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El señor QUINTANA.- Señor Presidente, por cierto, no creo que el proyecto sea la panacea, pero tampoco, que el panorama sea tan pesimista como lo plantea el colega Tuma.
Evidentemente, se deben mejorar y corregir algunas cosas en la Comisión Mixta.
El señor NAVARRO.- ¡En esas condiciones estamos!
El señor QUINTANA.- Lo que sí comparto plenamente con el Senador Tuma fue la experiencia como Diputados, cuando participamos en la larga discusión -un debate de años- sobre la materia en la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones de la Cámara Baja. Ahí vimos el lobby que muchas empresas hicieron durante ese período. Y bien lo sabe el Senador García-Huidobro , también Diputado en aquella época.
La verdad es que, en esos tres a cuatro años de tramitación legislativa, se instaló probablemente el 30 a 40 por ciento -el señor Subsecretario me puede corregir- de las antenas.
El señor TUMA .- Hubo mucho lobby.
El señor QUINTANA.- Claro. El "lobby feroz" que se dio, Senador, buscaba cambiar el proyecto y atenuar una regulación que todavía no existe.
A mi juicio, la iniciativa tiene aspectos positivos, sin lugar a dudas.
En ese sentido, reconozco la disposición que ha tenido el Subsecretario de Telecomunicaciones, don Jorge Atton, para escuchar a la ciudadanía.
Y destaco la labor realizada por Moisés Pinilla, Arturo Samit y la agrupación de defensa de la salud y el medioambiente de Viña del Mar que ellos lideran. Porque este es un problema de salud.
De hecho, este proyecto tal vez abre un tema nuevo en ese ámbito, a pesar de que aún no existan -como se sabe- definiciones muy taxativas de la Organización Mundial de la Salud. En la Cámara de Diputados en su oportunidad escuchamos a Andrei Tchernitchin y a otros expertos, quienes expresaron que, aunque la OMS no se haya pronunciado al respecto -similar a lo que sucede con los transgénicos-, todo indica que las antenas generan problemas a la salud.
Siempre hago presente lo que ocurre en la calle Chorrillos , población Bellavista, de la comuna de Vilcún: mucha gente ha fallecido en un radio de 90 metros en torno a una antena -espero que podamos sacarla- y más del 60 por ciento de esos vecinos están enfermos de cáncer.
Entonces, hay datos. Cosa distinta es que la Organización Mundial de la Salud no los haya podido comprobar todavía. Y -¡claro!- cuando lo haga, ya va a ser tarde. Y ahí comparto lo que dijo el Senador Tuma: nos daremos cuenta de que llegamos tarde a la discusión.
Como sea, creo que el proyecto sirve.
¿En qué sentido?
Las emisiones y la densidad de potencia son aspectos importantes. Y concuerdo con las palabras del Senador Prokurica en orden a que en esta materia nos pondremos a la altura de los países de la OCDE. Ello me parece relevante.
En tal ámbito destaco el rol que ha jugado la Asociación de Ciudadanos para la Defensa de la Salud y el Medio Ambiente de Viña del Mar, que ha representado también a entidades de otras zonas del país, incluidas algunas de la Región de La Araucanía, que represento. Muchas comunas ( Perquenco , Lautaro , Victoria, Angol ) han sido parte de esta agrupación ciudadana. Y estimo que debemos seguir acompañándola, porque -insisto- la Comisión Mixta será una instancia completamente necesaria.
Las exigentes limitaciones que estamos poniendo a las emisiones (2,5 microwatts por centímetro cuadrado) nos sitúan al mismo nivel de Austria, Suecia, Suiza , China, Rusia -en definitiva, los países integrantes de la OCDE-, y no solamente para la densidad de potencia -algo que no se ha dicho-, sino, al mismo tiempo, en lo concerniente al protocolo de las mediciones. Porque el problema fundamental, más que la unidad de medición, es cómo vamos a medir tales emisiones.
El Senador Navarro mueve la cabeza. Está pensando seguramente en el SIMCE, en el semáforo. Es parecido.
En consecuencia, considero sumamente importante determinar cómo se medirán las emisiones, con qué instrumentos, con qué periodicidad. Resulta esencial dejar establecido en el cuerpo legal dicho protocolo, mediante el cual nos comparemos con los países antes señalados.
Desde ese punto de vista, pienso que el proyecto es un paso adelante.
