-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639187/seccion/akn639187-po1-ds13-ds24
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639187/seccion/akn639187-po1-ds13
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639187
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3494
- rdf:value = "
La señora ALLENDE.- Señor Presidente , una vez más nos toca discutir sobre el ingreso mínimo.
Puedo compartir lo expresado por otros Honorables colegas en el sentido de que ojalá contáramos con los instrumentos y el consenso requeridos para fijar un monto en lo posible trianual o, por lo menos, plurianual, y evitar el debate año a año, que siempre es bastante duro.
Y lo es porque, como lo manifestó el propio señor Ministro , vivimos en la región más desigual del mundo, sin perjuicio de que, además, Chile es uno de los países con mayor inequidad y disparidad. Los veinte años de Gobiernos de la Concertación permitieron reducir la pobreza de manera muy significativa, pero, claramente, no hemos logrado disminuir las desigualdades como hubiera sido deseable.
Además, si se consideran los tres primeros quintiles, se observa que el 60 por ciento de la población vive con cerca de 500 mil pesos mensuales.
El asunto en debate se plantea junto con otras situaciones. Por ejemplo, celebramos hoy al mediodía una sesión que debió ser de mayor duración, lo que no fue posible por la falta del visto bueno necesario, pues resulta evidente que había mucho más que conversar. Fue interesante, sin embargo, porque es preciso tratar una cuestión que ha afectado enormemente a la opinión pública. Hago referencia, por supuesto, al caso de La Polar, que me parece uno de los mayores fraudes comerciales acaecidos en el último tiempo en el retail y en el que se ha demostrado una conducta delictual respecto de la cual espero de verdad que se aplique todo el rigor de la ley. Más de 400 mil personas se han visto completamente afectadas en su desarrollo personal y familiar y en su proyección de vida, en virtud de repactaciones unilaterales inconsultas, no comunicadas, en las que se aplicaron intereses, gastos y más intereses, según lo que se ha conocido en forma dramática.
Al preguntarme cómo se sentirá hoy día esa gente, los señores Senadores podrán pensar en qué motivo puede concurrir para hacer referencia a lo ocurrido en dicha empresa y no al ingreso mínimo.
Lo que sucede es que este último es tan bajo todavía para la gran mayoría de los trabajadores, que una familia de cuatro integrantes, en promedio, debe endeudarse para vivir. Y después sigue haciéndolo, a veces de una manera en que la "pilla la máquina".
Porque, además, la industria del retail ha descubierto que lo mejor para ella es que los chilenos vivan endeudados, ya que, al final, gana intereses e intereses sobre intereses y nunca se ha legislado sobre la tasa de interés máxima convencional.
Entiendo que mi Honorable colega Ruiz-Esquide presentó una moción sobre la materia. Me alegro mucho. Ojalá que el Senado la discuta y la apruebe, y que de una vez por todas fijemos algún criterio con respecto a lo que entendemos por una tasa usuraria, hasta dónde llega el interés máximo convencional, etcétera.
En la situación expuesta no funcionó ningún mecanismo de fiscalización. Las alertas tempranas venían de épocas pasadas y fueron ignoradas en el Gobierno. Los efectos registrados obedecen a que tenemos familias que se endeudan para poder vivir y empresas que, como ya señalé, ofrecen créditos con facilidades tremendas, bastante irresponsablemente en muchos casos.
Incluso, presenté en la Cámara de Diputados una moción sobre la materia, por cuanto no me parecía conveniente el acercamiento a estudiantes universitarios para ofrecerles todo tipo de tarjetas. La idea era que la empresa se hiciera cargo si en determinado momento no existía posibilidad de pago, en la medida en que su irresponsabilidad la había llevado a otorgar una tarjeta sin siquiera hacer un estudio mínimo del perfil del estudiante para ver si efectivamente tenía capacidad de financiamiento.
Este es un cuento que ha venido arrastrándose, señor Presidente . A mi juicio, Chile es uno de los países con personas más endeudadas. El señor Ministro también lo sabe.
Y es una caldera que va a reventar. No podemos seguir así. ¡La realidad es que a la gente no le alcanza para vivir!
La canasta básica está subiendo día a día. Aumenta el precio de la parafina, del transporte, de la alimentación, de todos los elementos que la componen. Si se aplica el cálculo del MIDEPLAN, una familia de cuatro personas requeriría 260 mil pesos para adquirirla. Y nos encontramos discutiendo ahora si se da un punto y medio más de lo contemplado en el proyecto original que se envió a la Cámara de Diputados.
