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- rdf:value = " PERMISO A MADRES DE HIJOS CON DISCAPACIDAD PARA AUSENTARSE DEL TRABAJO. Primer trámite constitucional.El señor BECKER (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse, en primer trámite constitucional, del proyecto de ley, iniciado
en moción, que concede permiso a las madres con hijos con discapacidad para ausentarse del trabajo.
Diputada informante de la Comisión de Familia es la señora María Angélica Cristi.
Antecedentes:
-Moción, boletín N° 6725-13, sesión 85ª, en 6 de octubre de 2009. Documentos de la Cuenta N° 21.
-Informe de la Comisión de Familia, sesión 58ª, en 3 de agosto de 2010. Documentos de la Cuenta N° 8.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi.
La señora CRISTI, doña María Angélica (de pie).- Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Familia, paso a informar, en primer trámite constitucional y reglamentario, el proyecto de ley que concede permiso para ausentarse del trabajo a las madres con hijos con discapacidad, originado en una moción de quien habla, de los diputados Ramón Barros , Javier Hernández , Patricio Melero , Jorge Sabag , Felipe Salaberry y de los ex diputados Sergio Correa y Juan Masferrer.
Concurrió a dar su opinión la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad, señora Ximena Vidal Asenjo.
Asimismo, asistió el señor Francisco del Río Correa, asesor del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
La idea matriz o fundamental del proyecto es ampliar los términos del permiso laboral consignado en el artículo 199 bis del Código del Trabajo, a las madres que tengan un niño o niña con discapacidad, con el objeto de, por una parte, proteger a la madre trabajadora en las dificultades que enfrenta ante sus cuidados especiales y, por otra, contribuir con la plena integración de las personas con discapacidad, armonizando sus normas con la legislación laboral.
En consecuencia, el texto del proyecto comprende las siguientes consideraciones:
1. Establece un permiso laboral en beneficio de la madre de niños con discapacidad.
2. La circunstancia de la discapacidad del menor deberá estar debidamente inscrita en el Registro Nacional de la Discapacidad.
3. La madre tendrá derecho a ausentarse de su trabajo por el número de horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al año.
4. Las normas del proyecto no implicarán gasto para el Fisco ni para los empleadores, toda vez que la trabajadora que haga uso de este permiso deberá restituir el tiempo no trabajado, imputándolo a su feriado anual o trabajando horas extraordinarias o de cualquier otra forma que acuerden las partes.
Los diputados y diputadas integrantes de la Comisión concordaron plenamente con la iniciativa, porque consideraron que está acorde con las demás normas de la legislación laboral sobre enfermedad grave del niño menor de un año que requiere de atención en el hogar, como con el proyecto recientemente aprobado por la Comisión de Familia, ya despachado por esta Sala y que se encuentra en su segundo trámite Constitucional, respecto del permiso laboral que se concede a ambos padres en caso de que un menor de hasta 18 años de edad, requiera de cuidados y atenciones en su domicilio, y no sólo en el caso de enfermedad grave o peligro de muerte.
La Comisión también destacó que el proyecto apunte en el sentido correcto, al conciliar las normas de protección a la maternidad en el trabajo con las que favorecen a las personas con discapacidad, lo que favorecerá su inclusión.
La directora del Servicio Nacional de la Discapacidad señaló que en el país las personas con discapacidad alcanzan a 2.068.072, lo que significa que el 12,9 por ciento de la población presenta algún tipo de discapacidad y 1 de cada 8 chilenos se encuentra en este grupo más vulnerable de la sociedad.
Agregó, en cuanto a la discapacidad por rango etario, la prevalencia de la discapacidad en personas entre 0 y 18 años es de un total de 163.015 personas, lo que equivale a un 3,5 por ciento de la población chilena con esa edad al año 2004. Por su parte, la prevalencia para las personas de 19 años y más, aumenta a un 16,8 por ciento de la población, es decir, 1.905.057 personas, lo que revela características diferentes de la discapacidad entre ambos grupos de edad.
Respecto de los padres y madres de personas con discapacidad entre 0 y 18 años -a los cuales apunta el proyecto-, y que se encuentran en edad de trabajar alcanza a 263 mil y tantas personas.
La Comisión aprobó el proyecto, en general, por la unanimidad de los integrantes presentes, diputadas señoras Cristi, Rubilar , Zalaquett y los diputados señores Barros , Norambuena y Schilling.
En la discusión particular, los integrantes de la Comisión concordaron en que lo propuesto en la iniciativa era insuficiente y acordaron hacer extensivo el derecho a los padres; es decir, padre y madre indistintamente. Se sigue la misma lógica de los proyectos aprobados con anterioridad de entregar herramientas a los padres para el cuidado compartido de sus hijos.
De igual modo, recogieron la proposición de la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad, en cuanto a colocar el acento en la persona que efectivamente tiene el cuidado personal del niño o niña con discapacidad, tal como define la ley a los cuidadores, tengan o no vínculos de parentesco.
Asimismo, la Comisión amplió el rango de edad a las personas de más de 18 años -edad que es la regla general para que los padres hagan uso del derecho-, cuando se trate de una discapacidad mental, por causa psíquica o intelectual y multidéficit, cuyos cuidados van mucho más allá de la edad que las personas con esas discapacidades tengan.
De la misma manera, la Comisión acordó en que de la ausencia al trabajo se debería dar aviso al empleador, en los mismos términos que se hace con una licencia médica.
En definitiva, la Comisión concordó una indicación que complementa la materia propuesta con los puntos señalados, con el siguiente texto:
“Iguales derechos y mecanismos de restitución serán aplicables a los padres, a la persona que tenga su cuidado personal o sea cuidador en los términos establecidos en la letra d) del artículo 6°, de la ley N° 20.422, de un menor con discapacidad, debidamente inscrito en el Registro Nacional de la Discapacidad , o siendo menor de 6 años, con la determinación diagnóstica del médico tratante.
Lo dispuesto en el inciso precedente se aplicará, en iguales términos, tratándose de personas mayores de 18 años con discapacidad mental, por causa psíquica o intelectual y multidéficit.
En todo caso, de la ausencia al trabajo se deberá dar aviso al empleador dentro de las 48 horas siguientes al ejercicio del derecho”.
Los acuerdos adoptados fueron aprobados por la unanimidad de sus integrantes presentes, señoras diputadas María Angélica Cristi ( Presidenta ), Adriana Muñoz , Karla Rubilar , Marcela Sabat , Jorge Sabag , Mónica Zalaquett y los señores diputados Ramón Barros, Carlos Abel Jarpa , Jorge Sabag y Marcelo Schilling.
Quiero agradecer a la Secretaría y al equipo de trabajo de la Comisión por el apoyo y la eficiencia con que enfrentan las distintas materias.
Asimismo, a la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad señora Ximena Vidal Asenjo , por su participación y por enriquecer al proyecto con información y sugerencias para la concreción de lo que hoy informo a la Sala.
Por su trascendencia, dignidad e inclusión de las personas con discapacidad, solicitamos a los diputados y diputadas aprobar el proyecto.
He dicho.
El señor BECKER .- Tiene la palabra la diputada Mónica Zalaquett.
La señora ZALAQUETT (doña Mónica).- Señor Presidente , considero tremendamente pertinente el cambio que el proyecto propone a la ley, ya que está en plena sintonía con la línea que busca compatibilizar de mejor manera la vida familiar con la laboral de miles de mujeres, porque permite dar un paso real en la integración de personas con discapacidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 15 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de discapacidad física, psíquica, sensorial u orgánica, congénita o adquirida, en cualquiera de sus grados. En Chile, la realidad no es muy distinta. De acuerdo a cifras oficiales, en nuestro país existen 2.068.000 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa al 12,8 por ciento de la población total. De este grupo, sólo el 3 por ciento es profesional, los restantes son dependientes de un tutor o familiar.
Así también, poco más de un millón de personas con discapacidad tiene graves dificultades para realizar por sí mismos acciones consideradas rutinarias, como vestirse, comer o desplazarse. En muchos de estos casos, los cuidados recaen en los familiares directos, especialmente en la madre, lo que aumenta la dificultad para que concilie la vida laboral con su rol de mamá. Es justamente sobre este punto donde la iniciativa quiere generar un cambio y reconocer las permanentes dificultades que debe enfrentar la madre de una persona con discapacidad.
La ley N° 20.422, sobre la discapacidad, consagra cinco principios que deben orientar la interpretación de la norma y la acción estatal en materia de discapacidad: vida independiente, accesibilidad universal, diseño universal, intersectorialidad, diálogo y participación social. Sin embargo, en nuestro país esto aún no se cumple de forma cabal. Una muestra de ello es que en el universo de alrededor de 1.625.000 personas con discapacidad en edad de trabajar, existe cerca de un 90 por ciento de cesantía. Del 10 por ciento activo laboralmente, sólo un 1 por ciento lo hace en un trabajo con contrato; el 9 por ciento restante se desempeña en trabajos informales.
Día a día, cientos de familias que tienen entre los suyos un discapacitado deben enfrentar dificultades en áreas tan diversas como la educación, la economía, el trabajo, el transporte o el acceso a edificios públicos. Todo esto sólo viene a demostrar que, pese a los avances, aún estamos en deuda de políticas públicas que realmente mejoren la calidad de vida de quienes tienen capacidades distintas.
Ante este escenario, se hace innegable ver la labor que desempeñan las miles de madres de personas con discapacidad, quienes no sólo tienen que luchar como cualquier mamá por sacar adelante a sus hijos, sino que, además, deben pelear para que realmente sean incluidos en la sociedad.
Cada uno de nosotros tiene la obligación de transformar a Chile en un país más justo e inclusivo, que dé espacio y oportunidades a todos por igual. De nada nos sirve dictar leyes que den más opciones a las personas con discapacidad si limitamos el cuidado que pueden recibir.
