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La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Corresponde ocuparse, en primer trámite constitucional, del proyecto de ley, iniciado en moción, que establece el 31 de marzo como Día Nacional de las Regiones.
Antecedentes:
-La discusión del proyecto de ley contenido en el boletín Nº 6448-24, se inició en la sesión 125ª, en 10 de marzo de 2010, de la legislatura 357ª.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Recuerdo a las señoras diputadas y señores diputados que el informe de la Comisión de la Cultura y de las Artes fue rendido por el diputado señor Becker en la sesión del pasado 10 de marzo.
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor Joaquín Tuma.
El señor TUMA (de pie).- Señora Presidenta , mari mari, pu peñi pu papai pu lagmen chantumai; en mi primera intervención en este Hemiciclo ese es el afectuoso saludo de los habitantes del distrito Nº 51, que represento en esta Sala, y que alberga a la mayor cantidad de comunidades indígenas de nuestro país.
En segundo lugar, quiero manifestar mi apoyo al proyecto y felicitar al diputado Becker por su iniciativa. Participé en el primer consejo regional de La Araucanía, del cual fui consejero entre 1993 y 1997. He luchado permanentemente en contra de la centralización brutal que vive este país, por lo que considero que esta iniciativa es una oportunidad interesante para discutir en esta Sala la importancia de las regiones.
Sin embargo, anuncio que presentaré una indicación, porque dada la situación que vive el país, no me parece bueno otorgar nuevos días feriados. Es necesario seguir trabajando para resolver los problemas económicos derivados del terremoto. Mi indicación apunta a que el Día Nacional de las Regiones se celebre el último domingo de marzo y no el 31 de marzo, porque, además, podría toparse con la celebración de Semana Santa.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor David Sandoval.
El señor SANDOVAL .- Señor Presidente , en primer lugar, un saludo muy cariñoso a todos en mi primera intervención en este Hemiciclo.
La iniciativa en discusión aborda un tema extremadamente relevante para los diputados que representamos a las regiones, en mi caso, la de Aysén.
Si bien es cierto el Día Nacional de las Regiones ya se celebró el año pasado, este proyecto promueve la formación de conciencia de lo que significa realmente la regionalización y cómo ésta impacta en la vida de las personas y de nuestras comunidades. Obviamente, estamos de acuerdo en disponer de una oportunidad de esta naturaleza en la medida que sirva para que se tome conciencia de la situación. Chile tiene una tremenda deuda con las regiones y esta iniciativa es una posibilidad para seguir avanzando.
Los territorios de Palena, Aysén y Magallanes alcanzan el 35 por ciento de la superficie de Chile continental, esto es, más de un tercio del territorio. Sin embargo, allí vive menos del 2 por ciento de nuestra población y aportan menos del 2 por ciento del producto interno bruto. Alguien se preguntará por qué tan poco. La razón fundamental es que estas extremas regiones no han tenido los espacios, las oportunidades ni las condiciones para desarrollarse. Además, a mi juicio, el Estado ha actuado con irresponsabilidad al no hacerse cargo de estas tremendas extensiones, que son las únicas que han visto reducida su superficie como consecuencia de esta irregularidad. Allí se encontraba Laguna del Desierto y aún está Campo de Hielos Sur, cuyos límites no están claramente definidos.
Si ubicamos a la región de Aysén en la zona centro, comprobaremos que su superficie abarca desde Santiago a Temuco. Su inmenso territorio aún no está conectado con el resto del país y adolece de una serie de falencias que afectan a sus comunidades, a saber, no hay hospitales especializados y los establecimientos educacionales casi no existen.
Al promover la celebración del Día de las Regiones tenemos también la oportunidad de generar otras normativas que permitan a las regiones realmente alcanzar la plena incorporación e inserción al país. Para ello debemos discutir materias como la autonomía, los presupuestos y normas jurídicas y legales que apunten en ese sentido.
Anuncio mi disposición a votar favorablemente este proyecto que establece el 31 de marzo de cada año como el Día Nacional de las Regiones, pero aclaro que no es un día feriado. En el futuro, debemos aprobar marcos regulatorios legales y disposiciones que otorguen más autonomía a las regiones para que, en definitiva, se incorporen al desarrollo nacional.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tal como lo acaba de señalar el diputado señor Sandoval, no se plantea que el 31 de marzo sea feriado, sólo un día conmemorativo de las regiones.
Tiene la palabra el diputado señor Mario Venegas.
El señor VENEGAS.- Señor Presidente , un saludo muy especial a todos y a cada uno de los diputados y diputadas que se han incorporado a esta Corporación. Les deseo el mayor de los éxitos.
Por su carácter simbólico, he decidido intervenir en esta ocasión para apoyar de manera entusiasta este proyecto. A mi juicio, se trata de la expresión más concreta del llamado -no quiero parecer exagerado- de las regiones para finalizar con el centralismo que las ahoga y dar un paso efectivo en el proceso de descentralización, de desconcentración y de mayor autonomía en la toma de decisiones y en el manejo de los recursos financieros.
Hasta el día de hoy, un porcentaje importante de la inversión de los recursos públicos en las regiones se deciden -muchas veces mal- en la capital.
En consecuencia, me parece un símbolo declarar el 31 de marzo como el Día Nacional de las Regiones. Ello nos permitirá generar un conjunto de acciones -respetando el espíritu del proyecto- para luchar por la regionalización que, por lo demás, es un objetivo país desde la década del setenta, bien o mal desarrollado. Su cumplimiento está pendiente.
Quiero demostrar cómo el centralismo ahoga a las regiones y, en ocasiones, las vuelve invisibles. Represento el distrito 48 de la provincia de Malleco, Región de La Araucanía, que tiene tres de sus comunas entre las más pobres del país. El centralismo se expresa de distintas maneras, y como consecuencia de la terrible tragedia que nos ha afectado quiero demostrar cómo opera.
Vivo y represento a la comuna de Angol, capital de Malleco, la que fue tremendamente golpeada por el terremoto. Está ubicada a 200 kilómetros del lugar del epicentro. Allí quedaron inhabilitados edificios privados y públicos; hay más de 500 casas destruidas, lo que para una población de 60 mil habitantes representa un porcentaje importante; tanto el hospital como la gobernación provincial quedaron inutilizables, las oficinas del Instituto de Previsión Social, ex INP, también están tremendamente dañadas, y lo mismo ocurre en otra serie de servicios públicos.
¿Algún colega ha visto en la televisión lo sucedido en la la Novena Región y en Angol en particular? Difícilmente. ¡No se ha hecho ninguna mención! Por eso, hoy reclamo con fuerza -ojalá en las tribunas hubiera medios de comunicación-, Angol también existe. Allí hay gente que está sufriendo mucho. El casco histórico de la ciudad se halla en el suelo. Pero debo hacer un acto de justicia, ya que con los habitantes de la Sexta Región está ocurriendo algo similar y también se encuentra tremendamente dañada. Lo he podido constatar porque tengo allí algunos amigos. Pero nada de eso aparece en las noticias. Lamento decir esto, pero parece que la línea editorial de los grandes medios nacionales llega hasta donde hay olor a muertos. En Angol hubo seis, dos por aplastamiento; dos por infarto, y dos jóvenes vidas que se llevó el mar. Pertenecían a familias que viven en Angol y que se hallaban en la zona de Quirico.
Así se expresa el centralismo. Hay medios de comunicación nacionales y canales de televisión, como TVN, Canal 13 y otros, que han estado en Angol tomando imágenes, pero nunca, o escasamente, eso ha aparecido en la centralidad de los noticieros.
Angol ha sido la ciudad más golpeada y afectada de la Novena Región. Eso lo puedo certificar con seriedad. Las autoridades regionales llegaron setenta horas después de ocurrido el desastre, es decir, recién el lunes en la tarde. Eso da cuenta del centralismo. Estaban más preocupados de lo que ocurría en la capital o en alguna otra parte.
Por las razones expuestas -y por muchas otras-, no puedo si no estar plenamente de acuerdo con este proyecto y apoyarlo, porque es una forma de simbolizar el deseo de todos los que vivimos en regiones de que en nuestro país por fin se acabe el centralismo y pasemos a una verdadera regionalización.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Alfonso de Urresti.
El señor DE URRESTI.- Señor Presidente , felicito a los autores de este proyecto, entre los cuales está el Vicepresidente señor Becker .
Este tipo de iniciativas sirve para dar una visión global sobre lo que significa la regionalización. Sin duda, que el 31 de marzo sea declarado como el Día Nacional de las Regiones si bien pone en el centro de la discusión la importancia de las regiones, no es menos cierto que con proyectos como el que discutimos no se traspasa en forma efectiva el poder, la autonomía y los recursos para que las regiones se desarrollen y se implementen políticas auténticamente regionales.
Además, me sumo a las palabras del diputado Mario Venegas , que con natural desazón ve que su comuna, Angol , no existe en esta catástrofe. Ello sólo ocurre por el centralismo de los medios de comunicación, especialmente de Televisión Nacional, que es el canal de todos los chilenos y no de Santiago, porque sólo les interesa mostrar donde está el foco de atención y no a esos miles de habitantes que viven en Angol, en Renaico, en Purén, en Contulmo.
El problema radica en que las autoridades regionales dependen única y exclusivamente del poder central. Lo hemos visto con la asunción de este Gobierno. No es una crítica en particular, sino que es un error que se viene cometiendo desde hace tiempo, una disfunción que traemos desde la recuperación de la democracia. Todas las autoridades regionales son de exclusiva confianza del Presidente de la República y es él quien las nombra. Ayer en el nombramiento de representantes locales y regionales se produjeron situaciones insólitas, por ejemplo, gobernadores de territorios donde nadie los conoce, lo que genera un problema, porque no hay participación de la ciudadanía. En Chile elegimos a través de elecciones libres y democráticas a la máxima autoridad nacional, que es el Presidente de la República , también a nuestros alcaldes, a los senadores, diputados y concejales. Hoy, debemos valorar que esta Corporación esté compuesta por representantes de todo el espectro político, desde los tres diputados del Partido Comunista, hasta los diputados de la Derecha. Aquí funciona la expresión ciudadana. Asimismo, a lo largo de nuestro país tenemos alcaldes de todos los colores políticos, porque es la ciudadanía la que en cada territorio elige a su autoridad. Pero en cuanto a los intendentes y gobernadores aún persiste este centralismo trasnochado, absolutamente disfuncional a un país moderno, lo que hace que catástrofes como la que hoy vive el país genere recentralización, porque el control se ejerce desde Santiago , lo que provoca que en las regiones no exista autonomía ni capacidad de gestión y que los recursos estén limitados para muchas de ellas.
Por eso, este debate para establecer el Día Nacional de las Regiones debe llevarnos a reflexionar para lograr acuerdos mayores, por ejemplo, para que los consejeros y el gobierno regional sean elegidos por votación popular. Ahora el intendente y los gobernadores son representantes del Presidente de la República , pero quien gobierna una región tiene que ser una autoridad elegida democráticamente. Eso permite expresarse efectivamente sobre cuáles son las mayorías que existen en cada territorio y genera conciencia ciudadana, especialmente, masa crítica regional para resolver los problemas en forma cercana a la ciudadanía y no dependan de lo que ocurre a nivel nacional.
Felicito a los autores de esta iniciativa y anuncio que le voy a dar mi apoyo. Muchas veces, como valdiviano, propuse que los días festivos de las regiones sean fechas simbólicas. En el caso de Valdivia, el 2 de octubre, ya que ese día del 2007, se creó la Región de Los Ríos. Las regiones pueden generar sus espacios de acuerdo con su identidad y natural historia e idiosincrasia.
El centro de la discusión debe ser la capacidad de transferir a las regiones poder de decisión económico y político en forma efectiva, con autoridades elegidas popularmente y no designadas, para que no ocurra lo que está sucediendo hoy: el recorte de los presupuestos regionales a fin de cuadrar la caja nacional para ir en ayuda de los lugares siniestrados. ¡Para eso está el Estado! Se merece toda nuestra solidaridad, pero las regiones tienen que tener la capacidad necesaria para mantener su presupuesto y seguir adelante con sus obras.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Juan Lobos.
El señor LOBOS.- Señor Presidente , vivo en la Octava Región. Me gusta decirlo así, con número, como colegio de pobre, porque así son las regiones. Quienes vivimos en ellas somos los abandonados de Chile. La Octava Región es digna, fuerte, potente. Tiene un gran desarrollo productivo, como es la generación eléctrica, el puerto, las siderúrgicas, el carbón y la agricultura. Allá se hace la celulosa y está también la industria forestal, pero sigue en el abandono. Desgraciadamente, en Chile sólo importa lo que sucede en Santiago. Más aún. Hoy, en la era de la televisión, importa lo que la gente que vive en Santiago ve; el resto no existe.
Lo decía recién el colega Mario Venegas . Los habitantes de nuestras regiones fueron ordenados. En Angol no hubo saqueos. La gente es pobre y está abandonada, pero no es ladrona. En Los Ángeles pasó lo mismo. Se puso de pie, no salió en los canales de televisión de Santiago; por ello, allí el desastre no existe. Nuestra misión será abrir una discusión seria sobre la reconstrucción.
He querido desahogarme pero también debo agregar que estamos llenos de días: el Día del Niño, el Día de la Madre, el Día del Padre , el Día del Comercio Ambulante , etcétera; incluso, como me lo dice el diputado René Manuel García , hay un día muy especial que todos los chilenos lo tienen en consideración.
Ahora se quiere establecer un nuevo día. Quiero decirles que piensen en una cosa: vamos a tener el Día Nacional de las Regiones -¡qué importante!-; pero el resto del año va a seguir siendo de Santiago.
Por eso, entre otras cosas, debemos empezar a erradicar estos símbolos, como los proyectos de acuerdo, a los cuales estamos tan acostumbrados. Voy a votar en contra de esta iniciativa, porque me parece una falta de respeto a los habitantes de las regiones que exista un solo día para celebrar y 364 días para lamentarnos.
Por lo tanto, repito, con todo respeto, anuncio mi voto en contra, porque ya no estamos para más símbolos. Considero muy valioso que iniciativas como ésta apunten a poner determinado tema en discusión; pero hacerlo hoy es una falta de respeto a todos los habitantes de las regiones.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Fernando Meza.
El señor MEZA.- Señor Presidente , ¡qué hermoso es poder disentir y qué bueno tolerar a quien piensa distinto!
En este caso, con el mayor de los afectos hacia el diputado Lobos , pienso que es muy importante todo lo que se haga en pro de mentalizar, no sólo al país y a los habitantes de Santiago, sino a las autoridades de turno respecto de la importancia de la descentralización y de una verdadera regionalización.
Quiero hacer hincapié en que aquí estamos debatiendo la posibilidad de fijar el 31 de Marzo el Día Nacional de las Regiones, sin que ello implique que sea feriado, ni muchos menos. Expresar de esta forma la importancia que revisten las regiones sería un granito de arena, tal vez, una pequeña gota de agua en el desierto, que servirá, al menos, para algunos titulares de prensa o noticia escondida por ahí, recuerden que, como decía Benedetti , el sur también existe.
Por eso, los radicales, que somos diputados no sólo de regiones, sino de provincias, estamos de acuerdo con todos los esfuerzos que se han hecho para que se considere la importancia que tienen las regiones y la descentralización. ¡Cuán importante es que cada región disponga de los recursos necesarios para generar empleo, contribuir con la cultura, la salud, la vivienda y la seguridad de las personas! Nadie lo puede saber mejor que los habitantes de las regiones. El señor Becker , quien preside, también lo sabe, al igual que todos los diputados que vivimos en regiones. Debo recordarles que la Metropolitana también es una región. Nosotros sabemos dónde nos aprieta el zapato, conocemos nuestras necesidades.
Resulta verdaderamente absurdo que algunos señores, reunidos en una oficina equis, en cualquier lugar, determinen cuáles son las necesidades de Temuco, de Valdivia o de algunos pueblitos que hemos conocido recién ahora, debido a la desgracia que los ha afectado. Muy pocos conocían Iloca , no muchos hablaban de Constitución y de otros pueblos que fueron destrozados por un fenómeno natural.
Por eso, es importantísimo elegir en forma democrática a las autoridades de las regiones. La elección de los cores y de los intendentes ya está en marcha. No quiero que envíen a nuestras regiones a personas de otras partes, porque tienen que empezar a conocer nuestra realidad, por ejemplo, la de La Araucanía. Quienes vivimos allí sabemos y conocemos bien lo que ocurre en la región. Tenemos nuestros propios y humildes recursos, riquezas naturales, y debemos formar técnicos y profesionales acordes a sus necesidades, y así evitar que emigren en forma permanente a la Región Metropolitana.
Sin duda, más que buenas intenciones, este proyecto de ley contribuye a mentalizar a la gente. Vean lo que ha sucedido, por ejemplo, en Villarrica, que represento. Con qué desidia las autoridades del Ministerio de Obras Públicas aprobaron la construcción de la costanera de esa ciudad, que costaría 5 mil millones de pesos. Pues bien, la iniciativa duró menos de lo que dura un dulce en la puerta de un colegio. ¿Por qué ocurrió eso? Porque no estábamos en la región para tratar de evitar el desastre que ocurrió.
En mi distrito, formado por las comunas de Villarrica, Pucón , Curarrehue, Gorbea , Cunco y Toltén tampoco existe la descentralización. Mi estimado colega Mario Venegas hablaba de dos muertos. ¿Quién se ha referido a ellos? Nadie, en cierta medida, por culpa del centralismo existente.
Se les ocurrió botar escombros en un cerro, con el terremoto se precipitaron y aplastaron cuatro casas. Pero, nadie responde por ello; ¡no importa! son del sur, es decir, personas que no valen lo mismo que otros chilenos y chilenas.
Por eso, hago un llamado a los colegas para que aprueben este proyecto.
Termino manifestando que no es la solución definitiva; pero si una pequeña gota de agua que refrescará la memoria de quienes olvidan que Chile es una larga y angosta faja donde todos vivimos bajo un mismo cielo y pisamos la misma tierra, de manera que cuando nos sacuden los terremotos nos movemos todos. Ojalá la descentralización empiece a ser lo que nosotros queremos: una realidad que contribuya a que todas las regiones florezcan y progresen; que no se construyan sólo grandes parques, costaneras y carreteras para unir los malls de los barrios más acomodados de Santiago. Esperamos que ese puentecito que hace falta en la Región de La Araucanía y en otras, en las cuales vive gente pobre y humilde que en invierno debe estar sumida en el barro hasta las rodillas, también se construyan sin tanta burocracia.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).- Señor Presidente , en verdad, cuando analizamos el tema relacionado con la regionalización, no debemos echarle la culpa a nadie de que no exista una verdadera regionalización. Si observamos la composición de la Cámara de Diputados, podremos comprobar que más del 80 por ciento de los parlamentarios son de regiones. En consecuencia, hace falta más fuerza en la Cámara y también en el Senado para impulsar una verdadera descentralización.
Aquí se dicen muchas cosas. Por ejemplo, no puedo dejar de coincidir con todos los colegas que han intervenido. Respecto de la parte tributaria, todas las grandes tiendas e industrias tienen su sede central en Santiago. ¿Dónde tributan? En Santiago. ¿Dónde sacan el IVA? En las regiones. ¿De dónde sacan los tributos? De las regiones. Entonces, las regiones están “pa’ la patá y el combo” y para que las grandes empresas produzcan allí y saquen de ellas la plata, que es depositada en Santiago.
Éste es el primer problema que hay que resolver para que exista una verdadera regionalización. Es decir, los tributos deben beneficiar a las regiones en las cuales están instaladas las empresas; ahí tenemos la manija para disponer de nuestros recursos. Si estamos hablando de una verdadera regionalización, ¿cómo se puede entender que el Ministerio de Agricultura esté en Santiago? ¿Cómo se puede concebir que el de Minería también esté en Santiago, cuando todas las minas están en el norte?
Se nos dirá que tenemos un sistema presidencialista, que no somos un país federal. De acuerdo, pero las regiones también tienen derecho a exigir que las cosas se hagan como corresponde. ¿Cómo puede ser justo que para construir la escuela Alborada , de Loncoche, que se incendió hace dos años, las autoridades de Santiago tengan que mandarle una carta al CORE para que éste apruebe los recursos que, por lo demás, todavía no llegan? Lo más probable es que ahora no se los den, porque le van a echar la culpa al terremoto.
Es así como miles y miles de obras en las regiones se van retrasando porque éstas no tienen verdadera autonomía para decidir al respecto. En la Novena Región -siempre lo hemos dicho- creemos que una verdadera regionalización implica que cada región debe ser analizada en su mérito; incluso, dentro de cada región hay diferentes tipos de, por ejemplo, agricultura, turismo y diversas áreas productivas.
Entonces, no se trata de votar en contra un proyecto que lo único que hace es recordar que ese día las regiones, por lo menos, van a tener la posibilidad de hacer sus planteamientos y decir lo que necesitan, de manera que todo el mundo se acuerde de ellas. También podríamos decir que el día de la patria es uno solo: el 18 de Septiembre, que también celebramos todos los años.
El proyecto constituye un primer paso hacia una verdadera regionalización.
En cuanto a las autoridades de las regiones, sin duda, lo más sano para todos sería elegir los intendentes, los gobernadores, los cores, en fin, porque debe ser la gente la que decida quién quiere que los represente.
Reitero que constituye un paso importante para nosotros creer en la regionalización.
Un diputado que me antecedió en el uso de la palabra señaló que su región representa el 35 por ciento del territorio nacional. A eso quiero referirme ahora.
