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El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Corresponde continuar la discusión del proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica la Ley de Tránsito con el objeto de aumentar las sanciones por el no uso de dispositivos de seguridad para menores de edad en vehículos particulares.
Hago presente a la Sala que su informe se rindió en la sesión 10ª, de 8 de abril de 2015.
Antecedentes:
-La discusión del proyecto de ley se inició en la sesión 10ª de la presente legislatura, en 8 de abril de 2015.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Leonardo Soto .
El señor SOTO.-
Señor Presidente, según cifras disponibles entregadas por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), solo en 2013 63 niños y niñas de menos de 12 años murieron en accidentes de automóvil, y más de 5.000 niños resultaron heridos de distinta gravedad.
En coincidencia con estas trágicas cifras, se estima que uno de cada cuatro padres olvida instalar, siquiera, una silla de seguridad cuando va a viajar con un niño o niña, y casi la mitad, a pesar de tenerlas instaladas, sencillamente no las ocupa.
En efecto, tal y como puede leerse en el informe de la comisión técnica que estudió el proyecto, el señor ministro de Transportes indicó que “dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile es el país con mayor tasa de fallecimiento en accidentes de tránsito por vehículo y uno de los más altos por población”.
Esta realidad ocurre a pesar de que esta materia está expresamente regulada y ordenada por nuestra Ley de Tránsito desde 2007, cuando se estableció la obligatoriedad del uso de sillas especiales para transportar niños menores de 4 años, y la prohibición de transportar en asientos delanteros a niños menores de 8 años.
Sin embargo, como se puede apreciar de las cifras de Conaset, esta ley ha devenido en letra muerta por la falta de cultura vial de nuestros conductores, quienes estiman que el uso de sillas de seguridad para los menores de edad es solo una simple recomendación y no una verdadera obligación, a pesar de que tiene por objetivo asegurar la vida e integridad física de menores de edad que ellos mismos transportan.
Hay que terminar con la desidia de los conductores y el inexcusable incumplimiento de la ley en materia de seguridad infantil. Por lo tanto, es urgente y necesario adoptar todas las medidas que sean necesarias para reforzar el nivel de seguridad a través del uso de estos sistemas de retención infantil y del cinturón de seguridad de los niños al interior de los vehículos motorizados.
En consecuencia, anuncio mi voto favorable a este proyecto de ley, que cambia la calificación de estas infracciones de grave a gravísima, aumentando de esa forma las multas asociadas hasta 3 unidades tributarias mensuales, para el caso de ser sorprendidos llevando niños y/o niñas, ahora de hasta 8 años, en los asientos traseros sin un sistema de retención infantil, o bien por llevar niños y niñas de hasta 12 años en el asiento delantero.
Junto con el aumento de sanciones, me asiste la convicción de que paralelamente es necesario promover programas de educación y capacitaci��n que realizan instituciones públicas y privadas para aumentar el reproche cultural que la sociedad realiza a estas conductas, para, de esta manera, disminuir accidentes de tránsito absolutamente evitables, que han causado lesiones y muerte a miles niños y niñas de nuestro país.
He dicho.
El señor NÚÑEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Bernardo Berger .
El señor BERGER.-
Señor Presidente, en nuestro país los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte de niños de entre 0 y 14 años. Además, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2013 fallecieron 63 niños menores de 12 años en accidentes de tránsito y 5.130 terminaron lesionados.
Por lo tanto, como es de nuestra responsabilidad contar en Chile con una legislación que proteja a nuestra población infantil, que representa el futuro nacional, vengo en otorgar todo mi apoyo a esta moción en el sentido propuesto de subir los rangos edad de 4 años a 8 años para el uso obligatorio de sillas para transportar menores, y subir el rango de 8 años a 12 años para prohibir trasladarlos en asientos delanteros, endureciendo además la pena aplicable, al elevarla a la categoría de gravísima.
Lo anterior es un paso más dentro de la gran tarea que debemos asumir para que nuestras leyes protejan a nuestra población infantil.
