-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639129/seccion/akn639129-po1-ds58-ds73-ds77
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1570
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1570
- rdf:value = "
El señor QUINTANA.- Señor Presidente, voy a partir haciendo un mea culpa.
En efecto, como varios Senadores de Oposición han señalado, reconozco que esta materia debió abordarse antes. No sé si entonces las cifras hubieran alcanzado, porque cuando fuimos gobierno -también lo recordaron parlamentarios de la Concertación- realizamos otras transformaciones.
Por de pronto, la comparación no es menor.
Sin duda, la gran reforma de la actual Administración -en términos de impacto político, de inversión- es la que nos ocupa: la del posnatal. Tal normativa tendrá un costo en régimen de 200 millones de dólares, mientras que el de la reforma previsional, beneficio de carácter universal impulsado por la Presidenta Bachelet , fue de 2 mil millones de dólares. Esa es la diferencia: 10 veces mayor.
Tal dato resulta relevante, porque es probable que las cifras en esa época sencillamente no dieran para concretar, además, lo del posnatal. Hubiésemos tenido déficit fiscal.
Siendo bien serios, era imposible o muy difícil materializar al mismo tiempo la reforma previsional; lo relativo a la cotización del 7 por ciento en salud, cuyo costo es significativo, y la ampliación del posnatal.
Era complicado en realidad. La historia nos juzgará. Hay juicios de especialistas en economía que reafirman lo que señalo.
En segundo lugar, estimo que el actual Gobierno tenía todo el derecho a sacar adelante un proyecto que comprometió en la campaña presidencial. Por esa razón, voté a favor de la idea de legislar.
Después reclamamos porque durante la discusión vimos que había pérdida de derechos. Luego, como se ha expresado, se acudió al Tribunal Constitucional, lo que, en mi opinión, fue más bien un disparo a los pies para el Ejecutivo . Porque perdió credibilidad. Se fue a dicha instancia a dar una vuelta para al final llegar al mismo punto del primer trámite. ¡Y no se avanzó nada!
Me pregunto: ¿el Gobierno esperaba bajar su aprobación en las encuestas, hasta llegar a 22 por ciento, para asumir que la iniciativa requería un desembolso mayor de recursos? No olvidemos que cuando se discutió este proyecto en el primer trámite constitucional asistieron las Ministras Schmidt y Matthei , pero no -según recuerdo- el Ministro de Hacienda , a quien no le gustaba la iniciativa original, que ya implicaba cierto costo.
El tema presupuestario siempre estuvo presente en el debate.
Por lo tanto, como indicó recién el Senador señor Gómez , claramente había una pérdida de derechos. Por consiguiente, no podíamos ponerle buena cara a una iniciativa que no lograba que el Presidente de la República cumpliera su promesa de campaña a cabalidad.
En efecto, el proyecto reducía derechos: tenía tope; discriminaba a la mujer de clase media; disminuía en tres meses el fuero; se dudaba de la licencia por enfermedad del hijo menor de un año. ¡Por favor! Muchas veces escuchamos a la Ministra Matthei , a varios otros Secretarios de Estado y a parlamentarios de Gobierno referirse a este asunto. Se lo veía casi como una asociación ilícita entre los médicos y las madres. ¡Se observaba de parte del Ejecutivo una profunda desconfianza hacia las madres!
La "letra chica", que estaba muy presente en la primera parte de la tramitación del proyecto, impedía que se cumpliera la promesa hecha durante la campaña presidencial.
Hoy noto que el texto propuesto es muy distinto. Y me alegro de tal avance. Como bien señaló la Senadora Lily Pérez , ahora tenemos de vuelta un derecho universal.
Me parece que ahí está el punto el fondo.
Establecer discriminaciones obviamente significaba un profundo retroceso para las mujeres, por las razones aquí dadas.
Además, quiero hacer especial hincapié en nuestra realidad demográfica.
Las Senadoras señoras Rincón y Lily Pérez y el Honorable señor Rossi manifestaron que el proyecto que nos ocupa constituye un incentivo a la natalidad.
Hoy día se producen menos nacimientos y muertes. Por lo tanto, tenemos una población sin recambio, envejecida, con todo el costo que eso conlleva. Cuando en una familia de clase media nace un hijo, se dice: "Un niño siempre es una bendición". Cuando nace el segundo, la frase es: "Donde come uno comen dos". Pero, al nacer el tercero, empieza la preocupación por su formación: "¡Cómo lo vamos hacer para educarlos!".
Hace algunos días, con Senadores de distintos sectores, conocimos la experiencia finlandesa. La Ministra del SERNAM señaló que este proyecto es de clase mundial. No sé si sea para tanto el entusiasmo, ya que en Finlandia el posnatal dura 11 meses. Alguien podría decir que se trata de otra realidad. Bueno, es la misma que impide el lucro, la de una economía que no es precisamente socialista y donde se piensa en las personas desde el momento de nacer.
En suma, ahora contamos con una iniciativa completamente distinta, que permite al Gobierno cumplir la promesa de campaña y que está en sintonía con el desafío de nuestro país de abordar en el corto plazo el problema demográfico del envejecimiento de la población.
Por lo tanto, el proyecto les dice a las madres que resulta perfectamente compatible el derecho a la lactancia, a la vida, a la crianza de un hijo con el derecho al trabajo. Hasta ahora muchas mujeres no volvían a laborar luego de dar a luz.
Además, cabe señalar que ciertas empresas ven la maternidad solo en su rol reproductivo y no en el productivo, el que significa capital humano, futuro, vida, educación, desarrollo y todo lo que el país necesita.
Por último, me referiré al artículo 6º.
Creo que el texto propuesto avanza en muchos aspectos. Las temporeras, por ejemplo, no estaban consideradas. Represento a comunas como Renaico, Collipulli, Angol , donde hay un fuerte componente de ese tipo de trabajadoras.
Sin embargo -con esto termino, señor Presidente-, el artículo en comento...
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).- Concluyó su tiempo, señor Senador.
Le daré un minuto adicional.
El señor QUINTANA.- Gracias.
El artículo 6º consagra una discriminación en perjuicio de las funcionarias públicas pertenecientes a zonas extremas.
En la actualidad yo no represento lugares de ese tipo, pero aspiro a que lo sean más adelante. Espero que comunas como Lonquimay o Melipeuco, que han dado un paso para ser designadas territorios especiales, puedan considerarse próximamente zonas extremas.
No quisiera en el futuro tener que enfrentar, sin el beneficio del posnatal, la situación de madres que, por el hecho de hacer patria en los lugares más apartados del país, muchas veces necesitan más recursos y más cuidados para criar a sus hijos.
Porque me parece que no debería existir ningún tipo de discriminación en esta iniciativa y porque, con todo lo que se ha avanzado, sería muy lamentable sufrir un traspié en ese aspecto, voto en contra del artículo 6º.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639129
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639129/seccion/akn639129-po1-ds58