Coyhaique, por ejemplo, es una zona maravillosa, grande, con una tremenda proyección, y no creo que lo que ha ocurrido allá sea un problema de regionalización; el problema es que Coyhaique representa sólo el 1 por ciento de los votos y en nuestro país todo se ve con una mirada política. Digamos las cosas como son.
Entonces, sus habitantes, que hacen patria, están en una zona realmente difícil, pero de las más lindas de Chile, después de la que represento, la Novena Región, donde están Pucón , Curarrehue, Cunco , Villarrica , Loncoche , Gorbea , Toltén . No podemos analizar todo lo que sucede en regiones con una mirada política; démosles la autonomía que necesitan.
Hace poco tiempo, desde Santiago nos decían cuáles eran las calles que tenemos que asfaltar y qué veredas había que construir en regiones. Eso es irracional.
Además, en la Novena Región -ignoro qué ocurre en otras regiones- se ha firmado un compromiso de regionalización y ésta es la gran oportunidad de que las regiones se pongan de pie. Por eso, démosles autonomía.
Acuérdense de que en el pasado las casas eran todas iguales, desde Arica a Punta Arenas. Felizmente, eso se ha corregido y ahora las casas se construyen de acuerdo con las condiciones climáticas de cada región.
Los representantes de regiones no sólo debemos ser regionalistas al consagrar un día para las regiones. Los que representamos a las regiones, los que somos regionalistas, debemos serlo las 24 horas del día y los 365 días del año.
Por eso, con fuerza, con entusiasmo, votaré favorablemente el proyecto, porque constituye un primer paso hacia una verdadera regionalización. Como han dicho otros señores diputados, para andar mil kilómetros, primero hay que dar un paso, y el proyecto es el primer paso que daremos, con el compromiso que hemos escuchado a todos los diputados de ponernos la camiseta de la regionalización, seamos del norte, del sur o del centro del país.
También quiero decir que cuando se hable del terremoto, no lo usemos para hacer discursos políticos, sino para reconstruir el país, para compartir el dolor de la gente. De verdad, creo que la gente de Chile es más solidaria de lo que creemos.
En la Novena Región tuvimos un terremoto silencioso, con miles de casas y edificios destruidos, y la Región de La Araucanía también cooperó con esa gente. Es decir, las regiones ayudan a las regiones,.
No me cabe la menor duda de que el Congreso Nacional dará este primer paso para ayudar a las regiones a tener un día especial de celebración, anhelo largamente esperado por todas las regiones del país.
He dicho.
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado René Saffirio.
El señor SAFFIRIO.- Señor Presidente , en primer lugar, permítame felicitarlo por su elección como Primer Vicepresidente de la Cámara de Diputados, lo que honra la representación de nuestro distrito en la Corporación.
Desde mi punto de vista, durante las últimas décadas, la descentralización ha sufrido no sólo un profundo estancamiento, sino también un grave retroceso, que se expresa no sólo en la aplicación de determinadas normas jurídicas que han ido cambiando leve y gradualmente la estructura institucional en las regiones.
Lo más grave, desde mi perspectiva, tiene que ver con que más allá de la existencia de determinadas instituciones, las regiones adolecen de una falta total de liderazgos regionales asociados a la función ejecutiva.
Es verdad que todos nosotros representamos a distintas localidades, regiones, provincias y distritos del país, pero nuestro rol no es cumplir las funciones ejecutivas que cumplen los gobiernos regionales liderados por un intendente regional, elegido o nominado por el Presidente de la República.
En consecuencia, al no haber avances durante dos décadas en este proceso de descentralización y desconcentración del poder, no hay nada que celebrar en las regiones.
Tuve la experiencia, durante doce años, de ser alcalde de la capital de la Novena Región, y compartimos con el Vicepresidente de la Cámara de Diputados funciones en el municipio de Temuco. Ahí pudimos apreciar -de lo que fue testigo el señor Presidente - cómo, además, desde los gobiernos regionales, se pretendía ahogar el concepto básico, sustancial, de autonomía municipal para resolver aquellos temas fundamentales en el desarrollo de cada una de las localidades de nuestro país, como los asociados a los mecanismos de distribución del Fondo Común Municipal y a la planificación territorial. En fin, podría dar mil ejemplos de ello.
Esa ausencia de liderazgo en el ámbito regional, de carácter ejecutivo, me lleva a pensar que es necesario, más que celebrar o reconocer un día de las regiones, trabajar en términos sustantivos respecto de la posibilidad de construir gobiernos regionales elegidos por votación popular, encabezados por un presidente de un Consejo Regional, también elegido por votación directa y no a través de los colegios electorales formados por los concejales de cada una de las regiones.
Tal es el centralismo en las decisiones económicas, políticas, financieras, institucionales en general, que probablemente la manera más expresa de graficarlo es la forma cómo es conocida nuestra región. Nosotros escuchamos Araucanía , y de inmediato la asociación que se produce al mencionar la palabra “Araucanía” es el conflicto mapuche. Lo que ha ocurrido es precisamente fruto y consecuencia de las decisiones que el Estado central ha tomado, sin considerar la opinión de los actores locales para abordar la temática mapuche.
En consecuencia, debo decir que me da bastante pudor, por no decir vergüenza, votar favorablemente el proyecto. Anuncio mi voto en contra, sólo en cuanto ello sea un aliciente para que continuemos avanzando constantemente, durante la presente legislatura, en los procesos de descentralización y para lograr que el nuevo Gobierno comprenda -como han expresado en la Sala sus representantes- que éste es un proceso gradual que no puede seguir interrumpido como ha ocurrido hasta ahora.
De manera que, desde mi punto de vista, el día de las regiones será aquel en que se ponga en vigencia la ley que permita la elección directa de los consejeros regionales y del presidente de los consejos regionales.
He dicho.
El señor BECKER ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra el diputado Rodrigo González.
El señor GONZÁLEZ .- Señor Presidente , celebro la presentación del proyecto y felicito al diputado Becker , que preside la sesión, por esta iniciativa que nos permite, al inicio del período legislativo, discutir un tema trascendente para el país, como es la regionalización y la necesaria descentralización que requiere el país.
Debatiendo la iniciativa, podemos dar una señal potente a la ciudadanía, a nivel nacional, de que la Cámara de Diputados tiene de verdad una voluntad política descentralizadora y regionalizadora, que se traduce en el desarrollo de iniciativas y de un proyecto de país donde la regionalización y la descentralización puedan tener lugar.
En eso me asocio a las palabras pronunciadas por los diputados Saffirio , García , Lobos, Venegas y Tuma . Ninguno de los parlamentarios que han intervenido señaló no tener disposición y ganas de que efectivamente avancemos en regionalización y descentralización. Lo importante es que esa intención sea traducida en voluntad política efectiva en la Cámara de Diputados y en transformaciones sustantivas que nos permitan avanzar en ese sentido.
La verdadera regionalización y descentralización se produce sólo cuando el poder de decisión y de determinación de los recursos que se requieren para desarrollar las políticas públicas son transferidos a los órganos locales y regionales, y no sólo cuando se implementan iniciativas de carácter simbólico como ésta, no obstante ser útil para abrir el debate.
La real descentralización y regionalización parte en los municipios, en las instancias locales, como lo insinuaba el diputado René Saffirio . En la actualidad, los municipios son meras administraciones y carecen de poder efectivo para desarrollar verdaderos gobiernos locales.
A propósito de esto, en el período anterior presenté un proyecto de reforma constitucional para crear comunas que sean efectivos gobiernos locales. Ese proyecto está empantanado en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.
