-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638635/seccion/akn638635-po1-ds11-ds15
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638635/seccion/akn638635-po1-ds11
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638635
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/303
- rdf:value = "
El señor MELERO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Carlos Recondo.
El señor RECONDO.- Señor Presidente , lamentablemente, estamos repitiendo por tercera vez consecutiva el mismo debate que hemos tenido en el último mes en la Cámara.
Siempre hemos reclamado porque es un debate que se repite año tras año. Pero, no sólo reclamamos porque tenemos que hacer la misma discusión, sino porque los argumentos utilizados cambian, de acuerdo con la conveniencia y la posición política que se tenga en determinado momento. En verdad, esto es muy lamentable porque habla muy mal de la Cámara y del debate político que llevamos a cabo en nuestro país.
Algunos diputados plantean que el reajuste que ofrece el Ejecutivo y que estamos discutiendo es mezquino y muy inferior al que se podría otorgar. Es obvio que todos quisiéramos que el reajuste del salario mínimo fuera mucho más alto que el que se está ofreciendo aquí. Pero también es cierto que, con un mínimo de responsabilidad, debemos reconocer que los reajustes del salario mínimo tienen efectos especialmente negativos para lo que pretendemos hacer con nuestra sociedad, en particular, con los trabajadores.
Nosotros planteamos la hipótesis de que un salario mínimo del nivel que se plantea no produce desempleo o no representa una amenaza para quienes buscan trabajo, en particular, para quienes pertenecen a los estratos más jóvenes; pero, el diputado señor Ortiz ha afirmado con mucha propiedad que el incremento del salario mínimo muy por sobre la productividad del país no afectaría el empleo y que sería falsa una argumentación en el sentido contrario. En realidad, no se trata de una hipótesis, sino de hechos bastante comprobados, al punto de que todos los economistas serios del país y del mundo afirman que un ingreso mínimo muy por sobre la productividad de la mano de obra, evidentemente, afecta el empleo. Si no fuera así, no habría un tratamiento diferenciado, por ejemplo, para los menores de 18 años; si no existiera tal diferenciación, tendríamos un salario mínimo único, caso en el cual no estaríamos reconociendo que la mano de obra de los menores de 18 años es de baja productividad. Por lo tanto, si mantenemos un salario mínimo único para todos los trabajadores, los menores no tendrían posibilidad alguna de acceder al mundo laboral.
En esta misma línea, recojo un planteamiento formulado durante la discusión anterior, en cuanto a debatir más a fondo, tal vez, el próximo año, la posibilidad de establecer un salario mínimo diferenciado, de manera que los trabajadores menores de 24 años recibieran un monto equivalente, por ejemplo, al 70 ó 75 por ciento del que estamos fijando para los trabajadores, en general. Esto porque, de acuerdo con todas las cifras que conocemos, también es evidente que a quienes más golpea el alto nivel de desempleo es a los jóvenes menores de 24 años, en particular, a los que pertenecen a los quintiles 1 y 2, es decir, a los más vulnerables, a aquellos que tienen menos capacitación y, por lo tanto, constituyen mano de obra menos productiva. Este sector está siendo afectado con tasas de desempleo por sobre el 40 por ciento.
Por lo tanto, ¿qué estamos reconociendo implícitamente? Que si fijamos un salario mínimo muy alto, la mano de obra menos productiva tendrá menos posibilidades de acceder al sector laboral. Entonces, lo que estamos haciendo es establecer un reajuste de 10 mil pesos: de 172 mil a 182 mil pesos, que significa un porcentaje de 5,8 por ciento.
Quienes sostienen que este reajuste es mezquino, no decían lo mismo en años anteriores, cuando estuvieron en el gobierno y siempre propusieron reajustes inferiores o muy cercanos al que se está planteando hoy. ¿Por qué actuaron así cuando eran gobierno? Ellos daban los mismos argumentos que estamos dando nosotros ahora, es decir, que existe una relación directa entre la productividad y el nivel del salario mínimo que se está estableciendo. Si no fuera así -quiero insistir en esto-, durante el debate que llevamos a cabo en 2009, el diputado Ortiz no habría dicho que se llegó a ese acuerdo -en ese momento se había llegado a un acuerdo sobre la base de un porcentaje muy similar o inferior al que se está proponiendo ahora-, con el objeto de mantener el empleo. Es decir, sostuvo una tesis exactamente contraria a la que mantiene en esta oportunidad.
Lo lamentable de todo esto no es que tengamos que repetir permanentemente el mismo debate y que utilicemos los mismos argumentos, sino que, dependiendo de la posición política que tengamos en determinado momento, los cambiemos. Creo que con esto le hacemos un daño al debate político que efectuamos en la Cámara.
Por último, este reajuste toma en consideración algo que estoy seguro de que es muy importante para todos: la situación de la pequeña y la mediana empresa. Todos estamos conscientes de que este sector sufre y ha sufrido grandes dificultades para mantener su viabilidad, porque le estamos incorporando, permanentemente, nuevos costos y, por esta vía, las estamos empujando hacia la informalidad. Así, si quieren mantenerse en la formalidad, es muy difícil que puedan conservar su viabilidad. De acuerdo con cifras que todos hemos tenido en nuestros escritorios durante los debates, son las pymes las que concentran el mayor número de trabajadores: el 70 por ciento, que reciben el salario mínimo.
De manera que cuando planteamos que es posible aumentar el salario mínimo a los niveles que, probablemente, todos desearíamos, estamos poniendo en serio riesgo la viabilidad de una cantidad muy relevante de micro, pequeñas y medianas empresas que pagan a sus trabajadores el salario mínimo y que, de lo contrario, no serían viables en nuestra economía, en circunstancias de que su viabilidad es fundamental, si queremos mantener y acrecentar los actuales niveles de empleo.
Para el Gobierno del Presidente Piñera, es decir, nuestro Gobierno, seguirá siendo una prioridad mantener el crecimiento económico y las posibilidades de generación de empleo en los niveles que hemos conocido durante los últimos 15 meses. Por lo tanto, para avanzar en esto, tenemos que evitar poner impedimentos a las pymes y nuevos costos a la generación de empleo.
Por eso, me parece extraordinariamente razonable que podamos coincidir en el reajuste que está planteando el Gobierno, que en términos reales, en promedio, es mayor a los que conocimos en años anteriores.
En consecuencia, en esta tercera oportunidad concurriremos con nuestra aprobación al reajuste del ingreso mínimo.
He dicho.
"
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/303
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso