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    • rdf:value = " SANCIÓN DE FEMICIDIO Y MODIFICACIÓN DE NORMAS SOBRE PARRICIDIO. INFORME DE COMISIÓN MIXTA El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).- En seguida, corresponde ocuparse en el informe de Comisión Mixta recaído en el proyecto que modifica el Código Penal y la Ley de Violencia Intrafamiliar para sancionar el femicidio, aumentar las penas aplicables a este delito y enmendar las normas sobre parricidio, con urgencia calificada de "discusión inmediata". --Los antecedentes sobre el proyecto (4937-18 y 5308-18) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo trámite, sesión 55ª, en 30 de septiembre de 2008. En trámite de Comisión Mixta, sesión 81ª, en 12 de enero de 2010. Informes de Comisión: Constitución, sesión 5ª, en 31 de marzo de 2009. Constitución (segundo), sesión 58ª, en 14 de octubre de 2009. Constitución (nuevo segundo), sesión 62ª, en 4 de noviembre de 2009. Mixta, sesión 61ª, en 26 de octubre de 2010. Discusión: Sesiones 9ª, en 14 de abril de 2009 (se aprueba en general); 63ª, en 10 de noviembre de 2009 (queda aplazada su votación particular); 77ª, en 21 de diciembre de 2009 (se aprueba en particular). El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario. El señor HOFFMANN ( Secretario General ).- La controversia entre ambas ramas del Parlamento se originó en el rechazo por la Cámara de Diputados de algunas modificaciones introducidas aquí, en el Senado. La Comisión Mixta propone como modo de resolver las discrepancias, por un lado, agregar en el artículo 10 del Código Penal la eximente de responsabilidad criminal referida al que obra para evitar un mal grave para su persona o derecho o los de un tercero, y por otro, en el artículo 390 del Código Penal, que regula el parricidio, incluir como víctima a quien es o fue cónyuge o conviviente del autor del delito y considerar que se configura el delito de femicidio cuando la víctima es o ha sido cónyuge o conviviente del autor. El informe de la Comisión Mixta ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, en sesión de 12 del mes en curso. El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).- En discusión el informe de la Comisión Mixta. Tiene la palabra la Honorable señora Alvear. La señora ALVEAR.- Señor Presidente , quiero destacar en la Sala la importancia de esta iniciativa legal, que lleva un largo tiempo de tramitación, y expresar que cuando la analizamos en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado contamos con la participación de penalistas, de diferentes expertos, a fin de tener claridad sobre la pertinencia del avance que deseábamos lograr. Luego efectuamos un trabajo en la Comisión Mixta, dado que se registraron diferencias entre ambas Cámaras. Yo diría que, en definitiva, conseguimos un proyecto que -lo manifiesto con absoluta claridad- cumple los requerimientos necesarios para abordar esta materia. Es de todos sabido -y fluye de las investigaciones practicadas- que casi todas las semanas, producto de la violencia, en nuestro país se termina matando a una mujer; que muchas veces su pareja, conviviente o marido se suicida; que en varias oportunidades resultan afectados niños, y que siempre se provoca daño a los hijos e hijas. Porque tal hecho se desencadena luego de transcurrido un tiempo prolongado de violencia en la pareja. Y en otras ocasiones una ex pareja o un ex marido, ante la situación de ruptura, en algún momento, por celos, irrumpe en la casa de su ex mujer o ex pareja y la mata. Lamentablemente, eso ocurre, y con frecuencia. Cuando años atrás discutimos en el Congreso sobre violencia intrafamiliar, recordamos su ciclo: ella parte ocasionalmente; alcanza su clímax; se suceden los golpes; sobreviene la reconciliación (el hombre llega con chocolates o flores y le jura a su mujer que eso nunca más volverá a ocurrir), y se repite el circuito. La mujer, muchas veces durante años, no denuncia esa situación. Ello provoca que en algunos casos -varios más de los que uno imagina- exista una víctima fatal. Por ende, me parece muy