-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638358/seccion/akn638358-po1-ds6-ds18
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2605
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2605
- rdf:value = "
El señor LETELIER.- Señor Presidente , estimados colegas, en general considero que esta es una buena iniciativa, que mantiene conquistas de los trabajadores, como el contar con incentivos al retiro, el aplicar una lógica de un mes por año y el otorgar una bonificación adicional.
Hay, sin embargo, dos criterios que se comienzan a discutir a partir de esta iniciativa y que no quiero dejar pasar, porque sientan precedentes.
La conquista de que las mujeres recibieran un trato que significara una discriminación positiva no es un tema secundario, por lo menos para mí.
Eso no solo se refiere a que las mujeres puedan elegir si jubilan a partir de los 60 años o esperan cumplir los 65 -esto se mantiene-, sino también a que el Estado haga un gesto, y por eso tienen un mes más que los hombres. Ello obedece a un criterio de discriminación positiva.
No tengo la menor duda de que aquí se sienta un precedente para eliminar ese criterio. Este es un problema político, no financiero. Es un problema de política pública; de las señales que queremos dar, particularmente en la Administración Pública, donde trabajan más mujeres que hombres.
Por lo tanto, quiero dejar constancia, primero, de que no estoy de acuerdo con lo que hace el Gobierno en esta materia.
En segundo término, tampoco comparto la propuesta relativa a los cupos que se asignan para aquellos trabajadores que no se acogieron a la ley anterior, porque también sienta un precedente nefasto.
Y hoy el Gobierno, en las últimas instancias de la negociación, está presionando y negociando con la misma billetera para reducir las conquistas logradas por la ANEF y otros gremios del sector público respecto a los sistemas de incentivos al retiro.
Este proyecto, sin duda, será una buena ley, en general, pero marcará precedentes para la negociación del sector público.
Sería bueno, de una vez por todas, contar con un sistema único de incentivo al retiro para los trabajadores de la Administración Pública. Como bien indicó el Senador Tuma, tenemos este debate porque la farsa de las AFP, en cuanto a que el problema no radica en ellas sino en el sistema previsional del país, no garantiza que sean precisamente eso: un sistema previsional.
Se privatizó la previsión. Se mintió cuando se dijo que la tasa de reemplazo al momento de jubilar iba a ser a lo menos el 70 por ciento del ingreso del trabajador.
Por eso deberemos aprobar este proyecto, como lo hicimos con el que otorgó el bono poslaboral, el cual es un derecho ya adquirido. Sin embargo, esas iniciativas legales no hacen más que recordar que el problema de fondo es que la privatización del sistema previsional causó tremendos daños a la política pública de Chile.
Señor Presidente, voy a votar a favor de esta iniciativa porque considero que es una conquista de los trabajadores.
Eso sí, desconozco -confío mucho en que los dirigentes lo hayan estudiado- qué significará este proyecto, particularmente para los administrativos y técnicos, porque entiendo que la bonificación adicional hace justicia a los sectores que históricamente han quedado más rezagados.
Ello me parece muy bien. Pero me preocupa -y quiero reiterarlo- el precedente que implica para las negociaciones del resto del sector público.
A mí no me gusta y nunca me ha gustado, ni cuando mi coalición era Gobierno ni ahora, que se divida a los trabajadores en los procesos de negociación, que se ponga a unos contra otros, porque esa es a mi juicio una maniobra nefasta.
Yo aplaudo el contenido de la iniciativa, pero me molesta la ausencia del criterio de discriminación positiva en favor de las mujeres.
También quiero referirme al rechazo de la Comisión de Hacienda al mecanismo de financiamiento.
La pregunta es ¿por qué el Ministerio de Salud, con sus recursos que se presumen insuficientes, deberá hacerse cargo del financiamiento? ¡Para qué hacer el listado! En la Sexta Región, por ejemplo, traumatología es un escándalo. ¡Claro! La mejor forma de terminar con las listas de espera es no incorporar a la gente. También es un escándalo lo que ocurre en nuestro país en salud mental, donde hay carencias tremendas. Y podría dar muchos ejemplos más.
Por lo anterior, se debería destituir al Ministro de Salud que no gastara todos sus recursos, que guardara la plata para otros fines y que les pusiera una cortapisa a los hospitales para que no operaran demasiado porque, como el arancel FONASA no cubre los costos reales, el sistema de financiamiento es perverso y endeuda a los establecimientos de salud cuando hacen más trabajo.
Entonces, a mí no me gusta -y quiero dejarlo consignado- el mecanismo de financiamiento contemplado en esta iniciativa.
Entiendo que esa fue la señal que quiso enviar la Comisión de Hacienda cuando rechazó el artículo respectivo. Y no es que el proyecto vaya a quedar sin financiamiento -tampoco hay que ser escandalosos y generar temores donde no existen-: si se aprueba el proyecto sin la norma en comento, los gastos se cargarán al Tesoro Público.
¡Claro! Existe una presión entre la Dirección de Presupuestos, el Ministerio de Salud y los trabajadores. ¡Apuesto que si los subsecretarios hablaran igual como lo hacen en privado, probablemente estarían aplaudiendo el rechazo de este artículo...!
El señor LAGOS.- ¡Estarían dichosos...!
El señor LETELIER.- Pero no pueden hacerlo, porque tienen una cierta obligación institucional. Yo lo entiendo.
Quiero decir que en este punto -se lo mencioné a mi colega el Senador García, que intervino con antelación y con quien tenemos un consenso en lo sustantivo acerca del proyecto- se debería haber consignado que el proyecto se financiará con cargo a una partida del Tesoro Público y no diciéndole al Ministerio de Salud que ahorre en otras cosas, otros programas para pagar los costos de la iniciativa, por cuanto se genera un incentivo burocrático muy perverso, que no me gusta.
Por lo tanto, señor Presidente , no votaré a favor de ese artículo. Estoy seguro de que hay otras formas de resolverlo, y entiendo que esa fue la señal que dio la Comisión de Hacienda.
Como Senador por la Sexta Región, donde tenemos el menor número de especialistas per cápita en el país y la mayor población por funcionario del sector público de salud, pienso que -discúlpenme- la Dirección de Presupuestos debería ser un poquito más creativa para ver cómo lograr el financiamiento de la iniciativa, en vez de decirle al Ministerio de Salud "apriete y apriete". Porque mi temor es que cuando ello ocurre los más perjudicados son los que no somos de la Región Metropolitana, en la que hay más capacidad para gritarle al Ministerio; son, normalmente, las Regiones donde muchas veces existen mayores carencias.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638358/seccion/akn638358-po1-ds6
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638358