REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 363� Sesi�n 9�, en martes 14 de abril de 2015 Ordinaria (De 16:20 a 19:22) PRESIDENCIA DE SE�ORES PATRICIO WALKER PRIETO, PRESIDENTE, ALEJANDRO NAVARRO BRAIN, VICEPRESIDENTE, ANDR�S ZALD�VAR LARRA�N E IGNACIO WALKER PRIETO, PRESIDENTES ACCIDENTALES SECRETARIO, EL SE�OR MARIO LABB� ARANEDA, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. Minuto de silencio en memoria de Sargento de la Armada Rodrigo Sanhueza Soto, fallecido en Operaciones de Paz en Hait������� IV.CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s���������������������. Fundamento de rechazo a votaci�n de proyecto de acuerdo sobre Venezuela��������������������������. Proyecto de acuerdo de los Senadores se�oras Goic, Mu�oz, P�rez San Mart�n, Van Rysselberghe y Von Baer y se�ores Araya, Chahu�n, Coloma, Garc�a-Huidobro, Guillier, Harboe, Larra�n, Letelier, P�rez Varela, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Rossi, Walker, don Ignacio, Walker, don Patricio, y Zald�var, con el que expresan la voluntad del Senado para requerir del Gobierno de Venezuela la liberaci�n de todos los presos pol�ticos, simbolizados en los se�ores Leopoldo L�pez y Antonio Ledezma; el apego del proceso electoral futuro a las reglas democr�ticas y de imparcialidad, en una fecha establecida con la debida antelaci�n, y el ejercicio de una adhesi�n irrestricta a los derechos humanos y a la libertad de expresi�n (S 1.804-12)������������������������...�� V.ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que elimina prohibici�n de participaci�n de estudiantes y funcionarios en el gobierno de las instituciones de educaci�n superior y autoriza dictar nuevos estatutos para la Universidad de Santiago y la Universidad de Valpara�so (9.481-04) (se aprueba en general y en particular)�����������..... Proyecto de ley, iniciado en Moci�n de los Honorables Senadores se�ores Girardi, Rossi y del ex Senador se�or Ruiz-Esquide, en primer tr�mite constitucional, que adecua la legislaci�n nacional al est�ndar del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de Salud para el Control del Tabaco (8.886-1) (discusi�n en particular pendiente)������� Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)�������������.. VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores (as): --Allamand Zavala, Andr�s --Allende Bussi, Isabel --Araya Guerrero, Pedro --Bianchi Chelech, Carlos --Chahu�n Chahu�n, Francisco --Coloma Correa, Juan Antonio --De Urresti Longton, Alfonso --Espina Otero, Alberto --Garc�a Ruminot, Jos� --Garc�a-Huidobro Sanfuentes, Alejandro --Girardi Lav�n, Guido --Goic Boroevic, Carolina --Guillier �lvarez, Alejandro --Harboe Bascu��n, Felipe --Horvath Kiss, Antonio --Lagos Weber, Ricardo --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Letelier Morel, Juan Pablo --Montes Cisternas, Carlos --Moreira Barros, Iv�n --Mu�oz D�Albora, Adriana --Navarro Brain, Alejandro --Orpis Bouchon, Jaime --Ossand�n Irarr�zabal, Manuel Jos� --P�rez San Mart�n, Lily --P�rez Varela, V�ctor --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --Quintana Leal, Jaime --Quinteros Lara, Rabindranath --Rossi Ciocca, Fulvio --Tuma Zedan, Eugenio --Van Rysselberghe Herrera, Jacqueline --Von Baer Jahn, Ena --Walker Prieto, Ignacio --Walker Prieto, Patricio --Zald�var Larra�n, Andr�s Concurrieron, adem�s, la Ministra Secretaria General de la Presidencia, se�ora Ximena Rinc�n Gonz�lez, y los Ministros de Educaci�n, se�or Nicol�s Eyzaguirre Guzm�n; de Justicia, se�or Jos� Antonio G�mez Urrutia, y de Salud subrogante, se�or Jaime Burrows Oyarz�n. Actu� de Secretario el se�or Mario Labb� Araneda, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 22 se�ores Senadores. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Las actas de las sesiones 6�, ordinaria, en 7 de abril; y 7� y 8�, especiales, de 8 de abril, todas del presente a�o, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de las se�oras y se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE SARGENTO DE LA ARMADA RODRIGO SANHUEZA SOTO, FALLECIDO EN OPERACIONES DE PAZ EN HAIT� El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- En primer lugar, solicito guardar un minuto de silencio en memoria del Sargento 2� de la Armada Rodrigo Andr�s Sanhueza Soto, quien falleci� tr�gicamente mientras cumpl�a con sus funciones en las operaciones de paz de la MINUSTAH, en Hait�. --La Sala guarda un minuto de silencio. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Muchas gracias. IV. CUENTA Mensajes Dos de Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica: Con el primero da inicio a un proyecto de reforma constitucional que dispone la declaraci�n de patrimonio y de inter�s de los ex Presidentes de la Rep�blica (bolet�n N� 9.984-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. Con el segundo retira y hace presente la urgencia, en el car�cter de "discusi�n inmediata", respecto del proyecto de ley que elimina prohibici�n de participaci�n de estudiantes y funcionarios en el gobierno de las instituciones de educaci�n superior, y autoriza dictar nuevos estatutos para la Universidad de Santiago y la Universidad de Valpara�so (bolet�n N� 9.481-04). --Se tiene presente la calificaci�n y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Oficios De la Honorable C�mara de Diputados: Con el que informa que dio su aprobaci�n al proyecto de ley que permite facilitar la infraestructura y equipamiento deportivo de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad P�blica a organizaciones deportivas y establecimientos educacionales (bolet�n N� 9.707-02). --Pasa a la Comisi�n de Defensa Nacional. Del Excelent�simo Tribunal Constitucional: Env�a copia de resoluci�n rectificatoria de la sentencia definitiva pronunciada en la causa sobre control de constitucionalidad del proyecto de ley que crea la autorizaci�n de funcionamiento de jardines infantiles (bolet�n N� 8.859-04). --Se manda archivar el documento junto a sus antecedentes. Remite copia de resoluciones dictadas en requerimientos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de las siguientes disposiciones legales: 1.- Art�culo 416, inciso tercero, del C�digo Procesal Penal. 2.- Art�culo 5� de la ley N� 18.900, que pone t�rmino a la existencia de la Caja Central de Ahorros y Pr�stamos y a la autorizaci�n de existencia de la Asociaci�n Nacional de Ahorro y Pr�stamo. 3.- Art�culos 19, 26 y 28 del decreto ley N� 2.695, de 1979, que fija normas para regularizar la posesi�n de la peque�a propiedad ra�z y para la constituci�n del dominio sobre ella. 4.- Art�culo 3�, letras i) y l) del decreto con fuerza de ley N� 292, de 1953, que aprueba la Ley Org�nica de la Direcci�n General del Territorio Mar�timo y la Marina Mercante, y art�culos 95, 96, 97, 142, incisos tercero y cuarto, 149, inciso primero, 150, incisos primero y cuarto, y 151 del decreto ley N� 2.222, de 1978, que establece la Ley de Navegaci�n. --Se remiten los documentos a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. De los se�ores Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional: Rinden informe anual, mediante oficio reservado, sobre entrada de tropas extranjeras en el territorio de la Rep�blica y salida de tropas nacionales del mismo, con arreglo al art�culo 18 de la ley N� 19.067, modificada por la ley N� 20.297. --Se remiten copias del documento a las Comisiones de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional. Del se�or Ministro de Defensa Nacional: Da respuesta a solicitud de informaci�n, expedida en nombre del Senador se�or Navarro, relativa a posibilidad de disponer el retiro de la estatua del almirante Jos� Toribio Merino, ubicada en el Museo Naval de Valpara�so. Del se�or Ministro de Energ�a: Contesta solicitud de informaci�n, cursada en nombre de los Senadores se�ores Ossand�n, Allamand, Garc�a-Huidobro, Girardi y Guillier, atinente a creaci�n de incentivos y desarrollo de planes de fomento para la utilizaci�n de veh�culos el�ctricos e h�bridos en el pa�s. De la se�ora Ministra Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes: Responde solicitud de informaci�n, enviada en nombre del Senador se�or De Urresti, acerca de la posibilidad de destinar recursos a la reconstrucci�n de la Casa Furniel, en la comuna de R�o Bueno. Del se�or Subsecretario de Pesca y Acuicultura: Remite copia de una presentaci�n, en formato digital, efectuada por el se�or Gustavo San Mart�n, profesional de la Unidad de Biodiversidad y Conservaci�n de esa Subsecretar�a, en la Universidad de Concepci�n, antecedente requerido en nombre del Senador se�or De Urresti. Atiende solicitud de antecedentes, formulada en nombre del Senador se�or De Urresti, respecto del "Estudio de reconversi�n tecnol�gica. Etapa 1: investigaci�n de marcado para tecnolog�as de maquinarias procesadoras de productos del mar para el consumo humano", proyecto financiado por la Corporaci�n de Desarrollo de Los R�os. Del se�or Comandante de Ingenieros del Ej�rcito: Da respuesta a solicitud de antecedentes, remitida en nombre del Senador se�or Garc�a-Huidobro, con la adhesi�n del Senador se�or Patricio Walker, respecto de los hechos impeditivos del avance de las obras que el Cuerpo Militar del Trabajo realiza en el camino Huinay-Leptep�, tramo Leptep�-Vodudahue, Regi�n de Los Lagos. Del se�or Presidente del Consejo Directivo del Banco del Estado de Chile: Responde solicitud de informaci�n, cursada en nombre de los Senadores se�or Tuma, se�oras Goic, Mu�oz y P�rez San Mart�n y se�ores Chahu�n, Guillier, Harboe, Lagos, Letelier, Ossand�n, Pizarro, Quintana, Patricio Walker y Zald�var, relativa a la posibilidad de incorporar un operador que promueva la competencia en las plataformas de pago electr�nico. Del se�or Subdirector Nacional Sur de la Corporaci�n Nacional de Desarrollo Ind�gena: Contesta solicitud de informaci�n, efectuada en nombre del Senador se�or Garc�a, respecto del estado de ejecuci�n de la sentencia pronunciada por el se�or Juez de Letras del Primer Juzgado Civil de Temuco en causa caratulada "Gerardo V�ctor S�nchez Coloma y otro", rol V-325-2011, que dio lugar a la desafectaci�n de un terreno ind�gena. Del se�or Superintendente de Seguridad Social: Expone que ha remitido a la se�ora Superintendente de Pensiones la solicitud de informaci�n, cursada en nombre del Senador se�or De Urresti, relativa a los motivos por los que a don Rafael Gonz�lez Gallardo, domiciliado en la comuna de Corral, se le descuenta de su pensi�n de vejez la cotizaci�n del 7% de salud. Del se�or Director Ejecutivo de la Corporaci�n Nacional Forestal: Atiende solicitud de informaci�n, planteada en nombre del Senador se�or De Urresti, sobre evaluaci�n del plan de manejo y reciclaje de residuos y desechos que se desarrolla en el Parque Nacional Torres del Paine. Del se�or Director Ejecutivo de la Fundaci�n para la Innovaci�n Agraria: Responde solicitud de informaci�n, formulada en nombre del Senador se�or Matta, referida a difusi�n de las herramientas que provee la legislaci�n de propiedad intelectual con la finalidad de reconocer el valor de la agricultura de la Regi�n del Maule. Del se�or Fiscal Regional del Biob�o: Da respuesta a solicitud de informaci�n, enviada en nombre del Senador se�or Navarro, respecto de la investigaci�n que lleva a cabo el Ministerio P�blico por delito de da�o ambiental presuntamente acaecido en la comuna de Coronel. Del se�or Secretario Regional Ministerial de Educaci�n del Maule: Contesta solicitud de informaci�n, remitida en nombre del Senador se�or Matta, acerca de los resultados alcanzados en los di�logos sociales sobre reforma educacional efectuados en comunas de la regi�n. --Quedan a disposici�n de Sus Se�or�as. Informes De la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que elimina la prohibici�n de participaci�n de estudiantes y funcionarios en el gobierno de las instituciones de educaci�n superior, y autoriza dictar nuevos estatutos para la Universidad de Santiago y la Universidad de Valpara�so (bolet�n N� 9.481-04) (con urgencia calificada de "discusi�n inmediata"). De la Comisi�n de Miner�a y Energ�a, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que establece el 18 de mayo como D�a Nacional del Chuquicamatino y Chuquicamatina (bolet�n N� 9.356-24). De la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que concede la nacionalidad por gracia a la religiosa Augusta Pedrielli Cleanti (bolet�n N� 9.848-06). De la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, reca�do en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que incentiva la inclusi�n de discapacitados al mundo laboral y modifica la ley N� 20.422, para establecer la reserva legal de empleos para personas con discapacidad (boletines Nos 7.025-31 y 7.855-13, refundidos). De la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, reca�do en el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que modifica el C�digo del Trabajo con el fin de prohibir la discriminaci�n por discapacidad en el trabajo y establece cuota m�nima obligatoria de trabajadores con discapacidad en medianas y grandes empresas (bolet�n N� 9.394-13). De la Comisi�n de Salud, reca�do en el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que modifica el C�digo Sanitario para regular los medicamentos bioequivalentes gen�ricos y evitar la integraci�n vertical de laboratorios y farmacias (bolet�n N� 9.914-11). -- Quedan para tabla. Mociones Del Senador se�or Navarro, con la que inicia un proyecto que modifica la Ley General de Bancos para obligar a estos a cambiar billetes de alta denominaci�n por billetes o monedas de menor valor (bolet�n N� 9.979-05). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. De los Senadores se�oras Allende y Goic y se�ores Araya, De Urresti y Patricio Walker, con la que se da inicio a un proyecto de ley que modifica el C�digo Penal con el fin de aumentar las penas a los delitos de cohecho, soborno y tr�fico de influencias (bolet�n N� 9.977-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. De los Senadores se�ores Ossand�n, Guillier y Quinteros, para dar inicio a un proyecto de reforma constitucional que limita la reelecci�n de autoridades que se�ala, establece elecciones complementarias, ampl�a causales de cesaci�n y renuncia de los cargos parlamentarios y elimina el fuero procesal de Diputados y Senadores (bolet�n N� 9.978-07). --Pasa a la Comisi�n Especial encargada de conocer los proyectos relativos a probidad y transparencia. )---------( El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- �Me permite, se�or Presidente? El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- S�, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Quiero solicitar la anuencia de la Sala para que la Comisi�n de Hacienda pueda discutir en general y en particular, en los t�rminos del art�culo 36 del Reglamento, el proyecto que modifica la ley N� 19.995 y prorroga el funcionamiento de los casinos municipales. En la Comisi�n lo discutimos en esa forma ad referendum, estamos de acuerdo y ya se han recibido indicaciones. Entonces, con el objeto de despacharlo r�pidamente, tal como lo est�n pidiendo las municipalidades interesadas, pido autorizaci�n para analizarlo en general y en particular, de tal manera de poder tratarlo en la Sala seguramente la pr�xima semana. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Si no hay objeci�n, se proceder� en la forma solicitada. --As� se acuerda. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Los Comit�s, en sesi�n del d�a de hoy, adoptaron los siguientes acuerdos: 1.- Guardar un minuto de silencio en homenaje al Sargento 2� de la Armada se�or Rodrigo Andr�s Sanhueza Soto, quien falleci� en acto de servicio en Hait� integrando la Misi�n de Estabilizaci�n de Naciones Unidas. 2.- Colocar, en el primer lugar del Orden del D�a de la sesi�n ordinaria de hoy, el proyecto de ley que elimina prohibici�n de participaci�n de estudiantes y funcionarios en el gobierno de las instituciones de educaci�n superior, y autoriza dictar nuevos estatutos para la Universidad de Santiago y la Universidad de Valpara�so (bolet�n N� 9.481-04). 3.- Incorporar, en la tabla de la sesi�n ordinaria de ma�ana mi�rcoles, el proyecto de ley que otorga financiamiento a la reconstrucci�n de la zona norte afectada por el sistema frontal de mal tiempo acaecido a partir del 25 de marzo del a�o 2015 (bolet�n N� 9.985-05), siempre que sea despachado por la Honorable C�mara de Diputados, autorizando a la Comisi�n de Hacienda para sesionar de manera simult�nea con la Sala, si fuere necesario, e informar mediante certificado. 4.- Abrir un nuevo plazo para presentar indicaciones a los siguientes proyectos de ley: a) El que establece la prohibici�n y sustituci�n progresiva de las bolsas de polietileno, polipropileno y otros pol�meros artificiales no biodegradables en la Patagonia Chilena (bolet�n N� 9.133-12), hasta las 12 horas del martes 21 de abril. b) El que modifica la Ley General de Telecomunicaciones, para establecer la obligaci�n de una velocidad m�nima garantizada de acceso a Internet (bolet�n N� 8.584-15), hasta el lunes 20 de abril a las 12 horas. En este caso, las indicaciones deber�n ser presentadas en la Secretar�a de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones. 5.- Por otra parte, los Comit�s, con el voto en contra del Senador se�or Navarro, acordaron votar, antes del inicio del Orden del D�a de la presente sesi�n, un proyecto de acuerdo con el que diversos se�ores Senadores piden que la Corporaci�n adopte determinados acuerdos en relaci�n con Venezuela (bolet�n N� S 1.804-12). )----------( El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Navarro. El se�or NAVARRO.- Se�or Presidente, solicito el desarchivo de los siguientes proyectos de ley: 1.- El que considera los informes geol�gicos en los planes reguladores comunales e intercomunales como vinculantes, presentado el 30 de abril de 2010 (bolet�n N� 6.912-14). 2.- El que exige a las empresas elaboradoras de cemento rotular sus envases en caso de usar en su fabricaci�n elementos t�xicos o peligrosos para la salud, ingresado el 7 de abril de 2010 (bolet�n N� 6.874-11). 3.- El que faculta a los intendentes regionales para declarar el estado de cat�strofe en los casos que indica, presentado el 5 de abril de 2010 (bolet�n N� 6.868-07). 4.- El que reduce el plazo de vigencia de la advertencia de los productos fabricados con tabaco, ingresado el 22 de diciembre de 2009 (bolet�n N� 6.803-11). 5.- El que modifica el C�digo Civil en relaci�n con la prelaci�n de cr�ditos en caso de quiebra, presentado el 1 de diciembre de 2009 (bolet�n N� 6.782-07). El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Si le parece a la Sala, se acceder� a lo solicitado. --Acordado. FUNDAMENTO DE RECHAZO A VOTACI�N DE PROYECTO DE ACUERDO SOBRE VENEZUELA El se�or NAVARRO.- Por otra parte, se�or Presidente, quiero hacer presente que el MAS no dio la unanimidad en los Comit�s para tratar en Sala el proyecto de acuerdo que va a ser votado a continuaci�n. Creo firmemente que tal iniciativa es una intromisi�n indebida en los asuntos internos de la Rep�blica Bolivariana de Venezuela, por interpelar a un poder del Estado, que es el Poder Electoral, a anticipar o realizar elecciones. Considero del todo improcedente, m�s all� de los temas pol�ticos, que un Poder del Estado de Chile se entrometa en las facultades de un Poder del Estado de Venezuela, como es el Poder Electoral. Yo ya quisiera al Poder Electoral en reemplazo de nuestro viejo SERVEL para cautelar nuestras elecciones, o a la Constituci�n democr�tica de Venezuela, que es much�simo, much�simo m�s democr�tica que la vieja, arcaica y nauseabunda Constituci�n del 80. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ossand�n. El se�or OSSAND�N.- Se�or Presidente, le� el proyecto de acuerdo en cuesti�n y, a mi parecer -quiero dejar constancia de ello-, falta un p�rrafo donde se pida a la Presidenta de la Rep�blica que reciba a las se�oras de los dos pol�ticos de la Rep�blica Bolivariana de Venezuela, para as� no solo hacer menci�n de la situaci�n, sino tambi�n dar una se�al importante en el sentido de que el Senado, si est� de acuerdo con esta iniciativa, pida a la Primera Mandataria recibir a esas dos personas, con lo cual damos una se�al de que respetamos los derechos humanos en todos lados. Gracias. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Se�or Senador, solo a modo de informaci�n -porque ac�, desde la testera, no puedo emitir juicios de valor- le se�alo que Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica me explic� hoy en la ma�ana que ella no hab�a recibido ninguna solicitud de audiencia. Esa situaci�n se la expres� tanto a Mitzy Capriles como a Lilian Tintori.Ellas reconocieron el gesto. Por lo tanto, le traspaso esa informaci�n, que me entreg� la se�ora Presidenta de la Rep�blica. LIBERTAD DE PRESOS POL�TICOS, PROCESOS ELECTORALES JUSTOS Y TRANSPARENTES Y DEFENSA IRRESTRICTA DE DERECHOS HUMANOS Y LIBERTAD DE EXPRESI�N EN VENEZUELA. PROYECTO DE ACUERDO El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Seg�n lo establecido por los Comit�s, corresponde pronunciarse sobre un proyecto de acuerdo presentado por diversos se�ores Senadores, referido a la situaci�n en Venezuela. --Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1.804-12) figuran en el Diario de Sesiones que se indica: Se da cuenta en sesi�n 9�, en 14 de abril de 2015. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- La iniciativa dice lo siguiente: "El Senado de Chile acuerda: "1.- Solicitar la libertad de todos los presos pol�ticos en Venezuela, de todos aquellos que por ser representantes democr�ticos o por pensar distinto han sido privados de su libertad. En Leopoldo L�pez y Antonio Ledezma simbolizamos esta demanda de libertad. "2.- Exigir de dicho Gobierno que el proceso electoral futuro se d� en un contexto de garant�as e imparcialidad, y en una fecha establecida con la debida antelaci�n, pues promover y cuidar la democracia supone procesos electorales justos y transparentes. "3.- Reclamar al Ejecutivo venezolano una defensa irrestricta a los derechos humanos y la libertad de expresi�n. La represi�n a la protesta, tortura y encarcelamiento sin pruebas, vulneran la dignidad de la persona y afectan gravemente los principios democr�ticos y el respeto al principio de separaci�n de poderes, base fundamental para la correcta aplicaci�n del estado de derecho". El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- En votaci�n. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba el proyecto de acuerdo (30 votos a favor, uno en contra y 4 abstenciones). Votaron por la afirmativa las se�oras Allende, Goic, Mu�oz, Lily P�rez, Van Rysselberghe y Von Baer y los se�ores Allamand, Araya, Bianchi, Chahu�n, Coloma, Espina, Garc�a, Garc�a-Huidobro, Guillier, Harboe, Horvath, Hern�n Larra�n, Montes, Moreira, Orpis, Ossand�n, P�rez Varela, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Rossi, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andr�s Zald�var. Vot� por la negativa el se�or Navarro. Se abstuvieron los se�ores Girardi, Lagos, Quintana y Tuma. V. ORDEN DEL D�A ELIMINACI�N DE PROHIBICI�N PARA PARTICIPACI�N DE ESTUDIANTES Y FUNCIONARIOS EN GOBIERNO DE INSTITUCIONES DE EDUCACI�N SUPERIOR El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Conforme a lo acordado por los Comit�s, corresponde tratar, en el primer lugar del Orden del D�a, el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que elimina prohibici�n de participaci�n de estudiantes y funcionarios en el gobierno de las instituciones de educaci�n superior y autoriza dictar nuevos estatutos para la Universidad de Santiago y la Universidad de Valpara�so, con informe de la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a y urgencia calificada de "discusi�n inmediata". --Los antecedentes sobre el proyecto (9.481-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 93�, en 28 de enero de 2015. Informe de Comisi�n: Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a: sesi�n 9�, en 14 de abril de 2015. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Los principales objetivos de la iniciativa son eliminar las prohibiciones actualmente existentes que impiden la participaci�n con derecho a voto de los estudiantes y funcionarios administrativos en el gobierno de las universidades, institutos profesionales y centros de formaci�n t�cnica. Asimismo, se busca consagrar expresamente la prohibici�n para que las instituciones de educaci�n superior contengan en sus estatutos, normativa interna o en cualquier acto o contrato entre ellas y sus miembros alguna prohibici�n, limitaci�n u obst�culo al derecho de asociaci�n. La Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a discuti� el proyecto en general y en particular en virtud del acuerdo adoptado por la Sala con fecha 18 de marzo del presente a�o, y aprob� la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ora Von Baer y se�ores Allamand, Quintana, Rossi e Ignacio Walker. La Comisi�n de Educaci�n consigna que, de acuerdo al tr�mite dispuesto por la Sala al ingresar esta iniciativa al Senado, correspond�a que durante su debate en particular fuera informada tambi�n por la de Hacienda. Sin embargo, agrega que las normas que motivaron dicho procedimiento, contenidas en los art�culos 2�, 3� y 4� transitorios del proyecto, fueron suprimidas por el referido �rgano t�cnico, por lo que, como consecuencia de lo anterior, informa que no debe ir a tr�mite a la Comisi�n de Hacienda. Como resultado de esa supresi�n, la Comisi�n propone cambiar la denominaci�n de la iniciativa por la de "Proyecto de ley que elimina la prohibici�n de participaci�n de estudiantes y funcionarios en el gobierno de las instituciones de educaci�n superior, asegurando el derecho de asociaci�n". En cuanto a la discusi�n en particular, la Comisi�n de Educaci�n realiz� diversas enmiendas, las que aprob� por unanimidad. Cabe hacer presente que el art�culo 1� permanente tiene el car�cter de norma org�nica constitucional, por lo que para su aprobaci�n se requieren 22 votos favorables. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Antes de entrar al debate del proyecto, sin perjuicio de poner en discusi�n general y particular la iniciativa, tiene la palabra el Senador se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, solicito que recabe la autorizaci�n de la Sala para que la Comisi�n de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n pueda sesionar a las cinco de la tarde, a fin de despachar el proyecto sobre probidad de la funci�n p�blica. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- �Habr�a acuerdo? Tiene la palabra el Honorable se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Por supuesto que doy acuerdo, se�or Presidente, porque esa iniciativa me parece muy importante. Pero ser�a conveniente que, asimismo, abriera la votaci�n de la que nos ocupa, ya que es de qu�rum especial, y los colegas tendr�an que asistir a esa Comisi�n. As� podr�amos hacer las dos cosas al mismo tiempo. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- El problema, Su Se�or�a, es que hay normas de qu�rum especial. El se�or PIZARRO.- Por eso le pido que abra la votaci�n. Porque son veinte para las cinco, y, mientras tanto, los integrantes de la Comisi�n podr�an ir dejando su voto. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Entonces, si les parece a los se�ores Senadores, se autorizar� a la Comisi�n de Gobierno para sesionar paralelamente con la Sala. --Se autoriza. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- �Habr�a acuerdo para abrir la votaci�n? Acordado. En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- No s� si llamarlo "semiacuerdo" o "acuerdo t�cito", pero se pidi� que en este proyecto ojal� solo intervinieran los miembros de la Comisi�n de Educaci�n. Lo dejo a la voluntad de cada se�or Senador, pues no les puedo impedir hablar; se hab�a pedido que la iniciativa se tratara como si fuera de F�cil Despacho, pero este objetivo nunca se cumple. En consecuencia, espero que se puedan limitar las intervenciones, porque a pesar de que hay solo tres proyectos en tabla, varios que quedaron en condiciones de ser agregados a ella y, por lo tanto, ser�a ideal que se acogiera la sugerencia de que hablar�n �nicamente los integrantes de la Comisi�n de Educaci�n, sin perjuicio -repito- de que no puedo impedir la intervenci�n de los Senadores. Tiene la palabra el Senador se�or Quintana, para informar la iniciativa. El se�or QUINTANA.- Se�or Presidente, tal como lo han se�alado los se�ores Senadores integrantes de la Comisi�n de Educaci�n y tambi�n el se�or Secretario en su relaci�n, este proyecto tiene normas de qu�rum especial y busca eliminar la prohibici�n expresa contemplada en el decreto con fuerza de ley N� 2, de 1990, que a su vez reitera lo dispuesto por normas similares de los a�os 80. Todo esto es anterior a la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza. B�sicamente, proh�be cualquier tipo de participaci�n de los estudiantes y de los funcionarios no acad�micos en los gobiernos universitarios tanto de las universidades, en general, como tambi�n de los centros de formaci�n t�cnica y de los institutos de educaci�n superior. El Senado hizo dos modificaciones a lo aprobado por la C�mara. Una de ellas -por supuesto con la venia del Ejecutivo y recogiendo el planteamiento que nos formularon varias universidades que asistieron a la Comisi�n de Educaci�n- elimina los art�culos transitorios relacionados con la aprobaci�n de los estatutos de dos universidades: la de Santiago y la de Valpara�so. Por otro lado, se incorporan una precisi�n, un nuevo literal al proyecto -espero referirme a eso en los tiempos de mi intervenci�n y de mi fundamento del voto-, que busca dejar muy claro que esta eliminaci�n de la prohibici�n expresa para que los estudiantes y los funcionarios no acad�micos puedan participar en los gobiernos universitarios y en la elecci�n de sus autoridades, rija para todas las universidades. Ello, porque el Gobierno anterior hizo una interpretaci�n, m�s bien sist�mica -en general, hay consenso en aquello-, en cuanto a que esto rige no solo para las universidades privadas, como uno podr�a suponer, dado que las estatales son creadas por una ley especial -por ejemplo, la Comisi�n de Educaci�n est� estudiando la iniciativa sobre creaci�n de las universidades de la Regi�n de Ais�n y de la Regi�n de O'Higgins-, sino tambi�n para todos los planteles de educaci�n superior. Por cierto, se mantiene el car�cter y la autonom�a de los centros de estudios. En consecuencia, es bueno hacer esta precisi�n en el sentido de que no porque se elimine esta prohibici�n vamos a suponer que en todos los planteles universitarios tendremos la participaci�n de los estudiantes y de los funcionarios no acad�micos. Ser�a lo deseable y probablemente ello va a ocurrir en muchas universidades; pero, finalmente, ser�n las propias comunidades educativas las que decidir�n el tipo de gobierno universitario que se dar�n. Esto lo se�alo simplemente como un informe muy general de este proyecto, sin perjuicio de lo que dir� en el tiempo que me corresponda. Debo agregar que todos los art�culos de la iniciativa fueron aprobados por unanimidad. Los cinco se�ores Senadores de la Comisi�n de Educaci�n escuchamos a varias universidades, escuchamos a la CONFECH, escuchamos a presidentes de federaciones de estudiantes -este tema les importa mucho a las federaciones estudiantiles de nuestro pa�s-, y tambi�n escuchamos a funcionarios acad�micos y no acad�micos agrupados en distintos referentes a nivel nacional. Es cuanto puedo informar. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ignacio Walker. El se�or WALKER (don Ignacio).- Se�or Presidente, muy brevemente, deseo complementar lo que ha dicho el Presidente de la Comisi�n. En t�rminos muy simples, yo dir�a que toda persona que crea en la participaci�n, en la libre asociaci�n y, sobre todo, en la autonom�a de los establecimientos de educaci�n superior (que incluye su forma de gobierno), deber�a votar a favor de este proyecto de ley que, como ha dicho su Presidente, fue acordado por los cinco miembros de la Comisi�n de Educaci�n, despu�s de un debate realmente muy interesante. En definitiva, aqu� se trata de eliminar una prohibici�n. Uno podr� discutir cu�l es la mejor forma de estructurar la organizaci�n interna de una instituci�n de educaci�n superior sobre la base de su propia autonom�a. Algunos haremos el alegato, cuando corresponda, de que no creemos en el cogobierno. No obstante, esto no tiene nada que ver con ello, directamente. Lo que elimina esta iniciativa es una prohibici�n absolutamente superada. El art�culo 56, letra e), se�ala que los estatutos de las universidades deben contemplar disposiciones que establezcan la estructura de la entidad. Y agrega: "La forma de gobierno de la nueva entidad deber� excluir la participaci�n con derecho a voto de los alumnos, de los funcionarios administrativos, tanto en los �rganos encargados de la gesti�n y direcci�n de ella, como en la elecci�n de las autoridades unipersonales o colegiadas". Imagino que, en su momento, el legislador, "bajo la dictadura", habr� tenido en cuenta a lo mejor la mala experiencia de lo que fueron algunos cogobiernos en universidades o instituciones de educaci�n superior. Insisto: personalmente estoy en contra de esas formas de cogobierno. Pero mal pueden afectarse aspectos tan esenciales de la vida ciudadana en democracia como son la participaci�n, la libre asociaci�n y, sobre todo -insisto-, la autonom�a de las instituciones de educaci�n superior, mediante la prohibici�n o la exclusi�n por ley de esa participaci�n. Efectivamente, hubo al efecto un debate -lo plante� muy bien el se�or Secretario-, porque el art�culo 55 del decreto con fuerza de ley N� 2 dispone que las universidades no creadas por ley -o sea, las privadas- tendr�n ciertas caracter�sticas, y el art�culo siguiente determina los requisitos que consignar�n los estatutos. Pero, al eliminarse la prohibici�n que indica el proyecto, evidentemente que ella se elimina respecto de cualquier instituci�n de educaci�n superior, pues es la �nica menci�n que va a existir en una norma legal o en un cuerpo legislativo en materia de prohibici�n. Junto con ello, la iniciativa agrega una nueva disposici�n, referida a que ninguna normativa interna, ni ning�n acto ni contrato entre la universidad y sus estudiantes o personal acad�mico y no acad�mico contendr� disposiciones que proh�ban, limiten u obstaculicen la libre organizaci�n de estos �ltimos. Por cierto, queremos propender a la libre organizaci�n de los estamentos que componen una comunidad en un establecimiento de educaci�n superior. Y, finalmente, el proyecto concede el plazo de un a�o para adecuar las normas de los estatutos de esas instituciones a esta legislaci�n. A mi juicio, lo anterior explica la unanimidad alcanzada en la Comisi�n de Educaci�n. Ojal� que pudi�ramos avanzar r�pido en el despacho de este proyecto de ley, que constituye adem�s no solo un aspecto importante de las demandas estudiantiles, sino tambi�n de la reforma educacional y de los compromisos program�ticos del Gobierno de la Presidenta Bachelet. Por eso, voto a favor . El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Quiero recordar a Sus Se�or�as que se encuentra abierta la votaci�n y que esta iniciativa fue acogida en forma un�nime en la Comisi�n -por eso se coloc� en el primer lugar de la tabla-. Sin embargo, hasta ahora han votado muy pocos se�ores Senadores. Tiene la palabra el Honorable se�or Allamand. El se�or ALLAMAND.- Se�or Presidente, tal como explic� el Presidente de la Comisi�n de Educaci�n, Senador Quintana, y como mencion� el Senador Ignacio Walker, esta iniciativa fue aprobada por la unanimidad de sus miembros. Y la verdad es que las razones de ello saltan a la vista. En primer lugar, aqu� se elimina, se deja sin efecto una prohibici�n del todo injustificada y que razonadamente pod�a entenderse como una inhibici�n, una prohibici�n al derecho de asociaci�n que deben tener en los planteles de educaci�n superior todos quienes participan en dichas entidades: estudiantes, docentes, paradocentes, funcionarios; es decir, el conjunto de la comunidad universitaria. Los estamentos de la comunidad universitaria no tienen por qu� ser sometidos a una norma que de alguna manera implique una limitaci�n en su derecho de asociaci�n. En segundo lugar, se�or Presidente, es preciso se�alar que en la Comisi�n de Educaci�n -y quiero destacar la participaci�n de dos rectores de universidades estatales: los se�ores Valle y Zolezzi- yo dir�a que hubo, junto con las intervenciones de los representantes del Gobierno, una clara demostraci�n en orden a que la autonom�a universitaria es un valor por cautelar. Si queremos que verdaderamente existan universidades con el nombre de tales, la autonom�a, la no interferencia indebida, el que ellas puedan desarrollar sus proyectos educativos aparece casi como de la esencia. De ah� que se elimine la mencionada prohibici�n y, al mismo tiempo, se refuerce tal concepto. Por otra parte, en lo que dice relaci�n con los art�culos transitorios, creo conveniente dejar constancia -est� en el informe de la Comisi�n- de que los propios rectores de las universidades estatales hicieron ver la necesidad de que el Congreso pudiera abocarse a un an�lisis m�s detallado de los principios del gobierno universitario en el caso de los planteles que pertenecen al Estado. Porque en esta materia, se�or Presidente, tenemos, de un lado, establecimientos que forman parte de �l, y de otro, recintos privados propiamente tales, y tambi�n un conjunto de universidades, entre las que se encuentran, por ejemplo, las que conforman la denominada "Red G9". Estoy pensando en la Universidad de Concepci�n y en la Universidad Austral, a la que conozco particularmente bien por el hecho de haber representado en alguna oportunidad a la Regi�n de Los R�os. El planteamiento que ellos formularon fue que, si bien es cierto en las universidades privadas o en las de la Red G9 -por as� decirlo-, la autonom�a y las modificaciones estatutarias dicen relaci�n con sus propios organismos y con sus propias normas internas, en el caso de los planteles estatales se requiere una legislaci�n. Y a nosotros nos pareci� completamente razonable que, si se requer�a una legislaci�n particular para cada uno de esos planteles, hubiese una suerte de "ley marco" -por se�alarlo de alg�n modo- donde se establecieran los principios generales conforme a los cuales el legislador pretende que exista el gobierno de las universidades estatales. Por �ltimo, se�or Presidente, deseo destacar que -tal como se ha manifestado aqu�- hay por delante un interesante debate. Nadie se halla en contra de la participaci�n intensa, activa, positiva, fruct�fera al interior de los establecimientos universitarios. �Qui�n podr�a decir que lo est�? Francamente, creo que nadie. Sin embargo, distinto es introducir el concepto de cogobierno en la forma en que se le conoce de manera tradicional, que, por cierto, es algo extraordinariamente discutible. Si uno revisa la lista de las cien universidades m�s prestigiosas del mundo, dificulto que encuentre alguna que est� en la idea del cogobierno del modo en que se ha entendido tradicionalmente en Chile. Pero, en fin, ese tema lo deberemos discutir m�s adelante, pensando precisamente en establecer criterios generales respecto de una suerte de ley marco que inspire la necesaria readecuaci�n de los estatutos de las universidades estatales. Por todas esas razones, se�or Presidente, vamos a votar a favor del proyecto. Creo que lo que he se�alado justifica, desde el punto de vista de la Oposici�n, por qu� nos pronunciamos favorablemente y por qu� ha habido unanimidad para aprobar esta iniciativa del Ejecutivo. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Quinteros. El se�or QUINTEROS.- Se�or Presidente, la iniciativa que votamos hoy es un logro concreto del movimiento social que se ha estructurado desde el a�o 2011 en adelante, detr�s de las banderas de la educaci�n p�blica gratuita y de calidad. No obstante, su origen es a�n anterior. La participaci�n estamental en el gobierno universitario fue uno de los ejes de la reforma universitaria de los a�os 60, y luego, de la lucha del movimiento estudiantil contra los rectores delegados y la intervenci�n militar de las universidades. Ha sido, por tanto, una demanda hist�rica, respaldada por varias generaciones de j�venes estudiantes que en distintos momentos han salido a las calles para reclamar no solo por sus condiciones particulares, sino tambi�n por la democracia; por los derechos humanos; por la suerte de los trabajadores, de las mujeres, de los pueblos originarios; y por todos los postergados del sistema. En consecuencia, me parece de plena justicia este proyecto de ley, que al menos en parte sintoniza con ese movimiento, que -como dec�a- ha cruzado generaciones. En concreto, por un lado, esta iniciativa fortalece la democracia al resolver las limitantes de participaci�n de estudiantes y trabajadores, ampliando las posibilidades de ejercicio de la autonom�a de universidades, institutos profesionales, centros de formaci�n t�cnica, y por otro, ayuda a configurar un sistema universitario m�s participativo, acorde no solo a los tiempos que corren, sino tambi�n al tipo de educaci�n que anida en la base de la reforma de la ense�anza comprometida con la ciudadan�a. Mucho se ha hablado ac� en el �ltimo tiempo de la libertad de ense�anza. Precisamente este proyecto de ley pone en tensi�n el discurso referido a la libertad de ense�anza y obliga a ser consecuentes. �En el pa�s necesitamos hechos y no solo palabras! Aqu� ya no estamos hablando de la libertad de emprender negocios educativos, sino de garantizar la participaci�n de los estudiantes y administrativos en la gesti�n de sus casas de estudio, recogiendo en ello un principio b�sico de la libertad de ense�anza: la autonom�a universitaria. La autonom�a universitaria conculcada atenta contra la libertad del desarrollo del pensamiento cr�tico y, por tanto, afecta la libre expresi�n del conocimiento, el que, sin limitaciones mayores que aquellas que puedan incidir en el bien com�n, debe estar abierto y ser garant�a de permitir a la capacidad humana ampliar las fronteras, siempre din�micas, del saber. El proyecto establece que en ning�n caso los estatutos o normativas internas de las universidades podr�n contener disposiciones que proh�ban la libre organizaci�n de sus estudiantes y personal docente, a fin de asegurar que la comunidad universitaria pueda asociarse libremente. Aqu� hay un elemento destacable. Si esperamos contar con una ciudadan�a activa, que participe, se empodere, decida y act�e de modo colectivo, el permitir su organizaci�n dentro de las universidades debiera ser un paso necesario, si es que no imprescindible, en el proceso de formaci�n para la vida, que se espera que entreguen las instituciones de educaci�n superior. Lamentablemente, todav�a hay casas de estudio que ponen limitaciones a la organizaci�n estudiantil o que afectan la libertad de c�tedra, lo que se contradice abiertamente no solo con el desarrollo que ha alcanzado nuestra legislaci�n, sino tambi�n con el nivel de madurez de las personas y el rol creciente que estas juegan en el quehacer de las instituciones. El sector p�blico ha avanzado desde la recuperaci�n de la democracia en el desarrollo de los espacios de participaci�n, pero poco ha hecho el sector privado en este �mbito. Nada se habla, por ejemplo, sobre la participaci�n de los trabajadores en la conducci�n de las empresas. �Cu�ntas irregularidades que se esconden en las actas de los conspicuos directorios de empresas se habr�an evitado con una participaci�n, as� sea simb�lica, de los trabajadores en esas instancias! El pa�s necesita abrir las ventanas y permitir que entre el aire fresco de la renovaci�n y de la participaci�n democr�tica de la gente, tanto en el sector p�blico como en el privado. Por esas razones, se�or Presidente, voto a favor de esta iniciativa. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Von Baer. La se�ora VON BAER.- Se�or Presidente, en primer lugar, debo se�alar que lo que busca la reforma en an�lisis, que aprobamos un�nimemente en la Comisi�n de Educaci�n, es eliminar una prohibici�n. Actualmente, la norma pertinente dice que la forma de gobierno de una universidad "deber� excluir la participaci�n con derecho a voto de los alumnos y de los funcionarios administrativos". Y uno de los aspectos principales de discusi�n en el �rgano t�cnico fue la necesidad de que cada instituci�n de educaci�n superior determine de manera aut�noma cu�l va a ser su organizaci�n interna, y que esta no sea impuesta desde afuera por ley. El debate en esta materia se centr� en si el cambio propuesto (terminar con esta prohibici�n de participaci�n con derecho a voto) significaba autom�ticamente que deb�a existir participaci�n con derecho a voto de algunos estamentos de la universidad. Tal planteamiento implicar�a una intromisi�n en la autonom�a universitaria. En ese sentido la respuesta del Ejecutivo fue sumamente clara, en palabras del asesor del Ministro de Educaci�n se�or Patricio Espinoza. Y leo el informe: "Asever� que la redacci�n propuesta es fundamental para asegurar no s�lo la participaci�n de los estamentos aludidos sino tambi�n su organizaci�n. Con todo, enfatiz� que lo anterior no obligar� a los planteles a reestructurar sus formas de gobierno, toda vez que la organizaci�n interna de las instituciones de educaci�n superior es una decisi�n propia de ellas, en virtud de la autonom�a que las rige. A mayor abundamiento, reafirm� que ser�n ellas quienes decidir�n cu�l ser� su forma de gobierno y los grados de participaci�n de las comunidades.". Recalco este punto, se�or Presidente, porque fue un tema importante de discusi�n si la enmienda planteada avanzaba de alguna manera hacia el cogobierno; si constitu�a la dictaci�n de una legislaci�n que impon�a cierto modo de organizaci�n a las universidades, por ejemplo, para recibir financiamiento del Estado. Pero lo manifestado por el Gobierno con mucha claridad, que fue recogido por todos los miembros de la Comisi�n, es que se va a respetar la organizaci�n que cada universidad se fije. Por otro lado, no se quiere -y por eso estamos eliminando la norma pertinente- que exista una prohibici�n respecto de determinada modalidad de gobierno. Lo que todos buscamos, transversalmente -y as� lo expresamos en las reuniones del �rgano t�cnico-, es que las universidades, de modo aut�nomo, puedan establecer su estructura interna y las formas de participaci�n que van a tener los estudiantes y los dem�s estamentos, considerando que, de hecho, es muy diverso el car�cter de dichas casas de estudio a lo largo del pa�s. En definitiva, no se desea que a trav�s de una norma legal se afecte directamente la autonom�a universitaria. Y en cierta manera la disposici�n que se propone suprimir s� lo hace, porque proh�be la participaci�n con derecho a voto de alumnos y administrativos. Con la iniciativa que nos ocupa existir� autonom�a total de parte de las universidades para organizar sus estamentos internos y definir la forma de participaci�n que tendr�n los estudiantes, los acad�micos, los distintos departamentos que las componen. Por lo tanto, se�or Presidente, despu�s de una fruct�fera discusi�n en la Comisi�n, se dio apoyo un�nime al proyecto, con algunos cambios que se introdujeron despu�s de una conversaci�n entre el Ejecutivo y los integrantes de la Comisi�n, se�ores Allamand, Quintana, Rossi, Ignacio Walker y quien habla. )----------( El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Solicito el asentimiento de la Sala para que pase a remplazarme en la testera el Honorable se�or Andr�s Zald�var, mientras me ausento para recibir a una delegaci�n internacional. Acordado. --Pasa a presidir la sesi�n el Senador se�or Andr�s Zald�var, en calidad de Presidente accidental. )----------( El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, estimados colegas, ser� muy breve. Los "ping�inos", cuando marcharon el 2006, y los universitarios, cuando lo hicieron el 2012 y el 2013, plantearon entre sus principales demandas -curiosamente, se exigi� con mucha fuerza desde el mundo secundario- modificar el DFL N� 2 mediante la eliminaci�n de esta prohibici�n, que es un resabio autoritario. En vez de prohibir, se busca establecer que cada instituci�n regule sus mecanismos de participaci�n interna. Agradezco al movimiento estudiantil chileno por haber impulsado y promovido desde hace muchos a�os estas demandas, y tambi�n al Gobierno por haberlas acogido. De esta forma se termina con una institucionalidad que le hace mal a Chile. Si bien es cierto esta propuesta legislativa est� dirigida fundamentalmente a las universidades privadas, tambi�n involucra a varias del CRUCH. Y es muy importante que as� sea. M�s a�n, si consideramos -y por eso he pedido la palabra- que se est� debatiendo la creaci�n de dos universidades estatales: en las Regiones de Ais�n y del Libertador General Bernardo O'Higgins. La idea es que estas se creen sin este tipo de prohibici�n absurda. El Senador Ignacio Walker plante� su percepci�n sobre el cogobierno. Por otra parte, tenemos la experiencia de la Universidad de Chile; en particular, de lo que significa su Senado Universitario, como espacio de participaci�n ponderada de la principal casa de estudios superiores, a mi juicio, del pa�s. En esta instancia la participaci�n no ha impedido, m�s bien ha enriquecido, el proceso de construcci�n de una instituci�n de tremenda trascendencia. Se�or Presidente, voto a favor del proyecto. Y nuevamente aprovecho la oportunidad para agradecerle al Gobierno -a trav�s del Ministro de Educaci�n, aqu� presente- por haber acogido la demanda de los estudiantes y, por sobre todo, al movimiento estudiantil por haber levantado esta bandera de lucha por tantos a�os. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador se�or Quintana. El se�or QUINTANA.- Se�or Presidente, efectivamente, como indique en mi informe, lo que se plantea es muy importante. Uno se pregunta a estas alturas, despu�s de 25 a�os de democracia, c�mo es que mantenemos una aberraci�n jur�dica tan notoria, en virtud de la cual se proh�be de manera categ�rica y expresa la participaci�n de los estudiantes y tambi�n de los funcionarios de las universidades. Dicha participaci�n no necesariamente debe referirse a la conducci�n de las instituciones de educaci�n superior, y tampoco al cogobierno. Nosotros escuchamos a las federaciones estudiantiles en la Comisi�n, y no se�alaron eso. Por supuesto, la norma en cuesti�n tiene una ra�z hist�rica y una explicaci�n. La restricci�n que rige hoy data del a�o 80. Alguien dir�: "Este es el DFL N� 2 del a�o 90". Pero tal normativa es una reiteraci�n del Decreto con Fuerza de Ley N� 5, de 1981, y del DFL N� 1, de 1980, el primero que establece esta prohibici�n. Lo que se buscaba era terminar con un peligro para la dictadura, considerando lo ocurrido en los a�os 60 en Europa. En todo caso, recordemos que lo que pas� en Mayo del 68 en Par�s tuvo su origen en protestas de estudiantes latinoamericanos, especialmente en C�rdoba. Ah� empieza a manifestarse ese deseo de los estudiantes por participar, pero no necesariamente -reitero- en la conducci�n de los planteles educativos. Claro, hubo experiencias -lo dijo el Senador Ignacio Walker- que derivaron en cogobierno, lo que nadie busca reeditar hoy. Se dieron casos de universidades en cuyas asambleas se decid�a qu� profesor realizar�a determinada c�tedra. En ese sentido, creo que aqu� ha primado la responsabilidad tanto del Senado como de quienes han encabezado este proyecto, que, por lo dem�s, forma parte de la reforma educacional propuesta por la Presidenta Bachelet, proceso en el cual el Ministro Nicol�s Eyzaguirre ha jugado un rol fundamental en la mantenci�n del di�logo con los estudiantes y, asimismo, con los rectores de las universidades. Estos han planteado, y con raz�n -por eso se sacaron de la iniciativa casi todos los art�culos transitorios-, que, antes de la aprobaci�n de los estatutos de cualquier universidad, deben fijarse ciertas ideas fuerza, cierto sentido com�n, ciertas bases, relativas a la sana administraci�n y, por supuesto, a la conducci�n de la organizaci�n; es decir, establecer temas propios de la rector�a, de los componentes directivos, en fin. En suma, se propone terminar con una aberraci�n jur�dica, con algo que no debi� existir. Por lo mismo, uno se pregunta c�mo nada se dijo en los Gobiernos anteriores (de la Concertaci�n y de la Derecha) respecto de la antigua aspiraci�n de los estudiantes universitarios de poner fin a esta prohibici�n expresa de participaci�n. Reitero: lo que se plantea abarcar� a todas las universidades, no solo a las privadas, las que, como se se�al� ac�, no se crean por ley especial. Ello, con la precisi�n que introdujimos en la Comisi�n. Nos parece que se da un gran paso. Esta iniciativa forma parte de la reforma educacional y constituye una muestra m�s de perfeccionamiento responsable, por cuanto se entiende que la participaci�n, as� como la libertad y la autonom�a, son pilares esenciales en una universidad, que no es otra cosa que una comunidad donde distintos actores deben luchar por alcanzar objetivos superiores en la b�squeda del conocimiento. Voto, con entusiasmo, a favor del proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Se�or Ministro, no puedo darle la palabra, porque estamos en votaci�n. Pero si su intenci�n es efectuar una rectificaci�n de hecho, no hay inconveniente en que intervenga. El se�or EYZAGUIRRE (Ministro de Educaci�n).- Es una aclaraci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Entonces, puede hacer uso de la palabra. El se�or EYZAGUIRRE (Ministro de Educaci�n).- Se�or Presidente, se trata de una precisi�n, a fin de que haya completa transparencia. Efectivamente, como se ha se�alado, esta iniciativa no prefigura ninguna forma de organizaci�n para las universidades. Simplemente proh�be prohibir. Sin embargo, en aras de la transparencia, dejo constancia en la historia fidedigna de la ley de que ello no significa que en el futuro, particularmente respecto de las universidades estatales, nosotros no podamos legislar sobre su gobernanza. Gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- A usted, se�or Ministro, por la aclaraci�n. Tiene la palabra el Senador se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, el Ministro acaba de introducir el tema al cual quiero referirme. Si bien, al parecer, la aprobaci�n del proyecto ser� un�nime, cabe se�alar que no puedo compartir los argumentos dados esta tarde en la Sala en el sentido de que la autonom�a universitaria se deba entender como el derecho a establecer cualquier forma de gobernanza -seg�n se expres�- o de gobierno en una instituci�n de estudios superiores. Son algo intr�nseco al hecho de ser universidad la participaci�n de todos los estamentos y, tambi�n, la democracia interna. Por lo tanto, con esta iniciativa estamos dando una se�al pol�tica potente para terminar con resabios de otra �poca, aunque falta cambiar muchas cosas en educaci�n superior que vienen de la dictadura. Al menos, ahora estamos eliminando la aberraci�n legal que excluye la participaci�n de distintos estamentos de la comunidad universitaria en el gobierno de dichas casas de estudio. Claramente eso atenta contra la autonom�a universitaria. Pero esta no debe ser entendida como un cheque en blanco para que cualquier instituci�n de educaci�n superior haga lo que desee, conculcando garant�as constitucionales o vulnerando la naturaleza propia de ser universidad. Alguien dec�a -creo que fue un papa- que las universidades son centros incomparables de b�squeda de la verdad. �C�mo se puede buscar la verdad si existen restricciones a la libertad de asociaci�n, de organizaci�n, o limitaciones a la participaci�n de los diferentes estamentos! Aqu� ni siquiera estamos hablando de cogobierno. Por otra parte, adem�s de suprimir esta prohibici�n -insisto- absurda, se introduce una disposici�n para que la normativa interna no impida la libre organizaci�n. O sea, estamos meti�ndonos en los estatutos de las casas de estudios superiores. Que no se crea que, a partir de algunas declaraciones que se han hecho, tales instituciones pueden regirse por cualquier tipo de norma, porque eso va en contra de lo que significa ser universidad. M�s a�n, si esta pretende suscribir un convenio con el Estado para recibir recursos p�blicos, debe tener libertad de c�tedra y de asociaci�n, cosa que en varios planteles no hemos visto. Lamentablemente, en mi propia universidad, la Pontificia Universidad Cat�lica de Chile, se ha censurado a un profesor y, tambi�n, se ha expulsado a un destacado investigador. M�s all� de todo lo que ella ha hecho por nuestro pa�s, deploro que incurra en ese tipo de pr�cticas, pues atentan contra el esp�ritu universitario. Por lo tanto, quiero ser muy claro: la organizaci�n interna de las instituciones de educaci�n superior debe ser definida por cada una de ellas, de acuerdo a su autonom�a y dentro de un marco legal con reglas claras, que reflejen lo que la sociedad chilena considera que debe regir a las universidades. Desde esa perspectiva, se�or Presidente, evidentemente vamos a aprobar este proyecto. Asimismo, me parece relevante se�alar que la autonom�a universitaria carece de rango constitucional. As� lo han dicho destacados constitucionalistas. Se ha hecho una interpretaci�n un tanto oportunista al respecto, aduciendo que aquella tendr�a ese car�cter, lo cual no es efectivo. Sin embargo, si bien es cierto cada instituci�n tiene derecho a establecer las normas que la rigen, las que de alguna manera representan su forma de gobierno, es muy importante entender que debe haber un piso m�nimo, ciertas normas b�sicas que rijan a todas las universidades: no solo a las estatales, sino tambi�n a las privadas que reciben fondos p�blicos, que son cuantiosos. Reitero que vamos a aprobar esta iniciativa. Ojal� pronto podamos debatir sobre una nueva regulaci�n para la educaci�n superior, ya que contin�an vigentes las mismas normas dictadas en 1980. Y todos entendemos muy bien que ha cambiado el panorama en esta materia, no solo en cuanto a la proliferaci�n de la matr�cula, sino tambi�n respecto del incremento de la oferta educacional. En consecuencia, resulta imperioso -imagino que lo mismo ocurrir� cuando hablemos de gratuidad- abordar todos los aspectos relativos a las instituciones de educaci�n superior, a la Superintendencia respectiva y a los dem�s elementos sobre el particular. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador se�or Chahu�n. El se�or CHAHU�N.- Se�or Presidente, Honorable Sala, quiero recordar que fui Vicepresidente y Secretario General de la Federaci�n de Estudiantes de la Universidad de Valpara�so en los a�os 90 y 91. En ese entonces ya demand�bamos una nueva forma de gobernanza universitaria. Ha pasado bastante tiempo y hoy existe voluntad del Gobierno para empujar un proyecto de ley en ese sentido. Ciertamente, establecer "Que ninguna normativa interna ni ning�n acto ni contrato entre la universidad y sus estudiantes o personal acad�mico y no acad�mico contenga disposiciones que proh�ban, limiten u obstaculicen la libre organizaci�n de estos" representa un aporte relevante. En esa �poca nosotros impuls�bamos con fuerza la capacidad triestamental para que los estudiantes, el personal no acad�mico y el acad�mico puedan contar con una nueva forma de gobierno. Me parece doblemente valioso que la dictaci�n de los nuevos estatutos se inicie en la Universidad de Valpara�so, en la cual yo fui dirigente estudiantil y donde levantamos en su oportunidad estas banderas de lucha, y, tambi�n, en la USACH. Me parece que este es un paso decisivo. A partir de esta futura ley, habr� una acci�n hacia nuevas formas de organizaci�n. Pero, como bien dijo el Senador Rossi, ello no significar� un cheque en blanco, sino, por el contrario, mucha responsabilidad para generar un proceso de cambio y una manera distinta de entender la gobernanza universitaria. En consecuencia, voto a favor de este proyecto de ley. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- No queda ning�n Senador inscrito para fundar el voto. Se�or Secretario, consulte. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general el proyecto (34 votos afirmativos) y, por no haber sido objeto de indicaciones, queda aprobado tambi�n en particular y despachado en este tr�mite. Votaron las se�oras Allende, Goic, Mu�oz, Lily P�rez, Van Rysselberghe y Von Baer y los se�ores Allamand, Araya, Bianchi, Chahu�n, Coloma, De Urresti, Espina, Garc�a-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Orpis, Ossand�n, P�rez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andr�s Zald�var. ADECUACI�N DE LEGISLACI�N NACIONAL A EST�NDAR DE CONVENIO MARCO DE LA ORGANIZACI�N MUNDIAL DE LA SALUD PARA EL CONTROL DEL TABACO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Proyecto de ley, iniciado en moci�n de los Senadores se�ores Girardi y Rossi y del entonces Senador se�or Ruiz-Esquide, en primer tr�mite constitucional, que adecua la legislaci�n nacional al est�ndar del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, con segundo informe de la Comisi�n de Salud y urgencia calificada de "simple". --Los antecedentes sobre el proyecto (8.886-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley (moci�n de los Senadores se�ores Girardi y Rossi y del entonces Senador se�or Ruiz-Esquide): En primer tr�mite, sesi�n 11�, en 10 de abril de 2013. Informes de Comisi�n: Salud: sesi�n 35�, en 5 de agosto de 2014. Salud (segundo): sesi�n 6�, en 7 de abril de 2015. Discusi�n: Sesiones 36�, en 6 de agosto de 2014 (queda pendiente la discusi�n en general); 37�, en 12 de agosto de 2014 (aprobado en general). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Esta iniciativa fue aprobada en general en sesi�n de 12 agosto de 2014. La Comisi�n de Salud deja constancia en su informe, para los efectos reglamentarios, de que los n�meros 1), 2), 3), 5) y 12) del art�culo 1�; el art�culo 3�, y el art�culo transitorio no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones, por lo que conservan el mismo texto aprobado en general. Estas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que alguna se�ora Senadora o alg�n se�or Senador, contando con la unanimidad de los presentes, solicite su discusi�n o votaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- De acuerdo con el Reglamento, dar�amos por aprobadas las normas se�aladas. Tiene la palabra el Senador se�or Chahu�n. El se�or CHAHU�N.- Se�or Presidente, pedimos que el proyecto se vote art�culo por art�culo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Conforme. Solicito el asentimiento de la Sala para que pase a remplazarme en la testera el Senador se�or Ignacio Walker, ya que debo integrar la Comisi�n de Gobierno. Acordado. --Pasa a presidir la sesi�n el Senador se�or Walker, don Ignacio, en calidad de Presidente accidental. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Por otra parte, el n�mero 14) del art�culo 1�, que no fue objeto de modificaciones en el segundo informe, debe aprobarse en particular con qu�rum org�nico constitucional, esto es, con 22 votos favorables. La Comisi�n de Salud realiz� diversas enmiendas al proyecto de ley aprobado en general, las cuales fueron acordadas por unanimidad, con excepci�n de cinco de ellas, que ser�n puestas en discusi�n y en votaci�n oportunamente. Cabe recordar que las enmiendas un�nimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna se�ora Senadora o alg�n se�or Senador impugne la proposici�n de la Comisi�n a su respecto o existan indicaciones renovadas. Sus Se�or�as tienen en sus escritorios un bolet�n comparado que transcribe, en la tercera columna, las modificaciones introducidas por la Comisi�n de Salud y, en la cuarta, el texto como quedar�a al aprobarlas. De consiguiente, en primer lugar habr�a que proceder a dar por aprobadas las normas que se�al� (n�meros 1), 2), 3), 5) y 12) del art�culo 1�; el art�culo 3�, y el art�culo transitorio), por cuanto no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones ni tienen qu�rum especial. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- En discusi�n particular el proyecto. Tiene la palabra la Senadora se�ora Van Rysselberghe. La se�ora VAN RYSSELBERGHE.- Se�or Presidente, �est� pedido el debate de las cinco normas? El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Estamos en la discusi�n en particular, art�culo por art�culo, y el se�or Secretario acaba de dar algunas indicaciones sobre la materia. Tiene la palabra el Senador se�or Harboe. El se�or HARBOE.- Se�or Presidente, �el numeral 12) del art�culo 1� es uno de los que ha se�alado el se�or Secretario? �Se entender�a que est� aprobado? El se�or LABB� (Secretario General).- Efectivamente, los n�meros 1), 2), 3), 5) y 12) del art�culo 1�; el art�culo 3�, y el art�culo transitorio no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones. Y de acuerdo al art�culo 124 del Reglamento, al no ser normas de qu�rum especial, deben darse por aprobadas, salvo que alguna se�ora Senadora o alg�n se�or Senador, contando con la unanimidad de los presentes, solicite su discusi�n y votaci�n. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Muy bien. Se dar�an por aprobadas, entonces, las disposiciones mencionadas. Tiene la palabra el Senador se�or Harboe. El se�or HARBOE.- Se�or Presidente, solo tengo una observaci�n respecto del numeral 12), que me parece dif�cil de aplicar y bastante complejo. Por eso, solicit� la posibilidad de discutirlo, si hubiera unanimidad. En cuanto al resto, no tengo objeciones. La se�ora ALLENDE.- �En qu� p�gina estamos? El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- P�gina 17 del bolet�n comparado. El se�or HARBOE.- S�, se�or Presidente. Ahora, �a lo mejor el Senador Girardi le pide al Senador Rossi que no d� la unanimidad�! Pero est� bien. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Entonces, se dar�an por aprobadas las normas que hemos mencionado. Se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Para aclarar: el numeral 12), que pasa a ser 13), no fue objeto de modificaciones ni indicaciones. Figura en la p�gina 17, segunda columna, del bolet�n comparado. Lo que sucede es que se agregaron normas, por lo que la numeraci�n fue cambiando. El n�mero 12) dice: "Agr�gase el siguiente art�culo 13, nuevo: "Art�culo 13.- Se proh�be el ingreso de menores de edad a lugares habilitados para fumadores.". El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- �Est� claro? El se�or HARBOE.- Est� perfecto, se�or Presidente. No tengo objeciones sobre esa disposici�n. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Entonces, daremos por aprobadas las normas que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones en la Comisi�n. --Quedan aprobados reglamentariamente los n�meros 1), 2), 3), 5) y 12) del art�culo 1�; el art�culo 3�, y el art�culo transitorio. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Corresponder�a seguir el orden del proyecto y comenzar a ver las normas de votaci�n dividida. Sin embargo, si se desea, puede votarse antes el n�mero 14) del art�culo 1� -figura en la p�gina 18 del bolet�n comparado-, que sustituye el art�culo 15 de la ley, ya que si bien no fue objeto de modificaciones en el segundo informe, es una norma de qu�rum org�nico constitucional, por lo que requiere, para su aprobaci�n, 22 votos favorables. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador se�or Harboe. El se�or HARBOE.- Se�or Presidente, deseo hacer una observaci�n de forma. Este art�culo le otorga a la autoridad sanitaria la competencia para los procedimientos de infracci�n, sac�ndolos de los juzgados de polic�a local. Sin embargo, de conformidad al art�culo 16 de la ley N� 18.918, Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, para eso se requiere la opini�n de la Excelent�sima Corte Suprema. Y, hasta donde yo entiendo, ella no se ha solicitado. El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- �Les parece que vayamos votando las normas en orden, una por una, y que cuando lleguemos a este numeral llevemos a cabo la discusi�n? As�, la Secretar�a tambi�n podr� chequear este aspecto en el informe. Se�or Secretario, sigamos el orden del proyecto y usted nos indica qu� se vota y en qu� p�gina del comparado se encuentra el texto respectivo. El se�or LABB� (Secretario General).- La primera norma aprobada solo por mayor�a en la Comisi�n es el numeral 4), nuevo (por esa raz�n cambia la numeraci�n de las dem�s disposiciones, como se dijo antes), del art�culo 1�, que se�ala: "4) Reempl�zase en el actual inciso final del art�culo 4�" -su texto figura en la primera columna del comparado- "la palabra "diez" por "veinte".". Este numeral fue aprobado por 3 votos a favor, uno en contra y una abstenci�n. --(Manifestaciones en tribunas). El se�or WALKER, don Ignacio (Presidente accidental).- Vamos a poner inmediatamente orden en las tribunas. No est� permitido ning�n tipo de manifestaci�n. El respeto de esa norma depende enteramente de ustedes. Por eso, les advierto que, si persisten en su actitud, quer�moslo o no, tendremos que adoptar las medidas que corresponden. As� es que les pido absoluto silencio. Gracias. Tiene la palabra el Honorable se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, en general, todas estas modificaciones, que algunos a lo mejor pueden encontrar absurdas o disparatadas a primera vista, no son arbitrarias; m�s bien, se trata de recomendaciones que recogimos de la Organizaci�n Mundial de la Salud y de la legislaci�n comparada que ha tenido cierto �xito en controlar la adicci�n tab�quica. No quiero profundizar los argumentos, sino solo dar un dato muy claro y que de alguna manera explica por qu� estamos legislando: en el grupo etario de ni�as entre 13 y 15 a�os Chile tiene la tasa de consumo de tabaco m�s alta del mundo, �del mundo! Y este proyecto est� muy enfocado a los menores de edad, pues tiene mucho que ver con la publicidad. Ahora, establecer la venta de un m�nimo de 20 cigarrillos -una cajetilla normal, la que todo el mundo conoce- va en la misma direcci�n de lo planteado cuando se prohibi� vender cigarrillos sueltos, ya que se halla del todo comprobado en la evidencia cient�fica que el precio o el costo del cigarrillo tiene directa relaci�n con su consumo, particularmente en j�venes y ni�os. En la medida en que se vende una cantidad inferior a 20 cigarrillos se facilita el acceso a los menores de edad. Ese es el sentido de esta disposici�n, se�or Presidente. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Ministro de Salud subrogante, don Jaime Burrows. El se�or BURROWS (Ministro de Salud subrogante).- Se�or Presidente, ser� muy breve. M�s que referirme a este numeral en particular -concuerdo con el Senador Rossi en cuanto a su importancia y a su orientaci�n hacia el inicio del consumo por parte de los adolescentes y los j�venes-, deseo hacer una breve reflexi�n general. Este proyecto es muy relevante para el Ejecutivo porque enfrenta un tremendo problema de nuestro pa�s. Las semanas anteriores presenciamos una enorme cat�strofe en el norte y el Ejecutivo ha puesto todos sus recursos para abocarse -me parece que nadie se niega a ello- a dar soluci�n a los problemas sanitarios que emergen a partir de esa situaci�n de emergencia. Pues bien, el tabaquismo en Chile constituye una cat�strofe sanitaria mucho peor, ya que 45 chilenos mueren d�a a d�a debido a esa adicci�n; m�s de 16 mil compatriotas fallecen al a�o por causas relacionadas con el consumo del cigarrillo, y estamos en los primeros lugares del ranquin tanto en consumo de escolares adolescentes como de adultos. Por ese motivo el Gobierno considera necesario avanzar en una legislaci�n que permita al menos disminuir los incentivos para que los j�venes y los ni�os comiencen a fumar. En tal sentido, resulta relevante destacar algunos aspectos del proyecto de ley que nos interesa sobremanera que sean rescatados y aprobados por la Sala del Senado. En primer lugar, la prohibici�n de exponer los productos del tabaco mediante su exhibici�n en los lugares de venta. En segundo lugar, el establecimiento de una mayor cobertura para la advertencia y de una envoltura gen�rica para las cajetillas de tabaco. En tercer lugar, la prohibici�n de fumar en parques y plazas destinados a que jueguen los menores de edad. Por �ltimo, la propuesta de devolver la tuici�n y la fiscalizaci�n de la aplicaci�n de la Ley del Tabaco a la autoridad sanitaria, ya que pudimos comprobar que la entrega de esa potestad a los juzgados de polic�a local no ha tenido el efecto buscado por la normativa. En resumen, y volviendo al tema planteado por el Senador Rossi, creemos que este proyecto es importante, ya que nos permitir� avanzar en la soluci�n de la cat�strofe sanitaria que significa la epidemia de consumo de tabaco en Chile. Muchas gracias. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Van Rysselberghe. La se�ora VAN RYSSELBERGHE.- Se�or Presidente, nadie puede desconocer que el tabaquismo es un problema de salud p�blica, ni tampoco -porque as� lo demuestran las cifras- que el nivel de consumo de tabaco en j�venes, y particularmente en ni�os, ha aumentado. Sin embargo, hay un aspecto que llama tremendamente la atenci�n. En nuestro pa�s venderles tabaco a menores es ilegal. Por lo tanto, resulta un poco contradictorio argumentar a favor de algunas normas establecidas en esta iniciativa que pretenden sancionar aquello que ya es ilegal. Me da la impresi�n de que, si queremos evitar la venta de tabaco a menores, lo que se debe hacer� --(Aplausos en tribunas). � es aumentar la fiscalizaci�n en los puntos de venta en que compran los menores. --(Aplausos en tribunas). En segundo lugar, escuchamos decir aqu� que esta moci�n pretende adecuar nuestra normativa al Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de la Salud. Sin embargo, le� el Convenio y encontr� una serie de aspectos que este proyecto de ley no toca, como aquellos referidos a la conciencia p�blica, o los relacionados con las medidas para generar tratamientos de abandono del tabaquismo, o los relativos a acciones alternativas que hagan viables las actividades econ�micas de los productores, sobre todo de los dedicados a la peque�a agricultura del tabaco. Entonces, de verdad llama la atenci�n que se pretenda, a trav�s de esta normativa, controlar la venta de tabaco a menores. Considero que esta medida -por eso voy a votar en contra- lo que hace es� --(Aplausos en tribunas). El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Exc�seme un minuto, se�ora Senadora. Les informo a los asistentes a las tribunas que el Senado tiene un Reglamento, seg�n el cual las manifestaciones est�n prohibidas. Les pido ajustarse a �l y, por consiguiente, que no se expresen ruidosamente. Ello, para que nos sigan acompa�ando en esta discusi�n. Puede continuar, se�ora Senadora. La se�ora VAN RYSSELBERGHE.- Se�or Presidente, se�alaba yo que la medida a que nos estamos refiriendo, al final del d�a, fomenta el expendio de cigarros sueltos. Yo les quiero decir que al frente, �a cien metros del Senado, venden cajetillas ilegales, contrabandeadas...! Por lo tanto, pensar que al disminuir el contenido de las cajetillas se va a reducir el consumo de tabaco es no entender c�mo funciona la naturaleza humana. Sinceramente, creo que, en definitiva, las mismas personas que adquieren paquetes de diez unidades comprar�n cigarrillos sueltos, probablemente a un costo mayor y, por cierto, de calidad infinitamente peor. --(Aplausos en tribunas). En esta materia, a mi juicio, debemos hacer pol�ticas p�blicas que apunten a desincentivar el tabaquismo. Pero tengo el convencimiento de que la medida que se nos propone no va en este sentido. Creo que, por el contrario, tal como cuando muchos de nosotros �ramos j�venes y fum�bamos, se volver� a la venta de cigarros sueltos. As� que, de verdad, considero que la medida sugerida es muy mala y atenta contra el esp�ritu de la ley en proyecto, que es mejorar la salud de los chilenos. --(Aplausos en tribunas). El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Les reitero a las personas que se hallan en las tribunas que, reglamentariamente, est� prohibido manifestarse en forma ruidosa. Tiene la palabra el Senador se�or Tuma. El se�or TUMA.- Se�or Presidente, el Congreso Nacional ha avanzado de manera notable en medidas dirigidas a proteger la salud de las personas, en particular a combatir el consumo de tabaco, y sobre todo a evitar la adicci�n en los ni�os. Las cifras que entrega el Ministerio de Salud son impactantes desde el punto de vista de lo que est� ocurriendo en Chile con el tabaquismo. Ahora, yo quiero expresar mi preocupaci�n frente a la sociedad que estamos construyendo. Se trata de una sociedad en la que queremos profundizar la democracia. Y como queremos profundizar la democracia, les doy a los ciudadanos todo el derecho a tener su espacio de libertad para saber qu� les hace da�o y qu� no les hace da�o. Sin duda, el tabaco es veneno. Pero permitamos que la gente pueda informarse y decidir qu� tipo de veneno va a consumir. Este proyecto establece que en las car�tulas el cien por ciento va a ser advertencia. Sin embargo, en ninguna parte se informa qu� tabaco (o qu� veneno) se consumir�. Yo creo que los chilenos tienen derecho, al menos en 30 por ciento, en 20 por ciento, en 10 por ciento, en 1 por ciento, a saber qu� tipo de tabaco van a consumir. Por tanto, cuando se proh�be la venta en paquetes que contengan menos de 20 unidades se impide el expendio de cigarrillos no solo a los ni�os (eso est� bien; en todo caso, la prohibici�n de venta a menores de edad ya es ley), sino tambi�n a la gente de los sectores m�s vulnerables, de los sectores de m�s escasos recursos. Entonces, en mi opini�n, se trata de una norma clasista y que no responde a los verdaderos motivos tenidos en cuenta por los impulsores de esta iniciativa, que se vinculan con la protecci�n de la salud de las personas, con el prop�sito de evitar la adicci�n al tabaco. Por otra parte, esta iniciativa no dice qu� ocurre con la venta de tabaco en los locales duty-free. El duty-free compite con todas las tiendas que tienen tal caracter�stica a lo largo del mundo. Sin embargo, Chile no da cuenta de eso. De manera que, en mi concepto, hemos de hacer una distinci�n en esa materia. Mediante una norma de este proyecto "Se proh�be la fabricaci�n y venta de dulces, golosinas, juguetes o cualquier otro art�culo que asemeje o tenga forma de pipa, cigarrillo u otro producto de tabaco.". �Vamos a terminar con el cuchufl�? --(Aplausos en la Sala y en tribunas). Yo creo que la intenci�n es buena. No obstante, el modo de redactar esta normativa lleva a establecer solo prohibiciones que no dan cuenta de nuestro compromiso con la protecci�n de la salud de la ciudadan�a y con la libertad de informaci�n. En otra parte se dispone que "Todas las marcas tendr�n caracter�stica comunes". Bueno: a los ciudadanos se les niegan la diversidad y la informaci�n. Sabemos que el tabaco es un veneno. Pero al menos sepamos qu� tipo de veneno vamos a consumir. �Por qu� se impedir� que alguien sepa qu� est� consumiendo al fumar un Dunhill, un Cohiba Club o un cigarro de otra marca? A mi entender, las legislaciones no deben tener sentido pendular: han de estar provistas de sentido com�n y del realismo que requiere una sociedad libertaria y que les permite a los ciudadanos decidir. Otro precepto proh�be fumar en playas y espacios p�blicos costeros. �Significa aquello que la gente que desee fumar en esos lugares solo podr� hacerlo si se interna mar adentro con un salvavidas�? --(Aplausos en la Sala y en tribunas). Creo que las referidas disposiciones doblegan en extremo la voluntad de los ciudadanos. Por lo tanto, se�or Presidente, estimo necesario revisar las particularidades de este proyecto. No voy a votar favorablemente muchos de los preceptos en comento. He dicho. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, yo comparto la gran mayor�a de las normas que contiene el proyecto en debate. Me parece muy bien todo lo que hagamos en esta materia, particularmente para proteger a los menores de los enormes y graves problemas de salud que acarrea el consumo de tabaco. Sin embargo, la disposici�n que vamos a votar, que en el fondo proh�be la venta en cajetillas de diez cigarros, es francamente exagerada. En primer lugar, por lo que conozco, los buenos cigarrillos son los que se venden en envases de diez unidades, fundamentalmente. Es un producto m�s caro. Por lo tanto, prohibirlo carece de todo sentido pr�ctico. Adem�s, uno podr�a, leg�timamente, decir: "Proh�bo la cajetilla de diez". La persona queda obligada a comprar la de veinte; en consecuencia, va a fumar m�s, no menos. O sea, se logra un efecto absolutamente contrario al que busca el precepto en cuesti�n. Yo creo que, finalmente, estas normas tan draconianas le terminan haciendo un flaco favor al proyecto en su conjunto. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con la prohibici�n de fumar en las playas. Esta medida raya en lo absurdo, pues lo que se ha de buscar es precisamente que las personas no fumen en lugares cerrados, sino en zonas m�s abiertas, m�s ventosas, para eliminar toda posibilidad de contaminaci�n. Voy votar en contra de la norma que nos ocupa, se�or Presidente, pues considero que la restricci�n que impone significar� m�s da�os que beneficios. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Debo recordarles a Sus Se�or�as que en la discusi�n particular hay que ce�irse al art�culo respectivo y no entrar a consideraciones generales. Tiene la palabra el Senador se�or Girardi. --(Manifestaciones en tribunas). El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- �Les reitero a las personas ubicadas en las tribunas que est� absolutamente prohibido hacer manifestaciones! El se�or GIRARDI.