas o mapuches, y del tipo de impactos sociales y económicos en su presencia.
Tampoco nadie ha dicho nada sobre la verdad de la naturaleza de los incendios. El intendente olvidó señalar que no fue sólo un fuego, sino dos: uno, en el sector Los Laureles, que cogió 1.800 hectáreas de bosque nativo, propiedad de pequeños campesinos, colonos, como se les denomina en la zona, y un segundo que destruyó 300 hectáreas de plantaciones de pinos radiata de propiedad de la Forestal Mininco.
El primer incendio habría comenzado el 1 de enero, y el alcalde de Carahue dio aviso a la Conaf el mismo día. Un helicóptero de esa institución sobrevoló la zona, y como se trataba apenas de cuatro cuadras de pastizales y matorrales, nada se hizo. Al día siguiente, eran veinte las hectáreas afectadas y, al tercer día, eran cientos de hectáreas.
En ese momento, y tras haberse declarado la emergencia municipal, comenzó el lento desplazamiento de los brigadistas, mientras los campesinos, sin medios ni instrucciones, trataron de hacer frente al fuego, arriesgando sus vidas. En Casapiedra decenas de brigadas privadas hacían el trabajo de contención con ayuda de helicópteros y otros recursos del Estado.
Lo que sucedió en Carahue demuestra la debilidad de nuestra institucionalidad para abordar los desafíos de la extensión de la actividad forestal en el país. El Estado no tiene capacidad de amparar a los pobres y las grandes empresas solucionan sus problemas como buenamente pueden con sus recursos.
El Estado tampoco tiene capacidad de cuidar los parques o reservas forestales. Hoy en la mañana conversamos con el subdirector de la Conaf, quien nos señaló que había veinticinco reservas forestales del Estado que estaban sin guardaparques, lo cual me parece una inconsecuencia para una nación que dice ser un país forestal.
La única forma de proveerse de los medios idóneos para enfrentar los riesgos del fuego en los bosques y en las plantaciones forestales del país es contar con una sólida alianza público-privada, que permita, de partida, dotar de medios materiales e instrucción a los pequeños campesinos, para que ellos mismos puedan reaccionar frente a esos fenómenos.
Requerimos para la zona de mayor riesgo que exista una red montada de monitoreo y de comunicación por radiofrecuencia, pues no hay señal para los celulares en los campos.
Asimismo, requerimos que se capacite a los pequeños propietarios, para que sean capaces de contener los focos de incendio en su origen.
Es urgente contar con recursos públicos y que en cada predio de la gente más humilde se construyan depósitos de aguas lluvia, para que puedan servir como reserva para atacar el fuego. En Rinconada Los Laureles no existe agua. Por lo tanto, tampoco teníamos la posibilidad de combatirlos con medios que no contábamos. Hay que ser creativos e innovadores, para constituir redes de protección civil organizadas en torno a principios esenciales de solidaridad, así como brigadas forestales con apoyo del Estado.
También, he propuesto, en forma pública, que en el caso de los parques nacionales, cuando estén sometidos a regímenes de concesión, sean los concesionarios privados los que también contribuyan con sus recursos a prevenir y combatir el fuego. Así como el concesionario de una playa contrata salvavidas, un concesionario de un área de un parque debe invertir en proteger aquellos bienes cuyo uso y goce le ha entregado el Estado.
A veces da la sensación de que Chile, en estos últimos dos años de gobierno, se ha transformado en un verdadero reality, en el que la acción gubernamental, especialmente en lo que dice relación con el orden público, ha derivado en operaciones netamente comunicacionales, con las que se busca obtener pequeños dividendos políticos. Necesitamos hacer de Chile nuevamente un país serio, en el que la formulación de nuevas y mejores políticas públicas esté dada por la reacción ante las catástrofes, no como está ocurriendo hoy, en que cualquier cosa da para un show o una cuña televisiva, un golpe de suerte en la disputa del rating.
Sólo así evitaremos que Chile se siga consumiendo en la hoguera de las vanidades de quienes temporalmente administran los asuntos de la República.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el ministro de Agricultura , señor Luis Mayol.
El señor MAYOL (ministro de Agricultura).- Señor Presidente, junto con responder algunas afirmaciones que se han hecho en la Sala respecto del comportamiento de la Conaf en los incendios forestales, quiero referirme a las sugerencias formuladas por algunos honorables diputados.
En primer lugar, deseo señalar al diputado señor Sabag que el Gobierno comparte la inquietud que planteó en cuanto a la legislación que regula el combate de los incendios forestales y la labor de la Conaf. En ese sentido, la próxima semana ingresará a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que establece normas sobre la prevención y el combate de los incendios forestales.
Además, como es conocido por los señores diputados, en el honorable Senado fue ingresada una iniciativa legal que transforma el carácter orgánico de la Conaf, que de corporación de derecho privado pasa a ser un servicio público, proyecto cuya tramitación ayer se hizo presente con urgencia calificada de “suma”.
Por otra parte, hoy hemos conformado una Comisión permanente, la cual será dirigida por el Ministerio de Agricultura y estará integrada por los ministerios de Defensa y del Interior, así como por la Onemi y las Fuerzas Armadas, cuyo objeto será trabajar, en forma permanente, para prevenir y organizar todo lo que dice relación con los incendios forestales.
Además, quiero responder al honorable diputado señor Monsalve las consultas que hizo sobre los presupuestos que maneja la Conaf y la organización con que cuenta en la actualidad.
En primer lugar, hay que tener presente que este año ya se han quemado alrededor de 55 mil hectáreas, en circunstancias de que el promedio de hectáreas que se consumen en un año es de 51 mil hectáreas. O sea, al 6 de enero hemos tenido una cantidad de incendios de gran envergadura que ha hecho muy complicado y difícil su control, sin perjuicio de lo cual han podido ser controlados.
Sin ir más lejos, respecto del incendio ocurrido en el parque nacional Torres del Paine, al que me tocó concurrir al segundo día de declarado, debo señalar varios antecedentes, porque se han planteado algunas imprecisiones en los datos que aquí se han entregado.
En primer lugar, ese incendio comenzó el 27 de diciembre pasado, día en que se tuvo un aviso a las 6 de la tarde. Exactamente dos horas después estaba declarada la alerta roja, mediante la que se activa un protocolo que tiene firmado la Conaf con el Ministerio del Interior, en virtud del cual los recursos son prácticamente ilimitados para actuar en esas circunstancias. De hecho, al día de hoy el Gobierno ha dispuesto, a través del Ministerio del Interior, 3 mil millones de pesos para esas emergencias, monto que equivale al 25 por ciento del presupuesto anual de la Conaf, presupuesto que, entre paréntesis, es un 6,8 por ciento más elevado que el del año pasado.
Hay otras cifras respecto de las que es interesante señalar algunas cosas antes de seguir con el relato sobre qué ocurrió en el incendio en el parque nacional Torres del Paine.
El presupuesto para el combate de los incendios forestales en 2005, año que tomé como base para este análisis, puesto que entonces se produjo el último gran incendio en Torres del Paine, fue de 8 millones de dólares; el presupuesto para este año es de 26 millones de dólares. Son cifras concretas y contundentes.
Como señalé, a las dos horas de iniciado el incendio de las Torres del Paine estaba declarada la alerta roja. Los brigadistas de la Conaf de las Torres del Paine se pusieron en acción de inmediato, y a las dos horas, veinticuatro brigadistas estaban tratando de atravesar el Lago Grey en un Zodiac, con olas de dos metros y medio de altura, debido a lo cual tuvieron muchos problemas para atravesar hacia el otro lado del mencionado lago. Se encontraron con un incendio que ya había consumido una superficie de alrededor de veinticinco hectáreas, el que, con vientos de 110 kilómetros por hora, avanzaba quince metros por minuto, situación que hacía absolutamente imposible el combate del siniestro; no se trataba de tener más o menos gente. De hecho, el incendio se propagó de inmediato por aire, porque afectó a una zona en la que había muchos matorrales y arbustos. Además, se quemó una isla del lago Pehoé, que se encontraba a trescientos metros de la costa, lo que permite formarse una idea de las dimensiones del incendio a causa de los vientos.
Durante los dos primeros días, no pudo volar ningún helicóptero, ni tampoco hacer labores de terreno, a causa del peligro que representaba el viento y el humo que había en la zona. Al tercer día, hubo una ventana de viento, y la organización fue de tal naturaleza que, de partida, actuaron seis helicópteros. En el incendio del 2005 no participó ningún helicóptero. En este caso -reitero-, operaron seis de esas naves, entre las cuales había un helicóptero Sokol, comprado a Polonia en 2008, que no realizó vuelos durante dos años, porque no había piloto. En esta oportunidad, esa nave cumplió una gran función.
En cuanto al personal que actuó en ese incendio, cabe señalar que al tercer día ya había 780 personas combatiendo el fuego directamente en las Torres del Paine. De apoyo, en la parte logística, había 140 personas más. Gracias a eso, el incendio se controló en prácticamente seis días, lo que no ocurrió en el incendio anterior, en que el fuego se pudo controlar luego de veinticinco días.
Ahora estamos en una etapa de extinción y el parque está completamente abierto al turismo, lo que ha sido una gran ayuda para todos los pequeños comerciantes y operadores turísticos del lugar. Algo similar ocurrió en la Región del Biobío.
Por último, debo señalar al honorable diputado señor Sauerbaum que sigue en marcha la planificación y la operación que se llevó a cabo en la Región del Biobío para ayudar a los pequeños propietarios que fueron afectados por el incendio que se declaró en esa región, sobre todo en las zonas de Quillón y Florida. El Indap está haciendo un catastro caso a caso, en el que está evaluando a cada uno de ellos, y establecerá un programa de recuperación de infraestructura, de acuerdo con las necesidades que tenga cada uno, con la aplicación de años de gracia, para que puedan recuperar toda su infraestructura perdida.
Muchas gracias.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor José Manuel Edwards.
El señor EDWARDS .- Señor Presidente , sé que usted conoce estos nombres, pero de todos modos los voy a repetir, porque me parece apropiado: Diego Mella Rosales , Ítalo Vidal Valdebenito , Marcelo de la Vega de la Vega, Cristián Freire Bustos , Juan Carlos Cordero Cerón , Carlos Pinto Catalán y Rodrigo Cifuentes Llanquileo son hijos y héroes de La Araucanía. Pelearon contra un incendio evidentemente intencional que terminó, injusta y violentamente, con sus vidas; quedaron totalmente calcinados. Varios de ellos, por muchos años, dedicaban su vida a salvar de las llamas a quienes vivían cerca de los focos de los incendios.
Quiero decir, con toda franqueza, que los brigadistas fallecidos en Carahue murieron como consecuencia de un incendio criminal, fruto de la maldad de unos pocos, a quienes debemos dejarles muy en claro que vamos a hacer todo lo posible, todo lo que esté a nuestro alcance para dar con el paradero de quienes causaron esta horrible tragedia.
Como representante de Renovación Nacional y diputado por Carahue, quiero pedirle que, para recordar su trabajo, su hazaña, su vida, y para entregar nuestros respeto a sus familiares, antes de votar permanezcamos un minuto en silencio por la vida de los siete brigadistas y las otras dos víctimas de los incendios que, a todas luces -repito-, fueron intencionales.
Después de recibir a sus familiares en el Servicio Médico Legal, al otro día en la mañana, y sentir su dolor y frustración, no puedo pedir otra cosa sino insistir en que debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para dar con el paradero de quienes son los responsables y que se les aplique todo el rigor de la ley. Es más, en este caso, debemos tener a nuestra disposición todas las herramientas legales que se necesiten, incluso -como expresó el Gobierno- si ello implica invocar la ley antiterrorista.
Por este motivo, debemos pedir al Ministerio Público que realice una investigación exhaustiva y expedita acerca de las causas de los incendios forestales, y solicite la aplicación de penas ejemplificadoras contra quienes resulten responsables.
Quiero destacar y entregar mi más pleno respaldo a la labor de la Conaf, de la Onemi, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública y del Gobierno del Presidente Piñera ante esta emergencia.
Los Comités de Emergencia se constituyeron en el acto. El ministro del Interior y Seguridad Pública se encontraba en la zona a las cuatro horas. Lamentablemente, sin tener una bolita mágica para saber qué estaban haciendo, debo decir que no vi a los diputados de oposición en los comités de emergencia ni en los focos de los incendios, aunque me hubiera gustado verlos activamente. Pero los vi defender a quienes resulten responsables; ni siquiera se preocuparon de las víctimas, como corresponde. No he escuchado palabras de los diputados de la zona de La Araucanía en defensa de las víctimas. ¿No se supone que los representantes del pueblo tenemos que estar del lado de los más débiles, de las víctimas? Sin embargo, se pusieron a defender, sin ningún criterio, a quienes resulten responsables de un incendio que tuvo ochenta focos. Ese día, en el Comité de Emergencia -esto no lo pueden decir los diputados de oposición, porque no estaban-, tuvimos, entre otros, al brigadista que salió ileso y nos comentó que, en su criterio, no había ninguna duda de que el incendio era intencional. Él contó cincuenta y cuatro focos.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Llamo al orden a los señores diputados.
El señor EDWARDS .- Señor Presidente , me frustra ver tanto ahínco y fuerza por parte de la Concertación para defender a los que resulten responsables, porque considero que las energías de quienes cumplimos un rol social, como parlamentarios y como políticos, deben estar concentradas en las víctimas y no defender, a brazo partido, a quienes pueden ser responsables.
También quiero decir al ministro del Interior y Seguridad Pública que no hay duda de que la aplicación de la ley antiterrorista debe ser contra quienes resulten responsables. Decir que por eso el Gobierno ataca al pueblo mapuche no es más que una caricatura. Y quiero decir más. Quienes se llenan la boca diciendo que defienden al pueblo mapuche -dicen que lo defienden- están actuando de una manera que tiene una connotación racista, porque cada vez que hay problemas y violencia dicen que el ataque es contra el pueblo mapuche. ¡El pueblo mapuche es de orden y de familia, y corresponde que lo defendamos!
Por lo demás -sé que esto no les va a gustar a algunos parlamentarios-, el pueblo mapuche, elección tras elección, apoya a la Coalición por el Cambio, porque nosotros representamos mucho mejor lo que ellos son, porque no son solamente reivindicaciones y violencia.
(Manifestaciones en la Sala)
Estoy muy contento de que el diputado Monsalve haya echado pie atrás, porque en su intervención inicial dijo que el ministro del Interior y Seguridad Pública había culpado a la CAM; pero después tuvo de retractarse y expresar que se podía interpretar como si fuera culpable, en referencia a la CAM. ¡Qué bueno que haya echado pie atrás, porque fundamenta lo que usted nos dijo hace unos minutos, señor ministro !
Finalmente, quiero manifestar que estos incendios fueron criminales, absolutamente intencionales, y a los responsables tiene que aplicárseles todo el peso de la ley. También debemos fortalecer a nuestras instituciones para que el combate a los incendios se realice de la mejor manera posible, y para eso hemos presentado un proyecto de acuerdo, que espero que la Sala apruebe por unanimidad.
He dicho.
El señor BERTOLILNO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Alfonso de Urresti.
El señor DE URRESTI.- Señor Presidente , había preparado mi intervención para esta sesión, que convocamos como bancada del Partido Socialista, enfocada principalmente en la política forestal que debemos llevar adelante y en la Conaf; sin embargo, previo a ese planteamiento, no puedo dejar pasar las palabras del colega que me ha antecedido, quien, en una muestra de irresponsabilidad, se retira de la Sala después de intervenir.
Quiero señalar a ese diputado que sus acusaciones e imputaciones respecto del pueblo mapuche, en cuanto a la responsabilidad anticipada de que los autores del incendio son mapuches, le hacen muy mal a la causa de buscar responsables.
También quiero manifestarle que se informe bien, porque la ley antiterrorista ya fue requerida. Entonces, el colega debiera informarse mejor y debiera buscar propuestas y conclusiones, luego de los desastres que estamos sufriendo. Los incendios, como el que afecta a Carahue, se han multiplicado y ahora los tenemos en la Región del Biobío, en Quillón, y, desgraciadamente, también en las Torres del Paine, y respecto del cual poco se ha hablado.
Hoy es el momento de reflexionar y señalar cuál es la política que, como Estado, vamos a implementar para combatir estos incendios y cuál es la capacidad de reacción que tienen en la actualidad las brigadas de la Conaf. Recién se nombró a los brigadistas, a quienes debemos recordar y homenajear; son puros jóvenes humildes que se ganan la vida en la temporada de verano, enrolándose en estas brigadas, y al final siempre pagan los más débiles, los más humildes.
Entonces, veamos cuál es la política de desarrollo que vamos a implementar para combatir un flagelo que se va a instalar en el país -lo decía el ministro de Agricultura -; ya llevamos 55 mil hectáreas arrasadas.
¿Qué hace el Estado en relación a la sequía, que hoy es un problema fundamental que cruza al país? ¿Qué hacemos en cuanto a política forestal? Hoy tenemos verdaderos desiertos verdes, monocultivo, una sola plantación, enormes extensiones sin cortafuegos, con plantaciones hasta el límite de los caminos. En la zona sur del país existen pueblos rodeados con plantaciones de pinos y de eucaliptos. Esa realidad, inexorablemente, posibilita la generación de incendios que podrían amenazar a seres humanos.
