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El señor ESCALONA ( Presidente ).-
Proyecto de ley, iniciado en mociones de los Senadores señores Tuma y Zaldívar, y señores Bianchi, Escalona y Letelier (boletín N° 7.786-03); señores Chahuán y Prokurica (boletín N° 7.890-03), y en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República (boletín N° 7.932-03), en primer trámite constitucional, sobre interés máximo convencional, con segundo informe de la Comisión de Economía.
--Los antecedentes sobre los proyectos (7786-03, 7890-03 y 7932-03, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto, boletín N° 7786-03 (moción de los Senadores señores Tuma, Bianchi, Escalona, Letelier y Zaldívar (don Andrés):
En primer trámite, sesión 34ª, en 13 de julio de 2011.
Informes de Comisión:
Economía: sesión 56ª, en 27 de septiembre de 2011.
Economía (segundo): sesión 51ª, en 2 de octubre de 2012.
Discusión:
Sesión 63ª, en 18 de octubre de 2011 (se aprueba en general); 64ª, en 19 de octubre de 2011 (se fija plazo para presentar indicaciones).
Proyecto, boletín N° 7890-03 (moción de los Senadores señores Chahuán y Prokurica):
En primer trámite, sesión 48ª, en 31 de agosto de 2011.
Informes de Comisión:
Economía: sesión 35ª, en 17 de julio de 2012.
Economía (segundo): sesión 51ª, en 2 de octubre de 2012.
Discusión:
Sesión 44ª, en 29 de agosto de 2012 (se aprueba en general).
Proyecto, boletín N° 7932-03:
En primer trámite, sesión 52ª, en 13 de septiembre de 2011.
Informes de Comisión:
Economía: sesión 63ª, en 18 de octubre de 2011.
Economía (segundo): sesión 51ª, en 2 de octubre de 2012.
Discusión:
Sesión 64ª, en 19 de octubre de 2011 (se aprueba en general).
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario General.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
La Comisión deja constancia de que las iniciativas refundidas se discutieron siguiendo la estructura y disposiciones contenidas en el último de los boletines mencionados (vale decir, el N° 7.932-03), por lo que las modificaciones que se proponen están referidas a él.
Asimismo, la Comisión deja constancia, para efectos reglamentarios, de que el artículo 1° -números 1); 3), letra b); y 6- y los artículos 2° permanente y 2° transitorio, no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones, por lo que deben darse por aprobados, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador , con el acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión o votación.
El señor ESCALONA (Presidente).-
En discusión particular el proyecto.
Si le parece a la Sala, se darán por aprobadas las normas que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones.
--Quedan aprobadas reglamentariamente.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
La Comisión realizó diversas enmiendas al texto aprobado en general, las cuales acordó por unanimidad, con excepción de dos, que serán puestas en discusión y votación oportunamente.
Cabe recordar que las modificaciones unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o existieren indicaciones renovadas.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobarán las enmiendas acogidas por unanimidad en la Comisión.
--Se aprueban.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
Sus Señorías tienen a su disposición un boletín comparado en que se consignan, en la tercera columna, las modificaciones introducidas por la Comisión de Economía en el segundo informe, y en la cuarta columna, el texto como quedaría al aprobarlas.
Ahora bien, la primera enmienda no acordada por unanimidad recae en el artículo 1°, número 4), del proyecto, que inserta un artículo 6° bis, nuevo, a la ley N° 18.010. Fue aprobada por 4 votos a favor y la abstención del Senador señor Novoa.
El señor NOVOA.-
¡Yo voté en contra!
El señor ESCALONA (Presidente).-
Se puntualiza que el Honorable señor Novoa votó en contra. Es decir, se registraron 4 votos a favor y uno en contra.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
Efectivamente, de acuerdo al informe, Su Señoría se pronunció por la negativa.
El señor ESCALONA ( Presidente ).-
En discusión la enmienda relativa al artículo 6° bis, nuevo.
Tiene la palabra el Senador señor Novoa.
El señor NOVOA.-
Señor Presidente, deseo fundamentar mi voto en contra de la disposición.
El artículo 6° bis, en realidad, fue consensuado por el Gobierno, los parlamentarios que presentaron las distintas mociones y también por el Senador García. No obstante ese acuerdo, yo voté en contra, porque estimo necesario enviar una señal de alerta sobre los posibles efectos negativos que puede acarrear la fijación de tasas de interés.
Lo cierto es que el texto aprobado supone considerar una tasa de mercado referida a operaciones superiores a 200 UF e inferiores a 5 mil, y luego aplicar un factor aditivo fijo.
En mi opinión, al menos, cada vez que se establecen precios -y aquí se está fijando una fracción muy importante de un precio: gran parte de la tasa de interés-, se corre el riesgo de que se produzcan distorsiones importantes. Y la principal, en este caso, podría ser que muchas personas -normalmente las de menos recursos- quedaran al margen del sistema financiero, ya sea del relativo a la banca o del referido al retail, que es, probablemente, el sector que da más crédito a los consumidores de menores ingresos.