relevante, en primer término, tipificar el delito de femicidio. No creo que uno deba legislar para dar señales públicas. Pero considero que la ocurrencia de tales hechos se debe quizá a nuestra incapacidad como sociedad para solucionar el problema de la violencia intrafamiliar. Por lo tanto, es fundamental que seamos capaces de responder a una realidad social que hoy es visible. Hace 18 años no existía la Ley de Violencia Intrafamiliar; hace 14 años no estaba la Ley de Filiación, que les da igualdad a los hijos. Entonces, hemos ido avanzando en la dirección de las demandas de la comunidad. Y esta situación es tan grave que requiere la tipificación de un delito; que precisa, como se hace en el proyecto, el establecimiento de eximentes mayores que las contempladas por la ley. Porque también es indispensable recordar el círculo maldito de la violencia intrafamiliar, que termina en situaciones tan graves como las expuestas. Por último, señor Presidente , estimo de suma significación haber incluido en esta iniciativa legal -el informe fue aprobado por unanimidad en la Comisión Mixta-, además de los cónyuges y convivientes, a los ex cónyuges y ex convivientes. Ello, por cuanto la realidad de Chile indica que hoy la gran mayoría no está unida en matrimonio y que muchas veces la violencia intrafamiliar es protagonizada por ex maridos o por ex parejas. Por ello, señor Presidente , espero que esta tarde aprobemos unánimemente estas proposiciones, que en la práctica fueron aprobadas por consenso en la Comisión Mixta. He dicho. El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).- Me han pedido... El señor CHADWICK.- Señor Presidente , ¿podemos abrir la votación? El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).- Eso iba a decir, señor Senador: que me solicitaron abrir la votación. ¿Habría inconveniente? El señor TUMA.- No, señor Presidente. El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).- Acordado. En votación el informe de la Comisión Mixta. --(Durante la votación). El señor GÓMEZ ( Vicepresidente ).- Tiene la palabra la Senadora señora Pérez para fundar su voto. La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente , pensando un poco hacia atrás, recuerdo que en 1995 comenzó la discusión pública sobre la violencia intrafamiliar. En ese momento muchas personas, incluidos miembros de este Honorable Senado, señalaron públicamente que se trataba de temas privados que debían ser resueltos al interior de la familia, pues no eran de la sociedad. En aquel entonces, con una gran cantidad de mujeres tomamos la iniciativa de unirnos, pese a nuestras diferencias políticas, y trabajar transversalmente todo lo relacionado con la violencia intrafamiliar, a fin de crear conciencia en el sentido de que este era un problema de la comunidad; que involucraba también a los políticos y sus decisiones, y que de alguna forma, no obstante hallarse radicado en la familia, debía resolverse mediante una salida legislativa. El tiempo ha pasado. Hoy nadie discute la importancia de, para evitar la violencia intrafamiliar, generar conciencia, realizar campañas públicas, prevenir e incluso hacer inversión fiscal. Una gran cantidad de mujeres, de adultos mayores, de niños y niñas han sido víctimas de esa lacra. El nuevo Gobierno está empeñado en enfrentar los problemas de violencia intrafamiliar con campañas mucho más agresivas, mucho más propositivas, mucho más duras y asertivas, desde el punto de vista comunicacional. Por eso, que ahora podamos legislar para tipificar el delito de femicidio me parece significativo, al contrario de lo que algunos sostenían años atrás. Porque debo expresar que el debate de hoy no nos cayó del cielo: se trata de algo de gran complejidad y muy trabajado. Recuerdo que, con relación al femicidio, hace poco más de un año el Senado, mayoritariamente, votó por eliminar como victimarios a los ex cónyuges y ex parejas. Y recién ahora en la Comisión Mixta -la integré en representación de los Senadores de Renovación Nacional, a quienes les agradezco (particularmente al Honorable señor Espina) por haberme