REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 360� Sesi�n 32�, en mi�rcoles 4 de julio de 2012 Ordinaria (De 16:20 a 22:18) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES CAMILO ESCALONA MEDINA, PRESIDENTE, Y ANDR�S ZALD�VAR LARRA�N, PRESIDENTE ACCIDENTAL SECRETARIO, EL SE�OR MARIO LABB� ARANEDA, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. CUENTA............................................................................................................... IV. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en tercer tr�mite constitucional, que define el descarte de especies hidrobiol�gicas y establece medidas de control y sanciones para quienes incurran en esta pr�ctica en las faenas de pesca (3777-03) (se aprueba el informe y pasa a Comisi�n Mixta)........................................................................................................ Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que introduce modificaciones en el C�digo Civil y en otros cuerpos legales con el objeto de proteger la integridad del menor en caso de que sus padres vivan separados (5917-18 y 7007-18) (se aprueba en general).................................................................................................... Proyecto de ley, en tr�mite de habilitaci�n por el Senado, que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual (8387-05) (queda pendiente la discusi�n)......................... Homenaje en memoria de don Santiago Chiesa Howard (se rinde)............................... Proyecto de ley, en tr�mite de habilitaci�n por el Senado, que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual (8387-05) (se aprueba la insistencia y vuelve a la C�mara de Diputados)................................................................................................ Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)�������������.. VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Allende Bussi, Isabel --Alvear Valenzuela, Soledad --Bianchi Chelech, Carlos --Chahu�n Chahu�n, Francisco --Coloma Correa, Juan Antonio --Escalona Medina, Camilo --Espina Otero, Alberto --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Garc�a-Huidobro Sanfuentes, Alejandro --Girardi Lav�n, Guido --G�mez Urrutia, Jos� Antonio --Horvath Kiss, Antonio --Kuschel Silva, Carlos --Lagos Weber, Ricardo --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Larra�n Pe�a, Carlos --Letelier Morel, Juan Pablo --Mu�oz Aburto, Pedro --Novoa V�squez, Jovino --Orpis Bouch�n, Jaime --P�rez San Mart�n, Lily --P�rez Varela, V�ctor --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --Quintana Leal, Jaime --Rinc�n Gonz�lez, Ximena --Rossi Ciocca, Fulvio --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Tuma Zedan, Eugenio --Uriarte Herrera, Gonzalo --Von Baer Jahn, Ena --Walker Prieto, Ignacio --Walker Prieto, Patricio --Zald�var Larra�n, Andr�s Concurrieron, adem�s, los Ministros de Hacienda, Felipe Larra�n Bascu��n; Secretario General de la Presidencia, se�or Cristi�n Larroulet Vignau, y Directora del Servicio Nacional de la Mujer, se�ora Carolina Schmidt Zald�var. Asimismo, se encontraba presente el Subsecretario General de la Presidencia, se�or Claudio Alvarado Andrade. Actu� de Secretario el se�or Mario Labb� Araneda, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 14 se�ores Senadores. El se�or ESCALONA (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesi�n. III. CUENTA El se�or ESCALONA (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensaje De Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, con el que hace presente la urgencia, calificada de "suma", al proyecto de ley que modifica la regulaci�n de las �reas de manejo y explotaci�n de recursos bent�nicos y franquea la inscripci�n en el Registro Artesanal de los recursos que indica (bolet�n N� 8.389-03). --Se tiene presente la calificaci�n y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Moci�n De los Honorables se�ores Horvath, Bianchi, Garc�a-Huidobro, Prokurica y Sabag, con la que dan inicio a un proyecto de ley que garantiza el acceso de personas con discapacidad o con capacidades diferentes a espect�culos deportivos, culturales y reuniones que contemplen la participaci�n ciudadana formal (bolet�n N� 8.422-11). --Pasa a la Comisi�n de Salud. Proyecto de acuerdo De los Honorables se�or Prokurica, se�ora Allende y se�ores G�mez y Orpis, para requerir a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica la eliminaci�n del arancel aduanero a la importaci�n de crudos (bolet�n N� S 1.495-12). --Queda para el Tiempo de Votaciones de la sesi�n ordinaria respectiva. El se�or ESCALONA (Presidente).- Terminada la Cuenta. IV. ORDEN DEL D�A MODIFICACI�N DE NORMATIVA PESQUERA EN MATERIA DE DESCARTE DE ESPECIES HIDROBIOL�GICAS El se�or ESCALONA (Presidente).- Proyecto de ley, en tercer tr�mite constitucional, que define el descarte de especies hidrobiol�gicas y establece medidas de control y sanciones para quienes incurran en esta pr�ctica en las faenas de pesca, con informe de la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura, y urgencia calificada de "discusi�n inmediata". --Los antecedentes sobre el proyecto (3777-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley (moci�n de los Senadores se�ores Horvath, Prokurica y del entonces Senador se�or Ruiz De Giorgio): En primer tr�mite, sesi�n 23�, en 4 de enero de 2005. En tercer tr�mite constitucional, sesi�n 28�, en 20 de junio de 2012. Informes de Comisi�n: Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura: sesi�n 79�, en 8 de enero de 2008. Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura (segundo): sesi�n 7�, en 6 de abril de 2011. Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura (nuevo segundo): sesi�n 7�, en 6 de abril de 2011. Informe de la Hacienda: sesi�n 7�, en 6 de abril de 2011. Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura (tercer tr�mite): sesi�n 30�, en 3 de julio de 2012. Discusi�n: Sesiones 19�, en 13 de mayo de 2008 (se aprueba en general); 11�, en 20 de abril de 2011 (se aprueba en particular). El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario General. El se�or LABB� (Secretario General).- La iniciativa comenz� su tramitaci�n en el Senado y, en el segundo tr�mite constitucional, la C�mara de Diputados le efectu� diversas enmiendas. La Comisi�n, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables se�ores Garc�a-Huidobro, Horvath, Rossi y Sabag, aprob� las modificaciones introducidas por la otra rama del Congreso, con excepci�n de las siguientes, que recomienda rechazar: -En el art�culo 7� A, contenido en el n�mero 2 del art�culo 1� del proyecto, la incorporaci�n, en el inciso primero, de las frases "y de la captura de la fauna acompa�ante y de la pesca incidental" y "de la fauna acompa�ante y de la pesca incidental"; en el inciso segundo y en el encabezamiento del inciso cuarto, que ha pasado a ser tercero, la de la frase "y de la captura de la fauna acompa�ante y de la pesca incidental", y en las letras a) y c) de este �ltimo inciso y en el inciso quinto, que ha pasado a ser cuarto, la de las frases "y la captura de la fauna acompa�ante y de la pesca incidental". -En el inciso primero del art�culo 7� C, contenido en el n�mero 2 del art�culo 1� del proyecto, la frase "salvo que se encuentren severamente da�ados o heridos" y la coma que la antecede. Si la Sala desecha esta proposici�n, la aprobaci�n de la enmienda, por recaer en una norma de qu�rum calificado, requiere 19 votos a favor. -En el art�culo 104, contenido en el n�mero 5, nuevo, del art�culo 1� del proyecto, el inciso tercero. En el bolet�n comparado que Sus Se�or�as tienen en sus escritorios se transcriben, en la segunda columna, el texto aprobado por el Senado; en la tercera, las modificaciones introducidas por la C�mara de Diputados, y en la cuarta, la recomendaci�n de la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura. El se�or ESCALONA (Presidente).- En discusi�n las proposiciones del �rgano t�cnico. Tiene la palabra el Senador se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, el proyecto de ley se refiere al descarte de especies y a c�mo asegurar la recuperaci�n de recursos hidrobiol�gicos, en lo cual corresponde un rol muy importante a los observadores cient�ficos a bordo de todo tipo de naves que los extraen de nuestro mar. En el texto de la C�mara de Diputados se deben "afinar", por as� decirlo, algunas materias, y, por eso, la Comisi�n ha planteado, por unanimidad, su rechazo. Una de ellas se vincula, como lo acaba de exponer el se�or Secretario, con la eliminaci�n de la frase "y de la captura de la fauna acompa�ante y de la pesca incidental". En la segunda columna del informe comparado se puede observar que ello se refiere a un plan de reducci�n del descarte. Este �ltimo tambi�n dice relaci�n con las especies de fauna acompa�ante y de pesca incidental. La �nica alternativa para corregir lo anterior es en la Comisi�n Mixta. Es algo que se repite varias veces. Hasta la fecha, todo tipo de descarte es penado. Por tanto, sacar un delf�n o una tortuga marina y devolverlos es objeto de una sanci�n bastante alta. El art�culo 7� C expresa que "Ser� obligatoria la devoluci�n al mar de mam�feros marinos," etc�tera. A ello se agreg� la frase "salvo que se encuentren severamente da�ados o heridos". La idea es agregar la expresi�n "a fin de recuperarlos", porque, si no, terminar�n todos en la olla del barco. En el T�tulo referido a los observadores cient�ficos que se agrega, la idea es mejorar el inciso tercero del art�culo 104, norma que dice: "Los armadores deber�n asegurarse que los capitanes o patrones de sus naves o embarcaciones brinden a los observadores una amplia cooperaci�n, de manera que �stos puedan llevar a cabo las tareas de recopilaci�n de datos. El cumplimiento de esta obligaci�n incluye brindar las facilidades adecuadas de alojamiento y alimentaci�n a los observadores.". Si bien el observador cient�fico no es un fiscalizador, desde luego es alguien que, en una nave que se halla a muchas millas de la costa, requiere algunas condiciones m�nimas de seguridad y comunicaci�n. En otros pa�ses se cuenta con un bot�n de alarma, de p�nico, para que, ante cualquier riesgo de su integridad f�sica o ps�quica, sea inmediatamente evacuado, conforme a un procedimiento bastante complejo. Entonces, el prop�sito es mejorar dichas condiciones. Adem�s, se est� planteando que si bien no se trata de un fiscalizador, cabe establecer expl�citamente que lleve un registro de las capturas, dato b�sico para asegurar que su informaci�n sea �til. El �rgano t�cnico recomienda a la Sala aceptar el rechazo de los puntos rese�ados, para mejorarlos en la Comisi�n Mixta. Gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- Puede intervenir el Senador se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, ser� muy breve, ya que solo deseo respaldar los dichos del se�or Presidente de la Comisi�n. Esta es una iniciativa necesaria, que tiene que ver con el cuidado de nuestros recursos hidrobiol�gicos y, fundamentalmente, con las condiciones de los observadores cient�ficos en las naves. El Honorable se�or Horvath expres� claramente que es preciso afinar algunas cosas -por eso se requiere mandar el proyecto a Comisi�n Mixta-, lo que dice relaci�n con la captura de fauna acompa�ante y de pesca incidental. Hay un aspecto que me parece muy relevante. Es algo que consign� Su Se�or�a, pero no est� de m�s volver a hacerlo. Resulta en verdad incre�ble que todo descarte haya sido sancionado, al punto de que si se encontraba un mam�fero, no era posible devolverlo al mar. Evidentemente, si este presentara alg�n tipo de da�o en su salud, la idea es recuperarlo, rehabilitarlo. Eso tambi�n debe quedar claramente establecido. Por �ltimo, deseo se�alar algo respecto de los observadores. Es cierto que no son fiscalizadores, pero la verdad es que tienen que llevar un registro de captura. Eso ha de determinarse espec�ficamente. Creo que es algo importante, al margen de todas las condiciones que debe procurar el capit�n -y, por cierto, el armador- para que cumplan adecuadamente con sus funciones. As� que deseo hacerle simplemente un llamado a la Sala a respaldar las modificaciones mencionadas por el se�or Presidente de la Comisi�n. El se�or ESCALONA (Presidente).- Finalmente, est� inscrito el Senador se�or Carlos Larra�n. El se�or LARRA�N (don Carlos).- Se�or Presidente, por su intermedio, quiero consultarle a mi Honorable colega Horvath -promotor de la iniciativa, seg�n entiendo- cu�l es el rol del observador cient�fico. Porque perfectamente puede suceder que se convierta en una carga adicional para la industria de la pesca y que pase a ser, de pronto, un observador ideol�gico, de esos que no permiten hacer nada. Entonces, pregunto -nuevamente, por intermedio del se�or Presidente- si se trata de una petici�n sensata, en cuanto a un gravamen para la actividad. Lo expongo muy de buena fe. Los barquitos, adem�s, no son de mucha cabida y se puede generar un poco de apretura no deseada... Hablando seriamente, quisiera una precisi�n sobre el particular. Muchas gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, la situaci�n cr�tica en que se encuentran los recursos hidrobiol�gicos en Chile, pr�cticamente en todas las especies -me refiero a algas, mariscos, peces, mam�feros, e incluso, ecosistemas-, se debe, o a una falta de antecedentes y de investigaci�n cient�fica, tanto institucional como acad�mica y privada, o a que esta se realiza con mucho esfuerzo, pero no se toma en cuenta en el momento de las decisiones. Llevar un observador cient�fico a bordo implica una mejor cautela para los emprendedores de la pesca, porque, en el fondo, la informaci�n no va a ser usada en contra de la empresa, sino que esta obtendr� garant�as de que lo que esa persona est� haciendo se sustenta y, en nuestro caso, se recupera en el tiempo. Ahora, invito al parlamentario que abrigue una duda a revisar, objetivamente, el T�tulo respectivo completo, porque el observador cient�fico carece de facultades fiscalizadoras y no puede detener ninguna actividad, sino que va a llevar un registro. En todos los pa�ses a los cuales pretendemos llegar, y en el plano econ�mico, social y del cuidado del medio ambiente, no solo se dan las facilidades para llevar a un cient�fico a bordo, sino que tambi�n se obliga a ello. Y es algo que asimismo vale para las empresas artesanales, no solo para los industriales. Porque las naves artesanales no son peque�as. Estamos haciendo referencia a alguien que puede ser propietario de diez camiones de aquellos que vemos en las rutas. O sea, tambi�n es conveniente considerar la investigaci�n en el caso de que se trata. Y toda la informaci�n va a ser ocupada para el efecto de que las personas que despu�s tomen decisiones dispongan de una base real. Gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- No hay m�s inscritos. El se�or LABB� (Secretario General).- Se votar� el conjunto de las propuestas de la Comisi�n, tanto en lo que significa aprobar varias de las enmiendas introducidas por la C�mara de Diputados como en los rechazos con miras a la formaci�n de una Comisi�n Mixta. El se�or ESCALONA (Presidente).- Ello significa que se verificar� un solo pronunciamiento. El se�or Secretario clarificar� nuevamente la situaci�n, para que no haya lugar a dudas. El se�or LABB� (Secretario General).- Si hubiera acuerdo de Sus Se�or�as, se puede efectuar una sola votaci�n respecto de las proposiciones de la Comisi�n, tanto para aprobar algunas enmiendas efectuadas por la otra rama del Congreso como para rechazar otras, lo cual consta en el conjunto del bolet�n comparado. Tambi�n es posible pedir la votaci�n separada de alguna norma en que ello se estime pertinente. El se�or ESCALONA (Presidente).- �Alg�n se�or Senador quiere formular esta �ltima solicitud? Como no es as�, se verificar� un solo pronunciamiento. En votaci�n. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ESCALONA (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueban las proposiciones de la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura (22 votos a favor y un pareo), y se designa a sus miembros para integrar la Comisi�n Mixta que deber� formarse. Votaron por la afirmativa las se�oras Allende, P�rez (do�a Lily) y Von Baer y los se�ores Bianchi, Chahu�n, Coloma, Escalona, Espina, Garc�a, Garc�a-Huidobro, Girardi, Horvath, Larra�n (don Hern�n), Larra�n (don Carlos), Letelier, Mu�oz Aburto, Novoa, Orpis, P�rez Varela, Prokurica, Tuma y Uriarte. No vot�, por estar pareado, el se�or Kuschel. El se�or ESCALONA (Presidente).- Informo a la Sala que no ha llegado a�n el certificado de la Comisi�n de Hacienda sobre el proyecto de ley que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual. PROTECCI�N DE INTEGRIDAD DE HIJOS MENORES DE PADRES SEPARADOS El se�or ESCALONA (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que introduce modificaciones en el C�digo Civil y en otros cuerpos legales con el objeto de proteger la integridad del menor en caso de que sus padres vivan separados, con informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y urgencia calificada de "suma". --Los antecedentes sobre el proyecto (5917-18 y 7007-18) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 5�, en 21 de marzo de 2012. Informe de Comisi�n: Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento: sesi�n 30�, en 3 de julio de 2012. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- El objetivo principal de la iniciativa es consagrar, en caso de separaci�n de los padres, el principio de la corresponsabilidad parental en el cuidado de los hijos y distribuir entre ambos progenitores, equitativamente, los derechos y deberes que les asisten en la materia. La Comisi�n, por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ora Alvear y se�ores Espina, Carlos Larra�n, Hern�n Larra�n y Patricio Walker, acogi� la idea de legislar. El texto que se propone sancionar en general se transcribe en el primer informe y en el bolet�n comparado que Sus Se�or�as tienen a su disposici�n. El se�or ESCALONA (Presidente).- En discusi�n general. Tiene la palabra el Honorable se�or Hern�n Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, dar� cuenta del proyecto en nombre de la Comisi�n de Constituci�n, que presido, en especial por tratarse de una normativa del mayor inter�s y que espero que la Sala pueda estimar as� y aprobar. Estamos ante un conjunto de enmiendas que recogen dos mociones de distintos se�ores Diputados y que se orientan a proteger la integridad del menor en caso de que sus padres vivan separados. Se sugieren en la materia cambios bastante relevantes a la legislaci�n vigente. Por eso, para enfrentar debidamente el asunto, la Comisi�n escuch� largamente a personeros del mundo p�blico y del �mbito privado: participaron la se�ora Ministra del SERNAM y otras autoridades de Gobierno, acad�micos, jueces especializados, mediadores, peritos y representantes de agrupaciones de padres separados, quienes estuvieron interesados en dar a conocer sus puntos de vista, particularmente, para reclamar sus derechos en cuanto a ser parte de la educaci�n de sus hijos. Los criterios que inspiran las modificaciones que hoy d�a se someten a conocimiento de la Sala son los siguientes: -Reforzar el foco del cuidado personal en el inter�s superior del ni�o y no en los derechos de sus padres. -Estimular la corresponsabilidad de los progenitores en el cuidado del hijo, favoreciendo una participaci�n activa de parte de ambos, a pesar de la separaci�n. -Incentivar el logro de acuerdos entre los padres, evitando de este modo que lo relativo al cuidado de los hijos se judicialice, con los consecuentes efectos negativos que los juicios implican para los ni�os. -Y entregar mayores facultades al juez para cambiar al titular del cuidado personal, teniendo en consideraci�n que el �nico factor relevante en esta materia es el inter�s superior del ni�o. Entrando m�s en detalle, las modificaciones propuestas se orientan, en primer lugar, a crear la figura del "cuidado personal compartido", lo que obedece a una tendencia de la legislaci�n comparada: establecer una alternativa legal para el cuidado de los ni�os en el caso de los padres que se separan. Este nuevo modelo deja a los padres la decisi�n sobre qui�n ejercer� el cuidado personal de los hijos, pudiendo este ser asumido por la madre, por el padre o por ambos en forma compartida. En todo caso, debe procurarse un sistema de residencia del menor que asegure su estabilidad. Igualmente, se garantiza la relaci�n sana, estable y regular del hijo con el padre con el que no reside habitualmente, y se fija un r�gimen de visita basado en el inter�s superior del ni�o, lo cual debe quedar determinado en el mismo instrumento en que se acuerda el cuidado personal. Esta es una de las innovaciones m�s significativas del proyecto, y merece una especial atenci�n. Dicha propuesta fue objeto de mucha discusi�n por parte de los especialistas que invitamos a participar en nuestra Comisi�n. Como segundo aspecto relevante, la iniciativa establece que, mientras no haya acuerdo o decisi�n judicial sobre qui�n tiene el cuidado personal del ni�o, este no quedar� a cargo de ninguna instituci�n, sino que, supletoriamente, se entregar� a la madre durante el juicio. Esta decisi�n mantiene el principio que actualmente establece la legislaci�n. En tercer lugar, el proyecto otorga criterios amplios a los jueces para cambiar al titular del cuidado personal del menor. En esta materia, se prioriza el inter�s de este, de manera que el tribunal siempre podr� conferir el cuidado personal al otro padre o radicarlo en uno de ellos cuando "el inter�s del hijo lo haga conveniente". Esta enmienda introduce ciertas flexibilidades, sin que sea necesario recurrir al expediente que actualmente ofrece la legislaci�n, en el sentido de procurar acreditar situaciones muy complejas de la madre o de quien tiene al ni�o a su cuidado. Dicho cambio se enfoca, de nuevo, en el bienestar del menor y no en la calidad personal de quien ejerce su cuidado. En cuarto t�rmino, se refuerzan las relaciones directas y regulares entre el padre no custodio y el hijo. En este aspecto, se define relaci�n directa, regular y personal como "aquella que propende a que el v�nculo paterno filial entre el padre no custodio y su hijo se mantenga a trav�s de un contacto personal, peri�dico y estable". Adem�s, se establece la corresponsabilidad, de manera que ambos padres participen en la vida de los ni�os. En quinto lugar, se dispone la patria potestad compartida, sea para padres que viven juntos o para los que tengan el cuidado compartido del hijo. Luego, se consagran criterios para que el juez determine lo que en cada caso ser� el inter�s superior del ni�o. A este respecto, se contemplan aspectos tales como el bienestar del hijo, su estabilidad y la evaluaci�n que el ni�o haga, as� como tambi�n su opini�n, si ha alcanzado los 14 a�os. Finalmente, el proyecto establece los factores que el juez tomar� en cuenta para aprobar un acuerdo de cuidado personal compartido, entre los cuales figura la vinculaci�n afectiva del hijo con cada uno de sus padres; la aptitud de estos para garantizarle bienestar; el tiempo que cada uno de los progenitores le entrega a sus hijos; la evaluaci�n de estos �ltimos, y la ubicaci�n del domicilio de los padres. La Comisi�n pudo constatar, del debate suscitado por parte de las personas invitadas, que este tema motiva mucho inter�s tanto en nuestro pa�s como en otras naciones, y que no existe una visi�n �nica sobre la materia, pero s� la voluntad de ir corrigiendo la legislaci�n para asegurar que el hijo de padres separados tenga el r�gimen de cuidado m�s adecuado. Sin embargo, el r�gimen de cuidado compartido es tambi�n objeto de discusi�n. Puede no ser un sistema de f�cil aplicaci�n, particularmente si no hay un m�nimo nivel de armon�a entre los padres. Por otro lado, tambi�n pudimos advertir que no existe sobre la materia un solo criterio con relaci�n a c�mo debe efectuarse este r�gimen. Hay distintas visiones respecto de la regla supletoria de otorgar el cuidado del hijo a la madre en tanto no haya acuerdo, o con relaci�n a la posibilidad de ejercer la patria potestad de forma compartida, sobre todo en el caso de los padres separados. Con todo, el proyecto pone sobre la mesa un conjunto muy relevante de elementos de juicio, de miradas acerca del inter�s de los ni�os, y avanza en la idea de responsabilizar a los padres por sus hijos, entendiendo que ambos son titulares de derechos y de obligaciones. Se concluy� que, si bien estos problemas no son de f�cil soluci�n, quiz�s la discusi�n en particular de la iniciativa nos permitir� avanzar en la b�squeda de acuerdos m�s relevantes en las materias a que nos hemos referido y sobre las cuales hubo bastante debate. Los representantes de las agrupaciones de padres separados fueron especialmente enf�ticos en se�alar la necesidad de tener una situaci�n de mayor cercan�a con sus hijos, alternativa que los actuales reg�menes dificultan por una tendencia, de origen fundamentalmente cultural, que prefiere la radicaci�n del cuidado de los ni�os en las madres. Este proyecto procura aquello, pero cautelando el inter�s del menor. Por otra parte, hay problemas en el pago de las pensiones alimenticias. De hecho, el incremento de los juicios por este motivo ya supera los 200 mil al a�o. Ello es materia de otro proyecto que est� estudiando la Comisi�n de Constituci�n. Esta espera traer a la Sala muy pronto el informe pertinente para asegurar que dicha obligaci�n se cumpla. Por cierto, tal antecedente ser� muy relevante a la hora de determinar el cuidado personal del ni�o y el ejercicio de la patria potestad. Finalmente, con toda informaci�n proporcionada, el �rgano t�cnico aprob� en forma un�nime la idea de legislar. Adem�s de las mociones de los Diputados, la Comisi�n tuvo a la vista tres iniciativas presentadas por diversos se�ores Senadores sobre la materia, las que se considerar�n durante el debate en particular, sin perjuicio de que tambi�n se contemplen para la discusi�n general. Los proyectos son los siguientes: uno de los Honorable se�ores Coloma y Novoa; otro de los Senadores se�ores Navarro y Quintana, y otro del Honorable se�or Navarro. Por todas estas consideraciones, la Comisi�n ha respaldado un�nimemente la iniciativa que nos ocupa y solicita que la Sala la despache de igual modo para ponernos a trabajar en su an�lisis en particular. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Se ha solicitado la autorizaci�n para que ingrese a la Sala el Subsecretario se�or Claudio Alvarado. �Hay acuerdo? --As� se acuerda. El se�or ESCALONA (Presidente).- �Seguramente va a subir el salario m�nimo a 197 mil pesos, y despu�s a 200 mil, y as�, sucesivamente...! El se�or LARRA�N.- �Lo va a aumentar por minuto de sesi�n...! El se�or ESCALONA (Presidente).- Le corresponde hacer uso de la palabra a la Senadora se�ora Allende, pero no se encuentra en la Sala. Tiene la palabra el Honorable se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, estimados colegas, hay leyes que generan cambios culturales profundos en las sociedades. Esta iniciativa, sin duda, se enmarca en ese contexto. No puedo iniciar mis palabras sin saludar primero a todas las organizaciones de hombres que han querido ejercer sus derechos como padres en una sociedad muy machista y que muchas veces les niega esa posibilidad. Es m�s, la institucionalidad vigente en varias ocasiones es utilizada en perjuicio de los intereses superiores del ni�o, la ni�a o el adolescente, contrariamente a lo que deber�a guiar en todo momento el accionar del Estado, de sus autoridades, de sus organismos. No cabe duda de que este proyecto de ley se env�a un poco a destiempo. Y quiero explicar el concepto "a destiempo". Hace m�s de un a�o se le hizo presente al Ejecutivo la necesidad de que el pa�s contara con una ley marco para la protecci�n de los derechos de los ni�os, las ni�as y los adolescentes. Sobre el particular, se le entreg� una propuesta firmada por m�s de 35 Senadores. Me correspondi� personalmente llev�rsela al Presidente de la Rep�blica, quien la recibi� en presencia de los Ministros de Justicia y de Desarrollo Social. A un a�o del env�o de ese documento, suscrito por la gran mayor�a de los colegas, el Gobierno no ha tenido la voluntad de presentar una iniciativa sobre esa ley marco. Una normativa de tal �ndole determinar� cu�les son los derechos del ni�o, la ni�a y el adolescente en este �mbito. Entre ellos, se encuentran el mantener una relaci�n permanente y estrecha con ambos padres y el establecimiento de una orientaci�n sobre el particular. En torno a ello debe enmarcarse el debate que estamos sosteniendo actualmente. Espero que el Ejecutivo comprenda este tema, pero no como lo ha hecho hasta ahora: pensando que la situaci�n de los referidos derechos se resuelve mediante la divisi�n del SENAME en una instituci�n para el cuidado de los ni�os en situaci�n de abandono y otra para acoger a los menores que tienen problemas con la justicia. Urge contar con una ley marco de protecci�n de los derechos de los ni�os, las ni�as y los adolescentes. Naciones Unidas lo han se�alado en forma reiterada. Y el informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos ha indicado que la materia en debate constituye hoy una de las �reas donde estamos en deuda. Se�or Presidente, sin duda, votar� a favor la idea de legislar. Creo que el principio de la corresponsabilidad de los padres separados en la crianza y educaci�n de los hijos es fundamental. Resulta esencial que se privilegie el inter�s superior del ni�o, la ni�a y el adolescente. Por lo mismo, el inciso cuarto del art�culo 225 que se propone para el C�digo Civil no me gusta. Presumir que siempre el ni�o, la ni�a o el adolescente debe estar con la madre me parece una visi�n cultural un tanto anacr�nica. No est� garantizado que tal determinaci�n apunte al inter�s superior del menor. Ello depende mucho de las causales de la separaci�n. Podr�a caerse en el absurdo de que se otorgue el cuidado del hijo a la madre cuando el motivo del t�rmino de la relaci�n fue la violencia de ella hacia �l. Producida la separaci�n, podr�a prolongarse el perjuicio al ni�o, si no se cambia la redacci�n de dicha norma. Durante la discusi�n en particular podremos abordar ese problema. A mi entender, el concepto establecido en el art�culo 225 tiene que precisarse. En tal disposici�n tambi�n se habla de que el juez puede modificar lo establecido cuando "el inter�s del hijo lo haga conveniente". No s� si esa idea es adecuada. No quiero detenerme en exceso en estos aspectos, pero existe una diferencia entre lo que conviene al ni�o en determinado momento y lo que constituye su inter�s superior. Ello dice relaci�n con una temporalidad distinta. Eso ser� parte del debate posterior. En definitiva, m�s all� de ciertas precisiones, la iniciativa en comento busca ratificar, respaldar, promover un cambio cultural tendiente a reconocer tanto la corresponsabilidad de los padres en la crianza de los hijos, estableci�ndola como una obligaci�n, como el derecho de los hombres a ejercer este derecho, valga la redundancia. Muchas veces se hallan impedidos de hacer uso de �l por conflictos con la pareja, que utiliza a los ni�os y abusa de sus derechos para resolver problemas propios. Considero que el proyecto es de suma importancia. Como dije, lo voy a votar a favor. Por �ltimo, valoro profundamente en este �mbito el accionar de hombres separados, de nuevas generaciones, que se han organizado. Las instituciones creadas tienen diferentes nomenclaturas y nombres, pero en todas ellas hay padres -son gente del siglo XXI- que est�n pensando en el ejercicio de sus derechos y en la importancia de relacionarse con sus hijos e hijas en forma m�s integral. Creo que estamos dando un paso cultural muy relevante, que se hallaba bastante pendiente. He dicho. )----------( El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- En este momento ha llegado a la Mesa un certificado de la Comisi�n de Hacienda referido al oficio de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica mediante el cual, haciendo uso del derecho que le confiere el art�culo 68 de la Constituci�n Pol�tica, remite al Senado el proyecto de ley que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata". El se�or ESCALONA (Presidente).- Propongo a la Sala que, una vez despachada la iniciativa en debate -espero que no se alargue su discusi�n-, pasemos de inmediato a tratar el oficio del Primer Mandatario sobre el proyecto de ley relativo al salario m�nimo. Si le parece a la Sala, as� se acordar�. --Se acuerda. )----------( El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Uriarte. El se�or URIARTE.- Se�or Presidente, solicito recabar el asentimiento del Senado para autorizar el funcionamiento paralelo con la Sala de la Comisi�n Mixta formada para resolver las divergencias sobre el proyecto de ley que otorga un bono por retiro voluntario a los funcionarios de la salud. El se�or COLOMA.- �Ser� necesario? El se�or URIARTE.- Es muy necesario su despacho. El se�or ESCALONA (Presidente).- �Entend�amos que los miembros de la Comisi�n de Salud estaban esperando con pasi�n la discusi�n del proyecto sobre el salario m�nimo, pero no es as�...! El se�or URIARTE.- Va a ser de "f�cil despacho" la votaci�n, se�or Presidente. El se�or ESCALONA (Presidente).- Si le parece a la Sala, se acceder� a lo solicitado. --Se autoriza. )----------( El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Lagos. El se�or LAGOS.- Se�or Presidente, estimados colegas, este es uno de esos proyectos a los cuales uno les da el apoyo de manera entusiasta, pues se tiene la convicci�n de que provocar� cambios en la forma en que opera la sociedad chilena y en los valores que uno considera deben desarrollarse en Chile. El problema del cuidado de los hijos y las realidades matrimoniales y de pareja presentan diversas aristas y se abordan de distintos modos: desde los derechos de la mujer, desde los derechos de los c�nyuges, desde los derechos de los hijos. Esta iniciativa viene a hacerse cargo de una realidad: durante mucho tiempo en nuestro pa�s, por razones culturales, se ha establecido que el cuidado de los hijos debe radicarse principal, prioritaria y casi exclusivamente en la madre. Entre las propuestas, se encuentra la de introducir un concepto nuevo en lo jur�dico: el cuidado personal compartido que -como se define en el texto del proyecto- es "un r�gimen de vida que procura estimular la corresponsabilidad de ambos padres que viven separados, en la crianza y educaci�n de los hijos comunes, mediante un sistema de residencia que asegure su adecuada estabilidad y continuidad.". Asimismo, se introducen modificaciones a la patria potestad, como la entendemos hoy, la que actualmente se halla radicada en el padre. Ahora se propone que pertenezca a ambos padres en conjunto. Se�or Presidente, nos encontramos en la discusi�n general del proyecto. Como creo que aprobaremos por amplia mayor�a la idea de legislar, quiero resaltar que ac� hay una materia muy delicada. Es cierto que, como sociedad, nos preocupamos tal vez de abordar la nulidad, el divorcio, el r�gimen patrimonial entre hombre y mujer, el sistema de gananciales, etc�tera. Pero se nos ha ido quedando atr�s qu� hacer con el cuidado de los hijos. La realidad de la vida es que hay matrimonios, o parejas, que no funcionan. Y debemos ocuparnos en establecer qui�n tiene derecho a administrar los bienes de los hijos; a disfrutar la tenencia y pertenencia de ellos y a determinar que la distribuci�n sea entre padre y madre. Entonces, cuando hablamos de corresponsabilidad, eso debe quedar plasmado legalmente. Ac� hay diversas innovaciones importantes. Y hablo de este tema desde la experiencia propia. No se trata de legislar en funci�n de intereses particulares, pues dej� de ser joven hace mucho tiempo. Pero yo fui objeto de un juicio de tuici�n. Y ello por cuanto no tuve la suerte de otros de que ambos padres estuviesen en condiciones de sobrellevarlo a uno, educarlo y darle la protecci�n y los requerimientos que hac�an falta para desarrollarse. Como ni�o, tuve que enfrentar una legislaci�n injusta, incorrecta, la cual claramente, en el caso de los padres (me refiero a los hombres), era francamente limitadora en cuanto a las posibilidades de desarrollo del menor. �Por qu�? Por establecer casi de pleno derecho que la tuici�n era de la madre. A mi entender, hay circunstancias -como dijo bien el Senador Letelier- que hacen excepciones a esa regla. No est� dispuesto en parte alguna que los amores filiales son mejores o superiores en un g�nero que en el otro. Otra cosa es que culturalmente se piense as�. Como sociedad, me parece que debemos ponernos en aquel caso en que la mejor forma de garantizar el desarrollo integral de un ni�o que debe enfrentar a sus padres separados, es d�ndoles igualdad de oportunidad a ambos. En mi concepto, nuestra legislaci�n est� atrasada en ello. Hasta no hace muchos a�os, para que un padre pudiera salir del pa�s con su hijo lo tomaba del brazo y solo requer�a el carn� de identidad y la libreta de familia. Pero, si la madre deseaba hacer lo mismo, ten�a que pedir permiso al padre. �Qu� raz�n hab�a para eso? Ninguna, jur�dicamente razonable. Simplemente era un criterio cultural, un machismo end�mico, en que el pap� es el "due�o" del cabro chico. O sea, "Como le administro los bienes, tengo la patria potestad y me lo llevo cuando quiero". Eso ha cambiado en Chile en forma radical con las leyes de tolerancia y de la no discriminaci�n. Pero debe cambiarse tambi�n lo de la familia. Creo que la legislaci�n en proyecto significar� una contribuci�n importante. Voy a presentar indicaciones que espero puedan enriquecer lo que aqu� se persigue. Solo me resta felicitar a quienes aprobaron esta iniciativa en la C�mara de Diputados; al Gobierno, que la ha empujado, no obstante tener algunos traspi�s en la otra rama legislativa, donde fue mejorado sustantivamente. De modo que pido a Sus Se�or�as que ac� hagamos lo propio. Esta sesi�n est� siendo seguida por varias organizaciones de padres que tienen deseos de contar con mayor reconocimiento y con un espacio m�s amplio para contribuir al desarrollo de sus hijos, cuesti�n que hoy d�a la legislaci�n chilena les deniega. El se�or ESCALONA (Presidente).-Tiene la palabra la se�ora Ministra. La se�ora SCHMIDT (Ministra Directora del Servicio Nacional de la Mujer).- Se�or Presidente, en primer lugar, quiero agradecer a los parlamentarios que han permitido dar vida a este proyecto, el cual -seg�n se�alaron algunos de los se�ores Senadores en la Sala- implica un cambio cultural important�simo. El Gobierno del Presidente Pi�era ha querido hacerse cargo de uno de los problemas m�s importantes que afectan hoy a la familia chilena, y que tiene que ver precisamente con ese cambio cultural; con el cuidado de los ni�os cuando los padres se separan; con cambiar el foco del derecho de la madre o el del padre a tener el cuidado de los ni�os y el derecho de estos de contar con ambos cuando ya no vivan juntos. Ese es el eje principal de esta iniciativa, que apunta a un cambio cultural, que pone el derecho, la necesidad del ni�o de contar con su padre y madre de manera permanente y adem�s con la toma de decisiones relevantes para su vida. La iniciativa en estudio toca diversos puntos que -como se se�al�- fueron discutidos ampliamente en la C�mara de Diputados. Esperamos que en la tramitaci�n en el Senado siga perfeccion�ndose. El proyecto termina con el derecho de la madre de estar siempre al cuidado de los ni�os, privilegiando el cuidado compartido de ambos progenitores y la decisi�n y presencia de ellos en su crianza y educaci�n. Tambi�n evita generar mayor tensi�n al ni�o. Por eso, solo durante el juicio de tuici�n el menor tiene un lugar estable junto a su madre, mientras se llega a la decisi�n final, terminando con la situaci�n actual en que siempre aquella es la que la tiene. Hemos trabajado con distintas instituciones. Conocemos el dolor de muchos padres y madres por el sistema que actualmente nos rige. Creo en la enorme importancia de avanzar en el cambio que el proyecto propone. Los ni�os no pueden seguir siendo usados por los padres como moneda de cambio para obtener derechos o para estar con ellos. Los problemas que hoy se dan en materia de pensi�n de alimentos tambi�n se hallan relacionados con ese distanciamiento que la legislaci�n vigente propone para hombres y mujeres, no teniendo conciencia de que en el mundo actual est� comprobada la necesidad del ni�o de contar con la presencia permanente y habitual de ambos padres. La corresponsabilidad debe ser ejercida. Y, para eso, la situaci�n legal de ahora debe cambiar. El proyecto apunta a modificar la situaci�n, que hoy hace mal a miles de ni�os en Chile y produce grandes dolores y sufrimiento a muchos padres y madres. Agradezco a los parlamentarios que aprueben la idea de legislar respecto de esta iniciativa, para sacarla adelante y cambiar lo existente en la familia chilena. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Alvear. La se�ora ALVEAR.- Se�or Presidente, esta es de las iniciativas que uno se alegra de discutir en el Senado, por cuanto tienen que ver con la habitualidad y el diario vivir de ni�os y ni�as y de padres y madres. Todos sabemos de la situaci�n que se produce cuando una pareja o un matrimonio se deshace y los padres dejan de vivir juntos. Es un drama para ellos y un duelo para los ni�os. A ese duelo -como lo dijeron en la Comisi�n especialistas mediadoras en la materia- se agrega el que aquellos terminan siendo una moneda de cambio para exigir alimento: seg�n lo que se obtenga, podr�n salir con su padre. No es posible que sigamos con ese tipo de legislaci�n, se�or Presidente. Hemos avanzado en Chile. Logramos la Ley sobre Filiaci�n; modificamos lo que significaba la patria potestad y la autoridad marital. Ac� estamos frente a un proyecto en el que fundamentalmente y como norte debe tenerse presente el inter�s superior del ni�o. Lo destaco, porque todos quienes somos adultos y los j�venes nos podemos manifestar frente a situaciones que nos resultan inc�modas e injustas o que generan una reacci�n que nos hace salir a la calle. Los ni�os no pueden, se�or Presidente. Los m�s peque�os no tienen voz. Y lo pasan p�simo. Yo he estado con muchos padres y tambi�n con muchas madres, a quienes tal situaci�n les genera una tensi�n brutal -�brutal!-, donde los m�s perjudicados son los infantes. El inter�s superior del menor debe ser la placa que ha de marcar las decisiones que se tomen frente a esas circunstancias. Lo primero es el acuerdo entre los progenitores. �Bajo qu� principio? Bajo el principio de la corresponsabilidad. Las parejas o los matrimonios se pueden separar, pero los padres nunca. De por vida van a mantener tal calidad respecto del ni�o engendrado en com�n. Jam�s se desligan de �l. Y no es bueno que lo hagan. Todo lo contrario: la corresponsabilidad de ellos resulta fundamental para la formaci�n de sus hijos. El ni�o los necesita a ambos. Por ende, los principios de la corresponsabilidad parental y del inter�s superior del ni�o, a mi juicio, son sustantivos en iniciativas legales de esta naturaleza. Es fundamental que podamos avanzar en la que nos ocupa, aprob�ndola en general y discuti�ndola r�pidamente en particular, para los efectos de dictar pronto la ley. El D�a del Padre lo celebr� con muchos representantes de organizaciones formadas con el objeto de disponer de la posibilidad de visitar a sus hijos. �Qu� horrible resulta observar a un hombre sentado en una banca, a la salida de un tribunal, durante horas, para poder verlos, llevarles una torta y apagar all� una vela por el a�o, los dos a�os o los tres a�os de su cumplea�os, y que esa sea la �nica forma en que el hijo se relaciona con su padre! �No hay derecho, primero, para ese ni�o y, por supuesto, para el padre! Debe respetarse siempre el inter�s superior del ni�o. Quiero dar a conocer algo que nos manifest� la jueza Gloria Negroni, quien nos acompa�a en muchas sesiones en la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia -ella se ha especializado y tuvo a su cargo el plan piloto en los Tribunales de Familia-: existe una "mirada adultizada sobre la protecci�n de los ni�os como objetos m�s que como sujetos de derecho". Y eso, lamentablemente, a�n prevalece en nuestra legislaci�n. Vale decir, cuando el juez debe resolver si el menor se queda con el pap� o con la mam�, �qu� mira? Nos dec�a la se�ora Negroni que la mayor parte de las veces -no siempre-, de acuerdo a la orientaci�n de la legislaci�n, observa cu�l de ellos se halla en mejores condiciones para acogerlo. Entonces, en muchas ocasiones puede ser el que posea m�s recursos econ�micos o mayor disponibilidad de tiempo en casa. Esos pueden ser los criterios. Pero, �cu�l debe ser la pauta? Manteniendo la corresponsabilidad de los progenitores, el ni�o debe quedarse con quien pueda desarrollar mejor su vida, sea la mam� o el pap�. Lo mejor es que lleguen a acuerdo. Si no, ser� el magistrado quien determine, pero sin la mirada adulta de si se trata del padre o de la madre, sino con cu�l de ellos el hijo va a crecer en mejores condiciones. Se�or Presidente, evidentemente, voy a presentar, en su oportunidad, algunas indicaciones. Pero desde ya, no me parece adecuada la norma supletoria en el proyecto de ley aprobado en la C�mara de Diputados, en virtud de la cual el ni�o queda a cargo de la madre si los padres no arriban a consenso. �Saben por qu�? Porque bastar�a con que esta siempre dijera que no, independiente del bien superior del ni�o, para que se le entregara el menor. Yo soy mam� y en mi calidad de tal siempre voy a estimar que soy mucho mejor para estar al lado de mis hijos. Felizmente no he vivido el duelo de lo que significa una separaci�n, y tampoco ellos. Pero hay muchos que s� lo padecen. Y el magistrado debe preocuparse del inter�s superior del ni�o como regla fundamental. Al rev�s: si se mantiene la norma supletoria y se parte del supuesto de que la madre quiere que el padre se vaya de la casa por sufrir ella o sus ni�os violencia sicol�gica y aquel no quiere irse, no da el acuerdo. Y al no permitir el acuerdo, se dilata el proceso. Lo mejor es que el conflicto llegue r�pido a manos del juez, se resuelva y que el ni�o tenga estabilidad, para lo que resulta -insisto- fundamental la corresponsabilidad. Termino reiterando que las parejas, los matrimonios, lamentablemente, terminan. Pero la relaci�n de los padres con sus hijos no caduca jam�s y se mantiene de por vida. Y eso lo tenemos que perfeccionar en la presente iniciativa legal, que apoyo en general con entusiasmo. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Tuma. El se�or TUMA.- Se�or Presidente, esta es una ocasi�n muy especial para el Senado, porque no siempre se presentan proyectos relacionados con modificaciones al C�digo Civil. Y m�s todav�a cuando se trata de cambios relacionados con la tuici�n de los ni�os en el caso de c�nyuges separados. Porque, como la Honorable se�ora Alvear ha precisado bien, en realidad, los padres nunca se separan. La mirada del Estado y de los legisladores, en este caso, no debe hallarse enfocada desde el padre o la madre, sino desde la perspectiva del inter�s superior del ni�o. Y hasta ahora, la normativa no ha estado puesta en eso, sino incentivada por un concepto cultural que hace que la madre, preferente o mayoritariamente, obtenga la tuici�n del ni�o, salvo excepciones. Y aunque estoy de acuerdo en general con las modificaciones propuestas, voy a formular indicaciones a los efectos de corregir lo que hasta ahora estaba arrastrando, con vicios, el C�digo Civil, para producir una simetr�a cuando se deba resolver la tuici�n de un ni�o, la que desde siempre se ha dilucidado sobre la base de un concepto cultural distorsionado y no a favor del inter�s superior del ni�o. En el art�culo 225 propuesto se establece: "Si los padres viven separados podr�n determinar de com�n acuerdo el cuidado personal...". Luego, el inciso cuarto, se�ala: "Mientras no haya acuerdo entre los padres o decisi�n judicial, a la madre le toca el cuidado personal...". Lo anterior es un desprop�sito. El art�culo es absolutamente contradictorio. Por una parte, hace creer que el acuerdo busca la protecci�n del ni�o y, por otra, dispone que si no hay consenso se hace una cosa distinta. Entonces, nunca habr� arreglo. Coincido con el planteamiento de otros se�ores Senadores en cuanto a que el proyecto nos da la tremenda oportunidad de corregir la asimetr�a existente, de hacer justicia no con los padres que han sido maltratados, sino con los hijos, que lo han sido mucho m�s al hab�rseles estado negando la oportunidad de un crecimiento y de un apoyo equilibrados por parte de ambos progenitores. Desde ese punto de vista, estimo que el m�rito de la iniciativa que nos ocupa estriba en revisar la legislaci�n existente. Voy a votar favorablemente en general y espero que en la discusi�n en particular podamos hacer las correcciones, para los efectos de despachar una ley que haga justicia a favor de los ni�os. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Patricio Walker. El se�or WALKER (don Patricio).- Se�or Presidente, la discusi�n en la Comisi�n de Constituci�n fue bastante profunda. Recibimos opiniones muy importantes, interesantes. Quiero destacar el aporte, por ejemplo, de las profesoras Andrea Mu�oz, Fabiola Lathrop, Carmen Dom�nguez; de Ximena Osorio, quien trabaja en mediaci�n; de organizaciones de pap�s; de la jueza Gloria Negroni, en fin. En verdad, fue una discusi�n profunda, rica, que efectivamente nos ayud� a ilustrar la importancia de este debate. Naturalmente, cuando hay acuerdo entre el padre y la madre -una vez que se ha producido la separaci�n-, pr�cticamente no existe discusi�n y est�n bien cautelados todos los derechos. El problema se presenta cuando en la separaci�n no hay acuerdo, cuando se da una situaci�n agresiva, de descalificaci�n, poco pac�fica. Y evidentemente que respecto del cuidado personal de los hijos de padres separados se tiene que velar siempre por el inter�s superior de los ni�os. Por cierto, los padres poseen derechos; las madres, tambi�n. Asimismo, tienen obligaciones. Pero primero se encuentra el derecho de los hijos, el inter�s superior de los hijos. Por eso, este proyecto de ley vela, en primer lugar, por la integridad, por el desarrollo emocional del ni�o como prioridad fundamental. Efectivamente, si hablamos de corresponsabilidad, es decir, que a los padres les asisten derechos pero tambi�n obligaciones en lo concerniente a la educaci�n, a la crianza, no podemos establecer como sin�nimos los t�rminos "educaci�n" y "residencia". Muchas veces el ni�o vive con la mam�, pero se le impide al pap� participar en todas las decisiones que dicen relaci�n con el ni�o, por ejemplo, en qu� colegio estudiar�, qu� ense�anza va a recibir, si tendr� o no alguna formaci�n religiosa, en fin. Aunque uno de los padres no viva con el hijo, creo que resulta muy importante que aquel pueda participar en las determinaciones concernientes a su desarrollo. Y por eso la iniciativa aborda estas materias tan importantes, que espero podamos mejorar con algunas indicaciones durante la discusi�n particular. Se�or Presidente, uno ve con dolor, cuando se producen discusiones entre los padres y las madres a ra�z de alguna separaci�n, de alguna petici�n de alimentos, o por el tema de las visitas, en fin, c�mo muchas veces se usa a los ni�os como objetos para obtener recursos, para cobrar alguna cuenta -entre comillas- pendiente, producto de la relaci�n no pac�fica que exist�a entre los padres y que termina en la separaci�n. Los ni�os no pueden ser un objeto, no pueden ser una moneda de cambio, sino sujetos de derechos. Y el juez ha de velar por ese inter�s superior. Por ello, este proyecto, en mi opini�n, apunta en mejor medida a que efectivamente se proteja el inter�s superior del ni�o. La gran discusi�n -yo dir�a que fue el tema m�s debatido- radica en qui�n se queda con el menor mientras se resuelve el asunto de fondo, del cuidado personal del hijo, de la tuici�n. En este punto naturalmente hay dos opiniones. Algunos plantean que debe quedarse con la madre, que esa tiene que ser la norma supletoria, como la aprob� la C�mara de Diputados. �Por qu�? Por la tradici�n, porque muchos hombres est�n siendo demandados por alimentos por las madres, porque someter a una decisi�n judicial al ni�o puede ser algo perjudicial para �l. Y otros, u otras, como las profesoras Andrea Mu�oz, Fabiola Lathrop y, a mi juicio, la mayor�a de los invitados que escuchamos en la Comisi�n, plantean que debe respetarse la igualdad ante la ley y que el juez tiene que decidir. Incluso, sostienen que la judicializaci�n ayuda a que haya una conversaci�n entre los padres, a que la mam� no diga inmediatamente: "Yo no estoy de acuerdo con el padre", a que se produzca una instancia parecida a la mediaci�n, que muchas veces ayuda a que se generen acuerdos. Todo ello, para que se resguarde el inter�s superior del hijo, y que ambos padres asuman sus obligaciones, sus responsabilidades, su corresponsabilidad. Por lo tanto, postulan que no se defina a priori, supletoriamente, con qui�n va a estar el hijo. Ahora, hay que ver c�mo se realiza bien esto en la pr�ctica, para que la situaci�n no se demore de manera indefinida. Presentaremos varias indicaciones para el segundo informe. Pero creo que el proyecto en an�lisis se encuentra muy bien inspirado, muy bien encaminado, y, por lo tanto, lo votar� a favor. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Allende. La se�ora ALLENDE.- Se�or Presidente, Honorable Sala, comparto la opini�n de que nos encontramos ante una iniciativa que va bien encaminada y que equilibrar� una situaci�n que se ha vuelto de injusticia. Todos nosotros hemos recibido misivas, mensajes de las asociaciones de padres. Y conocemos su frustraci�n e impotencia cuando se han visto marginados o simplemente no pueden establecer esa relaci�n regular -es lo que se busca-, permanente, directa con el hijo, en caso de separaci�n de los progenitores. Yo creo que lleg� la hora de corregir injusticias. Nuestra sociedad, efectivamente, ha ido evolucionando. Es cosa de recordar que hasta 2003 ni siquiera exist�a el divorcio con disoluci�n de v�nculo en este pa�s. Menos mal que se estableci�; fue un paso. Seguir� convencida, contra todo lo que nos dijeron (que est�bamos contra la familia quienes �ramos divorcistas, etc�tera), de que era preferible un divorcio con disoluci�n de v�nculo que mantener a la fuerza una relaci�n donde se ha perdido el respeto y que, evidentemente, no constituye un buen ejemplo para los hijos. Tambi�n terminamos con la arbitrariedad vergonzosa de la distinci�n entre hijos leg�timos e ileg�timos. Vamos progresando. �En hora buena! Hemos avanzado en contra de la discriminaci�n. No hemos logrado a�n aprobar el aborto terap�utico. Espero que alguna vez lo consigamos tambi�n en nuestra sociedad. Pero ahora queremos dar otro paso. Y este es importante. Porque lo que deseamos es velar por el bien de ese ni�o o ni�a. Y cuando uno piensa en cu�l es la mejor condici�n, ella es la corresponsabilidad entre padre y madre. Como se ha dicho muy bien ac�, una pareja puede quebrar su relaci�n, pero la relaci�n con los hijos es hasta la muerte, no desaparece, debe estar siempre presente. Y en verdad no tenemos argumentos definitivos para decir a priori que el hijo debe quedarse, como hasta hoy ocurre, exclusivamente con la madre. Ahora se nos dice que, en caso de no existir acuerdo, permanece con la madre. Me parece que esto se habr� de considerar muy bien a la hora de los quiubos, y los jueces lo deber�n tener en cuenta ante la falta de acuerdo. Espero que en esa decisi�n no prime un criterio economicista. Porque no se trata de que el ni�o estar� mejor porque uno posee claramente mejor situaci�n econ�mica que el otro. En este aspecto, importa much�simo m�s la estabilidad emocional, la afectividad, la forma de relaci�n, que el sueldo que se pueda ganar. Estos son los elementos que hay que tener en consideraci�n. Como se trata de la votaci�n en general, anuncio mi voto positivo. Espero que la unanimidad de la Sala apruebe la iniciativa, que demos un paso, para entrar a la discusi�n en particular. Aprovecho de saludar a la Ministra, presente en la Sala, cuyas palabras comparto. Termino diciendo que no solo ha de haber corresponsabilidad con relaci�n a los hijos. Las mujeres hace mucho rato estamos planteando que exista tambi�n corresponsabilidad en las tareas dom�sticas. Hasta ahora siempre se ha dado por hecho que tienen que desarrollarlas exclusivamente las mujeres. Afortunadamente, estos valores culturales cambian. Y es saludable ver que en las parejas j�venes -�en hora buena!- efectivamente existe corresponsabilidad en las tareas dom�sticas, en la crianza, en muchos aspectos donde nuestras generaciones no supieron hacerlo. Por lo tanto, espero que se d� tambi�n esa corresponsabilidad. Si no, las mujeres, sobre todo las que trabajan fuera de la casa, cumplir�n dos y tres jornadas. Y me parece que ello es extraordinariamente injusto. O sea, no solo hay discriminaci�n, no solo ganan menos, sino que adem�s tienen que realizar doble jornada de trabajo. En consecuencia, debemos dar este paso importante pensando en el bien superior del ni�o, a fin de reparar una situaci�n de injusticia y dar una oportunidad a los padres separados, que hoy d�a no la tienen. Pero -insisto- tambi�n queremos una sociedad m�s equitativa no solo respecto de los hijos, sino adem�s en cuanto a las responsabilidades dom�sticas presentes cotidianamente en un hogar. Votar� a favor, se�or Presidente. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, en primer lugar, quiero felicitar a los autores de este proyecto y, asimismo, hacer presente que la materia que trata ha sido puesta con mucha fuerza por los padres en distintas redes sociales. Yo siempre he pensado que la mayor�a de las caracter�sticas de las relaciones humanas, afectivas, emotivas, que se desarrollan en la sociedad tienen que ver con construcciones m�s bien sociales, cargadas de elementos culturales y relativos -como se dec�a por ah�- a la tradici�n. No soy contrario a todas las tradiciones. Creo que algunas son muy buenas, como las que tienen componentes identitarios, que reflejan la cultura de los pueblos y se deben preservar. Pero otras no me gustan y me rebelo contra ellas, as� que intentar� cambiarlas desde el espacio en que me muevo como parlamentario. Lo dec�a la Senadora Allende. Aqu� no solo estamos hablando de corresponsabilidad en el cuidado de los hijos, sino tambi�n en todas las labores que tienen que ver con el hogar. Por eso resulta tan importante -y lo dijo la Ministra del SERNAM- el empleo femenino, la participaci�n de la mujer en el mercado laboral no simplemente por un tema econ�mico, como la contribuci�n al ingreso de la familia, sino adem�s porque el trabajo se relaciona con el desarrollo humano, con el potenciamiento de otras capacidades. Durante mucho tiempo la mujer estuvo dedicada al cuidado de la casa, de los ni�os; no ten�a derecho a estudiar, a trabajar. Hoy d�a, con suerte, participa un poco en la pol�tica. Por eso soy partidario de que exista una ley de cuotas; presentamos una indicaci�n al proyecto de ley sobre primarias en tal sentido. Y el cuidado de los hijos no es una cuesti�n distinta. Aqu� se dijo -lo voy a reiterar- que lo importante es el bien superior del ni�o. De ah� que este debate resulte tan interesante, porque tambi�n abre una posibilidad a un grupo relevante de nuestra sociedad, como el de parejas del mismo sexo, que ha manifestado su inter�s por adoptar y su derecho a hacerlo. Si, finalmente, no es el g�nero de los padres el que determina la calidad del cuidado de un ni�o, entonces no corresponde establecer discriminaci�n alguna. Lo que el Estado debe hacer es permitir que cada ser humano ejerza ese derecho, y los jueces han de determinar qu� personas se encuentran en mejores condiciones -aunque se trate de una pareja del mismo sexo- para hacerse cargo de un menor, o para entregarle cari�o y afecto, que, como dije anteriormente, no tiene que ver con el g�nero de sus padres. Considero que la idea general de este proyecto es positiva. Pero se le deben introducir modificaciones. Porque, seg�n se�al� el Senador Tuma -me parece-, se podr�a transformar en letra muerta si al final del d�a solo operara la corresponsabilidad respecto del cuidado de los hijos en caso de acuerdo. Muchas separaciones, o incluso divorcios, se producen sin mutuo consentimiento. Por lo tanto, se presentan conflictos y alguien tiene que resolverlos; de lo contrario, siempre se va a privilegiar a una parte y los hijos sufrir�n; se les provocar� un da�o debido a situaciones de extorsi�n, generada por uno de los padres. Me parece que la materia es muy importante, y valoro que se haya colocado en el debate. Me toc� participar hace poco en un foro sobre embarazo adolescente, donde uno de los expositores pregunt� qui�n se hac�a cargo del ni�o en tal situaci�n. Y si uno analiza el punto, se observa que en el 99 por ciento de los casos quien asume tal tarea es la mujer, una ni�a, muchas veces pobre, muy vulnerable, que deserta de la escuela, con altas posibilidades de sufrir un segundo embarazo no planificado, con todos los riesgos que eso conlleva -ustedes los conocen-, incluso desde el punto de vista sanitario. Y �por qu� debe cargar solo la ni�a con ese embarazo en el cual intervinieron, obviamente, dos personas, entre las cuales tambi�n se incluye un joven adolescente? Porque la sociedad ha construido una cultura que excluye a ese joven, quien, al final, al sentirse postergado, termina y�ndose. En consecuencia, considero muy relevante -insisto- la discusi�n generada a partir de la presentaci�n de este proyecto de ley, porque de alguna manera establece justicia respecto de muchas situaciones de discriminaci�n a los padres, pero adem�s porque repone una cuesti�n fundamental: que debe haber una responsabilidad compartida en cuanto al cuidado de los hijos y a todo lo relativo al hogar. Creo que as� se construye una sociedad democr�tica, moderna, inclusiva, donde ambos g�neros comparten tareas en igualdad de condiciones. As� que aprobar� en general esta iniciativa, y trataremos de introducirle modificaciones en la discusi�n particular. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, este tema preocupa mucho a vastos sectores de nuestro pa�s, y prueba de ello son las considerables rupturas matrimoniales que provocan en los padres, especialmente en los pap�s, grandes dificultades para visitar o ver a sus hijos. Eso ha llevado a los afectados a agruparse, a comunicarse entre ellos y a formar la organizaci�n llamada "Amor de Pap�", que promueve los derechos de los padres frente a las mujeres y propone legislar sobre el S�ndrome de Alienaci�n Parental, consistente en la manipulaci�n de la percepci�n sobre uno de los padres del menor que se encuentra en manos del otro. La iniciativa en debate no tiene normas de qu�rum y se aprob� en la Comisi�n de Constituci�n por unanimidad. Una de las mociones que le dieron origen corresponde a la de los entonces Diputados �lvaro Escobar y Esteban Valenzuela, con la adhesi�n de los Diputados Alejandra Sep�lveda, Ram�n Barros, Sergio Bobadilla y Jorge Sabag, y de los ex Diputados Ximena Valcarce, Juan Bustos, Francisco Chahu�n y Eduardo D�az; y la otra fue presentada por el Diputado Gabriel Ascencio, a la cual adhirieron los Diputados Carolina Goic, Adriana Mu�oz, Mar�a Antonieta Saa, Sergio Ojeda, Marcelo Schilling y Mario Venegas. Como puede apreciarse, son muchos los parlamentarios que han estado preocupados del tema y, fruto de ello, enviaron estos proyectos. Sin embargo, se arrastran por muchos a�os, a tal punto que varios Diputados dejaron hace ocho a�os sus cargos, y se han mantenido latentes desde esa �poca. La propuesta apunta a igualar la responsabilidad de los padres separados en el cuidado de los hijos, distribuyendo entre ambos en forma equitativa los derechos y deberes que tienen respecto de sus hijos. Para ello se modifica el C�digo Civil, en materia de cuidado personal de los hijos y de patria potestad, y las leyes de Menores y de Matrimonio Civil. La iniciativa enfatiza la atenci�n sobre el bienestar de los hijos y, en segundo t�rmino, reconoce un mayor rol de la mujer, junto con defender los derechos del padre que no tiene la custodia del menor. Sobre el particular ha habido mucho abuso y, tambi�n, dolor en los padres. Pero los ni�os son los que pagan el pato, pues muchas veces son utilizados para extorsionar a los pap�s. Nosotros hemos visto el sufrimiento de estos por no poder ver durante algunos minutos a sus hijos. Por eso, considero leg�timo igualar el derecho a cuidar los hijos. Y nada mejor para ello que hacer que la justicia de nuestro pa�s dirima la forma m�s adecuada de hacerlo. Votar� a favor de este proyecto, se�or Presidente. El se�or ESCALONA (Presidente).- Se agot� la lista de inscritos. En votaci�n. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ESCALONA (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general el proyecto (29 votos a favor). Votaron las se�oras Allende, Alvear, P�rez (do�a Lily) y Rinc�n y los se�ores Bianchi, Chahu�n, Coloma, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), Garc�a, Garc�a-Huidobro, G�mez, Horvath, Kuschel, Lagos, Larra�n (don Hern�n), Larra�n (don Carlos), Letelier, Mu�oz Aburto, Novoa, Orpis, P�rez Varela, Pizarro, Prokurica, Sabag, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zald�var (don Andr�s). El se�or ESCALONA (Presidente).- Se deja constancia de la intenci�n de voto favorable de la Senadora se�ora Von Baer. Se debe establecer plazo para formular indicaciones. Si no hay objeci�n, se fijar� el viernes 23 de julio, a las 12. --As� se acuerda. El se�or ESCALONA (Presidente).- A continuaci�n corresponde ocuparse en la solicitud de insistencia del Presidente de la Rep�blica respecto del proyecto de ley que reajusta el ingreso m�nimo mensual. Como observo que se efect�an muchas consultas y cabildeos, se suspende la sesi�n por 20 minutos, para informarnos al respecto. )----------( --Se suspendi� a las 17:41. --Se reanud� a las 18:5. )-----------( El se�or ESCALONA (Presidente).- Contin�a la sesi�n. REAJUSTE DE MONTO DE INGRESO M�NIMO MENSUAL. TR�MITE HABILITANTE El se�or ESCALONA (Presidente).- Corresponde tratar la solicitud de insistencia del Presidente de la Rep�blica respecto al proyecto que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata". --Los antecedentes sobre el proyecto (8387-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: Se da cuenta del oficio de la C�mara de Diputados en sesi�n 30�, en 3 de julio de 2012. Certificado de Comisi�n: Certificado de la Comisi�n de Hacienda: sesi�n 32�, en 4 de julio de 2012. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LABB� (Secretario General).- Este proyecto fue desechado en general por la C�mara de Diputados y, en virtud de lo dispuesto en el art�culo 68 de la Constituci�n Pol�tica de la Rep�blica, el Primer Mandatario le solicit� a dicha Corporaci�n enviarlo al Senado para que este lo apruebe en general por los dos tercios de sus miembros presentes. La Comisi�n de Hacienda, por la unanimidad de sus integrantes, Senadores se�ora Rinc�n y se�ores Frei, Garc�a, Lagos y Novoa, deja constancia de que escuch� al se�or Ministro de Hacienda, produci�ndose un valioso intercambio de opiniones sobre la materia y dejando a la Sala del Senado el pronunciamiento a que se refiere el art�culo 68 de la Carta Fundamental acerca de esta iniciativa legal. Cabe hacer presente que, de conformidad con la disposici�n constitucional antes citada, el qu�rum especial para la aprobaci�n general del proyecto requiere los votos favorables de los dos tercios de los Senadores presentes. El se�or ESCALONA (Presidente).- En discusi�n la solicitud de insistencia del Presidente de la Rep�blica. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Por tercera vez, ofrezco la palabra. Puede hacer uso de ella el Senador se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, quiero recordar que estamos ante un tr�mite de habilitaci�n para continuar discutiendo el proyecto de reajuste del salario m�nimo en la C�mara de Diputados. No necesariamente debemos entrar al fondo del reajuste o del monto que se propone, porque eso es posible hacerlo en las etapas que proseguir�n tanto en dicha Corporaci�n como en el propio Senado. Este procedimiento, en realidad, se halla establecido en la Constituci�n Pol�tica y permite al Presidente de la Rep�blica insistir cuando uno de sus proyectos de ley es rechazado en la C�mara de origen. Debo agregar que esta iniciativa reajusta el salario m�nimo en un 6 por ciento, de acuerdo con la �ltima propuesta que hizo el Ministro de Hacienda en la C�mara de Diputados, dej�ndolo en 193 mil pesos mensuales. Pero esto �ltimo no es lo �nico -y me gustar�a que lo tengamos presente-, pues, de no reunirse el qu�rum suficiente para aprobar la habilitaci�n, no solo no tendr�amos reajuste del salario m�nimo -cosa que considero bastante grave-, sino que tampoco se reajustar�an las asignaciones familiares y, particularmente, el subsidio �nico familiar. Deseo recordar a esta Honorable Sala que hoy d�a m�s de dos millones de causantes (m�s de dos millones de ni�os) reciben dicho beneficio y, por ende, los estar�amos privando de un reajuste del 6 por ciento. En consideraci�n a los argumentos que he se�alado, hago un llamado a la Sala para que habilitemos el proyecto. De eso se trata: de que se siga discutiendo, de que continuemos conversando, a fin de construir un di�logo y una soluci�n que sean fruct�feros. Yo, se�or Presidente, votar� a favor de habilitar el proyecto para que prosiga su discusi�n en la C�mara de Diputados. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- A continuaci�n, est� inscrita la Honorable se�ora Allende, quien no se encuentra en la Sala. Tiene la palabra la Senadora se�ora Rinc�n. La se�ora RINC�N.- Se�or Presidente, estimados colegas: �qu� debatimos hoy? Debatimos si vamos a habilitar o no a la C�mara de Diputados para que vuelva a discutir sobre el monto de reajuste al salario m�nimo. Y la pregunta, entonces, que surge es la siguiente: si hoy el Primer Mandatario no est� dispuesto a cambiar el monto del ingreso m�nimo que se discuti� en la C�mara de Diputados hace dos semanas, �qu� sentido tiene este debate, salvo que el Senado de la Rep�blica est� de acuerdo con que el salario m�nimo en el pa�s sea de 193 mil pesos? Francamente, resulta impensable que no reflexionemos en este Hemiciclo sobre lo que ha ocurrido en Chile y lo que significa el ingreso m�nimo para un n�mero importante de trabajadores. Cuando uno revisa las cifras y ve que el ingreso per c�pita aut�nomo del 5 por ciento m�s rico de los chilenos es 830 veces mayor que el del 5 por ciento m�s pobre; cuando vemos que dos de cada tres hogares en Chile viven con menos de 600 mil pesos; cuando observamos que el salario m�nimo debe hacerse cargo de cubrir necesidades de alimentaci�n, vestuario, transporte, servicios b�sicos, sin recurrir al endeudamiento, la verdad es que esta discusi�n se vuelve fundamental y no se halla dentro del debate de los macrotemas econ�micos y de los supuestos de la econom�a, sino que tiene que ver con el d�a a d�a de hombres y mujeres del pa�s que hacen un tremendo esfuerzo por sacar adelante a sus familias. Ayer dijimos que necesit�bamos escuchar al Ministro de Hacienda, pues hasta el d�a de hoy, a las 3 de la tarde, no hab�amos tenido, como Oposici�n, explicaci�n alguna de parte del Gobierno acerca del porqu� de este aumento tan exiguo del salario m�nimo. Cabe hacer notar que uno escucha al Presidente de la Rep�blica y a sus Ministros exponer, dentro y fuera de Chile, la situaci�n expectante del pa�s en materia de crecimiento, de pleno empleo -6,5 por ciento de cesant�a, la m�s baja en los �ltimos doce a�os- y, en contraste, se registra un aumento del precio de los alimentos de un 7,1 por ciento. Solo hoy a las tres de la tarde pudimos o�r al Ministro de Hacienda. Nos hizo una detallada exposici�n de lo que ocurre a nivel internacional y del incremento que ha tenido el salario m�nimo en nuestro pa�s. Y lo comparaba con su evoluci�n en a�os anteriores. La verdad es que uno, cifras m�s, cifras menos, llega a la conclusi�n de que el ingreso m�nimo, en un n�mero importante de familias, es realmente significativo para enfrentar los gastos que ellas deben solventar. El salario m�nimo es hoy d�a absolutamente insuficiente para cubrir las necesidades b�sicas de una familia. La brecha que existe entre su monto actual o mejorado, como lo explicaba el Ministro, y el ingreso m�nimo familiar, de acuerdo a los datos del Ministerio de Desarrollo Social, es a�n tremenda: el ingreso m�nimo de una familia debe ser de 301 mil pesos y fracci�n; el salario m�nimo, con el incremento ofrecido por el Gobierno, llega solo a 193 mil pesos. Si el Gobierno no trae esta tarde al Senado una cifra distinta, cercana a la que el propio Presidente del Partido del Primer Mandatario ha se�alado p�blicamente (200 mil pesos), la verdad es que no s� qu� sentido tiene que esta Corporaci�n habilite la reposici�n de una discusi�n que ya se registr� en la C�mara de Diputados y que no ha variado hasta el d�a de hoy. Por ello, se�or Presidente, creo que debi�ramos rechazar la habilitaci�n. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Rossi. El se�or ROSSI.- Se�or Presidente, parto por el final: yo tambi�n soy partidario de rechazar la habilitaci�n. La OIT afirma que para determinar el nivel de los salarios m�nimos deben considerarse "Las necesidades de los trabajadores y de sus familias, habida cuenta del nivel general de salarios en el pa�s, del costo de vida", etc�tera. �Del nivel general de salarios en el pa�s! Y aqu� estamos hablando de un pa�s que pr�ximamente va a tener un ingreso per c�pita de 17 mil d�lares,... El se�or KUSCHEL.- 20 mil. El se�or ROSSI.-... pero donde el 82 por ciento de la poblaci�n vive con ingresos familiares inferiores a 532 mil pesos. Adem�s, la OIT sostiene que el nivel del salario m�nimo debe hacerse cargo del costo de la vida. Y sabemos que del 2006 al 2010-2011 la canasta b�sica ha subido de 23 mil a 35 mil pesos. Recordemos que el IPC de los alimentos motiv� que el Gobierno enviara un proyecto de ley que aprobamos con mucho entusiasmo -el del Bono Solidario de Alimentos-, el cual naci� para compensar, de alguna manera, el alza que se hab�a producido en esa canasta b�sica. Todos saben muy bien que cuando sube, por distintas razones, el precio de los alimentos, la que se ve m�s afectada es la gente m�s pobre, la que tiene menor capacidad de ahorro. Y muchas personas que no eran pobres pasan a integrar el grupo de la pobreza, con todo lo que eso significa. �Saben ustedes cu�nto debe ser el ingreso para que una familia salga de la pobreza? 300 mil pesos. La cifra se calcula multiplicando dos canastas b�sicas por el n�mero de integrantes de una familia promedio de los dos quintiles m�s pobres, del 40 por ciento m�s pobre. Ese n�mero es 4,2. Por cierto, los seres humanos no se pueden dividir, pero todos entendemos que aqu� estamos hablando de estad�sticas. 4,2 por 2 canastas b�sicas, que est�n a 35 mil pesos cada una, implica multiplicar 4,2 por 70 mil. Es decir, debi�semos aspirar al menos a 300 mil pesos. �Qu� ha hecho el Gobierno? Envi� una primera propuesta con un reajuste nominal de 5 por ciento, equivalente a 191 mil pesos; una brecha muy grande respecto del nivel de la pobreza y, adem�s, respecto del promedio salarial. O sea, cada vez nos estamos alejando m�s de la posibilidad de llegar a alg�n punto de acercamiento entre el promedio salarial y el monto del salario m�nimo. Sin embargo, decimos que Chile crece, que Chile se desarrolla, que tenemos una pol�tica fiscal seria, una macroeconom�a s�lida. Pero, cuando se discute este tema, se trae a colaci�n la crisis europea, la debacle de Europa: Espa�a, Grecia, Italia. Se olvidan de se�alar que Am�rica (Per�, por ejemplo) est� creciendo; Ocean�a, tambi�n; hasta �frica est� creciendo. As� y todo, no podemos hacer un esfuerzo para mejorar los 193 mil pesos. Nosotros no vamos a aprobar ninguna cifra que sea menor a 200 mil pesos. El Senador Garc�a tiene raz�n cuando se�ala que estamos votando la habilitaci�n, pero -dig�moslo seriamente- la estamos votando con una cifra. Nosotros est�bamos totalmente dispuestos a aprobar 200 mil pesos. Pero f�jense qu� incre�ble: el Presidente del Partido del Primer Mandatario, el Senador Carlos Larra�n, dice que esa cifra es alcanzable. Primera vez que estoy de acuerdo con �l en el tiempo que llevo en el Senado. No, me corrijo: segunda vez. El se�or WALKER (don Patricio).- �Cu�l fue la otra? El se�or ROSSI.- La otra fue cuando �l dijo que era bueno discutir harto de pol�tica y que hubiese un buen plazo para participar de las primarias, porque eso le hac�a bien a Chile. En este caso, el Senador Carlos Larra�n afirma que el pa�s est� preparado para un salario m�nimo de un monto mayor al propuesto, el cual no significar�a ning�n problema, ni una hecatombe econ�mica, ni una crisis financiera ni de desempleo. Entonces, yo le pido al Ministro de Hacienda, sinceramente, mayor esmero en esta materia. Aqu� no hay ning�n inter�s en poner obst�culos a la tramitaci�n del proyecto o de propinarle una derrota al Gobierno, porque aqu� perdemos todos. Lo que queremos, Ministro, es que entendamos, como sociedad, que es posible hacer un esfuerzo mayor y que ese esfuerzo es coherente, no va a poner en riesgo la solidez de nuestra econom�a y va a introducir un poquito de equidad en un pa�s muy desigual, tristemente desigual, sobre todo en momentos en que muchas familias pasan apreturas no solo por el incremento del precio de los alimentos. E insisto en que fue el propio Gobierno el que se hizo cargo de ello cuando envi� la iniciativa sobre Bono Solidario de Alimentos. Seamos consecuentes, entonces. Hay 800 mil personas que viven del salario m�nimo. Numerosas grandes empresas lo pagan: las del retail� las multitiendas, cuando se contrata a empresas suministradoras, cuando se tercerizan labores que incluso son propias del giro principal. Se se�ala que algunos economistas plantean que un monto m�s alto podr�a producir desempleo. Eso es bien relativo, la verdad. Ac� tengo lo que afirma David Bravo, del Banco Central chileno -�para qu� vamos a ir a buscar opiniones de otros pa�ses!-. �l dice: "El salario m�nimo juega un papel importante asociado a las imperfecciones existentes en el mercado laboral. Adem�s la evidencia emp�rica no es concluyente respecto a los efectos del salario m�nimo sobre el empleo, tanto en Chile como a nivel internacional". Entonces, yo insisto, se�or Ministro -por su intermedio, se�or Presidente-, en que debemos ser capaces de dar una se�al muy potente a todos los trabajadores en cuanto a que el Congreso se halla sensibilizado con la situaci�n que est� sufriendo el pueblo de Chile. Muchas personas de clase media, muchas personas humildes han ca�do bajo la l�nea de la pobreza, por el terremoto, por el aumento en el precio de los alimentos -lo reitero-, por el alza en el valor de los combustibles. Por lo tanto, siento que en esta materia ha habido una postura tremendamente intransigente del Gobierno. No ha habido di�logo con los trabajadores, no hay di�logo con la Oposici�n. �Qu� tema m�s importante para discutir con el Gobierno que el salario m�nimo que se les ofrece a los trabajadores! As� que lamento mucho tener que se�alar que voy a votar en contra de la habilitaci�n, a la espera de que el Ministro de Hacienda, en el transcurso de esta sesi�n, pueda hacer una propuesta distinta: al menos 200 mil pesos, porque estoy convencido de que eso significa un peque�o avance, un microsc�pico avance, en la direcci�n de construir un pa�s un poco m�s justo. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, el otro d�a en Rancagua se me acerc� un empresario mediano, m�s bien cargado a peque�o, y me plante� lo siguiente: "Cuando se discuta el salario m�nimo en el Senado, por favor diga que hay muchos peque�os empresarios que no estamos dispuestos a que nuestro emprendimiento sea a costa de sueldos insuficientes para los trabajadores, que hay muchos peque�os empresarios que no se escudan en el tema del sueldo m�nimo para emprender, que hay muchos peque�os empresarios que creen que 200 mil pesos de sueldo m�nimo es lo que Chile puede y debe ofrecer". Parto con esta reflexi�n, porque con todos los datos que uno tiene a la vista acerca del pa�s en que vivimos, lo primero que hay que decir es que, cuando uno discute el sueldo m�nimo, debe hacerlo respecto de un lugar concreto. No es lo mismo debatir sobre el ingreso m�nimo en la segunda d�cada del siglo XXI, en una naci�n con un ingreso per c�pita de casi 17 mil d�lares, que hacerlo en otra donde dicha variable no alcanza los 8 mil. Chile hoy es tres veces m�s rico que hace 20 a�os. Somos un pa�s al que le ha ido bien. Cuando se habla del ingreso per c�pita, se�or Presidente, es bueno que el ciudadano com�n comprenda de lo que se trata. Si una familia chilena de cuatro integrantes percibiera una renta mensual de acuerdo al ingreso per c�pita, tendr�a que recibir, al menos, 2 millones y medio de pesos. �Dos millones y medio de pesos mensuales! Y lo que se pregunta la gran mayor�a de los chilenos es obvio: �D�nde est� mi parte? �D�nde va a parar mi esfuerzo para construir un pa�s m�s rico al momento de recibir mi ingreso? El Senador Fulvio Rossi entreg�, al igual que la Honorable se�ora Rinc�n, todos los datos de los promedios de nuestro pa�s: el ingreso promedio; cu�ntos ganan menos de 532 mil pesos, como ingreso familiar (m�s del 70 por ciento de los chilenos); cu�l deber�a ser el ingreso de una familia para superar la l�nea de pobreza. Y todos los datos indican que no vamos a ser un pa�s desarrollado, porque para serlo el par�metro no es el ingreso per c�pita, sino el hecho de garantizar a todos los ciudadanos la capacidad de satisfacer sus necesidades b�sicas, el acceso a un trabajo decente -como ha sostenido la OIT-; o sea, contar con un ingreso suficiente para su reproducci�n con dignidad. Eso en Chile no lo hemos logrado, y nos falta mucho para ello. Cuando un pa�s est� en auge, cuando le est� yendo bien, no puede hacer siempre el ajuste con los d�biles, con los que ganan el sueldo m�nimo, diciendo que si este aumenta habr� debacle, cesant�a. No hay ning�n estudio que demuestre eso. �Ninguno! �Disc�lpenme! Para quienes hemos estudiado econom�a durante muchos a�os no existe una correlaci�n directa entre sueldo y empleo. S� entre costo y empleo, pero los salarios no son los �nicos elementos que integran los costos. Un pa�s como el nuestro podr�a tener mayores niveles de cesant�a debido a nuestra dependencia energ�tica, con fluctuaciones que algunos a�os alcanzan el 20 por ciento. Se�or Presidente, este debate que estamos realizando es medio kafkiano, porque nos piden que aprobemos una habilitaci�n para poder hacer la discusi�n en la C�mara; pero, la verdad sea dicha, hasta el momento el Gobierno no ha querido conversar el tema con nosotros; no ha tenido ninguna disposici�n para dialogar con la Oposici�n. Y dialogar significa, no hablarle al otro, sino hablar, escuchar y recoger del otro. �Ese es un di�logo! Porque, al parecer, el actual Gobierno nos quiere acostumbrar a un mon�logo. El ingreso real que reciben las familias que ganan el ingreso m�nimo es de 148 mil pesos. Eso es lo que se llevan para su casa. Si es que ahora llegamos a los 200 mil pesos, que es a lo que aspiramos, se van a poder llevar, en t�rminos concretos, 160 mil pesos. �Esa es la discusi�n: lo que perciben las familias de esfuerzo! Y, miren, no solo son las pymes las que pagan el sueldo m�nimo. No nos enga�emos. Las empresas del retail, las de la agricultura, las de varios sectores a los que les va bastante bien, tambi�n pagan el salario m�nimo. Y eso es una distorsi�n. No podemos aspirar a que Chile tenga �xito como pa�s exportador a costa de ofrecer mano de obra barata. Sobre ese modelo se halla construida nuestra econom�a. Y es tiempo de dar un salto, de dar se�ales claras. Si no hubiese sido por la posici�n de don Carlos Larra�n, el Gobierno no habr�a anunciado ayer que va a estudiar una f�rmula para hacer algo en tres o cuatro meses. La pregunta es: �por qu� esperar tres o cuatro meses? Que el Ministro de Hacienda nos diga ahora lo que va a hacer, si es que quiere que apoyemos la habilitaci�n. �Que nos diga ahora c�mo vamos a llegar a un sueldo digno! No puede ser que les estemos ofreciendo a los chilenos pasar de 148 mil a 155 mil pesos de ingreso neto y pensar que ese es un buen indicador para el pa�s. Las familias de esfuerzo, de trabajo, destinan m�s del 60 por ciento de sus ingresos a pagar su sobreendeudamiento. Lo que hemos generado para los sectores medios, pobres, y las familias de m�s esfuerzo es una carga excesiva. Y hoy es tiempo de abrir un debate distinto. Se�or Presidente, me encantar�a tener otra actitud, pero primero necesito escuchar la voluntad del Ejecutivo para ver c�mo llegamos a un sueldo �tico de 250 mil pesos, como plante� el Obispo Alejandro Goic tiempo atr�s; c�mo el pa�s se compromete a cerrar los abismos que existen entre los que tienen m�s y los que tienen menos; c�mo construimos una opci�n diferente en un pa�s como el de ahora, que s� puede, porque posee m�s riqueza que antes. Discutir el sueldo m�nimo en un pa�s que ahora cuenta con 17 mil d�lares per c�pita no es lo mismo que haberlo hecho hace diez o quince a�os. A algunos les gustar�a sacar de contexto este debate, pero esta discusi�n hay que llevarla a cabo en un contexto real. Algunos dicen: "�Es que Europa se puede caer!". Nosotros ya no tenemos la dependencia econ�mica de Europa que ten�amos antes. Y esto, seg�n el mismo Ministro, cuando habla de los �xitos que hemos alcanzado al diversificar nuestra inserci�n internacional. Claro, se est�n desacelerando los pa�ses asi�ticos. En vez de crecer nueve, crecer�n siete por ciento. O en lugar de ocho, seis y medio. Pero eso para nosotros no va a significar una debacle en los precios del cobre, que es lo que ha sostenido el crecimiento del producto en nuestro pa�s. Se�or Presidente, honestamente, me gustar�a escuchar c�mo logramos, como naci�n, dar un paso para cerrar las inequidades. Deber�amos escuchar que el Gobierno propone un sueldo m�nimo de 200 mil pesos y un mecanismo de transferencia de otros 50 mil pesos, como se hace en las zonas extremas, para que efectivamente logremos que las familias tengan un ingreso con el cual poder vivir, que les permita satisfacer sus necesidades b�sicas. Y si no lo podemos hacer de un a�o para otro, habr�a que definir una pol�tica plurianual con ese fin. Eso es lo que estamos esperando para ver si corresponde aprobar la habilitaci�n, para que este debate tenga sentido. Porque, si es para seguir en la discusi�n que hemos escuchado en las �ltimas dos semanas, en verdad hay poca voluntad. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Carlos Larra�n. El se�or LARRA�N (don Carlos).- Se�or Presidente, hoy d�a se plantea el tema de la habilitaci�n que permita la continuaci�n del tr�mite del proyecto de ley que reajusta el salario m�nimo. Nosotros entendemos que se trata de una situaci�n importante para la vida del pa�s. Si no lo fuera, no habr�a habido tantas gestiones para procurar que la tramitaci�n de la iniciativa continuara. Porque en esta materia se produce una dicotom�a, como afirman los ling�istas, muy rara. De pronto se nos dice que el salario m�nimo afecta a un n�mero muy peque�o de personas, y dos minutos despu�s, en la misma conversaci�n, se nos dice que afecta a poco menos que al 30 por ciento del mundo laboral. Yo, francamente, me declaro perplejo en esta materia. En Renovaci�n Nacional, cuando hace seis o siete semanas formulamos una propuesta para tratar de llegar a 200 mil pesos, est�bamos anunciando una aspiraci�n que creemos sumamente justificada. Porque, cualquiera que sea el n�mero de las personas cuyo ingreso est� decidido por el monto del salario m�nimo, es altamente probable que se trate del sector m�s rezagado de la poblaci�n chilena. Y yo creo que todos, a diestra y siniestra, tenemos inter�s en que los rezagados sean cada vez menos y, en lo posible, no existan. Ese es el fondo de nuestra aspiraci�n. Ahora, admitimos una relaci�n entre el nivel de las remuneraciones y la empleabilidad. Eso lo comprendemos. Pero, aun sin ser t�cnicos en econometr�a, no nos sentimos al borde de una crisis universal cuando nuestra econom�a se halla cerca del pleno empleo; cuando se registra un crecimiento superior al 5,5 por ciento; cuando media un incremento sustancial en los ahorros del Estado, los cuales permiten protecciones en caso de una crisis y fueron utilizados, por lo dem�s, en 2009. Los fondos de estabilizaci�n en el extranjero, m�s las reservas del Banco Central, superan los 50 mil millones de d�lares. Aceptamos que algunos mercados externos se est�n "encogiendo". Por ejemplo, en una intervenci�n de hace un ratito se citaba a Europa, la cual debe de representar un 20 por ciento de nuestro comercio exterior. Pero, en ese 20 por ciento, la pieza fundamental es Alemania, que no se encuentra en crisis, ciertamente. Por eso hemos estado planteando la f�rmula de 200 mil pesos, sobre la base de un intento de conciliar todos estos factores: la empleabilidad; el deseo de que la gente m�s atrasada, de los quintiles inferiores de ingreso, pueda acercarse a la situaci�n que goza el resto del pa�s, y, al mismo tiempo, la idea de no generar grandes tensiones sobre las empresas. Porque s� hemos podido detectar -y creo que aqu� puedo citar a todos los Senadores de Renovaci�n Nacional, que hicimos sondeos que podr�amos llamar "informales"- que los que pagan el ingreso m�nimo no son, en su mayor�a, las pymes. Hemos conversado con directivos de peque�as y medianas empresas y niegan tenerlo fijado en el piso inferior. Entonces, tampoco creemos estar poniendo en un gran riesgo a ese sector de la econom�a que genera tanto empleo. Esa ha sido nuestra l�gica: la b�squeda de una ecuaci�n. Nos habr�a gustado un poco m�s de contacto con las autoridades y a tiempo, no en las estrecheces finales, cuando todo el mundo se torna un poco tenso, cuando sube la presi�n, cuando se endurece el amor propio. La expuesta ha sido la idea directriz de Renovaci�n Nacional. No se pretende poner a alguien en problemas ni sorprenderlo. Quisi�ramos lo mejor para la gente a la que, muchas veces, le toca poco en los frutos de la cooperaci�n social. Si, al fin y al cabo, se trata de eso. En Chile, todos miramos las mismas estrellas; quisi�ramos llegar a los mismos destinos. Y eso nos anima a aspirar a m�s. Lo digo porque se ha tejido una trama en orden a que aqu� median posiciones ultrapersonalistas y aun desquites, estos imaginarios. No hay absolutamente ninguna postura de esa �ndole. Esta es una posici�n del Partido entero: fue aprobada en un consejo general, y siempre en plan de aspiraci�n. Sosteniendo tal aspiraci�n, hemos aceptado darle curso a la tramitaci�n de la iniciativa para no provocar un da�o mayor, confiados en que vamos a poder llegar efectivamente a alguna soluci�n algo mejorada -aunque no se ha dado ninguna cifra- en el curso de las pr�ximas horas o d�as, antes de que se contin�e en la C�mara de Diputados. Puntualizo lo anterior para que no surjan malas interpretaciones en el sentido de que hemos tenido un cambio de posici�n brusco, o irracional, o caprichoso. Al contrario, lo que queremos es permitir que en la materia se logre un acuerdo m�s amplio, que incluya a muchas personas -en lo posible, a todos-, y, de ese modo, vamos a terminar m�s contentos, m�s tranquilos, nuestra labor de cooperadores en esta funci�n, y el pa�s saldr� ganando. Eso es todo, se�or Presidente. Muchas gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- El se�or Ministro vino a la Mesa a consultar acerca de su inscripci�n. Si desea hacer uso de la palabra, tiene preferencia para ello. El se�or LARRA�N (Ministro de Hacienda).- Despu�s. El se�or ESCALONA (Presidente).- Prefiere esperar. Como el Senador se�or Ignacio Walker no est� presente, puede intervenir el Honorable se�or Girardi. El se�or GIRARDI.- Se�or Presidente, pienso que tal vez nos encontramos ante una de las principales demandas que subyacen detr�s de la discusi�n. Chile es un pa�s que ha tenido �xito, dir�a, fundamentalmente en una transici�n y en el restablecimiento de un proyecto democratizador de la sociedad. Se debe en gran parte a la Concertaci�n el haber logrado recuperar la democracia y podido ofrecer justamente la posibilidad de convivir en paz, de restablecer la vigencia de los derechos humanos y de alcanzar finalmente la paz social para poder avanzar. Y el pa�s lo ha hecho. Pero, producto de los progresos que nosotros mismos impulsamos, han emergido, como ha ocurrido en la sociedad mundial, demandas que se podr�an llamar "de segunda y de tercera generaci�n". El mundo �rabe clama hoy d�a por libertad, ya que carece de ella. El d�a que la tenga va a exigir igualdad. Pienso que el problema de nuestro mundo pol�tico es no atender justamente al hecho de que la sociedad chilena no nos est� pidiendo hoy d�a, fundamentalmente, democracia, libertad, respeto a los derechos humanos, porque ya los consigui�. Lo que nos est� demandando es precisamente la construcci�n de un medio m�s igualitario, m�s justo, m�s inclusivo. Y lo que se observa actualmente en la calle es una brecha muy profunda entre la expectativa de cambio, de justicia, de igualdad, de dignidad existente en la poblaci�n y lo que la pol�tica, el Congreso, los partidos hemos estado dispuestos a ofrecer en funci�n de esa exigencia. Esta �ltima est� generando un quiebre -incluso, institucional-, porque, al no dar cuenta de ella la pol�tica, entonces la ciudadan�a ha tomado la decisi�n de configurar su propia agenda, de construir con sus propias manos, en una evoluci�n, adem�s, que quiz�s es m�s profunda por estar cambiando el siglo. Se est� dando paso a una tercera revoluci�n industrial. Tal vez los procesos no van a decir relaci�n hoy d�a solo con los tradicionales enfrentamientos entre la Izquierda y la Derecha, que se mantienen, sino, sobre todo, respecto de cuestiones que vienen marcadas justamente por una sociedad que quiere hacer frente a una visi�n desde la pol�tica y que resulta excesivamente jerarquizada, vertical, de arriba para abajo. Se trata de un mundo que se est� asociando de abajo para arriba de manera colaborativa, interactiva, y que est� planteando un conjunto de tem�ticas. Los partidos, por una visi�n lineal, no comprenden a veces las variaciones complejas que se dan en una sociedad en red. Hay un cierto anacronismo de la pol�tica, respecto a la sociedad. A mi juicio, en el mundo entero se est� levantando una demanda de igualdad. �Y por qu� Chile es paradigm�tico? Porque, si bien ha registrado un proceso creciente de desarrollo econ�mico, se encuentra entre los pa�ses con mayores �ndices de desigualdad. Su coeficiente de Gini es tal vez de los peores. Existen distintas maneras de abordar la cuesti�n. Los modelos de la socialdemocracia n�rdica han implementado pol�ticas que tienen que ver con la construcci�n de la igualdad a trav�s de mecanismos tributarios. El coeficiente de Gini en Suecia es de 0.20. Antes de impuesto es de 0.30 y tantos, pero despu�s de impuesto la sociedad se iguala m�s. Algunos despliegan una campa�a del terror frente a las cargas tributarias elevadas. Los pa�ses a que acabo de hacer referencia constituyen ejemplos muy evidentes de un tr�nsito a niveles de dignidad e igualdad con algunas muy superiores a la nuestra y que m�s que la duplican. Y ese es un camino, pero este no cuenta, evidentemente, con respaldo pol�tico. Otro sistema es el que se est� discutiendo hoy d�a: el de pol�ticas sociales compensatorias, y, particularmente, en materia de un ingreso digno que le permita a la gente vivir con dignidad. Lo anterior, adem�s, sobre la base de un contexto donde en la salud no se dispone de suficientes recursos y las personas tienen que seguir pagando de su bolsillo, en parte, los medicamentos; donde la educaci�n no es un derecho, a diferencia de la mayor�a de los pa�ses del planeta, y es necesario endeudarse para acceder a ella. Entonces, si no contamos con la posibilidad de construir equidad a partir de herramientas tributarias, es preciso recurrir a pol�ticas compensatorias mayores. Y aqu� se presenta un dilema. �Es justo para Chile el ingreso m�nimo que se est� presentando? �Es posible convivir y construir paz social con ese monto? Estimo que no. Pienso que estamos profundizando justamente la brecha con la poblaci�n, ahondando el desencuentro entre la pol�tica y el mundo ciudadano, y dando la sensaci�n cada vez m�s, en cierta manera, de que la pol�tica, el Congreso, los partidos, no est�n resolviendo los problemas como lo demanda la gente. Por lo tanto, no es menor abocarse a una discusi�n como la que nos ocupa, pero esta encubre, evidentemente, cuestiones mucho m�s profundas. Se nos pide habilitar un ingreso m�nimo de 193 mil pesos. Cabe formularle, en consecuencia, un planteamiento al Gobierno. Y entendemos que ello no debe hacerse con revanchismo, porque tal vez en Administraciones pasadas, si bien se avanz�, eso se podr�a haber intensificado; pero creo que estamos en un estadio distinto al de 15 o 20 a�os atr�s. Existen otros requerimientos. En el mundo de la pol�tica se pod�an verificar antes algunos consensos sin participaci�n de la ciudadan�a que hoy d�a resultan imposibles, ya que es preciso construirlos, al igual que las gobernabilidades, con la concurrencia de la mayor�a. Por lo tanto, se registra una demanda de la sociedad chilena. Como lo han repetido muchos parlamentarios, a lo mejor no es posible atender hoy d�a la petici�n de la CUT en orden a un ingreso m�nimo de 250 mil pesos, pero me parece que media un gran consenso respecto de que el pa�s puede dar un salto en materia de dignidad y hacer un esfuerzo para disponer un monto de al menos 200 mil. Se puede pensar en distintos caminos para enfrentar el asunto, pero juzgo evidente que hay un planteamiento de fondo en el sentido de que Chile puede avanzar y asumir ese compromiso y que ello se encuentra por sobre las diferencias. Algunos optar�n por la habilitaci�n del proyecto, con la esperanza de flexibilidad; otros la rechazar�n para insistir con m�s fuerza en un ingreso m�nimo de 200 mil pesos. Sin embargo, estimo que el pa�s no puede seguir eludiendo una cuesti�n principal y que creo que va a marcarnos en las pr�ximas d�cadas, as� como tambi�n a las disputas municipal y presidencial: la sociedad chilena est� exigiendo niveles de igualdad muy superiores a aquellos que ha sido posible satisfacer tanto en el pasado como hoy. Porque a veces no se trata solo de voluntad. Tal vez no se han dado siempre las condiciones pol�ticas para poder avanzar en la materia. Y esa discusi�n va a ser insoslayable. Dir�a que la dimensi�n que ha adquirido en la ciudadan�a el debate sobre el ingreso m�nimo tiene que ver con eso: con que aqu� se est� expresando a gritos una demanda por un Chile m�s igualitario. Por tal motivo, espero que el Gobierno recapacite y le ofrezca a la sociedad chilena dar un salto grande, asumir un mayor compromiso de solidaridad e igualdad, y, como lo han expuesto muchos otros Senadores, disponer un monto de 200 mil pesos. Este todav�a es insuficiente para que una persona pueda vivir, pero al menos ser�a un avance. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, todos los a�os discutimos sobre el ingreso m�nimo. No es un problema nuevo. Si la cantidad que representa no es adecuada, si no alcanza para una vida digna, ciertamente ello no data de este a�o ni obedece al Gobierno. Durante m�s de dos d�cadas, los Ministros de Hacienda han tenido que proponer al Congreso un reajuste. Y lo han hecho considerando las condiciones econ�micas de Chile y del mundo. Por cierto, no creo que ninguno de ellos, en los �ltimos 22 a�os, haya presentado una cifra inferior a la que el pa�s, a su juicio, es capaz de ofrecer. Este �ltimo ha crecido en ese per�odo. El ingreso per c�pita que hoy d�a nos enorgullece no se construy� de un d�a para otro ni de un a�o para otro: es el resultado de la acumulaci�n de un esfuerzo. Por lo tanto, afirmar que el ingreso m�nimo planteado por el Gobierno no condice con ese factor implica que los aprobados a�o a a�o tampoco han exhibido esa caracter�stica. Y no considero que, durante los Gobiernos del Presidente Aylwin, del Presidente Frei, del Presidente Lagos y de la Presidenta Bachelet, los Ministros de Hacienda hayan sido tan insensibles como para no tener en cuenta esa situaci�n. El incremento de 182 mil pesos a 193 mil al que se ha llegado ahora representa un 6 por ciento, el doble de la inflaci�n acumulada. Proporcional y conceptualmente, se encuentra en la l�nea de los esfuerzos hechos por todos los Ministros anteriores. En consecuencia, no me parece que sea el momento de rasgar vestiduras y sostener que no puede ser aceptado. Cuando se habla de un ingreso m�nimo de 250 mil pesos, se hace referencia a un aumento de 40 por ciento, imposible de afrontar en un a�o, obviamente. Incluso 200 mil pesos representan un 10 por ciento m�s, lo que importa un esfuerzo tremendo. Y es probable que muchas empresas -peque�as, medianas o grandes- no sean capaces de cumplir con ese porcentaje, porque es preciso considerar que no solo estamos refiri�ndonos a los que ganan el ingreso m�nimo. Probablemente, ese incremento subir�a en igual proporci�n las remuneraciones de todo el personal Frente a este hecho, quisiera llamar a la reflexi�n y que se hiciera un an�lisis, no de la situaci�n en el a�o en curso, sino de la trayectoria del asunto en los �ltimos 22. Quisiera tambi�n que se adquiriera clara conciencia de que ac� no estamos disponiendo de fondos p�blicos, sino de la capacidad de agentes del sector privado -peque�os, medianos o grandes- para aumentar, en virtud de una ley, las remuneraciones. Los recursos estatales se han destinado a complementar los ingresos de los sectores con mayores necesidades. Para eso aprobamos el ingreso �tico familiar; para eso existen subsidios y transferencias monetarias. �Qu� pasar�a si en el Senado no se re�nen los dos tercios para habilitar la discusi�n del proyecto enviado por el Gobierno? Suceder�a algo muy simple: no podr�amos ni siquiera hacer referencia a 193 mil pesos y nos mantendr�amos en 182 mil, y no ser�a posible el reajuste autom�tico de beneficios sociales cuyo incremento se halla unido al del ingreso m�nimo. Por eso, llamo a esta Corporaci�n a habilitar la discusi�n de la iniciativa, para que esta pueda seguir su tr�mite, para que la C�mara pueda verla nuevamente. Con toda honestidad, creo que dejar el salario m�nimo en 182 mil pesos e impedir que asignaciones familiares u otros beneficios se reajusten ser�a un error gigantesco, que espero que el Senado no cometa. Gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Allende. La se�ora ALLENDE.- Se�or Presidente, esta discusi�n, en la forma, se refiere a la habilitaci�n de la iniciativa, pero resulta inescapable -y ser�a absurdo sortear el punto- abordar el tema de fondo. Adem�s, se dio una situaci�n bastante particular: la C�mara de Diputados rechaz� el proyecto -al Senado no le cabe responsabilidad en ello- ante la ausencia de un di�logo. De hecho, el Gobierno, entre otras cosas, no contaba con el acuerdo de sus dos partidos. El Senador Carlos Larra�n ha explicado aqu� muy detalladamente el acuerdo al que lleg� Renovaci�n Nacional. Dio a conocer las razones que lo motivaron y los elementos considerados. En virtud de ello, dicho partido concluy� que, en definitiva, el pa�s est� en condiciones de proporcionar un reajuste que dejara en, a lo menos, 200 mil pesos el salario m�nimo. Todo lo anterior llev� al Gobierno, que tampoco tuvo la capacidad de dialogar con la Oposici�n, a un resultado negativo en la C�mara de Diputados. Nosotros podemos decirle ahora al Ministro de Hacienda, quien se halla presente en la Sala, que aprobaremos la habilitaci�n, si garantiza un piso de 200 mil pesos como ingreso m�nimo. Pero no lo haremos, si no es capaz de expresar dicha voluntad. �Por qu�? Porque ello es posible, pese a que se manejan muchas cifras desde una u otra mirada. Cuando pa�ses como Australia, B�lgica, Estados Unidos, Holanda, Canad�, Francia (entre 1985 y 1990) ten�an el mismo PIB per c�pita ajustado por paridad de poder de compra que hoy posee Chile, su salario m�nimo era, por lo menos, el doble o el triple del que exhibimos en la actualidad. Por eso -y con raz�n-, la Fundaci�n SOL plantea que todos los a�os se discute el salario m�nimo como si este se encontrara en una situaci�n de equilibrio o por sobre el valor adecuado para la econom�a chilena. Se�ala que este error de diagn�stico se traduce en no reconocer una deuda de arrastre. Dicha Fundaci�n, adem�s, habla del salario m�nimo como proporci�n del PIB per c�pita mensual. Hay un �ndice que expresa tal aspecto. Si el ingreso m�nimo es 0,3 veces dicho PIB o menor a �l, como ocurrir�a si nos qued�ramos en los 191 mil pesos, en verdad estar�amos ante lo que se llama un "minisalario". Y nosotros sabemos que el pa�s, afortunadamente, ha logrado triplicar su ingreso per c�pita. Al d�a de hoy estamos hablando de 18 mil d�lares. Sin embargo, el desarrollo de nuestra econom�a -tema que nos duele y que hemos tratado m�s de alguna vez- no se condice con una distribuci�n del ingreso m�s equitativa. En los �ltimos 22 a�os, la econom�a chilena creci� en promedio 5 por ciento anual. Y, como dije, su PIB per c�pita ajustado por paridad de poder de compra ser� en 2012 de 18 mil d�lares. No obstante, somos una de las 15 naciones con la peor distribuci�n del ingreso del mundo, lo que resulta muy lamentable. Aqu� tambi�n se record� que el per c�pita aut�nomo de los hogares m�s ricos es 830 veces mayor que el de los hogares m�s pobres. Ello, claro, sin aplicar ninguno de los subsidios. Una vez incorporada la cantidad de beneficios, fruto de las pol�ticas sociales focalizadas en los sectores m�s vulnerables, evidentemente que tal cifra se corrige. Asimismo, no resulta aceptable, desde el punto de vista de la igualdad, que dos de cada tres familias vivan con menos de 600 mil pesos al mes, pues tal monto obviamente no les alcanza para cubrir sus necesidades de alimentaci�n, vestuario, transporte, salud, servicios b�sicos. Una de las principales razones que explican estos enormes niveles de desigualdad se encuentra en el mundo del trabajo. Y para revertir la situaci�n, no basta con decir: "Estamos creando empleos". Necesitamos, tal como lo expresa la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT), que estos sean de calidad en sus condiciones contractuales (formalidad, protecci�n, etc�tera). Chile es hoy uno de los pa�ses con mayor extensi�n en su jornada laboral. Te�ricamente, aqu� es donde m�s se trabaja en el mundo. No digo que tal situaci�n conlleve mayor productividad, pero s� m�s carga horaria. Adem�s, hay bastante precariedad. Hace dos a�os, el 11,6 por ciento del trabajo asalariado era tercerizado (subcontrataci�n); hoy, estamos casi en 17 por ciento. Entonces, uno se empieza a preguntar por las consecuencias que todo lo anterior acarrea. Se ha recordado ac� -y con raz�n- el costo de la canasta b�sica. Y se ha planteado que el reajuste ofrecido por el Gobierno no cubre la l�nea de pobreza. En consecuencia, cabe preguntar: �Por qu� tendr�amos que aprobar este minirreajuste? �Qu� consideraciones �ticas podemos invocar? Hasta hace muy poco tiempo, el propio Presidente de la Rep�blica nos hablaba del �xito de nuestra econom�a, que crece, a diferencia de Europa. Y tiene raz�n. Tambi�n se nos dec�a que sufrir�amos muy pocas consecuencias a ra�z de la crisis internacional. Pero el discurso ha empezado a cambiar lentamente. Ahora nos llaman a la prudencia. Incluso, se justifica el minirreajuste propuesto en funci�n de ciertas "tormentas" que aparecen en el mundo. Y todo ello no corresponde al mensaje que se nos daba hace unos meses, que era exactamente el contrario. Llamaba la atenci�n escuchar al Gobierno decir que Chile se hallaba protegido; que no �ramos Europa; que nuestras finanzas estaban completamente arregladas. Sin embargo, ahora el discurso cambia, y se trata de justificar este minirreajuste. Cuando no existe pago de gratificaciones ni bonos de locomoci�n, el salario m�nimo l�quido queda en 145 mil pesos, lo que equivale solo al 49 por ciento de la l�nea de pobreza familiar. Vuelvo a preguntar a los se�ores Senadores: �Eso es lo que queremos? �Pensamos que eso es lo adecuado? Por otro lado, quiero abordar un tema que aqu� se record�. Se paga salario m�nimo a trabajadores no solo de las pymes, sino tambi�n de otras empresas (de aseo y otras). Hablamos de casi un mill�n de personas. Aqu� se nos explica que no se puede aumentar m�s el ingreso m�nimo mensual porque el mercado fija su monto. Ello es as� en nuestro pa�s debido a que, por desgracia, no existe una sindicalizaci�n fuerte. �C�mo me gustar�a que en esto fu�ramos como Alemania! Ah� existen sindicatos poderosos que se sientan a negociar, a conversar con los empresarios y el Gobierno. Y llegan a acuerdos. En dicho pa�s hay un proceso de sindicalizaci�n s�lido, una motivaci�n para llevarlo a cabo, un respeto al fuero sindical, ausencia de pr�cticas antisindicales y negociaciones colectivas e interempresas, todo lo cual no ocurre en Chile. Por eso resulta tan relevante la iniciativa que nos ocupa. Debemos fijar el monto del salario m�nimo para los sectores m�s vulnerables, precisamente porque nuestros trabajadores no poseen dicha capacidad sindical, la cual es muy necesaria. Tampoco se cuenta con estudios, proyecciones, estad�sticas, simulaciones, que nos hagan creer lo que a ciertos sectores les encanta se�alar. Lo curioso de todo estriba en que a los grandes empresarios, quienes normalmente no pagan el sueldo m�nimo, es a quienes m�s les gusta destacar la crisis que enfrentar�a el pa�s si se subiera demasiado dicho salario. En verdad, estamos acostumbrados a o�r ese discurso catastrofista, porque se repite a�o a a�o. Por �ltimo, no puedo dejar de reiterar que el monto del ingreso m�nimo mensual tiene directa relaci�n con la igualdad, con la distribuci�n de la riqueza, con la disminuci�n de la pobreza. F�jense, Sus Se�or�as, en la situaci�n de la Regi�n de Atacama. El 17,5 por ciento de la poblaci�n vive en condiciones de pobreza, de acuerdo a la CASEN 2009, lo que se contrapone con una tasa de desempleo que llega a 4,2 por ciento. Esto es, pr�cticamente, pleno empleo. �Qu� significan esas cifras? No necesariamente que hay menos desocupados y m�s pobres, sino que los trabajos que se est�n creando no son suficientemente buenos, de acuerdo a los par�metros de la OIT, que nos permitir�an afirmar: "Tal empleo es decente y da para cubrir todas las necesidades". Termino diciendo nuevamente: Ministro, como se lo ha pedido el partido del Presidente de la Rep�blica, Renovaci�n Nacional -lo reiter� hoy el titular de esa tienda pol�tica-, si usted fija un piso de 200 mil pesos, nosotros votamos a favor de la habilitaci�n. No lo haremos, si no es capaz de asumir un compromiso con los sectores m�s despose�dos de nuestro pa�s. S� creemos que el salario m�nimo refleja la desigualdad, la mala distribuci�n. El se�or ESCALONA (Presidente).- Consulto a la Sala lo siguiente. Son las 19 horas. Ya es el tiempo de inicio de la hora de Incidentes. Estaba previsto rendir homenaje por parte de los Senadores de la Quinta Regi�n al conocido radiodifusor se�or Santiago Chiesa Howard. Solicito el asentimiento un�nime de la Sala para que se pueda realizar este homenaje y, en consecuencia, abrir un par�ntesis en el debate que nos ocupa. El se�or LARRA�N.- Pero en el entendido de que hoy despachamos el proyecto en an�lisis. El se�or WALKER (don Ignacio).- S�. El se�or ESCALONA (Presidente).- Naturalmente. La "discusi�n inmediata" nos obliga a despachar la iniciativa en esta sesi�n. El se�or NOVOA.- Se podr�a iniciar la votaci�n. El se�or ESCALONA (Presidente).- Se�or Senador, los problemas de qu�rum no me permiten abrir la votaci�n todav�a. �Hay acuerdo para suspender el tratamiento del proyecto para proceder a rendir el homenaje? --As� se acuerda. HOMENAJE EN MEMORIA DE DON SANTIAGO CHIESA HOWARD El se�or ESCALONA (Presidente).- Conforme a lo resuelto reci�n, corresponde rendir homenaje al conocido radiodifusor de la Quinta Regi�n se�or Santiago Chiesa Howard. Tiene la palabra el Senador se�or Chahu�n. El se�or CHAHU�N.- Agradezco a la Sala por permitirnos rendir este homenaje en medio de una discusi�n tan importante para el pa�s como el reajuste del monto del salario m�nimo. Se�or Presidente, Honorable Sala, distinguida familia de don Santiago Chiesa: Me he permitido hacer uso de esta tribuna para expresar un merecido reconocimiento a quien fuera un destacado radiodifusor de Vi�a del Mar y de la Regi�n de Valpara�so: don Santiago Dante Chiesa Howard. Hay hombres que tras una sencillez plena llevan dones personales de alta jerarqu�a. Es el caso del recientemente fallecido Santiago Chiesa, Director Gerente de Radio Festival, cuya alta sinton�a es una comprobaci�n del elevado rango del creador de su programaci�n. De trato directo, sin empaques, era una persona de proximidades, que recib�a a todos con una calidez que no hac�a distingos de ning�n orden. Hijo de don Santiago Chiesa y de do�a Clara Howard, naci� en Valpara�so el 4 de octubre de 1936, en la maternidad del entonces hospital San Agust�n, que m�s tarde fuera denominado "Enrique Deformes" y que se encontraba emplazado en el mismo lugar donde posteriormente se erigi� la edificaci�n que actualmente alberga a nuestra Corporaci�n. Fue bautizado en la parroquia Los Doce Ap�stoles, aleda�a a este edificio. Vivi� su ni�ez en la calle Angamos del cerro Monjas de esta ciudad, y estudi� en la Escuela O'Higgins. Posteriormente, se mud� a Vi�a del Mar, residiendo en el pasaje 5� Oriente, a un costado de la parroquia San Antonio, donde se hizo de grandes amigos que conserv� durante toda su vida. Estudi� en el Instituto Comercial de la ciudad jard�n, donde obtuvo su t�tulo de contador el 30 de septiembre de 1960, despu�s de haber realizado su pr�ctica profesional en la Planta Ballenera de la localidad costera de Quintay. Asimismo, cumpli� con su servicio militar obligatorio en el recordado Regimiento Coraceros, que durante tantos a�os estuvo emplazado en la avenida 15 Norte. Fue un destacado deportista. Particip� con mucho entusiasmo en competencias de remo y de b�squetbol. Esto �ltimo, en la Asociaci�n de B�squetbol de Vi�a del Mar, representando al Club Ranking. En 1953 obtuvo el trofeo como campe�n juvenil de Chile en los 100 metros estilo pecho, ocasi�n en la que marc� un r�cord nacional que se mantuvo por mucho tiempo. En 1961 se cas� con do�a Rosa Venegas, matrimonio que perdur� durante el resto de toda su vida, y del cual nacieron sus cuatro hijos. Ella era hija de un pionero tambi�n de la radiodifusi�n chilena: Joaqu�n Venegas, due�o de la radio Los Casta�os de Vi�a del Mar. Despu�s de haber tenido una oficina contable en la que ejerci� su profesi�n, incursion� en negocios de car�cter art�stico. En el a�o 1967, unido en sociedad con otro conocido vi�amarino, don �ngel Lagomarsino, cre� la legendaria discoteca Topsy, ubicada en la subida Los Ositos de Re�aca, que lleg� a ser una de las m�s famosas de Sudam�rica, y en la cual muchas generaciones (j�venes de Vi�a del Mar y de otras ciudades y pa�ses) disfrutaron de momentos de sano esparcimiento. En 1976 compr� la filial de la Radio Miner�a en Vi�a del Mar, que dio origen a la Radio Festival, emisora que a�n contin�a su obra, como una de las m�s populares de la ciudad y de la Regi�n. En esta estaci�n radial se formaron generaciones de periodistas y locutores, que han sido muy reconocidos tanto a nivel regional como nacional. Su fama como radiodifusor trascendi� ampliamente, lo que llev� a sus cong�neres a elegirlo Presidente Nacional de la Asociaci�n de Radiodifusores de Chile (ARCHI), cargo que declin�, ya que ello le significaba viajar constantemente a la capital y �l prefer�a permanecer sirviendo a su p�blico en Vi�a del Mar, por lo cual solo acept� el cargo de Vicepresidente Nacional y Presidente Regional de dicha entidad. Asimismo, perteneci� a la Asociaci�n Chilena de Agencias de Publicidad (ACHAP). Se destac� tambi�n por ser un gran defensor del regionalismo y de las entidades propias de nuestra Regi�n, tales como su comercio, sus empresas e industrias. A la vez, fue un colaborador permanente de la Fundaci�n Refugio de Cristo, que ayuda a la ni�ez desvalida y que fuera creada en 1952 por el recordado sacerdote Ren� Pienovi. Pese a tener una mentalidad librepensadora y laica, colabor� con muchas otras instituciones de beneficencia, tanto de car�cter religioso como de otro origen, que lo tuvieron como su padrino y benefactor. Asimismo, fue miembro del C�rculo de Alguaciles de Carabineros de la ciudad. Tuvo amigos de todas las tendencias pol�ticas, filos�ficas y religiosas, y ellos valoraban en �l su gran entrega desde la verdadera tribuna que le ofrec�a la radioemisora que dirig�a, en la cual su hija Rossana le colabor� desde joven, quien a�n contin�a con esta magn�fica obra. En el a�o 2010, la Municipalidad de Vi�a del Mar, representada por su alcaldesa, le hizo un merecido reconocimiento por sus grandes virtudes de apoyo a la comunidad, acto que se llev� a cabo en el teatro municipal de la ciudad. Fue un hombre alegre, carism�tico y de gran optimismo, leal y exigente de lealtad, lo cual le vali� el respeto de todos quienes de una u otra forma lo conocieron y tuvieron el privilegio de alternar con �l. Despu�s de una breve pero penosa enfermedad, falleci� a los 75 a�os, el 26 de febrero pasado. Sus funerales constituyeron una sentida muestra del cari�o y afecto que tantos ciudadanos vi�amarinos le profesaban, quienes valoraron la entrega que hizo a la comunidad desde la radio que cre�, y que es de origen genuinamente regional. Por ello, constituye un honor para el Senador que habla rendir este sentido homenaje a un ciudadano vi�amarino que llev� a cabo una forma especial de servicio p�blico, que no siempre es reconocida, pero que �l ejerci� de buena manera. �l dej� una verdadera impronta en el espectro radial. Era un hombre sumamente generoso, un excelente esposo y un buen amigo. �l no quer�a morirse sin antes cumplir 50 a�os de matrimonio. Lo logr� pese a su enfermedad, y lo celebr� con una gran fiesta junto a sus amigos. Se trataba de un hombre extraordinario. Sin lugar a dudas, un ejemplo a seguir para su familia. Y para la Radio Festival, el desaf�o es continuar la senda que �l traz�. Fue un hombre de condiciones espectaculares, extraordinario, que realmente merece el homenaje del Congreso. Se�or Presidente, le reitero mis agradecimientos por haber interrumpido el tratamiento del proyecto que nos ocupa para este efecto. Gracias. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Lagos. El se�or LAGOS.- Se�or Presidente, Honorable Senado, familiares y amigos de don Santiago Chiesa: Como Senador por la Quinta Regi�n costa, no he querido estar ajeno al homenaje promovido por el estimado colega y amigo Francisco Chahu�n a su gran amigo y destacado comunicador don Santiago Chiesa Howard. La biograf�a de don Santiago, que tan bien ha relatado el Senador Chahu�n, da cuenta de la vida de un hombre �ntegro, querend�n y siempre preocupado de su familia: como hijo, como hermano cari�oso y, m�s tarde, como un esposo ejemplar y un padre excepcional. Tuvo la capacidad, y aun la inteligencia de los grandes hombres, de integrar sus labores profesionales a sus obligaciones al frente de su familia, que lleg� a extenderse a todos cuantos se desempe�aron en Radio Festival, donde era cari�osamente identificado como "El Jefe Moreno", por su intenso color de piel, lo cual caracteriz� una especial manera de comunicaci�n l�dica, donde cada integrante de la radio ten�a un sobrenombre cari�oso y respetuoso, que hac�a m�s cercana y grata la comunicaci�n. Sus compa�eros de labores guardan gratos recuerdos de almuerzos en el pasaje Cousi�o, a donde sol�a llegar con una buena bota de vino bajo el brazo. Ah�, entre almuerzos y arduo trabajo, naci� Radio Festival y forj� asimismo un fuerte lazo -irrompible- que durar�a hasta el fin de sus d�as. Rossana Chiesa, su orgullosa hija, quien hoy nos acompa�a, nos contaba c�mo todo lo que ella sabe y es se lo debe a su padre, con quien comenz� a trabajar al frente de Radio Festival a los 18 a�os de edad, aprendiendo directamente de su padre la no sencilla labor de la radiodifusi�n y a dirigir un medio de comunicaci�n social. Radio Festival, "la radio en colores de Chile", cuando reci�n aparec�an los colores en la televisi�n, permiti� colorear en otra dimensi�n tiempos amargos y dif�ciles. Consciente del rol social de la comunicaci�n, integr� su trabajo a la comunidad. As�, por ejemplo, el Mercado de las Pulgas, uno de los m�s conocidos espacios de la Radio Festival, es el mejor reflejo de su compromiso con la sociedad porte�a, que siempre ha contado -y de manera gratuita, hay que destacarlo- con esta valiosa herramienta para satisfacer un sinf�n de necesidades. En el alma de don Santiago no hab�a espacios para la discriminaci�n, ni mucho menos para la arbitrariedad. Era un hombre bueno y sencillo, que supo cultivar amigos a donde quiera que fuera. No sab�a de distinci�n de clases, ni de religi�n, ni de orientaci�n sexual ni mucho menos de distingos pol�ticos. Hasta cierto punto era una persona extra�a, pues -al menos as� se nos ha indicado-, a lo largo de toda su vida, no tuvo un solo enemigo. Nieto de inmigrantes italianos llegados a la ciudad de San Felipe, naci� sobre este mismo suelo -literalmente-, en lo que era el hospital Deformes, el 4 de octubre del a�o 1936, en un Valpara�so que siempre quiso y al que, ya mayor, no se cansaba de mirar desde su residencia, en el barrio de Recreo, que siempre ha sido m�s porte�o que vi�amarino, en todo caso. Hombre de desaf�os, ya que a los 17 a�os de edad obtuvo el premio como campe�n nacional de nado estilo mariposa, marcando el r�cord en los 100 metros. Tambi�n consigui� uno de los m�s preciados logros de todo comunicador, con la primera sinton�a de la Radio Festival, desde su aparici�n en el a�o 1976, de manera permanente. Santiago Chiesa, como todo hombre, tambi�n atraves� por momentos amargos. Al poco tiempo de colocar la radio en el aire, sufri� la p�rdida de una de sus hijas, en un lamentable accidente dom�stico. Tuvo que sobreponerse y seguir adelante. Lo ayudaron su familia, su amor, su autoestima, su m�sica favorita -la brasile�a- y los amigos que cultiv� durante toda su vida, la cual, al igual que su emisora, conoci� de alegr�as, dolores y, sobre todo, de colores. Para la familia y sus amigos, todo mi cari�o y afecto. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ignacio Walker. El se�or WALKER (don Ignacio).- Se�or Presidente, a t�tulo personal, en nombre de mi se�ora, Cecilia Eche�ique -que mucho lo quiso, igual que �l a ella-; de la bancada de Senadores de la Democracia Cristiana; del Partido Dem�crata Cristiano; tambi�n, por cierto, como Senador por la Regi�n de Valpara�so, y en representaci�n de mi colega y amiga, la Senadora se�ora Lily P�rez, con quien tenemos la responsabilidad de representar a la Quinta Regi�n interior, hemos querido rendir este homenaje en memoria de nuestro querido amigo Santiago Chiesa Howard, ciudadano ilustre, destacado, de nuestra Regi�n, con quien nos uni� una gran amistad -tambi�n con mi mujer-, durante muchos a�os. Don Santiago Chiesa tuvo m�ltiples facetas a lo largo de su vida. Fue fundador, director y gerente de Radio Festival CB1270 AM, lo cual se debe destacar, porque a pesar de transmitir en la frecuencia AM, ha logrado no solo subsistir, sino imponerse como el principal medio de comunicaci�n de nuestra Regi�n. Asimismo, fue directivo de la ARCHI (Asociaci�n de Radiodifusores de Chile); integr� el Directorio del Consejo Nacional de Autorregulaci�n y �tica Publicitaria (CONAR), entre muchas otras labores profesionales a lo largo de su vida. Era un vi�amarino de coraz�n. Un hombre creativo, alegre, deportista. En su juventud, practic� el waterpolo y el basquetbol. Con un estilo absolutamente rupturista para la �poca -se podr�a decir- que viv�a la radiofon�a en los a�os 70, Chiesa fund� la "Radio en Colores de Chile". As� la llam� el 1� de octubre de 1976. Lo que fue una tremenda innovaci�n y un acto de osad�a en ese momento. Actualmente, "La Number One" (como es conocida popularmente) tiene cobertura en toda la Quinta Regi�n, y a trav�s de Internet llega a los cinco continentes, transmitiendo las 24 horas del d�a, los 365 d�as del a�o. Una radio alegre, creativa, servicial, fue su primer sello. Todav�a perduran estas caracter�sticas hasta el d�a de hoy. El contenido de su programaci�n radica principalmente en los servicios a la comunidad, que son variados, de gran �xito y audiencia, y que en la actualidad la posicionan como la emisora m�s escuchada de la zona. M�s all� de la m�sica y de las noticias elaboradas por un extraordinario equipo de periodistas -destaco a Jos� Luis Valle, con quien conversamos semana a semana- y radiocontroladores -dentro de los que resalto la funci�n de mi amigo Eduardo �rdenes, con quien siempre nos comunicamos telef�nicamente-, los radioescuchas valoran la animaci�n en vivo y el estilo inconfundible de los p�caros profesionales, que magistralmente llevan alegr�a, informaci�n y entretenci�n a los hogares de la Quinta Regi�n. Esta m�stica de trabajo fue la que siempre impuls� y foment� don Santiago Chiesa Howard, la cual es la verdadera herencia que lega a los radiodifusores de Chile y de nuestra Regi�n, y que ahora su hija Rossana -que se encuentra con nosotros-, a cargo de la radioemisora, quiere continuar. Por lo tanto, como Senadores por la Quinta Regi�n interior, junto con la colega Senadora se�ora Lily P�rez, en nombre de la provincia de Marga Marga, las comunas de Quilpu�, Villa Alemana, Limache, Olmu�, en fin; las provincias agr�colas de Petorca, Quillota, San Felipe y Los Andes, y las comunas de Puchuncav� y Quintero, donde la radio tiene una sinton�a y audiencia muy leal, rendimos este sentido homenaje en memoria de don Santiago Chiesa Howard. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Lily P�rez. La se�ora P�REZ (do�a Lily).- Se�or Presidente, quiero agradecer a los Senadores se�ores Ignacio Walker -que acaba de intervenir-, Francisco Chahu�n y Ricardo Lagos, porque en la Regi�n de Valpara�so, en las circunscripciones tanto Cordillera como Costa, hemos desarrollado una amistad profunda y muy leal entre nosotros, como parlamentarios. Estamos muy contentos de poder expresarlo esta tarde. Asimismo, debo manifestar a la familia de don Santiago Chiesa Howard que, para nosotros, es un orgullo representar a esta Regi�n y haber tenido siempre espacio y cabida en los micr�fonos de Radio Festival. As� fue siempre. Por eso no olvidamos los programas dirigidos por don Luis Mu�oz Ahumada, que por ah� anda con sus "sanguchitos" de queso con jam�n, sus hallullitas hist�ricas; ni tampoco el profesionalismo de don Eduardo �rdenes, como muy bien record� mi amigo Ignacio. En verdad, ser�a injusto nombrar a algunos y no a todos quienes trabajan en la Radio Festival, como radiocontroladores, locutores y muchas mujeres que all� se desempe�an. Dicha emisora est� a cargo de Rossana, su hija. No tengo duda de que el legado dejado por don Santiago lo sabr� llevar adelante con mucho �xito, porque se trata de una estaci�n radiodifusora que representa muy bien el esp�ritu regional. La nuestra es una Regi�n empe�osa, cari�osa, donde las cosas se hacen de buena fe. Y realmente es un orgullo para nosotros contar con muchos medios de comunicaci�n regional y local, como la Radio Festival, que naci�, como bien se record�, como AM. Agradezco a la Sala el habernos permitido rendir este breve homenaje y doy las gracias a la familia de don Santiago por acompa�arnos. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). REAJUSTE DE MONTO DE INGRESO M�NIMO MENSUAL. TR�MITE HABILITANTE El se�or ESCALONA (Presidente).- Contin�a la discusi�n del proyecto sobre ingreso m�nimo. Solicito el acuerdo de la Sala para que el Honorable se�or Zald�var asuma la presidencia accidental por unos momentos. Acordado. Tiene la palabra el Senador se�or Ignacio Walker. --Pasa a dirigir la sesi�n, en calidad e Presidente accidental el Senador se�or Andr�s Zald�var. El se�or WALKER (don Ignacio).- Se�or Presidente, al retomar el debate, quiero se�alar que, cuando hablamos de la figura del salario m�nimo, no nos referimos a si es justo o �tico -como lo calific� en su momento, generando todo un debate muy positivo y virtuoso, monse�or Alejandro Goic-, sino a la remuneraci�n m�nima para la subsistencia de una persona o de un grupo familiar, que obviamente est� muy lejos, muy distante de ser un salario justo o �tico. En este momento, nuestra econom�a exhibe un crecimiento econ�mico importante (6,3 por ciento en 2011) gracias al esfuerzo del pa�s; del Gobierno y de la Oposici�n; de empresarios y trabajadores; de muchos a�os de hacer las cosas bien, y cuando se generan cientos de miles de empleos -hay una discusi�n estad�stica; podremos discutir, pero sin duda Chile crece econ�micamente y se crean empleos-, es la oportunidad de plantear lo relativo a las remuneraciones. Resulta evidente que en ese aspecto hay un rezago, una brecha, una contradicci�n, en fin, una realidad bastante chocante a ratos. Porque, no obstante que el pa�s es pujante, crece y genera empleo, los sueldos son bastante bajos. Basta decir que la remuneraci�n promedio es de 405 mil pesos, y el ingreso m�nimo, de 182 mil pesos; o sea, menos del 40 por ciento de dicho promedio. Por lo tanto, es el momento de enfrentar la discusi�n sobre las remuneraciones. Hay una definici�n de los jesuitas de la Universidad de los Trabajadores (INFOCAP) que me gusta mucho. En t�rminos muy sencillos expresa: "Trabajo digno y salario justo", lo que resume con gran elocuencia todo el tema social, desde el punto de vista del empleo y de las remuneraciones: trabajo digno, trabajo decente -�qu� duda cabe; de eso se trata!- y salario justo. No hay un trabajo digno ni decente sin un salario justo. De hecho, en la realidad nacional -de all� su impacto social-, poco menos de un mill�n de trabajadores perciben el salario m�nimo. Muchos asalariados agr�colas de mi Regi�n -por ejemplo, de Petorca, Quillota, San Felipe, Los Andes, Limache, Olmu�, Puchuncav� y Quintero- ganan el salario m�nimo. Lo mismo ocurre con la gente que labora en estaciones de servicio o bencineras, en el retail. Y, �para qu� decir!, en el mundo de las pymes. Por lo tanto, el ingreso m�nimo tiene un impacto directo real, y constituye una se�al, desde la perspectiva de las remuneraciones, para el sector privado. Hoy d�a el salario m�nimo es de 182 mil pesos. El Gobierno ofrece aumentarlo en 6 por ciento; o sea, a 193 mil pesos. Uno podr�a decir que es m�s o menos el promedio de la �ltima d�cada. Efectivamente, entre 2000 y 2010, el promedio de reajuste del ingreso m�nimo fue de 5,6 por ciento. Cabr�a acotar que estamos cerca del rango. Sin embargo, el promedio muchas veces no da cuenta de la realidad econ�mica del pa�s. El IPC de los pobres; la canasta familiar de los sectores m�s populares; el precio de los alimentos, producto tambi�n del impacto del valor de la energ�a -la m�s cara de Am�rica Latina-, etc�tera, hacen que sea absolutamente razonable pensar en esta oportunidad en algo as� como un 10 por ciento de reajuste. Con ello, el monto del ingreso m�nimo subir�a de 182 mil a los 200 mil pesos, de los cuales varias personas han hablado. S�, 200 mil pesos ahora, con un aumento de 10 por ciento, pero pensando -�por qu� no?- en un objetivo mayor, m�s ambicioso. Un eventual salario m�nimo de 250 mil pesos ya est� instalado. Naturalmente, ser�a muy irresponsable proponerlo para este a�o. Es leg�timo que la CUT lo sugiera. Pero un aumento de 30 y tantos por ciento, de la noche a la ma�ana, de un a�o a otro, tal vez ser�a exagerado. Pero no as� el plantearlo como un objetivo a 3 o 4 a�os. �Qu� significar�a eso? El incremento a 250 mil pesos en cuatro a�os, de aqu� al 2015, implicar�a un reajuste anual de 8,3 por ciento, bastante m�s que el 5,6 por ciento de reajuste nominal del salario m�nimo de la �ltima d�cada. Y si fuera a tres a�os, ser�a de 11 por ciento anual nominal. Tal porcentaje incluye, por supuesto, el indicador tanto de la inflaci�n esperada como el de la productividad, as� como el componente de equidad, que es m�s pol�tico. En ese sentido, no hay que temer a la palabra "pol�tica" porque -insisto-, frente a la coyuntura actual del precio de los alimentos, producto del impacto de la energ�a y de un IPC aproximado de 10 por ciento de la canasta para el mundo popular, no aparece como algo descabellado pensar este a�o en elevar el ingreso m�nimo a 200 mil pesos, por lo menos como piso, para tratar de hacer frente al alza de los alimentos. Se�or Presidente, antes de terminar quiero exponer una cuesti�n que es inescapable. La discusi�n que tiene lugar, a�o tras a�o, sobre el reajuste del salario m�nimo y de las remuneraciones del sector p�blico siempre tensiona. Es bastante estresante para el Estado y para los partidos pol�ticos de Gobierno y Oposici�n. Es una discusi�n necesaria, por cierto, pero se impone la necesidad de definir hacia el futuro, incluso m�s all� de este Gobierno, un mecanismo, un sistema, un procedimiento o unos par�metros lo m�s objetivos e independientes en esta materia. Siempre habr� una decisi�n pol�tica y tambi�n un margen de equidad. Pero es imperioso objetivar la discusi�n. Por lo tanto, personalmente pienso que -creo que tambi�n la Democracia Cristiana, donde hemos conversado tantas veces sobre el punto-, surge el imperativo de definir hacia el futuro, en una perspectiva de mediano y largo plazos, un sistema, mecanismo, procedimiento o par�metros que en verdad permitan salir de la discusi�n que se realiza a�o a a�o, en la que, evidentemente, el Ejecutivo siempre tiene la voz principal, porque adem�s le corresponde la iniciativa exclusiva sobre la materia, como debe ser. Soy partidario de que, en una democracia como la nuestra, el Gobierno, cualquiera que sea su color pol�tico, tenga el monopolio de la iniciativa en materia econ�mica. Pero, obviamente, debemos realizar en el Parlamento un debate democr�tico, entre Gobierno y Oposici�n, que nos permita definir -reitero- el monto del ingreso m�nimo, que no es el salario justo, que no es el salario �tico, pero que ha de responder a las necesidades de casi un mill�n de trabajadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador se�or Mu�oz. El se�or MU�OZ ABURTO.- Se�or Presidente, el monto de 193 mil pesos est� muy lejos de constituir un salario �tico y justo y de las expectativas que el propio Gobierno ha creado con su propaganda exitista. Digamos las cosas como son. No ha sido la Oposici�n la que ha se�alado que la econom�a crece viento en popa, como no ocurr�a desde hace a�os. No ha sido la Oposici�n la que se ha congratulado con las cifras de empleo, sin reconocer que en gran parte se trata de trabajo precario, independiente e informal. No ha sido la Oposici�n la que ha llegado a decir, incluso, que estamos cerca del pleno empleo. No ha sido la Oposici�n la que ha sostenido que en Chile faltan trabajadores y que podr�an ampliarse los l�mites para mano de obra extranjera en la agricultura. No ha sido la Oposici�n la que ha manifestado que, mientras el mundo cruje, Chile sigue avanzando. Es el Gobierno el que ha sembrado en la ciudadan�a y en sus trabajadores la convicci�n de que esta econom�a puede y debe darles m�s a los que menos tienen. Es este Gobierno el que alent� esperanzas, en la clase media, en torno de mejoramientos que no ha podido cumplir. Sin embargo, ahora que se deben enfrentar esas expectativas, viene el p�nico. Se argumenta que un ingreso m�nimo mayor generar� desempleo, que vendr� un frenazo, que habr� inestabilidad, y todo lo que escuchamos. Se argumenta, adem�s, lo que suceder�a con las pymes. Pero resulta que muchas peque�as y medianas empresas pagan sueldos superiores al ingreso m�nimo, y que, seg�n revelan las encuestas, a sus propietarios les parece justo que el salario se incremente a 200 mil pesos. �Qui�nes son los que se oponen? Los grandes empresarios; aquellos que ganan millones de d�lares y que se dan el lujo de construir torres fara�nicas; los que se agrupan en las asociaciones gremiales para seguir defendiendo este modelo de crecimiento basado en el chorreo. Seg�n las estad�sticas, muchas de esas grandes empresas pagan sueldos m�nimos, sea directamente, sea a sus proveedores o a sociedades de servicios tercerizados. El nudo de nuestra econom�a est� en un empresariado acostumbrado a marginar reduciendo el costo de los recursos humanos. Y esto no lo invent� yo. Hace algunos a�os, el actual Ministro de Econom�a, Pablo Longueira, cuando era Senador, propuso un proyecto de ley para que en la informaci�n oficial de las sociedades, se difundiera la pol�tica de remuneraciones, considerando la relaci�n entre aquellos que ganan m�s y los que ganan menos. La verdadera responsabilidad social se encuentra en mantener trabajadores bien pagados. Entonces, cuando ahora se plantea un incremento del sueldo m�nimo a 200 mil pesos -suma que sigue siendo muy baja, pero que es simb�lica-, autoridades y dirigentes gremiales cuestionan la oportunidad. Se se�ala que la situaci�n de la Eurozona no hace aconsejable este incremento. O sea, nunca es el tiempo de los trabajadores: si vamos bien, no hay que subir los sueldos ni los impuestos para no provocar un frenazo. Si vamos mal, tampoco se puede y debemos apretarnos el cintur�n. Se�or Presidente, voy a votar en contra de la solicitud de insistencia, porque creo que este sistema, donde algunos siempre tienen la sart�n por el mango y la parte ancha del embudo, no da para m�s. Como le escuch� decir a ese gran dirigente social que es Iv�n Fuentes, los poderosos deben darse cuenta de que la forma de conseguir seguridad y una mejor calidad de vida no pasa por rodearse de rejas e irse a vivir cada vez m�s lejos, sino por pagar bien. Si el empresario remunera bien a sus trabajadores, tendr� tranquilidad, estabilidad y mejor calidad de vida, y podr� lucir su Audi �ltimo modelo y su casa en Chicureo. Mientras eso no ocurra, esta sociedad desigual seguir� sembrando descontento y no poca rabia. Aspiro a que el rechazo al sueldo m�nimo propuesto genere un impacto social que apunte en tres sentidos. 1.- Llegar con el sueldo m�nimo a 250 mil pesos en un horizonte cercano. 2.- Cambiar la legislaci�n laboral en tres puntos claves que permitir�an avanzar en el mejoramiento del nivel de remuneraciones: perfeccionar la normativa sobre el pago de gratificaciones, que hoy muchos burlan con subterfugios; terminar con el multirrut, y fortalecer las organizaciones sindicales y la negociaci�n colectiva. All� est� la f�rmula. Es en cada empresa donde se puede avanzar hacia el objetivo de una mayor dignidad y valoraci�n del trabajo. 3.- Como Senador por Magallanes, reclamo la necesidad de contar con un sueldo m�nimo regionalizado. Es una antigua aspiraci�n de las Regiones extremas del pa�s. Y se la he planteado desde 1994 a cada uno de los Ministros del Trabajo. Ello se fundamenta, esencialmente, en el mayor costo de la vida que significa habitar en dichas zonas. En general, se aprecia la existencia de un valor m�s alto en calefacci�n; en suministros domiciliarios; en servicios como salud y educaci�n; en abarrotes, particularmente frutas y verduras. Esto �ltimo incide, adem�s, en la calidad de la dieta y en riesgos sanitarios ostensiblemente m�s elevados. Necesitamos un sueldo m�nimo regionalizado, como lo he propuesto, o a lo menos separado en las macrozonas norte, central, sur y austral del pa�s. Es hora de asumir que este territorio largo y diverso tiene realidades distintas y que igualar los indicadores y beneficios construye desigualdad. Obtener el ingreso m�nimo en Magallanes implica un menor poder adquisitivo. O sea, all� la faena de un trabajador de ocho o m�s horas diarias vale menos. Esto es tan simple y evidente, y hay que corregirlo. Se�or Presidente, Honorables colegas, necesitamos un salario m�s justo para nuestros trabajadores. Por ello, votar� en contra de la solicitud de insistencia, en tanto no tengamos una proposici�n m�s convincente o un compromiso en torno a los problemas que hemos esbozado. Hasta el momento, no ha habido ninguna oferta o nuevo planteamiento del Gobierno que nos lleve a cambiar de parecer. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador se�or Tuma. El se�or PROKURICA.- �Mire para este lado tambi�n, se�or Presidente! El se�or TUMA.- Se�or Presidente, ya vamos a tener la oportunidad de escuchar al Senador Prokurica defendiendo, seguramente, el aumento del salario m�nimo a 200 mil pesos, monto que Su Se�or�a ha planteado en forma p�blica,... El se�or PROKURICA.- �Por supuesto! El se�or TUMA.-... y quiero felicitarlo porque su proposici�n es bastante m�s cercana a los trabajadores, aun cuando Renovaci�n Nacional, quien habla y otros Senadores han corrido el cerco. Cuando los trabajadores pidieron 250 mil pesos, se baj� el ofrecimiento a 200 mil, y espero que no siga disminuyendo. Por eso, hoy d�a esper�bamos que Renovaci�n Nacional expresara en su votaci�n un rechazo a la posibilidad de seguir debatiendo la idea de legislar respecto de este proyecto. El Senador Carlos Larra�n expres� que aprobar� la habilitaci�n para abrir la posibilidad de que la iniciativa se siga debatiendo, y conf�a en que el Gobierno va a volver al Senado, en el segundo tr�mite constitucional -una vez que se apruebe la insistencia-, con una cifra de 200 mil pesos mensuales. Y eso nos alienta y nos da una esperanza, que estamos dispuestos a respaldar. Por otra parte, en ese evento, queremos que el Senado exprese su mayor�a cuando deba votar cualquier cifra inferior o igual a 200 mil pesos mensuales. Y, en mi opini�n, tendr� la posibilidad de rechazar un guarismo que no sea satisfactorio para los trabajadores del pa�s. En esta ocasi�n, creo que debemos permitir que la C�mara de Diputados vuelva a debatir el proyecto, con el prop�sito de que el Senado conozca alguna cifra sobre la cual podamos pronunciarnos, por cuanto en este momento no estamos votando ning�n guarismo, y no quiero ser responsable de que los trabajadores no obtengan un reajuste. De verdad, conf�o muy poco en que el titular de Hacienda, alejado de la sensibilidad de los trabadores -que me perdone el se�or Ministro, pero quiero manifestarle, con toda estimaci�n, que ha sido bastante mezquino con este reajuste-, ofrezca un monto superior. Y tengo mayor seguridad en que, si nosotros negamos la posibilidad de seguir legislando, �l dir�: "Conforme, los responsables son los Senadores, que impidieron que pudiera seguir tramit�ndose el proyecto y, por tanto, los trabajadores de Chile no tendr�n reajuste". �Yo quiero un reajuste, pero uno mayor! �Quiero que haya debate y que el Senado tenga la posibilidad de expresarse cuando discutamos el guarismo final! Sin duda, las discusiones sobre el salario m�nimo y el reajuste de remuneraciones del sector p�blico son un cuento que viene repiti�ndose durante mucho tiempo y yo, invariablemente, desde hace al menos diez a�os tanto en la C�mara Baja como en esta Corporaci�n, he planteado la necesidad de terminar con este sistema y establecer un mecanismo autom�tico, tal como se utiliza en otros pa�ses. �Por qu� tenemos que provocarles esta tensi�n a los trabajadores, a sus hogares, a sus familias, al Congreso, al Ejecutivo todos los a�os? �Para qu�? �Por qu� no hacemos de una sola vez el debate y fijamos cu�les ser�n los factores que vamos a considerar para este reajuste? Sin duda, un elemento crucial dentro de esta discusi�n consiste en si vamos a considerar entre esos factores la equidad. Porque muchas veces hablamos de la falta de equidad y de que el mayor cuestionamiento que se le hace al modelo -lo dicen incluso los Senadores de las bancadas de enfrente- es la distribuci�n del ingreso. �Bueno!, aqu� tenemos dos grandes oportunidades para mejorar la distribuci�n del ingreso: la discusi�n de un dise�o apropiado acerca de c�mo reajustar el salario m�nimo y asignar las remuneraciones del sector p�blico, como tambi�n el debate sobre la reforma tributaria. Por consiguiente, el Senado tiene esas dos oportunidades para hacerlo. Pero para ello necesita, indispensablemente, contar con la voluntad y el patrocinio del Ejecutivo. Me alegra que esto se plantee por primera vez. Los Gobiernos de los cuales yo fui parte no acogieron la idea, por distintas razones, de realizar algo m�s permanente. Y espero que este Ministro lo haga, en funci�n del inter�s nacional y del bienestar de los trabajadores. Por tal raz�n, puntualmente en esta ocasi�n, mi actitud ser� hacer posible con nuestros votos que se siga debatiendo alg�n guarismo, y yo en particular lo har� con el titular de Hacienda. Pero le aseguro al se�or Ministro que mi voto y, seguramente el de la mayor�a de los que estamos aqu�, incluyendo el de los Senadores del Partido del Presidente de la Rep�blica, no estar�n disponibles para un salario m�nimo inferior a 200 mil pesos mensuales. En consecuencia, la palabra la tendr� el titular de Hacienda en la discusi�n que deber� seguir sobre esta materia si el Senado aprueba este procedimiento de habilitaci�n. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bianchi. El se�or BIANCHI.- Se�or Presidente, cu�nto debate habr�amos ahorrado si el se�or Ministro de Hacienda hubiera comenzado haciendo uso de la palabra para se�alar si est� dispuesto o no a modificar la propuesta del Ejecutivo. Entonces, hablamos sobre algo incierto. Estamos dici�ndole al pa�s que, faltando 15 minutos para las ocho de la noche, a�n no tenemos un acuerdo para ver si en definitiva se modifica o no el guarismo de 193 mil pesos y avanzamos hacia un sueldo distinto del propuesto hasta este momento. �En qu� estamos a esta hora, se�or Presidente? Nos encontramos votando si se habilita o no que este proyecto vuelva a la C�mara de Diputados. Eso es todo. La verdad es que, en la medida en que el Ministro se pierda la oportunidad de guiarnos, de se�alarnos cu�l ser� el rumbo que va a tomar el Gobierno en esta materia, y mientras no se modifique aquella cantidad, sinceramente, por lo menos mi voto no se hallar� disponible para respaldar la solicitud de insistencia. Porque mal podr�amos aprobar lo que se rechaz� en la C�mara y, por la v�a de la habilitaci�n, hacer que el proyecto volviera exactamente igual a esa Corporaci�n. Para tal situaci�n, obviamente, no estoy disponible. Siento que en esta materia hay que permanecer firme hasta el final. En esta oportunidad nosotros decimos, de cara al pa�s, que el Senado tiene plena conciencia de que con ese sueldo m�nimo es imposible disponer de una calidad de vida aceptable, es imposible proyectar una familia. Pero quiero abrirme un poco m�s a la discusi�n que hemos sostenido durante toda esta tarde. He formulado varias propuestas en la materia, y me gustar�a se�alar a lo menos dos que me parecen del todo relevantes. Hoy d�a hablamos del incremento al salario m�nimo, pero jam�s se ha mencionado el de las pensiones. Hace poco tiempo present� un proyecto de ley sobre el particular. Fue declarado inadmisible. Pedimos el patrocinio del Ejecutivo, en el Gobierno anterior y en el actual, y jam�s hubo un pronunciamiento. �Qu� pasa con la pobreza dura que viven nuestros adultos mayores, a quienes, cuando el IPC es negativo, no se les otorga aumento alguno en sus jubilaciones? Sube el costo de la vida y nuestros queridos viejos siguen quedando en la misma situaci�n de siempre. Obviamente, lo justo ser�a que cuando nos refiri�ramos al incremento del salario m�nimo dij�ramos que igual aumento debiera existir para nuestros adultos mayores. Otra situaci�n que me parece del todo relevante, sobre la que tambi�n hemos hecho una propuesta -creo que alg�n Senador mencion� algo al respecto- es la siguiente: como somos un pa�s unitario, se considera un sueldo m�nimo exactamente igual desde el extremo norte hasta el extremo sur. No se reconoce lo que ocurre en el d�a a d�a: existen distintos costos de la vida, y, por lo tanto, no da lo mismo un salario m�nimo de 182 mil, 186 mil, 190 mil, 200 mil pesos, en Santiago que, por ejemplo, en Ays�n; en las Regiones del extremo norte; en la que usted o yo representamos, se�or Presidente; en Puerto Williams; en Tierra del Fuego; o en �ltima Esperanza, donde ese costo es a lo menos un 35 por ciento m�s caro. Entonces, �hasta cu�ndo vamos a seguir aceptando que se fije un ingreso m�nimo exactamente igual para todo Chile cuando las realidades son absolutamente distintas! Por eso, hemos propuesto en muchas oportunidades que se establezcan macrozonas donde, dados los distintos costos de vida en cada una de ellas, se apliquen salarios diferentes. Una tercera reflexi�n en voz alta, se�or Presidente, es que -�perd�nenme!- resulta absolutamente repudiable el constatar que empresas medianas y grandes pagan el m�nimo. Cuando hablamos del salario m�nimo, nos referimos a que es lo m�nimo que se debiera pagar, pero no a que tengan que pagar exactamente eso. Y esa situaci�n la vemos a diario en empresas que perfectamente pueden cancelar remuneraciones mejores. Por eso, a mi entender, debiera haber sueldos m�nimos que fueran en la l�nea de lo que facturan o venden las medianas y las grandes empresas, versus lo que factura una peque�a. Esta claramente no puede llegar al m�nimo de los 200 mil o de los 250 mil que todos deseamos. Y es all� donde el Estado de Chile, considerando que el pa�s es solvente, que crece al 6 por ciento, que no presenta endeudamiento, que est� sano en su econom�a, debiera respaldar a quienes se dice defender permanentemente: los peque�os y los medianos emprendedores, que generan empleo para casi el 90 por ciento de los trabajadores. Entramos hoy d�a a una situaci�n donde ellos, los emprendedores, las emprendedoras, ven que, en definitiva, se vuelve a caer en un discurso que expresa una cosa pero que, en la pr�ctica, los deja absolutamente desamparados. De ah� que nosotros hemos defendido con mucha fuerza un instrumento que apunta a la contrataci�n de mano de obra, como el ex decreto ley N� 889. Y �qu� ha pasado con esto? Le hemos planteado al Gobierno, en muchas oportunidades, la conveniencia de que esa bonificaci�n de 17 por ciento a la contrataci�n de mano de obra en Regiones, como las de Magallanes, de Ays�n, de Arica, vaya al trabajador o a aquel empleador que pague sobre el sueldo m�nimo y, por ejemplo, se le otorgue esa retribuci�n estatal al empleador que pague m�s de un 20 por ciento. Pero �sabe usted lo que hace el Estado, se�or Presidente? Dice: "Mire, le voy a dar el 17 por ciento al empleador, siempre y cuando pague el m�nimo". O sea, produce un brutal incentivo perverso, que hace que en definitiva los empleadores se vean casi en la obligaci�n de cancelar el salario m�nimo, porque de esa manera el Fisco les otorga esa bonificaci�n. Hemos se�alado otras cosas insistentemente. As�, hace dos a�os, con motivo de la discusi�n del reajuste de remuneraciones para el sector p�blico, presentamos indicaciones y enviamos un proyecto de acuerdo donde le dec�amos a este Gobierno: "Mire, establezca un nuevo mecanismo para incrementar el salario, donde la discusi�n sea no solamente pol�tica, sino adem�s t�cnica, y seg�n el cual cada tres a�os -un a�o antes cuando haya elecciones- se pueda volver a negociar, y a negociar bien, en favor de nuestros trabajadores, pero tambi�n con el equilibrio que debe existir, para no perjudicar la situaci�n econ�mica sana que tenemos hasta el d�a de hoy". Esto tambi�n fue propuesto. Me alegra que ahora el Gobierno haya acogido igual sugerencia de parlamentarios de Renovaci�n Nacional. Qu� bueno que as� sea. Eso ya fue consensuado, conversado, propuesto por varios de nosotros hace aproximadamente dos a�os. Se�or Presidente, habr�a sido deseable que el se�or Ministro nos trajera una noticia positiva, tranquilizadora, esperanzadora. Y que, despu�s de todo lo que hemos hablado, el Gobierno se allanara a plantear una f�rmula distinta, un aporte distinto, un incremento distinto. �Y no ha ocurrido as�, desgraciadamente! Por tanto, con un �nimo constructivo, estoy por rechazar absolutamente este guarismo, pero me indican que los votos no est�n. Aun as�, creo que hay que sostener hasta el final una posici�n dura, que en definitiva, les da a nuestros trabajadores mucha m�s dignidad. Si cedemos en esto, desgraciadamente nos vamos a encontrar luego con el olvido del incremento por el Ejecutivo. En consecuencia, creo que debemos mantener un voto hasta el final, para que el Ministro, antes del t�rmino de la presente sesi�n, a lo menos le entregue un mensaje al pa�s. En esto hay una responsabilidad del Gobierno. Hubo una primera responsabilidad de la C�mara de Diputados. No nos vengan a decir que nosotros somos los responsables. �Somos responsables de exigir un mejor salario, m�s dignidad para nuestros trabajadores! El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, como lo planteaba el Senador Bianchi hace un minuto, esta �ltima semana hemos desarrollado un debate amplio sobre el tema del salario m�nimo. Yo siempre he cre�do que este, como sostuvieron el Senador Bianchi y otros colegas, debiera determinarse a trav�s de un polinomio, de una Comisi�n t�cnica que evitara este debate. Porque esta discusi�n trae varios efectos que a mi juicio son negativos. A quienes proponemos que la propuesta del Gobierno debe ser mayor, se nos formulan cr�ticas: que somos irresponsables, populistas. Otros Senadores, de las bancas contrarias, expresan que este reajuste es peque�o, insignificante o taca�o. Yo no estoy en ninguna de esas v�as. Me parece que incorporar como explicaci�n que en la Administraci�n anterior no se dio lo solicitado, tambi�n es un mal argumento. Lo que le interesa a la gente es si el pa�s y el Gobierno pueden hacer un esfuerzo especial, en un momento como el actual, con el objeto de mejorar las condiciones econ�micas de quienes ganan menos. En esta oportunidad, se�or Presidente, planteamos al Gobierno la posibilidad de que este ingreso llegue a 200 mil pesos. Y hemos sido serios al respecto. Hay economistas que han emitido su opini�n acerca de esta materia. Por ejemplo, el Decano de la Facultad de Econom�a de la Universidad de Chile, don Manuel Agos�n, declar�: "Los aumentos en el salario m�nimo que sean razonables" -como el que hemos planteado nosotros- "no van a tener un gran impacto sobre el empleo, especialmente lo que importa es qui�n recibe el salario m�nimo. Es decir, los trabajadores de pymes, trabajadores sin calificaci�n, o con muy poca educaci�n". Chile figura hoy dentro de los cinco pa�ses con mejores expectativas de incremento salarial. Y eso lo decimos todos los d�as nosotros, quienes estamos en el Gobierno. Por eso, le se�alo al Senador Tuma que no solamente a trav�s del salario m�nimo se derrota la pobreza. El Ejecutivo ha hecho muchos esfuerzos, en varias v�as, que no se realizaron anteriormente. A lo mejor no se pod�a antes. No obstante, digamos las cosas como son: la actual Administraci�n, mediante la inversi�n p�blica y privada, ha generado m�s empleo de lo que muchos pensaban, incluso m�s all� de sus propios planes y compromisos. Y esa s� que es una manera de derrotar la pobreza y de crear mejores condiciones para los trabajadores. Pero no solamente el Decano Agos�n opin� sobre el particular, tambi�n lo hizo don Joseph Ramos, quien afirm� que "el d�a que lleguemos a un ingreso per c�pita del orden de los 20 mil d�lares," (hoy d�a es de 17 mil) "el ingreso m�nimo deber�a estar en torno de 250 mil pesos", como plantea la CUT. Elevarlo ahora a esta cifra ser�a una irresponsabilidad, porque se generar�a una desocupaci�n tremenda. Eso es lo que expresa el se�or Ramos. Sin embargo, dicho economista agrega que, seg�n este mismo c�lculo, "para llegar a esta meta, sin ocasionar efectos negativos en materia de empleo, perfectamente el salario m�nimo este a�o podr�a aumentar entre un 7 y un 8 por ciento", que es lo que hemos planteado en Renovaci�n Nacional. Ya he expuesto sucintamente cu�l es la condici�n del pa�s que justificar�a, a nuestro juicio, un mayor esfuerzo. Debo decir que, desde una perspectiva social y econ�mica, el aumento salarial se sustenta en el reciente escenario de alza en los precios de los combustibles; en el IPC, que sube por el incremento de los precios de los alimentos, el transporte, la electricidad; y, especialmente, en el hecho de que al pa�s le ha ido mejor. Es cierto que por la v�a de la ayuda social el Gobierno ha realizado esfuerzos importantes, como lo expres� reci�n. Pero yo digo derechamente: prefiero que la gente se gane su remuneraci�n con su esmero. Yo prefiero eso. Y esa es la raz�n por la cual hemos planteado esta v�a que a nuestro juicio es leg�tima y no populista. Sin embargo, hoy d�a voy a votar a favor de habilitar la tramitaci�n de este proyecto, con el compromiso del Ministro de Hacienda de que se van a hacer esfuerzos, en la forma en que se lo solicitamos al Gobierno, para revisar esta iniciativa legal antes de que ingrese a tramitaci�n en la C�mara de Diputados. No obstante, debo dejar en claro que no he renunciado a que se aumente la propuesta original, porque, a mi juicio, hoy d�a hay espacio, conforme a la situaci�n econ�mica que exhibe Chile, para mejorar el salario de quienes ganan menos. El se�or ESCALONA (Presidente).- Estimados colegas, se�or Ministro, se�ores representantes de medios de comunicaci�n, los quiero invitar -as�, adem�s, puede fluir el pensamiento y surgir alguna soluci�n- al c�ctel con el cual vamos a agasajar el aniversario del Congreso Nacional, porque somos una instituci�n republicana. Se suspende la sesi�n por 20 minutos. --Se suspendi� a las 20. --Se reanud� a las 20:40. )------------------------( El se�or ESCALONA (Presidente).- Contin�a la sesi�n. Quedan ocho Senadores inscritos para hacer uso de la palabra. La n�mina est� encabezada por el Honorable se�or G�mez. El se�or CHAHU�N.- �Me permite se�or Presidente? El se�or ESCALONA (Presidente).- �Por un tema de Reglamento, Su Se�or�a? El se�or CHAHU�N.- Solo quiero apelar a la buena voluntad de los colegas cuya intervenci�n se halla pendiente, entre los cuales me incluyo, para solicitar que reduzcamos el tiempo de debate. El se�or G�MEZ.- Despu�s de mi exposici�n. El se�or ESCALONA (Presidente).- Quedan ahora nueve inscritos, se�or Senador. No es mucho. Tiene la palabra el Honorable se�or G�mez. El se�or G�MEZ.- Se�or Presidente, la situaci�n en que hoy nos encontramos es similar a las que hemos vivido durante varios a�os. Y el tema siempre se reduce a determinados porcentajes (inflaci�n esperada, productividad, etc�tera), pero no hay una mirada a lo que es en realidad el sueldo m�nimo, a lo que necesita una familia para sobrevivir. Porque no vamos a decir que se trata de una remuneraci�n o sueldo que permite vivir con dignidad; solo sobrevivir. Lo anterior significa tomar en consideraci�n que el monto de que estamos hablando ahora -los 193 mil pesos que est� ofreciendo el Gobierno-, si uno lo traduce a la cifra real que recibe una familia promedio de cuatro personas donde una trabaja, es de 154 mil 400 pesos. Esa es la cantidad l�quida de dinero que recibe una familia de cuatro miembros para vivir. Obviamente esa discusi�n, en este contexto y como se plantea hoy, no es entendible. �Por qu�? Porque, conforme a la informaci�n entregada por el propio Ministro, se supone que somos un pa�s que avanza en todos sus indicadores econ�micos y macroecon�micos: hay pleno empleo, un desarrollo de inversiones de m�s de 100 mil millones de d�lares en la miner�a, etc�tera. Entonces, resulta incre�ble que no se pueda realizar un esfuerzo verdadero para discutir un ingreso m�nimo que le permita a una familia, de alguna manera, sobrevivir, como dec�a. Deseo recordar que un economista -tengo aqu� el texto- pidi� ajustar la l�nea de la pobreza con nueva metodolog�a en 2008: "El economista de la Universidad Cat�lica Felipe Larra�n hizo un llamado a actualizar la l�nea de la pobreza de Chile, ante un estudio realizado por �l mismo que arroj� que cuatro millones y medio de personas viven en condici�n de pobreza en el pa�s.". En esa oportunidad, se�al� el economista, no el Ministro, que quienes viven con 81 mil pesos al mes per c�pita est�n bajo la l�nea de la pobreza. Proyectado ese an�lisis acad�mico del actual Ministro, hoy d�a estar�amos hablando de 94 mil 474 pesos. Por lo tanto, para cuatro personas el ingreso tendr�a que ser de 377 mil 896 mil pesos, que corresponder�a a lo que el economista se�al� en ese momento. Insisto: no es el actual Ministro de Hacienda, sino quien analiz� las cifras entregadas por el Gobierno de la �poca y que indic� que estaban totalmente equivocadas. Hago esta menci�n porque, sin duda, lo que �l hizo como acad�mico estuvo correcto. No se trata de culpar a esta Administraci�n, sino de ser claro en cuanto a que, cuando uno analiza la evoluci�n del sueldo m�nimo, la �nica oportunidad en que este se reajust� en 12,7, 12,4 y 10,5 fue en los a�os 98, 99 y 2000, respectivamente, �poca en que aument� considerablemente. Sin embargo, nunca, ni en nuestros Gobiernos ni en el actual, hemos llegado a determinar el monto real de dinero que necesita una familia para vivir con un ingreso razonable. Esa cantidad, sin duda -conforme al estudio efectuado por el acad�mico de la �poca-, no puede ser inferior a los 378 mil pesos que proyect� con tanta propiedad en esa oportunidad Felipe Larra�n. Hoy d�a estamos discutiendo un ingreso m�nimo de 193 mil pesos. El Presidente de Renovaci�n Nacional, con quien concuerdo claramente en que puede hacerse un esfuerzo mayor, plantea uno de 200 mil pesos; la CUT pretende uno de 250 mil pesos, pero al final no hablamos de la realidad. En efecto, si uno desglosa el sueldo m�nimo en una familia: en educaci�n debe gastar 10 mil pesos por un ni�o; en transporte, 33 mil; en vivienda, por arrendar una pieza, 90 mil; en la canasta familiar, 146 mil; en agua, 10 mil; en gas, 8 mil; en electricidad, 15 mil; en parafina, 3 mil 100; en medicamentos, 14 mil, etc�tera. �Alguien puede creer o pensar que los 900 mil trabajadores que hoy reciben el sueldo m�nimo -si lo proyectamos por cuatro, que corresponde al grupo familiar, estamos hablando de 3 millones y medio de chilenas y chilenos que viven con esa remuneraci�n; porque esa es la realidad- pueden vivir en esas condiciones? Por supuesto que no. Entonces, no se trata de ser populista ni de decir que este Gobierno es incapaz, sino de que entre nosotros, ojal� junto con el Ejecutivo, que tiene la iniciativa, busquemos f�rmulas que resuelvan este asunto. Porque la dificultad no radica en si hacemos un reajuste trianual o cuatrienal para llegar a un poco m�s de 200 mil pesos, sino en que discutamos el monto que realmente se necesita. Y no tengo duda alguna de que no es menor al se�alado por el acad�mico Felipe Larra�n: 378 mil pesos. De ser as�, habr�a que llegar de alguna manera en cierta instancia a esa cifra y despu�s ver la reajustabilidad que corresponda para que no se pierda el valor adquisitivo. La Fundaci�n Sol, perteneciente a unos j�venes ingenieros, hace una propuesta. Plantea que el salario m�nimo podr�a ser de 270 mil pesos. �Qu� significa eso y c�mo lo explica? Se�ala que las empresas con ventas anuales de hasta 600 UF recibir�an el 100 por ciento de subsidio, es decir, 54 mil pesos; aquellas que venden entre 600 y 5 mil UF, el 80 por ciento, es decir, 43 mil 200 pesos, y las que venden entre 5 mil y 25 mil UF, el 60 por ciento, que corresponde a 32 mil 400 pesos. �Cu�l es el costo de esta propuesta? 374 millones de d�lares este a�o, porque cada 12 meses va bajando de manera tal que va a llegar el minuto en que los chilenos tendr�n un salario m�nimo decente y digno. �Alguien me puede decir por qu� no invertir, ya no es gasto, 374 millones de d�lares? �C�mo se hace? Colaborando con las peque�as empresas, a fin de evitar el desempleo, para lo cual el Estado se hace cargo de las cotizaciones de esos trabajadores. Su costo es, reitero, de 374 millones de d�lares. �Qui�n podr�a se�alar que invertir esa cantidad hoy terminar�a provocando una debacle nacional? No es posible entenderlo as�. Por eso, al final del cuento, los m�s afectados por esta discusi�n y quienes van a terminar sufriendo con el sueldo m�nimo que se est� planteando son el 65 por ciento hombres y el 35 por ciento mujeres; por tama�o de empresa: en las de menos de 5 trabajadores, el 27 por ciento, y en las de 5 a 10 trabajadores, el 11,7 por ciento; y por edad: entre 15 y 24 a�os, el 28 por ciento; entre 25 y 34 a�os, el 22 por ciento, y entre 35 y 44 a�os, el 20 por ciento. Entonces, por la forma en que se lleva adelante todos los a�os la discusi�n, a trav�s de porcentajes m�s, porcentajes menos, al final terminamos hablando de familias (de 4 integrantes) que van a recibir 154 mil 400 pesos, con lo cual no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir. Por eso, se�or Presidente, a pesar de la situaci�n que se nos plantea, voy a votar en contra de la habilitaci�n. Porque estoy seguro de que este proyecto volver� de la C�mara de Diputados con una suma no superior a 195 mil o 197 mil pesos. Y para ello es preferible poner la tranca ahora, para que el Gobierno se obligue a llevar a cabo un proceso de discusi�n que, sin ninguna duda, sin populismo ni debacle alguna, permita debatir, con elementos precisos, la posibilidad cierta de contar con un sueldo m�nimo digno. Voto que no. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Hern�n Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, a decir verdad, el giro del debate me ha sorprendido en buena manera. Porque, como todos sabemos, estamos llamados a pronunciarnos, no acerca del salario m�nimo que deber�amos tener para este a�o, no sobre el que tenemos que aprobar por ley para reajustar el que se encuentra vigente, sino, simplemente, como se ha dicho hasta la saciedad, en cuanto a habilitar o no a la C�mara de Diputados a los efectos de que pueda continuar el debate respecto de esta iniciativa, en atenci�n a que en el primer tr�mite constitucional la rechaz�. Por lo tanto, la decisi�n me parece razonablemente sencilla. Yo puedo entender mucha de la argumentaci�n -y, probablemente, compartir buena parte de ella- referida a lo que significa el sueldo m�nimo actual para quienes deben vivir de �l. Pero no es lo que estamos discutiendo en esta oportunidad. Hoy d�a debemos resolver si queremos que siga el debate sobre el ingreso m�nimo en la C�mara de Diputados. Se�or Presidente, lo que est�n haciendo quienes se�alan que aqu� no ha habido di�logo -para mi gusto, esta es la mayor contradicci�n-, y que por ello votar�n en contra de la habilitaci�n, es clausurar definitivamente la posibilidad de llevarlo a cabo. Esa es la gran contradicci�n de tal opci�n. Porque la �nica manera de que exista di�logo es habilitar a la C�mara para que siga discutiendo esta materia. No hay otra f�rmula. Si se vota en contra de la habilitaci�n, no se podr� volver a tratar esta materia hasta un a�o m�s. As� lo establece la Constituci�n. Su art�culo 68 lo dispone con claridad: "El proyecto que fuere desechado en general en la C�mara de su origen no podr� renovarse sino despu�s de un a�o". Hay una excepci�n, que es la que ha utilizado el Presidente de la Rep�blica, consistente, en este caso, en insistir ante el Senado para que habilite a la C�mara de Diputados a los efectos de que pueda continuar discutiendo esta materia. Si nosotros rechazamos tal habilitaci�n, va a ocurrir lo que estoy anticipando: el di�logo quedar� clausurado, y los trabajadores no tendr�n reajuste. Es simple, se�or Presidente. Y lo hemos discutido antes. A prop�sito del debate del reajuste de remuneraciones del sector p�blico se plante� la misma situaci�n el a�o pasado. Y por id�nticas razones se aprob� la habilitaci�n. Claro, uno quisiera hacer la discusi�n ahora, pero me parece que esta no es la oportunidad para hacerlo. Tambi�n quiero dejar entrever, en la actitud asumida por la Oposici�n para enfrentar esta cuesti�n, una manera un poco fuera de lugar. Porque una cosa es decir: "A m� no me gusta la proposici�n del Ejecutivo; la considero injusta, inadecuada", o como se la quiera calificar, y una cosa distinta es rechazarla. De esta forma, pareciera que quien est� determinando el sueldo m�nimo es el Congreso: "Yo fijo una cantidad. Y, si no me la dan, �no hay sueldo m�nimo!". Se�or Presidente, esta no es una prerrogativa del Parlamento. Sobre la base de una mayor�a, estamos tratando de cambiar el funcionamiento de nuestro sistema pol�tico. Si queremos modificarlo, hag�moslo. Pero no juguemos las dos cartas, que es lo que me parece que est� ocurriendo. Por eso -lo digo con todo respeto-, considero una actitud irresponsable el impedir un tr�mite habilitante que permita seguir con el di�logo. El turno ser� para la C�mara de Diputados si la habilitamos para ese efecto. Ya llegar� el proyecto ac�, cuando tendremos la oportunidad de fijar nuestras posiciones, de presionar y de dialogar hasta lograr lo que estimemos m�s adecuado. Pero no me parece que ello sea factible a trav�s del camino que algunos han se�alado, de rechazar la habilitaci�n para que la C�mara de Diputados pueda volver a discutir esta materia. Cuando nosotros fuimos Oposici�n, en muchas ocasiones quisimos un reajuste mayor para el sueldo m�nimo. Y lo planteamos una y otra vez. Pero entend�amos nuestro rol, que no era de gobierno, pues a nosotros no nos hab�an elegido para gobernar, para conducir los destinos del pa�s. Para eso hab�a sido electa la Concertaci�n. Por lo tanto, hac�amos lo que pod�amos, pero dentro del margen de movimiento que ten�amos como parlamentarios. �Nunca rechazamos el alza del sueldo m�nimo! �Jam�s! Y esa es una se�al de responsabilidad pol�tica, no de acuerdo pol�tico. Hacer lo contrario me parece que instala un precedente funesto, que genera la sensaci�n de que estamos con una Oposici�n que le niega la sal y el agua al Gobierno y que es capaz de rechazar un reajuste para los trabajadores con tal de dejarlo mal. No creo que esa sea una buena lectura. No es lo que esperan los trabajadores de Chile. De modo que quisiera hacer un llamado a actuar con mayor responsabilidad en esta materia, para entrar al debate de fondo cuando corresponda. Sobre este �ltimo, no deseo dejar pasar la oportunidad para manifestar algunas reflexiones. La primera es que aqu� no hay que confundir el sueldo m�nimo deseable con el sueldo m�nimo posible. Sin duda alguna, todos quisi�ramos que el salario m�nimo fuese de 250 mil pesos o m�s. Porque es evidente que nadie puede vivir en forma digna con un ingreso de 190 mil o de 200 mil pesos. Eso es as�. Los datos ya se han dado, y no me parece necesario abundar al respecto. Sin embargo, �eso quiere decir que debemos subir el sueldo m�nimo a un monto que realmente permita vivir con dignidad? Si fuera tan f�cil, los Gobiernos de la Concertaci�n lo habr�an hecho hace rato y no estar�amos con esta discusi�n. Si se tratara, simplemente, de una cuesti�n que se puede solucionar a trav�s de la ley, a lo mejor ya tendr�amos un sueldo m�nimo de 300 mil pesos. Si por ley pudi�ramos subir el ingreso m�nimo a lo deseable -imagino que no se lo est�n pidiendo al Presidente Pi�era por tener alguna capacidad especial-, los Gobiernos de la Concertaci�n ya lo habr�an hecho. Y si no lo hicieron es porque actuaron con alguna responsabilidad y con cierto sentido com�n. En Per�, el sueldo m�nimo es la mitad del que se gana en Chile. Por algo los peruanos se vienen a trabajar ac�. No lo hacen porque nos consideren muy simp�ticos, aunque muchos a lo mejor no lo piensen as�. Llegan a trabajar a nuestro pa�s porque aqu� existen mejores condiciones laborales, porque hay mejores ingresos. Y no es que en Per� quieran mantener el sueldo m�nimo en el nivel en que actualmente se encuentra. Al contrario, tambi�n desear�an subirlo. Pero no siempre se puede. Por eso, hay que actuar con responsabilidad. �C�mo enfrentar esta situaci�n en lo que queda, se�or Presidente? En ello quisiera pedir tambi�n un esfuerzo adicional. Pero a todos. Porque aqu� yo los veo muy enamorados de sus cifras: al Gobierno, fijo en los 193 mil pesos; a la Oposici�n y a parte de los partidos oficialistas, firmes en 200 mil. Bueno, si estamos en ese predicamento, si no hay ninguna flexibilidad para buscar un entendimiento, dif�cilmente vamos a resolver este asunto. Y me parece que, precisamente por la naturaleza del impacto que tiene el sueldo m�nimo en nuestra econom�a, debemos actuar con mucha responsabilidad, con mucha prudencia. Ojal� que el mecanismo institucional que se busca pueda darnos un horizonte: "�Cu�ndo podemos llegar al sueldo m�nimo deseable; bajo qu� variables?". Porque estar�amos muy contentos de poder ofrecerles a los chilenos un camino que nos permitiera alcanzar, en un plazo razonable, el sueldo m�nimo �tico como sueldo m�nimo legal. Pero falta para eso. Por lo tanto, lo que hay que hacer es ir avanzando gradualmente, con la mayor responsabilidad y prudencia, pero tambi�n con flexibilidad. Que el proyecto vuelva a la C�mara de Diputados, y que lo haga con el esp�ritu de negociar sin rigideces, sin hacer posible el di�logo solo si me aceptan mi cifra, mi planteamiento, mi proposici�n, porque eso, al final, a lo �nico que conduce es al orgullo personal, a la actitud soberbia de decir "O me aceptan lo que propongo, o pierden", que no es lo que corresponde a lo que se espera del Parlamento. Ojal� todos demostremos otra actitud, a fin de resolver como corresponde una materia delicada: sin populismo, sin idealismo, sin utop�as, sin creer que solamente uno es el que se halla preocupado de la situaci�n de los m�s pobres, y los dem�s, solo de su realidad personal. Yo, como todos ustedes, tengo un compromiso muy fuerte con la pobreza. Es la raz�n que me llev� a involucrarme en pol�tica. Y por eso mismo deseo que se resuelvan los problemas de desigualdad y de pobreza. De ah� que he propuesto una reforma tributaria audaz y fuerte. Pero no todo lo vamos a hacer de una. Hay que ir paso a paso, y este, a mi juicio, que es una simple habilitaci�n, es el primero que debemos dar para resolver la situaci�n que enfrentamos. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Ministro se�or Felipe Larra�n. El se�or LARRA�N (Ministro de Hacienda).