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El señor RECONDO ( Vicepresidente ).- En el Orden del Día, corresponde tratar, en primer lugar, las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley, iniciado en moción, que reforma el Código Penal, tipificando los delitos de robo o hurto de vehículos motorizados, y crea nuevas figuras delictivas, aumentando su penalidad.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado, boletín N° 7481-07. Documentos de la Cuenta N° 1 de este boletín de sesiones.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- En discusión las modificaciones del Senado.
Tiene la palabra el diputado señor Matías Walker.
El señor WALKER.- Señor Presidente , es motivo de gran orgullo y satisfacción para los autores de este proyecto que el mismo se encuentre en su último trámite en la Cámara, luego de que ayer fueran aprobadas por amplia mayoría en la Sala del Senado las modificaciones que introdujo al proyecto la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de esa Corporación.
El proyecto fue aprobado por la Sala por 21 votos a favor, 1 contra y solo 2 abstenciones, lo que indica que la iniciativa, originada en una moción transversal, ha suscitado gran interés, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
En mi calidad de autor de la iniciativa, solicito a la Sala que apruebe las modificaciones del Senado para que el proyecto entre en vigencia lo antes posible.
Para que los colegas tengan una idea, estamos hablando de un delito que solo en 2011 tuvo una ocurrencia de 36 mil casos. Es decir, son alrededor de 100 vehículos los que se sustraen diariamente. Lo cierto es que operan verdaderas mafias que se dedican a robar vehículos, para luego desarmarlos, venderlos por partes y piezas y clonarlos, a fin de enviarlos al extranjero, donde son vendidos o cambiados por drogas. Lamentablemente, este problema se debe a la legalización de los vehículos sustraídos en Chile impulsada por el gobierno de Bolivia.
El proyecto, iniciado en moción, fue trabajado en forma transversal. Fue suscrito por el diputado que habla y por los diputados Pedro Browne , Eduardo Cerda , Fuad Chahín , Felipe Harboe , Cristián Monckeberg , Carlos Montes, René Saffirio , Gabriel Silber y Patricio Vallespín . Quiero agradecer el apoyo que recibimos de la Mesa de la Cámara; de los miembros de la Comisión de Seguridad Ciudadana y de Constitución, Legislación y Justicia; de los presidentes de estas comisiones, señorita Marcela Sabat y señor Cristián Letelier ; de los diputados Giovanni Calderón , Jorge Burgos y de todos los colegas que tuvieron, de alguna manera, injerencia en el perfeccionamiento de esta normativa, que fue mejorada en el Senado, donde -como dije- fue aprobada por la unanimidad de los integrantes de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.
En la actualidad, el robo de un vehículo se asemeja al robo de cualquier especie mueble que sanciona el robo de cosas que se encuentren en bienes nacionales de uso público o en lugares no destinados a la habitación. Si llevamos este delito a una situación extrema, podríamos decir que podría tener la misma pena, en abstracto, que el robo de una silla, mesa o cualquier especie mueble que se encuentre en la vía pública. Pero, ¿qué ocurre? Que tenemos un Código Penal del siglo XIX y, por lo mismo, insistimos en que es necesario modernizarlo.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor RECONDO ( Vicepresidente ).- Señores diputados, les ruego tomar asiento y guardar silencio, a fin de escuchar la intervención del diputado Matías Walker.
Puede continuar su señoría.
El señor WALKER.- Señor Presidente, quiero explicar algo que ha sido motivo de consulta de muchos colegas: en qué innovan las modificaciones del Senado, que recomiendo a la Sala aprobarlas.
¿Cuál es la actual estructura de las penas que establece nuestro Código Penal para los delitos cometidos contra la propiedad? Para el hurto, que está dentro del ámbito de la custodia de la cosa declarada, pero no intensificada según el valor de la cosa, la pena va desde presidio menor en su grado mínimo a máximo. Para el robo con fuerza en las cosas en lugar no habitado, que sería aplicable, por regla general, al caso del robo de automóviles, la pena va de presidio menor en su grado medio a máximo, y para el robo con fuerza en las cosas en lugar habitado, la pena es de presidio mayor en su grado mínimo.
En el caso del robo con intimidación o violencia, la pena va de presidio mayor en su grado mínimo a máximo. La pena que habíamos propuesto para el robo de vehículos, determinada en referencia al artículo 443 del Código Penal, que establece la pena para el delito de robo con fuerza en las cosas en lugar no habitado, cuando el objeto material de la acción se encuentre ubicado en bienes nacionales de uso público o en sitios no destinados a la habitación, lo aumentaba en un grado, es decir, la pena que se proponía era la de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo, en caso de que se pidiera al juez aumentar la pena en un grado. De este modo, se podía llegar a una distorsión de la pena, tanto hacia arriba como hacia debajo de la escala de penalidadades. Esto ocurre porque, tal como nos explicaron los fiscales y los funcionarios de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos de Carabineros, la mayoría de las veces estamos en presencia de detenidos por robo frustrado o tentativa de robo, cuyas penas van de 60 o 40 días, es decir, penas inexistentes para un delito que hoy se ha transformado en un negocio realizado por verdaderas mafias que se dedican a robar vehículos, a desarmarlos y a clonarlos.
Después de escuchar y recoger las propuestas de penalistas como el profesor Bofill , la Comisión de Constitución, siguiendo el espíritu original del proyecto, que era el de aplicar una pena única, determinó que esa pena única fuera la de presidio menor en su grado máximo. Con ello se espera que ella sea lo suficientemente coercitiva para que una persona que se dedique al robo de vehículos cumpla pena privativa de libertad, pero que, a su vez, sea suficientemente proporcional con otros delitos que afectan la esfera de intimidad de las personas. Por lo tanto, se fija un rango máximo de cinco años de pena.
En el caso de la receptación, delito que ha ido en aumento progresivo en nuestro país, se fija una pena mayor, esto es, de tres años y un día, suficientemente proporcional para disminuir este tipo de delitos.
Por último, quiero agradecer -nobleza obliga- el apoyo que hemos recibido del Ejecutivo para la tramitación de este proyecto, a través de la calificación de discusión inmediata.
El proyecto, cuyas modificaciones del Senado es necesario aprobar, debe ser complementado con otras medidas que, desde el punto de vista policial, ha llevado a cabo la Subsecretaría de Prevención del Delito en conjunto con Carabineros, como la utilización de la guía para la prevención del robo de vehículos y accesorios, la aplicación del decreto que obliga a las automotoras a ingresar al país sólo vehículos que cumplan con la norma europea; dotar a Carabineros de un sistema automático de reconocimiento de patentes y la obligación de las importadoras y aseguradoras de implementar todas las medidas de seguridad necesarias.
Todas estas medidas, complementadas con esta iniciativa que solicito a la Sala aprobar, van a permitir, de alguna manera, poner freno a un delito que ha ido en creciente aumento en nuestro país.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Manuel Rojas.
El señor ROJAS.- Señor Presidente , me sumo a las felicitaciones a los autores de este proyecto que aumenta las penalidades relacionadas con el robo de vehículos. La Segunda Región, que represento, es una de las más vulnerables a tal ilícito.
El diputado Walker ha planteado que la iniciativa no sólo apunta a incrementar las penas al contemplar la medida de presidio para quien cometa ese delito, sino que también busca fortalecer algunas zonas del país que son más vulnerables al robo de vehículos, cuyo destino es Bolivia. Muchas camionetas son robadas en la actividad minera y traslada-
das a Bolivia, donde son reducidas y cambiadas por drogas.
Debido a nuestra vulnerabilidad fronteriza, que tiene entre sus causas una fiscalización muy limitada, no sólo debemos aprobar ciertos cambios al Código Penal, sino que llamar la atención del Gobierno en relación con este tema. Es necesario fortalecer el Plan Frontera Ssgura. Repito, la frontera norte del país presenta vulnerabilidades, lo que facilita el tráfico de drogas, del que forma parte el robo de vehículos, puesto que, como señalé, estos son llevados a Bolivia para ser reducidos y cambiados por estupefacientes.
En relación con este problema, hace un tiempo pedimos que Cancillería actuara a fin de recuperar los vehículos que se encuentran en Bolivia. Lamentablemente, nuestras autoridades tuvieron una actitud pasiva, la que además se vio perjudicada por un acuerdo del Parlamento de Bolivia que autorizó la regularización de estos vehículos, sin tener ningún antecedente a la vista. A través de ese procedimiento, se regularizaron aproximadamente 75 mil vehículos, muchos de los cuales fueron robados en Chile.