permitido hacerlo- conseguimos cambiar esa posición mayoritaria de la Cámara Alta. Ese es un logro enorme, que debe destacarse. ¿Por qué? Porque cada semana muere una mujer a manos de un hombre que un día le dijo que la amaba. ¡Cómo eso no va a ser una agravante! No se trata de un homicidio cualquiera. No se trata de una persona que salió del Metro de Santiago o que se encontraba en una plaza de la Quinta Región y fue asesinada por un individuo. ¡No! Eso es un crimen. Aquí estamos haciendo referencia a una mujer víctima de un hombre que algún día le dijo que la quería, con quien tuvo hijos, mantuvo una relación amorosa y compartió vivencias, sueños y, con frecuencia, una vida entera. Por lo tanto, haber logrado reponer la indicación en el sentido de que se considere a los ex cónyuges y ex parejas en el delito de que se trata constituye realmente un logro importante. Deseo expresar, además, que me siento profundamente orgullosa de nuestro Gobierno. Aquí se encuentra presente la Ministra del Servicio Nacional de la Mujer , señora Carolina Schmidt , quien ha estado efectivamente comprometida y jugada en esta materia. Ella ha tenido clarísimo, desde el primer día que asumió el cargo, con rango de Secretaria de Estado, la cuestión de la violencia intrafamiliar, de los asuntos que nos importan a las mujeres y las familias, pero, sobre todo, del femicidio. El propio Gobierno, a través de la señora Ministra y del titular de Justicia , señor Felipe Bulnes , trajo una indicación a la Comisión Mixta por si era necesario, eventualmente, reparar la falta cometida el año pasado por esta Corporación. También le manifiesto a la señora Ministra que, afortunadamente, muchos de los cambios efectuados en las Regiones han sido positivos. Aquí, en la de Valparaíso, tenemos una gran Secretaria Regional Ministerial del SERNAM, que es Ana María Pacheco . Y quiero formular las presentes observaciones por ser algo que ayuda a crear conciencia. Nos hallamos ante temas culturales, no solo legales. Las leyes requieren fuerza moral para ser efectivamente exitosas. Estamos llenos de ellas, que a veces no se cumplen, que a menudo son realmente letra muerta, papel. Pero una ley con fuerza moral hace una gran diferencia. ¡Y por Dios que es importante poder legislar en nuestro país para que no dé ni sea lo mismo, penal ni judicialmente, el asesinato de una mujer a manos de un hombre con quien mantuvo una relación! De ahí la importancia del agregado respecto de los ex cónyuges y ex parejas, porque resulta que, con frecuencia, los que más cometen este tipo de delitos son precisamente personas con quienes se rompió o cortó el vínculo emocional o físico en la relación. Por eso, señor Presidente, hoy es un día realmente histórico para muchas de nosotras,... El señor PIZARRO ( Presidente ).- ¡Su Señoría no habrá enfrentado algún problema...! La señora PÉREZ (doña Lily).- ...para muchas mujeres -imagino que también para numerosos hombres-, ya que es algo que verdaderamente costó mucho sacar adelante. A menudo no se conoce en detalle como se manejan las cosas y los tiempos, mas se trata de objetivos difíciles de conseguir, porque primero es necesario crear conciencia, obtener con ello una reacción, generar una acción y dar lugar, así, a que los Gobiernos se involucren, para lograr que, transversalmente, mucha gente participe. Y creo que, en política, esta última característica, tratándose de temas más bien valóricos, presenta un mérito insospechado y enorme. En consecuencia, estimo que hoy es un día muy importante para el Senado de la República. Para mí, lo es, porque comencé el trabajo en este ámbito como Diputada y puedo concluirlo ahora como Senadora, y eso me llena de orgullo. A mi juicio, estamos dando una señal muy importante a la opinión pública al legislar sobre el asunto. Me parece que con ello determinaremos un antes y un después. Obviamente, no vamos a impedir que sigan muriendo mujeres por la causa que nos ocupa, ya que eso no lo consiguen las leyes. Lo que estas hacen es sancionar con fuerza y rudeza a quienes cometen este tipo de delitos. Por lo mismo, estoy convencida de que la decisión que va a tomar hoy esta Corporación tiene que ser unánime, porque es algo que debemos respaldar para dar la señal que la gente, y en particular las mujeres, las familias, los hombres, la juventud... El señor PIZARRO ( Presidente ).- Se agotó su tiempo, señora Senadora. La señora PÉREZ (doña Lily).- Termino, señor Presidente , reiterando que es un gran día para nosotros, un gran logro, y felicito a la señora Ministra del SERNAM . He dicho. El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Escalona. El señor ESCALONA.- Señor Presidente , en el proyecto culmina un esfuerzo de múltiples parlamentarios y parlamentarias que, desde el origen de la Ley de Violencia Intrafamiliar, vienen preocupándose del problema, sobre el cual ha sido posible legislar, como se ha señalado acá, con el respaldo de las diferentes bancadas y de los Gobiernos democráticos que han regido al país desde 1990 hasta la fecha. Recuerdo, por cierto, el primer esfuerzo de los Diputados señor Sergio Aguiló y señora Adriana Muñoz , quienes abrieron curso a la legislación sobre el particular cuando todavía no existía ningún tipo de normativa. En el caso de la Región de Los Lagos, señor Presidente , la que nos ocupa es una de las cuestiones sociales tal vez más graves, y, lamentablemente, con una diferencia de pocas semanas entre un suceso y otro, la opinión pública se ve conmocionada por crímenes que son manifestación de un salvajismo y una brutalidad extremos. Por tal motivo, también me encuentro entre los parlamentarios que, en su oportunidad, propusimos a esta Honorable Corporación una iniciativa sobre el particular. Entiendo que, independientemente de la mirada crítica que podamos mantener acerca de la redacción del articulado, de la mayor o menor conformidad de cada uno de nosotros por la incorporación o no de todos o cada uno de los aspectos que nos interesaban, lo que vale esencialmente es la emisión de una señal, desde el punto de vista jurídico institucional y cultural. En ello se compromete la totalidad del Congreso Nacional, que abriga la convicción de que el conjunto de nuestra institucionalidad democrática debe trabajar para la erradicación de la violencia intrafamiliar. Lo anterior corresponde a la sociedad civil y también a las instituciones uniformadas. En el curso de la discusión del Presupuesto, me permití señalar que en la localidad de Cochamó había conocido una experiencia muy interesante. El señor General Jefe de Zona de Carabineros se hallaba en un diálogo con la comunidad y, frente a esta alta autoridad policial, una asistente social se atrevió a exponer que los funcionarios de la unidad más cercana no anotaban en el Libro de Partes las diferentes denuncias por violencia intrafamiliar y que, desde el punto de vista de su mentalidad, consideraban normal el abuso del hombre contra la mujer. Dicho de otra manera, lo que tenemos que avanzar como sociedad es todavía enorme. Si una profesional del Servicio Nacional de la Mujer va a una unidad policial con el propósito de impartir formación y capacitación a los carabineros y luego denuncia, frente al General de Zona, que esos efectivos estiman, sin excepción, que golpear a una mujer no es delito, entonces es mucho lo que queda por lograr, especialmente en las zonas rurales. En tal sentido, creo que, más allá de la ley, la inversión que debe hacer el Estado es aún fuertemente insuficiente. Sobre la base de la labor de esa asistente social que, en Cochamó, trató de incorporar en la mentalidad de los uniformados el concepto de que la violencia policial es un delito, sin éxito, centenares o miles de esas profesionales debiesen transmitir tal convicción en las diferentes unidades, que son precisamente las encargadas de dar fuerza al Derecho. Es decir, se hace referencia, ni más ni menos, a aquellos que deben llevar a cabo las acciones que permitan poner atajo a la violencia que después se transforma en un asesinato. Entiendo, en consecuencia, que esta es una señal que da la unanimidad del Congreso Nacional, dirigida a todo el país, a la sociedad civil y a las instituciones policiales, con el propósito de trabajar constantemente en la dirección de erradicar de nuestra vida en común el flagelo de la violencia intrafamiliar. He dicho. El señor PIZARRO ( Presidente ).