Por eso, si tenemos verdadera voluntad política regionalizadora y descentralizadora, pido a los integrantes de esa Comisión que lo desenterremos y comencemos a debatir la creación de gobiernos locales a nivel comunal, para dar más facultades iniciales a los municipios para manejar sus recursos, para desarrollar las pavimentaciones, para hacer verdadera comuna y construir poder local en las municipalidades.
En segundo lugar, como expresó claramente el diputado Saffirio y otros colegas, para dar verdadero poder a las regiones. Los gobiernos regionales son instancias muy débiles. No digo que sean de adorno, pero carecen de poder efectivo.
Sin duda, avanzaremos con la elección de los consejeros regionales, que aprobamos, pero necesitamos presidentes de gobiernos regionales elegidos por la comunidad regional y que representen verdaderamente a la región. Además, es necesario que no haya contraposición entre esa voluntad regional y las autoridades que dirigen esos gobiernos.
Es preciso que las decisiones más importantes, sobre educación, obras públicas, vivienda y salud, se tomen en las regiones y que eso se traduzca en la descentralización y aplicación del Presupuesto, que se entregue a las regiones y comunas la posibilidad de constituir verdaderas fundaciones o instancias de carácter público que permitan alianzas público-privadas para recoger recursos y desarrollar iniciativas a nivel de las regiones.
En definitiva, es menester un proyecto integral, como el propuesto por el Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización de Chile, Conarede . El diputado Germán Becker tomó parte de él al plantear esta iniciativa.
Por eso, más allá de las palabras y discursos acerca de la voluntad política de regionalizar y descentralizar, invito a mis queridas y queridos colegas a que partamos con la discusión de la reforma constitucional que da a los municipios el carácter de gobiernos locales; a que demos más facultades y recursos de verdad a las instancias municipales, que es la primera instancia regionalizadora y de poder de decisión local; a que fortalezcamos la elección directa de los presidentes de los gobiernos regionales; a que demos a las regiones facultades presupuestarias efectivas en relación con los principales ministerios, y a que iniciemos un proceso de transformación institucional profundo, que haga carne esa voluntad regionalizadora que han expresado aquí todos los diputados, a fin de que la regionalización no sea un remedo, una burla o un chiste.
Anuncio mi voto favorable al proyecto; asimismo, apoyo la indicación que presentó el diputado Joaquín Tuma , en el sentido de que la celebración del Día Nacional de las Regiones sea el último domingo de marzo. Ésa es una fecha muy adecuada, pues de esa manera toda la comunidad puede celebrar, al igual como se hace con el Día de la Madre y otras ocasiones significativas.
Se trata de que todas las organizaciones sociales estén presentes en la celebración del Día Nacional de las Regiones. Esa celebración no puede caer en un día laboral, porque ni los trabajadores, ni las organizaciones sociales, ni la comunidad podrían participar en ella.
Por eso, para que esta fecha tenga el contenido simbólico y sea la señal que buscamos dar, trabajemos para que las regiones puedan participar en plenitud. Pero aprobemos el proyecto.
A los parlamentarios que han manifestado su disposición a rechazarlo, les digo que estas señales simbólicas son importantes. Por eso invito a los diputados Lobos y Saffirio a que reconsideren su votación en contrario y a construir esa voluntad política para avanzar en profundidad en un proyecto de regionalización y descentralización, como el que el país necesita.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Van Rysselberghe.
El señor VAN RYSSELBERGHE.- Señora Presidenta , en primer lugar, quiero aprovechar de agradecer a todo el personal de la Cámara de Diputados. Me he sentido especialmente acogido por la gente que trabaja en los estacionamientos, en los ascensores, por las secretarias de las distintas oficinas y por los funcionarios que trabajan en la Sala. En general, todos están a la altura de las circunstancias. Por eso, agradezco la acogida y el trato que han tenido, al menos, conmigo.
En segundo lugar, invito a dar ejemplo a quienes estamos en esta Sala, porque como las sesiones son públicas, es visitada por mucha gente, gran cantidad de estudiantes e integrantes de la prensa. No debemos olvidar que somos personas visibles y parte de nuestro deber es conducirnos como autoridades dignas de nuestro cargo.
Entrando en la materia en discusión, deseo manifestar mi apoyo al proyecto. En las actuales circunstancias, el país no está para más días feriados. Pero la iniciativa representa un símbolo alineado con algo muy necesario: la regionalización y descentralización.
En este punto, pido que, como Cámara, le recordemos al Ejecutivo que no aplace su compromiso de campaña relacionado con el empoderamiento de los gobiernos locales.
Parte del drama que se vive en Concepción, Chiguayante y San Pedro de La Paz, comunas que represento, se debe a la demora de las soluciones públicas. No cabe duda de que eso derivó de la centralización. Algunas ayudas públicas demoraron su llegada a mi zona, fundamentalmente porque las decisiones se tomaban en Santiago.
Hoy, más que nunca, la gente que vive en las zonas de catástrofe requiere soluciones rápidas, y un medio para conseguirlo es, sin duda, entregar mayores recursos y atribuciones a los gobiernos regionales, en particular a las municipalidades.
Por lo tanto, en función y en representación de los alcaldes y los intendentes de las zonas que sufrieron la catástrofe, en particular de la zona que represento, pido a la señora Presidenta que busque la manera de recordar ese compromiso de campaña, para que se ejecute a la máxima brevedad.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Díaz.
El señor DÍAZ.- Señora Presidenta , voy a votar a favor de este proyecto, porque me parece importante dar señales, incluso en el plano simbólico, de que tenemos creciente conciencia acerca de la importancia del papel que las regiones deben jugar en nuestro país, de matriz unitaria y centralista.
Desde esa perspectiva, creo que estos proyectos nos permiten dar señales, pero también hay que decir que son simbólicos; así lo escuché de algunos colegas que me antecedieron en el uso de la palabra.
El gran problema es que en esta Cámara hay mucho simbolismo regionalista, pero poca sustancia. La expresión de aquello es la tramitación que hicimos en esta propia Cámara, en la legislatura que concluyó hace algunos días, de la reforma constitucional de gobiernos regionales, que aún se encuentra entrapada en el Senado. No hay acuerdo sobre la modificación o transformación profunda del carácter hipercentralista de la institucionalidad chilena.
Además, hay que hacer notar que en ambas Cámaras, teóricamente, los diputados que no pertenecemos a la Región Metropolitana somos mayorías. Por lo tanto, en estricto rigor, debiésemos contar con la mayoría suficiente para hacer reformas constitucionales o legales que entreguen más poder a las regiones, restando poder al centro. Sin embargo, eso no ocurre, lo que no tiene que ver sólo con el hecho de que los diputados nacen en una región y se van a otra o postulan en un distrito y pertenecen a otro, sino más bien con que no hemos sido capaces de cambiar nuestra cultura hipercentralizada respecto de la toma de decisiones.
Descentralización tiene que ver con todo eso y con transferencia de competencias y de recursos. Por ejemplo, la Subdere intentó hacer un programa de transferencia de competencias, que, según entiendo, quedó en nada. Se trataba de un programa administrativo, que no tenía sustento legal y que nunca pasó por este Congreso. Quizá llegó la hora de hacernos cargo de ello, de ponernos de acuerdo en un programa de transferencia de competencias y de recursos desde el nivel central al regional, que dote a nuestra estructura institucional de una dinámica distinta.
No propongo el federalismo, pero creo que este centralismo no da para más, que impide el desarrollo de las regiones y que se pueblen como debieran, porque, como no hay ofertas de ningún tipo de desarrollo real de largo plazo, todos los recursos se vuelcan al centro, al igual que la población, que sigue las posibilidades de desarrollo. Eso se expresa en el nivel de desequilibrio que existe en la distribución demográfica del país.
Si realmente queremos que cada 31 de marzo no sólo celebremos el día de la región, manifestando nuestra alegría por haber despachado una ley que nos permite tener un día en que vamos a hacer unas tremendas diatribas y discursos a favor del regionalismo, entonces hagámoslo de verdad. Impongamos efectivamente una reforma constitucional que obligue a establecer un cronograma de transferencia de competencias desde el centro a las regiones y que efectivamente los gobiernos regionales no sólo sean unas sucursales de los niveles centrales, sino entes con capacidad de decisión efectiva.
A propósito de la crisis, la semana pasada conversé con las nuevas autoridades de mi región, de Coquimbo, que fue activa y tremendamente dinámica en la contribución y colaboración en la última Teletón, a propósito de la catástrofe producida por el terremoto, porque queremos ser especialmente solidarios y generosos, ya que gente de comunas tan pequeñas como La Higuera, una de las más pobres de la región, se desplazó a la Séptima Región para colaborar. Por lo tanto, existe un compromiso solidario con la gente afectada.
Sin embargo, hoy, nuestra preocupación es cuántas inversiones dejarán de hacerse para redestinar recursos al sur del país. No me cabe duda de que hay que reconstruir, pero espero que lo hagamos por la vía de acoger algunas iniciativas que se han escuchado en los últimos días, como el royalty a la minería o reformas tributarias que nos permitan allegar nuevos dineros y no raspar la olla, para no sacar recursos a las regiones que no fueron perjudicadas con el fin de destinarlos a las que sí fueron afectadas. Eso es posible.
Esa preocupación se instala en las regiones porque el “dedo mágico” de la asignación de los recursos se encuentra ubicado en Teatinos, no en Coquimbo, Antofagasta, Concepción o Magallanes . Está en Teatinos, a pasos de La Moneda, donde se toma el 99,99 por ciento de las decisiones financieras, económicas y presupuestarias que realmente importan.
Aprobar este proyecto tiene que ver con un compromiso de pasar de lo simbólico a lo real, de dar con la ecuación necesaria para tener gobiernos regionales efectivos, verdaderos, auténticos, que tengan competencias reales, con consejos regionales que sean como un parlamento regional, con miembros elegidos directamente por los ciudadanos y que rinda cuenta ante ellos; un intendente o presidente regional electo directamente por la ciudadanía. Por ejemplo, Francia es un país centralizado; no es un Estado Federal, pero tiene presidentes regionales.
Por lo tanto, no se justifica el temor de algunos que piensan que si el intendente desaparece no vamos a tener quién represente al poder central. Eso ocurría en los tiempos de la Colonia, de la fundación de la República; hoy no se requiere recorrer largas jornadas a caballo entre Valparaíso y Santiago para dar a conocer lo que está ocurriendo en las provincias de Valparaíso. Hoy, las comunicaciones son bastante fluidas -con excepción de lo ocurrido con el terremoto; ahí tenemos una tarea pendiente-, por lo que no necesitamos un emisario del poder central, que hoy tiene el poder total, porque en la región el poder no se encuentra en los consejos regionales. Sólo hay que ver la inversión pública total en la región versus el porcentaje del FNDR.
Tenemos un consejo regional, que es una suerte de parlamento regional, que tiene facultades limitadas respecto de un porcentaje muy minoritario de la inversión total del Estado, del sector público en la región. Además, tenemos un consejo regional electo de una forma que no rinde cuenta a los ciudadanos, que no tiene ninguna vinculación con la ciudadanía, porque no ha sido elegido en forma popular. Entonces, la pregunta que cabe formularse es: ¿por qué no podemos tener un Core electo popular y universalmente, un presidente regional y un intendente electos directamente por los ciudadanos? ¿Por qué no podemos avanzar en una fórmula así? Además, es necesaria la transferencia de competencias y de recursos.
Estoy seguro de que si pusiésemos en marcha un programa de traspaso de competencias asociado a ciertas certificaciones, estaríamos en condiciones de ir transfiriendo de verdad decisiones, que hoy están radicadas en los ministerios sectoriales, a cada una de las regiones, que es donde de verdad podemos elaborar un programa de desarrollo integral que sea realmente ajustado a las necesidades de las regiones. Siento que eso es lo que nos corresponde hacer.
Este proyecto, no me cabe duda que será ampliamente aprobado por la Sala; no puede quedar como otro testimonio discursivo más, como los que periódicamente hacemos en este Hemiciclo -asumo mi parte de responsabilidad-, de nuestro compromiso con la descentralización y con las regiones de Chile, sino que efectivamente sea expresión de que tenemos facultades y los votos y, por lo tanto, no necesitamos ni siquiera el patrocinio del Ejecutivo para realizar muchas de las cosas que queremos hacer, como las reformas constitucionales, materia en la que tenemos iniciativa. Aprovecho la oportunidad de enviar un mensaje al Senado, porque es hora de que despache la reforma constitucional que se encuentra pendiente para que tengamos las leyes complementarias y que, ojalá, nunca más los consejos regionales se elijan del modo en que se ha venido haciendo, que me parece lo más lejano y antidemocrático que tenemos hoy en términos de institucionalidad y una pantomima de descentralización y de gobiernos regionales.
Anuncio mi voto favorable y espero que éste sea el inicio de un diálogo en serio acerca de la descentralización, regionalización y transferencia de poder desde el centro a las regiones.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Becker.
El señor BECKER.- Señor Presidente , voy a ser muy sucinto para señalar que no me cabe duda de que después de treinta y cinco años de iniciado el proceso de descentralización hemos avanzado muy poco, ni durante los diecisiete años de gobierno militar ni en los veinte años de gobiernos de la Concertación.
Las regiones han sido dejadas de lado. Por eso están como están, especialmente la Región de La Araucanía, que tiene los peores índices en todo orden de cosas.
Espero que el Gobierno de la Coalición por el Cambio pueda avanzar bastante en los temas de regionalización.
Quizás el único avance importante de los últimos años fue la reforma constitucional que se aprobó hace uno o dos años en la Cámara y que permitió la elección directa de los consejeros regionales, junto con una serie de otras atribuciones para los gobiernos regionales.
Sin embargo, esa reforma no se podrá implementar mientras no se dicte una nueva ley orgánica de gobiernos regionales. Dicha normativa debemos modificarla prácticamente en muchos aspectos, para avanzar en temas relacionados con la autonomía y la asignación de mayores recursos para las regiones, tanto en reformas políticas como administrativas, para que las regiones sean más autónomas y capaces de desarrollarse por sí mismas.
Este proyecto no tiene ninguna otra pretensión que hacer un gesto o dar una señal. La iniciativa es muy sencilla. Dispone que el día 31 de marzo se consagre como el Día Nacional de las Regiones. No pretende más. Obviamente, se trata de una señal de compromiso, un gesto de la Cámara de Diputados con las regiones.
Por lo tanto, vamos a trabajar en su ley orgánica y vamos a avanzar en los procesos de autonomía y descentralización que el país requiere.
El Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización de Chile, Conarede , solicitó hace mucho tiempo que se declare el 31 de marzo como el Día Nacional de las Regiones.
Se ha presentado una indicación del diputado señor Tuma para trasladar la fecha al último domingo de marzo, lo cual me parece interesante. Sin embargo, los regionalistas quieren que sea el 31 de marzo, porque en esa fecha lo han celebrado en años anteriores. De hecho, el año pasado, en Temuco, hubo varias celebraciones sin estar aún legalizado el 31 de marzo como el Día Nacional de las Regiones. Por lo tanto, ya existe una cierta habitualidad y la gente quiere que se celebre el 31 de marzo.
Pido a mis colegas aprobar el proyecto, pues representa una señal y un compromiso del Parlamento con las regiones.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA.- Señora Presidenta , voy a votar favorablemente este proyecto, porque considero que los diputados debemos aprovechar todas las instancias o recurrir a nuestras atribuciones, que son pocas, a fin de lograr objetivos importantes, como lo hemos hecho en otras oportunidades.
Este proyecto no va a solucionar todos los problemas relacionados con la descentralización, pues sólo busca establecer el 31 de marzo como Día Nacional de las Regiones. La indicación presentada no altera mayormente el fondo o la idea matriz.
Esta moción representa una señal emblemática, pero nada más. Va a dejar establecido que las regiones existen y que vamos a tener un día especial para realzar la descentralización, porque el centralismo existe, a pesar de que hace treinta y seis años comenzó un proceso de descentralización. Pero aún seguimos empantanados. Algo se ha avanzado, pero no en plenitud, como debiera ocurrir.
Cuando se dividió la Región de Los Lagos y se creó la Región de Los Ríos, hubo un amplio debate en materia de regionalización. Entonces se presentó un proyecto de acuerdo que le encomendaba al gobierno interior -espero que lo discutamos durante el presente período legislativo- efectuar un análisis sobre las proyecciones en materia de descentralización administrativa.
¿Qué queremos? Que se hable de las regiones.
Hay tanto centralismo que, en 1974, cuando se estructuró la regionalización, los señores de Santiago dijeron: “Nosotros nos vamos a llamar Región Metropolitana y las demás sólo tendrán números: Primera Región , Segunda Región, Tercera Región, etcétera”, lo cual resultó ser algo sumamente frío, impersonal y abstracto. Afortunadamente, nuestras facultades nos permitieron eliminar esos números oprobiosos y hoy las regiones tienen nombres.
Por lo tanto, la iniciativa representa un sentimiento crítico sobre lo que es y no es conveniente para las regiones. Busca realzar y valorar la descentralización, como también exaltar el sentimiento de pertenencia de las regiones, porque la descentralización comienza cuando los habitantes de una región la administran.
La democratización emprendida con la modificación en la elección de consejeros es una forma de hacerlo. Esperamos que los intendentes también puedan ser elegidos, porque, con el mandato de la ciudadanía de la región, podrán defender y hacer posible que la descentralización se produzca.
Hoy podemos hablar de descentralización y del Día Nacional de las Regiones. Pero, también podemos hacerlo respecto de cómo implementar nuevas estructuras para que las regiones cuenten con mayor autonomía y recursos.
Esperamos también concretar una mayor desconcentración respecto de las autoridades administrativas y ministeriales, como las seremías, por ejemplo, que no pueden seguir siendo oficinas de partes, sino que deben contar con ciertas facultades para decidir y así tener la autoridad que les corresponde, que nos permita decir que existe una verdadera descentralización.
Estamos de acuerdo en apoyar el proyecto, pues entrega una señal, da un paso y le dice al Ejecutivo: “Debe tener cuidado, porque hay un día especial para las regiones”.
En algún momento, también se podría establecer la obligación del Ejecutivo de informar anualmente -ojalá coincida con esa fecha- respecto de las leyes o decisiones adoptadas por el Gobierno en materia de descentralización. Ojalá que en los días anteriores a esa fecha se produzca un amplio debate en tal sentido.
La Región de Los Lagos, que se dividió -ahora es más pequeña-, sigue con los mismos problemas, con dificultades adicionales: el centralismo regional, ya que a veces discriminan a la provincia de Osorno.
Hoy fue elegido como intendente un salmonero, pero nosotros habitamos una extensa región agrícola y, por lo tanto, queremos que los pequeños campesinos de las zonas agrícolas también tengan participación.
Lo que abunda no daña. Esta iniciativa constituye un gran esfuerzo y es una creación genuina de quienes actuamos impulsados por un amor verdadero a las regiones. El terruño es la patria del corazón. Vamos a defender siempre a las regiones de este problema tan antiguo.
Un decreto de 1974 nos mantiene, desde esa fecha, casi en las mismas condiciones, aunque algo se ha avanzado. Por desgracia, nuestro país es largo y angosto. Si fuera cuadrado o redondo, quizás no tendría estos problemas.
Por la distancia, ni siquiera con catalejos se puede ver Punta Arenas desde Santiago . Son 3 mil kilómetros; a Arica son 2 mil kilómetros más. Sin embargo, debemos adecuarnos y estructurarnos, de acuerdo con nuestras realidades geográficas, físicas y políticas.
Creo que no aprobar la iniciativa es no entender que debemos hacer lo mínimo -sin dudas, no es lo más esencial ni lo más importante-, para dar el primer paso. Debemos comenzar y no renunciar a nada que sea favorable para las regiones, por mínimo que sea. El proyecto es simbólico y podemos enarbolarlo como bandera de lucha para nuestras regiones.
Por lo anterior, anuncio que voy a apoyar el proyecto y felicito a sus autores.
Finalmente, saludo a todos mis nuevos colegas que han llegado a la Cámara de Diputados, a quienes deseo el mejor de los éxitos. Verán la maravilla que es el Congreso Nacional, donde late el corazón de la democracia. Aquí podemos discutir y entendernos, sin pelear, sino como amigos, fraternalmente.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA , doña Alejandra ( Presidenta ).- Tiene la palabra el diputado Hugo Gutiérrez.
El señor GUTIÉRREZ (don Hugo).- Señora Presidenta , comparto las buenas intenciones de los autores de esta moción. Sin embargo, todas las buenas intenciones que los parlamentarios expresamos en cuanto a la necesidad de profundizar la regionalización, sin duda chocan con una institucionalidad que al momento de tomar una opción entre el control y la libertad humana ha optado por el control. Por eso tenemos intendentes y gobernadores que dependen del Ministerio del Interior. Nunca hemos llegado a descentralizar y desconcentrar el país, porque se opta por el control, por la autoridad, por jerarquizar.
Mientras no haya una ingeniería institucional que se incline por las libertades humanas y permita a cada uno de los habitantes de las regiones decidir, correcta o equivocadamente, sus autoridades regionales, no habrá cambios. En esa lógica, mientras no exista una reingeniería institucional, las buenas intenciones que tenemos, en el sentido de que debe haber una profundización de la regionalización, sólo van a quedar en buenas intenciones y simbolismos.
Como dije, comparto las buenas intenciones de los autores de la moción, pero me preocupa que el artículo único señale que se instituya el 31 de marzo como Día Nacional de las Regiones. Si mal no recuerdo, Santiago es una región, como las demás regiones, y me preocupa que estas buenas intenciones de los autores terminen en que todos vamos a terminar celebrando el día de la Región Metropolitana y no de las regiones, porque no se entiende.