Entonces, reflexionemos sobre ese aspecto, más allá de las imputaciones o de las loas al Gobierno, de si actuó bien o mal. Me hubiera gustado que ese día hubieran estado las autoridades en las Torres del Paine y hubiéramos dimensionado efectivamente lo que ocurría. Ahora, lo importante es tener claro qué se va a hacer para que no vuelva a ocurrir, cómo regulamos el ingreso, cómo reforzamos el número de guardaparques, cómo evitamos que los cereceros de Quillón sean afectados y cómo perseguimos a los responsables en Carahue, pero sin criminalizar. Hacia allá avancemos. Busquemos una política efectiva en materia forestal. La industria en ese sector se ha desarrollado y ha creado empleos, pero ha generado muchas externalidades negativas.
Valoro las opiniones vertidas por diputados de distintos sectores en orden a impulsar la constitución de una Comisión Especial que, más que investigar, proponga soluciones en materia forestal, en prevención de incendios y respecto de la institucionalidad que permitan evitar estos desastres.
He dicho
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Javier Hernández.
El señor HERNÁNDEZ.- Señor Presidente , en algunos momentos de esta sesión pareciera que estamos en el mundo al revés, porque en lugar de que los discursos se enfoquen en el problema verdadero, más bien se van por las ramas. El verdadero problema son los incendios forestales y debemos ver la forma de resolverlo.
Una vez más, vemos con preocupación que las críticas de quienes se oponen a nuestro Gobierno no tienen límite en cuando a no reconocer nada como positivo en lo que se hace, sobre todo en una materia en la cual reprobaron notoriamente cuando estaban en el gobierno. Me refiero al manejo de emergencias y catástrofes.
En el combate de los incendios forestales, se ha trabajado de una manera mucho más eficiente que lo que se hizo en ocasiones similares en administraciones anteriores, como, por ejemplo, en el incendio que afectó las Torres del Paine, en 2005. Esta vez, el fuego que afectó a ese lugar fue controlado mucho antes, pese a su magnitud, y se pudo iniciar el proceso de extinción del mismo.
Impacta cuando cuestionan la acción de la Conaf, que claramente, con los recursos con que cuenta, ha sido muy eficiente.
Si nos remitimos a los incendios de las regiones del Biobío y de La Araucanía, mucho más importante que criticar, declaraciones más, declaraciones menos, sobre las posibles autorías o motivaciones, es aceptar que no son fruto del azar. Numerosos focos de incendio se produjeron en momentos simultáneos y en horas en las que, por las condiciones climáticas, era muy difícil la espontaneidad de su aparición.
No pretendo culpar a nadie, pero claramente hay chilenos que con inentendibles motivaciones provocan este tipo de catástrofes, sin medir sus consecuencias, sin evaluar que miles de hectáreas no sólo pierden su capital forestal, tanto de bosque nativo como de bosque introducido, sino que quedan con sus suelos prácticamente improductivos por años.
En estos eventos, hemos visto cómo secretarios de Estado, encabezados por el ministro de Agricultura, el ministro del Interior y Seguridad Pública, la ministra del Medio Ambiente y el ministro de Desarrollo Social, han dado muestras de actuar con prontitud frente a la emergencia y han dado ayudas oportunas a los afectados, entregando recursos frescos para paliar inicialmente el daño irreparable que ha afectado sus vidas, fruto de la irresponsabilidad de quienes provocan estos incendios, de manera accidental o intencional.
La reacción ante esta catástrofe por parte del Gobierno del Presidente Piñera ha sido oportuna y eficiente, superando los estándares históricos ante eventos de este tipo. Les pido a los que critican sin freno que sean más ecuánimes en sus análisis y que realmente, más que críticas desenfrenadas, busquen la forma de aportar, desde sus sectores, para evitar que estas tragedias se produzcan.
En el mundo -y Chile no es la excepción-, hay una crisis de suelos cultivables, ya que por siglos se ha llegado a perder la mitad de ellos. Por lo tanto, hay que crear conciencia, hasta en las mentes más extremas, de que más que provocar un daño a una empresa o un problema a un gobierno, se está dañando el patrimonio de la nación. Porque esto no es problema de pesos más o de pesos menos para recuperar esos terrenos.
Por lo tanto, considero una medida adecuada solicitar que se aplique la ley antiterrorista si se llega a determinar intencionalidad culpable para provocar estos incendios. Insisto en que esto es un problema de todos los chilenos y, como tales, debemos preocuparnos de que si algunos siembran el terror y provocan daños irreparables al país, deben ser juzgados con el máximo rigor de la ley.
He dicho.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Roberto Delmastro.
El señor DELMASTRO.- Señor Presidente , después de la guerra, todos son generales, y después de los incendios, todos son bomberos.
Aquí se está dando cátedra sobre la política forestal de Chile y sobre la política en cuanto al manejo de incendios, en circunstancias de que nuestro país es un ejemplo en el mundo precisamente en este último aspecto. Cuando se han producido incendios en Estados Unidos, Canadá , Portugal o España, se ha pedido el auxilio y el apoyo de la Conaf. Eso debería enorgullecernos y llevarnos a no ser tan destructivamente críticos.
La Conaf es un organismo perfectible. Se trata de una institución pública de derecho privado, condición que debemos cambiar. Es la única entidad en Chile que tiene esa calidad tan extraña: organismo público de derecho privado.
No obstante -reitero-, la Conaf es un ejemplo en el mundo entero, especialmente en lo que dice relación con su capacidad en el combate de incendios forestales, como lo ha demostrado en temporadas pasadas en un país netamente forestal.
Un siniestro es un drama desde los puntos de vista ambiental, económico y laboral. En este caso, además hemos debido lamentar la pérdida de vidas humanas, algo en lo que debemos reflexionar y tenemos que evitar en el futuro.
Me sumo a la idea del diputado Edwards de guardar un minuto de silencio, antes de votar los proyectos de acuerdo, en homenaje a los brigadistas fallecidos, porque merecen todo el respeto y la veneración de un país que reconoce el esfuerzo y el sacrificio que hacen cada verano en todos los rincones de Chile.
Se habla de que esos mártires eran personas modestas. Precisamente, muchas personas, como estudiantes de esfuerzo, necesitan trabajar en verano y se dedican al combate de incendios en esta época del año, porque en invierno no se producen incendios forestales en esa zona del país.
Debemos meditar profundamente sobre la necesidad de regular más el sector forestal. Se trata de un sector que también es un ejemplo a nivel mundial, pues ha traído desarrollo, no sólo desde el punto de vista económico, sino también social, en muchas partes del territorio nacional.
Pido al ministro de Agricultura que adopte todas las medidas necesarias para que el próximo año, cuando discutamos el presupuesto de la Conaf, esta institución sea un organismo de derecho público, como todas las demás. Ello nos permitirá no sólo homogeneizar su presupuesto de operaciones, para el combate de incendios forestales, sino también regular las remuneraciones de sus funcionarios, a fin de homologarlas a las de los diferentes servicios del Ministerio de Agricultura.
Finalmente, me sumo al homenaje propuesto a los brigadistas mártires de nuestro sector forestal.
He dicho.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Cerrado el debate.
A solicitud del diputado señor José Manuel Edwards, la Cámara de Diputados va a guardar un minuto de silencio en homenaje a los siete brigadistas fallecidos en el combate de los incendios en la zona centro sur del país y a dos agricultores fallecidos en las comunas de Quillón y Florida.
-Las señoras diputadas, los señores diputados, los funcionarios y los asistentes a las tribunas guardan, de pie, un minuto de silencio.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Muchas gracias.
Se han presentado tres proyectos de acuerdo.
El señor Secretario dará lectura a la parte dispositiva del primero de ellos.
El señor ÁLVAREZ (Secretario).- Proyecto de acuerdo N° 534, de los señores Jorge Sabag, Fuad Chahín, José Miguel Ortiz, Pablo Lorenzini, Mario Venegas, José Pérez, Germán Verdugo, Carlos Abel Jarpa, Joaquín Tuma, de la señora Clemira Pacheco, de los señores Rodrigo González, Manuel Monsalve e Ignacio Urrutia y de la señora Andrea Molina, que en su parte resolutiva expresa:
“La Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar a su excelencia el Presidente de la República, a fin que en uso de sus atribuciones constitucionales y atendidas las materias de iniciativa exclusiva del Ejecutivo, cree un Comité Económico Productivo de Apoyo a los pequeños agricultores, campesinos y comunidades agrícolas y/o indígenas afectados por los incendios forestales de las Regiones Séptima, Octava y Novena, compuesto a lo menos por los ministerios de Agricultura, de Economía, Fomento y Turismo y de Interior y Seguridad Pública, a fin de llevar a cabo un plan de trabajo que considere las siguientes medidas:
a) Se condone la deuda de los usuarios del Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap, que hayan sido afectados por los referidos incendios forestales.
b) Se entregue a los afectados por los incendios forestales -usuarios o no del Indap- los insumos necesarios para la reactivación de sus respectivas actividades agrícolas y ganaderas, tales como abonos, semillas, fertilizantes, forraje e insumos veterinarios, entre otros.
c) Se reconstruya y equipe la infraestructura y las instalaciones necesarias para la actividad productiva agro-ganadera, tales como sistemas de regadío, caminos, puentes, galpones, corrales, etcétera.
d) Se asesore y financie la formulación y ejecución de proyectos de emprendimiento económico-productivo, especialmente para el caso de los pequeños agricultores, ganaderos y apicultores.
e) Sin perjuicio de que tales medidas lo sean para las diferentes comunas, villorrios o comunidades de las Regiones Séptima, Octava y Novena, afectadas por los incendios forestales, se priorice especialmente respecto de las comunas de Cauquenes (Séptima Región) y Quillón, Ránquil, Florida y San Rosendo (Octava Región).
f) De conformidad con el decreto N° 81, de 2009, del Ministerio de Agricultura, se asegure a nivel central el funcionamiento de la Comisión Asesora Nacional de Emergencia Agrícola y Gestión del Riesgo Agroclimático y, en el caso de las regiones afectadas, se asegure igualmente el funcionamiento de las Comisiones Asesoras Regionales de Emergencia Agrícola y Gestión del Riesgo Agroclimático, con el propósito de que cumplan con el cometido para el que fueron creadas.”.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 75 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto Lautaro; Ceroni Fuentes Guillermo; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Kort Garriga Issa; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Martínez Labbé Rosauro; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Morales Muñoz Celso; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pascal Allende Denise; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silber Romo Gabriel; Teillier Del Valle Guillermo; Tuma Zedan Joaquín; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- El señor Secretario dará lectura a la parte dispositiva del siguiente proyecto de acuerdo.
El señor ÁLVAREZ (Secretario).- Proyecto de acuerdo N° 541, de los señores Rosauro Martínez, Jorge Sabag, Enrique Jaramillo, José Manuel Edwards, Pedro Browne, de la señora Carolina Goic, de los señores Javier Hernández, Leopoldo Pérez, Roberto Delmastro, Germán Becker, Germán Verdugo, Ignacio Urrutia y Joaquín Godoy y de la señora Andrea Molina, por el cual la Cámara de Diputados acuerda:
“Solicitar a su excelencia el Presidente de la República que tenga a bien disponer la elaboración de una política para el sector forestal que contemple, entre otros, los siguientes ámbitos y ejes:
a) Crear las facultades necesarias para que el Ministerio de Agricultura, conjuntamente con la Conaf, elabore planes nacionales y regionales de prevención y combate de incendios forestales, de manera que este organismo pueda ejecutarlos en coordinación con los demás órganos del Estado encargados de afrontar emergencias.
b) Adecuar el Código Penal en orden a establecer sanciones más rigurosas, especialmente para aquellos casos en los que, por negligencia, se causare un incendio en bosques u otras formas de vegetación y en los casos en que tales incendios afectaren áreas silvestres protegidas o el incendiario hubiere actuado para obtener algún beneficio de orden económico.
c) Endurecer las sanciones aplicables a quien contravenga las normas de uso del fuego, cuyo marco se fija a partir de la Ley de Bosques.
d) Incorporar como obligatorio el ingreso de una plantación de más de 100 hectáreas al sistema de evaluación de impacto ambiental, la construcción de cortafuegos de, a lo menos, 40 metros de ancho y la existencia de zonas de seguridad y de manejo de la vegetación en los primeros 50 a 80 metros perimetrales de viviendas.
e) Proponer adecuaciones a la normativa laboral que permitan dar continuidad al trabajo de protección contra los incendios forestales.
f) Incrementar el financiamiento de la Conaf y de la Onemi.
g) Apoyar los incentivos a las plantaciones, de manera tal de fomentar cultivos endógenos.
h) En lo inmediato, aumentar el monto de los subsidios a entregar a las personas afectadas.”.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 71 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Ceroni Fuentes Guillermo; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Kort Garriga Issa; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Martínez Labbé Rosauro; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Morales Muñoz Celso; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pascal Allende Denise; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silber Romo Gabriel; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- El señor Secretario dará lectura a la parte dispositiva del tercer proyecto de acuerdo.
El señor ÁLVAREZ (Secretario).- Proyecto de acuerdo N° 542, de la señora Andrea Molina y de los señores José Manuel Edwards, Iván Norambuena, Pedro Browne, Roberto Delmastro, Leopoldo Pérez, Alberto Cardemil, Edmundo Eluchans, Mario Bertolino, Frank Sauerbaum e Ignacio Urrutia, que en su parte dispositiva expresa:
“La Cámara de Diputados acuerda:
1° Solicitar al Ministerio Público que realice una investigación exhaustiva y expedita acerca de las causas de los incendios forestales y que solicite la aplicación de penas ejemplificadoras contra quienes resulten responsables.
2° Solicitar al Poder Ejecutivo y al Ministerio de Agricultura impulsar el fortalecimiento institucional de la Conaf y, en especial, acelerar el trámite del proyecto de ley que transforma a la Corporación Nacional Forestal en un servicio público descentralizado, a fin de dotar a dicha entidad de más y mejores atribuciones en materia de prevención y combate de incendios forestales.
3° Asimismo, solicitar al Poder Ejecutivo y al Ministerio del Medio Ambiente acelerar el trámite del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, con el objeto de crear una institucionalidad que tenga a su cargo el cuidado y la mantención de las áreas protegidas del país.
4° Solicitar al Ministerio de Agricultura y a la Conaf un reforzamiento en las labores de prevención y detección temprana de incendios forestales, a fin de disponer de manera oportuna los medios que sean necesarios para acudir a combatir tales siniestros, y en especial:
a) Incrementar el número de puntos de vigilancia y observación dispuestos para la detección de focos de incendios.
b) Promover las adecuaciones laborales necesarias para que las tareas de vigilancia y prevención permitan detectar lo más tempranamente posible los focos de incendios forestales, al menos en las zonas y épocas de mayor riesgo.
c) Disponer medios de reconocimiento aéreo en las comunas más vulnerables a los incendios.
d) Reforzar la dotación de brigadistas, contratando personal adicional, especialmente en los parques con mayor concurrencia turística.
e) Implementar campañas de concientización en materia de responsabilidad y cuidado del bosque, de manera de informar y difundir las medidas indispensables en materia de prevención de incendios.
f) Diseñar planes de prevención y combate de incendios forestales, tanto nacionales como regionales, dadas las distintas condiciones climáticas y geográficas que dentro de nuestro territorio presentan las zonas proclives a los incendios.
g) Disponer mayores medidas de seguridad y de supervisión al ingreso y permanencia de turistas en las áreas silvestres protegidas, a fin de minimizar el riesgo asociado a la presencia humana en zonas declaradas bajo alguna categoría de protección y proclives a los incendios forestales.”.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 47 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Cristi Marfil María Angélica; Delmastro Naso Roberto; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Estay Peñaloza Enrique; Kort Garriga Issa; Gutiérrez Pino Romilio; Hernández Hernández Javier; Isasi Barbieri Marta; Jiménez Fuentes Tucapel; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Martínez Labbé Rosauro; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Morales Muñoz Celso; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silva Méndez Ernesto; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Verdugo Soto Germán; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe.
-Los textos íntegros de los proyectos de acuerdo figuran en la página de internet de la Cámara de Diputados, cuya dirección es:
http://www.camara.cl/trabajamos/pacuerdos.aspx
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
"
- rdf:value = " INCENDIOS FORESTALES Y EXPRESIONES DEL MINISTRO DEL INTERIOR Y SEGURIDAD PÚBLICA SOBRE EVENTUAL VINCULACIÓN DE ESTOS CON REIVINDICACIONES DEL PUEBLO MAPUCHE. Proyectos de acuerdo.
El señor ARAYA ( Presidente en ejercicio).- La presente sesión se motivó en una presentación suscrita por 40 honorables diputados y diputadas, con el objeto de “discutir sobre la grave situación que se ha vivido en varias regiones del país con respecto a los incendios forestales que han afectado miles de hectáreas, destruyendo a su paso cientos de hogares, bosques, sembradíos, etcétera, y lo más lamentable, cobrado la vida de siete compatriotas que se encontraban en labores de combate de los incendios en las Regiones del Biobío y de La Araucanía. Sobre este último punto, se propone debatir sobre las herramientas con las que cuenta la institucionalidad encargada de combatir este tipo de emergencias, que como ha quedado en evidencia, cuenta con precarias condiciones y recursos que limitan su efectivo actuar. Del mismo modo, analizar las expresiones del ministro del Interior y Seguridad Pública , Rodrigo Hinzpeter, vinculando el origen intencional de los incendios forestales con las reivindicaciones del pueblo mapuche”.
A esta sesión han sido citados la ministra del Medio Ambiente , señora María Ignacia Benítez, el ministro del Interior y Seguridad Pública , señor Rodrigo Hinzpeter, y el ministro de Agricultura , señor Luis Mayol.
En el tiempo previo de 15 minutos, contemplado en el artículo 74 del Reglamento, que corresponde al Comité del Partido Socialista, harán uso de la palabra los diputados señores Manuel Monsalve y René Saffirio.
Tiene la palabra el diputado Manuel Monsalve, hasta por diez minutos.
El señor MONSALVE.- Señor Presidente , esta sesión fue citada para analizar los acontecimientos que han afectado a distintas regiones de nuestro país, entre ellas, la que represento, que es la Región del Biobío, que tiene una fuerte presencia forestal, particularmente mi zona, que comprende las comunas de Arauco y de Lota.
Desde el 27 de diciembre pasado, con el gigantesco incendio que afectó a Torres del Paine, el país se ha visto afectado por incendios con características de catástrofe.
El país perdió en este proceso nueve vidas humanas: dos personas fallecieron en la Octava Región y siete brigadistas murieron en la Región de La Araucanía el jueves 5 de enero, mientras combatían un incendio forestal en el fundo Casa Piedra, de propiedad de la empresa Forestal Mininco, comuna de Carahue, Región de La Araucanía: Marcelo de la Vega, Cristián Freire , Diego Mella , Ítalo Vidal , Carlos Pinto, Juan Carlos Cordero y Rodrigo Cifuentes .
Se perdieron miles de hectáreas. La información que manejan algunos guardaparques y brigadistas señalan que el fuego consumió 25 mil hectáreas en las Torres del Paine, cifra que discrepa de las 14.500 hectáreas que informó la Onemi.
En la Región del Biobío fueron declaradas zonas de catástrofe y en situación de emergencia agrícola las comunas de Quillón, Florida , Ránquil , San Rosendo . También se vieron afectadas las comunas de Quirihue, El Carmen, Yumbel. Allí se ha informado la pérdida de un total de más de 8.000 hectáreas, cifra que esperamos sea precisada hoy por los ministros. También se quemaron más de 200 viviendas y cientos de personas debieron ser evacuadas.
En Carahue, Novena Región, hubo tres incendios. El primero comenzó el sábado 31 de diciembre, en el sector de Rinconada Los Laureles, terreno particular.
En esos tres incendios se perdió un total de 2.405 hectáreas, a lo que debemos agregar, reitero, la lamentable pérdida de siete brigadistas mientras combatían el fuego. Cientos de campesinos perdieron la mayoría de sus plantaciones agrícolas.
Además, en el marco de esta situación, se sumó una nueva catástrofe: las declaraciones del ministro del Interior , quien vinculó al pueblo mapuche con los incendios en la Región de La Araucanía, lo que tiene un sesgo discriminatorio y racista, que ha ofendido a uno de nuestros principales pueblos originarios chilenos, que es el mapuche.
Señor Presidente , vale la pena hacer algunas reflexiones en esta sesión y buscar las respuestas a ciertas preguntas. Por ejemplo, ¿cómo actuó el Gobierno frente a esta catástrofe? ¿Actuó en forma oportuna y con eficacia? ¿Contribuyó al control de los incendios o la ineficacia del Gobierno permitió que se perdiera el control de esos incendios, para terminar en la catástrofe que hemos visto a través de los medios de comunicación, en la que han resultado tantas víctimas?
Cabe recordar que el Gobierno se comprometió a actuar con excelencia y gobernar con los mejores. Lo importante es comprobar en esta sesión si efectivamente actuó de esa manera o con inoperancia.
Estas dudas surgen por múltiples declaraciones de testigos y de autoridades que indican que la actuación fue tardía, lo que habría determinado la pérdida del control de los incendios, con los efectos catastróficos en pérdidas de patrimonio forestal y de viviendas, daño ambiental y, lo más grave, en la pérdida de vidas humanas.
Queremos que los ministros contesten hoy si todo eso se pudo evitar con una acción más eficiente y eficaz del Gobierno.
Como dije, esta duda respecto de la eficacia y la acción del Gobierno se funda en múltiples declaraciones, como las de la estudiante de medicina Michela Nardiello , quien, como testigo de lo sucedido en las Torres del Paine, señaló que no hubo sentido de urgencia de parte del Gobierno, ya que pasó toda la noche y las reacciones vinieron recién al día siguiente, cuando el fuego ya estaba descontrolado.
El líder de Acción Ecológica , Luis Mariano Rendón , dijo que es una vergüenza la poca cantidad de personal del Ejército chileno que combatió las llamas en Torres del Paine.
Agregó que el Gobierno informó que había en terreno veinticinco integrantes del Ejército y veintitrés brigadistas argentinos, lo que constituiría una gran vergüenza para Chile, sobre todo si consideramos que Punta Arenas es la sede de la Quinta División del Ejército , con miles de efectivos, pero sólo veinticinco de ellos estaban participando en la defensa de uno de los principales patrimonios naturales del país.
Vecinos de Carahue manifestaron haber visto fuego suave no forestal en el amanecer del sábado 31 diciembre, en el sector de Rinconada Los Laureles. Recién el lunes comenzaron su contención los organismos del Gobierno.
Por eso solicitamos que el ministro de Agricultura informe con precisión a la Sala y posteriormente por escrito a la Cámara de Diputados cuál fue la actuación de las instituciones de Gobierno y que indique los tiempos de respuesta y la cantidad de recursos que se pusieron a disposición del control de los incendios forestales, en recursos financieros, humanos, de transporte y de vehículos terrestres y aéreos.
En el marco de esta catástrofe, surgen las declaraciones del ministro del Interior, señor Rodrigo Hinzpeter, quien actuó con total irresponsabilidad al vincular los incendios a la intencionalidad y a la responsabilidad de integrantes del pueblo mapuche. Esto tiene claramente un sesgo racista y discriminatorio, que rechazamos y respecto del cual exigimos explicaciones.
Representantes mapuches decidieron interponer un recurso de amparo contra el titular del Ministerio del Interior en la Corte de Apelaciones de Santiago, porque, según dicen, esa acusación “pone en peligro la libertad y seguridad individual de todos los indígenas”.
Que el Gobierno haga esas acusaciones o siquiera las insinúe mediante conjeturas es grave; ellas han tenido incalculables consecuencias. No sólo han dañado, agredido, ofendido y discriminado al pueblo mapuche en nuestro país, sino que lo han difamado a nivel internacional, sin existir pruebas formales.
Para que no existan dudas sobre las repercusiones de las declaraciones del ministro del Interior , basta leer la prensa internacional.
Los diarios El Mundo y El País, de España, informan que terroristas mapuches esta-rían detrás de los incendios y las muertes de hoy.
Otros medios de comunicación señalan:
“El Gobierno chileno acusa a mapuches de incendios intencionales”. Cadena Univisión, de Colombia, y Cadena Prensa Asociada.
“Chile acusa a mapuches de incendios intencionales”. Diario El Universal, de México.
“Acusan a los mapuches por los incendios en Chile”. Diario La Nación, de Argentina.
“Chile: acusan de terrorismo a los mapuches por el incendio”. Clarín, de Argentina.
“Gobierno chileno sospecha de grupos mapuche como los responsables de varios focos de incendios forestales en el sur del país”. Radio Nederland, de Holanda.
“El Gobierno culpa al pueblo indígena mapuche de los incendios en el sur de chile y luego rectifica”. Agencia Europa Press.
“Mapuches niegan autoría del incendio en que murieron siete bomberos en Chile”. Agencia EFE, de los Estados Unidos de América.
Esto ha generado un clima de tensión y de confrontación en las regiones de La Araucanía y del Biobío. Las reacciones de dirigentes mapuches no se han hecho esperar.
Domingo Namuncura , ex director de la Conadi, dijo que el Gobierno está dando señales de presión, en vez de señales de integración, y llama a los tribunales de justicia a “devolver el estado del imperio del derecho” en nuestro país.
Pedro Cayuqueo , periodista mapuche, señala: “hay tremendo dolor”. “Siento que los mapuche no están enojados ni enrabiados ni indignados, están sufriendo con dolor una nueva falta de respeto”.
“¿Cómo es posible que nos culpen de esto? Que te acusen de esto es casi una infamia para mucha gente”, afirmó al diario electrónico El Dínamo.
Elba Puen, dirigente mapuche de Los Álamos, dice: “esto nos duele, porque nos discrimina, agrede y ofende”.
A esto se suma la reacción de hoy de la Corte de Apelaciones de Santiago, que solicitó un informe al ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter , para que explique las razones que tuvo para vincular a activistas mapuches como presuntos responsables de los incendios forestales en el sur del país. O sea, la petición de explicaciones ya no es sólo de la Cámara de Diputados, sino también de un tribunal de justicia chileno.
El tribunal de alzada acogió a trámite un recurso de amparo preventivo interpuesto contra el secretario de Estado, que pretende otorgar protección a las comunidades mapuches de la zona ante eventuales acciones de las autoridades.
Domingo Namuncura interpuso la acción judicial. El Ministerio del Interior tiene un plazo de cuarenta y ocho horas para entregar un informe a la Corte de Apelaciones de Santiago.
El clima que el ministro del Interior ha generado es de extraordinaria gravedad, ya que crea una situación de confrontación, pone en peligro la integridad de líderes mapuches y es una acción racista, que obliga al ministro a hacer públicos en esta sesión los antecedentes de que dispone. Si esos antecedentes no son fidedignos y solventes, corresponde que el ministro aproveche esta oportunidad en la Cámara de Diputados para decir que se equivocó al responsabilizar al pueblo mapuche y que pida disculpas a ese pueblo originario, que merece respeto. Es obligación del Estado y de sus autoridades actuar para garantizar ese respeto.
Por intermedio del señor Presidente, me gustaría pedir al ministro del Interior que contestara algunas preguntas:
¿Cuáles son las informaciones y fuentes que fundan la acusación del ministro ? ¿De dónde viene la información? ¿De personas, de empresarios, de la policía, de la Agencia Nacional de Inteligencia, de la intendencia? ¿Quién entregó la información que el ministro expresó en sus declaraciones? ¿Desde cuándo hay antecedentes -ya que el ministro ha anunciado la aplicación de la ley antiterrorista- sobre acciones terrorista asociadas a incendios? Y si el Gobierno tenía antecedentes, ¿por qué no actuó preventivamente? ¿En qué evidencia o hechos comprobables se funda para justificar la aplicación de la ley antiterrorista? ¿Consultó o cotejo la información sobre actos terroristas con otras instituciones del Estado, como la Corporación Nacional Forestal (Conaf) o municipios, o bien con los carabineros de Carahue?
El fiscal de la Región de La Araucanía ha dicho que no hay antecedentes para vincular el inicio de estos incendios con el pueblo mapuche ni con activistas mapuches.
Sobre la base de estos antecedentes, ¿qué informó el ministro al Presidente de la República , Sebastián Piñera ? ¿Fue un informe verbal o escrito? ¿Cuáles son las instrucciones que el Presidente de la República entregó al ministro del Interior , en el contexto de esta catástrofe?
Poco se ha dicho de la responsabilidad de las empresas forestales, que, claramente, la tienen.
Aprovechando la presencia del ministro de Agricultura , debemos empezar a discutir la institucionalidad hacia delante. Hay dos proyectos de ley en tramitación, uno que crea el Sevicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas, y otro, que busca modificar la Conaf, pero creo que se debe discutir la institucionalidad forestal. La creación de una Subsecretaría de la Madera, las condiciones de seguridad laboral de los trabajadores forestales, las implicancias ambientales, son tareas que debe asumir el Gobierno en conjunto con la Cámara de Diputados.
Esperamos que de eso surja el desafío de futuro, que tiene que ver con discutir y generar una nueva institucionalidad para un país que tiene una actividad forestal muy importante.
He dicho.
El señor ARAYA (Presidente en ejercicio).- Diputado señor Monsalve, el tiempo que se ha excedido será cargado al tiempo de su bancada.
Tiene la palabra el diputado señor René Saffirio.
El señor SAFFIRIO.- Señor Presidente, agradezco la presencia de los señores ministros de Agricultura y del Interior.
Voy a iniciar mi intervención haciendo una breve reseña histórica de lo que ha significado para este Parlamento y para La Araucanía -región a uno de cuyos distritos represento-, lo que erróneamente se ha denominado conflicto mapuche o conflicto indígena.
Transcurrieron trece años desde que comienzan las primeras ocupaciones de terrenos, hasta que culmina el período en que gobierna la Concertación. Durante ese tiempo hubo un comportamiento que yo me atrevo a denominar estándar: cortes de caminos, quemas de camiones y quemas o daños a la propiedad privada en general.
Los delitos que se cometieron en ese pe-ríodo fueron definidos -en algunos casos por la propia Concertación, y hoy por la Alianza por Chile-, en 1998, en una sesión especial del Senado de la República, y en 1999, en una sesión especial de esta Cámara, como hechos de carácter terrorista. Así, gradualmente el concepto se extendió, desde mi punto de vista, en forma errónea.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre lo que ocurrió durante los trece años de tensión social en que gobernó la Concertación, y lo que ocurre ahora, cuando gobierna la Alianza por Chile, que ha motivado, entre otras cosas, esta citación al señor ministro del Interior para que explique fundadamente sus polémicas acusaciones y acciones legales? Muy simple. Tenemos una diferenciación del actor que hace la noticia y que efectivamente comete la falta.
Durante trece años, el Senado y la Cámara sesionaron y debatieron sobre hechos consumados en los que La Araucanía se veía afectada por hechos de violencia como los que he relatado. Ocurrido aquello, se daba inicio a una investigación judicial, y un poder autónomo del Estado, precisamente el Poder Judicial , definía las responsabilidades y circunstancias de lo que se investigaba. Quiero decir que había un procedimiento de investigación, aunque siempre rondaba la idea de que podía ser la Coordinadora Arauco Malleco . La prensa colaboraba a esta suerte de especulación; pero, en fin, había una investigación. Incluso más, honorables diputados que hoy forman parte de la Alianza por Chile, en su momento plantearon que la tibieza de la Concertación para enfrentar estas circunstancias hacía un grave daño a la imagen de La Araucanía.
Pero hoy el sujeto noticioso es otro, que increíblemente surge del mismo sector al que pertenecen aquellos que antaño elevaron sus voces defendiendo la imagen de La Araucanía y la producción en todos sus ámbitos. Hoy es su ministro del Interior quien realiza acusaciones gravísimas invocando la ley antiterrorista e inculpando a un grupo específico, sin tener en sus manos ningún argumento coherente que avale dichas acusaciones; peor aún, las hace públicas estigmatizando inmediatamente a la totalidad del pueblo mapuche, que busca desesperadamente construir un país que elimine la segregación, el racismo y la pobreza.
Fíjese, señor Presidente , que transcurrieron menos de veinticuatro horas desde la trágica muerte de siete brigadistas forestales para que el ministro del Interior tuviera resueltos dos aspectos fundamentales respecto de aquellos hechos: primero, que el incendio o los incendios habían sido intencionales, y segundo, que ya había una responsable: la Coordinadora Arauco Malleco .
Señor Presidente , por su intermedio deseo señalar al señor ministro que soy de los que están profundamente convencidos -tercera vez que lo digo en una sesión de esta naturaleza- que no existe camino alternativo al diálogo para enfrentar la situación que afecta a nuestros pueblos indígenas. Con la misma fuerza, rechazo cualquier intento de imponerse por medio de la violencia, tanto la que se origina desde la propia demanda por reivindicaciones indígenas como la que desproporcionadamente aplica el Estado para reprimirla.
Sin embargo, en la historia reciente ha habido innumerables intentos fallidos de mesas de diálogos que fracasaron por impericia, ineptitud, desconocimiento, ignorancia o, simplemente, por la falta de perseverancia en el intento de quienes han tenido, en representación del Estado, la responsabilidad de liderarlas.
Han transcurrido treinta años desde que comenzaron las manifestaciones indígenas en nuestro país en una etapa posdictadura, y pareciera ser que ya es tiempo de hacerse algunas preguntas que, desde mi punto de vista, son fundamentales. ¿Ha tenido el Estado de Chile la capacidad de percibir que la temática de nuestros pueblos indígenas es fruto de una deuda histórica respecto de la cual no ha habido voluntad de avanzar? ¿Ha habido una mirada desde la investigación científica para ver lo que ocurre en un mundo integrado económicamente, pero atomizado política y socialmente, y así, a la luz de esa realidad, reconocer que la diversidad, lejos de ser un obstáculo, es un valor? ¿Alguien podría seriamente sostener en esta Sala o en cualquier foro, que por la vía de la violencia social y la represión policial será posible reencontrarnos pacíficamente en La Araucanía? ¿No será el momento de hacer un esfuerzo mayor para intentar comprender y no sólo escuchar y acallar las demandas indígenas, cualquiera sea el territorio desde donde emerjan? ¿Podrá nuestra Región de La Araucanía resistir indefinidamente la presencia de un conflicto que se eterniza y que, con falta de rigor y prolijidad, se maneja por parte de éste y de otros gobiernos?