Eso me preocupa porque, en definitiva, la ley no puede impedir situaciones indeseadas, como el que gente marginada del sistema financiero formal caiga en manos de prestamistas o de otra vía informal. Ello ya ha ocurrido en muchos países. Por ejemplo, se mencionó lo sucedido en Colombia, donde, debido a una situación similar, se organizaron verdaderas bandas que cobraban cuotas semanales por la plata que prestaban, y quienes no las pagaban sufrían consecuencias bastante dolorosas en el ámbito de sus vidas y sus familias.
Durante la discusión del proyecto el Banco Central hizo presente que numerosas personas podrían quedar al margen del sistema financiero.
Desde ese punto de vista, yo preferí votar en contra de la norma en debate. Además, hice una proposición en la cual, manteniendo un sistema de tasa promedio calculada sobre la base de operaciones donde las partes realmente pueden negociar la tasa -o sea, de 200 a 5 mil UF-, el factor aditivo no fuera un guarismo fijo, sino uno proporcional. Y presenté dos opciones: que el aditivo fuera un porcentaje similar a la variación de otras tasas, o bien fijar un 70 por ciento de la tasa observada. Y esto, considerando lo ocurrido en situaciones pasadas. Por ejemplo, en la crisis económica del año 2009, con la fórmula aprobada se habría llegado a una tasa máxima de 40 por ciento -según creo-; sin embargo, se alcanzó una tasa máxima convencional de 60 puntos.
Pues bien, ese diferencial, de 20 puntos, podría significar que numerosas personas quedaran fuera del mercado financiero, con las consecuencias que describí anteriormente.
Quiero finalizar señalando que hubo un argumento que a mí me pareció francamente inaceptable. Se afirmó que sería bueno que muchas personas no tuvieran acceso al crédito, porque quedan endeudadas y después tienen problemas para su manejo diario.
Creo que si nosotros intentamos regular la vida de la gente desde el Congreso vamos a cometer bastantes más errores que los que pueden cometer personas que voluntariamente quieran endeudarse.
Por eso voté en contra de la disposición, señor Presidente.
El señor ESCALONA (Presidente).-
El Ejecutivo solicita autorización para que pueda ingresar a la Sala el señor Subsecretario de Hacienda.
¿Habría acuerdo para ello?
El señor PROKURICA.-
¡Por supuesto!
--Se accede.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente , en la Comisión tuvimos un debate bastante intenso sobre este tema, donde, en mi opinión, se halla la médula del proyecto.
Este punto ha preocupado a muchos parlamentarios. En tal sentido, el Honorable señor Tuma ha estado a la cabeza de la discusión. Y además recientemente se aprobó una iniciativa de los colegas Prokurica y Chahuán y se presentaron indicaciones de los Senadores señora Allende y señor Ruiz-Esquide .
¿Por qué preocupa el asunto? Porque la tasa máxima convencional muchas veces llega a márgenes de tal naturaleza que hacen imposible a los deudores realizar los pagos. Por eso, se consideró necesario efectuar una regulación. Actualmente, la tasa máxima convencional puede llegar a ser hasta 50 por ciento superior al interés corriente. Y hace poco la tasa de interés convencional casi se empinó al 56 por ciento.
Ahora, es efectivo lo que dice el Senador Novoa y lo tomamos en cuenta en la discusión. También escuchamos al Banco Central, a la Superintendencia y a los actores que participan en este tipo de operaciones. Y está claro que uno no puede lograr una tasa de interés óptima, que sea lo suficientemente baja como para dar acceso a todas las personas, porque el costo de un crédito pequeño es bastante diferente del costo de un crédito de mayor cantidad.
También es muy distinta la capacidad de negociación de una tasa de interés que tiene una persona que acude a los bancos por un crédito de 1.000, 2.000 o 3.000 UF, porque existe una situación mucho más regulada donde la tasa es bastante más baja que la máxima convencional. Eso está demostrado y, de hecho, el mismo proyecto hace una diferenciación entre los distintos créditos dependiendo de su monto: los inferiores a 50 UF; los de 50 a 200 UF, y luego los superiores a 200 UF.
Ahora, seguramente para muchos puede que lo planteado acá no sea lo óptimo: hacemos posible una rebaja de la tasa de interés convencional de 14 puntos porcentuales en los créditos superiores a 200 unidades de fomento, y de 21, en aquellos cuyo monto sea entre 0 y 50 UF.
Y hay que tener mucho cuidado -tiene razón en su planteamiento el Senador Novoa, y debemos considerarlo-, pues si se llega a tasas convencionales excesivamente bajas, un número de....
El señor ESCALONA (Presidente).-
Ruego a quienes nos visitan mantener el silencio que se precisa en la Sala.
Continúa con la palabra el Senador señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente, decía que si se llegara a tasas convencionales excesivamente bajas, podría ocurrir que un número importante de pequeños deudores quedara fuera del sistema crediticio, quienes muchas veces piden créditos en las casas comerciales. Porque si el costo del crédito no alcanza a cubrir la capacidad de operación de estas últimas, sencillamente se les negará el crédito.
De acuerdo con los estudios que nos entregó el Banco Central, que son bastante tentativos, pues tampoco hay muchos elementos como para arribar a algo concluyente, si dejáramos la tasa máxima convencional en 42 por ciento, que era lo que habíamos pensado como límite más o menos razonable para los créditos de 0 a 50 unidades de fomento, quedarían sin acceso al crédito cerca de 700 mil personas.
Y ello debe preocupar -el Senador Novoa tiene razón al respecto-, porque si esa gente queda excluida del crédito formal, caerá en el sistema informal, en la llamada "desbancarización".
Por tal razón, hemos sido cuidadosos en todo lo que hemos hecho acerca de esta legislación.
Se fijaron tres tramos para definir la tasa máxima convencional, poniendo especial esmero en el que va de 0 a 50 UF. En este segmento se establece una rebaja de 21 puntos porcentuales, cuya aplicación será gradual. La reducción partirá con 6 o 7 puntos hasta entrar en régimen, lo cual demorará entre 16 y 20 meses.
Asimismo, se instauró una norma de salvaguardia. Esta dispone que, en el evento de que una cantidad importante de personas quede marginada de la posibilidad de acceder al crédito regular, automáticamente se produce, por medio de la Superintendencia, la suspensión del sistema, a fin de congelarlo y evitar así un daño mayor.
Entonces, a mi juicio, lo que logramos -el Senador Tuma puede abundar sobre lo que estoy explicando- ha sido lo óptimo, dentro de lo que podía hacerse con cierta racionalidad y bastante cuidado.
Hemos escuchado -ya lo dijimos- a la Superintendencia, al Banco Central, a los propios actores del crédito.
La rebaja de 21 puntos porcentuales, en un caso, y de 14, en el otro, que significará una tasa máxima convencional del orden de 36 por ciento para los créditos superiores a 200 UF, y de 39 por ciento para aquellas operaciones entre 0 y 50 unidades de fomento, constituye un avance importante. Ello, por un lado, protegerá a los deudores, y por otro, impedirá que se produzca el efecto negativo señalado por el Senador Novoa, esto es, que un contingente de chilenos que hoy día participa de los créditos que otorga el sistema financiero quede sin poder acceder a préstamos regulares.
Eso es lo que trata el artículo en discusión, que tiene relación con las otras disposiciones que votaremos posteriormente.
He dicho.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , estimados colegas, en este proyecto se parte de un juicio ideológico: que es bueno para el país -me gustaría que alguien me explicara quiénes lo componen- bancarizar a todos los chilenos.
La verdad es que en el Chile real, compuesto por personas de carne y hueso, cerca del 84 por ciento gana menos de 584 mil pesos al mes; un porcentaje muy grande de la llamada "clase media emergente" se halla en condiciones de precariedad tremenda, y algunos, a través de su bancarización y del costo del dinero, le han hecho pensar que accediendo a bienes de consumo se encuentra -más allá de lo que yo estime al respecto- bien, satisfecha.
Ciertamente, el sector financiero, más que las empresas del retail, que de hecho han cambiado su rubro, saca utilidades enormes, desmedidas, de la clase media emergente y del mundo popular.
¿Cómo lo hacen? Cobrándoles más caro por el dinero a los pobres que a los ricos.
A cualquiera de nosotros nos sale mucho más barato el costo de un crédito. Es más, esta iniciativa de ley no nos afecta en lo más mínimo, porque no pagamos las exorbitantes tasas de intereses que pagan la clase media y los sectores más empobrecidos.
Y ese problema no es solo de las grandes empresas del retail. Es también del sector financiero en su conjunto, tanto de la banca como de quienes están detrás de las empresas del retail, que se dicen medianas, e incluso, pequeñas.
Señor Presidente , en lo particular, cuando me presenté a Senador por la Región de O'Higgins tomé el compromiso de representar a la gente, a los ciudadanos, a quienes pagan estas tasas usurarias. Porque no tengo otro adjetivo para describir el cobro de intereses por sobre el 50 por ciento de la tasa media convencional. Y aquí, en una transacción, a mi juicio absolutamente insuficiente, muy por debajo de las expectativas de varios, se establece el criterio de dos categorías para créditos de entre 0 y 50 UF y de más de 50 UF hasta 200.
Yo me pregunto dónde está la ética de la cual habla la Conferencia Episcopal en relación con el orden económico en que vivimos; dónde queda la discusión del combate contra la desigualdad.
Acá tenemos un proyecto de ley, con un origen absolutamente bien intencionado, para poner límites al abuso de algunos; fijar algún techo a la tasa máxima convencional que se puede cobrar (su promedio).
Pero me asiste una tremenda interrogante: ¿A quiénes estamos defendiendo? ¿De quiénes son los intereses que se quiere equilibrar aquí? ¿Queda bien equilibrado el interés del consumidor versus el de quienes dan los créditos?