Las modificaciones introducidas por el Senado deben ser aprobadas -estoy seguro de que así será-, porque al establecer una penalidad mayor -el presidio-, este actuará como un elemento disuasivo para la comisión del robo de vehículos. Con todo -insisto-, la iniciativa debe complementarse con la adopción de otras medidas, especialmente aquellas destinadas a superar la vulnerabilidad existente en la zona fronteriza, en particular en la Segunda Región.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Jorge Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente , me uno a las felicitaciones al diputado Walker
por impulsar esta iniciativa que aumenta las penalidades para el delito de robo de vehículos, el que lamentablemente ha ido in crescendo en nuestro país, sobre todo en la zona norte.
El robo de vehículos es una realidad que se vive día a día en todas nuestras comunas. Por ejemplo, en la comuna de San Carlos, en los últimos meses, todas las semanas se roban, a plena luz del día, toda clase de vehículos. Los ciudadanos se sienten impotentes al ver cómo este tipo de delitos aumenta, a pesar de que en muchas comunas se ha instalado el plan cuadrante y que el mismo se ha extendido a comunas de menor tamaño, lo cual se agradece. La respuesta, desde el punto de vista legislativo, es aumentar la pena a presidio menor en su grado máximo, es decir, a cinco años, lo cual puede contribuir, a mi juicio, a generar una señal potente para disminuir este tipo de delitos.
He pedido la palabra para reiterar lo que muchos parlamentarios hemos señalado con antelación: nuestro Código Penal ya no resiste más enmiendas, colgajos o modificaciones que van alterando su sentido original. Hay que recordar que nuestro Código Penal, que data de 1874, es el segundo más antiguo del mundo, después del de Bélgica.
Muchos parlamentarios hemos sugerido formar una comisión de estudio para redactar un nuevo Código Penal, pues necesitamos un corpus más moderno que se haga cargo de las nuevas realidades, como los ciberdelitos que se cometen a través de las redes sociales y de internet.
Hoy, la opinión pública está conmocionada con los delitos de prostitución y pornografía infantil que se han dado a conocer. Muchos de ellos se inician a través de las redes sociales, que forman una verdadera red de encubrimiento frente a este tipo de delitos.
Ante esa situación, no basta con modificar parcialmente nuestro Código Penal. Derechamente, debemos pensar en una nueva redacción, como lo ha hecho Alemania, que cuenta con uno de los códigos penales más modernos del mundo.
También debemos hacernos cargo de la asimetría que mantiene nuestro Código Penal en relación con los delitos contra la propiedad y la vida. Los primeros son penados con mucho mayor rigor que los segundos. Esta realidad también se traslada a los tribunales. Hace algunos meses fuimos mudos testigos de cómo una persona, asesina confesa, fue dejada en libertad por un juzgado de garantía. A partir de esos casos vemos que la respuesta no puede ser, simplemente, modificar en forma parcial una norma, sino que hacernos cargo de la nueva realidad existente.
Reitero mis felicitaciones al diputado Matías Walker por impulsar esta iniciativa, que da respuesta inmediata a una situación que afecta especialmente al norte de Chile, cual es el robo de vehículos motorizados. Asimismo, recalco nuestra voluntad y disponibilidad para enfrentar este nuevo escenario con la redacción de un nuevo Código Penal. En ese sentido, sugerimos al ministro de Justicia que reactive la comisión de estudio que constituyó el ex Presidente de la República Eduardo Frei Ruiz-Tagle , que convocó a los más insignes juristas del país. Por desgracia, luego se dejó estar y no continuó su trabajo. Otra alternativa es actuar en forma más radical y facultar a nuestra Comisión de Constitución, Legislación y Justicia para que aborde este tema con la premura que se requiere.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Cristián Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente , en primer lugar, felicito al diputado Matías Walker , porque sólo por su tesón y reiterada preocupación este proyecto se convertirá en ley de la República. Con todo, el Senado le introdujo modificaciones bastante sustanciales en relación con las penas.
Desde el punto de vista de la doctrina, el tipo penal es adecuado tanto en lo que se refiere al robo de vehículos como a su receptación.
Nada sacamos con aprobar proyectos como este, que sin duda son importantes, si no los acompañamos con normas adjetivas, sobre todo en cuanto al funcionamiento de la justicia y de sus instituciones auxiliares. Quienes hemos sido víctimas de robo de vehículos vemos que, lamentablemente, la ciudadanía no tiene la respuesta que merece respecto de esta clase de delito.
Cuando un ciudadano es víctima de un robo de vehículo, muchas veces la fiscalía no lo escucha. Sólo envía una carta a su domicilio, a través de la cual comunica que, lamentablemente, no cuenta con mayores antecedentes, y que si el afectado los tiene, se acerque a la fiscalía. La ciudadanía afectada por esta clase de delitos u otros de igual naturaleza queda muy frustrada y enrabiada. Por eso, deberíamos complementar esta legislación con una que establezca que la víctima de esta clase de delito tiene la obligación de ser escuchada, al menos por el Ministerio Público.
Por desgracia, este tipo de delito se encuentra en aumento. La clase media es la más desfavorecida, porque lucha por comprar un vehículo, el cual muchas veces queda bajo la figura de prenda sin desplazamiento, y a menudo se lo roban y nunca más sabe de su paradero.
Celebramos que la Subsecretaría de Prevención del Delito esté trabajando en esta materia. A algunos diputados nos llegó una minuta que contiene algunas medidas de prevención para evitar el robo de vehículos. Por ejemplo, señala que se promulgó un decreto que obliga a las automotoras a ingresar al país sólo vehículos que cumplan con la norma europea, vale decir, que incorporen el sistema inmovilizador de motor o uno superior a éste.
Agrega que se dotó a Carabineros del Sistema Automático de Reconocimiento de Patentes (SARP), modernas cámaras que van en la parte superior de los radiopatrullas y que son capaces de leer patentes a gran velocidad y detectar si presentan algún encargo por robo.
Expresa que igual tecnología ya opera desde el año pasado en todas las autopistas concesionadas de la Región Metropolitana, las que a través de los pórticos son capaces de detectar on line si un vehículo ha sido sustraído.
Agrega que se está trabajando en el diseño de nuevas placas de patentes que incorporen mayores medidas de seguridad imposibles de adulterar.
Añade que junto a la PDI se crearon Grupos Especiales en Bienes Robados (GEBRO) para atacar la reventa de partes y piezas. Se trata del delito de receptación, que es la figura que se incorpora al artículo 456 bis A del Código Penal.
Por ende, la aprobación de esta disposición en debate es una de las partes que se necesita para resolver el problema. Es menester aumentar las penas en caso del robo de vehículos, aplicar las medidas sugeridas por el Gobierno a través de la Subsecretaría de Prevención del Delito y esperar mayor colaboración de la nueva justicia penal, en términos de que la víctima sea escuchada y la investigación sea más amplia, a fin de evitar el archivo de las causas por falta de pruebas.
Con mucha alegría, contribuiremos con nuestro voto a aprobar las modificaciones introducidas por el Senado, que contribuyen a que los delincuentes se vean amenazados con prisión preventiva. Sin duda, en el robo de un vehículo es necesario el aumento de la pena.
Un diputado manifestó denantes que no hay simetría entre las penas que se aplican a los delitos contra la vida y el ataque a la propiedad. En la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia se están estudiando dos proyectos de ley -soy autor de uno de ellos-, mediante los cuales se aumenta la pena en relación con el homicidio simple, de manera de asignar la pena de presidio mayor en su grado mínimo. Se busca instaurar una simetría en relación con los delitos contra la propiedad, porque el bien jurídico de la vida es más importante que el bien jurídico relacionado con la propiedad.
Por las consideraciones señaladas, votaremos favorablemente las indicaciones introducidas por el Senado y reiteramos nuestras felicitaciones al diputado Matías Walker .
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Jorge Burgos.
El señor BURGOS.- señor Presidente, sean mis primeras palabras para sumarme a las congratulaciones a los autores de este proyecto, en particular a mi colega Matías Walker, por impulsarlo con mucha fuerza.
Las modificación del Senado, sobre todo la introducida a través de la letra a. del número 1) del artículo único, resulta muy pertinente, pues establece una pena más clara y no permite una divagación mayor a la hora de concretarla en el caso específico. En consecuencia, le damos todo nuestro apoyo.
Sin embargo, quiero decir algo a propósito de lo expresado por el diputado que me antecedió en el uso de la palabra.
