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El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , la situación en que hoy nos encontramos es similar a las que hemos vivido durante varios años. Y el tema siempre se reduce a determinados porcentajes (inflación esperada, productividad, etcétera), pero no hay una mirada a lo que es en realidad el sueldo mínimo, a lo que necesita una familia para sobrevivir. Porque no vamos a decir que se trata de una remuneración o sueldo que permite vivir con dignidad; solo sobrevivir.
Lo anterior significa tomar en consideración que el monto de que estamos hablando ahora -los 193 mil pesos que está ofreciendo el Gobierno-, si uno lo traduce a la cifra real que recibe una familia promedio de cuatro personas donde una trabaja, es de 154 mil 400 pesos.
Esa es la cantidad líquida de dinero que recibe una familia de cuatro miembros para vivir.
Obviamente esa discusión, en este contexto y como se plantea hoy, no es entendible. ¿Por qué? Porque, conforme a la información entregada por el propio Ministro , se supone que somos un país que avanza en todos sus indicadores económicos y macroeconómicos: hay pleno empleo, un desarrollo de inversiones de más de 100 mil millones de dólares en la minería, etcétera.
Entonces, resulta increíble que no se pueda realizar un esfuerzo verdadero para discutir un ingreso mínimo que le permita a una familia, de alguna manera, sobrevivir, como decía.
Deseo recordar que un economista -tengo aquí el texto- pidió ajustar la línea de la pobreza con nueva metodología en 2008:
"El economista de la Universidad Católica Felipe Larraín hizo un llamado a actualizar la línea de la pobreza de Chile, ante un estudio realizado por él mismo que arrojó que cuatro millones y medio de personas viven en condición de pobreza en el país.".
En esa oportunidad, señaló el economista, no el Ministro , que quienes viven con 81 mil pesos al mes per cápita están bajo la línea de la pobreza.
Proyectado ese análisis académico del actual Ministro , hoy día estaríamos hablando de 94 mil 474 pesos. Por lo tanto, para cuatro personas el ingreso tendría que ser de 377 mil 896 mil pesos, que correspondería a lo que el economista señaló en ese momento. Insisto: no es el actual Ministro de Hacienda , sino quien analizó las cifras entregadas por el Gobierno de la época y que indicó que estaban totalmente equivocadas.
Hago esta mención porque, sin duda, lo que él hizo como académico estuvo correcto. No se trata de culpar a esta Administración, sino de ser claro en cuanto a que, cuando uno analiza la evolución del sueldo mínimo, la única oportunidad en que este se reajustó en 12,7, 12,4 y 10,5 fue en los años 98, 99 y 2000, respectivamente, época en que aumentó considerablemente.
Sin embargo, nunca, ni en nuestros Gobiernos ni en el actual, hemos llegado a determinar el monto real de dinero que necesita una familia para vivir con un ingreso razonable.
Esa cantidad, sin duda -conforme al estudio efectuado por el académico de la época-, no puede ser inferior a los 378 mil pesos que proyectó con tanta propiedad en esa oportunidad Felipe Larraín .
Hoy día estamos discutiendo un ingreso mínimo de 193 mil pesos. El Presidente de Renovación Nacional, con quien concuerdo claramente en que puede hacerse un esfuerzo mayor, plantea uno de 200 mil pesos; la CUT pretende uno de 250 mil pesos, pero al final no hablamos de la realidad.
En efecto, si uno desglosa el sueldo mínimo en una familia: en educación debe gastar 10 mil pesos por un ni��o; en transporte, 33 mil; en vivienda, por arrendar una pieza, 90 mil; en la canasta familiar, 146 mil; en agua, 10 mil; en gas, 8 mil; en electricidad, 15 mil; en parafina, 3 mil 100; en medicamentos, 14 mil, etcétera.
¿Alguien puede creer o pensar que los 900 mil trabajadores que hoy reciben el sueldo mínimo -si lo proyectamos por cuatro, que corresponde al grupo familiar, estamos hablando de 3 millones y medio de chilenas y chilenos que viven con esa remuneración; porque esa es la realidad- pueden vivir en esas condiciones? Por supuesto que no.
Entonces, no se trata de ser populista ni de decir que este Gobierno es incapaz, sino de que entre nosotros, ojalá junto con el Ejecutivo, que tiene la iniciativa, busquemos fórmulas que resuelvan este asunto.
Porque la dificultad no radica en si hacemos un reajuste trianual o cuatrienal para llegar a un poco más de 200 mil pesos, sino en que discutamos el monto que realmente se necesita. Y no tengo duda alguna de que no es menor al señalado por el académico Felipe Larraín : 378 mil pesos.
De ser así, habría que llegar de alguna manera en cierta instancia a esa cifra y después ver la reajustabilidad que corresponda para que no se pierda el valor adquisitivo.
La Fundación Sol, perteneciente a unos jóvenes ingenieros, hace una propuesta. Plantea que el salario mínimo podría ser de 270 mil pesos. ¿Qué significa eso y cómo lo explica? Señala que las empresas con ventas anuales de hasta 600 UF recibirían el 100 por ciento de subsidio, es decir, 54 mil pesos; aquellas que venden entre 600 y 5 mil UF, el 80 por ciento, es decir, 43 mil 200 pesos, y las que venden entre 5 mil y 25 mil UF, el 60 por ciento, que corresponde a 32 mil 400 pesos.
¿Cuál es el costo de esta propuesta? 374 millones de dólares este año, porque cada 12 meses va bajando de manera tal que va a llegar el minuto en que los chilenos tendrán un salario mínimo decente y digno.
¿Alguien me puede decir por qué no invertir, ya no es gasto, 374 millones de dólares?
¿Cómo se hace? Colaborando con las pequeñas empresas, a fin de evitar el desempleo, para lo cual el Estado se hace cargo de las cotizaciones de esos trabajadores. Su costo es, reitero, de 374 millones de dólares.
¿Quién podría señalar que invertir esa cantidad hoy terminaría provocando una debacle nacional? No es posible entenderlo así.
Por eso, al final del cuento, los más afectados por esta discusión y quienes van a terminar sufriendo con el sueldo mínimo que se está planteando son el 65 por ciento hombres y el 35 por ciento mujeres; por tamaño de empresa: en las de menos de 5 trabajadores, el 27 por ciento, y en las de 5 a 10 trabajadores, el 11,7 por ciento; y por edad: entre 15 y 24 años, el 28 por ciento; entre 25 y 34 años, el 22 por ciento, y entre 35 y 44 años, el 20 por ciento.
Entonces, por la forma en que se lleva adelante todos los años la discusión, a través de porcentajes más, porcentajes menos, al final terminamos hablando de familias (de 4 integrantes) que van a recibir 154 mil 400 pesos, con lo cual no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir.
Por eso, señor Presidente , a pesar de la situación que se nos plantea, voy a votar en contra de la habilitación. Porque estoy seguro de que este proyecto volverá de la Cámara de Diputados con una suma no superior a 195 mil o 197 mil pesos. Y para ello es preferible poner la tranca ahora, para que el Gobierno se obligue a llevar a cabo un proceso de discusión que, sin ninguna duda, sin populismo ni debacle alguna, permita debatir, con elementos precisos, la posibilidad cierta de contar con un sueldo mínimo digno.
Voto que no.
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