-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638358/seccion/akn638358-po1-ds6-ds11
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1274
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1274
- rdf:value = "
El señor BIANCHI.- Señor Presidente , no quiero contradecir lo señalado por el Honorable colega que me antecedió en el uso de la palabra, quien manifiesta que este es un gran proyecto.
Sin embargo, es bueno decir, una vez más, que el Estado de Chile es, si no el peor, uno de los muy malos empleadores. Esto lo hemos indicado no sé cuántas veces anteriormente.
Entonces, ¿en qué estamos, señor Presidente ? En el país de los ciegos se sabe quién es el rey. Hoy estamos legislando frente a un tremendo daño que sufren todos los trabajadores del país. La situación experimentada en nuestros fondos de pensiones en los últimos años es brutalmente negativa.
En consecuencia, cuando estamos ante estos incentivos al retiro, hay que dejar en claro, primero, que estas personas tienen un tremendo, un enorme daño previsional.
Y quiero colocar un ejemplo.
Semanas atrás me reuní con gente ligada a la salud secundaria. Por desgracia, no traje el ejemplo gráfico, pero lo voy a comentar. Se trata de dos personas que han trabajado 39 años en el servicio público, específicamente en el Hospital Regional de Punta Arenas: igual función, igual empleador, igual cantidad de años. La que se jubila a través del sistema antiguo -el IPS de hoy- recibiría, a fines de este año, una pensión cercana a los 560 mil pesos mensuales. Su colega -que, reitero, trabajó con el mismo empleador, los mismos años, en el mismo lugar, todo exactamente igual-, por estar dentro del sistema de AFP, recibiría 146 mil pesos mensuales, versus los 560 mil pesos de quien se encuentra en el otro sistema, hoy IPS.
Entonces, ante estos proyectos de incentivo al retiro, yo quiero decir que, sinceramente, si bien uno está obligado a aprobarlos, no lo estoy en cuanto a tener que seguir aceptando la situación descrita, que termina, en el fondo, haciendo que las personas que jubilan acaben en una brutal y precaria condición económica en sus últimos años de vida. Y eso es absolutamente inaceptable.
Hace ya largo tiempo propuse la creación de una AFP estatal de característica social que compitiera en iguales condiciones con las administradoras privadas. Hoy día el ciudadano no tiene ningún derecho a elegir. Puede hacerlo entre las privadas, pero no entre estas y una estatal. Con la propuesta planteada se podría a lo menos garantizar una más digna pensión para las personas.
Sé que todos estos incentivos son fruto de acuerdos políticos, y probablemente haya un grado de felicidad. Pero no podemos ocultar la verdad, que es una sola: la existencia de un tremendo daño. Actualmente, con el deterioro en las pensiones, esta gente tiene ya un daño previsional enorme, que estos incentivos ni siquiera alcanzan a equiparar o equilibrar.
Y hay otro aspecto que quiero despejar. Porque aquí yo veo como oculto lo que vendrá pronto, o más adelante, cuando se dice: "Estamos haciendo que las mujeres puedan jubilar hasta los 65 años, pero es posible que lo hagan a los 63, a los 62, o a los años que quieran, hasta los 65". ¿No se estará apuntando, encubiertamente, a aumentar la edad para poder jubilar en nuestro país? Creo que en eso falta ser un poquito más claro. Probablemente, terminaremos copiando algunos modelos de Europa y otros lugares, donde, en definitiva, la mujer jubila a los 63, 65 años, y el hombre, a los 68. Y ya sabemos las consecuencias que han tenido que enfrentar los países que han aumentado los años exigibles para pensionarse.
Por consiguiente, lo anterior me parece bien en la medida que no avancemos en dejar una puertita, una ventana abierta para que luego aparezca un proyecto que establezca que las personas deban jubilarse a una edad posterior. Esa situación obviamente no solo no la comparto, sino que quiero que hoy quede muy claro que podríamos estar perfectamente frente a un hecho como el que acabo de explicar.
El daño previsional es enorme. ¡El Estado de Chile es un muy mal empleador, el peor empleador! En cuanto a las personas a contrata, alguna vez hubo una norma 80/20 que no se cumplió nunca. Un porcentaje mayoritario de las mujeres y hombres que trabajan en el sistema público o municipal se encuentran colgando de un hilo cada año sabiendo que sus contratos pueden terminar. No existe estabilidad laboral.
¿Esto hay que aprobarlo? Sí. ¿Debiéramos hacerlo? Las ganas no están, porque sinceramente el daño es enorme, pero, por desgracia, no tenemos otra alternativa.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638358
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638358/seccion/akn638358-po1-ds6