- Se�or Presidente, he escuchado atentamente el debate y los planteamientos de los Honorables Senadores y me parece que hay muchos puntos en los cuales podemos coincidir. En primer lugar, creo que todos queremos un destino mejor para nuestros trabajadores, especialmente para los que ganan menos. No hay ninguna duda de eso. Y as�, todos quisi�ramos que el sueldo m�nimo fuera lo m�s alto posible: ni de 200 mil pesos, ni de 250 mil, sino uno superior a dichas cantidades. El problema y la situaci�n compleja, e incluso inc�moda, que le toca representar, por el Gobierno, al Ministro de Hacienda -y me refiero a todos los ministros de hacienda; no solamente al que habla-, es venir con un planteamiento que cumpla ciertas caracter�sticas: recuperar poder adquisitivo; entregar un reajuste real, m�s all� de simplemente compensar el alza del costo de la vida, y plantear un monto que, satisfaciendo lo anterior, no afecte y no comprometa las posibilidades de empleo de los que ganan menos. Ese ejercicio se ha hecho en el pasado y lo hacemos todos los a�os, incluido este, en que nos encontramos sometidos a esta discusi�n. Antes de entrar en algunos aspectos que considero importante aclarar, deseo acoger el llamado a mostrar disposici�n para conversar, del cual el Gobierno se hace parte. En mi opini�n, tal disposici�n nunca debe terminar. Uno quiz�s ha conversado, pero siempre se puede hacer m�s. El Gobierno ha buscado instancias de di�logo, tambi�n con la Oposici�n, pero probablemente no han sido suficientes y es necesario esforzarse m�s, a lo cual estamos dispuestos. En el d�a de hoy nosotros hemos acordado, tanto con la UDI como con RN, hablar m�s acerca de este tema y explorar distintas opciones. Pero quiero decir que tambi�n manifest� la misma disposici�n en la presentaci�n que efectu� ante la Comisi�n de Hacienda del Senado, donde se me consult� si exist�a tal disposici�n de parte del Gobierno, y por supuesto que existe. Entiendo que este es un asunto que debemos abordar todos, en conjunto; no solo la coalici�n de Gobierno, sino tambi�n la Oposici�n. Y ojal� que podamos llegar a un esquema, aun cuando este pueda presentar distintas modalidades. A veces las diferencias pueden ser sem�nticas. Se ha hablado de mecanismos de ajuste plurianuales; igualmente, de crear una nueva institucionalidad. Y creo que ambas cosas pueden subsumirse; incluso, una puede ser un caso particular de la otra. Pero la disposici�n a explorar mecanismos plurianuales, as� como un instrumento de ajuste permanente que signifique un caso mucho m�s general de un mecanismo plurianual -ya que implicar�a contar con un sistema fijo-, existe. El viernes reci�n pasado invit� a las oficinas del Ministerio de Hacienda a un grupo transversal de economistas con los cuales analizamos esa posibilidad. Digo "transversal" porque hab�a expertos cercanos a los partidos de la Concertaci�n y otros afines a los partidos de la coalici�n de Gobierno. Y hubo mucha acogida a tal idea. Yo escucho los planteamientos de los se�ores Senadores. Algunos han sido muy expl�citos en se�alar: "Todos los a�os nos vemos sometidos a la misma situaci�n", "Esto se hace m�s complejo en per�odos preelectorales". Y entiendo que sea as�. Es una realidad. Al pa�s no le conviene que sostengamos una discusi�n de este tipo. Eso es lo que se ha expresado. Lo hizo presente, por ejemplo, el Senador Tuma. De tal manera que no corresponde a una idea que se le haya ocurrido al Gobierno. Sin embargo, nosotros hemos intentado impulsarla. En efecto, el a�o 2010 convocamos a una comisi�n con representantes de la CUT, de la Uni�n Nacional de Trabajadores, de la CONAPYME, de la CPC; tambi�n del mundo acad�mico y de entidades gubernativas, y elaboramos un documento que puede servir de base para el trabajo que estamos dispuestos a acometer. Por lo tanto, hemos escuchado estos planteamientos y nos hallamos disponibles para seguir escuchando y para conversar. Y aquello lo o�mos no solamente de parlamentarios de la Coalici�n, que lo propusieron el jueves reci�n pasado, sino tambi�n de legisladores independientes. El Senador Bianchi, por ejemplo, ha planteado la idea. Y yo no puedo estar m�s de acuerdo. Me parece que debemos abrir un espacio. Ahora, el que se requiere para generar una institucionalidad permanente es un espacio que, indudablemente, no tenemos en estos momentos. Es dif�cil crear y acordar toda esta institucionalidad en los tiempos que nos da la tramitaci�n del proyecto de ley que reajusta el salario m�nimo, pero la disponibilidad para ello est�. Y considero que este puede ser un punto de quiebre, en que le leguemos al pa�s, cualquiera que sea el Gobierno que venga -cada coalici�n aspira, leg�timamente, a ser la que lo encabece-, un mecanismo m�s permanente que constituya una contribuci�n, quienquiera que sea -repito- el sector que est� en el poder. Quiero poner a consideraci�n de Sus Se�or�as algunos antecedentes. Uno podr�a comparar per�odos espec�ficos y decir: "Bueno, este es un reajuste de 2,9 por ciento real, considerando mayo a mayo". Sin embargo, estamos a punto de conocer la inflaci�n de junio, que los analistas vaticinan en torno a cero, con lo cual el reajuste real se elevar�a a 3,05 por ciento, ya que la inflaci�n acumulada alcanzar�a 2,95 por ciento. Estoy hablando de la proyecci�n que tenemos hoy d�a. Y, en tales circunstancias, el reajuste ser�a mayor, en t�rminos reales, que los otorgados, por ejemplo, durante el Gobierno anterior. Pero, m�s all� de entrar en esa comparaci�n, quiero poner �nfasis en la preocupaci�n que, a mi juicio, nos envuelve a todos. No creo que nadie pueda pensar que el Ministro de Hacienda del Gobierno de turno -o sea, no me estoy refiriendo solo al actual, sino a cualquiera que le toque jugar este rol- es mezquino con los trabajadores y no quiere entregar un mayor incremento, porque, si este fuera el mecanismo a trav�s del cual se pudiera mejorar la situaci�n permanente de los trabajadores, nosotros estar�amos encantados de avanzar mucho m�s en �l. La preocupaci�n es, en primer lugar, el empleo. Algunos economistas independientes cercanos a la Concertaci�n han planteado que un monto de, por ejemplo, 200 mil pesos generar�a -esto lo dijo Ricardo Paredes, en un largo art�culo publicado el fin de semana- un aumento en la tasa de desocupaci�n del orden de 2,3 puntos. Hay estimaciones similares de economistas independientes del Gobierno y de algunos m�s cercanos a la Oposici�n. Tambi�n de expertos como David Bravo, en fin. Pero todos revelan gran inquietud por el tema del empleo. Asimismo, existe preocupaci�n por la formalidad y la informalidad. Mientras m�s sube el salario m�nimo, el efecto de avanzar hacia la informalidad se hace m�s atractivo. Y eso se observa en los n�meros, cosa que estamos dispuestos a conversar. Las pymes son otro aspecto importante. Porque uno tiene que pensar: �Qui�nes pagan el salario m�nimo? Alrededor del 82 por ciento son las pymes, considerando a empresas de menos de 200 trabajadores. La mitad de los que lo ganan corresponde a entidades de menos de nueve. Entonces, siempre se puede encontrar -es natural que as� sea y no tengo por qu� ponerlo en duda- a empresarios del sector que manifiesten su disponibilidad para pagar m�s. Pero la declaraci�n de la directiva de CONAPYME es bien enf�tica al se�alar que, para ellos, un ingreso m�nimo superior resulta muy complicado, por sus problemas de financiamiento, etc�tera. Expresan, textualmente: "Las pymes no pueden pagar un salario m�nimo que les reste m�s competitividad en su precariedad por la falta de acceso al financiamiento y la concentraci�n econ�mica". La preocupaci�n por el mundo de las pymes tenemos que conjugarla, en consecuencia, con el equilibrio respecto de los trabajadores. Adicionalmente, solo mencionar� -es algo m�s o menos conocido, pero a veces se olvida en la discusi�n- que esta no es una cuesti�n de ingresos fiscales y de poner una cantidad mayor o menor de recursos p�blicos. En realidad, los que se hallan involucrados son, para la magnitud del asunto, relativamente poco significativos. Digo "relativamente" porque el incremento del 6 por ciento propuesto para el ingreso m�nimo, como afecta al subsidio �nico familiar y al primer tramo de la asignaci�n familiar -los restantes se reajustan por el IPC-, el diferencial, o sea, el reajuste real, importa 6 mil 400 millones de pesos para el Estado, en t�rminos anuales. Ese es el efecto en cuanto a recursos p�blicos. Me inquieta mucho la cuesti�n de la desigualdad. Es un tema en el que he trabajado. Me inquieta tambi�n la pobreza. Se cit� al respecto un trabajo m�o. Le hago presente al Senador se�or G�mez que ese texto no expresa que se requiere cubrir la brecha mediante aumentos en el ingreso m�nimo, porque hay otros mecanismos. Y deseo mencionar al respecto que contamos con dos sistemas: uno creado en el Gobierno anterior, y otro, en el actual, que nos ayudan a avanzar en la direcci�n de entregar un ingreso mayor. Uno de ellos es el del Empleo Joven, que empez� a regir en 2009. Se trata de un 20 por ciento de subsidio respecto de personas entre 18 y 25 a�os que ganen entre 160 mil y 200 mil pesos. Son 32 mil pesos adicionales. Si los sumamos a los 193 mil de la propuesta, quedamos con un ingreso completo de 225 mil. Lo mismo dice relaci�n con el del Empleo de la Mujer, que forma parte del ingreso �tico familiar y cuyo potencial -porque est� reci�n comenzando- es de 300 mil personas, correspondientes al 40 por ciento m�s vulnerable. B�sicamente, se lleva el ingreso a los mismos 225 mil pesos, si se toman como base 193 mil. Por lo tanto, dos mecanismos permiten complementar los ingresos de los que tienen menos: uno para mujeres de 25 a 60 a�os y otro para j�venes de 18 a 25 a�os, sobre la base de una remuneraci�n entre 160 mil y 200 mil. Se cubre exactamente al grupo. De que tenemos que preocuparnos de los ingresos de los que disponen de menos no cabe ninguna duda. Y creo que es preciso seguir explorando soluciones. Estimo que existen numerosas maneras de hacerlo. Deseo terminar expresando que, como se ha dicho, lo que se est� analizando y se va a votar es la posibilidad de determinar un aumento en el ingreso m�nimo. Pero no se trata solo de eso, porque del proyecto tambi�n depende el reajuste de las asignaciones familiares para un mill�n 400 mil causantes y del subsidio �nico familiar para m�s de 2 millones de causantes. Valoro la buena disposici�n al di�logo que he observado en muchas de las intervenciones. Nosotros estamos abiertos a este proceso con la coalici�n de Gobierno y, por supuesto, tambi�n con la Oposici�n, para poder avanzar en la materia. Muchas gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, me alegro mucho de que el se�or Ministro se haya abierto al di�logo, lo que no observ�bamos hasta el momento. Incluso hab�amos advertido su silencio, durante largas horas, mientras nos aboc�bamos al debate. A�n m�s, me parece que su posici�n, despu�s de la votaci�n de la C�mara de Diputados, era de absoluta negativa a revisar la cifra aprobada. Lo escuch� rechazar absolutamente -no s� si me habr� equivocado- cualquier alza superior a 193 mil pesos, a pesar de la petici�n reiterada de 200 mil pesos formulada por un partido de Gobierno, encabezado por su propio Presidente. Fue planteada tambi�n en la Sala por algunos Senadores de Renovaci�n Nacional. Desde ya, considero positivo -repito- que se abra al di�logo, pero en la medida en que mejore realmente la oferta del Gobierno y no sea solo para conversar. Lo otro que quisiera hacerle presente al se�or Ministro es que no es la primera vez que, por una falta de capacidad o de movilidad del Gobierno, tiene que venir al Senado a que lo saquemos del pantano. En esta ocasi�n contaba con los votos necesarios en la otra rama del Congreso y le fallaron cuatro, habiendo perdido por uno solo. Entonces, �qu� cosa m�s sencilla que llegar aqu� conforme al procedimiento, mucho m�s dif�cil, de solicitar que por los dos tercios de los Senadores presentes pueda habilitarse para seguir discutiendo el proyecto! Al parecer, el Gobierno se ha malacostumbrado. Porque no es la primera vez, sino en forma reiterada, que, por descuido en el manejo de su mayor�a en la C�mara, viene a pedirnos ac�, donde no la tiene, que le lancemos el salvavidas para poder seguir tramitando una iniciativa. Y ello no es bueno: no muestra una manera de gobernar en forma eficiente. Conviene que se corrija. En esta Corporaci�n hemos manifestado siempre muy buena voluntad para la habilitaci�n requerida por el Gobierno, incluso en situaciones dif�ciles, cuando ha sufrido este tipo de fracasos o traspi�s en la otra rama del Congreso. Por lo tanto, no es producto de una cerraz�n nuestra la afirmaci�n de que no queremos una ley de reajuste del ingreso m�nimo. Ahora me ocupar� en la cuesti�n de fondo. A pesar de que mi Honorable colega Hern�n Larra�n expuso que es preciso discutir otra cosa: si habilitamos o no, tenemos que considerar, por desgracia, los aspectos que permiten la voluntad de hacerlo. �Porque se trata de habilitar para qu�? �Para hacer lo mismo que en la C�mara de Diputados? En tal caso no hagamos nada. Si habilitamos es precisamente para mejorar lo que pas�, efecto para el cual tenemos que hacer presente lo que creemos que procede. Desde ya, se ha registrado, en relaci�n con el ingreso m�nimo, un planteamiento en virtud del cual un sector del Gobierno le ha dicho a este que el monto propuesto no es suficiente y que es necesario llevarlo a 200 mil pesos. Para estas bancadas, el problema no dice relaci�n con esa cantidad. Lo que est�n requiriendo dirigentes sindicales y otros son 250 mil. O sea, la brecha es mucho m�s grande. Pero, desde el momento en que un partido de Gobierno hace referencia a 200 mil, no le pidan a la Oposici�n que se�ale menos. Al menos, ese es el piso sobre la base del cual debi�ramos discutir el asunto. El Senador que habla es partidario de algo de la idea que estaba exponiendo el se�or Ministro en el sentido de contar con un sistema plurianual. Creo que los 250 mil pesos rondan en todas partes como una cifra establecida para el ingreso �tico. Y ello, por diversas razones: porque en la campa�a presidencial los candidatos la mencionaron; porque tambi�n lo hicieron autoridades religiosas importantes y con influencia, y muchos otros, y por el mismo informe al cual hizo referencia el Senador se�or G�mez respecto a lo que dec�a el se�or Felipe Larra�n al actuar como economista. Entonces, no se trata de una cantidad inventada. Es algo posicionado en la gente como lo requerido para que exista un ingreso m�s o menos m�nimo. Ahora, �por qu� estimo que los 200 mil pesos planteados por Renovaci�n Nacional presentan bastante fundamento? Porque el Gobierno vino ac� hace poco tiempo y nos pidi� aprobar una iniciativa para otorgar un bono compensatorio por las alzas de alimentos, lo que represent� 40 mil pesos de una vez, m�s 7 mil 500 por carga. Y la justificaci�n que dio -y ten�a raz�n- fue el prop�sito de resarcir, en parte, el efecto del llamado "�ndice de precios del consumidor de los pobres", que era del orden del 10 por ciento. En consecuencia, si aplicamos ese porcentaje a los 183 mil pesos del ingreso m�nimo, obtenemos 200 mil y fracci�n. �Y por qu� tambi�n tenemos que hacerlo y avanzar? Cuando recibimos el Gobierno, en 1990, el ingreso m�nimo era de 18 mil pesos. Si hubi�ramos escuchado toda esta argumentaci�n, lo que se hizo ese a�o equival�a a una locura y a llevar al pa�s al desastre, porque se subi� en 8 mil pesos. O sea, tuvo lugar un incremento nominal de un 44 por ciento y uno real de un 19 por ciento y fracci�n. Y no pas� nada. El empleo se mantuvo en un 7,2 por ciento. Lo relativo a que el alza de los ingresos, por s� misma, genera desempleo es parte de la teor�a econ�mica. Pero la Econom�a no es una ciencia exacta: incluye muchos elementos que pueden incidir en resultados por completo diferentes. Si se observa la serial de reajustes del ingreso m�nimo en relaci�n con el empleo, resultan cifras totalmente distintas. A veces se ha registrado un incremento del 7,30 por ciento, en t�rminos reales, y de 12 por ciento, en t�rminos nominales, y el desempleo ha sido del 6,4 por ciento. En ocasiones, la serial sube, y en otras, baja. No afirmemos, por lo tanto, que se trata del dogma. �Si los propios economistas han dicho en estos d�as que no es as� Joseph Ramos, a quien se cit�, expone que existe un margen. Agostini se�ala que hay un espacio para aumentar el ingreso m�nimo. Aqu� se presenta una cuesti�n que es necesario asumir. Chile es mostrado hoy como un pa�s ejemplar en el manejo de su econom�a. Y creo que todo lo que se ha dicho en estos d�as sobre el particular es cierto: se advierte que ella est� sana y que la pol�tica fiscal es ordenada. Es una conducci�n que se ha aplicado durante m�s de 20 a�os -y tambi�n durante el Gobierno actual- y que ha dado buenos resultados. Pero surge un contrasentido: nuestro ingreso per c�pita es el segundo en Am�rica Latina -y se halla a punto de ser el primero-, pero nuestro ingreso m�nimo es el s�ptimo, no el primero ni el segundo. En consecuencia, resulta claro que nos falta hacer un esfuerzo. Y es preciso efectuarlo sobre la base, no de otorgar un reajuste solo compensatorio de lo que puede ser la inflaci�n o en la medida de la productividad, sino de irlo incrementando de tal manera que podamos llegar a la meta de lo que estimamos ingreso justo o m�nimo para que una persona no baje al nivel de la extrema pobreza. Si vamos a adoptar un sistema plurianual, establezcamos un mecanismo con un reajuste por la recuperaci�n nominal de las remuneraciones, aumentemos conforme a la productividad e introduzcamos tambi�n el elemento de la equidad, de modo que, en tres o cuatro a�os, seamos capaces de lograr un ingreso m�nimo con relaci�n al ingreso per c�pita y avancemos tambi�n en terminar la desigualdad. Por tales razones, creo que el Congreso tiene todo el derecho de abocarse a este debate y de formular exigencias. Y quiero decirle al se�or Ministro que a lo mejor no enfrentar� problemas para seguir tramitando el proyecto. No vamos a ser un obst�culo. Pero s� puedo expresarle lo siguiente: si pretende traernos las mismas cifras, con los mismos argumentos, entonces encontrar� aqu�, en el Senado y en estos Senadores, el rechazo, cualesquiera que sean los resultados. Porque la �nica facultad que tenemos, como Congreso -y se lo recuerdo a mi Honorable colega Hern�n Larra�n-, es la de desechar o aprobar, y la ejerceremos. Espero que el se�or Ministro nos traiga una buena soluci�n, para avanzar por lo menos en parte en satisfacer la aspiraci�n de un ingreso m�nimo que convenga a los trabajadores. Gracias. El se�or ESCALONA (Presidente).- Puede intervenir el Honorable se�or Quintana. El se�or QUINTANA.- Se�or Presidente, no es efectivo, a diferencia de lo que algunos se�ores Senadores han afirmado, que la situaci�n es muy similar a la del a�o reci�n pasado. Si bien el Gobierno tambi�n lleg�, producto de una serie de errores pol�ticos, al tr�mite de solicitar la habilitaci�n, de acuerdo con el art�culo 68 de la Carta, lo cierto es que en esa ocasi�n se intent� por lo menos un di�logo con el mundo social. Ello no se hizo ahora ni con este �ltimo ni con el mundo pol�tico. Y si tuvo lugar con el mundo pol�tico, fue con su sector, fundamentalmente, y sin �xito. Para ser claro, el Gobierno no quiso dialogar con el movimiento sindical agrupado en la CUT, no tuvo la voluntad de hacerlo, y no pudo -al parecer, hasta ahora- conseguir el acuerdo de su sector, de su coalici�n. Y hoy d�a intenta que la Oposici�n le resuelva el problema. Me parece que el problema es de la Administraci�n actual, es pol�tico. Por lo tanto, no se trata de la misma situaci�n registrada el a�o pasado respecto de la prerrogativa exclusiva del Primer Mandatario en orden a definir aqu� la fijaci�n del ingreso m�nimo para trabajadores con jornadas de 48 horas y trabajadoras de casa particular con 72 horas, sin perjuicio de los otros componentes expuestos por el se�or Ministro de Hacienda, relativos, b�sicamente, a los subsidios familiares. Es enteramente distinta, tambi�n, porque el Presidente de la Rep�blica se encontraba hace pocos d�as en una reuni�n del G-20, con los pa�ses m�s ricos del mundo, con las 20 econom�as m�s desarrolladas. Entiendo que era un invitado especial. En cuanto a la afirmaci�n sistem�tica, durante los �ltimos dos a�os, de que existe ocupaci�n plena, de que se crean 700 mil empleos, considero que hoy media efectivamente una percepci�n, como lo demuestran las encuestas, de mayor tranquilidad hacia el futuro, en lo econ�mico. Entonces, no se comprende el ejercicio que el Gobierno nos hace de compararse con los anteriores. �Si es la actual Administraci�n la que instal� esa idea desde el minuto uno en que asumi�, el 11 de marzo de 2010! A mi juicio, tenemos que sincerar la discusi�n. Hace algunas semanas se sosten�a tambi�n que no cab�a hablar de reformas pol�ticas, sino de la agenda social. Me pregunto cu�l es la del Gobierno para el segundo tiempo del partido. �Existe alguna? �O se va a afirmar que la constituye el proyecto en debate o el reajuste del sector p�blico, que llegar� en un par de meses m�s? �No hay m�s agenda social, por favor! �Si todos los proyectos del Gobierno comprometidos en campa�a y que mayoritariamente recibieron el respaldo de los Senadores de Oposici�n se encuentran acogidos y despachados! Hoy d�a se nos plantea lo de que vamos a incrementar el ingreso m�nimo en dos a�os; lo de que en tres a�os podr�amos llegar a 250 mil pesos. Ello se parece mucho a otro proyecto de la agenda social ya aprobada, relativo al bono de las bodas de oro: 50 a�os de matrimonio y se recibe el beneficio. Pero este viene para 2014, para 2015. Deseo hacerle presente al se�or Ministro que la letra chica, la cual ha sido la caracter�stica durante gran parte del Gobierno y tambi�n respecto de su Cartera, de verdad no nos convence, no nos satisface como explicaci�n. Tampoco lo hace la explicaci�n de los Ministros sectoriales, incluido usted, la titular del Trabajo y el de Econom�a, en el sentido de que el ejercicio que hoy d�a se nos presenta es el resultado de una compleja y delicad�sima ecuaci�n macroecon�mica y de que si ello se desajusta un poquito, los trabajadores son los que pierden: se quedan sin ocupaci�n. El discurso de los economistas en Chile -no solo del se�or Ministro, sino tambi�n de los anteriores de Hacienda y de Econom�a- ha sido siempre el de que si no se aprueba el proyecto que trae el Gobierno la gente tiene que optar entre quedarse con un empleo mal remunerado, con un ingreso m�nimo, o quedarse sin trabajo. Tal planteamiento es bastante particular. El mismo razonamiento se lo podr�amos aplicar a las grandes empresas, que obtienen utilidades exorbitantes, cuantiosas, dici�ndoles: "O ustedes ganan utilidades normales o se quedan sin utilidades". En definitiva, el argumento esgrimido, esa ley del embudo, beneficia a un lado nom�s. Es curiosa la realidad econ�mica que intentan explicar los Ministros de Econom�a, de Hacienda y del Trabajo. El mismo fundamento se podr�a aplicar, incluso, a los bancos, que cobran altas tasas de inter�s, asfixiando a ese mill�n de trabajadores que percibe el ingreso m�nimo de 182 mil pesos, quienes viven endeudados para cubrir sus necesidades de salud, educaci�n, vestuario, transporte, en especial en la Regi�n Metropolitana. Sin embargo, a los trabajadores se les dice: "Las tasas de inter�s no pueden bajar porque eso afecta la econom�a. Y el ingreso m�nimo no puede subir porque tambi�n afecta a la econom�a". Ese razonamiento, inversamente proporcional, lo �nico que nos muestra es el jam�n del s�ndwich -la mortadela lisa del s�ndwich, a estas alturas-: el mill�n de trabajadores que queda al medio y que no tiene otro camino. De ese tema debemos hacernos cargo hoy, como asimismo del absurdo argumento -lo he escuchado una vez m�s- de que el 82 por ciento de quienes pagan el salario m�nimo corresponde a pymes. �Todos sabemos que dentro de las peque�as y medianas empresas cabe el quiosquito de la esquina pero tambi�n hartos emprendimientos de mucho mayor tama�o! Eso de que las pymes no est�n en condiciones de asumir un reajuste mayor no me convence. Todos sabemos que las pymes chicas -no las que tienen contratos de tercerizaci�n con las grandes empresas- poseen sistemas de bonificaci�n por locomoci�n y un conjunto de subsidios que les permiten incrementar el ingreso m�nimo. Entonces, no cabe el argumento, que permanentemente se usa, de que no se puede aumentar el salario m�nimo para no afectar a los que estrictamente lo pagan, cuando hay pymes -a favor de ellas supuestamente no se sube el monto-, que muchas veces pagan m�s que el sueldo m�nimo. Se�or Presidente, esta materia requiere un debate bien de fondo, el que probablemente se realizar� cuando el proyecto retorne al Senado si se aprueba la habilitaci�n. Tal discusi�n tiene que ver con la desigualdad, con la batalla que a diario libran cientos de miles de familias chilenas para subsistir con el ingreso m�nimo. Expreso lo anterior como representante de la Regi�n de La Araucan�a, donde hay sectores muy dependientes de transferencias monetarias, de subsidios -usted lo sabe, Ministro- y, en particular, de contratos por el salario m�nimo con empresas, que no son -insisto- las peque�as. En estos d�as, a muchos de nosotros se nos han acercado trabajadores que ganan el m�nimo dici�ndonos: "Pa' seis lucas, rech�celo". Y son personas que no laboran precisamente en el quiosco de la esquina, en la carnicer�a o en el hotel chico de enfrente. Se�or Presidente, este es un problema pol�tico que el Gobierno no ha sabido resolver -o no ha tenido la voluntad para ello- con los gremios, lo que configura una situaci�n bastante inusual. Este es su proyecto, Ministro; no el nuestro. Es el proyecto de la Derecha. Por lo tanto, llamo a ese sector a hacerse responsable de �l. Si se pretende aprobar el menguado incremento que se propone, bueno, que se haga responsable la Derecha con los votos de sus parlamentarios. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, ya se han dado casi todos los argumentos. Desde luego, el asunto hay que ubicarlo en un escenario m�s abierto. Existe crisis en Europa, y pa�ses como China, India y Estados Unidos est�n desaceler�ndose. El planeta, por un lado, muestra avances en aspectos importantes (el acceso al agua y lo relativo a la salud) y, por otro, se est� deteriorando en forma acelerada en sus recursos naturales, en la calidad de vida, con grandes inequidades y con un efecto del cambio clim�tico. Entonces, aqu� nos abocamos a una cosa que parece muy puntual, pero que, como expres�, debe mirarse en un contexto m�s amplio. Como bien se ha se�alado, el salario m�nimo afecta el empleo. Pero estamos hablando de rangos sobre los cuales hay diferentes informes. Algunos se�alan: "Puede bajar la cantidad de empleados de 2 a 4 puntos"; otros postulan que no pasar� nada, y terceros estudios econ�micos sostienen que se genera un c�rculo virtuoso, porque, junto con capacitaci�n, es posible reactivar la econom�a. Ahora, �qui�nes pagan el sueldo m�nimo? Lo vemos todos los d�as, por ejemplo, cuando vamos a echar bencina. Normalmente el bencinero recibe ese ingreso. Y se las arregla con propinas o "changuitas" de otra naturaleza. Tambi�n pagan el salario m�nimo los restoranes, los supermercados, las tiendas. O sea, este no es un problema solo de las empresas peque�as, que son m�s bien familiares o emprendedoras. �Qu� tipos de salarios m�nimos tenemos? El m�nimo econ�mico se define en forma sana a trav�s de m�s empleo, de capacitaci�n, de mejores emprendimientos, lo que da como resultado, sin mediar ley, un mejor sueldo m�nimo. Esta es pr�cticamente la condici�n de pleno empleo, en la cual la sociedad se hace cargo de los problemas de las personas que, por distintas razones, no acceden a ello. Se ha planteado tambi�n un salario m�nimo �tico-social, en el que hay un componente de vulnerabilidad. El est�mulo no debe considerarse una red que atrape, sino una que eleve a las personas a trav�s del empleo, de la educaci�n y del aseguramiento de la salud. Adem�s, se ha abordado aqu� el salario m�nimo regionalizado, que es particularmente sensible en las zonas extremas de nuestro pa�s. Uno de los puntos del petitorio del Movimiento Social por Ays�n se refiere a dicho ingreso, lectura que a nivel central no se hizo en forma correcta. Lo que se plantea ah� es que el beneficio o est�mulo que se otorgue a los empleadores para que contraten mano de obra se vea claramente reflejado en el salario de las personas. Eso es lo que nosotros estamos esperando en la Comisi�n Especial de Zonas Extremas del Senado, para poder verificar que esto efectivamente se cumpla. En mi opini�n, en buena medida gracias a la posici�n de Renovaci�n Nacional, se ha profundizado el debate sobre ese aspecto. Y vamos a lograr que el proyecto sea repuesto en la C�mara de Diputados, con el compromiso del Ministro de que estos temas ser�n analizados previamente por consejos t�cnicos econ�mico, sociales, transversales, de manera que las distintas materias lleguen prediscutidas al Congreso. As�, dispondremos de m�s elementos de an�lisis en el momento que corresponda. Desde luego que vamos a votar a favor en esta oportunidad para reponer un mejor proyecto, con la clara esperanza y el compromiso de que su texto volver� perfeccionado a esta Corporaci�n con un ingreso m�nimo de 200 mil pesos. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, cada vez que se toca esta materia en el Senado -esto lo hemos vivido por casi 20 a�os- se genera una discusi�n muy pormenorizada, que siempre ronda alrededor de los mismos factores. Hoy d�a enfrentamos una situaci�n en la cual la Concertaci�n ha adoptado ciertos acuerdos. Creo que los partidos pol�ticos deben procurar un orden para evitar explosiones demag�gicas y, tambi�n, sociales, como las que hemos vivido en el �ltimo tiempo. Por lo tanto, yo voy a votar de conformidad con lo que resuelva el Partido Dem�crata Cristiano en este tr�mite habilitante. A mi juicio, la gran falla en la democracia chilena es que nosotros mismos estamos creyendo que la pol�tica es un asco y que no estamos en condiciones de levantarla, de manera que sea un camino posible de seguir en una democracia que requiere ciertos retoques. Necesariamente, uno debe cumplir con su deber en conciencia. As�, les manifest� a mis colegas que, por razones de �tica pol�tica, por mi convicci�n de que la desigualdad es la causa de gran parte de los conflictos actuales, no puedo apoyar un proyecto que aumenta en 9 mil pesos el ingreso m�nimo mensual y que no eleva su monto hasta los 200 mil. Mi planteamiento permanente en estos d�as ha reca�do en tres aspectos. Primero, ratifico mi adhesi�n a los acuerdos que adopten los Senadores democratacristianos, porque, de lo contrario, nunca vamos a tener una pol�tica sana. El libre pensamiento es parte de la democracia, pero tambi�n lo es el cumplimiento de los acuerdos que se tomen entre pares. Segundo, creo que lleg� la hora -se ha dicho hasta la saciedad- de que seamos capaces de elaborar proyectos a tres o cuatro a�os, en los que se abra un abanico de opciones, con los an�lisis correspondientes, del cual surja el llamado "salario m�nimo", "reajuste m�nimo" o como queramos denominarlo. Se ha hablado mucho sobre el particular y se sabe exactamente cu�les son los factores a los que debemos mirar. Todos los an�lisis pol�ticos demuestran que la desigualdad es la causa fundamental de que tengamos una realidad social tensionada. La acci�n de la sociedad, del Gobierno y tambi�n de los parlamentarios en un momento determinado refleja que somos estrictos con los que tienen menos defensas -tendencia natural que est� en los genes de la sociedad mundial y del ser humano- y muy duros con los d�biles, pero bastante blandos cuando se trata de enfrentar a las grandes empresas, los grandes capitalistas, los grandes due�os del dinero. Tercero, pienso que habr� que recoger lo que ha dicho el Gobierno permanentemente, en el sentido de que Chile est� maravillosamente bien. Faltan algunas cosas, claro, pero estamos muy bien. Se nos ha dicho, adem�s, que nuestro pa�s es el n�mero 16 o 17 en cuanto al costo de la vida, y ocupamos distintos lugares en otros �mbitos, en fin. Todos esos antecedentes deben considerarse. Si exhibimos esas cifras, si tenemos esas expectativas, si adherimos a lo que estamos haciendo sin dudar que somos el pa�s m�s formidable de Am�rica Latina, entonces no debemos cargarle la mano al �ltimo eslab�n entreg�ndole apenas un 4 o 5 por ciento de reajuste, sin pasar de los 185 mil pesos mensuales, arguyendo que, si se excede ese monto, se desmorona la econom�a chilena. Cuando uno analiza las cifras, se da cuenta de que las condonaciones de impuestos a algunas empresas equivalen a la mitad o a la tercera parte de los gastos sociales que el pa�s requiere. Pero a esas empresas, como alguien dijo, no les pedimos sobriedad ni siquiera para que cumplan con lo elemental: pagar un "salario �tico", como lo llamaron algunos representantes de la Iglesia. No estoy hablando de economistas, sino de personeros sociales, religiosos, inteligentes, capaces, que han visto en sus di�cesis lo que pasa en el pa�s. Sin embargo, no hacemos ning�n juicio al respecto; simplemente se sacan cuentas alegres, donde se suman dos veces las cifras, etc�tera, etc�tera. En tales condiciones, yo no puedo votar a favor de lo que se ofrece. Digo esto con honestidad, con franqueza, tal como se lo expres� a mis camaradas. Y tambi�n se lo he manifestado al Ministro de Hacienda, a quien mucho respeto y con quien hemos tenido una relaci�n, a lo menos, educada, respetuosa, amistosa. Porque, como sosten�a Jacques Maritain, la pol�tica es, adem�s, educaci�n y respeto a las opiniones propias y distintas. Se�or Presidente, aprovechando la gentileza de los minutos que me quedan, quiero se�alar que la �nica manera de encontrar una f�rmula adecuada para resolver este problema implica atender a lo que se le ha pedido al Ministro con mucha franqueza. Primero, solicito que considere nuestra propuesta. �l la entiende, pero dice que no se puede concretar. Si ello es as�, entonces pido que me saquen los titulares donde se se�ala: "Chile, el primero entre los primeros", "Aqu� tenemos un ingreso fant�stico". Por favor, no nos enga�emos nosotros mismos. Segundo, trabajemos durante uno o dos meses en el estudio de ideas que permitan generar, de aqu� en adelante, una suerte de plan a tres a�os o uno quinquenal -uso la expresi�n, porque se la escuch� a algunos dirigentes de la Derecha hace un tiempo- para estos efectos. Y, tercero, hagamos un esfuerzo por equilibrar la realidad entre los que mucho tienen y los que poco tienen. Y repito un razonamiento que ya ni siquiera se pone en duda: 3 mil a�os demorar�a un trabajador que recibe el actual salario m�nimo en recaudar lo mismo que gana aquel personero que posee la mayor riqueza y patrimonio en Chile. En esas condiciones, lo �nico que me queda es cumplir con mi deber. Este consiste en se�alar, p�blica y notoriamente, que, si yo votara en libertad absoluta, tendr�a que pronunciarme en contra de la habilitaci�n solicitada por el Primer Mandatario. Soy Senador por obra y gracia de mis virtudes y defectos, y b�sicamente, por el apoyo y respaldo que me dio mi partido, tal como ocurri� con cada uno de nosotros. Por tanto, har� lo que me indique el jefe de mi bancada, el ilustr�simo Senador Pizarro. El se�or PROKURICA.- �Por primera vez...! El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Pero -reitero- mi voto en conciencia es contrario al proyecto. As� se lo dije al Ministro, con mucho respeto y afecto, conociendo la voluntad y sentido de buena nacencia de �l y del resto de los Secretarios de Estado que nos acompa�an. M�s que eso no puedo hacer, salvo rezar para que "arriba" lo reciban con alegr�a y satisfacci�n. He dicho. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Lagos. El se�or LAGOS.- Se�or Presidente, ciertamente el trasfondo de esta discusi�n persigue establecer mayores oportunidades de igualdad, equiparar el piso, permitir a ese gran n�mero de chilenos que gana el ingreso m�nimo que lo vea aumentado. Yo parto de la base de que nadie tiene la mala fe de no querer ser m�s generoso. Entonces, se supone que existen razones detr�s de todo esto. Ahora, entendiendo que hay criterios b�sicos de econom�a y una discusi�n t�cnica de por medio -se hacen estudios para todo-, el sentido com�n indica que, si increment�ramos el salario m�nimo a un mill�n pesos, se generar�a un efecto en el empleo. De eso, no cabe duda. Pero cae de maduro que tambi�n se abre un espacio para una discusi�n m�s pol�tica. Y el propio Ministro de Hacienda lo puede explicar. �l ingres� un proyecto que eleva el monto del ingreso m�nimo a 191 mil pesos en la C�mara de Diputados. En esa oportunidad dio todos los argumentos que le hemos escuchado permanentemente: que la inflaci�n pasada, que c�mo trasladamos la productividad a los trabajadores, etc�tera. Sin embargo, se produjo una magia en dicha Corporaci�n -�lleg� Harry Potter!-: la cifra de 191 mil pesos, justificada por un argumento t�cnico s�lido, amparada por un sinn�mero de estudios, incluidos los del Ministro, se elev� a 193 mil. O sea, se increment� en 2 mil pesos. De 4 por ciento nominal, subi� a 6 por ciento. Cabe preguntar: �era una rigurosidad extrema la que reg�a el debate t�cnico? No. Hab�a espacio para la conversaci�n. Parece, entonces, que la magia de la C�mara Baja tiene una explicaci�n. No s� si radica en los Diputados mismos o, tal vez, en alguna de sus bancadas. Esto me lleva al segundo tema. La discusi�n, si bien no es cien por ciento t�cnica y contiene un elemento pol�tico -volver� sobre este punto al final-, no trata sobre si el salario m�nimo se incrementar� a 193 mil o a 195 mil pesos, sino si habilitamos el tr�mite de la iniciativa para que vaya de vuelta a la C�mara de Diputados. En consecuencia, me parece que aqu� se refleja una tremenda impericia de parte del Gobierno. Un dato. Consultado el Ministro de Hacienda acerca de por qu� ingres� este proyecto tan tarde, sac� una serie de estad�sticas bien grandes que indicaban que, durante los �ltimos Gobiernos de la Concertaci�n, las fechas de env�o de esta misma materia al Congreso eran m�s o menos parecidas. No me cabe duda de que Velasco, Eyzaguirre, Aninat, Foxley ingresaron en fechas similares el proyecto de reajuste del salario m�nimo, pero hab�a una caracter�stica distinta que resulta fundamental: cuando la iniciativa se enviaba tarde, ven�a con la aprobaci�n y la "mosca" de todos los parlamentarios de Gobierno... El se�or TUMA.- Y de los trabajadores. El se�or LAGOS.- No. No siempre se contaba con el apoyo de los trabajadores, se�or Senador. Eso no es cierto, y afirmar tal cosa ser�a populismo. El punto es que el proyecto llegaba en la misma fecha, pero ordenado. �Y qu� sucede ac� hoy d�a? Nosotros, los Senadores de Oposici�n, tenemos que resolver, como dijo el Senador Zald�var, un problema del Gobierno, que careci� de capacidad suficiente en esta materia. Mostr� "himpericia" -con hache para hacerla m�s brusca- para lidiar con una bancada parlamentaria. La bancada de Renovaci�n Nacional, liderada por don Carlos Larra�n, se dio el gusto de defender su planteamiento. Tuvo la fuerza pol�tica para ello o la visi�n, como quieran llamarlo. Seguramente al Senador le han puesto calificativos de todo tipo en estos d�as. Desde ese punto de vista, estamos ac� resolviendo un problema que no nos corresponde a nosotros. En resumen, primero, �el debate es t�cnico? Hasta por ah� nom�s, porque aumentamos de un paraguazo 2 mil pesos en la C�mara de Diputados. O sea, los tecnicismos se acabaron cuando entraron ac�. Segundo, estamos discutiendo esto por impericia del Gobierno, que no fue capaz de ordenarse. Entonces, hoy d�a tenemos que salvar la situaci�n. Entiendo al Senador Ruiz-Esquide, quien dice que, en su fuero interno, quisiera votar en contra. Yo, en el m�o, no voy a pronunciarme negativamente ni voy a obstruir la habilitaci�n del proyecto, porque creo en el di�logo y en la capacidad de ponerse de acuerdo. Pero tambi�n el Gobierno tendr� que hacer un peque�o mea culpa, as� sea internamente o encerrado en una oficina con sus Ministros y parlamentarios, para decir: "�C�mo llegamos a esta situaci�n por segunda vez?". Ahora, estamos discutiendo un tema delicado, que tiene que ver con los qu�rums. Porque no se trata solo de que con un voto m�s se aprueba esto. Se necesitan los dos tercios. Entonces, hay que fallar la figura de que o nos obligan a votar a favor o nos vemos en la obligaci�n de pararnos e irnos para tener un universo m�s bajo y dar el qu�rum. Todo esto ya es ficticio, por impericia. Y eso hay que asumirlo. Tercero, yo valoro las palabras del Ministro, porque de lo que he escuchado en general en los medios, de lo que recuper� de mis compa�eros de Partido de la C�mara de Diputados -en particular de Pepe Auth, nuestro representante en la Comisi�n de Hacienda- y de lo que escuch� hoy d�a en la tarde en la Comisi�n y ahora, hay un cambio. Por lo menos -lo digo sin �nimo de festinar-, veo una expresi�n corporal distinta, tal vez porque alguien se sinti� cercano al acantilado. Porque, en verdad, lo que va a ocurrir ahora no ha sido f�cil de construir, no solo para los parlamentarios de Gobierno, sino tambi�n para nosotros en la Oposici�n. Y no tengo claro si vamos a tener unanimidad en la forma en que vamos a abordar esto. Entonces, algunos van a aprobar, otros seguramente nos vamos a ausentar y algunos van a votar en contra. Pero toda esta situaci�n se produce como consecuencia -reitero- de una impericia. Voy al tema siguiente: el Ministro habl� de la nueva institucionalidad. Yo estoy encantado de contar con esa propuesta. Pero �saben qu�? Pens�mosla bien. Porque lo que hay no da para m�s. Lamento que no est� en la Sala el Senador Novoa, porque quer�a hacer referencia a su intervenci�n. �l plante� que nos hici�ramos cargo de una trayectoria de 22 a�os; que no pod�amos empezar de nuevo, y que en la Oposici�n deb�amos tener algo de pudor o est�bamos vetados, tal vez, para abordar temas m�s en profundidad porque no lo hicimos en mucho tiempo. La institucionalidad actual no sirve, porque ocurre que estamos discutiendo nosotros ac�; pero �qui�n va a tener la responsabilidad de una decisi�n del Gobierno? Yo preferir�a que el Presidente de la Rep�blica y el Ministro de Hacienda dijeran a los chilenos: "191 mil pesos" y punto. Y se acab� la magia de la C�mara de Diputados y la figura que estamos haciendo ac�. Lo ideal ser�a una institucionalidad que operara autom�ticamente y que a nosotros como Parlamento no nos involucrara. Porque explicar al bombero de la COPEC se hace muy dif�cil. Voy a otro tema m�s de fondo: la trayectoria. Quiero se�alar al Senador Novoa que precisamente porque en 22 a�os hicimos lo que hemos hecho, hoy d�a estamos en una discusi�n sobre el salario m�nimo que no ha tenido nunca este tono. �Por qu�? Porque se agot� un ciclo, una manera de hacer las cosas. S�: los Gobiernos de la Concertaci�n -tal vez por lo mismo estamos en la Oposici�n- siguieron haciendo las cosas de la misma forma durante 20 a�os. Y los chilenos nos est�n pidiendo proceder de manera distinta, incluso respecto del salario m�nimo. Quiero recordar el argumento del Senador Zald�var -las grandes mentes pensamos igual-: don Patricio Aylwin aument� en 44 por ciento nominal y 19 por ciento real el salario m�nimo. Solo le falt� agregar, creo, la tasa de desempleo; en qu� estaba la econom�a chilena; cu�les eran las cuentas p�blicas; c�mo estaba de deteriorada la inversi�n, y para qu� seguir. Pues bien, hicimos la reforma tributaria encima de eso. Y ninguna cat�strofe ocurri�. Porque hay espacios. Y creo que Chile, con su ingreso per c�pita, con la posici�n s�lida que tiene y con las demandas que est�n ocurriendo, debe atinar. Por eso, me preocupa que vayamos a la C�mara de Diputados y luego tengamos que volver a lo mismo. Quiero decir al Senador se�or Novoa que hay que leer lo que nos est�n diciendo los chilenos. En este Hemiciclo hay un Partido -es el �nico- que no quiere reformar el sistema binominal, que no desea una reforma tributaria y que, m�s encima, no tiene el �nimo de reajustar el salario m�nimo m�s all� de lo que sea necesario. Entonces, eso nos est� diciendo algo. �Cu�l es la lectura positiva? Que somos m�s los que pensamos que algo tenemos que hacer. Porque, como estamos caminando, ya nos pill� la calle, la ciudadan�a; ya nos atrapamos nosotros mismos los dedos en la puerta. Entonces, no voy a contribuir a impedir la habilitaci�n de este proyecto. Espero, s�, que lo que volvamos a discutir ac� sea ciertamente un guarismo mejor. No me cabe duda. Estoy convencido de ello. Si no, esto va a ser un desastre. Pero, por sobre todo, debemos tomar conciencia de que el salario m�nimo, el sistema binominal, la reforma pol�tica son todos elementos de una misma pel�cula que nos est� pasando por la vista. Y nosotros no estamos atinando. Finalmente, expreso al Senador Novoa que si lo hicimos de una forma durante 20 a�os, tal vez por lo mismo hoy d�a estamos hablando desde la Oposici�n y no desde el Gobierno, lo cual no es �bice para que yo diga: "Eso hay que enmendarlo y cambiarlo de alguna manera". El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Pizarro. El se�or WALKER (don Ignacio).- �Cu�nto tiempo queda, se�or Presidente? El se�or ESCALONA (Presidente).- Indefinido, hasta que se acabe la lista de oradores. Quedan dos inscritos. El se�or PIZARRO.- En el d�a de ayer nuestra bancada y la Concertaci�n en su conjunto pedimos al se�or Presidente del Senado que la solicitud del Presidente de la Rep�blica de habilitar el proyecto sobre el salario m�nimo para que pasara a la C�mara fuese a la Comisi�n de Hacienda. Nos parec�a que era un paso previo. Algunos dec�an: "�Para qu� va a ir a Hacienda cuando puede ser vista directamente en la Sala?". Pedimos eso -y lo entendieron as� las bancadas de Gobierno-, porque quer�amos contar con la oportunidad de escuchar lo que el Ministro ten�a que decir al Senado. Desde el punto de vista de la Oposici�n, no hab�a habido oportunidad para conversar sobre esta materia, al menos formalmente, en nuestras bancadas y en la Concertaci�n en su conjunto. Hoy a las 3 de la tarde, al inicio de la sesi�n de la Comisi�n, preguntamos al Ministro: "�Para qu� quiere que habilitemos este proyecto que ya fue rechazado en la C�mara de Diputados?". Porque hasta el momento, en el debate p�blico, no recib�amos se�al alguna de que la habilitaci�n de la iniciativa era necesaria para generar un di�logo, una conversaci�n, para buscar acuerdos que pudieran hacer sustentable una pol�tica m�s permanente en materia de reajustes al salario m�nimo. El Ministro dijo: "Bueno, nosotros estamos disponibles para estudiar algunos mecanismos; algo ha salido en los medios de comunicaci�n". La verdad es que en la Comisi�n no fue suficiente lo que �l plante�. No dio ninguna se�al, ni a nosotros ni tampoco, parece, a uno de los Partidos de Gobierno. �Qu� pasa, entonces, con el debate en el Senado? Hago la pregunta para que se nos pueda entender por qu�, desde el punto de vista de la Oposici�n, hemos tomado la decisi�n mayoritaria de posibilitar que el proyecto vuelva a la C�mara. Digo "posibilitar", porque si cumplimos estrictamente con lo que establece el Reglamento del Senado, que exige dos tercios de los miembros presentes para aprobar esta solicitud del Presidente de la Rep�blica, y nosotros tuvi�ramos que votar de acuerdo a lo que nos nace y nos parece justo, nos pronunciar�amos en contra, tal como hicieron nuestros Diputados en la C�mara en el momento de discutir el guarismo. Las razones aqu� se han explicado por los colegas de todas las bancadas de la Oposici�n. Lo hizo claramente el Senador Zald�var hace un rato: no es por capricho, sino porque consideramos que un salario m�nimo debe al menos tener en cuenta, en t�rminos de �tica, de justicia, de equidad, la situaci�n que viven los compatriotas que lo reciben en su d�a a d�a. Y lo que han sufrido los sectores m�s vulnerables, en t�rminos de alimentos, de la canasta b�sica, es una inflaci�n pr�cticamente de 10 por ciento en los �ltimos 12 meses. Y del piso de 200 mil pesos ha estado hablando ac� hasta un propio partido de Gobierno, encabezado por el Senador Carlos Larra�n. Tambi�n lo hemos planteado nosotros como punto de partida. No es un capricho ni demagogia. Obedece a la realidad diaria de todos los chilenos que sufren el IPC y el alza de los alimentos, que es lo que m�s les duele. Porque el alza de los alimentos no afecta a los sectores de ingresos medios o m�s altos, sino a aquellos que viven del salario m�nimo. Entonces, un claro acto de justicia a nosotros nos indica que lo planteado en la C�mara es total y absolutamente insuficiente. A eso obedece el rechazo del proyecto por los colegas Diputados. Esa es la raz�n por la cual cuando el Ministro acoge el planteamiento hecho de ir a un sistema plurianual, de acercarnos lo m�s posible, en un plazo de 2, 3 a�os a lo que pueda ser lo denominado "salario �tico", se�alamos que eso es lo que nos interesa promover. De hecho, para este debate, nuestras bancadas tienen preparadas propuestas concretas, que, si posibilitamos el debate en la C�mara, haremos llegar a nuestros Diputados, a fin de que ellas puedan ser el inicio de una discusi�n en esta materia, donde la equidad y el ingreso �tico sean la base del di�logo y el an�lisis con el Gobierno. Si nosotros vot�ramos ac� conforme a un acto de justicia, tendr�amos que hacerlo en contra. Pero, al mismo tiempo, imposibilitar�amos el necesario di�logo para mejorar lo que hoy d�a existe. Y tendr�amos que esperar, efectivamente, un a�o m�s. Eso tampoco nos parece justo con los chilenos ni con aquellos que viven con el salario m�nimo, en el cual uno, dos o tres puntos m�s puede ser la diferencia entre comer y no comer. Y ese tambi�n es un problema �tico, moral y pol�tico. Esa es la raz�n fundamental que nos mueve, a pesar de la impericia del Gobierno, a hacer viable la discusi�n nuevamente en la C�mara de Diputados, en el entendido de que, como ha dicho el Ministro, en el di�logo se va a encarar lo relativo al establecimiento de mecanismos de c�lculos permanentes, donde la equidad necesariamente debe estar presente, o un sistema plurianual. Pero, para que esto tenga sentido, el compromiso frente al pa�s sea serio y se justifique el debate, el Ministro tiene que fijar un cronograma claro. Esto no puede ser como en otras oportunidades, cuando el se�or Larra�n nos ha dicho que va a enviar proyectos y despu�s no llegan. No hablemos del petr�leo, porque eso parece cuento del t�o. Pero queremos creerle al se�or Ministro, por el problema �tico que asume frente al pa�s y porque estamos hablando de mayor justicia social y mejor calidad de vida para la gente que m�s lo necesita. La �nica manera que tenemos de ayudar a que el proyecto sobre salario m�nimo quede habilitado y vuelva a la C�mara -s� que es dif�cil que la opini�n p�blica entienda esto- es que no votemos. Es la alternativa que nos queda. Y no vamos a hacerlo, porque como lo establece el art�culo 68 de la Constituci�n, con los dos tercios de los Senadores presentes se puede aprobar la habilitaci�n. O sea, vamos a dejar que se apruebe con los votos de los partidos que respaldan al Gobierno, aun cuando sabemos que cost� mucho conseguir la mayor�a necesaria, lograda sobre la base de la promesa de dialogar con esas colectividades, pero tambi�n con el compromiso del Ministro a nosotros de dialogar con la Oposici�n. Esa es la raz�n por la cual la Senadora se�ora Rinc�n, al inicio de este debate, dijo con claridad: "Si Renovaci�n Nacional, si el Senador Larra�n, Presidente del Partido Renovaci�n Nacional, vota en contra la posibilidad de habilitar, con mayor raz�n todos nosotros vamos a votar en contra". En ese caso, era insostenible la postura del Gobierno, y habr�a sido rid�culo que el partido del Presidente de la Rep�blica se pronunciara en contra de su proyecto y nosotros apareci�ramos facilit�ndole la vida. A mi juicio, es un acto de responsabilidad pol�tica -lo vuelvo a decir-, el que ha hecho el Senador Carlos Larra�n al anunciar su voto negativo. Igualmente es un acto de responsabilidad pol�tica el del Gobierno al abrirse al di�logo y comprometerse p�blicamente con los partidos de Gobierno, pero, fundamentalmente, con la Oposici�n, porque, como se ha expresado ac�, si el Ministro Larra�n no llega ac� (no es amenaza, sino un compromiso) con un proyecto en que el piso sea 200 mil pesos para ese salario �tico, desde ya estas bancadas, que son mayoritarias, le notificamos que lo vamos a rechazar. Y seguramente, siendo coherentes, algunos Senadores de las bancadas de Gobierno tambi�n actuar�n de la misma manera. Me parece que es la �nica alternativa que tenemos. A muchos de nosotros, como se ha dicho, nos gustar�a, de una vez, votar en contra, pero vamos a darle una oportunidad al Gobierno de hacer las cosas mejor, porque los chilenos lo necesitan. El se�or ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Frei. El se�or FREI (don Eduardo).- Se�or Presidente, una vez m�s, estamos en los medios de prensa, porque tuvimos que suspender la sesi�n y postergar el debate sobre la habilitaci�n, porque hab�a programado un "cotel�", como se dice. Una vez m�s somos objeto del desprecio de la ciudadan�a y de la m�s mala calificaci�n de toda la institucionalidad chilena. Hoy d�a en la tarde, en la reuni�n de la Comisi�n de Hacienda, expres� al Ministro (a quien escuch� anoche en la televisi�n) que el proyecto sobre salario m�nimo deb�a haberse aprobado el 30 de junio. Pero ingres� a la C�mara de Diputados pr�cticamente el �ltimo d�a del mes, antes de la semana regional. Y reci�n se habr�a iniciado su discusi�n en el Senado, donde se habr�a aprobado o rechazado. Si se hubiera presentado con anterioridad -durante la primera o segunda semana de junio-, podr�amos haber avanzado, tener el di�logo, la posibilidad de llegar a acuerdos y dar el paso que hoy d�a se est� iniciando, con las consiguientes complicaciones... De lo otro de que nos imponemos permanente y reiteradamente, tanto en versi�n del oficialismo como en otras expresiones, es del tema de la responsabilidad, como si de parte nuestra ella no existiera en cada uno de los proyectos que debatimos. He escuchado tambi�n que una de las razones por las cuales especialmente Renovaci�n Nacional ha tomado la decisi�n de aprobar esta habilitaci�n, es que se produzca m�s adelante un di�logo fruct�fero y conducente, que permita satisfacer a todos los involucrados. Y dentro de las soluciones se habla de la propuesta de una soluci�n plurianual. Con mucha responsabilidad digo que en el 2008, el 2009 y el 2010 tuvimos tres a�os de reajuste sin un proyecto especial, sin comisiones, sino con la voluntad del Gobierno de mandar un proyecto de ley que fijaba el salario m�nimo en tres a�os, con un criterio que consideraba los factores de crecimiento, inflaci�n, la situaci�n del pa�s y, adem�s, un factor de equidad. Porque lo que se echa de menos en el debate, en este proyecto y en las cifras es la equidad. Porque las desigualdades, que son el germen de todos los movimientos sociales que ha habido en el �ltimo tiempo, se han tornado insostenibles, insoportables incluso para la estabilidad y la gobernabilidad del pa�s en el pr�ximo tiempo. Y si la clase pol�tica no es capaz de resolver este problema, lo vamos a pagar muy caro. Este debate lo tuvimos extensamente en la campa�a presidencial, cuando Monse�or Goic habl� del salario �tico. Y todos nos comprometimos al respecto, pero han pasado tres a�os y poco se ha avanzado. Por lo tanto, espero que, despu�s de tanto tiempo, dialoguemos de verdad, con toda la voluntad. El proyecto de ley de reforma tributaria entr� al Congreso el 3 de mayo. Hasta hoy, 4 de julio -o sea, han pasado dos meses- no hemos tenido ninguna conversaci�n ni di�logo. Al principio, a solicitud y a propuesta del Presidente del Senado, el Ministro de Hacienda concurri� en dos oportunidades y nos dijo: "Venimos a conversar no m�s". Pero nunca m�s hablamos del tema tributario. Entonces, si queremos realmente un di�logo conducente o fruct�fero, como dijo el Senador Garc�a, hag�moslo de verdad. Existen las oportunidades para ello. Reitero: para el mecanismo plurianual no se necesitan tantas comisiones. A veces nos llenamos de estas. Y tambi�n el presente Gobierno ha ca�do en eso. Se requiere voluntad pol�tica, mandar el proyecto y establecer la f�rmula plurianual. As� se dar� un sello de equidad, porque es lo que necesita y demanda la inmensa mayor�a de los chilenos. En Regiones el sueldo m�nimo lo percibe pr�cticamente toda la gente. En Osorno y Valdivia son muy pocos los que ganan un salario sobre los 250 mil pesos. Esa es la realidad. El ingreso m�nimo tiene una incidencia muy importante en el pa�s. No me voy a referir m�s a las discusiones econ�micas, etc�tera, ni a las circunstancias en que cada una de estas materias se ha discutido. Espero que, aunque sea tarde, iniciemos ese di�logo fruct�fero y conducente que todo el pa�s espera. Gracias, se�or Presidente. El se�or ESCALONA (Presidente).- Cerrado el debate. En votaci�n. El se�or LABB� (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ESCALONA (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba la solicitud de insistencia del Presidente de la Rep�blica (16 votos a favor, 5 en contra y una abstenci�n). Votaron por la afirmativa las se�oras P�rez (do�a Lily) y Von Baer y los se�ores Chahu�n, Coloma, Espina, Garc�a, Garc�a-Huidobro, Horvath, Kuschel, Larra�n (don Hern�n), Larra�n (don Carlos), Novoa, Orpis, P�rez Varela, Prokurica y Uriarte. Votaron por la negativa la se�ora Allende y los se�ores Girardi, G�mez, Mu�oz Aburto y Rossi. Se abstuvo el se�or Bianchi. El se�or ESCALONA (Presidente).- Se ha dado cumplimiento a lo dispuesto en el art�culo 68 de la Constituci�n. Se levanta la sesi�n, sin perjuicio de dar curso a las solicitudes de oficio que han llegado a la Mesa. PETICIONES DE OFICIOS --Los oficios cuyo env�o se anunci� son los siguientes. Del se�or BIANCHI: Al se�or Ministro del Interior, solicit�ndole RECTIFICACI�N DE GRADO RECONOCIDO A SE�OR ANSELMO FERNANDO ALMAZABAL ELGUETA EN SU DECLARACI�N DE EXONERADO POL�TICO, y a los se�ores Intendente y Secretario Ministerial de Desarrollo Social de la Regi�n de Magallanes y de la Ant�rtica Chilena, pidi�ndoles se�alar INTERPRETACI�N DE AUTORIDAD INDICADA EN "LEY NAVARINO" SOBRE EXPRESIONES "INSUMOS" E "INSUMOS DE LA ZONA". Del se�or GARC�A: A la se�ora Directora del Servicio de Salud Araucan�a Sur, requiri�ndole informar sobre ESTADO DE TRAMITACI�N DE CONVENIOS CON FINANCIAMIENTO PLAN ARAUCAN�A. Del se�or MU�OZ ABURTO: A Su Excelencia el se�or Presidente de la Rep�blica y a los se�ores Ministros del Interior y Seguridad P�blica; de Relaciones Exteriores; de Defensa Nacional; de Hacienda; Secretar�a General de la Presidencia; Secretar�a General de Gobierno; de Econom�a, Fomento y Turismo; de Desarrollo Social; de Educaci�n; de Justicia; de Trabajo y Previsi�n Social; de Obras P�blicas; de Salud; de Vivienda y Urbanismo; de Agricultura; de Miner�a; de Transportes y Telecomunicaciones; de Bienes Nacionales; de Energ�a; del Medio Ambiente; del SERNAM, y del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, solicit�ndoles antecedentes acerca de GASTOS EN MATERIA DE PUBLICIDAD Y DIFUSI�N EFECTUADOS DURANTE 2010, 2011 Y 2012; al se�or Ministro del Interior y Seguridad P�blica, a fin de que la Oficina Nacional de Emergencia remita informaci�n referida a OPERACI�N DE EQUIPOS DE MEDICI�N SISMOGR�FICA EN REGI�N DE MAGALLANES, y a la se�ora Ministra del Trabajo y Previsi�n Social, pidi�ndole antecedentes sobre TERCER CONCURSO DE FONDO DE EDUCACI�N PREVISIONAL. )-----------------( --Se levant� la sesi�n a las 22:18. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n