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El señor RECONDO (Vicepresidente).-
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor Issa Kort.
El señor KORT.-
Señor Presidente, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó a 2012 como el Año Internacional de las Cooperativas, para resaltar la gran contribución que dichas organizaciones han hecho al desarrollo económico y social de las diversas economías del mundo, y su papel fundamental en la superación de la pobreza, la generación de empleo y la integración social.
Dentro de los objetivos de este Año Internacional de las Cooperativas está crear mayor conciencia en la sociedad sobre la contribución de las cooperativas al crecimiento económico y social, y al logro de los objetivos de desarrollo del milenio.
Por lo anterior, me parece fundamental la aprobación del presente proyecto de ley, que busca establecer un día especial para reconocer el valor e importancia que las cooperativas han tenido en el desarrollo de Chile a lo largo de su historia.
La historia es larga y se remonta a 1853, cuando se crea la Sociedad de Socorros Mutuos de la Unión de Tipógrafos, que bajo el nombre de Sociedad Tipográfica de Santiago, se transformó en la primera organización mutualista de Chile y en un referente pionero en Latinoamérica. En ella, se instauró un fondo económico para gastos de enfermedad y de entierro de sus miembros, y para cursos y talleres dictados después de las jornadas de trabajo en las imprentas, con acceso libre para los integrantes de la sociedad.
No obstante lo anterior, la primera organización cooperativa de la que se tiene documentación es la Sociedad Cooperativa de Consumo La Esmeralda, que nace en la ciudad de Valparaíso, en 1887, vinculada a grupos de artesanos.
Posteriormente, en 1904, se funda en Santiago la Cooperativa de Consumo de los Trabajadores de los Ferrocarriles del Estado, la que nace con un fuerte impulso de los trabajadores, y es considerada por algunos
historiadores como la primera cooperativa promovida por el Estado. Ya entre los años 1904 y 1924, se registraron cuarenta sociedades cooperativas en los sectores de consumo, servicios, seguros, sectores agrícolas, ahorro, edificación y electrificación.
Es importante destacar la creación, en 1939, de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), organismo estatal cuya misión fue impulsar el desarrollo económico de diferentes sectores económicos a través de la industrialización del país, lo que favoreció el crecimiento del cooperativismo, principalmente en el medio rural, con cooperativas agrícolas, vitivinícolas, lecheras, de otros rubros y las de electrificación rural.
Asimismo, destacable es el activo papel que la Iglesia Católica ha desempeñado en el desarrollo del cooperativismo en Chile. En su búsqueda por el bienestar de los más necesitados de nuestra sociedad, la Iglesia Católica ayudó al nacimiento y desarrollo de esta forma de organización, en especial del cooperativismo de ahorro y crédito, y del de vivienda.
La historia de las cooperativas en Chile no solo es larga. Además, es una contundente historia en que dichas organizaciones han colaborado en la construcción y aumento de la fuerza económica de las pequeñas y medianas empresas. Han sido una vital herramienta para la superación de la pobreza, pues han permitido que personas de menores recursos accedan a créditos, a vivienda, a la adquisición de bienes de uso y de consumo a precios más favorables, prestaciones de servicios de salud y abastecimiento de servicios básicos, entre otros. Asimismo, las cooperativas han contribuido a la generación de empleo a través de la creación de actividades productivas o de servicios y han generado importantes aportes al desarrollo local y regional, ya sea urbano o rural.
Del mismo modo, quiero destacar que las cooperativas reúnen una gran cantidad de asociados en nuestro país. Solo a junio de 2008, el total de cooperativas registradas en el Departamento de Cooperativas del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo alcanzaba a 4.489, de las cuales 2.314 se encontraban vigentes. Cabe destacar que gran parte de los miembros de las cooperativas son jefes de familia. Se concluye que millones de chilenos se encuentran, de una u otra manera, vinculados al quehacer de una cooperativa, la que contribuye a su desarrollo y realización.
Esta forma de organización implica muchas veces un desafío en su gestión, ya que teniendo como principio la ayuda mutua y solidaridad entre sus miembros debe insertarse de manera eficiente en un mundo y una sociedad globalizada y cada vez más individualista. Sin embargo, un objetivo común y el arduo trabajo de sus miembros pueden llevar a resultados destacables. Es así como en la Sexta Región, a la que pertenece el distrito N° 32, de Rancagua, que represento, contamos con miles de asociados de diversas cooperativas, como las de agua potable rural, las campesinas y las agrícolas. Entre estas últimas, destaca la Cooperativa Agrícola del Valle Central (Copeval), la más importante abastecedora de insumos agrícolas de la zona central de Chile.
Desde sus orígenes, el movimiento cooperativo chileno ha destacado por una característica transversal, cual es la heterogeneidad de sus miembros. Dicha característica nos devela que, sin importar la clase o posición social, la búsqueda de un objetivo común nos puede unir a todos por sobre nuestras diferencias. En estos tiempos en que muchas veces observamos la lejanía y radicalización de posiciones entre diversos grupos sociales, las cooperativas vienen a constituir un ejemplo de solidaridad y ayuda mutua entre un grupo diverso de personas, lo que me lleva a creer nuevamente que juntos somos más. Cabe señalar que, más allá de nuestras legítimas diferencias, los chilenos tenemos un norte en común, cual es el progreso y bienestar de todos y cada uno de nosotros. Tal como el Presidente de la República , Sebastián Piñera , ha señalado en tantas ocasiones: “Es la unidad la que nos llevará al desarrollo y al bienestar de todos y cada uno de los chilenos.”.
Por lo expuesto, expreso mi reconocimiento a las cooperativas, organizaciones que han mostrado a Chile que la unión hace la fuerza. En consecuencia, vaya mi llamado a mis pares de la Cámara de Diputados a aprobar el presente proyecto de ley.
He dicho.
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