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- rdf:value = " La señora SAA (doña María Antonieta).- Señor Presidente , ese tema es muy profundo, no debe tratarse con ligereza.
El problema mapuche tiene su origen, desde hace siglos, en el maltrato tremendo que ha sufrido no sólo de parte de los conquistadores, sino también de parte de representantes de la República de Chile, es decir, de innumerables ciudadanos chilenos.
Cuando era niña, vivía en Pitrufquén. Mi padre era notario. Y me acuerdo cómo llegaban personas mapuches, acompañadas de huincas, para cederles sus tierras. Los mapuches llamaban a un fundo “Poco a Poco”, porque habían corrido sus cercos y poco a poco se habían apoderado de sus tierras.
Posteriormente, trabajé en la Reforma Agraria, en los asentamientos mapuches, y su historia era de despojos, de abusos. Esto se fue constituyendo. Hay pendiente una tremenda reparación a los pueblos originarios, especialmente al pueblo mapuche.
El gobierno de la Concertación, después de la nula acción de la dictadura militar, empezó a reinvindicarlos con el presidente Aylwin. ¿Y qué pasa con los representantes de los dueños de la tierra que no quieren -hasta ahora- reconocer constitucionalmente la calidad de pueblos originarios? Esto se trató múltiples veces en este Hemiciclo, y una y otra vez dijeron no, con la postura de los conquistadores, de los despojadores del pueblo mapuche. Insisten en no reconocer constitucionalmente la existencia de pueblos originarios que tienen todos sus derechos, y no reivindicar y pedir disculpas por los abusos y despojos que se han cometido con dicho pueblo.
Logramos, recién en 2008, aprobar el Convenio N° 169 de la OIT, porque todas las veces que lo trajimos a votación a esta Cámara, los votos de la derecha no estaban. Entonces, cuando un joven diputado quiere llevar a juicio una materia tan fundamental como ésta, de la manera tan ligera como lo hace, acusando a un ex ministro de violentista, la verdad es que es irrisorio.
El diputado Tuma, en su intervención, ha denunciado la forma en que se llevó a cabo esta investigación, la cual, es cierto, desconoce, por un lado, lo que ha dicho el Banco Interamericano de Desarrollo, que es el proveedor de fondo del Programa Orígenes, que ahora distingue y dice que es bueno que este Programa siga, pero, indudablemente, este informe no es un verdadero análisis de la política indígena, sino, simplemente, un informe para atacar, enjuiciar injustamente y de manera absolutamente frívola, acciones de gobierno realmente importantes.
Señor Presidente , fíjese que el gobierno de la presidenta Bachelet inspiró y promovió el documento Pacto Social por la Multiculturalidad, que contiene los éxitos que obtuvimos con la ratificación del Convenio N° 169 de la OIT y su implementación. En virtud de aquello, el Congreso Nacional despachó proyectos de ley destinados a reformar la institucionalidad indígena, creando una Agencia de Desarrollo Indígena que reemplaza a la Conadi y un Consejo de Pueblos Indígenas, órgano de carácter representativo y autónomo. Además, se propuso un proyecto de ley para crear el Ministerio de Asuntos Indígenas -¿cómo que no se ha hecho nada?-; reformas en los procedimientos de la compra de tierras. Se avanzó y, frente a los errores cometidos por la Conadi, se le retiró su atribución de asignar de tierras.
En fin, podríamos hablar de otras cosas.
Pero, lo indignante de este informe es que sólo se limita a hacer juicios políticos. ¡Qué cosa más increíble, porque lo que hizo el ministro fue proponer y recoger la aspiración de los pueblos indígenas! Ellos quieren los fundos que les quitaron; no otros. ¿Cómo un ministro va a incitar a la violencia por acoger una demanda justa de esos comuneros mapuches que aspiran a la tierra, pero no a la que están en recónditos parajes y que no sirve para nada, sino aquella de la que fueron despojados? Creo que sería un ridículo nacional que esta Cámara acogiera un informe en que se acuse a un ex ministro de la presidenta Bachelet, hoy ministro del Tribunal Constitucional , de violentista y de promover la violencia. No podemos llegar a esa frivolidad.
Aquí estamos frente a un informe de una Comisión que ha sido llevado por la pasión juvenil del diputado Edwards, quien desconoce las tradiciones profundas. Le ruego a los colegas de la Derecha que no lo aprueben, porque sería el hazmerreír absoluto y tirar nuestra institucionalidad a un devaneo blando, superfluo, que nos avergonzaría.
También hay cosas importantes que ha dicho el diputado Edwards. ¡Pongámonos en la onda propositiva de verdad! Me parece muy importante que se diga que la política indígena tiene que ser transversal, porque hay personas de pueblos originarios en todo el país; en Santiago, en mi distrito, hay muchos mapuches. Hagamos política transversal; así como tenemos el Servicio Nacional de la Mujer que pretende hacer política transversal hacia las mujeres de todos los ministerios. ¡Eso me parece importante!
Entonces, al colega Edwards y a los que lo acompañan en este informe mañoso, que ataca de manera injusta y no profunda los verdaderos problemas de la política indígena, que ha sido difícil para la Concertación -ésta también cometió errores-, los invito a sumarse a una acción propositiva, positiva, y no hacer ataques a mansalva y ridículos, a través de una Comisión mañosamente llevada a cabo, que nos van a desprestigiar como Congreso Nacional.
He dicho.
"