Por todo lo antes señalado, es fundamental apoyar firmemente esta iniciativa para avanzar en el camino de la inclusión y la compatibilización del mundo laboral con el familiar.
He dicho.
El señor BECKER.- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.- Señor Presidente , he estimado necesario no aportar, pero sí decir algo sobre este proyecto que debería hacernos meditar.
Iniciativas como la que nos ocupa nos unen. Se trata de proyectos de real seriedad y honestidad del sentimiento puro que cada uno de nosotros tiene como legislador.
Situaciones como la ocurrida minutos atrás no deberían presentarse como diferencias en este Hemiciclo.
Doy vuelta la página, y ahora nos encontramos todos unidos en este proyecto.
La diputada Mónica Zalaquett mencionó que el 15 por ciento de la población chilena tiene algún grado de discapacidad.
Gracias por los antecedentes.
También agradezco y saludo a quienes hicieron posible este proyecto de ley.
Recuerdo haber comentado eso con dos grandes amigos que ya no son diputados, pues decidieron irse al descanso: Juan Masferrer y Sergio Correa. Me unió mucha amistad con ellos, por eso los menciono, pues también son autores de la iniciativa que nos ocupa, como lo señala el informe.
Señalo lo anterior para que ojalá los ánimos extraños en nuestra compostura y opiniones no interfieran en algo tan especial como el pronto despacho del proyecto en discusión, que dice relación con el 15 por ciento de la población.
No hace mucho tiempo en esta Sala debatimos una modificación al Código del Trabajo. Se introdujo un artículo nuevo, el 199 bis, a fin de establecer un permiso especial para el padre o madre de un menor de 18 que requiera atención personal con motivo de un accidente grave o de una enfermedad terminal en su fase final o enfermedad grave, aguda y con probable peligro de muerte.
En la Comisión de Hacienda, también se discutió una idea, sin que se haya materializado un proyecto. Ayer, una vez más, el diputado Montes hizo referencia a aquello. El colega consultó al subsecretario de Previsión Social cuándo íbamos a legislar respecto de las personas de hasta 18 años de edad que no son discapacitados mentales, sino físicos -no pueden moverse o valerse por sí mismos- y no tienen pensión.
Si aquí estuviera presente alguien del Ejecutivo debería llevarse como mandato concretar esa idea, que nació, como ya dije, hace muchos años en la Comisión de Hacienda y fue reiterada ayer por el diputado Carlos Montes.
Este proyecto -felicito al diputado Ramón Barros , quien también es autor de la iniciativa- viene a salvar una probable omisión de la anterior modificación al Código del Trabajo mediante la incorporación al goce del permiso laboral contemplado en dicha disposición a la persona que tenga a su cuidado un menor que sufra algún grado de discapacidad y esté debidamente inscrito en el Registro Nacional de la Discapacidad o, tratándose de un menor de seis años, con la determinación diagnóstica del médico tratante.
Lo mismo se aplicará respecto de quienes tengan a su cuidado un mayor de 18 años con discapacidad mental.
El artículo 199 bis del Código del Trabajo establece además que el permiso en comento puede ser hasta por diez jornadas ordinarias de trabajo al año, las cuales, por supuesto, deberán ser compensadas con cargo al feriado anual del trabajador, con horas extraordinarias o en cualquier otra forma que acuerden las partes.
El proyecto acoge el espíritu que ha imperado en la Cámara desde que se dictó la ley sobre Igualdad de Oportunidades o Inclusión Social de Personas con Discapacidad, para evitar la discriminación y darles mayores posibilidades a fin de que se integren en la vida nacional.
En este caso, se otorgan las facilidades necesarias para que quienes tengan a su cuidado personas discapacitadas tengan la posibilidad de organizar de mejor manera sus jornadas laborales con el objeto de que puedan acompañar al discapacitado en aquellas oportunidades en que éste requiera mayor atención, por ejemplo, cuando deba asistir a algún tipo de tratamiento durante la jornada laboral de su cuidador.
Es muy propio de nuestra idiosincrasia sentir lo que está sucediendo con los discapacitados, pero nuestra legislación sobre esa materia todavía es muy débil.
Por lo tanto, este proyecto cumple con el objetivo establecido en sus ideas matrices. Por ello, no hay duda de será aprobado.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra la diputada señora Claudia Nogueira.
La señora NOGUEIRA (doña Claudia).- Señor Presidente , empiezo mi intervención felicitando a los autores de esta moción, que propone extender un derecho tan merecido a los trabajadores que tienen a su cuidado personas con discapacidad.
Para mí son tremendamente importantes los proyectos que buscan proteger a las personas son discapacidad, porque las comunas que represento, Recoleta e Independencia, y la de San Carlos, que representa el diputado Sabag, son las que reúnen la mayor cantidad de personas con algún grado de discapacidad.
Por lo tanto, con mucha alegría y satisfacción votaré a favor proyectos de este tipo.
La iniciativa fue objeto de una discusión tremendamente enriquecedora en la Comisión de Familia de esta Corporación. Contribuyeron a ella diversos organismos públicos, como el Servicio Nacional de la Discapacidad y el Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
En primer término, es necesario entender cabalmente el mecanismo que contempla la norma que estamos modificando a fin de comprender la importancia real de las enmiendas propuestas en esta iniciativa legal.
En efecto, el artículo 199 bis del Código del Trabajo, cuya modificación se propone, considera el derecho que tienen los trabajadores para tomar un permiso de hasta diez jornadas laborales en el lapso de un año calendario, a fin de atender los requerimientos que se deriven de la enfermedad grave de un hijo, o bien de la necesidad de ambos padres para acompañar la hospitalización de un menor.
Este permiso no es pagado por el empleador, sino que el trabajador tiene a su disposición varias alternativas para compensar el tiempo utilizado, como la devolución en diversas jornadas, la imputación a su feriado anual, o bien, mediante descuentos a sus remuneraciones.
El referido derecho se encuentra en armonía con otros que establece nuestra legislación, tales como la licencia médica por enfermedad grave del hijo menor de un año, o el permiso pagado al padre por nacimiento de un hijo.
Es preciso aclarar que la extensión del permiso laboral que hoy tratamos no significa que los padres de menores discapacitados no tuvieran con anterioridad derecho a este mecanismo. Lo que la propuesta hace no es sólo aplicar dicho beneficio en caso de enfermedad grave del menor, sino también permitir, en caso de urgencia, como la falta o la falla ocasional de las personas que tienen el cuidado del menor, que el trabajador pueda asumir dicha tarea con tranquilidad.
Del mismo modo, podemos enfrentarnos al caso de que el trabajador requiera acompañar al menor discapacitado a rehabilitación o a algún tipo de examen, para cuyo traslado haya dificultades, etcétera.
De alguna manera, la norma propuesta viene a suplir esta falta, puesto que las personas con discapacidad necesitan del auxilio que sólo sus padres y cuidadores pueden darles.
Más allá de los contenidos técnicos reseñados, debo decir con satisfacción que este tipo de propuestas avanza inequívocamente en la elevación de los estándares de trabajo decente en nuestra legislación, permitiendo humanizar la relación laboral sin que ello signifique imponer cargas pecuniarias en forma periódica a los empleadores que en su mayoría son pequeños y medianos.
Es evidente que en la relación laboral normal la lógica de negociación continua que inspira el ejercicio de derechos por parte del trabajador, así como la exigencia del cumplimiento de obligaciones por parte del empleador, permiten decir que si un trabajador tiene problemas un día determinado para cuidar a su hijo discapacitado, se podrá llegar a un entendimiento a fin de recuperar esas horas y facilitar así la compatibilización de la jornada laboral con la productividad de la empresa y las obligaciones familiares.
Sin embargo, el mayor valor que significa este acuerdo cotidiano y común, que nadie pensaría que se encuentra al margen de un conflicto, es que la sociedad entera, a través de una ley, envíe señales al mundo del trabajo en orden a indicar que el camino correcto es avanzar en este tipo de entendimientos, para hacer más real la armonización entre la vida familiar y la vida laboral.
En estas consideraciones se encuentra una base fundamental que debe inspirar nuestra legislación laboral y es aquella que apunta a que el trabajador, en el desempeño de su empleo, es una persona que debe ser tratada en forma integral, como un conjunto de facultades intelectuales y sobre todo afectivas, sujeto a tensiones económicas, familiares y sociales.
El trabajador no es divisible ni es propio pedirle que deje afuera de la empresa las angustias de su vida y de su familia. La humanización del trabajo consiste en entender eso y transformarlo en acuerdos y normas que provoquen un avance en cambios culturales que tan urgentemente necesitamos en esta sociedad.
El trabajador no sólo aporta en capacidades al proceso productivo, sino que interviene definitivamente a través de todas sus características. Esa es la diferencia radical entre considerar al trabajador como una persona y no meramente como capital humano.
Sin embargo, es preciso señalar a esta Sala que todos estos avances en el marco de la relación laboral se han ido generando en el tiempo a impulsos irregulares y sin una mayor coordinación y sistematicidad. Somos muchos los parlamentarios que hemos concurrido entusiastamente a suscribir y votar proyectos que amplían los derechos del trabajador en relación con la vida familiar; pero se echa de menos una regulación sistematizada de esta materia que dé cuenta real de las condiciones laborales en que se desempeñan nuestros trabajadores.
Hoy celebramos esta iniciativa, pero nos gustaría que el Gobierno avance en una mejor regulación de un concepto global de humanización de la relación laboral que permita que el trabajador sienta una mayor inclusión social y, a la vez, que no se debiliten las bases de la productividad de las empresas. Se trata de un desafío actual, vigente y urgente, propio de nuestro siglo, en que las personas deben concentrar los esfuerzos de las políticas sociales. Y el Congreso Nacional no puede quedarse al margen de este debate y de las soluciones que sobre ello sean más razonables.
