-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639680/seccion/akn639680-ds1-ds2-ds4
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3516
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3516
- rdf:value = " El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señora Presidenta , cuando se discutió la actual ley general de Educación, se señaló que emergía para reparar y superar una situación de inequidad social.
El mensaje señalaba textualmente lo siguiente: “Por eso, el primer requisito para elevar la calidad del conjunto de la educación nacional es resolver el grave problema de falta de equidad, de discriminaciones arbitrarias y de segmentación que se vivencian al interior del sistema educativo.” Más adelante decía: “Es indispensable abordar, también, como gran tarea nacional y de Estado, el mejoramiento de la calidad de la educación e, inseparablemente, la lucha por la equidad y contra las discriminaciones caprichosas y las disparidades.”
La política educacional del Gobierno actual está manteniendo abiertamente un sistema educativo inequitativo, al estipular políticas educacionales selectivas al interior del sistema público de educación.
Consideramos que el Estado de Chile, que tiene con los profesores una deuda histórica relacionada con remuneraciones y cotizaciones previsionales, a nuestro entender, no tiene autoridad moral para calificar a los colegios con rojo, amarillo o verde. Sin duda, es un Estado que se tiene que poner a la altura de las circunstancias, porque es él el que está en rojo.
Creemos que la educación es producto del entorno y no necesariamente del colegio. Se nos han entregado cifras que indican que entre el 65 y el 90 por ciento de los resultados escolares no se deben a los colegios, sino a causales extraacadémicas. Esto quiere decir que los resultados del Simce no demuestran la calidad del colegio que los obtiene. Sin duda, hay que tomar en cuenta la calidad social, las bajas remuneraciones de los padres, la mala seguridad social, el escaso apoyo a las madres solteras, el subsidio a la educación, que no llega a las familias, etcétera. Consideramos que no da lo mismo comparar una escuela de un sector pobre, con niños que no tienen internet en sus casas, con otros colegios cuyos alumnos sí la tienen. Bien podríamos preguntarnos cómo compiten estos niños que al llegar a sus casas no pueden recurrir a internet, con otros que sí pueden hacerlo. ¿Cómo podemos clasificar a estos niños?
De ahí que los entendidos digan, con toda claridad, que entre el 65 y el 90 por ciento de los resultados no se explican por las escuelas, sino por el entorno social. Si es así, entonces, cuando un colegio figura con rojo, lo que estamos haciendo es clasificar con ese color al entorno social. Eso es lo que nos preocupa, porque no estamos haciendo nada por mejorarlo.
Creemos que los mecanismos utilizados para medir la calidad de la educación, como el Simce y la PSU, pueden transformarse en un fraude social. ¿Por qué? Porque nuestros niños no son preparados específicamente para rendir esas pruebas. En consecuencia, es un fraude en la medida en que sólo estamos eligiendo a determinados niños para que las rindan. Lo lógico es que les vaya mal.
Consideramos que esto de clasificar las escuelas con rojo, amarillo o verde es un castigo para los sectores más carenciados de nuestra sociedad, porque estigmatiza a algunos colegios que atienden a niños vulnerables y también a otros. Por ejemplo, me parece absurdo clasificar con rojo, amarillo o verde a escuelas especiales de sordomudos, porque no están capacitados para competir. ¡Veamos las condiciones en que estudian! ¿Qué color le vamos a poner, cuando, obviamente, no pueden competir en igualdad de condiciones con otros colegios?
En consecuencia, estos test estandarizados dejan fuera las habilidades e, incluso, los proyectos de los colegios, que tampoco son considerados, en circunstancias de que sería válido tenerlos presentes al momento de clasificarlos.
Considero que el camino por el que se está yendo es el de la selección de jóvenes para que vayan a buenos colegios. Pero los niños que hoy no tienen las condiciones para conseguir un buen currículo académico, se van a quedar permanentemente en los colegios clasificados en rojo. Esto nos preocupa, como también los niños carenciados, que no tienen internet en sus casas; que no reciben alimento y no encuentran a sus padres cuando llegan a sus hogares. Esos son los niños que nos preocupan y que no tienen buen rendimiento. Por eso, debemos dedicarnos a superar su entorno social, cuando tenga las condiciones que todos queremos, sin duda, vamos a tener niños bien preparados para rendir todas estas pruebas.
Quiero decirle al ministro de Educación que confío en su sensatez e inteligencia. Sin duda, entenderá que nos preocupamos por esos niños, que nuestro interés es, precisamente, que todos ellos, no sólo aquellos que tienen las mejores condiciones intelectuales, puedan acceder a una buena educación. Hay estudiantes que no tienen esa excelencia; pero sí derecho a que nuestro Estado republicano les dé las mejores condiciones para que el día de mañana sean hombres prósperos, con principios y valores.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639680
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639680/seccion/akn639680-ds1-ds2