Hay gente de la Alianza -no toda, probablemente, pero me baso en la intervención que acabo de escuchar- que es bastante notable en materia de seguridad pública. Hace tres años, la culpa del aumento de los delitos y de la inseguridad pública estaba radicada esencialmente en quienes gobernábamos en esa época. Se dijo que el recreo de la delincuencia se iba a acabar, que se le iba a poner un candado a la puerta giratoria, que se acababa la mano blanda. Probablemente, a través de ese discurso, se captaron votos, porque la gente se preocupa por la inseguridad, y hay personas que tienen la ingenuidad de creer que la delincuencia se derrota con monsergas. Pero ello no es así: la inseguridad se derrota con la aplicación de medidas concretas, con inteligencia, con estudios de proyectos de ley, con propuestas de seguridad pública y de contención social del delito.
Ahora, como no se le puede echar la culpa a los que gobernaban antes, ahora le tocó el turno al Ministerio Público. Cada vez que se presenta un proyecto de una naturaleza como ésta, buena parte del discurso es para golpear al Ministerio Público, como si el tema fundamental estuviera radicado en ello; como si el tema del aumento de ciertos elementos de delincuencia e inseguridad fueran de responsabilidad del persecutor.
Pongámosle seriedad e inteligencia a este debate. Dejemos atrás el populismo y la demagogia. Este proyecto tiene esa lógica. Por eso, lo vamos a apoyar.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Jorge Ulloa.
El señor ULLOA.- Señor Presidente , primero, quiero señalar que respecto del proyecto, cualquier idea que ayude a evitar, a desincentivar y a sancionar el robo o hurto de vehículos me parece razonable y necesaria. Sin embargo, las modificaciones introducidas por el Senado, siendo razonables, no logran ayudar del todo al tema en cuestión.
Señalaré lo siguiente para tener la opinión de mis colegas.
Si un vehículo es hurtado o robado, se da cuenta a Carabineros, a la autoridad competente y a los tribunales. Sin embargo, cuando los vehículos requieren un nuevo certificado de revisión técnica, este se entrega sin pedir ningún antecedente. Aquí tenemos una dificultad que podríamos solucionar. ¿De qué manera? Con la obligación de que cuando se otorgue un certificado de revisión técnica, exista una coordinación con quienes elaboran el listado de vehículos robados que manejan las policías.
Las empresas facultadas para otorgar los certificados de revisión técnica no tienen la obligación de cotejarlos con los permisos de circulación. Por lo tanto, se puede robar o hurtar un auto en Valparaíso y en tres o cuatro meses más, cuando se requiere el permiso de circulación, se viaja a Viña del Mar y este se obtiene sin ningún problema.
Si se enfrenta la dificultad que señalo, se podría ayudar a disminuir la inmensa cantidad de robos o hurtos de vehículos. En tal sentido, estamos preparando un proyecto de ley, porque la falencia existe.
Me gustaría que mis colegas se refirieran a la materia, porque si no enfrentamos lo que acabo de señalar, vamos a enfrentarnos a un problema mayor.
Quiero agregar que una dama llegó a mi oficina de Talcahuano y me dijo: “Mire, diputado , acabo de perder una camioneta. Me la robaron. Era mi camioneta de trabajo. Y sucede que yo he debido hacer las investigaciones del caso. Finalmente concluí que quienes sustrajeron el vehículo consiguieron en Chillán una nueva revisión técnica, pero los responsables no cotejaron antecedentes.”.
Por lo tanto, es nuestra obligación corregir un defecto como éste, y obligar a que exista una coordinación para que cuando sea necesario obtener un nuevo certificado de revisión técnica, éste pueda ser examinado por algún servicio, como la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos Motorizados, de Carabineros.
El aumento de sanciones me parece bien, es razonable, pero hay que ir más allá, e impedir que circulen los vehículos robados o hurtados. Quería señalarlo porque la alternativa me parece buena y razonable. Para solucionar el problema que me planteó esa dama, deberíamos transformar pronto en ley lo que he sugerido, lo cual dejo a la reflexión de mis distinguidos colegas.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Felipe Harboe.
El señor HARBOE.- Señor Presidente , en primer lugar, quiero felicitar al diputado señor Matías Walker , quien ha sido impulsor del proyecto. También, quiero agregar que invitó a varios parlamentarios a patrocinarlo. Además, ha seguido su tramitación en el Senado, donde le introdujo modificaciones a fin de perfeccionarlo. Ello permitirá a la Cámara de Diputados despachar un muy buen proyecto que va a tener una aplicación práctica muy importante.
Según las estadísticas oficiales de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos, en Chile se roban 90 vehículos al día. Algunos pertenecen a familias de nivel económico alto; otros, a familias esforzadas o que utilizan el vehículo como medio no sólo de transporte familiar, sino que, además, en algunos casos, como instrumento de trabajo.
En consecuencia, la necesidad de adoptar medidas destinadas a prevenir este tipo de robos es fundamental para salvaguardar la propiedad de las familias, pero también para su tranquilidad.
Las soluciones no son exclusivas del ámbito penal. El derecho penal establece sanciones punitivas cuando el delito se ha cometido. Ello es muy importante porque la norma actúa como un elemento disuasivo, como un incentivo a la persecución penal eficiente, y, también, como un desincentivo para el delincuente, pues este sabrá que de ahora en adelante la penalidad será mucho mayor.
Cuando discutimos el proyecto en primer trámite constitucional, nos referimos a la necesidad de contar con una política pública al respecto. En esa política pública participó la Subsecretaría de Prevención del Delito, que se sumo a esta idea. Gracias a ello, se logró introducir una modificación administrativa importante destinada a establecer que cualquier empresa importadora de vehículos, si quiere ingresar al país nuevos vehículos, debe cumplir con los estándares más altos que existen a nivel mundial -los de la Comunidad Europea- en materia de seguridad: me refiero particularmente a la incorporación de un sistema inmovilizador para evitar el robo o hurto de vehículos.
En segundo lugar, se implementó y masificó un plan piloto -la idea venía fraguándose desde hace un tiempo- que dota a Carabineros de un sistema automático de reconocimiento de patentes. Este consiste en incorporar a los radiopatrullas de un sistema tecnológico que va chequeando las patentes de los autos que se encuentran estacionados. Si detecta que alguna de esas patentes figura en la base de datos de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos, inmediatamente produce una alerta.
En consecuencia, se han ido adoptando medidas importantes.
La propuesta hecha por el diputado Ulloa es buena, puesto que como todos los vehículos usados requieren, para transitar, de un certificado de revisión técnica, se podría establecer, por ejemplo, que las plantas de revisión técnica tuvieran acceso, de manera desagregada, a las placas patentes que se encuentran registradas en la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos de Carabineros de Chile. Como el vehículo está obligado a pasar por esa revisión, ello podría ser un elemento coadyuvante para la detección de vehículos encargados por robo.
Algunos colegas también han planteado la necesidad de adoptar otras medidas, como, por ejemplo, que con la renovación del permiso de circulación se exija la exhibición del vehículo, porque muchas veces dichas placas son adulteradas o cambiadas por otras, o los números del chasis alterados, por lo que no coinciden con el original del vehículo. En consecuencia, se está adoptando un conjunto de medidas administrativas y otras más.
Creo que el proyecto de ley avanza en un ámbito muy importante, por cuanto establece un aumento de la penalidad en el caso del robo de vehículos, modificando el artículo 443 del Código Penal, al establecer que “si el delito a que se refiere el inciso precedente -es decir, el robo- recayera sobre un vehículo motorizado, se impondrá la pena de presidio menor en su grado máximo.”. Es decir, utilizando el tipo penal del robo, se establece una figura particular, especial, en el caso del robo de vehículos, asignándole una pena mayor que la que tiene actualmente.
Probablemente, algunos dirán -y comparto esa tesis- que existe una desproporción en nuestra legislación, o una asimetría entre las sanciones penales asignadas a los delitos contra la vida respecto de aquellos cometidos contra la propiedad. Eso es cierto, porque hemos ido modificando el Código Penal y las enmiendas introducidas no necesariamente han sido armónicas. Pero también es cierto que tal asimetría proviene del Código Penal de 1874, lo cual debe ser corregido.
Por eso, el grupo de expertos que constituyó el ex Presidente Ricardo Lagos para modificar el Código Penal y actualizarlo conforme a las nuevas realidades avanzó bastante en esa materia. A mi juicio, sería bueno reactivar ese equipo, porque así como recientemente se ha puesto en funcionamiento el nuevo Código Procesal Civil, ojalá prontamente hagamos una reforma al Código Penal. Cuando se establezcan algunas penas, es muy importante que sean proporcionales al bien jurídico protegido. Por lo pronto, los ataques contra la vida, la integridad física y la libertad sexual tienen una mayor sanción que los delitos contra la propiedad, lo que no obsta a hacerse cargo de realidades como las que estamos discutiendo.