Todos los señores Senadores le han dicho al señor Ministro : "En el último tiempo estamos hablando de una economía sólida, que crece, que ha generado empleo; de un precio del cobre altísimo; de muchísimos recursos disponibles; de la aprobación de un Presupuesto con que pocas veces había contado un Gobierno, y, sin embargo, estamos todos sorprendidos de la baja ejecución presupuestaria".
Esto último también incide, señor Presidente . Porque la construcción, por ejemplo, es una actividad importante. Y la baja ejecución presupuestaria mostrada por el Gobierno y que llama la atención, ya que creo que es la menor en los últimos siete u ocho años, está afectando justamente a ese sector, que es uno de los dependientes del ingreso mínimo, y a sus trabajadores. Las inversiones en vivienda y obras públicas son generalmente las que generan más empleo.
Por cierto, votaremos a favor de la idea de legislar. Ninguno de nosotros podría estar en contra de ajustar el ingreso mínimo. Pero queremos expresar, con mucha claridad, que a nuestro juicio no se está haciendo un esfuerzo real; que aquí se manejan las cifras -y los números dan para muchas cosas-; que cuando nos referimos a un ingreso mínimo de un poco más de uno aludimos claramente a un universo bastante importante, que generalmente es el más vulnerable; que no negocia colectivamente.
Chile registra una baja tasa en este último aspecto. Lamentablemente, también exhibe una cierta debilidad en relación con el asociacionismo o poder gremial. Me gustaría que fuera como en otros países, donde los gremios y el fuero sindical son respetados, y se incentiva la asociación sindical, no como aquí, donde con frecuencia se aplican prácticas antisindicales y, a veces, ni siquiera se respeta el fuero, además de presentarse situaciones de precariedad que determinan al final una baja tasa de sindicación. Y eso también nos afecta.
Luego, el nuestro es un país donde están subiendo de precio los componentes de la canasta básica; donde a la gente no le alcanza para vivir; donde todos los meses es preciso rebuscárselas por la vía de la deuda y de sacar de aquí o de allá, en las condiciones que conocemos; donde rige una economía altamente concentrada.
Aparte este último factor, han tenido lugar otros escándalos en relación con los cuales parece que la justicia actúa en forma muy lenta. Y a pesar de que ellos llegan al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y de que supuestamente se investigan, uno experimenta la sensación de que terminan sin consecuencias.
Se han demostrado acuerdos de fijación de precios como el de las farmacias; como parece ser el caso de los buses interurbanos, y otros. Y, lamentablemente, ¿qué puede sentir la ciudadanía? Que existe impunidad, en la medida en que se denuncia; que el Tribunal de la Libre Competencia confirma que ha mediado concordancia; que se inicia un juicio eterno, y la percepción es que no pasa nada.
Creo que la legislación penal en materia económica requiere, como lo señalamos en la mañana, una modificación muy profunda. Sabemos perfectamente que adolece de un déficit sancionatorio. El mejor ejemplo de ello lo encontramos en la quiebra de la banca, en 1982, cuando se iniciaron juicios eternos, cuyas sanciones -en los casos en que las hubo- fueron francamente irrisorias.
Eso tuvo un costo para al país. Y ni hablar de lo que significó para el ciudadano de a pie, de la calle.
Entonces, uno empieza a entender cada vez más el creciente malestar de la gente y por qué sale a protestar o se siente defraudada.
Al Gobierno le cuesta comprender lo que sucede. Porque dice: "¡Pero cómo: tenemos una tasa de crecimiento superior al 6 por ciento, y la adhesión baja y baja!".
Lo que pasa es que no hay correspondencia entre ese crecimiento de 6 por ciento y lo que realmente reciben los sectores más pobres, más vulnerables, más desprotegidos.
En este país existen demasiadas desigualdades. En este país se obliga a la gente a vivir ficticiamente, porque la plata no le alcanza y debe endeudarse y endeudarse. En este país se sabe que el salario mínimo se relaciona directamente con la superación de la línea de pobreza. Y ello es muy importante.
Por lo tanto, le decimos al Ministro con toda claridad que aprobaremos el proyecto en general, mas no en particular si no se realiza un esfuerzo por elevar el ingreso mínimo a fin de que al menos alcance a una cifra, no digo respetable, pero sí bastante diferente de la propuesta, que, sin duda, no resolverá un problema que, dependiendo de cómo se considere, afecta de manera directa a entre 400 mil y 600 mil o más trabajadores, o indirectamente, a entre 1 millón y un 1 millón y medio de personas.
He dicho.
"
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3494
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion