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El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles.
El señor ROBLES.- Señor Presidente , estamos ante un proyecto que aumenta las penas a un delito específico. Al respecto, me pregunto si el control del delito y del delincuente debe asociarse al aumento de penas, o a que estas se cumplan. Una vertiente apunta a aumentar las penas y la gente recluida. En ese sentido, es bueno recordar que, de acuerdo a estadísticas sobre población penal atendida por Gendarmería, a septiembre de 2012, había aproximadamente cien mil personas recluidas en cárceles chilenas.
Por ello, es bueno plantearse si la solución para combatir el delito es el aumento de penas, sobre todo considerando que hoy Chile, comparativamente con el resto de Latinoamérica, es uno de los países que presenta mayores tasas poblacionales.
Me explicaban que cuando se sorprende a personas que roban vehículos, estas terminan sin pagar por su delito, libres, impunes -por así decirlo-; pero, una vez que esta iniciativa se convierta en ley, la probabilidad de que paguen por él será mayor, pero más racional, de acuerdo con las atenuantes existentes.
En mi opinión, debemos tener presente varias aristas. Primero, tenemos que hacer una persecución más efectiva del delito. Ahí caemos en un problema de país muy serio, que, desde hace años, viene planteando el Ministerio Público, cual es que se desarrolló una reforma procesal penal muy significativa, pero que con el paso del tiempo, ha quedado corta, debido a lo cual hoy los fiscales tienen tal número de causas acumuladas que la persecución de muchos de estos delitos queda en el olvido simplemente porque el agente que debe perseguirlos, es decir, el fiscal, está sobrepasado.
Me parece que hay materias que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara debe resolver. Hace varios años, junto con otros diputados, presentamos un proyecto para que los fiscales puedan ser subrogados -hoy eso no es posible-, pero dicha Comisión todavía no lo estudia. Al respecto, cuando un fiscal hace uso de licencia médica o sale de vacaciones, o, por ejemplo, cuando fiscales damas embarazadas salen con prenatal y, después, con postnatal, durante todo ese tiempo las respectivas causas no las asume absolutamente nadie, porque solamente lo puede hacer otro fiscal. Cuando esto ocurre en provincias, como el fiscal de la causa es uno solo y no puede ser reemplazado por nadie, las causas quedan detenidas.
Reitero, se trata de una materia que deberemos abordar, porque han transcurrido tres o cuatro años desde que presentamos dicho proyecto y la Comisión de Constitución todavía no lo estudia.
Debe existir actividad en relación con la persecución del delito y mejorar las condiciones de las fiscalías y resolver su problema de falta de modernización. De lo contrario, terminaremos replicando lo que ocurría en el anterior sistema con los actuarios: será la secretaria del fiscal quien realizará las actividades administrativas para que el delito se investigue, y si a ella le parece importante, enviará una orden en ese sentido a las policías.
Evidentemente, hay que mejorar la persecución del delito, pero, tal vez más relevante que eso es su prevención. La sociedad ha dejado de lado aspectos que permitan disminuir la delincuencia en su base. En todas las sociedades hay elementos claros en ese sentido, los cuales han sido estudiados; sin embargo, nuestra sociedad no avanza, estamos estancados desde hace tiempo. Uno de esos elementos es la educación; pero es necesario que ella sea de calidad, de manera que la gente, sobre todo la más vulnerable, cuente con instrumentos y capacidades para desarrollar todo su potencial. Asimismo, se requiere contar con liceos y escuelas que brinden a sus alumnos no solo la oportunidad de estudiar y de formarse, sino, además, de incorporarse desde muy niños a otras actividades, como el deporte y la cultura, con lo cual mejoran sus condiciones y disminuye la posibilidad de que caigan en la delincuencia. Eso no lo hacemos.
Hoy, en el Presupuesto de la Nación -lo dije ayer- estamos preocupados de entregar recursos económicos para mejorar estadios del fútbol profesional, donde practican clubes deportivos que tienen dueños. Estamos hablando de importantes recursos del Estado para estadios se utilizan solo los fines de semana por equipos que, reitero, tienen dueños que lucran con fútbol, en lugar de crear, por ejemplo, infraestructura deportiva para jóvenes y niños, a fin de que, en vez de que estén metidos en lugares donde se relacionen con delincuentes, puedan practicar deportes.
Prevención y educación, prevención y deporte, prevención y cultura, van de la mano para evitar este flagelo.
En Comisiones hemos escuchado que la gran mayoría de los delitos que se cometen en el país están asociados, de una u otra forma, al consumo y tráfico o microtráfico de drogas. Por lo tanto, si no actuamos de manera preventiva en un tema tan relevante como el relacionado con las drogas, con esta decisión de aumentar las penas no se avanzará en el control del delito. A mi juicio, no solo hay que penalizar al delincuente y aumentar sus penas para que tenga algún tipo de inhibición en cuanto a la comisión de delitos, sino que lo principal, tiene que ver con la prevención. En suma, hay que avanzar en una cultura de prevención del delito, más que en su persecución o castigo.
Me parece bien el proyecto. Sin embargo, reitero que, como sociedad, es necesario avanzar en forma mucho más activa en la línea de la prevención. Tal vez, los radicales somos demasiado monotemáticos en este planteamiento, pero creemos que la educación es el camino para el desarrollo de los pueblos, es el camino que permite mayor igualdad en la gente, es el camino para poder cambiar una sociedad. Todos sabemos que sociedades más educadas, con mayores posibilidades de desarrollo educacional, tienen más igualdad y menos conflictos delictuales, menos conflictos sociales, menos conflictos en todo sentido; en suma, son sociedades más integradas, con mucho mayor inclusión.
Por eso, en relación con este proyecto, sostengo que más que penalizar con mayor fuerza a los delincuentes, hay que entregar, desde la cuna, mayor educación a nuestra gente para que disminuya este flagelo que afecta a la sociedad.
He dicho.
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