-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638832/seccion/akn638832-po1-ds34-ds49
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1470
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1470
- rdf:value = "
El señor ARAYA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado don René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).- Señor Presidente , esta discusión me recuerda cuando, años atrás, la gente pedía a gritos que le pusieran un teléfono en su población. Se accedió a ello y al final se los robaron todos. Frente a ello, ¿qué hizo la compañía? Optó por retirarlos. Hoy eso no es problema, porque están los teléfonos celulares.
Ahora, habría que preguntarse qué pasa-ría si los bancos deciden retirar los cajeros automáticos que nosotros mismos pedimos para los pueblos chicos que no tienen bancos, lo que les ocasionaba tremendos problemas. Seguramente los retirarían, aun cuando pierdan plata. Es una suposición, pero pienso en esa posibilidad, después de escuchar las teorías que se han planteado durante el debate. Es decir, cuando se produzca un robo, la policía tendría que preguntar a la persona si tiene seguro. Si la persona le dice que sí, entonces le tendrían que decir que no van a investigar el robo porque va a pagar el seguro. Bajo ese predicamento, para qué vamos a tener policías. Es mejor contratar un seguro y al final saldrá mucho más barato. Pero ése no es el tema.
El punto está en si hoy queremos tener más orden y aumentar las penas a las personas que roban. Tengo la convicción más profunda de que toda persona, cualquiera sea su situación socioeconómica, tiene derecho a que sus bienes sean protegidos, porque a todos les cuesta obtenerlos, ya sea el auto, un teléfono, un televisor, etcétera.
Es indudable que detrás de los bancos hay un negocio, pero el problema está en que el robo de cajeros automáticos conlleva también el robo de un vehículo, que puede ser la camioneta -de la cual hablaba el diputado Fidel Espinoza - que la víctima ocupaba para realizar su trabajo. Entonces, es una cadena de nunca acabar.
Creo que aquí ha faltado ponerse de acuerdo en una cosa: ¿realmente queremos terminar con la delincuencia o no? ¡Ésa es la pregunta que nos debemos plantear! A la luz de los discursos de algunos colegas, pareciera que se alegran cuando aumenta la delincuencia y la cantidad robos. Por lo que han señalado, me da la impresión de que se alegran de ello porque así insisten en que ha fracasado el Gobierno del Presidente Piñera. Si eso fuera así, sería un fracaso de toda la sociedad chilena, a la cual le ha ganado la delincuencia, que está conformada por un puñado de antisociales que no constituyen más de 3 por ciento, lo que resulta inconcebible.
Por otra parte, el Gobierno ha señalado que los encapuchados no podrán participar en las marchas. En su oportunidad, la Presidenta Bachelet mandó un proyecto en ese sentido y, como Oposición, consideramos darle apoyo si ella lo estaba pidiendo como una ayuda para identificar a las personas que hacen desórdenes, pero ahora se dice que son focos aislados y que no producen ningún daño, ya que sólo asaltaron dos o tres edificios, cuando en Santiago hay miles. Entonces, se minimiza el tema y se dice que eso no tiene tanta importancia. Déjenlos tranquilo. Algunos también afirman que debemos retirar a la policía del resguardo de las marchas y dejemos que la gente se exprese; no pongamos a nadie a resguardar el orden y la seguridad y que los manifestantes vayan por donde quieran. ¿Para qué vamos a reprimir a la pobre gente que se quiere expresar y manifestar? Se insiste en que hay que dejarlos que se expresen y que hagan lo que quieran. Les garantizo que los mismos que están gritando hoy van a preguntar por qué sacaron a los policías de la calle y no protegieron los bienes de las personas que fueron asaltadas por los vándalos. Es increíble. La semana pasada apreciamos la violencia verbal que se generaba y la forma en que atacaban a un carabinero que se había metido a la caseta de entrada al Congreso Nacional, pero no oímos ni una sola palabra en contra de la gente que tiraba piedras al edificio del Congreso Nacional, que rompieron vehículos y quemaron autos. ¡Ninguna palabra! Entonces, habría que preguntarse si seguimos en la misma idea de que el delincuente tiene todos los derechos y las personas honradas no tienen ninguno. Eso es lo que tenemos que corregir. Si se aumentan las penas, no se hace contra el buen ciudadano ni contra el que va a sacar su dinero de un cajero automático o va a depositar, sino a quienes cometen el delito, que es lo lógico. Para mí, eso no debiera tener discusión. La discusión que aquí se debiera dar es respecto a aumentar o bajar las penas y no rechazar de plano la iniciativa porque se trata de un banco. Eso no es posible.
Sinceramente, si hay algo que me produce comezón, son los balances de los bancos Eso lo digo de verdad y así lo he sostenido siempre. Quizás parecerá curioso, pero no ganan la plata con los intereses. Algunos dirán que me he vuelto loco, pero es verdad lo que digo. La ganancia la obtienen por lo que cobran por los cajeros automáticos, por lo que cobran por las tarjetas, por responder por el saldo de una cuenta, cuando cobran dos pesos por no sé qué servicio, cargos fijos por un sinnúmero cosas. Eso les genera más ganancia que lo que cobran en intereses.
Quiero precisar que no estoy protegiendo a las instituciones bancarias, sino a esa gente que peleó durante muchos años para que les pusieran un cajero automático. Por ejemplo, en Villarrica y Pucón, comunas que represento en esta Cámara. En el verano se produce un verdadero caos cuando se acaba el dinero de los cajeros automáticos; incluso, los bancos han tenido que instalar más cajeros automáticos. Entonces, debemos reconocer que también entregan un servicio.
Por ello, debemos llegar a un acuerdo. Primero, analicemos qué queremos proteger y hacia dónde queremos llevar esta iniciativa. Pero no nos podemos alegrar cuando aumenta la delincuencia, sino cuando no tengamos más personas en las cárceles o cuando en las cárceles no se reprima y las personas tengan derecho a una reivindicación, que es lo que todos queremos.
Entonces, cuando aquí se promociona la propia puerta giratoria -de la cual tanto se ha hablado- y cuando se votó para que salieran en libertad tres mil seiscientos presos, es necesario aclarar que se trata de personas condenadas que tenían penas menores. Nunca se dejó en libertad a un preso que estaba condenado por delitos mayores. Cuando se produjo el fatídico incendio en la cárcel de San Miguel, entre las ochenta y una personas que murieron había una que estaba presa por haber robado un celular, a quien habían condenado a sesenta días; otro, porque había robado un billete o rayado un auto y tenía sesenta días de cárcel, lo cual generalmente se hace con pena remitida. Es ahí donde se tiene que corregir el problema.
Por eso, al analizar lo que hoy estamos debatiendo, creo que el problema no son los bancos, sino que hay que poner freno a la delincuencia, porque para nadie es agradable que se produzca. No obstante, les debo decir que más culpables son, en forma encubierta, quienes amparan la delincuencia al no apoyar el aumento de las penas. Eso sí que es grave, porque los delincuentes saben que es más barato robar un par de millones de pesos y estar un año preso y salir libres, que estar trabajando afuera. Por eso, hay mucha gente que roba radios de auto, espejos y autos, o sea, prefiere delinquir que seguir trabajando, porque es mucho más barato, ya que las penas que se establecen en el Código Penal son sumamente bajas.
Entonces, estamos en la disyuntiva de elegir si queremos un país con menos delincuencia, no necesariamente con más represión, porque no se reprime a la persona de bien y de trabajo, sino a la persona que ha hecho del robo un modo de vida. Ése es el tema de fondo que tenemos que atacar. Cuántas veces a ustedes mismos les han robado la cartera, el celular o la billetera y ponen el grito en el cielo y lanzan todos los epítetos posibles, pero cuando se trata de aprobar un proyecto de ley para protegerse de eso, dicen que no y que esas personas son unos pobrecitos.
Por eso, debemos tener claridad en lo que vamos a aprobar. Creo que el proyecto de ley favorece a la gente de bien y que toda pena contra el delincuente va a significar mayores beneficios para las personas que están trabajando y que quieren tener un mejor pasar. Además, es muy raro que los robos se aclaren de inmediato, incluso hay otros barrios en donde nunca se aclaran.
Debemos poner atención en las antenas telefónicas, porque los que a veces se oponen a su instalación -no me refiero a un barrio específico- son los mismos que después irán a reclamar cuando no exista cobertura.
Hoy, cuando el país está a punto de quedar sin electricidad, me gustaría saber qué pasará cuando una persona quiera formar un comité de vivienda para construir mil, 2 mil, 3 mil o 5 mil casas en Santiago y le digan que no hay disponibilidad suficiente para dotarlas de energía eléctrica.
Tenemos problemas muy importantes que solucionar, y ello -perdónenme que se los diga- no es tarea de la Oposición ni del Gobierno, sino de todo el país, de las personas que lo dirigen, de la gente que quiere un Chile mejor y más solidario, de los que estamos en política para hacer el bien y ver la forma de contribuir a solucionar los problemas, y no para ponernos trabas entre nosotros mismos.
A algunos les podrá extrañar, pero creo que la práctica de las ofensas tienen que ir quedando en el pasado, porque debemos enfrentar una etapa mucho más difícil: la del entendimiento. Cuando un país madura, después viene la época del entendimiento. Esperamos que esto ocurra luego y que todos juntos podamos sacar a Chile adelante, para que tengamos un país, Dios mediante, con menos delincuencia, porque eliminarla de cuajo es algo imposible. Pero hagamos un esfuerzo para tener un Chile mejor.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638832
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638832/seccion/akn638832-po1-ds34