Considero que el proyecto es adecuado en la forma y proporcional desde el punto de vista de la sanción y, además, significará un aporte importante para desincentivar la actividad delictual del robo de vehículos motorizados.
Cuando se observan los rankings de los lugares donde más se roban vehículos, la primera comuna que aparece señalada es Santiago. ¿Por qué ocurre aquello? Porque se produce un fenómeno situacional. El delito es un fenómeno más global que solo el acto puntual. En la comuna de Santiago hay una proliferación de viviendas con fachada continua y que no tienen estacionamiento, razón por la cual una familia que adquiere un vehículo está obligada a estacionarlo en la calle y, en consecuencia, ello aumenta el nivel de vulnerabilidad si no se cuenta con las medidas de protección adecuadas. Por lo tanto, el proyecto ayudará al control de ese tipo de delitos.
Insisto, quiero celebrar lo hecho por la Subsecretaría de Prevención del Delito en esta materia y, además, incentivar a realizar otras modificaciones administrativas que apunten en la dirección de disminuir el robo de vehículos.
Reitero mis felicitaciones por la moción legislativa y, además, por la perseverancia de su autor de efectuar las correcciones pertinentes en el Senado.
Por lo tanto, sugiero a la Sala aprobar las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto en debate.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Arturo Squella.
El señor SQUELLA.- Señor Presidente , al revisar las modificaciones introducidas por el Senado, francamente me quedo con el texto original del proyecto ingresado y tramitado en la Comisión de Seguridad Ciudadana y Drogas y analizado y aprobado por la Sala de la Cámara de Diputados. Sin embargo, no por eso dejaré de aprobar tales enmiendas.
De acuerdo con las intervenciones de los diputados que representan a las distintas bancadas, se entiende que estarían los votos para aprobar el proyecto. Me quedo con la agilidad y la importancia de contar cuanto antes con una modificación a ese tipo penal que sanciona más severamente los delitos que afectan a la propiedad, particularmente a los vehículos motorizados. Si vamos a la matriz del proyecto, eso es lo que precisamente se busca.
Cabe destacar que no deja de ser curioso -no lo digo para llamar la atención de alguien- que el proyecto haya sido redactado por un diputado de la Concertación. En muchas oportunidades, durante la discusión y tramitación de proyectos que hemos presentado en las Comisiones de Constitución, Legislación y Justicia y en la de Seguridad Ciudadana y Drogas, a fin de aumentar las penas de algunos ilícitos, nos hemos encontrado con un portazo y con una fuerte oposición por parte de los diputados de la Concertación. Por lo mismo, es sano -creo que le hace bien a la democracia- destacar que hayamos cedido en ese punto, no solo porque el proyecto haya sido redactado por el diputado Matías Walker , quien explicó muy bien los alcances técnicos, sino que, además, porque fue firmado por algunos parlamentarios de la Concertación.
Teniendo presente esa apertura y sabiendo que el hecho de aumentar las penas de los distintos tipos penales no es el único camino para combatir la delincuencia, también es importante -como dijo el diputado Harboe- desincentivar ese tipo de conductas. Desde luego, modificar algunos tipos penales que, incluso, provienen del siglo pasado, contribuye a combatir la delincuencia.
Invito a los diputados de la Concertación a revisar particularmente un proyecto de acuerdo que importa a muchos ciudadanos. Tal como ocurrió con esta iniciativa, sería muy conveniente que el Ejecutivo asigne urgencia al proyecto que aumenta las penas en caso de homicidio y de lesiones contra funcionarios policiales. En verdad, es uno de los proyectos que está esperando la ciudadanía. Durante mucho tiempo hemos escuchado argumentos de algunos diputados de la Concertación en el sentido de que esa no es la manera de combatir la delincuencia y de enfrentar una situación que se va incrementando día a día. Sin embargo, dada la apertura que hemos visto durante esta discusión, es razonable que lo tengamos a la vista.
Por otra parte, es justo destacar el trabajo realizado por la Subsecretaría de Prevención del Delito. Si bien esta modificación legal todavía no está vigente -espero que hoy despachemos la iniciativa para que, a la brevedad, se convierta en ley de la República, el robo de vehículos motorizados ha disminuido. En efecto, hace seis meses o un año el promedio diario de robos era de entre ciento diez y ciento veinte vehículos motorizados, pero hoy esa en torno a los setenta u ochenta casos. Eso no es casualidad ni fruto de las tendencias o de la espontaneidad de los delincuentes, sino de una serie de medidas que se han adoptado.
En ese sentido, deseo destacar el trabajo para educar a la ciudadanía y a los propietarios de vehículos motorizados mediante guías de autocuidado; la medida de subir, vía reglamento, el estándar de los vehículos que se comercializan en el país; la labor de las policías, que han realizado un escaneo de placas patente para detectar vehículos robados antes de que sean sacados del país; el trabajo conjunto con las autopistas concesionadas para detectar vehículos motorizados robados; el esfuerzo que se ha hecho en conjunto con las aseguradoras para incentivar el establecimiento de medidas de control que dificulten el robo de vehículos motorizados, y el hecho de que el Gobierno haya puesto discusión inmediata al proyecto de ley en estudio. La ciudadanía espera que el Ejecutivo le ponga urgencia a iniciativas como esta. Al respecto, nos hemos enterado -hoy es noticia- de que el Gobierno estaría poniendo discusión inmediata a ciertos proyectos que solo responden al interés de unos pocos, de ciertas ONG, cediendo en definitiva ante ciertas presiones.
A mi juicio, es justo destacar cuando se hace lo correcto, como ocurre con el impulso de la iniciativa en estudio, despachada por el Senado en segundo trámite constitucional. Por eso, espero que hoy la Cámara le preste su aprobación con una alta votación, de manera que quede en condiciones de convertirse en ley, que es lo que la ciudadanía está esperando.
Por último, ya que colegas se han referido a los proyectos de modificación de otros tipos penales, pienso que hay abandonar la lógica de que no se debiera tocar el Código Penal si no se hace de una sola vez, porque eso nos ha impedido hacer cambios tan lógicos como uno que se ha comentado acá: la modificación de la pena que se aplica a quien comete homicidio simple, que hoy es incluso más baja que la que se aplica contra quienes cometen algunos delitos contra la propiedad.
Si bien debiéramos retomar el trabajo sistematizado de coordinación de la comisión que en algún momento funcionó para estudiar la modificación del Código Penal en forma integral, es importante no abandonar el análisis de iniciativas como la que conocemos hoy, que quizá se puede realizar en forma individual, porque evidentemente responden a un clamor ciudadano, como ocurre, por ejemplo, en materia de poner freno al robo de vehículos motorizados. Reitero que en esto ya ha habido logros, gracias a la labor de la Subsecretaría de Prevención del Delito, la que, por cierto, tendrá un gran espaldarazo el día de mañana cuando entre en vigencia esta modificación legal, que aumenta severamente las penas.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Alfonso de Urresti.
El señor DE URRESTI.- Señor Presidente , hemos escuchado el debate en relación con este proyecto, que tipifica como delito autónomo el robo o hurto de vehículos motorizados, y establece sanciones especiales para quienes lo cometen.
Felicito a los autores de la iniciativa, que se hace cargo de una problemática nacional que cada vez afecta a más sectores; que de manera transversal, impacta incluso a mucha gente que tiene su vehículo para trabajar, para ganarse la vida, pero que de la noche a la mañana, es víctima de este flagelo.
Por una consideración basada en principios, estimo que la elevación de las penas no es siempre una buena fórmula para hacer frente a cada uno de los delitos. Lo planteo, porque muchas veces la sobrerreacción lleva al legislador a elevar las penas para inhibir o desincentivar la comisión de delitos. Sin embargo, en este caso se cumple el objetivo buscado, porque la iniciativa refuerza, tipifica e identifica tipos penales especiales y autónomos para el robo o hurto de vehículos, y entrega más herramientas a las policías.
Reitero mis felicitaciones a los autores del proyecto. -veo en la Sala a algunos, como los diputados señores Walker y Harboe-, y a quienes lo han defendido.
En mi opinión, es fundamental generar una nueva política pública en esta materia, especialmente desde la Subsecretaría de Prevención del Delito, de manera de avanzar en aspectos tales como el combate anticipado del delito y la educación de la población.