Como el interés de muchos es abusar del estado de necesidad de un espectro muy amplio de chilenos, quienes precisan del crédito para acceder a bienes de consumo porque sus niveles de ingresos son bajos, insuficientes y precarios, aquí se aceptan el lobby y la presión de algunos que ciertamente ven en este proyecto la amenaza de perder enormes márgenes de utilidades.
Señor Presidente , quiero reconocer el esfuerzo hecho por los Senadores Tuma y Zaldívar en esta materia. Pero yo soy de aquellos que creen que la propuesta del Ejecutivo , que algunos han querido aplaudir como una gran transacción, es del todo insuficiente. Y entiendo que lo es porque el Gobierno parte del principio -y vuelvo al punto con que inicié mi intervención- de que es bueno que todo el mundo se bancarice.
Los pobres pagan más por la plata que los ricos -y aquí la brecha no se acorta- y se dice que se debe a que son más riesgosos. La considero una afirmación absolutamente discutible. Conozco a gente modesta, esforzada, que se priva de muchos bienes para pagar sus deudas, a diferencia de lo que pasa con quienes poseen mayores recursos.
La iniciativa que nos ocupa significa un avance parcial. Y, a mi juicio, beneficia más a algunos poderosos que a las personas que realmente queríamos privilegiar.
Aquí se parte de un juicio: cómo evitar quitarles un negocio a aquellos que participan del retail. Yo fui objeto -por eso lo puedo decir- de muchos llamados telefónicos reclamando por "¡cómo esto iba a afectar a cierto sector de la industria!". Mi compromiso está con los consumidores en la presente materia. Estimo que dicha industria se puede salvar solita.
Si bien el proyecto implica un paso adelante, resulta del todo insuficiente para lo que está clamando la clase media emergente de nuestro país, que se halla en condiciones de tremenda precariedad, en un estado de necesidad producto de la distribución del ingreso y de los malos sueldos que les pagan.
Insisto en que lo considero un avance, pero no es lo que muchos esperábamos cuando comenzamos el debate.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , recientemente la Conferencia Episcopal ha interpelado a la sociedad chilena. Uno de los aspectos que aborda en forma directa se relaciona con que tenemos un "lucro" desregulado, en el que advierte "connotaciones de usura", y que "aparece como la raíz misma de la iniquidad, de la voracidad, del abuso, de la corrupción y en cierto modo del desgobierno".
Los obispos advierten con claridad que "Chile ha sido uno de los países donde se ha aplicado con mayor rigidez y ortodoxia un modelo de desarrollo excesivamente centrado en los aspectos económicos y en el lucro", sin tomar en cuenta la felicidad de las personas. Y se han aceptado criterios "sin poner atención a consecuencias que hoy son rechazadas" en todo el territorio nacional y en el mundo entero, "puesto que han sido causa de tensiones y desigualdades escandalosas entre ricos y pobres".
Quiero señalar que el escándalo habido en el último tiempo con La Polar nos reveló -a través del debate en la Sala- cómo un retail que prestaba a intereses del orden del 56 por ciento anual (ese es el nivel que hoy alcanza la tasa máxima convencional que nos rige) obtenía recursos de los fondos de los trabajadores en las AFP a un costo de 6 por ciento anual.
¡Ese es el escándalo al que debemos ponerle atajo!
Durante años el Congreso Nacional nunca había legislado al respecto.
Desde el año 2004, cuando era Diputado , que vengo presentando proyectos de ley para modificar el modo en que se calcula la tasa máxima convencional, que constituye un abuso, una usura, un incentivo al sobrendeudamiento. Porque aquí se habla mucho del sobrendeudamiento, y este tiene que ver con los niveles de la tasa de interés.
Esa ha sido, en parte, la historia de la materia en análisis.
Ahora presentamos una moción junto a varios colegas -entre los cuales se incluyen el propio Senador señor Letelier , el señor Presidente de la Corporación , el Senador independiente señor Bianchi y el Honorable señor Zaldívar - con la que hemos puesto el tema sobre la mesa: qué medidas debemos adoptar para no seguir con una legislación que permite la legalización de la usura, y donde se señala que para el promedio de los créditos de 0 a 200 unidades de fomento, que existen en el mercado, más de 50 por ciento va a constituir el techo para hacer legal la usura.
Nosotros creemos que eso es absolutamente inaceptable. Y lo que habíamos propuesto en nuestro proyecto de ley, ahora lo hemos consensuado con el Ejecutivo.
En este aspecto, me alegro de que el Gobierno haya tomado una posición en esta materia, y de que con posterioridad a la presentación de la iniciativa de los Senadores haya formulado otro texto legal, que en las cifras se hallaba bastante lejos de lo que aspirábamos. Sin embargo, en el debate de la Comisión y en la discusión parlamentaria hemos logrado un consenso que se sitúa entre las dos posiciones aquí escuchadas: Una, representada por el Honorable señor Novoa , quien dice que no se puede rebajar tanto la tasa de interés (la hemos disminuido de 56 a 35 por ciento, en promedio, para los sectores que piden créditos de 0 a 200 unidades de fomento). Y la otra posición extrema es la sustentada por el Senador señor Letelier , para quien esto resulta insuficiente.
