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El señor MONCKEBERG, don Nicolás (Presidente).- En discusión los proyectos.
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Hales.
El señor HALES.- Señor Presidente , luego de que las dos iniciativas fueran sometidas a un proceso para intentar mejorarlas, creí que las propuestas que se someterían a nuestra consideración me sorprenderían por su modernidad, pero me llama la atención que en algunas de sus disposiciones se utilice un lenguaje más bien ligado a la época de La Colonia, al señalar que la definición que se utilizará para establecer medidas de seguridad en las vías locales será el concepto de “cuadra”.
No sé si el señor Secretario nos puede informar si, desde el punto de vista jurídico, esa medida existe para determinar cuáles serán las vías que se podrán cerrar, porque no conozco que para eso se utilice ese concepto.
Puede que lo anterior se deba a mi ignorancia legal, pero por lo que he aprendido en materia de longitudes siempre me he guiado por lo que señala la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, en París, la cual, desde mis recuerdos de infancia, siempre planteó que el metro era la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre -como todos aprendimos en el colegio-, materializado en una barra de iridio y platino ubicada en esa Oficina, consignado por la Revolución Francesa hasta hoy, con excepción de la isla de Gran Bretaña. Pero ahora aparece la cuadra.
Me gustaría que el diputado informante , experto legal, jurídico, penal y también en construcción, nos explique si será posible aplicar la medición de cuadra, porque, si además nos basamos en lo que significa la longitud de una manzana, debo precisar que sus trazados varían enormemente. Existe la cuadra cuadrada y la cuadra rectangular. Esto se puede apreciar en la calle Picarte de mi distrito, donde la sucesión Ovalle , a principios del siglo XX, en terrenos que eran de la fonda de la Peta Basaure, instaló las famosas casas de Picarte en un trazado precioso que después fue usado en la isla de Manhattan, en Nueva York, que es la manzana rectangular.
¿Cuál es la cuadra que se toma ahí: el pedazo corto o el pedazo largo de la manzana, o ambos? ¿No hubiera sido mejor poner cien metros o ciento veinticinco metros, como en algunas de las manzanas sureñas?
Existe la manzana triangular, que se pueden apreciar en los alrededores del Congreso. También hay manzanas romboidales y más de alguna puede llegar a pasar por el hexágono, que son, a veces, irregulares. ¿A cuál cuadra se refiere el proyecto de ley? ¿Cómo va a quedar establecida en la ley? Como aquí hay tantos juristas, nos pueden precisar a los que somos ignorantes en esa materia, que solo somos arquitectos, cómo se va a medir la posibilidad de cierre de las calles locales, saltándose lo establecido en el metro de iridio y platino que está en el Bureau International des Poids et Mesures, de París.
Respecto al fondo del primer proyecto de ley, del cual soy autor, debo decir que, la proposición de cerrar calles y pasajes corresponde a lo que, en la historia de la humanidad, ha hecho muchas veces el ser humano: aplicar medidas que no le gustan, que son dolorosas, pero que resultan necesarias por alguna desgracia. Cerrar pedazos de una ciudad, por ley, por propuesta nuestra, ha sido consecuencia de la incapacidad del país para resolver el problema de la delincuencia. Me alegré cuando el actual Presidente de la República , entonces candidato presidencial, dijo que esto se iba a resolver de una plumada; además, el ministro del Interior lo ha prometido con tanto entusiasmo. Incluso, aún nos dice que el problema se está resolviendo. Pero no es así. Tampoco se resolvió en los gobiernos anteriores, ni siquiera cuando las ciudades estaban ocupadas militarmente.
Entonces, se deben tomar medidas e instalar esta contradicción, de las más brutales respecto de una creación del ser humano. ¿Para qué se hizo la ciudad? ¿Cuál es la única gracia que tienen las ciudades? ¿Para qué el ser humano inventa este artefacto, el más complejo en la historia de la humanidad? Lo hace para el encuentro de las personas. No tiene más que ese sentido. Y desde la idea de encontrarse, de protegerse, de cuidarse, de hacer universidad, de encerrarse primero en el burgo medieval con murallón; después, de romper el muro para vincularse a la producción, donde se encuentran los seres humanos; nuestro proyecto es para el desencuentro: cerrar pedazos de la ciudad, como pasajes y calles, para encerrarnos más.
Todas las teorías urbanas respecto de la delincuencia apuntan a que hay que abrirse más para ocupar más el espacio público, en la idea de que lo ocupen los buenos, para que la actividad en dicho espacio genere condiciones de dificultad para la comisión del delito y para no dejar la ciudad en el abandono.
Sin embargo, después de muchos años nos vemos enfrentado a esta contradicción. El país la ha ido resolviendo en la calle, antes que la ley. O sea, dicho de otra manera, nuestros propios representados han ido enrejándose en sus casas. Yo mismo soy autor de proyectos de arquitectura -no de ley- sin rejas; pero al final he tenido que rediseñarlas con rejas. Es decir, hemos terminado asumiendo que aplicamos una medida que no nos gusta, que es dolorosa, que, incluso, va a tener efectos dañinos respecto al abandono del espacio público, porque no hemos tenido capacidad para resolver el problema de la delincuencia.
No puedo dejar de lamentar el hecho de que el actual ministro del Interior y Seguridad Pública , en particular, dispone de los recursos policiales más bien para reprimir las inquietudes sociales que para combatir la delincuencia. Esto es evidente y repetitivo. El 50 por ciento del período que dura el gobierno ha pasado y aún no ha podido cumplir la promesa; el propio Presidente de la República anunció que no se va a resolver.