- Ese es el pa�s que estamos viviendo, se�or Presidente, donde tenemos gerentes cobardes... --(Manifestaci�n en tribunas). ... que no se atreven a tomar decisiones y env�an a trabajadores a hacer lobby, bajo la amenaza de que van a perder el empleo si se legisla a favor de la salud. Entonces, ac� tenemos a los trabajadores defendiendo su fuente laboral porque los gerentes los amenazaron con que si se aprobaba la ley en proyecto todos iban a quedar cesantes. --(Manifestaci�n en tribunas). Y aqu� est�n, seguramente financiados, as� como los carteles que ponen en la Ruta 68, contra la ley en proyecto. Entonces, el Senado tiene en sus manos una responsabilidad (quiz� ella es superior a los aspectos puntuales que estamos discutiendo), cual es qu� va a poner finalmente en el centro: la defensa de la vida, el resguardo de las personas, la protecci�n de los ni�os; o bien, la defensa de una industria que se halla cuestionada en todas partes del mundo justamente porque en el pasado hubo verdaderas mafias que mintieron y que en todas las naciones civilizadas, salvo en Chile, fueron condenadas por financiar estudios falsos, por hacer publicidad enga�osa. El nuestro es de los pocos pa�ses donde esa industria tiene un para�so, en el cual prominentes personas de todos los sectores pol�ticos forman parte de sus directorios. Y uno se pregunta por qu� est�n ah� si no tienen nada que ver con ella. Pero es as� porque aqu� las empresas del sector han logrado sistem�ticamente derrotar al bien com�n. Yo he sido protagonista de todos los proyectos de ley sobre la materia. Y hemos debido avanzar paso a paso, pues el lobby que se realiza es vergonzoso. Cierta vez en la Comisi�n de Salud de la C�mara Baja nos encontramos con que Diputados hab�an presentado exactamente las mismas indicaciones que quer�an las tabacaleras. Y algunos, avergonzados, tuvieron que retirarlas. Entonces, en esta materia ha habido un lobby feroz. Hoy estamos intentando proteger la salud de los ni�os. �En dos d�as las tabacaleras matan a la misma cantidad de personas que perecieron en el aluvi�n! El problema estriba en que Chile no solo registra el fallecimiento de adultos por consumo de tabaco: adem�s, tiene la prevalencia mundial m�s alta en ni�os que fuman. En efecto, 50 por ciento de los alumnos de cuarto medio fuman; 38,5 por ciento de los estudiantes de primero a cuarto medio fuman. �Y es ilegal...! �Por qu� fuman, entonces? Fuman porque toda la estrategia de las tabacaleras se dirige a reclutar ni�os. Porque una persona que a los 20 a�os no ha fumado no va a ser fumadora. Y hay toda una estrategia subliminal para agregar aditivos al tabaco. Por ejemplo, le a�aden mentol porque anestesia las v�as a�reas; ello, para a los efectos de que un ni�o de 12 a�os que va a fumar no sienta sabor amargo o picaz�n. Es evidente, pues, que una norma como la de aumentar el costo del tabaco se halla en directa relaci�n con el deseo de proteger a los ni�os y a las personas m�s pobres, que sufren 300 por ciento m�s de infartos y de c�nceres que las de sectores con mayores ingresos econ�micos. Entonces, �por qu� la medida en comento? En lo particular, es razonable porque el mayor precio les dificulta a los ni�os el acceso al tabaco. Y es evidente, de sentido com�n, pues les cuesta m�s comprar una cajetilla de 20 unidades que una de 10 o de 5. Ahora, la disposici�n que estamos discutiendo emana de una indicaci�n del Ministerio de Salud, el cual plante� prohibir la venta de cajetillas con menos de 20 cigarrillos justamente para resguardar al sector m�s vulnerable, que no es el de los adultos, sino el de los ni�os. Ahora, no hay tabaco bueno. A diferencia del alcohol, todo tabaco, precisamente porque no tiene dosis de umbral, puede provocar c�ncer. Se�or Presidente, cuando se habla de la irresponsabilidad de alguien que consume tabaco a sabiendas de que puede producir da�o, yo pregunto qu� evaluaci�n puede hacer una persona adicta y a la que no le es factible dejar de fumar frente a da�os que no son inmediatos sino futuros. Por tanto, en esta materia el Congreso Nacional tiene en sus manos una decisi�n muy relevante. Yo s� que hay un lobby feroz. �Ah� est�, en las tribunas! �Y vemos c�mo act�a! Los Senadores debemos determinar qu� bien superior vamos a defender hoy en la Sala. Porque este Parlamento est� cuestionado. Porque hoy este Parlamento debe poner por delante bienes superiores y bienes centrales. Un proyecto de ley que en cada una de sus normas ha contado con el apoyo de la Escuela de Salud P�blica, de la Organizaci�n Mundial de la Salud y de todos los entes cient�ficos y t�cnicos y con el respaldo del Ministerio de Salud tiene sentido para nuestro pa�s. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, yo fui fumador, y reconozco que cuesta dejar de fumar. Hoy soy quiz�s uno de los m�s insistentes para lograr que la gente no fume. Lo hago no solo con mi familia, sino con todos. Y voy a votar a favor de este proyecto de ley, en la mayor�a de sus disposiciones. Ahora bien, debo puntualizar que nunca nadie me ha hecho lobby (excepto el Senador Girardi -y lo digo con todo cari�o-, quien se me acerc� para pedirme que votara a favor algunas normas). Jam�s me ha llamado alguien de las tabacaleras. Yo quiero expresarle al Ministro subrogante, se�or Burrows, que el tabaquismo es una plaga y que, en mi concepto, hay que dar pasos importantes para desincentivar el consumo de tabaco, especialmente en los j�venes, por el da�o que ello causa. Sin embargo, no veo que haya gran inter�s para resaltar el da�o que las drogas, especialmente la marihuana, provocan en los j�venes. El Senador Rossi se�alaba reci�n la alta prevalencia de tabaquismo en la juventud. Pero tambi�n tenemos r�cords mundiales en el �mbito de las drogas, sobre todo en el de la marihuana, como muy bien manifest� aqu� el colega Orpis, quien conoce la materia. Y quiero contar una experiencia personal, se�or Presidente. A m� me llama la atenci�n que frente al tabaco el Gobierno tenga el par�metro que indica y que ante las drogas no exista una campa�a oficial, no para decirles a los j�venes que no consuman marihuana, sino para advertirles que consumirla en la etapa escolar provoca un da�o enorme en el cerebro. No veo el mismo inter�s. Desconozco el porqu�. Y aqu� relato mi experiencia. Fui personalmente adonde la Directora del SENDA para pedirle la realizaci�n de una campa�a acerca de los da�os que la marihuana est� causando en la gran cantidad de j�venes que la consumen (porque, al rev�s de lo que debe hacerse, incluso algunas autoridades les est�n diciendo que es buena, positiva). Y le ofrec� 50 radios (el Senador Chahu�n las puso a nuestra disposici�n) para hacer una cruzada contra el consumo de marihuana. Pero hasta aqu�, �nada!, �ni una palabra! Se�or Presidente, preocup�monos del tabaco -evitemos sobre todo que lo consuman j�venes y ni�os-, porque es un veneno; y si todo lo dicho por el Senador Girardi es real, peor a�n. Pero, derechamente, llamo al se�or Subsecretario de Salud, quien nos acompa�a hoy como Ministro subrogante, a que, as� como se ha efectuado una campa�a en torno al proyecto que nos ocupa esta tarde -yo los voy a acompa�ar en la mayor�a de los art�culos-, nos preocupemos tambi�n del problema de las drogas, porque estas nos est�n destruyendo. Por �ltimo, el que fuma se mata a s� mismo y mata a quienes est�n a su lado. Las drogas matan a las familias; las drogas destruyen a los pa�ses, los ponen de rodillas con el narcotr�fico y las dem�s situaciones asociadas. Entonces, acojamos estas normas para el caso del tabaco, pero, �por favor!, acompa�emos la aprobaci�n con una campa�a p�blica de las autoridades que deje claramente en evidencia el da�o que las drogas les causan a las personas, a las familias. Como autoridades, no podemos tener un doble est�ndar frente a la opini�n p�blica. Porque yo veo que autoridades con mucho peso dicen: "�No! �Esto es terap�utico!". �Qu� va a ser terap�utico! �Por favor! Y d�a a d�a vemos c�mo los j�venes consumen marihuana sin que nadie les diga nada. Pienso que las autoridades de Salud tienen el deber de, a lo menos, expresarles a los ciudadanos que el consumo de marihuana les har� mal y que ellos tomen la decisi�n. Pero hay que evitar que la adopten enredados por opiniones de autoridades que sostienen que la marihuana es buena, que no provoca ning�n da�o. Eso lleva a una confusi�n tremenda. Nos lo dicen las polic�as, los expertos, todos los que saben de esta materia. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, yo siempre en estos debates desconf�o de los catones. O sea, aquellos que se definen como los buenos, que siempre tienen la raz�n y pontifican respecto a lo que val�ricamente alguien debe hacer o no hacer, y que adem�s califican al resto de malos -a los que pensamos distinto; a quienes est�n en las tribunas; a los que vienen de Pelarco, de San Rafael, de R�o Claro- por defender algo que es una actividad leg�tima, peyor�ndolos en el sentido de que son mandatados, o pagados, o personas despreciables, en funci�n de otras personas, pertenecientes a empresas que son m�s despreciables. Yo quiero ser superclaro, se�or Presidente. En mi concepto, aqu� hay una forma de enfrentar un problema profundamente equivocada, a partir de lo que han dicho el Subsecretario de Salud y algunos Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra. Yo deseo dejarlo muy claro -reitero-, porque, como en todo, ac� existe una especie de voyerismo. Yo nunca he fumado; as� que nadie sospeche de la existencia de alg�n problema de tal naturaleza. Pero entiendo que enfrentamos una realidad con respecto a la cuesti�n del tabaco. Y hay que hacerse una primera pregunta: �el consumo de tabaco es l�cito o il�cito, es leg�timo o ileg�timo? Porque si alguien lo declara il�cito -puede ser una f�rmula-, yo entiendo que exista una pol�tica restrictiva y se proh�ba desarrollar una actividad determinada. Pero no es el caso. Lo que se requiere comprender es que los efectos del tabaco, particularmente trat�ndose de un exceso, son da�inos. Y el modo como los autores de la norma han preferido enfrentar tal realidad, en lugar de optar por la educaci�n y la formaci�n, que me parecen elementos centrales de cualquier pol�tica p�blica, es el camino de la persecuci�n y la prohibici�n. Deseo manifestar que me preocupan todos los datos proporcionados por el Senador se�or Girardi, entre otros, porque son consecuencia de las mismas leyes que ellos han postulado en los �ltimos a�os. Entonces, si han tropezado cuatro veces con la misma piedra, pregunto si acaso no mediar� una mala pol�tica p�blica y si la manera de enfrentar el asunto, en cuanto a formaci�n y educaci�n, tiene que ser completamente distinta del concepto prohibitivo. �Qu� propone el se�or Ministro subrogante? Nos expresa: "Lo m�s conveniente es que, en vez de diez cigarrillos, el m�nimo para la venta sea de veinte". Por mi parte, pregunto si ello no ser�a el para�so del clandestinaje, del contrabando, del expendio de a uno. �O alguien cree que ese tipo de medida va a generar una conducta de tal naturaleza que la persona entender� que la l�gica es no consumir? Ello no es as�. La l�gica ser� la de hacerlo de otra forma. Se optar� por un producto de peor calidad, proveniente de otros lugares, en vez del nacional, fabricado con mucho m�s cuidado, como Sus Se�or�as lo saben bien. Se sacar� por unidad. Pero el n�mero de cigarrillos por cajetilla no va a generar por arte de magia el efecto que se afirma perseguir. La otra soluci�n es la relativa a la etiqueta. Vamos a verlo despu�s. Pero, �por favor!, eso no solo significa violentar el sentido com�n, sino tambi�n precisamente premiar la peor calidad: mientras m�s mala sea, m�s beneficios se obtienen. Porque, obviamente, si no puedo diferenciarme de quien produce algo de esta �ndole, soy el m�s perjudicado, y el otro, el m�s favorecido. Y el impedimento de exhibir en las estanter�as es como el sue�o de quien justamente quiere hacer las cosas en mala lid. Evidentemente, no estoy acusando a quienes formularon el proyecto de andar buscando ese objetivo, pero solicito considerar con serenidad cu�les son los efectos del conjunto de normas planteadas. Se observa la l�gica persecutoria, la del Gran Hermano, la de alguien que no cree en la libertad, en la educaci�n. Un Honorable colega que me antecedi� en el uso de la palabra lo dec�a. Pienso distinto: soy partidario de la libertad, de la educaci�n, de pol�ticas p�blicas coherentes y consistentes, y no del garrote permanente. �Por qu�? Porque se ha fallado. �Ya llevamos cu�ntas discusiones en la misma l�nea, y, al final, cada informe es peor que el anterior? Entonces, �por qu� no decidimos cambiar de pol�tica p�blica, de una vez por todas, y aplicar el criterio de la educaci�n y la formaci�n? En virtud de las consideraciones anteriores, por lo menos el Senador que habla rechazar� -y no me siento malo por ello, se�or Presidente- la mayor�a de las proposiciones formuladas. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Lily P�rez. La se�ora P�REZ (do�a Lily).- Se�or Presidente, votar� en contra de la norma en debate, porque no solo no guarda relaci�n alguna con que los menores no consuman, a mi juicio, el hecho de que las cajetillas contengan veinte cigarrillos y no diez, sino tambi�n porque se impide fumar a los m�s modestos, a los m�s humildes, en circunstancias de que es un h�bito que forma parte de la libertad de las personas. Si se obligar� a comprar una cajetilla de veinte unidades -por lo menos, el doble m�s cara- y a adquirir, o en el mercado negro, o un producto de menor calidad, por el solo hecho de carecer de recursos, ello me parece superdiscriminatorio y que atenta totalmente contra la libre elecci�n. Estoy convencida de que las disposiciones en estudio presentan aspectos muy positivos, como el de ir generando conductas contrarias al tabaquismo -eso es muy loable e importante-, pero no veo qu� conexi�n existe entre este �ltimo prop�sito y el n�mero de cigarrillos en una cajetilla. Considero absolutamente irrelevante esta �ltima medida y que puede fortalecer conductas de mercado negro, de consumo de productos de baja calidad. Lo peor de todo es que se puede discriminar a personas que, dentro de su libertad de fumar -es un h�bito que no me gusta, pero respeto la opci�n de aquellos a quienes les agrada-, carecen de recursos suficientes para ejercerla. He dicho. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- A continuaci�n est� inscrito el Senador se�or Rossi, quien ya intervino a prop�sito de la norma en examen, seg�n me informa la Secretar�a. Quedar� anotado para las siguientes. Tiene la palabra el Honorable se�or Chahu�n. El se�or CHAHU�N.- Se�or Presidente, estimados colegas, tal como lo consign� en la sesi�n de 12 de agosto de 2014, cuando aprobamos en general la moci�n, la ley modificatoria anterior -la N� 20.660- tuvo como objetivo fundamental establecer espacios donde fuera posible consumir productos de tabaco sin afectar a los denominados "fumadores pasivos". Asimismo, se abordaron aspectos relativos a la publicidad del consumo y se determinaron infracciones en caso de contravenci�n de las disposiciones introducidas y los procedimientos para aplicarlas. Dicho texto legal se encuentra plenamente vigente y ha tenido la virtud de cambiar las costumbres de la comunidad, lo que indudablemente resulta muy positivo, ya que se ha tomado conciencia de los efectos nocivos de fumar en lugares cerrados. El proyecto que nos convoca, presentado dos meses despu�s de iniciada la vigencia de la ley citada, tiende a adecuar la legislaci�n nacional al est�ndar del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, tratando aspectos referidos a la publicidad, la comercializaci�n en el territorio nacional y la protecci�n de los menores de edad frente al consumo, junto a agregar otras materias, tal como la responsabilidad de las empresas ante los perjuicios causados por el producto. Resulta indudable que el tabaquismo ha experimentado un aumento en extremo alarmante en nuestro pa�s. Lo que m�s preocupa es su gran prevalencia en la juventud, que consume en cantidades realmente excesivas y que superan bastante a las de otras naciones. Coincidimos, entonces, en que todas las medidas que se adopten al respecto son indispensables, y, por lo mismo, para los vendedores de tabaco a los ni�os se ha dispuesto una sanci�n de similar rigurosidad que la aplicable a quienes les expenden alcohol. Por eso, tambi�n, se ha incluido la prohibici�n de utilizar aditivos que fomenten el consumo en los menores, lo que acogeremos. Asimismo, se establece la prohibici�n de fumar en algunos sitios omitidos en la legislaci�n anterior, como las plazas, que son espacios de recreaci�n y esparcimiento fundamentales para la infancia, lo que igualmente aprobaremos. Adicionalmente, hemos concordado en la fijaci�n de penas privativas de libertad para quienes comercialicen, ofrezcan, distribuyan o entreguen a t�tulo gratuito un producto de tabaco a menores de dieciocho a�os de edad, adem�s del comiso de los bienes materia de la infracci�n y de la clausura temporal del establecimiento, comercio o lugar donde se cometi� la infracci�n, por hasta tres meses. Sin embargo, creo que para la consecuci�n del noble objetivo de disminuir el consumo, dados los perniciosos efectos que causa, debemos contemplar normas absolutamente objetivas y que no afecten, aunque tengan por finalidad alcanzar la meta que se persigue, otros derechos, sobre todo si constituyen garant�as fundamentales. Por tal motivo, me opondr� al art�culo 6�, relativo a las denominadas "cajetillas gen�ricas" de cigarrillos, vale decir, aquellas que deber�n presentar toda su estructura cubierta -el cien por ciento del envase- con las advertencias de que fumar es peligroso para la salud. Al respecto, cabe se�alar que cinco Senadores formulamos indicaciones similares en el sentido de que ello se extienda solo al cincuenta por ciento del envase, tal como se contempla en los pa�ses miembros de la OCDE. Si bien el propio Gobierno hab�a concordado con ellas, posteriormente introdujo de nuevo, sin mayor fundamento, la disposici�n en virtud de la cual se debe cubrir el cien por ciento, lo que nosotros no compartimos. Rechazo lo anterior, por cuanto atenta contra la libertad de elegir un producto determinado y porque la medida, en los pa�ses donde ha sido implementada, no ha surtido el efecto de desincentivar el consumo de tabaco. Adem�s, la cuesti�n implicar�a una discriminaci�n arbitraria, lo que nuestra Carta Fundamental proh�be en su art�culo 19, n�mero 2�, y, por otra parte, se atentar�a contra la propiedad industrial de las marcas, garant�a consagrada en el art�culo 19, n�mero 25�. En virtud de ello, solicito la votaci�n separada del art�culo a que he hecho referencia, como ya la he solicitado respecto de todo el proyecto de ley. Con relaci�n a las cajetillas de diez unidades, me abstuve de votar en la Comisi�n, pero ahora me pronunciar� en contra, b�sicamente por los argumentos que se han dado. Creo que esa idea no va a desincentivar el consumo. Quisiera consignar que con el Senador se�or Rossi, entre otros colegas, impulsamos el aumento de las tasas de los impuestos al tabaco, y logramos introducir en la reforma tributaria, en su oportunidad, una norma en tal sentido. Nosotros somos partidarios, incluso, de incrementar el tributo ad valorem. Pero, ciertamente, medidas como la cajetilla gen�rica, o bien, la prohibici�n del contenido de diez unidades, no van en la direcci�n correcta. Debe tratarse de normas objetivas. Otra disposici�n, por ejemplo, proh�be fumar en patios. Por resultar excesiva, finalmente va a ser imposible de aplicar. He dicho. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Honorable se�or Orpis. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, en la misma l�nea expuesta por el Senador se�or Prokurica, cabe observar que se plantea una contradicci�n muy fuerte: mientras nuestra Comisi�n de Salud ha acordado normas muy estrictas respecto al tabaco, el �rgano t�cnico equivalente de la C�mara de Diputados pr�cticamente acogi� la semana pasada la legalizaci�n de la marihuana. Y a m� me ha impactado la ausencia de las autoridades. No han emitido una opini�n sobre el particular, en circunstancias de que en ambos casos estamos frente a un problema de salud p�blica de enorme envergadura. En cuanto a lo ocurrido en la otra rama del Congreso, no hay un mensaje un�voco, directo, que entregue una se�al categ�rica de los efectos que provoca dicha droga en la comunidad y, particularmente, en los adolescentes. Parto de la base de que el objetivo de una Comisi�n t�cnica en la materia es proteger la salud p�blica, y creo que es la entidad menos indicada para aprobar ese tipo de legislaci�n. Seguramente recibiremos el proyecto respectivo en las pr�ximas semanas. Espero que las autoridades asuman una actitud distinta. Si en definitiva funcionaran unidas, para el estudio del asunto, las Comisiones de Salud y de Constituci�n, ya que se modificar�a la ley N� 20.000, me gustar�a que los miembros de la primera manifestaran una opini�n tan categ�rica como la que han mantenido acerca del tabaco. Voy a votar a favor de las modificaciones, en general. Y a diferencia de lo expresado en la Sala, estoy cierto de que la ley, muy restrictiva, es de las pocas que han tenido efecto: el consumo de tabaco ha descendido. Queda demostrado que normas limitativas, las cuales deben ir acompa�adas necesariamente de la prevenci�n, generan resultados. Se registran cambios culturales. En consecuencia, me inclino a favor de la l�nea seguida por nuestra Comisi�n de Salud, no desde ahora, sino desde hace mucho tiempo. Si a m� lo que me impacta es el doble est�ndar respecto de la ingesti�n de alcohol, de tabaco y de otros tipos de drogas, en general, no solo de marihuana. Cabr�a esperar que no existieran dobles discursos en cuanto a estos aspectos, porque, al final, el da�o que se le provoca a la comunidad, y particularmente a los adolescentes, es inconmensurable. Muchas veces se apunta a la erradicaci�n del problema en los adultos y la verdad es que no solo se halla radicado en ellos: existe un feroz efecto imitativo. Uno se da cuenta, al final, de que la conducta de los adolescentes, de los menores, tiene como ejemplo la de los mayores. Observamos en todos los estudios, especialmente los realizados en escolares, c�mo han ido cambiando las tendencias de consumo, muy determinadas por los resultados que se dan en los cuartos medios, en los cursos superiores. Es impactante ver ese tipo de cifras. Entonces, solo le pido al Senado que mantengamos la misma actitud al considerar otro tipo de materias que est�n afectando seriamente a la salud p�blica. Hoy d�a ha tenido lugar un doble est�ndar en el Congreso: mientras la Comisi�n t�cnica de la C�mara de Diputados ha aprobado normas que provocar�n graves efectos sobre la salud, creo que la entidad nuestra sigue la l�nea correcta de acoger disposiciones restrictivas que han dado resultado. En efecto, las tendencias en el consumo de tabaco han ca�do dr�sticamente en el �ltimo tiempo. He dicho. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or P�rez Varela. El se�or P�REZ VARELA.- Se�or Presidente, deseo iniciar mi intervenci�n dejando constancia de que a m� no me ha llamado nadie de la industria tabacalera: ni un lobista, ni un gerente, ni un trabajador. El se�or LAGOS.- �Su Se�or�a est� en el olvido�! El se�or P�REZ VARELA.- Quisiera dejar establecido que tampoco fumo. Como se ha determinado, tal como dec�a el Honorable se�or Coloma, que aqu� hay personas buenas, que luchan por el bien com�n, y malas, que est�n en contra de la salud de las personas, conforme a una visi�n bastante totalitaria de lo que es el debate p�blico, a m� me ha parecido fundamental aclarar lo que acabo de se�alar. Estoy de acuerdo, asimismo, con que tenemos que luchar contra el tabaquismo. Y, por eso, he aprobado muchas de las normas de proyectos anteriores, como lo har� con algunas de las que nos ocupan. Es lo que sucedi�, por ejemplo, en cuanto a la eliminaci�n de la posibilidad de fumar en restoranes, en lugares cerrados. Se ha verificado un cambio cultural evidente. En mi �poca de universidad, ello se pod�a hacer tambi�n en la sala de clases, situaci�n absolutamente distinta de la actual. Y en esta Corporaci�n no exist�an inconvenientes al respecto en la d�cada de los noventa. Se ha logrado un progreso notable, por lo tanto, y todos hemos contribuido a que ello sea realidad. Lo que ha ido permitiendo avanzar son normas eficaces, que obedecen al sentido com�n y que dan cuenta de que la conducta de las personas puede llegar a ser la adecuada. Pero la que se encuentra en debate es la proposici�n para reemplazar, en el actual inciso final del art�culo 4� de la ley N� 19.419, la palabra "diez" por "veinte", es decir, la idea de que no se puedan vender cajetillas de diez cigarrillos. �Qui�nes las compran? �Al aprobar la medida vamos a lograr que solo se adquieran las de veinte unidades o las personas van a empezar a ser cautivas de un mercado absolutamente il�cito? Creo que la norma no es eficaz ni conveniente. No ayuda al objetivo de restringir, sino que, por el contrario, abre una puerta a un mercado ilegal, que va a obligar a conseguir cigarrillos de a uno o de mala calidad. Y como lo han demostrado algunos colegas, entre ellos la Senadora se�ora Van Rysselberghe, se va a adecuar una industria de un producto ileg�timo, que incluso se vende cerca de esta Corporaci�n. En consecuencia, la disposici�n carece de sentido com�n. No se lograr�a el objetivo que se persigue, sino que se permitir�a que las personas fueran captadas por el negocio ilegal, de manera que hasta las tendr�amos fumando cigarrillos de menor calidad. Adem�s, alguien manifest�, con acierto, que la norma parec�a ser clasista. Quienes adquieren cajetillas de diez unidades son, a lo mejor, estudiantes y trabajadores de m�s bajos ingresos; son los que se acercan a los quioscos a comprarlas al menor valor, de modo que se estar�a contemplando una limitaci�n solo para un sector societario. Me parece que eso claramente es impresentable. Estimo que la mantenci�n de cajetillas de veinte o de diez cigarrillos no significa para nada ser parte de una campa�a restrictiva. Insisto en que la disposici�n ser�a ineficaz e inconveniente. Creo que son otras las que hacen posible que las personas vayan fumando menos; que los j�venes tengan menos acceso al consumo de tabaco. Pero, tal como dec�a mi Honorable colega Orpis, cuando en todos los medios de comunicaci�n se hace referencia hoy d�a a lo positiva que es la marihuana, �c�mo se puede restringir el cigarrillo? �Se transforma en eficaz la lucha para limitar el tabaquismo si el mensaje que estamos dando, incluso por personas con poder y autoridad, es el de atribuirle un sentido favorable a una droga como la marihuana, que provoca otros efectos negativos? Voy a rechazar la proposici�n, porque me parece que no es eficaz para el cumplimiento de lo que todos quieren, que es restringir el consumo del cigarrillo y aminorar el efecto del tabaquismo en la salud de los habitantes de nuestro pa�s. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Goic. La se�ora GOIC.- Se�or Presidente, pareciera que estuvi�ramos en la discusi�n general del proyecto, cuando lo que tenemos que hacer ac� es pronunciarnos sobre la norma que restringe vender cajetillas de 10 cigarrillos permitiendo que solo se comercialicen las de 20. Ya se ha se�alado el sentido de tal restricci�n: disminuir las posibilidades de que los j�venes, ni�os y adolescentes comiencen a fumar a edades tempranas. �Por qu�? Porque empiezan a hacerlo en los primeros a�os. Seg�n indican algunos datos -se han dado a conocer las cifras-, en nuestro pa�s la mitad de los j�venes egresan de los colegios siendo fumadores, lo cual indica que algo hay que hacer frente a eso. Claramente, a trav�s de esta iniciativa no buscamos que se rebaje o se vuelva m�s accesible el precio de los cigarrillos para los ni�os y adolescentes, quienes disponen de menos recursos para adquirirlos. Por el contrario, se persigue que les sea m�s dif�cil acceder a ellos. Entendemos que aqu� hay un problema de salud p�blica. De ah� esta iniciativa. Pero sola no es todo lo eficiente que se le est� exigiendo que sea. Por algo vamos a discutir y votar distintas disposiciones que, en su conjunto, buscan disminuir, ojal�, la cantidad de consumidores de tabaco en Chile, sobre todo apuntando, como ya se ha se�alado, a la poblaci�n m�s joven, que constituye el principal objetivo de la publicidad. Cuando se discuti� por primera vez la Ley Antitabaco en el Parlamento, hace ya varios a�os, seguramente se oyeron los mismos adjetivos calificativos que hemos escuchado hoy: que se trata de cosas que carecen de criterio, que son desproporcionadas o que no son efectivas. Pero hoy, durante el debate, tambi�n se ha resaltado que estas normas representan un ejemplo virtuoso de c�mo la legislaci�n permite generar cambios culturales positivos. Hace un par de a�os era com�n encender un cigarrillo sin preguntarle a la persona que estaba enfrente si le molestaba el humo. Hoy a nadie se le ocurrir�a hacerlo; tampoco fumar delante de una mujer embarazada o en un espacio p�blico cerrado. Y eso lo logramos gracias a esta legislaci�n. A mi juicio, eso es lo potente de lo que estamos discutiendo hoy d�a: la existencia de un conjunto de normas que adem�s recogen experiencias que en la pr�ctica ya han sido exitosas en otros pa�ses. En eso centramos el an�lisis que se hizo en la Comisi�n. Por eso se intenta adecuar nuestra legislaci�n al est�ndar del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. Recogemos experiencias que en conjunto permiten avanzar para que en Chile tengamos cada vez menos fumadores, sobre todo menos j�venes y ni�os fumadores. Igualmente, se ha hablado del problema que representa el comercio ilegal de cigarrillos. Creo que es un recurso habitual frente a las restricciones. Tambi�n se plantea que se requiere mayor fiscalizaci�n. El proyecto mejora la capacidad de fiscalizaci�n, pero sabemos que es imposible poner fiscalizadores en todas las esquinas, en cada kiosco, en cada espacio p�blico. Por eso, me parece que es importante analizar la medida en debate en el contexto del proyecto, considerando las dem�s normas que vamos a analizar y votar, porque estimamos que ellas significan, en conjunto, un cambio sustantivo para avanzar en pos de un objetivo deseable. Yo soy de aquellas personas para las cuales ojal� no existiera el cigarrillo, pero no lo podemos prohibir. Sin embargo, s� debemos avanzar en un marco regulatorio que impida abusar del recurso publicitario para ocultar lo que realmente es un cigarrillo. Y en eso nosotros, como legisladores, tenemos un deber mayor, con los ni�os, con los adolescentes y con los j�venes. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Le ofrezco la palabra al Senador se�or Harboe. El se�or HARBOE.- Se�or Presidente, he tenido que ceder a la tentaci�n. Yo esperaba que discuti�ramos art�culo por art�culo, pero la verdad es que ya hemos ca�do en una discusi�n m�s bien general del proyecto. Quiero partir con una declaraci�n inicial. No soy fumador; mi madre falleci� por un infarto producto del tabaquismo; nadie fuma en mi casa; no conozco a nadie en la industria tabacalera; tampoco he recibido ning�n tipo de financiamiento de parte de ella ni me han llamado agricultores, pero s� he recibido tres lobbies en este �ltimo tiempo, que tampoco se pueden calificar como tales porque t�cnicamente no lo son. Recib� una minuta de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) en mi correo del Senado, mediante la cual se me hac�a referencia al impacto que esta norma podr�a significar para los agricultores. Pero tambi�n recib�, en la misma casilla electr�nica, una minuta de la ONG "Chile Libre de Tabaco" donde me entregaba sus argumentos a favor de la restricci�n. Le� ambas. Y quiero decir, se�or Presidente, que no voy a aceptar, �no voy a aceptar!, la tesis de un parlamentario que sostuvo que quien no votaba como �l pensaba estaba influido, pagado o relacionado con las tabacaleras. Esa es una falta de respeto. Y si algo le hace mal al Congreso Nacional y a la pol�tica son aquellas denuncias que se hacen ac�, pero tambi�n afuera y que se comentan y se publican en El Mostrador. Entonces, la gente cree que en el Parlamento el que vota en contra de lo que un se�or piensa est� pagado por las tabacaleras. �Es una falta de respeto que yo no voy a aceptar! A m� me parece que uno tiene que votar por convicciones. Puede ser impopular lo que uno diga, pero el legislador debe legislar hacia lo correcto. No me parecen bien estas l�gicas que plantean: "Mire, la verdad es que son muchas las personas que fuman". Al respecto, yo digo: ojal� que no se consumiera tabaco. �Qu� maravilla ser�a el pa�s! Pero, para eso, tenemos que hacer muchas cosas. Este es un proyecto bien inspirado, pero que est� muy mal logrado. Jur�dicamente, contiene disposiciones que son una aberraci�n. Por ejemplo, hay normas contradictorias. Un art�culo establece la prohibici�n de fumar en �reas silvestres protegidas, en parques, en plazas. Alguien me dijo: "No, eso ser� cuando haya ni�os". Pero la norma expresa claramente: "y lugares de recreaci�n destinados a menores". Si me dijeran que se proh�be fumar en todas las �reas destinadas a la recreaci�n de menores, �altiro apruebo! Pero, por favor, �d�nde queda la libertad ciudadana? �Qui�n va a fiscalizar? Porque el mismo art�culo se�ala que esto ya no ser� fiscalizado por los funcionarios municipales, sino por los servicios de salud. Los servicios de salud no son capaces de construir hospitales; no son capaces de fiscalizar normas b�sicas en materia de cumplimiento de salud. �Y van a estar fiscalizando las �reas silvestres protegidas? �Por favor! �Esto es letra muerta! Despu�s, m�s encima, se establece que se va a prohibir fumar en las playas. �En las playas�! �Ustedes se imaginan a la Senadora Mu�oz, al Senador Patricio Walker o a otro colega recorriendo las playas de su regi�n dici�ndole a la gente: "�Sabe? Aqu� no se puede fumar"? �O a los funcionarios de los servicios de salud recorriendo estos lugares? Adem�s, dicho sea de paso, la ignorancia es tanta, que no se sabe que la fiscalizaci�n del borde costero no corresponde ni a Carabineros ni a los servicios de salud, sino, exclusiva y excluyentemente, a la Armada de Chile. Como en este proyecto parece que no participaron muchos abogados, no se entendi� c�mo se hacen las cosas. Luego, para la infracci�n de estas normas se establece una multa de 2 UTM. Pero resulta que quien va a fiscalizar ser� el servicio de salud y el procedimiento no lo llevar� adelante el juzgado de polic�a local. Ser� el propio servicio de salud el que fiscalice, investigue y sancione. Y, en el informe de la Corte Suprema -ten�a dudas de si hab�a llegado-, el Ministro Milton Juica, uno de los votos disidentes, se�ala que "establecer que la denuncia, la reclamaci�n y el fallo de una contravenci�n le corresponden a la misma autoridad que fiscaliza, investiga y sanciona aparece como un retroceso desde el punto de vista del debido proceso". No tiene l�gica, porque adem�s el infractor sancionado tendr� que recurrir con un abogado al juzgado civil. Y los juzgados civiles son caros y a veces est�n lejanos. �Y por 2 UTM? Me van a disculpar, pero en la pr�ctica los m�s pobres no van a poder recurrir. Adem�s, esos tribunales est�n completamente atochados con embargos y procedimientos ejecutivos, como lo hemos se�alado en otras intervenciones. Aparte, se dispone que el que venda o "entregue" -eso dice el tipo penal: "entregue"- ser� sancionado con prisi�n de 21 a 40 d�as. �Con prisi�n! �Vamos a mandar a la c�rcel a un pap� que le entrega un cigarrillo a su hijo? Yo no lo har� jam�s con el m�o. Pero, �prisi�n? Creo que hay una desproporci�n. Despu�s se habla de responsabilidad solidaria y objetiva. �Es una aberraci�n jur�dica! Se me acaba el tiempo, se�or Presidente, as� que voy a dejar un documento sobre la materia y continuar� en mi pr�xima intervenci�n. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Se�ores Senadores, nuevamente les recuerdo que deben atenerse al art�culo en debate. Si no, la discusi�n va a ser demasiado larga. Tiene la palabra el se�or Ministro. El se�or BURROWS (Ministro de Salud subrogante).- Se�or Presidente, solo quiero hacer un par de precisiones respecto a la intervenci�n del Senador Harboe. La modificaci�n que se propone en el proyecto apunta a que el proceso sea asumido por la autoridad sanitaria, es decir, las serem�as de Salud. Estas no tienen nada que ver con la construcci�n de hospitales y s� poseen jurisdicci�n sobre las playas. Puede haber alguna diferencia en cuanto a los �mbitos fiscalizados. Pero quiero recordar que la calidad del trabajo de la autoridad sanitaria es la que nos ha permitido bajar notablemente, por ejemplo, las infecciones gastrointestinales, por la fiscalizaci�n que se hace en los restoranes, por la fiscalizaci�n que se hace en t�rminos de� El se�or HARBOE.- �Pero eso es en Santiago! El se�or BURROWS (Ministro de Salud subrogante).- A nivel de pa�s. Las serem�as de Salud est�n en cada una de las regiones del pa�s y cumplen una funci�n que, a nuestro juicio, es absolutamente compatible con fiscalizar la aplicaci�n de las medidas establecidas en la ley que se est� modificando. En opini�n del Ejecutivo, al haberse traspasado a los juzgados de polic�a local, se perdi� la efectividad desde el punto de vista del efecto sanitario que pueden tener las normas. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Me han solicitado abrir la votaci�n. �Habr�a acuerdo? El se�or GARC�A-HUIDOBRO.- Manteniendo los tiempos. El se�or WALKER (don Ignacio).- S�. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Por supuesto. Acordado. En votaci�n el n�mero 4), nuevo, del art�culo 1�. --(Durante la votaci�n). El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Lagos. El se�or LAGOS.- Se�or Presidente, ser� bien breve. Estamos discutiendo una norma en particular, pero el debate tiende a mirar el proyecto en su conjunto. Ya es imposible hablar de una sola disposici�n si no ponemos la iniciativa en su contexto. Primero, este proyecto apunta en la direcci�n correcta en el sentido de restringir y crear conciencia respecto de lo da�ino que es consumir tabaco. Dicho eso, yo creo que las normas s� influyen en las conductas. Lo recordaba la Senadora Goic. Hace no m�s de quince a�os en Chile uno se sub�a a un bus para ir a Valdivia y la gente iba fumando en su interior. Era una pr�ctica habitual. En los aviones trasatl�nticos suced�a otro tanto: le preguntaban a uno si quer�a ir en secci�n fumadores o no fumadores; el asiento 34 y el 33 eran lo mismo. Si miramos eso con los ojos de hoy, estamos todos de acuerdo en que era una aberraci�n. �Por qu�? Porque la norma que se discuti� en su oportunidad hizo sentido en cuanto al efecto sobre terceros. Lo que primaba, entonces, no era la libertad individual de uno de querer fumar, sino el efecto de mi libertad individual en los derechos de otras personas. Eso lo entendimos todos, y se legisl� de esa forma, no solo en Chile, sino tambi�n en otros pa�ses. Y ahora no se fuma ni en los trenes, ni en los buses, ni en las micros, ni en los cines. Y estamos de acuerdo en que as� sea. Entonces, el debate tiene que hacerse en torno a si las normas propuestas son adecuadas. Y en esta materia creo que las disposiciones son tremendamente importantes, pero de dos tipos: las prohibitivas o que establecen restricciones, y aquellas que influyen en la conducta y en la educaci�n de los ciudadanos. Yo conozco pocas personas, por no decir ninguna, que hayan dejado de fumar porque la cajetilla era m�s cara o porque hab�a poco acceso a su compra. S� conozco personas cercanas, fumadores consuetudinarios, empedernidos, que se da�aron la salud y que han dejado de fumar, no porque les subieron el impuesto al tabaco, no porque cambiaron la cajetilla, sino porque llegaron a la convicci�n de que era malo fumar o porque sus hijos les dijeron: "No es bueno que t� fumes". Entonces, hay un tema distinto, que tiene que ver con la pol�tica p�blica que informa, que dice la verdad, que transparenta. Lo del "t�o Miguel" es m�s fundamental que un impuesto al tabaco, �cien veces m�s!, porque t� ves lo que te hace, porque el tabaco es da�ino. Yo no me confundo en eso. Pero vuelvo a lo que mencionaba denantes: la norma debe intentar lidiar con la libertad individual y la libertad de terceros. Y eso es lo que hay que buscar en este proyecto de ley, en todas aquellas disposiciones que nos parezcan que van a proteger sobre todo a los menores. Porque yo al menos, que me creo un libertario -me referir� altiro al tema de las drogas, para responder aqu� acerca del doble est�ndar del que algunos hablan-, entiendo que los menores no tienen la capacidad ni el discernimiento para tomar decisiones por s� mismos. Por eso les ponemos un l�mite: 18 a�os, 16 a�os, con discernimiento, sin discernimiento. Tenemos una regla, y me parece bien que as� sea. Y hay que ser muy duro en esta materia, tal vez m�s de lo que ya lo somos hoy, porque creo que hay una fiscalizaci�n laxa. Lo que no comparto es que a personas adultas, maduras, se les impongan normas de conducta que a m� me repelen. No quiero hacer menci�n a toda la normativa, pero hay algunos temas, como los que se�al� el Senador Harboe. No considero sano que en una de las vastas playas que tenemos en Chile, si alguien quiere ir a fumarse un cigarrillo o un tabaco, no pueda hacerlo porque est� prohibido. El se�or GARC�A-HUIDOBRO.- No es as�. El se�or LAGOS.- Ello no me parece. Pero s� establecer que uno no puede fumar al conducir, porque se distrae. Lo acepto. Y hago una pregunta apuntando al doble est�ndar: �qu� ocurre con el adulto que no puede fumar en un auto porque va acompa�ado de menores? Creo que eso tiene algo de razonabilidad. Pero ojo con lo que vamos a legislar. Porque se puede llegar a plantear que en los departamentos o en las casas tampoco es posible fumar. �C�mo vamos a regularlo? �Lo vamos a aplicar o no, o habr� un doble est�ndar? Y termino con lo relativo a la droga. Yo creo en la libertad individual, y he presentado proyectos de ley sobre diversas materias: matrimonio entre homosexuales, interrupci�n del embarazo y legalizaci�n del autocultivo de marihuana, para terminar con una pol�tica de drogas que ha sido un fracaso, porque lo que hace es darles plata a los narcos. No estoy planteando que los menores puedan fumar marihuana o consumir droga, sino que los adultos tengan el derecho de hacerlo si as� lo estiman pertinente. Tampoco hablo de rebajar el est�ndar de la droga respecto a los menores. �No, hay que tener un est�ndar alto! �Pero subamos tambi�n el est�ndar en el alcohol! �O alguien me va a decir que prohibiremos el alcohol en Chile? �No! Pero hay que ser muy duro con su consumo. Entonces, el doble est�ndar lo usan aquellos que dicen: "Se puede fumar cuando uno quiera, pero no legislemos sobre las drogas". �No pues, mi amigo! O legisla para arriba, o legisla para abajo, pero al mismo tiempo; no suba uno y al otro lo proh�ba, porque son igual de da�inos: el alcohol es igual de da�ino que el tabaco, y estos son iguales de da�inos que la droga. He dicho. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a-Huidobro. El se�or GARC�A-HUIDOBRO.