En la minuta que entregó la Subsecretaría de Prevención del Delito vemos una serie de normas que se han ido adoptando, por ejemplo, que los vehículos que ingresen a Chile cumplan con la norma europea, vale decir, que incorporen el sistema de inmovilizador u otro superior a este; que las aseguradoras premien mediante rebaja de la prima a los dueños de vehículos que tengan inmovilizador; el establecimiento de un nuevo sistema de placas patente y de una tercera placa digital, para identificar de mejor forma el vehículo y evitar que sea desguazado, y la dotación a las policías de mejores instrumentos y de mayor capacitación para perseguir el delito.
Todas estas normas son complementarias al instrumento legal que entregaremos a los tribunales de justicia para que se avance en el tema.
A mi juicio, es necesario tener una política clara y constante en relación con las policías.
Es importante hacer un alcance respecto del uso de tecnología y de la implementación de estas medidas en las regiones. Muchos diputados presentes somos de regiones y representamos territorios donde Carabineros y la PDI no siempre cuentan con el instrumental, la dotación técnica y el personal para perseguir estos delitos. Actualmente, en muchas pequeñas ciudades de sectores rurales se comenten estos delitos. El vehículo es hurtado, se le cambian las placas patente, se pinta de otro color; en suma, se afecta su fisonomía, lo que impide que las policías puedan recuperarlo.
Por eso, desde el punto de vista penal, avanzamos al modificar el Código Penal para tipificar el robo de vehículos motorizados como delito autónomo, porque significará la entrega de un instrumento efectivo a los jueces. Sin embargo, reitero el carácter imprescindible de la educación y las políticas permanentes en que ha estado trabajando la Subsecretaría de Prevención del Delito: educación con los municipios y trabajo en conjunto con distintos establecimientos. Es importante que los estacionamientos públicos también incorporen normas de prevención y de protección para quienes dejan ahí sus vehículos.
En síntesis, todas las medidas indicadas y la futura ley permitirán contar con una mejor fiscalización y sanción del delito.
Por lo expuesto, anuncio mi voto favorable para este proyecto de ley.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la diputada Marcela Sabat.
La señorita SABAT (doña Marcela).- Señor Presidente , tuve el honor de presidir la Comisión de Seguridad Ciudadana y Drogas cuando se tramitó en dicha instancia este proyecto. Al respecto, en concordancia con lo planteado por el diputado Squella , me quedo con el proyecto original, y felicito a su autor, el diputado señor Walker , por el ahínco que ha puesto en él.
El proyecto de ley en estudio, iniciado en moción, responde a un problema que afecta al distrito que represento, integrado por las comunas de Ñuñoa y Providencia, que son, lamentablemente, las que más se ven afectadas por el robo de vehículos. Por eso, imagino que los vecinos de dichas comunas estarán muy contentos si hoy la Sala despacha la iniciativa.
Quiero destacar que el proyecto no fue discutido al tenor de la euforia de hechos recientes o con la irresponsabilidad de ganar sólo rédito político, como ha ocurrido muchas veces por la histeria legislativa que provocan de repente algunos proyectos. En efecto, la iniciativa es una respuesta al drama de miles de chilenos que han sido despojados de gran parte de su patrimonio -el más preciado, después de una casa- o, peor aún, de su herramienta de trabajo, como les ha ocurrido a cientos de taxistas que han sufrido el robo de su vehículo.
Está de más decir que el automóvil -inexistente en la época en que se dictó al Código Penal- dejó de ser un bien de lujo; al contrario, es un bien necesario, el segundo más preciado después de la casa propia.
El robo de vehículos está en directa sintonía con otros ilícitos, como el robo de cajeros automáticos o el asalto de bancos cometidos con automóviles robados, lo que hace aún más urgente su penalización de manera más severa. Por eso, destaco la preocupación y respuesta del Gobierno al poner urgencia a este proyecto. Junto con el diputado Walker y otros colegas solicitamos esta urgencia, tuvimos una muy buena acogida. Por consiguiente, agradezco que hoy estemos discutiendo esta iniciativa en la Sala.
El bien jurídico protegido es la propiedad. Por cierto, debemos ser más o menos severos, dependiendo de los bienes de que se trate; pero, en este caso, como lo he manifestado, se trata de un bien fundamental en las economías domésticas y, por qué no decirlo, también para el crecimiento económico del país.
Reitero mis felicitaciones a los mocionantes y, aunque no firmé la iniciativa, la siento como propia, porque formé parte de quienes ayudaron a que hoy se encuentre próxima a su despacho y posterior promulgación.
Como dije, me correspondió presidir la Comisión de Seguridad Ciudadana y Drogas cuando se tramitó en dicha instancia la iniciativa en estudio, oportunidad en la cual advertí que el trabajo político realizado en forma transversal sí es eficiente y permite brindar solución a muchas necesidades urgentes de los chilenos.
Tal como lo han planteado los diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, quiero extender mis felicitaciones a la Subsecretaría de Prevención del Delito, que ha puesto todos sus esfuerzos para que este delito disminuya, de manera que los vehículos, bienes que hoy son tan preciados por los chilenos, queden menos expuestos a la acción de delincuentes que hacen un verdadero negocio con posterioridad a su robo.
Quiero aclarar que no soy partidaria de los aumentos de penas como solución a la problemática criminal, pero creo que hay que establecer diferencias desde el punto de vista punitivo cuando se trata de bienes que inciden en la comisión de otros ilícitos, que afectan en forma tan profunda a tantos chilenos.
Por lo tanto, hago un llamado para que la honorable Sala apruebe hoy, ojalá por unanimidad, este proyecto tan esperado por la ciudadanía.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles.
El señor ROBLES.- Señor Presidente , estamos ante un proyecto que aumenta las penas a un delito específico. Al respecto, me pregunto si el control del delito y del delincuente debe asociarse al aumento de penas, o a que estas se cumplan. Una vertiente apunta a aumentar las penas y la gente recluida. En ese sentido, es bueno recordar que, de acuerdo a estadísticas sobre población penal atendida por Gendarmería, a septiembre de 2012, había aproximadamente cien mil personas recluidas en cárceles chilenas.
Por ello, es bueno plantearse si la solución para combatir el delito es el aumento de penas, sobre todo considerando que hoy Chile, comparativamente con el resto de Latinoamérica, es uno de los países que presenta mayores tasas poblacionales.
Me explicaban que cuando se sorprende a personas que roban vehículos, estas terminan sin pagar por su delito, libres, impunes -por así decirlo-; pero, una vez que esta iniciativa se convierta en ley, la probabilidad de que paguen por él será mayor, pero más racional, de acuerdo con las atenuantes existentes.
En mi opinión, debemos tener presente varias aristas. Primero, tenemos que hacer una persecución más efectiva del delito. Ahí caemos en un problema de país muy serio, que, desde hace años, viene planteando el Ministerio Público, cual es que se desarrolló una reforma procesal penal muy significativa, pero que con el paso del tiempo, ha quedado corta, debido a lo cual hoy los fiscales tienen tal número de causas acumuladas que la persecución de muchos de estos delitos queda en el olvido simplemente porque el agente que debe perseguirlos, es decir, el fiscal, está sobrepasado.
Me parece que hay materias que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara debe resolver. Hace varios años, junto con otros diputados, presentamos un proyecto para que los fiscales puedan ser subrogados -hoy eso no es posible-, pero dicha Comisión todavía no lo estudia. Al respecto, cuando un fiscal hace uso de licencia médica o sale de vacaciones, o, por ejemplo, cuando fiscales damas embarazadas salen con prenatal y, después, con postnatal, durante todo ese tiempo las respectivas causas no las asume absolutamente nadie, porque solamente lo puede hacer otro fiscal. Cuando esto ocurre en provincias, como el fiscal de la causa es uno solo y no puede ser reemplazado por nadie, las causas quedan detenidas.
Reitero, se trata de una materia que deberemos abordar, porque han transcurrido tres o cuatro años desde que presentamos dicho proyecto y la Comisión de Constitución todavía no lo estudia.
Debe existir actividad en relación con la persecución del delito y mejorar las condiciones de las fiscalías y resolver su problema de falta de modernización. De lo contrario, terminaremos replicando lo que ocurría en el anterior sistema con los actuarios: será la secretaria del fiscal quien realizará las actividades administrativas para que el delito se investigue, y si a ella le parece importante, enviará una orden en ese sentido a las policías.