- La señora Ministra pidió la palabra, pero, como se está llevando a cabo la votación, se la daré con posterioridad. La señora SCHMIDT (Ministra Directora del Servicio Nacional de la Mujer).- Conforme, señor Presidente. El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Espina. El señor ESPINA.- Señor Presidente , en primer lugar, deseo felicitar a los autores de la moción. No tengo, por desgracia, sus nombres, pero esta fue presentada hace tiempo, habiéndose enriquecido durante el debate en el Congreso. Y también quisiera congratular a la Ministra del SERNAM , señora Carolina Schmidt , porque tomó la decisión política de priorizar el proyecto. Ella realizó un trabajo de conversación directa con los Senadores que lo habíamos estado estudiando y finalmente logró su aprobación, en circunstancias de que, a veces, las iniciativas quedan detenidas años y meses. Sin perjuicio del esfuerzo de los autores de la moción, seguramente el asunto estaría todavía sin despacharse si no hubiera mediado la voluntad de la titular de la Cartera para sacarlo adelante. Del mismo modo, destaco la labor de mi Honorable colega Lily Pérez , quien solicitó reemplazarme en la Comisión de Constitución. Y lo hizo porque durante mucho tiempo ha venido luchando por el avance del texto en examen. El señor PROKURICA .- ¡Debería quedarse...! El señor ESPINA.- Como dice el Senador señor Prokurica , a lo mejor debería desempeñar esa función en forma permanente. A mi juicio, señor Presidente , el proyecto de ley, tal como me observó mi Honorable colega Allamand , implica muchos más cambios de los que imaginamos. Deseo referirme, básicamente, a una cuestión conceptual. En nuestro país, no solo se registra un número muy alto de homicidios de mujeres que han estado vinculadas por una convivencia o un matrimonio, sino que, además, existe mucho delito de violencia intrafamiliar. Y nuestro sistema jurídico ha sido incapaz, hasta ahora, de enfrentar con éxito la situación, porque no es fácil hacerlo. Durante los Gobiernos anteriores se llevaron a cabo importantes esfuerzos en la materia. Me tocó participar en muchas de las Comisiones que fueron introduciendo perfeccionamientos. Cuando se estableció que era necesario crear la figura del femicidio, existían dos alternativas. Al conformarla el homicidio de una mujer, uno se pregunta por qué es preciso ponerle un nombre especial al delito, en circunstancias de que comete parricidio el que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a una persona cercana ya sea por consanguinidad o por la circunstancia de ser cónyuge o conviviente. En mi concepto, el Estado da aquí una señal en orden a tomar conciencia de que este es un ilícito que se comete con tremenda cobardía, en la más absoluta indefensión de la víctima y respecto del cual debemos hacer un esfuerzo mucho más grande que una ley para lograr disminuir la dramática realidad que representa. Entonces, se creó el delito de femicidio. Pero sus alcances se extendieron a la ex cónyuge o ex pareja, lo que es muy importante, porque el ámbito se amplía. Se trata de un hecho muy grave, con una penalidad de hasta 40 años de cárcel. Se contempla una serie de normas que, por la escasez de tiempo, no alcanzo a fundamentar, pero me parece bastante importante que los señores Senadores o el Congreso las divulguen, porque constituyen un gran aporte en la materia. Deseo resaltar, más allá de la tipificación, que se establece una nueva forma de eximente de responsabilidad penal; que se agrava el delito de violación cometido en contra de una mujer en determinadas circunstancias. En fin, se modifica una serie de disposiciones. Pero lo que más me preocupa es que se apliquen bien las medidas de prevención. Porque una vez cometido el homicidio nos hallamos frente a un delito consumado. La pregunta es qué se hace para evitar que ocurra. Ese es