He dicho.
El señor NÚÑEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Tucapel Jiménez .
El señor JIMÉNEZ.-
Señor Presidente, este proyecto nos pone en sintonía con lo que ocurre en los países modernos, en los cuales ha habido una constante preocupación por sus menores.
Contamos con la Ley de Tránsito, en donde se establece la obligación del uso de sillas especiales para niños menores de 4 años. Al respecto, tenemos un lamentable informe de la Conaset, que en referencia a 2013 consigna la cifra de 1.500 niños lesionados menores de 4 años y de 29 niños muertos en accidentes de tránsito. Esas cifras podrían haber disminuido a su mínima expresión si esos menores hubiesen usado silla y/o el cinturón de seguridad.
Todo esto tiene que ver con un tema cultural. Contaré una anécdota.
Cuando volví a Chile en 1995 -había estado en Suecia, que es un país donde los derechos y la preocupación para con los niños es realmente importante-, me di cuenta de que ningún niño usaba cinturón de seguridad, excepto mis hijos. Es más, en una ocasión -esto refleja el pensamiento que todavía existe en nuestro país- me tocó ver un vehículo -imagino que estaba siendo utilizado para trasladar enseres en un cambio de casa- que llevaba en el asiento del copiloto un televisor con cinturón de seguridad; sin embargo, los niños que acompañaban al chofer jugaban en el asiento trasero sin utilizarlo. Ello me pareció digno de análisis, porque se protegía un bien material y no la vida de niños. ¿Cómo un padre puede proteger más un televisor que a sus niños? No creo que ello se haya hecho conscientemente. Simplemente se trata de un tema de educación, en el sentido de entender que cuando los niños no utilizan cinturón de seguridad el riesgo de que resulten dañados en un accidente es altísimo.
Me parece bien que el proyecto de ley amplíe el rango de edad para el traslado de niños de hasta los 12 años en el asiento trasero de los vehículos; sin embargo, todas las personas, desde guagüitas hasta grandes, deben usar cinturón de seguridad.
También me ha tocado ver a taxistas que pasan el cinturón de seguridad por su espalda para insertarlo en el enganche, con el propósito de evitar que se encienda la luz de aviso por no uso del mismo. Con ello creen que engañan a Carabineros, en circunstancias de que se engañan a sí mismos, porque en caso de accidente es su vida la que corre peligro.
El proyecto debe ser aprobado por todos. Si bien es cierto que nos viene muy bien, debe venir acompañado de una estrategia comunicacional de parte del Ministerio de Transportes. Aquí debe haber un cambio cultural. Se debe entender que es de vital importancia que todos los pasajeros, especialmente los niños, usen cinturón de seguridad. De ese modo, tal como lo confirman las cifras, la posibilidad de salir ilesos aumenta en caso de sufrir algún accidente.
Por lo tanto, con mucho entusiasmo llamo a votar a favor el proyecto, que busca proteger de mejor forma a nuestros niños y niñas. Con todo -repito-, ello debe ir de la mano de una estrategia comunicacional de parte del Ministerio de Transportes para que la gente tome conciencia de la importancia de que sus hijos utilicen cinturón de seguridad al interior de los vehículos.
He dicho.
El señor NÚÑEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Roberto Poblete .
El señor POBLETE.-
Señor Presidente, todos sabemos que la lucha contra los accidentes de tránsito ha sido y es materia de campañas constantes en los medios de comunicación, las que, con mayor o menor éxito, intentan dejar en claro que los descuidos graves o las imprudencias de los particulares en la conducción y en el uso indebido de las vías o calles pueden ocasionar lesiones de mayor gravedad, incluso muertes, y pueden conllevar importantes daños a la propiedad pública y privada.
Por eso, recientemente endurecimos las penas por manejo en estado de ebriedad y reforzamos los conceptos de “manejo bajo la influencia del alcohol” y de “manejo en estado de ebriedad”, adecuándolos a los estándares más exigentes de la legislación comparada.
