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El señor MONCKEBERG, don Nicolás ( Presidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Hugo Gutiérrez.
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).-
Señor Presidente , los comunistas no llevamos aquí veinte años, ni tampoco estuvimos presentes en el período legislativo anterior, pero a lo largo de los veinte años de esta transición y desde que se crearon las AFP, hemos sostenido que no eran una solución para el país.
Efectivamente, hubo un tiempo en que el dinero que se descontaba a los trabajadores para seguridad social iba a un fondo común para el pago de las pensiones. En el sistema de AFP, dicho descuento es visto como un ahorro del trabajador, sobre el que -se dice- tiene propiedad; por eso se crea una llamada Cuenta de Capitalización Individual. Esa es la diferencia.
Hubo un tiempo en que había solidaridad, en que el Estado y el empresario o empleador también aportaban. Así se formaba un fondo común que permitía pagar una pensión que disfrutaban los trabajadores una vez que ingresaban al sector pasivo. Pero hoy eso no ocurre.
Por eso, cuando nos enfrentamos a esta problemática y a proyectos de ley como el que estamos discutiendo, debemos preguntarnos: ¿por qué hay que estimular el retiro de los funcionarios públicos? Porque todos reconocen que existe un daño previsional, producto de la existencia de las famosas AFP.
A nuestro entender, lo que hay que poner en el centro de la discusión de este proyecto
y del que trataremos después es la crítica situación en que se encuentran los trabajadores del sector público al momento de pensionarse, ya que se produce una disminución drástica de sus remuneraciones, lo cual no estimula el interés de los funcionarios por jubilar, lo que lleva al Estado de Chile a asumir, en la práctica, este llamado daño previsional de las pensiones de los funcionarios públicos, producto de un sistema previsional injusto -digámoslo con todas sus letras-, que condena a esas personas a recibir pensiones paupérrimas.
Por lo tanto, el problema de fondo está en asumir la necesidad de cambiar el actual sistema previsional. ¡Ese es el desafío de nuestro país! Y lo decimos ahora, sin haber participado en el Congreso Nacional durante veinte años, ni tampoco durante el período legislativo anterior. En consecuencia, tenemos toda la impronta moral y ética para sostenerlo. No se nos puede criticar que en veinte años no hicimos nada en el Congreso Nacional, porque durante ese tiempo los comunistas estuvimos ausentes.
Por supuesto, vamos a apoyar el proyecto -no podría ser de otra forma-, pero no podemos dejar de decir lo que estimamos que es nuestra verdad: que existe un sistema previsional que no garantiza pensiones justas para las personas que ingresan al sector pasivo; que la capitalización individual, el ahorro que pertenece a cada uno de los trabajadores, no es más que un engaño y una mentira.
Las personas de más edad recordarán el antiguo sistema de reparto de las cajas de previsión, de las cuales hoy se habla tan mal, que permitía que los trabajadores que quisieran comprarse una casa pidieran un préstamo, de acuerdo con sus haberes y con la indemnización que recibirían cuando jubilaran. ¿Acaso no eran más de ellos esos recursos que cotizaban, que les permitían pedir un crédito habitacional, que hoy les niegan las AFP, no obstante ser simples administradoras de dineros que no les pertenecen?
Lo que hoy estamos haciendo con este proyecto es, simplemente, tapar el forado creado por las AFP. Mientras no enfrentemos el problema con realismo y reconozcamos que, cuando un trabajador deja de ser tal y pasa al sector pasivo, su pensión disminuye drásticamente, debido a lo cual el Estado tiene que tapar el hoyo dejado por las AFP, entonces nunca vamos a asumir que no corresponde presentar estos proyectos de incentivos al retiro de los trabajadores; lo que corresponde hacer es terminar con el sistema de las AFP. Pero como eso no ocurre, porque unos pocos se niegan a cambiarlo, nos vemos enfrentados a aprobar o rechazar proyectos como este. Por supuesto, los comunistas estamos por aprobarlo porque, sin duda, facilita que se pueda tapar el forado generado por las AFP.
Es decir, nuevamente, estamos protegiendo al sector privado. ¡Eso es lo que estamos haciendo con este proyecto! Como las AFP no van a entregar pensiones dignas, nosotros aprobamos proyectos para incentivar el retiro de los trabajadores.
Felicitamos a los dirigentes y dirigentas de los funcionarios públicos, en particular de la Junji, que han cumplido un rol fundamental. En realidad, al aprobarlo, no hacemos otra cosa que apoyar el excelente rol que han cumplido. Por cierto, también estamos apoyando a la Central Unitaria de Trabajadores, que consideró adecuado este proyecto que concede incentivos al retiro a los funcionarios de la Junji. Es decir, no podemos sino escuchar la voz de los funcionarios públicos, especialmente de los dirigentes de la Junji, a quienes respaldamos.
Compartimos el objetivo del proyecto, porque consagra un plan especial de retiro que tendrá vigencia hasta el primer semestre de 2014, en razón de las especiales condiciones de trabajo de los funcionarios de la Junji.
En resumen, la iniciativa busca mejorar los incentivos al retiro vigentes para los funcionarios de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, mediante la bonificación establecida en la ley N° 19.882 y el pago de una bonificación adicional idéntica para todos los estamentos y, en algunos casos, la compatibilidad de sus beneficios con los establecidos en la ley N° 20.305.
Reitero que los diputados del Partido Comunista vamos a votar favorablemente el proyecto porque consideramos que es justo, porque, por una parte, los propios dirigentes así nos lo han pedido y, por otra, porque creemos que el daño previsional debe ser pagado por el Estado. Es cierto que las AFP fueron creadas durante la dictadura, pero el Estado de Chile es uno solo y, por lo tanto, debe reparar su error y el daño que ocasionó a los trabajadores con la creación del sistema de las AFP.
Por eso, queremos decirlo con toda claridad: apoyamos el proyecto, pero creemos que hay una deuda pendiente con los trabajadores de todo el país, cual es la creación de un nuevo sistema de previsión social.
He dicho.
-Aplausos en las tribunas.
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