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El señor NAVARRO.- Señor Presidente , deseo referirme al caso del pueblo saharaui, el único de origen árabe y habla hispana, el cual, como es sabido, estuvo colonizado por España hasta 1975, año en que su territorio fue ocupado nuevamente, esta vez por el reino de Marruecos.
Desde ese momento, su único representante, el Frente Polisario, ha luchado contra la ocupación y por la liberación nacional, y ha logrado el reconocimiento del Sahara Occidental como "territorio no autónomo", por lo que opera en Naciones Unidas la Resolución 1514, que consagra importantes mecanismos de descolonización.
En 1976, el Frente Polisario declaró la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática, actualmente miembro de la Unión Africana y reconocida por más de 50 Estados.
En estos momentos, el reino de Marruecos se registra en una lista negra internacional como uno de los países donde se practica la tortura, donde tiene lugar la desaparición de personas y donde el colonialismo aún es defendido como política de Estado isla, sin que siquiera pertenezca a la Unión Africana.
Debemos decirlo: los gobiernos de la Concertación no tuvieron los pantalones bien puestos respecto de la situación saharaui. El 30 de noviembre de 1999, el Ministro de Relaciones Exteriores de entonces, señor Juan Gabriel Valdés , envió una carta al Canciller saharaui para manifestarle la intención de Chile de reconocer a la RASD, lo que no se ha concretado aún por presiones indebidas del reino de Marruecos.
No entiendo por qué un pueblo que ha sufrido una invasión, la tortura, la desaparición de personas, el colonialismo y graves vulneraciones a los derechos humanos tiene vedado en Chile el legítimo reconocimiento de su independencia, de su soberanía, la que ha sido usurpada, no porque lo diga el Senador que habla, sino porque es la convicción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, expresada en más de 50 resoluciones. Cabe señalar que existe una misión especial de la ONU para el Sahara Occidental: la MINURSO.
El Gobierno de Derecha, que ha sido profundamente errático en su política internacional, como lo prueba la conducción a puertas cerradas y con énfasis en lo económico de nuestras relaciones con Latinoamérica, bien podría reconocer de una vez al oprimido pueblo saharaui.
En Francia, el Presidente François Hollande , como socialista de verdad, garantiza un gesto político respetuoso de los derechos fundamentales del pueblo saharaui, contrariamente a lo que hizo Sarkozy, quien, mientras proclamaba los principios de la Revolución Francesa, se oponía a una mayor fiscalización de la ONU.
Hemos dado el ejemplo de que en la Cámara de Diputados se han aprobado acuerdos como el Nº 134, de 4 de agosto de 2010, mediante el cual se pidió al Presidente de la República reconocer "definitivamente" a la RASD y establecer inmediatas relaciones diplomáticas. Ello fue votado a favor por cinco Diputados de la UDI y dos de Renovación Nacional, lo que prueba la transversalidad de la causa.
En el Congreso Nacional se registra ahora la solidaridad de ciertos Honorables colegas con Marruecos, lo que no critico. Lo que estos no entienden, eso sí, es que, al apoyar los intereses de ese país, ello incluye lo mismo que se le ha reprochado a Pinochet: la tortura. Tenemos, entonces, Senadores defendiendo elementos de esta naturaleza en contra del pueblo saharaui, lo que también comprende la desaparición de personas, la celebración de juicios falsos, la existencia de presos políticos.