En el contexto de cuidar las calles y los caminos, no debemos olvidar que el Estado y las municipalidades también juegan un rol preventivo, pedagógico y de responsabilidad, pues bien sabemos que en varias ocasiones la responsabilidad de indemnizar por los daños que se ocasionan en ellos ha sido atribuida por los tribunales a esos órganos públicos y, en consecuencia, se han visto en la obligación de pagar millonarias indemnizaciones a los particulares que han sido víctimas de accidentes de tránsito con resultados de muerte o de lesiones, con ocasión del uso de las vías públicas.
Dicho esto, debemos poner sobre la mesa, como otro antecedente, que hoy una de las causas de muerte más importantes entre los jóvenes son los accidentes de tránsito. Se han tomado medidas contra este problema, como la promulgación de la “ley Emilia”, que aumenta las penas por manejo en estado de ebriedad, lo cual ha servido para poner una cuota de mesura entre los conductores y, consecuentemente, una baja en los índices de accidentes. La importancia de esas medidas radica más en la prevención de conductas delictivas a la hora de conducir un vehículo que en los eventuales castigos, por lo cual debemos estar contentos. Me parece importante que con ello hayamos tomado conciencia del enorme riesgo e irresponsabilidad que implica alterar los estados de conciencia y de alerta mientras se conduce. Al menos ese es un hecho incuestionable que poco a poco se ha comenzado a asentar culturalmente en la población.
En parte, ese enorme objetivo se ha conseguido no solo con cambios de leyes y aumento de penas, sino también con sostenidas campañas de educación y comunicación. A consecuencia de esas campañas, así como también de los hechos trágicos que se han sucedido por décadas en nuestro país como resultado de errores en la conducción de automóviles y por desatender las condiciones de seguridad, desde 2007 la Ley de Tránsito establece la obligatoriedad del uso de sillas especiales para transportar niños menores de 4 años y la prohibición de transportar en los asientos delanteros a niños menores de 8 años. No obstante, aún existen ciudadanos que perseveran en la conducta de no acatar esas obligaciones, establecidas precisamente para cautelar la vida e integridad de los menores transportados. Aún hoy existe un número siempre indeseable de niños pequeños que sufren lesiones graves, o incluso la muerte, a causa de accidentes de tránsito, consecuencias que podrían evitarse con el uso adecuado de las sillas de seguridad.
En 2012, como mencionaron algunos parlamentarios que me antecedieron en el uso de la palabra, 1.4l8 niños menores de 4 años resultaron lesionados en accidentes de tránsito y hubo 36 que fallecieron. En 2013, 1.520 menores de 4 años de edad resultaron lesionados en accidentes de tránsito y 29 resultaron fallecidos. Esto, señor Presidente, no puede continuar, al menos no porque no hayamos hecho algo al respecto. Debemos establecer obligaciones y multas adecuadas y acordes con una omisión tan grave como desatender el deber de transportar menores con las medidas de seguridad mínimas, pues ello constituye una negligencia inexcusable que no debemos permitir.
Las cifras mencionadas podrían haberse sorteado, por lo cual resulta imperioso aplicar mano dura y fuerte ante la falta de uso de los implementos de seguridad para niños transportados en automóviles, pues no hay mejor forma de protegerlos. Es una razón no solo imperativa y categórica, sino algo que va en favor de la protección directa de los menores y, finalmente, una política pública en favor de la vida.
Cambiar la calificación de esta infracción de grave a gravísima y aumentar por ello las multas asociadas hasta 3 unidades tributarias mensuales nos parece lo mínimo que podemos legislar frente a un descuido imperdonable que hoy cuesta la vida de decenas de niños año tras año. Manejar en estado de ebriedad es poner en riesgo la vida propia y la de los demás, pero manejar sin las condiciones de seguridad mínimas para proteger la integridad de nuestros niños es algo tan grave como lo anterior.
Por lo expresado, llamamos fervientemente a aprobar este proyecto con la celeridad que merece.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Iván Flores .
El señor FLORES.-
Señor Presidente, el objetivo de promover el uso de sistemas de retención infantil y cinturón de seguridad por la vía de aumentar la sanción por su no empleo, como se propone en este proyecto, tiene como propósito final relevar una materia que debería ser de suyo responsabilidad nuestra, es decir, de los padres o familiares de los niños o niñas que transportamos. Lamentablemente, pareciera ser que en nuestro país no es así y que aún no se toma conciencia de lo que significa transportar a un menor de edad que depende de las manos, del estado de conciencia y de la habilidad del conductor. Tal vez los conductores tienen demasiado internalizada la famosa frase de que “no pasa na’”. Y el “no pasa na’” significa llevar a los niños como sea con tal de que vayan dentro del auto: en el asiento delantero, jugando, y con una mascota dando vueltas entremedio.
No hay conciencia de lo que significa el proyectil en el que se transforma un niño cuando ocurre un choque frontal. Ese niño, si no va asegurado, sale disparado por el parabrisas delantero del vehículo al haber una colisión, muchas veces con resultados fatales. Lo increíble es que sus padres sí van con sus cinturones de seguridad puestos.
Es cuestión de observar los ensayos que se hacen en las pruebas de vehículos o de elementos de seguridad para ver cómo esos pequeños cuerpos se transforma en proyectiles lanzados a alta velocidad cuando no se cumplen esas medidas de prevención.
Felicito a los autores del proyecto, especialmente a mi camarada Gabriel Silber , por haber presentado a tramitación esta iniciativa, cuya aprobación por unanimidad en la comisión nos debe hacer tomar conciencia sobre estos asuntos, conciencia que espero que se transmita a todos los conductores, hombres y mujeres del país, a fin de que no sea necesario aprobar leyes para que nos comportemos mejor como padres o responsables de los menores.
El proyecto aumenta las sanciones por el no uso de las sillas especiales para transportar niños menores de cuatro años o por transportar en los asientos delanteros de los vehículos a niños menores de ocho años de edad. Si bien esas obligaciones ya están establecidas en la ley, sigue habiendo conductores que no les dan cumplimiento, no obstante que sigue siendo obvio lo que debemos proteger. No voy a repetir las cifras que mencionaron los colegas que ya intervinieron, pero en promedio son 1.500 niños los que, cada año, sufren lesiones por accidentes, por lo que, a mi entender, ello es responsabilidad de los padres o de los conductores de los vehículos motorizados. De esos niños accidentados fallece un porcentaje significativo.
El proyecto apunta a cambiar la calificación de la infracción, de grave a gravísima, con lo cual aumentan las multas asociadas y las consecuencias para el conductor que no cumple, lo cual, insisto, no debería estar en la ley, sino, sencillamente, en el sentido común y en el de responsabilidad de todos los conductores del país.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Pepe Auth .
El señor AUTH.-
Señor Presidente, felizmente no mencionó que represento a la bancada del Partido por la Democracia, pues, en ese evento, iba a manifestar que mi intervención es a nombre propio.
El presente proyecto es extremadamente relevante, porque la diferencia entre usar o no cinturón de seguridad, o entre un niño que viaja en auto sentado en una silla especial y otro que lo hace sin dicho dispositivo, es la vida o la muerte.
En el mundo, abundantes estadísticas señalan que a iguales condiciones de velocidad, de imprevisión, etcétera, un niño simplemente ubicado en el asiento trasero, a diferencia de otro sentado en una silla convenientemente ajustada, multiplica su probabilidad de muerte por diez. En otras palabras, el hecho de que un menor viaje en una silla, disminuye a la décima parte su posibilidad de morir en un accidente. Por supuesto, lo anterior tiene importancia en sí, porque la vida de los adultos depende de ellos mismos, pero la de un niño está condicionada, las más de las veces, por la decisión de un adulto.
Por lo tanto, es fundamental incrementar la penalidad y las multas para aquellos que incumplen la ley que hoy obliga a sentar a los niños en el asiento trasero y a instalarlos adecuadamente en la silla cuando tienen edades menores, pues dicho incumplimiento incide en la mortalidad infantil.
Sin embargo, quiero agregar un elemento que no se ha señalado: un niño que a los cuatro años, cinco años, seis años, siete años, ocho años, nueve años o diez años no ocupa cinturón de seguridad, será, eventualmente, un adulto que no utilizará dicho dispositivo cuando le corresponda conducir su vehículo.
Alentar en un niño, desde edad temprana, la conducta de asegurar su vida a través del uso del cinturón de seguridad y, eventualmente, de la silla, prefigura la formación de un adulto responsable, seguro, cuidadoso y respetuoso de una conducta que, como hemos mencionado, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Lo descrito explica la importancia del proyecto, porque el día en que todos los conductores estén conscientes de que usar o no la silla en el caso de los niños menores, o utilizar o no el cinturón de seguridad en el asiento trasero, no es una opción, sino una completa obligación, estaremos formando adultos que mañana cumplirán con la ley y, por lo tanto, protegerán su vida y la de otros.
Por último, insisto en que para un niño la diferencia dada por el uso del cinturón de seguridad o de la silla especialmente ajustada para su peso o edad es la diferencia entre vivir o morir.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, en referencia a la precisión que hizo el diputado Pepe Auth respecto del carácter de su intervención, quiero decir que en la bancada del Partido por la Democracia impera la democracia. La diversidad de opiniones es la riqueza de los ideales de nuestra colectividad.
En el encabezado del informe de la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones se consigna que el proyecto persigue aumentar con fuerza las sanciones por el no uso de dispositivos de seguridad para menores de edad en vehículos particulares. Sin embargo, pese a los largos años de vigencia de las disposiciones sobre la materia en la Ley de Tránsito, las muertes o lesiones graves de menores en accidentes de tránsito siguen produciéndose, en la mayoría de los casos debido al no uso de los dispositivos de seguridad contemplados para ellos en la referida normativa.
Sin perjuicio de ello, no estoy plenamente seguro de que la solución sea aumentar las sanciones. Quiero ser bastante claro en decir que si hubiera estado presente en la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, habría planteado que no estoy seguro de la efectividad del aumento de las sanciones y del límite de edad para el uso de los referidos dispositivos. Considero que la gran cantidad de accidentes que se producen por el no uso de los dispositivos y por trasladar a los niños en asientos que no corresponden se debe -reitero que en mi opinión-, en primer lugar, al no acatamiento de las disposiciones por parte de los conductores de los vehículos y, en segundo lugar -lo considero el fundamento de la problemática- a la falta de fiscalización por las autoridades correspondientes.
Como todos sabemos, cuando la ley no es obedecida y su cumplimiento no es fiscalizado por las autoridades, las disposiciones se transforman en normas ineficaces. Me parece que ello puede estar pasando con muchas de las normas de tránsito. Lo vemos a diario -hay que decirlo- en las ciudades que representamos y en otras.
No obstante, voy a votar a favor la moción. Ojalá los colegas de la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones convoquen a las autoridades encargadas de hacer cumplir la normativa de tránsito y les pidan explicaciones de por qué no hay adecuada fiscalización, pues en nuestras calles, caminos y carreteras se accidentan y mueren a diario decenas de compatriotas debido a la infracción de las leyes de tránsito.
Solo observo preocupación por la materia cuando se trasladan grandes masas de automóviles por las carreteras, en especial a causa de los feriados largos, pero no veo una real preocupación el resto de los días del año, en los cuales las distintas vías de circulación son regidas por una auténtica ley de la selva. No me refiero solo a las carreteras, sino también a las calles y avenidas urbanas.
Lo que he manifestado son las interrogantes que quería plantear en la discusión del proyecto. A lo mejor, lo que propuse, en términos de que la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones cite a las autoridades correspondientes para hacerles notar la falta de fiscalización, ya se llevó a cabo. No obstante, es bueno reiterarlo.