En definitiva, nos estamos contradiciendo, pues la lógica que hemos expresado en nuestros razonamientos es que queremos que en nuestras regiones los intendentes, gobernadores, consejeros regionales y los presidentes de los consejos regionales sean elegidos de manera democrática. Ése es el camino correcto y lo comparto a plenitud. Ahora bien, si queremos que la gente decida sus autoridades, el razonamiento lógico es que también decida cuál es el día que quieren ser celebrados y no que les impongamos un día determinado. El razonamiento de todo regionalista debe ser que la ciudadanía elija a sus organizaciones sociales, sus alcaldes, sus concejales, sus consejeros regionales, y éstos, unidos en cada una de las regiones, expresen su voluntad respecto del día en que quieren ser celebrados.
Por ejemplo, un diputado señaló que es una costumbre y parte de la idiosincrasia de Valdivia celebrar su día el 2 de octubre. Es decir, con la iniciativa vamos a ir a contrapelo de una decisión regional que realiza esa celebración en otro día. Es decir, éste pasa a ser un acto de autoritarismo en que imponemos a las regiones, en mi caso la Región de Tarapacá, el día en que tienen que ser celebrados.
A mi entender -lo digo humildemente, señora Presidenta -, corresponde que las regiones, luego de una discusión, tomen la decisión del día en que quieren ser celebradas. En ese sentido, solicito que se postergue la votación de este proyecto, a fin de que las regiones señalen cuál es el día en que quieren ser celebradas. De lo contrario, sería un acto contrario a la lógica que hemos expresado, en el sentido de que son los habitantes que viven en sus regiones quienes deben decidir. Acá estamos decidiendo nosotros por ellos. No creo que sea lo más lógico de acuerdo al raciocinio que hemos expuesto. No sé si corresponda, pero creo que lo más correcto es que las regiones elijan su día y decretarlo festivo, con el objeto de que lo celebren.
Propongo, si es posible, postergar la votación de la iniciativa. No estoy en contra del proyecto. ¿Cómo voy a estar en contra de que exista una verdadera regionalización? Pero, sin duda, ello no será posible mientras no realicemos una reingeniería institucional y, de una vez por todas, acabemos con esa necesidad epidérmica de controlarlo todo y demos la posibilidad a los habitantes de las regiones que puedan decidir sobre sus vidas.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).- Tiene la palabra el diputado Carlos Abel Jarpa.
El señor JARPA.- Señora Presidenta , en mi primera intervención en esta nueva legislatura, quiero desearle a la señora Presidenta , representante de una provincia, la mejor conducción de la Cámara, junto a los señores vicepresidentes.
Además, doy la bienvenida a los colegas que llegan por primera vez y a quienes regresan a este Hemiciclo, seno de la democracia.
Ahora bien, el proyecto es muy importante. Cuando se votó la iniciativa que creaba la Región de Los Ríos y la Región de Arica y Parinacota, me abstuve. Creo que la regionalización es muy importante, necesaria e imprescindible para una buena distribución del poder y demográfica.
Lamentablemente, no ha habido una necesaria discusión al respecto, a excepción de la que planteó el entonces ministro del Inte-rior , señor José Miguel Insulza , que no tuvo mayor trascendencia.
En la actualidad, el Congreso tiene la especial obligación de solicitar al Ejecutivo una reforma constitucional. El Chile de hoy, el del Bicentenario, ha cambiando en estos últimos veinte años. A mi juicio, se requieren tres cambios muy importantes: primero, la distribución político-administrativa, que incluye a las regiones, a las provincias y a los municipios; segundo, el sistema político, pues creo que tenemos un excesivo presidencialismo, justamente cuando señalamos que este proyecto de regionalización debe ser enviado por el Ejecutivo , y, tercero, la modernización del Estado.
¿Por qué señalo lo anterior? ¿Qué ha pasado en estos últimos años en Chile? Se ha exacerbado el centralismo. Más del 40 por ciento de la población vive en la Región Metropolitana. Además, se ha incentivado el centralismo regional. En el caso de la Región del Biobío, el 60 por ciento de la población vive en el área correspondiente a la provincia de Concepción. También existe un centralismo provincial, lo que se puede demostrar al ver la realidad de nuestras provincias, donde la mayor población se concentra en la capital provincial. Por eso es tan necesaria una reforma constitucional para nuestras regiones.
A raíz del terremoto del 27 de febrero, también quedó claramente establecido que toda la ayuda a las regiones debía salir de la región central. Así lo señaló también el colega Van Rysselberghe . Como país tenemos la necesidad imperiosa de tener regiones autónomas, y cuando digo “autónomas”, hablo de regiones con financiamiento y facultades propias, donde nosotros seamos los actores de nuestro desarrollo y podamos elegir a nuestra primera autoridad.
También es indispensable fortalecer las provincias. Hoy, los habitantes de provincias que no pertenecen a la capital regional deben dirigirse a esa capital para hacer muchas de sus diligencias, y eso atenta contra un desarrollo armónico de las regiones y del país.
La aprobación de este proyecto representa un símbolo sobre la importancia y necesidad de contar con regiones autónomas eficientes. Por ejemplo, deseamos que nuestra provincia de Ñuble se constituya en región, porque creemos que reunimos todas las condiciones -así lo indican los estudios- para ello. En los últimos treinta y cinco años, con excepción de 1974, en que se crearon las regiones, y la posterior modificación de los gobiernos regionales realizado por iniciativa del Presidente Aylwin , hubo una mayor inversión regional; sin embargo, en la actualidad, ésta no es suficiente para tener un país con una distribución demográfica armónica. Si seguimos así y no corregimos esta situación, se seguirán despoblando nuestras comunas porque la gente se irá a vivir a las capitales provinciales o regionales o, finalmente, llegarán a la Región Metropolitana, que, por su extensión, concentra casi toda la inversión.
Con la aprobación de este proyecto, la Cámara de Diputados estará indicando la necesidad de una reforma constitucional para que las regiones sean autónomas, con recursos propios y con facultades para ser nosotros mismos los actores de nuestro futuro.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Ha terminado el tiempo del Orden del Día.
Corresponde votar el proyecto de ley en general y, por haber sido objeto de indicaciones, debe volver a la Comisión para un segundo informe. Sin embargo, varios diputados han pedido revisar la materia.
Tiene la palabra el diputado Aguiló.
El señor AGUILÓ.- Señora Presidenta , le sugiero que, como no hay dudas sobre la intencionalidad del proyecto, que todo el mundo comparte, se envíe a la Comisión de la Cultura y de las Artes para revisar la redacción de su artículo único. De esa manera, la próxima semana terminamos la discusión y lo votamos en general y en particular.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- El diputado Hugo Gutiérrez propuso también que se remita a la Comisión para su revisión, porque se han presentado algunas indicaciones y se han formulado propuestas.
El señor JARAMILLO.- Señora Presidenta, por la trascendencia de las indicaciones, es pertinente que vaya a la Comisión de Gobierno Interior.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra ( Presidenta ).- Prefiero que se tramite en la Comisión de origen.
¿Habría acuerdo para proceder en el sentido indicado?
Acordado.
En consecuencia, el proyecto vuelve a la Comisión de la Cultura y de las Artes.
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/6448-24