Junto con invitar a los colegas a votar favorablemente esta iniciativa, hago un llamado a avanzar en el logro de mayores estándares laborales en materia familiar. Nuestra bancada entiende que los trabajadores esperan de nosotros una tarea de esta magnitud y seriedad.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Jorge Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente, voy a dar mi apoyo a esta iniciativa que pretende la plena integración de las personas con discapacidad.
En Chile hay cerca de dos millones de personas afectadas por algún tipo de discapacidad. Desde 1990 se han ido dando importantes pasos para su integración, primero, con la normativa legal que se dictó durante el Gobierno del Presidente Patricio Aylwin y, posteriormente, con la ley N° 20.422, sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad, que fue aprobada el 10 de febrero de 2010 y que adecua toda nuestra legislación a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Lo que hace esta moción es adecuar el Código del Trabajo para que los padres de los niños o de las personas con discapacidad también tengan derecho a este permiso laboral, lo cual da cuenta de la nueva realidad legislativa y de estos dos millones de chilenos que están registrados, que no incluye a los padres, que son los que deben cuidar y estar permanentemente junto a sus hijos. Esta es una realidad de la cual se hace cargo este proyecto, puesto que son los padres trabajadores los que deben ausentarse de sus labores para cuidar a sus hijos.
La moción se refería a una idea muy buena, pero con una redacción bastante deficiente, puesto que sólo hablaba de la madre. Pero, como ha dicho la diputada Nogueira , en la Comisión de Familia la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), señora Ximena Vidal Asenjo , hizo un importante aporte y nos ayudó a lograr una redacción mucho más inclusiva. Parte de cuyo texto es el siguiente:
“Iguales derechos y mecanismos de restitución serán aplicables a los padres, a la persona que tenga su cuidado personal o sea cuidador en los términos establecidos en la letra d) del artículo 6° de la ley N°20.422, de un menor con discapacidad, debidamente inscrito en el Registro Nacional de la Discapacidad ,…”
Ahí es donde debemos reconocer nuestra debilidad, puesto que de los dos millones de chilenos que tienen algún tipo de discapacidad, no más de ciento cincuenta mil están inscritos en dicho Registro. Por lo demás, si no mejoramos la infraestructura de los edificios a los cuales deben concurrir las personas para inscribirse, muchas no tienen rampas para el acceso de discapacitados -lo discutimos en la Comisión con el diputado Barros -, cuando este proyecto se transforme en ley de la República va a tener una aplicación limitada.
Por eso, con la directora del Senadis y los miembros de la Comisión de Familia de la Cámara de Diputados hemos convenido en dar todo nuestro apoyo para que las personas con algún tipo de discapacidad sean debidamente registradas.
En la Comisión también se analizó la conveniencia de considerar a las personas de más de 18 con discapacidad mental por causa psíquica o intelectual y multidéficit.
Extraordinariamente importante es el cambio de enfoque que la ley N° 20.422 ha dado a la discapacidad, en cuanto a que no significa una deficiencia, por lo tanto, lo que debemos adecuar es el entorno para que las personas con discapacidad se integren debidamente a nuestro mundo laboral, cultural, etcétera.
En ese sentido, quiero citar al gran científico inglés Stephen Hawking , quien, a pesar de su severa discapacidad, ha hecho grandes aportes a la ciencia; asimismo, Ludwig van Beethoven , quien también tenía una discapacidad que no le impidió componer las sinfonías que trascendieron en el tiempo.
Por eso, en este nuevo enfoque es realmente trascendente abrir las puertas y las barreras en el transporte y en las viviendas para que las personas con discapacidad puedan integrarse.
Llamo a todos los parlamentarios a apoyar este proyecto de ley, ya que constituye un avance en la integración social de esos dos millones de chilenos que tienen algún grado de discapacidad, aunque muchas veces son sus padres los que deben hacerse cargo de esta situación, lo que debe ser facilitado en el mundo del trabajo.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Barros.
El señor BARROS.- Señor Presidente , el proyecto tiene que ver con la igualdad de oportunidades, de avanzar en nuestra legislación hacia la plena inclusión y a la eliminación de formas de discriminación fundadas en la discapacidad.
Por lo tanto, me siento orgulloso de ser uno de sus autores.
La moción pretende dar cumplimiento a la normativa que prescribe el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, mediante el perfeccionamiento de la legislación laboral en tal sentido.
Para cumplir dicho fin, la iniciativa propone otorgar a la madre, al padre o persona cuidadora de un menor con discapacidad, los mismos beneficios que establece el artículo 199 bis del código del Trabajo para una madre trabajadora cuando la salud de un niño menor de 18 años requiere su cuidado personal. Asimismo, para mayores de 18 años con discapacidad mental por causas psíquicas, intelectuales o multidéficit.
La iniciativa promueve la participación de la familia en el cuidado de los discapacitados y contribuye a concretar aun más los principales deberes del Estado que se consignan en la ley N° 20.422, sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad.
En función de lo anterior, tanto el tipo de permiso como las causales frente a las que opera y la forma de retribuirlo, son plenamente concordantes con los objetivos planteados y no hacen incurrir en costo adicional al Estado ni a los particulares.
Quiero destacar que a veces se lucha por legislar sobre materias que a uno lo tocan en lo personal. Por ello, adquiere mayor sentido que una iniciativa se tramite rápidamente. Así sucede con este proyecto, que ingresó en octubre de 2009 y la sala ya lo está debatiendo.
Cabe hacer presente la valentía y la fuerza de la Presidenta de la Comisión , diputada señora María Angélica Cristi , quien prácticamente a diez meses de presentado el proyecto y a pesar de no haber sido visto en ninguna instancia de la Cámara de Diputados, solicitó que fuera remitido a la Comisión de Familia, a la que ingresó en junio de este año, y ya en los primeros días de agosto, la Sala lo está discutiendo. Por eso es tan importante que quien encabeza una comisión tenga la fuerza y el liderazgo para llevar adelante un proyecto, si no, quizás -y no es una crítica a la Comisión de Trabajo-, en este caso podrían haber pasado años sin discutirlo por la enorme cantidad de proyectos que debe estudiar dicha Comisión.
Por eso, agradezco a los miembros de la Comisión, entre los que se encuentran el diputado Schilling , las diputadas señoras Adriana Muñoz , María Antonieta Saa , Marcela Sabat , Mónica Zalaquett , Karla Rubilar ; nuestra presidenta, diputada María Angélica Cristi ; los diputados Sabag , Norambuena y Jarpa , quienes dieron el acuerdo para proceder de esa forma.
El texto de la iniciativa establece un permiso laboral a beneficio de la madre del discapacitado. La circunstancia de la discapacidad del menor deberá estar debidamente inscrita en el Registro Nacional de la Discapacidad ; la madre tendrá derecho a ausentarse del trabajo por el número de horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al año, y lo que disponen las normas propuestas no implicará gasto para el fisco ni para los empleadores, toda vez que la trabajadora que haga uso de ese permiso deberá restituir el tiempo no trabajado mediante imputación a su feriado anual, con horas extraordinarias o a través de cualquier forma que las partes acuerden libremente.
El diputado Sabag se refirió a un tema muy importante y que dice relación con el Registro Nacional de la Discapacidad. Cuando uno toca temas relacionados es importante hacer alusión a esto.
Estuve reunido con agrupaciones de discapacitados de mi distrito, del valle de Colchagua, a quienes aprovecho de mandar un saludo, porque sé que esperan esta legislación. Ellos me manifestaban lo complejo que resulta para ellos la inscripción de los niños en ese Registro, a veces con viajes que duran dos, tres o cuatro horas, para ir al Compin en Rancagua. Lo mismo debe ocurrir en otras regiones del país, y muchas veces pierden días completos en viajes para trámites excesivamente centralistas y burocráticos.
El cuidado de esos niños, la abnegación y el esfuerzo de sus padres, no se condice con la frialdad con que deben acreditar la discapacidad de sus hijos ante una comisión con tal nivel de centralismo, que quiere viajes extensos, que a veces les hacen perder un día entero.
En su visita a la Comisión le hicimos ver a la directora que habría que buscar una fórmula para facilitar los procesos, ya sea a través de sistemas locales de salud, de manera que la gente pueda, en un proceso simple -no tenemos por qué agregarle un calvario adicional a la madre o al padre de un niño discapacitado-, cumplir con las exigencias de la ley. En definitiva, que el sistema se descentralice y desburocratice, lo que facilitará la incorporación de todos los discapacitados del país al Registro Nacional de la Discapacidad.
Con todo, hago un llamado a que aprobemos un proyecto hermoso, que no tiene que ver con politiquería, sino que aúna las voluntades de todos y como bien expresó el diputado Jaramillo , a quien agradezco sus palabras, ennoblecen la labor parlamentaria. Si además uno ha sido invitado como autor del proyecto, se siente orgulloso y espera que sea aprobado en forma unánime, por cuanto constituye un avance, aunque pequeño, pero paso a paso avanzaremos en la atención que los discapacitados y sus padres requieren de nosotros.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Alfonso de Urresti.
El señor DE URRESTI.- Señor Presidente , anuncio mi voto favorable al proyecto.
Quienes me han antecedido en el uso de la palabra han argumentado de sobra respecto de lo importante de consensuar y construir una mejor legislación en materia de discapacidad. El país la está adecuando a convenios internacionales, que nos actualizan y nos permiten consagrar un tratamiento no discriminatorio de los discapacitados, que constituyen casi un 15 por ciento de la población.
Felicito a los autores de la iniciativa y espero que sea apoyada en forma transversal por todas las bancadas, puesto que los diputados conocemos en nuestros distritos -vaya mi reconocimiento a muchas organizaciones de la ciudad de Valdivia- a madres con las cuales nos hemos reunido y nos hemos dado cuenta de los tremendos esfuerzos que hacen para compatibilizar el trabajo con el cuidado, compartido con sus parejas, muchas veces con sus familias, de un niño discapacitado, alguien que quizás los va a acompañar toda la vida.
Hace un par de días, una madre de un discapacitado me preguntaba qué iba a ocurrir cuando ella ya no estuviera. Esa es una preocupación de los padres de esos menores.
El proyecto avanza hacia una institucionalidad que proteja, como Estado, a los discapacitados y a sus respectivos padres.
Me habría gustado contar con la presencia de la directora del Senadis, de manera de armonizar y avanzar en proyectos como el que nos convoca, en los cuales alcanzamos absoluto consenso.
Del testimonio de quienes han intervenido, queda de manifiesto que nos duele escuchar lo que mucha gente padece con sus hijos discapacitados.
Quiero hacer una recomendación a la Comisión de Trabajo, tal como lo conversé hace minutos con el diputado Andrade : considerar como un elemento de las negociaciones colectivas el otorgamiento de permiso a los beneficiarios del proyecto para ausentarse del trabajo por el número de horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al año.
Con esto quiero decir que el día de mañana, cuando en una empresa haya un porcentaje de trabajadoras o trabajadores con hijos menores discapacitados, la negociación que haga el empleador con ellos no sea sólo una relación directa, sino que cuente con el respaldo de su organización sindical, de manera de lograr mayor cobertura.
El ideal sería que el empleador también participara y colaborara en facilitar la vida a esos trabajadores, y para que las jornadas laborales, que se van a compensar, puedan ser negociada en forma colectiva.
Deberíamos seguir avanzando, a fin de que estas modificaciones que se proponen introducir al artículo 199 bis del Código del Trabajo también sean derechos y ojalá los puedan establecer de manera permanente en los contratos de trabajo mediante la negociación colectiva.
Debemos avanzar hacia la instauración de una institucionalidad como corresponde, que cruce todos los organismos del Estado.
En la legislatura anterior nos sentimos orgullosos de avanzar en el perfeccionamiento de la ley de discapacidad. Fui miembro de la Comisión Especial que se creó para ese fin. Hoy, podemos ver esos adelantos plasmados en muchos lugares, como en los edificios públicos con accesos asegurados, en la capacidad de movilidad de los discapacitados o en los montos de los fondos a distribuir.
Debemos seguir avanzando y consagrando derechos, pero, especialmente, debe tener un Estado y una sociedad, preocupada de sus discapacitados.
Reitero mis felicitaciones a los autores de la iniciativa. Anuncio nuestro apoyo y el deseo de seguir trabajando de la misma manera como lo han hecho con este proyecto.
Con este consenso, iremos resguardando y ampliando los derechos del trabajador o trabajadora, a fin de que no tengan que enfrentar el asunto solos con su empleador, y el día de mañana también forme parte de la negociación colectiva.
Éste es un muy buen mensaje para miles de madres y padres, que gran parte de sus vidas las dedican, con mucho amor, al cuidado de sus hijos con discapacidad.
No me cabe duda de que esta iniciativa es un gran avance. Felicitaciones a sus autores, y sigamos adelante para que en lo posible estos derechos sean muy extendidos y, de esa manera, mejoremos la calidad de vida a miles y miles de personas.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra la diputada Marisol Turres.
La señora TURRES (doña Marisol).- Señora Presidenta , el proyecto me gusta y voy a votarlo favorablemente. Creo que ningún parlamentario ni ciudadano podría estar en su contra.
Sin embargo, deseo hacer una reflexión sobre otros puntos en relación con el mismo tema. Me gustaría formular un llamado a pensar acerca de lo que queremos y necesitamos como sociedad en este aspecto.
También fui parte de la Comisión Especial de Discapacidad -lo digo con mucho orgullo- cuando se tramitaron las modificaciones a la ley N° 20.422, sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad. Hicimos una labor muy a conciencia, escuchamos organizaciones de personas con discapacidad, trabajamos codo a codo y en forma transversal con el Fondo -en ese momento-Nacional de la Discapacidad, y logramos acuerdos y avances importantes.
No obstante, quiero plantear un punto no menor. Lamentablemente -quizás es algo propio de nuestra calidad de seres humanos-, los cambios sociales no se producen por ley, porque la aplicación de una norma como ésta, o como muchas otras, no depende exclusivamente de la existencia de la norma, sino de la toma de conciencia por parte de la ciudadanía, de un involucramiento profundo de los empleadores, a fin de que no vean a la mamá como una mujer cacho, como suele suceder, más aún si es madre de un niño con discapacidad. Ésa es una expresión que se escucha con frecuencia.
Hoy hablamos mucho acerca de integrar a la mujer al mundo del trabajo y de compatibilizar el trabajo y la familia. Es un tema que se debate todos los días, pero a la hora de que esto se haga realidad, seguimos teniendo problemas. Por una parte, subsiste una visión muy machista en la que sólo importan “mi mujer”, “mi hermana”, “mi mamá” o “mi hija”. Pero el resto constituye un estorbo en el trabajo. Necesitamos un poco más de generosidad. Eso no pasa sólo con los varones empleadores o en cargos directivos. También ocurre con las mujeres en esas mismas funciones.
Por lo tanto, si esta norma es realidad, la mamá de un chico con discapacidad, que requiera cuidados con cierta frecuencia, dependerá de la voluntad y comprensión de su empleador, de su jefe, de la empatía hacia lo que significa una familia con discapacidad.
Detrás de un niño, adolescente o adulto con discapacidad, toda una familia gira en torno a ese ser. Por lo general, esa familia lo pasa mal. Y si carece de recursos, es peor.
Voy a entregar otro ejemplo, para que se entienda el problema. No obstante la aprobación de la ley a que hice referencia, cuando paseamos por nuestras ciudades nos encontramos con que tanto en los edificios públicos como en las escuelas hay muchas dificultades para el desplazamiento de las personas en silla de ruedas o con alguna discapacidad, para que puedan desenvolverse con cierto grado de independencia. He visto rampas con tal grado de inclinación que obligan a tener fuertes bíceps para lograr subir con una silla de rueda.
¡Para qué hablar de las viviendas! En los conjuntos habitacionales se reserva cierto porcentaje para las personas con discapacidad. Sin embargo, en muchas ocasiones, por la puerta de esas viviendas no pasa una silla de ruedas. Los baños tampoco tienen el espacio suficiente. Estoy hablando de sillas de ruedas comunes y corrientes. A menudo, no cabe una persona en silla de ruedas en el baño de una vivienda social.
Entonces, debemos pasar del discurso a la acción, a que los organismos fiscalizadores hagan su trabajo. Miremos los estacionamientos públicos, sea en las calles, malls o en cualquier lugar. Usualmente, se puede apreciar que cualquier persona, hombre o mujer, ocupa los estacionamientos reservados para discapacitados o para mujeres embarazadas. Le da lo mismo.
Es bueno legislar sobre materias que benefician a muchos seres humanos. En las comisiones, a veces soñamos que con una ley podemos facilitar la vida a las personas. Pero se necesita algo más que la ley, como voluntad y conciencia, lo que requiere un esfuerzo que va mucho más allá de los legisladores. Diariamente, deberíamos preocuparnos por entender lo que significa tener en la familia a una persona con discapacidad.
Durante el período legislativo pasado, en diversas oportunidades oficié al ministro de Transportes y Telecomunicaciones para que se otorgara pase escolar al padre o madre de un niño discapacitado. Santiago, por ejemplo, es una ciudad en la que uno se puede desplazar con relativa facilidad, pese al Transantiago. Sin embargo, en las regiones, sólo en las ciudades más grandes o en las capitales regionales existen centros u organizaciones destinadas al apoyo de niños con discapacidad. En muchas comunas y localidades pequeñas, el acceso a esas organizaciones y escuelas especiales se hace material y económicamente imposible, porque una mamá no cuenta con recursos para desplazarse hasta ese centro y llevar y traer al niño todos los días. Hasta hoy no he recibido una respuesta concreta del Ministerio.
Sin embargo, voy a enviar un nuevo oficio a esta nueva administración, para que no se haga oídos sordos a un tema tan importante como éste, porque las personas con discapacidad, particularmente los niños, requieren de una oportunidad para desarrollar sus potencialidades al máximo.
Por lo tanto, corresponde a la sociedad entregarles esa oportunidad; no sólo de los legisladores ni del Estado, sino de todos quienes conforman la sociedad.
Les aseguro que la vida de las personas discapacitadas que residen en regiones, en comunas pequeñas y, especialmente, en los sectores rurales es bastante más difícil que las que habitan en las grandes ciudades.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Cristián Campos.
El señor CAMPOS.- Señora Presidenta , hoy, esta honorable Corporación desarrolla en paralelo una importante discusión sobre la discapacidad.
Varios parlamentarios, entre los que destaco a Pepe Auth, han reflexionado esta mañana respecto de la discapacidad, con el objeto de incorporar en el debate el criterio de destacados profesores que han abordado temas tan importantes como la ciudad versus discapacitados, discapacidad y responsabilidad social del Estado, discapacidad y derecho al transporte, discapacidad y diseño universal.
Este proyecto de ley amplía el derecho de las familias que, a raíz de una desgracia natural, necesitan que la madre de un discapacitado goce de un permiso adicional en su lugar de trabajo.
La incorporación de un nuevo inciso final al artículo 199 bis del Código del Trabajo permite que la sociedad dé pasos importantes.
Respecto de los discapacitados de la regiones afectadas, particularmente de Talcahuano, que hoy habitan una ciudad poco amable para desplazarse, con una tremenda deuda en cuanto al transporte, porque no se vislumbra la posibilidad de contar con un transporte público que acoja sus demandas, hoy se está dando un paso importante, ya que la modificación propuesta -que seguramente se aprobará en forma unánime- permitirá que las madres de discapacitados gocen de un permiso adicional para atender a sus hijos.
Por lo tanto, junto con valorar la iniciativa, felicito a sus autores, y espero que la bancada del Partido por la Democracia la vote favorablemente, porque hace justicia a un sector poco escuchado.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Fernando Meza.
El señor MEZA.- Señora Presidenta , ojalá todas las bancadas emitan su opinión sobre un tema tan importante: el de la discapacidad.
Las personas afectadas por ese problema, tanto física como mentalmente, conforman más del 10 por ciento de la población, de manera que merecen nuestra atenci��n. Siempre hemos buscado la forma de lograr que la discriminación no afecte a esas ciudadanas y ciudadanos.
Algunas discapacidades físicas imposibilitan el trabajo diario o la integración social.
Hoy celebramos un nuevo avance en la Cámara de Diputados tendiente a conseguir la igualdad de derechos para los discapacitados.
Como dijo la diputada que me antecedió en el uso de la palabra, la discapacidad afecta a toda la familia, y no sólo a la persona que la padece, porque, de una u otra forma, todos sus integrantes se involucran en el cuidado y el sufrimiento del afectado.
Felicito a quienes presentaron esta moción, que concede permiso a las madres de hijos con discapacidad para ausentarse del trabajo.
Queda claro que el permiso laboral entrega igualdad de derechos a las madres de hijos con discapacidad inscritos en el Registro Nacional de Discapacidad , y las autoriza para ausentarse de su trabajo por el número de horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al año, para ocuparse de su hijo con problemas. Ellas tendrán que restituir el tiempo con horas extraordinarias o con cargo a los días de sus vacaciones, con el objeto de no incurrir en gastos para el Estado, ni tampoco para el empresario.
Así, entonces, estamos reconociendo, más allá del tema económico, un derecho absolutamente humano y necesario para la armonía de la familia.
Por lo tanto, la bancada del Partido Radical votará favorablemente el proyecto, a fin de otorgar este permiso laboral a las madres.
Este permiso también se hará efectivo -estoy convencido- a los padres de hijos con discapacidad que trabajen y necesiten ausentarse para atender sus múltiples necesidades en el hogar, acudir a consultas médicas o hacer algún trámite que se deba realizar en horario laboral.
Por lo tanto, con el objeto de que el permiso laboral a las madres con hijos con discapacidad se haga realidad, votaré favorablemente.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi.
La señora CRISTI (doña María Angélica).- Señora Presidenta , me he emocionado por la reacción de mis colegas frente a un proyecto que presenta una realidad humana dolorosa: los problemas que deben enfrentar los padres con hijos discapacitados.
En Chile, miles de familias conviven con ese problema, ya que los discapacitados llegan a alrededor de 2 millones, y dicha condición aumenta con la edad.
Cuando iniciamos el tratamiento del proyecto, pensamos en los menores, pero la directora del nuevo Senadis , persona muy eficiente y que ha asumido en forma muy seria y promisoria el tema de la discapacidad, nos sugirió que extendiéramos el permiso a los padres y a las madres para cuidar a los hijos en caso de que no tuvieran quien los cuide, por un tiempo equivalente a diez jornadas de trabajo, porque la discapacidad aumenta con los años y una madre no puede abandonar a un hijo -no importa la edad que tenga-, un ser absolutamente incapaz de mantenerse por sí mismo, y dejarlo desamparado ante una situación tan dramática. Por lo tanto, consideramos que era una buena idea.
¿Por qué me he emocionado tanto? Porque en la Cámara se han presentado muchas iniciativas sobre la discapacidad, pero ahora siento que todos los diputados y diputadas, cuando se toca el tema de la discapacidad, están contestes, unidos, porque queremos ayudar y hacer propuestas. Esto ha sucedido durante estos años, en que hemos adherido a convenciones internacionales sobre los derechos de los discapacitados -la diputada Marisol Turres viajó a firmar este acuerdo a Nueva York- y hemos aprobado dos reformas para apoyar la discapacidad.
Pero debo agregar que, pese a esas buenas intenciones, en la práctica, en muchas oportunidades no se llevan a cabo.
En los últimos años, a pesar de las reformas y convenios, el Estado todavía no cubre los espacios para atender la discapacidad, que obviamente afecta con más fuerza a los más pobres. En las familias más pobres y en los sectores con menores recursos hay más discapacitados y reciben menos apoyo y ayuda.
El tema me emocionó porque la sesión comenzó en forma muy violenta y agresiva. Más allá de que estén de acuerdo con nuestra posición o con la de los diputados que pusieron el tema en el tapete, en esta Sala se creó un ambiente horrible. Entonces, emociona cuando dejamos de lado las diferencias, la agresión, la rivalidad e imposibilidad de ponernos de acuerdo para olvidar el pasado y mirar el futuro, y nos tomamos de las manos y nos unimos frente a los verdaderos problemas de los chilenos, que es la verdadera razón por la cual estamos en esta Cámara y por la cual debemos ser capaces de enaltecer la política. ¿Cómo no va a ser enaltecedor, positivo e importante que todos los diputados nos pongamos de acuerdo para luchar y apoyar a los hermanos más desvalidos, que, sin duda, son las personas discapacitadas y las más pobres?
Por eso me había emocionado. Ojalá siempre fuera así; quizás es un sueño imposible, pero todos debemos aspirar a él, como un objetivo prioritario. Para eso nos eligió la gente: para que nos preocupemos de sus problemas.
Espero que el nuevo servicio preocupado de la discapacidad -que, incluso, cambió de nombre, de Fonadis a Senadis- cumpla sus objetivos.
Es necesario que todas las normas aprobadas en el Congreso, en las cuales han trabajado tantos diputados, que siempre han estado preocupados del tema -lo reconozco-, lleguen a ser una realidad; que en la ley de Presupuestos se incrementen los recursos para el Senadis, porque el del Fonadis siempre fue una vergüenza, porque quedaba a la cola de los presupuestos para los distintos servicios sociales. Basta de eso. Debemos avanzar en ese sentido y hay que corregir todas las falencias que se han planteado, como la desigualdad de oportunidades y el incumplimiento de tantas leyes vigentes.
¿Cuántas veces hemos tratado en esta Cámara proyectos de ley que obligan a los servicios públicos y a las distintas instancias del país a que cumplan la normativa y que se facilite el acceso de las personas con discapacidad a, por ejemplo, el Metro y la locomoción colectiva? Es un verdadero drama para muchos padres llevar a sus hijos a rehabilitación, porque, si la ambulancia del consultorio no lo puede hacer, porque está siempre ocupada, no pueden asistir. Entonces, son muchas las áreas relacionadas con la discapacidad sobre las cuales es urgente e importante preocuparse como país.
Sin duda, entre los muchos problemas que pueden tener los chilenos, como dijeron la diputada Marisol Turres y el diputado Meza, cuando hay un discapacitado, es la familia entera la que se ve afectada. Si existen más de 2 millones de discapacitados en el país, entonces cerca de 8 millones de chilenos sufren, de una forma u otra, por no poder atender a sus hijos.
Me alegra que esta modesta, sencilla y simple iniciativa demuestre toda la solidaridad, entusiasmo y sentimiento de esta Cámara por la discapacidad. Espero que eso podamos hacerlo carne en muchos más proyectos que, de una vez por todas, ayuden a esas familias y personas que, de alguna manera, han sido desfavorecidas por la naturaleza o por la vida.
Agradezco a los colegas que han sido partícipes de este proyecto. Insisto en que sería enaltecedor que en esta Cámara, algún día, dejemos de lado nuestras diferencias y coincidamos en una gran causa.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra al diputado Marcelo Schilling.
El señor SCHILLING.- Señora Presidenta , con la aprobación de este proyecto, la Cámara de Diputados puede hacer gala de su humanidad. Incluso, no debiera haber ninguna dificultad para hacer esta demostración, por cuanto las facilidades que se dan a los padres o cuidadores de personas con discapacidad, o que han sufrido accidentes graves o padecen enfermedades terminales, no se cargan a las empresas, sino al propio trabajador, ya sea por la vía de la restitución de las horas no trabajadas en beneficio del cuidado de las personas discapacitadas o, incluso, con parte de sus remuneraciones, cuando el tiempo del que pueden disponer es insuficiente, de acuerdo a lo que establece el proyecto.
Por lo mismo, hasta los diputados o bancadas que más frecuentemente defienden los intereses empresariales tienen ahora la oportunidad de hacer un gesto que en otras ocasiones les cuesta muchísimo.
Como ya explicó el diputado De Urresti , de la bancada socialista, votaremos a favor del proyecto.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado Gastón Von Mühlenbrock.
El señor VON MÜHLENBROCK.- Señora Presidenta , como decía la diputada María Angélica Cristi , estamos discutiendo este proyecto con otro ánimo, porque hablamos de una situación que afecta a muchas personas: nuestros discapacitados.
En la Región de Los Ríos, muchas veces se han acercado a preguntarme qué hacemos para ayudarlos. Las cifras son duras. De acuerdo con lo informado por la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad, 2.068.072 personas -es decir, prácticamente el 13 por ciento de la población- presentan algún grado de discapacidad, tanto leve, moderada o severa. Uno de cada ocho chilenos se encuentra en este grupo más vulnerable de la sociedad. Realmente, son impactantes las cifras. Es un problema absolutamente transversal en todo el país.
