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El señor VARGAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Ignacio Urrutia.
El señor URRUTIA.- Señor Presidente , antes de intervenir respecto del tema que nos convoca, quiero hacer una acotación política. Con Piñera, por lo menos sabemos dónde tiene la plata. Con Frei, no tenemos la menor idea. La tiene fondeada hace muchos años, y dicen que se la administra el hermano. Así que no vengamos a sacarnos los trapitos al sol aquí, porque es bastante más sucio lo que está haciendo el señor Frei que lo que supuestamente está haciendo el señor Piñera , que es sabido por todos dónde tiene sus inversiones.
Señor Presidente , en reunión de Comités hace un par de días se acordó citar a los ministros de Salud y de Economía a la presente sesión. En esa oportunidad, pedí que fuera invitada la ministra de Agricultura , y en nombre de todos los diputados agradezco su presencia en la Sala.
Al principio, cuando se pidió esta sesión, fue vinculada principalmente a la colusión de las farmacias, pero todos los diputados nos hemos dado cuenta de que esto no sólo ocurre en este tipo de negocios, sino en muchas otras actividades.
Si bien es muy repudiable lo que pasó con las cadenas de farmacias, no podemos dejar de mencionar lo relacionado con la agricultura. Por eso, pedí la presencia de la ministra en la sesión, porque sé que ha hecho gestiones en algunas materias, pero es bueno decirlo de todas maneras.
En la agricultura, la colusión viene ocurriendo desde hace muchos años. No es algo que haya pasado sólo ahora. Cuando los productores van a vender su trigo, las dos empresas molineras más grandes se ponen de acuerdo y fijan su precio. Entonces, al resto no le queda más que acatarlo. En caso contrario, los hacen quebrar.
Con el arroz pasa lo mismo. Un par de industrias grandes se pone de acuerdo, fija el precio del producto y el resto debe acatar. Los que pagan el pato siempre son los agricultores.
Esta situación también se da con el vino, las carnes, la leche y todos los productos agrícolas. No se escapa ninguno. El año pasado surgió con los fertilizantes. Cuatro empresas importadoras se pusieron de acuerdo y elevaron sus precios mucho más allá del precio internacional. Precisamente en relación con este tema, el Ministerio de Agricultura hizo una presentación hace ya bastante tiempo.
En cuanto a la colusión, si una empresa no habla, en la práctica no pasa nada. En el caso de las cadenas farmacéuticas, por ejemplo, la Farmacia Ahumada se culpó. Por eso, se destapó la olla, independiente de las denuncias interpuestas por distintas personas. En el fondo, se probó la culpabilidad porque reconoció su falta. Pero en el asunto de los fertilizantes, ninguna importadora se ha reconocido culpable. Sin embargo, todos los agricultores saben que se pusieron de acuerdo y vendieron todos sus productos al precio convenido.
Por eso, para resolver este tema es conveniente que la Fiscalía Nacional Económica y el Tribunal de la Libre Competencia funcionen como lo hacen en los países desarrollados, los que actúan de una manera distinta a la nuestra. En Chile, fallan cuando el daño ya está hecho, cuando ya no hay nada que hacer en el cuento.
La ministra nos podría contar cuánto tiempo hace que presentó el reclamo por los fertilizantes y todavía no hay la más mínima respuesta. Incluso, los fertilizantes bajaron de precio y el daño está hecho. El desastre se produjo el año pasado, con resultados en la producción de este año.
Las medidas se deben tomar antes y actuar con eficacia y rapidez. De manera que ante la denuncia de un particular, de un ministerio o de quien sea, sobre cualquier producto, la respuesta sea lo más rápida posible, de manera que no ocurra lo que ha pasado en el último tiempo.
Espero que el problema con las farmacias sirva de ejemplo, a fin de que los organismos que deben tomar resoluciones lo hagan con mayor prontitud; que sirva de ejemplo para que no pase lo mismo en las próximas cosechas agrícolas. Hay que impedir que algunos se pongan de acuerdo para liquidar a los productores.
Lo ideal es que se actúe a tiempo, con mayor diligencia y rapidez, de manera que esto no vuelva a ocurrir nunca más, ni con las farmacias, ni con los productores agrícolas. Nadie tiene derecho a ponerse de acuerdo con otro para liquidar al público.
Por eso, espero que la señora ministra siga actuando en el resto de los productos agrícolas con la misma fuerza con que lo ha hecho en el tema de los fertilizantes. Sé que a veces es difícil probar la colusión, pero no imposible, sobre todo cuando viene sucediendo desde hace muchos años.
Se debe atacar la situación antes que se produzca el daño. No sacamos nada con resolverla después.
Me habría gustado que a la Farmacia Ahumada le hubieran aplicado una multa de 40 ó 50 millones de dólares, pues 1 millón de dólares es como una limosna. La multa debería significar un escarmiento gigantesco, de manera que nunca más a alguien se le pase por la mente ponerse de acuerdo para liquidar a sus clientes o al público en general.
He dicho.
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