Considero que para tener una normativa de tránsito eficaz, debemos velar por que sea efectivamente cumplida y adecuadamente fiscalizada. Esa es la forma principal de terminar con accidentes que constituyen una vergüenza en el marco de nuestra Ley del Tránsito.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Issa Kort .
El señor KORT.-
Señor Presidente, en primer lugar, agradezco la invitación para patrocinar el proyecto de ley de autoría del diputado señor Daniel Farcas , quien me convocó a suscribirlo junto con las diputadas Jenny Álvarez y Loreto Carvajal , y los diputados señores René Manuel García , Felipe Letelier , Fernando Meza , Felipe Ward , Diego Paulsen y Gabriel Silber .
Este proyecto de ley busca hacerse cargo de una realidad que va in crescendo en el país.
Durante la primera mitad del siglo XX se discutió muchísimo en la Cámara de Diputados y en el Senado sobre la mortalidad infantil. Como médico, el señor Presidente debe saber muy bien que en nuestro país muchos niños morían de cólera, tifus, diarrea, etcétera. Hoy, el principal foco de muerte de los niños de entre 0 y 14 años son los accidentes de tránsito.
Esta situación fue abordada en su conjunto en la comisión técnica de la Cámara. Por eso, quiero agradecer a los diputados de mi bancada que forman parte de esa comisión, el hecho de que hayan enriquecido el proyecto y lo hayan aprobado.
Voy a dar a conocer cifras concretas de los últimos cuatro años.
En 2011 hubo 1.355 niños menores de 4 años lesionados en accidentes de tránsito, de los cuales 37 fallecieron. Durante 2012, 1.418 niños menores de 4 años resultaron lesionados en accidentes, de los cuales fallecieron 36. En 2013, 1.520 menores de 4 años resultaron lesionados a consecuencia de accidentes de tránsito, de los cuales 29 resultaron fallecidos.
Señor Presidente, debemos buscar una solución. No nos gusta que las leyes prohíban y restrinjan tanto, pero debemos tener leyes ilustrativas y que aumenten las sanciones para que podamos, como sociedad, comprometernos con la responsabilidad y, sobre todo, con la seguridad para con los niños de entre 0 y 14 años, muchos de los cuales resultan lesionados en accidentes de tránsito por el descuido de padres o de conductores a cargo de ellos. Los niños no pueden elegir dónde y cómo sentarse. Normalmente, aceptan que los sienten donde el papá o el conductor determine.
Por eso, quisimos corregir el proyecto. El propio ministro de Transportes y Telecomunicaciones se hizo cargo del tema. Los mismos patrocinantes del proyecto firmamos una indicación sustitutiva que amplía la edad para la obligación de traslado de niños en asiento trasero hasta los 12 años y para el uso de sistema de retención infantil hasta los 8 años, incorporando características de peso y talla (135 centímetros y 33 kilogramos, percentil 90 de curvas de talla y peso por edad).
Se establece, además, la obligatoriedad de trasportar a los menores de edad de hasta doce años en el asiento trasero, elevando la transgresión de esta norma de grave a gravísima. El proyecto dispone que las nuevas obligaciones que se incorporan se harán exigibles transcurridos 12 meses desde la publicación de la ley, ello con el objetivo de que se difundan.
Por lo tanto, hago un llamado al Ejecutivo -no hay ningún ministro en la Sala- a que se comprometa a difundir las nuevas medidas, y a Carabineros de Chile, para que fiscalice. Pero, por favor, el mensaje es el siguiente: pongámonos de acuerdo, trabajemos en conjunto para seguir evitando la mortalidad infantil con características accidentales.
Nuestros niños no pueden esperar, ni menos seguir engrosando la lista de fallecidos por accidentes de tránsito.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Felipe Letelier .
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, lo que abunda no daña, pero en la calle nos dicen a veces que legislamos solo con el afán de sancionar y endurecer penas.