Bueno, para llegar a acuerdo, había que conciliar ambas posturas, tanto la del Gobierno como la de los parlamentarios que presentamos el proyecto. Y lo logramos. El Senador señor García participó en representación de la Alianza.
El acuerdo alcanzado a lo mejor no es lo ideal, pero sí corresponde a una cifra razonable, que va a permitir créditos más justos. El 57 por ciento de tasa máxima convencional que hoy se está pagando lo vamos a reducir a un promedio de 35 por ciento.
Esos resultados esperan los ciudadanos de nosotros -también soy su representante-: que tengamos legislaciones que los protejan.
Cuando presentamos el proyecto de ley sobre protección de los derechos de los consumidores se dijo que estábamos promoviendo la industria del reclamo.
Y lo que hemos visto en estos años es...
El señor ESCALONA (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
Se le concederá un minuto adicional
El señor TUMA.-
Muchas gracias.
Como decía, lo que hemos visto en estos años es que se ha promovido la industria del abuso.
La presente iniciativa va en la línea de terminar con el abuso en materia de créditos, de proteger a los sectores más vulnerables y de permitir que sean compatibles los intereses de quienes prestan con los intereses de quienes reciben. No queremos terminar con el crédito, pero tampoco que se continúe abusando de aquellos que no negocian.
Por tal razón, el núcleo del proyecto en examen contiene una disposición que permite que las tasas de interés aplicables a las personas de menores ingresos sean las de mercado y no las de pizarra o de imposición que colocan los acreedores que poseen una posición dominante en el mercado.
Señor Presidente , estimo que la iniciativa constituye un gran avance, aunque no es lo ideal, por lo que podemos manifestar que después de su aprobación los sectores más vulnerables van a disponer de créditos justos.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente, los parlamentarios que han presentado estos proyectos de ley -incluyo, por supuesto, a los Senadores señores Chahuán y Tuma, quienes han iniciado la discusión- recogen un sentimiento de la opinión pública.
Y como lo ha planteado aquí, muy bien, el Honorable señor Zaldívar : nadie quisiera meterle mano a un tema delicado de solucionar por la vía legislativa. Porque, por un lado, estamos siendo llamados permanentemente por los abusos que se producen en el cobro de intereses, y por otro, se establece una regulación que puede terminar con la posibilidad de acceso al crédito para las personas de menores ingresos, quienes presentan mayor riesgo -por ello se les cobran altos intereses- y pueden caer en manos de los que se dedican al préstamo irregular, lo que es aún peor, pues se verán obligados a pagar intereses más elevados y más rígidos.
Creo que las iniciativas de los Senadores señores Chahuán y Tuma abren un debate y presentan una propuesta bastante conservadora y moderada, que impide que se produzca alguno de los dos efectos negativos que se han mencionado.
Por eso, considero que hay que aprobarla.
El proyecto que nos ocupa ha abierto una discusión que se nos ha estado reclamando. Y ha sido un llamado público el fallo del Tribunal Constitucional de hace unos días, que recoge una iniciativa que presentamos con los Senadores señores Carlos Larraín y Horvath , y otros. Porque aquí estamos mirando solo para un lado: los intereses que cobran los privados. ¿Pero dónde se toca lo que cobra el Fisco por intereses moratorios? Eso se nos olvidó.
Criticamos a La Polar, criticamos a las empresas y a los bancos, y no decimos nada del Fisco. Pero sucede que en Chile los deudores de impuestos muchas veces no pueden pagarlos producto del alto interés moratorio que aquel les cobra: más de 18 por ciento. Y es el Tribunal Constitucional quien, pese a que hace casi un año presentamos con los Senadores Carlos Larraín y Antonio Horvath la iniciativa que mencioné, ha venido a llamar la atención y a poner el dedo en la llaga respecto a los altos intereses aplicados por concepto de morosidad tributaria.
Espero, señor Presidente, que el Ejecutivo patrocine el proyecto que formulamos, porque es de su iniciativa exclusiva, si bien en algún minuto lo discutimos. Y quiero destacar que en su oportunidad hubo colegas, como el Senador Vásquez, del Partido Radical, que apoyaron la idea en comento.
No queremos que para los contribuyentes sea un negocio deberle al Fisco. Pero tampoco deseamos que, cada vez que uno de ellos se atrase en el pago de sus impuestos, los intereses que cobra aquel le hagan cuesta arriba solventar su deuda tributaria y lo lleven a no pagarla y, por ende, a quedar con sus bienes embargados.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Corresponde poner en votación la norma.
El señor PROKURICA.-
El señor Ministro quiere intervenir, señor Presidente .
El señor ESCALONA (Presidente).-
Es el señor Subsecretario, señor Senador.
El señor LETELIER.-
¿Por qué no está el Ministro y sí se encuentra presente el Subsecretario ?
El señor ESCALONA ( Presidente ).-
La Sala autorizó el ingreso del señor Subsecretario , Su Señoría.
El señor LETELIER.-
Pero con el Ministro presente.
El señor LARRAÍN.-
Ya fue autorizado.
