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El señor SAFFIRIO.-
Señor Presidente , el artículo 177 del Código del Trabajo establece expresamente: “El finiquito, la renuncia y el mutuo acuerdo deberán constar por escrito. El instrumento respectivo que no fuere firmado por el interesado y por el presidente del sindicato o el delegado del personal o sindical respectivos, o que no fuere ratificado por el trabajador ante el inspector del trabajo, no podrá ser invocado por el empleador.”.
A esta disposición se agrega que el finiquito deberá ser -y aquí hay tres cuestiones que es importante destacar- otorgado, ratificado y, lo que es más importante, pagado dentro del plazo de diez días.
La Comisión de Trabajo deja abierta la puerta para que, si existe acuerdo entre el empleador y el trabajador, ese pago pueda ser diferido en cuotas.
Deseo expresar, y muy formalmente, mi reconocimiento a las bancadas de Renovación Nacional y de la Unión Demócrata Independiente, porque en la Comisión de Trabajo ha habido transversalidad para tratar el proyecto. Sus autores también representan políticamente el más amplio espectro de la Cámara.
Esto tiene valor en momentos en que, desde el Ejecutivo, se entregan señales bastante confusas y contradictorias al mundo del trabajo, en el marco de una realidad laboral particularmente apremiante para los trabajadores.
Solo quiero citar algunas condiciones: la masividad de empleos precarios, las bajas remuneraciones, la informalidad, en general, del empleo, los bajos porcentajes de sindicación, que son consecuencia no de la voluntad de los trabajadores de no pertenecer a organizaciones sindicales, sino de una sistemática y permanente política de prácticas antisindicales que no permiten que los trabajadores puedan asociarse libremente y de esa forma constituir organizaciones que defiendan sus intereses.
En la Comisión de Trabajo hemos sido testigos de cómo incluso las más grandes organizaciones sindicales de nuestro país también han sido víctimas de prácticas antisindicales. Esto se ve agravado, además, por la amenaza -y quiero poner énfasis en esa expresión- del Ejecutivo de hacer efectiva la reducción de remuneraciones y la flexibilización de la jornada, para que de esa manera nuestro país pueda enfrentar los potenciales efectos de la crisis económica mundial, cuestión respecto de la cual, mi bancada, la de la Democracia Cristiana, hará todo cuanto sea posible para que no ocurra. Porque no nos parece justo que el precio de la crisis lo paguen los trabajadores que perciben las más bajas rentas y los más bajos ingresos.
Un dato: el 70 por ciento de las personas calificadas como pobres están relacionadas con su empleador en virtud de un contrato de trabajo. Sin embargo, esas personas, no obstante tener una relación laboral formal, no logra salir de la línea de la pobreza.
El proyecto en debate establece que el finiquito deberá ser otorgado, ratificado y pagado dentro de diez días hábiles, contados desde la separación del trabajado. Con ello se evita que el trabajador tenga que recurrir a la inspección del trabajo, instancia que fija comparendos para mucho tiempo después y a los que, generalmente, el empleador no concurre. Es de común ocurrencia que, luego, el trabajador deba recurrir a la justicia laboral e involucrarse en procedimientos cuyos resultados son siempre inciertos, porque no obstante que el trabajador suele tener toda la razón desde el punto de vista del fondo del asunto, muchas veces pierde el juicio por cuestiones relacionadas, más bien, con cuestiones de procedimiento o de forma.
Quiero expresar nuestro apoyo al proyecto. Hay quienes han sostenido -es bueno que se sepa- que es preferible no fijar un plazo en esta materia, porque como la legislación no lo contempla, en el fondo estaríamos otorgando una suerte de gracia al empleador, cuando en realidad se busca exactamente lo contrario, esto es, poner un límite a las maniobras o triquiñuelas que el empleador puede utilizar para dilatar la suscripción, ratificación y pago de los finiquitos de un contrato de trabajo.
Reitero mi decisión de votar favorablemente el proyecto. Invito a mis colegas a dar una señal clara a fin de avanzar en mejorar las condiciones de seguridad laboral.
He dicho.
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