Permítame decirle al señor ministro del Interior , por intermedio del señor Presidente , que la Araucanía no es el far west, como muchos han intentado desde siempre presentarla y estigmatizarla.
¡Tan distorsionada es la mirada acerca de la temática indígena en nuestro país, que días antes de que el ministro del Interior hiciera sus tan desafortunadas e incendiarias declaraciones, estuvo en la Región de La Araucanía el ministro Joaquín Lavín , entregando tierras en un clima de aparente armonía! La antigua estrategia de la zanahoria y el garrote. Esto lo he visto durante largas décadas, y no sólo en este Gobierno. Lo vi durante mis gobiernos y lo sigo viendo hoy. ¡Cómo corrían ministros, subsecretarios y directores nacionales de servicios cuando se producían situaciones de violencia!
Luego de ello, escuché los compromisos contraídos con el pueblo mapuche, y fui testigo de cómo, apagándose los incendios, se apagaban también dichos compromisos.
Hay, entonces, un tremendo esfuerzo pendiente de reconstrucción de confianzas -me pregunto si alguna vez ellas existieron-, largamente deterioradas entre el mundo indígena y el Estado de Chile.
Señor Presidente , digo “Estado”, no “gobierno”. Con ello quiero significar que todos tenemos responsabilidad en lo que ocurre en mi región.
Entonces, lo único que me queda decir al señor ministro del Interior , por intermedio del señor Presidente , es que esta arremetida comunicacional que utiliza el dolor y la tragedia, es una estrategia de quien ha hecho muy mal las cosas en materia de seguridad pública.
Ya sabemos cuáles son, por ejemplo, los resultados de la última encuesta de victimización, de la Fundación Paz Ciudadana. Esta aumenta, entre el 2010 y el 2011, de 33 a 39,3 por ciento. El señor ministro atribuye esas cifras a la protesta social, cuando en realidad un ejercicio más sistemático y de mayor análisis permite leer que son efectivamente las instituciones encargadas de la seguridad las que han fallado, y esas instituciones, señor ministro , aquí las representa usted.
Después de su fracaso en su gestión en materia de seguridad pública, en que además ha faltado a la promesa de su gobierno destinada a “terminar con la delincuencia”, prepara un camino para que, en esta sensación de inseguridad y tragedia, parezca razonable aprobar su proyecto de ley que condena la protesta social.
El Gobierno no va a lograr confundirnos con esa lógica. No contará, por lo menos, con mi voto para sancionar criminalmente la protesta social.
En lo que respecta al incendio de Carahue, nadie -créame, señor ministro , por intermedio del señor Presidente - creyó su hipótesis, básicamente por tres razones.
La primera es la premura con que el señor ministro determinó el carácter intencional de los incendios. La segunda es la premura con que el señor ministro , nuevamente a través de los medios, determinó las responsabilidades de ciertos grupos. La tercera es la natural duda que surgió cuando vimos a la señora ministra del Trabajo , quien, a pocas horas de la tragedia, declaró que la forestal para la que prestaban servicios los obreros muertos era una gran empresa, que cumplía con todas las normas de la ley laboral, no obstante que todos vimos en las imágenes a esos trabajadores vistiendo ropas inapropiadas para atacar los incendios y para defender su propia integridad física. No contaban con equipos de respiración, no tenían agua, no pudieron tragar agua para poder impedir que las altas temperaturas destruyeran sus sistemas respiratorios. Es más, el primer brigadista que salvó con vida declaró que sus compañeros murieron buscándolo a él ante la imposibilidad de usar sus equipos de comunicaciones, que no funcionaron.
En consecuencia, señor Presidente , exijo que se nos explique aquí con qué antecedentes contaba el señor ministro del Interior para hacer semejante relación entre los incendios de la comuna de Carahue y la Coordinadora Arauco Malleco , y, de paso, con el pueblo mapuche.
Finalmente, señor Presidente , por su intermedio le quiero decir al señor ministro que de perseverar en su silencio, habitual en este tipo de sesiones, vamos a esperar su respuesta a la Corte de Apelaciones de Santiago, y así, dentro de 48 horas, tomar conocimiento acerca de lo que estamos preguntando. Porque ante la Corte, no podrá ni dejar de responder ni faltar a la verdad.
He dicho.
El señor ARAYA ( Presidente en ejercicio).- Diputado señor Saffirio, los minutos que se ha excedido en su intervención se descontarán del tiempo de su bancada.
Tiene la palabra, el ministro del Interior, señor Rodrigo Hinzpeter.
El señor HINZPETER ( ministro del Interior ).- Muchas gracias.
Señor Presidente, quiero referirme a algunas aseveraciones formuladas por los diputados que han hecho uso de la palabra.
Llevo dos años como ministro del Interior y en reiteradas ocasiones he sido citado a sesiones especiales. Ya se hace una suerte de costumbre para mí ser objeto de un conjunto de acusaciones no del todo precisas, muchas veces infundadas, siempre muy apasionadas y muy acaloradas.
Pero de acuerdo a mi formación, trato siempre de mantenerme quieto y conforme a los hechos, sin apartarme de ellos.
Es muy fácil decir, utilizando el privilegio que concede esta Sala, que el ministro del Interior se apresura a sindicar culpables, que el ministro del Interior ha señalado que el pueblo mapuche es el responsable y que el ministro del Interior prácticamente ha dictado sentencia condenatoria para ese pueblo, pero no aportar los antecedentes que acrediten tales afirmaciones.
Señor Presidente , dado que aquí hay un asunto de honra y de responsabilidad de por medio, quiero leer mis declaraciones de esos días, porque creo que tengo el derecho y este debate lo justifica. Quizá con la evidencia, los diputados que hoy han intervenido tengan más precaución y mayor responsabilidad al momento de imputar hechos que no se ajustan a la realidad.
Cuando llegué a Temuco, fui entrevistado por Televisión Nacional y señalé textualmente que “la Coordinadora Arauco Malleco, entiendo, se adjudicó un atentando contra un helicóptero que se dedica a apagar incendios y poco después hubo incendios. Puede que las cosas empiecen a encajar, pero no voy a ser yo quien esta noche va a conjeturar”.
De ahí me dirigí al Comité Operativo de Emergencias (COE), y al ingresar me preguntaron nuevamente por la relación de la CAM, que era algo que estaba en el ambiente periodístico. Señor Presidente por su intermedio deseo señalar al diputado señor Saffirio que contesté lo siguiente: “Mire, en una noche de pesar no va a ser el ministro del Interior quien haga conjeturas o apunte con el dedo. De modo tal que serán los tribunales quienes tengan que resolver”.
Posteriormente, agregué: “En nuestro país sólo le corresponde a los tribunales establecer responsabilidades”.
Al salir de la reunión del COE, una vez más los periodistas me preguntaron qué antecedentes tenía para una eventual vinculación de la CAM, y respondí: “He sido muy claro y muy categórico, y voy a mantener la misma línea”. Textual. “No corresponde hoy día sindicar ni indicar ningún tipo de responsables”.
Al día siguiente, presentamos, en nombre del Gobierno, una querella en contra de quienes resulten responsables, no en contra del pueblo mapuche ni en contra de la CAM.
Al salir, nuevamente los periodistas preguntaron si había información respecto de la participación de la CAM. ¿Qué dije? Literal: “Nosotros hemos planteado con mucha claridad, y usted puede haber leído mis declaraciones,” -le señalé al periodista- “de modo tal que su pregunta en ese sentido resulta innecesaria. No es este ministro del Interior ni corresponde a un ministro del Interior que sindique responsables. A los ministros del Interior les corresponde presentar las acciones judiciales para que sean los fiscales quienes investiguen y los jueces quienes establezcan las responsabilidades”.
De ese modo, creo que el relato textual de cada una de mis intervenciones en la prensa, más allá de cómo luego los periodistas las hayan recogido -aquí están las transcripciones textuales-, dan cuenta de prudencia y ajuste al estado de derecho, siempre reconociendo a los tribunales la facultad de sindicar responsabilidades y al Ministerio del Interior solo la potestad de ejercer acciones judiciales.
No es este Gobierno el que invocó reiteradamente la Ley Antiterrorista en contra del pueblo mapuche; este Gobierno es el que se ha desistido de su aplicación en contra del pueblo mapuche; este Gobierno es el que ha presentado una querella criminal -cuando hay siete compatriotas muertos- contra quienes resulten responsables de lo ocurrido, este ministro del Interior es quien ha señalado reiteradamente, cinco o seis veces en un lapso de 15 horas, ante distintos medios, que no corresponde al Ministerio del Interior ni al Gobierno sindicar responsables, sino a los tribunales de justicia.
De modo que propongo un trato: ajustarnos a los hechos. Si realmente hay un interés genuino y profundo, de entender cómo ocurrieron los incendios, aprovechemos esta instancia para tratar de comprender aquello y no simplemente acusar e imputar al ministro del Interior -como ya se hace un hábito, cada vez que comparece a una sesión especial- con hechos que no están probados ni acreditados, más bien, todo lo contrario, con hechos que están desacreditados por las propias declaraciones textuales que he leído y que, si a algún honorable diputado le interesa leer, encantado las puedo dejar.
He sido cuidadoso y prudente. He sido el ministro del Interior que se ha desistido de aplicar la Ley Antiterrorista en contra del pueblo mapuche. ¡Ojo! Dejemos eso bien asentado. Este Gobierno y este ministro del Interior han instruido el desistimiento de acciones fundadas en esa ley en contra del pueblo mapuche. Fue otro el gobierno -y ustedes lo saben muy bien- que la invocó en contra del pueblo mapuche. Hoy, cuando ha ocurrido un incendio que ha costado la vida de siete compatriotas, este Gobierno, con la responsabilidad que corresponde, ha accionado fundado en esa ley y contra quienes resulten responsables. En mis declaraciones he sido categórico. No podrán señalarme como el que ha sindicado responsabilidades sin haberlo hecho.
Respecto de lo que ocurrió con la corte de apelaciones, supongo que en la honorable Cámara hay más de un abogado. Se ha presentado un recurso de protección y, en el trámite habitual y rutinario de pedir un informe a la autoridad requerida, se me ha solicitado que lo evacúe en el plazo de 48 horas. Es lo que siempre ocurre cuando se deduce una acción cautelar, de amparo o de protección.
Entonces, tampoco interpretemos aquella actuación de la corte de apelaciones como un requerimiento específico en contra del ministro del Interior , casi como un prejuzgamiento de que tiene que responder y entregar información. Eso no es así. Eso es exagerar y desfigurar los hechos.
Finalmente, para que quede constancia en la versión de esta sesión, quiero decir que jamás he culpado a la protesta social por el potencial aumento de la delincuencia. Si los señores diputados se fijan, siempre he utilizado la expresión la “protesta vandálica” o la “protesta de comportamiento antisocial”.
La protesta social, entendida como el derecho a reunión, ha sido respetada por nuestro Gobierno y así va a seguir siendo, como corresponde, porque es una garantía constitucional. Pero no vamos a confundirnos, ni a acomplejarnos entre protesta social y protesta vandálica. Esta última, a nuestro juicio, merece un reproche de quienes queremos vivir en paz.
Muchas gracias.
El señor ARAYA (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado Frank Sauerbaum.
El señor SAUERBAUM.- Señor Presidente , en primer lugar, pido las disculpas del caso a los ministros, porque cuarenta diputados de la Concertación solicitaron esta sesión y en la Sala solo hay 25, incluidos a quienes somos de la Alianza.
En segundo lugar, frecuentemente, la Concertación pide estas sesiones para vilipendiar, imputar y encontrar responsabilidades que nadie comprende. Los argumentos entregados durante el debate de esta sesión carecen de fundamento, como ha dejado claramente establecido el ministro del Interior.
Al contrario, en nombre de los habitantes de la provincia de Ñuble, quiero agradecer la premura con la que se actuó después del sufrimiento que allí se vivió.
Entiendo que se quiera agredir al Gobierno en forma permanente y para eso se pidió esta sesión. Yo no voy a hacer eso, sino que daré a conocer lo que hemos hecho en terreno quienes trabajamos en los comités de emergencia y estuvimos una semana en la provincia de Ñuble, en la zona de los incendios que afectaron a las comunas de Florida, Ránquil , Quirihue, Quillón y San Rosendo .
Hubo 1.082 personas afectadas, 155 viviendas destruidas; 2.300 millones de pesos en pérdidas por daño productivo que afectó a nuestros pequeños agricultores y 27.345 hectáreas consumidas por los incendios, lo que significa una tragedia de magnitud.
Por ello, vamos a pedir al ministro y al Gobierno algunas cosas.
Primero, si bien entendemos que este año la Conaf tuvo un importante aumento de más de 2 por ciento de su presupuesto, enfocado básicamente a su personal, queremos que mejore su calidad técnica; que se modernicen sus procedimientos operativos, los cuales vienen de la época de los 90; que renueve el equipamiento.
Hay una falta importante de brigadistas que, en este caso, pudimos suplir gracias a la afluencia de bomberos.
Aprovecho esta oportunidad para rendir un homenaje a las cuarenta compañías de bomberos que llegaron a la provincia de Ñuble de Puerto Montt, de Valparaíso y de otros lugares del país para combatir el incendio y salvar la vida de cientos de personas. Merecen un tremendo abrazo y la gratitud de nuestro pueblo de la provincia de Ñuble.
Además, los treinta cuerpos de bomberos de la Región del Biobío quedaron con una pérdida importante de 30 millones de pesos. Muy pronto se va a realizar una cuenta. Por eso, pido al ministro del Interior , por intermedio de la Mesa, que estos recursos sean devueltos a la brevedad, sobre todo, por la generosidad que bomberos ha demostrado. Ellos no pueden seguir funcionando con la caridad, necesitan contar con esos recursos para atender la gran cantidad de llamados que reciben.
Por último, agradezco al ministro de Agricultura , don Luis Mayol , que junto con los ministros de Vivienda, del Interior y de Desarrollo Social , estuvo conmigo entregando un bono de 400 mil pesos a las personas afectadas -a beneficiarios de un programa de Indap y a los que no participaban en él-, el cual puede llegar hasta un millón y medio de pesos. Hay que considerar que hay personas a las que se les quemaron los cerezos en plena época de cosecha, lo que significa que los próximos seis años van a ser muy duros para ellas.
Por eso, le pedimos al Gobierno la implementación de una política social de intervención importante, ya que no sólo necesitamos la canastita familiar, porque eso no nos va a servir, sino una intervención importante con Indap y con otras institucionaes, como Sercotec y Corfo, para que nos ayuden a levantar a esa gente de trabajo y de esfuerzo, que se merece el apoyo.
Por último, nos preocupa mucho lo que ha sucedido en la planta de la empresa Arauco , donde trabajaban más de mil doscientos trabajadores. Por eso, necesitamos que haya una intervención social para que gran parte de ellos vuelva volver a la actividad laboral. Entiendo que la empresa ha hecho un esfuerzo y los ha reubicado en distintas instancias, pero necesitamos que el Gobierno instruya y haga un llamado a las organizaciones, tanto gubernamentales como privadas, para absorber esta mano de obra, de manera de disminuir el drama de la cesantía que pudiere producirse en la provincia de Ñuble.
He dicho.
El señor ARAYA (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado Jorge Ulloa.
El señor ULLOA.- Señor Presidente, la convocatoria a esta sesión pedida por cuarenta diputados era para analizar el desastre causado por los incendios forestales.
Lamento la poca presencia de diputados en la Sala, particularmente, porque se trata de un tema muy importante y el cual voy a abordar desde una perspectiva distinta a la seguida hasta el momento.
Solo hemos visto un cruce de críticas e intervenciones que no apuntan al problema, sino a levantar cortinas de humo en contra del Gobierno del Presidente Piñera y a señalar verdaderas mentiras en torno al ministro del Interior , Rodrigo Hinzpeter . Digo esto, con la claridad de alguien que el día 1 de enero participó como combatiente en los incendios forestales en Quillón y porque, en mis más de treinta y tantos años como bombero, nunca estuve en un desastre tan grave.
Fui con el intendente regional, que se trasladó allí de inmediato, y a las 17 horas, me constituí en mi puesto de mando. En una zona de Quillón, llamada Peña Blanca, a las 18 horas, más de 45 personas no podían salir del lugar, debido al infierno de llamas que había en los cerros de Cayumanqui, también en Quillón.