Quiero abundar en lo que dijo el diputado Pepe Auth , en el sentido de educar y generar la costumbre en los niños de utilizar el cinturón de seguridad. Pese a que a veces es difícil inculcar estas cosas, ellos no lo van a olvidar. Con ello se va a sembrar una cultura que va a permitir que cuando ese niño sea adulto, enseñe ese aprendizaje a sus hijos.
Repito, ello es muy importante y tiene que ver con la cultura. Me encantaría que los medios de comunicación, en vez de divulgar farándula y programas tontos, de tanta incultura, dedicaran algunos minutos a difundir la importancia de estos temas de la sociedad. Si fuera así, no tendríamos que dictar leyes en esta materia.
Como miembro de la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones y coautor de las indicaciones, me siento muy complacido, pues de aprobarse, se perfeccionará el proyecto.
Como diputado de la república y del Partido por la Democracia, anuncio que respaldaré la iniciativa, que apunta a mejorar la calidad de vida de los niños y de las futuras generaciones.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Javier Hernández .
El señor HERNÁNDEZ.-
Señor Presidente, las cifras indican que si los sistemas de retención infantil se usan correctamente, se podría prevenir entre el 50 y el 80 por ciento de las lesiones mortales y graves.
Chile, desde hace bastante tiempo, viene dando señales para mejorar las condiciones de seguridad en el tránsito. Primero, se mejoraron las carreteras y se las dotó de mayores estándares de seguridad. Sin embargo, esos mismos estándares de seguridad no se han aplicado al interior de los vehículos, por lo que se hace necesario tomar medidas en relación con esta materia, sobre todo en relación con la conciencia que deben tomar sobre el particular los conductores y niños que viajan en los distintos medios de locomoción.
Mientras se discutía este proyecto, un dirigente vecinal de la ciudad de Osorno me preguntó qué pasa con los niños que se portan mal y que no van a acceder a que se les coloque el cinturón de seguridad. Se refería, sobre todo, a aquellos niños que tienen entre ocho y doce años y que sienten que han salido de la etapa de la primera infancia. Bueno, en esos casos es necesario inculcar cambios de conducta, y los resultados se verán en la medida en que transcurra el tiempo. Toda la sociedad, no solamente los conductores, sino también las familias, deben incorporarse en la tarea de formar y educar a los niños a fin de que puedan convencerse de que las medidas de que hablamos son en beneficio de su salud.
Cuando uno lee el informe de la comisión técnica se da cuenta de que la mayor cantidad de accidentes ocurre en trechos cortos, por ejemplo, en el trayecto entre la casa y el supermercado, o entre lugares que se encuentran a una, dos o tres cuadras de distancia. La gente, con confianza, piensa que no es necesario usar el cinturón de seguridad. Es entonces cuando se produce la mayor cantidad de lesionados y de accidentes.
Por lo tanto, es conveniente que los ministerios de Transportes y Telecomunicaciones, y de Educación se aboquen a impulsar una campaña en conjunto, de manera de educar y formar en relación con las necesidades que tenemos como país respecto de esta materia. La calidad de las carreteras ha mejorado, lo que permite que los vehículos se desplacen a mayor velocidad. Por ello es necesario mejorar la seguridad en el interior de los vehículos, y que quienes transporten niños menores de edad tomen conciencia de la importancia de respetar la normativa relacionada con la materia.
El proyecto amplía la edad para trasladar a niños en el asiento trasero hasta los 12 años y para usar el sistema de retención infantil hasta los 8 años.
Creo que ese estándar, igual como lo hicimos con la ley de tolerancia cero, que ha implicado la disminución de conductores en estado de ebriedad por el aumento de las sanciones, con penas más severas, logrará el objetivo de generar un cambio de conducta en la sociedad.
Por lo tanto, debemos apoyar el proyecto. Siempre será posible perfeccionarlo; sin embargo, creo que, como país, estamos en condiciones de aceptar el tipo de requerimientos que plantea.