¿Dónde, a mi juicio, no hay avance? En la distancia que deben guardar las antenas respecto de las zonas sensibles. A lo mejor, lo hecho en el Senado es más que lo obrado en la Cámara Baja. Pero seamos claros: en la discusión general llevada a cabo hace un par de meses hablábamos de prohibir la instalación de torres a menos de 300 metros de zonas sensibles (escuelas, espacios públicos, centros de salud, en fin). Sin embargo, hoy la norma plantea exigir como mínimo cuatro veces la altura de la antena. O sea, como el debate se ha centrado en las torres de 12 metros, el rango normal de distancia para permitir la instalación de tales estructuras será de alrededor de 50 metros.
Yo tengo una diferencia con el Senador Letelier, aun cuando comparto su preocupación. Entiendo que respecto de las antenas de entre 3 y 12 metros también hay un grado de restricción. Hoy día no contamos con ninguna: los directores de obras municipales no se pronuncian; simplemente son notificados por los señores que representan a las empresas del rubro y que han desarrollado un arduo trabajo de lobby durante el último tiempo. Ellos solo avisan: "Nos vamos a instalar en tal población, en tal barrio de Collipulli, Lautaro , Melipeuco, Santiago ; donde sea".
Sin embargo, con el proyecto en debate ello ya no sucederá. Los directores de obras y, por tanto, los municipios tendrán que hacerse responsables, y las agrupaciones vecinales deberán ser oídas a la hora de autorizar la instalación de antenas superiores a los 12 metros de altura, y también de las de entre 3 y 12 metros.
Otro asunto relevante es que la gran mayoría de las torres existentes superan con creces esa altura. Las más invasivas hoy día, como muy bien indicó el Senador Letelier, son las de 20 a 30 metros. Estas deben preocuparnos. No digo que las más pequeñas sean inocuas, pero no sé si la instalación de torres inferiores a 12 metros constituirá un proceso masivo a futuro.
Ahí surgirá un problema con la distancia. Me gustaría que ello también se corrigiera en el transcurso de la discusión en la Comisión Mixta.
Asimismo, me preocupan los sectores rurales porque están muy abandonados. Yo represento a vastas zonas rurales. Y en ellas se presentan dos problemas. Se los planteo, por su intermedio, señor Presidente, al señor Subsecretario de Telecomunicaciones.
Algunos dicen que el proceso ya está hecho; otros, que faltan muchas torres por poner. Pero la verdad es que en esos lugares no hay conexión; o sea, faltan servicios de telefonía.
El señor Ministro del ramo y el señor Subsecretario saben -por intermedio de la Mesa aprovecho de saludarlos- que el Senado aprobó por unanimidad hace algunos días el proyecto para que el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones -1, 2, 3; no sé en cuál vamos ya-, que fomenta la infraestructura digital, sea de carácter permanente. Considero que ello es un paso importante. Pero ojalá algún día se concrete y llegue a las Regiones. Que no nos pase lo mismo que sucede con la televisión digital, otro tema que tendremos que analizar juntos en los próximos días.
La Comisión de Educación, que presido, y la de Transportes y Telecomunicaciones, unidas, se involucrarán en el debate de ese proyecto pronto -lo hemos conversado con el Senador Novoa-, y se espera que su análisis dure seguramente hasta fin de año. Lo relevante es que saquemos adelante esa iniciativa.
Ahí también veo una preocupación, por cuanto los canales abiertos no se han involucrado en la materia y carecen de incentivos hoy día para hacerlo. Ello, porque la futura normativa sobre televisión digital les va a exigir contar con la misma área de cobertura.
Pienso que algo similar ocurre en este otro ámbito.
Existen pocos incentivos para que el mundo rural se conecte a servicios de telefonía en general. Y los que hay ni siquiera son de calidad. En vastos sectores de la cordillera de Los Andes en la Región que represento -comunas como Lonquimay, Curacautín, Melipeuco, Curarrehue-, tales servicios no están disponibles; mucho menos, los de Internet.
A mi juicio, debemos dar un salto mucho más audaz en materia de infraestructura digital, tal como se hizo en su oportunidad con el Programa de las 900 Escuelas o el denominado "Enlaces", iniciativas bastante visionarias para su época.
Con todo, señor Presidente, votaré a favor de las modificaciones propuestas, pues creo que se avanza.
Pero -insisto- quedan aspectos pendientes, que hacen necesaria la Comisión Mixta.
Termino señalando que en materia de colocalización veo un retroceso. Espero que no utilicemos tal modalidad solo cuando el espectro se halle saturado, sino ante cualquier circunstancia. Es preciso llevar ese punto a la Comisión Mixta.
De todas maneras, la iniciativa avanza en varios aspectos. No es la panacea -reitero-, pero tampoco amerita hacer una huelga de brazos caídos sobre el asunto. Y contiene algo muy importante: la opinión de los vecinos será considerada frente a decisiones relevantes en la materia.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
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