Este proyecto avanza en la dirección correcta, independientemente de que, por un lado, esté la letra de la ley y, por otro, la actitud y conducta de la sociedad respecto a nuestros discapacitados. Es importante crear conciencia. Muchas veces hemos visto, en reportajes televisivos, a personas que ni siquiera se acercan a ayudar a un no vidente a cruzar la calle. Es un problema de cultura, de conducta, porque hay que tener presente que a todos nos puede ocurrir y que, de una u otra forma, todos tenemos algún familiar que sufre un problema de discapacidad.
Este proyecto apunta a algo tan importante como es integrar a las familias en los cuidados, a personas que están haciéndose cargo de personas discapacitadas que, a veces, no son de la familia, pero que requieren de un gran reconocimiento de nuestra sociedad.
Por eso, todo lo que se puede hacer es poco, por lo que hay que crear mucha más conciencia, sobre todo en las autoridades, para que se puedan tomar las medidas necesarias en forma transversal, como también en los distintos ministerios que puedan ayudar a modificar muchas leyes y acuerdos que, hasta el momento, han sido letra muerta, porque no se aplican.
Tenemos que ser más perseverantes, más exigentes y poner plazos para realizar cambios importantes en infraestructura, por ejemplo, que permitan a esas personas desenvolverse planamente en sociedad, independiente de su grado de discapacidad.
Proyectos como éste son los que unen, son los que concitan consenso, pero nada sacamos con lograr acuerdos si no somos capaces de que se apliquen en la realidad. Por eso, es importante que durante la discusión del Presupuesto de la Nación para el 2011, que ya comenzó en la Comisión Mixta de Presupuestos, el Ejecutivo entregue su visión y dé señales claras y fuertes respecto de lo que considera que los ministerios deben aportar a uno de cada ocho chilenos que actualmente padece alguna discapacidad.
Es muy importante que quienes están abocados al análisis del Presupuesto consultemos a la autoridad política qué está haciendo cada ministerio por la discapacidad y que defina las deudas pendientes y describa las acciones que no se han llevado a cabo, a fin de considerarlas como prioritarias. No queremos quedarnos sólo en palabras de buena crianza. Nada sacamos con modificar la ley si no llegamos a buen puerto respecto de lo que reclaman nuestros discapacitados en las regiones, cuando nos detienen en la calle para conversar.
Por último, felicito a los autores de la iniciativa, particularmente a la diputada señora María Angélica Cristi , quien ha llevado la bandera de lucha para sacar adelante este proyecto, que de seguro tendrá una aprobación unánime, dando así una señal potente a la sociedad y a las autoridades de gobierno, para que se dispongan los recursos necesarios para realizar obras de infraestructura importantes, que hagan mucho más amigable la vida en sociedad de nuestros discapacitados.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Víctor Torres.
El señor TORRES.- Señora Presidenta , no puedo más que iniciar mis palabras felicitando a los autores de este proyecto y a mis colegas por la discusión que se ha desarrollado en la Sala.
Estamos ante una iniciativa muy bien inspirada. Aunque ha disminuido la discriminación en Chile y se han ido imponiendo los principios de igualdad, todavía existen situaciones ocultas, por lo que es fundamental visibilizar aquella realidad, para romper con la desigualdad.
Más que hablar de discapacidad, me gusta referirme a personas con capacidades diferentes. A nivel mundial, se procura imponer este concepto para evitar que la propia denominación contenga un principio discriminatorio.
Mi experiencia personal y laboral, como médico, me han dado la oportunidad de conocer a mucha gente con capacidades físicas y mentales diferentes.
Más allá de las campañas solidarias que se realizan anualmente o cada cierto tiempo en el país, en el transcurrir de los días nos olvidamos de que el problema traspasa una mera campaña solidaria.
Por eso, todo lo que implique concientizar al país sobre ese tipo de situaciones es valioso, y ése es el espíritu que nos debiera iluminar como diputados. Cuando se traspasa esa conciencia y se la transforma en una estructura legal, se empieza a plasmar un país que avanza hacia la madurez en temas que, a mi modo de ver, son trascendentes.
Por tales razones, reitero mis felicitaciones a quienes impulsaron esta iniciativa y también a mis colegas por el debate que se ha desarrollado en esta Sala.
Para construir un país y una sociedad más tolerante y más justa, necesitamos seguir avanzando en iniciativas de esta naturaleza. Debemos ser capaces de traspasar los límites que muchas veces nos separan y nos dividen, especialmente en iniciativas de esta naturaleza, que la ciudadanía nos pide a gritos.
Creo en una sociedad más humana y libre de todo tipo de discriminaciones.
Anuncio mi voto favorable al proyecto, porque creo que el proyecto va en la línea correcta de lo que Chile, nuestro querido país, requiere.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Nicolás Monckeberg.
El señor MONCKEBERG (don Nicolás).- Señora Presidenta, con gusto aprobaremos el proyecto, toda vez que corrige una suerte de abandono en que se encuentran los padres para hacer frente a los cuidados especiales que requieren los hijos con discapacidad.
Espero que, de ahora en adelante, la tramitación de este proyecto sea rápida, sobre todo porque hay consenso y porque nos permite disminuir esa discriminación que afecta los derechos de las personas con discapacidad.
Tenemos que reconocer que la discapacidad puede estar presente en toda etapa de la vida. Hoy existe un subsidio para personas con discapacidad mental menores de 18 años de edad, consistente en una asignación; pero otras discapacidades no tienen beneficios de tipo monetario directos del Estado. Sin duda, el problema es presupuestario, porque los recursos involucrados son muchos; pero en algún minuto tendremos que reconocer que debemos ayudar, desde el momento mismo del nacimiento, a las personas que, por voluntad externa y por el destino, nacen con algún grado de discapacidad.
Nuestra sociedad y el Congreso Nacional tienen que estudiar, de manera seria, la forma de extender los subsidios a las otras discapacidades, porque actualmente se entregan a la discapacidad mental, pero limitados a los menores de 18 años. Todo lo que hagamos en esta dirección disminuirá la brecha de desigualdad que a diario deben enfrentar esas personas junto a sus familias.
El proyecto en debate es perfectamente compatible con el que nos presentará en las próximas semanas el Sernam relacionado con el posnatal. La futura iniciativa deberá dar a la madre de un hijo nacido con discapacidad el mismo tratamiento preferencial que se contempla en la moción en debate.
Por todas esas razones, votaremos favorablemente.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa.
El señor JARPA.- Señora Presidenta , en mi condición de médico y miembro de la Comisión de Familia me es muy grato anunciar mi voto favorable, tal como lo hice en la Comisión, cuando votamos en general y en particular el artículo sustitutivo.
Tal como han dicho mis antecesores, el proyecto de ley concilia el trabajo de los padres o de los tutores con el cuidado de menores con discapacidad. Lo mismo se aplicará tratándose de personas mayores de 18 años con discapacidad mental, por causa psíquica o intelectual y multidéficit. Creo que los pasos que estamos dando para ir mejorando las condiciones de quienes hoy se encuentran con limitaciones son muy importantes, tanto para aquellos que las sufren, como también para sus padres y demás familiares.
Felicito a los autores de la moción, así como también el trabajo que hicimos en la Comisión, junto a la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad.
En este proyecto de ley sólo se consideraba a las madres, pero ahora se han incluido a los padres y a los tutores. También se logró extender -reitero- el beneficio a los mayores de 18 años con discapacidad mental, por causa psíquica o intelectual y multidéficit.
En el país existen más de 2 millones -el 12,9 por ciento- de personas discapacitadas y, lamentablemente, son muy pocas las que se encuentran inscritas en el Registro Nacional de la Discapacidad. ¿Por qué señalo esto? Porque, para poder hacer uso del beneficio, que consiste en el derecho a un permiso para ausentarse de su trabajo por el número de horas equivalentes a diez jornadas ordinarias de trabajo al año, se debe estar inscrito en ese registro. Debemos hacer todos los esfuerzos para permitir que las personas que hoy sufren una discapacidad estén inscritas, con el objeto de que puedan hacer uso del beneficio.
Reitero mis felicitaciones a los autores de este proyecto de ley. Me siento satisfecho con el trabajo que desarrollamos en la Comisión todas las personas que lo aprobamos. Espero que pronto sea ley de la República.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Manuel Rojas.
El señor ROJAS.- Señor Presidente, como ya se ha dicho, el proyecto es positivo; viene a perfeccionar un beneficio que ya existía.
En múltiples oportunidades he señalado que la idea de perfeccionar las normas vigentes es un gran avance, no sólo en esta materia, sino también en muchas otras. Más que elaborar nuevas leyes, deberíamos perfeccionar las que tenemos, para adecuarlas a la realidad actual. Muchas veces, las leyes vigentes, lamentablemente, son letra muerta. En este caso, pretendemos que las disposiciones de este proyecto no se conviertan en letra muerta, sino en la posibilidad cierta de ayudar a quienes realmente lo necesitan.
Hoy estamos analizando un tema que nos conmueve a todos. Asimismo, nos conmueve cuando la Teletón hace un llamado a la solidaridad del país para poder seguir desarrollando su labor. Quienes hemos tenido la dicha de participar en esa institución como profesionales -tengo esa satisfacción-, sabemos que cumple a cabalidad su rol protagónico en el proceso de rehabilitación, en que la participación activa de la familia es un pilar importante para alcanzar ese objetivo.
Pero la Teletón no lo es todo. Hay muchos otros centros que están ayudando a buscar la mejor manera de rehabilitarse. Por consiguiente, modificar y perfeccionar una ley existente con el fin de ampliar un beneficio para que los padres y las madres atiendan a sus hijos, me parece que es el camino correcto que ha asumido esta Cámara.
Quiero hacer un reconocimiento a los autores de este proyecto, especialmente a dos personas, grandes amigos, que lucharon por este propósito: los diputados Juan Masferrer y Sergio Correa. Ellos entendieron la situación que les explicamos y lucharon, en sus períodos legislativos, para que este proyecto de ley fuera una realidad que beneficiara a los discapacitados.
Por lo tanto, debemos seguir avanzando en la tarea que ha emprendido doña María Angélica Cristi , con la participación de los parlamentarios que hoy seguimos en este Hemiciclo, para alcanzar las metas que pretende este proyecto.
Pero también hay que poner el acento en algunos aspectos claros y de sentido común en los que nuestra sociedad está deficiente. Hoy existen barreras sociales y, por mucho que exista una norma legal, lamentablemente, la incultura que significa no aceptar a una persona con discapacidad al final provoca que las leyes sean letra muerta. Esas barreras sociales deben ser destruidas con una conducta cultural de cada uno de nosotros, a fin de enfrentar el tema y ayudar a los discapacitados.
También tenemos barreras desde el punto de vista de la infraestructura y equipamiento. ¿Cuántas veces hemos dicho que, cuando se construya el edificio de un servicio público, un centro recreativo, un estadio o una población, se dejen los espacios, en las calles, avenidas, ascensores, etcétera, para la instalación de los elementos de desplazamiento de los discapacitados?
Como alguien expresó, los discapacitados no son menos que nosotros. Ellos sólo no tienen ciertas capacidades. Nosotros tampoco tenemos todas las capacidades, a pesar de creer que las tenemos íntegramente. Cuando observamos a un niño con síndrome de Down, con parálisis cerebral o autista, constatamos que tiene sentimientos que muchas veces nosotros no tenemos. Es conmovedor ver la forma en que un niño con síndrome de Down entrega amor y se relaciona con el mundo.
El hecho de cambiar nuestra mentalidad y perfeccionar las leyes es un avance importante.
También se puede ayudar con otro tipo de beneficios. Una de las aspiraciones del Congreso Nacional es que el país se mueva, que tenga actividad física, que haga deporte, porque hoy, sin duda, tenemos un problema que en el futuro puede ocasionar una discapacidad a nuestros jóvenes: el sobrepeso y la obesidad de nuestra juventud, por el sedentarismo.
Por otro lado, en el plano deportivo, los discapacitados se encuentran con muchas dificultades. Por ejemplo, es muy complicado importar sillas especiales de competición para que nuestros jóvenes participen en las olimpiadas paraolímpicas. Lamentablemente, hay muchas trabas impositivas para traer elementos que beneficien el desarrollo de la actividad deportiva.
También existen obstáculos para que una familia lleve a su hijo a la rehabilitación. Lamentablemente, la ley sólo otorga el beneficio al niño, para que tenga un vehículo, sea su dueño y poco menos que lo conduzca. No se ha dado la posibilidad de que el beneficio de tener un vehículo con condiciones óptimas para desplazar al niño con discapacidad lo tenga la familia, para trasladarlo a un centro de rehabilitación como corresponde.
Basta con ver el famoso Transantiago, en que ni siquiera funcionan los sistemas para ingresar las sillas de ruedas. Para qué hablar de las regiones, donde no hay absolutamente nada.
Hicimos un experimento para saber cuánto nos demorábamos y cuál era la voluntad de los choferes de la locomoción colectiva para trasladar a los niños discapacitados desde la Teletón de Antofagasta, que está al sur de dicha ciudad, hasta El Mercurio, que queda en el centro de Antofagasta. Nos demoramos casi más de dos horas, porque las micros no paraban, no había facilidades para subir las sillas de ruedas y nos encontramos con un sinnúmero de problemas y de barreras. En consecuencia, si no se produce un cambio en estas conductas, un cambio cultural respecto de este tema, poco o nada vamos a avanzar.
Por lo tanto, quienes trabajamos profesionalmente con el tema de la discapacidad nos sentimos muy halagados, porque hoy podemos ver un avance y un perfeccionamiento de la ley vigente.
Por lo anterior, anuncio mi voto favorable al proyecto.
Vaya nuestro recuerdo para dos grandes amigos, Juan Masferrer y Sergio Correa , coautores de la iniciativa.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Lautaro Carmona.
El señor CARMONA.- Señor Presidente, siempre valoraremos una iniciativa que se preocupe de la discapacidad o de la diversidad que existe en nuestra sociedad.
Sin embargo, con esa misma convicción señaló que el proyecto es muy parcial, dado que podríamos haber definido una política mucho más integral como Estado, porque se trata de una normativa que incorpore, con una mirada de sociedad inclusiva y no excluyente, a todos quienes constituyen la sociedad chilena. Dentro de ella hay una gran cantidad de personas que denominamos discapacitados o que tienen capacidades diferentes. El Estado debe asumir este hecho e incluirlos a todos.
En consecuencia, dado que la iniciativa es un aliciente muy significativo, de acuerdo con las intervenciones que he escuchado, lo que es muy bueno, me gustaría que discutiéramos las políticas de empleo, de transporte, de deportes y de salud de los discapacitados, sin remitirnos sólo a cuando el discapacitado está enfermo, cuando está resfriado, con fiebre o con alguna dolencia grave, porque tenemos que hacernos a la idea de que cuando se produce la discapacidad, no estamos frente a personas enfermas, sino con expectativas distintas. Así como tratamos como personas plenas e integrales a quienes tienen expectativas de vida menores por alguna afección a un órgano vital, debemos hacer lo mismo con los discapacitados y ayudarlos con políticas de Estado, porque no existe una política de educación que dé preferencia y potencie la incorporación de ellos a la actividad educativa, como tampoco la hay, como señalé, una política laboral que los beneficie.
Entonces, llamo la atención y pido tomar nota de esto a una sociedad que no puede aceptar ningún sesgo de apartheid respecto de quienes tienen problemas de discapacidad.
Todos tenemos vínculos con pequeños clubes o círculos que forman, motu proprio, ellos mismos, donde nos plantean los dramas que sufren por cuestiones que son básicas para cualquier otra persona, como es el traslado, ya que no todos los supermercados y centros comerciales cumplen con la ley que los obliga a tener rampas de acceso para los discapacitados; y si las tienen, no las usan, y si las usan, están en mal estado.
Entonces, podemos aprobar la iniciativa propuesta, pero cometería un error si no pongo énfasis en la importancia de una política de atención, de preocupación, que integre de verdad, en todas sus dimensiones, a chilenas y chilenos que tienen alguna discapacidad, porque esa situación no empieza ni termina con la posibilidad de que la mamá cuide a esa persona cuando está enferma. Además, estimo que debieran contemplarse otras medidas complementarias, como bonos extras en las remuneraciones de los padres o cuidadores de personas discapacitadas, ya que tienen gastos, en los que otros padres no incurren, para los cuales muchas veces no tienen financiamiento.
Debiéramos integrar a quienes tienen discapacidad de nacimiento o adquirida. Hay muchas discapacidades que se producen por enfermedades laborales. Para qué dar ejemplos patéticos, como la amputación de la pierna de ese minero en la mina San José , ocurrida a principios de julio de este año. ¿Cuál es la política que se le aplica a esa persona una vez que queda discapacitado a causa de un accidente laboral? ¿O a la gente que en el trabajo minero adquiere silicosis, que empieza a limitar su capacidad de movimiento?
Por lo tanto, no debemos quedar contentos con esta medida puntual, a mi juicio, valorable, pero absolutamente insuficiente, porque no resuelve el problema.
En consecuencia, me gustaría que, una vez que aprobáramos esta iniciativa, tomáramos el compromiso de elaborar una política más integral, que genere obligaciones al Estado chileno respecto de sus habitantes, incluyendo a los discapacitados, con el objeto de que no sean obras de caridad de alguien que las entrega porque tiene mucha plata. Ésta es una responsabilidad del Estado. Ellos tienen derecho a exigir al Estado que los atienda, y si el Estado no les cumple, que puedan demandarlo ante los tribunales.
He señalado esto, porque es la expectativa que los discapacitados de mi región tienen sobre lo que debiera ser una legislación que los beneficie y sobre lo que debiera plantear un parlamentario que los representa.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Accorsi.
El señor ACCORSI.- Señor Presidente, me alegro por esta iniciativa y felicito a los colegas que la presentaron, porque contribuye a mejorar la condición del mundo de la discapacidad.
Sin embargo, quiero hacerme cargo de algunos comentarios que se han hecho y recordar lo que hemos realizado en la Cámara de Diputados sobre esta materia.
Aprobamos un proyecto de ley de Discapacidad que contempla muchos de los temas que se están planteando ahora, como educación, salud, acceso a lo que se denominan ayudas técnicas. Esa iniciativa está en el Senado y esperamos su pronto despacho.
Este proyecto es importante, porque significa un gran apoyo al trabajo incansable de las mujeres de Chile. En mi trayectoria de treinta años como médico, me tocó trabajar mucho con niños con discapacidad. Por ejemplo, recuerdo a un paciente cuyo padre lo llevaba a los controles y se preocupaba de él.
Éste es un proyecto que beneficia directa y mayoritariamente a las mujeres, porque son ellas las que se encargan del cuidado de esos niños.
Además, el 80 por ciento de las parejas o de los matrimonios que tienen un niño con una alta discapacidad, como una parálisis cerebral, termina rompiendo el vínculo. Por lo tanto, es necesario que las personas que están a su cargo tengan algunas facilidades.
Es muy importante pedir al Gobierno que ponga urgencia al proyecto de ley sobre discapacidad que está en trámite en el Senado, porque va a permitir tener más instrumentos para enfrentar este drama.