He dicho.
El señor SANTANA.-
Señor Presidente, le solicito que cite a reunión de Comités sin suspender la sesión.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Señor diputado, ¿me puede adelantar el motivo de la citación?
El señor SANTANA.-
No.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Muy bien.
En algunos minutos más, citaré a reunión de Comités sin suspender la sesión, sin motivo aparente.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de ley en los siguientes términos:
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Corresponde votar en general el proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica la Ley del Tránsito, con el objeto de aumentar las sanciones por el no uso de dispositivos de seguridad para menores de edad en vehículos particulares.
Hago presente a la Sala que su artículo único trata materias propias de ley simple o común.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 95 votos; por la negativa, 1 voto. Hubo 5 abstenciones.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo Sergio ; Álvarez Vera Jenny ; Álvarez-Salamanca Ramírez Pedro Pablo ; Andrade Lara Osvaldo ; Arriagada Macaya Claudio ; Auth Stewart Pepe ; Becker Alvear Germán ; Bellolio Avaria Jaime ; Berger Fett Bernardo ; Browne Urrejola Pedro ; Campos Jara Cristián ; Cariola Oliva Karol ; Carmona Soto Lautaro ; Castro González Juan Luis ; Ceroni Fuentes Guillermo ; Chahin Valenzuela Fuad ; Chávez Velásquez Marcelo ; Cicardini Milla Daniella ; Coloma Alamos Juan Antonio ; Cornejo González Aldo ; De Mussy Hiriart Felipe ; Edwards Silva José Manuel ; Espejo Yaksic Sergio ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farcas Guendelman Daniel ; Fernández Allende Maya ; Flores García Iván ; Fuentes Castillo Iván ; Gahona Salazar Sergio ; Girardi Lavín Cristina ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Gutiérrez Pino Romilio ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hernando Pérez Marcela ; Hoffmann Opazo María José ; Jackson Drago Giorgio ; Jaramillo Becker Enrique ; Jarpa Wevar Carlos Abel ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Sommerhoff Felipe ; Kort Garriga Issa ; Lavín León Joaquín ; Lemus Aracena Luis ; León Ramírez Roberto ; Letelier Norambuena Felipe ; Melero Abaroa Patricio ; Melo Contreras Daniel ; Mirosevic Verdugo Vlado ; Molina Oliva Andrea ; Monckeberg Díaz Nicolás ; Morales Muñoz Celso ; Morano Cornejo Juan Enrique ; Nogueira Fernández Claudia ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Núñez Urrutia Paulina ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Pascal Allende Denise ; Paulsen Kehr Diego ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Pilowsky Greene Jaime ; Poblete Zapata Roberto ; Provoste Campillay Yasna ; Rathgeb Schifferli Jorge ; Rincón González Ricardo ; Rivas Sánchez Gaspar ; Rocafull López Luis ; Rubilar Barahona Karla ; Sabag Villalobos Jorge ; Saffirio Espinoza René ; Saldívar Auger Raúl ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Sepúlveda Orbenes Alejandra ; Silber Romo Gabriel ; Soto Ferrada Leonardo ; Tarud Daccarett Jorge ; Torres Jeldes Víctor ; Trisotti Martínez Renzo ; Tuma Zedan Joaquín ; Turres Figueroa Marisol ; Urízar Muñoz Christian ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Urrutia Soto Osvaldo ; Vallejo Dowling Camila ; Vallespín López Patricio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Verdugo Soto Germán ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe .
-Votó por la negativa el diputado señor Kast Rist José Antonio .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Fuenzalida Figueroa Gonzalo ; Sabat Fernández Marcela ; Silva Méndez Ernesto ; Squella Ovalle Arturo ; Ulloa Aguillón Jorge .
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Por haber sido objeto de indicaciones, el proyecto vuelve a la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones.
Al artículo único
Del diputado señor José Antonio Kast , para eliminar, en el inciso tercero del artículo 75, la palabra “doce”.
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/9640-15