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- rdf:value = " El señor CHADWICK.- Señor Presidente , concurro con mi voto favorable al proyecto.
Previamente, deseo manifestar que nos encontramos ante una reforma acerca de la modernización del Estado muy importante, sobre todo cuando se hace cargo de un problema público de primera necesidad: la seguridad de los ciudadanos.
Recordaba el Honorable señor Gómez algo de historia.
En efecto, la idea de crear un organismo como el que se propone tuvo su origen en la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana que presidió el Senador señor Frei en 2004. Pero de ahí surgieron distintas alternativas que estuvieron mucho tiempo debatiéndose, en orden a si se implementaba un Ministerio propio o uno compartido.
El verdadero impulso al proyecto que hoy conocemos surgió del Acuerdo sobre Seguridad Pública que en 2007 se celebró entre el Gobierno de la Presidenta Bachelet y los partidos de la Concertación y de la Coalición. En tal sentido, nos habíamos comprometido, y el Gobierno de la época así lo hizo, a que la iniciativa estaría despachada en diciembre de 2007. Tomó su tiempo -bastante-, pero creo que fue para mejor. Porque contamos con un buen proyecto para un tema muy trascendente.
Este, a mi juicio, recoge los cuatro pilares centrales que, producto de nuestra experiencia con relación a la delincuencia en los últimos años, se decía que institucionalmente estaban fallando.
En efecto, en primer lugar, se concentran en un Ministerio -en este caso, en el del Interior- todas las atribuciones en materia de control y mantención de la seguridad pública y de prevención del delito y rehabilitación. Ello, con el objeto de contar con un instrumento que sea eficaz en esta acción y con un Ministro responsable de ella.
En el pasado, en muchas oportunidades cuando hablábamos de los problemas de la delincuencia y de la seguridad pública, los Ministros del Interior expresaban que no tenían responsabilidad sobre el tema, porque carecían de los instrumentos, de las funciones, de las atribuciones para llevar adelante las políticas públicas de seguridad. Con la iniciativa en análisis, el Ministro del Interior y su Cartera estarán dotados de las facultades y medios necesarios a fin de cumplir con tal propósito. Por lo tanto, habrá un responsable político y administrativo en un tema especialmente sensible: la seguridad ciudadana.
En segundo término, en este Ministerio se centraliza la coordinación y dependencia de las fuerzas policiales.
¿Cuántas veces -ya se ha mencionado en la presente discusión- hemos escuchado que uno de los problemas centrales radica en que Carabineros y la Policía de Investigaciones tienen una doble dependencia orgánica y funcional -de Defensa y de Interior- y que ella muchas veces se contrapone y genera dificultades para desarrollar una mejor acción policial?
En el proyecto en debate las policías quedan concentradas en el Ministerio del Interior. Se hace un traspaso completo desde el Ministerio de Defensa al del Interior, pues todos llegamos a la conclusión de que es mejor, para los efectos de la seguridad ciudadana, concentrar a las policías bajo una sola responsabilidad y dependencia.
Por otra parte, se crean dos entes que van a actuar como agentes públicos colaboradores del Ministro del Interior en dos materias esenciales: la Subsecretaría del Interior, que lo apoyará en todo lo relacionado con la seguridad ciudadana, el orden público y la institucionalidad interna, y la Subsecretaría de Prevención del Delito, que -de más está decirlo; y el país hoy día lo ve en situaciones de tragedia- pasa a ser un organismo central -antes no existía-, al objeto de tener políticas coordinadas en materia de prevención de la delincuencia y de rehabilitación.
Por último, ante una cuestión tan importante como el control de drogas y la promoción de políticas preventivas contra la droga y el alcohol, el CONACE, que es un simple programa establecido por decreto, pasa a ser un servicio público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que será supervigilado por el Presidente de la República , a través del Ministro del Interior , y coordinará sus programas con la Subsecretaría de Prevención del Delito. Con ello le damos una institucionalidad legal, pública, definitiva, estable a uno de los organismos quizás más relevantes dentro de la acción contra la delincuencia y, fundamentalmente, de la protección a nuestros niños y jóvenes, como lo es el Servicio encargado del control del consumo de drogas y alcohol.
Ahí están los cuatro pilares institucionales de este proyecto de ley, que fue largamente anhelado.
Señor Presidente , discutimos mucho acerca de si debíamos crear uno o dos Ministerios. En definitiva, me parece una buena solución la de haber concentrado todo en el Ministerio del Interior.
Por último, felicito al Gobierno, pues puso acelerador a fondo en la Comisión Mixta, donde la Oposición y la Alianza trabajamos exhaustivamente.
En consecuencia, creo que estamos despachando una buena iniciativa.
"
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