Hasta hace pocos años, la calificación de discapacidad era disímil y gracias a la Comisión de Discapacidad se normó el tema, ya que no era igual en Arica, en Punta Arenas ni en Santiago. Hoy, la calificación de la discapacidad es homogénea en todo Chile. Esto es parte de una gran casa que debemos construir en favor del mundo de la discapacidad.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra la diputada Carolina Goic.
La señora GOIC (doña Carolina).- Señor Presidente, los argumentos de las diputadas y diputados dan cuenta de las virtudes del proyecto, del respaldo transversal y, por supuesto, el de la bancada de la Democracia Cristiana.
Es un tremendo avance. Me sumo a las palabras del diputado Accorsi en términos de que ojalá avancemos en otras iniciativas en que la Cámara ha hecho un esfuerzo importante, específicamente en la ley de discapacidad.
Pero hay otras propuestas que debemos impulsar. Hace unos días discutimos, a propósito de la extensión del posnatal a seis meses, lo importante que es para las familias que tienen niños con capacidades distintas tener un período de posnatal más extenso garantizado por ley, que permita disponer del tiempo y dedicación que se requieren en situaciones en que hay mayor dificultad y se necesitan otros apoyos.
De alguna manera, se ha generado consenso en que es necesario modificar la legislación, ojalá lo antes posible, a fin de dar instrumentos a familias para abordar de mejor manera este desafío, para que, con cariño, se dé el debido resguardo y posibilidades de desarrollo e integración a niñas y niños que, más que discapacitados, tienen capacidades distintas.
Respecto del permiso que hoy estamos ampliando a las familias, hace algún tiempo trabajamos una propuesta que no pudimos presentar, porque implica financiamiento público y, por lo tanto, es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República , que tiene que ver con perfeccionar el permiso señalado en el artículo 199 bis del Código del Trabajo. Tal como se ha recordado, otorga la posibilidad de utilizar diez jornadas ordinarias en caso de un accidente grave de un hijo menor de 18 años de edad o de una enfermedad terminal que pueda tener riesgo de muerte o con causa de muerte.
En su momento, cuando era diputado Patricio Walker , elaboramos una propuesta en conjunto con la Sociedad Chilena de Pediatría, sobre todo con los especialistas en oncología infantil, quienes destacaron lo insuficiente que resulta este permiso, que, además, tiene que ser restituido con días de vacaciones o, incluso, con descuentos si no alcanzan los días de vacaciones.
¿Cómo garantiza el Estado que los padres puedan estar con sus hijos ante una situación tan dolorosa para la familia como una enfermedad terminal? Ahí tenemos un tema pendiente. Hemos discutido el asunto al interior de la Comisión de Familia, hemos generado distintas propuestas y se justifica que exista algún aporte estatal, algún subsidio, sobre todo para garantizar el derecho de la familia a disponer de ese tiempo ante una situación tan dura como enfrentar la muerte de un hijo. Incluso, muchas veces, la compañía de los padres es parte importante del tratamiento. Así no se tiene que recurrir -como sucede hoy- a licencias por salud mental o tomar la determinación de dejar de trabajar por acompañar en ese último período al hijo o hija.
Dejo planteado este tema en la discusión, porque hay que abordarlo, para analizar también cómo se otorga protección a las familias que viven esa situación tan dolorosa.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra la diputada Cristina Girardi.
La señora GIRARDI (doña Cristina).- Señor Presidente , el artículo 5° de la ley N° 20.422, sobre discapacidad, define qué es una persona con discapacidad, y dice: “Persona con discapacidad es aquella que teniendo una o más deficiencias físicas, mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar con diversas barreras presentes con el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.”.
En definitiva, el artículo señala que la discapacidad no proviene muchas veces de las personas que tienen algún problema físico o mental, sino del entorno y de la sociedad en que se generan los impedimentos. Es muy difícil definir qué es una persona discapacitada. Se han eliminado términos como “inválido” o con otras connotaciones. El discapacitado tampoco muestra realmente lo que es una persona que sufre alguna discapacidad. Aparentemente, una persona discapacitada tiene todas sus capacidades interrumpidas, pero las personas con discapacidad tienen muchas otras capacidades, posibilidades y fortalezas. Por lo tanto, la discapacidad tampoco hoy connota lo que es una persona que tiene o presenta alguna discapacidad.
Hace un rato escuché el relato de una persona discapacitada. La ley señala que, frente a un trabajo en el sector público, en igualdad de condiciones, se debe dar prioridad a quien tiene alguna discapacidad, lo que es muy bonito en el papel, pero en la práctica no se aplica. De hecho, a esa persona ni siquiera la dejaron presentar el currículo. O sea, las barreras que genera nuestra sociedad para que las personas con alguna discapacidad puedan desarrollarse son infinitas, y nosotros somos responsables de eliminar tales barreras.
Como decía el diputado Carmona , este proyecto no soluciona todo el tema. La ley N° 20.422 tampoco va a solucionar todo el problema si no generamos instancias como las que discutimos ahora: que los padres o personas a cargo de niños, o personas o hijos con discapacidad puedan efectivamente hacerse cargo de su cuidado, que tengan derecho a trabajar y que no se vean en la necesidad de dejar sus trabajos para cuidar a sus hijos con discapacidad.
La iniciativa no es todo lo que quisiéramos, pero tampoco lo vamos a lograr si la sociedad sigue colocando barreras a esas personas, a pesar de las leyes que seamos capaces de aprobar.
No es la persona la que tiene la discapacidad. Estoy convencida de que la sociedad es discapacitada para acoger a las personas que a veces tienen alguna diferencia o algún impedimento.
En ese sentido, considero que este proyecto de ley sí colabora y hace un esfuerzo para que en los lugares de trabajo se les dé la posibilidad a los papás o a las personas que tienen a su cargo niños o hijos con discapacidad de realizar su tarea de mejor manera que la actual.
Por lo tanto, anuncio mi voto favorable a la iniciativa. Además, señalo a los demás diputados que, como no solucionaremos todos los problemas, deberemos trabajar hasta cambiar culturalmente a nuestra sociedad en cuanto a nuestra mirada y a nuestro trato para con las personas que tienen alguna discapacidad.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Sergio Bobadilla.
El señor BOBADILLA.- Presidente , sólo quiero dejar constancia de mi decidida voluntad de apoyar este proyecto, del mismo modo en que lo hará el resto de mis colegas, porque, si hablamos de discapacidad y de generar condiciones para que las personas que se encuentran en esa situación puedan incorporarse a la sociedad, sin duda, nadie podría oponerse.
Mi único reparo respecto de la iniciativa se refiere a que ella establece que el tiempo que utilice el padre o la madre trabajadora para el cuidado de un discapacitado será restituido con cargo a las vacaciones, entre otras alternativas.
Creo que ello no debería haber sido así. Pero debido a que esa condición ya está establecida en el proyecto, para no demorar su tramitación, debemos aprobarlo en esos términos.
Por lo tanto, al igual que el resto de los colegas, manifiesto mi entusiasmo y anuncio mi voto favorable.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique van Rysselberghe.
El señor VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente , al igual que el colega Bobadilla , felicito a los autores del proyecto y anuncio mi voto favorable.
Asimismo, aprovecho de decir que la expresión que debiéramos utilizar y la empleada por el área que se ocupa de esos menores es la de personas con capacidades diferentes.
Además del problema de los permisos laborales, las madres de esos niños enfrentan otras dificultades, como el transporte. Actualmente, cuando un niño con características especiales, con capacidades diferentes, debe trasladarse, por ejemplo, en locomoción colectiva, tiene la posibilidad de contar con un pase, pero no su madre. Naturalmente, en muchos casos esos menores no pueden valerse por sí solos.
Por lo tanto, ahí también existe otra área en la cual, al menos en lo personal, me voy a adentrar. A la comisión respectiva le haré la sugerencia de que se estudie qué aporte legislativo podemos realizar para avanzar en la solución de ese problema.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre el proyecto de ley en los siguientes términos:
El señor BECKER (Vicepresidente).- Corresponde votar en general el proyecto de ley, iniciado en moción, que concede permiso a las madres de hijos con discapacidad para ausentarse del trabajo.
Hago presente a la Sala que todas las normas del proyecto son propias de ley simple o común.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 73 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Andrade Lara Osvaldo; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Auth Stewart Pepe; Baltolu Rasera Nino; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Browne Urrejola Pedro; Campos Jara Cristián; Carmona Soto Lautaro; Cristi Marfil María Angélica; Chahín Valenzuela Fuad; De Urresti Longton Alfonso; Edwards Silva José Manuel; Eluchans Urenda Edmundo; Espinosa Monardes Marcos; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Lavín Cristina; GodoyIbáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Gutiérrez Gálvez Hugo; Gutiérrez Pino Romilio; Hales Dib Patricio; Hasbún Selume Gustavo; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Lemus Aracena Luis; Lorenzini Basso Pablo; Macaya Danús Javier; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Morales Muñoz Celso; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Norambuena Farías Iván; Ortiz Novoa José Miguel; Pascal Allende Denise; Pérez Lahsen Leopoldo; Rincón González Ricardo; Robles Pantoja Alberto; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sandoval Plaza David; Sauerbaum Muñoz Frank; Schilling Rodríguez Marcelo; Silber Romo Gabriel; Silva Méndez Ernesto; Squella Ovalle Arturo; Tarud Daccarett Jorge; Teillier Del Valle Guillermo; Torres Jeldes Víctor; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Van Rysselberghe Herrera Enrique; Vargas Pizarro Orlando; Velásquez Seguel Pedro; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Matías; Zalaquett Said Mónica.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Por no haber sido objeto de indicaciones, queda también aprobado en particular.
Despachado el proyecto.
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