Evidentemente, hay que mejorar la persecución del delito, pero, tal vez más relevante que eso es su prevención. La sociedad ha dejado de lado aspectos que permitan disminuir la delincuencia en su base. En todas las sociedades hay elementos claros en ese sentido, los cuales han sido estudiados; sin embargo, nuestra sociedad no avanza, estamos estancados desde hace tiempo. Uno de esos elementos es la educación; pero es necesario que ella sea de calidad, de manera que la gente, sobre todo la más vulnerable, cuente con instrumentos y capacidades para desarrollar todo su potencial. Asimismo, se requiere contar con liceos y escuelas que brinden a sus alumnos no solo la oportunidad de estudiar y de formarse, sino, además, de incorporarse desde muy niños a otras actividades, como el deporte y la cultura, con lo cual mejoran sus condiciones y disminuye la posibilidad de que caigan en la delincuencia. Eso no lo hacemos.
Hoy, en el Presupuesto de la Nación -lo dije ayer- estamos preocupados de entregar recursos económicos para mejorar estadios del fútbol profesional, donde practican clubes deportivos que tienen dueños. Estamos hablando de importantes recursos del Estado para estadios se utilizan solo los fines de semana por equipos que, reitero, tienen dueños que lucran con fútbol, en lugar de crear, por ejemplo, infraestructura deportiva para jóvenes y niños, a fin de que, en vez de que estén metidos en lugares donde se relacionen con delincuentes, puedan practicar deportes.
Prevención y educación, prevención y deporte, prevención y cultura, van de la mano para evitar este flagelo.
En Comisiones hemos escuchado que la gran mayoría de los delitos que se cometen en el país están asociados, de una u otra forma, al consumo y tráfico o microtráfico de drogas. Por lo tanto, si no actuamos de manera preventiva en un tema tan relevante como el relacionado con las drogas, con esta decisión de aumentar las penas no se avanzará en el control del delito. A mi juicio, no solo hay que penalizar al delincuente y aumentar sus penas para que tenga algún tipo de inhibición en cuanto a la comisión de delitos, sino que lo principal, tiene que ver con la prevención. En suma, hay que avanzar en una cultura de prevención del delito, más que en su persecución o castigo.
Me parece bien el proyecto. Sin embargo, reitero que, como sociedad, es necesario avanzar en forma mucho más activa en la línea de la prevención. Tal vez, los radicales somos demasiado monotemáticos en este planteamiento, pero creemos que la educación es el camino para el desarrollo de los pueblos, es el camino que permite mayor igualdad en la gente, es el camino para poder cambiar una sociedad. Todos sabemos que sociedades más educadas, con mayores posibilidades de desarrollo educacional, tienen más igualdad y menos conflictos delictuales, menos conflictos sociales, menos conflictos en todo sentido; en suma, son sociedades más integradas, con mucho mayor inclusión.
Por eso, en relación con este proyecto, sostengo que más que penalizar con mayor fuerza a los delincuentes, hay que entregar, desde la cuna, mayor educación a nuestra gente para que disminuya este flagelo que afecta a la sociedad.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Felipe Ward.
El señor WARD.- Señor Presidente , primero que todo, coincido con lo planteado por el diputado Robles. En efecto, el camino más adecuado para evitar la comisión de este tipo de delitos con la frecuencia y gravedad con que se observa en la actualidad -lo que, obviamente, afecta la vida y la tranquilidad de las personas-, tiene que ver más con la prevención que con la represión. Son dos mundos completamente distintos y, naturalmente, poner el énfasis en la prevención es lo adecuado. Si por medio de medidas de largo plazo y en materia de educación -en términos de explicar adecuadamente a cada uno de los miembros de la sociedad de qué forma se pueden evitar estos delitos-, evitamos que estos delitos se produzcan, contribuiremos de mejor manera a que el Estado gaste menos en represión. Por eso, concuerdo en que ese es el camino principal.
Sin embargo, también hay que hacerse cargo de la realidad. Estamos hablando de un delito que ha ido en aumento en el país. En ese sentido, los medios de comunicación se han hecho cargo de esta realidad y, a través de diversos reportajes en diferentes canales de televisión, han dado a conocer del aumento del delito de robo o hurto de vehículos motorizados.
Por eso, podemos decir, utilizando una frase muy común en el Congreso Nacional, que este proyecto, que reforma el Código Penal a fin de tipificar los delitos de robo o hurto de vehículos motorizados, y crea nuevas figuras delictivas aumentando su penalidad, apunta en el sentido correcto.
La Subsecretaría de Prevención del Delito está implementando medidas para evitar el robo de vehículos. Ellas están consideradas en el proyecto de Ley de Presupuestos, que analizamos durante esta semana y que, probablemente, también tomará algo de nuestro tiempo la semana que viene. En ese sentido, podemos hablar de la guía para la prevención del robo de vehículos y accesorios; podemos hablar de la promulgación de un decreto que obliga a las automotoras a ingresar al país solo vehículos que cumplan con la norma europea, vale decir, que incorporen el sistema de inmovilizador o uno superior a este; podemos hablar de la dotación a Carabineros del Sistema Automático de Reconocimiento de Patentes (SARP), modernas cámaras que van en la parte superior de los radiopatrullas y que son capaces de leer patentes a gran velocidad y de detectar si presentan algún encargo por robo. Igual tecnología opera desde el año pasado en todas las autopistas concesionadas de la Región Metropolitana. Asimismo, podemos señalar que se ha trabajado con las aseguradoras para que incentiven en los automovilistas la instalación de inmovilizadores a cambio de una rebaja en la prima del seguro.
Para dificultar la transferencia de vehículos robados, se impulsó el sistema de facturas electrónicas y se dan de baja e invalidan patentes de autos que están con pérdida total.
Tal como me recuerda el diputado Felipe Harboe , este tema tiene especial importancia en Antofagasta, la cuarta ciudad con mayor cantidad de robos de vehículos en el país. Naturalmente, esta circunstancia se relaciona con el hecho de que nuestra región es fronteriza con dos países, en los cuales terminan muchos de los vehículos robados, lo que después hace muy difícil encontrarlos y llevar a cabo la persecución de los responsables.
En la línea de las medidas que está implementando la referida Subsecretaría, me gustaría destacar que se está trabajando en el diseño de nuevas placas patente que incorporen nuevas medidas de seguridad, imposibles de adulterar. De igual forma se está trabajando en la incorporación de una tercera placa digital -esto es una innovación- que contenga toda la información del vehículo y de su propietario, lo que permitirá a Carabineros efectuar una fiscalización mucho más rápida.
También, junto con la PDI, se crean nuevos grupos especiales de bienes robados para atacar la reventa de partes y piezas mediante un fuerte despliegue operativo en talleres de desarmaduría. Hay una serie de medidas adicionales a las que acabo de nombrar, implementadas por la Subsecretaría de Prevención del Delito, que van en la línea de reprimir y evitar que las personas lucren con este delito.
Destaco el punto con el que empecé esta intervención, al que también se refirió el diputado Robles , cual es que debemos invertir -así lo hace la Ley de Presupuestos en tramitación, que votamos esta semana- en prevención. Ese es el camino adecuado para evitar que tengamos que invertir -gastar, si alguien lo prefiere decir de esa manera-, más dinero en la represión cuando esto es un mercado, por llamarlo de alguna manera, que lamentablemente ha ido aumentando y que es especialmente grave en distritos parlamentarios de regiones fronterizas, puesto que los vehículos robados o hurtados terminan en otro país, lo que, como señalé, hace muy difícil su persecución y captura.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Fuad Chahín.
El señor CHAHÍN.- Señor Presidente , no puedo sino compartir lo que señaló el diputado Robles , en el sentido de que la solución a los problemas de seguridad ciudadana no solo se relaciona con aumentar penas, actualizar nuestro catálogo de penas y tipificar los delitos, como algunos creen. Esta no es la única solución; evidentemente, es necesario avanzar en materia de prevención social del delito, de educación y de fortalecimiento de las redes sociales, familiares y de apoyo.
También es fundamental cambiar todo nuestro sistema penitenciario, para que permita realmente la rehabilitación, y no solo ella, sino también algo que, quizá, es el punto más débil de esta cadena: la reinserción social. ¿Qué ocurre cundo una persona pasa por el sistema penitenciario, sale de él y busca reinsertarse en la sociedad? Evidentemente que enfrenta un conjunto de dificultades. En efecto, al tener antecedentes penales, se le cierran todas las puertas, a pesar de haber sido -no obstante las limitaciones existentes en esta materia- sujeto de un proceso de rehabilitación.
Sin embargo, no podemos desconocer una realidad enorme: tenemos un Código Penal que ha ido perdiendo vigencia, por lo cual es necesaria su actualización. En efecto, es necesario actualizar nuestras normas y la tipificación de los delitos y, por cierto, ir modificando las penas asociadas a estos. En ese sentido, indudablemente no podemos quedarnos absolutamente inmóviles o impertérritos ante una realidad como el aumento en el robo de automóviles. En promedio, en Chile se roban cien vehículos al día, lo que afecta no solo a los sectores más acomodados -los cuales tienen seguros-, sino también a la clase media. Por eso, es muy importante avanzar en medidas de prevención del delito y en mayores exigencias de seguridad para los vehículos, pero también en la actualización de nuestro catálogo de penas.