- Se�or Presidente, en primer t�rmino, valoro que las leyes que hemos aprobado hayan ido en el camino correcto para respetar la libertad de los no fumadores. El hecho de que haya habido un cambio en nuestra legislaci�n y tambi�n en la cultura existente hoy en nuestro pa�s ha sido brutalmente positivo. Y lo digo porque antes en los lugares cerrados (restoranes, discotecas, etc�tera) a la gente que no fumaba la hac�an fumadora pasiva. Y no queremos que a quienes no desean fumar los hagan fumar a la fuerza. En este sentido, aprecio el tremendo esfuerzo realizado en el Parlamento para crear una cultura distinta, de respeto a quien no fuma. Adem�s, valoro las distintas posiciones planteadas aqu�, absolutamente razonables respecto a la conciencia de cada uno. Pero comparto con muchos lo relativo al lobby. Yo por lo menos no he recibido ninguna llamada, no he conversado ni conozco a ning�n gerente de las compa��as del sector. Por lo tanto, se ha creado un escenario absolutamente falso respecto por lo menos de mi persona, y me da la impresi�n de que sucede lo mismo con la mayor�a de los parlamentarios presentes. Por lo tanto, no pueden estar acus�ndonos de que quienes en algunos aspectos no estamos de acuerdo ser�amos v�ctimas del lobby de los empresarios de las tabacaleras. Yo rechazo absolutamente eso, porque voto siempre conforme a mi conciencia y a lo que creo mejor para Chile y el bien com�n. Por otro lado, quiero hacer algunas aclaraciones. Junto con los Senadores se�or Letelier, se�ora Van Rysselberghe y se�ores Ossand�n y Girardi presentamos una indicaci�n, aprobada por unanimidad en la Comisi�n, con el fin de que en las playas, donde hay aglomeraci�n de gente, no se obligue a fumar pasivamente a ni�os y a otras personas. Planteamos habilitar un lugar en esa playa para que all� se pueda fumar. No se trata de una restricci�n total. Eso es absolutamente falso. Proponemos que quienes quieran fumar vayan a un lugar adecuado donde no se afecte a terceros. Valoro la aceptaci�n de esta norma. Si no me equivoco, estar�a aprobada, pues fue acogida por unanimidad y habr�a sido ratificada hace unos minutos. En otro orden de cosas, quiero hacer una consulta respecto a las �reas silvestres protegidas. Esta es una materia que me preocupa. Se trata de millones de hect�reas en nuestro pa�s. Las �reas silvestres protegidas son los parques nacionales, las reservas nacionales, etc�tera. Y la mayor�a pertenece al Estado. �No podr�n fumar siquiera los guardaparques? Creo que ah� hay un error que ojal� se enmiende. No s� si eso se vot�, se�or Presidente; pero, de ser as�, habr� que corregirlo. Resulta rid�culo, porque, por un lado, es imposible de fiscalizar y, por otro, no considera las posibilidades. Yo entiendo que hay incendios forestales, �es obvio!, pero si me dicen que se va a prohibir fumar -est� asintiendo el Ministro de Salud subrogante- en las reservas nacionales debido a que hay riesgo de incendio, �les respondo que este riesgo existe en todos los cerros de este pa�s! Miren a Valpara�so, miren a todas partes. Y la mayor�a de los incendios son intencionales, en general, no se producen porque alguien bota una colilla de cigarrillo. Por lo tanto, considero que la norma en votaci�n es absolutamente exagerada; habr�a que revisarla. Y estimo necesario buscar una salida a fin de resguardar que no tengamos incendios forestales, y menos en nuestras reservas naturales. De otro lado, quiero plantear otros temas, �ya que pr�cticamente estamos discutiendo el proyecto en general�! A los ni�os no les gusta el mentol: los atraen los chocolates; prefieren otras cosas. A las mujeres, s�. �Y, en consecuencia, al impedirles fumar tabaco con mentol nos estamos metiendo en una situaci�n bastante compleja respecto a su libertad�! Yo no soy fumador. Lo fui, y quiero que ojal� tengamos la menor contaminaci�n por parte de otros. El que quiera fumar, que lo haga; pero bajo su responsabilidad. Lo que falta aqu�, se�or Presidente, es m�s educaci�n. Creo que debemos orientarnos hacia ello con el fin de que podamos tener una sociedad con� Le pido solo treinta segundos m�s, se�or Presidente. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Lo siento, Su Se�or�a, no estamos dando tiempo adicional. �Habr�a acuerdo para concederle medio minuto? Acordado. Tiene treinta segundos m�s, se�or Senador. El se�or GARC�A-HUIDOBRO.- Se�or Presidente, solamente quiero decir que voy a aprobar algunas normas. Y respecto de la cantidad de cigarrillos, pienso que quien tiene m�s plata compra una cajetilla de veinte y el que tiene menos, lo hace de a uno, de a dos, de a diez. Por lo tanto, aqu� se est� protegiendo a la gente con m�s recursos para que puedan comprar cajetillas m�s grandes. En verdad, encuentro rid�cula la disposici�n propuesta. Y, por tanto, voto en contra. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Fulvio Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, el Senador Felipe Harboe hablaba de que en la Comisi�n de Salud a lo mejor faltaban abogados. Puede ser. Hay un Secretario, hay asesores. Pero, en realidad, parece que en la Sala falta alguien que opine con criterio m�dico. Porque veo mucha ignorancia respecto de la literatura cient�fica en el �mbito del control del consumo de tabaco. Considero sorprendente, por ejemplo -seg�n escuch� por ah�-, que alguien diga que una cajetilla de tabaco m�s peque�a es de mejor calidad. Y me parece m�s sorprendente a�n que alguien postule que hay tabaco de mejor o de peor calidad. En realidad, no existe dosis umbral de tabaco para provocar da�os en el sistema respiratorio y actuar como agente cancer�geno. El que no tenga dosis umbral significa que en el caso de dos personas que consumen un cigarrillo o diez cajas de cigarrillos, respectivamente, una puede padecer c�ncer y otra no, de acuerdo a su composici�n gen�tica. Por eso, a diferencia del vino, en donde muchos recomiendan, por ejemplo, media copa de vino tinto por los diversos componentes que posee, con el tabaco un cigarrillo ya es da�ino. Entonces, primero hay que desmitificar esto: no hay tabaco bueno, �no hay tabaco bueno! En segundo lugar, aqu� el Senador Tuma festinaba este tema con lo relativo a los cuchufl�es, en fin. Ello significa una frivolizaci�n, porque est� demostrado que los ni�os, cuando se encuentran en el proceso de conformaci�n de su personalidad, etapa altamente vulnerable, son particularmente sensibles a la publicidad. �Y c�mo puede entrar el tabaco a la cabeza de un ni�o? A trav�s de los juegos, de los c�mics, de consumir dulces y golosinas con forma de tabaco. Eso tambi�n se halla demostrado. No es algo que se le ocurri� a alg�n demente. Son conductas comprobadas. Posteriormente, alguien dijo por ah� que no importaba el valor de las cosas pues uno igual acced�a a ellas. Eso es hablar desde lo anecd�tico, no desde la evidencia cient�fica. Se halla demostrado que el factor aislado que de manera m�s eficiente reduce el consumo de tabaco es su precio, �su precio! Por eso la OMS recomienda, si es que hubiese que tomar una sola medida, subir el impuesto. Porque al aumentar el valor de la cajetilla disminuye el consumo, y eso es particularmente sensible en los ni�os, quienes tienen menor poder adquisitivo. De ah� que estemos tratando de que no se vendan cigarrillos sueltos, sino por lo menos cajetillas de veinte: intentamos restringir la publicidad, pensando particularmente en los menores. Entonces, no es algo arbitrario. En cuanto a lo referido a fumar en un espacio abierto, lo mismo que perseguimos cuando legislamos para tener espacios cerrados sin humo de tabaco: proteger al fumador pasivo, eventual, rige cuando se est� en un estadio. Porque si una persona fuma en un estadio, y al lado hay un menor o un adulto no fumador, estos se transforman en fumadores pasivos e inmediatamente se duplican, triplican, cuadruplican sus posibilidades de sufrir un infarto agudo al miocardio. �Qu� quiero decir? Que aqu�, en verdad, se dicen muchas cosas sin ning�n conocimiento de causa. Y eso es preocupante, pues por �ltimo es mejor quedarse callado. As� lo hago yo por lo menos cuando hay un tema que no conozco. Ahora, respecto a lo que dice el Senador Orpis -lo conversamos con �l-, nunca he pedido (espero no hacerlo) que exista un doble est�ndar respecto del tabaco y la cannabis. Usted lo dec�a, Senador Prokurica -por su intermedio, se�or Presidente-, cuando se habla de regular el tema de la cannabis, nadie est� pensando siquiera en hacer las cosas que hoy se permiten respecto del tabaco. Me explico: no se plantea venderles ni regalarles cannabis a menores; no se plantea que se pueda fumar en un espacio cerrado o donde se halle un menor; no se plantea que se le haga publicidad o apolog�a al consumo. E, incluso, en el proyecto que est� en la C�mara de Diputados, se establece que solo se puede consumir cannabis en la casa, no en la v�a p�blica, como s� se permite con el tabaco. Entonces, la verdad es que aqu� no establecemos un doble est�ndar. A la cannabis se le va a exigir mucho m�s, incluso, que al tabaco, siendo que este �ltimo es m�s da�ino. Pero ese tema lo podr�amos discutir en otra ocasi�n. As� que, voto a favor de este punto, se�or Presidente. Y se me acab� el tiempo. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Navarro. El se�or NAVARRO.- Se�or Presidente, la t�nica ha sido debatir el proyecto en general, y no en particular. Y, claramente, no s� si hay un juicio anticipado respecto de su intenci�n. Cuando el entonces Senador Mariano Ruiz-Esquide, que hoy d�a nos acompa�a, impuls� durante largos a�os, junto con el Senador Girardi, reducir las �reas en donde se ve afectada la salud p�blica, su intenci�n era ahorrarle mucha plata al Estado. Discutimos, hace unos d�as, una iniciativa relativa al alcohol. Y recordaba que el costo para el pa�s por efecto de los tratamientos de salud y todas las p�rdidas que ocasiona su consumo alcanzan a 2 mil 900 millones de d�lares anuales. Y, por cierto, estas se disparan en otros 2 mil al considerar el costo en la productividad por los accidentes en los d�as lunes (los llamados "san lunes"). En materia de tabaco, aqu� se ha recalcado -y tal vez el Ministerio de Salud no ha puesto gran �nfasis en ello- que existe una divisi�n antitabaco en la Cartera, desde la cual una doctora que lleva muchos a�os de experiencia ha se�alado que Chile sigue estando por debajo de est�ndares internacionales de prevenci�n. Nadie est� por limitar la voluntad de los que quieren fumar, pero si se van a hacer da�o, que se lo hagan solitos. �Nadie pretende limitar su libertad! Durante a�os, d�cadas -quienes particip�bamos en pol�tica lo recordar�n-, hab�a extensas reuniones con una nube de humo alrededor de la ampolleta. Y no pod�amos levantar el dedo para pedir que se dejara de fumar, porque uno era acusado, castigado, vilipendiado, insultado. Esa era la �poca de los fumadores. A los no fumadores nos cost� mucho tiempo ganar terreno para exigir limitaci�n a ese derecho. Y les quiero recordar a algunos de los Senadores presentes en la Sala, quienes en su mayor�a fueron Diputados, que en la C�mara Baja, aprovechando la ausencia de un n�mero importante de fumadores -entre ellos Jocelyn-Holt, Schaulsohn y otros connotados que fumaban en la Sala �hasta pipa! con la contradicci�n de que en las tribunas estaba prohibido fumar-, abolimos esa grave discriminaci�n y, desde ese momento, no se pudo fumar ni en las tribunas ni en la Sala. Eso fue producto de una mayor�a circunstancial, relacionada m�s bien con un tema jocoso. Pero el consumo de tabaco es una cuesti�n de extrema seriedad. S� que en las tribunas hay trabajadores del sector tabaco y que leyes de esta naturaleza pueden llegar a afectar su fuente laboral. Hay una preocupaci�n leg�tima al respecto, en momentos en que ni el �ndice de empleo ni el crecimiento de la econom�a en Chile -calculado en 2,2 a 2,3 por ciento- son de los mejores. Con todo, por cierto, entiendo que los asuntos de salud p�blica son prioritarios. Y tal como ha ocurrido con otros sectores, para explicarlo a los trabajadores de las tribunas, cuando el Estado ha afectado o ha limitado derechos en actividades econ�micas: la pesca, por ejemplo, han sido miles y miles de millones de pesos los exigidos por los trabajadores -tripulantes, pescadores artesanales- como restituci�n. As� ha sucedido en el �mbito de la pesca, donde han resultado privilegiados. Si el presente proyecto afectara laboralmente los derechos de los trabajadores, y por ello se vieran disminuidas sus posibilidades laborales, el Estado, que est� regulando a trav�s del Congreso, a trav�s del Ejecutivo, deber� concurrir con el apoyo necesario para que esas personas no tengan que sufrir ni la cesant�a ni el quedar abandonados en sus derechos sociales. No obstante, como estamos hablando de temas de salud p�blica, es necesario que se legisle igual. En tal sentido, las observaciones formuladas -respeto la opini�n del Senador Harboe- pueden minimizar ciertos elementos. Por ejemplo: se trivializa lo de la playa, lo del estadio. Sin embargo, cuando en Estados Unidos las empresas tabacaleras financiaban a cient�ficos y laboratorios y hac�an campa�as publicitarias para desmentir los informes que coincidentemente determinaban la existencia de efectos negativos del tabaco sobre la salud, se incubaban demandas que despu�s fueron ganadas a Philip Morris y a otras grandes empresas. Ha quedado demostrado, no solo por las pel�culas, por Hollywood, sino por los tribunales de Estados Unidos, que las tabacaleras ejercieron acciones ilegales, conspirativas para comprar informes que se�alaban que el tabaco no produc�a secuelas nocivas... El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Concluy� su tiempo Su Se�or�a. Dispone de un minuto adicional. El se�or NAVARRO.- Se�or Presidente, deseo preguntarle al se�or Secretario si estamos en el segundo tr�mite. Porque hay aspectos, seg�n he escuchado en la Sala, que bien podr�an ser corregidos. Por eso, mi interrogante se orienta a quienes han hablado en contra del proyecto. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Estamos en primer tr�mite constitucional y en discusi�n particular. El se�or NAVARRO.- O sea, �cabe la posibilidad de presentar indicaciones? El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- No, se�or Senador. El se�or NAVARRO.- �No? �Lo podr�a aclarar el se�or Secretario? El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Estamos en el primer tr�mite constitucional; en la votaci�n en particular: ya venci� el plazo para presentar indicaciones. Por lo tanto, la posibilidad para formularlas es el segundo tr�mite constitucional, que se verificar� en la C�mara de Diputados. El se�or NAVARRO.- Muy bien, entonces hay espacio todav�a. Voy a votar a favor, se�or Presidente, de la totalidad de los art�culos del proyecto. Y para quienes piensen que efectivamente hay elementos que corregir en �l, todav�a resta el tr�mite en la C�mara Baja. Y, en general, a los Diputados no les gusta que les mandemos la pega hecha, y se encargan de corregir... El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, por esencia, soy libertario. El derecho de las personas a decidir lo que hacen con su cuerpo, sus derechos reproductivos, entre otras cosas, es algo sobre lo cual me asiste profunda convicci�n, aunque no comparta lo que hagan con su cuerpo. A mi juicio, las personas tienen derecho a consumir alcohol, a fumar tabaco. Soy partidario de que se despenalice el consumo de marihuana, pues no concibo que se meta preso a alguien por fumar una planta. Mi posici�n se vincula con una convicci�n de libertades. Por lo mismo, estoy a favor del aborto terap�utico. Porque no creo que el Estado deba regular lo que una mujer hace con su cuerpo hasta cierto n�mero de semanas de gestaci�n, menos a�n en casos de violaci�n, inviabilidad fetal o peligro para la vida de la madre. En esa l�nea me inscribo. Y hago esta introducci�n para plantear una inquietud. No s� si Chiletabacos posee oficina en la Regi�n Metropolitana. S� s� que se halla presente en la Regi�n de O'Higgins. Y s� me consta, despu�s de ser parlamentario por varios per�odos, que jam�s, �nunca!, se me han acercado ni la empresa ni los trabajadores. Y me parece inaceptable -pido, se�or Presidente, que se borren de las Actas las aseveraciones al respecto- la alusi�n en el sentido de que quienes sustentamos opiniones distintas en esta materia seamos objeto de lobby. En primer lugar, reglamentariamente, la Mesa debe resolver dicho aspecto. En segundo t�rmino, tengo una vivencia personal: mi suegro muri� de enfisema pulmonar, y por esa raz�n dej� de fumar; lo vi ahog�ndose, paseando por todos lados un tubo de ox�geno. Pero era su derecho. �Era su derecho! En este proyecto hay quienes quieren establecer mayores regulaciones que desincentiven el consumo. A m� me gustar�a que esos mismos desincentivos se produjeran, en general, para todos los temas de salud p�blica. La semana pasada sostuvimos un debate sobre el alcohol, que es la principal causa de uso de camas hospitalarias en Chile; la principal causa de accidentes automovil�sticos; una de las principales causas de muertes en nuestro pa�s, de politraumatismos, etc�tera. De ah� que pedir�a cierta consistencia. Soy presidente de un club deportivo y me averg�enza que el pecho de su camiseta tenga la publicidad de una compa��a de alcohol. Pero no soy partidario de que se proh�ba su consumo. Con respecto al art�culo donde se plantea como mecanismo de regulaci�n aumentar el tama�o de las cajetillas, me hago la pregunta de si para un obrero de la construcci�n esta medida es buena o mala. Entiendo que est� prohibido venderles tabaco a menores, siempre. Y se pueden aumentar las penas para quien se los expenda. Soy partidario de que se mantenga la prohibici�n de la publicidad, e incluso, de que se vaya m�s all�. Nosotros, eso s� -vale la pena establecer la comparaci�n, se�or Presidente-, nos estamos poniendo como Singapur. Nuestras normas restrictivas son de las m�s altas del planeta. Vamos a llegar a un punto donde no se podr� comer chicle en la calle porque aquello provoca impacto. Las normas en Chile hoy se sit�an por sobre las de la mayor�a de los pa�ses europeos. No me opongo a ello. Pero creo que hay que introducir cierta racionalidad. Cuando se plantea la cuesti�n del tama�o de la cajetilla, yo pregunto a favor de qui�n se dirige la norma; si es eficaz, si es la esencia del proyecto. En verdad, espero que lo expliquen quienes promueven este tipo de preceptos. Yo no voy a votar a favor, pues me parece excesivo. No entiendo el punto: si se quiere la prohibici�n al consumo en menores, si se esgrime tal argumento, aumentemos la pena entonces a quienes les vendan tabaco. Sin embargo, en lo que respecta al tama�o del envase, �qui�n dice que han de ser 20 y no 80 cigarrillos por cajetilla? �Por qu� 15 y no 20? Es un asunto vinculado con quien consume. Entiendo que no queramos la venta de cigarrillos sueltos. Esa discusi�n la sostuvimos hace un tiempo. No he visto ning�n dato que demuestre que obligar a que no haya cajetillas de 10 cigarrillos inhiba el consumo de tabaco. Considero que lo que m�s lo hace es subir el precio, y no estas normas en particular. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Girardi. El se�or GIRARDI.