El señor LETELIER.-
Echo de menos al Ministro .
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Subsecretario de Hacienda.
El señor DITTBORN (Subsecretario de Hacienda).-
Señor Presidente, en forma muy breve, quiero explicarle a la Sala el origen de la iniciativa en debate.
Hubo inicialmente dos mociones.
La primera, presentada por los Senadores señores Tuma , Zaldívar , Escalona , Letelier y Bianchi (boletín Nº 7.786-03), planteaba un texto que proponía fijar la tasa de interés máximo convencional en tres veces la tasa de política monetaria del Banco Central.
La segunda, de los Senadores señores Chahuán y Prokurica (boletín Nº 7.890-03), proponía fijar la tasa de interés máximo convencional en dos veces la tasa de política monetaria del Instituto Emisor.
Ante tales proyectos, y considerando que él también estaba preocupado por los niveles que alcanzaba la tasa en comento y por la (digámoslo) falta de conocimiento financiero de que adolecen muchos chilenos, en especial los más modestos, quienes se endeudan a tasas altísimas sin calibrar el impacto de las obligaciones contraídas, particularmente en caso de mora, el Gobierno decidió presentar una tercera iniciativa, la que de alguna forma refundió las dos anteriores, e inició un diálogo muy fructífero, fundamentalmente con los Senadores señores Tuma y García , quienes representaron a las dos coaliciones. Y se logró redactar un texto que deja -creo- a todos satisfechos, y a lo mejor, también insatisfechos. Porque, de alguna manera, el articulado que se redactó es un punto medio, prudente, razonable, que significa un avance en la idea de proteger a los chilenos que no tienen educación financiera y no reaccionan a las tasas de interés propias de un mercado en movimiento.
Existe mucha evidencia en tal sentido, señor Presidente. Pero no quiero explicar hoy en detalle la iniciativa en referencia, pues los Senadores la conocen.
Deseo, sí, manifestar que estamos atacando fundamentalmente un tramo de deudas: las comprendidas entre 0 y 200 unidades de fomento, en pesos, a más de 90 días. Solo en este tramo estaba actuando la tasa de interés máximo convencional, y nos pareció que allí debíamos introducir un elemento de mercado, pero de las personas que se endeudaban a niveles superiores y, por lo tanto, tenían poder de negociación.
Por eso planteamos que para los créditos chicos, de 0 a 200 UF, a más de 90 días, se calculara la tasa máxima convencional como el promedio de créditos de mayor nivel: de entre 200 y 5 mil UF. Pero a esa tasa promedio le sumamos factores que básicamente compensan por el costo de prestar y por el riesgo que significan los deudores. Así, se llegó a esta especie de equilibrio, que significa respetar el mercado. Porque, evidentemente, la tasa de mercado que va a regir para los créditos chicos estará ligada al mercado nacional del crédito, pero respecto a los deudores con mayor poder de negociación, como lo son aquellos que obtienen montos de entre 200 y 5 mil UF, y sumándole un factor fijo que acepta que el costo de prestar es mayor para los créditos chicos que para los grandes y mayor para ciertos deudores y menor para otros.
Dicho eso, debo expresar que se llegó al proyecto que ocupa esta tarde al Senado. Contiene muchos elementos, pero los principales son aquellos de que hice mención. Y creemos que, si se aprueba, constituirá un poderoso alivio para los chilenos que, lamentablemente, hoy día se endeudan a tasas altísimas, como lo es la de interés máximo convencional, que se encuentra en un nivel de alrededor de 56 por ciento anual.
Por lo tanto, esperamos la aprobación del Senado.
Este proyecto considera además una serie de seguros para el caso de que notemos que, como consecuencia de su aplicación, los montos de crédito otorgados disminuyen.
Creemos que se trata de una iniciativa prudente, que aliviará en especial a los chilenos sobreendeudados y que no tendrá un impacto importante en el mercado del crédito.
Gracias, señor Presidente.
El señor ESCALONA ( Presidente ).-
No hay más Senadores inscritos.
Cerrado el debate.
En votación el numeral 4) del artículo 1º, mediante el cual se introduce un artículo 6º bis, nuevo, en la ley Nº 18.010.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ESCALONA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el numeral 4) del artículo 1º (23 votos a favor, 1 en contra, 2 abstenciones y un pareo).
Votaron a favor las señoras Allende, Alvear y Rincón y los señores Bianchi, Chahuán, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, García-Huidobro, Horvath, Larraín (don Hernán), Letelier, Orpis, Pérez Varela, Prokurica, Rossi, Sabag, Tuma, Uriarte, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
Votó en contra el señor Novoa.
Se abstuvieron la señora Von Baer y el señor Coloma.
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
El señor ESCALONA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
Corresponde pronunciarse acerca de la segunda enmienda que en la Comisión de Economía no fue objeto de aprobación unánime, pues hubo cuatro votos a favor y una abstención.
Se trata de la incorporación de un artículo 6º ter, nuevo, a la ley N° 18.010.