Al que lo dude le sugiero examinar el último informe del Comité contra la Tortura, de las Naciones Unidas, de fecha 21 de diciembre de 2011, que supervigila el cumplimiento de la Convención contra la Tortura en el caso de Marruecos. El documento señala lo siguiente: "El Comité observa con preocupación que la Ley Nº 03-03 de 2003 de lucha contra el terrorismo no contiene ninguna definición precisa del terrorismo, a pesar de que lo exige el principio de legalidad de las infracciones". "El Comité está preocupado por las numerosas denuncias de tortura y malos tratos cometidos por los agentes de policía, los funcionarios de prisiones". Se agrega que "el Comité sigue estando preocupado por las denuncias de que Marruecos ha servido de punto de salida, de tránsito y de destino para `traslados secretos' realizados fuera de todo marco legal". "El Comité está preocupado por las denuncias recibidas sobre la situación imperante en el Sahara Occidental, donde, al parecer, las fuerzas del orden y las fuerzas de seguridad marroquíes someten a las personas sospechosas a detenciones y encarcelamientos arbitrarios, a encarcelamientos en régimen de incomunicación y en lugares secretos, a torturas y malos tratos, a la extracción de confesiones mediante la tortura, a desapariciones forzadas y al uso excesivo de la fuerza.". "Inquieta particularmente al Comité no haber recibido hasta la fecha información alguna en el sentido de que se haya condenado a ningún responsable de un acto de tortura". "Le preocupa constatar que la confesión sirve de base de numerosas condenas penales, incluso en casos de terrorismo, lo que crea condiciones que pueden favorecer la utilización de la tortura y de los malos tratos contra el sospechoso".
No se trata de propaganda saharaui, señor Presidente .
En medio de este oscuro panorama, Marruecos puso fin unilateralmente el 17 de mayo a la labor de Christopher Ross , enviado personal del Secretario General de la ONU , Ban Ki-moon, para resolver el conflicto del Sahara Occidental , en virtud de que incluyó en su informe al Consejo de Seguridad que ese país "ha puesto en peligro el carácter confidencial de las comunicaciones entre el cuartel general de la MINURSO y Nueva York" y que "la presencia de la policía marroquí fuera del complejo desalienta a los visitantes de acercarse a la MINURSO, en su calidad de entidad independiente".
No es posible que ello lo estemos defendiendo. ¡No podemos avalar la actuación de Marruecos contra el pueblo saharaui! Nos haría bien, como país, desmarcarnos de esta grave mancha en nuestra política internacional, castrada, miope, la cual apoya, con su silencio, lo indecible. Por ello, emplazo a dar verdaderas señales de apertura, de pensamiento democrático, garantista y protector de la dignidad humana, no solo en el discurso, sino también en la acción.
El Gobierno, encabezado por el Presidente Piñera , tiene la gran oportunidad de establecer relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática, del mismo modo que las mantiene con Marruecos. No se pide nada especial. Se solicita igualdad, equilibrio.
Las relaciones comerciales con este último país no sobrepasan los 600 mil dólares de intercambio. No media una razón económica, sino solo de naturaleza política.
Más de 50 países de África reconocen a los saharauis, que ejercen la Vicepresidencia de la Unión Africana. Y la mayoría de las naciones latinoamericanas también lo han hecho, entre ellas Venezuela, Brasil, Perú , Bolivia , Uruguay .
En consecuencia, pido que se oficie al Presidente de la República y al Canciller, señor Alfredo Moreno , para solicitar que se reconozca a la RASD y se recoja la voluntad de innumerables peticiones en tal sentido del Congreso de la República, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado.
Formulamos tal planteamiento con gran humildad, pero también con la máxima convicción de que estamos aportando a un proceso de libertad, de fin del colonialismo que Marruecos ejerce hoy día en contra de la República Árabe Saharaui Democrática.
El Frente Polisario luchó por la vía de las armas, pero las depuso y pactó la paz en busca de una salida democrática.
He tenido la posibilidad de estar al menos en tres ocasiones con Mohamed Abdelaziz , Presidente de la RASD .
He participado en su Congreso y he conocido el sufrimiento del pueblo saharaui.
Me encontré con la enorme sorpresa de que allí los niños -que hablan español, por cierto- conocen Chile y América Latina, porque las raíces hispanas los han llevado a acercarse también a nuestro continente.
Muchos adolescentes y estudiantes universitarios no comprenden por qué nuestro país se niega aún al reconocimiento.
Insisto en que pedimos igualdad: solo que la RASD tenga el mismo reconocimiento que el reino de Marruecos. Estamos en deuda con la República Árabe Saharaui Democrática y con el Frente Polisario. Espero que el Primer Mandatario pueda saldarla con la medida que expongo y la apertura de una embajada de la RASD en Chile.
He dicho.
--Se anuncia el envío de los oficios solicitados, en nombre del señor Senador, conforme al Reglamento.
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