Encabecé y conduje a una compañía del Cuerpo de Bomberos de Coelemu -aprovecho la oportunidad para agradecer su participación en la persona de su capitán- que, con cinco voluntarios y el que habla, llegamos hasta Peña Blanca, además del conductor de un camión del Ejército y de un subteniente, logramos bajar a las 45 personas, mujeres, niños y hombres, gracias a Dios, sin mayores problemas. Debo confesar que fue un verdadero infierno entrar allí porque, aunque uno tome agua, respirar aire caliente daña los pulmones. Pero, después de que alguien me indicó que arriba había personas que no habían podido salir, encontramos el cadáver del primer compatriota que, desgraciadamente, encontró la muerte en ese incendio.
De manera que, haber participado en aquella acción, haber llamado a la PDI para que se constituyera en el lugar del suceso y haber bajado cerca de la una de la madrugada de ese infierno, me autoriza para hablar con propiedad en esta Sala. Además, me permite decir que, desde el punto de vista administrativo, el Gobierno estuvo en el lugar de inmediato. También el alcalde de Quillón , que tiene un signo político distinto al mío; asimismo el alcalde de Ránquil que, desde el primer momento, trabajó con nosotros, y el intendente regional, que no esperó que le llegaran las informaciones, sino que fue a buscarlas. Estuvo con nosotros en el puesto de mando hasta avanzadas horas de la madrugada. Desde el sitio del suceso, es decir, donde encontramos a ese ciudadano fallecido -alguien dijo que tenía el 80 por ciento del cuerpo calcinado, pero eso es mentira, porque estaba completamente quemado-, nos permitimos informarle sobre esa desgracia.
Entonces, quiero decir que los incendios -no estamos libres de que se sigan produciendo- nos deben llamar a reflexionar sobre la forma en que vamos a resolver un problema que se va a repetir, cada vez con mayor gravedad. Digo esto porque, querámoslo o no, los incendios forestales fueron provocados en forma intencional; no puedo decir quién fue porque no lo sé. La investigación de los incendios forestales es muy compleja, nada tiene que ver con la que realizamos los bomberos en los incendios de zonas urbanas. Como digo, es algo sumamente complejo. Sin embargo, no es difícil deducir que no es natural que se produzcan, simultáneamente, cinco, seis u ocho focos, y lo puedo decir gracias a mi experiencia de tantos años.
Por lo tanto, todos tenemos un problema: hay una importante superficie forestada que debemos cuidar, porque significa riqueza para nuestro país. Creo que esta sesión se debe desarrollar desde esa perspectiva.
Por otra parte, también quiero felicitar al ministro del Interior por haber llegado inmediatamente a las zonas amagadas.
Como sé lo que es estar en un lugar semejante, rindo mi más grande homenaje a los brigadistas fallecidos en la Novena Región. Gracias a Dios, el cambio del viento no nos sorprendió arriba con la Segunda Compañía de Bomberos de Coelemu porque, de lo contrario, tal vez, habríamos corrido la misma suerte. Quiero decirlo claramente y frente al ministro de Agricultura : tenemos que diseñar esquemas diferentes. Hay cosas que hemos ido olvidando. Por ejemplo, es necesario estudiar la posibilidad de contar con aviones de gran capacidad, porque es más barato pagar eso que los tremendos costos que tenemos que asumir, con tierras arrasadas, con más de 171 viviendas quemadas, solo en nuestra región, con dos personas fallecidas y con más de 28 mil hectáreas quemadas. Lo que necesitamos es ponernos de acuerdo aquí y no estar tirándole los trastos por la cabeza ni al ministro ni a un diputado , independientemente de la posición política que tenga.
Reitero mis agradecimientos al ministro del Interior por su rápida llegada a los sitios amagados. El 2 de este mes, yo estaba en esta Sala -como correspondía que todos los diputados estuvieran, pero entiendo que mi colega Frank Suerbaum permaneciera en su distrito, que sufrió el mayor desastre- y el ministro del Interior ya se había trasladado a la región y había llegado al puesto de mando, donde estaban nuestros bomberos.
Aquí se dice que los bomberos estuvieron allí. Los bomberos tenemos una misión: salvar vidas y la propiedad urbana. Por cierto, nos jugamos el todo por el todo y colaboramos en la extinción de esos incendios forestales. De los 51 cuerpos de bomberos que hay en la región, participaron más de treinta, y lo hicieron espectacularmente bien, porque logramos controlar un siniestro que era, en verdad, muy complejo. Pero, es necesario diseñar estrategias que nos permitan, definitivamente, evitar que los daños sean tan graves como los que tuvimos. Quiero decirle al ministro que se han ido olvidando los cortafuegos; hay que recordarlos, y da lo mismo si la empresa es pequeña o grande; hay que tener cortafuegos y no en todas las partes hay.
Creo que debemos disminuir los riesgos. Cuando en esta Sala decimos que se requiere una nueva institucionalidad forestal, pienso que, lamentablemente, en más de veinte años no fuimos capaces de hacer nada. Es cierto que lo podemos hacer ahora y construir de nuevo; pero, por favor, hagámoslo con seriedad, con respeto, particularmente a quienes perdieron la vida en incendios que fueron intencionales. Digámoslo claramente: los incendios fueron intencionales.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra, por tres minutos y veinte segundos, el diputado señor Hugo Gutiérrez.
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señor Presidente , me alegra de verdad escuchar las rectificaciones que ha hecho el ministro del Interior , en cuanto a que, en ninguna oportunidad, ha vinculado al pueblo mapuche con los incendios acaecidos en el sur de Chile.
Sin duda, hoy, la prensa internacional podrá señalar que aquí no hay un ministro del Interior que acusa a una etnia determinada de ocasionar graves delitos en nuestro país. Habría que preguntarse, ¿cómo es posible que todos los medios de comunicación citados por el honorable diputado Manuel Monsalve hayan interpretado de tal forma las palabras del ministro ? ¿Qué habrán entendido, que los llevó a concluir que el ministro del Interior atribuía responsabilidad a los mapuches en estos incendios? Llama poderosamente la atención escuchar al ministro del Interior expresar lo que él mismo dice que dijo en el sur.
Pero quería referirme a algo que no se relaciona con las eventuales imputaciones que el ministro hace al pueblo mapuche, sino que a un punto que me causa sorpresa y no sé si el ministro del Interior también rectificará y dirá que no es correcto, pero para eso se pidió esta sesión.
La querella que presentó el ministro del Interior se basa en la ley N° 18.314, antiterrorista, modificada de manera reiterada, que en su artículo 1° señala básicamente tres requisitos para hacer uso de ella:
En primer lugar, cometer un delito con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el temor justificado de ser víctima de ilícitos de la misma especie en relación con el artículo 2° de la ley.
En segundo lugar, la naturaleza y efecto de los medios empleados.
En tercer lugar, que haya evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo de personas; es decir, aquí hay un requisito que se nos señala de manera tajante y taxativa: que haya evidencia, reitero, evidencia. Así lo establece la ley antiterrorista. Los honorables diputados entienden que si hablamos de evidencia, se trata de que haya algún antecedente, prueba, hecho o circunstancia que acredite la existencia de algo.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Ha terminado su tiempo, señor diputado .
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Por su intermedio, señor Presidente , solicito al ministro del Interior que diga cuáles son esas evidencias que acreditan este plan premeditado de atentar contra un grupo determinado de la población, para aplicar la ley antiterrorista.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado Sergio Bobadilla.
El señor BOBADILLA.- Señor Presidente , quiero destacar la actitud de nuestro Gobierno, desde el Presidente de la República hasta el funcionario más modesto de nuestra región respecto de los incendios del 1 de enero, que todos lamentamos. Con ellos, la Región del Biobío fue una de las más afectadas.
Quiero destacar, en forma muy especial, la presencia del Presidente Sebastián Piñera durante el incendio, quien visitó a las familias afectadas, particularmente en la comuna de Florida, cuyos vecinos están agradecidos porque se sintieron respaldados y acompañados en una situación tan compleja como la que nos tocó vivir.
También quiero destacar la presencia del ministro del Interior, don Rodrigo Hinzpeter, y del subsecretario de Agricultura, que fueron las primeras autoridades, junto con el intendente regional, que estuvieron con los damnificados.
Asimismo, destaco la presencia del ministro de Agricultura, quien antes de que se extinguiera el incendio, por instrucciones de nuestro Presidente, estaba entregando un bono de 400 mil pesos a los damnificados, sin ningún trámite previo.
Reitero, antes de que se extinguiera el incendio, a diferencia de lo que ocurrió luego del terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando las personas de la Región del Biobío vivían las consecuencias de semejante tragedia, las autoridades de Gobierno brillaron por su ausencia.
Mis palabras de reconocimiento para el Presidente de la República, para los ministros del Interior y de Agricultura, no solo por su presencia en el lugar, sino que por la entrega oportuna de recursos para que los damnificados empezaran a rehacer sus vidas.
También quiero decir que he recogido el testimonio de un agricultor de la zona, de la comuna de Florida, provincia de Concepción, Octava Región, y quiero dar lectura a la siguiente carta abierta que ha difundido en los medios locales y también a algunas autoridades:
“Incendios forestales.
Nuevamente tenemos que lamentar incendios forestales de gigantescas proporciones en la Región del Bíobío, en forma especial en las comunas de Florida, Quillón y Ránquil , que hasta el momento suman del orden de 25.000 hectáreas destruidas. La gran mayoría corresponde a bosque nativo, plantaciones de pinos, eucaliptus, frutales, cereales, pastizales, animales domésticos, casas, galpones, cercos, vehículos, etcétera.
Si se hace un rápido análisis de cómo llegó a producirse semejante tragedia se puede establecer:
Las plantaciones de pinos y eucaliptus, estimadas en más de dos millones de hectáreas, han llenado un serio vacío que dejó el histórico mal uso del suelo, que destruyó su potencial productivo en menos de 200 años por el uso recurrente del fuego para limpiar las áreas silvestres y, del arado en busca de precioso trigo, grano que alimenta a todo el país.
Las plantaciones aludidas son una clara muestra del desafío cumplido por proteger los suelos extremadamente degradados por la erosión hídrica, los cuales están encontrando lentamente la fertilidad perdida.
Acertada la decisión de grandes y medianas empresas de reforestar y extraer de esas tierras valores que han generado gran riqueza económica con el aporte del decreto ley N° 701. Esto ha fortalecido sus bases, formando un imperio forestal que traspasa sus límites para ubicarse en países que aún no se percatan de lo que se puede cosechar cuando en alguna medida la innovación se une a la increíble capacidad de los suelos de entregar riqueza casi de la nada.
Todas las empresas forestales deben estar conscientes de que la introducción masiva de especies exóticas como el pino insigne, ha originado trascendentes alteraciones en la ecología de los sectores, entre ellas han influido la alta densidad por hectárea, sin espacios libres a su alrededor y exceso de residuos sensibles a la combustión.
El pino y el eucaliptus han sido introducidas en el país, aprovechando sus características de alta resistencia a la sequía y buen desarrollo en todo tipo de suelos. Esta adaptación tan singular se debe a que en sus sitios de origen viven en zonas más áridas que las nuestras, mostrando un excepcional desarrollo. Todo esto debe llamar la atención a quienes plantan especies exóticas, buscando el racional aprovechamiento, lo que debe suceder sin afectar las condiciones ambientales de los sitios originales.
Las empresas forestales no ignoran que las plantaciones de pinos han mostrado alta sensibilidad al fuego, especialmente cuando en los meses de verano enfrentamos altas temperaturas con baja humedad ambiental y fuertes vientos que pueden sobrepasar los 50 kilómetros por hora. Estas condiciones, en tragedias anteriores y en la que vivimos en esta primera semana de enero, nos mostraron nuevamente que las altas temperaturas generadas por un incendio forestal pueden ocasionar que una plantación de pinos en cosa de minutos se destruya y el fuego se propague a viviendas, plantaciones, y lo que es aún más grave, pérdidas de vidas humanas.
El calor generado por la combustión puede atacar tan intensamente que sin necesidad de llama directa y sólo por radiación calórica puede quemar a más de 10 metros por ignición espontánea. Los pinos acosados por el fuego se queman como verdaderas antorchas gigantes por el alto nivel de oxígeno que entra por el tiraje de la enorme chimenea. Esto se debe a la estructura de sus hojas llamadas acículas, que en forma de agujas abiertas quedan expuestas al fuego. Además, el pino insigne posee gran cantidad de resina que sale al exterior del árbol en forma de gas por la alta temperatura que genera, quemándose violentamente.
¿Dónde está el problema?
Los silvicultores que han plantado grandes extensiones han ignorado que la masificación de las plantaciones forestales sin límites pueden causar severos problemas a ellos mismos, como fue la destrucción total de la planta de paneles de Nueva Aldea, y al vecindario, por crear un entorno artificial y facilitar su combustión, destruyendo a su paso bienes de lugareños, personas de bajos recursos, inocentes ante la pérdida de viviendas, galpones, cercos, bienes personales y activos como plantaciones, frutales, animales, etcétera.
El pino insigne nos ha traído protección al suelo y riqueza para quienes ofrecen un manejo más técnico, pero que también incluya el sentido común y la forzada realidad que estamos viviendo, lo que exigirá repensar la forma de plantar y su posterior manejo. La realidad es que una gran extensión de la superficie forestada constituye para el país un severo riesgo en caso de incendio con condiciones ambientales adversas.
Para disminuir los riesgos y daños consecuentes, es necesario bajar la densidad de árboles por hectárea para generar así menos residuos, facilitando su manejo. También sería muy importante prohibir la plantación dentro de 50 metros, a lo menos, en toda la superficie predial, para así generar un menor riesgo de propagación del fuego del área forestada.
Todo esto requiere de conciencia pública y respeto por la naturaleza, de todos los ciudadanos, especialmente de nuestros legisladores, quienes deben entender que solo un conocimiento acabado del problema generará leyes modernas y adecuadas en la protección de plantaciones, del suelo y de todo bien que esté al alcance del fuego.
Creo que, al menos, debería existir responsabilidad social -moral de las empresas involucradas en este desastre, que debe expresarse en reconstruir parte de lo perdido, de lo más urgente, para atenuar las pérdidas sufridas.
El Gobierno, por medio de su nuevo ministro de Agricultura , don Luis Mayol Bouchon , en conjunto con la ministra del Medio Ambiente , señora María Ignacia Benítez , deben ser los organismos que entreguen las normas adecuadas a la real necesidad que tiene el Chile forestal de hoy, para que se pueda modernizar la Ley de Bosques y el decreto ley N° 276, que regula el manejo del fuego. La idea es que los que transgredan las nuevas disposiciones legales sean imputados y sancionados. El fuego no hay que manejarlo, hay que prohibirlo, haciéndonos así partícipe de las exigencias de toda la ciudadanía y respetando a la vez el acuerdo del Protocolo de Kioto, que como país civilizado debemos cumplir”.
Firma esta nota el agricultor Carlos Crovetto Lamarca , de la comuna de Florida.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado Jorge Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente , Chile ya es un país forestal. Tenemos dos millones y medio de hectáreas de bosques de pino y eucaliptus y un potencial de dos millones más en terrenos de aptitud preferentemente, forestal. Hablo de terrenos erosionados.
Por lo tanto, este no es el último ni el primer incendio que vamos a tener. Debemos prepararnos para el futuro y este megaincendio, que afectó a las comunas como Quillón, Ránquil , Florida , Quirihue, San Rosendo y Yumbel, debe dejarnos lecciones importantes.
La primera tiene que ver con algo que sugerí en 2008. Chile necesita un plan regulador en materia forestal. No podemos permitir que se siga plantando en forma indiscriminada.
Algunos parlamentarios, el diputado Bobadilla entre ellos, han hecho presente esa situación. En Chile, no hay norma alguna que regule los cortafuegos. Con ese objetivo, con el diputado De Urresti , estamos preparando un proyecto, porque no puede ser que un país con dos millones y medio de hectáreas de bosque no tenga regulación sobre esa materia. Esta es la oportunidad de implementarla, de elaborar la nueva ley de fomento de la forestación, iniciativa que entiendo se presentará este año; se regulará la distancia de los cursos de aguas y de los centros poblados.
Las comunas de Quirihue, Ránquil y Quillón están rodeadas de bosques. Por lo tanto, están en una posición de riesgo permanente.
La segunda, debemos cambiar la institucionalidad de la Conaf, que es una corporación de derecho privado. Mientras siga siendo un híbrido, no tendremos una institucionalidad clara. Debe pasar a ser del Estado para que funcione con mucho más recursos y que estos sean públicos.
Hay que profesionalizar la labor de los brigadistas forestales. Su trabajo no puede ser de temporero, de tres o cuatros meses. Debe durar los 365 días del año, con capacitación y profesionalización, de manera que en invierno se pueda hacer raleo, poda, limpieza y cuidar nuestros recursos.
En relación con la ley forestal, es importante que el Gobierno se ponga como meta la presentación de un proyecto de ley para regular de una vez por todas las plantaciones forestales que, como lo expresé, tienen un potencial de dos millones más de hectáreas.
En segundo lugar, quiero pedir apoyo al Gobierno para los agricultores y agradecer el apoyo que se entregó por 400 mil pesos. Claramente, fue un primer paso; hay que mejorar ese aspecto, y como nos dijo un agricultor en Queime, no nos olvidemos de los agricultores en el sentido de que esto sucede en forma permanente. Aquí se han perdido hectáreas productivas de cerezos, de viñas, colmenares, etcétera, que requerirán un apoyo permanente, no sólo en estos meses.