el dilema, el drama. Me parece que la iniciativa establece elementos que permiten al juez decretar con mucha más facilidad las medidas cautelares de protección a una mujer -y, eventualmente, a un hombre- víctima de un delito de este tipo. Porque esa es la situación dramática: una mujer denuncia que es objeto de violencia intrafamiliar, va a la policía, se decreta una medida cautelar, pero sin cumplirse en la práctica -o no se decreta-, y empieza a sufrir reiterada y permanentemente la amenaza, el hostigamiento y la violencia, hasta que un día la matan. Creo que ese es el punto que tenemos que reforzar. No se trata solo de las sanciones, sino también de la reacción del Estado para prevenir el delito. Y pienso que aquí se logra un avance muy importante. Ante la escasez de tiempo, no se alcanzan a explicar en detalle todas las normas, pero es perfectamente posible que los señores Senadores las estudien. Se cuenta con una muy buena pauta preparada por la Comisión de Constitución. Este es de aquellos proyectos que es preciso difundir para que se sepa cuáles son los derechos que se protegen. Voto a favor, señor Presidente , estimando que el Congreso Nacional efectúa un aporte en una cuestión tan sensible como lo es la protección de las personas víctimas de violencia intrafamiliar. El señor PIZARRO ( Presidente ).- Tiene la palabra el Honorable señor Patricio Walker. El señor WALKER (don Patricio).- Señor Presidente , me sumo a las felicitaciones a los parlamentarios autores de la moción. Las hago extensivas a las señoras Ministras de los Gobiernos anteriores de la Concertación que trabajaron en esta materia y, muy especialmente, a la actual titular de la Cartera, señora Carolina Schmidt , quien tomó la decisión, muy clara, de sacar adelante el proyecto de ley. En verdad, el asunto es sumamente grave. En el año en curso ya se registran 36 femicidios, y la iniciativa en examen no significa "la solución" del problema, pero sin duda alguna ayuda a sancionar en forma drástica conductas evidentemente intolerables. En la lógica de lo que se perfecciona de la actual normativa, deseo destacar, en primer lugar, reformas importantes del Código Penal, en particular dos de ellas. Primero, se perfecciona el tipo del parricidio al incluirse, dentro de las categorías de relaciones que ligan a víctima y victimario, a quien ha sido cónyuge o conviviente. Todos sabemos que hoy se sanciona como parricidio el dar muerte al cónyuge o conviviente. Hemos estimado equiparable el reproche a la muerte de quien haya tenido con el hechor alguna de esas calidades, hipótesis que, por lo demás, son muy recurrentes en los casos de femicidio. En segundo lugar, otra cosa muy importante es que, de ahora en adelante, si la víctima del parricidio es o ha sido la cónyuge o la conviviente del victimario, el ilícito tendrá el nombre de femicidio. Por otra parte, todos hemos sostenido acá que la violencia intrafamiliar, cuando es sistemática, reiterada, presenta muchas veces el corolario, precisamente, de que se comete este delito tan grave: el homicidio de una mujer. En consecuencia, se contemplan algunas normas muy importantes para mejorar la ley respectiva, entre ellas la que incorpora, como medida accesoria, la obligación de presentarse regularmente ante la unidad policial que determine el juez. En seguida, se amplía de uno a dos años el plazo máximo de las medidas accesorias. Y, además, se determina que, en los delitos constitutivos de violencia intrafamiliar, el magistrado, para los efectos de evaluar la irreprochable conducta anterior del imputado, deberá considerar las anotaciones que consten en el registro de condenados, por sentencia ejecutoriada, como autores de tal ilícito. Finalmente, quisiera destacar que se incorpora en la ley de los tribunales de familia una norma que los faculta para que, previo a remitir una causa al Ministerio Público, el juez adopte las medidas cautelares que correspondan, las que se mantendrán vigentes en tanto el fiscal no decrete o solicite su modificación o cese. Porque, con frecuencia, ellas no son dispuestas y demora