- Se�or Presidente, voy a aprovechar mi intervenci�n para contestar algunos puntos que estimo interesantes. Primero, no he acusado a ning�n Senador de ser objeto de lobby. Lo que denunci� es algo real: arriba hay trabajadores pagados, que vinieron en buses pagados; que ponen carteles en las carreteras. Durante meses instalaron pancartas contra mi persona, que equivale a la nueva manera de hacer lobby, pues los amenazan... --(Manifestaciones en tribunas). Las empresas tabacaleras los amenazan con algo que constituye una extorsi�n, que considero vil: si se aprueba la ley en proyecto van a quedar cesantes. Eso es mentira, porque ellos fabrican cajetillas. Equivale a sostener que, por el hecho de que cambien el formato de las cajetillas a gen�ricas, no podr�n fabricarlas. Pero es la manera de presionar y de amedrentar y de generar v�ctimas. Lo he dicho ac� y lo reitero. --(Manifestaciones en tribunas). �Ah� est� la evidencia! Ustedes han visto el comportamiento de la gente en las tribunas. Lo que me preocupa de este Senado es la falta de voluntad para legislar sobre evidencia cient�fica, porque cada una de las normas propuestas en la iniciativa tiene sustento. Todas, salvo una, poseen respaldo del Ministerio de Salud, de la Organizaci�n Mundial de la Salud, de la Escuela de Salud P�blica de la Universidad de Chile; en fin, de todos los entes cient�ficos. Cuando se habla de aumentar el tama�o de la cajetilla, se busca incrementar el precio. En ese sentido don Guillermo Paraje, docente de la Universidad Adolfo Ib��ez -instituci�n que no es fiscal o p�blica-, hizo la modelaci�n de c�mo, por cada diez puntos de alza de impuestos, disminuye dos por ciento la prevalencia del cigarrillo, y fundament� el hecho de que el tama�o de la cajetilla provoca un impacto en el consumo. Y me refiero al consumo de todos; especialmente, al de los ni�os y al de las personas m�s pobres, quienes tienen menos poder adquisitivo. Nosotros queremos que todos dejen de fumar, en particular, los chilenos m�s pobres, quienes presentan mayor incidencia de c�ncer y de infarto. Esta no es una medida clasista. Por el contrario, es una disposici�n que defiende a los m�s vulnerables, a los que cuentan con menos posibilidades para evitar el tabaquismo, dado que sufren m�s ansiedad por las mayores dificultades que enfrentan a diario. Muchas veces el tabaco se transforma en un satisfactor frente a otras durezas de la vida. En todo caso, la norma en comento est� orientada, principalmente, a los ni�os. Ustedes est�n en su derecho de aprobarla o no, pero la evidencia cient�fica no los acompa�a. Se trata de una medida global, planetaria. Se aplica en todo el mundo y en este mismo sentido. Se hace hilaridad con el planteamiento de prohibir hacer cigarrillos de dulce para los ni�os. Sin embargo, esa medida se halla en lo central del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. Lamento mucho que aqu� se sostenga que esa norma impedir� que se hagan cuchufl�es. Las tabacaleras hac�an cigarros de golosinas. Es evidente que buscaban hacer una transici�n desde los ni�os, con algo que se mete en la boca -muchas personas sienten esa necesidad-, hacia el consumo de cigarrillo. Es parte de una escalada. Asimismo, se hace hilaridad respecto de otro tema central. Soy el autor de una norma que proh�be fumar en lugares p�blicos, como parques, plazas y sitios donde haya menores. �Por qu� fuman los ni�os? Porque las marcas hoy entregan elementos de identidad: hay "ni�os Adidas". Estas dan estatus, sociabilidad. Pero se adquieren por los modelos que siguen los adultos, particularmente, los modelos que son exitosos, entretenidos o asociados a lo saludable. Por otro lado -quiero ser claro-, no me gusta que se apoye una idea y despu�s se diga otra cosa. Aqu� se critica la disposici�n que se�ala que "en las playas y espacios p�blicos costeros s�lo se permitir� fumar en los lugares que determine la autoridad". A m� me parece razonable tal planteamiento, pero esa indicaci�n la present� en su momento el Senador se�or Garc�a-Huidobro. Me habr�a gustado que el colega defendiera su propuesta en la Comisi�n de Salud, en lugar de criticarla despu�s. Eso no tiene sentido. El se�or GARC�A-HUIDOBRO.- �No la he criticado! El se�or GIRARDI.- Nosotros introdujimos una enmienda que proh�be fumar en lugares p�blicos, como plazas, donde hay ni�os. El se�or Senador agreg� una norma -no la tomemos para la chacota- que no proh�be totalmente fumar en las playas. Dice: en estos espacios "se permitir� fumar en los lugares que determine la autoridad". Y eso es razonable, porque a veces la playa est� llena de colillas, de gente fumando, lo cual resulta desagradable. Colega, es buena su indicaci�n. Defi�ndala ac�, con car�cter y personalidad. Enfrente las cr�ticas que algunos formulan en cuanto a que esto es excesivo. A m� no me parece excesivo que la autoridad determine lugares para fumar: si una playa es gigante, la autoridad no se�alar� nada; pero si est� repleta de personas, en especial de ni�os, establecer� un espacio para los fumadores. Deme un tiempo adicional, se�or Presidente, para concluir. El se�or WALKER, don Patricio (Presidente).- Le concedo un minuto para terminar, se�or Senador. --(Manifestaciones en las tribunas). El se�or GIRARDI.- �Ah� est�n los lobbistas! �Est�n arriba! Se�ores lobbistas, �c�mo est�n�? En definitiva, proponemos la prohibici�n de fumar en plazas y lugares donde haya ni�os, y la habilitaci�n, por parte de la autoridad, de espacios para fumadores. O sea, no queremos que se proh�ba fumar en una plaza, a menos que en ella se encuentren menores, caso en el cual se podr� fumar en un lugar destinado a ese fin. Ese tipo de medidas se aplica en todas partes del planeta. Este Senado debe decidir si quiere legislar sobre la base de la evidencia y de lo que tiene consistencia cient�fica en las comunidades que investigan, o de la forma como lo est� haciendo. Lo relativo a los veinte cigarrillos no da lo mismo. El costo de una cajetilla de diez unidades permite que la compren ni�os y gente de menores recursos. No queremos que la gente acceda a fumar. Con ese prop�sito, subir el impuesto al tabaco y aumentar el tama�o de las cajetillas son buenas medidas, las que se sustentan en los estudios de todos los entes t�cnicos. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Prokurica. No va a intervenir. "Atacama: �no nos dejen solos!", dice el mensaje en su pupitre. Quiero recordar que est� en votaci�n el numeral 4) del art�culo 1� del proyecto. Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a-Huidobro, para fundar su voto. El se�or GARC�A-HUIDOBRO.- Se�or Presidente, creo que fui bastante expl�cito al referirme a la indicaci�n que present� junto con otros colegas, la cual tambi�n firm� el Honorable se�or Girardi. Insisto en que se debe respetar a los adultos que no fuman y a los ni�os que est�n al lado de un fumador. Cuando en las playas hay aglomeraci�n de personas, lo l�gico -as� lo contempla la norma propuesta, que fue aprobada por unanimidad en la Comisi�n de Salud- es que se habilite un sector de la playa -entiendo que no puede ser superior a la cuarta parte de ella- distante de donde se encuentra la gente para que las personas puedan fumar. Nadie les proh�be consumir tabaco; solo se delimita el espacio donde hacerlo. Y esa decisi�n la tomar� la autoridad competente. Ni siquiera se establece que esta ser� la de salud. Eso se ver� despu�s. Lo importante es consignar que la autoridad resolver� tal situaci�n. En definitiva, lo que queremos todos es que se respete a las personas que no consumen tabaco para que no se conviertan en fumadores pasivos. Con ese fin present� la indicaci�n referida, que apunta en el sentido correcto. Es una medida similar a la que regula los espacios p�blicos cerrados, donde las personas que no fuman ya no lo hacen en forma pasiva, porque est� prohibido fumar en tales lugares. Por lo tanto, contest�ndole al Senador Girardi -por su intermedio, se�or Presidente-, hago presente que la enmienda propuesta busca que se respete la libertad individual, pero tambi�n que se garantice que nadie fumar� de manera pasiva. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Orpis, para fundamentar su voto. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, quiero ahondar con fundamentos y cifras la contradicci�n que plante� hace un rato; es decir, que, por un lado, el Senado es superrestrictivo respecto al consumo de tabaco y, por otro, la Comisi�n de Salud de la C�mara de Diputados es superliberal con relaci�n al uso del cannabis. Veamos los datos por regi�n. En el a�o 2003 Ays�n registraba 21,8 por ciento de consumo de tabaco, el cual baj� a 13,2 en 2014. En cambio, respecto del cannabis, subi� de 2,4 por ciento en 1995 a 38 el a�o pasado, el mayor consumo nacional. La Regi�n de Antofagasta, segunda en el consumo de tabaco, disminuy� de 19,2 por ciento en 2003 a 4,5 en 2014. Mientras el uso de cannabis parti� con 13,2 por ciento en 1995 y lleg� a 33,6 por ciento en 2014. En la Regi�n de Magallanes, el consumo del tabaco disminuy� de 18,7 por ciento en 2003 a 7,4 en 2014. En cambio, el uso del cannabis aument� de 3 por ciento en 1995 a 29,4 el a�o pasado. En el caso de la Regi�n Metropolitana, el consumo de tabaco va de un 17,3 por ciento en 2003 a un 8,4 en 2014. En tanto, el uso del cannabis se increment� de 17,3 por ciento en 1995 a 34 por ciento en 2014. En la Regi�n de Valpara�so, el tabaco registr� un porcentaje de 15,8 en 2003 y baj� a 6 por ciento en 2014. Mientras el consumo del cannabis parti� con 12,9 por ciento en 1995 y lleg� a 30,9 el a�o pasado. En la Regi�n de O'Higgins, el uso del tabaco disminuy� de 15,7 por ciento en 2003 a 6,6 en 2014. En cambio, el cannabis aument� de 10,6 por ciento en 1995 a 29 en 2014. En la Regi�n de Atacama, el consumo de tabaco decreci� de 15 por ciento en 2003 a 9,4 en 2014. En cambio, el de cannabis parti� con 12,3 por ciento en 1995 y lleg� a 34,3 el a�o pasado. En la Regi�n de Coquimbo, el uso de tabaco baj� de 14,4 por ciento en 2003 a 4,9 en 2014. En tanto, el de cannabis aument� de 11,1 por ciento en 1995 a 32,1 en 2014. En la Regi�n de La Araucan�a, el consumo de tabaco disminuy� de 13 por ciento en 2003 a 5,8 en 2014. Mientras el uso de cannabis se increment� de 4,5 por ciento en 1995 a 20,8 por ciento el a�o pasado. �Esa es la contradicci�n que existe, se�or Presidente, y que dejo en evidencia! Nadie puede mantenerse neutro respecto de este asunto. Queda claro que la Ley del Tabaco es sumamente restrictiva y que ha surtido efecto. Ah� est�n los ejemplos a nivel regional, que muestran disminuci�n del consumo en el tiempo. Sin embargo, en paralelo, se pretende liberalizar el uso del cannabis, situaci�n que hoy est� causando inquietud. En efecto, si se analizan las cifras de su consumo, se observa un impactante aumento. Pero no se adopta una postura fuerte para bajar esos altos �ndices. Las instancias que deber�an preocuparse de proteger la salud p�blica, como las Comisiones de Salud de ambas ramas del Parlamento, est�n procediendo al rev�s: agrandan y profundizan el gran problema sanitario que estamos viviendo como pa�s. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra, para fundamentar su voto, la Senadora se�ora Van Rysselberghe. La se�ora VAN RYSSELBERGHE.- Se�or Presidente, quiero plantear dos cosas. En primer lugar, creo que es razonable el reclamo que han manifestado varios de los colegas que me antecedieron. Se debe ser cuidadoso en el uso del lenguaje para no dar a entender que quienes tenemos una opini�n distinta o no apoyamos el proyecto -porque leg�timamente pensamos que tal o cual art�culo no ayuda a disminuir el tabaquismo en nuestro pa�s- estamos siendo objeto de alg�n lobby o hemos sido contactados por alguna tabacalera. Si bien a lo mejor aquello no se dijo directamente de nosotros, cabe ser m�s preciso con las expresiones que se usan para no dejar entrever una apreciaci�n de esa naturaleza. En segundo t�rmino, me llama mucho la atenci�n el hecho de que gran parte de la argumentaci�n que se ha expuesto durante toda la tarde ha sido la protecci�n de la salud de los ni�os. �Pero si en este pa�s est� prohibido venderles tabaco a los menores! Sobre el particular, quiero preguntarle al Ministro subrogante qu� est� haciendo este Gobierno y qu� medidas tomaron las Administraciones anteriores para aplicar la normativa en ese �mbito. Porque si no somos capaces de fiscalizar la venta de tabaco a menores de edad, el que haya cajetillas de diez o veinte cigarros en realidad no tiene absolutamente ninguna importancia. No creemos que la gente deje de fumar porque se le dificulte el acceso a una cajetilla de veinte cigarros o porque no disponga de dinero. Si quiere hacerlo, de alguna manera se las rebusca o compra tabaco m�s barato en la calle. Los fumadores que dejan de consumir son los que llegan al convencimiento m�s absoluto de que el tabaco hace mal. Hoy se observa un cambio de actitud. Ya lo dijeron algunos Senadores: cuando �ramos ni�os era normal fumar en los cines, en los aviones, en los trenes, pero ahora tal conducta, francamente, parece aberrante. Y lo es tambi�n para cualquiera de nuestros hijos. Cada vez es m�s masivo el concepto de que el tabaco hace da�o. El cambio de actitud no se da por alterar el tipo de cajetilla o la cantidad m�nima de cigarros que ella contenga, sino por incentivar aspectos de educaci�n. �Y este proyecto de ley no tiene ni una sola letra que apunte en esa direcci�n! �Ni una sola letra que se oriente a ayudar a los fumadores a dejar su adicci�n! La iniciativa est� dirigida a restringir las libertades individuales solamente. En mi opini�n, una persona, conforme al ejercicio de su libertad y de su libre albedr�o, puede, si lo estima conveniente, comprar una cajetilla de cigarros, pero teniendo conocimiento -porque as� lo obliga la ley- de los malos efectos que el consumo de tabaco puede ocasionar a su salud. Lo se�al� el Senador P�rez Varela: esta propuesta legislativa ser� ineficaz si se convierte en ley. No contribuir� a disminuir el tabaquismo; por el contrario, terminar� estimulando el negocio del tabaco contrabandeado, cuyo mercado hoy es mucho m�s escaso y m�s restringido. Reitero: voto en contra de esta iniciativa, y espero que prime la cordura. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechaza el n�mero 4) del art�culo 1� del proyecto (18 votos en contra, 13 a favor y una abstenci�n). Votaron por la negativa las se�oras Lily P�rez, Van Rysselberghe y Von Baer y los se�ores Allamand, Araya, Bianchi, Chahu�n, Coloma, Espina, Garc�a, Garc�a-Huidobro, Hern�n Larra�n, Letelier, Montes, P�rez Varela, Prokurica, Tuma e Ignacio Walker. Votaron por la afirmativa las se�oras Allende, Goic y Mu�oz y los se�ores Girardi, Guillier, Horvath, Lagos, Navarro, Ossand�n, Quintana, Quinteros, Rossi y Patricio Walker. Se abstuvo el se�or Harboe. --(Aplausos en tribunas). El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Se�ores Senadores, se ha pedido votaci�n separada de otras normas, sin perjuicio de las que ya quedaron aprobadas porque no fueron objeto de indicaciones ni modificaciones. Siguiendo con el orden del proyecto, corresponde votar, en el numeral 5) del art�culo 1� de la iniciativa, la enmienda que se introduce al inciso sexto que se agrega al art�culo 4� de la ley, que consiste en intercalar las palabras "productos de" entre la expresi�n "La venta de" y el vocablo "tabaco". La disposici�n original empezaba diciendo: "La venta de tabaco". Con la modificaci�n propuesta el inciso completo ser� del siguiente tenor: "La venta de productos de tabaco en dichos lugares no podr� efectuarse mediante su disposici�n en estanter�as o en cualquier otro lugar de acceso directo al p�blico.". El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Esta enmienda se encuentra contenida en el n�mero 4), que pas� a ser 5), y fue aprobada por la unanimidad de los miembros de la Comisi�n (5 a 0). En discusi�n. Tiene la palabra el Senador se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, la aprobaci�n fue un�nime. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- As� es. El se�or ROSSI.- No hay nada que debatir. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- El Senador se�or Chahu�n pidi� votaci�n separada. El se�or CHAHU�N.- Retiro mi solicitud, se�or Presidente. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Bien, pero igual hay que votar la enmienda. Tiene la palabra el Senador se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, antes de proceder a la votaci�n, me gustar�a pedirles a los miembros de la Comisi�n que me resolvieran una duda con respecto a la redacci�n de esta norma: �qu� significa exactamente que la venta de productos de tabaco "no podr� efectuarse mediante su disposici�n en estanter�as"? Para m� hay dos formas de entender lo que se propone: una, que no puedo "autoservirme" -por as� decirlo-; o sea, que no puedo sacar yo mismo una cajetilla de cigarros de un supermercado, norma que entender�a perfectamente; y dos, que no se permite exhibir un producto de tabaco en un estante, lo que no entender�a. Me gustar�a saber exactamente qu� busca el legislador con esta enmienda. Estoy haciendo una consulta completamente inocente. Porque es muy distinto que se permita sacar directamente un producto de un estante de supermercado a que aquel no se pueda exhibir. Y la disposici�n podr�a entenderse en este segundo sentido, cuesti�n que me parece profundamente equivocada. Por eso formulo la pregunta. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Reitero a Sus Se�or�as que esta modificaci�n fue aprobada por unanimidad en la Comisi�n. El Senador se�or Coloma ha planteado una duda. Si no hay ning�n integrante de la Comisi�n dispuesto a responder, abriremos la votaci�n. El se�or COLOMA.- �Y qu� pasa con mi duda, se�or Presidente? El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- �Hemos quedado muchas veces con dudas, se�or Senador�! �El Honorable se�or Harboe estar�a en condiciones de contestar la consulta del Senador Coloma? Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or HARBOE.- Se�or Presidente, no soy miembro de la Comisi�n, pero quiero precisar algo: las normas relativas a las estanter�as no se tocan. Lo �nico que hace esta modificaci�n es incorporar los productos de tabaco. O sea, el resto del inciso se mantiene exactamente igual, salvo en la medida en que ahora se dice "productos de tabaco". Nada m�s, se�or Presidente. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Efectivamente, la modificaci�n propuesta es intercalar, en el inciso sexto que se agrega al art�culo 4�, las palabras "productos de" entre la expresi�n "La venta de" y el vocablo "tabaco". En votaci�n. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba la modificaci�n propuesta por la Comisi�n al inciso sexto del art�culo 4� (25 votos a favor y una abstenci�n). Votaron por la afirmativa las se�oras Goic, Mu�oz, Van Rysselberghe y Von Baer y los se�ores Allamand, Chahu�n, Espina, Garc�a, Garc�a-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Lagos, Hern�n Larra�n, Moreira, Navarro, Orpis, Ossand�n, P�rez Varela, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma y Andr�s Zald�var. Se abstuvo el se�or Montes. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Se�ores Senadores, est� a punto de llegar a su t�rmino el Orden del D�a. Por tanto, el debate y la votaci�n de este proyecto, que ha sido de mucho inter�s y que ha motivado una gran participaci�n, continuar� ma�ana. --Queda pendiente la discusi�n particular del proyecto. El se�or NAVARRO (Vicepresidente).- Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n, sin perjuicio de dar curso reglamentario a las solicitudes de oficios que han llegado a la Mesa. PETICIONES DE OFICIOS --Los oficios cuyo env�o se anunci� son los siguientes: Del se�or CHAHU�N: Al se�or Subsecretario General de Gobierno, pidi�ndole env�o de proyectos de ley tendientes a SUSTITUCI�N DE TRIBUNALES ELECTORALES REGIONALES POR SECRETAR�AS MUNICIPALES COMO �RGANOS ENCARGADOS DE CALIFICAR ELECCIONES DE GRUPOS INTERMEDIOS CON DERECHO A PARTICIPAR EN DESIGNACI�N DE INTEGRANTES DE CONCEJOS COMUNALES. Del se�or DE URRESTI: Al se�or Ministro de Educaci�n, solicit�ndole remitir antecedentes sobre ENTREGA DE RECURSOS DIGITALES OFFLINE , CAPACITACI�N DOCENTE Y EQUIPAMIENTO A ESCUELAS RURALES MULTIGRADO DE REGI�N DE LOS R�OS. A la se�ora Ministra de Salud, sobre PROCEDIMIENTO Y CRONOGRAMA CONSIDERADOS POR SEREMI DE SALUD PARA MEDICI�N DE HUMEDAD Y CERTIFICACI�N DE LE�A EN COMUNAS DE REGI�N DE LOS R�OS; y pidi�ndole informaci�n respecto de FISCALIZACI�N Y MEDICIONES EFECTUADAS POR AUTORIDAD SANITARIA DE REGI�N DE LOS R�OS EN CUERPO DE AGUA DE R�O BUENO. Al se�or Vicepresidente Ejecutivo de la CORFO, requiri�ndole antecedentes acerca de ZONAS, CALETAS O �REAS DE MANEJO DE REGI�N DE LOS R�OS EN QUE SE APLICAR� INICIATIVA DENOMINADA "SISTEMA INTEGRADO DE VIGILANCIA PARA �REAS DE MANEJO". Del se�or GARC�A-HUIDOBRO: Al se�or Contralor General de la Rep�blica, pidi�ndole que instruya INVESTIGACI�N SOBRE ACUERDOS DE CONCILIACI�N POR NEGLIGENCIAS M�DICAS ALCANZADOS POR DIRECCI�N DE SALUD O'HIGGINS EN �LTIMOS TRES A�OS. De la se�ora GOIC: Al se�or Ministro de Educaci�n, solicit�ndole MODIFICACI�N DE DECRETO SUPREMO N� 68, DE 1988, PARA ENTREGA DE BECA DE INTEGRACI�N TERRITORIAL A ESTUDIANTES DE ESTABLECIMIENTOS CIENT�FICO-HUMANISTAS. Del se�or GUILLIER: A la se�ora Ministra de Vivienda y Urbanismo, pidi�ndole REGISTRO DE PROPIEDADES AFECTADAS POR INUNDACIONES EN ANTOFAGASTA Y REVISI�N DE NORMATIVA SOBRE IMPERMEABILIDAD Y ESTRUCTURA T�CNICA DE VIVIENDAS. A la se�ora Ministra de Miner�a, solicit�ndole informar acerca de ESTADO ACTUAL DE TRANQUES, RELAVES Y CENTROS DE ACOPIO MINERAL EN FAENAS MINERAS DE REGI�N DE ANTOFAGASTA. Al se�or Vicepresidente Ejecutivo de la CORFO, para que remita antecedentes jur�dicos sobre PROCESO ARBITRAL EN CONTRA DE SQM SALAR S.A. PARA REQUERIR RENDICI�N DE CUENTAS DE MANDATOS Y VERIFICACI�N DE PAGOS DE CONTRATOS DE ARRIENDO. Del se�or HORVATH: Al se�or Ministro de Educaci�n, pidi�ndole INICIO DE TRABAJO EN PROYECTO PILOTO DE PROPED�UTICO PARA INGRESO A EDUCACI�N SUPERIOR EN REGI�N DE AIS�N. Del se�or OSSAND�N: A la se�ora Ministra Secretaria General de la Presidencia, solicit�ndole informaci�n sobre AVANCE DE ANTEPROYECTO DE NUEVA LEY MIGRATORIA Y ENV�O A PARLAMENTO DE PROPOSICI�N DEL GOBIERNO. De la se�ora VON BAER: A la se�ora Ministra de Vivienda y Urbanismo, con el objeto de consultar acerca de HABILITACI�N DE CANCHA PARA CLUB DEPORTIVO UNI�N TENIENTE MERINO, VALDIVIA. Al se�or Ministro de Bienes Nacionales, a fin de que informe respecto de REGULARIZACI�N DE DOMINIO EN SECTOR LA PLATA-LOS ULMOS Y PROPIEDAD DE TERRENOS DE CANCHA Y ESCUELA RURAL DE LOS ULMOS, COMUNA DE PAILLACO. Al se�or Superintendente de Electricidad y Combustibles, para que remita antecedentes en cuanto a PROHIBICI�N DE COMERCIALIZACI�N DE CALEFACTORES AMESTI. )----------( --Se levant� la sesi�n a las 19:22. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n