Si Sus Señorías lo estiman necesario, puedo leerlo
El señor ESCALONA ( Presidente ).-
En discusión el numeral 5) del proyecto, mediante el cual se incorpora el artículo que individualizó el señor Secretario.
Tiene la palabra el Senador señor Novoa.
El señor NOVOA.-
Señor Presidente, yo me abstuve porque estimo que el precepto sugerido es esencialmente reglamentario.
La idea es consignar en la ley N° 18.010 un sistema que hoy se aplica y que la Superintendencia de Bancos bien podría regular, ya que no es necesario que en las normas legales sobre interés máximo convencional aplicables a las tarjetas de créditos se establezca cuál es el tramo, etcétera.
Mi objeción principal apuntaba al numeral anterior.
En el caso del artículo 6° ter me abstuve por considerar que implica rigidizar en la legislación antes individualizada un sistema que siempre se ha aplicado sin necesidad de ley.
Por eso, mantengo mi abstención, que no se debió a dificultades de fondo sobre la materia.
El señor ESCALONA (Presidente).-
¡Pero apliquemos aquello de que lo que abunda no daña...!
En votación el numeral 5) del artículo 1º, que introduce un artículo 6º ter, nuevo, en la ley Nº 18.010.
--(Durante la votación).
El señor ESCALONA (Presidente).-
Para fundar su voto, tiene la palabra el Senador señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, a mí me correspondió presentar la indicación mediante la cual se incorporó el artículo 6° ter, norma que considero fundamental a los efectos de regular la tasa de interés que se cobra por el uso de las tarjetas de crédito.
Para la historia fidedigna de la ley, entonces, me parece muy importante leerlo.
En su inciso primero dice: "La tasa máxima convencional a aplicar a los créditos que se originen en la utilización de tarjetas de crédito mediante una línea de crédito previamente pactada, se establecerá en función del monto máximo autorizado para dichas operaciones en la convención que les dio origen, y del tiempo que se hubiere pactado en ella para hacer uso de la línea rotativa o refundida, según sea el caso, y corresponderá a aquella vigente al momento a partir del cual se devengan los respectivos intereses".
Hay que recordar que la tasa máxima cambia en las operaciones de más de 90 días y en las de menos de 90 días.
Ahora bien, ¿cuál es el criterio con que, en las tarjetas de crédito, se fija la tasa máxima posible de pagar?
Ya sabemos que este proyecto modifica el monto de la tasa máxima convencional hasta las operaciones que fluctúan en alrededor de 4 millones de pesos. Hubo sobre el particular una disminución considerable, lo que me parece absolutamente razonable. Y fui parte de la Comisión de Economía, donde logramos un amplio acuerdo en la materia.
Pero el artículo 6° ter dispone cómo se va a establecer la tasa máxima convencional en las tarjetas de crédito. Porque con estas las personas pueden realizar muchas operaciones, por distintos conceptos, y cada una de ellas puede ser por un monto distinto y por un plazo diferente para el pago. Y el precepto individualizado precisamente protege a los usuarios de tales tarjetas al dejar claro cómo se determina la tasa máxima que es factible cobrar.
En consecuencia, me parece esencial dejar aquello en la ley, para evitar discrecionalidades y la aplicación errada de la tasa máxima convencional en las tarjetas de crédito.
Por lo expuesto, señor Presidente , solicito aprobar el artículo 6° ter.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Para fundar su voto, tiene la palabra el Honorable señor García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente, me interesa dejar en claro que el artículo 6° ter procura justamente proteger a los deudores. Porque si, por ejemplo, yo tengo en mi tarjeta una línea de crédito de un millón de pesos pero he ocupado 200 mil, es mejor, atendidos los tramos en que se dividieron los créditos de 0 a 200 unidades de fomento, que se cobre en función del monto máximo autorizado, pues ello significará una tasa menor, y en función del tiempo pactado, ya que también esto va a implicar una tasa más reducida. En la medida que se cobre en función de un monto menor, tal como está el proyecto, la tasa es más alta.
Por eso, deseo simplemente puntualizar que el artículo 6° ter persigue proteger a los deudores sobre la base de que se les cobre una tasa de interés acorde con el límite máximo autorizado, lo hayan ocupado o no.
El señor ESCALONA ( Presidente ).-
Puede fundar su voto el Honorable señor Carlos Larraín.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Señor Presidente, yo quería reforzar la argumentación del Senador señor García , pero creo que no hace falta.
En todo caso, debo decir que no coincido con la alusión hecha aquí a la bancarización como una especie de conspiración maléfica o de plaga.
En mi concepto, es muy bueno que el comercio minorista, ahora llamado "retail" -¡tenemos muchos anglosajones entre nosotros...!-, se ordene, se enmarque, se encuadre. Y la distinción efectuada en materia de los montos de los créditos convenidos por las casas de comercio debe aplicárseles asimismo a ellas. De ese modo podrá existir un comercio de dinero -este se presta y se arrienda por una tasa- mejor regulado, más ordenado.
Yo no le temo a la bancarización de dichas operaciones. Considero que lo más peligroso es la informalidad del mercado del dinero.