Felicito al diputado Matías Walker , autor de esta moción -agradezco su invitación a suscribirla como coautor- que busca disminuir la discrecionalidad de los jueces al momento de aplicar las penas a los autores de los delitos de robo o receptación. Hoy, la pena asociada a esos delitos va desde presidio menor en su grado medio a presidio menor en su grado máximo. Por lo tanto, al aplicarse las normas de la determinación de la pena y evaluarse las distintas circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal, como las atenuantes que puedan concurrir, se terminan aplicando penas irrisorias.
Repito, el proyecto disminuye esa discrecionalidad del juez, al establecer para el delito de robo de un vehículo motorizado una pena de presidio menor en su grado máximo, la cual parte en tres años y un día y termina en cinco años, lo que indudablemente permitirá tener penas privativas de libertad efectivas. El delito de receptación tiene una pena más baja, de presidio menor en su grado medio, que va de 541 días a tres años. Por lo tanto, se disminuye la discrecionalidad del tribunal, pero se mantiene la proporcionalidad entre la pena del delito de robo de automóviles y la del delito de receptación. En otras palabras, el proyecto de ley busca desincentivar la comisión de delitos de robo de automóviles y receptación, y disminuir la discrecionalidad de los tribunales, por la vía de la actualización de las penas asociadas a estos delitos, tan frecuentes y que afectan principalmente a gente de clase media. En efecto, muchas personas hacen un esfuerzo enorme para tener un vehículo, que muchas veces es su fuente de trabajo, único capital o el ahorro de toda una vida, y cuando lo pierden, quedan en caso de haberlo comprado a crédito, con las deudas por concepto de las cuotas pendientes, lo que en no poca ocasiones se traduce en un drama económico, social, y familiar para miles de chilenos. Por eso, todos los esfuerzos que hagamos tanto en materia de prevención del delito, -lo que es fundamental e insustituible- como de adecuación punitiva para tener sanciones más proporcionales y más adecuadas a este tipo de delitos, de manera de desincentivar su comisión, son absolutamente necesarios e indispensables.
Una vez más, valoro el esfuerzo del diputado Walker en esta línea y le agradezco su invitación a ser coautor de este proyecto de ley, respecto del cual, pido a los colegas de todas las bancadas su aprobación en forma unánime.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Hugo Gutiérrez.
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señor Presidente , un expresidente de la Corte Suprema, el señor Garrido Montt , en un gran libro que escribió sobre los delitos contra la propiedad, nos recordaba que la apropiación de vehículos motorizados en la vía pública, en un bien nacional de uso público, fue recalificada por la ley N° 11.625, porque en su tiempo este delito no configuraba un robo, sino un hurto. En efecto, cualquier apropiación de una cosa que estaba en la vía pública y que era tomada no por su propietario o poseedor, sino por un tercero, configuraba hurto, no robo. Por eso, hubo que modificar el Código Penal para establecer que quien se apropiaba de un vehículo que estaba en la vía pública no cometía delito de hurto, sino de robo, y se aumentó su penalidad.
Hoy se nos plantea una serie de temas, respecto de los cuales quiero hacer algunas precisiones. Dicen que nuestro Código Penal está obsoleto, que hay que modificarlo, que hay que hacerle cambios y modernizarlo, dejando entrever que la modernización trae aparejado el aumento de penas.
A quienes sostienen que hay que modernizar nuestro Código Penal, les digo que la mayoría de los códigos modernos -los pueden revisar- tienden a la despenalización, no a la legalización, que es cosa distinta. Aunque a muchos les parezca extraño, los códigos modernos tienden a descriminalizar: no sancionan el aborto, las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo, el consumo de drogas que tenga como finalidad la entretención, la eutanasia, etcétera. La buena nueva, entonces, es que los códigos penales modernos tienden a despenalizar y no a criminalizar; esa es la tendencia. Acá, en cambio, claman por un Código Penal moderno, pero piden aumentar las penas.
La mejor muestra de esa tendencia se encuentra en estudios sobre la pena de muerte. Hace unos días, leí un estudio empírico realizado en Estado Unidos de América , con ocasión de la gran discusión sobre la pena de muerte en ese país, uno de los que más ejecuciones realiza. Hay quienes argumentan que la pena de muerte tiene efectos disuasorios contra la delincuencia y protege a la sociedad; otros sostienen que la población tiende a cometer menos delitos si sabe que el castigo es la pena de muerte. La conclusión de los expertos, de los estudiosos sobre el tema -es importante que esto se internalice, porque por algo los códigos modernos despenalizan-, es que no se ha podido demostrar de manera empírica que la pena de muerte disuada de la comisión de delitos. Eso es falso; nadie ha logrado probar que el aumento de penas disminuya la comisión de delitos. Lo curioso -así lo acreditan los estudios- es que sí tiene efecto disuasorio en personas que cometen ciertos delitos, por ejemplo, de corrupción. Esto está en directa relación con el grado de sociabilidad del infractor y con el grado de estudios de acreditación. En cambio, a una persona con bajo nivel de escolaridad y deprivada económicamente, el aumento de la pena no la disuade. Eso dicen los estudios, no estoy inventando nada. En el caso que nos ocupa, podríamos hacer un seguimiento para ver si disminuirá el robo de autos.
Pero aparte de eso, quiero que nos adentremos en este Código obsoleto, que tanto criticamos y respecto del cual tanto clamamos por su modernización. Nuestro Código Penal tiene coherencia. Es importante que lo asumamos, pues, de lo contrario, cometeremos una aberración de grandes proporciones.
Lo que digo, quiero graficarlo en el siguiente ejemplo. Aquí estamos modificando el artículo 443 del Código Penal, que trata sobre el robo de cosas que se encuentren en bienes nacionales de uso público; es decir, básicamente son los robos de vehículos, de tendidos eléctricos, de cables telefónicos.
El Código Penal tipifica el robo cometido en lugar destinado a la habitación, el robo cometido en lugar no destinado a la habitación y el robo en bienes nacionales de uso público. Lo que establece el proyecto de ley en estudio es que el robo de un vehículo cometido en un bien nacional de uso público tendrá una penalidad mayor, porque, aunque la pena no aumenta, sí se incrementa de donde parte la sanción. En consecuencia, el robo de un automóvil en un bien nacional de uso público tendrá una penalidad mayor que si se realiza, por ejemplo, en un lugar no destinado a la habitación, como un casino, un templo religioso o una sala de espectáculo.
Lo que quiero decir es que si el ladrón sabe de esta penalidad, preferirá robar un vehículo en un centro de espectáculos, en un templo religioso o en un casino, porque son lugares no destinados a la habitación, en vez de hacerlo en un bien nacional de uso público.
Lo anterior rompe la lógica del Código Penal, que como dije, consagra tres tipos de robos con fuerza en las cosas: el cometido en un lugar destinado a la habitación, en un lugar no destinado a la habitación y en un bien nacional de uso público. Nosotros estamos subiendo la penalidad al robo cometido en un bien nacional de uso público; pero, ¿qué pasará si ese vehículo es robado -de acuerdo con los ejemplos que señala Garrido Montt -, en una sala de espectáculos o en un tempo religioso? La penalidad será menor.
Repito, lo anterior rompe la coherencia del Código Penal. Distinto hubiese sido si aumentáramos la penalidad en caso de robo de vehículo en cualquier lugar, pero solamente la subimos cuando se cometa en un bien nacional de uso público. Lo coherente hubiese sido que también subiéramos la penalidad cuando el vehículo fuera robado, como dice Garrido Montt , en una sala de espectáculos, en un templo o en una casa recién construida, delito que recibirá una penalidad menor. Eso no es coherente ni lógico.
Los autores del Código Penal hacen un distingo, porque no es lo mismo robar en un lugar destinado a la habitación, en un lugar no destinado a la habitación o en un bien nacional de uso público. Por eso, cuando el Código Penal consagró en sus inicios la apropiación de un vehículo motorizado en la vía pública, lo consideró como hurto y no como robo. Nosotros lo consideramos robo y ahora le subimos la penalidad.
Tampoco me parece coherente que aquí estemos subiendo la penalidad de un delito en función de la frecuencia con que se comete, ya que las sanciones se establecen en función del menoscabo que se produce al bien jurídico afectado. El criterio que se está aplicando en este caso nos obligaría a subir la penalidad a los hurtos en los supermercados porque ocurren con frecuencia; pero no se hace porque resultaría insólito.