Por eso, pido al señor ministro de Agricultura un plan especial de catástrofe para las comunas de Quillón, Ranquil, Florida y el resto de las comunas afectadas.
También quiero pedir al ministro del Interior, como jefe de gabinete, que nos apoye a través del Sence en convenios con el gobierno regional para ir en ayuda de los 1.350 trabajadores que perdieron su fuente laboral por el incendio ocurrido en la unidad de paneles de la Planta Nueva Aldea.
Sé que la empresa Arauco ha reubicado a 237 trabajadores y finiquitó al resto sin emplear la causal de fuerza mayor, lo cual valoro. Pero eso es insuficiente y se necesitará un apoyo más fuerte a esos trabajadores, pues la reconstrucción de la planta demorará, por lo menos, dos años para entrar de nuevo en funcionamiento.
Por último, deseo expresar que se requerirá apoyo para estas comunas, como la de Quillón y Ránquil , y que debemos aprender de esta lección para cambiar nuestra institucionalidad forestal. Hay 13,5 hectáreas de bosque nativo que deben ser protegidas por alguien. La Conaf maneja muy pocos recursos. Sería un cambio trascendente en nuestra política forestal dotarla de una institucionalidad estable en el tiempo, que nos permita enfrentar mejor preparados estas coyunturas que, insisto, no son la primera ni la última.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor José Pérez.
El señor PÉREZ (don José).- Señor Presidente , esta sesión tan importante, en la que nos acompañan algunos ministros, a los que aprovecho de saludar, debió haber partido solicitando un minuto de silencio por aquellos mártires que perdieron la vida como consecuencia del incendio al que estamos haciendo referencia. Aún es tiempo.
Sin embargo, quiero agradecer el tiempo que me otorgó el Partido por la Democracia para explayarme de mejor manera en este tema tan relevante.
El diputado señor Sauerbaum dijo que había pocos parlamentarios en la Sala, que lamentaba mucho esa situación, casi se le caen lágrimas por sobre la mejilla, pero hizo uso de la palabra y se mandó a cambiar. Eso no se hace, porque cuando se critica algo hay que dar ejemplo. Lamentablemente, el de él fue uno de los peores, debido a que aquí se dijo que habían algunas Comisiones trabajando, como la de Derechos Humanos, Minería, Familia, Recursos Naturales y otras.
Dicho eso, quiero manifestar que he dedicado muchos años de mi vida al trabajo en el sector forestal. Entre otras tantas actividades forestales, tuve el honor de ser director regional de la Conaf en la Octava Región, la más importante desde el punto de vista forestal si consideramos las plantaciones artificiales. Allí se ubica el 50 por ciento del total existente en el país.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor PÉREZ (don José).- ¡ Diputado Carlos Montes , si quiere hablar, le concedo una interrupción, pero le ruego que no me interrumpa!
Como decía, fui director regional entre los años 1990 y 1993, época del fin del régimen militar. Tuve el buen tino y criterio -a lo mejor eso le molesta al diputado Montes - de no despedir a ninguno de los 500 funcionarios que trabajaban en esa corporación forestal.
De tal modo que me siento orgulloso de haber tenido la grandeza de entender a personas que piensan de manera distinta y hacerlos trabajar, armoniosamente, por el bien general de la Corporación Nacional Forestal.
Hemos conversado acerca de lo acontecido en los últimos días en cuanto a incendios se refiere. Hay cuarenta mil hectáreas quemadas en el país, cuando recién está comenzando la temporada veraniega. Se trata de una tragedia enorme. A ello, debemos agregar la muerte de siete personas que estaban combatiendo el fuego: me refiero a funcionarios de una de las brigadas privadas que estaban trabajando en la Novena Región.
Estamos ante una situación que no hemos calibrado adecuadamente. Las condiciones climáticas que registraba el país hace diez días eran pésimas, tuvimos un largo tiempo sin lluvias, con temperaturas altísimas, que no se habían registrado en las últimas décadas, y vientos bastante fuertes. Por eso, el incendio, que cubrió miles de hectáreas, tuvo una velocidad pocas veces vista. Tampoco se adoptaron las medidas de emergencia, en virtud de la situación que he descrito. Así lo dijo el director Ejecutivo de la Conaf cuando concurrió a la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural, y ayer el propio ministro del ramo. Las brigadas de la Conaf no son las mismas de antes. Tenían camiones de tres mil quinientos kilos y más, con asientos y maleteros para llevar las herramientas y un espacio suficiente para veinte hombres encargados de combatir un incendio, sin importar el lugar. Sin embargo, hoy vemos cómo en algunas provincias y regiones los brigadistas se trasladan en furgones parecidos a los Suzuki de antaño, donde no caben más de cuatro o cinco personas y un par de palas. Con esa cantidad de gente no se soluciona ningún problema, ni menos se combate un incendio.
Por lo tanto, es una materia que debemos abordar y corregir en forma inmediata. Las brigadas deben estar integradas por un número mayor de personas -por lo menos veinte- y con capacitación adecuada. Muchas veces ingresan jóvenes estudiantes para ganarse algunos pesos y se encuentran con que la situación es realmente compleja. Por eso, muchos de ellos terminan perdiendo la vida.
¡Si la Corporación Nacional Forestal necesita más recursos, hay que dárselos, porque no podemos estar justificando situaciones económicas y, como consecuencia de ello, hacer mal las cosas!
Por otra parte, las torres que se ubican en las partes altas de la provincia, que son las más propensas a incendios, son ocupadas por personal de apoyo encargado de observar y vigilar el lugar, con una visión de veinte, cuarenta, cincuenta o más kilómetros de distancia. También es un trabajo que se está haciendo muy mal. Un funcionario de la Conaf trabaja desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde y después de ocho días descansa tres, se va para su casa y nadie queda vigilando la torre.
Se debe invertir para contar con vigilancia las veinticuatro horas del día. Por lo menos, debe haber tres turnos. Asimismo, debe seguir existiendo esa coordinación que hay entre la Conaf, Carabineros, bomberos y las brigadas del sector privado, con el objeto de combatir en forma inmediata cualquier amago de incendio y no esperar que la situación se convierta en inmanejable. Si se hubiesen adoptado estas medidas a tiempo, indudablemente, no estaríamos lamentando lo ocurrido en la Novena y Octava Región. Las torres de observación hay que usarlas en forma adecuada y con el personal que realmente se requiere; de lo contrario, estamos perdiendo la oportunidad de hacer bien las cosas.
Anualmente, se destinan miles de millones de pesos a la Corporación Nacional Forestal para que cumpla con la tarea de prevenir y combatir los incendios forestales. Por lo tanto, si faltan recursos, el Ministerio del Interior tiene la obligación de entregarlos para que las cosas se hagan bien y como corresponde. Hay profesionales destacados y técnicos brillantes que saben hacer bien su trabajo, pero si no cuentan con los elementos adecuados y los recursos necesarios para ello, indudablemente, la tarea resulta mucho más compleja.
Sin duda, el bosque, que debemos cuidar, es un patrimonio nacional, ya sea del sector público o privado. De una u otra manera, se entregan recursos al Estado para cubrir de bosque una superficie que en el pasado perfectamente bien pudo haber sido un arenal o un semidesierto.
Por otra parte, en invierno, cuando hay poca actividad, la Conaf debiera visitar los establecimientos educacionales y hacer campañas de prevención, como se hacía antes en televisión con el famoso “Forestín”.
Repito, para combatir en forma eficiente los incendios forestales, es importante que exista esta articulación o coordinación entre la Conaf, Carabineros, bomberos y las brigadas del sector forestal, que es la mejor forma de hacer bien las cosas, por el bien de Chile y de su gente.
He dicho.
El señor BEROLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Manuel Monsalve.
El señor MONSALVE.- Señor Presidente , lamento que el ministro del Interior no se encuentre presente, porque mi intención era justamente responder a sus dichos emitidos en esta sesión.
En política, y en particular cuando uno habla a nivel de un ministro de Estado , hay que hacerse cargo no sólo del contenido literal de las palabras que se dicen, sino también de sus efectos. En este caso, el ministro está tratando de eludir su responsabilidad por los efectos que sus palabras ocasionaron en la Región de La Araucanía y del Biobío, como asimismo en la relación que existe con los pueblos originarios y mapuche.
A propósito de ello, quiero leer un titular que aparece publicado en la prensa el jueves 5 de enero recién pasado, en Biobío.
Dice: “Hinzpeter califica de “atentado” el incendio en Carahue y lo relaciona con acciones de la CAM”. Más abajo se lee: “Al llegar a Temuco, el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter , defendió las “conjeturas” del Gobierno al relacionar el fatídico incendio en Carahue con atentados, tanto los reivindicados por la coordinadora mapuche, como por los registrados en Santiago.”.
En otro medio, se señala: “Uno se pregunta hasta qué punto puede llegar la violencia, la insensatez. Hace pocos días veíamos como un helicóptero era atacado y posteriormente este ataque reivindicado por la CAM. Pocos días después vemos incendios que curiosamente se encienden en un mismo instante en distintos puntos, que han afectado esta región y otras regiones del país.”.
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decirle al ministro que en su declaración de diez líneas habla de incendio, de la Coordinadora Arauco Malleco y de terrorismo, por medio de la insinuación y de la hipótesis. En esta sesión no sólo las reitera, sino que dice que sus declaraciones son literales, y en los propios medios de comunicación ha establecido un vínculo entre incendio, terrorismo, Coordinadora Arauco Malleco , mapuches y ley antiterrorista.
Resulta extraño, por decir lo menos, porque basta ver lo que dicen los titulares de los medios de comunicación en el mundo. Por ejemplo, en España, se informa que terroristas mapuches estarían detrás de los incendios y de las muertes. Ése es el efecto que han causado las declaraciones del ministro del Interior . “Gobierno chileno acusa a mapuches de incendios intencionales”. Eso es lo que provocan las declaraciones del ministro Hinzpeter en la cadena Univisión de Colombia.
El diario Clarín , de Argentina, señala: “Chile acusa de terrorismo a los mapuches por incendio”. Otro efecto más de las declaraciones del ministro de Estado .
Espero que el ministro se haga responsable no sólo de los contenidos literales de sus declaraciones, sino de los efectos que produjeron sus declaraciones en Chile y en el extranjero.
Agrega el propio ministro que, extrañamente, no sólo los medios de comunicación entendieron mal, sino que la totalidad de las comunidades mapuches de la Región de La Araucanía. Señor Presidente , si el ministro considera que sus declaraciones no contenían esa intención, debe reconocer que, aunque no la haya tenido, produjo ese efecto.
Entonces, hay que dejar la soberbia y dar paso a la humildad, porque si uno no tenía la intención de producir ese efecto, corresponde pedir disculpas. Lamentablemente, no he escuchado esas palabras. Espero que el pueblo mapuche reciba las disculpas por los efectos que produjeron las declaraciones del ministro.
En segundo lugar, como el diputado señor Alfonso de Urresti se va a referir al tema forestal, sólo quiero reiterar que en Chile tenemos una industria forestal que carece de sustentabilidad social, económica y ambiental. Por lo tanto, discutir sobre una nueva institucionalidad es muy importante.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Gonzalo Arenas.
El señor ARENAS.- Señor Presidente , no puedo dejar de mencionar algunas intervenciones de parlamentarios de la Concertación, entre otras, la del diputado señor René Saffirio , que me parece increíble, insólita, irresponsable, pequeña y oportunista.
Hacer escándalo por la aplicación de la ley antiterrorista me parece un descaro si proviene de alguien que fue alcalde de Temuco , líder de la Concertación en La Araucanía, y cuyo gobierno inició la aplicación de la ley antiterrorista al pueblo mapuche.
Entonces, sorprenderse es increíble. Me parece vergonzoso, porque fue la Concertación, el gobierno del ex alcalde René Saffirio , el que politizó el problema indígena y las ayudas destinadas al pueblo indígena. Además, fue incapaz de generar en veinte años una política indígena seria y estable.
¿Cómo recibió este Gobierno la política indígena? Con comunidades que no le creían al Gobierno; que no le creían a la autoridad. ¿Por qué? Porque el pueblo mapuche se acostumbró en los veinte años de gobiernos de la Concertación, de administración del ex alcalde de Temuco , señor Saffirio , a la coima, a la presión, a la promesa fácil, al incumplimiento, al desorden y al caos en la Novena Región.
También me parece vergonzoso que, como abogado, compare y diga que durante los gobiernos de la Concertación sólo se aplicó la vía judicial, y que nosotros poco menos que hacemos una persecución mediática del pueblo mapuche. Me parece insólito, sobre todo porque proviene de un abogado que pretende comparar y señalar que ambas situaciones son parecidas. Eso me parece irresponsable.
Como parlamentario por La Araucanía, considero que hemos hecho cosas muy buenas en política indígena, pero debemos aprender también de los errores de la Concertación. Aplicar la ley antiterrorista es un error. Además, fue un error hacerlo durante los gobiernos de la Concertación. En ese error caímos todos; también este gobierno. ¿Por qué? Porque se da en el terreno donde los grupos más extremistas de La Araucanía quieren jugar. Quieren colocar el tema en discusión en un plano en que un Estado persigue racialmente a una minoría, como lo es el pueblo mapuche. Ese escenario sólo facilita el liderazgo de los grupos más extremos y violentos. Además, produce lo que esos grupos más violentos quieren: generar una memoria colectiva de persecución para legitimar acciones de fuerza por parte de los grupos más extremos que, por lo demás, no son sólo mapuches, sino también anarquistas y ex frentistas. Por eso, no seguimos el juego en que nos quieren hacer caer los grupos más extremos.
Sin embargo, es importante aprender de los errores y seguir con los temas permanentes de la política indígena.
Hoy, hemos adquirido credibilidad; hoy se están empleando formas para que la política indígena sea transparente. Además, sería bueno que la Concertación aprendiera de sus errores, especialmente en este tema que no podemos politizar, como se intenta por parte de algunos parlamentarios.
Si los problemas no los resolvemos en forma seria, y como política de Estado , sin duda, en diez o quince años más vamos a agravar el problema y a ser víctimas de un cáncer imposible de extirpar, porque se va a producir un fenómeno de cooptación en los grupos más violentistas, que son minoría y no representan a la inmensa mayoría del pueblo mapuche.
Llamo a tener una política de Estado seria, a tratar de no caer en errores no forzados, en los cuales los grupos más extremos quieren hacernos caer, como es la aplicación de la ley antiterrorista.
Y, por favor, espero que en los diputados de la Concertación haya un poco de humildad y de corresponsabilidad; que no vengan a decir, poco menos, que recibieron este problema, que no conocían, después de haberlo agravado durante veinte años de gobierno.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Joaquín Tuma.
El señor TUMA.- Señor Presidente , quiero saludar al señor ministro de Agricultura , aquí presente, y comenzar señalando que el viernes 6 de enero nuestro país se consternó con la noticia del deceso de seis brigadistas de una empresa contratista de la Forestal Mininco que se encontraban controlando un incendio en el fundo Casapiedra , comuna de Carahue.
Se trataba de hombres jóvenes contratados a través de empresas de tercerización de servicios por una de las empresas forestales más grandes del país. Sus edades oscilaban entre 19 y 32 años. Formaban parte de quienes, en las regiones con mayores plantaciones forestales, son denominados “temporeros del fuego”.
El intendente regional de La Araucanía y el jefe de zona de Carabineros no tardaron en aparecer en los medios de comunicación nacionales culpando de manera clara y directa a los miembros de las comunidades mapuches en conflicto como autores de esos incendios con consecuencias mortales.
El ministro del Interior , encargado político del orden público de la República , hizo otro tanto. Abordó un avión en Santiago y, a las pocas horas de ocurrida la tragedia, llegó a culpar directamente a la Coordinadora Arauco Malleco del inicio del fuego y a presentar querellas para perseguir a terroristas.
Al día siguiente, mientras la prensa conservadora culpaba a los mapuches de un delito sin mostrar prueba alguna, la celda de los líderes de la Coordinadora Arauco Malleco era allanada por Gendarmería y las comunidades vivían una jornada más de amedrentamiento por parte de las fuerzas de la policía militarizada centrada en la zona.
El Estado ha sido ciego, sordo y mudo para atender este conflicto. No han entendido nada; no han resuelto nada; no han hecho caso de las diversas insinuaciones que les hemos hecho para abordar este tema de manera seria.
Me alegro de que el diputado Gonzalo Arenas señale que tenemos que aprender de los errores. Los hemos cometido todos, desde el gobierno militar, cuando hubo una contrarrevolución y se quitaron alrededor de 180 mil hectáreas entregadas durante la reforma agraria a las comunidades indígenas. De ahí en adelante, todos conocemos la historia.
Nadie dijo nada sobre los daños que causa al país la concentración de plantaciones de bosques de pino en varias regiones de la zona centro sur; nadie dijo nada de los suelos acidificados, de la flora y fauna autóctonas arrasadas por las forestales; de las napas de aguas secadas por millones de árboles transgénicos. Nadie opinó tampoco sobre la forma en que se asientan las forestales en las comunidades campesinas o mapuches, y del tipo de impactos sociales y económicos en su presencia.