Entonces, lamentablemente, hay que autorizar el cierre de calles y pasajes, como lo hacemos en esta propuesta de ley. De manera brillante el diputado Cristián Monckeberg señaló en su informe sintético, pero muy completo, que los municipios no han sido capaces de resolver las materias.
¿Cuáles? Primero, una norma transitoria establece que, en el plazo de un año, los particulares tenían que dar cumplimiento a las reglas que les iban a imponer las municipalidades respecto a sus cierres y que debían adecuarse a ella. Al respecto, solo entre el 3 y el 5 por ciento de los particulares ha podido dar cumplimiento ante los municipios del país. Entonces, es necesario renovar esta norma.
El debate con los ciudadanos ha sido muy fuerte, porque hay calles que, teóricamente, son residenciales, donde los municipios han autorizado patentes comerciales, como un pequeño puesto de comestibles, de venta de bebidas u otras actividades comerciales con las que nuestra gente sobrevive en esos barrios, pero que, al cerrarse el pasaje o la callecita donde se encuentra el local comercial, están prácticamente condenados a agonizar, por la dificultad para tener clientes.
Las municipalidades están obligadas a establecer una ordenanza. Creo que es muy pequeño el porcentaje de municipios que la ha elaborado. Entonces, van pasando los años y, para resolver la ineficiencia que hemos tenido como país de no poder asumir esta nueva situación, ahora debemos renovar la ley.
Además de la consulta sobre la medición de la cuadra, consulto al señor Secretario cómo vamos a resolver -fue anunciado por el señor Presidente - prácticamente los dos proyectos. Supongo que se quiso decir que habrá un debate conjunto, pero no una votación conjunta, porque se trata de proyectos de ley distintos. Entonces, no es posible que se resuelvan de manera conjunta. Más bien lo entiendo como un ahorro de tiempo, porque se discutirán los dos proyectos en conjunto. No supongo que nos van a llamar a resolver los dos proyectos de ley como un solo, porque no se han refundido, lo que, en todo caso, se podría haber hecho.
El segundo proyecto intenta resolver inteligentemente lo que objetó el Tribunal Constitucional. Me parece que la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, y no la ley, establece las calidades de las vías. Si mal no recuerdo, establece que, en el caso de las vías locales, la distancia entre las líneas oficiales debe ser de once metros.
El Tribunal Constitucional objetó nuestra propuesta de que se pudieran cerrar las vías locales, que era lo que nos pedía la gente, pues nos decía: “No solo queremos que nos permitan cerrar cuando se trate de un pasaje o una calle sin salida, sino también una vía local, aunque tenga acceso por ambos lados”. Pues bien, el Tribunal Constitucional lo rechazó.
A pesar de que el informe del diputado Cristián Monckeberg fue brillante, me llama la atención que no hiciera referencia a alguna consulta al Tribunal Constitucional para la aprobación de este segundo proyecto de ley en la Comisión, porque, como se trataba de una objeción del Tribunal Constitucional, pensé que entre los invitados iban a estar representantes del mismo o iban a hacerle la consulta por oficio. Me gustaría que el diputado Monckeberg aclarara ese punto.
Señor presidente , ¿el diputado informante puede aclarar de inmediato si el Tribunal Constitucional respondió previamente o es probable que aprobemos algo que después, a lo mejor, vaya a rechazar ese órgano?
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Señor diputado, no corresponde que el diputado informante responda inmediatamente su consulta.
El diputado HALES.- ¿Y si hubiera el acuerdo de la Sala para que conteste de inmediato?
El señor RECONDO ( Vicepresidente ).- Señor diputado , el Tribunal Constitucional no es órgano de consulta, como usted lo está planteando. De manera que lo más probable es que el diputado informante no tenga esa respuesta.
El señor HALES.- Señor Presidente , comprendo la situación. Simplemente, queremos que la situación se resuelva para el bien de la ciudadanía.
Creo que los diputados que elaboraron este nuevo proyecto, complementario al nuestro, lo hicieron bien. El primer proyecto incluía las vías locales, pero el Tribunal Constitucional lo objetó. Otros diputados presentaron uno nuevo para reponer lo que nosotros habíamos propuesto. Mi consulta busca saber si esto fue objetado por el Tribunal Constitucional. ¿El Tribunal Constitucional cambió de opinión y ahora no lo va a objetar? ¿El Tribunal Constitucional hizo llegar su opinión a la Comisión o, simplemente, nos vamos a basar en la suposición de los constitucionalistas que asistieron a la Comisión? Lo planteo para no aprobar nuevamente una norma que termine siendo inefectiva respecto de las colectoras, lo que preocupa a quienes quieren enmendar lo que resolvió el Tribunal Constitucional.
Finalmente, cuando discutimos el proyecto de ley, me parece que el actual diputado informante presidía la Comisión de Seguridad Ciudadana y aceptó, de manera muy abierta, invitar a un conjunto de arquitectos y urbanistas, especialistas de distintas universidades en diseño urbano, seguridad y espacios públicos. Ellos vinieron con la misma sensación que tengo hoy cuando llamo a aprobar este proyecto de ley: llenos de contradicciones, sabiendo que el país quería encerrarse y enrejarse, pero deseosos de que ello no ocurriera. Como, hasta ahora, no tenemos otra manera de enfrentar la delincuencia, frente al espacio público y a la propiedad, aprobaremos la continuación del enrejamiento. A pesar de lo doloroso que puede ser, llamo a votarlo a favor.
He dicho.
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