Aquí debemos respetar la coherencia del Código Penal, ya que cualquier alteración producirá un menoscabo al bien jurídico que protege esa normativa jurídica.
Por último, creo que es necesario establecer una nueva legislación, pero sin olvidar que la tendencia a nivel mundial es la despenalización.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Marcos Espinosa.
El señor ESPINOSA (don Marcos).- Señor Presidente , el proyecto de ley responde a una demanda mayoritaria de los chilenos y chilenas, debido a la impunidad en que muchas veces quedan quienes roban el vehículo de una persona o de una familia. En efecto, la mayoría de las veces , las causas que se siguen son archivadas o se las clasifica como receptación, y si el imputado no registra antecedentes penales, queda en la más absoluta impunidad, lo que genera una la sensación de frustración y de inseguridad total en las víctimas.
Las cifras son realmente esclarecedoras a la hora de abordar esta materia y justifican que estemos legislando respecto del robo de vehículos. Un estudio elaborado por la Asociación de Aseguradores de Chile establece que el robo de vehículos aumentó en 54 por ciento en 2005, en relación con 2004. Además, señala que las zonas más afectadas por el robo de vehículos son la Región Metropolitana, Viña del Mar y Calama , eta última, una de las ciudades que forman parte del tercer distrito que represento en la Cámara de Diputados.
Existe otro tema no menor. En la actualidad se ha intensificado el robo de vehículos en el norte del país, particularmente en la Segunda Región, debido a que los estímulos para cometer este tipo de delitos han aumentado de forma realmente importante. ¿Cuáles son esos estímulos? Este tipo de delitos está ligado indudablemente al narcotráfico. En la Segunda Región, particularmente en la provincia de El Loa, tenemos una gran cantidad de pasos fronterizos no habilitados por los que internan esos veh��culos a Bolivia para cambiarlos por drogas. Al respecto, cabe recordar que el Congreso de ese país limítrofe aprueba permanentemente el blanqueamiento o saneamiento de esos vehículos robados, con el objeto de que sean incorporados al Registro Nacional de Vehículos Motorizados de Bolivia sin más trámite que la sola presentación física del móvil.
Indudablemente, tenemos que enfrentar ese tipo de incentivos con una mayor rigurosidad en las penas que se aplicarán a los delincuentes que roban vehículos motorizados.
El año pasado, junto con otros parlamentarios, aprobamos un proyecto de acuerdo para solicitar a nuestra Cancillería un pronunciamiento formal respecto de esa legalización de autos indocumentados en Bolivia. Por razones incomprensibles, aún no tenemos un pronunciamiento oficial respecto de esa situación.
Lamentablemente, las estadísticas que dicen relación con el robo de vehículos motorizados en la Segunda Región señalan que este delito se ha disparado de una manera realmente alarmante.
Creemos que este proyecto de ley, al cual el Senado le introdujo modificaciones, forma parte de la solución, no del problema, así como una de las alternativas que permitirá establecer, a partir de la legislación respectiva, un eventual desincentivo para ese tipo de delitos.
Por lo tanto, felicito a los autores del proyecto, porque estimo que va en la dirección correcta, sin perjuicio de que ojalá vaya acompañado por el establecimiento de otras medidas y que ojalá podamos reponer y discutir el Plan Frontera Norte, pero esta vez sin todas las dificultades que ha tenido -las cuales no son de responsabilidad del Congreso Nacional-, con el propósito de disminuir y morigerar ese flagelo.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la diputada señora Mónica Zalaquett.
La señora ZALAQUETT (doña Mónica).- Señor Presidente , no hay duda de que las alarmantes cifras sobre la materia nos demuestran cómo ha aumentado el robo de vehículos motorizados en el país. Al respecto, debemos preguntarnos por qué esa práctica se ha incrementado a pesar de todas las medidas preventivas que se han impulsado en los últimos años.
Tengo plena convicción de que las medidas preventivas son importantes, pero, lamentablemente, ante ese tipo de delitos no son suficientes. De hecho, este año mi familia y yo hemos sido víctimas de tres robos de vehículos. A pesar de haber tomado todas las medidas preventivas existentes en el mercado, no hemos sido capaces de evitar los robos que cometen las bandas de delincuentes que se dedican a ese tipo de delitos, los que han proliferado en la Región Metropolitana y en varias regiones del país, tal como lo planteó el diputado señor Marcos Espinosa .
El proyecto de ley modificado por el Senado es muy importante, porque da una señal clara. Debemos ser contundentes contra prácticas delictuales como el robo de vehículos, las que nos hacen sentir cada día más vulnerables, pues se trata de un delito que atenta contra la propiedad privada y el esfuerzo que miles de chilenos hacemos para comprar un vehículo motorizado, el que es vulnerado por delincuentes que han incrementado el robo y el hurto de ese tipo de bienes.
También, debemos reconocer una realidad que se ha vuelto un incentivo para el robo de vehículos. Lamentablemente, países limítrofes al nuestro están legalizando el ingreso de autos robados en Chile, lo que ha hecho que ese delito se vuelva un incentivo económico tremendamente atractivo para los que lo cometen.
Por lo tanto, debemos neutralizar esos incentivos con medidas y señales claras, como las que propone la iniciativa cuyas modificaciones estamos discutiendo, con el objeto de que los delincuentes de ese tipo de especies consideren si el pago que obtendrían por un vehículo robado que se legaliza en países vecinos se justifica al compararlo con las penas -la pérdida de libertad- que se le aplicarán a quienes cometen ese delito si son sorprendidos.
En consecuencia, el proyecto al que el Senado introdujo enmiendas apunta en la línea correcta y cuenta con mi apoyo total, iniciativa que espero se despache y se conviertan en ley lo antes posible, porque -tal como lo he conversado con autoridades de Carabineros y la PDI- no me cabe duda de que será una señal clara frente a ese delito, respecto del cual -insisto- las medidas preventivas son importantes, pero, lamentablemente, la realidad nos está demostrando que no son suficientes.
He dicho.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre las modificaciones del Senado en los siguientes términos:
El señor RECONDO ( Vicepresidente ).- Corresponde votar las modificaciones del Senado al proyecto de ley, iniciado en moción, que reforma el Código Penal, tipificando los delitos de robo o hurto de vehículos motorizados, y crea nuevas figuras delictivas, aumentando su penalidad.
Hago presente a la Sala que el proyecto contiene normas propias de ley simple o común.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 74 votos; por la negativa, 1 voto. Hubo 7 abstenciones.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Aprobadas las modificaciones del Senado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Andrade Lara Osvaldo; Arenas Hödar Gonzalo; Auth Stewart Pepe; Baltolu Rasera Nino; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Browne Urrejola Pedro; Burgos Varela Jorge; Cardemil Herrera Alberto; Castro González Juan Luis; Ceroni Fuentes Guillermo; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; Delmastro Naso Roberto; Edwards Silva José Manuel; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Kort Garriga Issa; Hales Dib Patricio; Harboe Bascuñán Felipe; Hasbún Selume Gustavo; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; León Ramírez Roberto; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag; Martínez Labbé Rosauro; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Morales Muñoz Celso; Muñoz D’Albora Adriana; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pérez Arriagada José; Pérez Lahsen Leopoldo; Recondo Lavanderos Carlos; Rincón González Ricardo; Rojas Molina Manuel; Saa Díaz María Antonieta; Sabat Fernández Marcela; Saffirio Espinoza René; Salaberry Soto Felipe; Sandoval Plaza David; Santana Tirachini Alejandro; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Tuma Zedan Joaquín; Ulloa Aguillón Jorge; Letelier Aguilar Cristian; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando; Velásquez Seguel Pedro; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Ward Edwards Felipe; Zalaquett Said Mónica.
-Votó por la negativa el diputado señor Gutiérrez Gálvez Hugo.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Aguiló Melo Sergio; Díaz Díaz Marcelo; Lemus Aracena Luis; Pacheco Rivas Clemira; Pascal Allende Denise; Schilling Rodríguez Marcelo; Teillier Del Valle Guillermo.
La señora SAA (doña María Antonieta).- Señor Presidente , pido la palabra.
El señor RECONDO (Vicepresidente).- Tiene la palabra su señoría.
La señora SAA (doña María Antonieta).- Señor Presidente , en el tablero electrónico aparezco pareada con la diputada Marcela Sabat , pero ese pareo es a contar del lunes próximo. Por eso, votamos las dos.
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