Tampoco nadie ha dicho nada sobre la verdad de la naturaleza de los incendios. El intendente olvidó señalar que no fue sólo un fuego, sino dos: uno, en el sector Los Laureles, que cogió 1.800 hectáreas de bosque nativo, propiedad de pequeños campesinos, colonos, como se les denomina en la zona, y un segundo que destruyó 300 hectáreas de plantaciones de pinos radiata de propiedad de la Forestal Mininco.
El primer incendio habría comenzado el 1 de enero, y el alcalde de Carahue dio aviso a la Conaf el mismo día. Un helicóptero de esa institución sobrevoló la zona, y como se trataba apenas de cuatro cuadras de pastizales y matorrales, nada se hizo. Al día siguiente, eran veinte las hectáreas afectadas y, al tercer día, eran cientos de hectáreas.
En ese momento, y tras haberse declarado la emergencia municipal, comenzó el lento desplazamiento de los brigadistas, mientras los campesinos, sin medios ni instrucciones, trataron de hacer frente al fuego, arriesgando sus vidas. En Casapiedra decenas de brigadas privadas hacían el trabajo de contención con ayuda de helicópteros y otros recursos del Estado.
Lo que sucedió en Carahue demuestra la debilidad de nuestra institucionalidad para abordar los desafíos de la extensión de la actividad forestal en el país. El Estado no tiene capacidad de amparar a los pobres y las grandes empresas solucionan sus problemas como buenamente pueden con sus recursos.
El Estado tampoco tiene capacidad de cuidar los parques o reservas forestales. Hoy en la mañana conversamos con el subdirector de la Conaf, quien nos señaló que había veinticinco reservas forestales del Estado que estaban sin guardaparques, lo cual me parece una inconsecuencia para una nación que dice ser un país forestal.
La única forma de proveerse de los medios idóneos para enfrentar los riesgos del fuego en los bosques y en las plantaciones forestales del país es contar con una sólida alianza público-privada, que permita, de partida, dotar de medios materiales e instrucción a los pequeños campesinos, para que ellos mismos puedan reaccionar frente a esos fenómenos.
Requerimos para la zona de mayor riesgo que exista una red montada de monitoreo y de comunicación por radiofrecuencia, pues no hay señal para los celulares en los campos.
Asimismo, requerimos que se capacite a los pequeños propietarios, para que sean capaces de contener los focos de incendio en su origen.
Es urgente contar con recursos públicos y que en cada predio de la gente más humilde se construyan depósitos de aguas lluvia, para que puedan servir como reserva para atacar el fuego. En Rinconada Los Laureles no existe agua. Por lo tanto, tampoco teníamos la posibilidad de combatirlos con medios que no contábamos. Hay que ser creativos e innovadores, para constituir redes de protección civil organizadas en torno a principios esenciales de solidaridad, así como brigadas forestales con apoyo del Estado.
También, he propuesto, en forma pública, que en el caso de los parques nacionales, cuando estén sometidos a regímenes de concesión, sean los concesionarios privados los que también contribuyan con sus recursos a prevenir y combatir el fuego. Así como el concesionario de una playa contrata salvavidas, un concesionario de un área de un parque debe invertir en proteger aquellos bienes cuyo uso y goce le ha entregado el Estado.
A veces da la sensación de que Chile, en estos últimos dos años de gobierno, se ha transformado en un verdadero reality, en el que la acción gubernamental, especialmente en lo que dice relación con el orden público, ha derivado en operaciones netamente comunicacionales, con las que se busca obtener pequeños dividendos políticos. Necesitamos hacer de Chile nuevamente un país serio, en el que la formulación de nuevas y mejores políticas públicas esté dada por la reacción ante las catástrofes, no como está ocurriendo hoy, en que cualquier cosa da para un show o una cuña televisiva, un golpe de suerte en la disputa del rating.
Sólo así evitaremos que Chile se siga consumiendo en la hoguera de las vanidades de quienes temporalmente administran los asuntos de la República.
He dicho.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el ministro de Agricultura , señor Luis Mayol.
El señor MAYOL (ministro de Agricultura).- Señor Presidente, junto con responder algunas afirmaciones que se han hecho en la Sala respecto del comportamiento de la Conaf en los incendios forestales, quiero referirme a las sugerencias formuladas por algunos honorables diputados.
En primer lugar, deseo señalar al diputado señor Sabag que el Gobierno comparte la inquietud que planteó en cuanto a la legislación que regula el combate de los incendios forestales y la labor de la Conaf. En ese sentido, la próxima semana ingresará a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que establece normas sobre la prevención y el combate de los incendios forestales.
Además, como es conocido por los señores diputados, en el honorable Senado fue ingresada una iniciativa legal que transforma el carácter orgánico de la Conaf, que de corporación de derecho privado pasa a ser un servicio público, proyecto cuya tramitación ayer se hizo presente con urgencia calificada de “suma”.
Por otra parte, hoy hemos conformado una Comisión permanente, la cual será dirigida por el Ministerio de Agricultura y estará integrada por los ministerios de Defensa y del Interior, así como por la Onemi y las Fuerzas Armadas, cuyo objeto será trabajar, en forma permanente, para prevenir y organizar todo lo que dice relación con los incendios forestales.
Además, quiero responder al honorable diputado señor Monsalve las consultas que hizo sobre los presupuestos que maneja la Conaf y la organización con que cuenta en la actualidad.
En primer lugar, hay que tener presente que este año ya se han quemado alrededor de 55 mil hectáreas, en circunstancias de que el promedio de hectáreas que se consumen en un año es de 51 mil hectáreas. O sea, al 6 de enero hemos tenido una cantidad de incendios de gran envergadura que ha hecho muy complicado y difícil su control, sin perjuicio de lo cual han podido ser controlados.
Sin ir más lejos, respecto del incendio ocurrido en el parque nacional Torres del Paine, al que me tocó concurrir al segundo día de declarado, debo señalar varios antecedentes, porque se han planteado algunas imprecisiones en los datos que aquí se han entregado.
En primer lugar, ese incendio comenzó el 27 de diciembre pasado, día en que se tuvo un aviso a las 6 de la tarde. Exactamente dos horas después estaba declarada la alerta roja, mediante la que se activa un protocolo que tiene firmado la Conaf con el Ministerio del Interior, en virtud del cual los recursos son prácticamente ilimitados para actuar en esas circunstancias. De hecho, al día de hoy el Gobierno ha dispuesto, a través del Ministerio del Interior, 3 mil millones de pesos para esas emergencias, monto que equivale al 25 por ciento del presupuesto anual de la Conaf, presupuesto que, entre paréntesis, es un 6,8 por ciento más elevado que el del año pasado.
Hay otras cifras respecto de las que es interesante señalar algunas cosas antes de seguir con el relato sobre qué ocurrió en el incendio en el parque nacional Torres del Paine.
El presupuesto para el combate de los incendios forestales en 2005, año que tomé como base para este análisis, puesto que entonces se produjo el último gran incendio en Torres del Paine, fue de 8 millones de dólares; el presupuesto para este año es de 26 millones de dólares. Son cifras concretas y contundentes.
Como señalé, a las dos horas de iniciado el incendio de las Torres del Paine estaba declarada la alerta roja. Los brigadistas de la Conaf de las Torres del Paine se pusieron en acción de inmediato, y a las dos horas, veinticuatro brigadistas estaban tratando de atravesar el Lago Grey en un Zodiac, con olas de dos metros y medio de altura, debido a lo cual tuvieron muchos problemas para atravesar hacia el otro lado del mencionado lago. Se encontraron con un incendio que ya había consumido una superficie de alrededor de veinticinco hectáreas, el que, con vientos de 110 kilómetros por hora, avanzaba quince metros por minuto, situación que hacía absolutamente imposible el combate del siniestro; no se trataba de tener más o menos gente. De hecho, el incendio se propagó de inmediato por aire, porque afectó a una zona en la que había muchos matorrales y arbustos. Además, se quemó una isla del lago Pehoé, que se encontraba a trescientos metros de la costa, lo que permite formarse una idea de las dimensiones del incendio a causa de los vientos.
Durante los dos primeros días, no pudo volar ningún helicóptero, ni tampoco hacer labores de terreno, a causa del peligro que representaba el viento y el humo que había en la zona. Al tercer día, hubo una ventana de viento, y la organización fue de tal naturaleza que, de partida, actuaron seis helicópteros. En el incendio del 2005 no participó ningún helicóptero. En este caso -reitero-, operaron seis de esas naves, entre las cuales había un helicóptero Sokol, comprado a Polonia en 2008, que no realizó vuelos durante dos años, porque no había piloto. En esta oportunidad, esa nave cumplió una gran función.
En cuanto al personal que actuó en ese incendio, cabe señalar que al tercer día ya había 780 personas combatiendo el fuego directamente en las Torres del Paine. De apoyo, en la parte logística, había 140 personas más. Gracias a eso, el incendio se controló en prácticamente seis días, lo que no ocurrió en el incendio anterior, en que el fuego se pudo controlar luego de veinticinco días.
Ahora estamos en una etapa de extinción y el parque está completamente abierto al turismo, lo que ha sido una gran ayuda para todos los pequeños comerciantes y operadores turísticos del lugar. Algo similar ocurrió en la Región del Biobío.
Por último, debo señalar al honorable diputado señor Sauerbaum que sigue en marcha la planificación y la operación que se llevó a cabo en la Región del Biobío para ayudar a los pequeños propietarios que fueron afectados por el incendio que se declaró en esa región, sobre todo en las zonas de Quillón y Florida. El Indap está haciendo un catastro caso a caso, en el que está evaluando a cada uno de ellos, y establecerá un programa de recuperación de infraestructura, de acuerdo con las necesidades que tenga cada uno, con la aplicación de años de gracia, para que puedan recuperar toda su infraestructura perdida.
Muchas gracias.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor José Manuel Edwards.
El señor EDWARDS .- Señor Presidente , sé que usted conoce estos nombres, pero de todos modos los voy a repetir, porque me parece apropiado: Diego Mella Rosales , Ítalo Vidal Valdebenito , Marcelo de la Vega de la Vega, Cristián Freire Bustos , Juan Carlos Cordero Cerón , Carlos Pinto Catalán y Rodrigo Cifuentes Llanquileo son hijos y héroes de La Araucanía. Pelearon contra un incendio evidentemente intencional que terminó, injusta y violentamente, con sus vidas; quedaron totalmente calcinados. Varios de ellos, por muchos años, dedicaban su vida a salvar de las llamas a quienes vivían cerca de los focos de los incendios.
Quiero decir, con toda franqueza, que los brigadistas fallecidos en Carahue murieron como consecuencia de un incendio criminal, fruto de la maldad de unos pocos, a quienes debemos dejarles muy en claro que vamos a hacer todo lo posible, todo lo que esté a nuestro alcance para dar con el paradero de quienes causaron esta horrible tragedia.
Como representante de Renovación Nacional y diputado por Carahue, quiero pedirle que, para recordar su trabajo, su hazaña, su vida, y para entregar nuestros respeto a sus familiares, antes de votar permanezcamos un minuto en silencio por la vida de los siete brigadistas y las otras dos víctimas de los incendios que, a todas luces -repito-, fueron intencionales.
Después de recibir a sus familiares en el Servicio Médico Legal, al otro día en la mañana, y sentir su dolor y frustración, no puedo pedir otra cosa sino insistir en que debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para dar con el paradero de quienes son los responsables y que se les aplique todo el rigor de la ley. Es más, en este caso, debemos tener a nuestra disposición todas las herramientas legales que se necesiten, incluso -como expresó el Gobierno- si ello implica invocar la ley antiterrorista.
Por este motivo, debemos pedir al Ministerio Público que realice una investigación exhaustiva y expedita acerca de las causas de los incendios forestales, y solicite la aplicación de penas ejemplificadoras contra quienes resulten responsables.
Quiero destacar y entregar mi más pleno respaldo a la labor de la Conaf, de la Onemi, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública y del Gobierno del Presidente Piñera ante esta emergencia.
Los Comités de Emergencia se constituyeron en el acto. El ministro del Interior y Seguridad Pública se encontraba en la zona a las cuatro horas. Lamentablemente, sin tener una bolita mágica para saber qué estaban haciendo, debo decir que no vi a los diputados de oposición en los comités de emergencia ni en los focos de los incendios, aunque me hubiera gustado verlos activamente. Pero los vi defender a quienes resulten responsables; ni siquiera se preocuparon de las víctimas, como corresponde. No he escuchado palabras de los diputados de la zona de La Araucanía en defensa de las víctimas. ¿No se supone que los representantes del pueblo tenemos que estar del lado de los más débiles, de las víctimas? Sin embargo, se pusieron a defender, sin ningún criterio, a quienes resulten responsables de un incendio que tuvo ochenta focos. Ese día, en el Comité de Emergencia -esto no lo pueden decir los diputados de oposición, porque no estaban-, tuvimos, entre otros, al brigadista que salió ileso y nos comentó que, en su criterio, no había ninguna duda de que el incendio era intencional. Él contó cincuenta y cuatro focos.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Llamo al orden a los señores diputados.
El señor EDWARDS .- Señor Presidente , me frustra ver tanto ahínco y fuerza por parte de la Concertación para defender a los que resulten responsables, porque considero que las energías de quienes cumplimos un rol social, como parlamentarios y como políticos, deben estar concentradas en las víctimas y no defender, a brazo partido, a quienes pueden ser responsables.
También quiero decir al ministro del Interior y Seguridad Pública que no hay duda de que la aplicación de la ley antiterrorista debe ser contra quienes resulten responsables. Decir que por eso el Gobierno ataca al pueblo mapuche no es más que una caricatura. Y quiero decir más. Quienes se llenan la boca diciendo que defienden al pueblo mapuche -dicen que lo defienden- están actuando de una manera que tiene una connotación racista, porque cada vez que hay problemas y violencia dicen que el ataque es contra el pueblo mapuche. ¡El pueblo mapuche es de orden y de familia, y corresponde que lo defendamos!
Por lo demás -sé que esto no les va a gustar a algunos parlamentarios-, el pueblo mapuche, elección tras elección, apoya a la Coalición por el Cambio, porque nosotros representamos mucho mejor lo que ellos son, porque no son solamente reivindicaciones y violencia.
(Manifestaciones en la Sala)
Estoy muy contento de que el diputado Monsalve haya echado pie atrás, porque en su intervención inicial dijo que el ministro del Interior y Seguridad Pública había culpado a la CAM; pero después tuvo de retractarse y expresar que se podía interpretar como si fuera culpable, en referencia a la CAM. ¡Qué bueno que haya echado pie atrás, porque fundamenta lo que usted nos dijo hace unos minutos, señor ministro !
Finalmente, quiero manifestar que estos incendios fueron criminales, absolutamente intencionales, y a los responsables tiene que aplicárseles todo el peso de la ley. También debemos fortalecer a nuestras instituciones para que el combate a los incendios se realice de la mejor manera posible, y para eso hemos presentado un proyecto de acuerdo, que espero que la Sala apruebe por unanimidad.
He dicho.
El señor BERTOLILNO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Alfonso de Urresti.
El señor DE URRESTI.- Señor Presidente , había preparado mi intervención para esta sesión, que convocamos como bancada del Partido Socialista, enfocada principalmente en la política forestal que debemos llevar adelante y en la Conaf; sin embargo, previo a ese planteamiento, no puedo dejar pasar las palabras del colega que me ha antecedido, quien, en una muestra de irresponsabilidad, se retira de la Sala después de intervenir.
Quiero señalar a ese diputado que sus acusaciones e imputaciones respecto del pueblo mapuche, en cuanto a la responsabilidad anticipada de que los autores del incendio son mapuches, le hacen muy mal a la causa de buscar responsables.
También quiero manifestarle que se informe bien, porque la ley antiterrorista ya fue requerida. Entonces, el colega debiera informarse mejor y debiera buscar propuestas y conclusiones, luego de los desastres que estamos sufriendo. Los incendios, como el que afecta a Carahue, se han multiplicado y ahora los tenemos en la Región del Biobío, en Quillón, y, desgraciadamente, también en las Torres del Paine, y respecto del cual poco se ha hablado.
Hoy es el momento de reflexionar y señalar cuál es la política que, como Estado, vamos a implementar para combatir estos incendios y cuál es la capacidad de reacción que tienen en la actualidad las brigadas de la Conaf. Recién se nombró a los brigadistas, a quienes debemos recordar y homenajear; son puros jóvenes humildes que se ganan la vida en la temporada de verano, enrolándose en estas brigadas, y al final siempre pagan los más débiles, los más humildes.
Entonces, veamos cuál es la política de desarrollo que vamos a implementar para combatir un flagelo que se va a instalar en el país -lo decía el ministro de Agricultura -; ya llevamos 55 mil hectáreas arrasadas.
¿Qué hace el Estado en relación a la sequía, que hoy es un problema fundamental que cruza al país? ¿Qué hacemos en cuanto a política forestal? Hoy tenemos verdaderos desiertos verdes, monocultivo, una sola plantación, enormes extensiones sin cortafuegos, con plantaciones hasta el límite de los caminos. En la zona sur del país existen pueblos rodeados con plantaciones de pinos y de eucaliptos. Esa realidad, inexorablemente, posibilita la generación de incendios que podrían amenazar a seres humanos.
Entonces, reflexionemos sobre ese aspecto, más allá de las imputaciones o de las loas al Gobierno, de si actuó bien o mal. Me hubiera gustado que ese día hubieran estado las autoridades en las Torres del Paine y hubiéramos dimensionado efectivamente lo que ocurría. Ahora, lo importante es tener claro qué se va a hacer para que no vuelva a ocurrir, cómo regulamos el ingreso, cómo reforzamos el número de guardaparques, cómo evitamos que los cereceros de Quillón sean afectados y cómo perseguimos a los responsables en Carahue, pero sin criminalizar. Hacia allá avancemos. Busquemos una política efectiva en materia forestal. La industria en ese sector se ha desarrollado y ha creado empleos, pero ha generado muchas externalidades negativas.
Valoro las opiniones vertidas por diputados de distintos sectores en orden a impulsar la constitución de una Comisión Especial que, más que investigar, proponga soluciones en materia forestal, en prevención de incendios y respecto de la institucionalidad que permitan evitar estos desastres.
He dicho
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Javier Hernández.
El señor HERNÁNDEZ.- Señor Presidente , en algunos momentos de esta sesión pareciera que estamos en el mundo al revés, porque en lugar de que los discursos se enfoquen en el problema verdadero, más bien se van por las ramas. El verdadero problema son los incendios forestales y debemos ver la forma de resolverlo.
Una vez más, vemos con preocupación que las críticas de quienes se oponen a nuestro Gobierno no tienen límite en cuando a no reconocer nada como positivo en lo que se hace, sobre todo en una materia en la cual reprobaron notoriamente cuando estaban en el gobierno. Me refiero al manejo de emergencias y catástrofes.
En el combate de los incendios forestales, se ha trabajado de una manera mucho más eficiente que lo que se hizo en ocasiones similares en administraciones anteriores, como, por ejemplo, en el incendio que afectó las Torres del Paine, en 2005. Esta vez, el fuego que afectó a ese lugar fue controlado mucho antes, pese a su magnitud, y se pudo iniciar el proceso de extinción del mismo.
Impacta cuando cuestionan la acción de la Conaf, que claramente, con los recursos con que cuenta, ha sido muy eficiente.
Si nos remitimos a los incendios de las regiones del Biobío y de La Araucanía, mucho más importante que criticar, declaraciones más, declaraciones menos, sobre las posibles autorías o motivaciones, es aceptar que no son fruto del azar. Numerosos focos de incendio se produjeron en momentos simultáneos y en horas en las que, por las condiciones climáticas, era muy difícil la espontaneidad de su aparición.
No pretendo culpar a nadie, pero claramente hay chilenos que con inentendibles motivaciones provocan este tipo de catástrofes, sin medir sus consecuencias, sin evaluar que miles de hectáreas no sólo pierden su capital forestal, tanto de bosque nativo como de bosque introducido, sino que quedan con sus suelos prácticamente improductivos por años.
En estos eventos, hemos visto cómo secretarios de Estado, encabezados por el ministro de Agricultura, el ministro del Interior y Seguridad Pública, la ministra del Medio Ambiente y el ministro de Desarrollo Social, han dado muestras de actuar con prontitud frente a la emergencia y han dado ayudas oportunas a los afectados, entregando recursos frescos para paliar inicialmente el daño irreparable que ha afectado sus vidas, fruto de la irresponsabilidad de quienes provocan estos incendios, de manera accidental o intencional.
La reacción ante esta catástrofe por parte del Gobierno del Presidente Piñera ha sido oportuna y eficiente, superando los estándares históricos ante eventos de este tipo. Les pido a los que critican sin freno que sean más ecuánimes en sus análisis y que realmente, más que críticas desenfrenadas, busquen la forma de aportar, desde sus sectores, para evitar que estas tragedias se produzcan.
En el mundo -y Chile no es la excepción-, hay una crisis de suelos cultivables, ya que por siglos se ha llegado a perder la mitad de ellos. Por lo tanto, hay que crear conciencia, hasta en las mentes más extremas, de que más que provocar un daño a una empresa o un problema a un gobierno, se está dañando el patrimonio de la nación. Porque esto no es problema de pesos más o de pesos menos para recuperar esos terrenos.
Por lo tanto, considero una medida adecuada solicitar que se aplique la ley antiterrorista si se llega a determinar intencionalidad culpable para provocar estos incendios. Insisto en que esto es un problema de todos los chilenos y, como tales, debemos preocuparnos de que si algunos siembran el terror y provocan daños irreparables al país, deben ser juzgados con el máximo rigor de la ley.
He dicho.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Roberto Delmastro.
El señor DELMASTRO.- Señor Presidente , después de la guerra, todos son generales, y después de los incendios, todos son bomberos.
Aquí se está dando cátedra sobre la política forestal de Chile y sobre la política en cuanto al manejo de incendios, en circunstancias de que nuestro país es un ejemplo en el mundo precisamente en este último aspecto. Cuando se han producido incendios en Estados Unidos, Canadá , Portugal o España, se ha pedido el auxilio y el apoyo de la Conaf. Eso debería enorgullecernos y llevarnos a no ser tan destructivamente críticos.
La Conaf es un organismo perfectible. Se trata de una institución pública de derecho privado, condición que debemos cambiar. Es la única entidad en Chile que tiene esa calidad tan extraña: organismo público de derecho privado.
No obstante -reitero-, la Conaf es un ejemplo en el mundo entero, especialmente en lo que dice relación con su capacidad en el combate de incendios forestales, como lo ha demostrado en temporadas pasadas en un país netamente forestal.
Un siniestro es un drama desde los puntos de vista ambiental, económico y laboral. En este caso, además hemos debido lamentar la pérdida de vidas humanas, algo en lo que debemos reflexionar y tenemos que evitar en el futuro.
Me sumo a la idea del diputado Edwards de guardar un minuto de silencio, antes de votar los proyectos de acuerdo, en homenaje a los brigadistas fallecidos, porque merecen todo el respeto y la veneración de un país que reconoce el esfuerzo y el sacrificio que hacen cada verano en todos los rincones de Chile.
Se habla de que esos mártires eran personas modestas. Precisamente, muchas personas, como estudiantes de esfuerzo, necesitan trabajar en verano y se dedican al combate de incendios en esta época del año, porque en invierno no se producen incendios forestales en esa zona del país.
Debemos meditar profundamente sobre la necesidad de regular más el sector forestal. Se trata de un sector que también es un ejemplo a nivel mundial, pues ha traído desarrollo, no sólo desde el punto de vista económico, sino también social, en muchas partes del territorio nacional.
Pido al ministro de Agricultura que adopte todas las medidas necesarias para que el próximo año, cuando discutamos el presupuesto de la Conaf, esta institución sea un organismo de derecho público, como todas las demás. Ello nos permitirá no sólo homogeneizar su presupuesto de operaciones, para el combate de incendios forestales, sino también regular las remuneraciones de sus funcionarios, a fin de homologarlas a las de los diferentes servicios del Ministerio de Agricultura.
Finalmente, me sumo al homenaje propuesto a los brigadistas mártires de nuestro sector forestal.
He dicho.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Cerrado el debate.
A solicitud del diputado señor José Manuel Edwards, la Cámara de Diputados va a guardar un minuto de silencio en homenaje a los siete brigadistas fallecidos en el combate de los incendios en la zona centro sur del país y a dos agricultores fallecidos en las comunas de Quillón y Florida.
-Las señoras diputadas, los señores diputados, los funcionarios y los asistentes a las tribunas guardan, de pie, un minuto de silencio.
El señor BERTOLINO ( Vicepresidente ).- Muchas gracias.
Se han presentado tres proyectos de acuerdo.
El señor Secretario dará lectura a la parte dispositiva del primero de ellos.
El señor ÁLVAREZ (Secretario).- Proyecto de acuerdo N° 534, de los señores Jorge Sabag, Fuad Chahín, José Miguel Ortiz, Pablo Lorenzini, Mario Venegas, José Pérez, Germán Verdugo, Carlos Abel Jarpa, Joaquín Tuma, de la señora Clemira Pacheco, de los señores Rodrigo González, Manuel Monsalve e Ignacio Urrutia y de la señora Andrea Molina, que en su parte resolutiva expresa:
“La Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar a su excelencia el Presidente de la República, a fin que en uso de sus atribuciones constitucionales y atendidas las materias de iniciativa exclusiva del Ejecutivo, cree un Comité Económico Productivo de Apoyo a los pequeños agricultores, campesinos y comunidades agrícolas y/o indígenas afectados por los incendios forestales de las Regiones Séptima, Octava y Novena, compuesto a lo menos por los ministerios de Agricultura, de Economía, Fomento y Turismo y de Interior y Seguridad Pública, a fin de llevar a cabo un plan de trabajo que considere las siguientes medidas:
a) Se condone la deuda de los usuarios del Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap, que hayan sido afectados por los referidos incendios forestales.
b) Se entregue a los afectados por los incendios forestales -usuarios o no del Indap- los insumos necesarios para la reactivación de sus respectivas actividades agrícolas y ganaderas, tales como abonos, semillas, fertilizantes, forraje e insumos veterinarios, entre otros.
c) Se reconstruya y equipe la infraestructura y las instalaciones necesarias para la actividad productiva agro-ganadera, tales como sistemas de regadío, caminos, puentes, galpones, corrales, etcétera.
d) Se asesore y financie la formulación y ejecución de proyectos de emprendimiento económico-productivo, especialmente para el caso de los pequeños agricultores, ganaderos y apicultores.
e) Sin perjuicio de que tales medidas lo sean para las diferentes comunas, villorrios o comunidades de las Regiones Séptima, Octava y Novena, afectadas por los incendios forestales, se priorice especialmente respecto de las comunas de Cauquenes (Séptima Región) y Quillón, Ránquil, Florida y San Rosendo (Octava Región).
f) De conformidad con el decreto N° 81, de 2009, del Ministerio de Agricultura, se asegure a nivel central el funcionamiento de la Comisión Asesora Nacional de Emergencia Agrícola y Gestión del Riesgo Agroclimático y, en el caso de las regiones afectadas, se asegure igualmente el funcionamiento de las Comisiones Asesoras Regionales de Emergencia Agrícola y Gestión del Riesgo Agroclimático, con el propósito de que cumplan con el cometido para el que fueron creadas.”.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 75 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Carmona Soto Lautaro; Ceroni Fuentes Guillermo; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Kort Garriga Issa; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Martínez Labbé Rosauro; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Morales Muñoz Celso; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pascal Allende Denise; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silber Romo Gabriel; Teillier Del Valle Guillermo; Tuma Zedan Joaquín; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- El señor Secretario dará lectura a la parte dispositiva del siguiente proyecto de acuerdo.
El señor ÁLVAREZ (Secretario).- Proyecto de acuerdo N° 541, de los señores Rosauro Martínez, Jorge Sabag, Enrique Jaramillo, José Manuel Edwards, Pedro Browne, de la señora Carolina Goic, de los señores Javier Hernández, Leopoldo Pérez, Roberto Delmastro, Germán Becker, Germán Verdugo, Ignacio Urrutia y Joaquín Godoy y de la señora Andrea Molina, por el cual la Cámara de Diputados acuerda:
“Solicitar a su excelencia el Presidente de la República que tenga a bien disponer la elaboración de una política para el sector forestal que contemple, entre otros, los siguientes ámbitos y ejes:
a) Crear las facultades necesarias para que el Ministerio de Agricultura, conjuntamente con la Conaf, elabore planes nacionales y regionales de prevención y combate de incendios forestales, de manera que este organismo pueda ejecutarlos en coordinación con los demás órganos del Estado encargados de afrontar emergencias.
b) Adecuar el Código Penal en orden a establecer sanciones más rigurosas, especialmente para aquellos casos en los que, por negligencia, se causare un incendio en bosques u otras formas de vegetación y en los casos en que tales incendios afectaren áreas silvestres protegidas o el incendiario hubiere actuado para obtener algún beneficio de orden económico.
c) Endurecer las sanciones aplicables a quien contravenga las normas de uso del fuego, cuyo marco se fija a partir de la Ley de Bosques.
d) Incorporar como obligatorio el ingreso de una plantación de más de 100 hectáreas al sistema de evaluación de impacto ambiental, la construcción de cortafuegos de, a lo menos, 40 metros de ancho y la existencia de zonas de seguridad y de manejo de la vegetación en los primeros 50 a 80 metros perimetrales de viviendas.
e) Proponer adecuaciones a la normativa laboral que permitan dar continuidad al trabajo de protección contra los incendios forestales.
f) Incrementar el financiamiento de la Conaf y de la Onemi.
g) Apoyar los incentivos a las plantaciones, de manera tal de fomentar cultivos endógenos.
h) En lo inmediato, aumentar el monto de los subsidios a entregar a las personas afectadas.”.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 71 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Ceroni Fuentes Guillermo; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Kort Garriga Issa; Girardi Lavín Cristina; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Lemus Aracena Luis; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Martínez Labbé Rosauro; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Morales Muñoz Celso; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pascal Allende Denise; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silber Romo Gabriel; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- El señor Secretario dará lectura a la parte dispositiva del tercer proyecto de acuerdo.
El señor ÁLVAREZ (Secretario).- Proyecto de acuerdo N° 542, de la señora Andrea Molina y de los señores José Manuel Edwards, Iván Norambuena, Pedro Browne, Roberto Delmastro, Leopoldo Pérez, Alberto Cardemil, Edmundo Eluchans, Mario Bertolino, Frank Sauerbaum e Ignacio Urrutia, que en su parte dispositiva expresa:
“La Cámara de Diputados acuerda:
1° Solicitar al Ministerio Público que realice una investigación exhaustiva y expedita acerca de las causas de los incendios forestales y que solicite la aplicación de penas ejemplificadoras contra quienes resulten responsables.
2° Solicitar al Poder Ejecutivo y al Ministerio de Agricultura impulsar el fortalecimiento institucional de la Conaf y, en especial, acelerar el trámite del proyecto de ley que transforma a la Corporación Nacional Forestal en un servicio público descentralizado, a fin de dotar a dicha entidad de más y mejores atribuciones en materia de prevención y combate de incendios forestales.
3° Asimismo, solicitar al Poder Ejecutivo y al Ministerio del Medio Ambiente acelerar el trámite del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, con el objeto de crear una institucionalidad que tenga a su cargo el cuidado y la mantención de las áreas protegidas del país.
4° Solicitar al Ministerio de Agricultura y a la Conaf un reforzamiento en las labores de prevención y detección temprana de incendios forestales, a fin de disponer de manera oportuna los medios que sean necesarios para acudir a combatir tales siniestros, y en especial:
a) Incrementar el número de puntos de vigilancia y observación dispuestos para la detección de focos de incendios.
b) Promover las adecuaciones laborales necesarias para que las tareas de vigilancia y prevención permitan detectar lo más tempranamente posible los focos de incendios forestales, al menos en las zonas y épocas de mayor riesgo.
c) Disponer medios de reconocimiento aéreo en las comunas más vulnerables a los incendios.
d) Reforzar la dotación de brigadistas, contratando personal adicional, especialmente en los parques con mayor concurrencia turística.
e) Implementar campañas de concientización en materia de responsabilidad y cuidado del bosque, de manera de informar y difundir las medidas indispensables en materia de prevención de incendios.
f) Diseñar planes de prevención y combate de incendios forestales, tanto nacionales como regionales, dadas las distintas condiciones climáticas y geográficas que dentro de nuestro territorio presentan las zonas proclives a los incendios.
g) Disponer mayores medidas de seguridad y de supervisión al ingreso y permanencia de turistas en las áreas silvestres protegidas, a fin de minimizar el riesgo asociado a la presencia humana en zonas declaradas bajo alguna categoría de protección y proclives a los incendios forestales.”.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 47 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo; Arenas Hödar Gonzalo; Baltolu Rasera Nino; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Calderón Bassi Giovanni; Cardemil Herrera Alberto; Cristi Marfil María Angélica; Delmastro Naso Roberto; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Estay Peñaloza Enrique; Kort Garriga Issa; Gutiérrez Pino Romilio; Hernández Hernández Javier; Isasi Barbieri Marta; Jiménez Fuentes Tucapel; Rosales Guzmán Joel; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Martínez Labbé Rosauro; Molina Oliva Andrea; Monsalve Benavides Manuel; Morales Muñoz Celso; Nogueira Fernández Claudia; Ojeda Uribe Sergio; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rivas Sánchez Gaspar; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabag Villalobos Jorge; Sabat Fernández Marcela; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sauerbaum Muñoz Frank; Silva Méndez Ernesto; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Verdugo Soto Germán; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe.
-Los textos íntegros de los proyectos de acuerdo figuran en la página de internet de la Cámara de Diputados, cuya dirección es:
http://www.camara.cl/trabajamos/pacuerdos.aspx
El señor BERTOLINO (Vicepresidente).- Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
"