Ojalá, eso sí, las pequeñas casas de comercio se sientan también aludidas. Porque cuando se habla del "gran comercio", del "comercio de las grandes superficies", se tiende a olvidar las operaciones que hacen aquellas en Regiones, con bastante más autonomía y menos control.
Los Senadores de Regiones vemos que aquello ocurre cotidianamente. Y muchas veces las familias más sencillas son abusadas por casas de comercio distintas de las que salen en los diarios.
Ojalá la norma que estamos votando, que en teoría se halla bien diseñada, logre percolar -por así decirlo- en las prácticas de todo el comercio detallista y no solo en el que se realiza en las grandes superficies.
El Fisco también debiera dar un ejemplo en esta materia. Un Senador acaba de hacer aquí una referencia muy explícita en el sentido de que el Fisco es el acreedor más oneroso y más implacable, a tal punto que logra la quiebra de muchos deudores -al fin y al cabo, son fuente de trabajo- que a veces tropiezan con normas tributarias muy oscuras y de difícil interpretación. Y ello, con una connotación peculiarísima: el acreedor fija el monto de la acreencia unilateralmente, no en virtud de una convención.
Por consiguiente, a mi entender, todas las advertencias que hemos oído sobre la inconveniencia de un costo del dinero muy exagerado son importantes y debieran llegar tanto al más grande acreedor de la república, el Fisco, cuanto a los acreedores chicos. Los que se encuentran entremedio, en general, suelen observar normas más racionales.
Voto que sí.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Los Honorables señores Novoa y Tuma son dos protagonistas muy relevantes de este proyecto.
Está inscrito primero el Senador señor Novoa, quien tiene la palabra.
El señor NOVOA .-
Señor Presidente, después de las explicaciones que he escuchado, voy a cambiar mi abstención y votaré en contra.
El señor LAGOS.-
¡Fue provocado...!
El señor NOVOA .-
Y voy a explicar por qué.
Como señalé, esta materia tiene hoy día aplicación de acuerdo a las normas generales. Y, en cuanto a las tarjetas de crédito, uno ve que en los estados de cuenta que recibe se le informa cuál es la tasa de interés por las compras con cuotas; cuál la tasa de interés por los retiros hechos, y cuál la tasa de interés en una tercera situación. Son tres conceptos distintos.
Ahora, con el artículo 6° ter se expresa que la tasa de interés se calculará sobre el monto máximo autorizado, de manera que sea la más baja posible. ¡Muy loable la intención! Entonces, ¡los montos autorizados serán los más bajos posibles, para que cobren las tasas más altas...!
Desgraciadamente, de esa manera opera el mercado.
Así las cosas, si se autorizan 10 millones de pesos y este monto se halla en el tramo en que la tasa máxima convencional es de 15 por ciento, ningún banco va a autorizar tal cantidad, por no estar en condiciones de prestar a ese porcentaje.
Yo no dudo de las buenas intenciones que hay detrás del precepto en cuestión. Pero debo puntualizar que muchas veces las buenas intenciones provocan efectos bastante dañinos.
En mi opinión, las normas sobre interés máximo, tal como se modificaron ahora, debieran servir para que la Superintendencia del ramo las aplicara a los emisores de tarjetas de crédito. Porque, de aprobarse el artículo 6° ter, a lo mejor vamos a rigidizar el sistema y a provocar un efecto indeseado, como el de que a nadie le autoricen un monto máximo por sobre equis cantidad.
El señor ESCALONA (Presidente).-
Luego de las últimas intervenciones, hay un renovado interés por intervenir.
Tiene la palabra el Senador señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , si bien el Senador Novoa tiene inquietudes en torno a las interpretaciones sobre el artículo 6° ter, para mí es claro que con él evitamos la discrecionalidad del acreedor, para que este, cuando otorgue un monto inferior al autorizado como mayor, dentro del margen de la línea de crédito, no aplique la tasa máxima de un techo más alto, sino la correspondiente al total.
En esa forma prevenimos el abuso, lo que es muy importante, porque hay más de 7 millones de usuarios de tarjetas de crédito y muchos de ellos las utilizan para actos de consumo, de alimentación. Por tanto, es preciso procurar que las tasas de interés para estas familias sean las más bajas posibles. Por ello hemos aprobado el artículo, no obstante las dudas de Su Señoría, que son legítimas, en cuanto a la interpretación de la ley.
Gracias.
El señor ESCALONA ( Presidente ).-
No hay más inscritos.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ESCALONA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el número 5), nuevo, propuesto por la Comisión de Economía y queda despachado en particular el proyecto (24 votos a favor, uno en contra, 3 abstenciones y un pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Alvear y Rincón y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, García-Huidobro, Horvath, Lagos, Larraín (don Hernán), Larraín (don Carlos), Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Rossi, Sabag, Uriarte, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
Votó por la negativa el señor Novoa.
Se abstuvieron la señora Von Baer y los señores Kuschel y Orpis.
No votó, por estar pareada, la señora Pérez (doña Lily).
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/7786-03