mucho el paso de la causa al fiscal, al Ministerio Público, de modo que cuando se quiere actuar ya es tarde, porque se ha verificado el femicidio. Si entre un juez de familia y el Ministerio Público o un juez de garantía se plantea una contienda de competencia relacionada con un asunto de violencia intrafamiliar, el juez de familia involucrado podrá adoptar las medidas cautelares que sean procedentes, las que se mantendrán en vigencia hasta que la contienda sea resuelta. Por todo lo anterior, señor Presidente , creo que se trata de un avance muy importante. Ese es el motivo por el cual lo aprobamos casi por unanimidad en la Comisión Mixta, y esperamos que todos los señores Senadores lo acojan para poder dar un respaldo categórico a la mujer, que, lamentablemente, ha sido víctima en forma sistemática del homicidio, tan atroz, que a partir de hoy se califica como "femicidio". Voto a favor del proyecto. El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Lagos. El señor LAGOS.- Señor Presidente, me sumo a las expresiones de todos los Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra, quienes destacaron la importancia de la iniciativa que nos ocupa. Y extiendo mis felicitaciones no solo a la actual Ministra del SERNAM, que tuvo la capacidad y la voluntad de lograr que el proyecto se discutiera en el Parlamento y se tratara con prontitud, sino también a quienes trabajaron antes en la materia. Acá se aborda un asunto jurídico: la protección de la mujer. Para ello se perfecciona la legislación: se extiende el concepto de parricidio -bienvenido sea- a los ex convivientes y ex cónyuges, y se fija una serie de otros criterios penales importantes, que son discutibles a ratos, pero, en mi opinión, reflejan una visión y un valor que comparto. El concepto de estado de necesidad exculpante que se establece en este informe de Comisión Mixta no deja de ser interesante, pese a ser debatible. En el fondo, intenta hacerse cargo de lo que se entiende como una realidad, una injusticia, una debilidad a la hora de definir las posiciones de fuerza entre hombres y mujeres en nuestra sociedad. Pero quiero rescatar un asunto distinto: tratándose de políticas públicas es muy relevante que los gobiernos o los liderazgos asuman un papel tendiente a generar conciencia en la sociedad. Lo dijo recién el Senador señor Escalona: no servirá disponer de un buen proyecto y una ley adecuada, si no logramos provocar los cambios necesarios en la cultura, en la educación, en los valores. Es muy probable que aquellos oficiales, aquellos hombres adultos o aquellas mujeres maduras ya no cambien su forma de ser, y que deba hacerse el esfuerzo respecto de las nuevas generaciones. ¡Pero nunca es tarde! Y pongo dos ejemplos para ilustrar lo planteado. El primero es que la violencia contra las mujeres ha existido desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, 15, 20 ó 30 años atrás tales hechos aparecían en las páginas rosas, donde se leían frases como "Fue por celos", "Por algo habrá sido". No existía la concepción de que se trataba de un delito. Ahora hemos definido un concepto nuevo: "femicidio". Porque se atenta contra una mujer. No es solamente un ser humano; es una mujer. Ese cambio se produjo a partir de generar conciencia. El segundo ejemplo me llega de cerca. Cuando la Presidenta Michelle Bachelet , hace unos años, habló de tener un gabinete paritario, buscaba reflejar la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. Eso fue objeto de mofa, poco comprendido, aunque otros sectores lo aplaudieron. Sin embargo, lo relevante es que, con esa política, ella dejó plasmada en la parte de atrás de la cabeza de chilenas y chilenos la idea de que la mujer debía estar representada en los distintos estamentos de Chile. De hecho, cuando el Presidente Sebastián Piñera designó a los integrantes de su Gabinete, una de las preguntas que surgió -más allá de si los nombramientos nos gustaron o no- fue: "¿Cuántas mujeres lo componen?". Porque ya está instalado en la sociedad chilena el concepto de que la mujer debe cumplir un rol. Esa transformación se logra ciertamente desde la educación y el liderazgo. Pero el punto radica en que se puede cambiar la manera de pensar y ver las cosas, incluso de quienes fueron criados y educados de determinada forma. Porque no estaba escrito que gente adulta preguntara: "¿Y cuántas mujeres hay en el nuevo Gabinete?"; o bien, "¿Cuántas Senadoras integran este Hemiciclo?". Hoy eso está plasmado en nuestra sociedad. En definitiva, respecto de los valores en los que uno cree, es posible provocar cambios desde la legislación, pero, por sobre todo, a partir de los liderazgos. Por eso es relevante la iniciativa que nos ocupa. Y lo será aún más la forma en que se implementará: si habrá recursos para que el SERNAM haga su trabajo como corresponde; si los tribunales de justicia podrán aplicar la ley como se espera que lo realicen, y si se dispondrá de los fondos necesarios para capacitar y educar a los hijos y a los pares en el respeto hacia la mujer. Estimo que el texto propuesto constituye un avance sustantivo para Chile. Falta modificar muchas cosas más: mejorar las remuneraciones de las mujeres y el trato real hacia ellas; darles oportunidades para que se integren al mercado laboral y crear más salas cunas y jardines infantiles para que puedan hacerlo; otorgarles mayor financiamiento para la educación superior. Mientras tanto, seguiremos caminando en el sentido que indica la iniciativa. Me congratulo de que el Gobierno del Presidente Piñera apoye tal política en esta oportunidad. Y tengo la confianza de que en otras ocasiones también iremos por la senda correcta. El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Ministra señora Schmidt. La señora SCHMIDT (Ministra Directora del Servicio Nacional de la Mujer).- Quiero agradecer de manera muy destacada a las Diputadas, a los Diputados, a las Senadoras y a los Senadores de todas las bancadas por apoyar el presente proyecto, que finalmente hará posible que en nuestro país exista una ley contra el femicidio. Es efectivo que una legislación no disminuirá probablemente el número de asesinatos de mujeres que hoy se registra en Chile. Pero sí constituirá una señal muy clara y potente de lo que el país valora y acepta. Ahí radica la importancia de tipificar el delito de femicidio y de incluir en ese concepto a los ex cónyuges y ex convivientes. Porque esta situación no es un problema de mujeres, sino de nuestra sociedad. Es un enorme problema país. Hoy 2 millones de mujeres sufren violencia al interior de la familia. Efectivamente, tal delito se basa en grado significativo en un ejercicio de poder, pero también, en una mal entendida masculinidad. La educación, la formación y las señales que entreguemos como nación revisten gran relevancia si queremos cambiar esa realidad. Por eso, la aprobación en Sala de la iniciativa que combate el delito de femicidio constituye un hecho muy importante y solo un paso más en la lucha que todos debemos librar en contra de la violencia en nuestro país. Gracias a todos. El señor PIZARRO ( Presidente ).- A usted, señora Ministra . El señor HOFFMANN ( Secretario General ).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto? El señor PIZARRO ( Presidente ).- Terminada la votación. --Se aprueba el informe de la Comisión Mixta (25 votos a favor), dejándose constancia de que se reunió el quórum constitucional exigido, y queda terminada la discusión del proyecto en este trámite. Votaron las señoras Allende, Alvear, Matthei, Pérez (doña Lily) y Rincón y los señores Allamand, Chadwick, Chahuán, Coloma, Espina, García, Gómez, Lagos, Longueira, Muñoz Aburto, Novoa, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Rossi, Ruiz-Esquide, Tuma, Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés). --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El señor NAVARRO.- Señor Presidente, le solicito que consigne mi pronunciamiento a favor. El señor PIZARRO ( Presidente ).- Se dejará constancia en la Versión Oficial de la intención de voto favorable del Senador señor Navarro. Terminado el Orden del Día. "
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